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Índice
Introducción............................................................................................... 5
Objetivos....................................................................................................... 7
7. Experimentación en humanos........................................................ 33
7.1. Moduladores de la indefensión aprendida ................................. 33
7.1.1. Variables experimentales ............................................... 34
7.1.2. Variables individuales .................................................... 35
© FUOC • PID_00273426 Indefensión aprendida
8. Prevención y terapia......................................................................... 38
8.1. Experiencias previas de controlabilidad y creencia de
controlabilidad ............................................................................ 39
8.2. Control discriminativo ................................................................ 40
8.3. Señal de cese y señal de seguridad ............................................. 40
8.4. Aumento de la predecibilidad y grado de control ...................... 42
8.5. Proporción de feedback o retroalimentación ............................... 43
8.6. Programas de reforzamiento ....................................................... 44
Ejercicios de autoevaluación.................................................................. 45
Solucionario................................................................................................ 47
Glosario........................................................................................................ 48
Bibliografía................................................................................................. 50
© FUOC • PID_00273426 5 Indefensión aprendida
Introducción
Estos estudios provocaron que diferentes autores mostraran interés por este
fenómeno en los años siguientes (por ejemplo, Maier y Seligman, 1976; Selig-
man, 1975), con lo que surgieron así las primeras aproximaciones teóricas so-
bre la indefensión, las cuales se han ido transformando y perfilando gracias
a las críticas y remodelaciones realizadas por diferentes investigadores, desa-
rrollando modelos cada vez más complejos y elaborados, aunque en algunos
aspectos más confusos.
Objetivos
Otro de los objetivos de este módulo es conocer cuáles son los déficit que
causa la indefensión aprendida (que pueden ser de tres tipos: motivacionales,
cognitivos y emocionales), en qué consisten éstos y cómo pueden prevenirse
y combatirse mediante la terapia adecuada.
Los organismos del grupo acoplado han aprendido en la primera fase que las
consecuencias son independientes de sus respuestas, por lo que reducen su
tasa de respuestas en la fase de prueba.
© FUOC • PID_00273426 10 Indefensión aprendida
Más tarde, Seligman perfiló este supuesto afirmando que sólo aquellos sujetos
que percibían la falta de control en estas situaciones sufrían los déficit propios
de la indefensión (Seligman, 1975), que pueden ser de tres tipos: motivaciona-
les, cognitivos o de aprendizaje y emocionales. Además, los sujetos transfieren
esta expectativa de falta de control a los hechos que acontecen en el futuro,
lo que interfiere en los nuevos aprendizajes.
Parece lógico pensar, y así lo hizo Rotter, que la probabilidad de que cierta
conducta se produzca está en función tanto del valor del reforzador como de la
probabilidad de que tal reforzador aparezca. Estos dos parámetros son únicos
para cada individuo, de manera que lo que es relevante para una persona no
tiene por qué serlo para otra, del mismo modo que no todos los sujetos llevan
a cabo los mismos cálculos sobre la probabilidad de ocurrencia de un hecho.
Ejemplo
Para mí puede tener mucho valor como reforzador un comentario agradable que proven-
ga de una determinada persona, alguien a quien quiero o admiro, pero este mismo co-
mentario para otra persona puede no significar nada, porque, quizá, ni siquiera conoce
a la persona que yo admiro o amo.
Además, estos parámetros también son únicos para cada situación concreta y
pueden variar de una situación a otra. Pero no todas las expectativas de los su-
jetos varían, sino que existen expectativas que se mantienen en las diferentes
situaciones: las expectativas generalizadas (Rotter, 1966a, 1966b y 1990). Hay
diferentes expectativas generalizadas, entre las que se encuentran la confianza
interpersonal (en qué grado se puede confiar en la palabra de los demás) o, y
es ésta la que aquí nos interesa, el locus de control de refuerzo interno frente
al externo o teoría�del�lugar�de�control.
• Las personas con un lugar de control interno consideran que las conse-
cuencias de la conducta dependerán en gran medida del propio esfuerzo,
mientras que aquellos individuos que poseen un lugar de control externo
piensan que su esfuerzo personal no tiene mucha importancia, por lo que
consideran los resultados como dependientes del destino, el azar, la suerte
u otras fuerzas externas.
© FUOC • PID_00273426 15 Indefensión aprendida
Ejemplo
Si consideráis que sacar buena nota en la asignatura Psicología del aprendizaje depende de
vosotros mismos, de vuestro esfuerzo y de la dedicación que le pongáis, tendréis un locus
de control interno; mientras que si consideráis que la nota de dicha asignatura dependerá
únicamente de la suerte que tengáis en el examen, poseeréis un locus de control externo.
Ejemplo
Las ideas de Heider fueron popularizadas por Kelley (1967) mediante la pos-
tulación de la teoría�de�la�atribución, la cual ha tenido una gran influencia
en la explicación del fenómeno de indefensión.
1)�Internalidad-externalidad
Ejemplo
Podéis pensar que no habéis conseguido un trabajo al que optabais porque no hicisteis
bien la entrevista de trabajo debido a vuestros nervios (internalidad) o que no lo habéis
conseguido porque la persona que realizaba la selección el día de vuestra entrevista no
estaba de buen humor y no eligió para el puesto a ninguno de los entrevistados ese día
(externalidad).
2)�Estabilidad-inestabilidad
En caso de atribuir los hechos negativos a una causa inestable, los déficit de la
indefensión serán breves porque las causas del hecho variarán, mientras que
si se atribuyen a causas estables, la indefensión persistirá y será recurrente.
Ejemplo
(el tiempo que dedicáis a estudiar es variable en gran medida, es decir, constituye una
causa inestable).
3)�Globalidad-especificidad
Ejemplo
Internas Externas
Estudiante�que "No soy inteligente" "Me encuentro cansado" "La gente tiene normal- "Hoy es martes y trece"
suspende mente mala suerte en los
Globales
exámenes"
Hombre�rechaza- "No resulto atractivo a "Algunas veces mi con- "A las mujeres no les "Las mujeres algunas veces
do las mujeres" versación aburre a las gustan los hombres ru- tienen cierta predisposición
mujeres" bios, como yo" al rechazo"
Estudiante�que "No se me dan bien las "Me aburro con los pro- "La gente tiene normal- "El examen de matemáticas
suspende matemáticas" blemas de matemáticas" mente mala suerte en los era el número trece"
Específicas
exámenes de matemáti-
cas"
Hombre�rechaza- "No le resulto atractivo a "Mi conversación aburre "A ella no le gustan los "Ella tenía hoy cierta dispo-
do esta mujer" a esta mujer" hombres rubios, como sición a rechazarme"
yo"
Características�del�estilo�atribucional�optimista�y�del�estilo�atribucional�pesimista
Atribuciones para los sucesos Internas, estables y globales Externas, inestables y especificas
positivos
Atribuciones para los sucesos Externas, inestables y especificas Internas, estables y globales
negativos
Ejemplo
Imaginaos que vosotros –con los conocimientos de matemáticas que tenéis de educación
secundaria–, no sois capaces de resolver un problema matemático de gran complejidad;
el hecho de que existan expertos en esta materia que sean capaces de resolverlo no os
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Lo que sí parece claro es que cuando los individuos dan explicaciones esta-
bles para sus fracasos las alteraciones se prolongan más a lo largo del tiempo
que cuando las explicaciones dadas son de carácter inestable (Brewin y Sapiro,
1985; Mikulincer, 1988; Weiner, 1979).
En general, los individuos que explican sus fracasos de manera global (glo-
balidad) ven afectado un mayor número de áreas o situaciones que aquellos
que los explican de modo específico (especificidad) (Mikulincer, 1988; Miku-
lincer y Nizan, 1988; Pasahow, 1980). Estos últimos individuos únicamente
mostrarán déficit de indefensión en situaciones similares a la inicial, pero no
en aquellas que difieren de la original (Alloy et al., 1984).
La generalización está modulada por una serie de factores, los cuales influyen,
en mayor o menor grado, en el comportamiento de los organismos ante un
suceso incontrolable:
• Inmunización: los sujetos pueden ser inmunizados (es decir, protegidos Generalización del efecto
contra los efectos negativos que aparecen tras la exposición a una situa- de inmunización
ción incontrolable) mediante la exposición previa a situaciones en las que Diferentes investigaciones han
puedan ejercer control (Dyck y Breen, 1978; Seligman y Maier, 1976; Yano mostrado cómo este efecto de
inmunización puede ser gene-
y Leite-Hunziker, 2000). La inmunización es más efectiva si se lleva a cabo ralizado a situaciones diferen-
tes de la actual (Anisman, Ir-
por medio del entrenamiento con estímulos controlables y predecibles, win, Beauchamp y Zacharko,
1983; Warren, Rosellini, DeCo-
que si se realiza únicamente con estímulos controlables o sólo con estí- la y Warren, 1986).
mulos predecibles (de Vicente, Ferrándiz y Pardo, 1991; Ferrándiz y Pardo,
1990).
© FUOC • PID_00273426 22 Indefensión aprendida
Factores�moduladores�de�la�generalización�de�la�indefensión�aprendida
Ejemplo
Si nos encontramos realizando una gincana con unos amigos y hemos de realizar dife-
rentes pruebas de lógica de dificultad creciente, nuestro esfuerzo por efectuar las pruebas
correctamente aumentará –puesto que consideramos que al ser difíciles debemos esfor-
zarnos más–, lo que nos reportará mejores resultados.
Costello (1978) y Bekerian (1980) sostienen que la facilitación está más rela-
cionada con el nivel de motivación de los individuos que con factores cogniti-
vos. Estos autores mantienen que las situaciones incontrolables sufridas en la
fase de pretratamiento aumentan la ansiedad y el nivel de activación o arousal
hasta un punto óptimo, de modo que la respuesta en la tarea posterior se verá
facilitada.
© FUOC • PID_00273426 23 Indefensión aprendida
Los efectos a los que da lugar la indefensión son de muy distinta índole: apa-
rece un aprendizaje erróneo de la conducta de escape, una disminución de la
actividad en presencia de los estímulos aversivos, un aumento del tiempo de
latencia en la conducta, un miedo condicionado exagerado, ansiedad, reduc-
ción de la interacción social, etc. (Cemalcilar, Canbeyli y Sunar, 2003; Maier,
1990; Short y Maier, 1993; Will et al., 1998; Yela, Salgado, Gómez, Santamaría
y Ayuso et al., 1996).
La motivación para responder ante una situación dada tiene dos componentes:
drive e incentivo.
Ejemplo
Déficit motivacionales
Imaginaos que pertenecéis a un club de tenis y que cada tres meses el club compite en
un campeonato municipal. A vosotros os hace mucha ilusión competir (no todos los Los déficit motivacionales han
miembros del club pueden hacerlo) y por ello entrenáis muy duro durante todo el año. sido ampliamente demostra-
dos empíricamente en un gran
Pero resulta que el entrenador nunca os selecciona para participar en las competiciones,
número de especies, tales co-
¿no creéis que vuestra motivación disminuiría y dejaríais de entrenar tanto? Si consideráis mo peces, pájaros, ratas, rato-
que las horas de entrenamiento y el esfuerzo que dedicáis a vuestra preparación no tienen nes, gatos, primates y, por su-
relación con la selección por parte del entrenador, obviamente, dejaréis de emplearos puesto, humanos (Albert y Ge-
tan a fondo. ller, 1978; Griffith, 1977; Pa-
sahow, 1980).
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Ejemplo
Siguiendo con el ejemplo de las olimpiadas municipales de tenis, como vosotros habéis
adquirido la expectativa de que vuestro esfuerzo nada tiene que ver con los resultados
(ser seleccionados para participar), aunque os cambien el entrenador y este último sí que
tenga en cuenta vuestra dedicación, a vosotros os será difícil aprender que el competir
o no en las olimpiadas estará relacionado con el esfuerzo y el tiempo que dediquéis a
entrenar.
Para verificar empíricamente este fenómeno se han utilizado, entre otras, ta-
reas de resolución de anagramas, tests de inteligencia, tareas de sustitución
de dígitos y letras o tareas de decisión léxica (por ejemplo, Cemalcilar et al.,
2003), empleando como elemento de medida el tiempo que tarda el sujeto en
resolver la tarea y el número de errores cometidos.
Ejemplo
Si compramos un regalo muy bonito para un amigo y cuando se lo vamos a dar se nos
cae porque no lo teníamos bien sujeto, aparecerán en nosotros sentimientos de tristeza;
pero, si se nos cae porque en el momento de entregar el regalo una persona nos empuja,
es muy probable que el sentimiento que experimentemos sea más parecido a la ira.
Por el contrario, hay autores que defienden que la aparición de la ira está rela-
cionada con atribuciones causales de carácter interno (Rotenberg, Kim y Her-
man-Stahal, 1998; Weiner, 1985, 1992), o con atribuciones causales de inesta-
bilidad (Mikulincer, 1994).
Todos estos déficit se ven acentuados por las expectativas que tienen los sujetos
de sufrir indefensión. De este modo, los individuos con expectativas altas de
indefensión presentan mayores sentimientos de frustración, de depresión y de
vergüenza, y un menor número de respuestas en comparación con los sujetos
con bajas expectativas generales de indefensión (Yela et al., 1996). Además,
las personas con un bajo nivel de expectativas de indefensión consideran que
en una futura tarea los resultados dependerán en mayor medida de su propia
actuación y comportamiento.
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6.1. Noradrenalina
6.2. Serotonina
fallo en la tarea de escape al estímulo aversivo (Amat et al., 1998a, 1998b). Los
bajos niveles de serotonina se recuperan en unos días, lo que da cuenta del
curso temporal de la interferencia con la respuesta de escape (Maier, 2001).
6.3. GABA
Las primeras investigaciones realizadas con el fin de conocer el papel del GA-
BA en la indefensión aprendida fueron los estudios llevados a cabo por Petty
y Sherman en 1981. Este neurotransmisor es el mayor inhibidor del cerebro,
el más abundante y se encuentra distribuido por todo el sistema nervioso. Al
igual que en los casos anteriores, el nivel de GABA disminuye tras la exposición
a sucesos incontrolables y alcanza unos niveles más reducidos que los encon-
trardos en sujetos que no han sido expuestos a sucesos de este tipo (Drugan et
al., 1989; Petty y Sherman, 1981; Petty et al., 1996). Además, se ha encontrado,
en un experimento con ratas, que la inyección de GABA en el hipocampo hace
que los déficit de aprendizaje desaparezcan, mientras que cuando es inyecta-
do un receptor antagonista de este neurotransmisor se producen los efectos
propios de la indefensión (Peterson, 1993).
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A partir de los datos recogidos en los diferentes estudios llevados a cabo para
conocer el papel específico del GABA, se puede afirmar que las sustancias que
interfieren con su transmisión y producen ansiedad pueden generar los efectos
de la indefensión aprendida, mientras que las que facilitan su transmisión y
reducen la ansiedad pueden prevenir dichos efectos.
7. Experimentación en humanos
1)�Características�de�la�muestra
2)�Parámetros�del�estímulo�aversivo
3)�Ambigüedad�de�la�situación
4)�Presencia�de�compañeros
Los sujetos con un estilo atribucional externo se ven menos influidos por los
resultados obtenidos por su compañero, mientras que los sujetos internos me-
joran su ejecución en una segunda tarea si han experimentado el éxito de su
compañero en la primera, habiendo fracasado ellos. En conclusión, los sujetos
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que poseen un estilo atribucional interno responden ante el fracaso con una
mejora en la tarea posterior, por lo menos bajo ciertas circunstancias (Ferrán-
diz, 1989a; Pittman et al., 1979).
5)�Exposición�al�contexto�en�el�que�se�produjo�la�estimulación�incontro-
lable
1)�Introversión-extraversión
2)�Género
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Asimismo, las mujeres muestran una mayor tendencia que los hombres a sen-
tir vergüenza y evitar las tareas que les resultan un reto o en las que sienten
que sus habilidades están siendo evaluadas (Dickhaeuser y Stiensmeyer, 2002;
Dweck y Bush, 1976; Dweck y Gilliard, 1975). Pero no sólo les afectan más los
fracasos, sino que además muestran una mayor tendencia a la generalización
de los efectos negativos a otras situaciones nuevas, con lo que generan una
menor expectativa de éxito en una amplia gama de dominios en comparación
con los hombres (Dickhaeuser y Stiensmeyer, 2002; Dweck y Licht, 1980). Esto
ocurre incluso en las tareas en las que las mujeres han demostrado tener una
gran habilidad.
Por el contrario, los hombres no suelen percibir el fracaso como una falta de
competencia por su parte, sino que lo ven como una falta de motivación o
esfuerzo y consideran la tarea como un reto, lo que los conduce a aumentar
su persistencia ante los fracasos, mejorando así su ejecución (Dweck y Licht,
1980). Además, cuando consiguen un éxito tienden a atribuirlo a sus habili-
dades. Ellos muestran una mayor tendencia a generalizar los éxitos a nuevas
situaciones, muestran más confianza y es ésta más difícil de disipar.
Por lo tanto, ambos sexos interpretan sus éxitos y fracasos de distinto modo
y tienen diferentes puntos de vista de la implicación de sus habilidades en los
resultados obtenidos. Poseen diferentes criterios para definir los éxitos y los
fracasos, así como para predecir los resultados futuros, y difieren en la persis-
tencia mostrada a la hora de enfrentarse a un problema.
3)�Locus�de�control
4)�Autocontrol
Moduladores�de�la�indefensión�aprendida�en�humanos
8. Prevención y terapia
3) Modificar las atribuciones no realistas para los éxitos y los fracasos hacia
atribuciones más realistas y adaptativas, consiguiendo que los fracasos se atri-
buyan a factores externos, específicos e inestables y los éxitos a factores inter-
nos, globales y estables.
Hay diferentes técnicas que inmunizan a los sujetos contra los efectos de la
indefensión aprendida, las cuales difieren en los mecanismos implicados y en
el grado en el que influyen la percepción de la contingencia y las explicaciones
dadas por los sujetos. A continuación se detallan las que han adquirido mayor
relevancia en la investigación.
Seligman y Maier (1967) encontraron que los sujetos pueden ser inmunizados
contra la indefensión si se les somete antes de la fase de pretratamiento a un
condicionamiento de escape, lo que interfiere proactivamente con el aprendi-
zaje producido frente a descargas inescapables. Este efecto ha sido demostra-
do en un gran número de experimentos (Hirt y Genshaft, 1981) y es conoci-
do como dominio aprendido. Además, Williams y Maier (1977) comprobaron
que la inmunización podía transferirse de una situación a otra y que era más
efectiva cuanto más parecidas eran las situaciones.
Por otro lado, el simple hecho de que alguien nos diga que podemos ejercer
control sobre la situación reduce los efectos de la indefensión, y esta reduc-
ción resulta más acusada si consideramos que la persona que nos lo dice está
bien informada. Por el contrario, el que nos digan que un acontecimiento es
incontrolable puede producir indefensión aprendida.
Ejemplo
Imaginaos que termináis la carrera de Psicología y decidís presentaros al examen del PIR
y un amigo vuestro, que terminó la carrera un año antes y ya hizo el examen, os comenta
que el PIR es un tipo de prueba que si te la preparas bien la superas. Esta información, que
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proviene de una persona bien informada, ayudará a que no os sintáis indefensos durante
la preparación del examen, mientras que si este mismo amigo os cuenta que hagáis lo
que hagáis el examen del PIR no lo superaréis, puede generar en vosotros indefensión.
Geer, Davison y Gatchel (1970) comprobaron que los sujetos que creían poseer
control manifestaron una respuesta galvánica de la piel inferior y una menor
ansiedad en comparación con los sujetos que creían no tenerlo. Esto pone de
manifiesto que es la expectativa y no las condiciones objetivas de controlabi-
lidad lo que determina la aparición de los déficit de indefensión.
Existen otras explicaciones para este hecho, dadas por Maier y Keith (1987) y
Mineka y colaboradores (1984). Estos autores proponen que la presentación
de un estímulo determinado tras la aparición de un estímulo aversivo altera
la información sobre la independencia entre la respuesta y la terminación del
estímulo aversivo, ya que actúa como distractor, lo que se traduce en la elimi-
nación de los efectos negativos de la indefensión.
Pero la hipótesis de la señal de seguridad debe ser matizada por la duración del
período de tiempo de seguridad con el que cuenta el sujeto. De esta manera,
los períodos de seguridad más amplios, durante los cuales el sujeto no está ac-
tivado fisiológicamente, son los que consiguen un nivel más bajo de ansiedad
o miedo condicionado (Yela, Gómez y Salgado, 2001).
R. Lazarus y S. Folkman (1984). Stress. Appraisal and coping (p. 114). Nueva York: Springer
Publishing Company.
Ejercicios de autoevaluación
Preguntas�breves
2. ¿Cuáles son los déficit principales que produce la indefensión aprendida? Explicadlos bre-
vemente.
Preguntas�de�diferentes�alternativas
a) el locus de control.
b) el estilo atribucional.
c) el diseño�triádico.
a) grupo escapable.
b) grupo inescapable.
c) grupo control.
a) específica e inestable.
b) global y estable.
c) global e inestable.
10. Las personas con un estilo atribucional optimista realizarán para los sucesos positivos
atribuciones de carácter...
Preguntas�de�completar�frases
12. El tipo de indefensión en la que los resultados son incontrolables no únicamente para
un sujeto se denomina _______________________________
13. La variable cognitiva que refleja el modo como la gente explica las causas de los sucesos
que les acontecen se denomina ___________________________
Solucionario
Ejercicios de autoevaluación
6.�b
7.�a
8.�b
9.�a
10.�a
11.�Martin Seligman.
12.�Indefensión universal.
13.�Estilo atribucional.
Glosario
diseño triádico m Diseño experimental empleado para el estudio de la indefensión apren-
dida que permite conocer si la indefensión es causada por la incontrolabilidad del estímulo
inescapable o por algún parámetro de dicho estímulo.
drive m Estado interno del organismo que activa o vigoriza el comportamiento. Ejemplos
clásicos de drive son el hambre y la sed.
estrógeno m Hormona sexual femenina, producida principalmente por los ovarios, que
produce el desarrollo mamario, del útero y la vagina, e influye en los rasgos generales del
cuerpo femenino.
hipocampo m Estructura cerebral situada en el lóbulo temporal que forma parte del siste-
ma límbico y participa en la memoria y el aprendizaje.
interferencia proactiva f Efecto negativo que una información previa tiene sobre el
aprendizaje de nueva información.
teoría de la atribución f Teoría propuesta por Heider según la cual los seres humanos
realizamos inferencias sobre las conductas y los acontecimientos de nuestra vida en términos
de relaciones causales intuitivas.
tiempo de latencia m Medida que se refiere al período de tiempo que pasa entre dos
acontecimientos. En el ámbito de la investigación hace referencia al intervalo de tiempo
entre la presentación de un estímulo y la respuesta que emite el sujeto.
© FUOC • PID_00273426 49 Indefensión aprendida
Por último, tras estudiar este módulo debéis tener claras las variables que in-
fluyen y modulan el fenómeno de la indefensión en los humanos, aspecto
muy estudiado en los últimos años.
© FUOC • PID_00273426 50 Indefensión aprendida
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