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DERECHO
Bibliografía
1. Introducción1
2. Delimitación y definición
La Constitución es el instrumento a través del cual se articulan las reglas de juego de los
poderes. Pero la Constitución no crea el Estado, sino que es la plasmación de la existencia
del Estado. Las constituciones constituyen el esqueleto de la acción política, pero no son
instrumentos para la acción política (Elster, 1993). Por ello no sorprende que la gran
1
Texto basado en Alegre Martínez, M.A. (2010) y Mellado Prado, (2016).
mayoría de los Estados disponga de una Constitución. Del ámbito territorial del Estado
las constituciones han extendido su uso analógicamente a otras entidades jurídicas
territoriales, como p.ej. a la Unión Europea, o a entidades subnacionales. No obstante, el
contenido y la naturaleza de una Constitución concreta, así como su relación con el resto
del ordenamiento jurídico y político, varían considerablemente entre los diferentes
niveles de gobierno y de un Estado a otro, y no existe una definición universal e
indiscutible del término Constitución (Mellado Prado, 2016).
Pero no solo los Estados democráticos y de derecho cuentan con una Constitución, sino
también los regímenes autoritarios o iliberales. Esto puede parecer una contradicción, ya
que, si una Constitución implica limitaciones al poder, y los regímenes autoritarios son
aquellos en los que el gobierno es ilimitado, ¿por qué ese tipo de regímenes poseen una
Constitución? En primer lugar, todos los regímenes tienen una Constitución que
determina ciertos procesos para la elaboración de políticas y la resolución de conflictos.
Tom Ginsburg y Alberto Simpser sostienen que las constituciones de los sistemas
autoritarios sirven como "manuales" que facilitan la coordinación dentro del grupo
gobernante autoritario y orientan a funcionarios y súbditos con respecto a las medidas que
deben o pueden tomar. En segundo lugar, sirven como "vallas publicitarias" que
transmiten información a los observadores extranjeros (Ginsburg, Simpser 2014).
Aunque las constituciones autoritarias pueden ser tanto “cascarones huecos” o
"meramente instrumentales” también pueden ser "vasos sagrados". En relación a esto
último, las constituciones en regímenes autoritarios pueden especificar los objetivos del
régimen. Por ejemplo, el gobierno autoritario puede tener el compromiso normativo de
promover el honor de la nación y constatarlo en una Constitución (Tushnet, 2015). Nathan
Brown examinó las constituciones de la mayoría de los regímenes de Oriente Medio y
concluye que estas leyes fundamentales no son “cascarones huecos” sino que gozan de
una gran autoridad, sin embargo, difieren fundamentalmente de las Constituciones
democráticas, que pretende limitar y controlar los poderes (Elkins et al. 2012).
3. Origen y Evolución
Muchos fueron los factores que influyeron en la aparición de las constituciones modernas,
y numerosas y diferentes fueron también sus manifestaciones (Alegre Martínez, 2010).
En general podemos distinguir, cinco etapas (véase también gráfico 1):
- Una tercera etapa puede situarse en la finalización de la primera Guerra Mundial, (1918-
1919). En Europa se promulgan constituciones que contemplan un modelo de forma de
gobierno que se ha dado en llamar, en un sentido amplio del término, “parlamentaria
racionalizada”. Se trata de textos que intentan racionalizar, poner por escrito, las
relaciones entre el poder ejecutivo y el legislativo (regularán, por ejemplo, los requisitos
que habrá de seguir el Parlamento para forzar la dimisión del Gobierno mediante una
moción de censura).
- Una cuarta oleada de constituciones comienza con el fin de la segunda Guerra Mundial.
Las Constituciones democrático-liberales publicadas a partir de 1945 contemplan
también una forma de gobierno parlamentaria, con tendencia a fortalecer la posición del
poder ejecutivo (Constitución de la República Federal Alemana de 1949, Constitución
italiana de 1947). También la Constitución española de 1978 recoge numerosas
influencias de las citadas.
- Por último, hay que citar las constituciones de los Estados del este de Europa, que fueron
ratificadas en los años noventa del siglo pasado y que representan elementos novedosos,
pero también líneas de continuidad con sus propias raíces constitucionales y de otros
Estados de su entorno. Como elemento adicional, se puede mencionar el efecto de la UE
y sus criterios de adhesión en la elaboración de estos textos constitucionales (Elster 1993).
Gráfico 1: La adopción de constituciones en perspectiva temporal
4. Tipos de Constituciones
d) Según la antigüedad,
La antigüedad de un determinado documento constitucional puede influir en la reforma
de diferentes maneras. Por un lado, se puede argumentar que cuanto más antiguo sea el
texto, más flexible debería ser para poder adaptarse a las transformaciones de la política
y la sociedad. Por otro lado, los textos constitucionales muy antiguos pueden adquirir con
el tiempo un valor simbólico particular, creando una cultura constitucional en la que la
reforma es muy difícil. Si este es el caso, cabe esperar que los contenidos sustantivos del
sistema constitucional evolucionen, no obstante, a través de la interpretación judicial y la
convención política (Alegre Martínez, 2010).
La antigüedad de las Constituciones en el contexto europeo varía considerablemente,
desde las constituciones noruega y holandesa de 1814 hasta la Constitución de
Montenegro de 2007. La mayoría de las constituciones datan de después de 1945, pero
muchas de ellas contienen elementos que son continuación directa de constituciones
mucho más antiguas (del siglo XIX). Las constituciones actuales de Europa Central y
Oriental fueron adoptadas en su mayor parte en la década de 1990.
5. Estructura y Contenido
Las constituciones varían en el orden de sus disposiciones, aunque hoy en día es habitual
que las disposiciones sobre principios y derechos se coloquen en una sección separada al
principio del texto, las principales disposiciones institucionales se agrupen en el centro
del texto y que las disposiciones sobre instituciones independientes, disposiciones varias
y las reformas se coloquen cerca del final del texto. Podemos señalar como base de toda
Constitución moderna los siguientes elementos:
• Disposiciones diversas, como la bandera, la lengua oficial que simbolizan e
integran el Estado.
• Una declaración de derechos fundamentales y un sistema de garantías de esos
derechos.
• La fijación de los órganos de producción del Derecho y el sistema de fuentes.
• La organización y el procedimiento de las instituciones.
• Ciertos principios de organización económica y social.
• Procedimientos de reforma.
También se distingue en las constituciones el preámbulo y articulado y, dentro de éste,
diferenciar dos partes: la parte dogmática y la orgánica. El preámbulo sirva para exponer
la tendencia y el espíritu de la Constitución, pero no es verdaderamente una norma. La
llamada parte dogmática contiene la declaración de derechos y libertades, mientras que
la parte orgánica comprende el conjunto de normas que establecen la organización de los
poderes, las relaciones entre ellos, reparto de competencias. En la actualidad, se atribuye
eficacia jurídica directa a ambas partes y, en última instancia, la parte orgánica es garantía
de la parte dogmática: el reconocimiento y el respeto de las libertades depende de la
naturaleza de las instituciones reguladas en la parte orgánica. (Mellado Prado, 2016: 257)
Toda Constitución democrática debe contener una serie de condiciones institucionales y
de principios mínimos para que podamos hablar de la existencia de una Constitución
democrática:
• El reconocimiento del principio de supremacía de la Constitución sobe el que se
fundamenta el principio de legalidad, como base de la legitimidad política.
• Los derechos y libertades de los ciudadanos, así como las garantías de los mismos.
• La división entre los poderes como medio para evitar la concentración del poder.
• Los mecanismos de relación entre los distintos poderes.
• La definición de los cauces necesarios para el acceso a los órganos del poder.
• Las atribuciones de dichos órganos, así como los mecanismos de responsabilidad
de sus titulares.
• Las instituciones de solución de conflictos.
• Un método de reforma constitucional para la adaptación pacífica del orden
fundamental a las cambiantes condicione sociales y políticas.
• Los procedimientos de reforma y defensa constitucional que condiciones a los
órganos constituidos.
6. Funciones
Las constituciones incluyen disposiciones para separar de forma “horizontal” los poderes
entre múltiples actores e instituciones, por ejemplo, entre dos cámaras legislativas, o entre
un presidente y un primer ministro. También se puede observar una distribución
horizontal del poder entre las autoridades civiles y militares, entre las instituciones laicas
y religiosas, o entre las instituciones "partidistas" y las instituciones independientes, como
una comisión electoral. Esta distribución de poderes horizontal crea un sistema de
controles y contrapesos (checks and balances) que intenta evitar de que ningún actor u
organismo concentra el poder. Al mismo tiempo, las constituciones deben establecer un
sistema de gobierno eficaz y eficiente que pueda responder a las demandas públicas.
Las constituciones pueden establecer también una división "vertical" del poder entre las
administraciones nacionales o centrales y las subestatales y locales. La división vertical
del poder puede proporcionar reconocimiento y empoderamiento a las autoridades
subestatales, así como a los grupos minoritarios. En sistemas federales se establecen
también la división de los poderes entre los distintos niveles de gobierno. El equilibrio
entre descentralización y centralización depende de la historia, la tradición, de la realidad
socio política, de la distribución de los recursos económicos y las necesidades de
desarrollo de cada país.
Por último, como sugirió Albert Hirschman (1986) sobre la ley en general, las
constituciones pueden influir en los valores de los ciudadanos a lo largo del tiempo. La
Constitución puede reforzar la identificación de los ciudadanos con contenidos
universales: los derechos humanos y los principios fundamentales del Estado democrático
de derecho (Habermas 1989). El llamado patriotismo constitucional se contrapone al
nacionalismo de base étnico-cultural. Este tipo de patriotismo definido por el politólogo
Dolf Sternberger en 1979 integra la personalidad colectiva y soberanía popular y
reconcilia la identidad cultural y la democracia. “Este patriotismo es más abstracto y no
se refiere ya al todo concreto de una nación, sino a procedimientos y a principios
formales” (Habermas 1989:101). Por ejemplo, según Habermas, para el caso de la
República Federal de Alemania, el patriotismo constitucional significa, entre otras cosas,
el orgullo de haber logrado superar el fascismo, establecer un Estado de derecho y anclar
éste en una cultura política liberal (Habermas 1991). En este sentido, las motivaciones
para adherirse al contenido universalista pueden ser muy diversas, pero siempre tendrán
que estar vinculadas de algún modo a las formas culturales de vida ya existentes y a las
experiencias de cada sociedad (Velasco 2002: 34-35).
En “De Re Publica”, Cicerón afirma que una constitutio no puede ser el resultado de la
capacidad de un solo hombre ni de una sola generación, sino de la de muchos hombres
que actúan a lo largo de siglos y edades (Cicerón, De Re Publica, vol. II, 1). Y como
anteriormente se ha comentado, durante siglos, las constituciones se consideraban
legítimas porque se creía que estaban ordenadas por Dios, por la tradición o por ambos.
Emmanuel Joseph Sieyès publicó en 1788 el manifiesto ¿Qué es el Tercer Estado?. En su
obra defiende la elaboración de una Constitución por parte de un “poder constituyente”.
El poder constituyente sólo puede ser el pueblo, en ejercicio de su soberanía, bien si lo
ejerce directamente o bien a través de representantes. Solo la Constitución crea y limita
los poderes tradicionales: legislativo, ejecutivo y judicial. La diferencia entre los poderes
constituidos y el poder constituyente está en el carácter limitado de los poderes
constituidos, frente al ilimitado poder constituyente. Además, el poder constituyente no
se encuentra vinculado por ninguna norma anterior (únicamente, por el Derecho natural)
(Alegre Martínez, 2010). Otras características del poder constituyente son:
- Es un poder originario: tiene su raíz en el propio pueblo, aunque después se
ejerza mediante representantes. Es, además, unitario e inalienable.
- Es extraordinario: actúa sólo en momentos fundacionales o de cambio político
de cierta entidad.
- Es permanente, aunque de ejercicio discontinuo.
- Ha de ejercerse en un contexto democrático (indirecta o representativa).
La Constitución Europea (Tratado por el que se establece una Constitución para Europa), fue un tratado
internacional no ratificado destinado a crear una constitución consolidada para la UE. La Convención sobre
el futuro de Europa fue encargada de redactar el borrador de Constitución Europea. La Convención estaba
compuesta por representantes del Parlamento Europeo y de los parlamentos nacionales de los Estados
miembros, de la Comisión Europea y de los gobiernos nacionales y dirigida en sus trabajos por un
Praesidium. El proyecto del tratado fue aprobado en 2003, siendo firmado por los jefes de gobierno de los
Estados miembros en 2004. En 2005, el Parlamento Europeo aprobó una resolución en la que recomendó a
los Estados miembros que ratificaran la Constitución. En España, se celebró un referéndum en 2005 con un
resultado favorable a la ratificación. En cambio, el resultado de los referéndums en Francia y Países Bajos
fue de oposición al tratado, lo cual hizo que el documento no llegase a entrar en vigor.
8. La Reforma Constitucional
Procedimientos
En términos jurídicos, en relación a la reforma constitucional se debe diferenciar entre el
poder constituyente originario, y el poder constituyente constituido o derivado. El poder
constituyente constituido es obra de la Constitución, la cual lo regula y lo somete a
procedimiento. Por ello ocupa una posición intermedia entre el poder constituyente
originario y el poder legislativo ordinario que, al igual que éste, deriva de la Constitución
y está regulado por ella, aunque a diferencia de él, puede modificar la Constitución.
Si una Constitución puede enmendarse fácilmente mediante un método que permita al
soberano político expresar su voluntad, habrá poca discrepancia entre las condiciones
reales y la organización jurídica. El principal peligro será el de la inestabilidad, ya que la
forma fundamental del Estado puede cambiar debido a mayorías inestables en las cámaras
y cambios en la opinión pública.
Como ya se ha mencionado anteriormente, el método formal y legal de reforma
constitucional más importante es el de la reforma prevista en la propia Constitución.
Prácticamente todas las constituciones escritas contienen procedimientos de reforma.
Pero las dispositivas sobre la iniciativa de la reforma, su debate y aprobación/ratificación
varían mucho entre los Estados y reflejan un amplio patrimonio constitucional.
2
Bélgica, Chipre, Francia, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos, Portugal y Suiza.
3
Grecia.
4
Albania, Croacia, Estonia, Polonia, Rusia
5
Bulgaria, Lituania, Rumanía,
6
Andorra, Moldavia, Serbia, Ucrania y Turquía
7
Incluidos Armenia, República de Azerbaiyán, Georgia y Corea.
8
Japón, Estados Unidos
Tras iniciar un procedimiento de reforma, los plazos entre la iniciativa y la primera
lectura, el número de lecturas y los requisitos especiales de votación son diversos.9
Cuando está previsto, el lapso de tiempo entre las lecturas va de tres10 a seis11 meses. Por
ejemplo, en Noruega, la reforma constitucional se presenta al Parlamento un año antes de
las siguientes elecciones, y corresponde al Parlamento entrante decidir sobre la propuesta.
9
Se exigen dos lecturas, por ejemplo, en Azerbaiyán, Dinamarca, Italia, Lituania, Países Bajos,
Montenegro y Turquía. Se requieren tres lecturas, por ejemplo, en Bulgaria, Croacia, Estonia, Finlandia,
Georgia, Grecia, Islandia, Letonia, Serbia y la Antigua República Yugoslava de Macedonia.
10
Estonia, Italia, Lituania
11
Azerbaiyán
12
Sin embargo, hay algunos países en los que basta con una mayoría ordinaria en el Parlamento, como en
Dinamarca, Islandia, Irlanda, Israel y Suecia. Normalmente esto se complementa con otros requisitos,
como el referéndum (Dinamarca, Irlanda). En Islandia y Suecia, el requisito es que la reforma se apruebe
de nuevo en el siguiente Parlamento, después de las elecciones, pero en ambos casos por mayoría simple,
lo que lo convierte en un umbral bajo para el cambio.
13
Bélgica, Dinamarca, España, Estonia, Finlandia, Grecia, Islandia, Luxemburgo, Noruega, Países Bajos
y Suecia.
14
Por ejemplo, España, Estonia, Islandia, Letonia, Lituania, Malta, Moldavia, Montenegro, Polonia,
Serbia y Ucrania.
15
Así, por ejemplo, Andorra, Armenia, Azerbaiyán, Dinamarca, Francia, Irlanda, Japón, Corea, Rumanía,
Suiza.
modificar disposiciones particulares que gocen de una protección especial16; con carácter
obligatorio para la "revisión total" o la adopción de una nueva Constitución17; con carácter
facultativo; a petición del Parlamento18; por iniciativa popular; por las autoridades locales
o por decisión del Jefe del Estado.
Varias constituciones especifican la mayoría necesaria para que la reforma se apruebe por
referéndum19 o confían la determinación de la mayoría a una ley especial. La mayoría
necesaria suele ser más de la mitad de los votos válidos. Algunas constituciones exigen
una participación mínima de al menos la mitad de los votantes con derecho a voto en el
referéndum. La Constitución danesa, exige una mayoría de los votos emitidos, y una
participación mínima del 40% del electorado.
Los límites heterónomos provienen del Derecho Internacional o de una norma jurídica
ajena a la Constitución, un ejemplo es la primacía del derecho de la UE que afecta a las
Constituciones de los Estados miembros (mira epígrafe Las fuentes de derecho y la
integración europea).
16
Estonia, Islandia, Letonia, Lituania, Malta, Moldavia, Montenegro, Polonia, Serbia, España y Ucrania.
17
Austria, Rusia, España y Liechtenstein
18
Albania (cuando lo soliciten dos tercios de sus miembros), Austria, Estonia, Italia (por una quinta parte
de los miembros de una Cámara), Liechtenstein, Eslovenia, España (si lo solicita una décima parte de los
miembros de cualquiera de las Cámaras) y Suecia (por moción de una décima parte de los miembros,
siempre que al menos un tercio de los miembros coincida en apoyar la moción).
19
Austria, Denmark, Ireland, Italy, Japan, Kazakhstan, Korea, Latvia, Liechtenstein, Lithuania, Malta,
Montenegro, Poland, the Russian Federation, Serbia, Slovenia, Switzerland, Turkey.
Algunas constituciones establecen explícitamente que un número limitado de
disposiciones o principios no pueden reformarse en ningún momento y en ninguna
circunstancia. Las llamadas cláusulas pétreas o de intangibilidad expresas suelen ir
referidas a la forma del régimen político, como recoge la Ley Fundamental de la
República Federal de Alemania:
Artículo 79.3 Ley Fundamental: “No está permitida ninguna modificación de
la presente Ley Fundamental que afecte la organización de la Federación en
Länder, o el principio de la participación de los Länder en la legislación, o los
principios enunciados en los artículos 1 y 20”.
La declaración por parte de un texto constitucional de una serie de zonas exentas a la
acción del poder de reforma vendría a confirmar su carácter de poder constituido y, sobre
todo, limitado. Las cláusulas de intangibilidad explícitas sólo pueden ser superadas por
un nuevo proceso constituyente.20
Otras constituciones establecen una distinción entre diferentes conjuntos de disposiciones
constitucionales, haciendo que algunas sean más difíciles de modificar que otras,
21
mediante procedimientos especiales. Estos procedimientos pueden requerir una
mayoría cualificada reforzada en el parlamento, un referéndum, la disolución del
parlamento o la convocatoria de un órgano especial (asamblea) para aprobar la reforma.
Las limitaciones temporales más comunes se refieren a situaciones de emergencia como
tiempos de guerra, aplicación de la ley marcial, estado de sitio o medidas extraordinarias.
9. La Mutación Constitucional
20
https://app.congreso.es/consti/constitucion/indice/sinopsis/sinopsis.jsp?art=169&tipo=2
21
Albania, Austria, Bélgica, Bulgaria, Canadá, la República Checa, Estonia, Grecia, Israel, Kazajstán,
Letonia, Lituania, Moldavia, Montenegro, Polonia, Rusia, Serbia, Sudáfrica, España, Suiza (esto sólo en
lo que respecta a las disposiciones obligatorias del Derecho internacional), Ucrania y la "Antigua
República Yugoslava de Macedonia".
constitucional. Responden a la necesidad de llenar lagunas constitucionales.
Como ejemplo, se señala el control judicial de constitucionalidad de las leyes o
judicial review en Estados Unidos, no previsto en la Constitución.
• Mutaciones debidas a prácticas políticas en oposición a los preceptos de la
Constitución. Ejemplo de ello podría ser la práctica generalizada de la disciplina
de voto que los partidos políticos imponen a los parlamentarios (art. 67.2 CE
prohíbe el mandato imperativo).
• Mutaciones producidas por la imposibilidad de ejercicio, o por desuso, de las
competencias y atribuciones establecidas en la Constitución.
• Mutaciones producidas a través de la interpretación de los términos de la
Constitución. La interpretación de una norma jurídica consiste en el
esclarecimiento del sentido y alcance de sus prescripciones. Se trata, por tanto, de
individualizar la norma jurídica, normalmente redactada en términos abstractos,
para hacer posible su aplicación al caso concreto. La labor de interpretación
corresponde fundamentalmente a los jueces y tribunales. Las deficiencias en la
expresión obligan al poder judicial a enunciar el verdadero significado de la
Constitución y determinar la intención de sus redactores. Una Constitución escrita
en vigor durante un largo período, naturalmente no contemplará necesidades que
no existían cuando se redactó. En este caso, mediante la jurisprudencia, el poder
judicial debe colmar las lagunas de la Constitución, bien ampliando sus
disposiciones para cubrir los nuevos casos, bien asumiendo las medidas que
habrían adoptado sus redactores en caso de haber podido prever las nuevas
condiciones.
22
En España según el artículo 1.1 del Código Civil, las fuentes del ordenamiento jurídico son «la ley, la
costumbre y los principios generales del derecho». El artículo 1.6 del Código Civil establece que «la
jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo reiterado, establezca
el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios generales del derecho.»
El sistema de fuentes del ordenamiento jurídico español en el Código Civil:
Artículo 1.
1. Las fuentes del ordenamiento jurídico español son la ley, la costumbre y los principios generales del
derecho.
2. Carecerán de validez las disposiciones que contradigan otra de rango superior.
3. La costumbre sólo regirá en defecto de ley aplicable, siempre que no sea contraria a la moral o al
orden público, y que resulte probada.
Los usos jurídicos que no sean meramente interpretativos de una declaración de voluntad, tendrán la
consideración de costumbre.
4. Los principios generales del derecho se aplicarán en defecto de ley o costumbre, sin perjuicio de su
carácter informador del ordenamiento jurídico.
5. Las normas jurídicas contenidas en los tratados internacionales no serán de aplicación directa en
España en tanto no hayan pasado a formar parte del ordenamiento interno mediante su publicación íntegra
en el «Boletín Oficial del Estado».
6. La jurisprudencia complementará el ordenamiento jurídico con la doctrina que, de modo reiterado,
establezca el Tribunal Supremo al interpretar y aplicar la ley, la costumbre y los principios generales del
derecho.
7. Los Jueces y Tribunales tienen el deber inexcusable de resolver en todo caso los asuntos de que
conozcan, ateniéndose al sistema de fuentes establecido.
Artículo 2.
1. Las leyes entrarán en vigor a los veinte días de su completa publicación en el «Boletín Oficial del
Estado», si en ellas no se dispone otra cosa.
2. Las leyes sólo se derogan por otras posteriores. La derogación tendrá el alcance que expresamente se
disponga y se extenderá siempre a todo aquello que en la ley nueva, sobre la misma materia sea
incompatible con la anterior. Por la simple derogación de una ley no recobran vigencia las que ésta
hubiere derogado.
3. Las leyes no tendrán efecto retroactivo, si no dispusieren lo contrario
La jerarquía normativa
El principio de jerarquía normativa permite constatar la relación existente entre las
fuentes de la que emana cada norma (el órgano que la produce) y la forma de la misma,
así como su rango y fuerza. En base a ello, en el ordenamiento jurídico de España se
pueden establecer el siguiente rango:
1) La Constitución: Es la norma suprema del ordenamiento jurídico, todas las demás
normas jurídicas están supeditadas a la Constitución, y carecen de validez en cuanto la
contradigan.
2) Los Tratados Internacionales publicados en el BOE, las leyes orgánicas y ordinarias y
las disposiciones del Gobierno con rango de ley (Decretos-Leyes y Decretos
Legislativos), y en este mismo escalón, las leyes y disposiciones con rango de ley de las
Comunidades Autónomas.
Las leyes en sentido estricto son las normas emanadas del Poder Legislativo. Existen
dos tipos de leyes, que no guardan entre sí una relación de jerarquía, sino de
competencia por razón de la materia:
a) Las Leyes Orgánicas que tienen por objeto el desarrollo directo de la
Constitución, por ejemplo, los órganos esenciales del Estado, o los Estatutos de
Autonomía. Las leyes orgánicas exigen para su aprobación, modificación o
derogación mayoría absoluta del Congreso (art. 81.2 CE).
b) Las Leyes Ordinarias regulan materias que no han de ser reguladas por ley
orgánica por exigencia constitucional. Pueden ser aprobadas y modificadas por
mayoría simple.
c) Existen otro tipo de leyes como las leyes de armonización, las de transferencia
y delegación o las leyes marco (art. 150 CE), las leyes de bases, las leyes de
comisión o de pleno o las leyes básicas, entre otras.
Las normas con rango de ley dictadas por el Poder Ejecutivo incluyen los Decretos
Legislativos y los Decretos-Leyes, que sin ser leyes ni proceder del Parlamento tienen
su mismo rango y fuerza.
a) Decretos Legislativos son una norma jurídica que proviene del gobierno. Las
Cortes habilitan de manera específica al Gobierno para desarrollar este tipo de
norma sobre una materia concreta (art. 82-85 CE).
b) Decretos-Leyes se regulan por el artículo 86 CE. En caso de extraordinaria y
urgente necesidad, el Gobierno puede dictar Decretos-Leyes que no pueden afectar
al ordenamiento de las instituciones básicas del Estado, a los derechos, deberes y
libertades de los ciudadanos regulados en el Título I, al régimen de las
Comunidades Autónomas ni al Derecho electoral general.
3) Los Reglamentos son normas escritas por las Administraciones Públicas, en virtud de
su propia competencia. El reglamento es un norma secundaria, inferior, complementaria
y subordinada a la ley. Por ello toda norma con rango de ley tiene fuerza derogatoria sobre
cualquier reglamento. No hay materias reservadas a la potestad reglamentaria, mientras
la ley puede regular cualquier materia que con anterioridad haya sido regulada por el
reglamento. Cuando un reglamento limita derechos personales o patrimoniales de los
ciudadanos o establece deberes o gravámenes sobre ellos, debe basarse en una previa ley
que autorice a la Administración a establecer tales limitaciones o gravámenes. Pero el
reglamento no es un acto administrativo. No sería correcto explicar el reglamento como
un simple acto administrativo general y aplicar al mismo toda la teoría de los actos, siendo
la distinción más relevante entre el reglamento y el acto, que aquél forma parte del
ordenamiento jurídico, por cuanto es una norma general y abstracta no referida a
administrados concretos, mientras que el acto es sólo una consecuencia de aquél, una
aplicación del mismo. Los reglamentos pueden clasificarse desde diversos puntos de
vista:
1) Por el sujeto del que proceden.
a) Estatales; b) Autonómicos; c) Locales; d) Sectoriales.
23
https://proyectos-
derecho.ufm.edu/contemporaneos/index.php?title=Introducci%C3%B3n_al_Common_Law
transposición. La primacía del Derecho de la UE no se recoge de forma expresa en una
norma del Tratado, sino surge de la jurisprudencia del Tribunal de Justicia de la Unión
Europea. La normativa europea atiende al principio de interferencia mínima con los
ordenamientos nacionales, pero en aquellos casos en que es necesaria una normativa
común para todos los Estados miembros, la legislación de la Unión sustituye la normativa
nacional.
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