Está en la página 1de 2

Primavera

Era un 19 de marzo, el día del inicio de la primavera, te había visto hace ya varias semanas, siempre te
veías tan radiante, con tu pelo decolorado, hacía que tu piel blanca como la nieve resalta un poco menos,
ya que, como lo habías dicho, te molestaba que fuera tan blanca, paseabas por ahí, mostrando un poco de
tu gran belleza, y yo, no podía resistirme a verte sin poder respirar, caminabas por ahí, caminabas por
allá, la gente murmuraba a tus espaldas ante los rumores que se habían esparcido a tus espaldas, sobre
tu amigo Elliot, nadie te hacía caso, nadie te miraba, al menos no igual, siendo que el dijo que habían
pasado la noche juntos.
El jueves de esa misma semana, la escuela se llenó de flores amarillas, las parejas se veían paseando
juntos, algunos más se declaran arriesgándose al rechazo, avanzaba el día y a ti no te llegaban ni un
arreglo de flores, pero no sabías que yo estaba esperando a que mi ramo apareciera.
Mientras caminaba hacia ti con el ramo, toda la escuela miraba, mirando si el destino de esas flores era
estar contigo, y no podían estar más en lo cierto; me mirabas con desconcierto, pero me miraste con
cariño, y me diste un beso en la mejilla. Sigo soñando con ese día.

Verano
Era un 14 de Agosto, y, ese día, nuestra 5ta cita durante ese mes, nos la pasamos genial caminando por
aquel parque, tomando una nieve debido al color, el amarillo de tu vestido hacía que te vieras radiante,
parecías un sol… mi sol.
Me daba nervios conocer a tus padres, sentía que podría ser rechazado por tus padres y podría acabar la
magia que teníamos, la paz que nos habíamos dado, la felicidad que veía reflejada en tu rostro siempre
que nos tomábamos de la mano. Justo era una reunión casual, iba con una camisa blanca, de manga
corta, me habías invitado hace una semana, y con valentía te dije que si iba a asistir.
La fiesta fue agradable, resulta que a tus padres les habías hablado de mi, mucho, habías hablado de las
flores amarillas, de las flores hechas con limpiapipas que te había dado, todos y cada uno de los regalos
se los muestras con una sonrisa radiante en el rostro. Tu mamá me dió un abrazo a lo cual me había
parecido un poco exagerado, pero no me quejo, igual con tu papá, me dió la mano con un apretón firme

Otoño
Habían empezado a aparecer los arreglos para el día de Halloween, y tú habías empezado a planear tu
disfraz, habías decidido ir de Gwen Stacy, aprovechando tu pelo blanco, así que yo decidí ir de
Spiderman, ignorando el destino que tienen ellos dos. Cuando te ví, parecías distraída… fuera de ti sería
la mejor expresión, parecía como si fuera otra persona diferente, alguien más se había apoderado del
cuerpo de mi pareja, cuando te pregunté dijiste que no pasaba nada. Al día siguiente tu mamá me llamó
diciendo que te había encontrado en la bañera… en medio de una laguna carmesí.a
Una semana después aún lloraba todo el día, visitaba a tu madre solo para llorar más con ella, me dijo
que tu le había dicho tu decisión una semana antes de que te diera las flores amarillas, pero yo llegué y
pensó que había sido la razón por la que dejaste de pensarlo, cuando en realidad solo había sido un
aplazamiento de tu decisión. Tu mamá me informó de todo acerca de tu entierro, mientras ambos
llorábamos.
Invierno
La nieve caía alrededor de tu tumba, junto con tu madre, te visitamos cada semana, hoy, vine a dejarte
una de las flores amarillas hechas con limpiapipas que te había llegado a dar, junto a un dibujo que te
había hecho, una imagen de una chica con armadura, con flores rojas. Esa armadura me recuerda como
alejabas a todos, y bueno, la chica me recordaba a ti.

También podría gustarte