Está en la página 1de 4

Universidad de Guadalajara

Campus: Centro universitario del Norte

Licenciatura en Derecho
DERECHO ROMANO

“DERECHO POSITIVO”

Grupo “A”

Docente: Mtra Litzully Goreti Quiñones Pinedo

Alumno: Salvador Eduardo Vázquez Raygoza


Matrícula 208633509

Colotlán Jalisco a 10/12/2021


INTRODUCCION
En el presente ensayo se intentará hacer un desarrollo al tema del tema
“derecho natural”, teniendo como principal referencia los modelos iniciales que
se obtuvieron a partir de Aristóteles y Tomás de Aquino.
Tan sólo a partir del siglo XIX y durante la primera mitad del siglo XX, estuvo
ocupada en su gran mayoría por el positivismo jurídico. Solo a partir de la
segunda mitad del siglo XX este positivismo empezó a perder su posición
dominante para ceder su turno a nuevas teorías del derecho que pretendían
explicar de una manera más completa y precisa el fenómeno jurídico. Debido a
la necesidad de entender al ser humano como un ser con naturaleza propia ha
surgido la necesidad de “completar” o “contraponer” al modelo positivista con
un modelo ius naturalista, el positivismo tuvo una especie de crisis que esto
significó, por tanto, la renovación de una idea de antigua y reconocida tradición:
la existencia de una serie de exigencias jurídicas anteriores e independientes
de cualquier hecho social, la existencia de una especie de derecho distinto.
DESARROLLO
En la filosofía contemporánea se ha optado por continua por develar el
concepto de derechos naturales, sin embargo ha existido u8na resistencia por
utilizar el concepto de “derechos naturales”, por lo que se ha optado por el
concepto de “derechos humanos”; y sin entrar en la discusión del origen de lo
anterior a ello han creado una nueva expresión: derechos humanos o derechos
del hombre. Más allá de la discusión acerca del origen histórico del concepto
de derechos humanos, pero al menos coinciden en esta anterioridad e
independencia de la norma positiva, de la razón y la voluntad humana y, por
tanto, se constituyen en un criterio del juicio de corrección del derecho positivo.
Quizás se deba lo anterior por la necesidad del hombre a lo largo de su historia
por convencerse a sí mismo que es un ser único en la naturaleza y que las
leyes “naturales” son aplicables de forma distinta al resto de la fauna en el
planeta donde coexiste.
Ahora bien, una pregunta fundamental a considerar es ¿Qué tan alejado está el
ius naturalismo del positivismo?”, cuando tratamos de formar conceptos
totalmente heterogéneos resulta casi imposible hacer una aseveración final ya
que dichas exigencias reclaman, por su misma naturaleza, su positivización, es
decir, la inclusión en los diferentes y disímiles ordenamientos jurídicos vigentes,
no porque requieran de ello para su existencia (los derechos naturales y los
derechos humanos existen con independencia de su positivización), sino
porque si el ordenamiento jurídico vigente ha de tener cierta unidad y
completitud debe reconocer y concretar estas exigencias, para saber cómo y
bajo qué condiciones pueden ser realizados en cada situación particular y
concreta, y cómo pueden ser mejor garantizados y protegidos. La concreción
de estas exigencias es una necesidad intrínseca al concepto de derecho
natural/derecho humano porque él mismo exige su realización plena y efectiva,
y ello solo puede hacerse (irónicamente) a través del derecho positivo, que
delimita el derecho para hacerlo exigible de una mejor manera en las
circunstancias concretas.
Cuando tratamos esta conversión histórica del modelo positivo al naturalista (o
inclusión), entonces estamos tratando con una positivización de los derechos
humanos, cuyo término suele ser redundante puesto que el derecho se
adjudicó únicamente hacia y desde el ser humano, sólo hasta hace unas pocas
décadas se incluyó el resto de los seres vivos dentro de la ciencia jurídica. Esto
da lugar al concepto de derechos fundamentales. Estos son derechos positivos
que reconocen exigencias de derechos humanos incluidas en el ordenamiento
jurídico-positivo de una comunidad política determinada, y ello por su expresa
disposición o querer. Ahora bien, no todos los derechos naturales deben estar
expresamente reconocidos por el derecho positivo, pues hemos dicho que su
existencia no depende de este reconocimiento, pero sí es verdad que hay
ciertos derechos naturales que son tan importantes para toda comunidad
política y para su viabilidad y persistencia, que difícilmente pueden ser
excluidos del catálogo de los derechos fundamentales, es decir, podemos
aceptar que hay derechos que son inherentes al ser humano.
Existen también otros que están sujetos a la contingencia histórica y que
quizás sólo sean válidas en su momento cronológico del derecho.
CONCLUCIÓN
En la actualidad es verdad que el derecho positivo ha sido totalmente
reformulado para tener una mejor o más amplia comprensión del derecho
aplicado al ser humano, con sus complejidades históricas acarreadas tal vez
como un “lastre”, pero que sin embargo la explicación del derecho natural como
origen del derecho humano no deba confundirse con la intervención de lo
moral, debido a que se quedaría demasiado corta y además muy ambigua esta
noción del derecho natural, convirtiendo a los jurista entonces en “moralistas”,
lo cuál en mi humilde punto de vista sería algo peligroso inclusive, ya que el
poder de decir que está “bien” y lo que está “mal” queda en manos de unos
pocos con la ventaja de una posición sobre la sociedad, cuando es la misma
sociedad la que dictamina mediante el uso y la costumbre (en una primera
instancia) el verdadero comportamiento que se acepta en los márgenes legales
de dicha población y que efectivamente termina por ser contingente al
momento histórico del que se trata, entonces es así como se puede realizar
nociones de derechos naturales, derechos humanos y derechos, poniendo
como critica personal, al derecho positivo como un andamio en el cuál el
derecho humano o “derecho natural”, de una forma casi totalmente contingente
actuará en voz de la necesidad del ser humano que habita cierta sociedad en
cierto momento histórico de la ciencia jurídica.
REFERENCIAS
- Eduardo García Maynes (México 2004), Introducción al estudio del
derecho,Editorial Porrua 57ª edición.

- CARBONELL, Miguel. Sobre el concepto de jurisprudencia en el sistema


jurídico mexicano.. Boletín Mexicano de Derecho Comparado, [S.l.],
jan. 1996. ISSN 2448-4873. Disponible en:
<https://revistas.juridicas.unam.mx/index.php/derecho-comparado/article
/view/3445/4050>.

- Ross, Alf, sobre el derecho y la justicia, trat. De G. Carió, buenos Aires,


Eudeba, 1963.

También podría gustarte