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TEXTOS DE DERECHO
Directores de la colección
José Juan FERREIRO LAPATZA
Catedrático de Derecho Financiero
y Tributario. Abogado
QUEDA PROHIBIDA
LA VENTA, DISTRIBUCIÓN Y COMERCIALIZACIÓN
"Quién recibe una idea de mí, recibe instrucción sin disminuir la mía;
igual que quién enciende su vela con la mía, recibe luz sin que yo quede
a oscuras" ,
—Thomas Jefferson
Pág.
7
ÍNDICE
Pág.
8
PRESENTACIÓN
9
PRESENTACIÓN
10
PRESENTACIÓN
11
PRESENTACIÓN
12
PRESENTACIÓN
13
PRESENTACIÓN
Por la Editorial,
]OSÉ J. FERREIRO LAPATZA
14
INTRODUCCIÓN
ALA TEORÍA
DEL DERECHO
INTRODUCCIÓN
Schriften, Berlín, 1909, Bd. v, pp. 36 ss. Kant, que, al igual que los demás profesores de
las Universidades prusianas, estaba obligado a dar sus explicaciones de cátedra tomando como
base un compendio determinado, escogió con este fin, para las de Derecho Natural, el manual
de G. AcHENWALL In naturae (ed. vu, Gottingae, 1774), aunque utilizándolo, como era su
costumbre, de manera absolutamente libre. Sobre todo ello, K. VoRl.ANDER, lmmanuel Kant,
der Mann und das Werk, Leipzig, 1924, Bd. 11, pp. 56 ss.
3 Una idea expresada por algunos de los primeros kantianos, especialmente por TH
Sc11MALZ, Handbuch der Rechtsphilosophie, Halle, 1807, pp. 76, 111, a quien iba a rectificar
G. HuGo, &itriige zur civilistischen Bücherkenntnis der letzlen vierzig Jahre, Berlín, 1828-1829,
Bd. II, p. 6.
17
FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
WW. Bel. VI, pp. 355 ss., especialmente las partes II y 111, pp. 372 ss. y 391 ss.
8 Zum ewigen Frieden. Ein philosophischer Entwurf. WW. Bd. VI, pp. 425 ss.
Bd. X, p. 78.
18
INTRODUCCIÓN
19
FELIPE GoNzALEZ VICEN
que inabarcable. Warnkonig inserta una lista de ciento seis tratados escritos
en este sentido 16, pero el número es, en realidad, mucho mayor 17 . Veinte
años después de la muerte de Kant, señalaba Baumbach ya el extraordinario
influjo de su doctrina jurídica 18, y poco después, una de las historias del
Derecho más populares de la época confirmaba el imperio de la doctrina
jurídica kantiana en las universidades alemanas 19 • Es el mismo juicio que
podemos también leer en F. v. Raumer: "El principio jusnaturalista kantiano
ha influido hasta el presente y ha sido aceptado con tan sólo insignificantes
modificaciones por la mayoría de los juristas" 20 ; y todavía a mediados del
siglo escribía R. v. Mohl en el mismo sentido 21 • Más aún, incluso en el
pensamiento jurídico católico, que había permanecido cerrado herméticamente
al racionalismo woljjiano, la doctrina kantiana penetra de modo determinante
durante toda la primera mitad de la centuria 22 •
Y, sin embargo, pese a esta difusión y a este influjo verdaderamente excep-
cionales, puede decirse que la teoría del Derecho kantiana no sólo es la parte
menos estudiada y peor entendida de toda la obra del filósefo, sino, además,
una de las pocas grandes producciones de la literatura jurídica universal,
sobre cuya significación y cuyo sentido últimos sólo en nuestro tiempo ha
comenzado a hacerse lentamente alguna claridad. ¿Cómo ha sido esto posible?
La explicación de ello hay que buscarla en el punto de vista "sistemático",
desde el que, durante más de un siglo, la tradición kantiana se ha enfrentado
con la filosofía práctica, y muy en especial con la filosofía jurídica de Kant,
entendiendo ambas desde la teoría del conocimiento y, consecuentemente, como
una desviación respecto al método de reducción trascendental allí establecido.
Esto, que se echa ya de ver en los primeros juristas kantianos, quienes, desde
que aparece la Crítica de la razón pura, empiezan a publicar en sucesión
ininterrumpida tratados de filosofía del Derecho "según el método crítico",
tratando así de anticipar las propias ideas de Kant sobre la materia 23 , va
16 L. A. WARNKóNIG, Rechtsphilosophw als Naturlehre des Rechts, Freiburg i. B., 1839, pp. 137
SS. y 134.
17 Cfr. H. T11. ScHLETfER, Handbuch der juristischen Literatur, Grimm, 1834, pp. 315 ss.
18 C. J. A. BAUMHACH, Einleittmg in das Naturrecht a/s eine vo/ksthümliche Rechtsphilosophie,
20 F. v. RAuMER, Ueber die geschichtliche Entwicklung der Begri.ffe von Recht, Staal und Politik,
holischen Rechtsphilosophie des 19. ]ahrhunderts (Diss. Freiburg i. B., Maschinenschr.), 1950,
pp. 30-36.
23 Cfr. A. F. J. THIBAUT, "Ueber den Einfluss der Philosophie auf die Auslegung der
positiven Gesetze", en Versuche über einzelne Theile der Theorie des Rechts, Jena, 1798, Bd. 1,
pp. 141 ss. Refiriéndose al mismo fenómeno, l. B. L. SEtDENSTICKER, Geist der juristischen
20
INTRODUCCIÓN
Literatur von dem}ahre 1976, Góttingen, 1797, p. 78, escribía con su acostumbrado ingenio:
"Der langmüthige Kant, welcher kein Kantianer ist, sieht es, und lasst das Bose geschehen."
24 G. Huc;o, Lehrbuch des Natuffechts als cine Philosophie des positiven Rechts, 4. Aufl., Berlín,
1819, p. 32.
25 Cfr. F. BouTERWEK, en GiittingischeAnseigen vongelehrten Sachen, Bd. I (1797), pp. 265 ss.,
y L. H. JACOB, en Annalen der Philosophie und des philosophischen Geistes von einer Gesellschaft
gelehrter Miinnner, Jhrg. m ( 1797), pp. 13 ss.
26 Cfr. Neuen Gespriiche zwischen Christian Wo!tf und einem Kantianer über Kants Metaphy-
sische Anfangsgründe der Rechtslehre und der Tungendlehre, Berlin-Stettin, 1798, esp. p. 8.
27 J. FRIES, Reinhold, Fichte und Schelling, Leipzig, 1803, p. 319.
28 Cfr. System der Rechtslehre von 1812, en J. G. Fichte's Nachgelassene Werke, Bonn,
31 Por motivos de otra índole, por ver en ella la manifestación clásica de la idea liberal
y "jurídica" del Estado, la teoría del Derecho kantiana será también objeto de una crítica
destructiva por parte de la ideología contrarrevolucionaria; una crítica cuya primera expresión
se encuentra en K. L. v HALLER, Restaura/ion der Staatswissenschafi, Bd. t, Winterthur, 1816,
pp. 68 SS.
32 Sobre ello, G. LEIIMANN, Geschichte der nacl1kantischen Philosophie, Berlín, 1931,
pp. 171 SS.
21
FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
pp. 535-536.
37 W. METZEGER, Gesellschaft, Recht und Staat in der Ethik des deutschen Idealismus, Hei-
22
INTRODUCCIÓN
23
FELIPE GüNZÁLEZ VICEN
pp. 271 ss., y Metaphysik d. Sitten, WW. Bd. VII, p. 22 (pp. 36 ss. de esta edición).
47 Sobre todo ello, cfr. mi trabajo citado, La filosofía del Estado en Kant, pp. 106 ss. (de
esta ed.).
24
INTRODUCCIÓN
25
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
Universidad de La Laguna
26
INTRODUCCIÓN
A LA METAFÍSICA
DE LAS COSTUMBRES
I
ya que el entendimiento refiere, ante todo, las representaciones a un objeto, es decir, sólo
él piensa algo por medio de ellas. Ahora bien, el elemento subjetivo de nuestra representación
puede ser susceptible de ser referido a un objeto del conocimiento (bien según la forma
o bien según la materia, llamándosele en el primer caso intuición pura y en el segundo
sensibilidad), en cuyo caso la sensibilidad, como receptividad de la representación pensada,
es el sentido. O bien el elemento subjetivo de la representación puede no llegar a ser un
conocimiento, por contener sólo la relación de aquélla con el sujeto y nada utilizable para
27
INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DEL ÜERECHO
el conocimiento del objeto. En este caso, esta receptividad de la representación se llama "
sentimiento, el cual contiene el efecto de la representación (sea sensible o intelectiva) sobre
el sujeto y pertenece a la sensibilidad, aun cuando la representación misma pueda pertenecer
al entendimiento o a la razón.
28
INTRODUCCIÓN A LA METAFÍSICA DE LAS COSTUMBRES
incluso cuando ésta tiene por objeto lo que sólo puede serlo de
un placer intelectual; en este caso, empero, la inclinación no sería
la causa, sino el efecto del interés racional, y podríamos llamarla
inclinación no sensible (propensio intellectualis).
Hay que distinguir aún la concupiscencia del apetito mismo
como incitación a la determinación de éste. La concupiscencia es
siempre una determinación sensible del ánimo, pero que no ha lle-
gado a convertirse en un acto del apetito.
El apetito según conceptos, siempre que el fundamento de su
determinación para la acción se encuentre en él mismo, no en el
objeto, se denomina facultad de hacer o de omitir a voluntad. Siem-
pre que el apetito se halla unido a la conciencia de la capacidad
de su acción para producir el objeto, el apetito se llama arbitrio;
si no está, en cambio, unido a dicha conciencia, el acto del mismo
se llama deseo. El apetito, cuyo fundamento interior de determi-
nación -y, por tanto, también la posibilidad de hacer u omitir-
se encuentra en la razón del sujeto, se denomina voluntad. La volun-
tad es, por consiguiente, el apetito, considerado, no tanto --como
el arbitrio- en relación con la acción, sino más bien en relación
con el fundamento de determinación del arbitrio para la acción;
en este sentido, la voluntad misma no tiene ante sí ningún fun-
damento de determinación en sentido propio, sino que es --en tanto
que la razón puede determinar el arbitrio-- la misma razón práctica.
La voluntad puede abarcar el arbitrio, y también el mero deseo,
en tanto que la razón puede determinar en absoluto el apetito. El
arbitrio que puede ser determinado por la pura razón se llama libre
arbitrio. El que sólo es determinable por la inclinación -impulso
sensible, stimulos- sería arbitrio animal o arbitrium brutum. El arbitrio
humano es, en cambio, un arbitrio que es, sin duda, afectado, pero
no determinado por los impulsos sensibles, y que no es, por tanto
-sin el cultivo de la razón-, puro en sí, pero que puede, sin embar-
go, ser determinado por la voluntad pura. La libertad del arbitrio
es la independencia de su determinación por los impulsos sensibles.
Éste es el concepto negativo de la misma, mientras que el positivo
es: la capacidad de la razón pura para ser práctica por sí misma.
Esto, empero, no es posible de otra manera que contrastando la
máxima de toda acción con la posibilidad de servir de la ley general.
Aplicada al arbitrio con independencia de su objeto, la razón pura,
en efecto, como facultad que es de principios -y como aquí se
trata de principios prácticos como facultad legisladora-, lo único
que puede hacer, ya que se le escapa la materia de la ley, es elevar
a la ley suprema y a fundamento de determinación del arbitrio la
29
INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DEL DERECHO
II
SOBRE LA IDEA Y LA NECESIDAD DE UNA
METAFÍSICA DE LAS COSTUMBRES
30
INTRODUCCIÓN A lA METAFÍSICA DE lAS COSTUMBRES
31
INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DEL DERECHO
32
INTRODUCCIÓN A LA METAFÍSICA DE LAS COSTUMBRES
33
INTRODUCCIÓN A lA TEORÍA DEL DERECHO
III
SOBRE LA DMSIÓN DE LA METAFÍSICA
DE LAS COSTUMBRES 2
Toda legislación -bien prescriba acciones internas o externas,
y bien las prescriba a priori por la simple razón o por el arbitrio
de otra persona- está integrada por dos elementos: en primer lugar,
una ley que presenta objetivamente como necesaria la acción que
debe acontecer, es decir, una ley que hace un deber de la acción,
y, en segundo lugar, un motivo que une subjetivamente el fun-
damento que determina al arbitrio a la acción con la representación
de la ley. Es decir, que el segundo elemento consiste en que la
ley convierte a la obligación en motivo de la acción. Por el primer
elemento, la acción es representada como obligación, lo cual es un
mero conocimiento teórico de la determinación posible del arbitrio,
es decir, de reglas prácticas; por el segundo, la vinculación a obrar
así es unida a un fundamento de determinación del arbitrio en el
sujeto.
Toda legislación, por tanto, aun cuando coincida con otra por
razón de las acciones que convierte en obligación, aun cuando, por
ejemplo, las acciones sean en todos los casos externas, puede, sin
embargo, diferenciarse de ellas desde el punto de vista del motivo
del obrar. Aquella legislación que convierte una acción en obligación
y que, además, hace, a la vez, de esta obligación el motivo de obrar,
es una legislación ética. Aquélla, en cambio, que no incluye esto
último en la ley, y que, por tanto, consiente en otro motivo del
obrar que la idea de la obligación misma, es una legislación jurídica.
En relación con esta forma de legislación se ve fácilmente que este
motivo del obrar distinto de la idea de la obligación tiene que pro-
venir de los fundamentos patológicos de determinación del arbitrio,
de las inclinaciones y repulsiones, y, entre éstas, de las de la última
especie, ya que la legislación jurídica ha de ser compulsara y no
una incitación meramente invitatoria.
2 Una de las condiciones más diffciles de llenar por el arquitecto de un sistema es
34
INTRODUCCIÓN A 1A METAFISICA DE lAS COSTUMBRES
35
INTRODUCCIÓN A lA TEORIA DEL DERECHO
IV
CONCEPTOS PRELIMINARES A IA METAFÍSICA
DE LAS COSTUMBRES
(Philosophia practica universalis)
36
INTRODUCCIÓN A lA METAFISICA DE lAS COSTUMBRES
37
INTRODUCCIÓN A lA TEORIA DEL DERECHO
38
INTRODUCCIÓN A lA METAFÍSICA DE lAS COSTUMBRES
39
INTRODUCCIÓN A 1A TEORÍA DEL DERECHO
40
INTRODUCCIÓN A 1A METAFÍSICA DE !AS COSTUMBRES
41
INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DEL ÜERECHO
42
INTRODUCCIÓN A LA METAFISICA DE LAS COSTUMBRES
43
INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA
DEL DERECHO
§A
¿QUÉ ES LA TEORÍA DEL DERECHO?
§B
¿QUÉ ES DERECHO?
45
INTRODUCCIÓN A LA TEORiA DEL DERECHO
§C
46
INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DEL DERECHO
§D
47
INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DEL DERECHO
§E
48
INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DEL DERECHO
49
APÉNDICE A LA INTRODUCCIÓN
A LA TEORÍA DEL DERECHO
(Ius aequivocum)
I
LA EQUIDAD
(Aequitas)
51
INTRODUCCIÓN A 1A TEORÍA DEL DERECHO
II
EL DERECHO DE NECESIDAD
(Ius necessitatis)
Este supuesto derecho significará la facultad de quitar la vida
a alguien que no me ha hecho nada, siempre que mi misma vida
se halle en peligro. Salta a la vista que aquí tiene que contenerse
una contradicción de la teoría del Derecho consigo misma, ya que
no se trata de un agresor que injustamente atenta contra mi vida,
52
APÉNDICE
53
INTRODUCCIÓN A LA TEORÍA DEL DERECHO
A
DIVISIÓN GENERAL DE LAS OBLIGACIONES JURÍDICAS
B
DIVISIÓN GENERAL DE LOS DERECHOS
54
APÉNDICE
ordinario mentira (mendacium), porque, por lo menos, puede causar el daño de que aquel
que la repite creyéndola verdad, sea tenido por un ingenuo y expuesto a la mofa de los
demás. En sentido jurídico, empero, sólo se llama mentira a aquella falsedad que viola el
derecho de otro, como, por ejemplo, el fingir un contrato con el fin de apoderarse de los
bienes de una persona (fálsiloquium dolosum). Esta distinción entre conceptos muy afines no
carece de fundamento, ya que cuando uno manifiesta sus pensamientos siempre deja al otro
en libertad de juzgarlos como quiera; aunque también es cierto que la fama fundada de
que el que habla es una persona a la que no se puede creer, están tan cerca de llamarle
mentiroso, que la línea divisoria que separa aquí lo que pertenece al lus de lo que pertenece
a la ética, apenas es posible de trazar.
55
INTRODUCCIÓN A LA TEORiA DEL DERECHO
56
APÉNDICE
11
DMSIÓN
r--------~-----------...,
Obligación perfecta
1 2
El Derecho de la El Derecho
o
a"' humanidad de los hombres.
'§ en nuestra
o propia persona.
.~
ao Gurídica)
u Obligación
¡:;:
•O (ética)
·o
~ 3 4
:ao El fin de El fin de los
la humanidad hombres.
en nuestra persona.
Obligación imperfecta
57
INTRODUCCIÓN A lA TEORÍA DEL DERECHO
III
Como los sujetos en relación con los cuales se piensa una rela-
ción del derecho con la obligación -sea lícita o ilícita- permiten
diversas consideraciones, también desde este punto de vista podrá
procederse a una división.
DIVISIÓN
1 2
La relación jurídica del hombre con La relación jurídica del hombre con
seres que no tienen ni derechos ni seres que tienen tanto derechos
obligaciones. como obligaciones.
Vacat Adest
Se trata, en efecto, de seres irracio- Se trata, en efecto, de una relación
nales que ni nos vinculan ni por los de hombres con hombres.
cuales podemos ser vinculados.
3 4
La relación jurídica del hombre con La relación jurídica del hombre con
seres que no tienen más que obli- un ser que no tiene más que dere-
gaciones y ningún deber. chos y ninguna obligación (Dios).
Vacat Vacat
Serían, en efecto, hombres sin per- Sólo en la mera filosofía, pues Dios
sonalidad (siervos, esclavos). no es objeto de una experiencia
posible.
58
fü>ÉNDICE
Derecho privado
Derecho público
* * *
La división superior del Derecho natural no puede ser --como
a veces se pretende- la división en Derecho natural y Derecho
social, el primero de los cuales es llamado Derecho privado, y el
segundo, Derecho público. Al estado de naturaleza, en efecto, no
se opone el estado social, sino el civil, ya que en aquél puede haber
perfectamente sociedad, aunque no civil, es decir, una sociedad que
asegure por leyes públicas lo mío y lo tuyo, por lo cual el Derecho
en él se denomina Derecho privado.
59
'
LA FILOSOFÍA DEL ESTADO
EN KANT
por
63
FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
64
PRÓLOGO
Kant, desde las categorías básicas de la filosefía moral, pasando por el campo
del Derecho y de la "ética externa", culmina en la idea del Estado y recibe
en ella su sentido último.
El que el presente trabajo pueda aparecer en estos momentos, pese a una
larga estancia del autor en el extranjero, se debe a un servicio de amistad
de mí antiguo ayudante y hoy querido compañero de cátedra, José María
Hernández-Rubío, quien con desinterés <jemplar y dando de lado a trabajos
propios, ha vigilado constantemente la impresión y ha tomado a su cargo
la enojosa tarea de la corrección de pruebas. Para él, así como para mi mujer,
que ha copiado y corregido la bibliografía que figura al final del libro, quede
aquí el testimonio de mi viva gratitud.
F. GONZÁLEZ VICEN
- 65
l. KANT Y EL PROBLEMA DEL ESTADO
67
FELIPE GDNZÁLEZ VICEN
68
KANT Y EL PROBLEMA DEL ESTADO
69
FELIPE GoNzALEz VICEN
"utópico", cfr. H. FREYER, Die politische lnsel, Leipzig, 1936, pp. 12 ss., 17 ss.
9 Cfr. Metaphysische Anfangsgtünde der Rechtslehre (cit. en adelante Rechtslehre) WW. (CAS-
SIRER) Bd. VII, p. 119. Todas las obras de KANT van citadas por esta edición, mientras no
se indique otra cosa.
70
°KANT Y EL PROBLEMA DEL ESTADO
71
FELIPE GoNzALEz V1cEN
punto de vista, HEGEL, Vorlesungen über die Philosophie der Geschichte, WW. Oubilamsausgabe)
Bd. XI, pp. 554 SS.
12 FICHTE, Grundlage des Natu"echts nach Prinzipien der Wissenschaftslehre, WW. (Medicus)
72
KANT Y EL PROBLEMA DEL ESTADO
73
11. LA IDEA DE LA LIBERTAD
TRASCENDENTAL
75
FELIPE GoNzALEz V1cEN
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LA IDEA DE LA LIBERTAD TRASCENDENTAL
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FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
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LA IDEA DE LA LIBERTAD TRASCENDENTAL
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FELIPE GONZÁLEZ VICEN
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LA IDEA DE lA LIBERTAD TRASCENDENTAL
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FELIPE GONZÁLEZ VICEN
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LA IDEA DE LA LIBERTAD TRASCENDENTAL
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FELIPE GONZALEZ VICEN
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LA IDEA DE !A LIBERTAD TRASCENDENTAL
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FELIPE GüNZÁLEZ VICEN
86
LA IDEA DE LA LIBERTAD TRASCENDENTAL
87
FELIPE GoNzALEz VICEN
la "libertad práctica", cfr. A. BucHENAU, Kants Lehre vom kategorischen Imperativ, 2. Aufl., Leipzig,
1923, pp. 97 SS.
85 Kr. d. pr. V., pp. 105 ss.
87 Rechtslehre, p. 14.
88 Grdlg. z. M. d. S., p. 317; Kr. d. pr. V., pp. 80-81, 127 ss.
89 Die Religwn innerhalb der Grenzen der blossen Vernunfi, WW. Bd. VI, p. 162.
9° Kr. d. r. V., p. 388.
88
LA IDEA DE LA LIBERTAD TRASCENDENTAL
89
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
90
LA IDEA DE !A LIBERTAD TRASCENDENTAL
91
-
111. EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA
Y EL CONCEPTO DEL DERECHO
93
FELIPE GoNZÁLEZ VicEN
cfr. la nueva y profunda interpretación de O. KRuEGER, Philosophie und Moral in der kantischen
Kritik, Tübingen, 1931, pp. 98 ss.
7 Grdlg. z. M. d. S., p. 292.
94
EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA Y EL CONCEPTO DEL DERECHO
95
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
96
EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA Y EL CONCEPTO DEL DERECHO
97
FELIPE GüNZÁLEZ VICEN
la facultad que el hombre posee "de hacer todo aquello que le está
permitido como ser ético" 24 • El posible impedimento de la libertad
en la convivencia está constituido, pues, por la voluntad humana,
en tanto que ésta no es libertad, sino arbitrium brutum, es decir, en
tanto que se halla movida, no por la razón, sino por las "inclina-
ciones" y los "estímulos sensibles" 25 • Ahora bien, si esto es así, y
si la "libertad externa" es un postulado de la razón práctica, es preciso
restringir las manifestaciones de las voluntades no determinadas
racionalmente, a fin de hacer posible el ejercicio de la libertad tras-
cendental. Ésta es la función del Derecho, cuyo concepto avanza
así al primer plano de la ética kantiana.
La dificultad de llegar al concepto del Derecho desde este punto
de partida radica en la misma idea de la libertad trascendental, en
la cual no se expresa más que la noción formal de la autonomía,
la simple determinación racional de la voluntad. En esta idea no
hay ningún momento material que permita discriminar por su con-
tenido las acciones de una voluntad libre de las de otra que no
lo es, sino exclusivamente la referencia del obrar a una ley objetiva
presente en la conciencia individual. Ahora bien, es aquí precisa-
mente, en esta referencia, donde nos sale al paso el problema en
toda su insolubilidad. Un problema que iba a formular con todo
rigor Fichte repensando los supuestos de la ética crítica: "Si el otro
afirma haber obrado según su leal convicción, y yo obro en la misma
situación de manera distinta, yo he obrado tan moralmente según
su convicción como él según la mía. ¿cuál de ambas convicciones
debe erigirse en pauta de la otra? Ninguna de ellas, mientras se
encuentren en colisión, ya que cada uno debe obrar exclusivamente
según su convicción, y en ello consiste la condición formal de toda
moralidad" 26 . Llegados a este punto, una sola solución parece posi-
ble: la formulación de una máxima de contenido concreto que dis-
tinga y delimite las acciones humanas, es decir, el retomo a aquella
misma ética dogmática y material, que Kant había intentado superar.
Kant escapa al dilema, empero, no desvirtuando, sino radicalizando
el formalismo y haciendo de él, bajo una nueva perspectiva, el prin-
cipio mismo de la convivencia. Una vez más, como en las partes
principales de la filosofía crítica, también aquí adquiere significación
fundamental el prejuicio histórico que contrapone lo formal a lo
24 M. LEFKOVITS, Die Staatslehre aef kantischer Grundlage (Bemer Studien zur Philosophie
und ihrer Geschichte, Bd. xrv), Bem, 1899, pp. 10 ss.
25 Rechtslehre, pp. 13-14.
26 F1CHTE, Das System der Sittenlehre nach den Prinzipien der Wissenscha.ftslehre, WW. Bd. n,
p. 627.
98
EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA Y EL CONCEPTO DEL DERECI 10
1926, pp. 97 ss., y ya antes, F1cHTE, Die Anweisung zum seligen Leben, WW. Bd. v, pp. 178-179.
28 Ueber den Gemeinspruch: Das mag in der 1ñeorie richtig sein, taugt aber nicht far die Praxis
(cit. en adelante: Gemeinspruch), WW. Bel. VI, p. 390, y Kr. d. r. V., p. 72.
29 Éste es, por ejemplo, el dilema con el que se debate la teoría jurídica de Fichte
N, p. 347.
31 Rechtslehre, p. 15.
99
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
100
EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA Y EL CONCEPTO DEL DERECHO
42 Rechtslehre, p. 39.
H Gemeinspruch, p. 390.
44 Idee z. e. allg. Gesch. i. weltbürgerl. A6sicht, p. 155.
45 Rechtslehre, p. 31, y Borrador de carta a H. Jung-Stilling (1789) WW. Bd. IX,
pp. 381-382.
46 Mutmasslicher Anfang der Menschengeschichte, WW. Bd. IV, p. 336.
47 Zum ewígen Frieden, WW. Bd. VI, p. 452.
101
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
52 Sobre esta crítica, cfr. F1cHTE, Gtundlage des Naturrechts, ya cit., p. 18; HEGEL, Rechtsphi-
losophie, ya cit., p. 194, y Vorlesungen über die Geschichte der Philosophie, WW. Bd. XIX, p. 591-592;
L. A. WARNKOENIG, Rechtsphilosophie als Naturlehre des Rechts, Freiburg i. B., 1854, pp. 133-134,
así como F.J. STAHL, Die Philosophie des Rechts, 5. Aufl., Tübingen-Leipzig, 1878, Bd. I, p. 216,
quien no ve en el principio jurídico kantiano más que la "máxima de la coexistencia". Entre
los autores modernos, cfr. en el mismo sentido, L. NELSON, Die kritische Ethik bei Kant,
Schiller und Fries, Leipzig, 1914, pp. 65 ss.; J. KRAFT, Die Methode der Rechtstheorie in der Schule
von Kant und Fries, Berlín, 1924, p. 21; A. BAVMGARTEN, Rechtsphilosophie, München-Berlin,
1929, p. 10.
53 Cfr., por ejemplo, lo que escribía ya C. v. RoTTECK, Lehrbuch des Vernunfirechts und
der Staatswissenschafi, Stuttgart, 1829-1834, Bd. 1, p. 25: "Recht ist, was -unter vorausgesetzter
Annerkennung der gleichen und grosstmoglichen Freiheit Alier- sich nicht widerspricht".
Otras citas de sentido análogo, en J. KRAFT, Die Methode der Rechtstheorie in der Schule von
Kant und Fries, ya cit., pp. 23, 30-31.
102
EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA Y EL CONCEPTO DEL DERECHO
chengesch., p. 336.
55 Rechtslehre, p. 39.
56 Gemeinspruch, pp. 373, 376; Rechtslehre, pp. 31, 32; Tugendlehre, pp. 191 ss.; Religion,
p. 243.
57 Cfr. sobre este aspecto de la administración absolutista, E. FoRSTHOFF, Lehrbuch des
· 103
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
Derecho y del Estado, cfr. M. WEBER, Wirtschaft und Gesellschaft, 2. Aufl., Tübingen, 1925,
Bd. r. p. 129; Bd. u, pp. 487 ss., y sobre todo, Gesammelte Politische Schriften, München, 1921,
pp. 140 ss. Desde un punto de vista especial, cfr. también G. SrMMEL, Philosophie des Geldes,
5. Aufl., München-Leipzig, 1930, pp. 498 ss.
63 Idee z. e. allg. Gesch. i. weltbü,gerl. Absicht, p. 59.
64 Z. ew. Frieden, p. 435.
104
EL PRINCIPIO DE AUTONOMfA Y EL CONCEPTO DEL DERECHO
debe ser obra de "un poder supremo que procede tan sólo según
reglas de prudencia" 67 •
Este orden formal de las relaciones humanas es también "ge-
neral" en el sentido de que es un orden cierto de la convivencia;
es decir, en el sentido de que el esquema de conducta contenido
en él no es una pretensión cuyo cumplimiento se deja al libre arbitrio
de los hombres, sino una exigencia que se hace real por medios
compulsorios fisicos, definiendo de modo autoritativo qué es Dere-
cho cuando éste es controvertido. En el pensamiento kantiano el
Derecho es de manera tan esencial un orden coactivo, que, para
Kant, es imposible, ni siquiera con el pensamiento, descomponer
el concepto de lo jurídico en diversos elementos que no contengan
ya cada uno de ellos en sí la idea de la coacción 68 • La coacción
es inseparable del concepto del Derecho, porque por ser éste la
condición de la libertad en la coexistencia, todo lo que se opone
a él es un impedimento de la libertad que debe ser eliminado "en
virtud del principio de contradicción" 69 • O como dice el mismo
Kant: "La resistencia al impedimento de una acción significa el favo-
recimiento de ésta y coincide, por tanto, con ella ... En consecuencia,
si un cierto uso de la libertad constituye un impedimento de ésta
según leyes generales, hay que concluir que la coacción que se opone
a aquel uso es una obstaculización de un impedimento de la libertad,
y coincide, por consiguiente, con ésta según leyes generales" 70 • Aho-
ra bien, así como la idea de la coacción se halla dada sin más con
el concepto del Derecho, así también la idea misma de la coacción
como "impedimento de un impedimento de la libertad" lleva implí-
cita en sí la noción de un poder que la haga efectiva. La coacción
jurídica no es mera violencia fisica por su naturaleza de medio a
fin, por ser elemento destinado a transformar la pretensión abstracta
contenida en el Derecho en efectividad real dentro de las relaciones
humanas; por ello, empero, la coacción jurídica postula la idea de
una instancia única y suprema que decida de su ejercicio, la idea
de un poder que establezca qué es Derecho en los casos en que
su aplicación es controvertida o resistida. En este sentido es el Dere-
cho eminentemente un orden "cierto" de la convivencia. Mientras
que en un estado no jurídico, cuando es disputada la esfera de acción
legítima de un individuo, o cuando es negado su reconocimiento,
no hay una autoridad que determine el ámbito de lo debido red-
67 Gemeinsprnch, pp. 390-391.
68 Rechtslehre, p. 33.
69 Rechtslehre, p. 33.
70 Rechtslehre, p. 32.
105
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
delberg, 1917, pp. 52-53. Sobre el carácter ')urídico" de la ética kantiana, cfr. SCHLEIERMACHER,
Kritik der bisherigen Sittenlehre, ya cit., pp. 84-85.
74 Kr. d. r. V., p. 49.
75 El mismo Kant establece un paralelo entre la estructura del orden moral y el orden
106
EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA Y EL CONCEPTO DEL DERECHO
el método jurídico kantiano K. LISSER, Der Begriff des Rechts bei Kant (Ergiinzungshefte der
"Kant-Studien", Nr. 58), Berlín, 1922, pp. 15 ss., y M. SALOMON, Grundlegung zur Rechtsphi-
losophie, 2. Aufl., Berlin-Grunewald, 1925, pp.112 ss.
107
FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
108
EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA Y EL CONCEPTO DEL DERECHO
se encuentra, formulado con palabras casi idénticas, en Cemeinsprnch, pp. 382, 385, 386.
85 Rechtslehre, p. 31.
86 Rechtslehre, p. 162.
109
FELIPE GoNzALEz V1cEN
93 Rechtslehre, p. 21.
94 Tugendlehre, p. 200.
110
EL PRINCIPIO DE AUTONOMÍA Y EL CONCEPTO DEL DERECHO
y que, por tanto, basta la forma del obrar moral para que una acción
lo sea, "aun cuando la ley formule una obligación jurídica" 95 • El
concepto decisivo es aquí el de "obligación ética indirecta", es decir,
el de aquella obligación moral cuya materia no deriva directamente
del orden de la razón, sino que procede de un sistema normativo
distinto, pero cuyo cumplimiento constituye un imperativo racio-
nal 96 . A esta clase de "obligaciones éticas indirectas" pertenece el
Derecho. El contenido de las normas jurídicas puede ser muy vario,
pero el cumplimiento del Derecho como orden es siempre deber
moral. Lo esencial aquí es que el Derecho sea Derecho, es decir,
que sea, en el sentido kantiano, un orden general y cierto de con-
vivencia; así entendido, el Derecho, como posibilitación de la liber-
tad trascendental en el mundo sensible, se encuentra referido a la
pura razón práctica y el cumplimiento de sus obligaciones se inserta
en el ámbito de la moral. Es en este sentido que Kant dice que
"el respeto por el Derecho es moralmente meritorio" 97 , y que "es
la moral la que ordena observar sagradamente el Derecho" 98 • O
como se lee más contundentemente en otro lugar: "convertir en
máxima para mí el obrar de acuerdo con el Derecho es una exigencia
que la moral me formula" 99 •
Esta fundamentación kantiana del valor ético del Derecho es
ya en sus líneas fundamentales la de todo el idealismo especulativo
alemán, una fundamentación en la que se encierra toda la proble-
mática del Derecho positivo, tal como ocupará, después, el curso
del pensamiento jurídico. No hay Derecho natural, no hay más
que Derecho positivo, pero esto no quiere decir que el Derecho
quede reducido a algo casual y arbitrario, desprovisto de valor ético.
Al contrario: el Derecho en su puro concepto formal, como regu-
lación general y cierta de las relaciones humanas, posee ya un valor
absoluto por estar referido al postulado de la persona como ser
moral, es decir, obrando bajo el imperativo de una ley absoluta en
el mundo sensible. Es una actitud que subrayará, sobre todo, Fichte,
el cual, polemizando contra la división del Derecho en un Derecho
natural o racional y un Derecho positivo, dirá que todo Derecho
es racional o no es Derecho; que todo Derecho, en tanto que tal,
95 Tugendlehre, p. 204.
96 Rechtslehre, p. 20. Sobre el concepto de "obligación ética indirecta" y su significación
para el entendimiento de las relaciones entre moral y Derecho en la ética kantiana, cfr.
G. DuLCKEIT, Naturrecht und positiues Recht bei Kant (Abhandl. d. Rechts und Staatswissenschaftl.
Fakultiit der Uniuersitiit Gottingen, Heft 14), Leipzig, 1932, pp. 6 ss., 11 ss.
97 T ugendlehre, p. 200.
98 Tugendlehre, p. 205.
99 Rechtslehre, p. 32.
111
FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
112
IV. LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL
DEL CONCEPTO DEL ESTADO
lugares de sus obras la idea de que el origen de los Estados se halla en la necesidad de
superar la debilidad por la unión: cfr., por ejemplo, Z. ew. Frieden, p. 452; Anthropologie,
pp. 215, 218; Mutmassl. Anfang d. Menschengesch., p. 338. Sobre todo ello, M. WEISSFELD,
Kant Gesellschaftslehre (Berner Studien zur Philosophie und ihrer Geschichte, Bd. 52), Bern, 1907,
pp. 56 SS.
2 Cfr. Kr. d. r. V., p. 508.
113
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
de naturaleza se pone también de manifiesto en el hecho de que Kant entiende por estado
de naturaleza no sólo el que se da entre los hombres con anterioridad a la constitución
del estado civil, sino asimismo la situación entre los Estados soberanos, en tanto que éstos
no tienen tampoco sobre sí un poder superior que define el Derecho: cfr. Idee z. e. allg.
Gesch. i. weltbürgerl. Absicht, pp. 158 ss.; Z. ew. Frieden, pp. 434 n., 439-440, y Rechtslehre,
pp. 151 ss. Los antecedentes de esta idea se encuentran en GRoc:10, De iure belli ac pacis, 11, 1,
§ 16, y LocKE, Two Treatises efGovemment, book n. ch. 2, § 14 (Works, 9th Ed., London 1794,
vol. IV, p. 346).
4 Rechtslehre, pp. 118-119.
5 Rechtslehre, p. 118.
6 Rechtslehre, p. 44, 112-113.
7 Rechtslehre, p. 102.
114
LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DEL CONCEPTO DEL ESTADO
la convivencia y en las relaciones del hombre con las cosas del mun-
do exterior 8 • Lo que caracteriza al estado de naturaleza y lo que
determina su inseguridad no es la ausencia de Derecho, sino la
carencia de una ordenación coactiva y definidora, el ser un estado
en el que no existe una delimitación objetiva y cierta de las esferas
del obrar individual. El estado de naturaleza kantiano, aunque social
y jurídico, es un estado "desprovisto de toda justicia externa" 9 ; un
estado en el que "cuando el Derecho es controvertido... no hay
juez que lo defina autoritativamente" 10, y en el cual, por eso, "nadie
está seguro de lo suyo frente a la violencia" 11 • Mientras que el estado
civil "contiene las condiciones por las cuales cada uno participa de
su derecho", en el estado de naturaleza "no existe una autoridad
pública y revestida de poder que, en cada caso concreto, determine
según leyes lo que es la obligación de cada uno, prestando así a
las leyes vigencia general" 12• El estado de naturaleza no es un estado
de guerra general, subraya Kant polemizando contra Hobbes 13 , pero
sí un estado en el cual "cada uno se da a sí mismo la ley" 14 , eri-
giéndose en "juez de ... su derecho" 15 , y por tanto, un estado en
que existe la guerra en potencia, y en el que es una amenaza y
un daño la mera coexistencia con otros hombres 16 .
El estado de naturaleza es, pues, un estado en el que el Derecho
es sólo exigencia abstracta, no realidad positiva, un postulado, pero
no la verificación de un orden cierto de la convivencia. Esta carencia
de aseguración efectiva del Derecho, o como dice Kant, el ser un
status iustitia vacuus 17 , es lo que presta a la noción del estado de
naturaleza su significación fundamental en el pensamiento kantiano.
Por este carácter, el estado de naturaleza aparece como una noción
contradictoria y, en cierto modo, impensable, en la cual se encierra
la representación de un "estado" en el que existe el Derecho con
validez ideal, pero que, a la vez, carece de aquellas presuposiciones,
8 Sobre el concepto de "Derecho privado", cfr. Rechtslehre, p. 44.
9 Rechtslehre, pp. 142, 157.
'º Rechtslehre, p. 118; Z. ew. Frieden, p. 431.
11 Rechtslehre, p. 114.
12 Religum, p. 239.
115
FELIPE GoNZÁLEZ VicEN
in der Ethik des deutschen Idealismus, ya cit., pp. 410 ss., y muy especialmente P. E. ScHLUND,
Die philosophischen Probleme des Kommunismus vornehmlich bei Kant, München, 1922, pp. 67 ss.,
y la tesis doctoral de G. BucHDA, Das Privatrecht Inmanuel Kants, Jena, 1929, esp. pp. 18 ss.
Cfr. asimismo las anotaciones póstumas de Kant en Lose Bliitter, pp. 251 ss., 293 ss.
19 Sobre la teoría de la propiedad en Locke, cfr. ahora J. W. GouGH,john Locke's Political
116
LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DEL CONCEPTO DEL ESTADO
28 Rechtslehre, p. 48.
29 Rechtslehre, pp. 50, 54.
117
FELIPE GüNZÁLEZ VICEN
36 Rechtslehre, p. 56.
37 Rechtslehre, p. 72.
lado "interno" y otro "externo", la aprehensión y el acto de voluntad que los demás deben
respetar. Cfr. Philosophische Propiideutik, WW. Bd. 111, pp. 60-61.
40 Rechtslehre, p. 50.
41 Rechtslehre, p. 48.
42 Rechtslehre, p. 56.
118
LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DEL CONCEPTO DEL ESTADO
119
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
59 Rechtslehre, p. 60.
60 Rechtslehre, p. 71.
61 Rechtslehre, p. 71.
120
LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DEL CONCEPTO DEL ESTADO
65 Como Spinoza; cfr. W. EcKSTEIN, "Zur Lehre vom Staatsvertrag bei Spinoza", en
individualista tradicional, cfr. E. WOLF, Grosse Rechtsdenker der deutschen Geistesgeschichte, Tübin-
gen, 1939, pp. 14 7 ss.
121
FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
tratto nella teoría dello Stato di Hobbes", en Rivista Intemazionale di Filosefia del Diritto, anno XI
(1931), pp. 280 ss., esp. 282-283.
72 FICHTE, Das System der Sittenlehre, ya cit., pp. 624 ss.
73 H. ZWINGMANN, "Kants Staatstheorie. Ein Versuch über die Methode der staatsrechts-
wissenschaftlichen Geschichtsschreibung", en Historische Zeitschrifi, Bd. CXII (1914), pp. 525 ss.
74 Cfr., por ejemplo, F. GENZ, "Nachtrag zu dem Rasonnement des Hm. Prof. Kant
über das Verhaltnis zwischen Theorie und Praxis", en Berlinische Monatsschrifi,Bd. XXII (1973),
pp. 537-538. E. ScHMID, Grundriss des Naturrechts, Jena-Leipzig, 1795, pp. 9-10.
75 Cfr. A. W. REHBERG, "Ueber das Verhaltnis der Theorie zur Praxis", en Berlinische
Monatsschrifi, Bd. XXXIII (1794), p. 138 n. F1cHTE, Beitrdge zur Berichtigung dar Urteile, ya cit.,
pp. 44-45.
76 Gemeinspruch, p. 381.
122
LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DEL CONCEPTO DEL ESTADO
123
FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
87 Cfr. Rechtslehre, pp. 61, 67, 71, 72, 78, 109, 119, 120, 147; Gemeinspruch, p. 381, y
Z. ew. Frieden, p. 457. En otros pasajes se encuentran también expresiones como "voluntad
común" (Rechtslehre, pp. 59, 76, y Z. ew. Frieden, p. 458), "voluntad pública" (Gemeinspruch,
pp. 378, 380), "voluntad colectiva" (Rechtslehre, p. 58), "voluntad legisladora" (Rechtslehre,
pp. 125, 127), "voluntad general" (Gemeinspruch, pp. 375, 378; Z. ew. Frieden, pp. 437, 465;
Rechtslehre, pp. 100, 112; Lose Bliitter, pp. 627, 654), "voluntad popular" (Rechtslehre, pp. 133,
137), etc.
88 Sobre el concepto de "voluntad general" en Rousseau, cfr. R. STAMMLER, "Notion
124
LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DEL CONCEPTO DEL ESTADO
93 Rechtslehre, p. 146.
94 Rechtslehre, p. 71.
91 Rechtslehre, p. 60.
96 Du contra/ social, 11, 2 (Oeuvres, t. v, pp. 44 ss.).
97 Lose Bliitter, p. 654.
98 Ueber die Buchmacherei, WW. (Vorlander), Bd. VI, p. 210.
125
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
126
LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DEL CONCEPTO DEL ESTADO
127
FELIPE GüNZÁLEZ VICEN
128
LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DEL CONCEPTO DEL ESTADO
por W. METZGER, Gesellschafi, Recht und Staat, ya cit., p. 86 n. 3: "Was nach Gesetzen in
statu naturali unrecht ist, ist es auch in statu civili. Aber nicht umgekehrt, weil dieser jenen,
aber noch etwas dazu enthalt".
120 Rechtslehre, pp. 97 SS., 171 SS.
·129
FELIPE GoNZÁLEZ VICEN
130
LA DEDUCCIÓN TRASCENDENTAL DEL CONCEPTO DEL ESTADO
131
, V. LA NATURALEZA Y LOS FINES
DEL ESTADO
1
133
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
positiva" el Derecho natural, como sostiene GJERKE, Althusius, ya cit., p. 304, sino de un
proceso deducido del concepto mismo del Derecho y entre dos momentos de él. En contra
también de GIERKE, aunque en otro sentido que en el texto, W. METZGER, Gesellschajt, Recht
und Staat, ya cit., pp. 84 ss.; J. WrcKE, Kants Rechts-und Staatsphilosophie (Diss.), Breslau, 1913,
pp. 17 ss., y G. DuLCKEIT, Natumcht und posítíves Recht beí Kant, ya cit., pp. 49 ss.
134
LA NATURALEZA Y LOS FINES DEL ESTADO
135
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
15 Rechtslehre, p. 179.
16 Cfr. B. B,..UCH, "Recht und Staat bei Kant", en Mitteilungendes Jenaer Instituis far Wirts-
136
LA NATURALEZA Y LOS FINES DEL ESTADO
idea del contrato social el derecho de cada ciudadano a abandonar por su sola voluntad
el Estado.
21 Cfr. Glauben und Liebe, WW. Bd. m, pp. 104-105.
22 Oeuvres, t. v, p. 21. Sobre este aspecto esencial del pensamiento de Rousseau, cfr.
M. LIEPMANN, Die Rechtsphilosophie des]. J. Rousseau, ya cit., pp. 107-109; P. NATORP, "Rous-
seaus Sozialphilosophie", en Zeitschrift far Rechtsphilosophie, Bd. II (1917), p. 17, y sobre todo,
M. HELLWEG, Dar Begriff des Gewissens beij.J. Rousseau, ya cit., pp. 103 ss.
23 Art. "Société", en Encyclopédie ou dictionnaire raisonné des sciences, des arts et de métiers,
Nouv. éd., t. XXXI, Genevc, 1778, p. 218, donde se lee: "Toute l'économie de la société
humaine est appuyée sur ce príncipe général et simple: Je veux etre hereux, mais je vis
avec des hommes qui, comme moi, veulent etre hereux également de leur coté: cherchons
le mayen de procurer notre bonheur en procurant le leur, ou du moins sans y jamais nuire".
137
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
"Kants Ethik und dar preussische Staat", en Vom staadichen Werden und Wesen. Festschrift für
Erich Marcks, Stuttgart-Berlin, 1921, pp. 1 ss.
27 G. E. LESSING, Ernst und Falk. Gespriiche for Freimiiurer (1778), WW. (G. Witkowski)
Bd. VII, p. 375.
28 Sermón de 24 de agosto de 1806, cit. por E. MüsEBECK, Schleiermacher in der Geschkhte
der Staatsidee und des Natwnalbewusstseins, Berlín, 1927, p. 53.
29 Kr. d. pr. V., pp. 80-81.
138
LA NATURALEZA Y LOS FINES DEL ESTADO
34 Rechtslehre, p. 16.
35 Religion, p. 165.
36 Rezensionen zu J. C. Herders "Ideen zur Philosophie der Geschichte der Menschheit", WW.
Bd. N, p. 199.
37 Sobre la forma "hipotética" del imperativo, cfr. Kr. d. pr. V., pp. 21 ss., y Rechtslehre,
pp. 22-23.
139
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
42 Sobre la teoría del absolutismo ilustrado, cfr. P. Kl.AssEN, Die Grundlagen des aufgekliirten
Absolutismus (List-Studien, Heft 4},Jena, 1929, esp. pp. 63 ss., 105 ss.
140
LA NATURALEZA Y LOS FINES DEL ESTADO
1790, p. 181 n.
48 Lehrsatze des Natuffechts, 2. Aufl., Frankfurt-Leipzig, 1795, pp. 206-207.
141
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
Ya antes que Kant también W. v. HUMBOLDT, Ideen zu einem Versuch die Grenzen der Wirksamkeit
des Staates zu bestimmen (Reclam), p. 4, había escrito: "Das Prinzip, dass die Regierung für
das Glück und Wohl, das physische und moralische der Nation sorgen müsse, ist der argste
und drückendste Despotismus".
142
LA NATURALEZA Y LOS FINES DEL ESTADO
143
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
64 Cfr. H. ÜNCKEN, Adam Smith und lnmanuel K,,nt, l. Abtlg., Leipzig, 1877, pp. 123 ss.,
137-228. En sentido análogo, R. ScHMIDT, Allgemeine Staatslehre, Leipzig, 1901, pp. 84-85,
y H. ZWIGMANN, Kants Staatstheorie, ya cit., p. 538.
65 Cfr. R. W!LBRANDT, "Kant und der Zweck des Staates", en]ahrbuchfar Gesetzgebung.
Verwaltung una Volkswirtschafi im deutschen Reich, Jahrg. XXVIII (1904), pp. 903-929.
,_,, Cfr. Streit d. Fak., pp. 405-406, así como el escrito precrítico, Aufsatze das Philanthropin
betriffend, WW. &l. n, pp. 466-468.
67 Cfr. Z. ew. Frieden, pp. 429-430.
144
LA NATURALEZA Y LOS FINES DEL ESTADO
145
FELIPE GoNzALEz V1cEN
cfr. K. BóRRJES, Kant als Politiker, l.eipzig, 1928, pp. 69 SS., 149 SS.
74 Kr. d. U., pp. 509 ss., así como Rezensionen von Herders "Ideen", esp. pp. 199-200.
75 Kr. d. U., p. 512.
76 Idee z. e. allg. Gesch. i. weltbürgerl. Absicht, p. 156.
77 Rechtslehre, p. 174.
146
LA NATURALEZA Y LOS FINES DEL ESTADO
sido ya vislumbrada a finales del siglo pasado por algunos autores, como R. TREUMANN,
Die Monarchomachen, Lcipzig, 1895, p. 6, y K. BREISIG, "Staat und Stande in Frankreich in
demJahrhundert der Bürgerkriege», enjahrbuchfar Gesetzgebung, Verwaltung und Vo/kswirtschaft
im deutschen Reich, Jahrg. xxm (1899), esp. pp. 242 ss., ha sido formulada definitivamente
por K. WoLZENDORFF, Staatsrecht und Natuffecht im Lichte des Widerstandsrecht des Volkes gegen
rechtswidrige Ausübung der Staatsgewalt (Untersuchungen zur Deutschen Staats und Rechtsgeschíchte,
Heft 126), Breslau, 1916, pp. 123 ss.
79 Cfr. A. PASSERIN D'ENTREVES, Richard Hooker. Contributo a la teoría e al/a storia del diritto
natura/e (Memoria dell'Istituto Giuridico della R. Universita di Torino, Serie ll, Memoria 22), Torino,
1932, p. 23.
80 Cfr. O. VossLER, Die amerikanischen Revolutionsideale in ihrem Verhiiltnis zu den euro-
piiischen, untersucht an Thomasjefferson, München-Berlin, 1929, pp. 11 ss., 18 ss.
81 Gemeinspruch, p. 383.
147
FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
Gespriiche zwischen Christian Wo!ff und einem Kantianer über Kant< metaphysische Anfangsgründe
der Rechtslehre und der Tugendlehre, Berlin-Stettin, 1798, esp. pp. 105-118.
87 Cfr., por ejemplo, K. STANG, Darstellung der reinen Rechtslehre Kants zur Berichtigung
der vorzügluhen Missverstiindnisse derselben, Frankfurt-Leipzig, 1798, pp. 109-114, y CHR. FR.
M1CHAELIS, Philosophische Rechtslehre, Leipzig, 1797, pp 155-157.
88 Cfr. K. BoRRIES, Kant als Politiker, p. 16.
89 Cfr. el conocido relato de R. B. JACHMANN, "Inmanuel Kant geschildert in Briefen
an einen Freund (1804)", en lmmanuel Kant. Sein Leben in Darstellungen von Zeitgenossen, hrsgn.
v. Felix Gross, Berlín, s. a., pp. 161-162, y sobre eilo, K. VoRLAENDER, lmmanuel Kant, der
Mann und das Werk, Leipzig, 1924, Bd. 1, p. 122, Bd. n, pp. 213 ss.
"" Cfr. el célebre elogio de la revolución francesa en Streit d. Fak., p. 398. Lo esencial
respecto a la actitud de Kant en este punto se halla en K. VoRLAENDER, "Kants Stellung
zur franzosischen Revolution", en Philosophische Abhandlungen Hermann Cohen zum 70sten
Geburtstag dargebracht, Berlín, 1912, pp. 247 ss. Algunas consideraciones de orden general
también en el libro reciente de J. DROZ, L 'Allemagne et la Révolution franfaise, París, 1949,
pp. 155 SS.
91 K. VoRLAENDER, lmmanuel Kant, ya cit., Bd. 11, pp. 220 ss.; L. E. BOROWSKI, "Darstellung
des Lebens und Charakters Immanuel Kants (1804)", en lmmanuel Kant. Sein Leben in Dars-
tellungen von Zeitgenossen, ya cit., pp. 115 s.; F. W. ScHUBERT, "I. Kant und seine Stellung
148
LA NATURALEZA Y LOS FINES DEL ESTADO
zur Politik in der letzten Halfte des achtzehntcn Jahrhunderts", en Historisches Taschenbuch,
Jhrg. IX (1838), pp. 556-557, y W. 1-ÍAENSEL, Kants Lehre vom Widerstandsrecht, ya cit., p. 61.
92 Cfr. la carta de Matern Reuss a Kant de 1 de abril de 1796, WW. Bd. x, p. 285,
y sobre ello, F. TH. RINK, Ansichten aus lmmanuel Kants Leben, Konigsberg, 1805, p. 75.
93 Rechtslehre, p. 180.
149
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
p. 95.
150
LA NATURALEZA Y LOS FINES DEL ESTADO
p. 386; B. SMYRNIADIS, Les doctrines de Hobbes, Locke & Kant sur le droit d'insuffection,. Paris,
1921, p. 125; A. LEWKOWITZ, Die klassische Rechtsund Staatsphilosophie von Montesquieu bis Hegel,
Breslau, 1914, p. 62.
97 Cfr. G. KRAusE, "Kants Lehre vom Staat", en Nord und Süd, Bd. Lll (1890), p. 81.
98 K. VoRLAENDER, "Kant und Rousseau", en Die Neue Zeit, Jhrg. XXXVII (1919), Bd. 1,
p. 537.
99 Lose Bliitter, p. 626.
151
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
puede tener lugar. Es en este sentido también que Kant puede decir,
una vez incidentalmente, que una constitución jurídica, aunque
poco justa, es siempre mejor que la falta de ella, porque esto último
es la anarquía 100 .
152
BIBLIOGRAFÍA
153
FELIPE GONZÁLEZ VICEN
154
BIBLIOGRAFÍA
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FELIPE GONZALEZ VICEN
156
BIBLIOGRAFÍA
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FELIPE GoNZÁLEZ V1cEN
158
BIBLIOGRAFÍA
159
NOTA FINAL
“Es detestable esa avaricia que tienen los que, sabiendo algo,
no procuran la transmisión de esos conocimientos”.
—Miguel de Unamuno
ULISES
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Providencia
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