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Cámara N° 07. EDUCACIÓN MASÓNICA.

7a) Educación – 7b) Docencia – 7c) Axiología – 7d) Moral – 7e) Virtud. –
7f) Libertad y Libre Albedrío – 7g) Fraternidad y Filantropía – h) Felicidad.

7a) Educación. Entendemos por Educación Masónica el proceso de elevación de las


facultades morales, estimulado por los esoterismos. La forma de ordenar nuestros
conocimientos (modelo epistémico) se realiza de acuerdo a paradigmas y subjetividades
individuales, a los que la masonería respeta, estimulando un modelo IDEALISTA-
TRASCENDENTE–ESOTÉRICO. El objetivo inmediato de la Masonería es aportar
conocimientos que favorezcan la educación de sus iniciados, considerando que AL
EDUCARNOS AUMENTAMOS NUESTRAS FACULTADES MORALES, privilegiando el amor como
el máximo bien para con el entorno y con nosotros mismos.
La educación que favorece la Mas facilita una unificación totalizante que solo se alcanza
mediante el esfuerzo individual, solitario y silencioso, por lo que debemos entender que la
educación no es, ni puede ser cuestión del maestro sino del aprendiz, porque solo se educa
el que quiere educarse.
El M Mas cumple su función didáctica brindando un medio para educarnos por medio
de los esoterismos presentes en sus Misterios.
Dado que educarse es desarrollar facultades morales, la primera tarea en nuestra
educación masónica es recuperar lo moral, y digo recuperar porque el Todo y mi interior
están unificados por el amor, y solo la ignorancia de ello me distancia de esta unidad. El
“obrar con el bien”, lo moral, es una exigencia arquetípica de armonía y equilibrio, bajo la
cual nuestra mente va entendiendo la relación causal entre el Ser Universal y el ser
individual, y de esta manera, nos vamos convirtiendo en partícipe activo de la Gran Obra, lo
que consideramos como el más elevado grado de educación.
En nuestro proceso educativo vamos rompiendo con lo inmediato, y vamos ascendiendo a
lo universal en busca de esa armonía totalizante que parte del conocimiento de mí mismo,
aceptándome como parte del Todo y valorando lo “otro” como parte constitutiva de mí
mismo.
Solo la acción unificadora del símbolo permite el desarrollo de una práctica liberadora de
ataduras lógicas y materiales, facilitando el razonamiento analógico lo que nos permite
avanzar hacia conocimientos más totalizantes, lo que constituyen el verdadero propósito de
la educación masónica. Además, al investigar temas trascendentes, el estudioso va logrando
efectos recursivos sobre su individualidad, produciendo transformaciones que se expresan
en cambios conductuales que van forjando al hombre virtuoso.
Al educarnos vamos desarrollando el principio de inclusión; al expandir nuestro
conocimiento en forma holística, aumentamos nuestra luminosidad interior, y elevamos
nuestra conciencia, aumentando nuestro compromiso con un entorno cada vez más
unificado, y vamos desarrollando una inter subjetividad solidaria, expresada en una
conducta fraterna y filantrópica.
Al propiciar el amor fraterno la escuela masónica estimula la educación en forma
convivencial, facilitando que, al participar en la amorosa armonía universal, raíz de nuestro
ordenamiento psíquico primigenio, se evidencie lo moral o armónico arquetípico. Mediante

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la educación que favorece las Mas, cada uno va desarrollando su modelo epistémico
trascendente-esotérico, y mediante la visión axiológica (de valores) que nos proporciona el
cultivo de lo moral, y vas desarrollando la búsqueda del argumento causal.
La función de la Masonería es colaborar en el esfuerzo de educarse en el que se
compromete el iniciado; el amor, estructurante arquetípico de nuestra funcionalidad
mental, se va expresando como perfeccionamiento moral, y es condición primaria para la
elevación espiritual.
7b. Docencia. En algunas Logias masónicas ocurre a veces que algún Q⸫H⸫ se pregunte si
no habría hecho mejor quedándose en casa compartiendo con su familia en lugar de haber
asistido a esa Tenida. Esto no ocurriría si el trabajo en Log⸫ se ocupara de cultivar el
esoterismo, ya que el conocimiento trascendente es inagotable, él es quien nos permite
perfeccionar nuestra consciencia, y el amor unificador que este conocimiento impone nos
compromete completamente.
El Maestro debe ser consciente que su función docente es la columna que sostiene nuestra
Orden, y que solo estimulando la educación justificamos la razón de ser de la Masonería. Al
desarrollar este estímulo, el instructor se va recreando desde el reconocimiento de su
interioridad, al evidenciarlo en el diálogo con los recipiendarios; al aportar repuestas
teórico-prácticas con referencia a sus experiencias vivenciales ve expresado lo esotérico, y
para poder comunicar estos sentimientos debe utilizar el lenguaje simbólico, el único que le
permite transmitir saberes totalizantes.
El verdadero Maestro no trata de “enseñar verdades irrefutables”, sino que solo ha de
desarrollar el rol de problematizador, estimulando la deconstrucción creativa, y el diálogo
entre lo conocido y lo por conocer.
Con su instrucción el Maestro solo trata de levantar la punta del velo sobre las grandes
verdades presentes en los Misterios, aceptando que el avance en el conocimiento
totalizante siempre es dialógico, y que su entendimiento se da en la reflexión individual y
silenciosa. La instrucción es válida en el sentido de servir como estímulo para el aumento del
grado de consciencia, el cual se logra como producto de la síntesis individual de
conocimientos totalizantes, los que son accesibles mediante el esforzado entendimiento de
los esoterismos.
El Maestro ha de estimular la voluntad del recipiendario por conocer para perfeccionarse,
en el equilibrio que le acerca la felicidad.
La instrucción de los Misterios MMas, al facilitar la búsqueda en mi interior favorece el
conocimiento de la Realidad. Con el desarrollo de estos conocimientos trascendentes,
sustentados por una conducta virtuosa se logra la elevación del grado de consciencia. La
búsqueda del ordenamiento causal en la Realidad, constituye el eje de toda investigación
esotérica, y en este particular proceso formativo se estimula la praxis virtuosa, ya que todo
conocimiento se completa en la realización, reconociendo la relación directa entre SABER-
QUERE-CALLAR-OSAR, cuatro actitudes que conforman el “cuadrinomio iniciático”, que es
rector en el Camino del iniciado
La acción pedagógica, entendida como la estrategia metodológica para facilitar la
educación, debe concretarse en estimular la investigación con ansias totalizantes, lo que se
logra facilitando la problematización y deconstrucción de conceptos adquiridos
previamente.
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La didáctica o técnica instructiva se debe orientar a rescatar las relaciones inter subjetivas
en un anhelo unitario, y la técnica masónica consiste en estimular la investigación libre, la
cual adquiere vitalidad al proyectarse sobre ideas fronterizas a lo desconocido; para ello es
fundamental la ayuda del Maestro en el ordenamiento de la información que aportan los
esoterismos. Dado que el saber totalizante involucra al yo, se debe trabajar en pro del
encuentro interior con el Todo, para ello es necesario facilitar el entendimiento sistémico,
facilitando la investigación de lo complejo con elementos de inclusividad.
El modelo con que cada uno ordena sus conocimientos (modelo epistémico) depende de
lo que cada uno sea más afecto, pero la estrategia metodológica de la Mases un modelo
idealista- trascendente-esotérico, lo que facilita enormemente el esfuerzo de educarnos
masónicamente.
El método: Para estimular el progreso educativo no hay un método único, y cualquiera sea
el método utilizado, su única finalidad es la de facilitar al recipiendario el desarrollo de sus
propios enlaces categoriales, en el proceso para “construirse a sí mismo”, bajo el concepto
de “Unidad Universal”.
Para propiciar la reflexión sobre sí mismo, sobre sus semejantes y sobre Dios, no existe un
método único dado la diversidad de su abordaje, ya que el desarrollo de transversalidades
en el conocimiento siempre es individual, por lo que el Maestro solo debe facilitar
ordenadamente su instrucción. El único método posible consiste en problematizar los
argumentos explicativos, favoreciendo el proceso constructivo que debe realizar el
recipiendario.
El programa: Dada la dinámica de esta pedagogía iniciática, no es posible un rígido
programa preconcebido, ya que el conocimiento sólo depende de la voluntad/deseo del que
cree en sus posibilidades emancipadoras. Al concebir una estrategia para facilitar la
educación (accionar pedagógico), se debemos privilegiar un programa sobre informaciones
a problematizar, que plantea al recipiendario.
La evaluación: Como expresión de su progreso formativo, el maestro observa el efecto
moralizante en la conducta del recipiendario. La evaluación que desarrolla el Maestro es
auto reflexiva; en una instrucción como objeto abierto, la evaluación no es más que la
expresión de autocrítica en la eficiencia pedagógica del Maestro.
CONCLUSIÓN:
En la investigación de la Realidad debemos vitalizar el debate creador sobre las causas de
lo aparente. No podemos poner gríngolas, debemos facilitar que la investigación incluya lo
individual, lo social y lo trascendente; a mí mismo, a mis semejantes y a Dios, dándole
libertad al sujeto para buscar lo que realmente “es”, diferenciándolo de lo “contingente”.

7c. Axiología. El término Axiología proviene del griego: axis valor; logos ciencia.
Consideramos la axiología como la ciencia que estudia los valores y su connotación
filosófica. La axiología o “teoría de los valores” reflexiona sobre la naturaleza y pertinencia
de los valores, y la relación que ejercen sus conceptos en el establecimiento de normas
sociales y la moral. Los principios de los juicios morales y estéticos, de las verdades
científicas e incluso de las observaciones cotidianas responden a ciertas formas de valorar.

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Desde la antigua Grecia los filósofos se dedicaron a la reflexión sobre los “problemas del
valor”, y se enfocaron en el hombre y su vida en la polis, priorizando el tema de los valores
morales y políticos. En la “Ética Nicomáquea”, Aristóteles reflexiona acerca de la compleja
esencia de la virtud y un tipo específico de valor: el moral. Recién en el siglo XX la axiología
se extendió más allá de los valores morales, y con el desarrollo de la epistemología se
jerarquizaron las reflexiones sobre los valores.
En el proceso cognitivo los valores no crean una imagen o idea, sino que siempre son
“algo” que se adhiere al ser del objeto. Los valores no se hacen presentes en el orden de la
razón, son sentidos y no razonados están dados en forma a priori en el psiquismo humano.
La proyección al futuro, innata del hombre, necesita que las proyecciones sean fundadas en
valoraciones que les den sentido y coherencia a nuestros juicios. Actualmente las crisis de
valores constituyen un problema ético y social; las valoraciones se realizan de acuerdo a
escalas individuales, por lo que cada persona genera diversas valoraciones sobre la realidad,
de donde surgen fricciones que pueden convertirse en problemas de índole tanto social
como ético. Normalmente el valor bueno es reconocido como superior en la jerarquía de los
valores, de donde resulta la capacidad de estimar los valores del bien y desestimar los del
mal en escalas que permiten establecer modelos a seguir. Esto hace de la axiología sea el
principal fundamento de la moral.
En la gerencia postmoderna se integran los valores de la convivencia con los valores
institucionales, por lo que surge el imperativo de formar líderes centrados en valores de
relaciones de cooperación; consideramos que la dirección ética ha de estar basada en la
valoración del afecto y de la credibilidad, y en ello se fundamento el concepto “fraternal”de
la Mas.
7d. Moral. Hemos conceptualizado la Masonería como “UNA ESCUELA INICIÁTICA DE
MISTERIOS MENORES, CON LA MISIÓN DE ESTIMULAR EL PERFECCIONAMIENTO MORAL DE
SUS INICIADOS, POR MEDIO DEL CONOCIMIENTO”. La palabra “moral”, lo mismo que
“ética”, se deriva de “mos”: costumbre, por eso “ética” y “moral” son empleados a veces
indistintamente, aunque específicamente, la ética es una reflexión sobre la moral, y la moral
es el conjunto de normas que guían a cada individuo sobre lo que es bueno o malo. Las
ciencias morales comprendan todo lo que no es puramente físico, es decir, todo lo que
corresponde a las producciones subjetivas. En ocasiones se opone lo moral a lo intelectual
para significar aquello que corresponde al sentimiento y no al intelecto.
Como sustantivo, “moral” aglutina el conjunto de creencias y normas que ofician de guía
para el obrar acerca del bien, entendiéndola como medio de vivir honestamente, aplicable a
todos los pueblos en forma universal. Como adjetivo, lo “moral” es lo determinado por
normas y creencias codificados en cada cultura o grupo, y que regulan el comportamiento
de los miembros de ese grupo.
Recientemente se han fraccionado las normas morales en dos dimensiones principales: 1)
una moral universal, constituida por elementos biológicos, y 2) un sistema de normas
dependiente de la realidad cultural en la cual está inserto el individuo. En lo biológico, el
sentimiento de inseguridad genera el apego a los congéneres, siendo este uno de los
fundamentos de la moral; así entendida, la moralidad es un fenómeno de desarrollo
biológico natural. Las relaciones de afiliación y de crianza son esenciales para el bienestar
físico y psicológico, y la interrupción de los enlaces sociales se cuentan entre los sucesos

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más estresantes, donde subyacen mecanismos neuronales similares a los del dolor físico,
por lo que se plantea que todos disponemos de una facultad moral innata previa a cualquier
culturización o aprendizaje.
Se ha comprobado que los individuos en relaciones sociales estables y equilibradas,
experimentan los mayores beneficios; las personas en un estado de buen humor reaccionan
rápidamente, subestiman los riesgos y se enfocan en las explicaciones positivas.
En nuestro psiquismo individual, más del 90% de esta actividad se desarrolla de manera
inconsciente, por lo que la mayoría de decisiones que tomamos no responden a un estricto
razonamiento. Se considera que la intuición es la capacidad innata del cerebro inconsciente
que nos permite creer y aprender, y determina nuestras acciones, por lo que, a la hora de
juzgar moralmente, las intuiciones proporcionan una respuesta directa y emocional previa a
la deliberación que da lugar al juicio moral.
La Moral Masónica tiene como base la Unidad Universal, el creer en un Gran Arquitecto
nos hace a todos hermanos iguales, y la educación individual fortalece los sentimientos y los
deberes para con Dios, para con su entorno y para consigo mismo.
En las instituciones iniciáticas como en la Masonería Universal, existe un código de moral
cuyo fin es lograr el perfeccionamiento y la superación del adepto como medio para
mejorar la sociedad que le rodea, estimulando el gozo de una fraternidad universal. En
nuestro Ritual podemos leer: “La moral es el ceñimiento a las reglas del buen vivir y la
constante práctica del bien” (pág. 18).
Un tema preocupante es la cruda realidad de la ausencia de un comportamiento moral en
la sociedad mundial, aflorando la descomposición en organismos directivos y en las
personas que las dirigen, expresando así nuestra incapacidad para lograr una armonía
globalizante. La convivencia fraterna se debate agónicamente ante un pragmatismo
relativista, y un exacerbado egoísmo individualista, expresando un deterioro progresivo de
la calidad humana. Nuestro Ego, en su ceguera, es incapaz de ver el sufrimiento que
produce al sobrevalorarse, y dado que los sistemas morales existentes en nuestra cultura
están orientados a que el hombre obre para conseguir su prosperidad económica, no se
considera que el proceder así puede incluir conductas poco morales.
La religión es fuente de principios morales, pero no fundamento de la moral, pues existen
no religiosos con principios morales, y las cárceles suelen albergar a más creyentes que
ateos. La antropología masónica es considerada como laica porque enfatiza el
perfeccionamiento ético del hombre mediante su esfuerzo individual.
7f. Virtud. La palabra “virtud” proviene del latín virtus, y se deriva del vocablo latín vir,
que significa ‘varón’, ‘hombre’, pues se refiere a la cualidad del valor asociada a lo masculino
en el pensamiento antiguo. En Grecia, la areté, "excelencia ciudadana, consistía en el cultivo
de tres virtudes específicas: Fortaleza, Templanza y Justicia. Platón añadió una cuarta virtud,
la Prudencia, y definió como un individuo puede lograr estas virtudes: “Fortaleza” cuando se
controlan las emociones; “Templanza” cuando la razón anula los deseos; “Prudencia” con el
ejercicio de la razón, y “Justicia”, la más importante de todas, cuando accedemos en forma
equilibrada a las otras tres.
La Virtud es la cualidad humana de quien se caracteriza por obrar bien y correctamente;
indica la costumbre del individuo para llevar a cabo buenas acciones para oponerse a los

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vicios y las bajas pasiones. Alude a la perfección en la conducta, y depende de nuestra
voluntad; es un valor propiamente humano, considerado como hábito del bien.
La antigua clasificación de las virtudes, en virtudes cardinales y virtudes teologales y sigue
siendo utilizada: VIRTUDES CARDINALES: FORTALEZA, TEMPLANZA, JUSTICIA y PRUDENCIA.
La persona que obra de acuerdo con la práctica de estas virtudes, lo hace guiada por la
bondad sin dejar de cumplir con las responsabilidades contraídas ante la sociedad.
VIRTUDES TEOLOGALES (del griego, “THEOS”: Dios): FE, ESPERANZA y CARIDAD. Fueron
identificadas por el cristianismo, y tienen como objetivo la deidad; se considera que el
Creador las ha infundido en el alma de los hombres, por lo que son también llamadas
“virtudes infusas”. Quienes guían sus actos con la FE, los que abrigan la ESPERANZA con
fervor, y los que con altruismo practican la CARIDAD, se hacen merecedores de la gracia
divina.
Actualmente la virtud sigue siendo definida como la disposición o hábito de obrar
conforme a una elevada moral, disposición que solo se mantiene luchando contra los
obstáculos que se oponen a tal obrar, y por eso la virtud es concebida también, como el
ánimo y coraje de obrar bien.
En nuestro ritual leemos la importancia del cultivo de las virtudes en el Camino que hemos
elegido: “Encaminemos siempre nuestros pasos por las vías seguras de la Razón y la Virtud,
para que por ella podamos acercarnos a Él” (pag.22). “En las Logias de San Juan se elevan
Templos a la virtud y se cavan calabozos para los vicios” (Cat.2). “Los primeros deberes del
Masón son… huir del vicio y practicar la virtud” (Cat.67).
Finalmente, hemos escogido este camino en busca de la auténtica FELICIDAD, para lo cual
es necesario mantenernos en el camino de la virtud: “Ser virtuoso es ser feliz” (pag.18). “La
felicidad que le ha proporcionado su constancia en la práctica de la virtud” (pag.27). Poco a
poco se encuentra el justificativo del esfuerzo de una vida virtuosa, dado que la conducta
virtuosa conduce al equilibrio y con ello a la felicidad.
El perfeccionamiento humano está signado por la conducta virtuosa, perfecciona los usos y
a las costumbres humanas, y su enseñanza consiste en aplicar el ejercicio más bondadoso
que aconseja el criterio amoroso, y ponerla en práctica de conformidad con un elevado
grado de conciencia. La virtud es lo que proporciona el equilibrio de nuestros sentimientos,
desarrollando el hábito y disposición para pensar y actuar con justicia. Todo precepto que
tenga como base la virtud, lleva una única finalidad, la de conseguir un beneficio para
nuestros semejantes, sin más ambición que la de ejercitar el bien y conseguir felicidad.
Solo en las personas que han logrado un grado de consciencia adecuado alberga la virtud,
dado que en su mente lleva la convicción de que puede cumplir con los postulados
amorosos que le demandan sus deberes para con sus semejantes, para con Dios y para
consigo mismo.
Esta es, en síntesis, la verdadera conducta que el masón debe desarrollar, en cualquier
ambiente, situación o circunstancia que se encuentre.
7f. Libertad y libre albedrío. La masonería da primacía a la libertad del hombre; en
nuestro ritual se enfatiza que: “El Masón es un hombre libre” (p63), y que “A la Masonería
solo ingresa el hombre libre y de buenas costumbres” (p17)

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Según el Diccionario de la Real Academia Española, “LIBERTAD es la facultad natural que
tiene el hombre de obrar de una manera o de otra, y de no obrar, libre de coacción, lo que
lo hace responsable de sus actos”. ALBEDRIO, proviene de arbitrium, siendo arbitrio la
“facultad que tiene el hombre de adoptar una resolución con preferencia a otra”.
El Albedrío corresponde a la capacidad mental de elegir; la Libertad corresponde a la
capacidad de elegir u obrar. El libre albedrío es una facultad del ámbito intelectivo, mientras
que la libertad puede referirse a ese mundo sutil, y entonces se corresponde con el libre
albedrío (libertad de pensamiento), o puede referirse a la determinación de accionar y el
modo de hacerlo (libertad de acción), correspondiendo entonces al ámbito de la acción o
mundo burdo.
El libre albedrío o libertad de pensamiento, es esencialmente el PODER DE CREER, o sea
la facultad de determinarnos de acuerdo a nuestras propias creencias. De esta manera, la
libertad de pensamiento o albedrío se constituye en la garantía para conocer; es un bien
inherente a nuestra condición humana.
La libertad para obrar como uno quiere es condición del ejercicio exterior, y puede ser
suprimida desde el exterior sin que la libertad de pensamiento o libre albedrío sea por ello
afectado; pero debemos diferenciar libertad en la dirección del pensamiento, de la libertad
en la formación de los pensamientos. Podemos direccionar nuestros pensamientos de
acuerdo a nuestra libre voluntad, pero la estructura de nuestros pensamientos está
inexorablemente condicionada por el medio en que vivimos. En la formación de los
pensamientos existen unidades culturales de información con poder estructurante en la
mente (memes), que condicionan constantemente la formación de nuestro modelo
epistémico.
La convivencia humana condiciona la libertad de acción de cada Individuo, pero
finalmente la conducta individual se desarrolla de acuerdo a la educación de cada uno. En
nuestra escuela masónica vamos perfeccionando nuestras facultades morales, y de esa
forma favorecemos la construcción de una sociedad más amorosa. El culto al egoísmo y la
jerarquización del poder que ha desarrollado nuestra cultura, ha obstaculizado el cultivo de
conocimientos holísticos; la sustitución del “nosotros” por el “yo”, ha generalizado una
relación patológica entre los individuos, manifestada en el sadismo por parte de los
poderosos y el masoquismo por parte de los desvalidos.
Los estudiosos profanos no han podido argumentar fehacientemente sobre la libertad,
evidenciando que, en el fondo, esta cuestión de la libertad no es una cuestión del dominio
científico, por lo que debe ser abordada desde un punto de vista metafísico.
Considerando que la ausencia de coacción es precisamente aquello que define la
libertad, es necesario partir de la idea del Ser Universal, al cual pertenecen los atributos de
unidad y unicidad, donde hay necesariamente ausencia de toda coacción, ya que la coacción
proviene de la presencia de la dualidad, en la que los elementos complementarios obran
unos sobre otros. Si consideramos a los seres individuales, ellos son participaciones del Ser
Universal, o sea que cada uno de ellos posee en una cierta medida y de una manera relativa,
los atributos que pertenecen absolutamente al Ser Universal, y por lo tanto cada ser

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individual participa de la libertad que pertenece al Ser Universal. Por otra parte, es
importante observar que toda libertad individual es susceptible de una cantidad indefinida
de grados, por lo tanto, para un individuo cualquiera no puede tratarse más que de libertad
relativa.
Cualquier estado del ser individual, por elevado que sea, no participa de la libertad total
sino en un cierto grado, por lo tanto, es absurdo hablar de libertad absoluta en el ámbito
humano; lo correcto es hablar de libre albedrío como expresión de máxima libertad.
Ahora bien, ¿quién posee en verdad libre albedrío? El hombre común no puede decir que
es libre, ni siquiera que tiene libre albedrío, pues es tal la cantidad de condicionantes a los
que le somete su entorno que ni tan sólo su libertad de pensamiento le pertenece
completamente. Solamente el verdadero adepto, mediante el desarrollo progresivo de
conocimientos totalizantes, puede elevar su grado de consciencia a nivel supraindividual, y
ser capaz de superar la dualidad trascendiendo el ámbito de lo individual.
Si aceptamos que existe un patrón armónico de la Realidad, y que este patrón se
extiende en un preciso entramado causal, donde cada ser y cada cosa tiene su lugar, es
necesario considerar la Libertad ante el determinismo. Se ha contrapuesto el libre albedrío
al determinismo como si fueran incompatibles, pero debemos interpretar al determinismo
como regularidades naturales dadas en Leyes Universales, y que estas Leyes Universales
tienen su expresión en las conexiones entre causas y efectos, expresándose bajo una
estructura fractal de la Realidad. Bajo esta imagen de un ordenamiento fractal entendemos
que lo opuesto a determinismo es aleatoriedad, azar, desorden, indeterminismo, lo que nos
llevaría a una imagen de ausencia de interacciones regulares y relaciones causales. El libre
albedrío como determinación individual está subordinado al determinismo causal universal,
y negar ese determinismo implica aceptar aleatoriedad, con lo que la voluntad sería
resultado del azar. La voluntad del ser humano y su capacidad de elegir no sólo no violan las
leyes deterministas de la Realidad, sino que son una consecuencia del ordenamiento
universal, y no podría existir la voluntad individual si no fuera determinada en forma
omnisciente. El movimiento gnóstico precristiano solucionó el problema del determinismo
del DESTINO con la introducción de la PROVIDENCIA.
7g. Fraternidad y filantropía. Unos 400 años a. C. Esquilo plasma una obra de
caracteres mitológicos en la que el titán Prometeo impulsado por el amor a los hombres
(philanthropos), roba del Olimpo el “fuego sagrado del conocimiento”, y se lo entrega a los
hombres que vivían por entonces en la ignorancia y barbarie. Junto a ello les insufla la
voluntad/deseo de mejorar su entorno en armonía, de esa forma les dio los medios para
que pudieran progresar ellos mismos. El amor a nuestros semejantes y al entorno es
educación, un objetivo solo lograble mediante el control del egoísmo individualista.
Los filósofos que profundizan en la meta-ética buscando el origen del amor al prójimo, se
han visto fortalecidos con el aporte de la neurociencia al encontrar zonas del cerebro con
“neuronas espejo” que imitan las actitudes de quienes nos rodean, por lo que se postula
que el aprendizaje se inicia por imitación. La “Teoría de la mente” considera la habilidad de
la mente para comprender y predecir la conducta de otras personas y con ello interpretar
nuestra conducta social. Lamentablemente nuestra cultura actúa como influencia

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interindividual negativa, ya que bajo la forma de “conglomerados de información” o memes,
influye sobre el ordenamiento de nuestros pensamientos, favoreciendo la formación de
modelos epistémicos orientados al egoísmo.
Al tratar conceptualizar el término “fraternidad” debemos entender los términos
“empatía” y “filantropía” encontramos que:
La empatía consiste en “sentir” al otro y condicionar nuestra voluntad para participar en
los sentimientos del otro. Esto perfecciona el entendimiento de nuestros semejantes, y así
desarrollar un conocimiento holístico, que consolidado por el amor nos permite elevarnos a
un mas alto grado de consciencia.
La filantropía es empatía con el sufrimiento y necesidad del otro; es el deseo de facilitar
las herramientas necesarias para aliviar ese sufrimiento o necesidad, pero es importante
reconocer que la peor pobreza no es la pobreza material, sino la producida en nuestra vida
por el desequilibrio de valores. En la cultura aimaras, de los indígenas andinos, y en palabras
de Lucio Séneca (filósofo epicúreo, 4aC – 62dC) se nos recuerda qué: “No es pobre el que
tiene poco, sino el que desea mucho”. Quien ha logrado una adecuada educación siempre
está presto a desarrollar un acto filantrópico, evitando que los actos bondadosos perpetúen
la dependencia y fomenten la holgazanería. El verdadero acto filantrópico debe estar
orientado a fomentar la armonía, facilitando las herramientas para su logro. En nuestros
rituales siempre hay lugar para el ejercicio de la filantropía económica, expresión de nuestra
educación, ya que la ética, basada en la pura buena intención no es suficiente, necesita ser
completada con el accionar que define al individuo virtuoso.
Las escuelas iniciáticas, en todos los tiempos, al procurar el desarrollo moral de sus
iniciados, han propiciado el cultivo del bien en el entorno, lo que ha favoreciendo la
convivencia social. Lamentablemente la involución cultural contemporánea jerarquiza el
cultivo del poder y favorece el desarrollo del egoísmo, con lo cual minimiza la importancia
de la convivencia amorosa, se inhibe la filantropía y se fomenta el autoritarismo egoísta.
Un mandato de la Mas⸫ es “atender y obedecer los principios de la Fraternidad” (pág. 24).
La Mas es filantropía, aun cuando no hace pública esta actividad; por ello, toda actividad
benéfica no se realiza como institución, sino como una expresión del grado de conciencia
individual. Dada la discreción con que los QQ HH desarrollan las acciones filantrópicas,
es difícil identificar los actos de filantropía que han realizado los masones, solo como
muestra tomamos las acciones de algunos de nuestros QQ HH: Henry Dunat fue el
creador de la Cruz Roja, Walter M. Fleming fue fundador de los Shriners, Paul Harris fundó el
Rotary Internacional, entre otros.
Esta fraternidad que profesamos no queda dentro del templo, sino que se expande a toda
la humanidad, y nuestro protagonismo comunitario es expresión concreta de nuestra
conducta fraterna. Entendemos que “responsabilidad social” es la expresión conductual de
todo iniciado, y que el compromiso comunitario no puede ser generado por leyes profanas,
ya que es expresión del grado de consciencia de cada uno. La vía unitiva o “Camino de
retorno”, está regida por el principio espiritual de “recibir para dar”. El deseo egoísta de
“recibir para sí mismo” es no entender la Realidad, por ello el concepto gnóstico de que
“egoísmo es ignorancia”.
La tendencia a la relación armónica con el entorno es expresión de nuestra participación
en la armonía de la Realidad, donde todos y todo es uno, lo que queda plasmado en el

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primer mandato de los esoterismos: “amarás a tu prójimo como a ti mismo”. El reconocer la
Realidad como el ámbito donde el hombre debe lograr que su voluntad armonice en los tres
mundos, lleva al iniciado a involucrarse conscientemente en la “Gran Obra” para lo cual
debe combatir el egoísmo hasta lograr la voluntad de “recibir para dar y compartir”.
Todo psiquismo se desarrolla entre sentimientos altruistas y egoístas, pero debemos
reconocer en forma muy convincente que el amor es la argamasa que posibilita el
conocimiento totalizante. El amor fraterno es una condición necesaria a cultivar y
perfeccionar en el Camino del Iniciado; el objetivo de la Mas⸫ es el de favorecer la
educación, siendo ella la única institución actual que tiene como objetivo el combate del
egoísmo. Todo masón en su “Camino” debe ir evolucionando a un grado de fraternidad cada
vez mayor, aquel que no “siente” el sufrimiento y necesidad del otro, es un ignorante de la
Realidad y no debe ser llamado Masón.
7h. Felicidad. Las emociones reportan la homeostasis biológica de nuestro organismo, y
el estado de equilibrio es percibido de manera inconsciente por nuestro psiquismo. Este
estado de equilibrio en lo corporal, también es buscado por lo mental, y ello determina
nuestro estado de felicidad.
En nuestro ritual leemos: “ser virtuoso es ser feliz” (pág. 18), “la felicidad que le ha
proporcionado su conciencia en la práctica de la virtud” (pág. 27). El equilibrio, la felicidad,
es el objetivo más importante de nuestra vida, y podemos entender que al mayor estado de
equilibrio corresponde una mayor felicidad.
Según la pirámide de la felicidad de Maslow se deben ir cubriendo cada uno de los daños
de la pirámide en forma ascendente en busca de la felicidad, resolviendo inicialmente sus
necesidades fisiológicas y de seguridad hasta llegar finalmente a la de filiación,
reconocimiento social y autorrealización. Al ir logrando la autorrealización, van surgiendo
estímulos metalógicos y supra individuales que nos comprometen más directamente con lo
trascendente.
Muchos de los aspectos negativos y patológico del ser humano como el estrés, la
depresión y la ansiedad son considerados como desequilibrio bioquímico que puede
manejarse parcialmente con psicofármacos, pero esto no logra su solución. La “psicología
positivista” estudia los diversos aspectos del ser humano, donde las emociones positivas y el
amor son fortalezas para el logro de la felicidad.
Dado que los sentimientos son los traductores inmediatos de las emociones, el equilibrio
de los sentimientos nos acerca la felicidad, pero lamentablemente la felicidad es confundida
con la complacencia de los deseos, y el uso de alcohol y drogas, han sido usados en el
mundo profano como soluciones; el sabor de los alimentos, el sexo, el contacto físico, la
belleza, la música, y en general los estímulos sensoriales gratificantes son buscados para
lograr bienestar y felicidad, pero su efecto se aplaca al poco tiempo de empezar, y
desaparecen luego de que el estímulo es suspendido, por lo que la solución no es
“amplificar” los sentimientos, sino “equilibrarlos“.
El tener una ocupación que nos satisfaga, el comprometernos e involucrarnos en la tarea,
es otra causa de sensación de bienestar. Lamentablemente no todos tienen el trabajo
soñado, sin embargo, si se aprovechan las potencialidades que cada uno posee,
independientemente de la labor que se realice, hace que se disfrute del trabajo bien
realizado.

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El tener una buena relación social y establecer buenos vínculos familiares y sociales, es
necesario para ser felices. Las personas con habilidad para crear y sostener lazos sociales
exitosos reportan vidas más felices y tienen vidas más sanas y largas comparadas con los
solitarios, por lo que se considera más importante la “inteligencia social” que la “inteligencia
intelectual”. La soledad es una condición que facilita el desarrollo de enfermedades físicas y
psicológicas, y aquellos que se mantienen dentro de relaciones sociales y matrimoniales
conflictivas muestran efectos dañinos peores que el de la soledad, pero lo validado es la
relación vivencial, tener muchos amigos por Internet no califica para tener relaciones
humanas equilibradas.
El altruismo, referido como inteligencia para procurar el bien ajeno aun a costa del propio,
otorga a las personas que lo practican una sensación de plenitud y bienestar muy grande,
por ello la Mas reconoce y toma como ejemplo la vida virtuosa. La resonancia emotiva
que permite sentir la empatía con una persona que sufre y tener la capacidad de resolverlo
brinda felicidad. Cuando extendemos nuestra empatía, logramos proyecciones
trascendentes que aportan un significado equilibrado a nuestra existencia.
Cambiar el modelo mental, el concepto de “lograr la meta deseada” no debe entenderse
como “si logro algo o si consigo esto o aquello logro ser feliz”; la felicidad no se relaciona
con conseguir un objetivo. Si reconocemos que la meta perseguida no estará nunca
totalmente bajo nuestro control, y que el resultado depende siempre de múltiples factores
que no conocemos, evitaremos la ansiedad y depresión. Cualquier cosa que se posea puede
perderse, la vida puede cambiar en un instante. Si aceptamos la vida tal como se acepta el
universo, tal cual es, aceptando que los que “es lo que hay”, sin buscar nuestra comprensión
lógica, superaremos nuestro ego siempre individualista y emergerá el estado de feliz
equilibrio.
La meta es importante porque la orientación, sin embargo, debemos enfocarnos en el
proceso, disfrutando el proceso de vivir equilibrados, ello nos proporciona la experiencia de
vivir felices. Todas nuestras vidas con todos los problemas que tenemos, es igualmente
perfecta y debemos agradecer no parecer peores sufrimientos, pero la felicidad nunca
puede ser considerada obligatoriamente como “felicidad para todos”, ya que es un logro
individual. Por eso, es necesario protegernos contra aquellos que quieren vestir a los demás
con un uniforme de felicidad ideológicamente correcto, porque ese condicionamiento
expresa una violación deliberada de las libertades individuales bajo la máscara de una
felicidad circunstancial.
La Masdeclara que “sus miembros buscan, ante todo, realizar en la tierra y para todos
los seres humanos, el mayor avance moral, intelectual y espiritual, condición previa para la
felicidad que es posible lograr en cada individuo, en una humanidad fraternalmente
organizada “.
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Referencias
AMOR: Argamasa que permite nuestro conocimiento totalizante.
ANALOGIA: Similitud en lo diverso. Es plasmada por el simbolismo.
APRENDER: Adquirir conocimiento. Es decisión individual.

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ARQUETIPO: Influencia supra individual con poder ordenador en la mente.
BIEN: Amor
CAMINO DEL INICIADO: Desarrollo de conocimientos totalizantes.
COMPROMISO COMUNITARIO: Expresión del grado de consciencia.
DETERMINISMO: regularidades naturales repetitivas dadas en Leyes Universales
DIDÁCTICA: Técnicas que favorecen el aprendizaje.
DOCENTE: El que enseña.
DOCTRINA: Enseñanza que se da para instrucción. Ciencia o sabiduría.
EDUCACIÓN: Proceso individual de perfeccionamiento moral que dura toda la vida, solo
lograble con el esfuerzo individual.
EDUCAR: Estimular el desarrollo moral.
ENSEÑAR: Instruir, doctrinar.
ÉTICA: Rama de la filosofía que considera la moral. Se utiliza como sinónimo de moral.
EMPATÍA: Capacidad cognitiva de identificarse con alguien y compartir sus sentimientos.
GRAN OBRA: La Realidad.
GRACIA: Conjunto de cualidades que hacen agradable a la persona o cosa que las tiene.
INFUSO: Para el cristianismo: don o conocimiento infundido o comunicado por Dios.
INSTRUIR: Comunicar sistemáticamente conocimientos o doctrinas.
INTUICIÓN METAFÍSICA: Conocimiento supra individual, no deductivo.
INVESTIGAR: Examinar cuidadosamente para conocer.
LIBERTAD: facultad de actuar o elegir libre de coacción.
LIBRE: Sin coacción. Desarraigado de lo contingente.
MÉTODO: Modo de decir o hacer con orden.
MODELO EPISTÉMICO: Modelo individual en el ordenamiento de los conocimientos.
MORAL: Actuar con el bien en el entorno.
PEDAGOGÍA: Estrategia metodológica para facilitar la enseñanza.
REALIDAD: Ámbito donde se desarrollan los tres mundos.
TEORÍA DE LA MENTE: Habilidad para comprender y predecir la conducta de otras personas.
UNICIDAD: Único.
UNIDAD: Define todo aquello que se encuentra de manera uniforme, unido y semejante, no
siendo posible separar algo sin modificar su esencia o integridad.
UNIFICAR: Organizar lo diferente en una misma unidad.
VOLUNTAD: Facultad para aceptar o rechazar una acción o pensamiento.
VOLUNTAD DE RECIBIR PARA DAR: meta del perfeccionamiento interior.
VOLUNTAD POR CONOCER: determina la libertad de los pensamientos o libre albedrío.
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REFERENCIAS:
ACERCA DE LA FELICIDAD: https://rispiojaramillo42. wordpress.com/2017/01/31/ acerca-de-
la-felicidad/
AXIOLOGÍA: https://programas.cuaed.unam.mx/repositorio/moodle/ pluginfile.php/ 1151/
mod_resource/content/1/contenido/ index.html#introduccion

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LA ÉTICA Y LA ANTROPOLOGÍA MASÓNICA: https://www.diariomasonico.com/planchas/la-
etica-y-la-antropologia-masonica/
LA FELICIDAD: https:// masoneriamixta.es/2011/10/ la-felicidad/#.Xq9ttbNFyMo
CAPELLA, Francisco: LIBERTAD, LIBRE ALBEDRÍO Y DETERMINISMO.
https://www.juandemariana. org/ijm-actualidad/analisis-diario/libertad-libre-albedrio-y-
determinismo
CÓDIGO MORAL: https://es.wikipedia.org/wiki/c%c3%b3digo_moral_mas%c3%b3nico
COGNICIÓN SOCIAL: http://es.wikipedia.org/wiki/cognici%c3%b3nsocial
CONCEPTOS DE LA VIRTUD MASÓNICA. https://www.diariomasonico. com/planchas/
concepto-de-la-virtud/
DAMASIO, Antonio: El extraño orden de las cosas. Edit. Planeta. Barcelona. España. 2018
FERMÍN, Gabriel Ugas. La Complejidad, un modo de pensar. Taller Permanente de Estudios
Epistemológicos. San Cristóbal. Venezuela. 2008
FERRATER MORA, JOSÉ: “Diccionario de filosofía”. Ed. Sudamericana. Buenos Aires. 1964.
FILANTROPIA MASÓNICA: http://www.calcalabra.com/ filantropía-masónica.htm
FROMM, Erich: EL MIEDO A LA LIBERTAD. Edit. Paidós. Barcelona. España. 2008.
FUNDAMENTACIÓN DE LA ÉTICA EN LA TEORÍA DE LOS VALORES: https://www.aulafacil.
com/cursos/ filosofia/facil/fundamentacion-de-la-etica-en-la-teoria-de-los-valores-l8587
GRAN LOGIA DE LA REPÚBLICA DE VENEZUELA: “Ritual para el Grado de Aprendiz”. Caracas.
2000
JIMÉNEZ S. Juan U.: Arquitectura de la mente para la construcción del conocimiento
iniciático en la Masonería. Los Teques. 2012
JUNG, C.G.: Psicología y Alquimia. Edit. Solar. Bogotá. 2003
LOS VALORES Y SUS TEORÍAS: http://www.leynatural.es/2016/04/03/los-valores-y-sus-
teorias/
MORÍN, Edgar: El Método III. El Conocimiento del Conocimiento. Libro Primero.
Antropología del conocimiento Ediciones Cátedra. S.A. 1999. Madrid.
MORAL: http://www.scg33esp.org/actualidad/descarga/moral.pdf
QUÉ ES VIRTUD: https://www.significados.com/virtud/
TEORÍA DE LOS VALORES:
https://www.monografias.com/trabajos109/teoria-de-valores/teoria-de-valores.shtml
WILBER, Ken. El proyecto Atman. Ed. Kairós. 1996. BARCELONA. España
ZUKERWAR, Jaim D.: “La Esencia, el Infinito y el Alma”. Hal El. Jerusalén. 1997.
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CÓDIGO MORAL MASÓNICO
En nuestra Constitución o en nuestros Reglamentos Generales no está escrito un “Código
masónico”, pero este código está siempre vivo en el corazón de todo masón verdadero.
Con más o menos variantes, las normas del Código moral masónico son las siguientes:
 Venera al Gran Arquitecto del Universo.
 Ama a tu prójimo como a ti mismo
 Haz el bien, y deja hablar a los hombres.
 Ama a los buenos, compadece a los débiles, huye de los malvados, mas no odies a nadie.
 El verdadero culto que se da al Gran Arquitecto consiste principalmente en las buenas
obras.

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 Haz el bien, por el amor al bien mismo.
 Conserva tu alma pura para que pueda presentarse a toda hora libre de todo reproche.
 Háblales respetuosamente a los grandes, prudentemente a tus iguales, sinceramente a
tus amigos, y con ternura a los pobres.
 No adules jamás a tu hermano, porque lo traicionas; si tu hermano te adula desconfían
no te corrompas.
 Escucha siempre la voz de tu conciencia.
 Sé el padre de los pobres. Cada suspiro que tu dureza les arranque, será una maldición
que caerá sobre tu cabeza.
 Respeta al extranjero y al viajero, porque su posición les hace sagrados para ti. Cuando tu
seas extranjero, no abuses de esa circunstancia pretendiendo mayores consideraciones
que las de la justicia.
 Evita las disputas y los insultos, poniendo la razón de por medio.
 Respeta a las mujeres. Jamás abuses de su debilidad, y muere antes que deshonrarlas.
 Si el Gran Arquitecto del Universo te da un hijo, dale gracias; pero tiembla por el depósito
que te confía, porque en lo sucesivo, tú serás para ese niño la imagen de la Divinidad. Haz
que hasta los diez años te tema; hasta los veinte, te ame; y hasta la muerte te respete.
Hasta los diez años, sé su maestro; hasta los veinte, su padre; y hasta la muerte, su
amigo.
 Enseña a tus hijos buenos principios; y después, bellas maneras. Que te deban una
doctrina esclarecida, mejor que una frívola elegancia. Que sean hombre honrados, mejor
que hombres hábiles.
 Lee y aprovecha; ve e imita; reflexiona y trabaja. Y que todo redunde en beneficio de tus
hermanos, para tu propia utilidad.
 Sé siempre contento para todo, con todo y de todo.
 Jamás juzgues ligeramente las acciones de los hombres. Perdónalas y no las condenes. El
Gran Arquitecto del Universo es el que sondea nuestros corazones. Es él, sólo, quien
puede apreciar su obra.
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