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Carta a papá

Querido papá:

Ha pasado mucho tiempo desde que nos abandonaste a mamá y a mí y sabes, aún me
duele aquella decisión que tomaste, tendrás tus razones y las respeto, tú solo ibas en
busca de tu felicidad, aunque olvidaste que la mía se quedaba incompleta con tu
partida.

Cientos de lágrimas corrieron por mis mejillas en tu ausencia, al igual que miles de
sonrisas se plasmaron en mi rostro y no gracias a ti, aún recuerdo cuando niña,
levantaba los brazos cada vez que un avión pasaba volando, ¿Por qué? Pues
ingenuamente creía que ahí estabas tú... Aún sigo sin entender por qué algunas
personas tienen el descaro de dejar a sus hijos e ir corriendo en busca de dinero y
placeres, eso hiciste tú y espero estés feliz.

Tal vez nunca entiendas la gran herida que has plasmado en mi alma, o pienses que son
solo cosas que una adolescente suicida piensa a su corta edad, pero no, soy tu hija y
desde siempre he querido saber que se siente tener un papá... te comparto algo que
durante mi adolescencia surgió, fui siempre excluida por todos mis compañeros del
colegio y créeme quería un papá que me defendiera, me humillaron, me ultrajaron y por
ultimo encontré una alternativa errónea ante estos problemas, empecé a cortar mis
brazos y dejar que estos sangraran, sentía por un momento que mi mundo se paralizaba
y que ese dolor aliviaba todos mis problemas mentales, pero, no...Más tarde y gracias a
la corrección de mamá entendí que esa no es la única forma de escapar de ese contexto
social tan cruel, encontré la música, el dibujo y la escritura, y es algo que tú jamás
entenderás, porque claro es mi mundo y no tu realidad.

Me es doloroso decir que no tengo un padre, que me olvidó y que se fue en busca del
sueño americano, no falta siempre una persona que pregunte ¿Y tu papá? Con un nudo
en la garganta y un sudor frío recorriendo mi cuerpo respondo que no te tengo, y sabes,
no te culpo, muchas veces he sido yo quien tontamente ha creído que algún día
regresarías por mí, pero sé que eso no pasará, tengo la certeza de que allá eres feliz,
tienes una esposa y unos hijos que quizá ya ocuparon mi lugar.

He pasado por momentos en los que he mirado a muchos niños y jóvenes correr a los
brazos de papá, con la espera de un abrazo caluroso y un te quiero sincero y se me han
escapado lágrimas por pensar que a mi esa sensación me la arrebató ese hombre que
me abandonó, sé que suena a envidia y si, les he tenido envidia, porque tú nunca
estuviste y nunca estarás, pero, quien me entiende, al menos las personas que tienes a
su padre junto a ellos no lo saben valorar. A mi tú me haces falta.

Aquel ser que secó mis lágrimas y me levantó en las caídas, no fuiste tú, todo se lo debo
a mamá, ella ha sido el pilar fundamental en mi vida, me ha dado armas para
defenderme ante los peligros y sabes, me siento muy agradecida con ella y con Dios
porque, aunque no me dio un papá, me dio una mamá valiente y leal, que por más
golpes que hemos recibido ella nunca desistió de mí, lo ha dado todo porque yo sea
feliz.

Te agradezco, porque entendí que, aunque no estás para mí, he superado grandes
obstáculos y lo he logrado sin tu ayuda, con ello me he dado cuenta que tu ausencia no
solo me ha hecho de corazón fuerte sino también de confianza y sueños firmes. Soy tu
primera hija, ¿Lo recuerdas? Espero que sí... Y cuando hayas leído esta carta pensarás en
mí al menos una vez. te darás cuenta de aquella hija que perdiste y aun así te espera
siempre con el corazón dispuesto a perdonarte... Con todo el cariño y amor que nunca
te pude dar, me despido a la distancia. Cuídate mucho y que Dios te bendiga a cada
paso que des.

Tu hija que tanto te extraña.


CUENTOS PARANORMALES, CUENTOS QUE NO SON
CUENTOS…

En un lugar lejano ocurrían sucesos anormales al llegar la noche, se paralizaba el


tiempo, los humanos dormían en el lugar donde se encontraban y la calle laburnum
desaparecía del mapa.

Era una calle ideal, llena de alegres cafeterías, coloridas casas y personas amables
donde todo era perfecto, la familia Neville no era la excepción, casa enorme, hijos y
padres deslumbrantes.

Uno de ellos era el administrador del hotel once, donde ocurrían acontecimientos
demasiados extraños, durante el día llegaban personas de todas partes del mundo a
quienes se atendían con mucha amabilidad y gran confianza, los huéspedes al ingresar a
la calle laburnum eran hechizados por su perfección y hermosos sitios para conocer.

el martes 13 de abril marca un antes y un después para la perfecta calle laburnum y el


hotel once, con la llegada de una pareja de investigadores de sucesos paranormales,
quienes siguiendo con las indicaciones de los habitantes de la ciudad se dirigían al lugar
de ensueño, el lugar perfecto para descansar y disfrutar.

Cuando por fin llegaron ya caía la tarde acompañada de fuerte lluvia y notaron con gran
asombro que el sitio no era como imaginaban, era un lugar abandonado, nada parecido
a lo que los visitantes y habitantes de la ciudad describían, aquí fue donde se
preguntaron que sucedía.

Al caer la noche y sin la posibilidad de salir notaron que cosas raras empezaban a
suceder a su alrededor, escuchaban risas, vehículos andando, personas hablando,
cuando de repente les tocaron la ventanilla del carro, un señor elegante, muy bien
vestido de gran porte, que trasmitía mucha confianza y les pregunto que se les ofrecía y
si ellos eran los huéspedes que faltaban en el hotel.

Atónitos responden que si, que han buscado durante varias horas la calle laburnum y no
la encontraban, aunque en el fondo sabían que algo no andaba bien, siguieron al sujeto
hasta el hotel y en efecto la calle resulto ser tan asombrosa como la habían descrito.

Al llegar al hotel y aun con mucho asombro realizaron el registro, notaron que todas las
personas tenían sonrisas de oreja a oreja como si fuesen ficticias y trataban con una
amabilidad que era de no creer.

Al hacer un recorrido por el hotel vieron actitudes anormales por parte de los huéspedes
y con un desconcierto enorme empezaron a indagar un poco mas acerca de este
fabuloso lugar sin obtener resultados.

Sin saber que ocurría los huéspedes se aglomeraron en un salón dando inicio a una
especie de ritual, los investigadores en medio de su desconcierto salieron del lugar
tratando de buscar una respuesta, cuando tomaron las escaleras para subir a la
habitación se encuentran con el botones del hotel un hombre mayor y quien era la única
persona que se notaba diferente, al verse supieron que era la única persona en la que
podrían confiar y quien tendría respuesta a todas sus preguntas.

Luego de una breve charla el botones decide ayudarlos, les cuenta que en este día
ocurrirá el cambio de administrador, por alguien mas cruel que el actual, alguien con
pecados imperdonables.

Al enterarse de esto se dan cuenta estaban en lo cierto al tener corazonadas de que algo
extraño estaba ocurriendo, corrieron por sus apuntes de investigación y se dieron
cuenta que el lugar donde se encontraban era un sitio embrujado y quien entraba allí no
podía salir, que sus almas vagaban de noche y sus cuerpos yacían debajo de la tierra al
salir el sol.
Después de este descubrimiento se dieron cuenta que debían salir a como diera lugar,
pero no podían dejar al botones que los ayudo, pues su cuerpo, así como el de ellos se
encontraba atrapado y no era su alma quien estaba vagando; en medio de la
aglomeración los investigadores llegaron diciendo que ya sabían quienes era y que todo
era una mentira y las mascaras de estas almas empezaron a caer mostrando en realidad
quienes eran.

Personas falsas queriendo demostrar lo que no eran, al intentar atacar a los


investigadores, con su vasta experiencia ya sabían como tratar con ellos, al contar con la
ayuda del botones lograron romper el embrujo, haciendo despertar a los habitantes de
la ciudad que se encontraban sumidos en tal hechizo que los llevaba a idealizar el lugar
perfecto y dejando descansar los cuerpos que yacían bajo tierra.
Èl... Ella... Ambos

 
Una chica a quien le encantaba leer tomó como lugar favorito un banco bajo un árbol
floral en el parque.

Un chico iba a dar un paseo como siempre al parque mientras paseaba a su husky
siberiano gris.

Ella lo vio pasar y le pareció interesante.

Él la vio sentada con su libro y le pareció muy linda.

Él la saludó con la mano y una sonrisa y ella le devolvió el saludo con otra sonrisa.

Pasaron meses y ambos seguían con la rutina, ella leyendo un libro diferente cada cierto
tiempo y él paseando a su perro o trotando y haciendo ejercicio, sin volverse a saludar.

Él caminaba por el parque queriendo verla otra vez sentada en un banco bajo el árbol
floral, en el que ella siempre leía un libro.

Ella estaba sentada allí, leyendo su libro mientras esperaba verlo pasar para observarlo
con cuidado sin que él se diera cuenta y esperando que él la viera.

Él evitaba mirarla fijamente porque su timidez se lo impedía y la veía de reojo, con su


abrigo, con su libro que cada semana era uno diferente.

Ella quería y esperaba el momento en que él supiera que existía, que notara su
presencia y se le acercara.

Él estaba muy seguro y convencido de que ella jamás se fijaría en él, nunca
correspondería el amor que él había comenzado a sentir por ella desde hace ya un año.

Ella recordó la primera semana en ese parque, cuando por primera vez se vieron y
saludaron pero no por mucho. Ya pasado un año eso no volvió a suceder, ese día,
finalmente se convenció a si misma de que él nunca la volvería a ver, perdiendo las
esperanzas de conocerse realmente alguna vez.

Él se decidió acercarse a ella al día siguiente, por primera vez creyó que tal vez si
pudiera sentir lo mismo, pero al igual que él ser tímida como para demostrarlo y si
quiera mirarlo, como pasa con él.

Ella toma su libro, lo guarda y se levanta, lo ve caminando a lo lejos y se va decidida a no


volver otra vez a ese parque, dispuesta a olvidarlo y darse por vencida con él.

Al día siguiente el chico pasa como todas las mañanas, sin verla, se extraña, pasa varios
días seguidos y no la encuentra, pasa a varias horas y no la ve. Finalmente, se da por
vencido, se rinde y se siente culpable por no haberla tratado de conocer realmente
desde hace tiempo.

Un día el chico la vio nuevamente sentada en una cafetería leyendo un libro mientras
tomaba café. Había observado suficiente para saber los libros que leía.

Fue a la librería y compró un libro reciente de romance.

Al día siguiente ella fue a la cafetería, estaba lloviendo y tenía el abrigo que usó el primer
día en el parque, fue a la mesa de siempre, cercana a la ventana que mostraba un buen
paisaje, se encontró una caja de regalo que decía: Por favor ábrelo con cariño.

Ella lo abrió y se encontró un libro, uno nuevo que ella estaba esperando para comprar.
Bajo este había una tarjeta que al leerla decía: ¿Podemos comenzar otra vez? Una nueva
oportunidad para conocernos realmente. No quiero perderte sin haber si quiera
intentado conocerte.

Ella ve que el chico del parque se sienta en su mesa frente a ella, ofreciéndole un café
caliente al igual que el de él, se lo extiende con una sonrisa y ella se da cuenta que lleva
la misma chaqueta que aquella primera vez en el parque, al igual que ella llevaba la
misma de aquel primer encuentro.
Para ti –Dice él-.

Gracias –Le responde ella-.

Quisiera que me des una oportunidad para empezar de cero y...

Ella sonríe feliz y lo interrumpe antes de que termine. Hola, me llamo Isabelle –Le da la
mano-. Él sonríe de vuelta y le corresponde el saludo. Hola, gusto en conocerte Isabelle,
me llamo Tyler.

Y así ambos comenzaron una nueva historia juntos.


La Muerte Y La Vida

La muerte misma fue a buscar a un chico llamado Elías.

El chico estaba deprimido, la chica que amaba nunca lo amó y jugó con él, con sus
sentimientos y luego lo cambió por otro, el chico estaba a punto de colgarse en un
árbol.

-He venido a tomar tu Alma y llevarte conmigo al inframundo –Le dice la muerte con su
Oz en la mano-.

-Lo sé –Dice el chico con desgana y nostálgico- así como ella tomó la mía. Y así como
probablemente ella tomó la tuya.

-Pero... -Comienza la muerte-.

-Admítelo ella, la vida, nunca te amó, así como ella no me amó a mi tampoco. Hoy
acabaré con mi vida. Iré contigo de la mano.

La Muerte recuerda que La Vida si lo ama, así como él la ama a ella, pero es un amor
imposible. No pueden estar juntos, La Vida siempre le manda regalos hermosos,
plantas, animales, personas y La Muerte, pues guarda estos regalos con cuidado, los
guarda con amor, las guarda para siempre en un sueño profundo al cual los humanos
conocen como muerte. Pero tristemente La Muerte no puede mandarle regalos a La
Vida. Estando así separados por siempre.

-Te dejaré vivir –Dice La Muerte- porque eres un gran chico y tienes oportunidades, y si
te dejo vivir siento que de algún modo le estoy dando un regalo a La Vida, el regalo de
no llevarme algo que le pertenece. Buena suerte chico, tienes un camino por delante y
muchas chicas a tu alrededor, solo debes abrir bien los ojos. Y chasqueando los dedos la
soga de la cual el chico se iba a ahorcar se hace cenizas.
-Gracias Muerte, eso haré, La Vida me ayudará. Conseguiré a alguien que me ame de
verdad.

Y en eso La Vida, tan hermosa como siempre aparece delante de La Muerte y recibe
entre sus brazos al chico que merece otra oportunidad. Por primera vez La Muerte le
hace un regalo a La Vida. Aunque su amor es imposible.

Todos los días, sin tú darte cuenta, La Vida le manda regalos a La Muerte, puede que le
dé a un ser querido, una planta o un hermoso animal. Y La Muerte no es tan mala como
crees, La Muerte solo guarda para siempre los hermosos regalos que le obsequia La
Vida. Aunque al final La Muerte y La Vida no pueden estar juntos.
De la mano hasta el final

Estaba solo caminando por la calle, pensando que tal vez ella es feliz ahora, cuando en
un momento comienzo a recordar nuestros momentos juntos, hasta aquel día en que
tuvimos el accidente automovilístico, ella lamentablemente perdió la vida mientras yo
solo estuve unos meses en el hospital, le había dicho que estaría con ella, de la mano
hasta el final y así fue, en ese preciso momento la tomé de la mano hasta que hubo el
fuerte y mortal impacto, tomados de la mano todavía con una sonrisa en sus labios,
mientras una lágrima corría por su mejilla.

De repente siento una de las mejores sensaciones, mientras caminaba por un boulevard
bastante atractivo por el cual solíamos ir todas las tardes de los viernes, mismo día de
hoy, viernes, siento como mi mano se reconforta, siento como si una mano amiga y
amorosa se deslizase por la mía, entrelazando sus dedos en los míos y finalmente
apretándome fuerte como para que no me vaya. Giro la cabeza y la veo, sonriente como
aquella última vez paseando por aquí, vestida de blanco reluciente.

Cuando amas a alguien no tienes elección –Me dice mirándome a los ojos- te amo
demasiado como para dejarte solo en este mundo.

Me haces falta, cada día, cada noche, siempre siento que estás conmigo pero al voltear y
ver que no es así me siento solo –Le respondo-.
Siempre estoy contigo, y siempre estaré contigo de la mano hasta el final –Me aprieta la
mano haciéndome sentir una sensación cálida- siempre te cuidaré hasta que en algún
momento volvamos a estar juntos.

Le sonrío y al hacerlo veo como se va haciendo trasparente hasta desaparecer pero


siempre viéndome a los ojos, con una sonrisa radiante, retumbando en mis oídos
dulcemente sus palabras, siempre está conmigo, desaparece por completo pero aun
siento su hermosa presencia y su agarre en mi mano. Lo único que repito es: De la mano
hasta el final.
Verdadera despedida

Y si te volviera a conocer te volvería a amar, porque es inevitable - Le dice-.

Pero ya no podemos seguir juntos, aunque quiera, ya no te amo como antes, prefiero
estar sola. –Le responde-.

Te extraño Stephanie, te amo. Sabes que he hecho demasiadas cosas por ti porque eres
demasiado importante para mí. –Le dice tomándola de la mano-.

Y así es la vida Theo. Extrañas a gente que no te extraña, quieres a quien no te quiere,
eres bueno con quien no lo merece. –Dice Stephanie mientras delicadamente se suelta
del agarre de Theo y una lágrima corre por su mejilla-. Sabes que hay alguien que te
ama, pero aun así la ignoras, eso mismo es lo que estás sintiendo en este momento. Me
amas, pero yo ya no te amo.

Dame una oportunidad por favor –Le dice el chico-.

Por qué mejor no se la das tú a ella –Stephanie le señala a la distancia a una chica
viendo el paisaje bajo la lluvia con su paraguas rojo-.

Sabes, tienes razón, a veces nos equivocamos, a veces amamos a quien no nos merece e
ignoramos a los que nos aman –Le dice Theo cansado de estar detrás de ella que ya no
lo ama, dándose cuenta de la realidad, aquella chica a la que ha ignorado lo ha ayudado
demasiado, ha hecho demasiadas cosas por él y él no le ha agradecido, no le ha hecho
caso- no la amo, pero tal vez deba dejarte ir y empezar a prestar atención en esos
pequeños detalles que me obsequian las personas que realmente me aprecian.

Dicho esto se acerca con su paraguas negro a donde está la chica y le ofrece su
chaqueta. Se da cuenta de que la recibe con una enorme sonrisa mientras sus ojos
brillan mirándole y ve que es una gran chica, no solo en apariencia sino también en
corazón. Tal vez con el tiempo su corazón pueda corresponder el de ella.
Por otro lado Stephanie sonríe al ver que Theo se acercó a la chica que lo ama, sabiendo
que debe alejarlo de ella porque no podrán vivir felices por siempre, no cuando ella está
condenada a morir en unos meses por una enfermedad terminal. Y la única manera que
tiene para alejarlo es herirlo pero no sin antes escribir una carta para dejarle ya cercano
el momento de la verdadera despedida. De la verdad del por qué no lo quiere en su vida,
y es que no quiere verlo sufrir a su lado sabiendo que ella va a morir. Sabiendo que al
llegar el momento él tendrá la oportunidad de comenzar de nuevo con una chica de
buenos sentimientos y gran corazón, pues ella habló con aquella muchacha y esta la
ayudó sin nada a cambio. Sin saber tampoco que el hecho de que Stephanie le dijera
que cuide de Theo es que ella ya pronto no estarà para ello y necesita a alguien que lo
mantenga siendo el gran chico que es, con un futuro por delante.

De lejos, observándolo dice una última frase antes de irse.

Lo siento mucho por esto Theo, pero te amo y no quiero que me veas morir, para eso
necesito que dejes de pensar en mí, para que no sufras, tienes una gran vida por
delante... disfrútala.
El espíritu del pozo

Cierta noche, una mujer rica se quedó sentada hasta tarde, cardando lana, mientras el
resto de su familia y sus sirvientes dormían. De repente, llamaron a la puerta y una voz
afuera gritó:

—¡Abran! ¡Abran!

—¿Quién anda ahí? —preguntó la mujer.

—Soy la bruja de un solo cuerno. ─fue la respuesta. La dueña de la casa abrió la puerta y
entró una mujer con un cuerno que le crecía en la mitad de la frente. Llevaba un par de
cardadores de lana. Se sentó en silencio junto al fuego y comenzó a cardar lana con
violenta prisa. De pronto se detuvo y dijo en voz alta:

— ¿Dónde están las mujeres? Se están tardando mucho.

Entonces llamaron a la puerta por segunda vez y una voz afuera gritó:

—¡Abran! ¡Abran!

La dueña de la casa se sintió obligada a levantarse ella misma y abrir la puerta, y de


inmediato, entró una bruja que tenía dos cuernos en la frente y en la mano una rueca
para hilar.

—Háganme un lugar —dijo—. Soy la bruja de los dos cuernos. —y comenzó a hilar a la
velocidad de un rayo.

Y siguieron llamando a la puerta, y la puerta se abría y las brujas entraban, hasta que por
fin había doce mujeres sentadas en torno al fuego, la primera con un solo cuerno y la
última con doce. Y todas ellas cardaban lana y hacían girar sus ruecas para hacer hilo, y
enredaban y tejían mientras cantaban todas juntas una antigua rima, pero no le decían
una sola palabra a la dueña de la casa. Era extraño escuchar aquellas doce mujeres, era
aterrorizante verlas, con sus cuernos y sus ruecas. La dueña de la casa estaba muerta de
miedo y trató de levantase para pedir ayuda, pero no podía moverse ni emitir una sola
palabra o grito, porque el hechizo de las brujas había caído sobre ella.

Una de ellas la llamó y le dijo:

—Levántate y haznos un pastel.

Entonces la mujer se puso a buscar una jarra para recoger agua del pozo y hacer la
mezcla para el pastel, pero no encontró ninguna.

Las brujas le dijeron:

—Toma la coladera y trae agua en ella.

Así que la mujer tomó la coladera y fue al pozo, pero el agua se salía por los agujeros; se
sentó a un lado y se puso a llorar.

—Toma un poco de barro y musgo —dijo una voz que provenía del interior del pozo—,
revuélvelos y tapa los agujeros de la coladera para que no se salga el agua.

La mujer así lo hizo y la coladera pudo contener el agua.

—Vuelve a la casa —agrego— y justo antes de entrar, grita tres veces "La montaña y el
cielo sobre ella se están quemando".

Y así lo hizo la mujer.

Mientras ella no estaba, con harina mezclada con la sangre de su familia, que aún
dormía, las brujas hicieron un pastel. Las mujeres dentro de la casa escucharon aquello,
lanzaron un terrible grito, y se apresuraron a salir, dando alaridos, y volaron de vuelta a
casa.
Entonces el Espíritu del pozo le dijo a la dueña de la casa que entrara y preparara su
hogar en contra de los encantamientos de las brujas, por si se les ocurría regresar.

Primero, para romper sus hechizos, la mujer salpicó la fachada de la casa con el agua en
que había lavado los pies a su hija. Luego tomó el pastel, lo partió en pedazos y puso un
trocito en la boca de cada uno de los durmientes, que despertaron libres del poder de
las brujas. Por último, aseguró la puerta colocando una gruesa viga contra ella, para que
no pudieran entrar.

Una vez hecho todo aquello esperó.

Las brujas no tardaron en volver, enfurecidas y clamando venganza.

—¡Abran! ¡Abran! —gritaron todas— ¡Abre, agua de pies!

—No puedo —respondió el agua de pies— porque estoy regado por el suelo y me
escurro hacia el lago.

—¡Abre, abre, pastel que hicimos y mezclamos con sangre! —gritaron las brujas de
nuevo.

—No puedo —respondió el pastel—, porque estoy completamente roto y lastimado.

Las brujas se lanzaron a los aires y echaron una maldición:

—Tu heredera pagará tu ofensa, al cumplir los veintitrés años regresaremos y la


llevaremos con nosotras, nadie podrá impedirlo y será nuestra esclava para siempre —y
volvieron a sus casas.

El tiempo pasó y la niña se había convertido en toda una doncella de la alta sociedad,
sin duda era hermosa y de un corazón noble, faltaba un par de días para que cumpliera
sus veintitrés años; su madre había olvidado aquella maldición. El Espíritu del pozo aún
recordaba lo sucedido, se encontraba diseñando un plan para impedir que la muchacha
fuera raptada.
—Acércate —le pidió la voz a la bella joven y ella obedeció—. Mira a través del agua.

La chica obedeció una vez más y vio con sus propios ojos la desgarradora historia.

— ¿Qué voy hacer ahora, Espíritu? —preguntó la joven realmente desesperada.

—Toma una moneda de oro —dijo la voz— y adéntrate en mis aguas, debes nadar
hasta lo más profundo y pedir un deseo.

La joven, que con el paso de los años había hecho amistad con el Espíritu del pozo sabía,
perfectamente lo que deseaba, y tal y como se lo pidió, lo hizo. Bajó hasta tocar fondo e
incluso removió un poco de tierra, tomó la moneda en sus manos, las acerco
lentamente a su corazón y pidió su deseo.

Ella se convirtió en agua, su deseo había sido estar para siempre junto al Espíritu del
pozo...pues se había enamorado de él.

Las brujas cumplieron su promesa y regresaron por la joven, pero tuvieron que
emprender el vuelo nuevamente mientras lanzaban extrañas maldiciones al Espíritu del
pozo, que las había arruinado por segunda vez.

Se dice que todas las noches la doncella y el Espíritu se transforman en cuerpos


formados por agua y bailan alrededor del pozo, amándose hasta el final de los tiempos.
Hola mamá

La tarde llegó más pronto de lo común, el ambiente se tornó oscuro y muy callado,
mamá dijo a eso de las 5 que llegaría más tarde, pero que debíamos seguir las reglas que
había dejado en la mesa, no le presté mucha atención, pero dije que lo haría, al caer la
"verdadera noche", mi hermano llega a eso de las 9 para preguntar si cumplí las reglas
que decía la nota, le dije que al suponer que eran cosas como: "no entrar en zapatos a
las habitaciones" o tal vez un "nada de invitados después de tal hora" no le presté
atención, pero que luego lo haría, cuando terminase de jugar.

Me dijo que en serio debía bajar y leer con él las reglas con él, nunca lo había visto tan
serio, es de esos hermanos mayores que solo bromean y se ríen contigo, así que procuré
pausar mi juego y atender las reglas, antes de terminar de bajar las escaleras escuché un
estruendo donde estaba la mesa, pregunté: "qué ha sido eso?" a lo que mi hermano
respondió que nada, que mejor teníamos que darnos prisa, supuse que había sido mi
imaginación y no era importante, cuando comenzamos a leer, las instrucciones eran
muy precisas para que no entrase alguien, no creía que fuese necesario, pues era un
barrio muy seguro, por lo que me pareció raro, las instrucciones eran estas:

1- cerrar bien las ventanas, con PASADOR

2- Asegurar la puerta desde dentro

3- tirar una cucharada de sal en el espacio vacío de la puerta

4- apagar todas, PERO TODAS las luces

5- No atender la puerta a nadie, hoy no hay nadie afuera


Al leer esto mi hermano dice: "bueno, manos a la obra" y nos repartimos las tareas, el se
asignó 3 porque decía que podía hacerlas más rápido, al tener 3 años más que yo, no le
tomé importancia y acepté, antes de iniciar me dijo que mamá había olvidado la
advertencia, que al hacer las tareas no debíamos prestar atención a nada, para mi
infortunio se me asignaron las ventanas y la sal en la puerta, las ventanas fueron
bastante curiosas, podría jurar que vi algo moverse en los arbustos, a las siguientes,
sentía que algo me llamaba, sin saber que hacer, traté de hacer caso a los que me
advirtió mi hermano, cerré todas las ventanas y a la última noté que todos los vecinos
estaban a oscuras, solo una luz de la calle. A la hora de echar la sal en el vacío de la
puerta noté que hacía mucho viento, encima del recipiente de la sal encontré que decía
que se debía dejar que la sal se arrastrarse por la puerta; pero cuando la iba a tirar, sentí
un estruendo de golpes en la puerta, me asusté, pero sentía mucha más adrenalina y me
aventuré a hacerlo, cuando lo volví a intentar me habló mamá, "hijo, abre la puerta",
dije que ya lo iba a hacer, pero mi hermano me detuvo, no pude decir nada, ni pensar en
nada que fuese correr y esconderme, mi hermano me tapó la boca, mientras mi me
mostraba una foto de mi mamá diciendo: "espero que hayan leído todo, nos vemos
mañana".
Burbuja

Hola soy kreb, el pez más grandioso; hermoso; gracioso y genial de todo el océano o eso
dice mi mamá. durante toda mi vida he estado encerrado, pues mi madre dice que no es
fácil allá fuera, que si salgo de mi burbuja puede que jamás regrese y es cierto, prueba
de eso Goldie mi buen amigo él quería descubrir que había más allá de nuestra burbuja,
pero nunca regreso. El sufrimiento que vivió su madre no se compara con nada, jamás
había visto tal dolor, ¿Cómo podría un cuerpo tan pequeño cargar con semejante
calvario? no sería capaz de causarle ese tormento a mi madre.

El océano es hermoso aun cuando solo conocía una pequeña parte, ese azul
deslumbrante, los grandes arrecifes, los coralinos ¡todo! Es perfecto, aunque ya nada es
igual, ese azul alucinante con el cual quedabas atónito ante su majestuosidad se ha ido
perdiendo cada vez más, últimamente hay unas cosas muy extrañas yo les llamo
“cristales” pero son muy peligrosos, recuerdan a Guppy el vecino bueno pues él un día
decidió comerlos y adivinen que ¡murió! Fue horrible, se quejaba tanto parecía un alma
en pena pobre pez. Los cristales tienen una forma muy extraña y además se
trasformaban, si porque llegaban muy grandes algunos me doblaban en tamaño otros
no tanto y al pasar de los días como por obra de magia ¡ZAS! Eran pequeños cristales ah
y nunca venían solos traían consigo eran como unas mantas, eran de colores, pero eran
igual de peligrosas que los cristales, a la hija de la señora de los mantenimientos le paso,
pero paso algo extraño ¡sobrevivió! Nada fue igual desde ese momento perdió la vista y
no podía nadar por largos periodos tiempos, pero estaba viva eso era lo importante
¿cierto? No es que tengamos una oficina donde irnos a quejar, tenemos que vivir con
eso. El señor aletas siempre me contaba sus historias y hazañas mas grandes y
divertidas y como había sobrevivido a las manos de los gigantes, vaya que no me canso
de escuchar esa historia, es la mejor. Así pasaron días, meses hasta que decidí explorar
sin importarme que fuera lo último que haría en mi vida. Así que salí sin saber lo que me
esperaría.

Emprendí mi viaje encontré muchas cosas hermosas habían cambiado un poco a lo que
me contaba el señor aleta, pero igual estaba feliz todo marchaba con normalidad,
conocí a Cindy la estrella de mar mas hermosa de todo el océano era perfecta, un
rosado tan delicado, que parecía un sueño, aunque no estaba interesada en mí. yo
continue con mi camino todo estaba bien cuando de repente, estaba enredado en una
cosa muy extraña y me elevaba poco apoco podría sentir como me sacaba del océano,
de mi hogar, en esos momentos solo podía pensar en mi madre y en lo preocupada que
debía estar. Solo recuerdo eso cuando volví a despertar estaba en un lugar muy extraño,
era pequeño solo podía nadar en círculos era como una burbuja dentro de una burbuja,
me daban de comer, a veces se le olvidaba esa gigante si que era extraña, pero en lo
único que pensaba era en volver a ver a mi madre daría todo por salir de esa burbuja y
abrazar a mi madre
El silbón

Nunca había sido creyente de leyendas, mitos, fantasmas e historias de esa indole,
nunca he sido exceptico, pero esa tediosa noche todo cambió, de pasar de una larga
noche de juegos a llegar a ser una tormentosa noche digna de un cuento de Lovecraft,
todo iba increíble, mi madre era como yo, pero en una supuesta entrega de herencias,
le dieron un don. Tras la entrega de la herencia nos dijeron que ya era época de caza
para los augurios, la noche se sentía demasiado pesada, nos pidieron irnos a la casa
donde nos íbamos a quedar y procedimos a tratar de dormir, resalto el “tratar” porque
no lo pudimos conseguir, el ambiente era demasiado, tanto que no se pudo conciliar el
sueño, eran las 3.30 a.m. y escuchamos unos silbidos, no le dimos demasiada
importancia. A la mañana siguiente la vecina de al lado nos despertó tocando la puerta
un poco agresiva, con la noticia que el silbón había pasado por el pueblo, me atreví a
preguntar quien era ese tal “silbón”, y si era importante que pasara. Me dijeron que era
mejor no saberlo, pero mi insistencia me dió una respuesta: "si escuchas su silbido cerca
significa que está lejos, cuando lo escuches lejos es que está cerca, cuando sea así,
escóndete, trata de dormir y reza porque lo escuches muy cerca tuyo", más tarde nos
fuimos a casa, no creí que volvería a escuchar eso nuevamente.

Pasaron dias, meses y no pasaba nada, el tema ni siquiera pasaba por mi mente, llegó la
noche de juegos, solo en casa, videojuegos, musica a todo volumen, comida chatarra y
podía dormirme a la hora que yo quisiera, por fin podría terminar mi videojuego favorito
en este yo era un cazador, me mantenía en sigilo y silbaba para distraer a los enemigos,
al rato de jugar, sentí un silbido muy cerca, casi como a mi oído, lo cual fue algo raro ya
que aunque tuviera puesto los audífonos, el juego lo tenia en pausa, asi que no le tomé
importancia, segui jugando tranquilamente y ya casi finalizando, justo antes de cerrar el
juego pasó lo mismo, me asusté un poco y apagué la consola, pero cuando lo hice el
silbido volvió, asi que podía decir con certeza que no era el videojuego
esta vez se escuchó más lejos, en ese momento recordé las palabras de la señora, me
quede en shock por algunos segundos pensando que hacer, fui rapidamente a mi
habitación, mi corazón estaba bastante acelerado y me temblaban las piernas, cuando
pude llegar al cuarto sentía que el silbido era mucho más lejano, entre en pánico,
pensando en lo que podría pasar, de repente se comenzaron a escuchar pisadas fuertes
cerca, traté de no hacer ruido, pero algo me decía que lo que sea que estuviera ahí
afuera sabía donde estaba, al no saber que hacer me escondí debajo de mi cama y veía a
la entrada de la puerta, se veían sus pies, eran enormes, se quedo inmóvil,
probablemente los segundos mas tensos de toda mi vida, cerre los ojos por el miedo
que sentía, y comenzó a silbar tan fuerte que escuche como se cayeron muchas cosas de
toda la casa, vidrios rompiéndose, perros ladrando tuve que colocar mis manos en los
oídos para no quedarme sordo, abri los ojos y todo estaba en silencio, no había nadie en
la habitación, sali aun un poco asustado a revisar la casa con mucho cuidado al ver que
no había nadie, llore demasiado, fue una situación horrible jamás se va a borrar esa
horrible noche de mi cabeza.

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