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La Vida del
Misionero
Objetivos de la materia
Objetivo General: Desarrollar un interés en el estudiante en formación misionera a fin de
generar su participación en actividad misionera en funciones y responsabilidades
Objetivos Específicos:
Exigencias de la Materia
Prestar atención a las explicaciones del facilitador y a las intervenciones de los compañeros.
Participación activa en clase en coherencia con el tema.
Cumplir con las asignaciones correspondientes.
Asignaciones:
Individual:
Grupal:
Criterio de Evaluaciones:
Evaluación Individual 15% 3 Puntos
Ejercicios de la guía 15% 3 Puntos
Exposición Grupal 20% 4 Puntos
Defensa del misionero 40% 8 Puntos
Rasgos 10% 2 Puntos
100% 20 puntos
Introducción
Introducirse a la obra misionera, apuntando especialmente la facilitación del desarrollo de
una buena y bíblica filosofía de misiones, incluye un análisis al llamado misionero, de las
necesidades espirituales del mundo actual, y de la base bíblica de la obra misionera.
También incluye la investigación de los papeles de la iglesia local como enviadora de
misionero, de agencia misionera y del misionero en el campo en cumplimiento de la misión
entregada.
Accionar de un misionero Aprobado
Todos los cristianos estamos obligados a cumplir la “la Gran comisión” (mateo 28:18-19) y
dentro de esta esta una causa: las Misiones.
Medita: ¿Qué harías hoy si Dios te llamara y te enviara para que fueras a servirle a otro
lugar?
1° Pedro 4:10 pero cada uno según el don que ha recibido minístrelo a los demás como
buenos administradores de la multiforme gracia de Dios.
Un buen misionero de Jesucristo es todo aquel que ha sido constituido legalmente por el
señor mediante el llamado personal a su vida, el señor es el que llama, tomas la iniciativa y
nos involucra en sus propósitos divinos.
Las sagradas escrituras demandan que todo líder debe presentarse delante de Dios como
obrero aprobado que no tenga de que avergonzarse (2° Timoteo 2:15), si esta solemne
exigencia ha sido establecida por Dios, nos urge evaluar con honestidad y realismos nuestra
actitud, motivación y compromiso para alcanzarlo.
Dios no nos pide ser famosos, sino ser APROBADOS
El éxito lo produce el hombre.
La fama la reconoce el mundo.
Pero la aprobación la da Dios.
Evaluación Ejercicio de la guía valor 3 puntos.
APUNTES SOBRE MISIONES
¿Qué es misión?
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¿Misiones?
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¿Misioneros?
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¿Culés son los 3 tipos de misioneros?
1.Plantador de iglesia:
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2. Edificador:
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3.Servidor:
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Transcultural:____________________________________________________
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Urbanas:________________________________________________________
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Rural:__________________________________________________________
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Autóctonas:__________________________________________________________
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Como definir el llamado misionero
Bases Bíblicas: Génesis 12:1-3 Jonás 1:1-2, Hechos 13:1-4, 16:6-10
Todos los creyentes son llamados a ser testigos del evangelio a cada criatura sin
excepciónón y cada hijo de Dios tiene el llamado general divino a la verdad, a la
santidad, a la salvaciónón y a la unidad según Juan Cap. 17; sin embargo hay algunos
que tienen la capacidad sobrenatural del Espíritu Santo para cruzar fronteras y
adaptarse a otras culturas.
Toda esta propuesta al liderazgo tiene que ser en consenso con el candidato, para
establecer una agenda misionera que incluya la visión, la misión y los objetivos muy
claros del proyecto; esta decisión toma tiempo ya que la inversión de tiempo y dinero
es a largo plazo, es un gran esfuerzo el que se debe hacer, no se puede dar el lujo de
fallar en algunas cosas sobre todo en los no negociables. Esto implica escoger una
agencia o una red de agencias si se estima conveniente (en el continente americano
hay alrededor de 500 agencias misioneras). Y es que no se puede hacer misiones
solo, es necesario hacer alianzas estratégicas para proponer un proyecto.
Vamos a introducirnos a este tema tan trascendente, observando primero los errores
más comunes, y luego, cómo enfrentarlos correctamente.
A. Los errores más comunes en cuanto al llamado misionero:
1. Confundir carga y llamado.
Muchos hermanos confunden cargo con llamado.
4. Confiarse en el solo hecho de tener el llamado, sin preocuparse por una correcta
preparación.
Muchas veces se espiritualiza tanto el llamado, que se llega a relegar la importancia
de una buena preparación; pero, por lo contrario, por causa del llamado, debemos
seguir pasos claros en pro de prepararnos.
Madurez Espiritual.
Esto implica caminar con Dios produciendo el fruto del Espíritu. La madurez será probada en
el campo, desde el principio, ante nuevas situaciones de vida, relaciones con otros, etc. No
hay sustituto para la obra profunda del Espíritu Santo en la vida de una persona que pueda
resultar en madurez.
Un corazón de siervo.
Jesús cumplió el papel de siervo. Muchas veces también el nuevo misionero debe ganar la
confianza de la iglesia nacional sirviendo, sin ser un líder, solamente trabajando. El orgullo es
opuesto al corazón del siervo. No podemos pensar: “Ha llegado el Gran Misionero”. Hemos
llegado para servir.
Estabilidad emocional.
Uno de las cosas más importantes en la vida del misionero es la estabilidad emocional. Debe
ser capaz de enfrentar con madurez las relaciones y situaciones. Debe ser seguro en su pro-
pia identidad cultural, para anexarse otra identidad. Debe tener esta estabilidad para enfren-
tar numerosos y drásticos cambios, y ayudar también a su familia a superarlos. Asimismo,
debe estar sano, libre de actitudes nocivas (orgullo, inseguridad, celos) como así también de
heridas que pudieran atarle o crear amargura contra alguien o algo.
Salud física.
El acostumbrarse a nuevas culturas y realidades requiere buena salud. Nuevas comidas, ho-
rarios, viajes en avión, estrés y tensión, entre otras, pueden afectarnos gravemente si no es-
tamos en una condición física saludable, que incluya una dieta sana y cuidados del cuerpo.
Cualidades misioneras
Se debe hacer una distinción entre aquellos que dan sus vidas al ministerio y cada creyente
que es llamado a ser un testigo, y no necesariamente un ministro de la Palabra de Dios.
De muchas maneras, este capítulo trece muestra principios de la obra misionera. Uno de es-
tos principios es tener un entendimiento de las cualidades que debe tener el misionero o
cualquier otro que esté en el servicio del ministerio del evangelio.
La iglesia debe requerir que todo miembro sea salvo. El envolverse en la iglesia local da ex-
periencia valiosa; enseñar una clase de escuela dominical requiere el estudio de la Biblia; la
visitación de la iglesia requiere testificar. Si una persona no es un testigo en su hogar, el cru -
zar un océano no hará de esta persona un ganador de almas.
La experiencia valiosa para un posible ministerio del evangelio se gana trabajando con otros
creyentes en una iglesia local, y esa experiencia no se puede obtener de ninguna otra mane-
ra.
Bernabé y Saulo no eran los únicos miembros de la iglesia en Antioquía, pero sí eran miem-
bros activos de ese ministerio.
Los misioneros más exitosos son aquellos que pueden ayudar a establecer iglesias locales
usando su experiencia personal adquirida en una iglesia local. El no aprender a hacer algo
hasta que se esté en el campo misionero requiere mucho tiempo y acarrea muchos proble-
mas.
1. Ministraban al Señor.
2. Ayunaban.
3. Estaban listos para ser separados para la obra; estaban disponibles para que el Es-
píritu Santo los usara.
El hecho de que ellos ministraban al Señor nos muestra que eran hombres de gran devoción.
El hecho de que ayunaban nos dice que estaban dispuestos a sacrificar tiempo, placer y aún
necesidades para cumplir la voluntad de Dios.
El hecho de que el Espíritu Santo dijera, …Apartadme a……. nos dice que Él vio bueno se-
leccionarlos y separarlos para una tarea espiritual. Aquellos que se rinden a Él son los me-
jores misioneros.
En el v. 2, “dijo el Espíritu Santo: Apartadme a Bernabé y a Saulo… Este llamado era defini-
do, infalible, ya que se mencionan los nombres de los dos hombres.
Note además, “para la obra a que los he llamado”. ¿De qué otra manera ellos hubieran sabi -
do dónde ir y qué hacer si el Espíritu Santo no se los hubiese hecho ver claramente?
Es una presunción entrar en el campo misionero sin una indicación de que el Señor está
guiando así.
Notemos lo siguiente:
1) La necesidad no es el llamado: La necesidad de misioneros es grande, pero la necesidad
en sí misma no constituye un llamado, especialmente a un campo extranjero.
3) El deseo no es el llamado: Muchos tienen el deseo de servir al Señor, pero tener sólo un
deseo no es un llamado
4) La disposición no es el llamado: Ningún misionero puede ser un obrero efectivo sin tener
disposición, pero esto no constituye el llamado de Dios para el servicio misionero.
El llamado del Espíritu Santo es claro, definitivo e infalible, aunque a veces es inexplicable,
ya en que no somos capaces de hablar del evangelio a otros fácilmente. ¿Cómo sabemos
con seguridad que Dios nos ha llamado? Hay dos cosas que nos ayudan a conocer el llama-
do de Dios para nosotros: 1) Una paz interior que nos lo asegura y 2) La manera en que Dios
desenvuelve los eventos en nuestra vida. Él abre y cierra puertas. Tiene una manera tanto
externa como interna de mostrárnoslo.
Todos los profetas del Antiguo Testamento y los apóstoles del Nuevo Testamento estaban
profundamente conscientes de tener una vocación espiritual (que ellos eran llamados de
Dios, separados para una tarea especial o una misión) y también estaban conscientes de la
divina autoridad de su mensaje. Ellos eran los portavoces de Dios: Abram (Gén. 12:1) demo-
ró su llamado; Moisés (Éxodo 3:2) se sintió inadecuado; Gedeón (Jueces 6:11) dudó del Se-
ñor; Samuel (1º Samuel 3:4) tomó equivocadamente el consejo humano; Isaías (Is. 6) Jere-
mías, Ezequiel y Amós son ejemplos de aquellos que son llamados por Dios.
En el Nuevo Testamento, Pablo estaba convencido de que él había sido llamado por Dios
como apóstol (Gál. 1:1). De hecho, empezó ocho de sus epístolas declarando su llamado de
Dios. Pedro, de la misma manera, se refiere a su llamado al principio de sus dos cartas.
Cuando uno estudia cuidadosamente las vidas de los hombres de la Biblia y lee las biogra-
fías de misioneros modernos, parece haber tres elementos en el llamado: 1) El que es llama-
do está convencido de ello y desea poner en práctica el deseo de Dios en cuanto a la salva-
ción de los hombres o en cuanto a una tarea especial que debe ser realizada. Esto se con-
vierte en una carga en ellos, 2) Hay un sentimiento de insuficiencia, de incapacidad o de un
obstáculo o dificultad en el camino, lo cual impide seguir el llamado de Dios, 3) Hay la remo-
ción de ese impedimento a través de la ayuda divina o de la iluminación.
Estos tres elementos se encuentran en el llamado de Moisés, Gedeón, Isaías y Jeremías, así
como también en algunos hombres del Nuevo Testamento. Hay demasiadas dificultades y
problemas en la obra misionera para entrar en ella sólo para ver si ése es el llamado de cier-
to individuo, y que no se tenga la convicción de un llamado divino.
Hechos 13:3 dice, “Entonces, habiendo ayunado y orado, les impusieron las manos y los
despidieron.” Esto significa que la iglesia de Antioquía reconoció el llamado de Bernabé y Pa-
blo, y sintió la obligación de identificarse con ellos en la obra, y de asumir la responsabilidad
de orar por ellos y de suplir sus necesidades económicas, ya que eran de los suyos.
Un misionero es enviado por Dios a través de una iglesia local y comúnmente bajo el auspi -
cio de una agencia o directiva misionera aceptable. Este procedimiento no es contrario a las
Escrituras y tiene algunas ventajas. Tal vez alguna iglesia local quiera ayudar apoyando al
misionero, pero está poco dispuesta a dar fondos al fondo misionero de otra iglesia local.
Una organización o agencia misionera puede operar más eficazmente que una sola iglesia
local en asuntos de visado, seguros, transportación y supervisión de la obra, a un precio mu-
cho más económico. En esencia, las iglesias locales utilizan a las agencias misioneras para
facilitar su obligación misionera.
Un misionero debe conocer por experiencia la llenura y la operación del Espíritu Santo
En el v. 4. no sólo los cristianos de Antioquía se identificaron con Bernabé y Pablo y los comi-
sionaron imponiéndoles las manos, sino que añade, Ellos, entonces, enviados por el Espíritu
Santo, Esto significa varias cosas:
El Espíritu Santo es el Director Administrativo de la actividad misionera y por eso hubo cuatro
resultados de la obediencia de estos hombres a la voluntad de Dios.
1) Ellos entonces fueron capaces de discernir la voluntad del Señor en cuanto a su esfera de
servicio. Note los lugares mencionados en el v. 4, Seleucia y Chipre, y en el v. 6, Pafos. El
llamado a las misiones no es sólo por la vocación, sino también por la localización.
2) Se les dio poder para predicar el evangelio. En el v. 5 dice, anunciaban la palabra de Dios
en las sinagogas de los judíos. Éste era el propósito de su viaje misionero.
3) Ellos fueron victoriosos sobre los poderes de las tinieblas. Note el significado de los vv. 6-
12. Los gobernadores de las tinieblas se encuentran en los campos misioneros, y cada misio-
nero debe depender del poder sobrenatural del Espíritu Santo para su ayuda.
4) Ellos fueron capaces de superar los fracasos humanos, el desánimo, las decepciones y los
temores. Cada misionero es confrontado con la realidad de esto y necesita la guía y ayuda
divinas. Un trabajo sobrenatural requiere un poder sobrenatural. Bernabé y Pablo fueron de-
sertados por Juan Marcos, pero ellos prosiguieron (vv. 13-14).
Para resumir las cualidades de Bernabé y Pablo, se puede decir que ellos estaban cualifica-
dos en cuatro áreas:
1. Espiritualmente
2. Físicamente
3. Académicamente
4. Socialmente
Las cualidades de los misioneros deben seguirse estrictamente. Sin embargo, hay algo que
debe notarse. Estas cualidades no deben ser tan altas o imprácticas que sea imposible para
uno cualificar.
Principales características de un misionero cristiano
1. Tienen un corazón que ama Dios: Según el ejemplo que dieron los Apóstoles y
primeros misioneros de la iglesia cristiana primitiva, todo misionero de Jesucristo debe
tener un corazón que ame a Dios. Tener presente en su corazón, luego de haberlo
recibido, al Espíritu Santo como prometió Jesús en el pasaje Juan 14: 15-21.
2. Tienen un corazón que ama al prójimo: Todo misionero de Jesucristo debe ser
capaz de experimentar en su corazón los padecimientos y las necesidades de sus
semejantes, sin importar de quién se trate. Solo a través de esta percepción y
sensibilidad podrá moverse en el mundo con misericordia, compadeciéndose del
prójimo, siguiendo el ejemplo de Jesús, como se dice en mateo 9:36.
3. Su corazón debe amar realizar la obra de Dios por el mundo: Según las
enseñanzas de Jesucristo, los misioneros, en su labor deben ser capaces de ver la
obra de Dios como la gran cosecha. Y como tal, tener presente la necesidad de que
gran cantidad de servidores y obreros al servicio de Dios dediquen su energía y su
vida a este fin, sirviendo como multiplicadores del ejemplo y la función de los primeros
seguidores y apóstoles de Cristo. Además de todo debe orar cada día por ello como
se dice en Mateo 9: 37-38.
4. Debe tener un corazón con un espíritu intercesor: Un corazón de espíritu intercesor
es el de aquella persona que siembra y promueve la obra de Dios en la tierra y nunca
es indiferente a ella. Interviniendo en oración con Dios por las necesidades y
padecimientos de su rebaño. Ya que, si el señor es el buen pastor y el ama a su
rebaño, el misionero debe seguir su ejemplo en obra y espíritu, amando todo lo que
Dios ama y a cada una de sus ovejas.
5. Difusión de sus obras: para que más gente se sume a su propósito.
6. Deben de ser personas de corazón humilde: Si su corazón es ambicioso entonces
ser misionero no es su vocación, un misionero ayuda sin esperar recibir nada a
cambio más que el amor de las personas que ayuda.
7. Deben de buscar facilitar siempre: Nunca deben de complicar una situación Está
interiorizado con los problemas sociales: Conoce las distintas realidades y se
interioriza con ellas.
8. Prefiere los pequeños y los pobres a la hora de ayudar: Siempre estas personas
estarán en primer lugar de sus listas.
9. Estar seguros de que Dios los eligió: Un misionero es un elegido por Dios para
ayudar, se debe de estar convencido y seguro de esto para ejercer de vocación las
misiones.
Conclusiones
No pierdas un día más. Es lamentable ver los casos de personas que pierden años sin hacer
nada práctico para preparar el camino para el llamado. No pierdas un día más. Ya no podrás
recuperar el tiempo perdido. Pero no pierdas más tiempo para no lamentarlo en un futuro.
Lo espiritual y lo práctico siempre deben ir de la mano en un equilibrio divino. No podemos lo-
grar cambiar las personas solamente con métodos, ideas, y estructura; tiene que intervenir el
Espíritu Santo.
Dios está llamando a muchos hoy en día. Sin su llamado, no podemos hacer misiones. Pero
muchas veces no sabemos cómo responder como corresponde. Que Dios nos ayude a res-
ponder correctamente a Su llamado divino.