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UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES

FACULTAD DE FILOSOFIA Y LETRAS


DEPARTAMENTO DE CIENCIAS ANTROPOLOGICAS

SERIE DE FOLKLORE

BUENOS AIRES
-1988-
(pp. 5-16)
El factor esotérico-exotérico en folklore 1
William Hugh Jansen

Tı́tulo original: “The Esoteric-Exoteric


Factor in Folklore” (En: Fá bula, v.2 1959,
p. 205-211)
Traducció n: Fernando D. Drill

Durante la celebració n de ese tradicional festival folk americano, de las


Series Mundiales en 1957; se colocó extraoficialmente un aparato de televi-
sió n, en una habitació n de mi Universidad para uso de los miembros de la
Facultad, que tuvieran tiempo libre e interé s. Durante los juegos, los televi-
dentes se dividieron por igual entre profesores molestos y miembros del per-
sonal Negro de conserjerı́a de la Universidad, quienes incidentalmente esta-
ban en vı́as de integració n.
En uno de los ú ltimos juegos, en un momento al que los cronistas de-
portivos suelen llamar crucial, Hank Aaron, hé roe de los “valientes de Mil-
waukee” falla al batear. para consuelo de los adeptos del “Milwaukee” pre-
sentes, uno de los conserjes dijo: “no se preocupen, uno de nuestros mucha-
chos será el pró ximo en batear”. Un descontento hincha “Yankee”, un profe-
sor, murmuró : “Y qué , Covington no ha hecho nada hoy”. El conserje pareció
confundido por un instante, luego comenzando a comprender dijo gentil-
mente: “está bien, pero Frank Torre es de los mı́os”. Genuinamente sensible
a la etiqueta de racista, el profesor no tuvo má s recurso que un incó modo
silencio agravado por la derrota de sus “Yankees”. Luego meditando aú n
acerca del contratiempo, me dijo: “Sı́, y supongo que Elston Howard es de los
mı́os” 2.
El punto de este episodio real es, supongo, evidente aú n para los que
no son entusiastas del baseball, quienes no desconocen que Aaron Coving-
ton, Howard y el conserje son negros en tanto que Torre y el profesor son
blancos. Una consecuencia de esta experiencia nos lleva al mismo punto. Un
mes despué s de la Series Mundiales, preparando una conferencia para ser
dictada en el College Estatal Negro, decidı́ volver a relatar el episodio para
ilustrar otro punto. Preocupado por su posible recepció n, finalmente telefo-
nee a una entendida integrante del cuerpo de profesores del College Estatal
Negro. Rié ndose, ella me auguró que la ané cdota era admisible, y dijo al
mismo tiempo: “somos gente sensible”. Sin embargo, durante toda la confe-
rencia tuve la rara sensació n de preguntarme si ella me habrı́a dicho que mi
pú blico era sensible porque se sabı́a que en mi sensibilidad esperaba que lo
fuera.
El punto ilustrado no es un nuevo y sorprendente descubrimiento. En
sus lineamientos generales comporta una suposició n confusa, implı́cita en
mucha de la investigació n de campo y gabinete llevada a cabo tanto en el fol-
klore como en otras ciencias inclinadas al aná lisis de los grupos culturales.
Cada vez que el investigador de campo recopila y graba las canciones del le-
ñ ador o los cuentos de los montañ eses de los Apalaches, cada vez que el in-
vestigador de gabinete medita sobre la naturaleza del humor de los grupos
minoritarios, ese investigador está suponiendo tá citamente, que el material
recopilado o analizado tiene virtudes peculiares que surgen de su existencia
dentro de un grupo má s o menos determinado. Podemos admitir que esta
confusa y tá cita suposició n parece trivial y como muchas trivialidades me-
rece una definició n amplia y cuidadosa, y una exploració n sistemá tica de su
aplicació n real y potencial. En la presente instancia esta definició n y explo-
ració n podrı́an llenar un largo libro de estudio, y aquı́ podemos analizar un
solo factor en el supuesto de que el folklore asume propiedades peculiares
del grupo en el que se lo encuentra.
La cualidad que he evitado nombrar o definir, hasta ahora, elijo deno-
minarla como el factor esoté rico-exoté rico en el folklore. La modificació n
que se infiere de la frase “en el folklore”, es esencial para el té rmino, particu-
larmente a la luz de mi propia ignorancia en otros campos de estudio. Creo
que con la posible excepció n de los pueblos primitivos, el folklore es aquella
parte de la cultura y de las creencias de un grupo que no deriva de fuerzas
educativas formales e institucionalizadas, que frecuentemente existen, sin
duda, a pesar de dichas fuerzas. Es dentro de este contexto que las palabras
exoté rico y esoté rico pretenden ser entendidas en este trabajo.
Para definir nuestro factor esoté rico-exoté rico con un ejemplo simpli-
ficado e imaginario, tomemos un grupo A con una cultura definible y media-
namente homogé nea. Si aislamos algunos elementos en sus tradiciones, en-
contramos que el grupo A se considera a sı́ mismo. El grupo A tambié n está
convencido de que el grupo B considera que A es anticuado, antiprogresista
e intolerante. Sin embargo, si consideramos al grupo B en sı́ mismo, encon-
tramos que realmente considera al grupo A poco prá ctico, poco realista y ca-
beza dura. Má s aú n, algunas veces B puede temer que A sienta que B mire a
A como inferior, dé bil y traicionero. Esto ú ltimo puede parecer menos con-
fuso si recordamos una expresió n comú n: “Ellos piensan que nosotros pen-
samos que son inferiores”. Aunque los grupos A y B son imaginarios, no serı́a
difı́cil sustituir A y B por los nombres de algunas naciones o grupos regiona-
les que sı́ tengan una historia de relaciones difı́ciles, como por ejemplo el
Norte y el Sur de los Estados Unidos, para elegir, espero un ejemplo de buen
gusto.
Volviendo a A y B, tenı́amos tres, ocasionalmente cuatro conceptos de
lo que son las caracterı́sticas peculiares o dominantes de A. Posiblemente no
hay un punto en comú n a los cuatro conceptos y arriesgarı́a decir que es im-
posible que exista una completa coincidencia entre los cuatro. Esto es pues
el factor esoté rico-exoté rico en el folklore. Lo esoté rico se aplica a lo que un
grupo piensa de sı́ mismo y a có mo supone que otros piensan de é l. El exoté -
rico es lo que un grupo piensa de otro y lo que piensa y lo que piensa que
otros grupos piensan que é l piensa.
Es perfectamente posible que las creencias esoté ricas de un grupo
sean sostenidas inconscientemente. Por otra parte, dependiendo del aisla-
miento, la comunicació n y similares, Es igualmente posible para un grupo
conocer los conceptos exoté ricos sostenidos con respecto a é l y rechazar
aquellos conceptos o admitirlos con tolerancia. Ası́ es como los cuentos de
negros americanos recopilados entre negros pueden estar basados sobre
conceptos obviamente blancos, es decir, exoté ricos conceptos acerca de ca-
racterı́sticas de los negros; tambié n parte del antisemitismo má s pernicioso
aparece en los chistes iddish contados por có micos iddish. de igual modo las
historias de vendedores ambulantes se difunden por intermedio de agentes
publicitarios quienes, curiosamente, eluden identificar su ocupació n con la
de los vendedores ambulantes.
La parte esoté rica de este factor parecerı́a derivar frecuentemente del
sentido de pertenencia del grupo y sirve para defender y fortificar este sen-
tido. Prueba de esta afirmació n se podrı́a encontrar en la actitud que toma el
viejo colono ante el novato (greenhorn) con la que muestra el valor de su
condició n de viejo colono lo que se aprecia, incidentalmente, en la propia de-
nominació n de novato *; la actitud del montañ é s ası́ el que vive en la llanura;
en las bromas que tradicionalmente juegan los artesanos a los aprendices; o
menos seriamente, en los ritos informales de iniciació n a las fraternidades
universitarias. El aspecto exoté rico del factor es, al menos en parte, un pro-
ducto del mismo sentido de pertenencia, pues puede resultar del miedo, la
mistificació n o el resentimiento con respecto al grupo al cual no se perte-
nece. Ejemplos de esto podrı́an encontrarse en las creencias, obviamente
exoté ricas, subyacentes en la leyenda Hugh de Lincoln -reproducida tiempo
atrá s por Chaucer-, o en los relatos de la vida tumultuosa dentro de los mo-
nasterios, que aú n son contados por algunos protestantes americanos de re-
giones alejadas.
A veces el aspecto esoté rico proviene del conocimiento especial de un
grupo y deliberadamente o no, contribuye a preservar ese conocimiento.
Esta fase de lo esté rico es muy evidente en expresiones verbales de creencias
“folk”, en proverbios y dichos proverbiales, y es reconocida ampliamente en
grupos tales como los granjeros, con su conocimiento climatoló gico, signos
astroló gicos, conocimiento de las plantas y similares. Una simple ilustració n
es la respuesta que da el granjero de las montañ as de Kentucky a la pregunta:
“¿Có mo está Ud.? “Dos en un cerro” responde. El granjero planta su grano en
los cerros, cuatro semillas por cerro; por ende, dos siembras por cerro re-
presentan el cincuenta por ciento de la germinació n, y su respuesta significa
un evasivo “Má s o menos”, para el grupo que comparte su conocimiento eso-
té rico.
Puede establecerse un conjunto de enunciados generales acerca del
factor esoté rico-exoté rico antes de volver a las aplicaciones folkló ricas de
esta teorı́a; estos parecen casi auto evidentes, aunque cada 1 de ellos podrı́a
ilustrarse in extenso.
a. Por ló gica cuanto má s pequeñ o es el grupo, má s fuerte es el
elemento esoté rico en su folklore.

*
Nota del traductor: Greenhorn, traducido en este caso, como novato; tiene connota-
ción de chambón o torpe.
b. Cuanto má s caracterı́stico distinguible es un grupo, má s pro-
bable es el acontecer del folklore exoté rico acerca de ese
grupo.
c. Cuanto má s grande y má s confiado en sı́ mismo es el grupo,
má s endeble es el elemento esoté rico en su folklore;
d. Pero no hay signos de que el mayor tamañ o y la confianza de
un grupo en sı́ mismo ofrezcan algú n impedimento a la formu-
lació n del folklore exoté rico sobre ese grupo.
Con respecto a este ú ltimo punto, referido a la relació n del tamañ o de
un grupo con el factor esoté rico-exoté rico en el folklore, algú n historiador
del pensamiento americano podrı́a proporcionar material sumamente in-
teresante. En mi opinió n de lego parecerı́a que a medida que Estados Unidos
iba aumentando en tamañ o y poder, durante el siglo pasado, menor era la
firmeza de las declaraciones sobre su poder y tamañ o. (Cuá nto de la inter-
pretació n que Estados Unidos tiene de sus propias caracterı́sticas nacionales
es parte de su cultura folk, es una cuestió n difı́cil, pero, ciertamente, algunas
de sus interpretaciones son folkló ricas.
Para empezar má s directamente con la aplicació n del concepto esoté -
rico-exoté rico en lo que es, con mayor certeza folklore, propongo que hay
tres clases de material que recorren los diversos gé neros convencionales del
folklore (narrativas, canciones, creencias, adivinanzas, etc.) a los cuales el
concepto esoté rico-exoté rico es particularmente aplicable.
1. Folklore generalmente predominante acerca de un grupo par-
ticular. Cualquiera puede relatar cuentos sobre navegantes,
cuentos que se apoyen en las creencias sobre la naturaleza y la
moral de la vida del marino. Entre muchos otros materiales
que se ajustan a esta categorı́a, está n los cuentos acerca de las
mentiras de los pescadores, la dedicació n de los mé dicos, la
inescrupulosa habilidad de los abogados la lujuria de los hoja-
lateros y la deshonestidad de los gitanos.
2. Folklore predominante en un grupo particular acerca de otro
grupo particular. A esta categorı́a pertenece el folklore predo-
minante entre los mé dicos acerca de los abogados; dentro de
la Infanterı́a acerca de la Fuerza Aé rea; entre los soldados
acerca de los marinos; entre Noruega acerca de los Suecos (se
puede sustituir estos nombres por las de cualquier otras dos
naciones os regiones adyacentes).
3. Folklore predominante dentro de un grupo que concierne só lo
a ese grupo. Dicho folklore frecuentemente conlleva una jerga
privada: Historias contadas por mú sicos, criminales, drogadic-
tos, configurando su propia jerga o dialecto. Hace unos añ os un
grupo de fumadores de marihuana y sus curiosos seguidores
contaba cuentos de marihuana (porros) precediendo los mo-
mentos de efecto humorı́stico de estas historias el agudo so-
nido de la inhalació n. A ella pertenecen tambié n el muy pri-
vado folklore de los adolescentes con su frecuente Humor Ne-
gro (Bloody Marys) (“Aparte de esto, señ ora Lincoln, ¿qué
piensa usted de la representació n?”), remontá ndose desde las
bromas sangrientas de otra é poca (“no me habı́a divertido
tanto desde que hicimos pasar a Willy por la picadora de
carne”) má s remotos y groseros chistes, (“no hubiera pasado,
señ ora Astor, si usted no se hubiera interpuesto entre la escu-
pidera y yo”) 3.
De estos tres tipos de material, el primero es obviamente fuertemente
exoté rico, ya que es material sobre un grupo en particular, pero no es produ-
cido por este. En el tercero, predomina lo esoté rico, ya que es conocido por
el grupo y no incumbe a ningú n otro grupo. El segundo, sin embargo, tiene
ambos elementos, ya que es producido por un grupo y se refiere a otro grupo.
Si 1 se ocupa del hecho de que só lo un grupo conoce este folklore, es en esa
medida esoté rico. Si 1 se ocupa del hecho de que este folklore es acerca de
un grupo, y por cierto no es aceptado por ese grupo, tal vez ni siquiera cono-
cido por ese grupo, es en relació n a este exoté rico. Naturalmente hay otros
materiales en los que entra el factor esoté rico-exoté rico y deberı́an ser con-
siderados, pero este trabajo intenta ser sugerente, no exhaustivo 4.
En todo lo dicho anteriormente, resulta la palabra grupo, sı́ no por otra
virtud al menos por repetició n. La ú ltima secció n de este trabajo concierne a
esta palabra. ¿Qué grupos tienen un folklore que podrı́a ser estudiado pro-
vechosamente, teniendo en cuenta la dicotomı́a esoté rico-exoté rico? ¿Qué
rasgos otorga a estos grupos esta clase de folklore?
La mayorı́a de los folkloristas podrı́an inmediatamente proponer
como respuesta a la primer pregunta: aquellos grupos comú nmente desig-
nados en los manuales de folklore como ocupacionales, profesionales e in-
dustriales. Y esto no serı́a incorrecto, pero no todos estos grupos serı́an
igualmente provechosos y algunos grupos no mencionados habitualmente
en los textos sı́ lo serı́an. Por lo tanto, caracterizo a estos grupos segú n las
influencias (o rasgos) que los exponen particularmente al factor esoté rico-
exoté rico en el folklore.
Bá sicamente parecerı́a que hay tres hechos importantes que pueden
hacer a un grupo propenso al factor esoté rico-exoté rico. El má s evidente de
los tres es el aislamiento. Muchos grupos se definen simplemente porque
cada uno de ellos tiene sus tipos peculiares de aislamiento, pasando por la
obvia separació n geográ fica u otras formas no tan obvias de aislamiento. De-
masiado quizá s, se ha abusado de la isla miento geográ fico de los campesi-
nos, del habitante de la frontera, del montañ é s y del leñ ador, pero es claro
que este aislamiento ha producido una gran cantidad de folklore exoté rico,
ya que no esoté rico. De manera similar, el minero, el navegante, el leñ ador
está n aislados durante una parte significativa de sus vidas, porque trabajan
bajo tierra, en los bosques o en el mar. Viajes obligados y constantes como
parte de un trabajo, sirven para aislar en grupos separados a los trabajadores
itinerantes, gente de circo y de los carnavales, empleados de ferrocarril, gru-
pos teatrales, atletas profesionales y por supuesto, vendedores ambulantes.
El uso habitual del uniforme separa a los grupos tales como los bomberos,
soldados, policı́as, clé rigos y enfermeras. El peligro de una ocupació n (a me-
nudo realizada con orgullo por los miembros de esa ocupació n), separa a
grupos tales como los mineros, trabajadores del acero, deshollinadores y tra-
bajadores de yacimientos petrolı́feros.
Una cantidad de otras propiedades peculiares, cada una de ellas como
experiencia comú n de los miembros de un grupo particular, aı́slan efectiva-
mente a estos grupos. La edad aı́sla a los muy jó venes, a los muy viejos, a los
adolescentes, en islas culturales, de algú n modo má s productivas y conser-
vadoras del folklore privado que el de otras generaciones insulares. En los
regionalismos, por supuesto, separa al yankee del sureñ o, el tejano de los del
Medio Oeste, y ası́ sucesivamente. Las religiones, particularmente si sus feli-
greses se destacan en cuanto a la vestimenta, lenguaje, dieta, dı́as festivos
diferentes, sirven para aislar grupos dentro de grupos. El há bito de hablar un
lenguaje o dialecto distinto del que prevalece aı́sla exitosamente a esos habi-
tantes. Finalmente, la falta de educació n o la posesió n de una educació n muy
limitada puede tambié n aislar a un grupo.
Por supuesto que un solo grupo puede estar sujeto a diferentes fuerzas
de aislamiento: como los recolectores itinerantes de frutas está n obligados a
viajar, frecuentemente hablan un idioma “extranjero,” pueden pertenecer a
una religió n “peculiar” y sus oportunidades para la educació n está n muy li-
mitadas. En esta instancia, cuatro influencias diferentes se concentran para
aislar a un grupo.
Antes de dejar el aislamiento, podrı́a señ alar que está influencia en fa-
vor del factor esoté rico-exoté rico puede tambié n ser descrita como una falla
o incapacidad para la comunicació n; pero como quiera que se la describa
ejerce la misma influencia.
Ademá s del aislamiento, la posesió n de un conocimiento o entrena-
miento que es o parece ser peculiar, constituye una fuerza que somete al
grupo al complejo esoté rico-exoté rico. Tal conocimiento es el del telegrafista,
misterioso e incomprensible al lego. El respetuoso temor con que fueron
considerados los editores hasta hace poco tiempo garantizó la existencia de-
sierta libertad y del folklore exoté rico. El rematador parece tener no só lo un
lenguaje privado si no una percepció n psı́quica de las debilidades del com-
prador. Los joyeros prestigiosos, que se enorgullecen en llamarse a sı́ mismos
“joyeros de chafalonerı́a”, tienen una jerga que puede ser usada para discutir
un producto y su cotizació n en el mercado en presencia del cliente, sin que
esté se percate de lo que está n hablando. Cuando trate de investigar esta
jerga, mi entendido informante me rogó que desistiera, ya que é l estaba se-
guro de que sus colegas serı́an capaces de identificar la fuente de mi infor-
mació n. Con seguridad hay aquı́ un rasgo folk esoté rico. Otros grupos que
tienen coma o sienten que tiene coma o se percibe que tienen un conoci-
miento especial son los empleados de hipó dromo, criadores de caballos y co-
misionistas.
La tercera y ú ltima cualidad que somete al grupo al factor esoté rico-
exoté rico surge cuando un grupo es considerado por otros como particular-
mente favorecido, admirable o imponente. El grupo considerado ası́, má s
reciente, está integrado por los cientı́ficos ató micos, y no hemos escuchado
aú n el fin del folklore exoté rico sobre este tema -ni tampoco del esoté rico.
Otros grupos, que ocuparon má s o menos recientemente este lugar privile-
giado, son: La Fuerza Aé rea, los mé dicos, los abogados, los profesores y los
clé rigos. En algunas culturas, el soldado profesional, la casta de los oficiales,
los funcionarios del Gobierno y los diplomá ticos fueron considerados parti-
cularmente envidiables. Algunos grupos tienen má s bien conceptos privados
sobre otros grupos privilegiados: observen la forma en que los niñ os admi-
ran a los soldados, policı́as, bomberos, ingenieros de ferrocarriles, vaqueros.
Si bien es el folclorista quien deberı́a estar particularmente en estos
grupos, é l debe comprender que no son de su exclusivo interé s. Los historia-
dores de la cultura, los antropó logos, los historiadores y crı́ticos literarios,
los artistas y autores han utilizado en una o en otra ocasió n el factor esoté -
rico o el exoté rico, o ambos, inherente a grupos tales como: el pionero, el
hombre de la frontera, el cazador de pieles, el guerrero indı́gena, el vaquero,
el sastre, la comadrona, el curandero, el yuyero, el telegrafista, el jesuita, el
evangelista -por nombrar tan solo aquellos que se me ocurren al pasar-. Las
artes populares modernas tienen mucho que ver con estos conceptos. En las
historietas hay un considerable tratamiento esoté rico de la “patota”, y muy
diversos tratamientos exoté ricos de los montañ eses de Kentucky. Dick Tracy
y en las historietas y Joe Friday en la televisió n utilizan el mismo concepto
esoté rico del policı́a, y nadie necesitó señ alar la naturaleza exoté rica de los
ubicuos vaqueros y comisarios de la televisió n.
Resumiendo, estos son los puntos que creo haber señ alado:
1. hay un reconocimiento generalmente sentido y rara vez verba-
lizado de las actitudes exoté ricas y esoté ricas dentro de los
grupos y hacia ellos.
2. hay una suposició n general de que el folklore de un grupo tiene
ciertas cualidades inherentes (tal vez virtudes), porque perte-
necen a o ha sido configurado por dicho grupo.
3. Algunas cualidades en el folklore de un grupo dado reflejan
conceptos esoté ricos de sı́ mismo (có mo se interpreta a sı́
mismo y có mo concibe la interpretació n de otros).
4. algunas cualidades en el folklore de un grupo reflejan concep-
tos exoté ricos sobre otro grupo (có mo interpreta a ese grupo y
có mo imagina que ese grupo siente que es interpelado).
5. Algunos tipos de material de folklore probablemente son ricos
en el reflejo de conceptos esoté ricos y exoté ricos.
6. El aislamiento o la falta de comunicació n con otros, la posesió n
de lo que es considerado un conocimiento peculiar, y el hecho
de que se los respete de manera peculiar son todas influencias
aptas para hacer que ciertos grupos se expongan, particular-
mente a la aparició n del factor esoté rico-exoté rico en su fol-
klore.
7. Dichos grupos, que ya son de interé s para artistas “clá sicos” y
populares y para estudiosos interesados en la cultura de gru-
pos, deberı́an recibir el interé s de los folkloristas y deberı́an
incitarlos a avanzar en la aplicació n y significació n del factor
esoté rico-exoté rico en el folklore 5.

1
Excepto por cambios menores en este Artículo fue leído en el Encuentro Anual de la
Sociedad de Folklore Americano, en sesión conjunta con la Asociación de Antropología
Americana, Diciembre 29, 1957 en Chicago, Illinois.

2
para beneficio de los lectores no estadounidenses se podría puntualizar que la Serie
Mundial es el clímax de la temporada de Baseball profesional en Estados Unidos. Siete
partidos se juegan para lo que se considera el campeonato del mundo. Los competi-
dores son los equipos mejores de las dos ligas mayores: en 1957 fueron los “Valientes”
representando a la ciudad de Milwaukee y los “Yankees” representando a la ciudad de
New York; Integración, por supuesto, se refiere a los procesos de incorporación de
estudiantes negros en las escuelas de las que previamente eran excluidos.
3
sería demasiado tangencial dedicar espacio aquí para desarrollar plenamente porque
yo sostengo que tal humor es esotérico. Básicamente, este humor emerge: 1) porque
el adolescente es intencionalmente excluido por completo del humor de las situacio-
nes sociales del adulto, 2) porque el adolescente tiene a su propia fácilmente emer-
gente sensibilidad en la que interpreta un mundo no emocional.
4
Estoy profundamente agradecido a la Prof. Dra. Thelma G. James por la sugerencia de
que mucho del material rico en la asociación esotérico-exotérico emerge de la gente
que forzada por la modernización u orientada por sus propios deseos han abandonado
la asociación a un grupo o han tratado de asociarse a otros grupos más que los propios.
Ejemplos indicativos de este cambio son provistos entre otros por aquellos que han
abandonado sus religiones, que han intentado disfrazar su origen racial o nacionalidad
o cuyas ocupaciones tradicionales han sido obliteradas por el progreso. Ciertamente
mucho del saber (lore), tanto exotérico como esotérico, sobre tales individuos existe
en los grupos con que ellos estaban asociados, primeramente. Que tal saber contiene
conceptos del grupo (folk) más allá de los cuatro conocidos al comienzo del trabajo, es
una cuestión que merece debatirse.
5
Dadas las dificultades de pronuncia y acción el Prof. Dr. Newbell Niles Puckett sugirió
de manera humorística que para que la frase factor esotérico-exotérico fuera rempla-
zada por una más cautivante se la denominara Es-Ex o simplemente factor S-X. En la
misma ven a el autor no objeta tales apodos.

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