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1.

DESARROLLO DE LA OCLUSIÓN

1.1 Formación oclusal de la dentición decidua y permanente


1.2 Oclusión orgánica
1.3 Oclusión funcional
1.4 Teorías y técnicas vanguardistas.

INTRODUCCIÓN
Oclusión literalmente significa encontrar, reunir, afrontar, acercar a 2 partes
lejanas entre sí y en odontología, al hecho de que la arcada dentaria
mandibular se encuentre en contra de la maxilar se denomina oclusión
céntrica. Sin embargo, existe una acepción más amplia para definir al estudio
de las relaciones dinámicas entre los componentes del sistema gnático que
se denomina oclusión.
Qué es oclusión.
La oclusión es el estudio de las relaciones dinámicas entre los elementos que
componen al sistema gnático a fin de determinar su repercusión en su
fisiología y patología.

Qué es el sistema gnático.


Es un conjunto de estructuras conformadas en 4 subsistemas que son:
Dientes
Periodonto
Complejo neuromuscular
Articulación Temporomandibular.
Los anteriores tienen en común el cumplimiento de funciones específicas
como son:
Respiración
Fonación
Deglución
Masticación
Vómito

La oclusión es en sí la columna vertebral de la odontología debido a que todo


aquel que no conoce y comprende la morfología y la fisiología de los
componentes del sistema gnático, no tiene el soporte para rehabilitar ante la
presencia de patología.

El diagnóstico de las lesiones que afectan a cualquiera de los componentes


del sistema gnático parte del perfecto conocimiento de cómo se encuentra
constituido cualquier elemento y cuál es la función que desempeña para
contribuir a la fisiología en conjunto de este complejo sistema.

Cahuich Rodríguez J.V., Rosales Ibáñez R. Ingeniería Tisular de la Articulación


Temporomandibular. Conceptos básicos. Odontología Books 2017
1.1 FORMACIÓN OCLUSAL DE LA DENTICIÓN DECIDUA Y
PERMANENTE.
Los dientes emergen a la cavidad oral del ser humano en dos etapas
fundamentales de su vida que van desde los 6 hasta los 30 meses de edad, la
cual se denomina decidua por su carácter temporal y por otro lado la
dentición permanente que comienza aproximadamente a los 6 años y se
completa aproximadamente a los 21 años con la erupción del tercer molar.
(Ver tablas 1-1 y 1-2)

PRIMER SIGNO DE CORONA APICO


ERUPCIÓN
CALCIFICACIÓN COMPLETADA FORMACIÓN

A 3-4 MES I.U. 4 MES 7 1/2 MES 1 1/2 - 2 AÑOS


B 4 1/2 MES I.U. 5 MES 8 MES 1 1/2 - 2 AÑOS
MAXILAR C 5 1/4 MES I.U. 9 MES 16-20 MES 2 1/2 - 3 AÑOS
D 5 MES I.U. 6 MES 12-16 MES 2 - 2 1/2 AÑOS
E 6 MES I.U. 10-12 MES 20-30 MES 3 AÑOS

DENTICIÓN PRIMARIA
A 4 1/2 MES I.U. 4 MES 6 1/2 MES 1 1/2 - 2 AÑOS
B 4 1/2 MES I.U. 4 1/4 MES 7 MES 1 1/2 - 2 AÑOS
MANDÍBULA C 5 MES I.U. 9 MES 16-20 MES 2 1/2 - 3 AÑOS
D 5 MES I.U. 6 MES 12-16 MES 2 - 2 1/2 AÑOS
E 6 MES I.U. 10-12 MES 20-30 MES 3 AÑOS

TABLA 1-1. DENTICIÓN DECIDUA


PRIMER SIGNO DE CORONA APICO
ERUPCIÓN
CALCIFICACIÓN COMPLETADA FORMACIÓN

1 3 - 4 MES 4 - 5 AÑOS 7 - 8 AÑOS 10 AÑOS


2 10 MES 4 - 5 AÑOS 8 - 9 AÑOS 11 AÑOS
3 4 - 5 MES 6 - 7 AÑOS 11 - 12 AÑOS 13 - 15 AÑOS
4 1 1/2 - 1 3/4 AÑOS 5 - 6 AÑOS 10 - 11 AÑOS 12 - 13 AÑOS
MAXILAR 5 2 - 2 1/4 AÑOS 6 - 7 AÑOS 10 - 12 AÑOS 12 - 14 AÑOS
6 AL NACER 2 1/2 - 3 AÑOS 6 - 7 AÑOS 9 - 10 AÑOS
7 2 1/2 - 3 AÑOS 7 - 8 AÑOS 12 - 13 AÑOS 14 - 16 AÑOS
8 7 - 9 AÑOS 12 - 16 AÑOS 17 - 21 AÑOS 18 - 25 AÑOS

DENTICIÓN
PERMANENTE
1 3 - 4 MES 4 - 5 AÑOS 6 - 7 AÑOS 9 AÑOS
2 3 - 4 MES 4 - 5 AÑOS 7 - 8 AÑOS 10 AÑOS
3 4 - 5 MES 6 - 7 AÑOS 9 - 10 AÑOS 12 - 14 AÑOS
4 1 3/4 - 2 AÑOS 5 - 6 AÑOS 10 - 12 AÑOS 12 -13 AÑOS
MANDÍBULA 5 2 1/4 - 2 1/2 AÑOS 6 - 7 AÑOS 11 - 12 AÑOS 13 - 14 AÑOS
6 AL NACER 2 1/2 - 3 AÑOS 6 - 7 AÑOS 9 - 10 AÑOS
7 2 1/2 - 3 AÑOS 7 - 8 AÑOS 11 - 13 AÑOS 14 -15 AÑOS
8 8 - 10 AÑOS 12 - 16 AÑOS 17 - 21 AÑOS 18 - 25 AÑOS

TABLA 1-2 DENTICIÓN PERMANENTE

La erupción de cada diente a la cavidad oral va estableciendo una relación


dinámica con el diente homólogo opuesto y así encontraremos que posterior
a la erupción de un diente ubicado en la mandíbula, corresponderá la
erupción de su contrario en la arcada antagonista.
Esta situación se torna de suma importancia cuando un individuo llega a los 6
a 7 años y a distal del segundo molar deciduo, emerge el primer molar
mandibular de la segunda dentición y posteriormente el primer molar
maxilar para conformar lo que se denomina llave de la oclusión, es decir la
relación de engranaje que permitirá establecer una guía para el acomodo de
los demás dientes por erupcionar.
La altura, posición y relación entre ambos molares permanentes es de alguna
manera el cimiento sobre el cual se construirá toda la arquitectura de las
arcadas permanentes y la cual determinará tanto función como perfil y
morfología facial.
Este hecho fue comprendido hace muchos años por aquellos profesionales
dedicados a la ortodoncia y a la odontopediatría de tal manera que dedicaron
sus esfuerzos para construir las bases del cuidado de los dientes temporales a
fin de asegurar una correcta función y conformación del perfil de un
individuo en su vida adulta.
Debemos de comprender que cualquier alteración de la secuencia de la
erupción, daño a las estructuras dentales y pérdida prematura de los mismos,
causará irremediablemente un daño a la integridad del sistema gnático.

Así conformaremos fácilmente 2 vertientes para determinar el origen de la


patología del sistema gnático. Las congénitas o del desarrollo, en las cuales
intervienen factores genéticos, metabólicos, hormonales y otros propios de
la biología del ser humano y los adquiridos, los que por cuestiones de tipo
exógeno actúan dañando a alguna porción de las estructuras dentarias que
puede llegar hasta la pérdida prematura del órgano dentario.
El porqué de esta alteración, se basa en el hecho de que todos los dientes
naturales alojados en la cavidad oral se relacionan con los maxilares y con los
centros de control muscular a nivel mesencefálico a través de órganos
propioceptores ubicados principalmente en el ligamento periodontal, el
borde lateral de la lengua, los carrillos y la cápsula articular. Estos órganos
tienen un carácter sensitivo del tipo reflejo subconsciente, es decir que
reciben y transmiten la información para que el núcleo motor a nivel
mesencefálico responda con acción motora regulando la dirección e
intensidad de los músculos responsables de elevar y abatir la mandíbula.
Esta interacción entre lo sensitivo y lo motor es una constante
retroalimentación para la acción muscular que permite el desempeño
adecuado del sistema gnático y así encontraremos que el ligamento
periodontal que se conforma por fibras de diversas formas y con diferentes
funciones altamente especializadas, percibe tanto las presiones creadas
entre los dientes de una misma arcada a través de sus áreas de contacto
como aquellas cargas derivadas de su acción en contra de sus antagonistas.
Así podremos entender que ante la presencia de una cavidad cariosa amplia
que abarca esmalte y dentina, esa pérdida de sustancia en un diente, actúa
para que el antagonista al no percibir el contacto por medio del ligamento
periodontal obligue al diente cambiar de posición para recibir las cargas que
corresponden a su función normal creando alteraciones a las relaciones
dinámicas entre los maxilares.
De igual manera puede actuar una restauración defectuosa que no considera
la relación del diente que ha recibido un tratamiento con su(s) antagonista(s)
y que decir de la pérdida prematura de cualquier diente de la primera
dentición que no recibe un tratamiento adecuado para mantener el espacio
para alojar al diente permanente que ocupará ese mismo espacio.
La creencia de que un diente por su carácter temporal no tiene importancia
es un grave error que conducirá a un desarrollo anormal de la dentición
permanente con secuelas hacia alguno o todos los componentes del sistema
gnático.

ACTIVIDADES

1. Lee detenidamente el capítulo anterior y anota las dudas o confusiones


que surjan de la lectura.
2. Revisa el siguiente video y trata de asociarlo a la lectura para que
realices un breve ensayo sobre la importancia de la dentición primaria
en la conformación de la oclusión dental.
VIDEO CRONOLOGÍA DE LA ERUPCIÓN DENTAL
1.2OCLUSIÓN ORGÁNICA.
La compleja fisiología del sistema gnático se lleva a cabo por la interacción de
2 tipos de movimientos básicos que son:
La rotación. Es el movimiento de un cuerpo alrededor de su eje y,
La traslación, que es el movimiento de un cuerpo en donde todas sus partes
viajan a la misma velocidad y en la misma dirección.
Toda la fisiología del sistema gnático se basa en la relación entre el cóndilo
mandibular y la cavidad glenoidea y los movimientos básicos anteriormente
descritos se pueden ejemplificar en la forma de acción de estas dos
estructuras que conforman el complejo denominado articulación
temporomandibular. Así encontramos que cuando la mandíbula efectúa un
movimiento de apertura desde el punto de máximo contacto entre ambas
arcadas denominado Oclusión Céntrica hasta posición de descanso o
postural, los cóndilos efectuarán un movimiento puro de rotación dentro de
la cavidad glenoidea mientras que en diferente circunstancias, toda vez que
la mandíbula se desplaza desde la posición de centricidad dentro de la
cavidad glenoidea hacia su posición más anterior respecto al cráneo, estará
ese cóndilo efectuando un movimiento puro de traslación. Este tipo de
movimientos, junto con otros que serán estudiados posteriormente y los que
raramente se involucran con las funciones normales del sistema gnático son
denominadas posiciones limítrofes de la mandíbula y siempre serán
referencias útiles para un estudio denominado análisis oclusal que permite
estudiar fuera de la boca todas las relaciones funcionales de los maxilares.
La naturaleza ha diseñado a las estructuras orales o componentes del sistema
gnático para poder cumplir con sus funciones y permanecer relativamente
con pocas alteraciones durante todo el transcurso de nuestra vida sin
embargo todas aquellas patologías que inciden sobre el sistema van minando
su fortaleza y deteriorando en forma paulatina y progresiva hasta llegar en
muchos casos a la pérdida total de los dientes y estructuras de soporte. A
esta condición se le llama edentación y puede ser parcial o total.
La forma en cómo se deben de relacionar los maxilares en forma dinámica
corresponde a un diseño propio de la naturaleza que asigna funciones
específicas a cada componente y reúne finalmente ciertas interacciones que
aseguran eficiencia y alto desempeño.
La oclusión orgánica es un concepto creado hace un poco más de 100 años
que se basa en el estudio de individuos jóvenes y adecuadamente
desarrollados desde el punto de vista músculo esquelético y se observaron
ciertas características que definían a una buena función y apariencia física en
condiciones de normalidad.
Estas características se observaron con el objeto de crear un “ideal” o
paradigma para la rehabilitación de pacientes dentados o parcialmente
edéntulos por su efecto sobre los demás componentes del sistema gnático
para conformar un ideal de oclusión que se denominó de tipo orgánico por la
misma condición de imitar a la naturaleza en su máxima expresión de salud.
Dentro de las características que constituyen a la oclusión orgánica
encontramos:

1. La relación pasiva entre los dientes antagonistas del sextante anterior.


Los bordes incisales de los dientes anteriores inferiores se relacionarán
en forma pasiva, es decir sin contacto físico entre ellos contra la
concavidad palatina de los dientes anteriores maxilares durante el acto
de cierre mandibular. Su función es únicamente la de incidir y en
algunos casos y ante ciertas consistencias de alimentos desgarrarlos
para su posterior masticación.
2. Relación cúspide-fosa. Es decir que a cada fosa corresponde una o dos
cúspides que se proyectarán y estamparán en puntos específicos del
surco central de desarrollo de los dientes antagonistas con el objeto de
transmitir las cargas y fuerzas derivadas de la acción fisiológica de los
maxilares hacia el eje mayor de los dientes posteriores y de aquí
entenderemos que los dientes posteriores están diseñados por la
naturaleza para recibir únicamente las fuerzas verticales paralelas a su
eje mayor. Toda aquella carga o fuerza que sea aplicada sobre los
dientes posteriores en forma horizontal u oblicua, necesariamente
provocará un daño sobre el sistema de soporte del diente denominado
periodonto.

3. El encuentro entre los maxilares en el arco de cierre deberá de ser libre


y armonioso. Este encuentro entre ambas arcadas debe de ser gentil ya
que finalmente la acción masticatoria o deglutoria del sistema gnático
NO contempla el contacto entre esmalte de dientes antagonistas. El
contacto franco y directo entre los dientes no es propio de la
masticación ya que se considera ocasional y solo está contemplado
durante el acto deglutorio en donde se requiere de un contacto real
entre las arcadas para facilitar el sello que permite el paso de saliva al
tubo digestivo. El ser humano dista mucho de los rumiantes así que la
integridad del esmalte dental dependerá en gran medida de este
principio. Todo ser humano tiene un desgaste fisiológico, pero en
muchas ocasiones este desgaste es patológico debido a relaciones
patológicas en los maxilares denominadas parafunciones. Un
profesional calificado podrá fácilmente reconocer entre ambos tipos
de desgaste y actuar en consecuencia.
4. La mandíbula es la porción móvil del sistema gnático y debido a esa
movilidad se llevan a cabo todas sus funciones. Para fines de estudio
debemos de asignar un punto inicial para definir a partir de ahí, todas
las posibilidades de movimientos del cóndilo dentro de la cavidad
glenoidea. Ese punto o posición inicial de referencia será denominado
Relación Céntrica y deberá de ser comprendido como la relación
cráneo-mandibular en donde el cóndilo puede efectuar un movimiento
puro de rotación dentro de la cavidad glenoidea. Es decir, no es punto
estático, sino que es más bien un período de movimiento que puede
ser trazado y registrado con fines de referencia. Este concepto o
definición es de gran controversia, pero la ventaja del término
propuesto es que puede pasar del terreno teórico al clínico ya que será
más fácil comprender que posicionamos a la mandíbula en su relación
céntrica toda vez que podemos reproducir un movimiento puro de
rotación mandibular. Y aquí debemos de relacionar este concepto con
uno descrito anteriormente que es la oclusión céntrica.

La oclusión orgánica prefiere la coincidencia entre ambos conceptos


para llegar a uno nuevo que es la oclusión de relación céntrica que
trataremos de explicar como el máximo contacto entre las arcadas
dentales cuando los cóndilos mandibulares se encuentran en su
posición más superior dentro de la cavidad glenoidea. Esto se
manifiesta clínicamente cuando las arcadas dentales se encuentran
libres de interferencias y choques prematuros durante el arco de cierre
mandibular. A pesar de que este concepto nace de la observación de
individuos sanos y bien conformados musculo-esqueléticamente, es
una condición poco frecuente en la naturaleza, sin embargo,
constituirá el paradigma de la rehabilitación oral, toda vez que ha
demostrado ser el tipo de oclusión con mayor eficiencia.
5. Los órganos que conforman a la dentición humana poseen diferente
morfología, función y características. Los dientes anteriores a
excepción de los caninos son dientes con poca fortaleza por su
anatomía radicular y coronaria además de su posición con respecto al
plano frontal. Esa pobre fortaleza, se relaciona con una gran
propiocepción como un mecanismo preciso de auto protección. Más
débiles, pero más sensibles a las fuerzas de tal forma que es necesario
tan solo la aplicación de fuerzas de 1 gramo sobre de ellos para
obtener una respuesta. Los caninos por otro lado poseen una corona
de diseño robusto en donde su origen embrionario es muy evidente,
pero su fortaleza reside en una poderosa raíz cuya misión principal es
la de preservar a todos los dientes posteriores de todo tipo de fuerzas
de tipo horizontal u oblicuo. Los dientes de segmento posterior,
premolares y molares están diseñados para moler los alimentos que
son colocados entre las arcadas siempre y cuando las fuerzas que
reciban no permitan el contacto entre los dientes y sea siempre
paralelas a su eje mayor.
De lo anterior deducimos otra condición de la oclusión orgánica: ante
cualquier desplazamiento excéntrico de la mandíbula, los caninos
guiarán a los maxilares a fin de evitar cualquier contacto, ya sea de
dientes anteriores o de dientes posteriores a fin de preservar su
integridad. A esto se le denomina protección canina.

El hallazgo o cumplimiento de las condiciones anteriores suponen un


ambiente de equilibrio que favorece la función y se manifiesta además en la
apariencia física con un rostro y perfil que se consideran de normalidad.
1.3 OCLUSIÓN FUNCIONAL.
Se entiende como oclusión funcional a todos los contactos entre dientes
maxilares y mandibulares durante la deglución y la masticación.
Debemos recordar las características estructurales del esmalte dental
humano el cual es probablemente uno de los tejidos más duros del cuerpo
humano pero esa dureza le confiere una gran fragilidad. Su fortaleza
depende en su totalidad de la integridad del tejido dentinario subyacente. El
esmalte está sujeto al desgaste fisiológico y patológico y su integridad
depende del correcto desarrollo de los maxilares y el acomodo funcional de
los dientes dentro de las apófisis alveolares.
La oclusión funcional se caracteriza pues por la ausencia de anormalidades
significativas entre los componentes del sistema gnático dando por resultado
un desempeño eficiente y libre de molestias a pesar de no cumplir
estrictamente con los preceptos de la oclusión orgánica.
Cualquier alteración en la relación entre las arcadas ya sea por
restauraciones mal elaboradas o defectuosas, el desgaste patológico de los
tejidos dentales, la pérdida de órganos dentarios sin la debida rehabilitación
oportuna, llevan al establecimiento de relaciones defectuosas entre los
maxilares afectando al esmalte cuya evidencia clínica la constituyen las
facetas de desgaste, la alteración del espacio del ligamento periodontal que
puede ser detectado radiográficamente, la alteración del tono y longitud
muscular como un mecanismo de equilibrio compensador de las
interferencias entre los dientes durante el arco de cierre y hasta las
manifestaciones a nivel de la articulación temporomandibular, son las
evidencias secuenciadas del daño a las relaciones entre los maxilares.
La rehabilitación oral permite el restablecimiento con calidad de la forma y
función de los componentes del sistema gnático que han sido destruidos o
eliminados.
Nuestra tarea en la asignatura de Prostodoncia como uno de los 2
antecedentes de la asignatura de la Clínica de Rehabilitación Bucal es
precisamente comprender los mecanismos para rehabilitar al edéntulo total
mediante dentaduras completas que integren a un concepto diferente de
oclusión, pero que cumpla con los preceptos de la oclusión funcional.
1.4 TEORÍAS Y TÉCNICAS VANGUARDISTAS.

La oclusión dental, su concepto y técnicas para la rehabilitación del parcial o


totalmente edéntulo nacen precisamente de aquellos profesionales que
construían dentaduras totales.
Los medios, materiales y tecnología que disponían para esta tarea eran muy
pobres y con el fin de subsanar sus carencias, tuvieron que desarrollar
técnicas de carácter mecánico para asegurar el mejor desempeño posible de
los aparatos protésicos diseñados para cumplir con las necesidades bio-psico-
sociales de los afectados con la edentación.
La oclusión nace como un principio mecánico, relativamente estático y con
una finalidad más estética que funcional ya que a comprensión de las
relaciones entre los maxilares se fue dando de manera paulatina y con os
materiales al alcance de cada etapa en el desarrollo de la profesión dental. La
oclusión nace como respuesta a una sola necesidad, mantener a las
dentaduras dentro de la boca con el mínimo desplazamiento y con las
mejores posibilidades estéticas y es por ello por lo que se desarrolla o
inventa una forma de rehabilitar a los edéntulos totales empleando un
mecanismo artificial que permitía el contacto múltiple entre todos los dientes
artificiales en todos los movimientos mandibulares. Este concepto o filosofía
de la oclusión permanecerá por el momento sin mayor descripción ni
definición ya que será la columna vertebral en el estudio de la Prostodoncia
Total y tendrá que ser estudiado a mayor detalle.
Sirva lo anterior solo para entender que la oclusión se definió como una
respuesta a una necesidad y que a partir de allí ha ido evolucionando y
mejorando en sus principios gracias a la investigación y desarrollo en el
campo odontológico.
Hemos partido de materiales precarios, de instrumentos simples y faltos de
precisión hasta llegar al siglo XXI en donde se ha logrado incorporar la
tecnología de punta con aplicación práctica clínica.

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