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Vidal 1985 Prescripcion 1
Vidal 1985 Prescripcion 1
LA PRESCRIPCION
Y LA CADUCIDAD
EN EL CODIGO CIVIL
PERUANO
CON UN ESTUDIO DE LA RELACION
JURIDICA
J Composición,Diagramación,Montaje
Universidad Nacional Agraria - La Molina
Telf. 35-20-35- 190
CULTURAL CUZCO S. A.
EDITORES
LIMA - PERU
1985
A Marita, mi esposa
I
EL TIEMPO COMO
FENOMENO JURIDICO
1. PREMISA
es una unidad formada por varios acontecimientos de la naturaleza, hacerlo, en la consideración de que la incidencia del tiempo se da
mientras que el hecho humano consiste en la realización por la con-
tanto en el Derecho Objetivo como en los derechos subjetivos y las
ducta humana de un resultado, aún cuando la conducta sea omisiva.
relaciones jurídicas, ya que la importancia de los hechos en el Dere-
3.3 Noción del tiempo como hecho jurídico cho deviene de su verificación en un momento preciso o dentro de
un espacio de tiempo determinado.
El tiempo y su transcurso es un hecho jurídico natural que en
sí mismo o en concurrencia con otros hechos genera efectos de tras- Así, en lo que al Derecho Objetivo se refiere, es de destacarse
cendental importancia. Para Messineo(9), el tiempo es hecho jurí- el principio de la temporalidad de las normas, según el cual las
dico en su transcurrir, o sea el sucederse en sus diversos momentos, normas legales entran en vigencia en un plazo determinado (Art. 195
enfatizando que desde el punto de vista jurídico es un hecho de or- de la Constitución) y a partir de entonces se hacen obligatorias hasta
den natural que se contrapone (y aquí está su significado) a los
su derogación (Art. I del Título Preliminar del Código Civil). EI
hechos hu manos.
tiempo condiciona también el denominado derecho transitorio,
constituido por las normas que realizan el engarce entre las que se
derogan y las que entran en vigencia (Arts. 21 14 a 2122)(*).
El tiempo como hecho juridico tiene que ser considerado, pues,
en su transcurso, ya que la influencia que ejerce sobre las relaciones
En lo que a los derechos subjetivos se refiere, el tiempo, vincu-
jurídicas y, en general, como fenómeno jurídico, se da con su deve-
lado como está a la existencia misma de la perso na -sea naturalo
nir. Es el transcurso del tiempo el que se recoge en la normativa ju-
jurídica-, es un factor determinante y decisivo. Así, tratándose de
rídica para precisar sus efectos, máxime si todos los hechos jurídicos
las personas naturales, las relaciones jurídicas y sus derechos se fijan
tienen lugar en el tiempo. Resulta, por ello, necesaria la precisión
en el tiempo de la concepción y el momento de su nacimiento
que formula Messineo(10), en cuanto que no debe confundirse el
(Art. 1); la edad corre con el transcurso del tiempo y la ley fija el
tiempo, como periodo o espacio, esto es, como intervalo entre dos necesario para adquirir la capacidad de ejercicio (Art. 42); el trans-
momentos: a) con el término, que es un determinado momento o curso del tiempo por el plazo de ley puede llevar a la declaración
punto del tiempo (instante ) en que un determinado efecto se pro- de ausencia del desa parecido (Art. 49): En la persona jurídica, como
duce (término inicial), o se agota (término final); b) ni con la fecha, en la natural su existencia es también temporal y hasta puede prever-
entendida también ella comno punto cronológico en el cual madura se en el acto constitutivo. La influencia del tiempo en- las relaciones
una cierta situación, o acaece un cierto hecho. jurídicas,. como lo es con los derechos subjetivos, es también gravi-
tante y decisiva. No sólo porque puede afectar la eficacia de un
acto jurídico, como cuando se le inserta como una modalidad, sino
4. RELEVANCIA JURIDICA DEL TIEMPO porque su transcurso puede extinguir la relación jurídica, ya porque
dé lugar a la constitución de una nueva, como en la Prescripción
Precisada la noción del tiempo como hecho jurídico y en con- Usucupativa, sino también porque puede extinguir la acción, y aún
sideración a todo lo ya expuesto, sería ocioso destacar la relevancia el derecho, como veremos al abarcar el estudio de la Prescripción
jurídica del tiempo. Sin embargo, estimamos que es conveniente Extintiva y la Caducidad.
(") La simple referencia a numerales debe entenderse dirigida al articulado del Código
I9) Manual de Derecho Civil y Comercial. T. II, pág. 328. Civil. Toda otra referencia se hará con indicación del cuerpo legal al que corresponda
(10) lbidem. el numeral.
18 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
EL TIEMPO COMO FENOMENO JURIDICO 19
Para terminar habría que indicar que el concepto de PRIUS
-la prioridad en el tiempo- es decisiva en ciertas situaciones jurí- del Calendario Juliano, dispuso, además, que dejara de ser bisiesto
el año final de cada siglo a menos que el número correspondiente
dicas y en la defensa de los derechos. Por eso los romanos proclama-
a tal año fuera múltiplo de 400. A este sistema de computar el tiem-
ron la máxima: Prior tempore potior in jus (Para la defensa es ncce-
po es el que se conoce como Calendario Gregoriano.
sario probar si los hechos jurídicos se produjeron antes, simultánea-
mente o posteriormente a otros). En base al Calendario Gregoriano, la doctrina ha hecho varias
distincioncs en relación al tiempo. Se habla, así, de un tiempo fijo
y un tiempo móvil y de un tiempo útil y un tiempo continuo.
5. COMPUTO DEL TIEMPO
Constituyendo el tiempo un fenómeno jurídico y su transcurso Para hablar de un tiempo fijo basta hacer referencia al calen-
un factor decisivo de influencia en las relaciones jurídicas, los Esta- dario, mientras que el tiempo móvil está referido a un periodo de
dos se han visto precisados a adoptar normas para su cómputo en tiempo, sea de años, meses, semanas, d ías u horas, transcurido el
base al calendario que, en todos los países de cultura occidental y cual debe verificarse un determinado efecto. Messineo(11) conside-
cristiana, es el denominado Calendario Gregoriano, por haber sido ra que el tiempo fijo escapa de la doctrina del tiempo y que más
bien el tiempo móvil es el tiempo en sentido técnico, posición
adoptado por elPapa Gregorio XI, en 1582.
con la que estamos de acuerdo.
La historia del calendario se remonta a épocas primitivas, cuan-
do el ser humano va dejando de ser nómade y comienza a asentarse Es el tiempo móvil el que requiere del establecimiento de re-
como agricultor, surgiendo la necesídad de poder establecer la dura- glas para determinar los momentos o instantes del tiempo, medido
ción de las estaciones pues los periodos de siembra y cosecha se en su transcurso. En su cómputo se han formulado dos sistemas:
vincularon a los fenómenos solares y lunares. Con el avance de la el de la computación natural (computatio naturalis) y el de la com-
civilización se pudo ir determinando la duración del periodo anual putación civil (computatio civilis). Por la computación natural se
hasta poder hacerlo con exactitud. procede de momento a momento (de una hora determinada a otra
hora determinada, dentro de un día, una semana o un mes), mien-
El calendario usado en la actualidad está basado en el que usa- tras que por la computación civil no se procede de momento a
ron los romanos, el que fue objeto de múltiples cambios. Fue el enm- momento, sino que se adopta el día por entero entre las cero y las
perador Julio César quien ordenó la adopción de un año solar de veinticuatro horas (por ejemplo, si una obligación debe cumplirse
365 días y un cuarto de día adicional, disponiendo que el afio 46 en un plazo de 30 días, debe esperarse el transcurso del trigésimo
anterior a la era cristiana tuviera 445 días para hacerlo concordar día para establecer el incumplimiento). Por la computación natural
con el afño solar. Los años posteriores habrían de tener 365 d ías, ex- si se trata de meses, se consideran todos los días que efectivamente
cepto cada cuatro años, en el año habría de tener 366 para absorber tengan; en cambio, en el sistema de cómputo civil se consideran
el cuarto de d ía que no se incluía en los tres años anteriores. Este como que todos os meses tienen 30 días (Así, por ejemplo en la
es el Calendario Juliano. computación civil el plazo de 6 meses se considera de 180 d ías, aún
cuando no todos los meses del período tengan 30 días). Por último,
En el siglo XVI la Iglesia Católica decidió la reforma del Ca- ambos sistemas se contraponen en cuanto que, en el natural, se
lendario Juliano, con la finalidad de adaptarlo a las festividades excluyen los días inhábiles, mientras que en el civil se incluyen.
religiosas. El Papa Gregorio XIII ordenó que se suprimieran diez
d ías del año 1582, y para mantener los fundamentos de la reforma (11) Ibidem, pág. 329.
20 FERNANDO VIDAL RAMIREZ EL TIEMPO COMO FENOMENO JURIDICO 21
El tiempo útil es aquel en que fuera del cual, como indica 4. El plazo excluye el día inicial e incluye el día de vencimien-
2).
Messineo(12), no es posible ejercitar un derecho subjetivo y, por to. 5. El plazó cuyo último día sea inhábil, vence el primer día
ello, no son de cómputo los días inhábiles. El tiempo continuo es
hábil siguiente.
aquel en que son de cómputo tanto los días hábiles como inhábiles,
aún aquellos en los que no es posible ejercitar un derecho subjetivo.
Según el inc. 1 del Art. 183, si el plazo está señalado por días,
La codificación civil en general ha adopatdo reglas para el estos deben entenderse como días naturales, esto es, "días calen-
cómputo del tiempo. Así, por ejemplo, el Código Francés se refiere darios", tanto hábiles como inhábiles, como un tiempo contínuo.
al tiempo al legislar sobre la Prescripción; el Argentino lo hace como No significa que el Código haya adoptado el sistema de la compu-
"modo de contar los intervalos del derecho" en el Título II de los tatio naturalis, sino que la referencia a los días naturales" impli-
Títulos Preliminares ; el Alemán al legislar sobre Plazos y Términos: ca a los d ías enteros, a las 24 horas de cada día. Por ello, por el
el Italiano al legislar sobre la Prescripción y la Decadencia; y, el carácter supletorio de la regla, el inc. 1 deja librado a que la ley
Boliviano, conjuntamente con la Prescripción y la Caducidad. o el acto jurídico" establezcan un tiempo útil, que sólo incluya
en el cómputo los días hábiles. Lo que el Código quiere es que se
aplique la computatio civilis y es con este criterio que el inc. 4
6. LAS REGLAS DE COMPUTO EN NUESTRO CODIG0 CIVIL excluye del cómputo el día inicial e incluye el día del vencimiento
del plazo y si éste, según el inc. 5, es inhábil, vence el primer día
Nuestro Código Civil legisla sobre las reglas de cómputo al hábil siguiente. Pero, como ya lo hemos señalado, dado el carácter
tratar sobre el plazo como modalidad del acto jurídico, continuan- supletorio de las reglas, nada obsta para que convencionalmente
do, de este modo, el tratamiento que les dispensó el Código de 1936. se aplique criterio distinto, sea el de la computatio naturalis o el
La idea del plazo, como es obvio, está indesligablemente vinculada del tiempo útil.
al transcurso del tiempo o tiempo móvil y por ello, las reglas de cóm-
puto que contiene el Código Civil son de aplicación, por lo menos Cuando el plazo se fija por meses, se cumple el plazo en el
supletoria, a todos los plazos legales o convencionales, según el mes del vencimiento, y en el día de éste correspondiente a la fecha
Art. 184, del mes inicial y, si en el mes del vencimiento falta tal día, el plazo
se cumple el último día de dicho mes, según lo establece el inc.
2, aplicándose estas reglas cuando el plazo es sefñala do por afños,
Las reglas de cómputo están contenidas en el Art. 183 que, al
según el inc. 3 del Art. 183. El Código ratifica su filiación al Ca-
igual que el Art. 1116 del Código de 1936, las somete al Calendario
lendario Gregoriano al ponerse en la hipótesis de que en el mes
Gregoriano. Establece las siguiente reglas: I. El plazo señalado por
o afño de vencimiento faltase el día, lo que puede ocurrir en los
días se computa por días naturales, salvo que la ley o el acto jurídico
meses que no tienen 31 días o en el mes de febrero que sólo tiene
establezcan que se haga por días hábiles. 2. El plazo señalado por
28 y, cada cuatro años, 29.
meses se cumple en el mes del vencimiento y en el día de éste corres-
pondiente a la fecha del mes inicial. Si en el mes de vencimiento
Por último, si bien el Código no ha previsto el plazo por se-
falta tal día, el plazo se cumple el último día de dicho mes. 3. El
manas, ello no implica que la semana no pueda tomarse como uni-
plazo señalado por ai os se rige por las reglas que establece el inciso
dad de cómputo. Los plazos menores a un día o los pactados por
horas, pueden ser computados a momento ad momentum.
(12) Ibidem.
44 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
LA RELACION JURIDICA 45
derecho subjetivo. Resultan, así, tres los elementos ò componentes samente, sobre alguna materia o substratum, o como acota Ruiz
de la estructura: sujeto, objeto y contenido. Serramalera(2 1 ), la realidad del mundo exterior sobre la que recae
14.1 El sujeto o titular del derecho el poder del sujeto. La doctrina, por lo general, hace coincidir el
objeto del derecho subjetivo con el objeto de la relación jurídica,
Sujeto del derecho subjetivo es el que tiene el poder de exigir por lo que será estudiado al ocuparnos del elemento objetivo de la
a otros el deber que es correlativo a su derecho. Puede ser una per- relación jurídica (Infra No. 27).
sona natural o jurídica.
en patrimoniales -cuando tienen un objeto pecuniariamente aprecia- políticos, pero sin que éstos se confundan con aquéllos, pues impli-
can participación en los asun tos públicos y en la vida politica de
ble- y ex trapatrimo niales -cuando su objeto no es pecuniariamente
la Nación. Por ello, se resumen en el ius suffraggi.
apreciable-.
Por último, es conveniente dejar establecida la relación entre
los derechos subjetivos privados y los derechos civiles. ya que, estos
15.1 Derechos Públicos y Derechos Privados
últimos. en un sentido lato, tienen una coincidencia conceptual y
La distinción radica en los mismos criterios que se aplican pa- de contenido con los primeros. Nosotros no queremos darle a los
ra diferenciar, en sentido objetivo, las normas de derecho público *"derechos civiles" la significación de ser los normados por el Cödigo
y las de derecho privado. Pero, como se sabe, hay diversidad de Civil, sino indicar con ellos las potestades conferidas al sujeto de
criterios para explicar la separación del Derecho Objetivo en Pú- derecho privado (las que tienen su consagración en los Derechos
blico y Privado, lo que se traduce también al llevar la distinción a Fundamentales que enumera el Art. 20. de la Constitución Politica).
los derechos subjetivos. Y hay que advertir, como lo hace Messineo Con esta advertencia, y considerando solamente a los derechos
(22), que no deben confundirse los derechos subjetivos públicos subjetivos privados -en adelante sólo derechos subjetivos– vamos
-que son tales o porque se afirman frente a un sujeto de derecho a continuar con su clasificación.
público (sobre el cual incumba un correspondiente deber), o porque,
en armonía con la norma (de derecho público) que los establece,
competen a un sujeto de derecho público– con los intereses jurí- 15.2 Derechos Absolutos y Derechos Relativos
dicamente (pero ocasionalmente) protegidos y a los cuales nos
hemos referido al establecer la delimitación conceptual del dere- Atendiendo a su eficacia, los derechos subjetivos se distinguen
cho subjetivo (Supra No. 12). en absolutos y relativos. Son derechos absolutos los que confieren a
su titular un poder que puede valer erga omnes, esto es, contra todos,
Nosotros consideramos que son derechos subjetivos públicos y una correspondiente acción también contra todos, es decir, contra
los que se originan de las relaciones jurídicas regidas por las normas cualquiera de quien provenga la violación. Como señala Messineo
de derecho público y en aquellas en las que el sujeto actúa investido (23), nace un deber negativo frente al titular del derecho absoluto
de ius imperium; y que son derechos subjetivos privados los que -un no hacer, decimos nosotros-. Son derechos relativos los que
no emergen de aquellas relaciones jurídicas, sino de las que se rigen confieren un poder que se puede hacer valer frente a una o varias
por las normas de derecho privado. Son derechos subjetivos públicos perso nas, determinadas o determinables, a las que corresponde un
aquellos que corresponden a las particulares frente al Estado o un deber positivo o negativo, o sea, un dar, un hacer o un no hacer, por
ente público y también aquellos en que el ente público actúa inves- lo que la correspondiente acción sólo puede hacerse valer contra
tido de ius imperium, comno en el dominio marítimo y el que el ellas.
Estado ejerce sobre los minerales, tierras, bosques, aguas y, en Si bien el criterio de distinción está ampliamente acogido por
general, sobre los recursos naturales, así como el derecho de expro- la doctrina, se suele señalar la impropiedad de la expresión pues,
piación (Arts. 98, 118 y 125 de la Constitución Política, respecti-
como indica Coviello(24), no hay derechos absolutos, sino que todos
vamente).
son relativos, en cuanto que el derecho es siempre un poder limitado
Al desarrollarse en la doctrina los conceptos relativos a los (25) Consideraciones Sistemáticas Preliminares para la Revisión del Libro Primero del
denominados derechos de la personalidad y su plasmación legislativa Código Civil Peruano, Mercurio Peruano No. 445-446, Mayo-Junio, Lima, 1964.
en el Código Civil lItaliano de 1942 -conceptos cuyo introductor en Las Nuevas Orientaciones en el Derecho de las Personas y el Libro Primero del Co-
digo Civil, Revista del Foro, Edición Extraordinaria, 1965.
la doctrina y codificación nacionales ha sido Fernández Sessarego (26) Messineo, Manual de Derecho Civil y Comercial,T. II, pág. 23.
50 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
LA RELACION JURIDICA 51
Estos derechos son también absolutos, aunque los patrimoniales Son los derechos que confieren a su titular el poder jurídico
tienen carácter relativo (Supra No. 15.2). Son, además, inalienables de exigir un determinado comportamiento a unao varias personas,
e inherentes a la persona.
cuyo deber jurídico se traduce en un dar, hacer o no hacer.
Son derechos absolutos (Supra No. 15.2) y también inaliena- Son derechos absolutos en su aspecto personal y relativos en
bles e inherentes a la persona.
lo patrimonial (Supra No. 15.2), siendo alienables y transmisibles
Sólo en el aspecto patrimonial.
La acción como medio de defensa del derecho, puede ejercitarse invocar la autoridad del Estado para la defensa de un derecho, la
durante el tiempo de su vigencia, esto es, desde que nace y hasta que acción debe considerarse en dos diversos estadios: en el de la mera
se extingue. Por ello, se deben tener en cuenta los plazos de prescrip- potencialidad y en el de la actuación. En el primero, su existencia
ción extintiva y los de caducidad. pasa casi inadvertida y confundida con el derecho mismo; en el
segundo, por el contrario, se manifiesta en forma destacada, hasta
La defensa regular del derecho subjetivo, que implica también el punto de revelarse como teniendo existencia propia.
su ejercicio, se hace ante los órganos jurisdiccionales del Estado,
Con el concepto de acción delimitado por Couture coincide
fundamentalmente mediante la acción y la excepción. Nos interesa,
buena parte de la doctrina civilista, que ve en la acción, como el
ahora, y en particular, el estudio de la acción, pues la excepción es
célebre procesalista uruguayo, un atributo de la personalidad de
la oposición a la acción y de ella nos ocuparemos como un comple-
cada individuo. En este aspecto la acción tiene un carácter rigu-
mento del estudio de la acción (Infra No. 21).
rosamente privado, no obstante lo cual, como en la efectividad de
ese ejercicio está interesada la comunidad, se le asigna también un
carácter público. Además, mediante la acción se cumple la jurisdic-
17. EL CONCEPTO DE ACCION
ción ya que, como expresa Couture(5), según el principio que rige
en materia civil, la jurisdicción no actúa sin la iniciativa individual:
Indudablemente que la acción es una institución de Derecho NEMO JUDEX SINE ACTORE. En tanto el individuo ve en la ac-
Procesal Civil con una gran amplitud conceptual, pues su contenido ción una tutela de su propia personalidad, la comunidad ve en ella
puede dar comprensión a diversas acepciones que van desde la defen- el cumplimiento de uno de sus más altos fines como es la realiza-
sa del derecho, y el entablamiento de la litis, hasta su śinonimia
cion de las garantías de justicia, de paz, de seguridad, de orden y
con la demanda.
de libertad (6).
Según Couture(2), en concepto al que nos adherimos, la acción
es el poder jurídico que tiene todo sujeto de derecho de acudir a En nuestro medio, la doctrina procesalista en materia civil
los órganos jurisdiccionales para reclamarles la satisfacción de una sostiene similar concepto de la acción, vinculándolo necesariamente
pretensión. La pretensión, según hemos visto (Supra No. 12.4), es a la jurisdicción. Así, Alzamora Valdez(7), para quien la acción es
indesligable del derecho subjetivo, pues constituye la exigencia que el impulso que pone en marcha los organos jurisdiccionales del
resulta del derecho. Aunque tanto una como otra derivan del derecho Estado; Augusto Ferrero(8), para quien la acción es el derecho
subjetivo, se diferencian, como anota de Cossio(3), en que la pre- que tienen las personas de acudir al órgano jurisdiccional para solici-
tesión se dirige contra un determinado miembro concreto de la tarle tutela jurídica; y Sagástegui(9 ), quien reitera el concepto ex-
comunidad jurídica, en tanto que la acción tiene como destinatario puesto por Alzamora Valdez. Nosotros sólo enfatizamos la preci
al órgano jurisdiccional del Estado del que se exige el otorgamiento sión que formula Couture en cuanto a entender la acción como el
de la oportuna protección jurídica. poder jurídico de acudir ante los órganos jurisdiccio nales(10) y, pa-
ra fijar una posición, procedemos a plantear lo relativo a la natura- negaba la acción: de ahí que, indirectamente, reconociera, 0 no, el
leza jurídica de la acción. derecho.
Supongamos, por ejemplo -ha escrito el tratad ista uruguayo- Ex isten diversos criterios para la clasificación de las accio nes
que el derecho (por ejemplo un crédito) no existe, porque el deudor y que son paralelos a los criterios establecidos para la distinción de
ha pagado ya a un mandatario del acreedor. Este ignora el pago los derechos subjetivos, cuyo punto de partida es la SUMMA DI-
porque el mandatario lo ha ocultado. ¿Qué acontece? Acontece, VISIO de Gayo. Nosotros vamos a utilizar los criterios que inspiran la
simplemente, que aún sin derecho, la pretensión existe, ya que el clasificación de los derechos subjetivos que hemos dejado trazada
autor se considera sinceramente asistido de razón. Se tratará, sin (Supra No. 15), reservando a las acciones personales y reales, así
duda, de una pretensión infundada, que rechazará oportunamente como a las que nacen de una ejecutoria, cuando nos ocupemos
la sentencia. La pretensión es, pues, sólo un estado de la volun tad de la prescripción de cada una de ellas (Infras Nos. 66. 70 y 75.).
jurídica ; no es un poder jurídico. ¿Y la acción? La acción como
poder jurídico de acudir a la jurisdicción, ex iste siempre: con dere-
19.1 Acciones públicas y acciones privadas
cho (material) o sin él; con pretensión o sin ella, pues todo indivi-
duo tiene ese poder jurídico, aún antes de que nazca su pretensión
La distinción radica en el sujeto a quien correspo nde la inicia-
concreta. El poder de accionar es un poder jurídico de todo indi-
tiva para incoar la acción. Son acciones públicas aquellas que son
viduo en cuanto tal; existe aún cuando no se ejerza efectivamente promovidas por el Ministerio Público y son, por lo general, las de
(25). carácter penal y algunas de carácter civil en los casos en que la ley
dispone, como la acción de nulidad absoluta (Art. 220).
Ahora bien, con la acción concebida como derecho a la juris-
dicción, esto es, como derecho de provocar la actividad del órgano Son acciones privadas aquellas en las que la iniciativa para
jurisdiccio ral del Estado, estamos frente a un derecho subjetivo incoarlas corresponde a los particulares, quienes tienen que estar
cuya naturaleza, a sửvez, es necesario desentrañar. legitimados para accionar (Infra No. 20). Estas acciones constituyen
fundamentalmente el objeto de nuestro estudio y es conveniente
Un importante sector de la doctrina considera a la acción así dejar establecido que presentan los mismos caracteres que los dere-
concebida como un derecho personalísimo, que en la clasificación chos que con ellas se ejercitan o se defienden. Y es conveniente
que hemos trazado llamamos derecho personal (Supra No. 15.3), reiterar también la coincidencia conceptual y de contenido entre
fundándose en la idea de la personalidad del sujeto de derecho los derechos subjetivos privados y los derechos civiles, a los que no
(persona natural o jurídica). Nosotros no creemos que pueda hablar- les queremos dar la significación de ser los normados por el Codigo
se de un derecho personal -en la acepción que hemos uejado ex- Civil, sino el de ser los indicativos de los conferidos al sujeto de
puesta-, aunque admitimos que se trata de un derecho subjetivo de derecho privado, sea persona natural o jurídica (Supra No. 15.1).
naturaleza pública (Supra No. 15.1), diferente de cualquier otro
derecho subjetivo y. por eso, distante de la concepción de la doc- La doctrina suele mencionar una tercera categor ía que se dis-
trina tradicional (Supra No. 18.1). tingue tanto de la acción pública como de la acción privada y que
viene a ser la denominada acción popular. Es la acción que en deter-
minados casos concede la ley a los particulares para defender el in-
terés público del que el particular es copartícipe. En nuestro Derecho
(25) lbidem el Art. 295 de la Constitución Politica la concede en los casos de
FERNANDO VIDAL RAMIREZ LA RELACION JURIDICA 63
62
infracción de la Constitución o la ley, contra los reglamentos y derecho, sin que de tal constatación derive la ejecución forzada de
normas administrativas y contra las resolucionesydecretos de carác- una prestación. Coviello(30) las distingue de las de condena, preci-
ter general que expiden el Poder Ejecutivo, los gobiernos regionales samente por este último aspecto, el que también enfatiza Ennecerus
y localesy demás personas de derecho público. (31 ). La doctrina es unánime en señalar que estas acciones se remon-
tan al Derecho Romano, que las conoció como PRAEJUDICIALES
(acciones prejudiciales), por cuanto tenían por objeto, según Petit
19.2 Acciones Condenatoriąs, Declaratorias y Constitutivas (32), resolver judicialmente ciertas cuestiones de derecho o de hecho
cuya solu ción podía ser útil al demandante, en vista de un proceso
Dentro de los diversos criterios que plantea la doctrina, noso- ulterior, y se aplicaban a derechos de familia, a cuestiones relativas
tros vamos a utilizar el que distingue las acciones en condenatorias, al Estado y también al patrimonio. El Derecho Moderno, y parti-
declaratorias y constitutivas, no sólo porque esta distinción tiene cularmente la legislación procesal de este siglo, ha abandonado la
asiento entre los civilistas, sino porque además permite dar compren- concepción romana originaria. Como señala Ennecerus(33), en la
sión a la variada gama de las acciones en su interrelación con los legislación procesal la acción declarativa se dirige a la constatación
derechos subjetivos. judicial de la existencia o inexistencia de una relación jurídica o
de la legitimidad o ilegitimidad de un documento y que la consta-
Las acciones condenatorias o de condena, que Ennecerus(26) tación puede ser positiva o negativa, según que se pretenda estable-
llama acciones de prestación, son las que tienen por finalidad que cer la existencia o no de la relación jurídica y procede cuando la
el órgano jurisdiccional expida una sentencia obligando al deman- otra parte ha negado expresa o tácitamente aquello que se ha de
dado a cumplir una prestación en favor del accionante o actor, constatar. Así, constituyen acciones declarativas o de constata-
ción las dirigidas a probar la existencia del matrimonio ante la
que puede consistir en un dar, un hacer o un no hacer. Según Covie-
llo(27), es indudable que todas las acciones tienden a obtener me- falta o pérdida del registro o del acta correspondiente (Arts. 269,
diante sentencia el reconocimiento del derecho; pero el reconoci- 270, 272 y 273), a que se declare la filiación matrimonial, (Arts.
miento por sí mismo sólo sería prácticamente eficaz cuando no se 373 y 375) o ex tra-matrimonial (Art. 402) o la contestatoria de la
pronunciase la condena a la realización del estado de cosas confor- paternidad (Art. 363), y para que se declare haber adquirido por
me al derecho desconocido, o sea a la ejecu ción de un hecho, o a prescripción (Art. 952), la acción reivindicatoria o para que se de-
la abstención o al resarcimiento de los daños. Así, no sólo los dere- clare que el fiador ha quedado liberado de su fianza.
chos creditorios (Supra No. 15.7) pueden dar lugar a una acción
condenatoria; pueden dar 1lugar a ella los derechos personales (Su- Las acciones constitutivas, que Ennecerus(34) Ilama de modi-
pra No. 15.3) en los casos de su violación (Arts. 17, 26 y 28) y, en ficación jurídica y también acciones de formación, son las que tie-
general los derechos patrimoniales de los que resulten deberes ju- nen por finalidad la constitución o extinción de una relación jurí-
rídicos que se traducen en el cumplimiento de prestaciones. dica, que se produce en virtud de la sentencia, pues es ésta la que
da lugar a la creación de la relación jurídica y consecuente derecho
Las acciones de larativas, que Coviello(28) llama reconocitivas subjetivo, o a su modificación o a su aniquilamiento. El mismo
o de declaración y cue Ennecerus denomina acciones de constata-
ción(29), son las que tienen por finalidad la constatación de un
(30) Doctrina General del Derecho Civil, pág. 559.
(31) Tratado de Derecho Civil. T. I. Parte General I, pág. 980.
(26) Tratado de Derecho Civil. T. I, Parte General II, págs, 979. (32) Tratado Elemental de Derecho Romano, pág. 664.
(27) Doctrina General del Derecho Civil, págs, 558 y 559. (33) Tratado de Derecho Civil. T. I, Parte General Il, págs. 980 a 983.
(28) Ibidem, pág. 558. (34) lbidem, pág. 983.
(29). Tratado de Derecho C il. T. I, Parte General l, pág. 980.
64 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
LA RELACION JURIDICA 65
(35) Ibidem.
(36) lbidem, pág. 984.
(37) Doctrina General del Derecho Civil, pág. 557. (39) Código Civil Peruano. Exposición de Motivos y Comentarios. T. IV, pág. 28.
(38) Lecciones de Derecho Civil. Parte Primera. Vol. I, págs. 494 y sgtes. (40) Ibidem.
(41) Comentarios al Código Civil Peruano.T. IV. págs. 44 a 48.
(*) Los Mazeaud advierten que en el derecho francés no se conoce la acción popular
(Supra No. 19.1).
66 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
LA RELACION JURIDICA 67
difícil de precisar, pues casi todo interés es moral bajo ciertos aspec-
21. LA EXCEPCION
tos y casi siempre conduce a un interés pecuniario desde otros as-
pectos. En consideración al razo namiento del maestro, podemos
La excepción es todo medio de defensa que se opone a la ac-
dar, como ejemplo, el interés moral que se presenta en el caso del
ción. En su más amplio significado, según explica Couture(44), es
daño moral al que se refiere el Art. 198S del vigente Código Civil
el poder jurídico de que se halla investido el demandado, que le
y que Fernández Sessarego(42) ha relievado en su connotación
como daño a la persona.
habilita para oponerse a la acción promovida contra él.
(49) bidem, pág. 90. (1) Derecho Civil, Parte General, T. 2, pág. 100.
(50) Doctrina General del Derecho Civil, pág. 567. (2) Introducción a la Ciencia del Derecho, pág. 155
70 FERNANDO VIDAL RAMIREZ LA RELACION JURIDICA 71
gue el deber jurídico del deber moral en cuanto que constituy en jurídico converjan en un mismo sujeto, como ocurre con la patria
conceptos distintos y autónomos. El deber moral es unilateral en potestad (Art. 418).
cuanto no tiene exigibilidad más allá del imperativo de conciencia
del propio sujeto, mientras que el deber jurídico es bilateral, en 24. CLASIFICACION
cuanto es correlativo a un derecho subjetivo y, por ello, exigible.
Delimitado el concepto de deber jurídico es conveniente esta-
blecer una clasificación. Partiendo de la correlatividad entre el
Aunque hemos advertido que la delimitación conceptual del
deber jurídico la vamos a centrar en su correlatividad con el dere- deber jurídico y el derecho subjetivo, vamos a tomar el criterio que
distingue a estos últimos en absolutos y relativos (Supra No. 15.2),
cho subjetivo, no podemos tampoco dejar de sefñalar que también
por imperativo de la normatividad jurídica, o, si se quiere, del Dere- pues los derechos subjetivos absolutos dan lugar a deberes jurídicos
cho Objetivo, nacen deberes. Por eso, estamos con Messineo (3) generales y, los relativos, a deberes jurídicos particu lares.
en cuanto distingue deber jurídico y deber legal: éste implica obser-
vancia a la norma, en sí y por sí considerada, independientemente
Aplicando el criterio que hemos adoptado, el deber jurídico
de la existencia de una relación jurídica y, por ello, sin el correlato general lo es siempre de abstención, pues incumbe a todos, máxime
de un derecho subjetivo. Cuando la norma impone deberes que
si el titular del derecho subjetivo de carácter absoluto puede hacerlo
valer erga omnes. Tal es el caso que confiere el derecho de propiedad
hay que cumplir, sin que se conceda a un particular el derecho a
o el derecho al nombre, que obligan a los demás a un deber negativo,
reclamar su cumplimiento -escribe Espin(4)– se trata de deberes
a un no hacer.
legales.
El deber jurídico particular puede dar lugar a una abstención
El deber jurídico, tal como queremos dejarlo conceptuado,
es, pues, una contrapartida del derecho subjetivo y que se consti- -un no hacer-, pero también a un dar y a un hacer. Puede, por ello,
tuye en elemento subjetivo contrapuesto, conexo a una relación ser negativo o positivo, pero sólo respecto a determinada persona,
titular de un derecho subjetivo de carácter relativo (Supra No. 15.2).
jurídica y, por ello, es su extremo pasivo. En este sentido -expo-
Es negativo, cuanto consiste en una abstención, en un no hacer,
ne Messineo(S)- el deber es, por lo regular, concepto homólogo
como por ejemplo, las limitaciones que se imponen al propietario
al de derecho subje tivo, y entonces nace uno actu con él y debe
para no perjudicar las propiedades contiguas o vecinas, la seguridad,
entenderse como correlatum de otro derecho.
el sosiego y la salud de sus habitantes (Art. 961) o en cuanto a no
causar ruina o desmoronamiento en la propiedad vecina (Art. 962).
El concepto que dejamos delimitado es el que recoge la gene-
Es positivo, cuando consiste en un hacer o en un dar, como por
ralidad de la doctrina civilista. Pero es necesario aclarar que no
ejemplo, el que resulta de un contrato de obra (Art. 1771) o el de
todo deber jurídico es correlativo de un derecho suhietivo, co mo
arrendatario por el uso del bien arrendado (Art. 1681, inc. 2).
en el caso de las denominadas obligaciones naturales que se origi-
nan, ad ex emplum, en el juego y apuesta no autorizados (Art. 1943).
Y que puede ocurrir también que el derecho subjetivo y el deber 25. DEBER JURIDICO.Y OBLIGACION
mio personal. Es a partir de la segunda mitad del siglo XIX que la le-
gislación de los países de civilización occidental y cristiana hizo de-
saparecer este último vestigio de la originaria responsabilidad persO-
nal y quedando establecida la responsabilidad patrimonial como
efecto de las obligaciones.
( 9) Manual de Derecho Civil y Comercial. T. IV. pág. 49. (1) Manual de Derecho Civil y Comercial. T. II, påg. 257.
(10) Derecho Civil Español,Común y Foral. T. l, pág. 248. (2 Derecho Civil. Parte General. 2, pág. 95.
(3) Instituciones de Derecho Civil. I. Parte General, pág. 224.
76 FERNANDO VIDAL RAMIREZ RELACION JURIDICA 77
terés -en el más amplio sentido de la palabra–o valor para sus titu- es perceptible por los sentidos es un bien incorporal, incorpóreo o
lares: valor o interés que procede de unos determinados bieneso inmaterial.
como tales considerados.
El Código Civil sólo distingue los bienes en inmuebles o mue-
bles. Son inmuebles, según el Art. 885: 1. El suelo, el subsuelo y
Concebido, pues, el objeto como todo lo externo al sujeto y
el sobresuelo. 2. El mar, los lagos, los ríos, los manantiales, las co-
sobre lo cual, o en torno a lo cual, se entabla la relación jurídica,
rrientes de agua y las aguas vivas o estanciales. 3. Las minas, cante-
puede constitu irse en objeto de la relación jurídica tan to los bienes
ras y depósitos de hidrocarburos. 4. Las naves y aeronaves. 5. Los
materiales o corporales (cosas) como los bienes inmateriales o in-
diques y muelles. 6. Los pontones, plataformas y edificios flotantes.
corporales, sean considerados como objeto en sí mismos y de los
7. Las concesiones para explotar servicios públicos. 8. Las conce-
cuales se sirve su titular, o como objetos susceptibles de tráfico ju-
siones mineras obtenidas por particulares. 9. Las estaciones y vías
rídico, y, en este sentido, como objeto de una prestación. Pueden
de ferrocarriles y el material rodante afectado al servicio. 10. Los
ser objeto, asimismo, los derechos personales (Supra No. 15.3),
derechos sobre inmuebles inscribibles en el registro. 11. Los demás
tales como las partes del cuerpo o los órganos o los tejidos suscepti-
bienes a los que la ley les confiere tal calidad. Son muebles, según
bles de disposición (Arts. 6, 7 y 8) y la iniagen y la voz (Art. 15). Y
el Art. 886: 1. Los vehículos terrestres de cualquier clase. 2. Las
lo pueden ser la propia reląción personal entre los cónyuges, la que
fuerzas naturales susceptibles de apropiación. 3. Las construcciones
se entabla con los hijos y, en general, las de parentesco (Arts. 234,
en terreno ajeno, hechas para un fin temporal. 4. Los materiales
235, 236, 237 y 238); así como la vocación sucesoria (Arts. 724
de construcción o procedentes de una demolición si no están unidos
y 816), en cuanto relación jurídica misma. al suelo. S. Los títulos valores de cualquier claseo los instrumentos
donde conste la adquisición de créditos o derechos personales(*).
6. Los derechos patrimoniales de autor, de inventor, de patentes,
28.1 Los bienes nombres, marcas y otros similares. 7. Las rentas o pensiones de
cualquier clase. 8. Las acciones o participaciones que cada socio
Los bienes, según definición de Castafieda(4), son todo aquello tenga en sociedades o asociaciones, aunque a éstas pertenezcan bienes
que es susceptible de apropiación privada y que puede procurar al inmuebles. 9. Los demás bienes que puedan llevarse de un lugar a
hombre una utilidad, representan un valor pecuniario y constituyen otro. 10. Los demás bienes no comprendidos en el Art. 885. Según
elementos del patrimonio. Son los elementos materiales o inmate- el Art. 889, las partes integrantes de un bien y sus accesorios siguen
riales que sirven de objeto a una relación jurídica. Etimológicamente, la condición de éste, salvo que la ley o el contrato permita su dife-
el vocablo bien deriva del latín bonum, que significa felicid ad, bie- renciación o separación. Es parte integrante lo que no puede ser
nestar. separado sin destruir, deteriorrar o alterar el bien (Art. 887) y,
son accesorios los bienes que, sin perder su individualidad, están
Los bienes se distinguen de las cosas, en una diferencia que permanentemente afectados a un fin económico u ornamental
va de género a especie: todas las cosas son bienes, pero no todos con respecto a otro bien (Art. 888). Los provechos que se obtengan
los bienes son cosas. Cosas son los bienes corporales o materiales, de los bienes pueden ser frutos o productos. Son frutos los que no
que, en su concepto más amplio, se les considera como todos aque-
Ilos bienes perceptibles por los sentidos. A contrario sensu, lo que no
(") La expresión "derechos personales' no está dada en la acepción que hemos adop-
(4) Instituciones de Derecho Civil. Los Derechos Reales. T. I, págs. 16 y 17. tado nosotros (Supra No. 15.3).
RELACION JURIDICA 79
78 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
alteran ni disminuyen la sustancia del bien (Art. 890) y, son produc- mento de un edificio aún por construirse, o cuando se adquieren co-
tos, los provechos no renovables que se extraen del bien (Art. 894). sas que deban medirse, contarse o pesarse. La posibilidad jurídica
está referida a que el objeto esté en el comercio, es decir, sea suscep-
tible del tráfico jurídico o que pueda entablarse la relación jurí
28.2 El patrimonio dica sin contravenirse el ordenamiento legal y jur ídico.
1) Tratado de Derecho Civil. T. I, Parte General 0, Vol. 2o., págs. 1009 y 1010.
84 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
LA PRESCRIPCION, EN GENERAL 85
La opinión de Ennecerus, que resume la de la doctrina alema- Ley de las XII Tablas, que prohibió la usucapión de las cosas robadas,
na, representa una corriente doctrinal muy acentuada en cuanto a introduciendo la idea del justo título y de la buena fe en la posesión.
un desarrollo dual de la prescripción: de un lado, la aquisitiva o usu- Bastante tiempo después, según el propio Petit, luego de haberse
cupativa y, de otro, la extintiva o liberatoria. Así, dentro de esta fijado por los jurisconsultos romanos las condiciones necesariaspara
corriente doctrinal una u otra clase de prescripción no tiene en co- la usucapión, apareció o tra institución destinada a proteger a los
mún sino que ambas se fundan en el transcurso del tiempo, pese poseedores de fundos, para los cuales no se aplicaba la usucapión y
al razonamiento atribuido a Giorgi en el sentido de que nadie puede que era la praescriptio longi temporis, la que luego, por obra de
conquistar un derecho si no es a expensas de quien lo pierde, por Justiniano, fue fusionada con la usucapión.
lo que la prescripción sería adquisitiva y extintita al mismo tiempo.
Sin embargo, noso tros estamos por la diferenciación de las dos
clases de prescripción desde que cada una constituye un instituto 33. LA PRESCRIPCION EN LA CODIFICACION CIVIL MODER-
jurídico distinto, con sus propias caracter ísticas, aún cuando puedan NA
tener, como sustento común, el transcurso del tiempo y que ambas
sean instituciones que se sustentan en el orden público. Con estos remotos antecedentes la Prescripción fue receptada
por el Código Francés de 1804, que la legisló en sus dos modalidades
El transcurso del tiempo es, pues, el que produce los efectos -como usucapión y como prescripción extintiva– en el Título Vigé-
jurídicos necesarios para que operen tanto la prescripción adquisi- simo, cuyo Art. 2219 establece que la prescripción es un modo
tiva como la extintiva. Por la primera, el simple poseedor de un de adquirir o de liberarse por transcurrir un espacio de tiempo, en
bien se puede transformar en propietario y, por la segunda, el titu- las condiciones determinadas por la ley'", para luego desarrollar su
lar de un derecho no podrá ejercitar útilmente la acción que le es tratamiento, tanto en lo atinente a la prescripción adquisitiva como
correlativa. en lo correspondiente a la prescripción extintiva. El tratamiento
que el Código Napoleón dispensó a la Prescripción influyó so bre los
códigos del siglo pasado y es así, como entre otros, los Códigos Ar-
32. ANTECEDENTES HISTORICOS gentino y Español, aún vigentes, reglamentaron los dos institutos de
la Prescripción como si fueran dos aspectos de una sola institución.
Los antecedentes históricos de la Prescripción la remontan al
Considerando inconveniente el tratamiento legislativo unitario,
Derecho Romano, que le da el perfil de Institución jurídica, prece-
la doctrina comenzó a formular un planteamiento dual -que es el
diendo la prescripción usucupativa a la extintiva. Según Petit(2), la
seguido por la codificación civil de este siglo-. fundándose en que
usucapio (de usu capear: adquirir por el uso) apareció en Roma co-
aparte del elemento fáctico del transcurso del ticmpo, los requisitos
mo un modo de adquirir la propiedad de las cosas por una posesión
suficientemente prolongada, siendo necesario para usucapir apoderar- ex igibles para una y otra Prescripción son distintos. Según anota
De Gasperi(3 ), razón tenía Savigny al impugnar por falsas las expre-
se de una cosa y hac r uso de ella. La inacción prolongada del pro-
pietario equivalía al a ɔando no tácito de su derecho y, al cabo de un siones adquisitiva"" y'extintiva" porque en su opinión no había
tiempo, la adquisició.a quedaba consumada en beneficio del posee- una "prescripción" que constituyera reglas sencillas, lo que llevó a la
dor. El peligro que significaba ese modo de adquirir lo remedió la
(2) Tratado Elemental de Derecho Romano, pág. 265. (3) TratadodeDerechoCivil. , pág.382.
86 FERNANDO VIDAL RAMIREZ LA PRESCRIPCION, EN GENERAL 87
doctrina a concluir en que no podía haber una teoría general de la Planteada la reforma del Código de 1936, como ponentes que
prescripción comprensiva de todas las relaciones jurídicas y de los fuimos ante la Comisión Reformadora, propugnamos el tratamien-
derechos que emergen de ellos, sean absolutos o relativos (Infra to dual de la Prescripción a fin de que la prescripción adquisitiva
No. 15.2). continuara librada al Libro de los Derechos Reales, por ser este
Acogiendo las ideas de Savigny, el Código Alemán, vigente instituto constitutivo de un derecho real, un modo de adquirir la
desde 1900, legisla por separado la usucapión, como un modo de propiedad de las cosas, y que la prescripción extintiva se llevará a un
adquisición de la propiedad de las cosas muebles, y la prescripción, Libro especial. Indicamos que el transcurso del tiempo -sustento de
como un modo de extinción de las pretensio nes. Similar tratamiento ambas clases de prescripción – en la prescripción usucupativa pro-
le otorga el Código Italiano, al legislar sobre la usucapión como un duce un efecto erga omnes, porque da lugar a la constitución de
efecto de la posesión y sobre la prescripción extintiva como modo un derecho real en favor del prescribiente lo que no ocurre en la
de extinción de los derechos. prescripción extintiva, que litbera al prescribiente únicamente respec-
to del sujeto con quien tenía entablada determinada relación juff
dica, a lo que debemos precisar ahora que no se trata de liberarlo
34. LA PRESCRIPCION EN NUESTRA CODIFICACION CIVIL atendiendo a la posición asumida por el Código, del cumplimiento
de una prestación, sino de reconocerle la posibilidad de oponer la
El Código Civil de 1852 no pudo sustraerse a la influencia del prescripción frente a la pretensión que contra él se quiera hacer
Código Napoleónico y, al igual que el chileno de 1855 y otros valer. Concluimos en que tan sustancial diferencia exim ía de mayor
códigos latinoamericanos, dio a la Prescripción el mismo tratamiento, abundamiento para justificar el mantenimiento del trato legislati-
al desarrollar bajo un mismo título, tanto la que denominó de domi- vo del Codigo de 1936, aunque, como hemos indicado, no sólo sus-
nio como la de acciones. El Código de 1936 acogió criterio distinto trayendo la prescripción extintiva de las obligacio nes sino insta-
siguiendo la corriente doctrinal impuesta por los pandectistas alema- lándola en un Libro especial(5).
nes que trazaron el distingo que se adoptó en el BGB.
Como se sabe, el Código Civil vigente desde el 14 de noviembre
La reforma del Código de 1852, que se plasmó en el Código de 1984 ha llevado la Prescripción Ex tintiva a un Libro especial -el
Civil de 1936, levó a la Prescripción Adquisitiva al Libro Cuarto de- Libro VII– que legisla también sobre la Caducidad. A la Prescrip-
dicado a los Derechos Reales, legislando separadamente la usucapión ción Adquisitiva, tanto mobiliaria como inmobiliaria, la legisla al ha-
inmobiliaria de la mobiliaria y, la Prescripción Extintiva, al Libro cerlo sobre los modos de adquisición de la propiedad (Arts. 950 y
Quinto dedicado al Derecho de las Obligaciones, aunque sin hacer 953) y sin reproducir la norma del Art. 876 del Código anterior. Se-
un radical desvinculación, ya que según el Art. 876, "rigen en esta gún el Art. 950, la propiedad inmueble se adquiere por prescripción
prescripción (la adquisitiva) las reglas establecidas para la extintiva mediante la posesión continua, pacífica y pública como propietario
en cuanto sean aplicables". Esta disposición fue calificada por Jorge durante diez años y, a los cinco años, cuando median justo título y
Eugenio Castafñeda(4) como "ilógica e incongruente, si se acepta buena fe. Por el Art. 951, la adquisición por prescripción de un
que la prescripción adquisitiva y la extintiva son institucio nes disí- bien mueble requiere la posesión continua, pacífica y pública como
miles, pues así parece haberlo entendido el legislador cuando las propietario durante dos años si hay buena fe, y por cuatro si no
instaló en diferentes Libros'". la hay. El Art. 952 faculta al prescribiente a entablar juicio para
(4) Instituciones de Derecho Civil. Los Derechos Reales, T. I, pág. 242. (5) Proyectosy Anteproyectos de la Reforma del Código Civil. T.'I1, págs. 695 y 696.
LA PRESCAIPCION EXTINTIVA 167
166 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
disposición al respecto, se extingue a los 10 años conforme al inc. 1
trataba con una persona que abusaba de su inexperiencia. El pretor
del Art. 2001.
no anulaba el acto sino que conced ía cn favor del menor la resti-
tutio in integrum que entranaba la rescisión del acto lesivo, La con- La acción de anulabilidad es prescriptible y lo es a los 2 años.
cepción romanista se irradió hasta el Derecho Moderno y, como EI inc. 4 del Art. 2001, sin repetir las causales de nulidad relativa,
señala Josserand(10), el Código Francés recogió ambos términos como lo hacía el Art. 1168, inc. 3o., que le sirve de antecedente
pero dándoles significación distinta: los contratos rescindibles son dice simplemente que se prescribe a los 2 años la acción de anula-
los afectados de un vicio especial, la lesión, y la acción de resci- bilidad, conforme a la propuesta que planteamos como ponentes
sión es la dirigida contra ellos. Para los Mazcaud(1 1) la acción de (12).
rescisión por lesión sigue las reglas de las acciones de nulidad relati-
va. Sin embargo, dicen, presenta un rasgo par licular: por tener su
causa la rescisión en la pérdida producida por una de las partes, si- 68.5 La acción revocatoria
gue siendo posible al otro contratante, si quiere cvitar las conse-
cuencias de la acción, reparar esa pérdida. Se trata de la acción pauliana que el Código considera como
una acción de ineficacia. Es la acción que puede hacer valer el acree-
Nuestro Codigo de 1852 se refirió a la nulidad relativa como dor frente a los actos fraudulentos de su deudor quc según el inc.
*Nulidad por vía de acción" y habló de la "rescindibilidad" de los 4 del Art. 2001 prescribe a los 2 años.
contratos al tratar sobre la misma. El Código de 1936, al darle asien- La acción pauliana tiene su origen en el Derecho Romano.
to a la acción de anulabilidad, le dio también sustantividad pro- Según Castán Tobeñas(13 ), fue el resultado de la unificación, lleva-
pia a la nulidad relativa y la diferenció clarannente de la rescisión. da a cabo por los compiladores justinianeos, de algunos recursos
Si bien quedó precisado el ámbito de la acción de anulabilidad,
o acciones existentes en el antiguo Derecho Romano, las que fueron
con el sustento de las causales de nulidad relativa, no ocurrió lo
tres: el interdicto fraudatorium, la restitutio in integrum ob itau-
mismo con la acción rescisoria la que no fue prescisada respecto de
dem y la actio personalis in factum o ex delicto. Pero la más gene-
la acción resolutoria.
ralizada versión es la de que la acción recibió cl nombre de un pretor
La sustantividad propia de la acción rescisoria tiene su funda- llamado Paulus, que la instituyó como un remedio contra los actos
mento en la figura jurídica de la lesión, que el Código de 1936, fraudulentos, esto es, contra los actos de disposición con los que
restringió al contrato de compra-venta de predios y que el Código el deudor sustraía bienes de su patrimonio con perjuicio a sus acree-
vigente ha hecho extensiva a todos los contratos en los que exista dores. El deudor cometía, pues, un delito persCguido con una ac-
desproporción entre las prestaciones al momento de celebrarse el cion penal que conducía a una condena pecuniaria por el mismo
contrato (Arts. 1447 a 1456). Para todo aquello en que la lesión valor que el de los bienes sustraídos, condena que quedaba sin
no sea el sustento para dcjar sin efecto un contrato, el Código ha efecto si el adquirente rest itu ía los bienes. Por cllo. era una acción
dado lugar a la acción resolutoria. Ambas son acciones personales, restitutoria o revocatoria y, además, tenía un carácter colectivo, pues
pero la rescisoria es caducible (Art. 1445) y no prescriptible; la reso- beneficiaba a todos los acreedores del deudor y no sólo al que ha-
lutoria que abarca una gama amplia de situaciones, es, en unos casos bía ejercitado la acción.
caducible (Art. 1445) y, en otros, prescriptible y, cuando no existe
(12) Revoredo de DeBakey, Delia. Código Civit Peruann. T. II, Parre I, pags. 717 y 718.
(10) Derecho Civil. T. II, Vol. 1o., págs. 236 y 237. (13) Derecho Civil Espariol, Común y foral. T. I, pág. 276.
(11) Lecciones de Derecho Civil. Parte II. Vol. I, pág. 386.
168 FERNANDO VIDAL RAMIREZ LA PRESCRIPCION EXTINTIVA 169
Con el transcurso de los siglos, la acción pauliana fue experi- revocatoria de toda otra acción y con ese nomen juris la postulamos
mentando una marcada evolución, pues fue perdiendo su originario en nuestro Anteproyecto. Sin embargo, atendiendo al tratamiento
carácter penal. El Derecho Moderno la receptó en el Código Napo- que se le da en los Arts. 195 y siguientes del Codigo, como remedio
león y de él se irradió a toda la codificación civil. Es así como lega pauliano ante el fraude con el carácter de acción de ineficacia. nos
a nuestra codificación considerándo sele como una acción de nuli- asaltan dudas sobre si realmente se lè puede seguir llamando acción
dad en el Codigo de 1936 y, ahora, en el de 1984, como una de ine- revocatoria. Creemos que ya no, por el especial carácter que le da
ficacia. el Código, que la reconoce como una acción de ineficacia. Y. para
El Codigo de 1936 le dio a la acción pauliana el carácter de una evitar confusiones, consideramos que lo más propio es lamarla.
acción de nulidad, usando indistintamente los vocablos revoca- simplemente, acción pauliana.
ción'" y "nulidad", en los Arts. 1098, 1099, 1100 y 1101. De la
Exposición de Motivos de Olaechea(14) se deduce tal carácter, lo
que confirmó de manera indubitable en el Art. 1125, inc. 20., que 68.6 La acción indemnizatoria por responsabilidad extracontrac-
señaló el fraude como causal de anulabilidad del acto jurídico. tual
El Codigo vigente, siguiendo a la mod erna doctrina que rechaza Se trata de la acción indemnizatoria derivada del daño causado
la teoría de la nulidad en relación con la acción pauliana, le ha dado, por dolo o culpa y sin que el autor del daño y la víctima hayan sido,
como hemos indicado, el carácter de una acción de ineficacia y cuida previamente, sujetos de una relación jurídica. A la respo nsabilidad
la uniformidad de la terminología en el articulado que la norma. Me- por el daño causad o se le ha venido a llamar ex tracontractual en
diante el ejercicio de esta acción el acreedor puede pedir que se de- contraposición al que resulte de la inejecución de obligaciones con-
claren ineficaces respecto de él los actos de dispo sición del patrimo- vencionales o contractuales, cuya acción indemnizatoria está some-
nio por los cuales el deudor origine perjuicio a su derecho (Art. tida al plazo ordinario de 10 años.
195) y, por los mismos fundamentos, los actos co nstitutivos de ga-
rantías (Art. 196). La acción, como puede apreciarse, ha perdido, La acción a la que se refiere el inc. 4 del Art. 2001, de la que
además, su carácter de colectiva, por cuanto la ineficacia es sólo ahora se trata, es la que se dirige a hacer cumplir la obligación de
respecto del acreedor que insta. reparar un daño injustamente causado. Tuvo su aparición en el De-
recho Romano cuando med iante la Lex Aquilia se fueron precisando
La prescriptibilidad de la acción revocatoria o pauliana fue pre- los hechos que debían ser reparados, haciéndose extensiva la acción,
vista en el Derecho Romano y con esta característica fue recepcio- por obra del pretor, a la generalidad de los daños causados injusta-
nada también en la codificación civil mnoderna, aún cuando ha sido mente.
objeto de diversos plazos prescriptorios.
En el Derecho Moderno fue receptada por el Cödigo Napoleón
Nuestro Código Civil vigente, como el anterior de 1936, le fija en relación al principio general de la responsabilidad derivada de
un plazo prescriptorio de 2 años en el inc. 4 del Art. 2001. La nor- los delitos y cuasidelitos, que nuestro Código de 1852 definió como
ma, de la que fuimos ponentes(15) cuidó de distinguir la acción los hechos practicados intencionalmente, en el Art. 2189, y como
los hechos ilícitos cometidos sólo por culpa y sin dolo. en el Art.
2190. EI Código Alemán varió la terminología por la de acto ilícito.
abarcando bajo este solo concepto el dolo y la culpa, lo que tam-
(14) Exposición de Motivos del Libro Quinto del Proyecto de Código Civil, påg. 6. bién hizo nuestro Código de 1936 al conceptuar el acto ilicito en
(15) Revoredo de De Bakey, Delia. Código Civil Peruano. T. I1, Parte I, págs. 717 y 718.
170 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
el principio general contenido en el Art. 1136: Cualquiera que LA PRESCRIPCION EXTINTIVA 171
por sus hechos, descuido o imprudencia causa un daño a otro está
obligado a indemnizarlo". EI Código Italiano ha venido a variar la cosas al estado anterior al acto lesionante y así la receptó el Codigo
expresión de acto ilícito por la de hecho ilícito, señalando en su del siglo pasado en su Art. 2288: "Por la restitución se reponen
Art. 2043 que "Cualquier hecho doloso o culposo, que ocasiona a las cosas al estado en que se hallaban antes de causarse la lesión".
otro un daño injusto, obliga a aquel que ha cometido el hecho a
resarcir el daño". Pero como anotó el maestro(18), el inc. 7o. del Art. 1168 del
Código de 1936 sólo hizo mención a la acción contra los padres,
Nuestro Código Civil vigente, en su Art. 1969, bajo cl epígrafe pues el Código contenía disposiciones especiales contra los tutores
de Responsabilidad Extracontractual reitera el principio general: y curadores con sus respectivos plazos de extinción para las accio-
*Aquel que por dolo o culpa causa un dafño a otro está obligado a nes. Por eso, la norma del inc. 4 del Art. 2001 del actual Codigo,
indemnizarlo". Dentro del ámbito de este principio general, resulta que está tomada de nuestro Anteproyecto(19), la hace extensiva a
indemnizable todo daño producido a un sujeto sin que exista una todos los representantes de incapaces y reduciendo el plazo a 2
previa relación jurídica con el responsable del daño, la que se entabla, años -el antecedente lo había fijado en 3 años- pues "los menores
precisamente, como consecue ncia del dafño causado que es el que e incapaces no sólo pueden reclamar contra sus padres, sino tam-
legitima el ejercicio de la acción indemnizatoria, la que prescribe, bién contra sus tutores o curadores"(20). La disposición es de
conforme al inc. 4 del Art. 2001, a los 2 años. aplicación general, salvo plazo distinto establecido en norma dis-
tinta.
la prescripción y la caducidad, por lo que ahora la aclaración la de la Lama(25 ). en 1883 la Delegción Aposlolia comunicó a la
vamos a hacer por cuanto en alguna oportunidad hemos sostenido Curia de Lima las Indicaciones Sumarias segün a Doctrina y Prác-
la incaducibilid ad de la acción de nulidad de matrimonio. ticu de las Sugradas (ongregciones Romanas, en as qte e indicaba
que "en virtud del Derecho Canónico la avción para pedir la nulidad
En el Anteproyecto(21 ) que propusimos y que en el Proyecto del matrimonio no prescribía nunca". Las leyes de 23 de diciembre
de la Comisión Reformadora tuvo el numeral 2084. postulamos de 1897 y de 23 de noviembre de 1903. que reconocieron la validez
que "Sólo los derechos patrimoniales son susceptibles de prescrip- del matrimo nio civil para los no católicos. se remitieron a las dis-
ción y que ésta. opera cuando no se ejercita la acción en cl plazo posiciones del Código Civil husta la secularización del matrimonio
establecido por la ley" y que *la prescripción no opera cuando se para los católicos por disposición del Deereto-Ley No. 6889 de 4
trata de los derechos relativos al estado de las personas y a los de de octubre de 1930. Desde entonces y lucgo con el Codigo Civil
familia". En la Exposición de Motivos(22) explicamos que el fun- de 1936, el único matrimonio válido era el matrinonio civil. esta-
damento de la regla era que se trataba de derechos expatrimoniales. bleciendo la imprescriptibilidad de la acción de nulidad en el Art.
Así lo sostuvimos también en una serie de artículos periodísticos 153.
cuando el Proyecto fue sometido a debate público, llegando a sos-
Ahora bien, el Ait: 276 tiene conmo antecodente el Art. 153
tener que dentro de la gama de acciones caducibles quedaba com-
prendida la de nulidad de matrimonio(23). del Cödigo de 1936. cuya inpeseriptiviid.al enplici Imilio I. Va-
verde(26) en la grave trawndencia tel acto nuko que conNisle en
el inválido y pretendido Oncierlo dl laZO nupcial", lo que no de-
Ahora bien, al suprimirse la norma que propusimos y al haberse
bía producir su prescripción trcintanaria (Supra No. 68.1) como
adoptado la contenida en el Art. 1983, según la cual "La preserip-
en el caso de nulidad de n looonrato, qu lhacivndohnca-
ción extingue la acción pero no el derecho mismo", no puede ya
pié en que la inprescripibilidat no lna un riyor ubsolulo n
sostenerse la incaducibilidad de la acción de nulidad de matrimo-
razón a los Arts. 136 y 139 que estableciu plazos de caducidad para
nio, sino su imprescriptibilid ad. De ahí, que dejamos aclarada y
el ejercicio de la acción. Corncjo Chávez(27) sostuvo tambićn la
pręcisada nuestra posición respecto de la norma dcl art. 276 y que en
imprescriptibilidad de la acción de nulidad de matrimonio "porque
nuestra opinión, tal acción sea imprcscriptible, como en su oportuni-
así lo declara, aunque con restricciones, el Art. 153". Como se
dad la propuso Cornejo Chávez(24). su ponente.
sabe, el Código de 1936 no legisló sobre las reglus generales de la
La nulidad del matrimonio ha sido considerada desde el Dere- caducidad -lo que sí hace cl vigente en cl Título I| del Libro VIll
cho Romano y en el Derecho Canónico. Nuestro Código de 1852, dejando librado al intérprete establecer cuándo el cjercicio de la ac-
aún cuando sometió la celebración del matrimonio a las formalida- ción estaba sometido a un plazo de caducidad y cuando a uno de
des establecidas por la lglesia en el Conciclio de Trento (Art. 156), prescripción. El Código que lo ha derogado sí ha cuidado de hacer
permitió la nulidad del matrimonio por las causas seña ladas en el el distingo, aunque incurriendo en el ya señalado defecto del Art.
articulado pertinente y estableciendo plazos de caducidad para 276.
las acciones que pudieran sustentarse en cllas y sin co nsagrar la .
imprescriptibilidad de la acción. Según consigna Miguel Antonio La acción de nulidad que venimos estudiando es la de la nuli-
dad absoluta a que se refiere el Art. 275 que contiene una norma
(21) Proyectos y Anteproyectos de la Reforma del Código Civil. T. II, pág. 692. (25)
(22) Ibidem, pág. 698. Código Civil. Anotado y Concordado (1852), påg. 508.
(23) El Comercio, 14 de marzo de 1983. (26) EI Derecho de Familia en el Código Civil Peruano. T. I, pág. 346.
(27) Derecho Familiar Peruano. T. I, pág. 134.
(24) Revoredo de DeBakey, Delia. Cdigo Civil Peruano, T. I. Parte I, pág. 282.
LAPRESCRIPCION
EXTINTIVA 175
174 FERNADO VIDALRAMIREZ o contra sus herederos. La norma registra como antecedentes los
similar a la del Art. 220: "La acción de nulidad debe ser interpuesta Arts. 308 y 309 del Código de 1936 -que a su vez tuvieron como
antecedente el Art. 227 del Código de 1852- y está tomada de la
por el Ministerio Público y pude ser intentada por cuantos tengan
en ella un interés legítinmo y actual. Si la nulidad es manifiesta, el propuesta de Cornejo Chávez(29). La imprescriptibilidad la explica
Cornejo Chávez(30), al criticar el Art. 308 del Código anterior
Juez la declara de oficio. Sin embargo, disuelto el matrimonio, el
Ministerio Público no puede intentar ni proseguir la nulidad ni el en cuanto no hacía referencia exXpresa -como si la hace el numeral
Correspondiente del actual- a la posibilidad de dirigir la acción con-
Juez declararla de oficio'". Las causales para la nulidad están enu- tra los hered eros del o de los padres, ya que la acción está expedita
meradas en el Art. 274, que establece plazos de caducidad para mientras dure la vida del hijo, pues a partir de su fallecimiento la
los casos de enfermedad mental (inc. 1), de sordomudez, ciegosor- acción se extingue a los dos años.
dez y ciegomudez (inc. 2) y de bigamia (inc. 3); y. somete a la im-
prescriptibilidad de la acción, los casos de los co nsanguíneos o afi- La acción declaratoria de la filiación matrimonial está com-
nes en línea recta (inc. 4), de los consanguíneos en segundo y tercer prendida entre las llamadas acciones de estado y puede entenderse
grado de la línea colateral (inc. 5), de los afines en segundo grado referida no sólo a que se reco nozca la posesión de estado sino tam-
de la línea colateral (inc. 6), del condenado por homicidio doloso biển al título que deriva de la partida de matrimonio de los padres,
(inc. 7), de quienes contraigan matrinonio con prescindencia de contra uno o ambos padres y aún contra los herederos de éstos (Art.
los trámites previstos en el Codigo (inc. 8) y de los contrayentes de 373). La filiación deberá demostrarse con la posesión constante del
mala fe que lo celebran ante funcionario incompetente (inc. 9). estado o por cualquier otro medio siempre que exista un principio
La caducidad de la acción en unos casos y la imprescriptibilidad de prueba escrita que provenga de uno de los padres, constituyendo
de la misma radica en la naturaleza jurídica del matrimonio que, se- la sentencia la prueba definitiva de la filiación matrimo nial (Art.
gún Cornejo Chávez(28), como acto es un contrato y como estado 375).
es una institución. Como acto jurídico, dentro de la sistemática del
Código, la capacidad de los contrayentes supone la ausencia de impe- Si bien, como hemos indicado, la imprescriptibilidad ha sido
dimentos y las formalidades para su celebración; como estado, las establecida para que el hijo en vida accione para que se declare su
relaciones personales y patrimoniales entre loS cónyuges y las de filiación matrimonial, la acción es transmisible a sus herederos y
éstos con los hijos. De ahí, cntonces, la caducidad de la acción en caduca a los 2 años, si murió antes de cumplir 23 años sin haber ac-
los casos previstos y la imprescriptibilidad de a misma y que la ac- cionado, si devino incapaz antes de cumplir la indicada edad y mu-
ción que corresponde al cónyuge contorme al Art. 279, cuando es rió en el mismo estado, o si dejó iniciado el juicio, caso en que no
iinprescriptible, sea intra nsmisible a los hercderos quienes pueden existe plazo de caducidad puesto que la acción está incoada y los
continuarla si ya estaba iniciada por su acusante. Sin embargo, como herederos se convierten en titulares de la misma (Art. 374).
lo postula en el mismo Art. 279, los herederos tiencn el derecho de
accionar por sí mismos como legítimos interesados en la nulidad. 69.3 La acción declaratoria de la filiación extramatrimonial
69.2 La acción declaratoria de la filiación matrimonial Según el Art. 410 No caduca la acción para que se declare la
filiación extramatrimonial'", Ya al ocuparnos de la acción de nulidad
Según el Art. 373 es imprescriptible la acción del hijo para que
se declare su filiació 1 y puede intentarla contra cl padre y la madre
(31) Revoredo de DeBakey, Delia, Código Civil Peruano. T. I, Par te I, pág. 419.
LA PRESCRIPCION EXTINTIVA 179
PRESCRIPCION DE LAS ACCIONES REALES Las acciones in rem también se dividieron en acciones civiles y
acciones pretorianas, según se originaran en el jus civiles o fueran
concedidas por el pretor. Las principales acciones in rem civiles fue-
70. PREMISA ron el rei vindicatio, por la cual un propietario desposeído podía
hacer valer su derecho de propiedad; la acción negatoria, por la cual
Habiendo ya considerado la prescripción de la acción personal
un propietario pod ía oponer su derecho a toda otra persona que
corresponde, ahora, considerar la de la acción real. Al hacerlo es
atentara contra su propiedad; la acción confesoria, por la que se ha-
conveniente tener presente lo expuesto en la premisa (Supra No.
cía valer el derecho de servidumbre; y, la acción petitoria de heren-
66) con la que iniciamos el estudio de la prescripción de la acción
cia, por la cual el heredero no sólo pedía de reconocimiento como tal
personal y agregar que, contrario a lo que ocurre con ésta, la acción sino también participar en la masa de bienes causada por el de
real mantiene el concepto originario y que su ámbito es el que cujus. Las principales acciones in rem pretoriańas fueron la acción
corresponde exclusivamente a los derechos reales (Supra No. 15.6). publiciana (en homenaje a un pretor llamado Plubium), por la
cual se favorecía a quien estaba en la posibilidad de usucapir y por
ello, si era desposeído, se le conced ía un rei vindicatio que se cali-
71. ORIGEN Y CONCEPTO DE LA ACCION REAL ficaba de ficticia, pues la ficción consistía en que el actor era tratado
como si ya hubiera usucapido; y, la acción hipotecaria, por la cual
La acción real es la que se ejercita en defensa de los derechos el acreedor hipot ecario que no hubiera sido pagado podía reclamar
que no están en la esfera de los personales. Su concepto inicial está la cosa hipotecada a cualquiera que la detentara y a forzar su en-
dado por una contraposición al de la acción personal. trega.
Como ya lo hemos expuesto (Supra No. 67), al igual que en La codificación civil moderna receptó el concepto romanista
la acción personal, los romanistas coinciden en establecer el origen de la acción in rem. El Côdigo Napoleón le fijó un plazo para su
de la acción real como resultado.de la summa divisio de las acciones prescripción, en una referencia genérica en el Art. 2262, de 30 años.
en acciones in rem y acciones in personam, establecida en ls Insti- Nuestro Código de 1852 le fijó un plazo prescriptorio de 20 afios,
tutas de Gayo y Justiniano. con referencia específica a la acción hipotecaria (Art. S60 inc. 40.).
El Código Alemán comprendió en el plazo de 30 años, fijado como
Al igual que la acción personal, la actio in rem apareció tam- plazo ordinario, la prescripción de pretensiones vinculadasa derechos
bién con el procedimiento formulario. Pero, según Petit(1 ), en la reales. Nuestro Código de 1936, en referencia genérica a la acción
intentio de la fórmula no era necesario que figurara el nombre del real, le fijó un plazo prescriptorio de 20 años (Art. 1168 inc. lo.).
demandado y no contenía tampoco demonstratio. Por estas y otras El Código Italiano la comprende en el plazo ordinario de 10 años,
diferencias una acción no podía ser a la vez in rem e in personam, conforme al Art. 2946. Por último, nueströ vigente Código, tam-
bién con referencia genérica, hace prescribir a la acción real a los
10 años (Art. 2001, inc. 1).
(1) Tratado Elemental de Derecho Romano, págs. 651 y 652.
180 FERNANDO VIDAL RAMIREZ LA PRESCRIPCION EXTINTIVA 181
Como puede apreciarse, pues, la codificación civil viene man- obligación por el deudor, puesto que por su carácter accesor io es-
teniendo el criterio de distinción entre acciones reales y personales. tán sometidas a las correspondientes acciones perso nales que emer-
Sin embargo, la doctrina tiene ya planteada la revisión de este cri- gen del derecho creditorio; sin embargo, el Art. 1117 -para el caso
terio de distinción. Recordemos que la acción, como sinónimo de de la hipo teca- considera que existe acción real cuando la exigibi-
derecho a la jurisdicción, es una sola, cualquierà que sea la preten- Jidad se hace al tercer adquirente del bien hipotecado, así como
sión que en ella se haga valer, pues el derecho que es objeto de la el Art. 1069 en cuanto a la realización de la prenda.
pretensión podrá ser real o personal, sin que por ello varíe en nada
la naturaleza de la acción.
73. LA PRESCRIPCION Y EL NO USO
Pero como la denominación de acción real sigue siendo utiliza-
da tanto en la doctrina como en la codificación -como ha ocurrido Aún cuando el Codigo ha tomado posición definitoria en cuan-
con nuestro vigente Código Civil-, y como el concepto de la misma to a la prescripción extintiva al dejar claramente establecido que
es restrictivo pues se refiere únicamente a los derechos reales (Supra ella consiste en la extinción de la acción (Supra No. 39), legisla
No. 15.6), es conveniente dejar establecido que el concepto con dos casos de prescripción extintiva por el no uso del derecho. Se
que la acción real ha sido instalada en nuestro ordenamiento sustan- trata de la extinción del usufructo por el no uso del derecho durante
tivo es el tradicional. De este modo, si los derechos reales son el cinco años en el Art. 1021 inc. 2 con explícita mención de la pres-
poder jurídico que recae sobre una cosa y es erga omnes, la acción cripción, y de la extinción de la servidumbre también por el no
real puede ser dirigida contra cualquiera, es adversus omnes. uso durante cinco afños en el Art. 1050 en el que la referencia a la
prescripción resulta de los antecedentes del numeral durante el pro-
ceso de reforma del Codigo de 1936.
72. ACCIONES REALES PRESCRIPTIBLES
La extinción del usufructo por prescripción estuvo prevista en
Como ya hemos señalado, el Art. 2001, inc. 1, fija en diez años el Código de 1936, cuyo Art. 948 dispuso que Se adquiere y se
la prescripción de la acción real, si la ley no dispone un plazo dife- pierde por prescripción el usufructo de un bien si se posee o se
rente o, si ella misma, no declara su imprescriptibilidad. La referen- deja de poseer por el tiempo y con las condiciones establecidas
cia del inc. 1 del Art. 2001 constituye, pues, una norma general y para la propiedad'", que, a su vez, tuvo su antecedente en el Art.
debe entenderse aplicable a toda acción real que no se rija por nor- 1084 inc. 3o., del Código de 1852, pero referido únicamente a
ma especial, sea a un plazo prescriptorio abreviado o a su no extin- la adquisición del usufructo. La ex tinción de la servidumbre por
ción por el transcurso del tiempo. prescripción si bien no tuvo norma expresa en el Código de 1936
-y por eso la del Art. 10s0 no tiene antecedente-. Jorge Eugenio
Con la advertencia de que la acción reivindicatoria -que es la
Castañeda(2) ha dejado cxpuesta la opinión de que sí se extinguía
acción real por excelencia-- no prescribe (Art. 927), son acciones
por prescripción por interpretación de los Arts. 970 y 973 y que
reales prescriptibles, entre otras, las acciones posesorias (Art. 921) ella se producía por el no uso.
que pueden utilizarse en defensa de la posesión, la acción de des-
linde (Art. 966) y, en general, las acciones que resulten de la media- Durante el proceso de reforma del Codigo de 1936, la cues-
ner ía, usufructo, uso, habitación, superficie, servidumbre o cual- tión ha sido abordada tanto por Jorge Avendaño Valdez como
quier otro derecho real a las que la ley no declare imprescriptibles.
Las acciones que resultan de los derechos reales de garantía, no se
(2) Instituciones de Derecho Civil. Los Derechos Reales. T. IL, págs. 222 y 223.
consideran de carácter real cuando se dirigen al cumplimiento de la
182 LA PRESCRIPCION EXTINTIVA 183
FERNANDO VIDAL RAMIREZ
Su conexión, desprendidas las normas del proceso de su formación y
de la "voluntad del legislador", indudablemente que la del Art. 1050
por Lucrecia Maish Von Humboldt. En el Anteproyecto de Jorge no presenta problema alguno porque de su texto no se puede inferir
Avendaño(3) se propuso que se perdía el usufructo por prescrip- otra cosa que una extinción de las servidumbres por el no uso. Pero
ción si se dejaba de poseer durante los plazos establecidos para lo mismo no resulta del inc. 2 del Art. 1021 en que la mención a la
perder la propiedad, explicándose en la Exposición de Motivos(4) prescripción es expresa.
que la propuesta se basaba en el Art. 948 del Código de 1936. Por
su parte, Lucrecia Maish(5), siguiendo a Eleodoro Romero Romaña Como lo hemos indicado al inicio, el Código ha tomado una
y a Jorge Eugenio Castañeda, ad mitió el no uso como causal de posición definitoria en cuanto a la prescripción, pues sólo puede
extinción del usufructo y, considerando 1a necesidad de establecer entenderse que extingue la acción. Aún cuando Lucrecia Maish(12),
un plazo para la prescripción por tal causa, propuso el de 10 afños, al comentarlo no lo vincula ya con la prescripción, creemos que es
el que fue consignado en el inc. 7 del Art. 237 de su Anteproyecto un grave defecto del Código, que en alguna medida hay que salvar
(6), cuya fórmula fue finalmente aceptada y, con la reducción del mediante la interpretación doctrinal. Debe entenderse, simplemente,
plazo a 5 años, pasó a constituir el inc. 2 del Art. 1021(7). como una causal de extinción del usufructo por el no uso.
En cuanto a la extinción de la servidumbre, Avendaño (8) pro- 74. ACCIONES REALES IMPRESCRIPTIBLES
puso un no uso durante 10 afños, explicando en su Exposición de
Como hemos visto (Supra No. 72) el inc. 1 del Art. 2001 en
Motivos(9) que era conveniente hacerlo "en vista que el Art. 973
su referencia genérica a la acción real, establece un plazo de pres-
de Código actual (1936) alude a la prescripción extintiva de la
cripción para todas aquellas acciones reales a las que le ley no les
servidumbre tan sólo de. manera indirecta'". Lucrecia Maish(10),
fija un plazo diferente. De ahí también, que la ley pueda establecer.,
atendiendo a las observaciones de Romero Romaña respecto del
como en efecto lo hace, la imprescriptibilidad de alguna acciones
Código de 1936, propuso en su Anteproyecto(1l) una extinción
reales, las que vamos a considerar atendiendo a sus numerales or-
por el no uso durante cinco años, aunque sea causado por caso for-
dinales.
tuito o fuerza mayor y un plazo prescriptorio de 10 años si el pro-
pietario del predio sirviente podía probar el no uso. El Código en
su Art. 1050 ha dispuesto, como se sabe, que "Las servidumbres se 74.1 La acción petitoria de herencia
extinguen en todos los casos por el no uso durante cinco años'".
Según el Art. 664, que la declara imprescriptible, "la acción de
petición de herencia corresponde al heredero que no posee los bie-
Atendiendo al criterio objetivo de la interpretación, que consis-
nes que le pertenecen, contra quien los posea en todo o en parte a
te en atribuir a las palabras su significado propio y el que resulte de
título de heredero, para excluirlo o para concurrir con él". Esta
acción, como hemos visto (Supra No. 71) es de origen romanista
y por ella no sólo se pide el recono cimiento de la calidad de here-
(3) Proyectos y Antepro ectos de la Reforma del Código Civil. T. I, pág. 778. dero, sino la reivindicación de la herencia contra aquellos que la
( 4 lbidem, pág. 804.
( 5) Ibidem, pág. 873. poseen pro herede.
( 6 De los Derechos Real s, pág. 171.
(7) Revoredo de DeBak , Delia, Código Civil Peruano. T. I. Parte I, págs. 968 y 969.
(8) Proyectos y Antepro yectos de la Retorma del Côdigo Civil. T. I, pag. 781.
(9) Ibidem, pág. 805.
(10) lbidem, pág. 883. (12) Cód igo Civil Peruano. T. V. Parte ll, pág. 223.
(11) De los Derechos Ree s, págs. 199y 200.
184 FERNANDO VIDAL RAMIREZ LA PRESCAIPCION EXTINTIVA 185
Pese a que en su origen la acción petitoria de herencia fue En el vigente Código Civil, en su Art. 664(19), no se ha recogi-
concebida como una actio in rem, hay elaboración doctrinaria que do, en su totalidad, el planteamiento de Lanatta al delimitarse el ám-
la considera como una acción personal en razón de que supone la bito de la acción petitoria de herencia únicamente por herede, y al
delaración de heredero del actor. Sin embargo, la doctrina domi- consagrar su imprescriptibilidad adversus omnes y no sólo entre cohe-
nante le reconoce el carácter de acción real siendo esta la posición rederos.
de la doctrina nacional, resumida por Lanatta( 1 3) y. poco antes de
la promulgación del actual Código, por Augusto Ferrero(14), am- La acción reivindicatoria de herencia, a que se refiere el Art.
bos en relación al Código de 1936. y posteriormente ratificada 665, se rige, en cuanto a su vigencia en el tiempo, por las reglas
establecidas para la acción reivindicatoria en general. No es ya
por Lanatta, ponente del Libro de Sucesiones en el nuevo Código
(15), así como por Ferrero(1 6). prescriptible, como lo era en el Código de 1936.
(20) Institu cio nes de Derecho Civil. Los Derechos Reales. T. I, pág. 234.
(21) Proyectos y Anteproyectos de la Reforma del Código Civil. T. II, págs. 711. (221 Proyectos y Anteproyectos de la Reforma del Código Civil. T. I, pág. 769.
(23) De los Derechos Reales, pág. 108.
188 FERNANDO VIDAL RAMIREZ LA PEESCRIPCIONEXTINTIVA 189
prescripción los bienes comunes". Como se sabe, la partición es también pod ía exigir la partición el acreedor de uno o más condó-
uno de los modos de extinción de la copropiedad (Art. 992, inc, 1) minos, repitiendo el concepto del Art. 903 del Código de 1936
y consiste en la operación de permuta que realizan los copropietarios. pero expresado en términos positivos, según expresó en la Expo-
cediendo cada uno el derecho que tiene sobre los bienes que no s sición de Motivos(27). Lucrecia Maish(28) fue más precisa en cuanto
le adjudiquen, a cambio del derecho que le ceden en los que se le a la imprescriptibilidad de la acción de partición. Finalmente, la
adjudican (Art. 983). La acción se ejercita en defecto de partición Comisión Revisora optò por reiterar el tenor del Art. 902 agregando
convencional y corresponde a cualquiera de los copropietarios o la referencia a los sucesores.
condóminos.
La acción de partición tiene su origen en el Derecho Romano. Vista la acción de partición desde la perspectiva de la praes-
Según Petit(24), cuando los condóminos no pod ían ponerse de acuer- criptium actionum, la imprescriptibilidad se explica por las razones
do cada uno de ellos tenía derecho a provocar la partición judicial, expuestas por Jorge Eugenio Castañeda y con lla no sólo se favo-
ejercitando la acción comuni dividundi, cuando se trataba de copro- recen los copropietarios sino también sus acreedores (Art. 984).
pietarios, o la acción familias erciscundae. en caso de sucesión indi-
visa entre herederos. Estas dos acciones. fusionadas, fueron recepta-
das por el Derecho Moderno.
No creemos que la sentencia que aipara un derecho y ordena Según el Art. 2001, inc. 4, la actio iudicati derivada de una
el cumplimiento de una prestación haga operar una novación. Una sentencia que fija una pensión de alimentos prescribe a los 2 afios.
pretensión de derecho cambiario -como ejemplifica Couture(7)-
sigue siendo cambiaria luego de la sentencia. Por otro lado, inte-
rrumpida la prescripción con la citación de la demanda (Art. 1997
inc. 3), o por oponer judicialmente una compensación (Art. 1997
inc. 4), y pronunciad a la sentencia, la prescripción comienza a
correr nuevamente, sólo que se requiere del plazo de 10 años pre-
visto para la actio iudicati y no el que le correspond ía a la acción
que fue incoada si estuvo sometida a un plazo distinto lo que no
significa una novación de la pretensión. La pretensión seguirá siendo
de la misma naturaleza, sólo que sometida al plazo prescriptorio
T)
( 2)
Bejarano. Obligaciones Civiles, pag. 497.
Tratado Elemental de Dere cho Romano, págs. 572 y 573.
LA CADUCIDAD 199
198 FERNANDO VIDAL RAMIREZ
y, en los cien días siguientes al fallecimiento del testador, de no confundirse con el plazo de prescripción, pues transcurrido el dere-
haber contraído matrimonio o haber procreado, las liberalidades cho de que se trata ha dejado de existir, mientras que al cumplirse
quedaban sin efecto, caducaban. la prescripción el derecho sólo está paralizado mediante una ex-
cepción. Esta corriente doctrinal se resume en a temporalidad de
Como puede colegirse, el origen de la caducidad explica que ciertos derechos que vienen a ser caducibles, precisamente, porque
se utilice la expresión como indicativa de la pérdida de un derecho nacen con una vigencia limitada.
y que con esta acepción la recoja el Diccionario de la Lengua Es- Pero además de vincularse la caducidad con el transcurso del
pañola. El vocablo viene del verbo latino cadere. que significa caer. y. tiempo, su idea denota la pérdida o la extinción de un derecho.
en su signiticado jurídico, cs una sanción que hace perder o impide Como ya hemos advertido caducidad proviene de cadere, caer, y
nacer un derecho, 0. la decadencia o pérdida de un derecho porquc por ello conduce a la idea de decadencia o pérdida, que se produce
no se ejercita, dentro del plazo cstablecido por la ley, la acción
si mediando un periodo de tiempo no se ejercita un derecho o
necesaria para su preservación.
no se da cumplimiento a un acto, lo que implica una sanción. Por
ello, se usa la expresión para hacer referencia a lo que pierde virtua-
Con uno u otro significado, la caducidad, como institución
lidad jurídica, como es el caso de la caducidad de un testamento
jurídica ha sido acogida por la codificación civil moderna, vinculán- por las causales previstas en la ley (Arts. 805, 806 y 807), o, cuando
dosele al transcurso del tiempo y. por ello, confundićndosele con el deudor pierde el derecho a utilizar el plazo (Art. 181). Sin em-
la prescripción extintiva. Ha sido, pues, la doctrina la que ha ido bargo, debe precisarse que en casos como los de los ejemplos seña-
relievando la ex istencia de la caducidad, reconociéndole semejan- lados, la caducidad toma un sentido y una connotación propias,
zas con la prescripción pero sin identificarla con ella y, por su origen que no son las que deben desarrollarse para el estudio de la cadu-
histórico, se ha ido reconociendo su autonom ía por separación de cidad siguiendo el postulado del Art. 2003 de nuestroCôodigoCivil.
la prescripción. Como apunta García Amigo(3). la gran preocupa-
ción de la doctrina es la identificación de los caracteres comunes y La caducidad como un modo de extinción de derechos por
la de señalar sus notas diferenciadoras. el transcurso del tiempo -que es la que interesa al propósito de
este estudio– fue incorporada a la codificación civil moderna. Asi,
En la delimitación de su concepto, la idea de la caducidad se el Code Civil la receptó en los plazos para la celebración del matri-
ha ido siempre refiriendo al transcurso del tiempo, a un plazo. Así., monio a partir de la publicación de los edictos, para hacer valer
en la doctrina francesa, se la denomina plazo prefijado, que Josse- ciertos casos de nulidad de matrimonio, para la negación del hijo
raud(4) define como el plazo que concede la lcy para hacer valer por el marido, para la investigación de la paternidad natural, para
un derecho, para realizar un acto determinado, y que tiene carác- la acción rescisoria por lesión, para el ejercicio del retracto, entre
ler fatal: una vez transcurrido. y ocurra lo que ocurra, el derecho otros, según los ejemplos utilizados por Josserand(6). El Código
no puede ser ejercitado. el acto no puede ser ya cumplido: el retar- Alemán hizo lo propio en relación a la extinción del derecho de pren-
datario incurre en una verdadera pérdida; pierde la prerrogativa, la da por el transcurso de 30 días desde que el arrendador toma cono-
posibilidad que le conced ía la ley. En la doctrina alemana se le cimiento de la extracción de las cosas, al poseedor a quien se le sus-
llama plazo de caducidad, que Ennecerus(5) advierte que no debe trae la posesión o se le perturba y deja transcurrir un año y al dueño
de la cosa perdida y hallada por otro y no la reclama en el transcur-
so de 3 años, según los ejemplos de Ennecerus(7). El Código Italiano veremos (Infra No. 90)- no todo derecho subjetivo essusceptible
lo hace, también, para la restitución de los regalos hechos a causa de caducidad y se requiere que emerja con plazo para su ejercicio
de promesa de matrimonio no contraido y el resarcimiento de los mediante la acción.
dafños por la misma causa, para algunas causas de nulidad de matri-
81. LA CADUCIDAD EN NUESTRACODIFICACIONCIVIL
monio, para el desconocimiento del hijo por el marido, para el
propietario de la cosa hallada que no lo reclama al que la encontró,
La caducidad como un modo de extinción de derechos por.el
para la rescisión por lesión, para la revocación de la donación por
transcurso del tiempo también ha sido receptada en nuestra codifi-
ingratitud del donatario, para la elección por el deudor de obliga-
cación civil, pero no en el Código de 1852 que la utiizó sólo en la
ciones alternativas, para la garantía por vicios de la cosa comprada,
acepción de pérdida del derecho sin vincularla al transcurso del
para el retracto, para la aprobación del resumen de la cuenta corrien-
tiempo, aproximándose al concepto originario que, como ya hemos
te, entre otros casos de decadencia-que es la nominación que le
sefñalado, se remonta a las Leyes Caducarias (Supra No. 80). En este
da el Código Italiano-, según los ejemplos de Messineo(8).
aspecto, se confirmaría la interpretación de Basadre(12), en cuanto
que el Código del siglo pasado fue más romanista que napoleónico.
Ahora bien, de los ejemplos que hemos tomado puede inferir-
se que el criterio para distinguir la caducidad es uniforme, en cuan-
Ha sido el Código de 1936 el que vinculó la caducidad como
to ella se vincula a la extinción del derecho, dándose esta misma
modo de extinción de derechos al transcurso del tiempo y, si bien
uniformidad en la doctrina. Así, para García Amigo(9) la caducidad
no legisló sobre la caducidad como lo hace el vigente Código, per-
opera automáticamente en la vida del derecho, sancionándose al
mitió establecer cuando se estaba frente a un plazo de caducidad
titular del derecho con la extinción del mismo, aún cuando no
o frente a uno de prescripción. León Barandiarán(13) señaló la in-
de manera absoluta. Según Messineo(10) el derecho se pierde si el
ejercicio no se cumple dentro del término de decadencia o (lo que confundibilidad de los plazos, precisando que los de prescripción
es lo mismo), si se cumple fuera de aquel término. Para Arauz Castex importan sólo una oposición a la pretensión del actor, pero no un
y Llambias(1 1 ) la caducidad es un modo de extinción de ciertos desconocimiento a su derecho mismo, mientras que, en cambio,
derechos en razón de la omisión de su ejercicio. los de caducidad importan que el derecho no existe más; y, como
casos de caducidad citó como ejemplos, entre otros. el plazo que
el Art. 18 confería a la persona perjudicada por un cambio de nom-
Conceptuada, pues, la caducidad como una causa de extinción
de derechos subjetivos por el transcurso del tiempo y en razón de bre para impugnarlo judicialmente; el plazo para exigir el resar-
cimiento de los gastos, la reparación del daño moral o la restitu-
su falta de ejercicio, es conveniente considerar las ideas que hemos
ción de los regalos, que el Art. 81 confería para el caso de ruptura
dejado expuestas en relación al ejercicio del derecho subjetivo (Su-
pra No. 16) y que una de las manifestaciones de tal ejercicio conduce de esponsales; el plazo para impugnar la legitimación, que preveia
a la acción. Desde nuestra perspectiva, entonces, la caducidad extin- el Art. 324; para la adopción, el Art. 341; para el reconocimiento
por el hijo, el Art. 365; para anular los actos celebrados por el
gue el derecho y, por ende, la acción que de él deriva, aunque -como
tütor, el Art. 527; el plazo para excluir de-la herencia al indigno,
según el Art. 667; para la.renuncia de la herencia, según el Art.
672; el plazo para el ejercicio de la acción rescisoria por lesión que
( 7)
( 8)
Tratado de Derecho Civil. T. I, Parte II, Vol. Il, pág. 1019.
Manual de Derecho Civil y Comercial. T. II, pág. 77.
g
(9) Instituciones de Derecho Civil. I. Parte General, pág. 908.
(10) Manual de Derecho Civil y Comercial. T. I, pág. 77. (12) Historia del Derecho Peruano, págs. 360 y 364.
(11) Derecho Ciil. Parte General. T. Il, pág. 520. (13) Comentarios al Código Civil Peruano. T. I, págs. 554 y 555.
202 FERNANDO VIDAL RAMIREZ LA CADUCIDAD 203
establecía el Art. 1440; o, para el ejercicio del retracto, el Art. derecho el que se extingue, sino las facultades jurídicas (Supra
1446. El mismo criterio ha sido expuesto por Jorge Eugenio Casta- No, 12.3), cuya finalidad es la de producir un cambio en las situa-
fñeda(14), para quien también la caducidad extingue el derecho y ciones jurídicas (Supra No. 8.1 ).
por ello se distingue de la, prescripción, criterio que a su vez ha sido
seguido por Augusto Ferrero(15).
82. CADUCIDAD Y PRESCRIPCION: DIFERENCIAS
Con estos antecedentes, al plantear en nuestro Anteproyecto
(16) para la reforma del Código de 1936 la idea de introducir dis- La caducidad y la prescripción son doş institutos jurídicos
posiciones relativas a la caducidad, señalamos que si bien el transcur- cuya afinidad se sustenta en el transcurso del tiempo y, por eso,
so del tiempo sustenta la afinidad entre la prescripción extintiva y por largo tiempo, en la doctrina y en la codificación se les con-
la caducidad, mientras la prescripción extingue la acción sin extin- fund ía, entendiéndose a la primera como una forma de la, segunda.
guir el derecho, la caducidad extingue el derecho mismo y, por Sin embargo, con la manera de considerar el decurso del tiempo
ende, la acción que de él deriva. No obstante, la norma del Art. se les distingue, pues como señala León Barandiarán(17) la caduci-
2003 no está tomada de nuestro Anteproyecto, aunque si el con- dad es un tempus continuum. .Y ello, en la idea del maestro, en
cepto de la caducidad que contiene. cuanto que el tiempo no se detiene ante nada ya que el plazo de
caducidad es perentorio y su transcurso fatal. En la caducidad,
Según, pues, la doctrina que informa el Art. 2003 "La ca- pues, el tiempo opera objetivamente al no admitir causales de sus-
ducidad extingue el derecho y la acción correspondiente''- la cadu- pensión ni de interrupción y sin tener, por tanto, las circunstancias
cidad es distinguible de la prescripción por el principio general que subjetivas del titular del derecho, lo que hace que los plazos sean
la sustenta. Lo característico de la caducidad es que la acción emana
preclusivos. No obstante que la doctrina es unánime en la consi-
del derecho -aunque deba interpolarse la pretensión-, el que tiene deración anteriormente anotada, el Art. 2005 admite la causal de
un plazo de vigencia predeterminado en la ley, ya que nace con
suspensión prevista en el Art. 1994; inc. 8.
un plazo prefijado. Si el plazo transcurre, el derecho no puede ser.
ejercitado y su. titular lo pierde, pues se trata de pretensiones cuyo
La doctrina señala, además, entre otras diferencias, que mien-
ejercicio está señalado en un término preciso. El derecho ha nacido
tras que la prescripción tiene que ser alegada (Art. 1992), en la
originariamente con una limitación temporal, como ocurre, por
caducidad el juez puede declararla de oficio (Art. 2006), tema
ejemplo, con la acción de anulabilidad del matrimonio (Art. 277,
al que retornaremos al ocuparnos de la oponibilidad de la caduci-
incs. 2, 3, 4, 5, 6 y 8), con la contestatoria de la filiación (Art.
dad (Infra No. 89); y que los plazos de caducidad pueden ser fijados
364), la impugnatoria de la maternidad (Art. 372), la rescisoria
por la ley o por el convenio, lo que nuestro Código no ha admiti-
por lesión (Art. 1454), la de retracto (Art. 1596), entre otras. do (Art. 2004).
Pero no obstante el enunciado del Art. 2003, debe tenerse Por último, la diferencia sustancia la determina el concepto
en consideración la elaboración doctrinaria según la cual no es el de la caducidad incorporado al Art. 2003: *La caducidad extingue
el derecho y la acción correspondiente"; mientras que, conforme
al Art. 1989, *La prescripción extingue la acción pero no el derecho
(14) Instituciones de Derecho Civil. Los Derechos Reales. T., pág. 243.
(15) La Prescripción Extintiva, págs. 28 y sigu ientes.
(16) Proyectos y Anteproyectos de la Reforma del Código Civil. T. II, págs. 695 y 696. (17) Comentarios al Código Civil Peruano. T. I, pág. 555.