Ponencias y Comunicaciones

10 - 11 - 12 MARZO 2022
 ÍNDICE DE CONTENIDOS

ONCOLOGÍA

Gert ter Haar

Cánceres de oído, nariz y garganta en el paciente geriátrico 13
Tratamiento del cáncer de pared torácica y de pulmón en el 24
paciente geriátrico (con reconstrucción)

DIGESTIVO + INMUNOLOGÍA

Yaiza Forcada
Biomarcadores de lesión renal aguda: enfoque clínico y 39
perspectivas
Hepatopatías en pacientes geriátricos 44
Microbiota y sistema inmunitario en geriatría 55

NUTRICIÓN

Marta Hervera
Cómo escoger el mejor soporte nutricional: pacientes con 65
múltiples patologías
Manejo nutricional en geriatría 67

SIGNOS ENVEJECIMIENTO

Salvador Cervantes
Cuando usar y cuando no usar antibióticos en geriatría 77
Envejecimiento en perros y gatos. Hallazgos en pruebas 81
complementarias de imagen
Envejecimiento en perros y gatos. Hallazgos físicos en la 85
Exploración Física General

PATOLOGÍA CLÍNICA
Carmen Cortés
Alteraciones hematológicas y bioquímicas en el paciente geriátrico 95

Vetmadrid 2022 | 3
RENAL
Salvador Cervantes
Infecciones urinarias persistentes y subclínicas en el paciente 111
geriátrico

Xavier Roura
Comorbilidades asociadas al enfermo renal crónico y su manejo 117
Reagudización de casos de enfermedad renal crónica 119
¿qué hacemos y cómo?
Urolitiasis en pacientes geriátricos 121

DERMATOLOGÍA
Lluis Ferrer
El paciente dermatológico geriátrico (I). Envejecimiento en la 129
piel: identificación de los cambios y lesiones
El paciente dermatológico geriátrico (II). Enfermedades 130
metabólicas y endocrinas cutáneas
El paciente dermatológico geriátrico (III). Enfermedades 131
neoplásicas
El paciente dermatológico geriátrico (IV). Casos clínicos 132

ENDOCRINO
Mª del Pilar Xifra
Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento 139

Stijn Niessen
Manejo y calidad de vida del perro geriátrico diabético 161
(Comorbilidades)
Diagnóstico y tratamiento del síndrome de Cushing en perros 167
Hipotiroidismo, ¿una enfermedad sobrediagnosticada? 173
Manejo y calidad de vida en el gato geriátrico diabético 174
(comorbilidades)
Endocrinopatías poco frecuentes en el gato cushing e 181
hiperaldosteronismo

4|
ODONTOLOGÍA

Javier Collados
Extracciones dentales en animales geriatricos. “¿Puedo evitar 203
complicaciones como la fractura dental intraoperatoria?”
Patologias dentales y orales más frecuentes en animales 204
geriátricos I y II “no solo periodontitis”

OFTALMOLOGÍA
Màrian Matas Riera
Falta de visión en el paciente geriátrico. Diagnóstico, manejo y 215
tratamiento
Problemas oculares del paciente geriátrico, Diagnóstico, manejo 219
y tratamiento

COMUNICACIÓN

Mar Félix Fando

Pacientes polimedicados. ¿Cómo conseguir el cumplimiento 229
terapéutico?

CARDIO-RESPIRATORIO
Iolanda navalón
Claves para la detección y el diagnóstico del fallo cardiaco 243
congestivo en perros geriátricos
Enfermedad miocárdica felina en geriátricos, diferenciales 248

Hipertensión pulmonar en perros 255

Manejo de insuficiencia cardiaca congestiva en perros geriátricos 260
Neoplasias cardíacas más frecuentes, manejo 264

ETOLOGÍA
Tomàs camps
Cambios de conducta causados por el dolor en la etapa geriátrica 275
Disfunción cognitiva en perros y gatos senior 282

Vetmadrid 2022 | 5
PATOLOGÍA, NEUTOLÓGICA Y ORTOPEDIA
Nicolas granger
Debilidad de miembros pélvicos en pacientes geriátricos. 295
Diagnóstico y tratamiento de las enfermedades más comunes
Enfermedades cerebrales en pacientes geriátricos 302

Enfermedades degenerativas del sistema nervioso asociadas a la 311

edad avanzada

Toni navarro
Pequeños grandes detalles en el diagnóstico de cojeras en 317
animales geriátricos
¿Es demasiado mayor para operar? 325
Cuando el paracaidista es un gato viejo... 331

ANALGESIA Y ANESTESIA
Eliseo belda
Influencia de las alteraciones analíticas y ecográficas de los 343
pacientes geriátricos en la elección del protocolo anestésico

Ignacio sández cordero

Determinación del tiempo de gestación y predicción del parto en 355
perras y gatas

FISIOTERAPIA Y TERAPIAS ALTERNATIVAS

Jorge luque
Manejo de paciente geriátrico con patología articular 365

EXÓTICOS
David guillier
Cuidados geriatricos de conejos. De casa a la clínica veterinaria 373
Cuidado geriatrico de hurones. Que rápido han pasado los años 380
Cuidado de roedores geriatricos. El tamaño no importa 386

6|
Vetmadrid 2022 | 7
ONCOLOGÍA
10 |
Autor

Gert ter Haar

Nació en Holanda y estudió medicina
veterinaria en la Facultad de Veterinaria
de Utrecht, donde se graduó en febrero de
1997. Tras un periodo de prácticas y una
residencia quirúrgica en Utrecht, se convirtió
en Diplomado del Colegio Europeo de
Cirujanos Veterinarios en 2002 y en Jefe del
Departamento de ORL de la Universidad de
Utrecht en febrero de 2003. Su investigación
sobre la audición en los perros dio lugar a su
tesis doctoral, un libro de 220 páginas titulado
“Age-related hearing loss in dogs” en 2009. Ese
mismo día se convirtió en presidente de la Asociación Internacional
de Otorrinolaringología (IVENTA).

Se incorporó al equipo quirúrgico del Royal Veterinary College de

Londres (Reino Unido) en 2011 como profesor titular de cirugía de
tejidos blandos y consiguió ascender a profesor asociado de cirugía
de tejidos blandos y jefe del departamento de ORL y de las clínicas
de ORL, audiología y braquicefalia del RVC en 2015. En marzo de 2017
se unió al equipo de la SDU (specialistische dierenkliniek Utrecht), el
mayor centro europeo de referencia de especialistas en los Países
Bajos.

Actualmente está activo como cirujano de Otorrinolaringología y

de tejidos blandos y está formando a dos residentes de la ECVS. Es
autor y coeditor de tres libros de cirugía y ha publicado más de 40
artículos revisados por expertos en su campo de interés. Ha dado más
de 500 conferencias nacionales e internacionales sobre medicina
y cirugía ORL, investigación de la audición en perros y cirugía de
tejidos blandos/reconstructiva en perros y gatos. Sus investigaciones
actuales se centran en la pérdida de audición en perros y gatos y en
el síndrome obstructivo braquicéfalo de las vías respiratorias.

Vetmadrid 2022 | 11
12 |
Gert ter Haar
CÁNCERES DE OÍDO, NARIZ Y GARGANTA
EN EL PACIENTE GERIÁTRICO
Gert ter Haar
DVM, PHD, DECVS
Anicura Specialistische Dierenkliniek Utrecht (SDU) Middenwetering 19
3543 AR, Utrecht, The Netherlands gert.terhaar@anicura.nl
Introducción
Los tumores más frecuentes que afec-
tan a la de cabeza y el cuello en el perro
y en el gato son: la neoplasia auricular;
del canal auditivo; las neoplasias del
plano nasal e intranasal; cáncer oral,
lingual y faríngeo (incluyendo amigdali-
no); los tumores laríngeos y traqueales;
tumores tiroideos y, en ocasiones, tu-
mores de las glándulas salivares. Ade-
más, los tumores de piel se pueden en-
contrar en cualquier parte del área de la
cabeza y el cuello, lo que a menudo re-
sulta en lesiones muy anfractuosas que
provocan úlceras difíciles de curar. Las
neoplasias, con pocas excepciones, se
presentan generalmente en los pacien-
tes geriátricos, este tipo de pacientes
requiere unas necesidades específicas
especiales tanto en sus consideracio-
nes anestésicas como de atención pe-
rioperatoria. En esta conferencia se dis-
cutirá el tratamiento quirúrgico de los
tumores del canal auditivo, la cavidad
nasal, la faringe y la laringe.
Tumores del canal auditivo y
acca/olb
Los tumores del oído externo ocurren
en gatos mayores (edad promedio de 7
y 11 años en tumores benignos y malig-
nos, respectivamente) y en perros ma-
yores (9 y 10 años de edad). Los signos
clínicos observados con mayor frecuen-
cia son los provocados por el efecto de
la masa como son la secreción ótica,
olor especial, prurito y dolor local. Los
signos neurológicos se observan en
aproximadamente el 10 % de los pe-
rros con tumores malignos y en el 25 %
de los gatos con pólipos benignos o tu-
mores malignos. Aproximadamente el
25% de las formas malignas afectarán
a la bulla timpánica, debido a lo cual se
recomienda la tomografía computari-
zada (TC) como parte de la evaluación
diagnóstica. Los tumores benignos son:
papilomas; tumores de células basales
y adenomas de glándulas ceruminosas,
especialmente en perros, y quistes de
glándulas ceruminosas en el caso de
los gatos.
Los tumores malignos incluyen adeno-
carcinoma de glándulas ceruminosas
(perro y gato), carcinoma de células es-
camosas (perro y gato) y carcinoma de
origen desconocido (perro). Incluso los
tumores malignos generalmente pue-
den tratarse con éxito únicamente me-
diante resección quirúrgica (ablación
completa del canal auditivo, ACCA).
ACCA: Se realiza una incisión en forma
de V en la piel desde la escotadura in-
tertrágica hasta el límite ventral de la
porción vertical del conducto auditivo y
desde la escotadura tragohelicina has-
ta el mismo punto en dirección ventral.
El colgajo de piel se retrae dorsalmente
y se expone la cara lateral del conduc-
to auditivo vertical. El cartílago y la piel
de la pared medial del canal auditivo se
Vetmadrid 2022 | 13
separan del cartílago y la piel del lado
medial de la base del pabellón auricu-
lar con unas tijeras. El canal auditivo
vertical se diseca hasta llegar a la zona
horizontal del mismo. En esta área se
debe tener un especial cuidado para
evitar el nervio facial ya que podría da-
ñarse, la disección continúa liberando
la parte horizontal del conducto auditi-
vo externo de los tejidos circundantes
hasta llegar al final del mismo. La parte
cartilaginosa se separa de la parte ósea
con unas tijeras y se elimina toda la piel
que recubre la parte ósea del conduc-
to auditivo externo, esto se logra utili-
zando una pequeña cureta. El procedi-
miento se completa cuando después
de eliminar la membrana timpánica, no
queda tejido secretor y solo se aprecia
hueso. En caso de existir otitis media
crónica con acumulación de tejido in-
flamatorio, neoplásico o exudado es-
peso en la cavidad del oído medio, se
debe añadir a este procedimiento una
osteotomía lateral de la bulla timpánica
(OLB). Después de completar la ACCA o
la ACCA con OLB, el pabellón auricular
se remodela y se cierra con material de
sutura absorbible. Se coloca un drenaje
Penrose y el tejido subcutáneo y la piel
debajo del pabellón auricular se cierran
de manera rutinaria.
Tumores nasales
Se han descrito lesiones benignas tales
como pólipos, fibromas, quistes der-
moides intranasales, proliferaciones
angiomatosas, angiofibromas nasales
y tumores miofibroblásticos inflamato-
rios en perros, pero la mayoría de los
tumores de la cavidad nasal en perros
son malignos. El pronóstico tras la re-
sección quirúrgica de las proliferacio-
nes benignas mediante rinotomía dor-
sal suele ser bueno. Los tumores de la
cavidad nasal y de los senos paranasa-
les (incluida la nasofaringe) represen-
14 | Cánceres de oído, nariz y garganta en el paciente geriátrico
tan aproximadamente el 1% de todas
las neoplasias en el perro. Los perros
de razas medianas a grandes pueden
verse afectadas con mayor frecuencia,
con un promedio de edad de aproxi-
madamente 10 años con una ligera
predilección por los machos. La exposi-
ción a contaminantes ambientales y al
humo del tabaco puede estar asociada
con un mayor riesgo.
Los tumores epiteliales que incluyen
adenocarcinoma, carcinoma de célu-
las escamosas (CCE) y carcinoma indi-
ferenciado representan dos tercios de
los tumores intranasales caninos y los
tumores mesenquimales que incluyen
fibrosarcoma, condrosarcoma, osteo-
sarcoma y sarcoma indiferenciado
constituyen la mayor parte del tercio
restante.
Todos los tumores nasales se caracteri-
zan por invasión local y en general una
baja tasa de metástasis a distancia en
el momento del diagnóstico, pero lle-
gan hasta un 40-50% en el momento
de la muerte. Los lugares más comu-
nes donde metastatizan son los nódu-
los linfáticos regionales y los pulmones,
pero también se ha observado la dise-
minación metastásica en huesos, riño-
nes, hígado, piel y cerebro. Rara vez se
encuentran linfomas en perros, pero
se han descrito mastocitomas, tumor
venéreo transmisible, hemangiosarco-
ma, melanoma, carcinoma neuroen-
docrino, tumor de la vaina nerviosa,
neuroblastoma, histiocitoma fibroso,
osteocondrosarcoma multilobulillar,
hamartoma, rabdomiosarcoma y leio-
miosarcoma. No existen signos clínicos
patognomónicos de esta neoplasia,
sino que son reflejo de enfermedad
nasosinusal inespecífica y, por lo tanto,
con gran frecuencia incluyen secreción
mucopurulenta, epistaxis, estornudos
Gert ter Haar
y estornudos inversos, deformidad
facial, exoftalmos y secreción ocular
como resultado de la obstrucción me-
cánica del conducto nasolagrimal. La
mayoría de los pacientes en los que
existe una diseminación de dichos tu-
mores a través de la lámina cribosa del
etmoides no suelen muestran signos
neurológicos, pero en raras ocasiones
se pueden encontrar convulsiones, ce-
guera aguda, cambios en el comporta-
miento, paresia, marcha en círculos y
obnubilación.
La mejor calidad de las imágenes obte-
nidas mediante TC y RMN en compara-
ción con las obtenidas por las radiogra-
fías convencionales para diagnosticar
y estadificar la neoplasia nasal canina
y felina son bien conocidas. Se puede
hacer un diagnóstico presuntivo basán-
dose en la historia, los signos clínicos y
los hallazgos en las imágenes, pero un
diagnóstico definitivo requiere un exa-
men histopatológico de las biopsias,
preferiblemente bajo guía endoscópica
(rinoscópica). De los múltiples sistemas
de estadificación para la neoplasia na-
sosinusal canina que se han propuesto,
el sistema de estadificación de Adams
es el único que tiene una buena corre-
lación con el pronóstico de la enferme-
dad. Los perros con afectación intrana-
sal unilateral sin destrucción ósea de
estructuras caudales a los cornetes na-
sales en la TC tienen un tiempo medio
de supervivencia (23,4 meses), mien-
tras que la evidencia en la TC de afec-
tación de la lámina cribosa se asocia
con un tiempo de supervivencia menor
(6,7 meses). La combinación de las imá-
genes obtenidas mediante la TC con el
estudio histopatológico mejora estadís-
ticamente el pronóstico para el evaluar
el tiempo de supervivencia en compa-
ración con el método de estadificación
solo mediante la TC propuesto en este
estudio. La citología de los nódulos lin-
fáticos regionales es positiva para me-
tástasis hasta en 10 a 24% de los casos,
pero las radiografías torácicas suelen
ser negativas para metástasis en la pre-
sentación inicial del proceso.
Tratamiento y rinotomia
dorsal
El tiempo medio de supervivencia sin
tratamiento para perros con carcino-
ma nasal es de aproximadamente 100
días siendo la presencia de epistaxis un
indicador de pronóstico desfavorable
según un estudio. El tiempo medio de
supervivencia después de la cirugía de
rinotomía dorsal con una turbinecto-
mía es de aproximadamente 3 a 6 me-
ses, por lo que no es muy diferente a la
obtenida en los perros sin tratamiento.
Sin embargo, la cirugía puede mejo-
rar la calidad de vida de los animales
con obstrucción nasal completa que
no pueden descansar correctamente.
Además, dos estudios describen que el
tiempo medio de supervivencia es más
prolongado cuando se combina la ciru-
gía con la radioterapia en comparación
con otras modalidades de tratamiento.
Otros estudios no han logrado demos-
trar este efecto positivo de la cirugía y
por lo tanto se necesitan más estudios
que valoren el efecto y el momento de
la cirugía (antes o después de la irradia-
ción). El tratamiento con radiación de
acelerador lineal o cobalto de megavol-
taje de alta energía se ha convertido en
la terapia de elección para los tumores
nasosinusales caninos con una media
de supervivencia que oscila entre 8 y
19,7 meses. Aunque la mayoría de los
perros con neoplasia nasosinusal res-
ponden favorablemente a la radiación,
la mayoría de los perros mueren o son
sacrificados como resultado de la pro-
gresión local de la enfermedad.
Vetmadrid 2022 | 15
Neoplasia nasosinusal felina
Los tumores nasosinusales en el gato
son malignos en más del 90% de los
casos y ocurren en gatos con una edad
media de 9-10 años. Al igual que en los
perros, son localmente invasivos y se
asocian con una baja tasa de metásta-
sis en el momento del diagnóstico. Los
signos clínicos son muy inespecíficos
e incluyen secreción nasal, disnea, es-
tornudos, epistaxis, hinchazón facial,
secreción ocular y pérdida de peso. El
linfoma es el tipo de tumor más fre-
cuentemente diagnosticado, especial-
mente en la nasofaringe, seguido de
los tumores epiteliales. También se
han diagnosticado fibrosarcoma, os-
teosarcoma, condrosarcoma, tumor de
mastocitos, melanoma, plasmocitoma
y neuroblastoma olfatorio. El diagnós-
tico se basa en los hallazgos obteni-
dos mediante pruebas de imagen y la
confirmación histopatológica del tipo
de tumor. La radioterapia es también
el tratamiento de elección para la neo-
plasia nasosinusal felina. En tumores
no linfoproliferativos se ha descrito un
tiempo medio de supervivencia de 12
a 13 meses con un 44 a 63 % de gatos
vivos después de un año. La tasa de
respuesta favorable para el linfoma na-
sal y nasofaríngeo felino es alta para la
radiación o la quimioterapia.
Rinotomia dorsal
El paciente se coloca en decúbito ester-
nal, con el dorso de la cabeza rasurado
y preparado asépticamente para la ci-
rugía. La punta de la nariz debe apuntar
ligeramente hacia abajo para facilitar la
salida de sangre de la nariz y se coloca
un vendaje acolchado entre la mandí-
bula y el maxilar para evitar lesiones en
los tejidos blandos de la cavidad oral
por la presión de los dientes mientras
se realiza la osteotomía. Se realiza una
incisión dorsal en la línea media de la
16 | Cánceres de oído, nariz y garganta en el paciente geriátrico
piel desde la parte caudal del plano na-
sal hasta el canto medial del ojo tanto
para la rinotomía unilateral como la bi-
lateral. Para la sinustomía, la incisión se
extiende caudal a la apófisis cigomática
del hueso frontal, el tejido subcutáneo
y el periostio se inciden con precisión
en la línea media, se elevan y desplazan
lateralmente en uno o ambos lados de
la cavidad nasal con pequeños elevado-
res de periostio para exponer todo el
hueso nasal. Para facilitar la retracción
se pueden utilizar suturas permanen-
tes que se colocan a través de la piel y el
tejido subcutáneo. Se debe realizar una
ventana rectangular en el hueso para
permitir la extracción del hueso nasal y
una porción rostral del hueso frontal. El
ancho del colgajo óseo debe ser lo más
estrecho posible, pero debe permitir
la introducción de curetas grandes y
así poder realizar una turbinectomía
rápida. En perros pequeños, si fuera
necesario se puede extraer una parte
del hueso maxilar adyacente al hueso
nasal. Si bien el hueso se puede reem-
plazar por un colgajo óseo, no se reco-
mienda hacerlo si el colgajo óseo está
afectado por la neoplasia, ha sido o
será irradiado o está inestable después
de la fijación. Con un osteotomo y un
matillo quirúrgico, primero se delinea
el colgajo óseo, sin cortar completa-
mente el espesor total. Una vez hecho
esto, las incisiones profundizan rápida-
mente y la cavidad nasal se abre para
tratar de inmediato cualquier sangrado
asociado con la osteotomía. Alternati-
vamente, se puede utilizar una sierra
sagital. Como se desechará parte del
hueso, con una pequeña fresa se pue-
de crear una ventana y posteriormente
agrandarla con gubias hasta conseguir
la longitud y el ancho deseados.
A continuación, la cavidad nasal se ex-
plora sistemáticamente con cuidado
Gert ter Haar
para extraer cuerpos extraños o loca-
lizar áreas específicas para tomar biop-
sias. En general, la rinotomía dorsal se
realiza para extirpar los cornetes afec-
tados tanto sean procesos benignos
como malignos. La turbinectomía com-
pleta o exenteración nasal se refiere a
la extirpación completa de las estructu-
ras intranasales, pero la resección ge-
neralmente se limita a los cornetes dor-
sal y maxiloturbinado. La hemorragia
excesiva y la penetración intracraneal
accidental a través de la lámina cribosa
son complicaciones relativamente fre-
cuentes cuando se extirpan los corne-
tes etmoidales. Los cornetes se pueden
extraer con una legra uterina o grande
de hueso que debe introducirse en el
interior del hueso maxilar en dirección
ventral y extraer una gran cantidad de
los maxiloturbinados. Como es muy
probable que se produzca una hemo-
rragia en esta fase, el legrado debe ser
lo más rápido y directo posible, en esta
fase se debe tener cuidado para evitar
dañar la lámina cribosa que está situa-
da caudomedialmente. Se debe pres-
tar especial atención a la eliminación
de las partes rostrales de los cornetes
dorsal y del maxiloturbinado dentro
del vestíbulo nasal para así asegurar
un meato nasofaríngeo permeable. En
general, el sangrado se detiene una vez
que se completado la turbinectomía,
pero cualquier hemorragia en curso se
controla mejor por taponamiento uti-
lizando la presión directa con un con-
junto de gasas, después de retirar las
gasas, el sangrado activo generalmente
se puede controlar con electrobisturí
de corte directo, utilizando cánulas de
succión metálicas tipo Frazier o Adson
para usarlas como guía mientras se
“fija” el extremo del vaso con la punta
del tubo de succión y simultáneamente
se limpia de sangre el área quirúrgica.
Una vez que la hemorragia se ha redu-
cido a una mínima cantidad, se puede
cerrar el área donde se ha realizado de
la rinotomía. El periostio se cierra con
material de sutura de monofilamento
absorbible de 2-0 a 3-0 en un patrón
interrumpido, seguido del tejido subcu-
táneo y la piel de manera rutinaria.
Rinotomia lateral
En muy pocas ocasiones se realiza un
abordaje lateral de la nariz, es decir ri-
notomías laterales. Este tipo de técnica
se ha descrito en combinación con una
maxilectomía para la extirpación de tu-
mores y para corregir el desplazamien-
to lateral de los dientes. Hedlund des-
cribió una técnica de rinotomía lateral
específica, que da acceso al vestíbulo
nasal y la cavidad nasal rostral. Cuando
se combina con la elevación del plano
central como lo describe Pavletic, el
abordaje permite el acceso a todo el ta-
bique nasal rostral para la extirpación
de tumores del tabique, como el carci-
noma de células escamosas.
El perro se coloca en decúbito esternal,
se rasura el hocico y se prepara asép-
ticamente. Lo primero que se hace es
elevar el plano nasal haciendo como
un colgajo en U de base dorsal de la si-
guiente manera, una incisión horizontal
se realiza en la parte ventral del filtrum,
desde el surco izquierdo al derecho y
luego se extiende dorsalmente hacia
el punto donde los cartílagos alares se
encuentran con el plano central. Esto
expone el tabique nasal muy rostral-
mente y permite el cierre estético des-
pués de la resección. A continuación, se
realiza una rinotomía lateral en el lado
ipsilateral de la masa del tabique nasal
como lo describe Hedlund. Esto requie-
re hacer una incisión en la piel desde
el ángulo nasal hasta la escotadura na-
somaxilar y, posteriormente, seccionar
el cartílago maxilar entre los cartílagos
Vetmadrid 2022 | 17
parietales dorsal y ventral. El vestíbulo
nasal queda así completamente ex-
puesto y se puede realizar una resec-
ción de una masa que afecte a todo el
espesor del tabique nasal rostral. Las
zonas de la resección cartilaginosa sep-
tal se pueden dejar abiertas para que
cicatricen por segunda intención. La in-
cisión de la rinotomía lateral se cierra
en 3 planos. Primero, se sutura el car-
tílago nasal lateral dorsal y el alar con
la mucosa nasal adyacente utilizando
material absorbible de monofilamento,
luego el tejido subcutáneo del resto de
la rinotomía lateral se cierran con ma-
terial absorbible de monofilamento en
un patrón continuo simple, y finalmen-
te la piel se cierra con suturas no absor-
bibles en un patrón continuo simple. El
colgajo en U del plano nasal se vuelve
a suturar en su posición anatómica
colocando las suturas lateral y caudal-
mente en los tejidos submucosos en
un patrón continuo simple, seguido de
suturas dérmicas interrumpidas utili-
zando material de sutura de monofila-
mento absorbible.
Cáncer de la región faríngea
En conjunto, el cáncer orofaríngeo
(comprende todos los tumores de la
cavidad oral y la faringe, incluidos los
de la encía, la mandíbula y el maxilar)
y representa del 6 al 7 % de los cánce-
res caninos y del 3 % de los felinos. Los
perros machos tienen un mayor riesgo
de desarrollar neoplasia orofaríngea
malignas en comparación con las pe-
rras y especialmente el melanoma ma-
ligno y carcinoma de células escamosas
amigdalinas. Las razas predispuestas
parecen ser el cocker spaniel, el pastor
alemán, el braco alemán de pelo cor-
to, el weimarania, el golden retriever,
el setter escocés, el caniche miniatura,
el chow chow y el boxer. En los perros,
los tumores orales malignos más co-
18 | Cánceres de oído, nariz y garganta en el paciente geriátrico
munes son el melanoma maligno, el
carcinoma de células escamosas (CCE)
y el fibrosarcoma. El CCE es el cáncer
orofaríngeo más común en los gatos,
seguido del fibrosarcoma.
En los gatos, el riesgo de desarrollar
CCE oral aumenta significativamente
por el uso de collares antipulgas, el alto
consumo de alimentos enlatados en
general o atún enlatado específicamen-
te y la exposición al humo doméstico. El
CCE amigdalino es 10 veces más común
en perros que viven en áreas urbanas
que en áreas rurales, lo que también
implica una probable asociación etio-
lógica con contaminantes ambientales.
Otros tumores orales malignos descri-
tos en perros incluyen osteosarcoma,
condrosarcoma, sarcoma anaplásico,
osteocondrosarcoma multilobular, car-
cinoma intraóseo, mixosarcoma, he-
mangiosarcoma, linfoma, mastocitoma
y tumor venéreo transmisible.
Aunque a la mayoría de los dueños de
los gatos y perros con cáncer oral les es
fácil reconocer una masa en la boca de
su mascota, en los casos de cáncer lo-
calizado en la región caudal de la farin-
ge, es raro que el propietario lo note. El
animal presentará signos tales como un
aumento de la salivación, exoftalmos o
hinchazón facial, epistaxis, pérdida de
peso, halitosis, secreción oral sangui-
nolenta, disfagia o dolor al abrir la boca
y a veces una linfadenopatía cervical.
La evaluación diagnóstica de los cán-
ceres orales es fundamental debido a
la amplia gama de comportamientos
del cáncer y las opciones terapéuticas
disponibles. Bajo anestesia general, se
puede realizar una palpación cuidado-
sa del tumor, inspección de la cavidad
oral y faríngea, toma de imágenes de
esta zona y de regiones alejadas donde
son frecuentes las metástasis, biopsia
Gert ter Haar
del tumor y de los nódulos linfáticos
regionales. Los cánceres con mayor
probabilidad de metastatizar visible-
mente en las radiografías torácicas en
el momento del diagnóstico son el me-
lanoma y el CCE de la región oral cau-
dal, región faríngea y región tonsilar.
La tomografía computarizada (TC) o la
resonancia magnética nuclear (RMN)
son una herramienta de estadificación
muy valiosa, especialmente para eva-
luar la posible extensión del tumor en
la faringe caudal, y se prefieren a las ra-
diografías convencionales cuando sea
posible disponer de ellas. Los nódulos
linfáticos regionales: mandibulares, pa-
rotídeos y retrofaríngeos mediales, de-
ben palparse cuidadosamente en bus-
ca de aumento de tamaño o asimetrías.
Se puede utilizar una linfogammagrafía
o una ecografía con contraste para de-
tectar los nódulos linfáticos centinelas
y guiar los aspirados de los nódulos
linfáticos. La aspiración de los nódulos
linfáticos debe realizarse en todos los
animales con tumores orales, indepen-
dientemente del tamaño o grado de
afectación de dichos nódulos. La resec-
ción en bloque de los nódulos linfáticos
regionales proporciona información
muy valiosa sobre la estadificación de
los tumores. El último paso, bajo la mis-
ma anestesia, es tomar una biopsia in-
cisional del tumor de un buen tamaño
a través de la cavidad oral.
Estadificación quirúrgica de
tumores de cabeza y cuello
La planificación del tratamiento incluye
la evaluación de metástasis distantes y
regionales como un componente inte-
gral. Los nódulos linfáticos retrofarín-
geos, los parotídeos, los mandibulares
y los mediales reciben los vasos linfá-
ticos aferentes de la cabeza. Aunque
cada linfocentro recibe drenaje aferen-
te de una región en particular, existe
una superposición entre las regiones.
La biopsia de cuello abierto a través
de un único abordaje quirúrgico para
permitir la exposición para la biopsia
por escisión de los nódulos linfáticos
con drenaje aferente de la cabeza es el
método preferido para estadificar los
tumores de la cabeza. La incisión en la
piel se extiende desde el aspecto ros-
tral del canal auditivo vertical, ventral al
arco cigomático hasta llegar a la zona
caudal donde comienza la vena yugular
externa. Se usa una combinación de di-
sección roma y cortante para eliminar
todo el tejido linfoide.
Melanoma maligno
El melanoma maligno suele ocurrir en
perros de pequeño tamaño, la edad
media de presentación es de 11,4 años.
El melanoma de la cavidad oral es un
tumor muy maligno y muy inmunogé-
nico con metástasis frecuentes en los
nódulos linfáticos regionales y más tar-
de en los pulmones (hasta en el 80 % de
los perros). Por lo tanto, el pronóstico
es reservado y la mayoría de los perros
mueren por metástasis en los pulmo-
nes (del 14% al 67% de los casos). La ci-
rugía o la radioterapia proporcionan un
buen control local de este tumor, pero
la quimioterapia o la inmunoterapia es-
tán indicadas como tratamiento coad-
yuvante debido al alto riesgo de metás-
tasis. El control del tumor y el tiempo
de supervivencia son mejores cuando
se incluye la cirugía en el tratamiento.
El tiempo medio de supervivencia (TMS)
para perros no tratados con melanoma
oral es de 65 días. El TMS para perros
tratados solo con cirugía varía de 150
a 318 días con tasas de supervivencia
de 1 año inferiores al 35 % y las tasas
de recurrencia local varían del 22 al 48
%. La ubicación del melanoma maligno
también tiene mucha importancia en el
pronóstico, en un estudio de 60 perros
Vetmadrid 2022 | 19
con melanomas orales en diferentes
localizaciones a los que se aplicó una
combinación de cirugía, radioterapia,
quimioterapia e inmunoterapia, el TMS
para perros con melanomas localiza-
dos en los labios fue de 580 días, y no
más de 551 días para perros con mela-
nomas situados en la lengua, 319 días
para los melanomas maxilares y de 330
días para los melanomas en el paladar
duro.
Carcinoma de células escamosas (CCE)
El pronóstico del CCE de localización
oral es favorable en los perros, particu-
larmente para tumores de localización
más rostral. El control local del tumor
es el objetivo principal, ya que están
descritas metástasis en los nódulos
linfáticos regionales en solo el 10 % de
los perros y en los pulmones en solo
del 3 % al 36 % de los perros. Tanto la
cirugía como la radioterapia pueden
utilizarse para el control local, aunque
también existen estudios sobre terapia
fotodinámica. Después de la mandi-
bulectomía o maxilectomía, la tasa de
recurrencia local es del 10 % al 29 % y
el TMS oscila entre 19 a 26 meses con
una supervivencia al año del 91 % y de
10 a 19 meses con una supervivencia al
año del 57 %, respectivamente. La tasa
de recurrencia local del tumor después
de un ciclo completo de radioterapia es
del 31 %, con un TMS para la radiote-
rapia como único tratamiento de 15 a
16 meses y que aumenta a 34 meses
cuando se combina con cirugía. El con-
trol local del tumor obtiene mejores
resultados en lesiones más pequeñas,
localización rostral del tumor, CCE
maxilar y en pacientes de corta edad.
La quimioterapia está indicada para pe-
rros con enfermedad metastásica, en
perros con lesiones de gran volumen
y cuando los propietarios rechazan el
tratamiento combinado de cirugía y de
20 | Cánceres de oído, nariz y garganta en el paciente geriátrico
radioterapia con un tiempo medio libre
de progresión de la enfermedad en pe-
rros de 180 días. En el caso de los gatos
con CCE oral no existe un tratamiento
conocido efectivo que resulte consis-
tentemente en un control o supervi-
vencia duraderos. La recurrencia local
del tumor es el problema más desa-
fiante y el tiempo medio de superviven-
cia a 1 año es inferior al 10%. La radio-
terapia sola generalmente se considera
ineficaz en el manejo de gatos con CCE
oral. La combinación de radioterapia
con sensibilizadores a la radiación o
con quimioterapia mejora las tasas de
respuesta y el tiempo de supervivencia,
pero los resultados siguen siendo muy
pobres. La quimioterapia parece inefi-
caz en el tratamiento de gatos con CCE
oral, pero la administración de un AINE
mejoró los tiempos de supervivencia
en gatos con CCE oral.
Fibrosarcoma
El fibrosarcoma oral tiende a ocurrir
en perros de razas grandes (particular-
mente golden retriever y labrador), a
una edad más temprana con una me-
dia de 7,3 a 8,6 años, y con una posible
predisposición mayor en los machos. El
fibrosarcoma oral, especialmente en el
paladar duro y la arcada maxilar entre
los dientes caninos y la muela carnice-
ra (PM 4), a menudo parecerá benig-
no desde el punto de vista histológi-
co, pero biológicamente se comporta
como muy maligno. Por lo tanto, el tra-
tamiento debe ser agresivo localmen-
te, ya que este tipo de fibrosarcoma es
muy invasivo localmente, metastatiza
en los pulmones y en raras ocasiones
en los nódulos linfáticos regionales en
menos del 30 % de los perros. El pro-
nóstico para los perros con fibrosarco-
ma oral es reservado ya que es bastan-
te común la recurrencia local después
de la cirugía. El tratamiento multimodal
Gert ter Haar
de la enfermedad local (cirugía con ra-
dioterapia o radioterapia con hiperter-
mia) parece ofrecer las mejores tasas
de supervivencia. La combinación de
radioterapia y cirugía resultó en una
recurrencia local del tumor en el 32 %
de los perros y el TMS aumentó de 18
a 26 meses.
Cáncer de laringe
El cáncer de laringe, y particularmen-
te el carcinoma de células escamosas
(CCE), es común en humanos, en los
cuales está relacionado principalmente
con el consumo de tabaco y alcohol y,
por lo tanto, los factores de riesgo son
completamente diferentes a los de los
pequeños animales. Esta patología se
trata con una laringectomía parcial o
completa o con quimiorradioterapia,
lo que conduce a tasas de curación y
control local de buenas a excelentes.
Por el contrario, las masas benignas,
los quistes y la enfermedad neoplási-
ca en la laringe son raras en perros y
gatos. Los quistes son muy raros, pero
pueden diagnosticarse mediante exa-
men radiográfico y ultrasonográfico
de la laringe y localizarse con precisión
mediante laringoscopia, durante la cual
también pueden incidirse, drenarse o
extirparse quirúrgicamente. En los ga-
tos, la enfermedad laríngea obstructiva
por formación de granulomas puede
simular una enfermedad neoplásica y
por lo tanto es necesario diferenciar
estas patologías.
Los tumores laríngeos caninos incluyen
rabdomioma, oncocitoma, lipoma, os-
teosarcoma, condroma, mixocondro-
ma y condrosarcoma, plasmacitoma
extramedular, melanoma, tumor de
células granulares, carcinoma indife-
renciado, fibropapiloma y fibrosarco-
ma, mastocitoma, adenocarcinoma y
carcinoma de células escamosas. Los
rabdomiomas que en el perro pueden
ser grandes, son mínimamente invasi-
vos y no parecen provocar metástasis,
por el contrario la mayoría de los otros
tumores laríngeos son muy invasivos
localmente y tienen un potencial me-
tastásico significativo.
Las neoplasias laríngeas felinas con
mayor frecuencia son linfomas, aun-
que se han diagnosticado carcinomas
de células escamosas y adenocarcino-
mas.
A excepción de los oncocitomas larín-
geos, que ocurren más en perros jóve-
nes que de mediana edad, la mayoría
de los perros y gatos con cáncer de
laringe son de mediana edad a mayo-
res. Las neoplasias como el linfoma y el
adenocarcinoma de tiroides pueden in-
vadir secundariamente la laringe, aun-
que este último suele invadir también
la tráquea.
Los pacientes con tumores laríngeos
suelen presentar disnea y un cambio
progresivo en la voz o ladridos (ron-
quera), intolerancia al ejercicio o dis-
fagia. Lo que despierta fuertemente la
sospecha de tumor es una “voz rota”,
una vocalización (un ladrido o un mau-
llido) que comienza normalmente y lue-
go cambia repentinamente a un sonido
entrecortado o se pierde por comple-
to, mientras el animal continúa con el
comportamiento de vocalización. Mien-
tras que el estridor laríngeo suele ser
solo inspiratorio al principio, cuando
la obstrucción es lo suficientemente
grande, será tanto inspiratorio como
espiratorio. En el examen físico de los
perros, por lo general no se detectan
anomalías con la excepción del estri-
dor, ya que la mayoría de los tumores
solo afectan a la glotis y no provocan
un agrandamiento general de la larin-
Vetmadrid 2022 | 21
ge. Sin embargo, en los gatos, los tumo-
res a veces se pueden palpar, ya que es
más probable que los tumores involu-
cren múltiples estructuras laríngeas y
la laringe es más blanda y más flácida
que en los perros.
La ecografía, la radiografía, la TC y la RM
se utilizan para caracterizar mejor los
procesos que afectan a la laringe. Se ha
encontrado que la ecografía proporcio-
na una imagen precisa de la presencia
y ubicación de los tumores laríngeos en
los gatos. Las radiografías regionales
de la laringe pueden revelar la ubica-
ción general del tumor y dar una idea
de su extensión, pero no distinguen
claramente si la afectación es del lado
izquierdo y/o del derecho. Tanto la TC
como la RM mostrarán detalles anató-
micos más finos y proporcionarán in-
formación útil sobre la invasión de los
cartílagos, la invasión de la base de la
lengua u otra extensión extralaríngea y
el estado de los nódulos linfáticos.
La laringoscopia es esencial para des-
cartar otras anomalías, revela la apa-
riencia del tumor, brinda información
sobre la ubicación exacta y el creci-
miento interno regional en los tejidos
circundantes y, lo que es más impor-
tante, facilita la biopsia para el diagnós-
tico citológico o histológico. Si bien las
muestras pequeñas o la citología por sí
sola pueden arrojar resultados falsos
negativos, puede ser muy útil en gatos
en los que es importante diferenciar
rápidamente el linfoma maligno del
carcinoma. La quimioterapia se puede
iniciar mientras el animal se mantiene
bajo anestesia y con el tubo endotra-
queal colocado, lo que puede mejorar
mucho la recuperación. Los tumores
benignos de laringe, como los lipomas,
los oncocitomas, los fibromas y los rab-
domiomas, pueden extirparse con éxi-
22 | Cánceres de oído, nariz y garganta en el paciente geriátrico
to conservando la función mediante un
abordaje oral asistido por endoscopia o
mediante laringotomía ventral. Se reco-
mienda realizar una traqueotomía tem-
poral durante el período de recupera-
ción inicial (2-3 días). La aposición de la
mucosa cuidadosamente es importante
para prevenir la formación de tejido ci-
catricial y membranas secundarias.
Si bien la laringectomía completa con
traqueotomía permanente es una
técnica factible en perros y gatos y es
una opción utilizada en humanos, ha
tenido un uso limitado en medicina
veterinaria, ya que el traqueostoma
permanente creado con esta técnica
necesitará atención y protección cons-
tantes. Dependiendo de su supuesta
radiorrespuesta, los cánceres invasivos
se pueden tratar con irradiación para
preservar mejor la función laríngea.
La radiación puede controlar el linfo-
ma o el tumor de células granulares,
los mastocitomas, el adenocarcinoma
y el carcinoma de células escamosas,
pero en el linfoma felino la quimio-
terapia también produce excelentes
resultados. Las lesiones benignas de
la tráquea y la laringe tienen un buen
pronóstico si pueden ser resecadas,
la mayoría de los animales con rabdo-
miomas y oncocitomas, por ejemplo,
suelen curarse. También se pueden
esperar resultados a largo plazo con el
tratamiento de plasmocitomas extra-
medulares o tumores de células gra-
nulares. El pronóstico de las lesiones
malignas parece ser desfavorable, pero
existen pocos informes sobre el resul-
tado obtenido ya que se han tratado
muy pocos animales. El tiempo medio
de supervivencia en 27 gatos con una
variedad de lesiones laríngeas y tra-
queales en un estudio fue de 5 días y
solo el 7 % estaba vivo al año.
Gert ter Haar

Laringotomia ventral a 3-0 y 3-0 a 4-0 respectivamente. Los

El paciente se coloca en decúbito dorsal
con el cuello extendido sobre una toa-
lla enrollada o utilizando una almohada
de vacío. La laringe se expone utilizan-
do un abordaje cervical en línea media
ventral, comenzando rostral al hueso
basihioides y extendiéndose caudal-
mente hacia la parte proximal de la
tráquea. Los músculos esternohioideos
de ambos lados se separan y retraen.
El ligamento cricotiroideo se incide en
la línea media y la incisión se extiende
a lo largo de la línea media del cartílago
tiroides según sea necesario para expo-
ner las cuerdas vocales. En perros pe-
queños, es posible que sea necesario
extender las incisiones hacia el cartíla-
go cricoides para mejorar la exposición.
Se pueden utilizar pequeños separa-
dores de autosujeción o suturas per-
manentes en el cartílago tiroides para
mejorar la visualización. La cuerda vo-
cal afectada ahora se puede extirpar
del cartílago aritenoides dorsalmente
y del cartílago tiroides ventralmente
con unas tijeras pequeñas o usando
una hoja de bisturí pequeña. El defecto
resultante debe cerrarse con cuidado
para evitar la formación de membra-
nas; se puede utilizar la mucosa de los
sáculos laríngeos y arrastrarla hacia los
defectos creados.
músculos esternohioideos de ambos
lados se cierran en un patrón continuo
simple con material absorbible de mo-
nofilamento 3-0 y el tejido subcutáneo
y la piel se cierran de forma rutinaria.
Referencias
1. Withrow SJ, vail DM. Withrow and Ma-
cEwen’s small animal clinical oncology. 4
ed. withrow SJ, vail DM, editors. St. Louis:
Saunders Elsevier; 2007.
2. ter Haar, G. Basic principles of surgery of
the external ear (pinna and ear canal). In:
Kirpensteijn J, Klein WR, editors. The Cutting
Edge: Basic operating skills for the veteri-
nary surgeon. London, UK: Roman House
Publishers; 2006. pp. 272–83.
3. Harvey, R and ter Haar, G (Eds.). Ear, Nose
and Throat Diseases in Dogs and Cats. CRC
Press, Taylor & Francis Group; 2016.
4. Smith MM. Surgical approach for lymph
node staging of oral and maxillofacial neo-
plasms in dogs. Journal of the American
Animal Hospital Association. 1995 ed. 1995
Nov-Dec;31(6):514–8.

La mucosa se yuxtapone en un patrón

de aposición continua simple usando
material absorbible de monofilamento
4-0 o 5-0. Los tumores que se extien-
den más allá de las cuerdas vocales se
extirpan con la extirpación de la cuerda
vocal y una porción de espesor comple-
to del cartílago tiroides. Para el cierre,
el cartílago tiroides y el ligamento cri-
cotiroideo se unen con suturas discon-
tinuas simples de un material de sutura
absorbible de monofilamento de 2-0

Vetmadrid 2022 | 23
 TRATAMIENTO DEL CÁNCER DE PARED TORÁCICA Y
DE PULMÓN EN EL PACIENTE GERIÁTRICO
(CON RECONSTRUCCIÓN)
Gert ter Haar
DVM, PHD, DECVS
Anicura Specialistische Dierenkliniek Utrecht (SDU) Middenwetering 19
3543 AR, Utrecht, The Netherlands gert.terhaar@anicura.nl

Introducción histiocítico y los tumores anaplásicos.

Los cánceres de pared torácica y pul-
monar se encuentran generalmente
en pacientes geriátricos, debido a esto
último suelen ser un reto para el vete-
rinario ya que además de la dificultad
de su tratamiento, requieren unas ne-
cesidades especiales perioperatorias
y anestésicas acorde con la avanzada
edad del paciente. El tipo de cirugía
para los cánceres de pared torácica y
pulmonar puede debilitar más al pa-
ciente geriátrico que a otro tipo de pa-
cientes ya que tiene comprometido la
cicatrización y la recuperación posto-
peratoria. Especialmente esto último
a menudo provocará heridas de difícil
cicatrización. Por todo ello se requiere
la colaboración del oncólogo clínico, el
cirujano y el intensivista. El tratamiento
quirúrgico para los tumores de los pul-
mones y la pared torácica se describe a
continuación.
Neoplasia pulmonar
La neoplasia pulmonar primaria repre-
senta el 1% de todos los tumores que
afectan al pulmón en los perros y es
mucho menos común que la neoplasia
metastásica. La mayoría de los tumores
pulmonares primarios son malignos,
siendo los carcinomas de origen bron-
quial o alveolar los más comunes y ge-
neralmente se diagnostican en perros
y gatos de mediana o avanzada edad.
Otros tipos de tumores son: el carcino-
ma de células escamosas; el sarcoma
24 |
Los signos clínicos incluyen taquipnea,
intolerancia al ejercicio y tos (general-
mente que no responde a los antibió-
ticos). Los signos inespecíficos incluyen
pérdida de peso, anorexia, letargo y
fiebre. A veces puede aparecer hemop-
tisis o neumotórax. Los animales con
tumores pulmonares primarios o me-
tastásicos u otras masas torácicas pue-
den desarrollar osteopatía hipertrófica,
síndrome paraneoplásico que produce
una proliferación perióstica extensa a
lo largo de los huesos largos de las ex-
tremidades con la cojera subsiguiente.
Los gatos pueden tener el “síndrome
pulmonar-digital”, en el que la neopla-
sia pulmonar metastatiza en las falan-
ges distales de uno o más dedos.
Las radiografías torácicas en tres pro-
yecciones ortogonales suelen revelar
una masa solitaria en un lóbulo pulmo-
nar caudal. La masa si posee un centro
necrótico puede aparecer como cavi-
tada. Aunque las radiografías no son
específicas para el tipo de tumor, las
masas neoplásicas de gran tamaño que
afectan la periferia del lóbulo o a todo
el lóbulo pulmonar craneal derecho,
lóbulo medio derecho o lóbulo craneal
izquierdo y que tienen un broncograma
aéreo probablemente sean sarcomas
histiocíticos.
Los gatos pueden tener tumores pul-
monares primarios difusos o multifo-
Gert ter Haar
cales. Los nódulos linfáticos hiliares
deben evaluarse en radiografías y to-
mografías computarizadas ya que la
presencia de metástasis está asociada
con un peor pronóstico. El uso de la TC
puede mejorar la detección de peque-
ños nódulos y cambios en los nódulos
linfáticos en comparación con las radio-
grafías, pero se asocia a falsos positivos
y negativos.
El diagnóstico definitivo requiere la
demostración de células neoplásicas
en examen histológico o citológico. La
aspiración con aguja fina de una gran
masa periférica suele proporcionar el
diagnóstico en la mayoría de los casos.
El tratamiento de elección en la neopla-
sia pulmonar primaria es la escisión del
tumor con márgenes amplios mediante
una lobectomía, a excepción del linfo-
ma, que debe tratarse con quimiotera-
pia combinada con o sin cirugía.
En los perros, el tiempo medio de su-
pervivencia se correlaciona: el tipo
histológico; el tamaño del tumor; la
presencia de metástasis; la presencia
de derrame pleural y los signos clíni-
cos asociados. El pronóstico es mejor
en los perros que tienen un carcinoma
solitario bien diferenciado de menos
de 5 cm de diámetro, sin metástasis
en los nódulos linfáticos regionales ni
derrame pleural maligno. El cincuenta
por ciento de estos pacientes pueden
sobrevivir un 1 año.
Abordajes quirúrgicos
del tórax
Una toracotomía intercostal es el abor-
daje estándar cuando se desea ex-
poner una región concreta del tórax.
Normalmente, con una toracotomía
intercostal es suficiente para que todos
los lóbulos pulmonares y el corazón se
puedan exponerse adecuadamente.
Este abordaje permite un buen acceso
a las estructuras en el área inmediata-
mente próxima de la toracotomía, sin
embargo, el acceso a estructuras fuera
de esta área es muy limitado. Con la to-
racotomía con resección de varias cos-
tillas se puede lograr una exposición
algo mayor que con una toracotomía
intercostal. La exposición que se con-
sigue con una toracotomía intercostal
se puede aumentar extendiendo la to-
racotomía a través del esternón en el
lado opuesto del tórax, es decir una to-
racotomía transesternal. Sin embargo,
la esternotomía media es el único abor-
daje torácico que brinda acceso a toda
la cavidad torácica y, por lo tanto, es el
abordaje de elección cuando está indi-
cada una cirugía exploratoria del tórax.
Anestesia para
Cirugía torácica
La anestesia general, la intubación y la
ventilación mecánica del paciente son
indispensables en todos los procedi-
mientos en los que se necesita acceder
al interior de la cavidad torácica. La
apertura de la cavidad pleural produce
un neumotórax, que deberá tratarse
cuando se haya completado el proce-
dimiento quirúrgico y se haya cerrado
el tórax. El objetivo del soporte ventila-
torio es imitar la ventilación normal. El
volumen corriente es de aproximada-
mente 15 ml/kg, la frecuencia respira-
toria normal es de 6 a 12 respiraciones
por minuto, la presión máxima en las
vías respiratorias durante la ventilación
es de 15 a 18 cm H2O en el perro y de
12 a 15 cm de H2O en el gato. Es posi-
ble que se requiera un aumento de la
presión en las vías respiratorias de 20 a
30 cm H2O para mantener un volumen
adecuado en los procedimientos a tó-
rax abierto. La relación de inspiración
a espiración es de 1:2 o 1:3. La venti-
lación puede proporcionarse median-
Vetmadrid 2022 | 25
te la compresión manual de la bolsa
reservorio o mediante ventilación me-
cánica. Se pueden utilizar ventiladores
controlados por presión y ventiladores
controlados por volumen. El soporte
ventilatorio generalmente se adminis-
tra como ventilación con presión positi-
va intermitente (VPPI). Se pueden usar
técnicas adicionales para mejorar el in-
tercambio de gases en pacientes com-
prometidos, como la presión positiva al
final de la espiración (PPFE) para ayu-
dar a mantener abiertas las vías respi-
ratorias de pequeño tamaño.
La monitorización es esencial duran-
te la cirugía torácica y puede lograrse
observando el color de las membranas
mucosas, el tiempo de relleno capilar
(TRC) y mediante monitores de capno-
metría, pulxioximetría, ECG, medidores
de presión arterial y análisis de gases
en sangre. ¡Es necesario conocer en
profundidad la anatomía torácica para
el éxito de la cirugía!
Toracotomía intercostal
El abordaje quirúrgico a los lóbulos pul-
monares craneales se realiza a través del
quinto espacio intercostal, mientras que
para los lóbulos pulmonares caudales se
usa el quinto o sexto espacio intercostal.
Para acceder al lóbulo medio del pulmón
derecho el abordaje se realiza en el quin-
to espacio intercostal derecho.
Las radiografías torácicas o las tomo-
grafías computarizadas deben revi-
sarse cuidadosamente antes del pro-
cedimiento quirúrgico para ayudar a
identificar el espacio intercostal más
apropiado. Independientemente del
tipo de toracotomía o del espacio inter-
costal conveniente, se debe preparar
un área quirúrgica aséptica de grandes
dimensiones que permita la extensión
de la incisión si es necesario.
26 | Tratamiento del cáncer de pared torácica y de pulmón en el paciente geriátrico
Para realizar una toracotomía inter-
costal, el animal se coloca en decúbito
lateral y se hace una incisión con un
bisturí a través de la piel, el tejido sub-
cutáneo y el músculo cutáneo del tron-
co en el espacio intercostal adecuado.
La incisión debe extenderse en sentido
dorsoventral desde los cuerpos verte-
brales hasta llegar cerca del esternón,
el músculo dorsal ancho y los múscu-
los pectorales se inciden paralelos a la
incisión de la piel. Se debe comprobar
el espacio intercostal correcto contan-
do hacia caudal desde la primera cos-
tilla. La quinta costilla se identifica fácil-
mente ya que coincide con la inserción
caudal del músculo escaleno dorsal(su-
pracostal). Según el espacio intercostal
al que se acceda, se incide el músculo
escaleno dorsal o el oblicuo abdomi-
nal externo. El músculo serrato ventral
torácico se separa para exponer el es-
pacio intercostal deseado. Los mús-
culos intercostales se inciden a mitad
de camino entre 2 costillas para evitar
lacerar el paquete vasculonervioso in-
tercostal, debido a que esta estructura
anatómica discurre por la cara caudal
de cada costilla. La pleura se incide con
unas tijeras cerradas o un objeto romo
para permitir que entre aire en la cavi-
dad torácica y hacer que los pulmones
se colapsen y se separen de la pared
costal, y la incisión se extiende con
unas tijeras en dirección dorsal hasta el
tubérculo de la costilla y ventralmente
más allá de la unión costocondral, evi-
tando los vasos torácicos internos, que
discurren subpleuralmente cerca del
esternón. Para poder exponer con faci-
lidad las estructuras torácicas se usa un
separador costal tipo Finochietto.
Justo antes del cierre de la toracotomía,
se coloca un tubo de toracotomía a tra-
vés de la pared torácica caudodorsal,
este tubo de toracotomía debe perma-
Gert ter Haar
necer abierto al exterior durante el cie-
rre del lugar cuando se esté realizando
la toracotomía para evitar un neumotó-
rax a tensión involuntario. Después de
que el cierre sea hermético, se extrae
el aire del espacio pleural y se cierra
el tubo de toracotomía. Antes del cie-
rre de la toracotomía, suele llevarse a
cabo un bloqueo selectivo de los ner-
vios intercostales de los espacios inter-
costales adyacentes con bupivacaína al
0,75% para disminuir el dolor posope-
ratorio y mejorar la ventilación.
La toracotomía se cierra colocando
previamente de cuatro a ocho suturas
gruesas, absorbibles o no absorbibles,
alrededor de las costillas adyacentes.
Las suturas circuncostales colocadas
previamente son utilizadas por un
asistente para aproximar las costillas
mientras el cirujano ata cada sutura.
Si es necesario, las costillas se pueden
aproximar aún más con pinzas tipo
cangrejo o con un aproximador de
costillas. Los músculos serrato ventral
torácico y oblicuo abdominal externo
y escaleno dorsal se cierran en un solo
plano con un patrón de sutura conti-
nuo simple. El músculo dorsal ancho,
el músculo cutáneo del tronco, el tejido
subcutáneo y la piel se cierran en pla-
nos separados con un patrón de sutura
continuo simple.
Esternotomía media
A pesar de la creencia de que la ester-
notomía media se asocia con mayores
tasas de complicaciones y dolor poso-
peratorio, en realidad son inferiores
que las asociadas con la toracotomía
intercostal. La esternotomía mediana/
media se realiza con el animal en decú-
bito dorsal. Deben dejarse intactas dos
o tres esternebras craneales o caudales
para evitar el retraso en la cicatrización
causado por el desplazamiento del es-
ternón y para reducir el dolor posopera-
torio. Una esternotomía media caudal
se puede combinar con una celiotomía
de la línea media ventral para obtener
una mayor exposición de las estructu-
ras abdominales craneales y torácicas
caudales, se puede hacer una incisión
parcial del diafragma para facilitar una
retracción más amplia. Una incisión
cervical en la línea media ventral se
puede combinar con una esternotomía
a través del manubrio para exponer
las estructuras de la región torácica
craneal. Para exponer los pulmones, la
esternotomía debe extenderse craneal-
mente desde el cartílago xifoides hasta
la segunda o tercera esternebra. La piel
y el tejido subcutáneo se inciden con un
bisturí sobre la línea media ventral del
esternón, la musculatura pectoral se
incide con un bisturí o con electrobis-
turí y se separa de la esternebra con un
osteotomo. El esternón se secciona en
su línea media con una sierra oscilante
o un separador de esternón, se deber
tener cuidado de limitar la penetración
de la sierra o del osteotomo para evitar
lesiones en las estructuras torácicas in-
ternas. Se utilizan separadores de tipo
Finochietto cubiertos con esponjas de
laparotomía humedecidas para expo-
ner las estructuras torácicas. Antes del
cierre, se coloca un tubo de toracoto-
mía subcostal lateral a la línea media
o a través del diafragma. La esternoto-
mía se cierra alternando alambres or-
topédicos de calibre grueso en forma
de ocho o sutura tipo PDS. Los múscu-
los pectorales, el tejido subcutáneo y la
piel se cierran en planos separados con
un patrón de sutura continuo simple.
Cuidado postoperatorio
La hipoventilación, la hipoxemia, el des-
equilibrio ácido-base, la hipotensión y
la hemorragia son las complicaciones
que pueden surgir en las primeras 12
Vetmadrid 2022 | 27
a 24 horas después de la toracotomía.
La esternotomía media y la toracoto-
mía intercostal están asociadas con al-
teraciones en la función pulmonar que
pueden atribuirse a múltiples factores,
además del dolor. Dichos factores pue-
den inhibir la inspiración profunda y
promover el colapso de las vías respi-
ratorias pequeñas, lo que resulta en un
desajuste entre la ventilación y la per-
fusión.
La medición de los gases en sangre ar-
terial después de la cirugía da informa-
ción sobre la ventilación y el intercam-
bio de gases en los pulmones. Siempre
es necesario la colocación de un tubo
de toracotomía antes del cierre de una
toracotomía. Si el tubo de toracotomía
no drena, se puede retirar poco des-
pués del procedimiento quirúrgico.
Los animales deben ser monitorizados
frecuentemente por el riesgo de neu-
motórax o hemorragia después de la
cirugía.
El neumotórax suele resolverse es-
pontáneamente después de la cirugía.
Las fugas de aire de gran volumen se
pueden controlar mediante succión su-
bacuática continua hasta que se resuel-
van. El control postoperatorio, además
de la evaluación frecuente del drenaje
de la cavidad torácica, debe incluir la
temperatura, la frecuencia cardiaca, el
pulso, la frecuencia respiratoria y el co-
lor de las membranas mucosas.
La analgesia está indicada en todos los
animales después de la toracotomía,
los opioides parenterales, la morfina
epidural, los anestésicos intrapleu-
rales o los bloqueos nerviosos inter-
costales selectivos con bupivacaína
al 0,75% se pueden usarse solos o en
combinación, para proporcionar anal-
gesia posoperatoria.
28 | Tratamiento del cáncer de pared torácica y de pulmón en el paciente geriátrico
Lobectomia
Parcial de pulmon
La lobectomía pulmonar parcial se usa
para obtener una biopsia o extirpar
lesiones marginales localizadas en los
dos tercios distales del pulmón. La lo-
bectomía pulmonar parcial se puede
realizar mediante sutura a mano alzada
o con una grapadora. Para realizar una
lobectomía parcial de modo manual, se
sujeta el pulmón con pinzas vasculares
no traumáticas o clamps intestinales
que no traumaticen las zonas próximas
a la lesión, la zona que se extirpa queda
distal a las pinzas, se coloca patrón de
sutura de colchonero horizontal con-
tinuo monofilamento de 4-0 proximal
a las pinzas, se deben usarse agujas
atraumáticas de punta cónica. Los ex-
tremos de la sutura se atan y se man-
tienen largos para facilitar la manipu-
lación del pulmón, luego se retiran las
pinzas y se sutura la incisión pulmonar
siguiendo un patrón de sutura continuo
simple, finalmente se revisa la incisión
en busca de fugas de aire sumergiendo
el pulmón en solución salina durante
la ventilación con presión positiva de
20 a 30 cm de H2O. Si fuera necesario
se pueden colocar suturas adicionales
para reforzar las anteriores.
Las ventajas de usar una grapadora
para la lobectomía parcial son la reduc-
ción del tiempo quirúrgico y anestésico,
la disminución de la pérdida de sangre,
así como la reducción de la incidencia
de fístulas broncopleurales después de
la resección del lóbulo. El instrumento
más útil para los procedimientos pul-
monares es la grapadora toracoabdo-
minal (TA). Este instrumento coloca dos
filas escalonadas de grapas de acero
inoxidable que forman una B cuando
se comprimen. La grapadora se coloca
a través del pulmón y se sujeta proxi-
mal a la lesión. Se dispara la grapadora
Gert ter Haar

y se corta el pulmón utilizando el borde el lóbulo se puede sujetar suavemente

del dispositivo de grapado TA como filo con una gasa seca. La arteria se aísla
del corte. Después de retirar la grapa- mediante disección roma con pinzas de
dora, se verifica que no haya fugas de ángulo recto paralelas al eje longitudi-
aire en el pulmón. nal del vaso. La arteria se liga tres veces
y se secciona entre la ligadura media y
Lobectomia la distal. Se accede a la vena pulmonar
por retracción dorsal y craneal del ló-
Pulmonar completa
bulo pulmonar a continuación se aísla,
La escisión de un lóbulo pulmonar
se liga y se secciona de manera similar.
completo está indicada en traumatis-
Luego se sujeta el bronquio lobar con
mos graves, neoplasias, torsión de ló-
una pinza tangencial no traumática y se
bulos, abscesos o infecciones refracta-
secciona a 3 mm distal a la pinza. El mu-
rias. Los lóbulos pulmonares afectados
ñón bronquial se cierra con un patrón
deben manipularse con cuidado para
de sutura de colchonero continuo de
minimizar la embolización de células
calibre 4-0, se retira la pinza tangencial
neoplásicas o la liberación de material
y se vuelve a suturar el muñón bron-
purulento a las vías respiratorias ad-
quial con un patrón continuo, final-
yacentes. Los perros y gatos pueden
mente se revisa el bronquio en busca
sobrevivir después de la eliminación de
de fugas de aire mediante inmersión
hasta el 50 % del tejido pulmonar to-
en solución salina.
tal. La extirpación de más del 75% del
tejido pulmonar es incompatible con
El grapado en bloque del hilio pulmonar
la vida, dado que el pulmón derecho
se puede usar para extirpar abscesos o
constituye más del 50 % de la capaci-
tumores grandes del lóbulo pulmonar
dad pulmonar, está contraindicada la
cuando se desea una manipulación mí-
extirpación de todo el pulmón derecho.
nima del pulmón. Cuando se utilizan
Por el contrario, la escisión de todo el
grapas de 2,5 mm, rara vez es necesa-
pulmón izquierdo si es tolerado por
rio ligar y dividir por separado los vasos
el animal, siempre que el pulmón de-
pulmonares. La disección del lóbulo
recho funcione correctamente. La lo-
pulmonar desde el mediastino se rea-
bectomía pulmonar debe seguir la dis-
liza si es necesario para exteriorizar el
tribución anatómica de los bronquios,
lóbulo. La grapadora se coloca a través
los lóbulos pulmonares craneales y
del hilio del lóbulo y se sujeta, se colo-
caudales izquierdos se pueden extirpar
ca una abrazadera distal a la grapadora
individualmente. Los lóbulos craneal,
TA a través del lóbulo para evitar que se
medio y caudal del pulmón derecho
derrame material del lóbulo, se dispara
pueden extirparse individualmente
grapadora y se corta el lóbulo, después
porque cada uno tiene bronquios se-
de retirar la grapadora, se inspecciona
parados. El lóbulo pulmonar accesorio
el hilio en busca de fugas.
derecho generalmente se extirpa con
el lóbulo pulmonar caudal izquierdo.
Antes de retirar los lóbulos caudal y Neoplasia de la
accesorio, los ligamentos pulmonares Pared torácica
deben separarse del mediastino con Los tumores pueden aparecer en cual-
unas tijeras. Primero se accede a la ar- quier estructura de la pared torácica,
teria pulmonar mediante la retracción los que se diagnostican con más fre-
ventral y caudal del lóbulo pulmonar, cuencia son el condrosarcoma; el os-
Vetmadrid 2022 | 29
teosarcoma; el fibrosarcoma y otros
tumores de células fusiformes. La
extensión de resección del tumor y el
grado de reconstrucción requerido de-
penden del tipo de tumor y de su com-
portamiento biológico esperado. Mien-
tras que los tumores que surgen de las
costillas son generalmente inmóviles y
generalmente firmes, los tumores sub-
cutáneos, suelen ser más blandos y su
movilidad depende del grado de inva-
sión de las estructuras profundas. La
evaluación cuidadosa de la capacidad
invasiva del tumor y la determinación
preoperatoria del tipo de tumor son
fundamentales para desarrollar un
plan de tratamiento. La media del tiem-
po de supervivencia después de la ex-
tirpación del tumor de la pared toráci-
ca, varía mucho según el tipo de tumor,
desde una media de 17 semanas para
el osteosarcoma hasta 250 semanas
para el condrosarcoma. Los animales
con tumores de la pared torácica pue-
den presentar una masa fácilmente
detectable o pueden desarrollar signos
de compromiso respiratorio. Histórica-
mente, la radiografía y la ecografía se
han utilizado para el diagnóstico de tu-
mores de la pared torácica. Sin embar-
go, la TC proporciona mediante cortes
transversales una mayor información
que permite la localización anatómica
más precisa y una mejor evaluación de
la naturaleza y extensión del proceso
patológico además de ser más sensible
para la evaluación de la enfermedad
metastásica. Después de identificar
un tumor de la pared torácica, se debe
realizar una biopsia para caracterizar
el tipo de tumor, realizar una planifica-
ción quirúrgica y determinar la necesi-
dad de un tratamiento complementa-
rio, como quimioterapia o radioterapia.
Los nódulos linfáticos axilares y ester-
nales deben evaluarse mediante TC
con la finalidad de estadificar el tumor.
30 | Tratamiento del cáncer de pared torácica y de pulmón en el paciente geriátrico
Se debe considerar la resección quirúr-
gica para todos los sarcomas de tejidos
blandos y condrosarcomas debido a su
baja tasa metastásica.
Resección de tumores de la
pared torácica
Los tumores cutáneos y subcutáneos
que no invaden las costillas o los mús-
culos intercostales se deben resecar
con un margen profundo al extirpar
la musculatura torácica en planos sin
alterar la integridad de la pared torá-
cica. Sin embargo, muchos tumores
surgen principalmente de las costillas
o del tejido conjuntivo intermuscular.
Por eso requiere la escisión en bloque
del tumor y la pared torácica afectada.
Se recomienda la resección con márge-
nes de 3 cm o mayores para la mayoría
de los tumores de la pared torácica, lo
que implica la extirpación en bloque de
secciones de dicha pared, incluyendo al
menos una costilla no afectada craneal
y/o caudal a la lesión. En algunos casos
es posible que también sea necesario
extirpar secciones del esternón o del
diafragma.
Una vez determinada la extensión de la
resección, se extirpan en bloque todo
el tumor y los márgenes, se hace una
incisión en la piel y se diseca el tejido
subcutáneo perpendicular a la incisión
de la piel hasta alcanzar la pared toráci-
ca, después de incidir la piel, se realiza
una toracotomía lateral, esto permitirá
visualizar la extensión intratorácica del
tumor y su asociación con las vísceras
torácicas. La retracción cuidadosa de
las costillas debe permitir la inspección
del componente intratorácico del tu-
mor y poder verificar las líneas de es-
cisión restantes para proporcionar un
margen quirúrgico adecuado. La arte-
ria intercostal de la costilla que se va a
extirpar se liga y la costilla se secciona
Gert ter Haar
con un cortador de hueso en la zona
dorsal y ventral de la escisión. Si se va
a resecar un segmento del esternón,
también se deben ligar las arterias y ve-
nas torácicas internas. El proceso con-
tinúa con una incisión transversal en
los músculos intercostales, la ligadura
de los vasos intercostales y el corte de
la siguiente costilla hasta que se libera
todo el segmento de la pared torácica
y permanece unido por un conjunto de
músculos intercostales, que luego se
seccionan.
Reconstrucción de la pared
torácica
La reconstrucción de la pared torácica
tiene como objetivo restaurar la inte-
gridad del espacio pleural para que se
pueda restablecer la presión negativa
y asegurar una rigidez suficiente de la
pared torácica. Históricamente se re-
comendaba reparar todos los defectos
de la pared torácica con material rígi-
do para evitar el tórax inestable y sus
secuelas. Gradualmente, los cirujanos
han llegado a la conclusión de que esto
es poco importante en animales con
funciones torácicas y cardiopulmona-
res normales. Una pequeña sección del
tórax inestable no parece afectar nega-
tivamente la función ventilatoria en los
perros, se pueden resecar y reconstruir
secciones de la pared torácica que con-
tengan hasta cuatro costillas utilizando
tejidos fácilmente disponibles. Los de-
fectos más grandes de la pared torácica
lateral o los defectos del esternón o del
diafragma necesitan una mejor plani-
ficación para evitar un tórax inestable,
el desplazamiento del mediastino y el
dolor posoperatorio. Los defectos que
involucran seis costillas se consideran
el límite máximo para una reconstruc-
ción efectiva. Los defectos del esternón
deben reconstruirse con colgajos mus-
culares autógenos, como el del múscu-
lo pectoral profundo, o implantes más
rígidos, como prótesis tipo sándwich de
malla de metilmetacrilato o xenoinjer-
tos con hueso de Kiel.
Colgajos musculares
Los músculos que se han utilizado
como colgajos para cerrar los defectos
de la pared torácica son: el dorsal an-
cho; el oblicuo abdominal externo; el
transverso del abdomen y el diafrag-
ma. Los defectos de la pared torácica
debidos a la resección de las costillas
caudales (8 a 13) se reconstruyen me-
jor mediante el avance diafragmático
ipsolateral. El borde libre del diafragma
que queda después de retirar las costi-
llas se sutura a la musculatura asocia-
da con la costilla restante más caudal o
con suturas circuncostales a la propia
costilla.
Muchos tumores de la pared torácica
surgen cerca de las uniones costocon-
drales. Los defectos de la pared toráci-
ca en esta región a menudo se pueden
cerrar con un colgajo del músculo dor-
sal ancho.
El músculo dorsal ancho se origina en
la fascia toracolumbar, las apófisis es-
pinosas de las vértebras torácicas y
lumbares y las inserciones musculares
se realizan en las dos o tres últimas
costillas. La arteria más importante es
la rama que emerge del quinto espacio
intercostal y entra en el músculo dorsal
ancho. Esta arteria es responsable de
gran parte de la perfusión de la parte
media del músculo. Las arterias inter-
costales también irrigan ramas seg-
mentarias de la porción dorsal del mús-
culo dorsal ancho y el músculo cutáneo
del tronco suprayacente. Los puntos de
referencia para el colgajo miocutáneo
del dorsal ancho son el borde ventral
del acromion, el borde caudal del mús-
Vetmadrid 2022 | 31
culo tríceps braquial, la cabeza de la
costilla 13 y el pliegue cutáneo axilar.

Referencias
1. Kirpensteijn J, Haar ter G. Reconstructive
Surgery & Wound Management of the Dog
& Cat. 1st ed. Kirpensteijn J, Haar ter G, edi-
tors. London: Manson Publishing Ltd; 2012.
2. Hunt G. Thoracic Wall. In: Veterinary Sur-
gery: Small Animal. 2nd ed. Johnston SA &
Tobias K.M, editors. St. Louis, Missouri, El-
sevier; 2018.
3. Brockman, D., Holt, D., Ter Haar, G. (Eds.).
BSAVA Manual of Head, Neck and Thoracic
Surgery. BSAVA, London, UK, 2016.
4. Armbrust LJ, Biller DS, Bamford A, Chun R,
Garrett LD, Sanderson MW. Comparison of
three-view thoracic radiography and com-
puted tomography for detection of pulmo-
nary nodules in dogs with neoplasia. J Am
Vet Med Assoc. 2015;240:1088–94.

32 | Tratamiento del cáncer de pared torácica y de pulmón en el paciente geriátrico

 DIGESTIVO+
INMUNOLOGÍA
36 |
 Yaiza Forcada
Yaiza se licenció por la Universidad
Complutense de Madrid y tras un periodo
en clínica privada y un internado en la
Universidad Complutense, se mudó al
Reino Unido, donde realizó un internado de
pequeños animales en el Royal Veterinary
College, seguido de una residencia en
medicina interna en la Universidad de
Liverpool.

Al terminar la residencia obtuvo su título

de Especialista Europea de Medicina
Interna y volvió al Royal Veterinary College, donde hizo un
doctorado sobre la diabetes felina. Después trabajó varios años
como profesora de medicina interna en la misma universidad.

En el 2018, Yaiza se mudó con su familia a Holanda, donde

actualmente trabaja como internista ademas de para VIN, una
comunidad global de veterinarios ofreciendo apoyo y formación
a veterinarios, entre sus actividades incluye la creación y
coordinación de un programa de internado online para
veterinarios en cualquier lugar del mundo.
Yaiza Forcada
BIOMARCADORES DE LESIÓN RENAL AGUDA:
ENFOQUE CLÍNICO Y PERSPECTIVAS
Yaiza Forcada
DVM PhD DECVIM-CA PGCertVetEd FHEA MRCVS
Especialista Europea en Medicina Interna de Pequeños Animales
En principio, el tracto gastro-intestinal
de los perros y gatos geriatricos no su-
fre de patologias específicas de la edad.
No obstante, es importante reconocer
las distintas patologías que pueden
afectar al sistema gastro-intestinal, ya
que estas ocurren de manera frecuen-
te en nuestros pacientes caninos y feli-
nos y por supuesto también afectan de
forma importante a nuestros pacientes
geriátricos.
Signos clínicos
La mayoría de los pacientes con ente-
ropatías crónicas acuden a la clínica
con diarrea, vómitos y pérdida de peso.
Nuestra misión como veterinarios es
intentar conseguir la información sufi-
ciente como para poder determinar un
plan de acción correcto. Aunque esto
resulta fácil decirlo, existen en muchas
ocasiones factores dependientes del
propietario (entre ellas su disponibili-
dad para seguir nuestras recomenda-
ciones o para permitirse las pruebas
diagnósticas que recomendemos), a la
vez que factores inherentes al pacien-
te (enfermedades concurrentes, riesgo
anestésico, etc.), los cuales toman aun
si cabe mayor relevancia en pacientes
geriátricos y que pueden hacernos du-
dar de cual es el mejor plan diagnóstico
a seguir.
Desde el punto de vista de la historia
clínica, es importante tomar informa-
ción acerca de la dieta, el estilo de vida
del paciente, medicaciones concurren-
tes y recientes. Es de gran importancia
poder determinar la duración de los
signos clínicos (en general se considera
diarrea crónica aquella que sucede des-
de hace 3 semanas o de forma intermi-
tente durante un periodo mas largo de
tiempo), así como obtener información
de cuales son los signos clínicos que
el paciente presenta, ya que algunos
de ellos nos pueden dar información
acerca de la causa: melena (sangrado
en el tracto digestivo superior -des-
de la boca, hasta el intestino delgado
proximal), tenesmo o disquezia (intes-
tino grueso), mucosidad y sangre fres-
ca (intestino grueso), dolor abdominal
(masas, abscesos, pancreatitis, perfora-
ciones), distensión abdominal o edema
(hipoalbuminemias).
La severidad de los signos clínicos, no
solo en términos reales del paciente
sino desde el punto de vista de la tole-
rabilidad de los dueños, nos proporcio-
narán información acerca de la rapidez
con la que debemos establecer el plan
diagnostico completo, o si por ejemplo
tenemos tiempo de hacer una prueba
con dieta o con antiparasitarios.
Para poder estandarizar la sintomato-
logía clínica de estos pacientes, se creo
un índice de actividad clínica (CIBDAI or
CCECAI), este índice esta correlaciona-
do con severidad de las lesiones histo-
patológicas encontradas y proporciona
una manera objetiva de evaluar la res-
puesta al tratamiento.
Vetmadrid 2022 | 39

Imagen reproducida del articulo: Chronic Enteropa-
thies in Dogs: Evaluation of Risk Factors for Negative
Outcome. K. Allenspach et al. Journal of Veterinary
Internal Medicine 21(4):700-8
40 | Enteropatías en pacientes geriátricos
Test diagnósticos
En principio los pacientes con sintoma-
tología gastrointestinal crónica deben
de hacerse test de hematología, bio-
química y urianálisis. Estas pruebas ra-
ramente nos proporcionaran informa-
ción de la causa (a no ser que la causa
se encuentre fuera del tracto gastro-in-
testinal, lo cual es mas típico de pacien-
tes con vómitos crónicos y no con dia-
rreas), pero son de hecho importantes
para poder determinar posibles conse-
cuencias de los signos clínicos: hay ane-
mias? Hay leucocitosis marcadas? Hay
hipoalbuminemia? Que ocurre con las
enzimas hepáticas? Si hay hipoalbumi-
nemia, existen perdidas a nivel renal?
Si hay azotemia, puede ser pre-renal?
O tiene el paciente ERC, que ha de ser
tenida en cuenta a la hora de realizar
pruebas en el futuro?
Además de pruebas sanguíneas bási-
cas, se recomienda realizar una analí-
tica fecal completa (flotación, centrifu-
gación, frotis directo y antígeno/PCR de
Giardia y PCR de Tritrichomonas en los
gatos).
En pacientes donde las pruebas inicia-
les nos demuestren ausencia de leuco-
grama de estrés o alteraciones electrolí-
ticas compatibles, se puede considerar
medir un cortisol basal (o realizar una
prueba de estimulación con ACTH) y en
el caso de los gatos geriátricos, se reco-
mienda medir la T4 total.
Los perfiles gastro-intestinales que in-
cluyen TLI, cobalamina (y acido fólico/
folato) y en ocasiones lipasa pancreá-
tica nos pueden ayudar a localizar el
origen de la enfermedad, así como de-
tectar la existencia de hipovitaminosis
concurrente. Las técnicas de diagnós-
tico por imagen como las radiografías
y la ecografía abdominal nos ayudarán
Yaiza Forcada
a evaluar el tracto gastro-intestinal, así
como otras estructuras en las que pue-
dan existir patologías concurrentes (ri-
ñones, hígado, páncreas). Las pruebas
de diagnóstico por imagen son esencia-
les a la hora de evaluar a los pacientes
con sintomatología gastro-intestinal
crónica, es verdad que no proporcio-
nan información histopatológica, pero
nos proporcionan piezas esenciales del
puzle diagnóstico y en función a los ha-
llazgos en estas pruebas (infiltración de
la pared intestinal, pérdida de la defi-
nición de las capas intestinales, masas,
linfadenopatías), nos ayudarán a deci-
dir cuál es el siguiente paso diagnóstico
a recomendar.
En pacientes con sintomatología severa
o aquellos en los que tratamientos de
prueba iniciales (dieta, antihelmínticos)
no han surtido efecto, se recomienda
realizar biopsias intestinales. En estos
casos, estamos interesados en saber si
existe enfermedad inflamatoria intesti-
nal (IBD), con o sin linfangiectasia (pri-
maria o secundaria a infiltración) o neo-
plasia difusa como el linfoma. A pesar
de que es una prueba recomendada a
menudo, es cierto que tiene limitacio-
nes a la hora de la interpretación y para
poder limitar la subjetividad inherente
que tiene la interpretación de biopsias
digestivas, se recomienda utilizar un la-
boratorio que se atenga a las normas
de estandarización de la WSAVA. De
acuerdo con esta normativa, se pro-
porciona información acerca de la se-
veridad de las lesiones, la distribución,
el lugar de infiltración, alteraciones de
la arquitectura de la mucosa y el tipo
de infiltrado. La estandarización ha au-
mentado el grado de acuerdo entre di-
ferentes patólogos, pero es verdad que
las biopsias a veces son relativamente
decepcionantes desde el punto de vis-
ta de la utilidad de la información que
proporcionan. La realización de prue-
bas adicionales como PARR o inmuno-
histoquimica puede ser de ayuda, so-
bre todo en casos de gatos, en los que
la diferenciación entre linfoma e IBD
supone un reto mayor (si cabe) que en
el caso de las biopsias intestinales en
perros. Actualmente, existen métodos
de espectrofotometría de masa que
parece ser son de mayor utilidad a la
hora de diferenciar linfoma de IBD en
gatos, aunque estas pruebas solo están
disponibles en Estados unidos.
Tratamiento
Dieta y desparasitación el tratamien-
to inicial en pacientes estables puede
comenzar con un cambio de dieta y
tratamiento contra los parásitos (fen-
bendazol 50 mg/Kg PO x 5 días). Aun-
que esto se recomienda en general en
todos los pacientes con sintomatolo-
gía gastro-intestinal crónica, es cierto
que un porcentaje menor de pacientes
geriátricos responde, pero en algunos
casos merece la pena probarlo antes
de anestesiar al paciente para tomar
biopsias intestinales.
Desde el punto de vista de la dieta, exis-
ten varias opciones: por un lado se pue-
de simplemente elegir empezar con
una dieta de otra marca, otra opción es
cambiar la dieta actual por una dieta de
baja grasa (<15% materia seca) y eleva-
da digestibilidad como por ejemplo die-
tas de tipo gastrointestinal. La tercera
opción es la de elegir dietas hidroliza-
das o de proteína novedosa (también
se recomienda que tengan un conte-
nido limitado de grasas y alta digesti-
bilidad). La autora prefiere ir directa-
mente a la tercera opción en pacientes
geriátricos, aunque la segunda opción
también puede dar buenos resultados
en algunos casos. En pacientes que res-
ponden a la dieta, se considera que el
Vetmadrid 2022 | 41
diagnostico es de “Enteropatia crónica
que responde a dieta”
Antibióticos
Aunque la administración de antibió-
ticos en pacientes con diarrea crónica
era algo anteriormente que se realizaba
frecuentemente, cada vez nos vamos
enfrentando a mas evidencia contra-
dictoria o que incluso sugiere la contra-
indicación de los antibióticos en estos
casos debido a la cada vez mas preocu-
pantes resistencias y a la inducción de
disbiosis importantes. Si que es verdad
que existe un subtipo de enteropatías
que responde a los antibióticos, lo cual
solo sirve para complicar nuestro plan
diagnóstico. Los antibióticos que mas
se utilizan incluyen la oxitetraciclina
(10-20 mg/Kg/8h), el metronidazol (10-
20 mg/kg q8-12h) y la tilosina (20 mg/Kg
q 8-12h). En principio, la probabilidad
de una enteropatía crónica que respon-
de a antibióticos en pacientes geriátri-
cos es muy baja, ya que la gran mayoría
de pacientes con este subtipo de ente-
ropatías tiene una edad inferior a los
dos años. Además de ocurrir casi exclu-
sivamente en pacientes jóvenes (mas
frecuentemente de raza Boxer, Pastor
Aleman y Shar-Pei), la mayoría de estos
pacientes tiene recidivas a corto y me-
dio plazo. Lo que quiere decir que los
antibióticos no resuelven la causa sub-
yacente. En estos pacientes es posible
que los antibióticos reduzcan la carga
bacteriana total, el efecto anti-inflama-
torio de algunos de estos antibióticos y
el aumento de cierto tipo de bacterias
como las bifidobacterias. En estos pa-
cientes, parece que existe un desequi-
librio entre el sistema inmunológico y
el microbioma, y quizás se debe con-
siderar realizar otras intervenciones
como la administración de probioticos
multi-cepa con elevadas cantidades
de bacterias (Vivomixx 50 billiones de
42 | Enteropatías en pacientes geriátricos
bacteria/Kg/24h) o la administración de
transplantes de heces (ver información
en la ponencia del microbioma).
Inmunosupresión: la mayoría de los
pacientes geriátricos que no son diag-
nosticados con neoplasia, necesitan de
inmunosupresión, en estos pacientes,
se recomienda la administración de
dieta hipoalergénica a la vez que el tra-
tamiento. En la mayoría de los casos se
recomienda la administración de gluco-
corticoides. Un ejemplo de protocolo
podría ser el siguiente
• 2 mg/Kg/24h durante 3 semanas (o
hasta que la albumina se normali-
ce), seguido de
• 1.5 mg/Kg durante 3 semanas, se-
guido de
• 1 mg/Kg durante 3 semanas
• La dosis se sigue disminuyendo un
25% cada 2-3 semanas hasta que se
puedan parar o se llegue a la dosis
mínima efectiva.
En aquellos casos en los que los corti-
coides no tienen efecto suficiente, se
puede añadir ciclosporina (5-10 mg/
Kg/24h), azatioprina (2 mg/kg PO/d x5
d, después 2 mg/kg PO EOD). En gatos,
se puede añadir clorambucilo a dosis
de 2–6 mg/m2 q 24h, PO (o 2 mg/gato
3 días por semana). Pacientes que sean
tratados con agentes citotóxicos deben
ser evaluados frecuentemente en la clí-
nica con hematología (y valores hepá-
ticos en el caso de azatioprina). En pa-
cientes con inflamación severa que no
responden al tratamiento oral, pueden
recibir dexametasona inyectable, ya
que la absorción de medicación puede
verse afectada por la severa inflama-
ción (en este caso se recomienda ajus-
tar la dosis de dexametasona, sabiendo
que es entre 5 y 7 veces mas potente
que la prednisona).
Yaiza Forcada

Tratamientos adicionales
Existe un gran porcentaje de pacientes
con enteropatías crónicas primarias
que presentan deficiencia de vitaminas
hidrosolubles (como la vitamina E y la
Vitamina D), en estos momentos no se
conoce si la suplementación mejora el
pronóstico.

Vetmadrid 2022 | 43
 HEPATOPATÍAS EN PACIENTES GERIÁTRICOS
Yaiza Forcada
DVM PhD DECVIM-CA PGCertVetEd FHEA MRCVS
Especialista Europea en Medicina Interna de Pequeños Animales
Introducción
En términos generales, la función he-
pática no cambia drásticamente en
pacientes geriátricos, sin embargo, es
importante tener en cuenta que estos
pacientes presentan un riesgo eleva-
do de desarrollar hepatopatías. Las
hepatopatías crónicas se ven de for-
ma frecuente en pacientes geriátricos,
sin embargo, estos pacientes no están
exentos de sufrir hepatitis agudas se-
cundarias a toxinas como los AINEs o a
infecciones como la Leptospirosis.
Aspectos clínicos de las
patologías hepáticas.
Como es ampliamente reconocido, el
hígado es un órgano con una gran ca-
pacidad de reserva. Esto hace que en
muchas ocasiones, independientemen-
te de si la patología que afecta al pa-
ciente es aguda o crónica, los animales
se presenten en la clínica con sintoma-
tología de escasa duración. Esto quiere
decir que el tipo de presentación (agu-
da o crónica) nos puede dar informa-
ción poco fiable del tipo de patología
que afecta al paciente. Es importante
también tener en cuenta que en el mo-
mento en que la sintomatología apare-
ce, el hígado estará seriamente afecta-
do. En ocasiones tomar la decisión de
realizar mas test diagnósticos no es fá-
cil, ya que en nuestra carrera como ve-
terinarios siempre intentamos “tratar al
paciente” y no “los números”. En el caso
del hígado, aunque sigue siendo impor-
44 |
tante atenerse a este principio clínico,
es importante tener en cuenta la gran
capacidad de reserva de este órgano
y el hecho de que a veces existirán pa-
cientes con patologías importantes que
no presenten signos clínicos.
Historia clínica
Algunos puntos importantes a determi-
nar en la historia clínica incluyen raza,
edad y sexo del paciente, historia de
signos clínicos previos, historial de va-
cunas, administración de medicamen-
tos, acceso a toxinas, etc.
Examen físico
Los signos clínicos que presentan los
pacientes con enfermedad hepática
son poco específicos y por lo tanto el
veterinario debe de realizar un examen
físico completo y riguroso. Los signos
más comunes incluyen anorexia, de-
presión, salivación (en gatos), ictericia,
hepatomegalia, pérdida de peso, poliu-
ria-polidipsia, diarrea y ascitis. Los sig-
nos más preocupantes incluyen altera-
ciones del estado mental u otros signos
neurológicos y coagulopatías.
La ictericia no es siempre indicativa de
enfermedad hepática ya que puede te-
ner varias causas:
• Pre-hepática: causada debido a un
aumento en la producción de bilirru-
bina como consecuencia de la des-
trucción masiva de glóbulos rojos.
• Hepática: los hepatocitos son incapa-
ces de absorber o de conjugar la bi-
Yaiza Forcada
lirrubina sanguínea debido a un pro-
blema funcional de los hepatocitos.
• Post-hepática: la bilirrubina no pue-
de ser excretada porque existe una
obstrucción, bloqueo o rotura de las
vías biliares
Test de laboratorio en
pacientes con enfermedad
hepática
• Hematología: en algunos pacientes
con enfermedad hepática encon-
tramos anemia microcítica e hipo-
crómica; esta anemia es típica de
deficiencia de hierro y ocurre como
consecuencia de alteraciones en el
metabolismo hepático del hierro; en
muchas ocasiones esta anemia se ve
agravada por la presencia de coagu-
lopatías y perdida crónica de sangre.
En casos de enfermedades inflama-
torias o infecciosas, neutrofilia con
monocitosis pueden estar presentes
en el hemograma. Es importante
que el veterinario preste atención
al recuento de plaquetas, trombo-
citopenia es un factor importante a
tener en cuenta a la hora de realizar
procedimientos invasivos.
• Enzimas hepáticas:
o ALP (Fosfatasa alcalina): esta
enzima se produce en los cana-
lículos y túbulos biliares; estará
elevada en casos de colestasis.
Existen diferencias importantes
entre perros y gatos. En primer
lugar, los perros tienen varias
isoenzimas que pueden causar
elevaciones sanguíneas de la
ALP, las más importantes son las
ALP ósea y la inducida por corti-
coesteroides. Otras causas que
originan elevación de la ALP son
hiper-adrenocorticismo, tumores
óseos y medicaciones como los
barbitúricos. Debido a la posibili-
dad de elevaciones de las isoen-
zimas de la ALP, esta enzima es
menos específica del hígado en
el perro que en el gato. Incluso
mínimas elevaciones de la ALP
son específicas del hígado en el
gato y por lo tanto no deben de
ser desestimadas; aunque los
gatos también poseen ALP ósea
y otras isoenzimas (salvo por
isoenzima inducida por corticoi-
des, que no existe en el gato),
los niveles de éstas son práctica-
mente nulos.
o ALT (Alanina amino-transfera-
sa): esta enzima se produce en el
citoplasma de los hepatocitos y su
elevación suele ser indicativa de
daño hepatocelular. La magnitud
de la elevación es proporcional
al grado de afección del hígado.
Existe también una isoenzima de
la ALT que se origina en el mús-
culo; esta isoenzima es de escasa
importancia clínica, aunque esta-
rá elevada en daño muscular se-
vero en perros. Los corticoides y
los barbitúricos también causan
elevación de la ALT.
o La AST (Aspartato amino-trans-
ferasa) es una enzima que se
encuentra en la membrana mi-
tocondrial de los hepatocitos y
por lo tanto el aumento de los
niveles sanguíneos indica daño
hepato-celular severo. La mayor
limitación de esta enzima es la
poca especificidad que presen-
ta, puesto que puede verse ele-
vada en daño severo de otros ti-
pos celulares como por ejemplo
células musculares.
o Elevaciones de la GGT (Gam-
ma-glutamil-transferasa) apare-
cen en casos de colestasis. Esta
Vetmadrid 2022 | 45
 enzima es de especial utilidad en
el diagnóstico de lipidosis hepá-
tica felina. En muchos de los ca-
sos de lipidosis hepática, los ga-
tos mostraran elevaciones de la
ALP mientras que la GGT perma-
necerá normal o escasamente
elevada; en casos de colestasis,
ambas enzimas (ALP y GGT) es-
tarán elevadas en grado similar.
• Amoniaco: los niveles de amonia-
co sanguíneo se deberán medir en
aquellos pacientes con sospecha de
encefalopatía hepática. El amoniaco
es la única toxina causante de ence-
falopatía que se puede medir en la
sangre. La determinación en sangre
no es fácil y debe de ser realizada in-
mediatamente después de la extrac-
ción de la muestra, lo que limita su
utilidad. Es importante tener en cuen-
ta que existen otras causas extra he-
páticas que pueden causar aumento
de los niveles de amonio en sangre.
• Bilirrubina: la bilirrubina estará ele-
• Otros test importantes:
vada en casos de hemolisis, disfun-
ción hepática y obstrucción o rotura
de las vías biliares. En medicina hu-
mana se utilizaba la determinación
del ratio de bilirrubina conjugada y
no-conjugada para intentar deter-
minar la causa se la ictericia, estu-
dios han demostrado que este ratio
no es de ninguna utilidad clínica en
pequeños animales.
• Ácidos biliares: el test de estimula-
ción de ácidos biliares (consiste en
ayuno durante 12 horas, seguido de
una muestra de sangre en ayunas,
ingestión de comida y una muestra
de sangre 2h después de la comida)
debe realizarse en todos aquellos
pacientes en los que se sospecha
de enfermedad hepática. Los áci-
dos biliares son liberados en el in-
testino a través de la contracción de
46 | Hepatopatías en pacientes geriátricos
la vesícula biliar que ocurre después
de las comidas, una vez en el intesti-
no, son re-absorbidos a través de la
circulación entero-hepática. El hígado,
en condiciones normales debe de ha-
ber sido capaz de extraer los ácidos
biliares de la sangre 2h después de la
comida, si esto no ocurre se considera
que la función hepática está afectada.
Este test es un test de FUNCION hepá-
tica, a diferencia de las enzimas hepá-
ticas, que son test de DAÑO hepático.
El grado de elevación de los ácidos bi-
liares no es proporcional al grado de
disfunción hepática. El test de estimu-
lación con ácidos biliares tiene mayor
sensibilidad que los niveles de amonio
para el diagnostico de shunt porto-sis-
témico. Este test no debe de realizarse
en animales con ictericia, puesto que
en estos pacientes la circulación en-
tero-hepática está alterada y además
los niveles elevados de bilirrubina
pueden interferir con el resultado del
análisis de ácidos biliares.
o Glucosa sanguínea: la concen-
tración de glucosa puede estar
reducida en pacientes con fallo
hepático.
o Albumina sanguínea: dado que
el hígado es el lugar de síntesis
de gran parte de las proteínas
sanguíneas, incluyendo la albu-
mina, pacientes con fallo hepá-
tico pueden presentar hipoalbu-
minemia.
o Urea sanguínea: la urea es pro-
ducida en el hígado como con-
secuencia del metabolismo de
las proteínas. En casos con fallo
hepático los niveles de urea po-
drán estar reducidos.
o Colesterol: el colesterol se sinte-
tiza en el hígado y se elimina a
través de la bilis. Los niveles de
Yaiza Forcada
colesterol estarán reducidos en
casos de fallo hepático y eleva-
dos en casos de colestasis.
o Los factores de coagulación pue-
den verse alterados en pacien-
tes con problemas hepáticos y
colestasis severa. En casos de
fallo hepático habrá deficiencia
de todos los factores de coagu-
lación hepáticos, mientras que
en casos de colestasis habrá de-
ficiencia de los factores depen-
dientes de la vitamina K (II, VII, IX
y X), puesto que la vitamina K es
liposoluble y necesita de la bilis
para ser absorbida.
• Urianálisis:
o La presencia de cristales de
amonio en la orina puede ser
indicativo de enfermedad hepá-
tica, excepto en algunos perros
de razas como los Dálmatas,
Bulldog Inglés, Schnauzer, Shih-
Tzu y Yorkshire terriers, que es-
tán predispuestos a presentar
cristales de uratos sin que exis-
ta ninguna causa aparente. Los
cristales de amonio ocurren de
forma menos frecuente en gatos.
o Bilirrubinuria puede ser normal
en perros pero siempre es indi-
cativa de enfermedad hepática
en los gatos puesto que el um-
bral de excreción en el gato es
mucho mayor.
o La concentración urinaria puede
estar reducida, esto ocurre por
varios motivos, entre ellos los
bajos niveles de urea, que im-
piden formación del gradiente
adecuado en los túbulos renales
y la reducción del metabolismo
del cortisol. Esto ocasiona poliu-
ria-polidipsia que está presente
en muchos de los pacientes con
problemas hepáticos.
• Análisis del liquido ascítico: en la
gran mayoría de los casos el liqui-
do ascítico se corresponderá con
un transudado puro (<2500 células/
ml y proteínas < 2.5 mg/dl), aunque
existen algunos casos que presen-
tan un transudado modificado, con
mayores niveles de proteínas (≥2.5
mg/dl), esto ocurre en casos de hi-
pertensión portal severa y aguda.
Los pacientes con patología hepá-
tica y coagulopatías pueden pre-
sentar hemoabdomen. Aquellos
pacientes con rotura de las vías bi-
liares presentarán niveles elevados
de bilirrubina (en estos casos los
niveles de bilirrubina en el liquido
abdominal serán más elevados que
en plasma).
Diagnóstico por imagen en
pacientes con enfermedad
hepática
•Radiografía: la radiografía puede
ser de ayuda a la hora de evaluar el
tamaño del hígado. Los pacientes
con shunt porto-sistémico o con
fibrosis hepática tendrán el híga-
do reducido de tamaño, mientras
que aquellos con enfermedades
infiltrativas, neoplásicas o lipidosis
hepática mostraran hepatomega-
lia. Los riñones de pacientes con
shunt porto-sistémico tienen la
tendencia a ser más grandes de
lo normal. La radiografía también
será de ayuda para evaluar el res-
to de los órganos abdominales en
aquellos casos con signos clínicos
poco específicos.
•Ecografía: la ecografía abdominal
puede servir de ayuda a la hora de
evaluar el parénquima hepático y
las vías biliares. Es importante re-
cordar que la ausencia de cambios
hepáticos en la ecografía abdominal
Vetmadrid 2022 | 47
 no excluye la posibilidad de enfer-
medad hepática y por lo tanto el he-
cho de que la ecografía sea normal
no debe de interrumpir la realiza-
ción de test adicionales si existe la
sospecha de enfermedad hepática.
• Otros:
o Portovenogramas están indica-
dos para diagnosticar y localizar
la presencia de shunt porto-sis-
témico antes de tratarlos quirúr-
gicamente.
o La escintigrafía es un método
diagnostico que se está utilizan-
do con mayor frecuencia recien-
temente y que sirve de ayuda
en el diagnostico de shunts por-
to-sistémicos.
Pruebas adicionales en
pacientes con enfermedad
hepática
En muchas ocasiones, los tests mencio-
nados anteriormente nos servirán para
determinar que el paciente padece de
insuficiencia o enfermedad hepática
pero no nos proporcionaran un diag-
nostico definitivo que nos permita ad-
ministrar un tratamiento especifico; la
biopsia o aspirado hepático son quizá
las pruebas que más nos ayudaran a de-
terminar el tratamiento más adecuado
y el pronóstico del animal. Antes de rea-
lizar pruebas invasivas, es importante
realizar pruebas de coagulación que nos
indiquen el riesgo que el paciente tiene
de sufrir complicaciones evitables como
la hemorragia.
Como ya se ha dicho anteriormente,
tanto insuficiencia hepática como coles-
tasis pueden ocasionar problemas de
la coagulación; el hígado es un órgano
extremadamente vascular y el riesgo de
hemorragia es importante. Aquellos pa-
cientes con insuficiencia hepática y pro-
48 | Hepatopatías en pacientes geriátricos
blemas de coagulación deberán de ser
estabilizados con transfusiones de plas-
ma antes de realizar la biopsia o aspira-
do. Los pacientes con colestasis debe-
rán recibir Vitamina K1 subcutánea las
24 horas previas a la toma de la biopsia.
• Los aspirados con aguja fina son de
ayuda en casos de lipidosis hepática
y de neoplasia infiltrativa, como por
ejemplo linfoma hepático. Es impor-
tante tener en cuenta que habrá un
gran número de gatos que presen-
ten cierto grado de lipidosis hepá-
tica secundaria a otra enfermedad
hepática, por lo tanto, si el paciente
no responde al tratamiento de lipi-
dosis hepática, se debe considerar
repetir el aspirado o tomar una
biopsia hepática puesto que la cau-
sa primaria puede pasarse por alto.
Es recomendable que se advierta a
los propietarios del posible riesgo
de hemorragia y que se realice un
panel de coagulación antes de reali-
zar un aspirado hepático.
• Biopsia hepática: las biopsias se
pueden realizar de forma eco-guia-
da, usando agujas tru-cut, mediante
laparoscopia o laparotomía explo-
ratoria. La laparotomía explorato-
ria es más invasiva pero permitirá
la exploración y biopsia de otros
órganos en casos con signos poco
específicos. Se deberán de tomar
muestras de biopsia para citología,
cultivo y en caso de perros se debe-
rán de medir los niveles de cobre,
puesto que algunas patologías cur-
san con excesiva acumulación de
cobre en el hígado, ya sea de forma
primaria o secundaria.
• Aspirado de bilis en la vesícula bi-
liar: es un procedimiento relativa-
mente seguro y sencillo. Se necesita
una aguja fina y se realiza de forma
eco-guiada.
Yaiza Forcada
Historia y examen físico
Ictericia
Ictericia pre-hepática
(hemolisis):
1. anemia moderada/
severa
2. macrocitosis
3. regeneración
Ictericia hepatica
1. Test de enfermeda-
des infecciosas: FIP,
FeLV-FIV, Leptsopi-
rosis
2. Test de coagulación
3. Biopsia/aspirado
Tratamiento específico
Tratamiento específico
Pruebas iniciales
(enzimas hepaticas)
No ictericia
Ecografía/Radiografía 1. Estimulación con
de abdomen ácidos biliares
2. Amoniaco (si hay
signos neurológicos)
3. Test de enfermedades
infecciosas: PIF, FeLV-
FIV, leptospirosis, etc.
4. Análisis de liquido
ascítico
Ictericia post-hepática 5. Ecografía/radiografía
4. Dilatación vías de abdomen
biliares 6. Panel de coagulación
5. Inflamación
pancreática
6. Rotura de vías
Biopsia/aspirado:
biliares
1. Histología
7. Análisis de líquido
ascítico (si lo hay) 2. Cultivo
3. Niveles de cobre
(perro)
Tratamiento específico
Vetmadrid 2022 | 49
Tratamiento de soporte
en los pacientes con
enfermedad hepatica
A la hora de administrar tratamiento
a los pacientes con enfermedad hepá-
tica es preferible tener un diagnostico
final, sin embargo, hay casos en los que
no se puede llegar a este o patologías
para las que no existe tratamiento es-
pecifico. En estos casos está indicada
la administración de tratamiento de
soporte, con la intención de facilitar la
regeneración hepática.
El tratamiento de soporte consiste en:
• Fluidoterapia: la administración de
cristaloides y/o coloides puede ser
necesaria en pacientes con enfer-
medad hepática. Es importante te-
ner en cuenta que dosis elevadas
de coloides pueden llegar a inducir
coagulopatías.
• Electrolitos: hipokaliemia es fre-
cuente en pacientes con enfer-
medad hepática y ésta puede em-
peorar los signos de encefalopatía
hepática, por tanto la monitoriza-
ción y reemplazo de potasio es de
suma importancia en estos pacien-
tes.
• Antieméticos: pueden servir de
ayuda en pacientes con vómitos o
nausea; la metoclopramida (1mg/
kg/24h en infusión continua) tiene
efecto procinético que puede ser
beneficioso en pacientes con íleo
secundario. Maropitant y ondanse-
trona son también buenas opcio-
nes.
• Antiácidos: famotidina, ranitidina u
omeprazol están indicados en estos
pacientes debido al riesgo de hemo-
rragia gastro-intestinal. Protectores
de la mucosa como el sucralfato
también están indicados.
50 | Hepatopatías en pacientes geriátricos
• Lactulosa: la lactulosa limita la ab-
sorción intestinal de amonio y por lo
tanto es de gran ayuda para tratar o
prevenir encefalopatía hepática. Se
recomienda administrar por vía oral
en pacientes conscientes. Aquellos
pacientes que se presenten con en-
cefalopatía hepática pueden recibir
enemas con lactulosa.
• Analgésicos: la administración de
opiáceos como la buprenorfina está
indicada en pacientes con dolor ab-
dominal.
• Antioxidantes: como la S-adenosil
metionina están recomendados en
pacientes con enfermedad hepática
(la dosis es de 20mg/Kg/día) ya que
ayuda a restaurar daño oxidativo
hepático.
• Acido ursodeoxicólico: es un acido
biliar hidrofílico que altera la com-
posición de la bilis, haciéndola más
fluida y facilitando el flujo biliar.
Este medicamento también ayuda a
eliminar ciertos ácidos biliares tóxi-
cos. Algunos estudios han sugerido
que el acido ursodeoxicólico posee
propiedades antiinflamatorias, anti
fibróticas y moduladoras del siste-
ma inmune. Debido su naturaleza
hidrofílica y al hecho de que au-
menta el flujo de bilis, el acido ur-
sodeoxicólico está contraindicado
en casos de obstrucción de las vías
biliares. La dosis recomendada es
de 15 mg/Kg/una vez al día.
• Soporte nutricional: el soporte nu-
tricional es de suma importancia en
el tratamiento de pacientes con en-
fermedad hepática, principalmente
en el gato. Si el paciente rechaza la
comida se deberán colocar tubos
de alimentación asistida. Las dietas
recomendadas en perros con en-
fermedad hepática serán bajas en
proteínas, mientras que en el gato
Yaiza Forcada
se recomienda la administración de
dietas con proteínas de elevado va-
lor nutritivo.
• Tratamiento de ascitis: la presencia
de ascitis es un indicador pronós-
tico negativo en pacientes con en-
fermedad hepática. En principio se
recomienda tratar la causa primaria
pero muchos de estos pacientes pa-
decerán de fibrosis severa e irrever-
sible. En pacientes con ascitis leve
se recomienda la restricción del so-
dio dietético. Si la ascitis progresa,
la administración de diuréticos está
indicada; el diurético recomendado
en pacientes con enfermedad hepá-
tica es la espironolactona, a dosis
de 1-2 mg/Kg cada 12h, si el pacien-
te no responde a la administración
de espironolactona, se puede ad-
ministrar furosemida a dosis de 1-2
mg/Kg cada 12h. Los pacientes que
reciben diuréticos deben de tener
agua disponible en todo momento
y el veterinario debe de medir los
electrolitos (principalmente sodio y
potasio) frecuentemente. Si no hay
respuesta a los diuréticos se reco-
mienda realizar abdominocentesis,
aunque se debe evitar el drenaje de
grandes cantidades de liquido para
evitar hipotensión.
Patologías mas frecuentes
del hígado en perros y gatos
geriátricos
Colangitis/colangiohepatitis felina
Son un grupo de patologías que cursan
con infiltrado inflamatorio en el hígado.
El tipo de inflamación puede variar y ser
predominantemente supurativo (con
predominio de células polimorfo-nu-
cleares) o linfo-plasmacítico. A pesar
de ser un problema común en el gato,
su etiología todavía no se conoce; en
el caso de colangiohepatitis linfo-plas-
macítica se sospecha causa inmuno-
mediada y ocurre más frecuentemente
en gatos jóvenes, mientras que en el
caso de colangiohepatitis supurativa,
se sospecha que es una infección as-
cendente desde el intestino y tiende a
ocurrir en gatos de edad madura. Ga-
tos con colangiohepatitis pueden sufrir
de enfermedades concurrentes, como
enfermedad inflamatoria intestinal o
pancreatitis (la combinación de las 3
patologías dio lugar al termino triadi-
tis), lo que puede complicar el diagnós-
tico y tratamiento.
Signos clínicos
Son inespecíficos e incluyen anorexia,
fiebre y signos gastro-intestinales; icte-
ricia estará presente en algunos casos.
La palpación abdominal mostrará he-
patomegalia en la mayoría de los casos.
Diagnóstico
Las pruebas laboratoriales demostra-
ran neutrofilia, anemia leve no rege-
nerativa, aumento marcado de la ALT,
aumento moderado de la ALP y GGT,
hiperbilirrubinemia y bilirubinuria.
La ecografía abdominal normalmente
no demuestra cambios específicos y
por tanto la biopsia hepática será ne-
cesaria para confirmar el diagnostico.
En estos casos se recomienda cultivo
de bilis y tejido hepático para eliminar
la posibilidad de infección concurrente.
Tratamiento
1. Colangiohepatitis linfo-plasmacítica
• Corticoesteroides: prednisolona
1-2mg/Kg/12h durante 1 mes y des-
pués reducir la dosis progresiva-
mente durante 2-3 meses.
• Antibióticos serán necesarios si el
cultivo de bilis o parénquima hepa-
tico fueron positivos o si hay sospe-
cha de infección.
Vetmadrid 2022 | 51
 • Tratamiento de soporte de enfer-
medad hepática
• Tratamiento de enfermedades con-
currentes (triaditis) si existen.
2. Colangiohepatitis supurativa
• Antibióticos: amoxicilina-clavuláni-
co, quinolonas (no enrofloxacina) o
metronidazol. El antibiótico elegido
dependerá de los resultados del
cultivo.
• Tratamiento de soporte de enfer-
medad hepática.
• Corticoesteroides: deben usarse
como último recurso en estos ga-
tos ya que un porcentaje de estos
gatos empeoran con prednisolona.
Se recomienda comenzar con dosis
anti-inflamatoria (0.5 mg/Kg cada
12-24h).
El pronóstico de gatos con cholangi-
tis/colangiohepatitis es relativamente
bueno aunque algunos gatos tendrán
recaídas y necesitarán tratamiento de
por vida.
Lipidosis hepática felina
La lipidosis hepática felina se caracte-
riza por la acumulación excesiva de
triglicéridos en los hepatocitos, lo que
lleva a la destrucción de la arquitectura
hepato-celular y a disfunción hepática.
Las razones por las cuales los gatos
tienen mayor predisposición a pade-
cer lipidosis hepática no están com-
pletamente esclarecidas. La hipótesis
actual dice que los gatos con anorexia
desarrollan deficiencia de aminoácidos
importantes en la movilización de lípi-
dos (arginina y metionina) en el hígado.
La combinación de esta deficiencia de
aminoácidos junto con la deficiencia de
carbohidratos de la dieta ocasiona mo-
vilización de grasas en otros lugares del
organismo, que terminan acumulándo-
se en el hígado.
52 | Hepatopatías en pacientes geriátricos
La lipidosis hepática es una patología
que puede aparecer de manera primaria
o secundaria y por lo tanto, todos aque-
llos casos que se presenten con lipidosis
hepática deben de ser investigados para
determinar si existe una causa primaria.
El éxito en el tratamiento del paciente
dependerá del diagnostico y tratamiento
adecuados de todos los problemas exis-
tentes. Aquellos gatos que padecen obe-
sidad o sobrepeso y que pierden peso
de forma brusca están predispuestos a
desarrollar lipidosis hepática.
Signos clínicos
Los gatos con lipidosis hepática pre-
sentan depresión, anorexia y en oca-
siones ictericia. El hígado suele estar
aumentado de tamaño en la palpación
abdominal. Un examen clínico comple-
to ayudará a determinar si existen otras
patologías concurrentes.
Diagnóstico
Las pruebas laboratoriales mostrarán
neutrofilia, elevacion de la ALT, ALP,
en ocasiones elevación leve de la GGT
(aunque la elevación de la GGT será en
menor grado que la ALP) e hiperbilirru-
binemia.
Ecografía de abdomen revelará hepato-
megalia y el hígado tendrá una aparien-
cia hiperecoica con patrón homogéneo
de distribución. El diagnostico definitivo
se puede realizar mediante aspirado
por aguja fina; sin embargo, debido a
la posibilidad de la existencia de una
causa primaria, la biopsia es preferible.
Antes de realizar pruebas invasivas se
recomienda realizar un panel de coagu-
lación debido al riesgo de coagulopatías
y hemorragia.
Tratamiento
• Tratamiento de soporte de enfer-
medad hepática.
Yaiza Forcada
• La administración de nutrición es
esencial para el tratamiento exito-
so de la lipidosis hepática y debe
de ser comenzada tan pronto como
sea posible. La colocación de tubos
de alimentación asistida como eso-
fagostomía o gastrostomía suele ser
necesaria para asegurarse de que el
paciente está ingiriendo las calorías
necesarias. Los tubos no deben reti-
rarse hasta que el paciente no esté
ingiriendo voluntariamente las ca-
lorías necesarias. La mayoría de los
pacientes pueden recibir alimenta-
ción a través del tubo cuando están
en casa; aunque algunos propieta-
rios encuentran dificultades al prin-
cipio, la mayoría se acostumbran a
la rutina rápidamente. La dieta de
elección deberá contener proteínas
de elevada calidad nutricional; como
se ha mencionado al principio, una
de las causas de la aparición de li-
pidosis hepática es la deficiencia de
ciertos aminoácidos esenciales, por
lo tanto la dieta administrada debe
contener estos aminoácidos. En ge-
neral se recomienda alimentar al
paciente 6 veces al día, una vez que
el paciente mejora clínicamente, se
puede alimentar al gato 4 veces al
día. Debido al riesgo del síndrome
de realimentación que puede darse
en gatos que han tenido anorexia
prolongada, se recomienda a em-
pezar a administrar la comida de
forma progresiva, es decir, el pri-
mer día se administrara 1/3 de las
calorías diarias, el segundo día 2/3
y el tercer día el total de las calorías
diarias.
• Suplementos dietéticos: algunos
estudios los han utilizado, aunque
de momento no existe una gran
evidencia de su utilidad. Los su-
plementos nutricionales utilizados
incluyen: L-carnitina (250-500 mg/
gato/día), taurina (250-500 mg/
gato/día), vitamina B12, Vitamina E
(20-100 mg/gato/día)
• Vitamina K1 estará indicada en
aquellos gatos con coagulopatías.
El pronóstico de gatos con lipidosis he-
pática depende de la rapidez con la que
se instaure la nutrición y del problema
primario del paciente. En general, estu-
dios han demostrado que entre un 60 y
un 75% de los gatos se recuperan.
Toxicidad hepática aguda
Puede ocurrir tras la administración de
medicamentos como diazepam y ace-
taminofeno en gatos, algunos AINEs en
perros y gatos, aflatoxinas, etc.
Estos pacientes presentan signos agu-
dos de enfermedad hepática que pue-
den incluir encefalopatía hepática, ic-
tericia, diarrea, vómitos, coagulopatías,
etc.
El tratamiento consiste en cesar la ad-
ministración de medicamentos sospe-
chosos de causar toxicidad y adminis-
trar tratamiento de soporte.
Hepatitis crónica en perros
La hepatitis crónica se caracteriza por
la presencia de fibrosis e infiltración lin-
fo-plasmacitica del parénquima hepáti-
co y necrosis hepática.
Cuando la fibrosis se extiende hasta
tal punto que destruye las unidades
funcionales hepaticas, se denomina ci-
rrosis. A pesar de la gran capacidad de
regeneración del hígado, una vez que
existe cirrosis, los nódulos de regene-
ración apenas son funcionales. La ci-
rrosis es el estado terminal de hepatitis
crónica y es irreversible, por lo tanto, el
tratamiento de la hepatitis crónica de-
berá de ser instaurado lo antes posible
Vetmadrid 2022 | 53
con el fin de prevenir cirrosis. La hepati-
tis crónica tiene varias etiologías, entre
ellas la infección por el virus de la hepa-
titis infecciosa canina, toxinas, hepatitis
debido a la acumulación de cobre en
Bedlington terriers, Dobermans (solo
hembras), Dalmatas, Labradores, West
Highland White terriers y Spaniels; en
otros casos se ha visto que es un pro-
ceso inmunomediado.
La hepatitis crónica puede aparecer a
cualquier edad.
Signos clínicos
Los perros con hepatitis crónica presen-
tan depresión, anorexia, vómitos, poliu-
ria-polidipsia y en ocasiones ictericia.
Diagnostico
Las pruebas laboratoriales mostrarán
elevaciones de las enzimas hepáticas y
en ocasiones hipoalbuminemia. La eco-
grafía de abdomen mostrará aparien-
cia nodular del hígado en casos en los
que exista fibrosis. El diagnóstico defi-
nitivo solo puede realizarse por medio
de biopsia hepática. La medición de los
niveles de cobre en el hígado está reco-
mendada en todos los casos, indepen-
dientemente de la raza.
Tratamiento
El tratamiento recomendado es la
administración de corticoesteroides
(prednisolona 0.5-2 mg/Kg/12h) ade-
más de tratamiento de soporte.
*Tratamiento de la hepatitis crónica por
acumulación de cobre: Las razas men-
cionadas anteriormente presentan de-
fectos en la excreción del Cobre, lo que
lleva a su acumulación en el hígado. El
cobre es tóxico en el hígado y esto con-
lleva a la necrosis de los hepatocitos y
respuesta inflamatoria secundaria. El
tratamiento consiste en la administra-
ción de quelantes del cobre. Debido al
54 | Hepatopatías en pacientes geriátricos
mecanismo de acción (quelación del
cobre presente en las comidas), estos
medicamentos se deben administrar
30-60 minutos antes de las comidas.
El quelante de Cobre más utilizado es
Penicilamina, la dosis recomendada es
de 20-35 mg/Kg dos veces al día antes
de cada comida. Una vez que los nive-
les de cobre se han normalizado, se
recomienda cesar la administración de
penicilamina y comenzar la administra-
ción de Zinc (que previene la absorción
intestinal de cobre) 15 mg/Kg cada 12h,
con las comidas.
En algunos pacientes con hepatitis cró-
nica, la disfunción hepática ocasiona
acumulación de cobre en el hígado de
forma secundaria, estos pacientes no
suelen necesitar tratamiento con que-
lantes del Cobre.
El pronóstico de los pacientes con he-
patitis crónica independientemente de
la causa es favorable si el tratamiento
comienza antes de que se desarrolle
fibrosis. Desafortunadamente, algunos
casos no responden de forma adecua-
da al tratamiento, estos pacientes ter-
minaran desarrollando fibrosis hepáti-
ca y sucumbiendo a un fallo hepático.
Yaiza Forcada
MICROBIOTA Y SISTEMA INMUNITARIO EN GERIATRÍA
Yaiza Forcada
DVM PhD DECVIM-CA PGCertVetEd FHEA MRCVS
Especialista Europea en Medicina Interna de Pequeños Animales
Hasta hace relativamente poco tiempo,
la palabra bacteria o microbio se veía
siempre asociada a patógeno, es algo
que aun hoy en día está presente en
nuestras televisiones cuando vemos
los anuncios diarios de jabones de ma-
nos y detergentes. Con las técnicas ru-
tinarias de cultivo bacteriano, siempre
hemos sabido que existen zonas del
cuerpo que contienen un alto numero
de microorganismos, por ejemplo, las
cavidades oral o nasal o el intestino.
En los últimos años y en gran parte gra-
cias al avance de las técnicas de biología
molecular en el campo de la biología,
estamos empezando a descubrir la exis-
tencia de organismos en lugares que
anteriormente se consideraban estéri-
les, como por ejemplo la vejiga urinaria,
el tracto respiratorio inferior o incluso
la circulación sanguínea. Estos descu-
brimientos nos están ayudando a com-
prender nuevos mecanismos de salud y
enfermedad, los cuales están abriendo
nuevas avenidas terapéuticas.
En el año 2007, comenzó el proyecto
de determinar el microbioma humano,
este proyecto ha puesto en evidencia
la gran diversidad y complejidad de la
población de microorganismos con los
que compartimos nuestro cuerpo. Se
piensa que el numero de microorga-
nismos viviendo en nuestro cuerpo es
diez veces superior al numero de célu-
las humanas y que el numero de genes
contenidos en esos microorganismos
es 100 veces mayor que el numero de
genes contenidos en nuestras propias
células. Los estudios en animales de
compañía son relativamente escasos,
pero se calcula que la cantidad relativa
de microorganismos del microbioma
es similar a humanos.
El microbioma y el sistema
inmune
Durante muchos años, la idea que te-
níamos acerca de la función del sis-
tema inmune era la de protegernos
contra la invasión de patógenos. Sin
embargo, actualmente se reconoce
que el sistema inmunitario tiene una
función mucho mas compleja: debe
prevenir las infecciones, pero también
ha de determinar el grado y el tipo de
amenaza que ciertos microorganismos
y sus metabolitos presentan y montar
respuesta solo cuando sea necesario.
En otras palabras, el sistema inmune
debe decidir entre ignorar ciertos es-
tímulos y reaccionar contra otros. El
sistema inmune debe aprender a dis-
criminar no solo entre células propias
y ajenas o antígenos propios y ajenos,
entre los antígenos ajenos debe tam-
bién poder discriminar entre antígenos
benignos (por ejemplo antígenos de la
dieta o de nuestro microbioma) y aque-
llos con potencial nocivo.
El alcance del efecto del microbioma
en el sistema inmunitario se descono-
Vetmadrid 2022 | 55
ce actualmente, pero cada vez existen
mas estudios que evidencian el profun-
do impacto que el microbioma tiene en
varias enfermedades, por un lado de
tipo autoinmune, pero también en en-
fermedades de naturaleza inflamato-
ria. Además, existe evidencia de que la
transmisibilidad de ciertas enfermeda-
des como la malaria se ve en gran parte
afectada por el microbioma intestinal
del mosquito transmisor. En pequeños
animales, se piensa que aspectos de la
microbiota pueden ser responsables
de que los gatos tengan una menor
susceptibilidad a enfermedades trans-
mitidas por vectores.
Microbioma del tracto
digestivo
El tracto digestivo posee una micro-
biota variada y compleja, se considera
como un ecosistema paralelo al ecosis-
tema de los animales que lo albergan.
La microbiota está compuesta en un
98% por bacterias, pero también tie-
ne presencia minoritaria de hongos,
protozoos y virus. Las publicaciones y
avances actuales se centran principal-
mente en la población bacteriana que
constituye la microbiota y por tanto el
papel de los virus, protozoos y hongos
que forman parte de la microbiota esta
muy escasamente definido.
Esta población esta principalmente
formada por bacterias anaeróbicas
de los Filos Firmicutes, Actinobacteria,
Fusobacteria y Bacteroidetes. Cada in-
dividuo tiene su propia combinación
de bacterias en el microbioma, la cual
viene determinada por la dieta, así
como otros factores ambientales y
genéticos. A pesar de las diferencias
individuales, la función digestiva del
microbioma es relativamente equipa-
rable entre individuos.
56 | Microbiota y sistema inmunitario en geriatría
Las diferentes poblaciones bacterianas
viven en equilibrio, cuando este equili-
brio se rompe, ocurre lo que se llama
disbiosis, la cual puede llegar a tener
consecuencias clínicas para nuestros
pacientes. Existen múltiples mecanis-
mos por los cuales la disbiosis puede
dar lugar a problemas gastro-intesti-
nales: por un lado, cambios en las po-
blaciones bacterianas da lugar a una
respuesta inflamatoria por parte del
sistema inmunitario, adicionalmente,
la función digestiva de estas poblacio-
nes bacterianas se puede ver afectada,
lo cual da lugar a un aumento de par-
tículas osmóticas en la luz intestinal,
favoreciendo el sobrecrecimiento bac-
teriano, la proliferación de bacterias
patógenas y la diarrea osmotica. La
presencia de una cantidad excesiva de
ciertas poblaciones bacterianas que se
adhieren a la mucosa intestinal causa
también una mayor reacción inflama-
toria. El numero excesivo de bacterias
puede también aumentar la produc-
ción de metabolitos bacterianos, los
cuales contribuyen al desarrollo de dia-
rrea osmótica. Estos efectos no son los
mismos en todos los pacientes, aunque
se ven ciertos aspectos comunes en pa-
cientes con diarrea aguda y en pacien-
tes con diarrea crónica.
En pacientes con diarreas agudas
(como por ejemplo aquellos con sín-
drome de diarrea hemorrágica), existe
una reducción de Actinomyces y Fir-
micutes. En estos pacientes, existe so-
brecrecimiento de E.coli, Clostridium
y Suterella. Aunque Clostridium es un
comensal y se detecta tanto en pacien-
tes sanos como pacientes con diarrea,
el gen de enterotoxinas se encuentra
de manera mas frecuente en pacientes
con diarreas. Recientemente se detectó
un nuevo gen que da lugar a la toxina
NetF, la cual parece tener una asocia-
Yaiza Forcada
ción mas concluyente con la presencia
de síndrome de diarrea hemorrágica).
En pacientes con diarreas crónicas,
sobre todo aquellos pacientes con en-
teropatías crónicas como por ejemplo
IBD existe proliferación de cierto tipo
de bacterias adherentes a la mucosa
intestinal(por ejemplo E.coli), además,
existe una perdida de biodiversidad en
la población fecal bacteriana. Actual-
mente existe un test en EEUU en el que
se puede determinar el grado de dis-
biosis a partir de una muestra de heces
del paciente.
Aunque la evidencia es escasa acerca
de si la presencia de disbiosis es causa
o consecuencia de problemas gastroin-
testinales, se sabe que juega un papel
importante en la salud del tracto gas-
trointestinal y por lo tanto la restaura-
ción del equilibrio de la microbiota se
ha convertido en un objetivo terapéu-
tico en los últimos años. Existen varias
maneras por las que se puede influen-
ciar/modificar la microbiota:
• Dieta: una dieta altamente digesti-
ble reduce la cantidad de sustrato
disponible en la luz intestinal para
que las poblaciones bacterianas se
alimenten de el. En casos de ente-
ropatías crónicas, se recomienda
también dietas hidrolizadas o que
contengan una única fuente de pro-
teínas, para así reducir la respues-
ta inflamatoria local, la cual es una
causa importante de disbiosis.
• Prebióticos: elementos nutriciona-
les que favorecen el crecimiento
de bacterias beneficiosas. Se reco-
mienda comenzar con una dosis de
0.5/1 g/Kg para evitar flatulencia y
diarrea. Los prebióticos se pueden
considerar en pacientes con dia-
rreas inducidas por IPE, por el uso
crónico de antibióticos o antiácidos,
en aquellos pacientes inmaduros
con diarrea y en aquellos con pro-
blemas de motilidad.
• Probióticos: son bacterias que ejer-
cen efectos positivos cuando se ad-
ministran en cantidades suficientes.
Se considera que mejoran la barrera
intestinal, tienen efecto de inmuno-
modulación y limitan el crecimiento
de patógenos. Adicionalmente, pare-
ce ser que promueven normalización
de la flora. Es importante utilizar pro-
bióticos que han sido utilizados en
ensayos clínicos y para los que existe
evidencia de su eficacia, un ejemplo
es Vivomixx o Visbiome. Los probió-
ticos se recomiendan en las mismas
situaciones en las que se recomien-
dan los prebióticos y como terapia
adicional en aquellos pacientes con
enteropatías crónicas severas.
• Antibióticos eran usados de manera
frecuente en pacientes con patolo-
gías gastrointestinales tanto agudas
como crónicas. Desafortunadamen-
te, la evidencia de la que disponemos
actualmente no ofrece apoyo sufi-
ciente para continuar esta practica.
La administración de antibióticos en
diarreas agudas fomenta la disbiosis
y no es necesaria. La administración
de antibióticos en diarreas crónicas
suele ser ineficaz y da lugar a disbio-
sis adicional que puede complicar
el cuadro, además de promover la
resistencia a antibióticos. No obstan-
te, la administración de antibióticos
puede considerarse en pacientes con
signos de septicemia/inflamación sis-
témica en casos agudos y en aquellos
pacientes que no responden al trata-
miento con dieta y inmunomodula-
ción en casos crónicos.
• Trasplantes de heces están co-
brando importancia en la medicina
veterinaria, sobre todo en perros
Vetmadrid 2022 | 57
 con diarreas agudas y crónicas. En
principio se recomienda escoger un
donante sano, que no haya recibido
antibióticos en los últimos 6 meses
y que este libre de parásitos (y de
bacterias enteropatógenas). En ga-
tos, los donantes de heces han de
tener un resultado negativo en los
test de retrovirus (FeLV-FIV). El pro-
tocolo incluye mezclar las heces con
4x veces el mismo volumen de sue-
ro salino fisiológico y en administrar
un volumen de 5 ml/Kg a través de
un enema (en el colon descendente)
o a través de un tubo nasogástrico.
Microbioma del tracto
urinario:
Infecciones urinarias ocurren de mane-
ra frecuente en perros y gatos. Existen
ciertos tipos de bacterias que pueden
proliferar con facilidad en el microam-
biente del tracto urinario, de hecho
existen 9 tipos de bacterias que causan
mas del 90% de las cistitis bacterianas.
Hasta hace relativamente poco tiem-
po, el obtener un resultado positivo
en una muestra de orina tomada por
cistocentesis era una señal que inter-
pretábamos como confirmación de la
presencia de infección urinaria. En los
últimos años, se ha empezado a utilizar
el termino “bacteriuria subclínica”, lo
cual representa la presencia de un cul-
tivo positivo en pacientes que no tienen
síntomas de infección. En estos casos,
no se recomienda la administración de
antibióticos. El microbioma urinario en
perros y gatos no es del todo conocido
(sobre todo en el caso de los gatos),
pero es fácil extrapolar estos datos y
sospechar que igual que existen pa-
cientes con bacteriuria asintomática, es
posible que desequilibrios en el micro-
bioma puedan dar lugar a otras pato-
logías que actualmente consideramos
estériles, como por ejemplo las cistitis
58 | Microbiota y sistema inmunitario en geriatría
crónicas, canceres de vejiga o inconti-
nencia urinaria.
Microbioma del tracto
respiratorio.
Desde el punto de vista del tracto respi-
ratorio, siempre hemos asumido que la
presencia de bacterias y microorganis-
mos en el tracto respiratorio superior
(nariz, naso-faringe) era normal mien-
tras que la obtención de un cultivo po-
sitivo en un lavado bronco-alveolar era
señal de la existencia de una infección.
Actualmente se reconoce la existencia
de un microbioma de las vías respira-
torias bajas, un ejemplo típico es la pre-
sencia de mycoplasma spp de forma
comensal en las vías aéreas bajas de
los gatos (no en el perro). Disbiosis de
las vías respiratorias bajas ha sido aso-
ciado con ciertas patologías respirato-
rias, como por ejemplo el asma (en ga-
tos) o la bronquitis crónica (en perros).
Lo que de momento se desconoce es si
la disbiosis es causa o consecuencia de
la enfermedad, pero cabe esperar que
modificaciones de la microbiota pue-
dan tener un efecto sinérgico con otras
modalidades terapéuticas. La adminis-
tración de antibióticos puede resultar
en este caso tentadora, pero es im-
portante recordar que los antibióticos
tienen un efecto profundo en el resto
de la microbiota del organismo y que
por lo tanto puede tener consecuen-
cias poco deseables. La administración
de probióticos como vivomixx es un as-
pecto a considerar no solo en pacientes
con patologías digestivas, sino también
con patologías respiratorias.
Vetmadrid 2022 | 59
NUTRICIÓN
62 |
Autor

Marta Hervera
Licenciada en Veterinaria (2003) y doctora
en nutrición animal (PhD, 2011) por la
Universitat Autònoma de Barcelona (UAB).

Diplomada por el European College of

Veterinary and Comparative Nutrition
(ECVCN) desde el 2011 tras una residencia
en nutrición de pequeños animales en
la Fundación Hospital Clínic Veterinari
(FHCV) de la UAB en la que siguió
trabajando como nutrióloga hasta 2012. Ha
trabajado como especialista en nutrición
veterinaria de l’École National Veterinaire de Nantes (Francia),
institución con la que aún colabora.

Actualmente es fundadora y asesora especialista en Expert Pet

Nutrition (www.expertpetnutrition.com) desde dónde aporta
apoyo en el soporte nutricional a centros veterinarios, realiza
formaciones en nutrición para diferentes públicos y aporta
apoyo en el desarrollo de productos para empresas, entre otras
actividades. Es autora de múltiples publicaciones y charlas
científicas y de divulgación en el campo de la nutrición de
perros y gatos y es miembro del comité científico de la FEDIAF.
Es clínico especialista en para varios centros de referencia.

Vetmadrid 2022 | 63
64 |
Marta Hervera

CÓMO ESCOGER EL MEJOR SOPORTE NUTRICIONAL:

PACIENTES CON MÚLTIPLES PATOLOGÍAS

Marta Hervera,
Veterinaria, PhD, Dip. ECVCN, Acre AVEPA GENC
Expert Pet Nutrition - contact@expertpetnutrition.com
www.expertpetnutrition.com
Los pacientes de edad avanzada pue- 1. ¿Las enfermedades se benefician
den sufrir múltiples procesos patoló- (manejo o evolución) de una terapia
gicos a la vez además de los cambios nutricional específica?
fisiológicos relacionados con el enve- 2. Listar estrategias nutricionales es-
jecimiento, por ello es muy importante pecíficas para enfermedades sus-
evaluar el estado nutricional y la histo- ceptibles a manejo nutricional
ria dietética además de la situación clí-
• Comprobar compatibilidad es-
nica de forma individual y adaptar las
trategias
recomendaciones dietéticas y la terapia
nutricional más adaptada. • Priorizar enfermedades
• Considerar contraindicaciones
En caso de comorbilidades, a la hora de de tratamientos dietéticos
escoger una opción nutricional debere- • Considerar esencialidad de la
mos plantearnos:

Vetmadrid 2022 | 65
 terapia nutricional (p.e. diabetes)
o si otras opciones terapéuticas
pueden funcionar también.
• Considerar opciones multifun-
ción/multiestrategia comerciales
(por ejemplo, la prevención de
urolitiasis por control del RSS en
alimentos para pérdida de peso,
alergia alimentaria, etc.) o la op-
ción de aunar estrategias en una
opción casera individualizada.

Bibliografía
Villaverde, C; Hervera, M., 2021: Capítulo 6.
Cómo realizar recomendaciones. En: Multi-
médica ediciones veterinarias (ed.), Manual
Práctico de Nutrición Clínica en el perro y el
gato. 2nd edn. Multimédica ediciones veteri-
narias, Sant Cugat del Vallès, pp. 43–50.
Global Nutrition Guidelines | WSAVA Glo-
bal Veterinary Community, WSAVA, 2022:
WSAVA Nutrition Toolkit. https://wsava.org/
global-guidelines/global-nutrition-guidelines/

66 | Cómo escoger el mejor soporte nutricional:

Marta Hervera

MANEJO NUTRICIONAL EN GERIATRÍA

Marta Hervera,
Veterinaria, PhD, Dip. ECVCN, Acre AVEPA GENC
Expert Pet Nutrition - contact@expertpetnutrition.com
www.expertpetnutrition.com
Igual que ocurre en la población hu- encontrarnos frecuentemente con pa-
mana, la esperanza de vida de perros y cientes senior y geriátricos. Aunque la
gatos va en aumento, esto tiene como edad a partir de la cual podemos empe-
consecuencia que el número de anima- zar a considerar un perro o gato adul-
les de compañía de edad avanzada se tos como geriátricos o senior depende
haya incrementado en los últimos años. de diversos factores, se han propuesto
franjas de edad indicativas (figura 1).
Más de un 40% del total de animales Aunque estos datos no son más que
de compañía en Europa son mayores estimaciones orientativas y existe una
de 7 años. En la clínica diaria vamos a gran variación individual.

Figura 1. Fases de la vida sugeridas según la edad en perros (2019 AAHA Canine Life Stage
Guidelines, Creevy et al., 2019) y gatos (2021 AAFP Feline Senior Care Guidelines, Ray et al.,
2021).

Perro: fase edad

Desde el final de su desarrollo y maduración física y social (3-4 a)
Adulto maduro
hasta el 25% final de su esperanza de vida (según raza y tamaño)
Senior 25% final de su esperanza de vida

Gato: fase edad

Senior A partir de los 10 a (a partir de los 8 a en algunas razas)
Geriátrico Implicación estado de salud independiente de una edad precisa

Los signos físicos de la edad (como la muchas. Aun conociendo la variabilidad

disminución de la actividad, pérdida de de manifestaciones, algunos cambios
audición y de visión, etc.), pueden ser fisiológicos asociados a la vejez son:
más indicativos que la edad cronológi- • Pelo y capa:
ca en cada paciente en particular.
- Elasticidad y grosor piel
El envejecimiento se define como cam- - Friabilidad uñas
bios asociados reducen la capacidad de • Comportamental
afrontar situaciones estresantes a nivel • Sentidos
inmunológico, fisiológico y medioam-
• Oido, olfato
biental. Es difícil definir todos los cam-
bios fisiológicos consecuencia del enve- • Función pulmonar/cardíaca
jecimiento, aunque se han identificado • Digestión

Vetmadrid 2022 | 67
 - grasa
• Cambios metabólicos
- Menor actividad voluntaria
- Cambios de peso
- Reducción masa muscular/
aumento masa grasa
- Alteraciones función inmunológica
- Enfermedades
• Oxidación
Sin embargo, es difícil establecer que
consecuencias tiene estos cambios en
las necesidades nutritivas y alimen-
tarias de perros y gatos. Hay algunos
cambios en la fisiología que sabemos
que ocurren y que motivan algunas es-
trategias del soporte nutricional.
Digestibilidad nutrients
En perros, estudios recientes no mues-
tran cambios significativos en la capa-
cidad de digestión de macronutrientes
como proteína y grasa o minerales has-
ta los 14 años. En gatos, sin embargo, se
observa una disminución de la digesti-
bilidad de la proteína y la grasa a partir
de los 12 años, aunque depende de los
ingredientes del alimento, posiblemen-
te por el contenido de ciertas fibras.
Composición corporal
En medicina humana se define el con-
cepto de frailty (fragilidad) en personas
mayares como la reserva funcional dis-
minuida del paciente que conduce a
una disminución en el rendimiento fi-
siológico y cognitivo y una mayor vulne-
rabilidad a los resultados médicos ad-
versos. Aunque en medicina veterinaria
el síndrome no esta definido, algunos
de los cambios se han observado tam-
bién, especialmente en los cambios en
la masa muscular. Igual que en la gen-
te mayor, en perros y gatos se observa
sarcopenia en pacientes de edad avan-
68 | Manejo nutricional en geriatría
zada. Es importante seguir, mediante
herramientas clínicas como la puntua-
ción de condición muscular, el estado
de la masa magra del paciente, ya que
pérdidas marcadas tienen implicacio-
nes pronósticas negativas en varios
procesos patológicos.
Requerimientos energéticos
Tanto en perros como en gatos, las ne-
cesidades energéticas varían a lo largo
de la vida, aunque la magnitud de es-
tos cambios es individual. Los animales
maduros tienden a tener necesidades
en energía menores que animales más
jóvenes, por ello, en estas franjas de
edad es en la que se observa mayor
prevalencia de sobrepeso. En gatos sé-
nior se ha observado un aumento de
las necesidades energéticas respecto a
las edades maduras, posiblemente re-
lacionados con los cambios en la capa-
cidad digestiva. En perros, sin embargo,
los estudios muestran resultados varia-
bles, posiblemente debido a una mayor
variabilidad individual o la incidencia
de otros factores como la raza, etc.
Sentido del gusto/olfato
En medicina humana esta bien descrita
la pérdida de la capacidad olfativa y del
gusto en personas de edad avanzada,
aunque no se tienen datos claros en
perros y gatos es lógico pensar que
también sucede y que puede tener un
impacto en el manejo alimentario.
Otros
Estudios en perros, demuestran que
mantener una condición corporal ideal
durante la vida adulta tiene un impacto
directo en la longevidad y la aparición
tardía de enfermedades relacionadas
con la edad.
Aunque requiere de mayor estudio, al-
gunos datos sugieren que la inclusión
Marta Hervera
de nutracéuticos como antioxidantes,
ácidos grasos omega 3, o prebióticos
podrían tener impacto también en la
longevidad de perros y gatos.
El objetivo de la alimentación de un ani-
mal de edad avanzada es proporcionar
una dieta que permita minimizar las
consecuencias negativas de los cam-
bios fisiológicos asociados a la vejez y
limitar las consecuencias del proceso
del envejecimiento.
En la actualidad no existen recomen-
daciones nutricionales específicas de
esta etapa fisiológica, sobre todo, tal
como ya se ha comentado, por la gran
diversidad en las características de los
animales considerados como geriátri-
cos. Los organismos oficiales, no pro-
ponen unas recomendaciones especí-
ficas para animales de edad avanzada,
debido a una falta de información y de
consenso. Sin embargo, la WSAVA, re-
comienda una evaluación nutricional
completa y más extensa que en los
adultos de los animales geriátricos, ya
que son una población en riesgo de
sufrir alteraciones nutricionales. Los
que los productores de alimentos para
perros y gatos, recurren a sus conoci-
mientos, experiencia y a los estudios
existentes para ofrecer un alimento
adecuado a un animal geriátrico. En el
mercado, existen múltiples productos
con diferentes características pensa-
dos, todos, para la nutrición en esta
fase de la vida del perro o gato. La pre-
sencia de patologías crónicas también
es un aspecto a considerar a la hora de
plantear un plan nutricional, con lo que
la adaptación individual es extremada-
mente importante en estos pacientes.
Algunas de las recomendaciones que
se dan en general para la alimentación
de perros y gatos geriátricos son:
- El manejo de la condición corporal:
el alimento a administrar debe eva-
luarse según el estado nutricional
del paciente. Una densidad ener-
gética del alimento alta va a ayudar
a mantener el peso a aquellos ani-
males con falta de apetito, mientras
que densidades reducidas van a
facilitar el manejo de pacientes con
sobrepeso.
- Niveles proteicos: el envejecimien-
to está asociado con una reducción
de la masa muscular y una pérdida
de reservas proteicas en el orga-
nismo. Puede ser necesario un ma-
yor aporte de proteína en la dieta
en animales geriátricos. Aunque si
existen enfermedad renal u otras
patologías debemos adaptar la es-
trategia nutricional más adecuada
para ésta. En cualquier caso, es
recomendable administrar proteí-
nas altamente digestibles y, de alto
valor biológico, para asegurar su
máximo aprovechamiento. La con-
dición muscular debe ser evaluada
periódicamente en estos pacientes,
y la ración adecuada a su evolución.
- Niveles de grasa: los lípidos aportan
ácidos grasos esenciales, facilitan la
absorción y transporte por el orga-
nismo de distintas vitaminas, ade-
más de incrementar la palatabili-
dad del alimento. Es imprescindible
que los animales reciban un aporte
diario de grasa en su alimento. Sin
embargo, debido a su alto valor
energético, puede ser necesaria su
limitación en la dieta. Al reducir la
cantidad de grasa en el alimento,
se reduce su contenido calórico, lo
que es una ventaja en animales con
problemas de sobrepeso. La reco-
mendación de la cantidad de grasa
en la dieta depende de la condición
corporal del paciente.
Vetmadrid 2022 | 69
 - La fibra: La inclusión de fibra ayuda
a reducir la densidad energética de
la dieta y ayudar a prevenir el sobre-
peso y a mantener una salud intes-
tinal adecuada. Además, favorece la
motilidad gastrointestinal, lo cual es
positivo en animales de edad avan-
zada, ya que generalmente presen-
tan problemas de motilidad dis-
minuida y estreñimiento. Muchos
productos comerciales, también in-
cluyen ingredientes fibrosos como
la pulpa de remolacha o los fructoo-
ligosacaridos (FOS), que favorecen
el equilibrio de la flora bacteriana
del tracto digestivo.
- Antioxidantes y otros nutracéuti-
cos: El envejecimiento se considera
un proceso oxidativo, con lo que el
aporte de antioxidantes puede ser
positivo. Además, se han demostra-
do eficaces en la mejora de la fun-
ción cognitiva, por lo que se incor-
poran a la mayoría de los alimentos
sénior.
No se conoce que los animales de edad
avanzada sanos tengan necesidades
específicas en vitaminas o minerales
diferentes a los jóvenes. Los alimentos
comerciales aportan suficiente canti-
dad de estos nutrientes para que una
suplementación no sea necesaria. Le-
jos de constituir un beneficio, la suple-
mentación puede resultar en desequili-
brios perjudiciales. Otros nutracéuticos
cómo la L-carnitina, estimulantes de
la inmunidad, condroprotectores, etc.
se han postulado como potencialmen-
te beneficiosos en edades avanzadas,
aunque existen pocos estudios al res-
pecto.
- Agua: el adulto mayor puede pre-
sentar problemas de deshidrata-
ción, promovidos por una sensa-
ción disminuida de sed, falta de
70 | Manejo nutricional en geriatría
motivaciones, incapacidad para
beber, etc., por lo que es necesaria
la ingestión abundante de agua con
el fin de mantener una hidratación
adecuada.
En el animal geriátrico es importante
el control de la ingestión de alimento y
agua, por ello se suele recomendar la
administración racionada del alimento
en lugar de la administración ad libi-
tum, sobre todo en los casos de sobre-
peso.
Bibliografía
Creevy, K. E.; Grady, J.; Little, S. E.; Moore, G.
E.; Strickler, B. G.; Thompson, S.; Webb, J. A.,
2019: 2019 AAHA Canine Life Stage Guideli-
nes. Journal of the American Animal Hospi-
tal Association., 55.
Cupp, C. J.; Jean-Philippe, C.; Kerr, W. W.;
Patil, a R.; Perez-Camargo, G., 2007: Effect
of nutritional interventions on longevity of
senior cats. International Journal of Applied
Research in Veterinary Medicine., 5.
Cupp, C. J.; Kerr, W. W.; Jean-Philippe, C.; Pa-
til, A. R.; Perez-Camargo, G., 2008: The role
of nutritional interventions in the longevity
and maintenance of long-term health in
aging cats. International Journal of Applied
Research in Veterinary Medicine., 6.
Hutchinson, D.; Sutherland-Smith, J.; Wat-
son, A. L.; Freeman, L. M., 2012: Assessment
of methods of evaluating sarcopenia in old
dogs. American Journal of Veterinary Re-
search., 73.
Kealy, R. D.; Olsson, S. E.; Monti, K. L.; Lawler,
D. F.; Biery, D. N.; Helms, R. W.; Lust, G.; Smi-
th, G. K., 1992: Effects of limited food con-
sumption on the incidence of hip dysplasia
in growing dogs. Journal of the American
Veterinary Medical Association., 201.
Kealy, R. D.; Lawler, D. F.; Ballam, J. M.;
Mantz, S. L.; Biery, D. N.; Greeley, E. H.; Lust,
G.; Segre, M.; Smith, G. K.; Stowe, H. D.,
2002: Effects of diet restriction on life span
Marta Hervera

and age-related changes in dogs. Journal of

the American Veterinary Medical Associa-
tion., 220, 1315–1320.
Laflamme, D. P.; Hannah, S. S., (n.d.) Increa-
sed Dietary Protein Promotes Fat Loss and
Reduces Loss of Lean Body Mass During
Weight Loss in Cats.
Marcussen, C.; Jørgensen, E. M.; Lemire-Di-
lling, N.; Tauson, A. H., 2021: Estimation of
energy expenditure using the oral 13C-bi-
carbonate technique in privately owned
adult and senior dogs of three different
body sizes. Journal of Animal Physiology
and Animal Nutrition.
Ray, M.; Carney, H. C.; Boynton, B.; Quimby,
J.; Robertson, S.; St Denis, K.; Tuzio, H.; Wri-
ght, B., 2021: 2021 AAFP Feline Senior Care
Guidelines. Journal of Feline Medicine and
Surgery., 23.
Schauf, S.; Stockman, J.; Haydock, R.; Eyre,
R.; Fortener, L.; Park, J. S.; Bakke, A. M.; Wat-
son, P., 2021: Healthy ageing is associated
with preserved or enhanced nutrient and
mineral apparent digestibility in dogs and
cats fed commercially relevant extruded
diets. Animals., 11.
Teshima, E.; Brunetto, M. A.; Vasconcellos,
R. S.; Gonçalves, K. N. V.; De-Oliveira, L. D.;
Valério, A. G.; Carciofi, A. C., 2010: Nutrient
digestibility, but not mineral absorption, is
age-dependent in cats. Journal of Animal
Physiology and Animal Nutrition., 94.
WSAVA, (n.d.) WSAVA Nutrition Toolkit.

Vetmadrid 2022 | 71
 SIGNOS
ENVEJECIMIENTO
74 |
Autor

Salvador Cervantes
Licenciado en el 1998 por la Universidad
Autónoma de Barcelona. A los pocos meses
ya se dio cuenta que la formación recibida
sobre gatos era insuficiente, así que cursó
el postgrado de la ESAVS en Zürich sobre
Medicina y Cirugía Felina del 99 al 01.

En el año 2000 cofunda con Anna Calvet su

primer centro, una clínica mixta en Poble
Sec (Barcelona), sin embargo, tan solo 5
años más tarde, los gatos en esta clínica ya
ocupaban el 70% de las visitas. Así que en
2016 inauguran la Clínica Felina Barcelona. Ahora mismo en este
hospital son ya 19 profesionales para el cuidado integral de la
salud felina.

Salvador escribió en el 2011 el Manual de Geriatría Canina y

Felina de la Ed. Edra que ha sido traducido a diversos idiomas y
del que se ha hecho una revisión, reedición y traducción al inglés
en 2021. Saldrá a la venta en 2022.

Además, es coautor del libro del proyecto GRAM para el uso

racional de antibióticos en pequeños animales. Proyecto
auspiciado por CEVA y que ha sido de referencia en toda Europa .

Finalmente en 2018, fue coautor de las Guías de diagnóstico y

tratamiento de la hipertensión felina de la ISFM.

Vetmadrid 2022 | 75
76 |
Salvador Cervantes

CUANDO USAR Y CUANDO NO USAR

ANTIBIÓTICOS EN GERIATRÍA

Salvador Cervantes Sala

LV, Acred. Medicina Felina AVEPA
Clínica Felina Barcelona - s.cervantes@clinicafelinabarcelona.cat

Introducción: tamente modifica la microbiota (valga

El uso de los antibióticos revolucionó
la medicina en los años 40 del siglo pa-
sado. Esta revolución ha llegado hasta
nuestros días siendo una de las familias
de fármacos más comúnmente receta-
das en la práctica de la clínica veterina-
ria de pequeñas especies. Sin embargo,
en los últimos 20 años nos hemos visto
obligados a replantearnos el uso que le
estábamos dando a estos fármacos.
Los pacientes geriátricos, así como los
pediátricos, son aquellos que más an-
tibióticos consumen. Y es que, no en
vano, la prevalencia de las infecciones
bacterianas en estas fases de edad es
mucho más elevada que durante la
edad adulta. Desgraciadamente, de-
bemos ser conscientes que el uso de
los antibióticos en un paciente no sólo
afecta al órgano o sistema del paciente
que sufre la infección, sino que direc-
como término general a la hora hablar)
del paciente, sino que además puede
modificar de forma indirecta la “micro-
biota” de los otros animales y huma-
nos que conviven con él. Este nivel de
afectación llevó a lugar a la creación del
concepto ONE HEALTH que para todos
es conocido actualmente.
Inmunosenescencia
e Inflamación por
envejecimiento
Se puede afirmar que los pacientes
geriátricos humanos tienen una ma-
yor predisposición a las infecciones
bacterianas sean, estas, primarias o
secundarias. Esto se debe, en gran me-
dida, al proceso denominado inmuno-
senescencia, es decir, el deterioro del
sistema inmunitario provocado por el
envejecimiento.

Principales cambios del sistema inmunitario

causados por el envejecimiento. (*en humanos)

• Disminución de la capacidad quimiotáctica y fagocítica de macrófagos y

neutrófilos
• Incremento crónico de la producción de citocinas y mediadores inflamatorios
• Involución tímica y disminución de la linfopoyesis en la médula ósea
• Disminución del número y variabilidad de linfocitos T y B vírgenes
• Aumento de linfocitos T y B de memoria oligoclonales
• Disminución de la producción de anticuerpos de alta afinidad
• Peor respuesta a la vacunación
• Pérdida de mecanismos inmunoregulatorios y desarrollo de respuestas
autoinmunes

Vetmadrid 2022 | 77
Está claro que los perros y gatos geriá-
tricos se ven afectados por el proceso
de inmunosenescencia y que en estas
especies se producen cambios simila-
res a los documentados en personas
mayores. Los hallazgos más consisten-
tes según las investigaciones indican:
• Un deterioro de la función inmune
mediada por células. En general,
se muestra que los perros y gatos
geriátricos tienen menor concentra-
ción de linfocitos T CD4+ en sangre
(con desequilibrio entre la activi-
dad funcional de Th1 versus Th2),
aumento de la línea de CD8+ y la
consiguiente reducción en la pro-
porción de CD4:CD8.
• Disminución de la capacidad de
los linfocitos sanguíneos para res-
ponder a la estimulación por mitó-
genos.
• Disminución de la respuesta de hi-
persensibilidad cutánea de tipo re-
tardado.
• Existe una buena conservación de
la capacidad de generar respuestas
inmunitarias humorales donde la
producción de Ig A sérica y salival
aumenta y, donde, la concentra-
ción de IgG permanece inalterada.
En este sentido, generalmente, los
animales de edad avanzada tienen
títulos de anticuerpos vacunales
persistentes a un nivel protector y
responden a la vacunación de re-
fuerzo con una elevación del título.
Los perros y gatos mayores pueden
generar respuestas humorales fren-
te a nuevos antígenos, sin embargo,
la magnitud de estas puede reducir-
se en relación con los títulos alcan-
zados en animales más jóvenes.
La inflamación por envejecimiento es
una inflamación crónica estéril de bajo
grado que se desarrolla con la edad
78 | Cuando usar y cuando no usar antibióticos en geriatría
avanzada, en ausencia de una infec-
ción manifiesta, y puede contribuir a
las manifestaciones clínicas de otras
patologías relacionadas con la edad.
Se cree que la inflamación es causada
por una pérdida de control sobre la in-
flamación sistémica que resulta en una
sobreestimulación crónica del sistema
inmunitario innato. La inflamación es
un factor de riesgo significativo en la
mortalidad y morbilidad en personas
de edad avanzada.
En muy pocas investigaciones se ha es-
tudiado el fenómeno de la “inflamación
por envejecimiento” (el efecto de la ex-
posición antigénica acumulativa y el ini-
cio de la enfermedad inflamatoria en la
vejez) en nuestras especies. Los gatos
mayores tienen una mayor producción
de citocinas proinflamatorias por parte
de los monocitos sanguíneos, pero este
efecto no se ha demostrado en perros
mayores.
Numerosos estudios han investigado
si la inmunosenescencia canina y felina
puede retrasarse o revertirse median-
te la suplementación dietética con an-
tioxidantes, pero ninguna investigación
significativa ha abordado correctamen-
te la necesidad de variar los protocolos
de vacunación geriátricos.
Infecciones bacterianas
comunes en geriatría de
pequeñas especies.
Las enfermedades bacterianas en ge-
riatría de perros y gatos siguen siendo
mayoritariamente infecciones secun-
darias igual que pasa en otros rangos
etarios. Las infecciones bacterianas
primarias se restringen a unas pocas
bacterias que poseen factores de viru-
lencia y patogenicidad que les brindan
la posibilidad de crear enfermedad por
ellas mismas. Estas serían, por ejemplo,
Salvador Cervantes
los casos de Bordetella Bronchyseptica,
Salmonella spp, algunas E.coli y algu-
nas bacterias consideradas a menudo
parásitos hemáticos como Mycoplas-
ma haemofelis, Ricketsia spp, Ehrlichia
spp… Sin embargo, como el lector pue-
de ver la gran mayoría de las infeccio-
nes bacterianas son secundarias y ne-
cesitan de un agente o factor primario
sobre el que después complicarán el
cuadro. Este sería el caso de la mayo-
ría de las infecciones urinarias, prostá-
ticas, uterinas, dérmicas, oro-nasales,
respiratorias, digestivas o nerviosas.
Tratamiento de las
infecciones dermatológicas
en pacientes geriátricos:
Las infecciones dermatológicas en pa-
cientes geriátricos siguen siendo co-
munes, sin embargo, su causa primaria
suele ser diferente. Es decir, en pacien-
tes jóvenes las infecciones bacterianas
de la piel y de los anexos suelen ser
consecuencia de cuadros alérgicos pri-
marios, mientras que en estos pacien-
tes las infecciones cutáneas suelen ser
secundarias a enfermedades endocri-
nas, inmunomediadas o neoplásicas.
Del mismo modo que sucede en otras
etapas etarias, las infecciones cutáneas
superficiales deben ser tratadas con
productos basados en antisépticos y
no en antibióticos. Esto implica el uso
de espumas, lociones o champús. Exis-
ten muchas opciones que nos brinda la
galénica veterinaria actual para evitar
tener que hacer uso de los antibióticos
sistémicos. En general las soluciones de
clorhexidina se prefieren a otros anti-
sépticos por su buena tolerancia y su
acción prolongada.
Sólo aquellas infecciones cutáneas pro-
fundas, donde no se pueda garantizar
la llegada de los antisépticos o antibió-
ticos tópicos, serán tratadas con anti-
bióticos sistémicos. En estos casos las
cefalosporinas de primera generación,
la clindamicina y las aminopenicilinas
potenciadas deben priorizarse siempre
que su actividad se haya confirmado
por cultivo y antibiograma.
Tratamiento de las
infecciones genitourinarias
en pacientes geriátricos:
Las infecciones genitourinarias se
disparan en la edad geriátrica, en los
perros machos no castrados la preva-
lencia de las prostatitis bacteriana es
bastante mayor que en otras edades.
Estos pacientes deben recibir antibióti-
cos que aseguren el cruce de la barrera
hemato-prostática (p.e. Combinaciones
de Trimetoprim/Sulfonamida, fluoro-
quinolonas o fenicoles).
En ambas especies es común en estas
edades las infecciones urinarias o cis-
titis bacterianas, esto se debe en gran
parte por la disminución de la inmuni-
dad innata en esta localización, en gran
parte debido a la disminución de la os-
molalidad de la orina, haciendo de esta
un medio mucho más fácil de ser colo-
nizado. En estos casos la amoxicilina es
uno de los pocos antibióticos que se
pueden usar a ciegas, es decir sin cul-
tivo ni antibiograma. Si nos planteamos
dar otro antibiótico, este debería venir
dictado por un cultivo y antibiograma.
Tratamiento de las
infecciones respiratorias en
pacientes geriátricos:
En perros geriátricos estas infecciones
no son francamente más comunes,
sin embargo, en felinos, seguramente
por la acumulación de pacientes que
sufren de rinitis crónicas post-herpéti-
cas, asma y bronquitis crónica, sí que
Vetmadrid 2022 | 79
es ligeramente más prevalente tener Bibliografía:
pacientes geriátricos felinos con infec- Day MJ. Ageing, immunosenescence and
ciones respiratorias bacterianas secun- inflammageing in the dog and cat. J Comp
darias. El diagnóstico y tratamiento de Pathol. 2010 Jan;142 Suppl 1:S60-9.
la causa primaria es fundamental para
Brissot H, Cervantes S et al. Gram. Guía
maximizar el éxito de nuestros trata-
para el uso racional de los antimicrobianos.
mientos, ya que el uso en estos casos
Ed. CEVA 2016 ISBN 979-1092450057
se antibióticos sistémicos sin otros
tratamientos etiológicos no van ser cu-
rativos o de serlo, existirán frecuentes
recidivas.

El tratamiento de elección en estos pa-

cientes felinos, tanto para vías respira-
torias altas como bajas es la doxiciclina.
La toma de muestras en estas zonas
para el cultivo, el antibiograma y las
PCR es francamente desafiante, ya que
la contaminación con la microbiota de
la zona es muy común.

Antes de terminar el veterinario clínico

debe recordar que:
a) Las infecciones bacterianas suelen
ser secundarias a otras alteracio-
nes, patologías o anomalías. En este
momento de la vida del paciente,
no podemos esperar ni confiar que
tras el tratamiento antibiótico el pa-
ciente corrija la causa primaria.
b) La prescripción antibiótica debe
seguir los razonamientos científi-
cos básicos como la demostración
de la presencia de infección, la uti-
lización de antibióticos como último
recurso, la selección del antibiótico
tanto por órgano/sistema afectado
como para la bacteria aislada (resis-
tencia intrínseca vs sensibilidad in
vitro) así como la selección de aquel
antibiótico que asegurando la cura
del paciente, minimice los riesgos
de efectos secundarios, adversos y
sobre todo reduzca al máximo la se-
lección de resistencias.

80 | Cuando usar y cuando no usar antibióticos en geriatría

Salvador Cervantes
ENVEJECIMIENTO EN PERROS Y GATOS. HALLAZGOS
EN PRUEBAS COMPLEMENTARIAS DE IMAGEN
Salvador Cervantes Sala
LV, Acred. Medicina Felina AVEPA
Clínica Felina Barcelona - s.cervantes@clinicafelinabarcelona.cat
Introducción:
El envejecimiento altera, no solo la fun-
ción de órganos, aparatos o sistemas,
sino también su forma, posición o aspec-
to en los diferentes métodos de diagnós-
tico por imagen a los que los veterinarios
tenemos acceso. El desconocimiento de
estos cambios puede llevarnos a diag-
nósticos erróneos o, en el mejor de los
casos, a una cascada de pruebas diag-
nósticas complementarias que encarez-
ca nuestros servicios cuando en realidad
a nuestro paciente solo le sucede que se
ha hecho mayor. Para aproximarnos co-
rrectamente dividiremos esta charla en
los diferentes órganos o sistemas y sub-
dividiremos por especies.
Orodental:
Tanto en perros como en gatos, la sa-
lud orodental es una de las áreas que
más crecimiento ha tenido en los últi-
mos 20 años, sin embargo, en nuestro
país, aunque cada vez hay más profe-
sionales que se encuentran concien-
ciados de la importancia de mantener
la salud orodental como parte de una
buena salud general, pocos son los
centros que poseen un sistema de ra-
diografía dental, un elemento vital para
poder ofrecer un servicio de diagnósti-
co y tratamiento correcto.
Los cambios asociados más interesan-
tes tanto en perros como en gatos en
este tipo de radiografías es la reducción
del espacio o cámara pulpal. En gatos
este espacio ya es muy pequeño en
los pacientes adultos, lo que reduce la
posibilidad de realizar procedimientos
endodónticos. De la misma manera, si
este espacio queda abierto debido a un
trauma o un problema resortivo, esta
cámara tendrá tendencia a aparecer
mayor de lo que se espera por la edad
del paciente.
Finalmente, y aunque no está ligado ex-
clusivamente a la edad, sí que es cierto
que con la edad aparecen más patolo-
gías ligadas al ligamento periodontal.
Si este ligamento se ve muy afectado,
tarde o temprano o se pierde la pieza
o se anquilosará, iniciando un proceso
que no tiene marcha atrás.
Tórax:
Sistema Circulatorio:
En los gatos mayores, el corazón suele
adoptar una posición más horizontal
en la cavidad torácica y la aorta puede
tener un aspecto prominente y tortuo-
so (también conocida en la literatura
anglosajona como aorta redundante).
Ocasionalmente, la aorta se puede lle-
gar mineralizar. Curiosamente, ningu-
no de estos cambios parece tener un
significado clínico evidente. La silueta
cardiaca del gato cardiópata rara vez se
ve aumentada de tamaño en las radio-
grafías o no tan marcada como sucede
en perros. En los gatos prácticamente
solo aquellos afectados de cardiomio-
patía dilatada sufren de cardiomegalia.
Los gatos mayores poseen mayores
Vetmadrid 2022 | 81
índices de prevalencia de enfermedad
cardiaca, aunque en la exploración pocas
veces estas alteraciones son audibles.
En los perros, por el contrario, sufren
sobre todo de enfermedades cardiacas
como son las degeneraciones valvula-
res o las cardiomiopatías dilatadas to-
das ellas cursan con cardiomegalias a
menudo muy marcadas.
Aparato Respiratorio:
En las dos especies, es bastante común
que a medida que envejecen se vayan
calcificando las vías bronquiales, lo que
suele incrementar la imagen de “pa-
trón bronquial”. Este patrón radiológi-
co debe leerse siempre a la luz de los
resultados obtenidos de la exploración
física general (EFG) ya que de no existir
una clínica respiratoria asociada quizás
lo más interesante será monitorizar al
paciente en el tiempo sin necesaria-
mente pasar por administración de
medicamentos.
Del mismo modo, en ambas especies
también sueles calcificarse con la edad
tanto las uniones costocondrales como
a veces las uniones esternales.
Abdomen:
Aparato Urogenital:
El aparato urogenital es uno de los
aparatos más alterado con el paso del
tiempo tanto en el perro como en el
gato.
En el gato, incluso en aquellos gatos
que analíticamente no vemos una al-
teración marcada de la creatininemia
podemos encontrar alteraciones en
cuanto a aspecto y tamaño tanto en la
ecografía como en la radiografía. Pare-
ce que el daño oxidativo va provocan-
do la muerte de las unidades filtrado-
ras de estos órganos, las nefronas. Las
82 | Envejecimiento en perros y gatos. Hallazgos en pruebas complementarias de imagen
nefronas son sustituidas por tejido ci-
catricial, esto produce una tendencia
a tener riñones más pequeños de lo
normal y con una menor diferenciación
entre el córtex y la médula.
Por parte del perro, quizás lo más co-
mún son las alteraciones en la prósta-
ta, siendo que casi todos, por no decir
todos los perros machos castrados que
lleguen a la edad geriátrica van a estar
afectados de un grado u otro de hiper-
plasia benigna prostática. La próstata
normal en un animal no castrado se
sitúa rodeando a la uretra pelviana, co-
menzando en el cuello de la vejiga uri-
naria. La próstata normal de un perro
entero de edad media es homogénea,
de textura ecográfica de fina a media
y con una ecogenicidad moderada. La
de un perro castrado estará atrofiada
y será menos ecoica que en el perro
entero. El tamaño prostático puede ser
medido ecográficamente con precisión.
Los valores máximos de largo, alto y
ancho para próstatas normales de ma-
chos enteros han sido publicados.
En el caso de las hembras de ambas
especies si no han sido esterilizadas
es muy común ver algún tipo de pato-
logía endometrial siendo la hiperplasia
endometrial quística la más común. En
estas hembras no esterilizadas, las que
han recibido terapia hormonal proges-
terónica y las que fueron esterilizadas
de forma tardía pueden sufrir de alte-
raciones del tejido mamario e incluso
tumoraciones en este tejido.
Aparato Digestivo:
En los felinos geriátricos, siempre que
tengamos un paciente que se ha pre-
sentado con vómitos asociado a pérdi-
da de peso o simplemente pérdida de
peso que no podamos asociar a otras
causas, vale la pena realizar un estudio
Salvador Cervantes
ecográfico en profundidad para revisar
la estructura renal ya que la prevalen-
cia de enfermedades renales es muy
alta en esta especie y en este rango
etario. Sin embargo, la prevalencia de
enfermedades inflamatorias intestina-
les y los linfomas de bajo son grado son
relativamente frecuentes.
En medicina canina, pasa algo similar
pero quizás con una prevalencia mayor
para las hepatopatías.
Glánd. Endocrinas:
Los gatos de edad avanzada pueden
poseer calcificación de las glándulas
adrenales sin que esto tenga relevan-
cia clínica alguna. En esta especie pue-
de ser interesante valorar los creci-
mientos de la zona tiroidea sobre todo
si se demuestra que no son crecimien-
tos funcionales.
En la medicina de perros geriátricos a
nivel de glándulas endocrinas, quizás
lo más importante es recordar que de-
bemos siempre que se pueda valorar
el tamaño y la forma de las glándulas
adrenales. Sabiendo que existe cierta
tendencia al crecimiento bilateral aso-
ciado a adenomas hipofisarios, mien-
tras que el crecimiento unilateral y
exagerado suele estar asociado con tu-
mores funcionales. La detección de ta-
maños adrenales por encima de lo es-
perado indicará al clínico la necesidad
de realizar estimulaciones o supresio-
nes hormonales para el correcto diag-
nóstico ya que la imagen ayuda, pero
no es en ningún caso patognomónica.
La calcificación como sucedía en el gato
también posible.
Aparato Musculoesquelético
Tanto en gatos como en perros, el apa-
rato musculoesquelético es uno de
los que más cambios tenemos a nivel
de sistemas de imagen simple. Esto se
debe a la gran prevalencia que hay de
degeneraciones articulares tanto sino-
viales como axiales.
Los signos de Osteoartrosis van aumen-
tando en prevalencia con la edad del
paciente, sin embargo, sabemos que
la gran mayoría de perros y gatos que
alcanzan la edad geriátrica van a sufrir
de artrosis en más de una articulación.
Además de los signos clínicos típicos
que todos ya conocemos podemos evi-
denciar perdidas de masa muscular,
calcificación de tendones y ligamentos,
como consecuencia de la inflamación
crónica y la posterior deposición de sa-
les de calcio sobre el tejido blando.
Bibliografía:
Bellows J, Berg ML, et al. 2019 AAHA Den-
tal Care Guidelines for Dogs and Cats. J Am
Anim Hosp Assoc. 2019 Mar/Apr;55(2):49-69.
Luis Fuentes V, Abbott J et al. ACVIM con-
sensus statement guidelines for the clas-
sification, diagnosis, and management of
cardiomyopathies in cats. J Vet Intern Med.
2020 May;34(3):1062-1077.
Keene BW, Atkins CE et al. ACVIM consensus
guidelines for the diagnosis and treatment
of myxomatous mitral valve disease in dogs.
J Vet Intern Med. 2019 May;33(3):1127-1140
Shiroma JT, Gabriel JK, Carter RL, Scruggs
SL, Stubbs PW. Effect of reproductive status
on feline renal size. Vet Radiol Ultrasound.
1999 May-Jun;40(3):242-5.
Barr FJ. Evaluation of ultrasound as a me-
thod of assessing renal size in the dog. J
Small Anim Pract. 1990;31:174–9.
Barr FJ, Holt PE, Gibbs C. Ultrasonographic
measurement of normal renal parameters.
J Small Anim Pract. 1990;31:180–4.
Ruel Y, Barthez PY, et al. Ultrasonographic
evaluation of the prostate in healthy intact
dogs. Vet Radiol Ultrasound. 1998 May-
Jun;39(3):212-6.
Vetmadrid 2022 | 83
Moxon R, Whiteside H, England GCW. Pre-
valence of ultrasound-determined cystic en-
dometrial hyperplasia and the relationship
with age in dogs. Theriogenology. 2016 Sep
1;86(4):976-980.
Guttin, T, Walsh, A, Durham, AC, Reetz, JA,
Brown, DC, Rondeau, MP. Ability of ultra-
sonography to predict the presence and
location of histologic lesions in the small
intestine of cats. J Vet Intern Med. 2019; 33:
1278– 1285.
Soulsby SN, Holland M et al. Ultraso-
nographic evaluation of adrenal gland
size compared to body weight in normal
dogs. Vet Radiol Ultrasound. 2015 May-
Jun;56(3):317-26.
Agut A, Martinez M et al. Ultrasonographic
measurement of adrenal gland-to-aorta ra-
tio as a method of estimating adrenal size
in dogs. Vet Rec. 2020 Jun 27;186(19):e27.
Griffin S. Feline abdominal ultrasonogra-
phy: what’s normal? what’s abnormal? The
adrenal glands. J Feline Med Surg. 2021
Jan;23(1):33-49

84 | Envejecimiento en perros y gatos. Hallazgos en pruebas complementarias de imagen

Salvador Cervantes
ENVEJECIMIENTO EN PERROS Y GATOS. HALLAZGOS
FÍSICOS EN LA EXPLORACIÓN FÍSICA GENERAL
Salvador Cervantes Sala
LV, Acred. Medicina Felina AVEPA
Clínica Felina Barcelona - s.cervantes@clinicafelinabarcelona.cat
Introducción:
El envejecimiento de las mascotas tra-
dicionales es un hecho incontestable.
De hecho, según el país que investigue-
mos, los pacientes que se encuentran
en esta fase etaria pueden llegar hasta
casi el 40-50%. No en vano, en nuestro
centro llegamos hasta el 43% si pone-
mos el corte de la edad geriátrica sobre
los 10 años.
Sabemos además que casi el 90% del
gasto médico veterinario se va a produ-
cir en el último cuarto de vida de nues-
tros pacientes. Lo que nos hace visible
como de prevalentes son las patologías
en este tipo de pacientes.
Por este motivo, el veterinario clínico
de perros y gatos no puede eludir la
responsabilidad de estar preparado
para realizar una correcta, completa y
exhaustiva exploración física general a
sus pacientes geriátricos. Estas explo-
raciones son similares a las realizadas
en un paciente más joven pero orien-
tadas a descubrir la presencia de aque-
llas afecciones o patologías más comu-
nes en estas edades.
Causas comunes de
enfermedad en pacientes
geriátricos:
Las enfermedades más comunes que
afectan a los pacientes geriátricos serán
ligeramente diferentes según se trate
de perros o de gatos, aunque las más
prevalentes en ambas especies van a
ser las enfermedades orodentales, la
osteoartrosis y los síndromes discogni-
tivos. De estos últimos se sospecha que
se encuentran francamente infradiag-
nosticados en ambas especies. Sin em-
bargo, mientras que los gatos sufren
además de enfermedad renal crónica,
hipertiroidismo, diabetes mellitus, en-
fermedades inflamatorias intestinales
y tumores alimentarios, los pacientes
geriátricos caninos van a sufrir también
de enfermedades como las cardiacas,
hipotiroidismo e hiperadrenocorticis-
mo o síndrome de Cushing.
La visita del paciente
geriátrico:
La visita del paciente geriátrico debe
incluir varias partes, siendo la explora-
ción física general (EFG), la más impor-
tante y la única ineludible en todos los
casos. Sin embargo, en este rango eta-
rio también se debe incluir además de
una EFG, los siguientes pasos o prue-
bas complementarias:
1. Evaluación del calendario de vacu-
nación y factores de riesgo e imple-
mentación de la atención preventi-
va adecuada.
2. Examen ortopédico (incluida la pro-
piocepción consciente).
3. Examen digital de la próstata en el
perro macho y de la gl. tiroides en
los felinos.
4. Evaluación de la visión exhaustiva,
Vetmadrid 2022 | 85
 incluyendo el examen del fondo
ocular y una prueba de Schrirmer
en perros.
5. Evaluación y anotación del peso y la
condición corporales actuales.
6. Evaluación de la nutrición / dieta
(incluida la evaluación de la inges-
ta calórica y calculando el requeri-
miento energético en reposo).
7. Discusión/Cuestionario con la fa-
milia sobre cualquier cambio en la
cognición, los patrones de sueño y
aparición de alteraciones etológicas.
8. Evaluación de la presión arterial.
9. Hemograma completo con perfil
bioquímico sérico (incluidos los ni-
veles de T4total y fructosamina en
los pacientes felinos) y análisis de
orina.
Vamos a profundizar un poco más en
cada uno de estos puntos salvo en
aquellos que serán explicados en más
detalles en otras charlas de este con-
greso.
Evaluación del calendario
de vacunación y factores
de riesgo e implementación
de la atención preventiva
adecuada
Del mismo modo como sucede en me-
dicina humana los pacientes que más
necesitan de la protección vacunal
son aquellos que se encuentran en
los extremos de su vida, es decir, tan-
to en pediatría como en gerontología.
En el caso veterinario que nos ocupa,
sería cuando nuestros pacientes son
cachorros y cuando se encuentran en
los últimos años de su vida. A diferen-
cia de lo que sucede con los cachorros
donde todos los pacientes pediátricos
reciben una pauta de vacunación igual
para todos, en geriatría el calendario de
86 | Envejecimiento en perros y gatos. Hallazgos físicos en la Exploración Física General
vacunación debe estudiarse cada caso,
es decir vacunar a pacientes geriátri-
cos no significa que necesiten “todas”
las vacunas “todos los años”. Debemos
seguir siempre que sea posible un sis-
tema personalizado que permita al clí-
nico ofrecer un traje a medida según
las circunstancias del paciente y la pre-
sión de infección a la que se encuentre
sometido. Así, seguramente, no hará
falta demasiadas inmunizaciones con-
tra parvovirus ya que la respuesta a las
vacunas es muy eficaz y dura más de
un año, sin embargo, es muy probable
que se necesiten un par de inmuniza-
ciones frente a Leptospira spp. si el pa-
ciente tiene acceso a fuentes de agua
no controlada o zonas con fuerte pre-
sión de roedores. En gatos pasará algo
similar, seguramente los parvovirus no
hace falta vacunarlos más que cada dos
o tres años, mientras que en estos pa-
cientes una inmunización frente a virus
respiratorios (FHV-1 y FCV) puede ser
necesario anual o bienal, según el tipo
de vida del paciente o su estatus retro-
viral.
Examen ortopédico
(incluida la propiocepción
consciente).
El examen ortopédico no solo debe
ir a buscar el diagnóstico de la cojera
cuando esta aparezca, sino que debe
instaurarse de forma preventiva. Para
ello evaluaremos: la cantidad y tono de
las masas musculares de cada extremi-
dad, palparemos el grosor y la amplitud
(o goniometría) de movimiento de cada
una de las articulaciones de nuestros
pacientes, así como la detección y va-
loración de los puntos gatillo de existir.
Si realizamos estas exploraciones con-
cienzudas de forma anual o bianual po-
dremos avanzarnos a los signos clínicos
evidentes, ganando un tiempo precioso
para nuestros pacientes. Dicho de otra
Salvador Cervantes
manera, si somos minuciosos, a menu-
do, diagnosticaremos los problemas
osteoarticulares antes de que nuestro
paciente exprese de forma clínica una
cojera. Debido a la altísima prevalen-
cia de la Osteoartrosis (OA) tanto en
perros como en gatos, no deberíamos
dejar pasar estas visitas sin hacer un
examen ortopédico completo.
Examen digital de la
próstata en el perro macho
y de la gl. tiroides en los
felinos. Examen del tejido
mamario tanto en perras
como en gatas.
Estos tejidos glandulares dan muchí-
simos problemas en cada una de las
especies. Sabemos que casi todos los
perros machos van a sufrir de Hiperpla-
sia Benigna Prostática, este crecimien-
to testosteronodependiente puede
evaluarse mediante diversos métodos:
como la radiografía, la ecografía, la de-
terminación en sangre de la CPSE o ca-
nine prostatic especific-arginine estea-
rase, sin embargo, la palpación digital
de la próstata da una información va-
liosísima al demostrar si hay pérdidas
de simetría o dolor a la palpación de la
próstata. De existir dolor el clínico debe
tener en cuenta que aumentan las po-
sibilidades de que su paciente sufra de
prostatitis.
Por la parte de los felinos sabemos que
aproximadamente entre el 5 y el 15%
de los gatos de más de 8 años van a
sufrir de hiperplasia adenomatosa fun-
cional que va a provocar un estado de
hipertiroidismo que va a necesitar de
tratamiento. La palpación digital y la
demostración de una masa uni o bila-
teral (mucho más frecuente) es un mé-
todo sencillo que ayuda al veterinario a
solicitar un estudio analítico completo
que incluya la T4total. En aquellos ca-
sos donde exista una enfermedad no
tiroidal concomitante y se obtenga un
valor en la denominada zona gris, pue-
de solicitarse de la misma muestra una
determinación de la TSHc (canina), los
gatos con T4total en zona gris y una
TSHc indetectable pueden ser diagnos-
ticados como hipertiroideos.
Por último, las hembras de las dos es-
pecies, sobre todo aquellas que han
sido castradas tardíamente, aquellas
que han recibido tratamiento proges-
terónico o aquellas intactas tienen más
posibilidades de sufrir tumoraciones
de mama. Aunque en las gatas estas
siempre tienen peor pronóstico, todos
los crecimientos anómalos de este te-
jido deben ser evaluados, a poder ser
mediante citología y ante la duda, se
procederá a la exéresis quirúrgica de la
cadena de mamas afectada y la siguien-
te biopsia
Evaluación de la visión
exhaustiva, incluyendo el
examen del fondo ocular y
una prueba de Schrirmer en
perros.
La evaluación del ojo y sobre todo del
fondo ocular es de vital importancia
en nuestros pacientes geriátricos. En
el caso del perro, quizás los hallazgos
más comunes son las opacidades del
cristalino provocadas por la degene-
ración de las proteínas asociadas al
envejecimiento, en algunos textos se
les denomina a estas opacidades, ca-
taratas seniles. Por otro lado, tanto en
gatos como en perros la evaluación del
fondo ocular es una herramienta esen-
cial para comparar los resultados obte-
nidos en las lecturas de Presión Arterial
(PA), ya que una hipertensión puntual
puede ser debida a una hipertensión
Vetmadrid 2022 | 87
situacional (efecto bata blanca) y no
provoca, normalmente, alteraciones
en los vasos retinianos. Sin embargo,
si encontramos una hipertensión ar-
terial asociada a lesiones compatibles
con hipertensión en los vasos reti-
nianos (p.e. vasos tortuosos, hemo-
rragias retinianas, edemas papilares,
desprendimientos de retina…) nos
está indicando la necesidad de tratar
con inmediatez ya que el paciente se
encuentra frente a una hipertensión
sostenida en el tiempo.
La queratoconjuntivitis seca es una
patología relativamente prevalente en
pacientes caninos de edad avanzada.
En estos pacientes antes de instilar
ninguna gota lubricante, anestésica, de
tinción o midriática debería ser valorada
la producción de lágrima o prueba de
Schrirmer. Esta prueba todavía es más
importante si el paciente ha recibido tra-
tamiento con sulfamidas potenciadas.
Evaluación de la presión
arterial.
La PA es una de las 5 medidas vitales
que deberían medirse en todas las visi-
tas durante nuestros EFG. Sin embargo,
es verdad que la medida rutinaria de la
PA consume tiempo y a menudo es una
herramienta que queda relegada para
situaciones especiales. Bien, la geriatría
debería considerarse, ya, una de estas
situaciones especiales y a partir de que
nuestro paciente es clasificado como
geriátrico o maduro, estas medidas de-
berían ir haciéndose para ayudar a de-
tectar los problemas de hipertensión.
Se calcula que al menos uno de cada
5 pacientes geriátrico será hipertenso.
En aquellos centros donde no se tenga
un sistema fiable para la determinación
de la PA en pequeños animales se re-
comienda que se haga una evaluación
detallada del fondo ocular.
88 | Envejecimiento en perros y gatos. Hallazgos físicos en la Exploración Física General
Evaluación de la nutrición /
dieta (incluida la evaluación
de la ingesta calórica y
calculando el requerimiento
energético en reposo RER).
Los pacientes geriátricos tienen ten-
dencia a las alteraciones endocrinas
que afectan drásticamente a su peso.
Además, muchos de ellos reducen su
nivel de actividad debido a problemas
como la OA. Esto conlleva que tengamos
tanto problemas de obesidad como pro-
blemas de delgadez, a veces asociada,
incluso a una sarcopenia. El control del
peso y de la condición corporal debe
complementarse con la determinación
(más subjetiva) de la presencia de masa
muscular. Debemos recordar que, aun-
que los perros geriátricos tienen ten-
dencia a la obesidad, los gatos tienen
mayor tendencia a la delgadez al perder
con cierta prevalencia la capacidad para
la correcta digestión y posterior absor-
ción de proteínas y grasas.
La restricción calórica y proteíca postu-
lada por algunos fabricantes de alimen-
to para animales no debe ser seguida
en el 100% de los pacientes sanos y de
hecho en estos casos la discusión con
el cuidador y la individualización del
caso es la mejor estrategia para seguir
con estos casos. Para ello el cálculo in-
dividualizado del RER como punto de
partida es de gran ayuda.
Discusión/Cuestionario con
la familia sobre cualquier
cambio en la cognición,
los patrones de sueño y
aparición de alteraciones
etológicas.
Todavía no sabemos a ciencia cierta
que prevalencia tiene el síndrome dis-
cognitivo tanto en el perro como en el
Salvador Cervantes

gato. Sin embargo, sí que sabemos que

es una patología altamente prevalente
en ambas especies y que, si no se hace
una búsqueda activa de esta, junto con
los cuidadores de nuestros pacientes
esta patología permanece sin diagnós-
tico. Y lo que es peor, sin tratamiento,
hasta que por desgraciada es demasia-
do tarde para mejorar el estado y la ca-
lidad de vida de las mascotas. Por este
motivo es importante poseer un mini
cuestionario de 5 a 10 preguntas que
deben ser respondidas anualmente
por los familiares que acudan a nues-
tras consultas. Las respuestas a estas
preguntas deben ser apuntadas y com-
paradas año tras año para ser capaces
de ver más fácilmente cuando los pa-
cientes empiezan con los primeros sig-
nos de declive cognitivo.

Bibliografía:
Acierno MJ, Brown S et al. ACVIM consensus
statement: Guidelines for the identification,
evaluation, and management of systemic
hypertension in dogs and cats. J Vet Intern
Med. 2018 Nov;32(6):1803-1822.
Cervantes S. Manual Geriatría Canina y Feli-
na. Ed. Asís-Edra. 2ª Ed. 2021
Creevy KE, Grady J, et al. 2019 AAHA Canine
Life Stage Guidelines. J Am Anim Hosp As-
soc. 2019 Nov/Dec;55(6):267-290.
Ford RB, Larson LJ, McClure KD, Schultz RD,
Welborn LV. 2017 AAHA Canine Vaccination
Guidelines. J Am Anim Hosp Assoc. 2017
Sep/Oct;53(5):243-251
Quimby J, Gowland S, et al. 2021 AAHA/
AAFP Feline Life Stage Guidelines. J Feline
Med Surg. 2021 Mar;23(3):211-233.
Ray M, Carney HC, et al. 2021 AAFP Feline
Senior Care Guidelines. J Feline Med Surg.
2021 Jul;23(7):613-638.
Stone AE, Brummet GO, et al. 2020 AAHA/
AAFP Feline Vaccination Guidelines. J Feline
Med Surg. 2020

Vetmadrid 2022 | 89
PATOLOGÍA CLÍNICA
92 |
Autor

Carmen Cortés
Licenciada en 2002 en Veterinaria por
la Universidad Complutense de Madrid
(UCM). En 2007 obtuvo el doctorado
en Veterinaria (PhD) por la misma
universidad. A partir del año 2005 Carmen
pasó a convertirse en Veterinaria senior
del Servicio de Urgencias y Medicina
Interna del Hospital Clínico Veterinario de
la Universidad Alfonso X El Sabio (UAX).

En 2008 realizó el Curso práctico avanzado

de interpretación citológica en pequeños
animales por el Hospital Clínico Veterinario de la Universidad
Complutense de Madrid (HCV UCM).

En 2011 fue Consultora clínica y veterinaria senior del

Laboratorio Veterinario D.L.V. en Madrid y Veterinaria visitante
en el Servicio de Patología Clinica de la UAB. Durante el año
2015 fue Veterinaria visitante en el Servicio de Endocrinología
del HCV de la UCM y también Consultora clínica y veterinaria
LABOKLIN en España. En 2016, Veterinaria visitante de Clinical
Pathology Laboratory, The Queen´s Veterinary School Hospital.
En el 2020 se Acreditó en AVEPA en Patología Clínica y a partir
de 2021 es Directora de Laboklin España. La Dra. Cortés cuenta
con publicaciones en revistas científicas internacionales y
nacionales, comunicaciones en congresos, coautora en varios
libros de veterinaria.

Vetmadrid 2022 | 93
94 |
Carmen Cortés
ALTERACIONES HEMATOLÓGICAS Y BIOQUÍMICAS EN
EL PACIENTE GERIÁTRICO
Carmen Cortés
DVM PhD, Acreditada AVEPA en Patología Clínica
Laboratorio Veterinario Laboklin
Debido al incremento experimentado
en la población geriátrica en pequeños
animales, así como al cambio en sus
relaciones con los humanos pasando
de ser animales de trabajo a animales
de compañía, es importante mejorar y
mantener su calidad de vida. Para ello,
debemos comprender los efectos bio-
lógicos del envejecimiento, buscando
así prevenir enfermedades asociadas a
la edad y/o realizar un diagnóstico pre-
coz, el cual conlleva un mayor éxito te-
rapéutico y un menor coste económico,
así como una mayor esperanza de vida.
Consecuencia del envejecimiento se
producen alteraciones celulares y mo-
leculares (inestabilidad genómica, dis-
función orgánica, alteraciones en la
comunicación intercelular, disfunción
mitocondrial...) que aumentan el riesgo
de desarrollar enfermedades en mamí-
feros. Así mismo, está demostrado que
los mecanismos biológicos del enveje-
cimiento se encuentran estrechamente
relacionados con la longevidad en mu-
chas especies.
Los efectos del envejecimiento se han
descrito ampliamente en humana, no
así en medicina veterinaria. A pesar de
que se ha incrementado el número de
estudios enfocados a evaluar e investi-
gar los efectos biológicos del envejeci-
miento, aún se necesitan más esfuerzos
en este campo, siendo además los resul-
tados en ocasiones contradictorios. Por
otro lado, es importante diferenciar al-
teraciones fisiológicas debidas a la edad
de aquellas asociadas a enfermedades
geriátricas. Se sabe que el sistema endo-
crino tiene efectos en el envejecimiento
conociéndose su potencial rejuvene-
cedor. Así pues, el factor de crecimien-
to insulínico tipo 1 (IGF1) y la hormona
de crecimiento (GH), aparecen como
biomarcadores potenciales y se ha de-
mostrado que ambos disminuyen con
la edad, pudiendo contribuir a cambios
funcionales (ej: una mayor concentra-
ción en la IGF1 puede disminuir el riesgo
de desarrollar disfunción cognitiva).
¿Qué es el Inflammaging?
Este término, ampliamente caracte-
rizado en medicina humana, y que se
ha descrito también en veterinaria,
hace referencia a niveles aumentados
de inflamación sistémica, secundarios
a la combinación de los efectos de la
inmunosenescencia (deterioro gradual
del sistema inmune provocado por el
avance natural de la edad), daños acu-
mulativos del ADN y daños oxidativos,
que se presentan en individuos de
edad avanzada y que pueden correla-
cionarse con una mayor incidencia de
enfermedades crónicas y neoplasias.
Chequeo geriátrico
La AAHA (American Animal Hospital As-
sociation) publicó las siguientes reco-
mendaciones en su web:
https://www.aaha.org/globalas-
sets/02-guidelines/senior-care/se-
nior-care-guidelines
Vetmadrid 2022 | 95
¿A partir de qué edad se
considera a un paciente
como geriátrico?
En la especie canina, se considera se-
nior a aquel paciente que ha alcanzado
el 75% de la esperanza de vida típica de
la raza, y geriátrico al que la ha supe-
rado (en general, perros mayores de
11 años). En la especie felina las eta-
pas son: edad media/madura con 7-10
años, seniors con 11-13 años y geriátri-
cos con >14 años.
Objetivos y beneficios
del chequeo geriátrico
• Detección temprana de alteracio-
nes/patologías
• Establecer una terapia temprana, la
cual es a menudo menos costosa y, lo
que es más importante, más eficaz.
• Tratamiento médico adecuado e in-
dividualizado
• Mejoría de la calidad y esperanza de
vida
• Disminución/Prevención de la mor-
bilidad/mortalidad
• Manejo del dolor
• Evaluación de la calidad de vida
• Reconocimiento de factores de ries-
go: obesidad, higiene dental inade-
cuada, estrés…
• Establecimiento de rangos de refe-
rencia individualizados, siendo im-
portante evaluar la tendencia. Los
chequeos regulares que empiezan
cuando el animal está aún sano,
tienen la ventaja de que se pueden
establecer parámetros fisiológicos e
intervalos de referencia individua-
les. Estos pueden archivarse y así
observar posibles cambios produ-
cidos en los mismos a lo largo del
tiempo. De esta manera, se pueden
96 | Alteraciones hematológicas y bioquímicas en el paciente geriátrico
detectar cambios o tendencias in-
cluso aunque los valores estén teó-
ricamente dentro de los intervalos
de referencia correspondientes.
IMPORTANTE:
Los resultados laboratoriales deben
interpretarse siempre junto con la his-
toria y exploración clínica, así como el
resto de pruebas complementarias.
Debe emplearse siempre el mismo la-
boratorio para una correcta evaluación
de las tendencias. Además, en el caso
de discrepancias entre el resultado y
la clínica del paciente, se recomienda
repetir el análisis en el plazo adecuado
para la determinación en concreto.
Debemos tener en cuenta que los da-
tos laboratoriales seriados son espe-
cialmente importantes en pacientes
geriátricos ya que son mucho más ob-
jetivos y sensibles que la presencia de
signos clínicos o los hallazgos en la ex-
ploración física para detectar cambios
fisiológicos y patológicos asociados al
envejecimiento
Es importante comenzar estos che-
queos 2 años antes de alcanzar la eta-
pa senior (último cuarto de la esperan-
za de vida). La recomendación es que
se realicen de manera anual, pasando
a ser bianual en geriátricos. Como dato
curioso, en EEUU se detectó que un
40% de los chequeos profilácticos mos-
traron anormalidades que derivaron
en la realización de pruebas y/o trata-
mientos adicionales
¿Qué parámetros se miden?
Las recomendaciones para un correcto
chequeo geriátrico incluyen una histo-
ria clínica y exploración física exhaus-
tivas, medición de presión arterial y
pruebas de laboratorio que incluirían
Carmen Cortés
análisis de sangre completo (hemato-
logía y bioquímica) y análisis de orina.
Con el objetivo de valorar la funciona-
lidad de los distintos sistemas orgáni-
cos, ya que los pacientes geriátricos
frecuentemente muestran alteraciones
en varios sistemas y reciben tratamien-
tos prolongados para enfermedades
crónicas o situaciones relacionadas con
el envejecimiento, se deberían deter-
minar los siguientes parámetros en el
laboratorio:
• Hemograma completo
• Bioquímica: proteínas totales, albú-
mina, globulinas, urea, creatinina,
ALT, ALP, Na, K, Ca, Cl, fósforo y T4
en gatos.
• Urianálisis (urocultivo si está indicado)
Según estudios recientes, el empleo de
algunos parámetros adicionales puede
ser útil para la detección temprana de
determinadas enfermedades. Dentro
de estos podemos destacar la dimetilar-
ginina simétrica (SDMA), el ratio proteí-
na:creatinina en orina (UPC), análisis de
funcionalidad hepática (ácidos biliares)
y análisis endocrinos (fructosamina). En
algunos casos, la base de datos mínima
requerirá la realización de estas y otras
pruebas adicionales (estimulación con
ACTH, T4 libre, TSH, PTH, ratio cortisol:-
creatinina en orina, etc...)
Sistemas orgánicos y valores
de laboratorio
No todos los sistemas orgánicos se ven
afectados de igual manera con el enve-
jecimiento, siendo muchos los factores
a los que se ven expuestos los pacien-
tes a lo largo de su vida y que pueden
afectar a la funcionalidad de distintos
órganos. Los procesos patológicos que
suelen aparecer con el envejecimiento
se asocian a hígado, riñón y sistema
cardiovascular, siendo en general pro-
cesos crónicos (ej. enfermedad renal
crónica (ERC), cardiomiopatía hipertró-
fica crónica (CMHc)). Muchas endocri-
nopatías también son más frecuentes
en animales mayores, incluyendo en-
fermedades tiroideas y diabetes melli-
tus en perro y gato e hiperadrenocorti-
cismo en perro.
HEMOGRAMA
El hemograma completo es una parte
importante en cualquier examen de
laboratorio, independientemente de
la especie y la edad del animal. En pa-
cientes geriátricos puede ayudar, junto
a otras pruebas, a interpretar otros ha-
llazgos laboratoriales, así como a detec-
tar enfermedades subyacentes ocultas.
A. SERIE ROJA
• La anemia del anciano, es una enti-
dad ampliamente descrita en huma-
na. Aparece en más del >10% de los
mayores de 65 y hasta en el 25% de
los mayores de 85 años, siendo un
hallazgo común del inflammaging.
Normalmente se trata de una ane-
mia leve o moderada, aunque de
mal pronóstico y que conlleva un
aumento del riesgo de mortalidad
y comorbilidades. Se ha descrito
como principal causa la deficiencia
de hierro por sangrado gastroin-
testinal, aunque también puede
deberse a dietas pobres en hierro
(menos probable en la sociedad oc-
cidental). Otras posibles causas son
la enfermedad renal crónica, infla-
mación crónica y trastornos mielo y
linfoproliferativos, así como causas
idiopáticas. En veterinaria, artículos
recientes (Radakovich LB et al 2017)
han demostrado la presencia de
esta anemia en la población geriá-
trica, siendo también su principal
causa el sangrado gastrointestinal
y la deficiencia de hierro (secues-
Vetmadrid 2022 | 97
 tro en macrófagos), pudiendo así
mismo aparecer asociada a enfer-
medad o inflamación crónica, ERC,
hepatitis/hepatopatia crónica, neo-
plasia o endocrinopatías.
Relación entre deficiencia de hierro e
inflamación:
Inflamación  liberación de citoquinas
(IL 6)  producción hepática de hepcidi-
na  secuestro de hierro en enterocitos
(duodeno), hepatocitos y macrófagos 
disminución de la biodisponibilidad en
médula ósea para la síntesis de hemog-
lobina  microcitosis
Transferrina (principal transportadora
de hierro): proteína de fase aguda (PFA)
negativa, es decir, disminuye en proce-
sos inflamatorios
• La presencia de reticulocitosis sig-
nificativa en ausencia de anemia
puede ser un indicador temprano
de enfermedad subyacente (DeNi-
cola D et al. 2011). Se recomienda
investigar patologías hepáticas, es-
plénicas, renales y enfermedades
inmunomediadas.
• Poiquilocitosis: especialmente esfe-
rocitos (anemia hemolítica inmuno-
mediada) y acantocitos (patologías
hepáticas y alteraciones del meta-
bolismo lipídico)
B. SERIE BLANCA
• Leucograma inflamatorio: procesos
inflamatorios asociados a diabetes
mellitus, hiperadrenocorticismo y
neoplasia
• Linfopenia: leucograma de estrés
(exposición a glucocorticoides en-
dógenos o exógenos). Otra posible
causa son procesos inflamatorios e
infecciosos.
98 | Alteraciones hematológicas y bioquímicas en el paciente geriátrico
• Eosinofilia persistente: asma felino,
alergia/hipersensibilidad, síndrome pa-
raneoplásico (linfoma, mastocitoma)
C. PLAQUETAS
• Trombocitosis: son varias las posi-
bles causas de trombocitosis: ex-
posición a corticoides endógenos
o exógenos, sangrado intestinal
crónico/deficiencia de hierro, se-
cundaria a inflamación (infección /
inmunomediada) o a neoplasia, o
posterior a hemorragia aguda.
Trombocitosis reactiva (asociada al in-
flammaging): citoquinas inflamatorias
(IL-6)  trombopoyetina  trombocitosis
La causa más frecuente de trombocito-
sis en gatos es un proceso inflamatorio,
especialmente afectando al tracto gas-
trointestinal (Rizzo et al. 2007).
• Trombocitopenia: confirmar siem-
pre en frotis. Presente en el 13% de
los perros con neoplasias (linfoma,
mieloma múltiple, HSA)
Por lo tanto.....
Los cambios más frecuentes observa-
dos en el hemograma de animales ge-
riátricos son:
• Anemia del anciano. Disminución
del hematocrito, del MCV y del hie-
rro sérico a menudo atribuidos a
una inflamación leve. El problema
es que a día de hoy no todos los la-
boratorios veterinarios disponen de
paneles de hierro, por lo que puede
resultar difícil diferenciar entre ane-
mia por deficiencia de hierro, ane-
mia de enfermedad crónica y una
combinación de ambas. La hipocro-
masia en el frotis puede hacer sos-
pechar de una deficiencia de hierro
(valorar depósitos de médula ósea y
Carmen Cortés
evaluación de los niveles de hierro
mediante la medición de la prueba
de capacidad total de fijación de
hierro (TIBC) y la ferritina).
• Hematocrito: en general, se ha ob-
servado que disminuye con la edad.
Perros geriátricos clínicamente sa-
nos presentan hematocritos inferio-
res a adultos y senior. Sin embargo,
hay estudios en los que los resulta-
dos indican lo contrario (Hto y Hgb
no varían con la edad; Hto y Hgb
aumentan con la edad; Hto y Hgb
disminuyen con la edad). La dismi-
nución del hematocrito en animales
geriátricos puede atribuirse a san-
grado gastrointestinal o a anemia
de enfermedad crónica.
• MCV: disminuye con la edad (en
adultos es mayor que en senior y
geriátricos). Sin embargo, según
Seok Hee Lee et al 2020, el MCV y
MPV se encuentra significativamen-
te aumentado en perros jóvenes
respecto a geriátricos en razas me-
dianas (no en grandes). Su disminu-
ción puede atribuirse a una combi-
nación de deficiencia de hierro (ej:
sangrado gastrointestinal) y secues-
tro de hierro en macrófagos secun-
dario a inflamación.
• RDW: aumenta con la edad
• Recuento total de leucocitos y linfo-
citos: las concentraciones disminu-
yen con la edad (adultos > geriátri-
cos). Este es un efecto derivado de
la inmunosenescencia en vertebra-
dos (perdida de linfocitos T CD4+)
Probablemente, el único cambio
realmente atribuible a inmunose-
nescencia y no a leve inflamación
(immunoaging), es la disminución
de los linfocitos (aunque a veces
puede que sí que tenga que ver con
inflamación, pero entonces debería-
mos ver leucograma de estrés).
• Plaquetas: aumentan con la edad
(adultos < seniors < geriátricos). Sin
embargo, en un estudio en beagles
realizado por Dougherty JH et al. en
1965, se observó una disminución
con la edad.
D. PROTEÍNAS TOTALES
Aunque las proteínas no formarían par-
te del hemograma, debido a la impor-
tancia de interpretar los resultados del
hemograma junto con el de proteínas
totales (deshidratación, anemias he-
molíticas vs hemorrágicas…), se trata-
rán dentro de este apartado.
La mayoría de patologías alteran una
o más fracciones de proteínas séricas
(albúmina y globulinas). Tanto el incre-
mento de las proteínas totales como el
aumento de las globulinas y la disminu-
ción de la albúmina son más frecuentes
en animales geriátricos que en adultos
jóvenes. Estos cambios deben ser in-
terpretados de forma conjunta con los
signos clínicos y con otros parámetros
de laboratorio
El recuento total de proteínas séricas
aumenta con la edad (adultos y seniors
< geriátricos). Esto parece ser que se
debe a que, a pesar de que la albúmi-
na disminuye con la edad (adultos y
seniors > geriátricos) probablemente
debido a una disminución en su pro-
ducción y a que es una PFA negativa,
a que el valor de las globulinas séricas
parece aumentar con la edad (seniors
y geriátricos > adultos) (Immunoaging)
Patrón inflamatorio clásico: disminu-
ción albúmina + aumento de globulinas
Disminución de la albúmina con la
edad: puede deberse a inflamación
crónica, malabsorción/enteropatía per-
Vetmadrid 2022 | 99
dedora de proteínas o nefropatía per-
dedora de proteínas. La estimulación
antigénica crónica a lo largo de la vida
(Inflammaging) puede conducir a infla-
mación crónica y reclutamiento conti-
nuo de PFAs. Dado que la albúmina es
una PFA negativa, esto daría como re-
sultado una disminución de la concen-
tración sérica de albúmina con la edad.
Una albúmina sérica baja se asocia a
una mayor pérdida de masa muscular
apendicular en humana.
Hallazgos laboratoriales
para las enfermedades más
comunes en geriatricos
RIÑÓN Y TRACTO URINARIO
Valores renales (urea, creatinina,
SDMA)
Azotemia: se define como la elevación
de urea y creatinina en sangre. La urea
y creatinina elevadas son hallazgos ca-
racterísticos de insuficiencia renal cró-
nica (IRC). Ambas son indicativas de la
tasa de filtración glomerular (TFG), pero
no se elevan hasta que no se pierde la
funcionalidad de más del 75% del total
de las nefronas. Los resultados de urea
y creatinina deben valorarse siempre
junto con la densidad urinaria.
Es importante recordar que la urea
puede además aparecer elevada ante
una dieta rica en proteínas y en sangra-
do digestivo.
De media, los valores de creatinina son
ligeramente menores en animales ge-
riátricos con
“riñones sanos” que en animales jóve-
nes o de edad media. Esto se debe a la
disminución de la masa muscular con la
edad, especialmente en animales que
tienen problemas musculoesqueléticos
y que, por lo tanto, son menos activos.
En los gatos con hipertiroidismo la
100 | Alteraciones hematológicas y bioquímicas en el paciente geriátrico
concentración de creatinina en sangre
también se ve disminuida por el au-
mento de la perfusión renal asociada.
La SDMA es el aminoácido arginina
con dos grupos metilo (dimetil) en una
orientación simétrica. Se considera un
marcador más sensible y temprano de
disminución de la tasa de filtración glo-
merular que la creatinina sérica, ya que
se excreta de forma exclusiva a través
del riñón sin ser metabolizada. Ade-
más, la SDMA aumenta a partir de una
reducción de aproximadamente del
25-30% de la TFG, mientras que la crea-
tinina solo aumenta de forma fiable
después de una reducción del 70-75%.
Un estudio ha mostrado que, en gatos,
la SDMA aumentó por encima de nive-
les normales un año antes de lo que lo
hizo la creatinina. Además, la SDMA es
independiente de la masa corporal y,
por lo tanto, permite la detección de in-
suficiencia renal cuando los valores de
creatinina se encuentran aún dentro de
los límites normales.
Aumento de la concentración sérica de
fósforo: se asume que refleja una dis-
minución de la función renal en geriá-
tricos. Sin embargo, en humana está
descrita en varios estudios la disminu-
ción del fósforo en ancianos y se cree
que se debe a un aumento de la activi-
dad de la PTH.
Aumento de concentraciones séricas
de sodio y potasio con la edad en pe-
rros: posibles explicaciones para este
aumento son la disminución de la fun-
ción renal con la edad y la presencia
de deshidratación o daño muscular
(potasio). En IRC es posible ver hiper e
hipopotasemia (hiperpotasemia: com-
pensación de la acidosis metabólica en
IRC e hipopotasemia: disminución de
su absorción tubular y aumento de su
Carmen Cortés
excreción renal). Los valores de potasio
pueden estar disminuidos en pacientes
felinos con acidosis debido a esto.
T4 total: puede aparecer disminuida
en pacientes con ERC (eutiroideo en-
fermo). Así mismo, debe evaluarse de
manera cuidadosa en cualquier pacien-
te geriátrico felino con ERC o con IRC ya
que el hipertiroidismo y la ERC pueden
aparecer como patologías simultáneas.
Análisis de orina
Las infecciones del tracto urinario son
frecuentes y pueden aparecer de forma
concurrente a insuficiencia renal, hiper-
plasia prostática, hipertiroidismo, dia-
betes mellitus, hiperadrenocorticismo,
nefropatías y ciertas neoplasias.
HÍGADO Y VIAS BILIARES
Enzimas hepáticas (ALT, GLDH, ALP)
Las hepatopatías no son exclusivas de
animales geriátricos. Sin embargo, la
capacidad regenerativa del hígado dis-
minuye a medida que aumenta la edad,
y el efecto de agentes nocivos sobre el
hígado (ej. infecciones, intoxicaciones),
enfermedades cardiacas y enfermeda-
des metabólicas, son peor compensa-
dos al aumentar la edad.
El aumento de los valores hepáticos es
un indicador de daño presente o, espe-
cialmente en animales geriátricos, cró-
nico en el hígado.
Hepatitis crónica canina (HCC)
Grupo de enfermedades inflamatorias
necrotizantes que afectan al hígado,
presentan etiología variable y suelen
afectar a perros de mediana edad y ge-
riátricos
Hemograma: leve a moderada anemia
no regenerativa; leucograma inflama-
torio; acantocitos en el frotis
ALT: enzima citoplasmática de los he-
patocitos, más específica de daño he-
pático que la AST. Es indicativa de daño
hepatocelular agudo (pico: 48 hrs tras
daño). Su vida media es de 48-96 horas
en perros y menos de 24 horas en ga-
tos, por lo que elevaciones continuas
son indicativas de daño mantenido. Es
importante recordar que no distingue
daño reversible de irreversible, ni se re-
laciona con la funcionalidad. Además,
aumenta proporcionalmente al núme-
ro de hepatocitos dañados, pudiendo
estar los valores dentro de los interva-
los de referencia como resultado de la
disminución de la masa hepática.
AST: enzima presente en las mitocon-
drias de los hepatocitos, indicativa de
daño hepatocelular. Presenta una se-
mivida menor a 24 horas, por lo que
se normaliza tras daño hepático agudo
antes que ALT. Es importante tener en
cuenta que puede aumentar tras he-
mólisis, y que al igual que la ALT pero
en mayor cantidad, está presente tam-
bién en músculo esquelético y cardiaco.
ALP: enzima asociada a membranas ce-
lulares (hígado, hueso, riñón, intestino,
placenta). Existen varias isoenzimas:
ósea, placentaria, renal, gastrointes-
tinal e inducida por corticoesteroides
(esta última solo presente en perros).
La ALP es una enzima inducida por co-
lestasis, no se relaciona con funciona-
lidad. Presenta una semivida de 3 días
en perros y 6 horas en gatos. En perros,
elevaciones de hasta 2-3 veces por en-
cima del intervalo de referencia se con-
sideran inespecíficas.
GGT: enzima de membrana de hepa-
tocitos de vías biliares. Se trata de una
enzima inducida por colestasis. Es más
especifica de hígado que la ALP en pe-
Vetmadrid 2022 | 101
rros, sin embargo, ambas tienden a
elevarse de manera conjunta tanto en
colestasis como por glucocorticoides,
probablemente debido a que niveles
elevados de glucocorticoides inducen
una hepatopatía esteroidea (colestasis
intrahepática secundaria). Normalmen-
te cuando la GGT está más aumentada
que la ALP, el diagnóstico diferencial
más probable es una obstrucción biliar
y colestasis extrahepática.
Proteínas totales y albúmina: a excepción
de las inmunoglobulinas, todas las proteí-
nas se producen a nivel hepático. Pacien-
tes con masa hepática funcional disminui-
da presentan a menudo hipoproteinemia
e hipoalbuminemia (normalmente solo
si es crónico, ya que la vida media de las
proteínas es de 7-10 días) y globulinas
normales o aumentadas.
Bilirrubina: puede aparecer elevada en
orina (bilirrubinuria) y en sangre (bi-
lirrubinemia), siendo un indicador de
colestasis y funcionalidad, pero menos
sensible que ALP y GGT.
Urea: disminuida en casos de disminu-
ción de masa hepática funcional y en
shunt portosistémico congénito o adqui-
rido, así como en dietas hipoproteicas.
Hipoglucemia: por disminución de los
depósitos de glucógeno hepáticos. Es
un indicador pronóstico negativo en
pacientes con enfermedad hepática.
Colesterol y triglicéridos: la enfermedad
hepática, especialmente con compo-
nente colestático, se asocia con hiper-
colesterolemia y triglicéridos normales.
Este patrón es inespecífico (también
puede aparecer en hipotiroidismo, sín-
drome de Cushing, diabetes mellitus...).
Además, debido a que en el hígado es
donde se sintetiza el colesterol, es posi-
102 | Alteraciones hematológicas y bioquímicas en el paciente geriátrico
ble ver hipocolesterolemia en disminu-
ción de masa hepática funcional.
Enfermedades endocrinas
en geriátricos
Es importante realizar un diagnóstico
precoz las endocrinopatías para tomar
decisiones terapéuticas tempranas,
siempre que existan signos clínicos
compatibles. Los signos clínicos aso-
ciados a hipertiroidismo tales como
proteinuria, hipertensión arterial e hi-
pertrofia cardiaca, se pueden evitar
o paliar si se realiza un diagnóstico y
tratamiento precoz. El hipotiroidismo
canino no es una patología que se dé
necesariamente en animales mayores,
ya que el desarrollo de la enfermedad
suele empezar los 2-6 años; no obstan-
te, los signos clínicos pueden ser detec-
tados en pacientes de edad avanzada.
Diabetes Mellitus (DM):
La diabetes es una de las endocrinopa-
tías más frecuentes en perros y gatos
mayores.
ALT, ALP, GGT y bilirrubina: elevaciones
por colestasis intrahepática secundaria,
ya que la diabetes favorece la aparición
de lipidosis hepática. En gatos con ele-
vaciones mayores de ALP que GGT son
muy sugestivas de lipidosis hepáticas.
Glucosa: Hiperglucemia (>180 mg/dl en
perros y > 300 mg/dl en gatos ya que la
hiperglucemia de estrés en gatos pue-
de llegar a ser de hasta 300 mg/dl)
Fructosamina: la fructosamina refleja
la concentración sanguínea de glucosa
en las 1-2 semanas previas. Una con-
centración elevada de fructosamina (>
400 umol/L) es compatible con diabe-
tes, mientras que una concentración
normal de fructosamina sugiere hiper-
glucemia de estrés. Hay que tener en
Carmen Cortés
cuenta que el incremento de fructosa-
mina depende de la duración y seve-
ridad de la hiperglucemia, por lo que
perros y gatos con hiperglucemia leve
o DM de aparición reciente pueden
presentar niveles de fructosamina den-
tro del intervalo de referencia. Por otro
lado, la concentración de fructosamina
aparece disminuida en presencia de hi-
poproteinemia y en hipertiroidismo. El
5.8% de los perros geriátricos y el 8.8%
de los gatos de edad avanzada presen-
tan valores de fructosamina incremen-
tados en nuestro laboratorio.
Urea y creatinina: azotemia por deshi-
dratación (pre-renal, orina concentrada)
Potasio: los pacientes diabéticos pue-
den presentar hipo e hiperpotasemia,
en función del estado metabólico del
paciente (hiperpotasemia asociada a
deficiencia de insulina e hiperpotase-
mia en acidosis metabólica). Por otro
lado, la glucosuria provoca diuresis os-
mótica, lo que da lugar a una disminu-
ción de potasio.
Fósforo: la hiperfosfatemia suele acom-
pañar a la azotemia. Es importante ya
que puede provocar anemia hemolítica.
Hiperadrenocorticismo canino (HAC):
El HAC es una endocrinopatía de ani-
males de edad media-avanzada.
Se caracteriza con frecuencia por un
aumento temprano de la ALP (80% de
los casos), aumento en la concentra-
ción de fructosamina y leucograma de
estrés (leucocitosis con leve neutrofilia
madura, linfopenia, monocitosis leve
variable y eosinopenia). A veces tam-
bién se observan recuentos eritrocita-
rios normales a levemente aumenta-
dos, leve respuesta regenerativa (5-10
eritrocitos nucleados/100 leucocitos en
ausencia de policromasia) y reticuloci-
tosis con hematocritos normales a leve
eritrocitosis.
Otros hallazgos bioquímicos, asociados
a la hepatopatía esteroidea, son ele-
vaciones de leve a moderadas de ALT
y GGT (esta última probablemente por
colestasis intrahepática secundaria).
Además, debido a que los glucocorti-
coides son gluconeogénicos, se obser-
van a menudo elevaciones de leves a
moderadas de glucosa en sangre (nor-
malmente entre el límite superior del
intervalo de referencia y el umbral re-
nal: 120-180 mg/dl).
Los valores basales de T4 total apare-
cen disminuidos en el 70% de los casos
(eutiroideo enfermo), por lo que es im-
portante realizar análisis adicionales en
caso de sospecha clínica de hipotiroi-
dismo para diferenciar causas tiroideas
de no tiroideas (T4 libre, TSH).
Hipertiroidismo felino:
Se trata de la endocrinopatía más fre-
cuente en gatos geriátricos. Dentro de
las alteraciones hematológicas y bioquí-
micas observadas podemos destacar:
Hemograma: ligera policitemia en más
del 50% de los pacientes, macrocitosis
y presencia de cuerpos de Heinz en au-
sencia de anemia hemolítica.
Aumento de leve a marcado de enzi-
mas hepáticas (ALT y ALP): es el hallaz-
go laboratorial más evidente. Está rela-
cionado con el aumento de la T4 (no se
sabe exactamente como el exceso de
T4 provoca el aumento de ALT y ALP)
Azotemia de leve a moderada: el au-
mento del gasto cardiaco debido al hi-
pertiroidismo puede enmascarar una
disminución en la TFG.
Vetmadrid 2022 | 103
T4 total: aparece aumentada en la ma-
yoría de los pacientes (confirma diag-
nóstico en pacientes con síntomatolo-
gía compatible). Sin embargo, puede
encontrarse dentro del intervalo de
referencia en pacientes con hiperti-
roidismo y enfermedades no tiroideas
concurrentes (ERC, DM...). Es por ello
que en pacientes sospechosos de hi-
pertitroidismo con T4 normal, se deben
realizar análisis confirmatorios adicio-
nales (T4 libre, gammagrafía, test de
supresión con T3).
Alteraciones observadas en
geriátricos no asociadas a
enfermedad
Disminución de la concentración séri-
ca de creatinina: por disminución de la
masa muscular con la edad. Hay estu-
dios en los que se ha descrito un au-
mento de la CK sérica en perros mayo-
res de 10 años.
Disminución de la concentración sérica
de glucosa con la edad: se ha propues-
to que se deba como causa más pro-
bable a la disminución en la capacidad
de almacenamiento de glucógeno en el
hígado con la edad y/o la disminución
de la masa hepática funcional. Solo
hay un estudio en el que se observó un
aumento de la glucosa en geriátricos
(Strasser A et al 1993), quizá debido a
un aumento en la resistencia a la insuli-
na con la edad.
Take home messages
EVIDENCIAS DE INFLAMMAGING: dis-
minución de albúmina sérica, aumento
de globulinas séricas, aumento del re-
cuento plaquetario.
EVIDENCIAS DE INMUNOSENESCENCIA:
disminución del recuento leucocitario
con la edad y anemia del anciano.
104 | Alteraciones hematológicas y bioquímicas en el paciente geriátrico
Aumento de urea sérica en pacientes
senior y geriátricos: sin aumento con-
currente de creatinina y ratio urea:crea-
tinina > 20:1. La causa más probable es
un potencial sangrado gastrointestinal
o deshidratación, pero no es posible
descartar por completo que se deba
a una disminución de la TFG. Estudios
recientes en humana han demostrado
que la causa más frecuente de anemia
en ancianos es la deficiencia de hierro,
debida normalmente a sangrado gas-
trointestinal más que a deficiencia nu-
tricional en la sociedad occidental, y es
posible que esto también se cumpla en
el perro.
Trombocitosis: puede deberse a defi-
ciencia de hierro o tratarse de trombo-
citosis reactiva secundaria a inflama-
ción.
Disminución de cloro sérico en geriá-
tricos: fármacos, disminución de ADH,
endocrinopatías.
Aumento de fósforo sérico en geriátri-
cos: deshidratación o disminución de
TFG.
Disminución de eritropoyesis asociada
a hierro (disminución de VCM, hema-
tocrito y disminución de hierro sérico):
deficiencia de hierro, inflamación cróni-
ca leve.
Aumento de colesterol, ALP y ALT: co-
lestasis, pancreatitis crónica, enferme-
dad infiltrativa, enfermedad intestinal
inflamatoria/enteritis (ALP por hipe-
radrenocorticismo subyacente o por
estrés crónico). La hipercolesterolemia
puede hacer sospechar de hipotiroidis-
mo o síndrome nefrótico (disminución
de albúmina).
Carmen Cortés

Bibliografía
Connolly SL, Nelson S, Jones T et al. The
effect of age and sex on selected hemato-
logic and serum biochemical analytes in
4804 elite endurance-trained sled dogs par-
ticipating in the Iditarod Trail Sled Dog Race
pre-race examination program. PLoS ONE
15(8):e0237706.
Dell’Ossa D and Jaensch S. Prevalence of
clinicopathological changes in healthy mi-
ddle-aged dogs and cats presenting to ve-
terinary practices for routine procedures.
Australian Veterinary Journal. (2016) 94(9);
317-323.
https://www.aaha.org/globalassets/02-gui-
delines/senior-care/senior-care-guidelines
https://eclinpath.com/
Lowseth LA, Gillett NA, Gerlach RF et al. The
effects of aging on hematology and serum
chemistry values in the beagle dog. Vet Clin
Pathol. Vol 19, No 1, 13-19
Metzger FL, Rebar AH. Clinical Pathology in-
terpretation in geriatric veterinary patients.
Vet Clin Small Anim. (2012) 42; 615-629
Pérez D, Arenas C, Melián C. Manual de
endocrinología de pequeños animales 2ª
Edición (2018), Multimédica Ediciones Vete-
rinarias
Radakovich LB, Stephen CP, Truelove MP
et al. Hematology and biochemistry of
aging-evidence of “anemia of the elderly” in
old dogs. Vet Clin Pathol. (2017) 1-12
Scudder Ch, Keyte S. Endocrinology refres-
her VetCPD course, November 2020
Seok HL, Jin Wook K, Byeong CL et al.
Age-specific variations in hematological
and biochemical parameters in midd-
le-and large-sized of dogs. J Vet Sci. (2020)
Jan:21(1):e7
Villiers E, Ristic J. BSAVA Manual of Canine
and Feline Clinical Pathology third edition
(2016), BSAVA

Vetmadrid 2022 | 105

106 | nombre ponencia
Autor

RENAL

Vetmadrid 2022 | 107

108 |
Autor

Salvador Cervantes
Licenciado en el 1998 por la Universidad
Autónoma de Barcelona. A los pocos meses
ya se dio cuenta que la formación recibida
sobre gatos era insuficiente, así que cursó
el postgrado de la ESAVS en Zürich sobre
Medicina y Cirugía Felina del 99 al 01.

En el año 2000 cofunda con Anna Calvet

su primer centro, una clínica mixta en
Poble Sec (Barcelona), sin embargo, tan
solo 5 años más tarde, los gatos en esta
clínica ya ocupaban el 70% de las visitas.
Así que en 2016 inauguran la Clínica Felina Barcelona. Ahora
mismo en este hospital son ya 19 profesionales para el cuidado
integral de la salud felina.

Salvador escribió en el 2011 el Manual de Geriatría Canina y

Felina de la Ed. Edra que ha sido traducido a diversos idiomas
y del que se ha hecho una revisión, reedición y traducción al
inglés en 2021. Saldrá a la venta en 2022.

Además, es coautor del libro del proyecto GRAM para el uso

racional de antibióticos en pequeños animales. Proyecto
auspiciado por CEVA y que ha sido de referencia en toda Europa
.

Finalmente en 2018, fue coautor de las Guías de diagnóstico y

tratamiento de la hipertensión felina de la ISFM.

Vetmadrid 2022 | 109

110 |
Salvador Cervantes

INFECCIONES URINARIAS PERSISTENTES Y

SUBCLÍNICAS EN EL PACIENTE GERIÁTRICO.
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO
Salvador Cervantes Sala
LV, Acred. Medicina Felina AVEPA
Clínica Felina Barcelona - s.cervantes@clinicafelinabarcelona.cat

Introducción o bacteriana se usan como sinónimo

Las infecciones urinarias son más preva-
lentes en el paciente geriátrico ya que se
ven, por un lado, reducidas las estrate-
gias de inmunidad innata en este tipo de
pacientes, mientras que por el otro hay
una acumulación de patologías, altera-
ciones funcionales… que promueven
las infecciones bacterianas secundarias.
Así, por ejemplo, en medicina felina
decimos que en pacientes jóvenes casi
nunca existe componente bacteriano
primario como causa de cistitis.
en esta rama médica. Sin embargo, en
medicina veterinaria de pequeñas es-
pecies no debe usarse como sinónimo.
Cistitis bacteriana sencilla o sin com-
plicaciones: Cualquier inflamación,
aguda (o crónica), de la vejiga urinaria
con sintomatología clínica y causada
por bacterias uropatogénicas en un
paciente que por lo demás está sano
y cuyo aparato urinario es normal en
cuanto a anatomía y función.

Mientras que, en estos mismos pacien- Cistitis bacteriana Complicada: Infla-

tes felinos pero geriátricos las infec-
ciones de orina pueden llegar a ser la
causa de hasta un 25% de las cistitis. El
diagnóstico más certero lo consegui-
mos con los cultivos de orina y los sub-
siguientes antibiogramas, sin embargo,
en pacientes geriátricos sin signos clíni-
cos asociados al crecimiento bacteria-
no puede que el diagnóstico sea algo
confuso.
Primer Paso ¿Frente a
qué estoy luchando?
Definiciones
Cistitis: Cualquier inflamación, aguda
o crónica, de la vejiga urinaria; suele
manifestarse por polaquiuria, disuria,
tenesmo y escozor al orinar. Puede
obedecer a diversas causas. En medici-
na humana, la causa infecciosa bacte-
riana es la causa más común y por eso
vulgarmente cistitis y cistitis infecciosa
mación, aguda o crónica, de la vejiga
urinaria de un paciente que posee ano-
malías estructurales o funcionales del
aparato urogenital, se encuentra inmu-
nocomprometido o sufre de enferme-
dades concomitantes que le predispo-
nen a este tipo de infecciones.
Cistitis bacteriana recurrente por re-
infección: Son aquellas inflamaciones de
la vejiga urinaria con sintomatología clí-
nica y causadas por diferentes bacterias
uropatogénicas que son las que provo-
caron el cuadro original. Normalmente,
implica un nuevo foco de infección.
Cistitis bacteriana recurrente recidi-
vante: Cualquier inflamación de la veji-
ga urinaria con sintomatología clínica y
causada por las mismas bacterias uro-
patogénicas que las que provocaron el
cuadro original. Normalmente, implica
un fallo terapéutico.
Vetmadrid 2022 | 111
*Los pacientes con cistitis bacterianas
recurrentes son aquellos que sufren de
más de tres episodios en 12 meses.
Cistitis bacteriana persistente: Infla-
mación normalmente cronificada de
causa bacteriana que sucede a pesar
de que el paciente ha recibido el trata-
miento antibiótico correcto durante el
tiempo correcto, donde la infección y
los signos clínicos no han desaparecido
durante el tratamiento.
Bacteriuria subclínica: Presencia de una
población bacteriana (normalmente uro-
patogénica) por encima de lo normal que
puede ser detectada mediante citología
o cultivo pero que no se ve asociada con
signos clínicos habituales como la pola-
quiuria, la disuria o la periuria.
Segundo Paso Toma de
Muestras:
Aunque existen rangos numéricos para
intentar clasificar el número mínimo de
Unidades Formadoras de Colonia (UFC)
según el origen de la muestra urinaria,
si queremos minimizar errores debe-
remos priorizar aquellas muestras por
cistocentesis. La cistocentesis aunque
no es un sistema perfecto, reduce drás-
ticamente las posibilidades de confu-
sión, ya que si no es por contaminación
cutánea, el crecimiento exagerado de
bacterias indicará siempre un sobre-
crecimiento de la microbiota vesical.
La cistocentesis es un método muy sen-
cillo de realizar, siempre que el pacien-
te sea ligeramente colaborador. El quid
de esta técnica pasa por la fijación de la
vejiga con la mano del operador. En pa-
cientes obesos o con vejigas móviles o
pequeñas quizás la visualización por ul-
trasonidos sea recomendable. En hem-
bras de ambas especies es muy impor-
tante no aplicar demasiada presión al
fijar la vejiga ya que es muy común que
la muestra sea expelida vía uretral y
nos quedemos sin ella.
En hembras es muy frecuente que, al
apretar la vejiga, sobre todo si esta se
encuentra inflamada, la paciente no
pueda retener la orina. Así que es más
que recomendable desinfectar a con-
ciencia la mesa donde vayamos a rea-
lizar la cistocentesis. El equipo auxiliar
estará atento por si la micción aparece.
En ese momento, ya sea mediante un
contenedor estéril (sistema preferi-
do) una riñonera o directamente de la
mesa desinfectada se tomará la mues-
tra como último recurso.

Clasificación según el número de UFC/ml de orina y el origen de esta

Cistocentesis: Superior o igual a 1000 UFC/mL significativo
Cateterismo uretral: Superior o igual a 10000 UFC/mL significativo en machos
Cateterismo uretral: Superior o igual a 100000 UFC/mL significativo en hembras
Micción espontánea: Superior o igual a 100000 UFC/mL significativo en perros
Micción espontánea: Superior o igual a 10000 UFC/mL significativo en gatos
Según los estándares de la sociedad internacional para infecciones en animales de
compañía (Antimicrobial use guidelines for treatment of urinary tract disease in dogs and
cats: antimicrobial guidelines working group of the international society for companion
animal infectious diseases. Vet Med Int. 2011)

112 | Infecciones urinarias persistentes y subclínicas en el paciente geriátrico

Salvador Cervantes
Tercer paso: Urianálisis y
estudio del sedimento
De la muestra obtenida necesitamos
realizar un análisis bioquímico me-
diante una tira de orina y una valo-
ración de la densidad urinaria. Las
cistitis bacterianas suelen dar positi-
vo en sangre o hemoglobina, marcan
en proteinuria y la densidad de ori-
na suele ser más baja de lo normal.
Cabe recordar que en las tiras de ori-
na en pacientes felinos la positividad
a leucocitos o a nitritos no es indica-
tiva de infección ya que su nivel de
falsos positivos es extremadamente
elevado.
En el estudio del sedimento, que se
hace tras una centrifugación suave y
tinción con panóptico rápido, de la
muestra de la orina, debemos bus-
car la presencia de gl. rojos, blancos
y microorganismos. Siendo la pre-
sencia de neutrófilos o, quizás ma-
crófagos, fagocitando bacterias la
imagen perseguida ya que si existe
está claro que el organismo de nues-
tro paciente está reaccionando con-
tra esa bacteriuria.
En un gato joven al obtener este re-
sultado en la citología nos indica la
necesidad de o bien realizar un culti-
vo o bien iniciar un tratamiento con
antibióticos si es la primera vez que
el paciente viene por este problema
y no se han encontrado causas com-
plicantes como endocrinopatías,
urolitos…
Sin embargo, en un paciente geriá-
trico este hallazgo citológico es sufi-
ciente para pedir un cultivo y su pos-
terior antibiograma. Si además, nos
enfrentamos a una cistitis recurrente
o persistente, entonces el cultivo es,
obviamente, ineludible.
Protocolo de actuación
frente a una Cistitis
bacteriana recurrente o
persistente:
Primer paso:
Si ya se ha tratado una cistitis bacteria-
na y esta no se ha solucionado o ha re-
currido, lo primero que debemos hacer
es un nuevo cultivo. Esto se realiza para
garantizar si ha habido o no cambio del
agente bacteriano y de su sensibilidad
a los antibióticos.
Segundo paso:
Comprobar la dosis y la posología pres-
crita y si el propietario entendió las ins-
trucciones de administración.
Tercer paso:
Búsqueda e investigación de la presen-
cia de una causa primaria que explique
el fallo terapéutico, como por ejemplo
la presencia de enfermedad prostática,
urolitos y nefrolitos, endocrinopatías
(hiperadrenocorticismo, hipotiroidis-
mo, diabetes mellitus…), enfermedad
renal crónica, tratamientos con corti-
costeroides o progestágenos…
Cuarto paso:
Instauración de las medidas terapéuti-
cas adecuadas para solucionar el paso
anterior.
Quinto paso:
Reinstauración de un tratamiento anti-
biótico adecuado, teniendo en cuenta,
el lugar de infección y la concentra-
ción alcanzada por fármaco activo, el
tipo de antibiótico prescrito (tiempo o
concentración dependiente), el patrón
de resistencia intrínseca y el patrón de
sensibilidad in vitro y recultivo antes y
después de parar el tratamiento (nor-
malmente a los 5-7 días de haber sus-
pendido el tratamiento).
Vetmadrid 2022 | 113
Protocolo de actuación
frente a una bacteriuria
subclínica o silente:
Primero hay que decir que los casos
donde existe una bacteriuria subclíni-
ca o silente son raros en la práctica de
nuestra profesión. Suelen ser pacientes
que tienen una enfermedad subyacente
declarada (p.e. Enf. renal crónica, Diabe-
tes mellitus…) o una anomalía anatómi-
ca o funcional en el aparato urinario.
En segundo lugar, hay que dejar claro,
que no hay un consenso claro de que
hacer con estos pacientes, ni en cuanto
a su monitorización ni a la frecuencia
de esta. Por lo que el clínico se ve forza-
do a buscar la individualización de cada
caso, ser muy claro con el propietario
del paciente afectado por este tipo de
bacteriuria, ya que si no gozamos con
su confianza el manejo será extrema-
damente difícil.
En tercer lugar, no deben prescribirse
antibióticos de forma rutinaria a estos
pacientes. Esto se debe a que los an-
tibióticos no van a ser capaces de eli-
minar la bacteriuria, normalmente lo
que se consigue es una reducción de
las concentraciones de UFC pero no su
erradicación, por lo que parece más ló-
gico guardar los antibióticos para cuan-
do los pacientes sí muestren signos
clínicos o analíticos (tanto citológicos
como analíticos).
Cuarto lugar, ya que hemos sido capa-
ces de diagnosticar un déficit de inmu-
nidad en esa zona, debemos preparar
un protocolo para evitar reinfecciones.
Por este motivo se suele proponer un
protocolo de higiene de la zona pu-
denda mediante antisépticos, ya que la
mayoría de los uropatógenos tienen su
origen en la microbiota colónica.
En quinto lugar, intentaremos aumen-
114 | Infecciones urinarias persistentes y subclínicas en el paciente geriátrico
tar la resistencia de nuestro paciente a
la infección urinaria. Promover el vacia-
do frecuente de la vejiga es uno de los
métodos más efectivos. Si la bacteria
implicada es E.coli se puede mirar de
utilizar productos ricos en las proanto-
cianidinas de arándano rojo y própolis.
Con un nivel similar de evidencia pode-
mos recomendar probióticos como los
E.faecium sp68 para intentar incremen-
tar la capacidad de mucosa urinaria de
defenderse tanto por el incremento de
la concentración de IgA como por la su-
puesta mejora de la inmunidad celular.
Finalmente, cada vez que el paciente
presente signos clínicos deben realizar-
se de nuevo cultivos y antibiogramas y
en ese momento se prescribirá el anti-
biótico que asegure una mejor concen-
tración en orina, reduzca los efectos
adversos y secundarios, minimizando
la aparición de futuras resistencias.
Bibliografía
Weese JS, Blondeau JM et al. ISCAID Consen-
sus Statement: antimicrobial guidelines for
the treatment of urinary tract infections in
dogs and cats. ACVIM Forum, Denver, CO,
USA, 2016
Weese JS, Blondeau JM et al. Antimicrobial
use guidelines for treatment of
urinary tract disease in dogs and cats: an-
timicrobial guidelines working group of the
international society for companion animal
infectious diseases. Veterinary Medicine In-
ternational 2011, 263768, 2011
Weese JS, Blondeau J et al. International So-
ciety for Companion Animal Infectious Di-
seases (ISCAID) guidelines for the diagnosis
and management of bacterial urinary tract
infections in dogs and cats. Veterinary Jour-
nal 247, 8–25, 2019
Johnstone T. A clinical approach to multi-
drug-resistant urinary tract infection and
subclinical bacteriuria in dogs and cats. N Z
Vet J. 2020 Mar;68(2):69-83.
Salvador Cervantes

Xavier Roura
Licenciado en veterinaria por la Universitat
Autònoma de Barcelona (UAB), 1989.
Doctor en medicina veterinaria por la
misma Universidad, 1999. Diplomado del
European College of Veterinary Internal
Medicine (especialidad en pequeños
animales), 2004. Miembro activo del IRIS
(International Renal Interest Society) y
del Grupo de Estudio de la Leishmaniosis
Canina (GSLC).

Desde 1990 trabaja en el servicio de

medicina interna del Hospital Clínic Veterinari de la U.A.B. Ha
sido veterinario visitante de los Hospitales de las Facultades de
Veterinaria de Ohio State (1993), North Carolina State (1997, 2001
y 2004), y del Animal Medical Center de New York (2007). Ha
presentado ponencias y conferencias en congresos y seminarios
nacionales e internacionales, y ha publicado más de 90 artículos
científicos tanto nacionales como internacionales. Su trabajo
e investigación se centran en la medicina interna y en las
enfermedades infecciosas de los perros y los gatos.

Vetmadrid 2022 | 115

116 |
Xavier Roura
COMORBILIDADES ASOCIADAS AL ENFERMO RENAL
CRÓNICO Y SU MANEJO
Xavier Roura
DVM, PhD, Dipl ECVIM-CA
Hospital Clínic Veterinari, Universitat Autònoma de Barcelona
xavier.roura@uab.cat
Puntos claves de la
presentación:
- Se estima que la prevalencia de la
enfermedad renal crónica (ERC) es
del 0,5-1,0 % en perros y del 1,0-3,0 %
en gatos, pero aumenta con la edad,
especialmente en gatos con una pre-
valencia aproximada del 80 % en la
población de gatos geriátricos.
- Además, la prevalencia de ERC en ga-
tos geriátricos supera la observada en
perros geriátricos en 2 veces o más.
- Sin embargo, a diferencia de en me-
dicina humana, la prevalencia de
perros y gatos en riesgo de padecer
ERC, no se ha determinado adecua-
damente. Sin embargo, es probable
que el número de estos perros y
gatos en riesgo supere con creces
el número de perros y gatos con
diagnóstico ERC, especialmente en
animales geriátricos.
- Los trastornos que se han identi-
ficado como posibles factores de
riesgo para el desarrollo de ERC en
perros y/o gatos son muchos e in-
cluyen, entre otros, hipercalcemia,
enfermedades cardíacas, enferme-
dad periodontal, cistitis, urolitiasis,
hipertiroidismo, diabetes o patóge-
nos infecciosos (p. ej. Leishmania).
- Las comorbilidades se observan con
frecuencia tanto en perros como en
gatos geriátricos. Esto en sí mismo
no es sorprendente, ya que los pe-
rros y gatos viven más que nunca.
- La ERC es la enfermedad metabóli-
ca más común de los gatos domésti-
cos, siendo los gatos más afectados
los geriátricos (>12 años) y, además,
tanto en gatos como en perros, la
ERC es una condición progresiva e
incurable.
- El problema principal es decidir si
las comorbilidades son causa de
CKD, consecuencia de la CKD o sim-
plemente cohabitan en el mismo
perro o gato geriátrico.
- La asociación entre un factor de
riesgo y el resultado puede ser cau-
sal o no causal. Los factores de ries-
go causales de ERC son determinan-
tes directos de la enfermedad y, por
tanto, una intervención exitosa para
reducir la exposición a ellos podría
mejorar los resultados en el trata-
miento y control de la progresión
de la ERC.
- En cambio, las intervenciones tera-
péuticas para reducir la exposición
a factores de riesgo no causales de
ERC no han de mejorar necesaria-
mente los resultados obtenidos en
el tratamiento y control de la pro-
gresión de la ERC.
- Esto es importante en el manejo de
la ERC ya que no se cura y, por tan-
to, el tratamiento de estas comorbi-
lidades que están asociadas a la ERC
podría enlentecer la progresión de
la ERC.
- Anestesia reciente, hipertensión ar-
terial sistémica, enfermedades pe-
Vetmadrid 2022 | 117
 riodontales o algunos patógenos si
que parecen ser comorbilidades que
pueden causar o hacer progresar la
ERC. Sin embargo, la presencia de
otras comorbilidades, como las en-
fermedades endocrinas o la urolitia-
sis, no parece que influya en la ERC.
- Otras muchas veces la comorbilidad
puede ser simplemente consecuen-
cia de la ERC, como por ejemplo mu-
chas infecciones urinarias.
- Finalmente, la prevalencia de ciertas
comorbilidades, como la obesidad o
la osteoartritis, aumenta con la edad,
si ser causa ni consecuencia de la
ERC, pero complicando el manejo clí-
nico de estos perros y gatos con CKD.
Comorbilidades
potencialmente asociadas a la
enfermedad renal en perros
Causas infecciosas: adenovirus canino
1, parvovirus, endocarditis bacteriana,
brucelosis, borreliosis, dirofilariosis,
erlichiosis, leishmaniosis, leptospirosis,
hepatozoonosis, fiebre maculosa de las
Montañas Rocosas, bartonelosis, babe-
siosis, blastomicosis, coccidiomicosis,
tripanosomiasis, infecciones bacteria-
nas (pielonefritis, enfermedades perio-
dontales, pioderma, piometra, septice-
mia, prostatitis, …)
Neoplasia: leucemia, linfoma, mastoci-
tosis, eritrocitosis primaria, histiocitosis
sistémica, ...
Causas inflamatorias: pancreatitis,
prostatitis, lupus eritematoso sistémico,
otras enfermedades inmunomediadas
Otras causas: hiperadrenocorticismo,
cristaluria excesiva, urolitiasis, admi-
nistración excesiva de glucocorticoides,
familiar, diabetes mellitus, hematopo-
yesis cíclica, contraste yodado intrave-
118 | Comorbilidades asociadas al enfermo renal crónico y su manejo
noso, tratamiento con trimetoprim-sul-
fonamida, hiperlipidemia, idiopática
Comorbilidades
potencialmente asociadas a
la enfermedad renal en gatos
Causas infecciosas: infecciones bacte-
rianas crónicas, poliartritis por mico-
plasma, virus de la inmunodeficiencia
felina, peritonitis infecciosa felina, virus
de la leucemia felina, leptospirosis, bar-
tonelosis, enfermedad periodontal
Neoplasia: leucemia, linfoma, adeno-
carcinoma
Causas inflamatorias: pancreatitis,
colangiohepatitis, lupus eritematoso
sistémico, otras enfermedades inmu-
nomediadas, poliartritis crónica pro-
gresiva
Otras causas: acromegalia, cristalu-
ria excesiva, urolitiasis, toxicidad por
mercurio, familiar, lesión renal aguda,
idiopática
Bibliografía sugerida:
Brown CA, Elliott J, Schmiedt CW, et al. Chro-
nic kidney disease in aged cats: clinical fea-
tures, morphology, and proposed pathoge-
neses. Vet Pathol 2016; 53: 309-326
Conroy M, et al. Chronic kidney disease in
cats attending primary care practice in the
UK: a VetCompass. Vet Rec, 2019; 184: 526
Hoffman JM, Creevy KE, Franks A, et al.
The companion dog as a model for hu-
man aging and mortality. Aging Cell 2018;
10.1111/acel.12737
IRIS (International Renal Interest Society)
(2019) http://www.iris-kidney.com
Jin K, Hoffman JM, Creevy KE, et al. Multiple
morbidities in companion dogs: a novel
model for investigating age-related disease.
Pathobiology of Aging & Age-related Disea-
ses 2016; 6: 33276
Xavier Roura
REAGUDIZACIÓN DE CASOS DE ENFERMEDAD RENAL
CRÓNICA ¿QUÉ HACEMOS Y CÓMO?
Xavier Roura
DVM, PhD, Dipl ECVIM-CA
Hospital Clínic Veterinari, Universitat Autònoma de Barcelona
xavier.roura@uab.cat
Puntos claves de la
presentación:
- La lesión renal aguda (LRA) y la en-
fermedad renal crónica (ERC) son
relativamente comunes en perros y
gatos.
- Tradicionalmente, LRA y ERC se con-
sideraban dos entidades comple-
tamente separadas; sin embargo,
nuevas evidencias científicas sugie-
ren que estas condiciones compar-
ten algunas características comu-
nes.
- La diferenciación entre LRA y ERC
puede ser sencilla en muchos casos,
sin embargo, puede representar un
desafío en algunos casos debido a
que los mismos marcadores (crea-
tinina o proteinuria o SDMA, por
ejemplo) se usan para diagnosticar
ambas situaciones.
- Por tanto, la diferenciación entre
LRA y ERC se basa principalmente
en la historia, el examen físico, las
alteraciones en las analíticas, los ha-
llazgos en la ecografía y, en ocasio-
nes concretas, la histopatología.
- La reagudización de la ERC plantea
un desafío aún mayor porque las
características de la LRA y la ERC es-
tán presentes al mismo tiempo.
- Existe una gran variabilidad en la
presentación clínica de los perros
o gatos con enfermedad renal agu-
da sobre crónica, ya que algunos
de ellos tienen ERC en estadio muy
avanzado con una LRA leve, mien-
tras que otros tienen ERC en esta-
dio temprano y en cambio una LRA
grave.
- Cuando un animal se presenta con
azotemia aguda, sobretodo para
dar un pronóstico, debemos evaluar
y decidir si los riñones tenían una
función completamente normal an-
tes de este deterioro agudo, o si en
cambio. Para realizar esto, las medi-
ciones de creatinina o SDMA previas
son extremadamente importantes;
sin embargo, no están disponibles
en la mayoría de los pacientes.
- Los animales con LRA no tienen an-
tecedentes de enfermedad crónica
y, por lo general, se presentan con
signos clínicos de inicio agudo (aun-
que no específicos), que incluyen,
entre otros, vómito, diarrea o apa-
tía.
- La presencia y la intensidad de los
signos clínicos dependen del esta-
dio de la ERC, por lo que no siempre
están presentes y la mayoría no se
manifiestan hasta el estadio 3 de
IRIS ERC. Por lo tanto, la ausencia de
signos clínicos en la historia clínica
no descarta por completo la presen-
cia de una ERC previa.
- Algunos parámetros bioquímicos y
el urianálisis pueden ayudar en la
evaluación y diferenciación entre
LRA y ERC. Sin embargo, aunque
ninguno de estos es concluyente o
perfecto para confirmar qué situa-
Vetmadrid 2022 | 119
 ción renal hay, la combinación de Legatti SAM, El Dib R, Legatti E, et al. Acute
todas ellas mejora sustancialmen- kidney injury in cats and dogs: A propor-
te la capacidad de evaluar con más tional meta-analysis of case series studies.
precisión la situación clínica. PloS one 2018; 13: e0190772
- Todo esto es importante de cara al Reusch CE, Tomsa K, Zimmer C, et al. Ultra-
pronóstico, sin embargo, se vuelve sonography of the parathyroid glands as an
irrelevante una vez que se inicia el aid in differentiation of acute and chronic
tratamiento. renal failure in dogs. J Am Vet, Med Assoc
2000; 217: 1849-1852
- Posiblemente tiene sentido aplicar
un tratamiento como si fuese siem- Vaden SL, Levine J, Breitschwerdt EB. A re-
pre una LRA, independientemente trospective case-control of acute renal fai-
de que sea leve o grave. lure in 99 dogs. J Vet Intern Med 1997; 11:
58-64
- En general, si la creatinina sérica se
normaliza y hay una recuperación
clínica completa después del trata-
miento aplicado, es probable que
no hubiera ERC antes de la descom-
pensación o que hubiera ERC en es-
tadio 1.
- Si la ERC estuviese presente ante-
riormente, los parámetros de la
función renal no se habrían nor-
malizado totalmente después de
3-4 semanas del tratamiento, y por
tanto, habrá que mantener el trata-
miento de ERC más adecuado para
el estadio IRIS presente.
- Todos los perros o gatos que se re-
cuperan de LRA deben ser contro-
lados en el tiempo como pacientes
que potencialmente están en ERC
estadio IRIS 1, ya que la recupera-
ción clínica completa, así como la
normalización de la concentración
de creatinina sérica, no descartan
daño renal crónico residual.

Bibliografía sugerida:
IRIS (International Renal Interest Society)
(2019) http://www.iris-kidney.com
Jacob F, Polzin DJ, Osborne CA, et al. Evalua-
tion of the association between initial pro-
teinuria and morbidity rate or death in dogs
with naturally occurring chronic renal failu-
re. J Am Vet Med Assoc 2005; 226: 393-400

120 | Reagudización de casos de enfermedad renal crónica ¿qué hacemos y cómo?

Xavier Roura

UROLITIASIS EN PACIENTES GERIÁTRICOS

Xavier Roura
DVM, PhD, Dipl ECVIM-CA
Hospital Clínic Veterinari, Universitat Autònoma de Barcelona
xavier.roura@uab.cat

Puntos claves de la tras que otros tienen ERC en esta-

presentación:
- La lesión renal aguda (LRA) y la en-
fermedad renal crónica (ERC) son
relativamente comunes en perros y
gatos.
- Tradicionalmente, LRA y ERC se con-
sideraban dos entidades completa-
mente separadas; sin embargo, nue-
vas evidencias científicas sugieren
que estas condiciones comparten
algunas características comunes.
- La diferenciación entre LRA y ERC
puede ser sencilla en muchos casos,
sin embargo, puede representar un
desafío en algunos casos debido a
que los mismos marcadores (crea-
tinina o proteinuria o SDMA, por
ejemplo) se usan para diagnosticar
ambas situaciones.
- Por tanto, la diferenciación entre
LRA y ERC se basa principalmente
en la historia, el examen físico, las
alteraciones en las analíticas, los ha-
llazgos en la ecografía y, en ocasio-
nes concretas, la histopatología.
- La reagudización de la ERC plantea
un desafío aún mayor porque las
características de la LRA y la ERC es-
tán presentes al mismo tiempo.
- Existe una gran variabilidad en la
presentación clínica de los perros
o gatos con enfermedad renal agu-
da sobre crónica, ya que algunos
de ellos tienen ERC en estadio muy
avanzado con una LRA leve, mien-
dio temprano y en cambio una LRA
grave.
- Cuando un animal se presenta con
azotemia aguda, sobretodo para
dar un pronóstico, debemos evaluar
y decidir si los riñones tenían una
función completamente normal an-
tes de este deterioro agudo, o si en
cambio. Para realizar esto, las medi-
ciones de creatinina o SDMA previas
son extremadamente importantes;
sin embargo, no están disponibles
en la mayoría de los pacientes.
- Los animales con LRA no tienen an-
tecedentes de enfermedad crónica
y, por lo general, se presentan con
signos clínicos de inicio agudo (aun-
que no específicos), que incluyen,
entre otros, vómito, diarrea o apatía.
- La presencia y la intensidad de los
signos clínicos dependen del esta-
dio de la ERC, por lo que no siempre
están presentes y la mayoría no se
manifiestan hasta el estadio 3 de
IRIS ERC. Por lo tanto, la ausencia de
signos clínicos en la historia clínica
no descarta por completo la presen-
cia de una ERC previa.
- Algunos parámetros bioquímicos y
el urianálisis pueden ayudar en la
evaluación y diferenciación entre
LRA y ERC. Sin embargo, aunque
ninguno de estos es concluyente o
perfecto para confirmar qué situa-
ción renal hay, la combinación de
todas ellas mejora sustancialmen-
Vetmadrid 2022 | 121
 te la capacidad de evaluar con más tional meta-analysis of case series studies.
precisión la situación clínica. PloS one 2018; 13: e0190772
- Todo esto es importante de cara al Reusch CE, Tomsa K, Zimmer C, et al. Ultra-
pronóstico, sin embargo, se vuelve sonography of the parathyroid glands as an
irrelevante una vez que se inicia el aid in differentiation of acute and chronic
tratamiento. renal failure in dogs. J Am Vet, Med Assoc
2000; 217: 1849-1852
- Posiblemente tiene sentido aplicar
un tratamiento como si fuese siem- Vaden SL, Levine J, Breitschwerdt EB. A re-
pre una LRA, independientemente trospective case-control of acute renal fai-
de que sea leve o grave. lure in 99 dogs. J Vet Intern Med 1997; 11:
58-64
- En general, si la creatinina sérica se
normaliza y hay una recuperación
clínica completa después del trata-
miento aplicado, es probable que
no hubiera ERC antes de la descom-
pensación o que hubiera ERC en es-
tadio 1.
- Si la ERC estuviese presente ante-
riormente, los parámetros de la
función renal no se habrían nor-
malizado totalmente después de
3-4 semanas del tratamiento, y por
tanto, habrá que mantener el trata-
miento de ERC más adecuado para
el estadio IRIS presente.
- Todos los perros o gatos que se re-
cuperan de LRA deben ser contro-
lados en el tiempo como pacientes
que potencialmente están en ERC
estadio IRIS 1, ya que la recupera-
ción clínica completa, así como la
normalización de la concentración
de creatinina sérica, no descartan
daño renal crónico residual.

Bibliografía sugerida:
IRIS (International Renal Interest Society)
(2019) http://www.iris-kidney.com
Jacob F, Polzin DJ, Osborne CA, et al. Evalua-
tion of the association between initial pro-
teinuria and morbidity rate or death in dogs
with naturally occurring chronic renal failu-
re. J Am Vet Med Assoc 2005; 226: 393-400
Legatti SAM, El Dib R, Legatti E, et al. Acute
kidney injury in cats and dogs: A propor-

122 | Urolitiasis en pacientes geriátricos

Vetmadrid 2022 | 123
124 | nombre ponencia
Autor

DERMATOLOGÍA

Vetmadrid 2022 | 125

126 |
Salvador Cervantes
Autor

Lluís Ferrer
Lluís Ferrer obtuvo su título de licenciado
en veterinaria en la Universidad de
Zaragoza - España (1981) y un Máster
en Patología Animal y un Doctorado en
la Escuela de Veterinaria de Hannover
(Alemania) en 1985.

Es diplomado por el Colegio Europeo de

Dermatólogos (ECVD-EBVS) y desde 1985
es profesor de Patología y Dermatología en
la Escuela de Veterinaria de la Universitat
Autònoma de Barcelona (UAB, España).

Vetmadrid 2022 | 127

128 |
Lluís Ferrer

EL PACIENTE DERMATOLÓGICO GERIÁTRICO (I).

ENVEJECIMIENTO EN LA PIEL: IDENTIFICACIÓN DE
LOS CAMBIOS Y LESIONES
Lluís Ferrer
Hospital Clínic Veterinari – Departament de Medicina i Cirurgia Animals
UNIVERSITAT AUTÒNOMA DE BARCELONA

1. Fisiopatología del 2. Identificación de los

envejecimiento cutáneo. cambios y lesiones cutáneas
a. Disminución en la celularidad (7% asociadas al envejecimiento.
anual). Afecta atodas las poblacio- Los cambios y lesiones son muy nume-
nes celulares (queratinocitos, me- rosos, como veremos en los ejemplos,
lanocitos, células de Langerhans, y varían notablemente entre los indivi-
glandulares..). duos. Los más importantes son:
b. Disminución de la matriz extracelu- a. Atrofia cutánea (de epidermis y
lar dérmica. dermis).
c. Aumento de las fibras elásticas y del b. Hiperqueratosis (nasal, cojinetes) y
cross-linking (elastosis). Disminu- xerosis generalizada.
ción de la cantidad de colágeno. c. Cambios en la pigmentación cutá-
d. Disminución en la perfusión cutánea. nea: hipomelanosis macular, lenti-
e. Barrera epidérmica defectiva >> go senil, leucotriquia senil.
xerosis. d. Cambios en la capa (pelos): dismi-
nución en la densidad, calidad.
Como resultado de estos cambios gra-
duales, la mayoría de las funciones de
la piel se ven alteradas, en mayor o me-
nor grado:
- Menor función de barrera (mayor
pérdida de agua, mayor incidencia
de infecciones).
- Menor secreción sebácea y sudorí-
para: piel seca, pérdida de agua.
- Menor capacidad de reparación de
heridas y lesiones.
- Menor resistencia física – fragilidad.
- Menor respuesta inmunitaria (inna-
ta y adquirida).
- Menor protección frente a la radia-
ción UV.

Vetmadrid 2022 | 129

 EL PACIENTE DERMATOLÓGICO GERIÁTRICO (II).
ENFERMEDADES METABÓLICAS Y ENDOCRINAS
CUTÁNEAS
Lluís Ferrer
Hospital Clínic Veterinari – Departament de Medicina i Cirurgia Animals
UNIVERSITAT AUTÒNOMA DE BARCELONA

1. Fisiopatología del 2. Identificación de los

envejecimiento cutáneo. cambios y lesiones cutáneas
a. Disminución en la celularidad (7% asociadas al envejecimiento.
anual). Afecta atodas las poblacio- Los cambios y lesiones son muy nume-
nes celulares (queratinocitos, me- rosos, como veremos en los ejemplos,
lanocitos, células de Langerhans, y varían notablemente entre los indivi-
glandulares..). duos. Los más importantes son:
b. Disminución de la matriz extracelu- a. Atrofia cutánea (de epidermis y
lar dérmica. dermis).
c. Aumento de las fibras elásticas y b. Hiperqueratosis (nasal, cojinetes) y
del cross-linking (elastosis). Dismi- xerosis generalizada.
nución de la cantidad de colágeno. c. Cambios en la pigmentación cutá-
d. Disminución en la perfusión cutánea. nea: hipomelanosis macular, lenti-
e. Barrera epidérmica defectiva >> go senil, leucotriquia senil.
xerosis. d. Cambios en la capa (pelos): dismi-
nución en la densidad, calidad.
Como resultado de estos cambios gra-
duales, la mayoría de las funciones de
la piel se ven alteradas, en mayor o me-
nor grado:
- Menor función de barrera (mayor
pérdida de agua, mayor incidencia
de infecciones).
- Menor secreción sebácea y sudorí-
para: piel seca, pérdida de agua.
- Menor capacidad de reparación de
heridas y lesiones.
- Menor resistencia física – fragilidad.
- Menor respuesta inmunitaria (inna-
ta y adquirida).
- Menor protección frente a la radia-
ción UV.

130 |
Lluís Ferrer

EL PACIENTE DERMATOLÓGICO GERIÁTRICO (III).

ENFERMEDADES NEOPLÁSICAS

Lluís Ferrer
Hospital Clínic Veterinari – Departament de Medicina i Cirurgia Animals
UNIVERSITAT AUTÒNOMA DE BARCELONA

En el paciente dermatológico geriátrico

son mucho más prevalentes las neopla-
sias que en los pacientes jóvenes o de
edad mediana. Esto es debido a múlti-
ples causas:
1. Efecto acumulativo de factores carci-
nogénicos (ej. Radiación ultravioleta).
2. Deterioro de los mecanismos de
reparación del DNA y de regulación
celular y de la apoptosis.
3. Disminución de la inmunidad (ej.
células NK).

En la piel, el desarrollo de neoplasias

es especialmente frecuente, por la gran
diversidad de tejidos y células que la
componen. Además, la piel esta muy
expuesta a agentes carcinogénicos, ta-
les como radiaciones UV y virus.

En esta charla presentaremos las ca-

racterísticas de aquellas más caracte-
rísticas y frecuentes en los animales de
edad avanzada, entre elleas:
1. Carcinoma de células escamosas.
2. Neoplasias de glándulas sebáceas y
sudoríparas.
3. Linfoma cutáneo epiteliotrópico de
células T.
4. Histiocitosis progresiva felina.

Vetmadrid 2022 | 131

 EL PACIENTE DERMATOLÓGICO GERIÁTRICO (IV).
CASOS CLÍNICOS

Lluís Ferrer
Hospital Clínic Veterinari – Departament de Medicina i Cirurgia Animals
UNIVERSITAT AUTÒNOMA DE BARCELONA

En esta última charla se presentarán y

discutirán con el público asistente ca-
sos clínicos de pacientes geriátricos con
lesiones dermatológicas. En algunos
casos se trata de lesiones dermatoló-
gicas consideradas hallazgos casuales,
detectados durante el examen físico, y
en otros se trata de problemas derma-
tológicos más graves, que eran la causa
de la consulta con el veterinario. Se han
seleccionado presentaciones frecuen-
tes y de aspecto característico, que per-
mitan una identificación relativamente
rápida por parte del público y una pos-
terior discusión con el ponente.

132 |
Vetmadrid 2022 | 133
134 | nombre ponencia
Autor

ENDOCRINO

Vetmadrid 2022 | 135

136 |
Autor

Mª del Pilar Xifra

Licenciada en veterinaria por la UCM en
el año 1994. Responsable del servicio de
medicina nuclear IODOCAT. Ha realizado
estancias en el Animal Endocrine Clinic
de Nueva York con el Dr Mark E Peterson,
con el que mantiene colaboración en la
realización de estudios clínicos en gatos
con hipertiroidismo.

Es autora de comunicaciones, artículos

científicos y capítulos de libros a nivel
nacional e internacional.

Vetmadrid 2022 | 137

138 |
Mª del Pilar Xifra

HIPERTIROIDISMO EN GATOS, DIAGNÓSTICO Y

TRATAMIENTO

Mª del Pilar Xifra

Licenciada en Veterinaria
IODOCAT, Madrid, España. info@iodocat.es

Introducción por un tumor benigno hiperfuncional, y

El hipertiroidismo felino es la endocri-
nopatía más frecuente en el gato ge-
riátrico que puede afectar a más del
10% de los gatos mayores de 7 años.(1)
Siendo la frecuencia en España similar
a otros países.(2)
En el momento en que se diagnostica
de hipertiroidismo a un gato, casi todos
presentan un proceso adenomatoso
nodular (autentica enfermedad neoplá-
sica).(3, 4) Es una enfermedad progre-
siva; los adenomas presentan un creci-
miento lento, y con el tiempo van a dar
lugar a mayores elevaciones de las hor-
monas tiroideas de manera paralela al
crecimiento del tumor. Esto se debe a
que existe una relación entre el tamaño
de los tumores y la elevación hormo-
nal.(5, 6) En algunos casos, los tumores
benignos tiroideos podrán sufrir una
transformación a neoplasia maligna
(carcinoma).(7, 8) Así que, el hipertiroi-
dismo en un inicio estará producido
con el paso del tiempo, este tumor cre-
cerá dando lugar a elevaciones hormo-
nales mayores que incrementarán la in-
tensidad de los síntomas. La incidencia
de sospecha de carcinoma tiroideo o
tumores SHIM-RAD (ver más adelante)
aumenta con el paso del tiempo, sien-
do tan solo de un 2% en gatos al inicio
del diagnóstico y del 20% cuando la en-
fermedad es más crónica (4 años tras el
diagnóstico).(7, 8)
Diagnóstico
Desde los primeros casos descritos a
principios de los 80 a la actualidad, ha
variado la presentación clínica, proba-
blemente debido a un mayor conoci-
miento de la enfermedad por parte de
los clínicos, que facilita un diagnóstico
más temprano. Los signos clínicos más
característicos son: pérdida de peso,
aumento del apetito, vómitos, hiperac-
tividad, poliuria/polidipsia, diarrea/au-
mento del volumen fecal.(1)

Signos clínicos 1984 2016

Pérdida de peso 96% 92%
Aumento de apetito 77% 55%
Vómitos 49% 47%
Hiperactividad 68% 41%
Poliuria/polidipsia 53% 33%
Diarrea/aumento del volumen fecal 31% 21%

Tabla 1: Signos clínicos de hipertiroidismo en 1984 comparados con 2016.(1)

1. Miller ML, Randolph JF, Peterson ME. Hyperthyroidism: clinical signs and physical examina-
tion findings. In: Feldman EC, Fracassi F, Peterson ME, editors. Feline Endocrinology. Milan:
EDRA; 2019. p. 130-40.
Vetmadrid 2022 | 139
Existe una correlación entre la eleva-
ción hormonal y la gravedad de la sin-
tomatología, por lo que en un inicio de
la enfermedad los signos serán leves y
cuando el hipertiroidismo es más cró-
nico presentarán signos más graves.(1)
Los hallazgos de la exploración en ga-
tos con hipertiroidismo van a depender
de la gravedad y duración del cuadro.
Es muy importante llevar un control del
peso en todos los gatos que atende-
mos en consulta para poder así apre-
ciar adelgazamientos leves, así como
palpar la zona cervical en búsqueda
de nódulos en el tiroides en todos los
gatos maduros y geriátricos. La pérdida
de peso en un inicio está relacionada
con una pérdida de masa muscular,
posteriormente la condición corporal
también se verá afectada.(9-11)
1. Figura 1. 1A gata hipertiroidea con pérdida
de masa muscular y adelgazamiento eviden-
te. 1B misma gata 6 meses tras el tratamien-
to con I131.
Existen dos técnicas para la palpación
del tiroides: la técnica clásica y la téc-
nica de un solo dedo.(6, 12, 13) Lo re-
comendable es realizar ambas técni-
140 | Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento
cas en el mismo paciente. En nuestra
experiencia, la técnica de un solo dedo
es mejor para detectar nódulos de pe-
queño-moderado tamaño y la técnica
clásica para nódulos grandes.
La técnica clásica consiste en extender
el cuello del animal ligeramente man-
teniendo sujeta la cabeza hacia atrás
y con los dedos pulgar e índice, palpar
suavemente todo el cuello a ambos la-
dos de la tráquea, desde la región larín-
gea hasta la entrada torácica. La punta
de los dedos debe permanecer en el
canal de las venas yugulares; además,
debemos ejercer una presión ligera
para no enterrar los nódulos en la mus-
culatura. Cuando palpamos un lóbulo
tiroideo notamos un nódulo subcutá-
neo relativamente móvil que “salta” o
se desliza debajo de nuestros dedos.
En la técnica de un solo dedo (también
llamada técnica Norworsthy), el clínico
se coloca detrás de gato, extendiendo y
girando su cabeza 45º hacia la izquier-
da para palpar con el dedo corazón la
zona derecha de la tráquea, después
se repite la misma operación girando la
cabeza hacia el lado derecho para pal-
par la zona izquierda.(1, 6, 12, 13)
2. Figura 2. Palpación de nódulo tiroideo
cervical.
Mª del Pilar Xifra
Las alteraciones más frecuentes en la
hematología y bioquímica en los gatos
hipertiroideos son inespecíficas y poco
relevantes. El hipertiroidismo es la prin-
cipal causa de elevación de enzimas he-
páticas en gatos mayores, así que si las
encontramos en analíticas sistemáticas
debemos investigar la presencia de hi-
pertiroidismo. En más del 90% de los
gatos hipertiroideos existe al menos
una enzima hepática elevada.
Estas alteraciones en las enzimas he-
páticas se deben al efecto tóxico de la
elevación en las hormonas tiroideas,
siendo la intensidad de este aumento
proporcional a la elevación de las mis-
mas. No están relacionadas con dis-
función o daño hepático grave. Sólo es
recomendable investigar enfermedad
hepatobiliar concomitante en un gato
hipertiroideo no tratado, cuando el au-
mento de la actividad de las enzimas
hepáticas es desproporcionado respec-
to a la elevación de las concentraciones
de las hormonas tiroideas. Una vez
restablecido el eutiroidismo los valores
de las enzimas hepáticas normalizan
rápidamente; si esto no sucede, debe-
remos investigar el mal control de la
enfermedad tiroidea o enfermedades
concomitantes.(14, 15)
Otras alteraciones laboratoriales me-
nos frecuentes que podemos encon-
trar en gatos hipertiroideos son la
hiperfosfatemia (40%), hipocalcemia io-
nizada (50%), hiperglucemia ocasional
e hipocalemia.(14)
Cuando la TFG está aumentada en un
gato hipertiroideo, puede ocultar una
insuficiencia renal; los niveles séricos
de creatinina pueden ser normales a
pesar de existir una leve o moderada
enfermedad renal. La disminución de la
masa muscular, que es muy frecuente
en el hipertiroidismo, también contri-
buye al descenso de la concentración
sérica de creatinina en estos gatos (ya
que la creatinina proviene del tejido
muscular).(17)
En gatos sin ERC, tras el tratamiento con
éxito del hipertiroidismo y la normaliza-
ción de los valores séricos de la T4 total,
la TFG elevada va a normalizar. Sin em-
bargo, en gatos con ERC, la TFG va a caer
a los niveles bajos-normales o bajos es-
perados por la disfunción renal.
Es por ello, que muchos gatos hiperti-
roideos con ERC concurrente, no desa-
rrollan azotemia hasta recuperar el es-
tado eutiroideo cuando se normaliza la
TFG y recuperan masa muscular.(17) Es
importante recordar, que el tratamien-
to del hipertiroidismo en sí no causa
ERC en estos gatos. La enfermedad
renal estaba presente antes del trata-
miento pero enmascarada por el esta-
do hiperdinámico del hipertiroidismo.
(17) Con el tiempo, el hipertiroidismo
puede dar lugar a cambios que inclu-
yen hipertensión glomerular, glomeru-
loesclerosis, proteinuria e hiperplasia e
hipertrofia de los túbulos renales.
El hipertiroidismo en sí puede contribuir
al progreso de la ERC. La prevalencia de
ERC es del 7,7% en gatos mayores de 10
años y del 15,3% en gatos mayores de
15 años. En contraste, en gatos hiperti-
roideos la prevalencia de ERC concomi-
tante es del 20-50%. Esta mayor inciden-
cia a la esperada apoya el hecho de que
el estado tirotóxico no tratado contribu-
ye al progreso de la ERC, por lo que está
recomendado tratar el hipertiroidismo
incluso en gatos con azotemia y ERC
preexistente conocida.
No existe una prueba analítica que por
sí sola pueda predecir si un gato no azo-
Vetmadrid 2022 | 141
témico siendo hipertiroideo, desarrolla-
rá azotemia tras el tratamiento.(16)
El hipertiroidismo produce:
1. Proteinuria: que suele normali-
zar 4 semanas tras el tratamiento;
además la proteinuria no es un
parámetro útil para el diagnóstico
precoz de ERC en gatos, al contrario
que en perros.
2. Aumento de la urea: debido al cata-
bolismo proteico.
3. Disminución de la creatinina: por el
aumento de la TFG y la pérdida de
masa muscular.
4. Disminución de la SDMA: aunque
es un parámetro que no está in-
fluenciado por la masa muscular, el
estatus hipertiroideo produce una
disminución de la SDMA por el au-
mento en la TFG.
5. Densidad urinaria: Es posible que
se produzca una disminución en
la densidad urinaria en los gatos
hipertiroideos por la polidipsia psi-
cógena y por el aumento en la TFG,
pero valores de densidad urinaria
<1.035 deben hacernos pensar en
la posibilidad de ERC oculta por el
hipertiroidismo, ya que habitual-
mente la densidad urinaria cuando
está baja no suele normalizar tras el
tratamiento del hipertiroidismo.
En un estudio realizado por el Dr. Pe-
terson, determinaron que era posible
predecir la probabilidad que tenía un
gato hipertiroideo de padecer ERC ocul-
ta con la combinación de los valores sé-
ricos de creatinina, SDMA y densidad
urinaria.(17) Observaron que la SDMA
tenía un valor predictivo muy especí-
fico (pocos falsos positivos) pero con
baja sensibilidad. La densidad urinaria
<1035 fue el parámetro más sensible
para detectar ERC oculta (92%) aunque
142 | Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento
con menor especificidad (72%) que la
SDMA o la creatinina. Como conclusión,
deberemos considerar la posibilidad
de ERC oculta en un gato hipertiroideo
cuando los valores de creatinina son
>1,3 mg/dL, SDMA >10 µg/dL y/o densi-
dades urinarias <1035.(17)
Debido a estas dificultades, muchos
autores recomiendan la realización
de un ensayo con metimazol para de-
terminar la función renal antes de un
tratamiento definitivo como el I131 o la
tiroidectomía. Un ensayo con metima-
zol es complicado de realizar, debido a
que los valores de T4 total deben estar
en la mitad del rango de referencia (evi-
tando hipotiroidismo o un mal control
del hipertiroidismo) durante al menos
3 meses (tiempo que tarda en estabi-
lizarse la TFG y que el gato recupere la
masa muscular perdida).
Exceptuando casos en que el valor de
la creatinina sea mayor de 2,5 mg/dl,
la necesidad de este abordaje es cues-
tionable debido a que la realización de
un tratamiento definitivo del hipertiroi-
dismo va a estar recomendado en la
mayoría de las situaciones. Apoyando
este razonamiento, la supervivencia de
los gatos que desarrollan azotemia no
es diferente de aquellos que se man-
tienen no azotémicos tras el tratamien-
to del hipertiroidismo. Es decir, la ERC
oculta por el hipertiroidismo no es un
factor pronostico negativo y estos ga-
tos son candidatos a recibir tratamien-
tos definitivos que van a conseguir un
mejor control del hipertiroidismo, evi-
tando los efectos negativos de un hi-
pertiroidismo mal controlado sobre la
funcionalidad renal.(18, 19)
Cuando un gato en el momento del
diagnóstico del hipertiroidismo, pade-
ce enfermedad renal crónica con azote-
Mª del Pilar Xifra
mia, debemos tener en cuenta que tras
el tratamiento del hipertiroidismo los
valores de creatinina aumentarán (en
mayor o menor medida dependiendo
de la elevación de la T4 total en el mo-
mento del diagnóstico y la gravedad de
la pérdida de masa muscular). Es muy
importante mantener un buen control
del hipertiroidismo. Nuestro objetivo
será mantener una concentración séri-
ca de T4 total en la mitad del rango de
referencia, evitando tanto el hipotiroi-
dismo que disminuye el flujo sanguíneo
renal y la filtración glomerular, como el
mal control hormonal del hipertiroidis-
mo que aumentará el progreso de la
enfermedad renal.
Los gatos con ERC IRIS III-IV no son bue-
nos candidatos a tratamientos definiti-
vos por su mal pronóstico debido a la
ERC. Aunque es necesario estabilizar el
hipertiroidismo en estos casos con me-
dicación, independientemente de que
los valores de creatinina se vean au-
mentados, para así evitar el deterioro
renal, la disminución de peso y pérdida
de masa muscular producidos por el hi-
pertiroidismo.
Muchas veces la ERC puede resultar un
desafío en el diagnóstico del hipertiroi-
dismo, al producir una disminución, por
supresión, de la concentración de T4 to-
tal. En estos gatos, podremos observar
una “mejoría” en la creatinina respeto
a valores anteriores junto con un valor
sérico de T4 total dentro del rango de
referencia (aunque en el tercio supe-
rior). Para confirmar el diagnóstico po-
demos realizar simultáneamente a la
determinación de la concentración sé-
rica de T4 total, una determinación de
T4 libre por diálisis de equilibrio (que
estará elevada) y de TSH (que estará
suprimida) apoyando el diagnóstico de
hipertiroidismo en estos casos.
Ante la sospecha clínica de hipertiroi-
dismo, como primera elección utiliza-
remos las determinación de la tiroxina
total (T4 total) que se verá elevada en el
90-95% de los gatos hipertiroideos con-
firmando el diagnóstico.(13)
La T4 libre por diálisis de equilibrio (fT4)
es una prueba más sensible encontrán-
dose elevada en el 97-98% de los gatos
hipertiroideos, aunque es una prueba
menos específica ya que en gatos con
enfermedad no tiroidea pueden apare-
cer elevaciones de la fT4 en un 20% de
las ocasiones, lo que puede significar
un falso diagnóstico de hipertiroidismo.
Es por ello que la determinación de fT4
queda relegada a segunda línea, sien-
do útil en los casos en los que ante una
sospecha clínica de hipertiroidismo no
tengamos elevación de la T4 total (ver
hipertiroidismo oculto más adelante).
(12, 13)
La triyodotironina total (T3) rara vez es
necesaria en el diagnóstico del hiperti-
roidismo en gatos. Todos los gatos con
concentraciones altas de T3 también
tendrán elevada la T4 total, sin embar-
go en un tercio de los gatos hipertiroi-
deos la T3 total se mantiene dentro del
rango de referencia. Por esta escasa
sensibilidad diagnóstica no se utiliza de
manera sistemática la determinación
de T3 en gatos.
La hormona estimulante del tiroides o
tirotropina (TSH) es en medicina huma-
na la utilizada como primera línea para
la valoración de la función tiroidea. En
gatos no se ha desarrollado de manera
comercial una TSH específica felina, sin
embargo la medición de la TSH canina
(cTSH) está ampliamente extendida. Es
una prueba muy sensible pero poco es-
pecífica, ya que un 98% de los gatos hi-
pertiroideos tendrán la cTSH en el lími-
Vetmadrid 2022 | 143
te inferior o indetectable ≤ 0,03 ng/mL.
Sin embargo, aproximadamente un
30% de los gatos mayores eutiroideos
tienen también valores indetectables
de cTSH. Desgraciadamente, no existe
comercializada una TSH felina y aun-
que tiene una buena correlación con
la TSH canina (cTSH) no es suficiente-
mente sensible para poder diferenciar
entre los valores normales-bajos en-
contrados en gatos eutiroideos de los
verdaderamente bajos o totalmente
suprimidos que presentan la mayoría
de los gatos hipertiroideos.(12, 13, 20)
El hipertiroidismo oculto o subclínico se
describe como la situación en la que un
gato hipertiroideo tiene las concentra-
ciones de T4 total dentro del rango de
referencia.
Aunque la confirmación diagnóstica del
hipertiroidismo la tenemos con la pre-
sencia de valores hormonales eleva-
dos, el diagnóstico de esta enfermedad
debe estar basado en la sospecha clí-
nica tanto por la sintomatología como
por la exploración física (incluyendo la
palpación de nódulos tiroideos).
Debido a que existe una correlación
entre la elevación hormonal y los sín-
tomas clínicos, si un gato está grave-
mente enfermo y los valores de T4 total
están dentro del rango de referencia, lo
más probable es que el hipertiroidismo
no sea el principal problema. De hecho,
en muchos de los casos de hipertiroi-
dismo subclínico, la única sintomatolo-
gía es una pérdida leve de peso.(12, 13)
El hipertiroidismo oculto puede dar-
se por varios factores: hipertiroidismo
temprano o subclínico, fluctuación en
la concentración de hormonas tiroi-
deas circulantes y/o síndrome del gato
eutiroideo enfermo.
144 | Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento
Cuando sospechamos hipertiroidismo
pero las concentraciones de T4 total no
son elevadas, el primer paso a realizar es
repetir la determinación de T4 total pasa-
dos unas semanas o meses y descartar
enfermedades concurrentes no tiroideas
(mediante un examen físico completo,
analítica sanguínea rutinaria y diagnósti-
co por la imagen si es necesario).
La medición en paralelo de cTSH, TT4 y
fT4 mejora la habilidad para diferenciar
correctamente gatos hipertiroideos con
enfermedad oculta o leve de los gatos
eutiroideos con sospecha de enferme-
dad tiroidea. El hallazgo de unos niveles
de T4 libre elevados y cTSH indetectable
(junto con T4 total normal), confirma
el diagnóstico de la enfermedad en un
gato con historia clínica (p.ej. pérdida
de peso a pesar de tener buen apeti-
to) y hallazgos en el examen físico (p.ej.
nódulo tiroideo palpable) compatibles
con la enfermedad. Si está disponible,
la gammagrafía tiroidea es la prueba de
elección para el diagnóstico del hiperti-
roidismo oculto o subclínico.(12, 13, 20)
La gammagrafía tiroidea es una técnica
de diagnóstico por la imagen en la que
utilizamos un radiofármaco (tecnecio)
para visualizar el tejido tiroideo. Nos pro-
porciona información tanto de la anato-
mía como de la funcionalidad del tiroi-
des.(21) Los lóbulos tiroideos normales
aparecen como dos áreas bien definidas
de captación del radiofármaco en la re-
gión cervical ventral. La valoración del
grado de captación en el tiroides se rea-
liza por comparación con la captación en
las glándulas salivares zigomáticas, esta-
bleciendo la ratio de captación tiroidea/
captación salivar (ratio T/S).
En condiciones normales, ambos teji-
dos presentan una captación similar
(ratio T/S normal < 1,5).(21)
Mª del Pilar Xifra
Figura 3. Gammagrafía tiroidea en gato eu-
tiroideo.
En los gatos con hipertiroidismo el me-
tabolismo de las células foliculares del
tiroides está aumentado, por lo que
presentan una mayor captación del
radiofármaco (ratio T/S > 1,5). La deter-
minación del porcentaje de captación
de tecnecio (%TcTU), mediante gam-
magrafía, permite valorar la funciona-
lidad del tiroides. También podremos
determinar el volumen del nódulo tiroi-
deo midiendo el eje largo y eje corto del
mismo y aplicando la fórmula del esfe-
roide para su cálculo.(7, 22)
Además de su funcionalidad, la gam-
magrafía nos permite determinar las
características anatómicas (tamaño,
forma y localización) del tejido tiroideo
hiperfuncional, estableciéndose tres
patrones gammagráficos de lesión: uni-
lateral, bilateral y multifocal.(7, 21)
Figura 4. 4A Gammagrafía tiroidea de gato
con hipertiroidismo que presenta un nódulo
a nivel cervical y otro en tejido ectópico en
mediastino craneal. 4B Gammagrafía tiroi-
dea en gato con hipertiroidismo que presen-
ta un nódulo en el lóbulo tiroideo derecho, el
lóbulo contralateral está suprimido y no es
visible (patrón unilateral). 4C Gammagrafía
tiroidea de gato con hipertiroidismo con dos
nódulos a nivel cervical (patrón bilateral).
El concepto de sospecha de carcinoma
tiroideo y de los gatos que padecen tu-
mores SHIM-RAD, no es un concepto
basado en el estudio anatomopatoló-
gico, es una sospecha clínica confirma-
da por un patrón característico en la
gammagrafía. El patrón gammagráfico
de la sospecha de carcinoma tiroideo
en gatos, se presenta como un patrón
multifocal de grandes masas que pue-
den introducirse en el tórax, con cap-
tación heterogénea del radiofármaco y
límites mal definidos. La gammagrafía
también permite detectar metástasis
Vetmadrid 2022 | 145
de carcinomas tiroideos en los nódulos
linfáticos regionales, aunque en el gato
son muy poco frecuentes.
Definimos como SHIM-RAD a los gatos
con enfermedad tiroidea severa, con
tumores de gran tamaño, intratoráci-
cos, multifocales y resistentes al tra-
tamiento con medicación antitiroidea.
Es decir, gatos con tumores tiroideos
de gran volumen (en muchos casos las
masas se introducen en el tórax), que
producen elevaciones hormonales y
sintomatología severa. En la mayoría
de las ocasiones estos gatos padecen
la enfermedad desde hace tiempo (>4
años).(7, 8)
Figura 5. Gammagrafía tiroidea en gato con
hipertiroidismo severo que presenta un pa-
trón compatible con sospecha de carcinoma
tiroideo.
Se sospechará de un carcinoma tiroi-
deo en los casos de hipertiroidismo
crónico y grave (concentraciones de T4
total superiores a 13 μg/dl). En muchas
ocasiones inicialmente el gato respon-
derá correctamente a la mediación an-
titiroidea pudiendo ser refractarios al
tratamiento con el paso del tiempo.
En el caso de confirmar mediante gam-
magrafía la existencia del patrón carac-
terístico de un carcinoma tiroideo en
un gato, la mejor opción terapéutica
para la curación del cáncer será la ad-
146 | Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento
ministración de dosis altas de yodo ra-
diactivo, ya que se concentra en todas
las células tiroideas hiperfuncionales,
tanto del tejido tumoral como de las
metástasis.(12, 23, 24)
Tratamiento
El hipertiroidismo felino puede ser tra-
tado de cuatro formas: manejo médi-
co con metimazol/carbimazol, manejo
nutricional (dieta baja en yodo; y/d
Hills), tiroidectomía quirúrgica, y yodo
radiactivo (I131).(24-28) Cada una de
las modalidades terapéuticas tiene sus
ventajas e inconvenientes, que deben
ser consideradas a la hora de trazar un
plan de tratamiento en cada paciente.
Existen dos maneras de tratar a los
gatos diagnosticados de hipertiroidis-
mo: intentar controlar la enfermedad
o curarla. Dentro de los métodos no
definitivos podemos recurrir al uso de
fármacos antitiroideos que bloquean
la síntesis de las hormonas tiroideas,
como el metimazol o el carbimazol, una
dieta exclusiva baja en yodo (y/d Hill´s),
puesto que el yodo es un componente
esencial en la producción de las hor-
monas tiroideas. Ni la medicación an-
titiroidea ni la dieta baja en yodo van a
detener la evolución del tumor, su cre-
cimiento ni la posible malignización del
mismo.(12)
Entre las opciones curativas se encuen-
tra la tiroidectomía quirúrgica y el yodo
radiactivo (I131).(12, 21)
Pros y contras de cada una de las mo-
dalidades de tratamiento:
TRATAMIENTO MÉDICO:
1. PROS:
• No requiere instalaciones especiales.
• No requiere anestesia, sin complica-
ciones asociadas a la cirugía.
Mª del Pilar Xifra
• Necesario para estabilización previa
de tratamiento quirúrgico.
• Recomendable como “trial” en gatos
azotémicos antes del tratamiento
con yodo radiactivo.
2. CONTRAS:
• Tratamiento de por vida, dependien-
te de la implicación del propietario.
• Efectos secundarios frecuentes,
generalmente leves o moderados,
aunque también graves.
• No tiene efecto sobre la enferme-
dad subyacente (tumor) que seguirá
creciendo y consecuentemente las
dosis deberán aumentarse, siendo
en algunos casos resistentes al tra-
tamiento cuando el tumor benigno
se transforma en tumor maligno
(carcinoma).
MANEJO NUTRICIONAL
1. PROS:
• Opción a considerar en los gatos
que no son candidatos a tratamien-
tos definitivos (cirugía o yodo ra-
diactivo).
• En el caso de propietarios para los
que no es posible administrar me-
dicación a sus gatos, es una opción
viable.
• En caso de efectos secundarios por
la medicación antitiroidea.
2. CONTRAS:
• Tratamiento no curativo, no detiene
la evolución y crecimiento del tumor.
• Dieta poco palatable, que debe ser
estricta.
• Tratamiento de por vida, no se pue-
de suspender.
• Las consecuencias de la dieta con
restricción en yodo no se conocen,
así que están contraindicados en
gatos sanos. Complicado en am-
bientes “multi-gato”.
• La composición (proporción de
proteína/grasa/carbohidratos) de
la dieta y/d revela que es una dieta
alta en carbohidratos y baja en pro-
teína. Lo que no la hace adecuada
para periodos largos en un animal
carnívoro estricto como el gato, y
menos aún en los gatos hiperti-
roideos que tiene gran pérdida de
masa muscular.
• Es el tratamiento menos efectivo
de todos. En un estudio en el que
incluyeron 225 gatos tratados con
dieta y/d, el 25% seguía siendo hi-
pertiroideo 8 semanas después. La
mayoría de estos gatos tuvieron la
concentración de T4 total en la mi-
tad superior del rango de referen-
cia. Otros estudios, tienen resulta-
dos similares, en los que los gatos
tratados no recuperan peso y no
mejoran los valores de las encimas
hepáticas.(28-30)
TIROIDECTOMÍA QUIRÚRGICA:
1. PROS:
• Tratamiento muy efectivo para el hi-
pertiroidismo felino.(31)
• Tratamiento de elección, particular-
mente si el tratamiento con yodo
radiactivo no está disponible.(27)
2. CONTRAS:
• Es muy común la afectación bilate-
ral del tiroides en el hipertiroidismo
felino. Sin una gammagrafía previa,
es complicado diferenciar procesos
unilaterales de bilaterales.(7) Si se
extirpa únicamente un lóbulo, la
persistencia del hipertiroidismo es
frecuente.(7, 25, 31)
• Alta morbilidad y mortalidad, espe-
cialmente en gatos con hipertiroi-
dismo grave.
Vetmadrid 2022 | 147
 • Hipoparatiroidismo iatrogénico.
• Daño del nervio laríngeo y síndro-
me de Horner.
• Es frecuente que los gatos desa-
rrollen hipotiroidismo transitorio
durante 2-3 meses tras la tiroidec-
tomía unilateral.
• Después de la tiroidectomía bila-
teral, si la misma tiene éxito, se pro-
ducirá hipotiroidismo en las 24h si-
guientes a la cirugía, siendo necesaria
la suplementación con L-tiroxina el
mismo día del alta. En estos gatos,
se recomienda la suplementación
con L-tiroxina de manera continuada,
aunque puede volver a crecer nuevo
tejido tiroideo (incluso provocando
recaída del hipertiroidismo) a partir
de pequeños restos del tumor extir-
pado de forma incompleta (adjuntos
a la cápsula del tiroides, etc).(27, 31)
YODO RADIACTIVO:
1. PROS:
• El yodo radiactivo es un tratamiento
sencillo, eficaz y seguro para los ga-
tos con hipertiroidismo.
• Evita la incomodidad de la adminis-
tración oral o transdérmica diaria y
los efectos secundarios de la medi-
cación antitiroidea, o las restriccio-
nes que conlleva la alimentación de
por vida con una dieta baja en yodo,
y los riesgos y complicaciones post
operatorias que suponen la aneste-
sia y la tiroidectomía quirúrgica.
• Por último, el tratamiento con I131
irradia y destruye los nódulos tu-
morales tiroideos, lo que supone la
curación definitiva del hipertiroidis-
mo.(12, 24)
2. CONTRAS:
• Aunque representa un tratamiento
sencillo y relativamente exento de
148 | Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento
estrés para los gatos, requiere una
autorización e instalaciones de hos-
pitalización especiales, equipos de
medicina nuclear y un cumplimien-
to estricto de las leyes locales en
materia de radioprotección.(24)
• Los gatos deberán permanecer en
la instalación radiactiva, aislados de
otros animales, así como del público
general y de personal veterinario sin
formación o autorización para aten-
der a gatos radiactivos.(24) La dura-
ción de dicha estancia varía según
la dosis administrada de I131 y de
la normativa local sobre protección
radiológica. En España esta estancia
variará entre 2 y 5 días para el trata-
miento de adenomas tiroideos con
dosis bajas de I131 (2-7 mCi), y dos
semanas para el tratamiento de sos-
pecha de carcinoma tiroideo con do-
sis altas de yodo radiactivo (30 mCi).
• Una vez dados de alta, los gatos
tratados con I131 siguen excretan-
do pequeñas cantidades de I131 en
orina, heces y saliva durante 2-4 se-
manas. En consecuencia, los propie-
tarios han de seguir unas directrices
para reducir la exposición humana
a la radiación emitida por los pa-
cientes y sus residuos durante este
periodo.(24)
Tratamiento con fármacos
antitiroideos
En España el metimazol está disponible
y autorizado para su uso en gatos en
comprimidos de 1,25, 2,5 y 5 mg. Tam-
bién tenemos a disposición una formu-
lación líquida oral comercializada de
metimazol, lo que resulta muy práctico
a la hora de ajustar la dosis a nivel in-
dividual.
El carbimazol está disponible y auto-
rizado su uso para gatos en forma de
Mª del Pilar Xifra
comprimidos de liberación prolongada
de 10 y 15 mg. Se considera un prefár-
maco porque se convierte en metima-
zol tras metabolismo hepático. Se re-
quiere una dosis ligeramente mayor de
carbimazol para obtener el efecto del
metimazol: 5 mg de carbimazol equiva-
len a 3 mg de metimazol.(32, 33)
Es posible disponer de formulaciones
transdérmicas de metimazol o carbi-
mazol a través de farmacias que pre-
paran recetas magistrales. Se aplica
en la cara interna de la oreja y puede
ser práctico en gatos difíciles de me-
dicar por vía oral, o cuando presentan
efectos secundarios digestivos a la ad-
ministración oral de dichos fármacos.
El problema radica en la dificultad de
garantizar la calidad y uniformidad de
las formulaciones transdérmicas pre-
paradas magistralmente. No obstante,
la calidad a largo plazo es cuestionable.
(34-36)
La dosis de inicio del metimazol depen-
de de la magnitud de la elevación hor-
monal. Se recomienda de forma gene-
ral comenzar con dosis bajas (1,25 mg
por gato cada 12h) e ir aumentando la
dosis según los resultados clínicos y los
valores de T4 total. Otras consideracio-
nes a tener en cuenta son la existencia
de enfermedad renal previa, en la que
deberemos aumentar de manera gra-
dual la dosis tras un estricto control
analítico, y la presencia de hipertiroi-
dismo grave con concentraciones de
T4 total muy altas. En este último caso
puede contemplarse dosis iniciales de
5mg por gato cada 12h.(33)
Seguimiento: la primera revisión se re-
comienda a las 3 semanas tras el inicio
del tratamiento (o tras cada cambio
de dosis) con metimazol o carbimazol
oral y a las 4 semanas si utilizamos la
formulación transdérmica. Estás re-
visiones deberán incluir exploración
general, prestando especial atención a
la presencia de efectos secundarios e
incremento de peso, además de ana-
lítica general que incluya hemograma,
bioquímica y T4 total.(33)
El objetivo con los fármacos antitiroi-
deos es que la concentración de T4
total esté en la mitad del rango de re-
ferencia, evitando valores cercanos al
límite inferior que pueden significar la
presencia de hipotiroidismo subclínico
(ver más adelante) o valores cercanos
al límite superior que significan un mal
control de la enfermedad.
Una vez hayamos conseguido el objeti-
vo, las revisiones serán cada 3-6 meses
según el caso.(33) No debemos olvidar,
que la medicación antitiroidea no con-
trola el crecimiento ni la posible malig-
nización del tumor, así que lo esperable
es tener que subir las dosis con el paso
del tiempo.
Los efectos secundarios o las reaccio-
nes adversas a metimazol o carbimazol
se observan generalmente en las pri-
meras 4-8 semanas de tratamiento. Los
efectos secundarios más frecuentes
(25%) son anorexia, vómitos y letargo.
En estos casos se puede valorar la sus-
pensión temporal de la medicación 1-2
días y una vez estabilizado el paciente
volver al tratamiento administrando
dosis más bajas y junto con medicación
complementaria (maropitant, mirtaza-
pina…etc). La presentación transdérmi-
ca produce menos efectos secundarios
digestivos.(32, 33)
Aunque las excoriaciones faciales y cer-
vicales por metimazol o carbimazol no
son potencialmente mortales, pueden
convertirse en una reacción adversa
muy grave. La aparición de excoriacio-
Vetmadrid 2022 | 149
nes faciales obliga la suspensión del
tratamiento con metimazol y carbima-
zol tanto en su forma oral como trans-
dérmica.(32, 33)
Entre las reacciones adversas más gra-
ves, aunque raras, a los fármacos an-
titiroideos figura la hepatopatía y las
discrasias sanguíneas. Debe interrum-
pirse inmediatamente el tratamiento y
con las medidas de apoyo adecuadas
cabe esperar una resolución completa
en un plazo de unos días (discrasias
sanguíneas) y semanas (hepatopatía).
(32) En el caso de que surja alguno de
los efectos secundarios graves y po-
tencialmente mortales, no debe rea-
nudarse el tratamiento con fármacos
antitiroideos en ninguna de sus presen-
taciones y contemplar otras opciones
terapéuticas.(33)
Tratamiento con yodo
radiactivo
Mecanismo de acción: las hormonas
tiroideas son los únicos compuestos
yodados del organismo. Al igual que
el yodo estable de la dieta (I127), el
radiactivo (I131) también se concentra
en la glándula tiroidea. Los tirocitos
normales o adenomatosos no diferen-
cian entre yodo estable o radiactivo, de
modo que ambas formas de yodo com-
piten por ser captadas y concentradas
por la glándula tiroidea.
Cuando se administra yodo radiactivo
a un gato, el tumor tiroideo capta ge-
neralmente entre el 10% y el 60% de la
dosis de I131. El resto se excreta por
orina y heces. El yodo radiactivo tiene
una semivida de 8,04 días y emite par-
tículas ß y radiación γ. Las partículas ß,
que causan el 80% del daño tisular, se
desplazan un máximo de 2 mm en el
tejido, siendo localmente destructivas
para el tumor tiroideo, pero respetan
150 | Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento
el tejido tiroideo atrófico adyacente,
las glándulas paratiroideas y otras es-
tructuras cervicales. La radiación γ no
destruye el tejido tiroideo, pero es muy
importante a nivel de radioprotección
debido a la exposición del personal ve-
terinario y de los propietarios.(24)
Las indicaciones específicas del trata-
miento con yodo radiactivo son las si-
guientes:
• Curación definitiva del hipertiroidis-
mo en lugar de limitarse al control
hormonal bien con fármacos anti-
tiroideos o con dieta baja en yodo.
Detiene la evolución de la enferme-
dad.
• Gatos que no responden a fárma-
cos antitiroideos o dieta baja en
yodo (hipertiroidismo persistente).
• Gatos que presentan reacciones ad-
versas graves a los fármacos antiti-
roideos.
• Gatos que se niegan a consumir una
dieta baja en yodo.
• Tumores tiroideos ectópicos (loca-
lización sublingual o intratorácica)
que no son accesibles quirúrgica-
mente.
• Carcinoma tiroideo invasivo o me-
tastásico.
• Gatos jóvenes con una esperanza
de vida superior a 2 ó 3 años, en los
que la progresión del tumor puede
ser un problema en caso de trata-
miento médico o nutricional (pej
gatos jóvenes menores de 12 años
e incluso gatos mayores con buena
salud menores de 17 años).(24)
Selección del paciente: antes de optar
por el tratamiento con yodo radiactivo
han de realizarse pruebas sistemáticas
para determinar si el paciente es un
candidato adecuado. El hipertiroidismo
Mª del Pilar Xifra
es una enfermedad cuya incidencia es
mayor en gatos de mediana y avanzada
edad, por lo que es posible que sufran
otros problemas geriátricos no relacio-
nados con el hipertiroidismo.(37, 38)
Es posible que aquellos gatos hiper-
tiroideos con enfermedades cardio-
vasculares, renales, endocrinas (pej
diabetes), digestivas o neurológicas clí-
nicamente inestables no sean los mejo-
res candidatos para el tratamiento con
yodo radiactivo, principalmente por la
duración de la estancia necesaria des-
pués de administrar el tratamiento. El
hecho de que no sean los mejores can-
didatos al tratamiento, no significa que
se descarten para el mismo, si no que
estos pacientes necesitarán una valora-
ción más exhaustiva.(24)
La evaluación recomendada antes del
tratamiento debería incluir las siguientes
pruebas y procedimientos:
• Hemograma, bioquímica y urianálisis
completo. Urocultivo en gatos con
signos de infección urinaria.
• Concentraciones séricas de hormo-
nas tiroideas antes del tratamiento
o sin tratar. En caso de que el gato
haya recibido tratamiento con medi-
cación antitiroidea debe suspender-
se por al menos 7 días y en el caso de
ser tratado con dieta baja en yodo,
debe interrumpirse durante un mí-
nimo de 4 semanas. Posteriormen-
te, se obtiene el valor de la T4 total
sérica para confirmar el diagnóstico
y para determinar la gravedad real
del hipertiroidismo.
• Concentración sérica de tirotropina
(TSH) antes del tratamiento o sin tra-
tar. Lo ideal es que sea indetectable
para que el tejido tiroideo sano esté
atrofiado funcionalmente. Si la TSH
no fuera indetectable el tejido tiroi-
deo sano podría captar I131 aumen-
tando la probabilidad de hipotiroidis-
mo iatrogénico.(24)
• Medición de la tensión arterial. La
frecuencia de hipertensión arterial en
hipertiroidismo está descrita entre el
10%-20% de los casos.(24, 39)
• Radiografías torácicas y ecocardio-
grafía. Se recomienda realizar una
evaluación cardiaca cuando detecte-
mos soplos o arritmias a la explora-
ción, signos de enfermedad cardiaca
como disnea y a todos los gatos con
hipertiroidismo grave, especialmen-
te aquellos con enfermedad de larga
duración (más de un año desde el
diagnóstico).(24)
• Ecografía abdominal. Se recomienda
en gatos hipertiroideos con signos
digestivos graves (vómitos, diarrea),
cuando la pérdida de peso sea ele-
vada y no se justifique por una ele-
vación leve de la T4 y en casos de
hipertiroidismo apático (gatos hiper-
tiroideos con poco apetito).(24)
Preparación antes del tratamiento con
yodo radiactivo
La mayoría de los centros de tratamien-
to recomiendan suspender los fármacos
antitiroideos una semana antes y la dieta
baja en yodo un mes antes del tratamien-
to. Esto permite que las concentraciones
de hormonas tiroideas sean elevadas, lo
que disminuye la concentración sérica de
TSH a valores bajos o indetectables. Dado
que la captación de yodo por el tejido ti-
roideo normal requiere una cantidad su-
ficiente de TSH, el hecho de que la TSH
esté baja contribuye a garantizar que la
captación de I131 por el tejido sano sea
mínima, reduciendo así la probabilidad
de hipotiroidismo iatrogénico.(24)
Si el tratamiento con I131 va a realizar-
se en un corto periodo de tiempo y el
Vetmadrid 2022 | 151
gato está clínicamente estable, no es
necesario tratar previamente con fár-
macos antitiroideos. En algunos gatos
con hipertiroidismo grave y cardiopatía
coexistente, puede considerarse man-
tener el tratamiento antitiroideo hasta
que sean tratados con yodo radiactivo.
En estos gatos, el beneficio de curar el
hipertiroidismo grave supera el inconve-
niente de que se produzca un hipotiroi-
dismo por I131.(24)
Gammagrafía tiroidea
La gammagrafía tiroidea aporta infor-
mación valiosa sobre la anatomía y fi-
siología tiroideas y desempeña un papel
integral en el diagnóstico y estadifica-
ción del hipertiroidismo felino antes del
tratamiento con yodo radiactivo.
Los motivos para realizar una gam-
magrafía tiroidea antes del tratamiento
con I131 son los siguientes:
• Confirma el diagnóstico del hiperti-
roidismo. La gammagrafía tiroidea
detecta el hipertiroidismo antes de
que se produzca la elevación hormo-
nal, siendo el método de referencia
para el diagnóstico del hipertiroidis-
mo oculto en gatos.
• Descarta el diagnóstico en gatos
eutiroideos con concentraciones
falsamente elevadas de hormonas
tiroideas.
• En caso de sospecha de carcinoma
tiroideo.(21)
• Para calcular las dosis de radiofár-
maco en el tratamiento con yodo ra-
diactivo (I131).
• Para valorar la evolución en gatos
hipertiroideos tratados con cirugía
o yodo radiactivo. La realización de
gammagrafías tiroideas postrata-
miento nos permite confirmar el
éxito de los tratamientos realizados
(eliminación de la totalidad del tejido
152 | Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento
hiperfuncional y existencia de tejido
remanente sano).(12, 21, 24)
Figura 6. Gammagrafía tiroidea de revisión
a los 6 meses del tratamiento con I131 del
gato de la figura 4B.
Procedimiento
El I131 se puede administrar por vía
oral, subcutánea o intravenosa; la ma-
yoría de los centros prefieren la admi-
nistración subcutánea. El objetivo del
tratamiento es la destrucción del teji-
do tumoral sin dañar el tejido tiroideo
sano, es por ello por lo que el cálculo de
la dosis de I131 tiene tanta importancia
en los resultados del tratamiento.
Existen tres métodos de cálculo de dosis:
• Dosis fijas de 4-5 mCi por paciente
independientemente de la severi-
dad del hipertiroidismo.
• Dosis estimadas según los datos
hormonales, la severidad de los
síntomas y el tamaño del nódulo ti-
roideo mediante palpación. De este
modo se clasifica a los pacientes
en tres grupos, administrando do-
sis bajas (2-3 mCi) a los gatos con
hipertiroidismo leve, dosis medias
(3-5 mCi) para los casos de hiper-
tiroidismo moderado y dosis altas
(5-6 mCi) a los gatos con hipertiroi-
dismo crónico y severo.
• Algoritmo de clasificación cuantita-
tivo, con cálculo de la dosis basa-
Mª del Pilar Xifra
do en la gammagrafía tiroidea, las
concentraciones séricas de hormo-
nas tiroideas y la captación de yodo
radiactivo.
Figura 7. Medición mediante monitor Geiger
de la radiación 24 horas tras la administra-
ción de yodo radiactivo (captación de I131).
Según nuestra experiencia, el trata-
miento de los gatos hipertiroideos
con este protocolo, las dosis muy
bajas de yodo radiactivo (1,5-2 mCi)
consiguen la curación de casi todos
aquellos gatos con hipertiroidismo
leve o moderado que tienen tumo-
res pequeños pero funcionales en las
imágenes de la gammagrafía. Estas
dosis de I131 son inferiores a la dosis
más baja administrada con el sistema
de dosis estimadas (2-3 mCi) y mucho
menores que las administradas con
el sistema de dosis fijas. Sin embargo,
otros gatos con hipertiroidismo grave
y grandes volúmenes de tejido tiroi-
deo funcionalmente autónomo pero
sin signos gammagráficos de maligni-
dad pueden requerir dosis de hasta
10-15 mCi para restablecer el eutiroi-
dismo. Estas dosis son mayores que
las utilizadas con el sistema de dosis
fijas y que las dosis altas administra-
das con el protocolo de dosis estima-
das.(24, 40, 41)
Con el cálculo de dosis mediante el al-
goritmo de clasificación cuantitativo la
eficacia del tratamiento con una sola
dosis es mayor del 96%, los gatos que
no responden a esta primera dosis
(persistencia del hipertiroidismo) pue-
den ser tratados nuevamente para con-
seguir su curación definitiva. Con este
algoritmo de dosificación cuantitativo,
en torno al 17% presentará hipotiroi-
dismo leve o subclínico (T4 total normal
y TSH elevada) y tan solo un 4% hipo-
tiroidismo manifiesto (concentración
baja de T4 total y elevada de TSH).(42)
Estas tasas son muy inferiores a las es-
peradas con cualquiera de las otras téc-
nicas de dosificación descritas.(24)
Cuando se detecta mediante la gam-
magrafía previa una sospecha de car-
cinoma tiroideo o un tumor SHIM-RAD
(acrónimo del inglés: hipertiroidismo
severo, masas de gran volumen, intra-
torácicas, multifocales y resistente a
los fármacos antitiroideos) es posible
realizar el tratamiento con dosis ultra
altas de I131 (30 mCi). En estos casos el
objetivo es la ablación total del tejido ti-
roideo, al ser un tumor potencialmente
maligno, así que estos gatos muy pro-
bablemente serán hipotiroideos poste-
riormente.(12, 21, 23, 24)
En general los efectos secundarios del
tratamiento con yodo radiactivo son
poco frecuentes. En casos excepcio-
nales (<0,1%), los gatos tratados con
dosis altas sufren disfagia y fiebre tran-
sitorias probablemente como conse-
cuencia de una tiroiditis. Raramente,
pueden manifestar disfonía que puede
ser transitoria o en algunos casos per-
manente.(24)
Un problema más grave es el hipotiroi-
dismo permanente, que aparece sema-
nas o meses después del tratamiento
Vetmadrid 2022 | 153
y su frecuencia depende de la dosis de
I131 administrada.(24)
En algunos casos con enfermedad re-
nal crónica (ERC) concomitante, el esta-
do hipertiroideo oculta la enfermedad
renal disminuyendo “falsamente” los
valores de creatinina. Una vez se res-
tablece el eutiroidismo (independiente-
mente de la modalidad de tratamiento
utilizada) vamos a poder constatar los
valores reales de los parámetros rena-
les en ese paciente. Esta azotemia suele
manifestarse en los 3-6 meses siguien-
tes al tratamiento del hipertiroidismo,
aumentando normalmente solo un es-
tadío en la International Renal Interest
Society (IRIS). En otras palabras, tras
este periodo posterior al tratamiento
inicial, el grado de azotemia permanece
estable en la mayoría de los gatos.(24)
Las dosis terapéuticas de I131 no solo
irradian la glándula tiroidea, sino tam-
bién la totalidad del cuerpo del gato en
cierto grado; esto plantea dudas rela-
tivas a los posibles efectos carcinoge-
néticos a largo plazo. Sin embargo, en
personas tratadas con I131 no se ha
demostrado un aumento significativo
en el riesgo de padecer cáncer.(24, 43)
Tras el tratamiento con I131 se reco-
mienda seguimiento clínico (explora-
ción general y pesaje) y analítico du-
rante un año. La frecuencia de estos
chequeos dependerá del caso, gene-
ralmente cada 3-6 meses. El 80% de los
gatos tratados con I131 tendrán los va-
lores séricos de T4 total normalizados
al mes del tratamiento.
Las analíticas hormonales deben incluir
T4 total y TSH, para detectar los casos
de hipotiroidismo clínico (concentra-
ción de T4 total baja y TSH elevada) que
requerirán suplementación con L-tiro-
xina y de hipotiroidismo subclínico (T4
total normal y TSH elevada) en los que
154 | Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento
la decisión de suplementar o no depen-
derá de los niveles de los parámetros
renales.(24)
Posteriormente la recomendación es
seguimiento anual, en el que se inclui-
rán determinaciones de T4 total, ya que
el tejido sano puede desarrollar nuevos
adenomas y consecuentemente hiper-
tiroidismo (recaída del hipertiroidis-
mo), posible en el 5% de los casos.(24)
El pronostico de los gatos tratados con
yodo radiactivo es bueno o excelente.
Dado que los gatos geriátricos pueden
verse afectados por diversas enferme-
dades renales, cardiovasculares y di-
gestivas, el veterinario debe tener en
cuenta que la curación del hipertiroi-
dismo no siempre resuelve trastornos
no relacionados.(24)
Puntos clave
• El hipertiroidismo en gatos está pro-
ducido por una neoplasia general-
mente benigna.
• Un tratamiento definitivo del hiper-
tiroidismo detendrá el crecimiento
del tumor y la posible evolución ha-
cia un tumor maligno.
• La valoración de patologías conco-
mitantes es vital para establecer
si un gato es candidato a un trata-
miento definitivo como el yodo ra-
diactivo.
• El yodo radiactivo es un tratamiento
sencillo, eficaz y seguro para los ga-
tos con hipertiroidismo.
• La gammagrafía tiroidea juega un
papel muy importante en el diag-
nóstico y para establecer el estadío
clínico del hipertiroidismo felino.
• El cálculo de dosis de I131 afecta di-
rectamente al éxito del tratamiento
y a la probabilidad de desarrollar hi-
potiroidismo tras el mismo.
Mª del Pilar Xifra
Bibliografía
1. Miller ML, Randolph JF, Peterson ME.
Hyperthyroidism: clinical signs and physical
examination findings. In: Feldman EC, Fra-
cassi F, Peterson ME, editors. Feline Endocri-
nology. Milan: EDRA; 2019. p. 130-40.
2. Periáñez M, Ruiz-debring M, Corbera J,
Peña M, Rodón J, Melián C. Hipertiroidismo
felino en España, estudio de prevalencia y
de la utilidad diagnóstica de la medición
de TSH canina. Clínica Veterinaria de Pe-
queños animales, revista oficial de AVEPA.
2015;35(3):177-82.
3. Gerber H, Peter H, Ferguson DC, Peterson
ME. Etiopathology of feline toxic nodular goi-
ter. The Veterinary Clinics of North America
Small Animal Practice. 1994;24(3):541-65.
4. Peterson ME. Animal models of disease:
feline hyperthyroidism: an animal mo-
del for toxic nodular goiter. J Endocrinol.
2014;223(2):T97-114.
5. Boretti FS, Sieber-Ruckstuhl NS, Gerber
B, Laluha P, Baumgartner C, Lutz H, et al.
Thyroid enlargement and its relationship
to clinicopathological parameters and T(4)
status in suspected hyperthyroid cats. J Feli-
ne Med Surg. 2009;11(4):286-92.
6. Norsworthy GD, Adams VJ, McElhaney
MR, Milios JA. Relationship between se-
mi-quantitative thyroid palpation and total
thyroxine concentration in cats with and
without hyperthyroidism. J Feline Med Surg.
2002;4(3):139-43.
7. Peterson ME, Broome MR. Thyroid
scintigraphy findings in 2096 cats with
hyperthyroidism. Vet Radiol Ultrasound.
2015;56(1):84-95.
8. Peterson ME, Broome MR, Rishniw M.
Prevalence and degree of thyroid pathology
in hyperthyroid cats increases with disease
duration: a cross-sectional analysis of 2096
cats referred for radioiodine therapy. J Feli-
ne Med Surg. 2016;18(2):92-103.
9. Peterson ME, Castellano CA, Rishniw
M. Evaluation of Body Weight, Body Con-
dition, and Muscle Condition in Cats
with Hyperthyroidism. J Vet Intern Med.
2016;30(6):1780-9.
10. WSAVA Global Nutrition Committee.
Body Condition Score.
11. WSAVA Global Nutrition Committee.
Muscle condition score. 2016. p. http://
www.wsava.org/sites/default/files/Mus-
cle%20condition%score%chart-Cats.pdf
(accessed January 12. 2016).
12. Xifra MP, Peterson ME. Hipertiroidis-
mo felino. In: Pérez D, Arenas C, Melián C,
editors. Manual de endocrinología de Pe-
queños animales. Barcelona: Multimedica;
2018. p. 143-92.
13. Peterson ME. More than just T(4): diag-
nostic testing for hyperthyroidism in cats. J
Feline Med Surg. 2013;15(9):765-77.
14. Mooney CT. Hyperthyroidism: labora-
tory diganosis. In: Feldman EC, Fracassi F,
Peterson ME, editors. Feline Endocrinology.
Milan: EDRA; 2019. p. 141-55.
15. Berent AC, Drobatz KJ, Ziemer L, John-
son VS, Ward CR. Liver function in cats with
hyperthyroidism before and after 131I the-
rapy. J Vet Intern Med. 2007;21(6):1217-23.
16. Syme HM. Cardiovascular and renal
manifestations of hyperthyroidism. The Ve-
terinary Clinics of North America Small Ani-
mal Practice. 2007;37(4):723-43, vi.
17. Peterson ME, Varela FV, Rishniw M, Pol-
zin DJ. Evaluation of Serum Symmetric Di-
methylarginine Concentration as a Marker
for Masked Chronic Kidney Disease in Cats
With Hyperthyroidism. J Vet Intern Med.
2018;32(1):295-304.
18. Williams TL, Elliott J, Syme HM. Asso-
ciation of iatrogenic hypothyroidism with
azotemia and reduced survival time in cats
treated for hyperthyroidism. J Vet Intern
Med. 2010;24(5):1086-92.
19. Syme HM. Are methimazole trials rea-
lly necessary? In: Little SE, editor. August’s
Consultations in Feline Internal Medicine:
Elsevier; 2015.
20. Peterson ME, Guterl JN, Nichols R, Rish-
niw M. Evaluation of Serum Thyroid-Stimu-
Vetmadrid 2022 | 155
lating Hormone Concentration as a Diag-
nostic Test for Hyperthyroidism in Cats. J Vet
Intern Med. 2015;29(5):1327-34.
21. Xifra MP, Espada Y, Serrano SI, al e. Clini-
cal applications of scintigraphy in small ani-
mals. Clin Vet Peq Anim. 2019;39(2):71-81.
22. Peterson ME, Guterl JN, Rishniw M, Broo-
me MR. Evaluation of Quantitative Thyroid
Scintigraphy for Diagnosis and Staging of
Disease Severity in Cats with Hyperthyroi-
dism: Comparison of the Percent Thyroidal
Uptake of Pertechnetate to Thyroid-to-Sali-
vary Ratio and Thyroid-to-Background Ratios.
Vet Radiol Ultrasound. 2016;57(4):427-40.
23. Xifra MP, Serrano SI, Peterson ME. Sos-
pecha de carcinoma tiroideo felino: trata-
miento con yodo radiactivo. Clinoncovet.
2018;11:20-9.
24. Peterson ME, Xifra MP, Broome MR.
Treatment of hyperthyroidism: radioiodi-
ne. In: Feldman EC, Fracassi F, Peterson ME,
editors. Handbook of Feline Endocrinology.
Milan: EDRA; 2019. p. 227-54.
25. Mooney CT, Peterson ME. Feline hyper-
thyroidism. In: Mooney CT, Peterson ME,
editors. Manual of Canine and Feline Endo-
crinology Fourth ed. Quedgeley, Gloucester:
British Small Animal Veterinary Association;
2012. p. 199-203.
26. Peterson ME, Kintzer PP, Hurvitz AI. Me-
thimazole treatment of 262 cats with hyper-
thyroidism. J Vet Intern Med. 1988;2(3):150-7.
27. Birchard SJ. Thyroidectomy in the cat. Clin
Tech Small Anim Pract. 2006;21(1):29-33.
28. Grossi G, Zoia A, Palagiano P, Leoni N,
Bubini-Regini F, Malerba E, et al. Iodine-res-
tricted food versus pharmacological thera-
py in the management of feline hyperthyroi-
dism: A controlled trial in 34 cats. Open Vet
J. 2019;9(3):196-204.
29. Hui TY, Bruyette DS, Moore GE, Sco-
tt-Moncrieff JC. Effect of Feeding an Io-
dine-Restricted Diet in Cats with Sponta-
neous Hyperthyroidism. J Vet Intern Med.
2015;29(4):1063-8.
30. van der Kooij M, Bečvářová I, Meyer
156 | Hipertiroidismo en gatos, diagnóstico y tratamiento
HP, Teske E, Kooistra HS. Effects of an io-
dine-restricted food on client-owned cats
with hyperthyroidism. J Feline Med Surg.
2014;16(6):491-8.
31. Naan EC, Kirpensteijn J, Kooistra HS,
Peeters ME. Results of thyroidectomy in
101 cats with hyperthyroidism. Vet Surg.
2006;35(3):287-93.
32. Daminet S, Kooistra HS, Fracassi F, Gra-
ham PA, Hibbert A, Lloret A, et al. Best prac-
tice for the pharmacological management
of hyperthyroid cats with antithyroid drugs.
J Small Anim Pract. 2014;55(1):4-13.
33. Daminet S. Treatment of hyperthyroidism:
antithyroid drugs. In: Feldman EC, Fracassi F,
Peterson ME, editors. Handbook of Feline En-
docrinology. Milan: EDRA; 2019. p. 198-210.
34. Boretti FS, Sieber-Ruckstuhl NS, Schäfer
S, Gerber B, Baumgartner C, Riond B, et al.
Transdermal application of methimazole
in hyperthyroid cats: a long-term follow-up
study. J Feline Med Surg. 2014;16(6):453-9.
35. Sartor LL, Trepanier LA, Kroll MM, Rodan
I, Challoner L. Efficacy and safety of trans-
dermal methimazole in the treatment of
cats with hyperthyroidism. J Vet Intern Med.
2004;18(5):651-5.
36. Hoffmann G, Marks SL, Taboada J, Hos-
good GL, Wolfsheimer KJ. Transdermal me-
thimazole treatment in cats with hyperthyroi-
dism. J Feline Med Surg. 2003;5(2):77-82.
37. Puig J, Cattin I, Seth M. Concurrent disea-
ses in hyperthyroid cats undergoing assess-
ment prior to radioiodine treatment. J Feline
Med Surg. 2015;17(6):537-42.
38. Nussbaum LK, Scavelli TD, Scavelli DM,
Pintar J, Henderson AK, DeMarco JA, et al.
Abdominal Ultrasound Examination Fin-
dings in 534 Hyperthyroid Cats Referred
for Radioiodine Treatment Between 2007-
2010. J Vet Intern Med. 2015;29(4):1069-73.
39. Taylor SS, Sparkes AH, Briscoe K, Carter
J, Sala SC, Jepson RE, et al. ISFM Consensus
Guidelines on the Diagnosis and Manage-
ment of Hypertension in Cats. J Feline Med
Surg. 2017;19(3):288-303.
Mª del Pilar Xifra

40. Peterson ME, Varela FV, Rishniw M, edi-

tors. Radioiodine treatment of cats with
hyperthyroidism: Evaluation of a novel al-
gorithm for individual dose calculation ba-
sed on thyroid scintigraphy, serum thyroid
hormone concentrations, and thyroid up-
take of radioiodine (abstract). J Vet Intern
Med; 2018.
41. Lucy JM, Peterson ME, Randolph JF,
Scrivani PV, Rishniw M, Davignon DL, et al.
Efficacy of Low-dose (2 millicurie) versus
Standard-dose (4 millicurie) Radioiodine
Treatment for Cats with Mild-to-Mode-
rate Hyperthyroidism. J Vet Intern Med.
2017;31(2):326-34.
42. Peterson ME, Rishniw M. A dosing algo-
rithm for individualized radioiodine treat-
ment of cats with hyperthyroidism. J Vet
Intern Med. 2021;35(5):2140-51.
43. Hieu TT, Russell AW, Cuneo R, Clark J,
Kron T, Hall P, et al. Cancer risk after medi-
cal exposure to radioactive iodine in benign
thyroid diseases: a meta-analysis. Endocr
Relat Cancer. 2012;19(5):645-55.

Vetmadrid 2022 | 157

158 |
Allyson Berent

Stijn Niessen
Stijn se licenció en la Universidad de
Gante. Después de un internado en la
Universidad de Glasgow y una residencia
en el Royal Veterinary College (RVC), se
convirtió en Diplomado del European
College of Veterinary Internal Medicine.
Stijn completó un doctorado en diabetes
mellitus, evaluación de la calidad de vida
y terapia génica en la Escuela de Medicina
de la Universidad de Newcastle y el RVC.
Durante su carrera docente de 16 años en
el RVC, Stijn estuvo activo en clínicas de
referencia, enseñando a estudiantes e investigando, y finalmente
se convirtió en profesor de Medicina Interna, así como en uno
de los directores clínicos del hospital de referencia de animales
pequeños más grande de Europa.

Stijn ha encontrado nuevas curas para enfermedades antiguas,

ha publicado numerosos artículos científicos, ha escrito
capítulos y ha coeditado libros de texto clave. Él cree que todos
los médicos deberían poder disfrutar del nivel único de apoyo
clínico, desarrollo personal y tutoría que normalmente solo se
encuentran en los entornos universitarios. Es cofundador de la
Práctica Veterinaria Virtual que se lleva a cabo a través de la
comunidad de Red de Información Veterinaria de fama mundial
de> 90.000 veterinarios en todo el mundo (www.vin.com/vvi).

Vetmadrid 2022 | 159

160 |
Stijn Niessen
MANEJO Y CALIDAD DE VIDA DEL PERRO GERIÁTRICO
DIABÉTICO (COMORBILIDADES)
Stijn Niessen
DVM PhD DECVIM PGCertVetEd FHEA MRCVS
Introducción
Cuando queremos ayudar a que se
tenga un manejo adecuado del perro
geriátrico diabético, tenemos que con-
siderar tres factores principales:
1. Comorbilidades: El éxito depende-
rá más del control e interacción de
otras enfermedades con la diabetes
mellitus, más que de la propia dia-
betes mellitus.
2. Asegurar de forma fiable el apetito:
El manejo de la diabetes depende
de si es posible predecir los reque-
rimientos de insulina, lo cual es fácil
de hacer con un apetito predecible.
Por lo tanto es esencial obtener/
conservar un apetito fiable.
3. Calidad de vida: Aunque esto es
siempre la meta, en los perros ma-
yores es incluso más importante
que veamos un resultado final: con-
seguir calidad de vida del perro dia-
bético Y del propietario.
Comorbilidades
Las comorbilidades son frecuentes en
el perro mayor diabético. Dependiendo
de la reseña, examen físico e historia
médica, serán necesarias pruebas diag-
nósticas para identificarlas. Ya que el
tratamiento de la diabetes mellitus se
basa en un requerimiento predecible
de insulina (dosis de insulina), necesi-
tamos saber que hay realmente apeti-
to. Una de las comorbilidades que se
dan más a menudo es una enfermedad
gastrointestinal, incluidas enteropatías
crónicas y pancreatitis.
De forma similar, en perras enteras que
entran en estado diabético, es pruden-
te asumir que eso se debe a una secre-
ción de hormona del crecimiento indu-
cida por la progesterona, lo que causa
una resistencia a la insulina (acromega-
lia canina o DM inducida por el diestro).
El autor recomienda una castración
urgente en cuanto se diagnostica una
DM en una perra entera. Incluso cuan-
do no se consigue remisión, se obtiene
más fácilmente un buen control de la
glucemia en una hembra esterilizada,
asegurando una menor necesidad de
valoraciones repetidas de glucemia y
visitas al veterinario.
En general, en el perro geriátrico, debe-
mos prestar especial atención a:
1. Infección (infección del tracto uri-
nario (UTI de sus siglas en inglés),
dental).
2. Inflamación (pancreatitis-IBD-gingi-
voestomatitis).
3. Medicación (esteroides, acetato de
megestrol).
4. Alteraciones hormonales (Cushing,
diestro).
5. Otras enfermedades (cardiaca y re-
nal, neoplasia, obesidad).
En un estudio postmortem en perros
diabéticos relativamente reciente, se
encontraron las siguientes enfermeda-
des: UTI 21%, otitis o dermatitis 16%,
hiperadrenocorticismo 23%, neoplasia
5% e hipertiroidismo 4%.
Vetmadrid 2022 | 161
Asegurar un apetito
adecuado
Cuando hay inapetencia, puede ser una
vez más por otra enfermedad más que
por la diabetes mellitus en si (a no ser
que haya cetoacidosis diabética) y ne-
cesitamos identificarla. ¿Cómo pode-
mos determinar de otro modo cuánta
insulina necesitará a diario cuando la
hiperglucemia postprandial es diferen-
te cada día? Esto supone un reto parti-
cular cuando el tratamiento de la causa
de la inapetencia es de un tipo que está
contraindicado su uso para la diabetes
mellitus. Un ejemplo típico es cualquier
enfermedad que normalmente se trata
con glucocorticoides, como una ente-
ropatía crónica que responde a este-
roides. Necesitamos controlar esto de
tal manera que aseguremos un apetito
adecuado y debemos intentar y contro-
lar la enfermedad de una forma inicial
con dieta, y si falla, comenzar con medi-
cación. Puede usarse la ciclosporina en
vez de la prednisolona, la cual dará me-
nos efectos negativos en la acción de la
insulina. Otras alternativas a la predni-
solona incluyen clorambucilo, lefluno-
mida y micofenolato. Sin embargo, a
veces tenemos que usar prednisolona
si es la única manera efectiva de regu-
lar la inflamación gastrointestinal. En
realidad, un diabético con IBD tratado
con prednisolona es más estable que
si no se utiliza la prednisolona. Cuan-
do tenemos que usar la prednisolona,
es mejor administrarla dos veces al día
(en vez de una dosis diaria), a la menor
dosis posible, asegurando un nivel de
esteroides constante, y por tanto, una
resistencia predecible y constante a la
insulina. Cuando una dieta es inicial-
mente necesaria y beneficiosa para
una determinada comorbilidad, en el
perro, esta dieta siempre es prioritaria
a la que sería necesaria para la diabe-
tes mellitus. Esto es más fácil debido a
162 | Manejo y calidad de vida del perro geriátrico diabético (Comorbilidades)
que en el perro diabético no hay una
evidencia clara que indique la necesi-
dad de una dieta específica.
Asegurar la calidad de vida
Cuando se diagnostica diabetes melli-
tus (DM) en una mascota, la vida de esa
mascota cambia de forma significativa.
Además, la vida del propietario de esa
mascota también cambia significativa-
mente. En lugar de únicamente pasear
y/o abrazar a sus mascotas, los propie-
tarios de repente deben inyectar a su
perro o gato y no darles las sobras de
la cena, cosa que han hecho durante 9
años. Desde un punto de vista prácti-
co, los propietarios también tienen que
estar en su casa dos veces al día a una
hora concreta para la comida y la insu-
lina. Cuando se van de vacaciones, aho-
ra necesitan encontrar un lugar donde
mantengan el régimen de insulina y
comida a su gato o perro. Y además
hay un tema económico en todo esto,
sobre todo en términos como la mo-
nitorización de la glucosa sanguínea y
ciertas dietas de prescripción… Aún así,
una vez que se ha comenzado el trata-
miento de la DM, los clínicos se centran
normalmente primero en el aspecto
biológico de las cosas, como por ejem-
plo, en el control de los niveles de glu-
cosa sanguínea. En realidad, para mu-
chos clínicos, el éxito del tratamiento se
define a menudo como obtener unos
valores seriados de glucosa sanguínea
“cercanos a lo normal” y/o “normalizar”
la fructosamina junto con una mejoría
de los signos clínicos (poliuria, polidip-
sia, polifagia y pérdida de peso). No es
de extrañar que, según datos recientes,
hasta el 30% de las mascotas diabéticas
suspenden el tratamiento en el primer
año tras el diagnóstico, lo que equivale
básicamente a una eutanasia electiva.
Esto es un peligro especialmente en el
paciente mayor, donde otras enferme-
Stijn Niessen

dades juegan su papel. Este terrible ín- ese conocimiento en nuestro benefi-
dice de fracaso no se debe únicamente cio para mejorar nuestro nivel de éxito
a la falta de éxito biológico. Según lo cuando empezamos un tratamiento de
anterior, cuando evaluamos el éxito del DM, tanto a corto como a largo plazo.
tratamiento diabético en perros (y en La tabla que aparece debajo muestra
gatos), debemos probablemente tam- todos los aspectos de la vida en las que
bién incluir el prestar mayor atención se identifica un impacto tras el diagnós-
a lo mencionado con anterioridad rela- tico de DM en un perro. Esos aspectos
tivo a los efectos sicológicos y sociales se han identificado tras cientos de en-
del impacto de la DM y su relativamen- trevistas con propietarios de mascotas
te complicado régimen de tratamiento diabéticas alrededor del mundo. El or-
diario, así como a la percepción del pro- den de los ítems indica la importancia
pietario de la enfermedad y su manejo. de los mismos para los propietarios de
En realidad, debido a que el propietario perros diabéticos, siendo los primeros
experimenta un impacto negativo en los que se perciben como más negati-
su calidad de vida (QoL, de sus siglas vos para la calidad de vida de un perro
en inglés) o en la de sus mascotas por diabético y su propietario. La puntua-
la DM, puede ser inevitable que tome ción del impacto en la calidad de vida
la decisión de cesar la terapia aunque (última columna) representa una sim-
haya apariencia de éxito clínico. Un es- plificación de una medida científica
tudio de los últimos años incluyendo validada que cuantifica la gravedad del
cientos de clínicas veterinarias y cien- impacto percibido: cuanto más negati-
tos de propietarios de mascotas diabé- vo sea el número, más negativo será el
ticas, ha comenzado a desentrañar la impacto y mayor será la necesidad de
calidad de vida de la mascota diabética que el equipo veterinario intente influir
y la calidad de visa del propietario de en esta área.
esa mascota. Podemos empezar a usar
Item QQL impact
Abbreviation Item
N° score
¿Está preocupado por la diabetes de su
1 Preocupación -6
mascota?
¿Alguna vez ha decidido no dejar a su mascota
2 Amigos y familia -6
con amigos o familia debido a la diabetes?
¿Le preocupa que su mascota tenga problemas
Preocupación
3 de visión debido a cataratas o le preocupaba -6
por la visión
antes de sufrir estos problemas?
¿Alguna vez ha decidido no llevar a su mascota
4 Residencias -5
a una residencia debido a su diabetes?
¿Alguna vez se ha preocupado por si su
Preocupación
5 mascota sufre un episodio de bajada de -5
hipoglucemia
glucosa?
¿Alguna vez se ha encontrado con la necesidad
de ajustar la diabetes de su mascota en su
6 Vida social -5
vida social (por ejemplo, transportar agujas,
comida, insulina, dar la comida a tiempo)?
¿Alguna vez se ha preocupado a cerca de
7 Costes cuánto dinero le cuesta a usted o a su familia -4
la diabetes de su mascota?

Vetmadrid 2022 | 163

 Item QQL impact
Abbreviation Item
N° score
¿Le preocupa no llegar a ser capaz de cuidar de
8 Cuidado futuro -4
su mascota en un futuro por su diabetes?
¿Alguna vez ha tenido necesidad de ajustar la
diabetes de su perro en su vida laboral? (Por
9 Vida laboral ejemplo, tener que hacer ajustes especiales -4
cuando necesita trabajar tarde o empezar a
trabajar antes)
¿La diabetes de su mascota le ha restringido
Restringir sus o limitado lo que ha hecho o ha querido
10 -4
actividades hacer, como ir de vacaciones, salir los fines de
semana, salir durante el día/noche, trabajar?
Preocupación ¿Le preocupa que su mascota sufra un
11 -4
por CAD episodio de cetoacidosis?
Ánimo de la ¿Cree que la diabetes afecta al estado de
12 -4
mascota ánimo de su mascota?
¿Alguna vez ha tenido que elegir no llevarse a
su mascota en un día de actividad (ej. andar
13 Día activo -4
largas distancias, ir a la playa, etc.) por la
diabetes?
¿Alguna vez ha sentido que querría controlar
14 Más control mejor la diabetes usted mismo, sin la ayuda de -4
veterinarios u otras personas?
¿Se ha sentido alguna vez su mascota mal,
15 Mascota enferma cansada o negativamente afectada desde que -3
ha empezado el tratamiento con insulina?
¿Ha sentido alguna vez que su vida está
Vida restringida
16 restringida debido a tener que inyectar la -3
por inyecciones
insulina a diario?
¿Su mascota sigue bebiendo más que antes del
17 Bebida -3
diagnóstico?
¿Su mascota sigue orinando más que antes del
18 Orina -3
diagnóstico?
¿Alguna vez ha querido dar a su mascota una
19 Sin premios -3
golosina pero no lo ha hecho por la diabetes?
¿Su mascota está tan hambrienta como antes
20 Hambre -3
del diagnóstico?
¿Su mascota sigue perdiendo peso desde que
21 Pérdida peso -2
ha comenzado el tratamiento?
Preocupación ¿Alguna vez se ha preocupado de si ha
22 -2
inyecciones administrado correctamente la insulina?
¿Ha mostrado su mascota alguna vez signos
23 Hipoglucemia de bajada de azúcar en sangre (ej. tambaleos, -2
colapso)?

164 | Manejo y calidad de vida del perro geriátrico diabético (Comorbilidades)

Stijn Niessen

Item QQL impact

Abbreviation Item
N° score
Dolor por ¿Alguna vez su mascota ha reaccionado
24 -2
inyección molesta o dolorida cuando le ha inyectado?
¿Le molesta tener que inyectar insulina a su
25 Molestar inyectar -1
mascota?
¿Le apetece jugar menos con su mascota
26 Menos juego -1
ahora que tiene diabetes?
¿Siente un vínculo especial con su mascota
27 Vínculo especial +5
desde que tiene que tratar su diabetes?
¿Le apetece más jugar con su mascota desde
28 Jugar más +3
que tiene diabetes?
¿Alguna vez la ha dado a su mascota cosas
29 Cosas extra extra, como galletas, golosinas, más atención o +3
más paseos, a causa de la diabetes?

La necesidad de cambiar nuestra forma en un perro diabético. Aunque dismi-

de abordar un paciente diabético se
ilustra por el hecho de que existe una
discrepancia entre el 81% de propieta-
rios que han respondido como “buena”
la QoL cuando solo se les ha pregunta-
do “¿Es buena su calidad de vida y la de
su mascota a pesar de la diabetes?” y,
por otro lado, el 84% de esos mismos
propietarios, sin embargo, informan de
un impacto negativo en su QoL cuan-
do se les pregunta por algún aspecto
mencionado con anterioridad sobre
su vida con una mascota diabética. Si
queremos tener éxito en el perro ma-
yor diabético y prevenir una eutanasia
temprana, necesitamos identificar los
factores que molestan al animal geriá-
trico y a sus propietarios e intentar co-
rregirlos.
No todo es malo desde que, como
clínicos, podemos emplear los resul-
tados de nuestros avances. Por ejem-
plo, la preocupación sobre la visión de
un perro diabético resultó tener una
marcada influencia negativa en la QoL
(puntuación sicológica -6). Todavía no
se sabe cuál es la forma más adecuada
para prevenir la formación de cataratas
nuye su incidencia con un control óp-
timo de la glucemia y con fluctuaciones
ligeras de las concentraciones de gluco-
sa, esta complicación sigue ocurriendo
en el 80% de perros dentro de los 470
días después de diagnosticar la DM. Por
eso, informar a los propietarios mejor y
de forma preventiva acerca de las po-
sibilidades actuales de tratamiento de
cataratas (facoemulsificación +/- reem-
plazo de lente), sobre todo en relación
a su calidad de vida, puede ayudar a
reducir el impacto negativo que pro-
voca la preocupación sobre este tema.
De forma proactiva podemos ofrecer
a los propietarios que enseñen a otras
personas de su entorno a administrar
las inyecciones de insulina a su masco-
ta diabética, y así mejorar varias áreas
de la lista con impacto negativo, como
“amigos y familia”, “residencias cani-
nas”, “vida social” y “vida laboral”. Y, ¿es
necesario siempre administrar la insuli-
na cada 12 horas exactamente en cada
paciente? En la combinación particular
mascota-propietario, los avances socia-
les pueden ser buenos para apartarse
de este dogma, ya que tanto la dura-
ción como el perfil de actividad de la

Vetmadrid 2022 | 165

insulina en un paciente determinado,
permite una variación en los tiempos
(lo cual suele hacerse). Si la duración
de acción de la insulina en ese paciente
es 10 horas, seguramente, los propieta-
rios no tienen por qué esperar hasta las
9:00 pm y posponer sus planes de salir
a cenar y pueden administrar la insuli-
na a las 7:00 pm.

166 | Manejo y calidad de vida del perro geriátrico diabético (Comorbilidades)

Stijn Niessen
DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DEL SÍNDROME DE
CUSHING EN PERROS
Stijn Niessen
DVM PhD DECVIM PGCertVetEd FHEA MRCVS
Diagnóstico - Nuevas
opciones para utilizar hoy y
opciones para el futuro
Aunque nos acordamos rápidamente
del test de estimulación con ACTH y del
test de supresión con dexametasona a
dosis bajas (LDDST, de sus siglas en in-
glés) cuando pensamos en el diagnós-
tico de síndrome de Cushing, cada vez
está más claro los pasos antes de reali-
zar estas pruebas, u otras, son de más
valor y las hacen más precisas a estas
pruebas clásicas. La información clínica
que se obtiene antes de los tests, de-
termina si vamos a acertar con nuestro
diagnóstico o no. Aunque la inteligencia
artificial suena como a algo que usan la
NASA y la CIA y que no tiene todavía
aplicación en la endocrinología veteri-
naria, esta presentación puede que le
haga pensarlo de nuevo. La ponencia
mostrará dos herramientas nuevas
que ayudan al diagnóstico de Cushing
en su primera sospecha, por lo tanto,
antes de realizar un test endocrino. Las
dos herramientas pueden utilizarse
para estimar la prevalencia de Cushing
en la población a la que representa el
paciente que tenemos enfrente. Esto
a su vez puede utilizarse para calcular
las características clave del test endo-
crino. En realidad, cuando conocemos
la prevalencia de una enfermedad, la
sensibilidad y especificidad del análi-
sis endocrino, podemos calcular fácil-
mente los valores predictivos positivo y
negativo del test elegido, sea el test de
estimulación con ACTH el de LDDST o el
ratio cortisol-creatinina en orina (UCCR,
de sus siglas en inglés). Tendremos en-
tonces un verdadero control de lo que
significa un test positivo o negativo y
cómo podemos empezar o no de forma
fiable el tratamiento para el Cushing.
Ambas herramientas fueron desarro-
lladas en base al big data; se utilizó una
población de perros cercana al millón,
con apartados de datos derivados de
sistemas de gestión de clínica. Eso acti-
va la aplicación de ambos: una metodo-
logía estadística más tradicional (herra-
mienta 1)1, así como una más avanzada
metodología de aprendizaje automático
(herramienta 2)2. La herramienta 1, que
puede ser usada por cualquier colega
tras esta ponencia, predice un diagnós-
tico de síndrome de Cushing en el pri-
mer momento que lo sospechemos en
perros, con un buen nivel de predicción.
Este sistema valora la demografía de
perros que presentan signos clínicos y
valores rutinarios de laboratorio, que
hay que tener en consideración y que
puede usarse en una clínica veterinaria
para basar la sospecha e incrementar la
fiabilidad del diagnóstico.
Monitorización - Por qué la
estimulación con ACTH nos
ha engañado
Test de estimulación con ACTH con fin
diagnóstico
Cuando se intenta diagnosticar cual-
quier enfermedad donde el test diag-
nóstico puede dar falso positivo o falso
negativo, es importante tener en cuen-
Vetmadrid 2022 | 167
ta la probabilidad previa a la prueba. La
ponencia mostrará ejemplos de cómo el
valor predictivo positivo del test pituita-
rio-adrenal se verá influido según la pro-
babilidad previa a la prueba. Los tests
con los niveles más altos de falsos posi-
tivos tienden a ser los más vulnerables
para dar resultados incorrectos cuando
se realizan en un paciente diabético que
no se encuentra sano. Un test de esti-
mulación con ACTH puede dar una posi-
bilidad menor de falso positivo y es más
fácil de utilizar que el LDDST.
Aún así, desde que abogamos por rea-
lizar test solo cuando hay una probabi-
lidad razonable antes del test, la relati-
vamente baja sensibilidad del test de
estimulación con ACTH no nos ayuda
demasiado, sobre todo a nivel de un
especialista. Es de esperar que esta
conferencia trate de una vez por todas
el tema, a menudo complicado, de la se-
lección de pruebas endocrinas para los
pacientes con sospecha de síndrome de
Cushing.
Estimulación con ACTH con el propósi-
to de monitorización
Desde que se ha incluido el tratamiento
con trilostano en el síndrome de Cushing
canino, se recomienda realizar un test
de estimulación con ACTH a las 3-5 ho-
ras de administrar la pastilla como guía
para tomar decisiones en el tratamien-
to. Dos publicaciones recientes plantean
serias dudas sobre esta práctica. La pri-
mera3 trató de solucionar los casos en
los que no está clara una guía en perros
con un Cushing clínicamente bien con-
trolados, en los que las concentraciones
de cortisol sérico antes y después de un
test de estimulación con ACTH son bajas
(< 50 nmol/l). Los investigadores conclu-
yeron que en perros clínicamente bien
controlados tratados con trilostano para
el síndrome de Cushing, el tratamiento
168 | Diagnóstico y tratamiento del síndrome de Cushing en perros
con trilostano no siempre debe pararse
aunque el perro tenga concentraciones
bajas de cortisol antes o tras la estimu-
lación con ACTH. Es más, el tratamiento
debe continuarse ya que la linea base
tras estimulación con ACTH no puede
predecir una subsiguiente crisis Addiso-
niana. Además, si a esos perros se les ha
reducido la dosis de trilostano, puede
empeorar el control clínico, afectando
negativamente en su calidad de vida.
Una válvula de seguridad extra incluye
análisis para valorar la ausencia de leu-
cograma de estrés o un test de estimula-
ción con ACTH más adelante del día. Sin
embargo, en este estudio en particular,
algunos perros sin linfopenia no sufrían
una crisis addisoniana posteriormente.
El segundo estudio reciente, que pone
en duda el valor del test de estimulación
con ACTH en perros tratados de Cushing
con trilostano4, compara la utilidad de
diferentes formas de medir el cortisol
(incluyendo el cortisol antes de recibir
la pastilla, a las 3 horas tras su adminis-
tración, así como un test tradicional de
estimulación con ACTH) para diferenciar
entre perros con Cushing bien contro-
lados y mal controlados. El resultado:
todas las medidas resultaron ser subóp-
timas, aunque la estimulación con ACTH
obtuvo los peores resultados. De hecho,
el cortisol antes de dar la pastilla superó
a todos los demás, lo que ha hecho que
muchos endocrinólogos abandonen el
test de estimulación con ACTH.
Entonces, ¿cuál es una
opción alternativa sensible
para monitorizar a nuestros
perros tratados con
trilostano?
Un método basado en la evidencia para
monitorizar a nuestros perros tratados
con trilostano estaría dirigido según el
cuadro clínico y la calidad de vida de
Stijn Niessen

la mascota tratada con trilostano (o de primera opinión. Recomendamos esta

otro modo), junto con la elección de un
parámetro de laboratorio (por ejemplo,
el cortisol antes de la píldora). A conti-
nuación se comentan dos opciones va-
lidadas (Cushing’s Clinical Score y Cus-
hQoL-pet)
Cushing’s Clinical Score
(Puntuación Clínica del
Cushing)
Debido a las dudas acerca de la fiabi-
lidad de los tests hormonales para el
Cushing, las recomendaciones para
monitorizar a perros que están en
tratamiento con trilostano destacan
la importancia de valorar los signos
clínicos. Por esto es por lo que ayuda-
remos a crear una herramienta para
poder estandarizar la cuantificación
de los signos clínicos asociados a hi-
peradrenocorticismo en la clínica de
puntuación para que se recoja en cada
ocasión que se valore una mascota en
tratamiento.
El Cushing’s Clinical Score se ha acepta-
do como parte de una iniciativa global
para estandarizar la terminología en-
docrinológica veterinaria., iniciada por
la Sociedad Europea de Endocrinología
Veterinaria (ESVE) y la Sociedad de En-
docrinología Comparada (SCE) (Proyec-
to ALIVE - Agreeing Language in Veteri-
nary Endocrinology; https://www.esve.
org/alive/search.aspx).
Puntuación Clínica ALIVE
para el Cushing
- Rango total de puntuación: 0 - 15
- Apunte: la puntuación más baja po-
sible sin riesgo alto inaceptable de
hipoadrenocorticismo

Factor Puntuación
Beber - comparado con antes de la aparición del Cushing
0 = Normal (bebe la misma cantidad o menos)
1 = Leve (algo incrementado el consumo de agua) ....
2 = Moderado (incremento notable del consumo de agua)
3 = Severo (bebe constantemente)
Orinar - comparado con antes de la aparición del Cushing
0 = Normal (orina lo mismo o menos)
1 = Leve (algo incrementado notificado por el propietario) ....
2 = Moderado (incremento notable notificado por el propietario)
3 = Severo (necesita salir constantemente para orinar)
Apetito - comparado con antes de la aparición del Cushing
0 = Apetito normal o disminuido (si está disminuido el apetito,
descartar hipoadrenocorticismo o enfermedad concurrente)
....
1 = Leve polifagia (acaba con ganas)
2 = Moderada polifagia (acaba con ganas y pide más)
3 = Severa polifagia (obsesión con la comida)
Apariencia
0 = Normal
1 = Leve disminución (ligera disminución de la calidad del pelo y la piel)
2 = Moderada disminución (pobre calidad de pelo y piel con pérdida ....
de pelo y/o algo de pérdida de músculo/barriga)
3 = Severa disminución (pérdida de pelo sustancial y/o pérdida
muscular evidente/barriga)

Vetmadrid 2022 | 169

 Factor Puntuación
Actitud/actividad - comparado con antes de la aparición del Cushing
0 = Normal
1 = Leve disminución (no son ellos mismos)
2 = Moderada disminución (más parados y menos activo y/o jadea
….
más de lo normal)
3 = Severa disminución (muy tranquilo, apagado y débil
y(o incremento considerable del jadeo (*considerar
hipoadrenocorticismo en el perro enfermo con Cushing)
Puntuación total = ....

Cuantificación de forma disponibles, debemos usar el cortisol

científica de la calidad de
vida en el perro con Cushing
- CushQoL-pet
El otro paso que recomendamos tener
en cuenta es la valoración de forma re-
gular de la calidad de vida del perro con
Cushing. Hablamos mucho de la cali-
dad de vida cuando ejercemos medici-
na veterinaria, pero si somos honestos,
¿sabemos lo que significa? ¿Todos que-
remos decir lo mismo? Y si no sabemos
qué significa exactamente, ¿cómo pue-
de guiarnos en nuestras decisiones de
tratamiento? Una novedosa investiga-
ción ha sido capaz de crear herramien-
tas prácticas y útiles que podemos usar
en la práctica clínica diaria que ayudan
a medir la calidad de vida de las masco-
tas afectadas por diferentes estados de
enfermedad y sus propietarios. Incluye
una herramienta que ha sido validada
para perros con síndrome de Cushing,
la CushQoL-pet (de acceso abierto
online)5. Esta es particularmente útil
ahora que el test de estimulación con
ACTH ha cambiado a no ser tan fiable.
Como es el caso en algunos pacientes
endocrinos, necesitamos centrarnos
en la presentación clínica y usar cual-
quier herramienta endocrina adicional
solo como una guía, como una herra-
mienta matemática. Hasta que más evi-
dencias o herramientas mejores estén
sérico pre-trilostano en cualquier perro
tratado con trilostano y que esté clíni-
camente bien regulado. Por encima
de todo debemos prestar atención al
cuadro clínico más que a una hormona
con un comportamiento dinámico. Si la
presentación clínica sugiere una falta
de control. podemos incrementar el tri-
lostano, o considerar administrarlo dos
veces al día el tiempo necesario hasta
tener el precortisol. Si el cortisol pre-tri-
lostano resulta indetectable, el test de
estimulación con ACTH podría ser ne-
cesario, aunque debemos prestar aten-
ción a otros signos que puedan indicar
supresión de las adrenales (incluyendo
cambios electrolíticos y una falta de
leucograma de estrés). Si el perro no se
encuentra bien, podríamos equivocar-
nos y haríamos independientemente
un test de estimulación con ACTH; una
respuesta plana debe alertarnos ante
una posible sobredosificación y el tra-
tamiento debe detenerse.
Hay más tratamiento que
el trilostano: ¡El Cushing
significa cáncer!
Aunque la mayoría de perros con hipe-
radrenocorticismo van a tratarse con
trilostano (y por ello muchos van a dis-
frutar de una buena calidad de vida),
los clínicos deben discutir al menos dos
opciones alternativas con cada cliente

170 | Diagnóstico y tratamiento del síndrome de Cushing en perros

Stijn Niessen
cuando diagnostican hiperadrenocorti-
cismo. Es todavía más necesario cuan-
do se trata de un perro diabético con
hiperadrenocorticismo confirmado o
un perro sospechoso de sufrir hipera-
drenocorticismo adrenal-dependiente
(ADH). El cliente debe estar seguro que
Cushing significa cáncer, sea cáncer de
pituitaria (85% de casos) o cáncer de
adrenal (15%; mayor prevalencia en
perros de razas grandes). Por eso, las
opciones alternativas de tratameinto
que ofrecer deben incluir resección
del tumor pituitario (hipofisectomía) o
adrenelectomía, uni (con ADH) o bila-
teral (con PDH). La adrenelectomía es
posible para ambas, la enfermedad de-
pendiente de la pituitaria (se cambiará
a un perro con Cushing a un perro con
Addison) o un tumor adrenal. La adre-
nelectomía bilateral puede ser muy útil
para cambiar a un perro con dificultad
para tratarle el hiperadrenocorticismo,
o un perro con hiperadrenocorticismo
y diabetes mellitus en un perro más
fácil de tratar el hypoadrenocorticis-
mo +/- más fácil de tratar la diabetes
mellitus. La hipofisectomía es particu-
larmente interesante a considerar en
un perro relativamente joven que se
espera que viva bastantes años más.
El tamaño del tumor cerebral puede
llegar a ser un factor limitante cuando
los pacientes van a vivir durante bas-
tante tiempo y la hipofisectomía es una
opción excelente de tratamiento para
macroadenomas pituitarios., aunque
pueden ser tumores que lleguen a ser
muy grandes como para operarlos. La
radioterapia es una opción alternativa
para tratar macroadenomas, aunque
no es muy efectiva para disminuir el ex-
ceso hormonal y puede seguir siendo
necesario el tratamiento de Cushing.
Pueden ser de utilidad las imágenes ce-
rebrales, y establecer cómo es de gran-
de el tumor pituitario para tomar una
decisión al respecto. Hay que recordar
que una operación puede ser cara en
un principio; aún así, en muchos casos
de animales jóvenes, ese procedimien-
to puede salir rentable comparado con
años de medicación con trilostano.
Hacer el trilostano más
efectivo
Aunque la mayoría de pacientes habi-
tuales con hiperadrenocorticismo se
estabilizarán con trilostano adminis-
trado una vez al día, algunos pacientes
pueden obtener distintas ventajas al
tratar perros con hiperadrenocorticis-
mo administrando trilostano dos veces
al día, o incluso tres veces al día. La idea
es que podamos obtener un valor es-
table de cortisol sérico para controlar
de forma óptima los signos clínicos, y
dada la corta actividad del trilostano,
esto se consigue mejor administrando
el trilostano dos veces al día. Esto pue-
de ser particularmente beneficioso en
pacientes con Cushing y con diabetes
mellitus de forma concurrente, en los
que ambos, trilostano e insulina, pue-
den administrarse dos veces al día.
Referencias
1. Schofield I, Brodbelt DC, Niessen SJM, et
al. Development and internal validation
of a prediction tool to aid the diagnosis
of Cushing’s syndrome in dogs attending
primary-care practice. J Vet Intern Med.
Nov 2020;34(6):2306-2318. doi:10.1111/
jvim.15851
2. Schofield I, Brodbelt DC, Kennedy N, et
al. Machine-learning based prediction of
Cushing’s syndrome in dogs attending UK
primary-care veterinary practice. Sci Rep.
Apr 2021;11(1):9035. doi:10.1038/s41598-
021-88440-z
3. Midence JN, Drobatz KJ, Hess RS. Corti-
sol Concentrations in Well-Regulated Dogs
with Hyperadrenocorticism Treated with
Vetmadrid 2022 | 171
Trilostane. J Vet Intern Med. 2015 Nov-
Dec 2015;29(6):1529-33. doi:10.1111/
jvim.13615
4. Macfarlane L, Parkin T, Ramsey I. Pre-tri-
lostane and three-hour post-trilostane cor-
tisol to monitor trilostane therapy in dogs.
Vet Rec. Dec 2016;179(23):597. doi:10.1136/
vr.103744
5. Schofield I, O’Neill DG, Brodbelt DC,
Church DB, Geddes RF, Niessen SJM. De-
velopment and evaluation of a health-re-
lated quality-of-life tool for dogs with
Cushing’s syndrome. J Vet Intern Med.
Nov 2019;33(6):2595-2604. doi:10.1111/
jvim.15639

172 | Diagnóstico y tratamiento del síndrome de Cushing en perros

Stijn Niessen
HIPOTIROIDISMO, ¿UNA ENFERMEDAD
SOBREDIAGNOSTICADA?
Stijn Niessen
DVM PhD DECVIM PGCertVetEd FHEA MRCVS
El hipotiroidismo es uno de los dife-
renciales más habituales en un perro
que no está bien y que presenta sig-
nos clínicos vagos como letargia, pero
también ganancia de peso. Debido a
la naturaleza inespecífica de los signos
clínicos, y porque los tests diagnósticos
para esta enfermedad pueden dar re-
sultado falso positivo, se cree que esta
endocrinopatía está claramente sobre-
diagnosticada.
En esta presentación se discutirán
ejemplos de casos destacando la im-
portancia de una probabilidad pretest
en la interpretación de los resultados
de test de tiroides. También se discuti-
rá el impacto en el envejecimiento cor-
poral de la fisiología tiroidea, así como
la influencia de la raza.
Test Resultado
TT4 15
T4 libre 26
TSH 1.5
TgAA Positivo
Adicionalmente, se discutirá la relevan-
cia de los tests de tiroides más avanza-
dos, incluyendo el de auto-anticuerpos
de tiroglobulina, T3, T4 libre, TSH, T4 y
auto-anticuerpos frente a T3 y el test de
estimulación con TSH.
Al oyente se le mostrará una serie de
casos interactivos en diferentes esce-
narios para conseguir mejorar nuestra
habilidad para elegir el test endocrino
de tiroides más adecuado para el pa-
ciente correcto.
Se explicará la terminología, y la rele-
vancia de la terminología, como es el
valor predictivo positivo, la prevalencia
y la sensibilidad.
Tras la charla, los oyentes deberían es-
tar mejor equipados para enfrentarse a
resultados de tiroides como los que se
muestran en la tabla siguiente.
Ejemplo de resultados de tiroides en
un perro Greyhound de 5 años, macho
castrado, con intolerancia al ejercicio:
Normal
12-52
18-42
<1.0
Negativo
Vetmadrid 2022 | 173
MANEJO Y CALIDAD DE VIDA EN EL GATO GERIÁTRICO
DIABÉTICO (COMORBILIDADES)
Stijn Niessen
DVM PhD DECVIM PGCertVetEd FHEA MRCVS
Introducción
Hay muchas similitudes con la historia
en relación al perro geriátrico.
Cuando queremos ayudar a tener éxito
en el manejo de un gato geriátrico dia-
bético, tenemos que tener en cuenta
tres factores principales:
1. Comorbilidades: El éxito depende-
rá normalmente más del control de
la interacción de otras enfermeda-
des con la diabetes mellitus que con
la diabetes mellitus en si.
2. Asegurar un apetito adecuado:
El manejo de la diabetes depende
de si es posible predecir el reque-
rimiento de insulina, lo cual surge
fácilmente si sabemos que hay ape-
tito; Por tanto, es esencial conse-
guir/mantener un apetito de forma
repetida.
3. Calidad de vida: Aunque siempre
hay que tenerla, en el gato mayor es
más importante que miremos el re-
sultado final: en general, la calidad
de vida del gato Y del propietario.
Comorbilidades
En general, los felinos diabéticos pa-
recen sufrir de una alta incidencia de
enfermedades concurrentes, como se
evidencia de una encuesta sobre el tra-
tamiento de DM que se realiza a nivel
mundial. Hasta la fecha, en el 37% de
los gatos diabéticos se ha reportado
que sufren una enfermedad concurren-
te. Por lo tanto sería prudente plan-
tear realizar hematología, bioquímica,
174 |
urianálisis, cultivo de orina y T4 en los
pacientes con diagnóstico reciente, de
forma especial en los que tienen dificul-
tades con la diabetes. Un gato diabéti-
co que no está comiendo bien nos debe
hacer saltar las luces de alarma, ya que
si no hay evidencia de un estado cetó-
nico o cetoacidótico, la diabetes por si
misma no nos tendría que producir ina-
petencia. Si la economía lo permite, de-
ben considerarse otros tests diagnósti-
cos como la fPLI, ecografía abdominal
y/o radiografías, así como valoración de
la presión arterial.
No importa qué modalidad de trata-
miento se ha elegido, la diabetes melli-
tus o las complicaciones asociadas a la
edad y las comorbilidades, deben aten-
derse para asegurar la máxima calidad
de vida posible. Como en perros, debe
utilizarse analgesia en casos de artro-
patía, o inhibidores de la enzima cor-
versora de angiotensina, tratamiento
con diuréticos y revisiones veterinarias
regulares si sucede un fallo cardiaco.
Cuando se usan estos fármacos, debe
prestarse especial atención a posibles
alteraciones electrolíticas que pueden
ocurrir fácilmente en estos pacientes
con diabetes a los que se induce diure-
sis osmótica. De forma similar, la enfer-
medad renal o la hipertensión, pueden
ser consecuencias específicas de la dia-
betes mellitus (detectable) o meramen-
te una comorbilidad, la cual requerirá
un tratamiento y monitorización espe-
cíficos (por ejemplo, dieta renal, inhibi-
dores de la ACE, quelantes del fósforo,
Stijn Niessen
calcitriol, etc., de forma adicional para
asegurarse regular la bioquímica y el
urianálisis; amlodipino, presión sanguí-
nea y chequeos para valorar la retina).
Cualquier tratamiento con insulina, de
forma especial en animales más ma-
yores con comorbilidades y en los que
puede haber inapetencia, pueden aso-
ciarse con alto riesgo de episodios de
hipoglucemia que pueden ser fatales
si no se tratan rápidamente y de forma
adecuada. La monitorización en casa
(de forma ideal mediante tecnologías
como el Freestyle Libre) de la glucosa
sanguínea y una buena comunicación
entre el clínico que lleva el caso y el
propietario serán importantes para la
prevención y la detección temprana de
una hipoglucemia. Para los propieta-
rios que no son capaces de realizar la
monitorización de la glucosa sanguínea
en casa, una opción alternativa podría
ser monitorizar la glucosa en orina se-
manalmente. Los gatos con glucosa en
orina negativa deberían ser evaluados
por un veterinario. De forma similar,
hay que avisar a los propietarios que
acudan al veterinario si se reduce de
forma dramática el volumen que con-
sume de agua o la cantidad de orina.
Dentro del grupo de la DM tipo 3 (dia-
betes mellitus con enfermedad oculta)
hay una serie de procesos de enferme-
dad oculta a los que los clínicos deben
prestar especial atención. La pancrea-
titis es una enfermedad concurrente
común en gatos diabéticos, que debe
o no ser tenida en cuenta en una pro-
porción de gatos con DM. Estos gatos
pueden tener síntomas de insuficiencia
pancreática exocrina, pero a menu-
do no ocurre. El debate aparece si los
gatos diabéticos con pancreatitis son
todos diabéticos tipo 2 con una enfer-
medad concurrente, o si una propor-
ción de gatos sufre de DM inducida por
pancreatitis (una forma de DM tipo 3).
Independientemente del resultado de
esta discusión de “el huevo o la gallina”,
un estudio reciente ha encontrado que
las concentraciones de la lipasa pan-
creática inmunorreactiva felina (fPLI)
eran más altas de forma consistente en
las muestras de gatos diabéticos.
Cuando especialmente se tratan gatos
con control diabético variable (perio-
dos de buen control intercalados con
periodos de control subóptimo, aun-
que un buen manejo por el propieta-
rio), la pancreatitis debe considerarse
como posible factor de interferencia. 8/
Otra forma significativa de DV tipo 3 es
la acromegalia o hipersomatotropismo
(HS). Una sobreproducción inadecua-
da de hormona del crecimiento por la
pituitaria puede derivar en un estado
de resistencia a la insulina moderado
o grave que, inicialmente, será una DM
tipo 3 reversible y finalmente una DM
permanente irreversible. En gatos, este
estado de acromegalia o hipersomato-
tropismo está causado habitualmente
por un adenoma pituitario de creci-
miento lento. Previamente, se prestó
poca atención a esta enfermedad asu-
miendo que era rara. Pero, varios estu-
dios han demostrado que entre los ga-
tos diabéticos, entre 1 de 3 y 1 de 4 no
sufren de DM tipo 2, sino que en rea-
lidad es una DM inducida por acrome-
galia, es decir, DM tipo 3. Esto significa
que, en el pasado, fácilmente hemos
diagnosticado mal muchos gatos dia-
béticos como diabéticos tipo 2 difíciles,
y al hacerlo, se perdió la oportunidad
de eliminar la causa subyacente de la
DM. También se ha visto que los ga-
tos acromegálicos no se parecen a los
ejemplos que se muestran en los libros
de texto con cabeza grande, mandíbu-
la prominente y regiones distales de
Vetmadrid 2022 | 175
extremidades grandes, sobre todo en
fases tempranas de la enfermedad (la
cual puede durar años). Sin embargo,
es en esta fase temprana de la enfer-
medad donde se nos presentará como
un diabético y es cuando tendremos
todavía la posibilidad de preservar la
función de las células beta. Investigar
en los gatos diabéticos el hipersomato-
tropismo/acromegalia en el momento
del diagnóstico podría ser una inver-
sión acertada. El Cushing (hiperadreno-
corticismo) debe también considerar-
se como causa de DM en gatos, sobre
todo si se ve una resistencia a la insu-
lina, hematomas en la piel, cambios en
el pelaje y piel frágil. En realidad, el 80%
de gatos con Cushing tendrán una DM
concurrente. Por último, la administra-
ción iatrogénica de acetato de meges-
trol o de esteroides de larga duración
y obesidad, se asocian al desarrollo de
DM, pero esto también suele incluir
una predisposición preexistente a la
DM en esos gatos.
La evaluación de la presentación clínica
es primordial para el éxito en cualquier
gato diabético en tratamiento, sobre
todo desde que cualquier parámetro
glucémico disponible actualmente pue-
de dar resultados engañosos. Se re-
comienda el uso de un sistema estan-
darizado de puntuación clínica. El RVC
Diabetic Remission Clinic ha validado
el siguiente sistema de puntuación, el
cual se ha incorporado también dentro
de la App gratuita del RCV Pet Diabetes:

Signos clínicos a Severidad (comparado con antes de Puntuación

puntuar aparecer la diabetes mellitus) asignada
Ninguna, involuntaria pérdida o ganancia
Pérdida de peso involuntaria 0
de peso
durante los últimos 2 meses 1
Leve (<5% de pérdida)
(Valorada usando historial o 2
Moderada (5-10% de pérdida)
medidas de peso) 3
Severa (>10% de pérdida)
Consumo de agua Ninguno
0
aumentado y/o micción Leve – algo incrementado
1
aumentad Moderado – incrementado llenado del
2
(Valorado por un bebedero
3
cuestionario al propietario) Severo – se le ve beber constantemente
Apetito normal o disminuido
0
Apetito incrementado Leve – termina la comida con ganas
1
(Valorado por un Moderado – termina la comida con ganas
2
cuestionario al propietario) y pide más
3
Severo – obsesión por la comida
Actividad normal o aumentada 0
Actividad/actitud disminuida
Leve - un poco menos activo 1
(Valorado por un
Moderado – muy poco activo 2
cuestionario al propietario)
Severo - principalmente cansado 3
Puntuación total /12

Cuanta más puntuación, más clínica bién reduce la variación a la hora de

presenta el paciente; esta puntuación hablar de la historia entre clínicos que
ayuda a los propietarios y veterinarios evalúan al mismo paciente. La puntua-
a una mejor comunicación acerca de ción ha sido validada científicamente y
los signos clínicos que importan y tam- se relaciona claramente con las curvas
176 | Manejo y calidad de vida en el gato geriátrico diabético (comorbilidades)
Stijn Niessen
de glucosa, las cantidades diarias de
agua y los valores de fructosamina.
El uso de pruebas de glucosa al azar no
se recomienda por la variabilidad de
los valores de glucosa a lo largo del día,
incluso cuando se utilizan las nuevas in-
sulinas sintéticas (a no ser que muestre
una hipoglucemia). Adicionalmente, la
fructosamina puede ser útil.
Existen limitaciones significativas de
este test y se han discutido previamen-
te. La monitorización de glucosa en casa
(HBGM, de sus siglas en inglés), usando
el método de pinchazo en la oreja o en
la almohadilla, puede ayudar a eliminar
el componente estrés, aunque no en
todos los gatos (o propietarios).
En una clínica veterinaria moderna
debe seguir siendo ofrecida esta op-
ción, también porque puede reducir los
costes del proceso de monitorización.
La medición en casa de la glucosa en
orina por las mañanas puede ser un
método alternativo menos invasivo; si
se obtiene un negativo de glucosa, debe
hacer necesaria una visita al veterinario
para ver una posible sobredosificación
o que se esté dando la remisión. Por si
misma, no debe utilizarse para incre-
mentar la dosis de insulina. Los siste-
mas de monitorización continua de la
glucosa sanguínea aportan una forma
prometedora para mejorar el control
de glucemia en diabéticos “frágiles” o
frustrantes.
El sistema Free Style Libre lo utiliza el
autor como el nuevo gold standard y
representa una absoluta revolución en
el manejo de mascotas diabéticas.
Éste utiliza una sonda subcutánea para
medir las concentraciones de glucosa
intersticial y puede funcionar hasta dos
semanas mientras la mascota perma-
nece en el ambiente casero. Otra vez,
incluso con todas estas posibilidades,
como clínicos no debemos nunca olvi-
dar correlacionar cualquier dato de glu-
cemia obtenido con el cuadro clínico.
Cuando se tratan gatos diabéticos es-
tamos ayudando a controlar los cignos
clínicos sin causar hipoglucemia clínica;
si aseguramos un buen control de la
glucemia, estamos incrementando fá-
cilmente nuestra opción de obtener la
remisión diabética.
Asegurar un apetito fiable
Sin un apetito fiable, el manejo diabéti-
co será difícil, incluso en el gato. Dado
que enfermedades como pancreatitis,
gingivoestomatitis, enfermedad renal
y enteropatías crónicas tienen un gran
potencial de producir inapetencia, los
clínicos deben ser agresivos en parar
estas enfermedades o, al menos, la ina-
petencia que llega con ellas.
La base de asegurar ese apetito fiable
es un diagnóstico fiable. Una vez diag-
nosticada, el tratamiento se inicia lo
antes posible. Puede necesitarse utili-
zar analgésicos como la buprenorfina
(actúa bien contra el dolor visceral),
medicación antinauseas como el maro-
pitant, antiácidos como el omeprazol,
ranitidina o famotidina.
Hay evidencia convincente que el cato
diabético se beneficia de una dieta baja
en carbohidratos. Aunque, cuando una
dieta es en principio necesaria y bene-
ficiosa para otra comorbilidad significa-
tiva, esa dieta tiene prioridad a los re-
querimientos dietéticos de la diabetes
mellitus. Un ejemplo claro es el gato
diabético con enfermedad renal; a me-
nudo elegimos una dieta baja en pro-
teínas en ese escenario, favoreciendo
Vetmadrid 2022 | 177
el manejo de la enfermedad renal, en
vez de una dieta para la diabetes baja
en carbohidratos y alta en proteínas.
El razonamiento tras esto es: estamos
más preocupados por una crisis uré-
mica causada por l enfermedad renal.
En casos excepcionales nos desviamos
de esto; un ejemplo puede ser cuando
la dieta se asocia con un pobre control
diabético y por ello una pobre calidad
de vida.
Asegurar la calidad de vida
Desde que se diagnostica diabetes me-
llitus (DM) en una mascota, la vida de
esa mascota cambia significativamen-
te. Además, la vida del propietario de
la mascota también cambia significati-
vamente. En lugar de limitarse a pasear
o abrazar a su mascota, de repente los
propietarios tienen que inyectar a su
gato o perro y negarles las sobras de la
mesa que les han dado durante 9 años.
Desde un punto de vista práctico, los
propietarios también necesitan estar
en casa dos veces al día (en la mayoría
de casos) a una hora fija para la comida
y la insulina. Irse ahora de vacaciones
requiere ahora reservar un sitio para
su perro o gato que también pueda
mantener el régimen de insulina y co-
mida. Y después están los costes, sobre
todo en términos de monitorización de
glucosa sanguínea y posiblemente co-
mida de prescripción…
Sin embargo, una vez que se ha empe-
zado el tratamiento de la DM, los clíni-
cos se centra prioritariamente en los
aspectos biológicos, como el control de
niveles de glucosa en sangre. En reali-
dad, para muchos clínicos el éxito del
tratamiento viene definido solamente
en obtener valores de glucosa seriados
“cercanos a lo normal” y/o “normalizar”
la fructosamina en conjunción con la
178 | Manejo y calidad de vida en el gato geriátrico diabético (comorbilidades)
mejoría de los signos clínicos (poliuria,
polidipsia, polifagia y pérdida de peso).
No es de extrañar que recientes datos
sugieren que hasta un 30% de todas
las mascotas diabéticas detienen su
tratamiento dentro del primer año tras
el diagnóstico, lo cual equivale básica-
mente a elegir la eutanasia. Este terri-
ble índice de fracaso no es solo por fa-
llo en el éxito biológico.
A la luz de lo anterior, cuando se evalúa
el éxito del tratamiento diabético en un
gato, debemos también incluir el pres-
tar mucha más atención a esos efectos
sicológicos y sociales antes menciona-
dos del impacto de la DM y su régimen
de tratamiento diario relativamente
complejo, así como las percepciones
de los propietarios de la enfermedad
y su manejo. En realidad, si debe un
propietario experimentar un impacto
particularmente negativo en su calidad
de vida (QoL) o en la QoL de su mascota
como resultado de la DM, una decisión
de cese de tratamiento puede ser la
evolución inevitable incluso con el éxito
clínico aparente.
En los últimos años se ha empezado un
estudio novel que envuelve a cientos
de clínicas veterinarias y cientos de pro-
pietarios de mascotas diabéticas para
desvelar los entresijos de la calidad de
vida de la mascota diabética y la calidad
de vida de su mascota. Podemos ahora
empezar a usar este conocimiento en
nuestro avance para mejorar nuestras
tasas de éxito tanto a corto como a
largo plazo cuando vamos a tratar una
DM.
La tabla siguiente muestra todas las
áreas en la vida en las que se identifica
un impacto tras el diagnóstico de DM
en un gato.
Stijn Niessen
Gatos diabéticos y propietarios
‘Residencias de gatos'
‘Mayor control'
'Amigos & familia'
'Preocupación'
‘Preocupación por hipoglucemia'
‘Vida social'
'Costes'
‘Vida laboral'
‘Estado de ánimo de las mascotas'
‘Restringir tus actividades'
Una diferencia remarcable con perros
es la posición prominente de “mayor
control”, que figura en lo más alto de la
lista de propietarios de gato diabético,
que solo ocupa la plaza 14ª dentro de
la lista de áreas con impacto negativo
en propietarios de perros diabéticos.
Esto puede suponer una diferencia
genuina en actitudes y deseos entre
los propietarios de perros y gatos, o el
hecho de los cambios más recientes en
la filosofía y protocolos del tratamiento
que han ocurrido en el campo de la DM
felina.
En realidad, comparado con la situa-
ción de la diabetes mellitus canina,
en los últimos años, el involucrar en
la medición de la glucosa sanguínea y
alcanzar la remisión de la diabetes en
gatos han podido ser promovidos más
explícitamente por fuentes veterinarias
y no veterinarias y ha podido llevar a
una proporción más alta de propieta-
rios de gatos diabéticos deseando y en
realidad asumiendo más control en el
manejo de sus mascotas con diabetes
mellitus. Por lo tanto es nuestro deber
como equipo veterinario identificar esa
necesidad de un propietario de masco-
ta diabética y encontrar soluciones, lo
que puede incluir el inicio de monitori-
Puntuación del impacto en la QoL
-5
-4
-4
-4
-4
-3
-3
-3
-3
-3
zación con un Freestyle Libre o moni-
torización de la glucosa sanguínea en
casa.
Curiosamente, nueve de los 10 puntos
de los gatos y los 10 de los top 10 im-
pactos negativos de los perros, fueron
más asociados con la QoL de los pro-
pietarios más que con la QoL de las
mascotas, enfatizando otra vez que
debemos prestar atención a este lado
de la historia. En ambas poblaciones de
perro y gato diabéticos, los puntos rela-
cionados específicamente con la inyec-
ción de insulina no aparecen en el top
15 de los que tienen mayor impacto ne-
gativo. En realidad, el primer punto de
esta naturaleza documentado en pe-
rros diabéticos, refleja las restricciones
que producen las inyecciones de insu-
lina en la vida de los propietarios más
que en el inyectar en si, mientras que
los puntos como “preocupación por
inyectar”, “dolor al inyectar” y “resenti-
miento por las inyecciones” figuran en
los puestos más bajos de la lista.
En ambas poblaciones, de perros y ga-
tos diabéticos, parece estar presente
una discrepancia entre la percepción
del alto impacto de preocupación de
la hipoglucemia (“Preocupación de hi-
Vetmadrid 2022 | 179
poglucemia”: -5/-4) y la percepción del
menor impacto de que realmente ocu-
rra una hipoglucemia (“hipoglucemia”:
-2). Es entendible que los propietarios
estén preocupados que ocurra y de las
consecuencias de una sobredosifica-
ción y la hipoglucemia.
Adicionalmente, el 40% de los propieta-
rios de perro diabético han informado
de episodios de hipoglucemia al menos
de forma ocasional. Una prevalencia
alta muy similar se ha encontrado en
un estudio de gatos diabéticos (35%). El
equipo veterinario debe intensificar es-
fuerzos para disminuir la frecuencia de
esos episodios, así como aumentar la
educación de los propietarios para que
reconozcan una hipoglucemia y cómo
manejarla adecuadamente. Puede ayu-
dar la monitorización en casa de la glu-
cosa sanguínea, aunque sería prudente
asegurarse que esta responsabilidad
extra no se perciba, por la combinación
mascota-propietario, como una carga
excesiva.
mediante un cuestionario estandariza-
do, pudiendo ser con un cuestionario
específico como se vio antes, ayudará
en este proceso para individualizar el
cuidado diabético de la mascota en tu
clínica. Todo el equipo veterinario, y en
particular el auxiliar veterinario, puede
desempeñar un papel esencial en este
proceso, y parece lógico involucrar a los
auxiliares en asegurar una buena QoL
en este importante grupo de pacientes,
así como en sus propietarios.
La herramienta para medir la calidad
de vida está disponible de forma gratui-
ta en la aplicación del RVC de diabetes
en mascotas.

Por último, un estudio reciente que

usa la DIAQoL-mascota y la herramien-
ta para la QoL de mascotas diabéticas
y sus propietarios, que se basa en las
preguntas vistas anteriormente, ha do-
cumentado que la monitorización de
glucosa sanguínea en casa va asocia-
da con una disminución general de la
ansiedad de los propietarios de gatos
diabéticos asociada a la hipoglucemia.
Pero este efecto no fue uniforme en
todos los propietarios. Esto consolida
el concepto lógico de que no existe “la
media de los propietarios de mascota
diabética” y está indicado el manejo
específico de cada combinación mas-
cota-propietario de forma individual,
más que implementar un protocolo
estándar que se imponga en un caso
individual. Usar una aproximación

180 | Manejo y calidad de vida en el gato geriátrico diabético (comorbilidades)

Stijn Niessen
ENDOCRINOPATÍAS POCO FRECUENTES EN EL GATO
CUSHING E HIPERALDOSTERONISMO
Stijn Niessen
DVM PhD DECVIM PGCertVetEd FHEA MRCVS
Hiperaldosteronismo en
gatos
¿Se piensa en ello?
El hiperaldosteronismo felino primario
(PHA, de sus siglas en inglés, también
denominado aldosteronismo primario
o síndrome de Conn) se ha descrito de
forma incidental en la literatura vete-
rinaria desde hace muchos años. Aun
así, una reciente serie de casos aluden
al hecho de que la frecuencia de apari-
ción se ha incrementado en gatos. En
realidad, se ha sugerido que es la al-
teración adrenocortical más frecuente
en gatos y puede ser una causa de hi-
pertensión arterial importante en esta
especie. Todo el que trate con un alto
número de casos felinos debe conocer
sus características. Esta enfermedad
puede ser el resultado de una de dos
patologías: neoplasia adrenocortical o,
por el síndrome de hiperplasia adreno-
cortical bilateral (hiperaldosteronismo
idiopático), el cual está incrementándo-
se su diagnóstico.
¿Cuándo y qué pensar al respecto?
Debemos pensar en esta endocrino-
patía en cuanto detectemos signos
compatibles de hipokalemia y/o hi-
pertensión. Esto incluye, por tanto, a
los pacientes que presentan azotemia
renal, ya que ésta podría explicarse
tanto por la hipertensión inducida
por la enfermedad renal crónica (ERC)
como por la hipopotasemia asociada
a la inapetencia inducida por la ERC,
pero también por la hipopotasemia, la
hipertensión y la azotemia inducidas
por el hiperaldosteronismo. En el úl-
timo escenario, la excesiva secreción
de aldosterona causa incremento de
la reabsorción de sodio y agua a nivel
tubular renal e incremento de la excre-
ción de potasio. Sus efectos fisiológicos
incluyen hipertensión arterial, hiperna-
tremia (aunque no siempre presente) y
depleción de potasio, a menudo grave
y con significación clínica. Los síntomas
que pueden aparecer incluyen episo-
dios de debilidad muscular hipokalé-
mica, apoyo plantígrado de extremi-
dades posteriores, problemas al saltar,
paresis flácida paroxística, hiporeflexia,
problemas respiratorios, ceguera agu-
da por desprendimiento de retina, he-
morragia intraocular, vasos retinianos
tortuosos, edema de retina y otras le-
siones orgánicas provocadas por la hi-
pertensión (en riñón, corazón, cerebro).
Estos signos no se presentan de forma
constante en todos los gatos, viéndose
uno o dos de los mencionados.
En el exceso primario de mineralocorti-
coides, la concentración plasmática de
aldosterona es alta de forma caracterís-
tica y la actividad de renina plasmática
(ARP) es tan baja que no es detectable.
En el hiperaldosteronismo debido a
tumor adrenocortical la concentración
plasmática de aldosterona (CPA) está
muy aumentada de forma evidente.
En el hiperaldosteronismo idiopático/
hiperplasia adrenocortical bilateral, la
CPA suele estar ligeramente elevada o
cercana al valor superior del rango de
referencia. Aún así, esta última forma
Vetmadrid 2022 | 181
podrá diagnosticarse fácilmente si aña-
dimos los principios fisiológicos: como
la hipopotasemia es un factor predomi-
nante en la disminución de la CPA, en
presencia de hipopotasemia los valores
de aldosterona moderadamente eleva-
dos pueden seguir considerándose ina-
propiadamente altos.
Será ideal si se tiene en cuenta la ARP,
aunque su medición desafortunada-
mente puede no estar accesible para
todos los clínicos. La ARP requiere una
cantidad grande de sangre (hasta 4 ml)
y debe separarse inmediatamente el
suero y congelar la muestra, así como
transportarla congelada. Además, los
intervalos de referencia de la ARP va-
rían según el laboratorio y la especie, lo
cual hace necesario mandar muestras
de control si se utiliza un laboratorio de
medicina humana.
La combinación de una CPA elevada o
en el límite superior y una ARP baja indi-
can una síntesis persistente de aldoste-
rona a la vez que una estimulación baja
o nula del sistema renina-angiotensina.
La combinación de una CAP elevada o
en el límite superior y una ARP alta su-
giere que hay mecanismos fisiológicos
involucrados inducidos por una dismi-
nución del flujo renal, y debe tenerse
en consideración enfermedad cardio-
vascular, renal y hepática, en vez de
HAP (en otras palabras, entra en juego
un hiperaldosteronismo secundario).
En humana, el ratio CPA:ARP (RAR) se
considera útil en el diagnóstico de HAP.
Parece que también es cierto en gatos
con hiperaldosteronismo idiopático.
Recientemente se ha investigado una
aproximación diagnóstica alternativa.
El método sugerido incluye la medi-
ción del ratio aldosterona:creatinina
en orina (UACR, de sus siglas en inglés).
182 | Endocrinopatías poco frecuentes en el gato Cushing e hiperaldosteronismo
Los gatos excretan cantidades más pe-
queñas de aldosterona y de su meta-
bolito 18-glucorinado en orina que las
personas o perros, pero aún así puede
determinarse el UACR. Esto ha permi-
tido el desarrollo de un test dinámico.
En 42 gatos sanos, el límite superior
del UACR fue 46,5 x 10-9. La adminis-
tración de fludrocortisona (0,05 mg/
kg de peso corporal), un mineralocor-
ticoide como la aldosterona, redujo el
UACR en un 44-97% (media del 78%).
Un estudio prospectivo posterior en 9
casos de HAP y 10 casos control, reve-
ló un UACR basal por encima de 46,5
X 10-9 en 3 gatos con HAP. Todos los
gatos con HAP tuvieron un valor basal
de UACR > 7,5 X 10-9.En todos los gatos
sin HAP con un UACR basal > 7,5 X 10-9,
la administración de fludrocortisona in-
dujo una supresión > 50%. En contras-
te, la administración de fludrocortisona
resultó en una supresión < 50% en 6
de 9 gatos con HAP. Ni el UACR basal
ni el UACR tras el test de supresión se
correlacionó con la etiología del HAP
(adenoma, adenocarcinoma o sospe-
cha de hiperplasia bilateral de la zona
glomerulosa). La fludrocortisona indujo
hipokalemia en 7 gatos, pero no provo-
có empeoramiento de la hipertensión
arterial. El uso de este test es relativa-
mente nuevo y su realización depende
de la fiabilidad de los análisis realizados
en el laboratorio. Por eso, es posible y
casi seguro, que los valores de corte
sugeridos por los autores, necesiten
ajustes por el laboratorio al que remita
las muestras cada clínica. Además, en
medicina veterinaria se está todavía
sabiendo sus beneficios y defectos, así
como su utilidad para diagnosticar el
hiperaldosteronismo idiopático. Aún
así, si combinamos un cuadro clínico
sugestivo que incluya hipokalemia, con
ecografía abdominal (mostrando au-
mento de adrenales) y CAP elevada, el
Stijn Niessen
clínico puede tener una cierta evidencia
con la que poder trabajar. Un UACR en
combinación con el test de supresión
de fludrocortisona pueden añadir un
nivel adicional de confianza, sobre todo
cuando las concentraciones de aldoste-
rona basal están ligeramente elevadas.
La diferenciación entre exceso de mi-
neralocorticoide por neoplasia o no,
requiere diagnóstico por imagen y
puede que estudio histopatológico.
La ecografía y/0 la tomografía compu-
terizada pueden ser de ayuda para la
visualización de invasión tumoral local
o a distancia (por ejemplo, en vena cava
caudal).
¿Cómo manejarlo?
Tratamiento quirúrgico primario
La adrenelectomía unilateral es el tra-
tamiento de elección una vez que se ha
confirmado el HAP unilateral. Aunque
se asoció este procedimiento con una
alta mortalidad (aproximadamente un
tercio de los gatos morían por hemo-
rragia aguda severa), la aparición de
hospitales de referencia especialistas
con equipos multidisciplinares (inclu-
yendo endocrinólogos, intensivistas,
anestesistas y cirujanos de tejidos blan-
dos) ha mejorado esta situación de for-
ma considerable. En el hospital donde
trabaja el autor, la tasa de mortalidad
es < 10%. Debe controlarse la hipokale-
mia pre y periquirúrgica en la medida
de lo posible, de forma oral o por su-
plementación intravenosa. De forma
similar, en el manejo postoperatorio de
la hipercortisolemia por tumores adre-
nocorticales, debe considerarse el uso
temporal con fludrocortisona. Sin em-
bargo, en los casos descritos, las me-
diciones postquirúrgicas no han sido
necesarias y su omisión no ha parecido
tener un efecto perjudicial. El hipercor-
tisolismo concurrente puede suceder y
si el cuadro clínico sugiere que puede
suceder, se recomienda testar, ya que
estaría indicada la suplementación peri
y postoperatoria de glucocorticoides.
El autor utiliza una infusión de hidro-
cortisona, ya que ésta proporciona su-
plementación de mineralocorticoides y
glucocorticoides y un ritmo de infusión
continuo (CRI, de sus siglas en inglés) a
0,5 ml/kg/h proporciona habitualmen-
te un nivel de cortisol plasmático de
1000 nmol/l, suficiente para prevenir
una crisis de hipoadrenocorticismo. La
fludrocortisona oral puede empezar
a usarse tan pronto com o el gato co-
mienza a comer otra vez en el posto-
peratorio, y a partir de entonces puede
pararse la CRI. Puede añadirse hidro-
cortisona oral a 0,5 mg/kg/día para
aportar suplementación adicional de
glucocorticoides si se hipercortisolismo
concurrente, o alternativamente, pred-
nisolona (0,2 mg/kg/día). La medicación
oral puede reducirse de forma lenta y
segura durante 4-6 semanas, mientras
que se vigila el cuadro clínico y los elec-
trolitos (hiperaldosteronismo) y la con-
centración de cortisol estimulada por la
ACTH (combinación de hiperaldostero-
nismo e hipercortisolismo). Para este
último, se ha visto útil un cortisol basal,
sobre todo cuandosi se mide 24 horas
tras la última administración de gluco-
corticoide. Si el resultado es > 55 nmol/l
o 2 mcgr/dL, es poco probable que se
dé hipocortisolimo posoperatorio y
puede detenerse la medicación.
Tratamiento médico primario
Si la cirugía no es posible o si la en-
fermedad adrenocortical es bilateral,
es posible el tratamiento médico con
espironolactona como antagonista de
receptores de mineralocorticoides y su-
plementación oral con gluconato potá-
sico. La dosis inicial puede ser de 2 mg
de espironolactona por kilo y 0,5 mmol
de gluconato potásico por kilo, dos
Vetmadrid 2022 | 183
veces al día. La hipertensión arterial
persistente puede tratarse con amlo-
dipino, como bloqueante de canales de
calcio (1-2 mg/kg). En los casos de tu-
mor adrenocortical, el tratamiento pue-
de llevar a la resolución de los síntomas
y signos clínicos tales como la miopatía
en gatos, pero puede no llegar a te-
nerse una normalización completa. En
particular, el potasio plasmático tiende
a permanecer por debajo del rango de
referencia, incluso aumentando las do-
sis deespironolactona y de potasio. Las
dosis superiores a 4 mg/kg de espiro-
nolactona pueden provocar anorexia,
diarrea y vómitos. Estos efectos secun-
darios pueden ser por la interferencia
de la espironolactona con la acción de
la aldosterona en el transporte de elec-
trolito transepitelial en el colon distal.
El tratamiento médico es la opción
preferida en gatos con hiperaldostero-
nismo por hiperplasia adrenocortical
bilateral. Pero, la experiencia es ac-
tualmente limitada. El hiperaldostero-
nismo suele ser algo más leve que en
casos debidos a un tumor y puede que
se mantenga la normokalemia durante
mucho tiempo solo con espironolacto-
na o junto con dosis bajas de potasio.
Sin embargo, puede considerarse la
adrenelectomía bilateral en casos re-
fractarios haciendo que el gato sea ad-
disoniano, que es una enfermedad en
si más manejable, y menos dinámica.
¿Cuál es el pronóstico?
Tras retirar completamente el tumor
unilateral que produce mineralocorti-
coides y sin metástasis, el pronóstico
suele ser excelente, sin necesidad de
medicación a largo plazo. El pronóstico
es más reservado para gatos con hipe-
raldosteronismo idiopático (bilateral)
que se trata con espironolactona, ya
que este tratamiento no evita el exce-
so de mineralocorticoide tan definitivo
184 | Endocrinopatías poco frecuentes en el gato Cushing e hiperaldosteronismo
como puede hacer la cirugía, dando un
argumento para adrenelectomía bilate-
ral en casos en los que tenemos claro
el diagnóstico y una pobre respuesta al
tratamiento médico.
¿El hiperaldosteronismo como causa
de la Enfermedad Renal Crónica (ERC)?
Un nuevo interés ha surgido en el HAP,
debido a su posible papel en la progre-
sión de la enfermedad renal. En reali-
dad, la causa exacta de la ERC en gatos
sigue siendo desconocida. Javadi et al.
(2005) presentan los hallazgos en 11
gatos geriátricos que se presentan con
paresis flácida parosística por hipokale-
mia y pérdida de visión por desprendi-
miento de retina hemorrágica. La CAP,
la ARP y el ratio CAP:ARP indicaban
un HAP con todas las CAP en el límite
alto o mayor al intervalo de referencia,
mientras que todas las ARP estaban en
el límite más bajo del intervalo de refe-
rencia. Es interesante que las imágenes
revelaron solo cambios adrenales mí-
nimos y se confirmó hiperplasia nodu-
lar con histopatología. Todos los gatos
presentaban o acabaron con elevación
en las concentraciones de urea y crea-
tinina. Los cambios histopatológicos en
los riñones se parecían a los que se en-
cuentran en personas con hiperaldos-
teronismo: esclerosis arteriolar hialina,
esclerosis glomerular, atrofia tubular y
fibrosis intersticial. A la luz de esto ha-
llazgos, los autores sugirieron que, al
menos en algunos gatos diagnostica-
dos de enfermedad renal, el hiperal-
dosteronismo puede ser un mediador
y los clínicos deben por eso considerar
testar este grupo de pacientes. Esto
sigue siendo un área de investigación,
aunque parece prudente considerar
el HAP en casos de ERC, sobre todo
cuando se encuentra hipokalemia e/o
hipertensión que son resistentes al
tratamiento.
Stijn Niessen
Síndrome de Cushing en el
gato
El síndrome de Cushing (antes conocido
como hiperadrenocorticismo) indica un
estado de exceso de la actividad de glu-
cocorticoides y puede producirse por un
exceso de administración de fármacos
con actividad glucocorticoide o por un
incremento de la actividad de glucocor-
ticoide endógeno. El exceso de la activi-
dad de glucocorticoide puede también
resultar en DM y por eso representa
otra posible forma de DM tipo 3.
Los glucocorticoides son capaces de
inducir DM a través de una variedad
de mecanismos, incluyendo un impe-
dimento de absorción de glucosa en la
periferia dependiente de insulina y un
refuerzo de la gluconeogénesis en el hí-
gado. Además, los glucocorticoides son
opuestos a otras muchas acciones de
la insulina, incluyendo su efecto central
de inhibición del apetito. Por último,
también se ha visto que ocurre una in-
hibición de la secreción de insulina por
las células beta pancreáticas inducida
por los esteroides.
Prevalencia del síndrome de Cushing
El hiperadrenocorticismo (HAC) felino
no iatrogénico o espontáneo, con o
sin DM inducida de forma subsecuen-
te, parece ser una condición rara con
aproximadamente 100 casos descritos
en la literatura veterinaria. Aún así,
en contraste a la situación del HS feli-
no, todavía no se conoce qué propor-
ción exacta de la población de gatos
diabéticos está realmente sufriendo
una forma de DM tipo 3 inducida por
HAC. Desafortunadamente, cualquier
estudio de screening puede sufrir de
una falta de un test confirmatorio es-
pecífico y fácil de realizar para esta en-
docrinopatía, aunque una estimación
grosera de la posibilidad de prevalen-
cia máxima puede obtenerse mediante
realización de ratios cortisol:creatinina
de muestras de la primera orina de la
mañana de gatos diabéticos, recogida
en casa (ver en diagnósticos).
El HAC felino iatrogénico es también
raro y realmente menos común que
el HAC iatrogénico en perros. Curiosa-
mente, el 7,5% de los gatos diabéticos
incluidos en un estudio que abarcaba
gatos diabéticos asegurados del Reino
Unido, tenían historia confirmada de
administración de glucocorticoides que
implicaban glucocorticoides indirecta-
mente en la etiología de su DM (asumi-
da como tipo 2) (1). En otro estudio, 4
de 12 gatos con un tratamiento a largo
plazo con esteroides, desarrollaron DM
transitoria. La naturaleza transitoria de
la DM en ese último estudio muestra
un argumento más convincente de que
esos gatos realmente sufrían de DM
tipo 3.
Etiología del síndrome de Cushing
Como en el HAC canino, el HAC felino
espontáneo está causado tanto por un
tumor pituitario funcional (PDH, de sus
siglas en inglés) con sobreproducción
de ACTH, o bien por un tumor funcional
de la corteza adrenal con sobreproduc-
ción de hormonas con actividad gluco-
corticoide. La forma más prevalente es
la PDH (75-80% de los casos) y normal-
mente está causada por un adenoma
de la pars media o de la pars distalis
de la glándula pituitaria. Se han descri-
to raramente carcinomas pituitarios.
El 20-25% restante de casossufren de
HAC adrenal-dependiente (ADH de sus
siglas en inglés). En este último grupo,
es más habitual un adenoma funcional
benigno de la corteza de una de las
adrenales (65%), y en una minoría de
gatos con ADH se presenta un carcino-
ma cortical maligno.
Vetmadrid 2022 | 185
Curiosamente, se han descrito varia-
ciones de estas etiologías en casos in-
dividuales. Estas incluyen: carcinoma
cortical uni o bilateral que producen
un exceso de hormonas sexuales con
efectos glucocorticoide (por ejemplo,
progesterona, androstenodiona, tes-
tosterona), un caso de gato diabético
con una producción de cortisol in-
dependiente de ACTH debido a una
producción de alfa-MSH por un tumor
pituitario con efectos glucocorticoide
y un adenoma pituitario doble con so-
breproducción de GH y de ACTH, cau-
sando acromegalia e HAC. Por último,
se han descrito casos raros de neopla-
sias endocrinas múltiples que produ-
cían HAC.
Aunque los gatos son más resistentes
a los efectos de los esteroides, debe te-
nerse en cuenta el HAC iatrogénico en
cualquier gato que se vuelve diabético
mientras está recibiendo suplemen-
tación de glucocorticoides. Esa suple-
mentación puede incluir preparaciones
tópicas para enfermedad dermatológi-
ca (incluidas enfermedades óticas) u of-
talmológica. Aún así, debe sospecharse
una predisposición oculta para la DM
tipo 2, y no para la tipo 3, en gatos en
los que aparezca una DM tras la admi-
nistración exógena de esteroides, que
queda permanente uncluso con una rá-
pida retirada de esos glucocorticoides
exógenos.
El exceso de actividad de glucocorticoi-
de exógeno o endógeno suele derivar
en un rango de cambios en el cuerpo
del gato, todos relacionados con la fun-
ción fisiológica de los glucocorticoides.
Puede surgir por eso una marcada re-
sistencia a la insulina, por lo que no sor-
prende que el 80-90% de los casos con
HAC se presentan con signos derivados
de una DM.
186 | Endocrinopatías poco frecuentes en el gato Cushing e hiperaldosteronismo
Signos y presentación del síndrome
de Cushing
Como en el HS, la mayoría de gatos con
HAC se presentarán con signos relacio-
nados con la DM (poliuria, polidipsia,
polifagia y neuropatía periférica), los
cuales, según pasa el tiempo, cambian
de forma frecuente a ser resistencia a la
insulina. Sin embargo, los requerimien-
tos de insulina tienden a ser menos
extremos que aquellos encontrados en
algunos gatos con HS y, en realidad, no
todos los gatos diabéticos con HAC son
insulinorresistentes. Curiosamente, la
pérdida de peso, en vez de la ganancia,
es más común con HAC, Esto supone
una diferencia significativa comparan-
do con perros y es útil para diferenciar
gatos diabéticos de gatos con HS.
Una minoría de gatos con HAC se pre-
sentarán de forma diferente y el foco
recae sobre anormalidades dermato-
lógica como fragilidad de piel o polifa-
gia y ganancia de peso, en vez de los
signos clínicos relacionados con la DM.
La ausencia de poliuria y polidipsia que
se percibe en los últimos casos sin DM,
pone de manifiesto la resistencia inhe-
rente que los gatos tienen (comparado
con los perros) a la inhibición induci-
da por glucocorticoides de secreción y
acción de la hormona antidiurética. La
poliuria y la polidipsia solo se observa
una vez que aparece la DM.
Los signos clínicos que los gatos com-
parten con sus homólogos caninos in-
cluyen distensión abdominal o aparien-
cia de abdomen péndulo, jadeo, atrofia
muscular, pelo descuidado, alopecia
bilateral simétrica, predisposición a
infecciones (de tracto urinario, piel,
abscesos, tracto respiratorio, Toxoplas-
mosis). Más específico en los gatos es el
llamado “síndrome de fragilidad felino”,
el cual se piensa que está relacionado
Stijn Niessen
con el catabolismo de las proteínas y
puede llevar a producir desgarros de
la piel, que en otras circunstancias no
se producirían, como el autolamido o
al agarrar los propietarios al gato. Tam-
bién en contraste con el perro, en los
gatos con HAC no se ha descrito la calci-
nosis cutis. Los gatos pueden desarro-
llar cambios en la coloración del pelo.
Por último, en casos raros, se ha des-
crito que pueden presentar ceguera
(debida a un macroadenoma pituitario
o inducida por hipertensión), compor-
tamiento anormal, marcha compulsiva,
caminar en círculos o vocalizaciones
continuas. La masculinización se ha
encontrado en casos con carcinomas
adrenales que secretan hormonas se-
xuales (androstenodiona y testostero-
na), los cuales pueden diagnosticarse
al observar las espículas penianas en
gatos machos castrados.
Diagnóstico del síndrome de
Cushing
Patología clínica rutinaria
La hematología, bioquímica y urianáli-
sis suelen mostrar en la mayoría de ca-
sos, cambios que se atribuyen a la DM.
De forma inconsistente, puede haber
leucograma de estrés, aunque la ele-
vación de los neutrófilos puede estar
relacionada con infecciones secunda-
rias producidas por disminución de la
inmunidad o por infección bacteriana
de heridas en la piel. Debido a una falta
de isoenzima ALP inducida por esteroi-
des, y en contraste con la situación en
el perro, menos de la mitad de gatos
con HAC mostrarán elevación de la ALP.
Si se encuentra, puede ser por una DM
sin regular. Otra diferencia interesante
con los perros con HAC, es lo relativa-
mente raro encontrar orina diluida en
gatos con HAC, lo que demuestra la
falta de efecto y/o sensibilidad del cor-
tisol en gatos sobre la ADH felina. Solo
1 de 43 gatos descritos en una serie de
casos con HAC, tuvieron una densidad
urinaria menos a 1.043, aunque este
parámetro puede estar parcialmente
afectado por la presencia de glucosuria
en muchos casos.
Tests endocrinos: ¿Cuál es el mejor
test para diagnosticar?
Los tests endocrinos que pueden ser
útiles para sustentar un diagnóstico
de HAC felino incluyen el test de su-
presión con dexametasona a dosis
bajas (LLDST, de sus siglas en inglés),
el test de estimulación con hormona
adrenocorticotropa (ACTH) y el ratio
cortisol:creatinina en orina (UCCR, de
sus siglas en inglés). Este último puede
combinarse con la administración oral
de dexametasona. Más tarde se discu-
ten las ventajas y desventajas de cada
test diagnóstico. Como en el caso de
la mayoría de tests endocrinos, como
también ocurre con cualquier test diag-
nóstico en general que no tenga una
fiabilidad del 100%, éstos demostrarán
un valor predictivo positivo superior
si solo se usan en situaciones clínicas
que sugieran de forma suficiente la
posibilidad de estar ante un HAC. Por
el contrario, también dada la baja pre-
valencia en general del HAC felino, no
se recomienda realizar este cribado de
forma rutinaria en gatos diabéticos sin
una clínica clara.
Test de supresión con dexametasona
a dosis bajas
Muchos consideran el LDDST el test
de elección para el diagnóstico de HAC
felino. Los clínicos deben conside-
rar la dosis más alta de dexametaso-
na (0,1 mg/kg IV) que se usa en gatos
en comparación a perros, ya que una
alta proporción de gatos normales no
mostrarán supresión cuando se utiliza
Vetmadrid 2022 | 187
la dosis baja tradicional (0,01 mg/kg).
Puede considerarse la inyección intra-
muscular en gatos rebeldes, aunque se
corre el riesgo de verse incrementado
los falsos positivos de los testados en
este grupo de pacientes.
El protocolo se muestra en la siguiente
tabla. La supresión en el punto inter-
medio (a menudo a las 4 horas), pero
de forma especial en el punto final (a
las 8 horas) (normalmente < +/- 40
nmol/l, pero depende del laboratorio
que lo haga), es sugerente de ausencia
de HAC. Debe tenerse en cuenta que
aunque virtualmente todos los casos
de ADH no mostrarán esa supresión,
puede que algunos casos de PDH sí
lo harán. En este último caso, el juicio
clínico debe usarse para establecer la
necesidad de realizar más tests. Se ha
sugerido la realización del LDDST utili-
zando la dosis canina de 0,01 mg/kg de
dexametasona en esos casos, aunque
no parece de ayuda según la opinión
del autor dada la falta de supresión en
una proporción de gatos normales.
Test de estimulación con ACTH
Hasta dos tercios de los gatos con HAC
mostrarán un resultado dentro del in-
tervalo de referencia cuando se realiza
el test de estimulación con ACTH, lo
cual demuestra la falta de sensibilidad
de este tipo particular de test endocri-
no en el HAC felino. El test se mantiene
útil en caso de HAC iatrogénico, donde
esperamos un resultado de estimula-
ción suprimido junto con una historia
de exposición a glucocorticoide (inclui-
do de forma tópica). El test también se
ha mostrado útil cuando se trata de
tumores adrenales que producen otras
hormonas adrenales como 17-hidroxi-
progesterona, estradiol, androsteno-
diona, progesterona y testosterona.
Aún así, todavía hay algo ventajoso al
188 | Endocrinopatías poco frecuentes en el gato Cushing e hiperaldosteronismo
usar el test de estimulación con ACTH,
ya que los resultados pueden sugerir
la presencia, tanto de un tumor adre-
nal atípico, como obtener concentra-
ciones modestas o incluso suprimidas
del cortisol post-ACTH en un gato con
signos clínicos de HAC. Debe pedirse
al laboratorio realizar determinacio-
nes de otras hormonas adrenales con
la muestra que se les había remitido.
En esos casos, las muestras séricas ba-
sales suelen ser concluyentes, dando
como resultado concentraciones ex-
tremadamente altas de los precurso-
res del cortisol y, en realidad, un ligero
incremento en la concentración de las
muestras post-ACTH. Deben interpre-
tarse con precaución las elevaciones
de esas concentraciones dentro de la
zona gris, ya que hay una cantidad de
animales normales que muestran una
concentración justo fuera del intervalo
de referencia. La ventaja adicional del
test de estimulación con ACTH es su
corta duración (comparada con la del
LDDST), y la posibilidad de inyectar la
ACTH intramuscular, así como intra-
venosa. Aún así, los resultados de un
estudio concreto confirmaron que la
administración intravenosa de cosin-
tropin induce una estimulación adre-
nocortical significativamente mayor y
más prolongada que la administración
intramuscular. Los clínicos deben tener
en mente los diferentes tiempos de re-
cogida de muestras post-ACTH en rela-
ción a algunos protocolos habituales de
acuerdo a lo que ocurre en perros, lo
cual se basa en el tiempo más variable
de máxima estimulación de las adrena-
les de gatos comparado con los perros,
así como protocolos intravenosos ver-
sus protocolos intramusculares.
Ratio cortisol:creatinina en orina
El ratio cortisol: creatinina es un test
útil de diagnóstico para el HAC. La re-
Stijn Niessen

colección de muestras por la mañana cial diagnóstico que esta herramienta

puede ayudar a prevenir la influencia
del estrés al realizar el test. Es el más
sensible como screening y, por eso, un
resultado negativo es muy poco pro-
bable el HAC. El HAC, pero también
enfermedades concurrentes (incluido
el hipertiroidismo) y el estrés pueden
dar como resultado un UCCR elevado.
Puede combinarse el test con la admi-
nistración de dexametasona oral para
mejorar la especificidad (aunque si se
usa de esta forma perderá algo de sen-
sibilidad), aunque principalmente ayu-
da a diferenciar el PDH del ADH.
Precursores de ACTH plasmáticos
La ACTH deriva de sus precursores
pro-opiomelacortina (POMC), la cual
se procesa primero a pro-ACTH y luego
se escinde a ACTH por la prohormona
convertasa 1 (PC1). Las concentracio-
nes en plasma de los precursores de
la ACTH (POMC y pro-ACTH) se encuen-
tran altos en tumores corticotrópicos
pituitarios grandes o agresivos en per-
sonas y perros, y recientemente se han
identificado también en 8 de 9 gatos
con PDH. Este pequeño estudio ha pro-
porcionado el único dato hasta ahora,
y la más rigurosa valoración, del poten-
puede suponer para dilucidar su verda-
dero papel en el conjunto de diagnósti-
cos de los que dispone el clínico.
Test endocrino: ¿qué test es el mejor
para diferenciar PDH de ADH en gatos?
Como en el caso de HAC canino, reali-
zar tests diferenciales es una sabia in-
versión de tiempo y dinero, por lo que
es muy recomendable. Un gato con
PDH va a tener un pronóstico diferente
y podrá presentar diferentes complica-
ciones que un gato con ADH. Además,
el tratamiento gold standard es dife-
rente para cada tipo de enfermedad
(ver más abajo). Por último, la respues-
ta al tratamiento médico será diferente
en cada categoría de paciente.
Los principales tests diferenciales se
presentan en la tabla 1, junto con los
protocolos más habituales y las princi-
pales ventajas (y desventajas). Los tests
diferenciales deben realizarse solo
cuando se ha llegado a un diagnóstico
de HAC en base a la presentación clíni-
ca y un test de screening positivo (con
la excepción del UCCR con supresión
oral con dexametasona, que puede ser-
vir para ambas funciones).

Tabla 1

Visión general y características de los tests diferenciales para el HAC felino

Test
Protocolo Interpretación Ventaja Desventaja
diferencial
1. cortisol sérico En hospital:
basal (t=0) estrés
>50% si hay
2. Dexametasona 50% de gatos
supresión
HDDST IV 1.0 mg/kg (o Fácil de realizar con PDH no
ADH improbable
intramuscular) muestran
3. cortisol sérico supresión
t = 4 y 8 horas

Vetmadrid 2022 | 189

 Test
Protocolo Interpretación Ventaja Desventaja
diferencial
1. recogida de
2 muestras
en casa para
UCCR: calcular
promedio
2. propietario
En casa: menos
UCCR con administra
influido por
supresión 0.5 mg 75% de gatos con 25% de gatos
estrés
mediante dexametasone PDH presentarán con PDH no
Sirve como test
dexametasona oral a las 12 pm, >50% supresión del presentan
de screening
oral (como test 6pm y 12 am promedio del UCCR supresión
y como test
diferencial) medianoche
diferencial
3.mañana
siguiente:
recoger la
muestra de la
mañana en casa
para UCCR
1. Suele
recogerse en
tubos de EDTA
Hormona
2. Poner
inestable:
inmediatamente
resultados
en hielo
falsamente
3. Separar Si alto o normal-
bajos (muestreo
ACTH el plasma y alto: probable PDH Solo se necesita
especial
endógena conservar a -80C Si bajo o normal- una muestra
cruciales
4. Transportar bajo: probable ADH
condiciones
al laboratorio en
de transporte,
hielo seco
contactar con
5. Verificar el
laboratorio)
protocolo al que
se manda la
muestra
Disponible
Invasión de vena
1. Tomar Adrenales cava o evidencia
medida del aumentadas de metástasis
ancho de las bilateralmente sugiere
Tamaño y
adrenales sugerente de PDH presencia de
morfología
2. Valorar Una adrenal un carcinoma Se necesita
adrenal en
estructura de grande y la adrenal e informa de experiencia y
ecografía
adrenales contralateral decisión de equipo
abdominal
3. Incluir sugerente de ADH tratamiento
o TC
valoración de Invasión de vena Buscar otras
invasión de cava sugiere causas de DM
vena cava carcinoma adrenal resistente a
la insulina (ej.
pancreatitis)

190 | Endocrinopatías poco frecuentes en el gato Cushing e hiperaldosteronismo

Stijn Niessen

Test
Protocolo Interpretación Ventaja Desventaja
diferencial
Disponibilidad
Si no presenta limitada
macroadenoma, Coste
hacer imagen Necesidad de
de abdomen sedación o
usando mismo anestesia
método que en Microadenoma
Tamaño y Si hay screening de (50% casos
1. Imagen de
morfología macroadenoma ADH PHD) puede no
silla turca
pituitaria (altura de Paso esencial verse / limitada
2. Pre- and
en imagen pituitaria > 3mm) para planificar sensibilidad
post contrast
intracraneal normalmente hipofisectomía o Efectos
enhancement
(TC, RM) definitivo radioterapia secundarios
Útil para valorar inmediatos
invasión de vena raros por
cava en caso de contraste
ADH y previo (suelen limitarse
a considerar la a despertarse
adrenalectomía de sedación y
vómitos)
No validado
como test
1. Muestra de
diferencial
sangre basal en
Hormona
EDTA
POMC (tener inestable:
2. Centrifugar
en cuenta resultados
inmediatamente
que los datos falsamente
a 4°C Si alto: probable Solo se necesita
se basan bajos (toma
3. transferir PDH una muestra
en un único de muestras
plasma a tubos
pequeño especial,
de plástico y
estudio) condiciones
almacenar a
de transporte
-80°C hasta
cruciales y
análisis
contactar con el
laboratorio)

El papel del diagnóstico por imagen
en gatos con Cushing
El papel del diagnóstico por imagen
se piensa que es más útil en la fase de
diferenciación del proceso diagnósti-
co. Las imágenes de las adrenales y/o
pituitaria puede servir también para
sustentar el diagnóstico de HAC en
primera instancia. Sin embargo, pa-
rece más lógico usar tests (hormona-
les) funcionales para eso, más que la
mera imagen la cual representa una
valoración estructural y por eso solo
proporciona una evidencia indirecta
para diagnosticar HAC. En HAC felino,
las imágenes de la pituitaria (TC o RM)
carecen de la sensibilidad que los tests
endocrinos ofrecen al clínico (45% de
gatos con PDH tienen una TC normal)
y suelen tener mayor coste, así como
requerir sedación/anestesia. Además,
puede obtenerse un resultado erróneo
en casos de tumores pituitarios no fun-
cionales o agrandamiento de adrenal

Vetmadrid 2022 | 191

no funcional (“incidentaloma”) cuando
no se ha tenido en cuenta realizar tests
endocrinos.
Sin embargo, durante la fase de discri-
minación, es una buena inversión reali-
zar una ecografía abdominal a un gato
en el que se sospeche de sufrir HAC. La
visualización de las adrenales en gatos
se ha descrito como más fácil de con-
seguir que en perros, aunque depende
del ecografista y del equipo. La visuali-
zación de las glándulas adrenales será
informativa en cuanto a diferenciar
entre PDH y ADH. Bajo la premisa de
que los gatos con ADH presentan una
adrenal grande/masa adrenal y la otra
adrenal más pequeña, en contra de los
gatos con PHD que tienen el mismo ta-
maño normal o aumentado de ambas
adrenales, en 34 de 41 gatos (83%) se
diagnosticó de forma correcta. Por eso,
la ecografía abdominal se presenta
como una buena herramienta discri-
minatoria. Sin embargo, en el 10% de
casos se tuvo resultado erróneo, lo que
sugiere que hay que tener una cierta
dosis de prudencia. Es posible reali-
zar una biopsia ecoguiada de las ma-
sas adrenales, aunque no está exenta
de peligro (sobre todo hemorragia, y
también riesgo de fallar en llegar a un
diagnóstico histológico) y uno puede
cuestionarse su necesidad, sila adrene-
lectomía representa la opción de trata-
miento gold standard para el ADH.
La radiografía abdominal aporta poco
valor diagnóstico, especialmente cuan-
do se tiene disponible la ecografía, con
la excepción de tumores adrenales
grandes, los cuales pueden llegar a ver-
se en radiografías simples. Es también
importante enfatizar en que la calcifica-
ción de la glándula adrenal puede dar-
se en gatos como parte de un proceso
normal de envejecimiento, y no indi-
192 | Endocrinopatías poco frecuentes en el gato Cushing e hiperaldosteronismo
ca la presencia como tal de un tumor
adrenal.
Se ha incrementado la utilización de la
TC abdominal para una variedad de en-
fermedades que afectan al abdomen y
puede ser útil también en la valoración
de la morfología y de la presencia de
invasión o metástasis de la vena cava
en casos de carcinoma adrenal. En el
proceso de diferenciación, tanto la pi-
tuitaria como las adrenales pueden ser
vistas en la misma sesión de TC.
Por último, debe sospecharse un tu-
mor secretor de hormonas sexuales en
gatos con signos clínicos de HAC, una
masa adrenal en ecografía o TC, aun-
que tenga normales o suprimidos los
resultados de cortisol.
Opciones de tratamiento del síndro-
me de Cushing
Las opciones de tratamiento del Cus-
hing consisten en tratamiento médi-
co, opciones quirúrgicas, radioterapia
y tratamiento paliativo. Conforme a la
situación en Hs felino, cuando se ha
iniciado el tratamiento, los clínicos y los
propietarios necesitan estar vigilantes
con cambios rápidos en las demandas
de insulina. Cuál será la opción de tra-
tamiento dependerá de la naturaleza
del HAC, es decir, PHD versus ADH, por
lo que se destaca el proceso de discri-
minación.
Tratamiento medico (PHD y ADH)
Puede considerarse el tratamiento mé-
dico cuando es declinada la opción de
tratamiento definitivo (hipofisectomía
o adrenelectomía), cuando se quiere
tener una posición de partida superior
en el periodo preoperatorio, en térmi-
nos de mejorar la cura de heridas, en
el momento pre, peri y postradiación
(PHD) y como opción paliativa en caso
Stijn Niessen
de enfermedad metastásica. Pero, ac-
tualmente, el autor recomienda el uso
de trilostano por encima de todas las
demás opciones médicas, dada su ma-
yor eficacia, relativa ausencia de efec-
tos secundarios y su fácil uso. En gatos
en los que se demuestre sensibilidad al
trilostano, puede obtenerse una bue-
na calidad de vida a largo plazo en una
proporción significativa de gatos. Se
aconseja usar la Puntuación Clínica de
Cushing recientemente desarrollada
para monitorizar el proceso.
Cirugía
Hipofisectomía (PDH)
Como es el caso en el hipersomatotro-
pismo (HS) felino, la hipofisectomía se
considera el tratamiento de elección en
PHD humana, canina y felina. La serie
más grande de casos hasta la fecha,
consiste en siete gatos con PDH, pero
posiblemente subestima el potencial
final de este procedimiento, ya que
la experiencia en la institución del Dr.
Meij ha aumentado desde entonces,
junto con la tase de éxito. Sigue sien-
do una intervención importante. Un
gato de esta serie no se recuperó de la
anestesia, un segundo gato desarrolló
anormalidades neurológicas dos sema-
nas tras cirugía. Sin embargo, los otros
cinco gatos mostraron resolución clíni-
ca de sus HAC. Dada la naturaleza del
procedimiento (se accede a la pituitaria
a través de una incisión en el paladar
blando), puede ocurrir fístulas oronasa-
les (y rinitis crónica resultante), aunque
al aumentar la experiencia se reduce la
frecuencia de que eso ocurra.
Adrenelectomía uni o bilateral (ADH o
PDH)
Una segunda opción quirúrgica para el
PDH consiste en la adrenelectomía bi-
lateral, y para el ADH la adrenelectomía
unilateral. El procedimiento requiere
menos experiencia que la hipofisecto-
mía, aunque el manejo peri y postqui-
rúrgico son igual de importantes y (hi-
percortisolemia asociada) la curación
deteriorada de la herida puede repre-
sentar una dificultad añadida. En la
institución del autor, se comienza una
infusión de hidrocortisona tan pronto
como el cirujano comienza la cirugía
en la adrenal(-es) y se mantiene hasta
que el paciente come de nuevo tras el
procedimiento. En ese momento, al pa-
ciente se le pasa a glucorticoide orales,
bien a una dosis baja de prednisolona
(0,1 mg/kg SID) o hidrocortisona (0,5
mg/gk SID). Siempre que sea posible,
los autores aconsejan tratamiento
preoperatorio con trilostano para ase-
gurar la normalización del proceso de
curación de la herida. La suplementa-
ción con vitamina A también se ha utili-
zado según la base de que, teóricamen-
te, produce efectos beneficiosos en la
curación de la herida. Cuando es una
preocupación la cicatrización de la heri-
da y/o la fragilidad de la piel, se preferi-
rá un abordaje mediante incisión en el
flanco, reduciendo así la dehiscencia de
la herida en el postoperatorio, ya que
disminuirá la tensión en la herida en
comparación al abordaje por incisión
en la línea media.
En caso de adrenelectomía bilate-
ral para el PDH, el paciente se tratará
después como un animal adisoniano.
En caso de adrenelectomía unilateral
para el ADH, se continua tratamiento
con glucocorticoide nada mas acabar
la cirugía, y luego se va disminuyendo
gradualmente durante un periodo de
6 semanas para que la glándula adre-
nal remanente asuma gradualmente la
producción de glucocorticoide. El che-
queo de cortisol basal en muestras de
suero tomadas 12 horas después de
administrarse la prednisolona o la hi-
Vetmadrid 2022 | 193
drocortisona, puede guiar para valorar
los niveles de actividad de la adrenal
contralateral durante la última parte de
ese periodo, y puede dar información
para tomar la decisión de suspender la
medicación completamente. De forma
alternativa, un test de estimulación con
ACTH puede dar información adicio-
nal sobre esa adrenal, así como estar
menos influido por la administración
crónica previa de esteroides exógenos.
Si esta aproximación falla (una línea
plana como resultado del test de es-
timulación con ACTH se ven de forma
consistente incluso cuando el gato ha
estado con dosis muy bajas de esteroi-
des durante un mes), otra forma sería
disminuir los glucocorticoides exoge-
nos gradualmente y de forma completa
de todos modos y luego hacer un corti-
sol basal o un test de estimulación con
ACTH 4 semanas después de parar los
esteroides para documentar una ade-
cuada funcionalidad de la adrenal re-
manente. En el último caso, es aconse-
jable asegurar que los propietarios del
gato tendrán esteroides disponibles en
casa para que se los den en caso de cri-
sis adisoniana.
Radioterapia (PDH)
En resumen, la falta de fiabilidad en
cuanto al tratamiento es el máximo es-
collo al usar esta modalidad, como es
el caso al tratar el HS. Por lo tanto, se
prefieren la hipofisectomía y la adre-
nelectomía bilateral. Cuando se utiliza
esta modalidad para tratar el PDH, está
indicado empezar tratamiento concu-
rrente con trilostano como seguridad e
inmediatamente comenzar a controlar
los efectos de enfermedad del estado
de hipercortosolemia.
Tratamiento paliativo
A diferencia de la situación del HS, y
dado que realmente están accesibles,
194 | Endocrinopatías poco frecuentes en el gato Cushing e hiperaldosteronismo
y a menudo efectivas, las opciones de
tratamiento médico o quirúrgico para
el HAC (trilostano, adrenelectomía), el
tratar la DM sin descartar una endo-
crinopatía subyacente (HAC) no suele
estar indicado. adicionalmente, el HAC
suele producir complicaciones más
agudas con efectos debilitantes serios
comparado con el HS felino, y suele ser
más urgente la necesidad de intervenir
para reducir los niveles de cortisol en-
dógeno. Está indicado un manejo meti-
culoso de las heridas en caso de síndro-
me de fragilidad cutánea, así como una
prevención adecuada y tratamiento de
infecciones oportunistas y screening de
la hipertensión asociada a HAC. Puede
optarse por usar una dieta húmeda
baja en carbohidratos, como en el caso
de felinos diabéticos.
Diferenciación entre HS felino y Cus-
hing felino
Ya que tanto el hipersomatotropismo
(acromegalia / HS y el Cushing, pueden
presentarse con DM resistente a la in-
sulina y un tumor pituitario, es práctico
poder diferenciar HS de HAC.
Calidad de vida y pronóstico del HS e
HAC felinos
Son cruciales las valoraciones conti-
nuas de la calidad de vida para asegu-
rar que al paciente se le maneja de la
mejor manera posible y, si es necesa-
rio, poder tomar una decisión a tiempo
para considerar opciones de tratamien-
to alternativas o eutanasia, teniendo en
cuenta todas las partes involucradas. El
Cushing suele tender, de forma más
aguda, a causar graves efectos sobre
la calidad de vida cuando se deja sin
tratar o falla el tratamiento. En contras-
te, el impacto sobre la calidad de vida
será más crónico y progresivo en el HS
felino cuando no se trata. Desde que
en ambos casos, gatos diabéticos con
Stijn Niessen
HAC o con HS, pueden sufrir un control
subóptimo de la glucemia, los autores
utilizan una herramienta específica
para diabetes y poder cuantificar la ca-
lidad de vida. Usando esa herramienta
de forma regular, facilita y estimula las
conversaciones entre los propietarios
y los clínicos, así como permite un se-
guimiento más objetivo de la calidad de
vida de esos pacientes diabéticos, más
cuando están en tratamiento. Se reco-
mienda el uso de una aplicación gratui-
ta del RVC Pet Diabetes para iPhones,
iPads, tablets y teléfonos Android, ya
que incorporan esa valoración de la
calidad de vida, así como otras funcio-
nes como diario diabético que puede
ser enviado fácilmente a la clínica ve-
terinaria (links para descargar: android
http://bit.ly/1q3jCV5 ; iPhone/iPad:
http://apple.co/203OoK2).
Ya que el HAC tiene una naturaleza más
debilitante, se sugiere tradicionalmen-
te un pronóstico de reservado a grave.
El avance de técnicas quirúrgicas más
avanzadas (hipofisectomía), así como el
tratamiento con trilostano, deben ha-
cernos cambiar esta percepción, desde
que se consigue una mejor calidad de
vida, durante un periodo más largo de
tiempo, al reducir de forma efectiva la
hipercortisolemia. De forma similar, los
avances en el tratamiento del HS lleva-
rán a modificar la esperanza de vida y
las expectativas de la calidad de vida.
Cuando se comienza lo suficientemen-
te pronto un tratamiento efectivo , me-
jora la calidad de vida e incluso puede
llegarse a la remisión.
Insulinoma felino
La mayoría de neoplasmas de células
de los islotes son funcionales y produ-
cen una cantidad de insulina no regu-
lada con significación clínica. Alrededor
del 80% de los tumores son solitarios
y la mayoría se localizan dentro de la
cola del páncreas, y de forma rara se
encuentran en el cuerpo del páncreas.
No es común que el tumor no pueda
detectarse de forma visual en el exa-
men del páncreas.
Aunque la mayoría de tumores son
funcionales, también son malignos sin
variación. Se han descrito varios grados
de malignidad, oscilando entre el 45-
65%. Muchos estudios describen la ma-
yoría de insulinomas como estadios II o
III según la OMS. En otras palabras, en
el momento del diagnóstico, muchas
mascotas tendrán además afectado un
linfonódulo regional con o sin metásta-
sis a distancia. El lugar más común de
enfermedad metastásica es el hígado,
aunque puede ocurrir en cualquier otro
sitio.
Debido al elevado nivel de somatotro-
pos, se ha descrito que tanto en insuli-
nomas primarios como en insulinomas
metastásicos, se ha postulado que la
acción de la hormona del crecimiento,
de forma paracrina o autocrina, puede
contribuir al desarrollo de la prolifera-
ción de células de los islotes de manera
no regulada.
La glucosa es normalmente el primer
regulador de la secreción de insuli-
na. La glucosa controla la secreción
de insulina modificando los niveles de
energía intracelular, lo cual resulta en
la exocitosis de los gránulos secretores
que contienen insulina. La secreción
de insulina suele estar sustancialmen-
te inhibida cuando la concentración
de glucosa sanguínea cae por debajo
de aproximadamente 4 mmol/L. Pero
la secreción de insulina por un insuli-
noma no disminuye cuando la glucosa
sanguínea cae por debajo de ese nivel,
Vetmadrid 2022 | 195
y persiste aún así la caida continua de
glucosa sanguínea. Aunque haya esa
falta de sensibilidad a la hipoglucemia,
los insulinomas generalmente siguen
respondiendo, de forma normal o exa-
gerada, a un incremento en la concen-
tración de glucosa sanguínea.
Por supuesto, cualquier periodo de
hipoglucemia o cualquier caida rápida
de glucosa sanguínea, estimulará la
liberación de hormonas contrarregu-
ladoras como glucagón, hormona del
crecimiento, cortisol y catecolaminas.
En nuestras mascotas, los más poten-
tes en hacer subir la glucosa sanguínea
son el glucagón y las catecolaminas.
Presentación y signos clínicos
Los gatos con insulinomas son de for-
ma habitual de mediana edad o mayo-
res (la edad más habitual en un estudio
fue de 9 años con un rango de entre 3
y 15 años). Los signos clínicos predomi-
nantes son los derivados de la hipoglu-
cemia sobre el sistema nervioso central
y, específicamente, sobre el córtex ce-
rebral, o también puede haber conse-
cuencias clínicas de los niveles eleva-
dos de catecolaminas.
Los signos de disfunción cortical ce-
rebral pueden incluir disminución de
consciencia, debilidad, cambios de
comportamiento, desorientación, ata-
xia, alteraciones visuales y, como final,
coma y muerte. Los signos clínicos re-
lacionados con el exceso de liberación
de catecolaminas incluyen tremores
musculares, ?????? y ansiedad. No es
raro encontrar animales con apetito in-
crementado o incluso ?????.
La severidad de los signos clínicos se
incrementará con el grado de hipo-
glucemia, aunque muchos de estos
pacientes se adaptarán al nivel de hi-
196 | Endocrinopatías poco frecuentes en el gato Cushing e hiperaldosteronismo
poglucemia. Como resultado, puede
haber signos clínicos mínimos presen-
tes en un animal con unos niveles de
glucosa sanguínea muy por debajo de
lo normal. También, los signos clínicos
puede ser más dramáticos si hay una
disminución muy rápida del nivel de
glucosa sanguínea en vez de una caída
más lenta.
Por último, es importante decir que de
forma frecuente, los signos clínicos van
y vienen y que pueden exacerbarse por
el ejercicio.
En el examen físico no suele encontrar-
se nada relevante.
Diagnóstico
Los hallazgos de las pruebas de he-
matología, bioquímica o el urianálisis
de gatos con insulinoma suelen ser
variables y no específicos. Mientras
que puede haber hipoglucemia en su
presentación, no significa que sea un
a hallazgo constante. El diagnóstico de
insulinoma se hace sobre la base de
una insulina alta inapropiada en el mo-
mento de la hipoglucemia. Debido a las
amplias variaciones de los niveles de in-
sulina plasmática que pueden aparecer
en un gato normal, esto requiere gene-
ralmente que la muestra se tome en el
momento en el que la glucosa está por
debajo de lo normal o al menos en el
valor bajo de rango normal.
Cuando se sospeche de un gato con
insulinoma, que tiene una glucosa san-
guínea normal, debe dejarse al gato
en ayunas y tomar muestras para glu-
cosa sanguínea de forma seriada cada
2-4 horas. En la mayoría de gatos con
insulinoma, desarrollrán hipoglucemia
después de 12-24 horas de ayuno. De
forma ocasional, las mascotas afecta-
das no desarrollarán hipoglucemia, y
Stijn Niessen

en estos casos, nuestro índice de sos-

pecha puede incrementarse demos-
trando una fructosamina por debajo de
lo normal.

Mientras que la ecografía abdominal

puede revelar una anormalidad estruc-
tural del páncreas, la sensibilidad de
este procedimiento es sustancialmente
menor al 50%, por lo que la ecografía
abdominal debe plantearse para reali-
zar diagnóstico de enfermedad metas-
tásica o para planear cirugía más que
como una herramienta particularmen-
te útil para el diagnóstico.

Puede ser de más ayuda la TC de alta

definición, pero de nuevo, cualquier
hallazgo necesita ser contestualizado
con los signos clínicos, y por último
consistente con las anomalías endocri-
nas. Una imagen negativa no es igual a
ausencia de enfermedad.

Tratamiento
Cuando sea posible, la cirugía debe
considerarse como primera línea para
un tratamiento definitivo. Si no fuese
posible, o los propietarios no quieren
llevar a cabo el proceso, el tratamiento
médico incluye: prednisolona (induce
resistencia a la insulina), diazoxide (in-
hibe la secreción de insulina), estrepto-
zotocina / estreptozocina (quimioterá-
pico con toxicidad sobre células beta),
pasireotida (análogo de la somatosta-
tina). Puede utilizarse uno o combina-
ciones, junto con la administración de
pequeñas cantidades de comida con
bajo contenido en carbohidratos, de
los cuales la mayoría son carbohidratos
complejos, y con un alto contenido en
proteína.

Vetmadrid 2022 | 197

198 |
Autor

ODONTOLOGÍA

Vetmadrid 2022 | 199

200 |
Allyson Berent

Javier Collados
Doctor (2021) y licenciado (1994) en
Veterinaria (UCM). Único acreditado
AVEPA Odontología y Cirugía Oral en
2013, con dedicación exclusiva a esta
especialidad. Es responsable del Servicio
de Odontología y Cirugía Oral de Sinergia
Veterinaria. Ha realizado numerosas
estancias en el Servicio de Odontología
y Cirugía Oral del VMTH UCDavis (USA),
así como en el Servicio de Odontología y
Cirugía Oral de CARES (Center for Animal
Referral and Emergency Services) en
Filadelfia (USA) y el Arizona Veterinary Dental Specialist en
Arizona (USA).

Ha sido profesor y coordinador de la asignatura de “Odontología

Animal” en la Facultad de Veterinaria de la Universidad Alfonso
X el Sabio de Madrid. Ha impartido ponencias en congresos
y cursos nacionales e internacionales, incluyendo más de
100 participaciones en diferentes eventos en la especialidad.
Posee numerosas publicaciones, destacando el “Atlas Visual de
Patologías Dentales y Orales en Pequeños Animales y Exóticos”
(Ed. Servet, 2008), traducido al francés (Elsevier ed., 2013), al
inglés (Ed. Servet, 2015), japonés (Ed. Servet, 2015) e italiano (Ed.
Edra ed. 2017).

Vetmadrid 2022 | 201

202 |
Javier Collados

EXTRACCIONES DENTALES EN ANIMALES

GERIATRICOS. “¿PUEDO EVITAR COMPLICACIONES
COMO LA FRACTURA DENTAL INTRAOPERATORIA?”
Javier Collados
LV, PhD, MRCVS

Durante la presentación veremos dife- Dentistry Principles & Practice. Philadel-

rentes casos clínicos en los que reco- phia: Lippincott-Raven, 1997.
rreremos de manera gráfica y a través
de ellos, diferentes situaciones y com-
plicaciones a las que nos tendremos
que enfrentar durante las extracciones
dentales.

1. Bibliografía:
1. Evans HE. Miller’s AnatomyoftheDog. 4
ed.Philadelphia: WBSaunders,2012.
2.Hargreaves KM and Cohen MA. Cohen’s
Pathways of thePulp .10 ed.St.Louis: Mosby,
2010.
3.Newman MG, Takei H, Klokkevold PR, Ca-
rranza FA. Carranza’s Clinical Periodontolo-
gy. 12 ed. Philadelphia: Saunders, 2014.
4.Wolf HF, Rateitschak KH, Rateitschak EM,
Hassell TM. Color Atlas of Dental Medicine–
Periodontology. 3 ed. New York: Thieme Me-
dical Publishers, 2005.
5.DuPont GA and DeBowes LJ. Atlas of Den-
tal Radiography in Dogs and Cats. St.Louis:
Saunders Elsevier, 2009.
6.Verstraete FJM and Lommer MJ. Oral and
Maxillofacial Surgery in Dogs and Cats. Phi-
ladelphia: Saunders, 2012.
7.Tutt C, Deeprose J, Crossley DA, eds. BSAVA
Manual of Small Animal Dentistry. 3 ed.
Quedgeley: British Small Animal Veterinary
Association, 2007.
8.Reiter AM, Gracis M. BSAVA Manual of
Small Animal Dentistry. 4 ed. Quedgeley:
British Small Animal Veterinary Association,
2018.
9.Wiggs RB and Lobprise HB. Veterinary

Vetmadrid 2022 | 203

 PATOLOGIAS DENTALES Y ORALES MÁS FRECUENTES
EN ANIMALES GERIÁTRICOS I Y II
“NO SOLO PERIODONTITIS”
Javier Collados
LV, PhD, MRCVS
En este texto, realizaremos un apoyo
complementario a las ponencias pre-
sentadas, incidiendo en los aspectos
más teóricos, dejando las connotacio-
nes más prácticas a las ponencias pre-
senciales.
1. Introducción:
El conocimiento básico de la anatomía
dental y oral es imprescindible a la
hora de enfrentarnos a nuestros casos
de odontología en pequeños animales.
Manejaremos una serie de terminolo-
gía específica en esta especialidad de
cara a orientarnos tanto en las diferen-
tes regiones anatómicas de la cavidad
oral, como en las diferentes superficies
dentales. De esta manera podremos
identificar claramente (y así reflejarlo
adecuadamente en la fecha dental y en
la historia clínica) las lesiones presen-
tadas, como apoyo al diagnóstico y al
plan de tratamiento.
El conocimiento de la anatomía dental
y oral, como veremos en la presenta-
ción, es fundamental a la hora de pla-
nificar no solamente los posibles diag-
nósticos diferenciales a los que nos
enfrentamos, sino también a los dife-
rentes planes de tratamiento. Especial-
mente relevante es conocer la estruc-
tura histológica del diente, puesto que
es a través del conocimiento detallado
de las diferentes estructuras, como
llegaremos a entender el diagnóstico
de las diferentes patologías dentales.
El esmalte cubre la corona anatómica
que puede ser única o múltiple, desa-
204 |
rrollada como cúspides o tubérculos. El
grosor del esmalte es menor de 6 mm.
en el perro y de 3 mm. en el gato. Es
el tejido más mineralizado del cuerpo
con el 96% de material inorgánico que
consiste sobre todo en cristales de hi-
droxiapatita, y un bajo porcentaje de
material orgánico y agua. Es importan-
te destacar que el esmalte es avascular
no tiene terminaciones nerviosas.
La dentina ocupa la mayor parte del
diente y tiene un componente inorgá-
nico del 70%. Es importante destacar
la presencia de más de 40.000 túbulos
dentinarios que atraviesan la dentina
desde la pared interior a la unión den-
tina-esmalte. Cada túbulo dentinario
está ocupado por un proceso odonto-
blástico de importancia relevante en la
transmisión de los estímulos externos
sensitivos, cuando estos túbulos se ex-
ponen. También es especialmente re-
levante la presencia de odontoblastos,
que van a formar la dentina primaria,
secundaria y terciaria.
El cemento, que es menos mineralizado
que el esmalte. Recubre la superficie de
la raíz dental, con un componente inor-
gánico que ronda el 50%. Existen unas
fibras de colágeno llamadas “fibras de
Sharpey” que son la base de ligamen-
to periodontal que une en el cemento
dental y el hueso alveolar.
La cavidad pulpar es la estructura inte-
rior del diente que contiene a la pulpa,
que consiste en vasos sanguíneos, ner-
Javier Collados
vios, capilares linfáticos y numerosas
células como linfocitos, macrófagos, fi-
broblastos, y células mesenquimales, y
los ya nombrados odontoblastos.
2. Metodos diagnósticos
de las patologias orales y
dentales:
Una vez conocida la anatomía dental
y oral, será imprescindible crear las
bases de un correcto diagnóstico de
estas patologías dentales y orares. La
buena base de un adecuado examen
oral inicial es en muchas ocasiones no
realizado, o realizado de una manera
somera, le arrebata la gran importan-
cia que tiene. En este primer examen
oral vamos a poder detectar hasta un
80% de las patologías orales y dentales,
pudiendo presentar al cliente todas es-
tas pruebas, y así hacer un adecuado
plan de tratamiento inicial. Este exa-
men oral inicial, será confirmado por el
examen oral definitivo bajo anestesia
el mismo día de la intervención, y pre-
vio a ésta. Durante el examen oral de-
finitivo es cuando nosotros podremos
utilizar instrumental, como la sonda
periodontal un explorador para confir-
mar todos nuestros hallazgos. La radio-
logía dental es la piedra angular de la
odontología, hasta el punto de que no
podemos realizar adecuados diagnósti-
cos ni tratamientos en odontología de
pequeños animales sin su uso, como
demostraremos en numerosas ocasio-
nes durante la ponencia. Actualmente
existen numerosos equipos de radiolo-
gía dental digital disponibles, tanto de
captación directa como indirecta. La
realización de set completos de radio-
grafías dentales en cada paciente, está
indicado a partir del primer y segundo
año de edad dependiendo del tamaño
del paciente. Con estos sets completos
de radiografías, previos a la interven-
ción y realizados bajo anestesia gene-
ral, podremos hacernos una idea muy
completa y complementaria al examen
oral inicial, de cara a realizar un diag-
nóstico oral y dental completo. Duran-
te la ponencia repasaremos el estudio
metódico de las radiografías dentales,
así como sus indicaciones orientado a
los animales geriátricos y sus patolo-
gías más frecuentes. Otros métodos
diagnósticos también ampliamente uti-
lizados en odontología son el escáner
(CT), y en menor medida la resonancia
magnética (RNM). En los últimos años
habido un gran incremento de uso in-
ternacional del “Cone-Bean CT”.
3. Puntos clave del
diagnostico y tratamiento
de las patologias dentales
y orales más frecuentes en
animales geriátricos
3.1. Enfermedad periodontal.
El periodonto es la unidad funcional
que incluye la encía, el ligamento perio-
dontal, el hueso alveolar y el cemento.
La enfermedad periodontal es la in-
flamación e infección del periodonto,
debido a la placa bacteriana y a la res-
puesta del hospedador a ésta.
La enfermedad periodontal cursa ini-
cialmente con una gingivitis o inflama-
ción de la encía que empieza en el bor-
de gingival y que puede ir progresando
si no realizamos tratamientos preven-
tivos. La periodontitis es la forma más
severa de enfermedad periodontal que
afecta también a otros componentes
del periodonto, como por ejemplo el
ligamento periodontal, el cemento o el
hueso alveolar. Este hecho resultará en
una pérdida de unión, retracción de en-
cía y pérdida de hueso alveolar con un
Vetmadrid 2022 | 205
resultado final de la pérdida del dien-
te. Mediante el sondaje periodontal
y la radiología dental, la combinación
de ambas, podremos determinar las
diferentes fases de enfermedad perio-
dontal de cada diente, y así establecer
un adecuado plan de tratamiento que
en numerosas ocasiones se basará en
tratamientos periodontales o “limpie-
zas de boca”, y extracción de dientes
en avanzadas frases de enfermedad
periodontal. En aquellos dientes que
quedamos conservar, se podrán reali-
zar tratamientos conservadores como
la regeneración tisular guiada.
3.2. Fístula oronasal
Las fístulas oronasales adquiridas son
en numerosas ocasiones consecuencia
de fases avanzadas de enfermedad pe-
riodontal de dientes del maxilar, y un
mal manejo preventivo de éstas.
No son pocas las ocasiones en las que
se presentan en animales geriátricos
(con la presencia del diente en esta fase
avanzada de enfermedad periodontal,
o bien tras la extracción), y encontra-
mos una gran cantidad de material en
cavidad nasal provocado por las conse-
cuencias de la enfermedad periodontal
avanzada, o bien por el acumulo de
material exógeno impactado dentro de
esta fístula oronasal, dando evidente-
mente signos de rinitis crónica.
3.3. Estomatitis ulcerativa
La estomatitis ulcerativa o mucositis
de contacto son lesiones en los tejidos
blandos orales, con una sospecha etio-
lógica alérgica, irritante o antigénica.
Suelen contaminarse secundariamen-
te al estar en contacto con superficies
dentales con gran acumulo de placa
bacteriana. Esto explica que, en dien-
tes con mayor retracción de encía y
exposición del cemento, acumulando
206 | Patologias dentales y orales más frecuentes en animales geriátricos i y ii
más placa bacteriana en estas localiza-
ciones orales, detectaremos lesiones
más importantes.
3.4. Neoplasia orales
Dentro de esta sección, abarcaremos
con crecimientos de encía (hiperplasia
gingival, p.e.), y neoplasias propiamen-
te dichas. Y dentro de las neoplasias,
éstas serán clasificadas como tumores
odontogénicos y no odontogénicos.
Neoplasias de origen odontogénico:
a. El fibroma odontogénico periféri-
co, antiguamente denominado epu-
li fibromatoso y/o osificante, es un
tumor odontogénico asociado a la
encía que se cree que se origina en
el ligamento periodontal. Se carac-
teriza por una cantidad variable de
epitelio odontogénico embebido en
un estroma fibroso que puede ir a
metaplasia ósea.
b. El ameloblastoma acantomatoso
es un tumor por odontogénico de
origen epitelial, e invasivo localmen-
te, sin capacidad metástica regional.
c. Otros tumores menos frecuentes
son el tumor odontogénico produc-
tor amiloide y el cementoma.
Neoplasias benignas de origen no
odontogénico:
a. El adenoma es un tumor epitelial
benigno derivado de epitelio glan-
dular.
b. El osteoma es otra neoplasia be-
nigna que consiste en el crecimien-
to de hueso maduro, y que puede
provocar síntomas dependiendo de
su localización.
c. Otras neoplasias dentro de esta
clasificación serian el granuloma de
células gigantes, así como el tumor
de células plasmáticas.
Javier Collados
Neoplasias malignas de origen no
odontogénico:
a. El melanoma es una neoplasia ma-
ligna invasiva de melanocitos sus
precursores, sean pigmentados o
no (melanoma amelanótico). En nu-
merosos estudios refleja ser la neo-
plasia maligna más frecuente en el
perro, con mayor presencia en ani-
males machos, Cocker Spaniel y pe-
rros con mucosa muy pigmentada.
b. El carcinoma de células es-
camosas es un tumor malig-
no invasivo de origen epitelial.
En el perro se divide en dos cate-
gorías, tonsilar y no tonsilar, sien-
do el tonsilar y los carcinomas de
células escamosas de la base de
la lengua los que reflejan mayores
porcentajes de metástasis de has-
ta un 73% según algunos estudios.
Es la neoplasia maligna más fre-
cuente en el gato. Suele manifes-
tarse como una zona ulcerada con
muy poca o ausencia de tejido proli-
ferativo. Existen varios estudios que
asociar esta neoplasia a la exposi-
ción de collares para pulgas y humo
del tabaco. Las metástasis en estos
tumores suelen localizarse en nó-
dulos linfáticos mandibular es entre
el 30 y el 36% de los casos según di-
ferentes estudios. Es una neoplasia
resistente a la quimioterapia y es
complejo realizar un tratamiento
quirúrgico con márgenes limpios,
especialmente porque las deteccio-
nes no son tempranas.
c. El fibrosarcoma es una neoplasia
de origen mesenquimal de fibro-
blastos. En el perro es localmente
muy invasivo y tiene alto porcentaje
de recidiva ante decisiones quirúrgi-
cas conservadoras.
d. Otros tumores de este grupo se-
rían el adenocarcinoma, hemangio-
sarcoma, masticitoma, tumor de
hueso multilobular, el osteocondro-
sarcoma y el osteosarcoma, entre
otros.
3.5. Abrasión dental patológica
Es muy frecuente encontrar en anima-
les geriátricos abrasión dental patológi-
ca o desgaste de los dientes por objetos
extraños a la cavidad oral, de manera
que en también numerosas ocasiones
provocará una amplia destrucción del
tejido dentario. Si este desgaste ha sido
progresivo a lo largo de los años es pro-
bable que el desgaste haya llegado a la
localización original de la cavidad cul-
par, pero los odontoblastos habrán for-
mado dentina terciaria para proteger la
exposición de esta cavidad pulpal. Sin
embargo, también en numerosas oca-
siones si el desgaste no sido progresivo
y lento, y sea producido en un periodo
de tiempo corto, se verá claramente
exposición de la cavidad pulpal, pro-
vocando las consecuencias claras de
una exposición de la pulpa, necrosis e
infección de esta. En este último caso,
Las consecuencias finales serán la pro-
gresión de esta infección hacia la zona
apical del diente, provocando patolo-
gías periapicales, y en último término
trayectos fistulosos y/o abcesos peria-
picales.
3.6. Caries
Las caries son poco frecuentes en el
perro y prácticamente vestigiales en el
gato. Se localiza normalmente en su-
perficies dentales en las que hay fisu-
ras o zonas cóncavas con presencia de
bacterias cariógenas, y animales que
pudieran tener una dieta que contenga
altos niveles de carbohidratos como el
azúcar. La fermentación de estos car-
bohidratos, crea ácido láctico, acético
y propiónico, que desmineraliza el es-
malte.
Vetmadrid 2022 | 207
Las caries avanzan a través del esmal-
te hasta la unión esmalte-dentina, si-
guiendo su avance a través de la den-
tina hasta llegar a la pulpa. No es en
pocas ocasiones en la que una pequeña
lesión puede conllevar un defecto en la
dentina mucho más grande debajo del
esmalte. Realmente relevante es el uso
del explorador dental en estos dientes
para determinar si pequeñas lesiones
en el esmalte, pueden dar pie a lesio-
nes más profundas en la dentina.
3.7. Fracturas dentales.
Las fracturas dentales se clasifican en
base a la localización de la fractura en
el diente y si la cavidad culpar sea ex-
puesto o no.
La infracción de esmalte es la presencia
de facturas incompletas o “cracks” del
esmalte sin pérdida de tejido dentario.
Una fractura de esmalte es una frac-
tura con pérdida de tejido dentario te
afecta únicamente al esmalte.
Una fractura no complicada de corona
es una fractura que afecta únicamen-
te a la corona del diente y no expone
la cavidad pulpar. En estos casos hay
que tener especial cuidado, porque en
ocasiones podría solamente haber una
pequeña capa de dentina cubriendo
esta pulpa, y bien por la exploración del
diente con el explorador,
o por un contacto fortuito en esa región
con un objeto, se podría provocar la ex-
posición de la pulpa, por lo que es ne-
cesario en estos casos realizar un trata-
miento dental en estos dientes.
Una fractura no complicada de corona y
raíz, es una fractura que afecta al esmal-
te y a la dentina sin exponer la cavidad
pulpar y que se extiende por debajo del
margen gingival afectando a la raíz.
208 | Patologias dentales y orales más frecuentes en animales geriátricos i y ii
Una fractura complicada de corona es
una fractura que afecta la corona, pro-
vocando un defecto en el esmalte y en
la dentina llegando a la cavidad pulpar
y exponiendo la pulpa. Este tipo de fac-
turas son muy frecuentes en animales
geriátricos. En muchas ocasiones son
infradiagnosticadas e infratratadas.
Cuando se provocan estas fracturas,
al exponerse la cavidad pulpar, ésta se
va contaminar. Pasadas unas semanas
esta cavidad pulpar ya contaminada no
dará sintomatología clara y comenza-
rá un periodo de tiempo variable que
puede durar meses o años en los que
esta infección irá progresando hacia el
ápice dental. Es muy frecuente que las
consecuencias finales como la presen-
cia de accesos periapical es en estos
dientes, está provocado por una frac-
tura original años atrás. El tratamiento
preventivo de estas fracturas dentales
mediante la extracción o la endodon-
cia, evita un dolor silencioso al paciente
durante estos años, y la obligatoriedad
de realizar un tratamiento cuando ya
nos da una sintomatología clara en el
paciente años después.
Una fractura complicada de corona y
raíz, es una fractura como la anterior
que expone la cavidad pulpar, pero que
la fractura se extiende por debajo del
margen gingival afectando también a la
raíz.
Una fractura radicular, es una fractu-
ra que afecta exclusivamente a la raíz,
siendo necesario en la mayoría de las
ocasiones realizar la extracción dental.
Durante la presentación veremos
diferentes casos clínicos en los va-
loraremos las consecuencias de las
diferentes fracturas dentales, que en
ocasiones se presentan en animales
de edad avanzada.
Javier Collados

3.8. Reabsorción dental. 4. BIBLIOGRAFÍA:

La reabsorción dental se refiere a la reab- 1. Evans HE. Miller’s AnatomyoftheDog. 4
sorción del tejido dental duro, así como ed.Philadelphia: WBSaunders,2012.
la reabsorción externa es la reabsorción
2. Hargreaves KM and Cohen MA. Cohen’s
que se origina en la superficie exterior
Pathways of thePulp .10 ed.St.Louis: Mosby,
del diente. Esta clasificada en función de
2010.
la severidad de la reabsorción en cinco
fases. La reabsorción dental no es exclu- 3.Newman MG, Takei H, Klokkevold PR, Ca-
siva de los felinos, también se produce rranza FA. Carranza’s Clinical Periodontolo-
en el perro, y en otros mamíferos como gy. 12 ed. Philadelphia: Saunders, 2014.
por ejemplo los humanos. 4. Wolf HF, Rateitschak KH, Rateitschak EM,
Hassell TM. Color Atlas of Dental Medicine–
En animales geriátricos caninos es re- Periodontology. 3 ed. New York: Thieme Me-
lativamente frecuente encontrar re- dical Publishers, 2005.
absorciones dentales idiopáticas, que 5.DuPont GA and DeBowes LJ. Atlas of Den-
serán detectadas en toda su extensión tal Radiography in Dogs and Cats. St.Louis:
mediante la radiología dental, y que se Saunders Elsevier, 2009.
han de tener en cuenta de cara a reali- 6.Verstraete FJM and Lommer MJ. Oral and
zar extracciones dentales si está indica- Maxillofacial Surgery in Dogs and Cats. Phi-
do. En estos casos, la intervención sea ladelphia: Saunders, 2012.
más complicada, debido a la fragilidad 7. Tutt C, Deeprose J, Crossley DA, eds.
dental y tendencia la fractura del diente BSAVA Manual of Small Animal Dentistry. 3
durante la intervención, así como por ed. Quedgeley: British Small Animal Veteri-
la anquilosis en las zonas de ligamento nary Association, 2007.
periodontal.
8. Reiter AM, Gracis M. BSAVA Manual of
Small Animal Dentistry. 4 ed. Quedgeley:
La reabsorción dental felina es muy
British Small Animal Veterinary Association,
común, especialmente en animales
2018.
geriátricos y suele afectar a múltiples
dientes en cavidad oral. La etiología 9. Wiggs RB and Lobprise HB. Veterinary
sigue siendo desconocida y para su Dentistry Principles & Practice. Philadel-
diagnóstico es imprescindible el uso phia: Lippincott-Raven, 1997.
de la radiología dental. La reabsorción
dental es asintomática durante el pro-
ceso de la reabsorción y siempre que
no afecte a las células inflamatorias por
debajo de la unión gingival y no afecte
a la pulpa. Si el proceso avanza, no son
pocas las ocasiones en las que puede
provocar dolor oral siendo característi-
cos movimientos rápidos espontáneos
de las mandíbulas como un signo cla-
ro de dolor. El tratamiento se basa en
la extracción de los dientes afectados,
especialmente aquellos en los que hay
exposición pulpar y tienen signos de
dolor oral.

Vetmadrid 2022 | 209

210 |
OFTALMOLOGÍA

Vetmadrid 2022 | 211

212 |
Mila
Allyson
Freire
Berent

Màrian Matas Riera

Màrian es especialista en oftalmología por
el EBVS® (European Board of Veterinary
Specialisation) y por el RCVS (Royal
College of Veterinary Surgeons). Màrian se
licenció por la Universitat Autònoma de
Barcelona (UAB) donde posteriormente
hizo un internado rotatorio general de un
año y medio de duración. A continuación,
realizó el internado de especialidad en
oftalmología en el Animal Health Trust
(Newmarket, Inglaterra). Al terminar,
realizó en la misma institución la
residencia en oftalmología. Posteriormente fue a trabajar como
profesora al Royal Veterinary College (RVC) de Londres durante
cinco años. En esta facultad combinó el trabajo de docencia a
estudiantes y veterinarios, investigación y trabajo clínico. Cursó
un posgrado en educación veterinaria de un año de duración y
es Fellow of the Higher Association Academy. Màrian lideró la
investigación ocular realizada en el RVC y fue jefa del Servicio
de Oftalmología del RVC hasta que decidió volver a Mallorca.
Ahora dirige Memvet Centro de Referencia para pequeños
animales y ofrece servicio de itinerancia para la atención de
caballos. Màrian ha publicado en numerosas revistas nacionales
e internacionales y ha dado conferencias para veterinarios en
diferentes países.

Vetmadrid 2022 | 213

214 |
Màrian Matas Riera
FALTA DE VISIÓN EN EL PACIENTE GERIÁTRICO.
DIAGNÓSTICO, MANEJO Y TRATAMIENTO
Màrian Matas Riera
DVM PGCertVetEd FHEA DipECVO MRCVS
Falta de visión en el paciente geriátrico
puede ser de origen ocular o central.
En esta sección valoraremos las cau-
sas de ceguera en pacientes geriátri-
cos por problemas oculares. Existen
problemas a caballo entre la oftalmo-
logía y la neurología, como las lesiones
en las vías visuales neurológicas (de
nervio óptico a radiaciones corticales
visuales). En estas notas nos centra-
remos en la parte meramente ocular.
La probabilidad de perder visión aumen-
ta con la edad, esta probabilidad aumen-
ta cuando el paciente llega a 12-13 años.
Posición palpebral
En la actualidad vemos muchas razas
braquicéfalas con severos problemas
de conformación (entropión, exposi-
ción corneal….) en edades jóvenes. En
pacientes geriátricos podemos tener
anormalidades palpebrales en razas
mesocefálicas o dolicocefálicas que, de-
bido a la conformación facial y laxitud
de la piel y en algunos casos el peso de
las orejas caídas, causan ptosis del pár-
pado superior causando dificultad para
mantener la apertura palpebral. Inter-
firiendo con la visión y muchas veces
causando irritación corneal por triquia-
sis. Las razas braquicéfalas mantienen
los mismos problemas por exposición
y entropión del canto medial a lo largo
de su vida a diferencia de los mesoce-
fálicos o dolicocefálicos que pueden
presentar cambios de aparición tardía.
Las razas en las que solemos ver es-
tas anormalidades palpebrales son:
Cocker Spaniel, Basset Hound, Cocker
Americano, Clumber Spaniel…Estos pa-
cientes pueden beneficiarse de cirugía
palpebral reconstructiva mas menos en
combinación con un lifting frontal. Mu-
chas veces se intenta solucionar hacien-
do la cirugía palpebral, generalmente
realizando la técnica de Stades en el
párpado superior, si ésta no es suficien-
te entonces se valora hacer un lifting
frontal en que se extrae una porción
de piel de la parte frontal (ritidectomía
en estrella o coronal). En estas cirugías
mas invasivas es importante valorar la
cantidad de piel a extraer cuando el pa-
ciente está despierto y asegurándonos
que podrá ventroflexionar el cuello sin
problemas.
Las lesiones de los anejos en gatos ge-
riátricos no suelen comportar proble-
mas de visión.
Lesiones corneales
Pacientes que hayan sufrido alteracio-
nes de la transparencia de la córnea,
como úlceras recurrentes o cirugía
corneal pueden desarrollar fibrosis
corneal que junto con el envejecimien-
to del resto de medios oculares puede
causar dificultad visual.
Generalmente una lesión corneal no
suele dar lugar a problemas visuales
completos, pero si parciales. Si suma-
mos una lesión corneal, con esclerosis
de cristalino, mas cataratas seniles, y
una retina senil, podemos entrever que
el paciente tendrá problemas visuales.
Vetmadrid 2022 | 215
Degeneración endotelial
La enfermedad mas común en pacien-
tes seniles es la degeneración endote-
lial. El endotelio corneal es la capa mas
interna, monocelular sin capacidad mi-
tótica en perros y gatos. Estas células
tienen una única función que es man-
tener deshidratado el estroma corneal
para que sea completamente transpa-
rente. Existen varias situaciones en que
el número de estas células indivisibles
se reducen en número y por tanto se
observa una pérdida de transparencia
corneal debido a una falta de capacidad
deshidratadora del endotelio corneal
y una hidratación del estroma corneal.
Una causa adquirida de pérdida de cé-
lulas endoteliales se puede identificar
en pacientes que han sufrido inflama-
ción intraocular. También está descrita
la distrofia endotelial en la que se ob-
servan los mismos cambios descritos
en pacientes jóvenes, típicamente en-
fermedad descrita en el Boston Terrier.
La degeneración endotelial, cambio
degenerativo se observa en pacientes
mayores de 10 años, en que hay una
pérdida del número de células endo-
teliales causando una hidratación del
estroma y consecuentemente obser-
vamos edema corneal. Generalmente
se observa de forma focal inicialmente,
bilateral asimétrica, y progresa hasta
generar edema corneal completo. Es
en esta fase, en que el edema corneal
es casi completo, en que la visión se ve
alterada.
Hasta este momento, esta presentación
no suele causar molestia ni dolor al pa-
ciente. La sobrehidratación del estroma
genera pequeñas bullas que pueden
romperse y generar úlceras de peque-
ño tamaño que debido a la alteración
hídrica del estroma serán recurrentes y
216 | Falta de visión en el paciente geriátrico. Diagnóstico, manejo y tratamiento
de difícil curación. Es en esta situación
en que el paciente mostrará molestias,
blefarospasmo, secreción ocular... Ge-
neralmente cuando el paciente ya pre-
senta estos cambios de enfermedad tan
avanzados, el manejo es paliativo y el
objetivo es que el paciente esté cómo-
do, mientras manejamos el proceso ul-
cerativo corneal, de difícil curación por
la edad del paciente y la inestabilidad
estromal (sobrehidratación).
Tratamiento de la degeneración
endotelial
Personalmente recomiendo un trial
con un AINE tópico como Ketorolaco o
Acetato de prednisona colirio 1 gota 3
veces al día para descartar una uveítis
de bajo grado, si en 10 días no ha habi-
do cambios en el grado de edema cor-
neal, considero que mi sospecha inicial
era cierta.
En estadíos iniciales en el que el edema
está localizado se puede valorar el uso
de colirio o pomada antiedema para
intentar mejorar la transparencia cor-
neal. Aunque hay oftalmólogos que lo
recomiendan, este producto no suele
generar ningún cambio perceptible y a
veces puede molestar al paciente, por
tanto, debemos informal al propietario
de ésto. En estadíos mas avanzados
en que se inicia la presencia de bullas
empiezo a considerar la necesidad de
realizar un proceso quirúrgico como
los flaps de gundersen. Los flaps de
gundersen o sus modificaciones se ba-
san en realizar flaps conjuntivales muy
finos que en contacto con el estroma
corneal ayudaran a mantener ligera-
mente deshidratada la cornea.
Una reciente técnica descrita en veteri-
naria es el injerto de endotelio y Desce-
mets, en el que se extrae la membrana
de Descemets con el endotelio del pa-
Màrian Matas Riera
ciente y se inserta el de un donante. Si
bien parece una técnica prometedora
en pacientes con degeneración endote-
lial, nos faltan estudios a medio largo
plazo que muestren la viabilidad de es-
tos injertos en la especie canina.
Finalmente, una técnica claramente
paliativa que se recomienda sólo cuan-
do el paciente tiene un marcado défi-
cit visual y las úlceras son recurrentes
con molestias marcadas, es la quera-
toplastia térmica, en la que se realiza
la cauterización de la superficie ocular
para generar fibrosis corneal que si
bien empeorará la transparencia cor-
neal, ayudará a reducir la ruptura de
las bullas estromales reduciendo así
la presencia de úlceras y mejorando el
confort y el bienestar del paciente. Es
importante clarificar al propietario que
la visión empeorará pues la fibrosis re-
ducirá marcadamente la transparencia
corneal.
Esta patología está poco descrita en la
especie felina.
Cataratas seniles y esclerosis
avanzada
El cristalino es una estructura en cons-
tante crecimiento a lo largo de la vida.
De hecho, de manera informal se des-
cribe como si fuera una cebolla. El cris-
talino crece desde el ecuador, por el
que van creciendo capas mas externas
(córtex) y las mas internas (núcleo) se
compactan, generando con los años el
cambio óptico que denominamos es-
clerosis nuclear del cristalino.
Generalmente en gatos y perros se ob-
serva esclerosis de cristalino a partir
de los 9 años. Como mas senior sea el
paciente, mayor densidad en su núcleo
por lo que presentará una esclerosis
nuclear mucho mas marcada.
Además de este cambio fisiológico len-
ticular, observamos un exponencial
incremento de opacidades/imperfec-
ciones lenticulares en perros y gatos en
función de la edad. Vemos lesiones li-
neales o en cuña que afectan la trans-
parencia del cristalino de manera focal
o multifocal. Estas lesiones del cristali-
no se denominan cataratas seniles y se
observan junto con esclerosis nuclear.
La mayoría de estas opacificaciones fo-
cales no causan déficits visuales, si el
paciente acumula lesiones corneales
y/o retinianas, el conjunto de lesiones
corneales, lenticulares o retiniananas
pueden dar lugar a problemas visuales.
La cirugía de catarata está indicada en
pacientes con cataratas immaduras
(que afectan mas del 20% del cristali-
no), maduras e hipermaduras y causan
un déficit visual obvio al paciente. La
cirugía de cataratas parece mejorar la
calidad visual y reduce las complicacio-
nes de los pacientes que desarrollan
cataratas y no son operados, por lo que
referir el paciente con cataratas para su
valoración oftalmológica es importante
para mejorar la calidad de vida del pa-
ciente y reducir o identificar posibles
problemas derivados de la facoemulsi-
ficación. En el caso que el paciente no
sea apto para la cirugía, los pacientes
se benefician de una monitorización
realizada por un oftalmólogo pues
muestran menores complicaciones,
posiblemente a la identificación y ac-
tuación específica por parte del espe-
cialista.
Retinopatías hereditarias,
adquiridas
La retinopatía hereditaria mas común
en perros es la “degeneración progresi-
va de bastones y conos”. Esta enferme-
Vetmadrid 2022 | 217
dad cursa con ceguera nocturna al ini- Anim Hosp Assoc. 1997 Jul-Aug;33(4):342-5
cio por la degeneración progresiva de - Giannikaki S, Escanilla N, Sturgess K, Lowe
los bastones y en estadios finales dan RC. A modified technique of keratolepty-
lugar a pérdida de visión diurna. Al ini- nsis (“letter-box”) for treatment of canine
cio de esta enfermedad no se observan corneal edema associated with endothe-
cambios visibles en la retina, y sólo se lial dysfunction. Vet Ophthalmol. 2020
puede diagnosticar mediante electro- Nov;23(6):930-942.
retinografía. - Boo G, Whittaker CJG, Caruso KA, Moloney
G, Hall E, Devasahayam R, Thomasy S, Smi-
Según la raza se detectan los primeros th JS. Early postoperative results of Desce-
cambios visuales entre los 3-8 años de met’s stripping endothelial keratoplasty in
edad, y la pérdida de visión progresiva six dogs with corneal endothelial dystrophy.
hasta una pérdida de visión completa Vet Ophthalmol. 2019 Nov;22(6):879-890.
evoluciona a lo largo de 2-3 años.
- Lim CC, Bakker SC, Waldner CL, Sand-
meyer LS, Grahn BH. Cataracts in 44 dogs
Así pues, la presentación de estos pa- (77 eyes): A comparison of outcomes for
cientes dependerá de lo observadores no treatment, topical medical manage-
que sean los propietarios. ment, or phacoemulsification with intrao-
cular lens implantation. Can Vet J. 2011
En gatos una de las causas mas comu- Mar;52(3):283-8.
nes de presentación de ceguera es por
desprendimiento de retina secundario
a hipertensión sistémica. Muchas veces
se puede observa la retina a través de
la pupila. Estos desprendimientos pue-
den ser secundarios a enfermedad sis-
témica por lo que, valoración de la pre-
sión arterial, una analítica sanguínea y
urinaria, auscultación cardíaca +/- eco-
cardio serán investigaciones mínimas
que deberemos considerar en estos
pacientes. El tratamiento antihiperten-
sivo con amlodipino se debe empezar
cuanto antes, para tener mas probabi-
lidad que la retina vuelva a su situación
anatómica normal y sea funcional.

Referencias de interés:
- Slatter´s Fundamentals Veterinary Oph-
thalmology. 6th Edition. Elsevier 2018.
- Fischer CA. Geriatric ophthalmology. Vet
Clin North Am Small Anim Pract. 1989
Jan;19(1):103-23.
- Stuhr CM, Stanz K, Murphy CJ, McAnulty J.
Stellate rhytidectomy: superior entropion re-
pair in a dog with excessive facial skin. J Am

218 | Falta de visión en el paciente geriátrico. Diagnóstico, manejo y tratamiento

Màrian Matas Riera
PROBLEMAS OCULARES DEL PACIENTE GERIÁTRICO,
DIAGNÓSTICO, MANEJO Y TRATAMIENTO
Màrian Matas Riera
DVM PGCertVetEd FHEA DipECVO MRCVS
NOTA: la información que doy aquí está
parcialmente referenciada pero también
hay una parte de opinión y descripción
de cómo trabajo actualmente. Mi manera
de trabajar y afrontar casos cambia a lo
largo de los años según las publicaciones
y experiencia personal acumulada por lo
que, como trabajo hoy, no es necesaria-
mente como trabajaré mañana, ni como
trabajé ayer.
“Life is a learning curve”
- La vida es una curva de
aprendizaje
Los problemas oculares en pacientes
geriátricos que describiremos serán
aquellos que observamos en la clínica
diaria mas frecuentemente. También
observamos patologías oculares en
asociación a enfermedades sistémicas
en pacientes de mediana o avanzada
edad.
Problemas seniles
organizados
anatómicamente:
Párpados / Anejos Oculares
Entropion del párpado inferior por re-
cesión de la órbita por pérdida de grasa
orbitaria: esta pérdida de grasa gene-
ralizada en pacientes, especialmente
gatos puede conllevar enoftalmia y una
recesión del globo ocular dentro de la
cavidad orbitaria causando un leve en-
tropion del párpado inferior que suele
dar problemas corneales ulcerativos.
(Fischer) Esta patología requiere trata-
miento quirúrgico vía Celsus-Hotz. Si el
paciente ha perdido peso debido a un
problema sistémico en el que la anes-
tesia general está contraindicada, en-
tonces se puede valorar el uso de la in-
yección de ácido hialurónico reticulado
bajo ligera sedación y crema anestésica.
Entropion /Trichiasis /Ptosis del pár-
pado superior: este tipo lesión se ob-
serva mayoritariamente en perros de
raza Cocker Spaniel, Cockapoos… en
el que la musculatura periocular y la
laxitud de la piel causan pliegues del
párpado superior que contactan con la
superficie corneal causando queratitis
crónicas y ulceraciones corneales. En
este caso también valoraremos la reso-
lución quirúrgica del problema con una
Stades +/- lifting facial. En algunos ca-
sos en que la anestesia general no esté
indicada, también podemos valorar el
uso del ácido hialurónico reticulado
Neoplasias: las neoplasias palpebra-
les son comunes en pacientes adultos/
geriátricos. La mayoría de los procesos
neoplásicos se originan de las glándu-
las de meibomio, como los adenomas.
La presentación mas común es: ade-
noma sebáceo, papiloma escamoso,
adenocarcinoma sebáceo. Si bien en
general en perros estos procesos son
benignos, suelen dar problemas en su-
perficie ocular por fricción causando
queratitis crónicas potencialmente ul-
cerativas.
En gatos la neoplasia mas comúnmen-
te descrita es el carcinoma de células
Vetmadrid 2022 | 219
escamosas que puede originarse en el
margen palpebral e invadir la conjunti-
va bulbar y la órbita.
La excisión y histopatología de estas
lesiones es de alta importancia para
averiguar si hemos eliminado la lesión
por completo o si por el contrario se
requiere un replanteamiento del caso.
Queratoconjuntivitis seca se define
como un déficit de cantidad de lágrima
que puede tener diferentes orígenes:
immunomediado, neurogénico, infec-
cioso, tóxico, por radiación, endocrino…
En pacientes felinos esta patología es di-
fícil de identificar, pues el resultado del
test de Schirmer (STT) es poco fiable.
En perros esta prueba debería hacerse
en todos los pacientes con hiperemia
conjuntival. Pues la queratoconjunti-
vitis seca de base inmunomediada es
una enfermedad altamente prevalente
en perros.
El diagnóstico se hace mediante valo-
ración del STT, signos clínicos como:
hiperemia conjuntival, úlcera corneal,
neovascularización, pigmentación cor-
neal. Si bien hay razas mas predispues-
tas a padecer esta enfermedad como:
Bulldog Inglés y Francés, Cocker Spa-
niel Inglés, Cocker Spaniel Americano…
En zonas endémicas de leishmaniosis,
se recomienda descartar la infección
como causa de queratoconjuntivitis
seca antes de iniciar el tratamiento con
immunomoduladores tópicos como la
Ciclosporina 0,2% BID.
En casos avanzados (STT menor de
5mm/1min) se podría valorar el uso
de Ciclosporina al 2% o Tacrolimus al
0,03% BID. El tratamiento puede tardar
hasta 8 semanas a hacer efecto, por lo
220 | Problemas oculares del paciente geriátrico, Diagnóstico, manejo y tratamiento
que el cambio a una formulación mas
concentrada o el uso de otra molécula
deberá basarse en un tiempo de espe-
ra de aproximadamente 8 semanas.
El uso de los productos llamados “lá-
grima artificial” es un tratamiento com-
pletamente inadecuado e insuficiente,
además de una terminología farmacéu-
tica completamente inapropiada. Las
lágrimas artificiales no existen, y los
productos de farmacia son simplemen-
te lubricantes oculares que, ayudarán
al confort del paciente, pero no resol-
drán la causa principal del ojo seco en
estos pacientes.
Por tanto cuando identificamos un pa-
ciente con bajos valores de STT (sos-
pecha immunnomediada) deberemos
iniciar terapia con immunomodula-
dores inmediatamente (Ciclosporina
0,2%BID) y tratamiento de soporte
como lubricantes oculares para mejo-
rar el confort.
Cornea
Degeneración cálcica (¡posible asocia-
ción a úlceras profundas!)
La degeneración cálcica o degeneración
corneal calcárea es un tipo de cambio
corneal que observamos en pacientes
de avanzada edad. Se observan depó-
sitos blanquecinos generalmente en la
zona axial y ventromedial que pueden
dar lugar a úlceras corneales. Al hacer
citología corneal de estas lesiones ulce-
rativas se detecta una textura arenosa,
dando lugar a una sospecha de la natu-
raleza cálcica de las lesiones.
Enfermedades sistémicas que dan lu-
gar a hypercalcemia como: hiperfos-
fatemia, uremia, hipervitaminosis D, e
hiperadrenocorticismo han sido aso-
Màrian Matas Riera
ciadas al desarrollo de calcificación cor-
neal.
El tratamiento de estas lesiones, a ve-
ces se presentan como hallazgos inci-
dentales y a veces cirugías corneales
de urgencia para restaurar el déficit
estromal severo que en algunos casos
observamos, dependerá de la presen-
tación.
- Si es un hallazgo incidental y/o hay li-
gera presencia de fluoresceína: inicio
de EDTA al 2% BID, fotografiar al mo-
mento para valorar evolución y res-
puesta al tratamiento en 1-2meses
- Si hay un defecto ulcerativo asociado
a la degeneración calcárea, entonces
valoraremos con citología corneal la
presencia de elementos infecciosos,
la profundidad y posible evolución
de la úlcera y se valorará la necesi-
dad de hacer cirugía reconstructiva
corneal.
Ulceras SCCEDs (antiguamente llamada
úlcera del bóxer, indolente….) exclusi-
vas en el perro:
Son lesiones ulcerativas llamadas SC-
CEDs (Spontaneous chronic corneal
epitelial deffect) aquellas que presen-
tan una falta de adhesión del epitelio al
estroma, presentan bordes desprendi-
dos y además no se observa una causa
física en la superficie ocular que sea
responsable de esa no-adherencia.
A nivel microscópico se observa una
membrana hialina sobre el estroma
que se interpone entre el epitelio y el
estroma evitando que el primero crez-
ca sobre el segundo.
Estas úlceras son por definición no in-
fectadas y superficiales. El tratamiento
de úlceras SCCEDs es eliminar la mem-
brana hialina para exponer el estroma y
que se pueda adherir el epitelio a éste.
El tratamiento puede ser mediante un
desbridado mecánico con un hisopo
estéril, fresado corneal, queratotomía
rejilla, punctata o queratectomía su-
perficial. El tratamiento tras el desbri-
dado incluye un antibiótico de amplio
espectro TID en colirio, BID en pomada.
Analgésico como un AINE oral 2-3 días
y ciclopléjia tópica (atropina SID 2 días
o ciclopléjico BID 5 días). A los 7-10 días
solemos revisar y sólo si vemos bordes
desprendidos valoraríamos volver a
desbridar, si no hay bordes, pero aún
hay presencia de úlcera corneal conti-
nuaríamos con el tratamiento descrito.
Degeneración endotelial: hablamos
de ella en la siguiente ponencia
Iris
La lesión de iris mas común posible-
mente sea la atrofia de iris, en la que se
pueden observar pequeños agujeros
o reducción del grosor del iris. So ob-
serva de manera común en razas toy,
minis.
Los signos clínicos suelen ser fotofobia,
dificultad de visión en ambientes con
mucha luz.
Tratamiento: no existe, valorar el uso
de gafas de sol caninas (doogles) para
aumentar el confort.
Cristalino
Cataratas seniles y esclerosis nuclear:
son lesiones típicas de pacientes mayo-
res de 10 años.
Generalmente vemos esclerosis nu-
clear +/- cataratas seniles, éstas últimas
son lineales, focales en forma de cuña y
no suelen causar pérdida de visión.
La densidad del núcleo determinará
cierta pérdida de visión, aunque gene-
ralmente sólo se observa problemas
Vetmadrid 2022 | 221
de visión en pacientes mayores de 15
años, en que otros cambios degene-
rativos seniles también deben consi-
derarse: disfunción cognitiva, pérdida
audición….
Luxación de cristalino (perros y gatos)
En perros típicamente se observa en
razas “terriers” en las que se ha iden-
tificado una mutación en la que los pa-
cientes afectados presentan pérdida
de las fibras zonulares que sustentan el
cristalino en sus 360grados. Esta pato-
logía se suele ver en pacientes jóvenes,
si bien, también pueden presentarse
en pacientes geriátricos.
En perros el cristalino luxado anterior-
mente puede dar lugar a glaucoma
secundario por lo que se considera
una urgencia. La luxación anterior de
cristalino se puede manejar haciendo
una extracción de cristalino completa o
bien alternativamente se puede optar
por hacer una maniobra transcorneal
para reducir el cristalino al segmento
posterior. En ambos casos los pacien-
tes requerirán tratamiento a largo pla-
zo. En pacientes que se opta hacer la
maniobra transocorneal, deberán re-
cibir un análogo de la prostaglandina
BID el resto de su vida y el propietario
deberá entender que, si el paciente tie-
ne o desarrolla atrofia de iris, quizás no
sea suficiente como para mantener el
cristalino luxado a posterior. No hay
estudios que demuestren que opción
a medio -largo plazo es mejor para el
paciente.
La luxación en pacientes felinos se aso-
cia a pérdida de las fibras zonulares de-
bido a proceso inflamación intraocular
crónico. Los gatos pueden tener uveítis
crónicas subclínicas que pasan desa-
percibidas hasta que se luxa el crista-
lino. Generalmente el cristalino en cá-
222 | Problemas oculares del paciente geriátrico, Diagnóstico, manejo y tratamiento
mara anterior no suele dar problemas
agudos como en perros. Pero si que
puede dar alteraciones del endotelio
corneal por traumatismo y glaucoma
posiblemente debido a la uveítis cróni-
ca que padecen estos pacientes. El cris-
talino luxado en segmento posterior
suele ser también bien tolerado.
Glaucoma
El glaucoma es una patología en la que
se observa retinopatía, afectación de la
papila óptica, pérdida de visión y a ve-
ces aumento de presión intraocular.
Generalmente es una patología de me-
diana edad, mas común en hembras, y
la presentación puede ser aguda o cró-
nica. En perros al no ser típicamente un
problema de geriatría no añadiremos
mas información.
Ahora bien, existe el glaucoma misdi-
reccional en pacientes felinos (también
llamado glaucoma maligno) que es mas
típico de pacientes de edad avanzada
en el que observamos ligera pérdida
de visión inicialmente, pero lo mas ca-
racterístico es una pérdida de profun-
didad de la cámara anterior, el vítreo se
hidrata con el humor acuoso, y empuja
el cristalino y el iris rostralmente cau-
sando un movimiento de estructuras
intraoculares dando lugar a un aumen-
to de presión. Se maneja con colirios o
cirugía en aquellos casos que el trata-
miento médico ya no controle la pre-
sión intraocular.
Retina
Existe multitud de patología de retina
retinopatías, si bien la mas común que
vemos en pacientes adultos-seniors
caninos es la degeneración de conos y
bastones (comúnmente llamada atrofia
progresiva de retina). Esta enfermedad
cursa con problemas visuales en situa-
Mila Freire

ciones de baja luminosidad y progresa Fischer CA. Geriatric opthalmology.

a problemas de visión diurnas. Debido Vet Clin North Am - Small Anim Pract.
a los cambios en la retina, pueden de- 1989;19(1):103–23.
sarrollar cataratas. Gelatt KN. Veterinary Ophthalmology: 2-Vo-
lume Set, 5th Edition.
En gatos las patologías de retina son
menos conocidas si bien es un ámbito
en el que cada día se conocen mas.

Orbita
Enoftalmia relacionada con la edad:
básicamente se pierde tejido muscular
y tejido adiposo de la zona periocular/
orbitaria y causa un desplazamiento
caudal del globo a veces asociado con
entropión.

Endoftalmitis bloqueos o extracciones

dentales: patología que veremos aso-
ciada a pacientes adultos mayores son
alteraciones del globo ocular en que
por extracción dental o por bloqueos
dentales se penetra el globo ocular de
manera inadvertida causando una en-
doftalmitis bacteriana muy severa que
conlleva la pérdida de globo ocular. Fe-
line restrictive orbital miofibrosarcoma
(FROMS): antiguamente llamado pseu-
dotumor orbitario, lesión fibroblástica
infiltrativa en los planos faciales, afec-
tando la movilidad de los párpados y
globo ocular, se puede ver también
alterando labios y encías. Los pacien-
tes se presentan con úlceras que no
curan y nuestro trabajo es investigar si
esta lesión es por exposición y valorar
la necesidad de imagen avanzada mas
biopsias de piel para confirmar el diag-
nóstico. El pronóstico es malo ya que
estas lesiones no responden bien ni a
quimioterapia ni a radiación.

Referencias:
Mcdonald JE, Knollinger AM. The use of
hyaluronic acid subdermal filler for entro-
pion in canines and felines: 40 cases. Veteri-
nary Ophthalmology 2018
Vetmadrid 2022 | 223
224 |
COMUNICACIÓN

Vetmadrid 2022 | 225

226 |
Autor

Mar Félix Fando

Mar es licenciada en Veterinaria, Acreditada
en AVEPA en cardio respiratorio, NLP
trainer, NLP coach, Master Universitario
en NLP business y Coaching Generativo.

Es oradora y formadora comunicativa

desde el 2017. Se dedica a enseñar (y, por
tanto, a aprender) comunicación tanto en
formato hablar en público como a nivel
interpersonal e intrapersonal.

Hace cuatro años dejó de pasar consulta

por su gran pasión: la comunicación. Le fascina comunicar
en grandes audiencias, enseñar habilidades para hablar en
público y también, la comunicación entre personas cercanas y
la comunicación con uno mismo. Para ello utiliza varios modelos
de coaching: PNL (Programación Neuro-Lingüística), Trance
Generativo y Voice Dialogue, así como Gestión Emocional y
Conocimientos actualizados sobre el alto rendimiento.

Obtuvo el premio nacional de oratoria 2021 Toastsmasters

con un discurso sobre su transición de veterinaria centrada en
cardiología a oradora y formadora profesional.
Conoce el mundo veterinario, ha sido propietaria de clínica
veterinaria, empleada veterinaria, inspectora de sanidad y
veterinaria ambulante en cardiología.

Vetmadrid 2022 | 227

228 |
Mar Félix Fando

PACIENTES POLIMEDICADOS. ¿CÓMO CONSEGUIR EL

CUMPLIMIENTO TERAPÉUTICO?

Mar Félix Fando

Veterinaria, Acred AVEPA en cardiología,
Coach, Formadora y Oradora profesional.
Centro: Mar Félix: Formación, Comunicación, Carisma y Coaching
Calle Camí de Génova, 4, local 8 - Centro Comercial Sa Teulera
07014 Palma de Mallorca - www.marfelix.es

Con todas las infinitas tareas de la clí-
nica ¿Porqué dedicar tiempo al cumpli-
miento terapéutico?
Porque lo estamos haciendo regular
tirando a mal. Solamente en la antibio-
ticoterapia en la que somos más insis-
tentes en que se haga bien, resulta que
entre un 56-59% de los tratamientos se
administran a dosis/intervalos o dura-
ciones incorrectas. ¿Somos conscientes
de esto?
Hay, además, otro motivo: para poder
cumplir nuestra misión de proporcio-
nar una buena calidad de vida a nues-
tros pacientes: necesitamos la colabo-
ración de nuestros clientes.
neado con los objetivos específicos de
cada cliente, si no, el cliente se alejará
de nosotros y no conseguiremos su
compromiso.
En general, el cliente nos regala su
confianza al principio de la relación.
Nuestro trabajo será, pues, conservarla
con un trato cercano, personalizado y
honesto dando por supuestas las habi-
lidades y conocimientos clínicos.
Estarás de acuerdo conmigo en que
nuestro trabajo no consiste en ven-
der medicamentos y servicios sin más.
Nuestro trabajo es servir al cliente y al
paciente con un buen asesoramiento y
grandes dosis de humanidad.

En esta charla no pretendo compartir Conocer, practicar y alcanzar maestría

herramientas para persuadir al cliente
de forma inconsciente, a eso se le llama
manipulación. Simplemente, necesita-
mos llegar al cliente para poder ayudar
al paciente. Si el cliente supiera lo que
sabemos nosotros ¿no crees que este
cumplimiento mejoraría?
Partimos, pues, de la siguiente premi-
sa: veterinario y cliente comparten un
objetivo común para el que necesitan
colaborar. No es una relación de igual a
igual en el sentido de que nosotros so-
mos los que conocemos el diagnóstico
y el tratamiento indicado, sin embargo,
ese plan de tratamiento debe estar ali-
en habilidades comunicativas va a faci-
litarnos mucho nuestra tarea en cuanto
la interacción con el cliente es un paso
necesario para obtener resultados te-
rapéuticos con nuestros pacientes.
¿Cómo podemos conseguir que el clien-
te cumpla mejor con el tratamiento?
Estamos acostumbrados a explorar al
paciente, sin embargo, es igual de im-
portante adquirir el hábito de “explo-
rar” al cliente.
Antes de poner atención al mensaje
que entregamos al cliente debemos
conseguir que nos abra las puertas de
Vetmadrid 2022 | 229
su mente, para ello, te propongo per-
feccionar algunas técnicas que, si bien
son de sentido común, no son de prác-
tica común. Algunas son muy sencillas,
otras provienen de campos como la
Programación Neuro-Lingüística (PNL)
y nos aportan nuevas distinciones en la
interacción comunicativa.
Son técnicas de probada eficacia siem-
pre que se realicen con interés genuino
de conectar y de proporcionar un buen
servicio al cliente.
La escucha
El idiograma chino de la palabra escu-
char incluye los trazos de las orejas,
los ojos y el corazón y también tiene
un trazo para la atención plena simbo-
lizando así que necesitamos todo eso
para poder escuchar.
¿no es fantástico?
Es apasionante escuchar a las perso-
nas, hay tanta información en cada
persona que podrías perderte en su
universo
¿Qué cosas puedes escuchar?
Lo que dice
La escucha activa empieza en la lógi-
ca argumentativa. Cuando tienes in-
tegrada la estructura de los mensajes
puedes empezar a detectar las estruc-
turas de los mensajes de los demás.
Te darás cuenta de que la mayoría de
las personas hablan con estructuras
incompletas.
230 | Pacientes polimedicados. ¿cómo conseguir el cumplimiento terapéutico?
Entonces, puedes (tras haber escucha-
do atentamente) devolverle sus ideas
bien ordenadas. Más adelante habla-
mos precisamente de esta estructura
argumentativa para construir nuestros
mensajes, pero también es muy útil uti-
lizarla para escuchar los mensajes de
los demás. Cuando consigues ordenar
las ideas del otro y devolvérselo gene-
ras una conexión impresionante. Pue-
des leer en la cara del otro: “esta perso-
na si que me entiende”
Lo que hace con su cuerpo
¿Qué tipo de postura tiene y qué movi-
mientos y gestos hace? Lo que ocurre a
nivel corporal es mucho más sincero y
honesto que lo que se expresa con pa-
labras. Detalles como la respiración, el
movimiento, la falta de contacto visual
pueden ser claves que nos indiquen
emoción intensa, nerviosismo o desco-
nexión.
Lo que hace con su voz
¿Cómo son los matices de su voz?
Si habla rápido o despacio, si hace
pausas, su acento, si utiliza tonos más
graves o más agudos, monótonos o
de tonalidad muy variada. De nuevo,
también sobre la voz tenemos menos
control cognitivo en general, por lo que
suele ser una buena fuente de informa-
ción sobre lo que está ocurriendo den-
tro del cliente. La forma en que resue-
na su voz puede indicarnos que lo que
está diciendo es realmente importante
para él, por ejemplo.
El tipo de palabras
sensoriales que utiliza
Cuando estamos pensando, muchas
veces lo hacemos a partir de una ima-
gen, o de una voz interna, o de una
emoción. Eso se refleja en el tipo de
palabras que utilizamos. Así, podemos
Mar Félix Fando

establecer que tenemos cinco siste- Puede ser interesante fijarnos en cómo
mas, los mismos que nuestros sentidos es la experiencia interna del cliente en
.¿Utiliza palabras sensoriales? ¿de qué este sentido. ¿Está hablando a partir de
sistema? Te dejo aquí algunos ejemplos una imagen interna o de una sensación
de palabras que nos muestran desde corporal? Es una forma de información
qué representación mental está ha- más que puede ser interesante detec-
blando el cliente en ese momento: tar para utilizarla en el momento del
- Visuales: rapport.
o Enfocarnos
Sus valores
o Claridad
- Sus valores: “no quiero que sufra”
o Perspectiva
“no quiero que mis hijos lo vean así”
o Ilustrar “no quiero molestarle con inyeccio-
o Aspecto nes” “no tengo tiempo para medica-
o Panorama ciones complejas” “ahora no puedo
gastar mucho dinero”
o Angulo
- ¿Qué es importante para nuestro
- Auditivas cliente? Si lo que le vamos a pro-
o Mencionar poner en el plan de tratamiento no
o Dar voz concuerda con sus prioridades per-
o Estrepitoso deremos su compromiso.
o Sonado
Como toma decisiones
o Chirría Para tomar decisiones, las personas
o Disonante valoramos fundamentalmente cinco
- Kinestésicas aspectos:
o Cimientos - Amenazas
o Suavemente - Recompensas
o Sostener - Esfuerzo
o Sólida - Familiaridad
o Inestable - Plausibilidad
o Firme
Así, podríamos representar en una ba-
o Toque
lanza en un lado la opción que le propo-
- Olfativo nes y en el otro lado el no hacerlo. Es im-
o Esencia portante darnos cuenta de que el cliente
o Huele a estará haciendo estas valoraciones
o Apesta a AMENAZAS AMENAZAS
o Aroma de RECOMPENSAS RECOMPENSAS
ESFUERZO ESFUERZO
- Gustativo FAMILIARIDAD FAMILIARIDAD
o Amargo PLAUSIBILIDAD PLAUSIBILIDAD
o Dulce A B
o Fresco
Vetmadrid 2022 | 231
Así, es tremendamente útil explorar: en igualar durante un tiempo (acompa-
- Que amenazas percibe sar) para después liderar.
- Qué recompensas valora
¿Qué, exactamente, igualamos?
- Cuánto esfuerzo está dispuesto a
- El comportamiento externo
realizar
- El tipo de palabras sensoriales que
- Cómo de familiar le resulta lo que le
utiliza
propones
- Valores
- Cómo de posibles percibe los bene-
ficios de lo que le propones - Estado emocional

En realidad, se trata de nuevo de des- El comportamiento externo

cubrir qué es importante para el cliente Igualar lo que el cliente hace con su
y enfocar la entrevista en lo que real- cuerpo (postura, gestos) es mucho más
mente le interesa. ¿Para qué vas a ex- que imitar sin más. Es en el cuerpo don-
plicarle las probabilidades de éxito de de sentimos, cuando adoptamos la cor-
tu intervención si su preocupación en poralidad del otro automáticamente
este momento es si le va a molestar, sentimos más como el otro.
doler o estresar?
¿Quieres generar conexión genuina
con tus clientes? ¿Quieres ponerte en
Rapport
su piel? ¿Ver las cosas como ellos? ¿En-
¿Qué es el rapport?
tenderles profundamente? Entonces,
El rapport es el proceso natural por el
empieza por el cuerpo.
cual se genera un vínculo emocional
(inconsciente) entre las personas que
En el cuerpo se encarnan todos los as-
se están comunicando.
pectos de la vida, no subestimemos la
información del cuerpo.
¿Porqué es importante construir ese
vínculo o rapport? Porque la habilidad
¿Cómo podemos hacerlo?
de llevarnos bien con las personas es
Gradualmente, empieza a imitar su
vital para nuestro éxito y también para
postura corporal y sigue sus gestos
nuestra felicidad.
con un retraso de un par de segundos
siempre de forma sutil. Es mejor refle-
El rapport se basa en un principio muy
jar menos que más. No te confundas: la
simple que consiste en que nos gusta la
intención es ponerte en su piel, sentir
gente que se parece a nosotros.
como él para comprenderle mejor.
Se trata del baile de la comunicación
Haz lo mismo con su forma de hablar
que se produce cuando dos personas
muy sutilmente.
están alineadas, están de acuerdo y se
llevan bien.
Sus palabras sensoriales:
Observa primero qué tipo de expre-
Cuando estás en rapport con otra per-
siones sensoriales está utilizando tu
sona es más fácil que confíe en ti, y esto
cliente (visual, auditivo o kinestésico) y
es el primer requisito de la persuasión.
usa de vuelta palabras del mismo sis-
El proceso de generar rapport se basa
tema representacional (visual, auditivo
232 | Pacientes polimedicados. ¿cómo conseguir el cumplimiento terapéutico?
Mar Félix Fando
o kinestésico) de forma que la persona
sentirá de modo inconsciente que “ha-
blas su mismo idioma”
Sus valores
Presta atención a los valores que ex-
presa y utiliza esos mismos más tarde
en la conversación, haz un esfuerzo por
adaptarte a sus valores. Si no puedes
igualar sus valores o acompasarle en
esto, al menos sí puedes reconocerlos.
Puede que para ti no sea importante
que no depilar al paciente, pero si lo
es para el cliente, puedes reconocer y
atender ese deseo y, si es posible, se-
guirlo. Si no es posible puedes explicar
con consideración porqué no puedes
satisfacerlo.
Su estado emocional
Se refiere a iniciar la conversación en
un estado semejante al del interlocutor
(para no desacompasarle) y después,
poco a poco liderarlo hacia el estado
deseado. Por ejemplo, si el cliente está
reflexivo y tú entras con una energía es-
tridente hablando muy alto y muy ale-
gre vas a generar desacompasamiento
emocional.
La prueba del algodón es, cuando crees
que ya has generado un buen rapport
con el cliente dejar de acompasar y em-
pezar a liderar para ver si te sigue (fun-
damentalmente con el cuerpo).
Seguramente estarás pensando que
son muchas distinciones para hacerlas
todas a la vez, sin embargo, este es-
fuerzo de escucha, observación atenta
y acompasamiento para ver las cosas
desde el punto de vista del cliente ge-
nerará una conexión humana gracias a
tu intención genuina conectar. A partir
de aquí, la puerta a la confianza estará
abierta y todo será mucho más sencillo.
Una actitud de conexión sincera y pro-
funda es la clave para resonar con esos
seres humanos que, como indica el
saludo indú “Namasté”, igual que tú,
tienen su luz, (hasta ese cliente pesado
tiene luz…)
El objetivo de un buen vendedor no de-
bería ser vender sino GENERAR CON-
FIANZA en el cliente.
Pongamos ahora atención a nuestros
mensajes. A veces, hemos construido
una buena relación de confianza con el
cliente, sin embargo, no somos capa-
ces de “cerrar la venta”. Para persuadir
necesitamos argumentar y para ello,
necesitamos que nuestros mensajes
estén bien estructurados.
La estructura argumentativa
Lo primero que debe tener un mensaje
en el que pedimos a alguien que haga
algo es: estructura.
¿Cuál es la estructura más elemental
para razonar?
Te propongo este modelo sencillo pero
completo que te permitirá construir
cualquier tipo de mensaje en el que tu
intención sea persuadir:
TESIS
Es lo que quieres que quede graba-
do en la mente de tu cliente. De esta
afirmación se desprende todo lo de-
más. Es importante hacerla sencilla
y fácil de recordar
IDEA
¿Porqué mi tesis es verdadera? Es una
explicación o justificación de la tesis
EVIDENCIA
Demostración de que la idea es real,
ejemplos, casos.
¿Cómo se que lo que digo en la idea
es real?
Vetmadrid 2022 | 233
Hay tres tipos de evidencias (Aristóteles
en la retórica hace más de 2.300 años)
- Logos: apela a la razón. Datos, esta-
dísticas, publicaciones
- Ethos: apela al prestigio o a la auto-
ridad. Mis años de experiencia me
han demostrado que…
- Pathos: apela a la emoción. His-
torias o experiencias que evocan
emociones que hacen que se con-
venzan de algo.
Hay un último elemento:
CONCLUSIÓN
Puede ser la misma tesis (y tiene sen-
tido que lo sea) pero se le puede sacar
más jugo si haces una recomendación,
petición, invitación. Lo que llaman una
llamada a la acción clara, inequívoca y
vinculada a la tesis
Esta estructura se llama Impromptu
speech, es sencillísima y fue creada
para usarla en improvisaciones.
Cuando te acostumbras a esta estruc-
tura en unos pocos segundos puedes
planear tu mensaje.
Podemos completar un poquito más
esta estructura añadiendo tres elemen-
tos más:
CONTEXTO (DE LA TESIS)
¿Porqué la tesis ahora y aquí? ¿Porqué
me interesa a mi esto?
RELEVANCIA (DE LA IDEA)
¿Porqué es relevante esta idea?
SIGNIFICADO (DE LA EVIDENCIA)
¿Qué significa esta evidencia? En un ar-
tículo científico una evidencia significa
lo que significa, pero en una argumen-
tación puede significar cualquier cosa y
es útil que le indiques qué quieres que
piense. Siempre que puedas, evita el
error o las interpretaciones erróneas.
Añadiendo el contexto, la relevancia y
234 | Pacientes polimedicados. ¿cómo conseguir el cumplimiento terapéutico?
el significado el mensaje queda más re-
dondo y convincente.
Por supuesto, a esta estructura le po-
drías añadir una segunda o tercer idea
que vendría acompañada también de su
relevancia, la evidencia y el significado.
Existen otras estructuras lingüísticas muy
útiles en persuasión como las que contri-
buyen a incrementar la motivación.
Estructuras motivacionales,
el sistema propulsor
Antes de ir a la estructura necesitamos
conocer cómo se motivan las personas.
La fuente de la motivación, del conven-
cimiento y de la toma de decisiones
puede ocurrir de dos maneras:
- Nos alejamos del sufrimiento, del
dolor o de la incomodidad
- Nos acercamos a la felicidad, al pla-
cer o a la comodidad.
Lo ideal sería que conocieras cuál es la
dirección favorita de tu cliente, sin em-
bargo, para estudiar esta estructura que
voy a proponerte solo necesitas saber
que existen estas dos fuerzas y que las
personas todo el tiempo estamos to-
mando decisiones que caben en alguna
de estas dos fuerzas o direcciones.
Dejemos esto de las dos direcciones
por un momento para hablar de algo
complementario: hay unas palabras,
los verbos modales, que no expresan
acciones propiamente dichas sino el
modo en el que se realiza la acción.
Por ejemplo: quieres, puedes, necesitas
Estas palabras funcionan como filtros
que influyen en la manera en la que in-
terpretas lo que haces. No es lo mismo
querer hacer algo que poder hacer algo
o que necesitar hacer algo.
Mar Félix Fando
También hay adverbios modales:
Tampoco es lo mismo que algo sea de-
seable, que que sea posible, necesario
u obligatorio.
Si ahora juntamos la fuerza o fuente
de motivación o de toma de decisiones
con estas expresiones modales pode-
mos empezar a hacer magia:
- Cuando usas palabras modales de
obligatoriedad o de necesidad estás
inclinando la balanza de tu cliente
hacia el alejamiento
- Cuando usas palabras modales de
deseabilidad estás inclinando la ba-
lanza de tu cliente hacia el acerca-
miento
- Las palabras modales de posibili-
dad son una zona gris que pueden
sernos útiles para suavizar el impac-
to de la obligatoriedad o necesidad.
Si dices “Tiene que beber más agua”,
estás implicando que las consecuen-
cias de no hacerlo son indeseables.
Inclinas la balanza hacia el alejamiento
Si dices: “Le iría muy bien beber más
agua” estás implicando que las conse-
cuencias de hacerlo son deseables. In-
clinas la balanza hacia el acercamiento.
Estudiemos ahora esta estructura mo-
tivadora. Se llama SISTEMA DE PRO-
PULSION
En esta estructura:
Consiste en acercar primero y luego
alejar.
De esta forma te aseguras de que al fi-
nal el cliente no se queda incómodo
¿Cómo funciona?
Primero tienes que tener claro el obje-
tivo hacia el que pretendes propulsar a
tu cliente y las consecuencias negativas
de que no lo haga. Después tienes que
conocer las consecuencias positivas de
que lo haga
Empecemos:
1- Usamos una palabra modal de ne-
cesidad u obligatoriedad
Necesitas, debes, es necesario que, es
imprescindible que
2- El objetivo
3- Las consecuencias negativas
4- Sin embargo,
5- Usamos la palabra modal de desea-
bilidad Es deseable, es conveniente
6- El objetivo de nuevo
7- Las consecuencias positivas de ha-
cerlo
Al utilizar un sin embargo o un pero
para separar el alejamiento del acerca-
miento enfocas la atención en el acer-
camiento y le dejas con buen sabor de
boca.
Más estructuras
motivacionales: la vacuna de
objeciones
Si ya conoces qué objeciones suelen
hacer tus clientes a los procedimientos
que les recomiendas es muy útil que
seas tú el que ponga sobre la mesa una
objeción que todavía está en la men-
te de tu cliente. ¿Para qué? Para que
la conversación se vuelva inmune a la
misma.
Además, consigues mostrar honesti-
dad, establecer la objeción con tus pro-
pias palabras (suavizándola) y demos-
trar dominio sobre el tema, experiencia
en el trato con clientes, etc. Si lo haces
bien puedes generar el efecto “Justo
eso estaba pensando yo”
Vetmadrid 2022 | 235
¿Cómo lo puedes hacer? Por todo ello te propongo que dediques
Vas a necesitar una lista de objeciones parte de tu tiempo de mejora profesio-
y sus posibles soluciones o compensa- nal al entrenamiento en comunicación,
ciones. no solo no te arrepentirás, sino que te
sorprenderá comprobar cómo ese es-
Ten en cuenta que debes poner muy fuerzo repercute en más ámbitos que
poquito de la objeción y que no debes el profesional. Por injusto que parezca,
poner una objeción que no esté en la si hablas con soltura y elegancia se asu-
mente de tu cliente mirá que eres un buen profesional…y
1- Estableces un poquito de la obje- viceversa.
ción, muy poquito y lo alejas utili-
zando tiempos verbales que van del Bibliografía
presente al pasado. Alejar la idea 1. Fuentes, O. Curso de Pragmática para la
disminuye la intensidad de su efecto. oratoria. Barcelona 2018
2- Separas con un pero o un sin em- 2. Fuentes, O. Curso de Creatividad Lingüís-
bargo tica formato online. 2019
3- Estableces la solución o lo que 3. Fuentes, O. Curso de Cambios conversa-
compensa a la objeción y lo acer- cionales formato online 2019
cas utilizando tiempos verbales del 4. Bandler, R.; La Valle, J. Persuasion Enge-
presente al futuro. Llevarlo al futuro neering course. Orlando 2009
le da una experiencia de cómo será
5. Bandler, R. NLP Trainer training course.
haberlo hecho.
Orlando 20018
4- Terminas en tiempo presente para
6. Morgan, N. Power Cues. Harvard Busi-
acercarle la idea. Acercar la idea au- ness Review Press 2014
menta la intensidad de su efecto
7. Bandler, R. Grinder, J. The Structure of
Magic 1975
Conclusión 8. Bandler, R. Grinder, J. The Structure of
Por un lado, a veces, en nuestro afán Magic II 1976
diagnóstico dejamos de lado la rela-
ción y comunicación con el cliente. Sin
embargo, sin él no podremos realizar
nuestro trabajo. Vale la pena, pues,
que pongamos la intención y dedique-
mos el tiempo necesario a construir y
mantener la confianza del cliente con
una comunicación honesta y genuina
al mismo tiempo que elegante y hábil.
Por otro lado, solemos hablar de una
forma bastante inconsciente, sin em-
bargo, entrenar estructuras específi-
cas y habilidades de comunicación in-
crementará nuestras opciones clínicas
y contribuirá de forma significativa a
nuestro prestigio profesional.

236 | Pacientes polimedicados. ¿cómo conseguir el cumplimiento terapéutico?

Vetmadrid 2022 | 237
238 |
CARDIO-RESPIRATORIO

Vetmadrid 2022 | 239

240 |
 Iolanda Navalón
Licenciada en veterinaria por la Universidad
Autónoma de Barcelona. Diplomada en
cardiología por el European College of
Veterinary Internal Medicine, ECVIM-
CA y Acreditada en la especialidad de
cardiorespiratorio por AVEPA, Asociación
Española de Veterinarios especialistas
en pequeños animales. Ha realizado
prácticamente toda su vida profesional en
el hospital Ars Veterinaria, actualmente
AniCura Ars veterinaria. Inicialmente en el
servicio de urgencias, medicina general y
medicina interna y actualmente como responsable del servicio
de cardiología de AniCura Ars Veterinaria.

Es miembro de AVEPA y del GECAR, grupo de especialialistas

en cardiorespiratorio, miembro del ESVC “European Society
of Veterinary Cardiology” y del EVBS “European Board of
Veterinary Specialisation”. Es autora y coautora de diversas
publicaciones en medicina interna y cardiología y ponente en
múltiples congresos y jornadas nacionales e internacionales.

Vetmadrid 2022 | 241

242 |
Iolanda Navalón

CLAVES PARA LA DETECCIÓN Y EL DIAGNÓSTICO

DEL FALLO CARDIACO CONGESTIVO EN PERROS
GERIÁTRICOS
Iolanda Navalón
Lda. Veterinaria, Diplomada ECVIM-Ca Cardiologia,
Acreditada Cardiologia AVEPA
AniCura ArsVeterinaria - c/.Cavallers 37, Barcelona

La enfermedad cardíaca está aumen- simpático, acompañado de distrés res-

tando cada vez más en la clínica diaria
ya que a medida que la población va
envejeciendo los animales viven más y
como consecuencia, presentan más en-
fermedades geriátricas. La enfermedad
cardiaca más frecuente es la enferme-
dad degenerativa de la válvula mitral
(EDVM), que puede llegar a provocar
una insuficiencia cardiaca congestiva
(ICC) izquierda, no obstante, la mayoría
de los principios podrán aplicarse tam-
bién a la insuficiencia cardiaca derecha.
No es lo mismo hablar de enfermedad
cardíaca que de insuficiencia cardíaca
(IC). La enfermedad cardiaca se refiere
a un problema en el corazón o grandes
vasos, mientras que cuando hablamos
de IC nos referimos a la incapacidad
por parte del corazón de bombear su-
ficiente sangre para mantener las nece-
sidades del organismo. A medida que
el bombeo se vuelve menos eficaz, la
sangre puede acumularse en otras zo-
nas del cuerpo, provocando ICC, que es
un síndrome clínico secundario a una
cardiopatía grave en la que la presión
de llenado telediastólico ventricular se
eleva por encima de un umbral crítico,
lo que provoca un aumento de la pre-
sión venosa y un aumento de la presión
hidrostática capilar. La activación masi-
va de los mecanismos de retención de
líquidos (sistema renina-angiotensi-
na-aldosterona, receptores de la sed,
etc.) y un marcado aumento del tono
piratorio, son los signos más caracterís-
ticos de la ICC.
Tanto la historia clínica como el examen
físico van a ser nuestra primera aproxi-
mación al paciente con signos de ICC
y las claves iniciales para la detección
de IC. Es importante saber hacer las
preguntas específicas y posteriormen-
te una buena exploración física, para
detectar enfermedades subclínicas o
reducir el diagnóstico diferencial, que
nos permitirá hacer las pruebas diag-
nósticas necesarias, para llegar lo antes
posible a un diagnóstico y a la adminis-
tración de la terapia más adecuada.
Anamnesis
Muchas veces los signos clínicos no son
muy evidentes en un inicio y pueden no
ser detectados por el cliente, o incluso
justificados por la edad del paciente.
Deberemos hacer las preguntas ade-
cuadas, para evitar que el cliente obvie
contarnos cosas. Preguntaremos cuan-
do empezó a no verlo bien, si el animal
está más apático de lo normal, con me-
nor actividad, si tiene tos o carraspeo,
si respira normal, o lo hace más rápido,
si descansa por la noche, o también
respira mal o rápido, o si está intran-
quilo, si empeora con el ejercicio, si ha
perdido/aumentado peso, o ha perdido
el apetito, si le ven el abdomen más au-
mentado, o las extremidades más hin-
chadas.
Vetmadrid 2022 | 243
La raza del paciente influirá en nuestro
listado de los diagnósticos más proba-
bles, ya que ciertas razas tienen una
predisposición por una serie de en-
fermedades. En el caso de los pacien-
tes geriátrico, la edad en sí, no es una
enfermedad, pero la edad del paciente
es importante ya que los procesos de-
generativos o neoplásicos son más co-
munes en la población anciana, al igual
que ciertas enfermedades sistémicas.
Los pacientes con ICC tosen, pero tam-
bién lo hacen las mascotas con otras
enfermedades. Muchos perros geriátri-
cos que tosen tienen soplo, pero no por
ello consideraremos que oír un soplo y
tener tos, implica insuficiencia cardiaca
congestiva. Hay estudios recientes que
sugieren que la tos no es un predictor
independiente de ICC en perros. El tipo
de tos no va a determinar la naturaleza
de esta, sólo por el sonido. La duración
de la tos podría ayudar a saber su etio-
logía, ya que es poco probable que una
tos que ha persistido durante “meses”
se deba a ICC, ya que es poco proba-
ble que este síndrome, sin tratamiento,
persista como una tos aislada durante
tanto tiempo.
La capacidad de provocar tos con pal-
pación traqueal no nos dice nada sobre
la etiología de la tos, sólo que el perro
tiene un reflejo de tos y que lo que el
dueño definía como “toser” era así.
Exploración física
El objetivo de una evaluación cardio-
vascular completa es determinar la
presencia o ausencia de enfermedad,
ayudar a localizar el sitio anatómico de
la enfermedad, valorar la fisiopatolo-
gía, determinar la etiología, la gravedad
(estadio) de la enfermedad y todo ello
nos ayudará con el pronóstico, a deci-
dir la terapia y saber si es urgente o no.
244 | Claves para la detección y el diagnóstico del fallo cardiaco congestivo
Componentes de un examen
cardiovascular
Valoraremos la condición corporal del
paciente, en cuanto al peso, a la condi-
ción muscular, la marcha/postura y su
estado neurológico. Y antes de poner
nuestras manos encima, también valo-
raremos a distancia su actitud, postura
y forma de respirar (disnea inspiratoria
/ espiratoria / mixta).
Después valoraremos el color de las
membranas mucosas, que nos aproxi-
ma a la saturación de oxígeno arterial,
la vasoconstricción y la perfusión peri-
férica. Unas membranas pálidas / blan-
cas sugieren anemia, gasto cardíaco
deficiente o vasoconstricción grave. Las
membranas muy rojas sugieren vaso-
dilatación o eritrocitosis. Un color azul
sugiere cianosis e hipoxemia secunda-
rias. Un aumento del tiempo de relleno
capilar sugiere una perfusión anormal
o un gasto cardíaco reducido.
No obstante, podemos ver pacientes
con ICC tienen un color normal de las
membranas mucosas y el tiempo de
llenado capilar también puede ser nor-
mal. Hay que examinarlo, pero debe-
mos saberlo valorar con el resto de las
variables clínicas.
Las venas periféricas pueden ayudar a
valorar el estado del volumen intravas-
cular y la disfunción del corazón dere-
cho. La distensión de las venas yugula-
res sugiere un aumento de la presión
de llenado venoso, como consecuencia
de un volumen plasmático excesivo, in-
suficiencia cardíaca derecha, enferme-
dad pericárdica u obstrucción venosa
como por un tumor, trombo o compre-
sión externa. El pulso yugular sugiere la
transmisión de ondas de presión desde
el corazón y se desarrolla patológica-
mente en el contexto de enfermedad
Iolanda Navalón
tricuspidea o disfunción diastólica del
ventrículo derecho y aumento de la
contracción auricular. Cuando hace-
mos una presión sobre el abdomen,
reflejo hepatoyugular, todo esto puede
verse aumentado, ya que aumenta el
retorno venoso y acentúa cambios en
la presión de llenado.
La calidad del pulso arterial periférico
refleja la diferencia entre la presión sis-
tólica y diastólica. Un pulso débil o hi-
pocinético incluyen hipovolemia, gasto
cardíaco deficiente u obstrucción del
flujo de salida del ventrículo izquierdo.
Un pulso fuerte o hipercinético lo ve-
mos en casos de bradicardia (diástole
más larga) o en vasodilatación o resis-
tencia vascular reducida (fiebre, ane-
mia, ejercicio, tirotoxicosis, fármacos)
y aunque menos frecuente en geriátri-
cos, con una derivación arteriovenosa,
CAP o regurgitación aórtica. No obstan-
te, con el envejecimiento, las paredes
arteriales se endurecen y esto puede
manifestarse ocasionalmente como un
pulso más fuerte de lo esperado.
Pueden obtenerse pistas importan-
tes a partir de la frecuencia y el ritmo
cardíaco en cuanto a la probabilidad
de ICC en perros. Una arritmia sinusal
respiratoria prácticamente descarta el
diagnóstico de ICC. Esta arritmia fisioló-
gica es consecuencia de un tono vagal
elevado, que desaparece en presencia
de edema pulmonar. Sin embargo, se
puede auscultar un ritmo sinusal nor-
mal en algunos perros con ICC, pero
también en perros que simplemente
están excitados, por lo que la pérdida
de la arritmia sinusal respiratoria no
confirma el diagnóstico de ICC. Muchos
perros con ICC, aunque no todos, tie-
nen taquicardia. Por tanto, una bradi-
cardia vagal también ayuda a descartar
ICC en perros.
Una frecuencia respiratoria normal
(<30 respiraciones / minuto) descarta
efectivamente la ICC como diferencial
en la mayoría de las mascotas. Una fre-
cuencia respiratoria alta, en ausencia
de cualquier otra causa y junto con evi-
dencia de enfermedad cardíaca severa,
sugiere un diagnóstico de ICC. Este es
un parámetro de enfermedad cardíaca
barato, fiable y fácil de medir.
La auscultación nos permitirá detectar
sonidos anormales, evaluaremos su
intensidad (fuerte, suave, variable), fre-
cuencia (rápida, lenta, normal), ritmo
(regular, irregular), en busca de pausas
o sonidos adicionales (latidos prematu-
ros, clics, galopes, split) y valoraremos
la presencia de soplos cardíacos.
La intensidad del soplo en la enferme-
dad degenerativa de la válvula mitral
tiene valor diagnóstico; en un estudio,
ningún perro con valvulopatía mitral
grave tuvo soplos suaves. Por lo tan-
to, un soplo mitral suave en un perro
mayor es un buen indicador de una en-
fermedad leve. Sin embargo, hay otro
estudio en el que algunos perros con
soplos fuertes tenían una enfermedad
leve; por lo tanto, un soplo fuerte no
siempre nos dice si la enfermedad es
grave o leve.
El clic es un ruido cardíaco extra, transi-
torio, que ocurre en mesosístole y sue-
le auscultarse en casos de prolapso de
la válvula mitral o tricúspide.
Los soplos cardíacos reflejan un flu-
jo sanguíneo alterado o turbulento y
puede significar una anomalía intracar-
diaca. Sin embargo, también pueden
ocurrir soplos cardíacos inocentes o
fisiológicos con un corazón estructu-
ralmente normal. La disminución de
la viscosidad de la sangre, el aumento
Vetmadrid 2022 | 245
de la velocidad debido al estrés o el at-
letismo, o causas desconocidas pueden
resultar en un soplo cardíaco inocente.
Los soplos inocentes pueden ser sensi-
bles (cambios de posición / respiración),
de corta duración (sistólico temprano),
únicos (sin clics / galopes asociados),
pequeños (limitados a pequeños área;
no irradia), suave (amplitud baja) y sistó-
licos, en el tiempo. Analizando estas ca-
racterísticas del soplo podremos decidir
si es más o menos urgente investigarlo.
Al evaluar un soplo cardíaco, es impor-
tante prestar atención a la ubicación
(punto de máxima intensidad - PMI), el
momento, la duración, la intensidad y
las características de radiación.
Los soplos pueden ser sistólico, dias-
tólico, continuo o de ida y vuelta, en
la EDVM suelen ser holosistólicos. La
intensidad del soplo a menudo se cla-
sifica en una escala de seis niveles (de
I/VI a VI/VI), o en la práctica, quizás sea
más útil considerar los soplos cardíacos
como suaves (grado I o II), moderados
(grado III o IV) y fuertes (grado V o VI).
Después de evaluar los ruidos cardíacos
en busca de anomalías, se deben aus-
cultar las vías respiratorias y los pulmo-
nes para detectar cualquier ruido res-
piratorio anormal. Algunos perros con
ICC pueden no tener ruidos pulmonares
marcadamente anormales, aparte del
aumento de los sonidos bronco-vesicu-
lares (movimiento del aire). Los crepi-
tantes asociados con la ICC ocurren en
una etapa tardía del curso de la enfer-
medad y estarían presentes con otros
hallazgos clínicos más obvios de la ICC.
Pruebas diagnósticas
Los cambios radiográficos en animales
más viejos pueden ser sutiles y por ello,
246 | Claves para la detección y el diagnóstico del fallo cardiaco congestivo
difíciles de visualizar. A nivel torácico
generalmente observamos minerali-
zaciones distróficas. La mineralización
de las vías respiratorias es una razón
común por la que los perros geriátri-
cos se diagnostican erróneamente de
bronquitis, cuando en realidad se tra-
ta sólo de cambios relacionados con la
edad. Se puede pensar que la minerali-
zación de la pared bronquial y de la pa-
red traqueal es secundaria a la inflama-
ción, pero la clave es que el grosor de la
pared no ha cambiado. Especialmente
con el uso de radiografías digitales que,
con su mayor resolución de contraste,
hace que el error sea mayor en pacien-
tes con tos.
En los perros, la silueta cardíaca puede
tener una apariencia anormalmente
grande en perros de razas pequeñas y
puede parecer relativamente más pe-
queña en los perros de pecho profun-
do. Estas variaciones del tamaño del
corazón son solo relativas al volumen
torácico y no secundarias a la patología.
El VHS se usa para tratar de diferenciar
la cardiomegalia en comparación con la
variación normal de tamaño y aunque
es útil como guía, hay una gran variabi-
lidad según la raza.
En la mayoría de los casos, la ICC se
asocia con una cardiomegalia pronun-
ciada, especialmente en la aurícula del
lado afectado. Por lo tanto, con ICC
del lado izquierdo (edema pulmonar),
esperamos ver una aurícula izquierda
(AI) (y ventrículo izquierdo) considera-
blemente aumentada de tamaño. La
excepción a esta regla es la ICC aguda
asociada con la ruptura repentina de
las cuerdas tendinosas, donde la AI aún
no ha tenido la posibilidad de agran-
darse, y la presión de AI se dispara. En
teoría, la ICC en perros debería provo-
car edema peri-hiliar, aunque a veces
Iolanda Navalón

pueda ser difícil de identificar. Además, En resumen, los perros geriátricos de

el diagnóstico de ICC cardiogénica del
lado izquierdo no debe realizarse en au-
sencia de aumento severo del AI. Gene-
ralmente se observan las opacidades in-
tersticiales o alveolares generalizadas e
incluso localizadas caudo-dorsalmente.
Cuando valoramos la cavidad torácica
en pacientes geriátricos, debemos te-
ner en cuenta la cantidad de grasa cor-
poral. Los perros obesos pueden tener
un aumento de opacidad asociado con
la grasa subcutánea, que hace que los
pulmones tengan un aumento relativo
de opacidad. El mediastino general-
mente es ancho y se puede diagnosti-
car como una masa mediastínica cra-
neal, de forma errónea. En el paciente
delgado/demacrado, la sobreexposi-
ción puede ocultar las lesiones y hacer
que los pulmones se vean hiperinsufla-
dos. Ambos extremos se observan en
pacientes geriátricos y es fundamental
evaluar los tejidos subcutáneos, para
determinar la condición corporal del
paciente. El aumento de grasa puede
causar atenuación del haz de rayos X,
lo que hará que se diagnostique de for-
ma errónea como un patrón pulmonar
intersticial y se confundirá con un pro-
ceso patológico.
razas pequeñas, la EDVM es el diagnós-
tico más común. En caso de que evolu-
cione a ICC suele identificarse un soplo
fuerte, ausencia de arritmia sinusal, evi-
dencia de taquipnea mientras duerme,
evidencia radiográfica o ecocardiográfi-
ca de aumento severo del AI y evidencia
radiográfica de edema pulmonar.
Bibliografía
1. Côté E, Edwards NJ, Ettinger SJ, et al. Ma-
nagement of incidentally detected heart
murmurs in dogs and cats. JAVMA. May 15,
2015;246(10):1076–1088.
2. KittlesonMD, KienleRD. Physicalexam. In:-
KittlesonMD, Kienle RD, eds. Small Animal
Cardiovascular Medicine. Maryland Hei-
ghts, MO: Mosby Elsevier; 2005.
3. Fox, P, et al, Textbook of Canine and Feli-
ne Cardiology: Principles and Clinical Practi-
ce (Inglés), Saunders, 2 on ed, 1999.
4. Porciello F, Rishniw M, Ljungvall I, Ferasin
L, Haggstrom J,Ohad DG. Sleeping and res-
ting respiratory rates in dogs and cats with
medically-controlled left -sided congestive
heart failure. Vet J. 2016;207:164-168.

El NT-proBNP es un biomarcador que

nos señala el estiramiento del miocar-
dio, que aumenta significativamente en
perros con ICC. Los estudios sugieren
que aumenta la precisión y la confianza
de un diagnóstico de ICC entre los clí-
nicos de atención primaria. Sin embar-
go, existen resultados falsos positivos.
Además, actualmente no existe una
prueba rápida, “point of care”, así que,
en la mayoría de los casos, en los que
no es posible esperar 24 horas a tener
el resultado, tiene un valor diagnóstico
limitado.

Vetmadrid 2022 | 247

ENFERMEDAD MIOCÁRDICA FELINA EN GERIÁTRICOS,
DIFERENCIALES

Iolanda Navalón
Lda. Veterinaria, Diplomada ECVIM-Ca Cardiologia,
Acreditada Cardiologia AVEPA
AniCura ArsVeterinaria - c/.Cavallers 37, Barcelona

Las cardiomiopatías (CM) felinas son sistema de clasificación, que incluye la

las enfermedades cardiacas más pre- subdivisión de gatos con CM subclínica,
valentes en gatos adultos y de ellas la con bajo riesgo de complicaciones po-
cardiomiopatía hipertrófica (CMH) es la tencialmente mortales y aquellos con
más común. mayor riesgo.

La CM se define como un trastorno del Se habla de “fenotipo de CM hiper-

miocardio en el que el músculo car-
díaco es estructural y funcionalmente
anormal en ausencia de cualquier otra
enfermedad que la pueda causar. El
consenso AVCIM propone una clasifica-
ción de las CM en función de las carac-
terísticas estructurales y funcionales,
o fenotipo. Las categorías fenotípicas
incluyen gatos con CM de causa co-
nocida o desconocida. Se propone un
trófica” CMH, “fenotipo de CM dilata-
da” CMD, “fenotipo de CM restrictiva”
CMR, “fenotipo de CM arritmogénica”
CMAR, “no compactación del ventrículo
izquierdo” NCVI, (según la morfología
y función cardíaca) y se busca si exis-
te o no causa primaria. Algunos gatos
tienen una enfermedad del miocardio
que no encaja bien en ninguna cate-
goría, y entonces lo llamamos CM con

ACVIM consensus statement guidelines for the classification, diagnosis, and management of
cardiomyopathies in cats. J Vet Intern Med. 2020
248 |
Iolanda Navalón
un “fenotipo inespecífico”, término que
siempre debe ir acompañado de una
descripción de las características mor-
fológicas y funcionales para caracte-
rizar el fenotipo con más detalle. Hay
que tener en cuenta que en algunos
gatos el fenotipo cardíaco cambia con
el tiempo, debido a la progresión de la
enfermedad, comorbilidades o factores
desconocidos.
Clínicamente las CM suelen ser indis-
tinguibles. Los gatos con CM subclíni-
ca pueden tener o no, signos clínicos
(soplo cardíaco o sonido de galope), o
radiológicos (cardiomegalia). Los gatos
con enfermedad grave pueden desa-
rrollar signos de insuficiencia cardíaca
(IC) o tromboembolismo arterial,(TEA) o
incluso muerte súbita.
Para describir el impacto clínico de las
CM en gatos afectados, ACVIM propone
un sistema de calcificación con el obje-
tivo de proporcionar un marco para el
pronóstico y la toma de decisiones te-
rapéuticas.
•Estadio A incluye gatos que están
predispuestos a la CM pero no tie-
nen evidencia de enfermedad mio-
cárdica.
• Estadio B describe gatos con CM,
pero sin signos clínicos. Se divide en:
o Estadio B1: gatos con bajo riesgo
de insuficiencia cardíaca conges-
tiva (ICC) inminente o ATE.
o Estadio B2: gatos con mayor
riesgo de ICC o ATE inminente.
Cuanto más grave es el agrandamien-
to de la aurícula izquierda (AI), mayor
es el riesgo de ICC y ATE. También de-
ben tenerse en cuenta otros factores al
clasificar a los gatos con CM subclínica,
como la función sistólica de AI y VI, e
hipertrofia extrema del VI, entre otros.
• Estadio C: Los gatos que han desa-
rrollado signos de CHF o ATE, inclu-
so si los signos clínicos se resuelven
con el tratamiento.
• Estadio D: Los gatos con signos de
ICC refractarios al tratamiento.
Prevalencia
El fenotipo CMH es el más prevalente
en gatos, representando un 60% de las
CM. Fenotipos RCM y NCM representan
un 20-30%, mientras que el de CMD
(<5%) y el de CMAR son poco frecuen-
tes. El fenotipo CMH suele presentarse
en 1 de cada 7 gatos. Aunque el fenoti-
po CMH se ha descrito a partir de los 6
meses de edad, es más común en ani-
males más mayores (5-6 años), aunque
también se ha diagnosticado en geriá-
tricos. El resto de los fenotipos se ha
descrito en adultos de cualquier edad.
En la mayoría de los casos, la causa de
la CMH es desconocida, sin embargo,
en las razas Maine coon y Ragdoll suele
ser causada por dos mutaciones gené-
ticas diferentes en el gen de la proteína
C de unión la miosina cardíaca (la A31P
en el Maine coon, R820W en el ragdo-
ll). Se cree que mientras el 30-40% de
los Maine coons tienen la mutación,
sólo alrededor del 3-5% son homoci-
gotos. Los heterocigotos desarrollan
una disfunción diastólica/sistólica sutil
pero generalmente no se desarrolla en-
grosamiento de la pared y, por lo tan-
to, son subclínicas. Aquellos que son
homocigotos suelen desarrollar varios
grados de engrosamiento la de pared
y pueden llegar a dar cuadro clínico.
Parece tener un patrón hereditario de
dominancia incompleta.
Presentación clínica
Cuando los pacientes tienen una pre-
sentación subclínica, el diagnóstico
Vetmadrid 2022 | 249
debe hacerse por ecocardiografía. A ve-
ces, podemos sospechar de ello si tiene
una auscultación anómala, soplo, galo-
pe o arritmia. Sin embargo, muchos ga-
tos con CM no tienen un soplo cardíaco
y, a la inversa, muchos gatos (25–33%)
que tienen un soplo cardíaco no tienen
CM. También se pueden detectar si se
hace un cribado con biomarcadores
cardíacos, tipo NT-proBNP o troponina
I cardíaca. En algunos casos podemos
ver signos de cardiomegalia a nivel ra-
diológico, aunque no siempre es así.
La mayoría de los gatos con síntomas
graves y clínicamente evidentes, suelen
ser de ICC izquierda (edema pulmonar
o efusión pleural) o TEA, independien-
temente del tipo de CM, a excepción al
predominio de IC derecha en casos de
CMAR (ascitis y / o efusión pleural). Al-
gunos gatos con CM tienen un soplo car-
díaco, aunque otros no lo tienen. El so-
nido de galope es común en CM graves.
La auscultación pulmonar puede ser
significativa en casos de edema pulmo-
nar y podemos auscultar crepitaciones,
aunque hay casos en que los sonidos
pueden estar atenuados, cuando hay
efusión pleural, o también puede no
ser así, por lo tanto, tiene sus limitacio-
nes. El patrón de respiración tampoco
es consistente, aunque una respiración
con movimiento paradójico es más fre-
cuente en casos de efusión pleural. La
tos es poco común en gatos con insufi-
ciencia cardíaca, es más común casos
de asma. La temperatura rectal <37°C,
hace más probable que pueda haber
insuficiencia cardíaca, que otras causas
de disnea, pero esto es poco sensible y
específico.
Los gatos disneicos son muy inestables
y es fácil que puedan morir durante un
episodio de estrés. Por lo tanto, cuan-
250 | Enfermedad miocárdica felina en geriátricos, diferenciales
do los visitemos en esta situación, de-
beremos saber diferenciar a los gatos
con insuficiencia cardíaca, de gatos con
enfermedad respiratoria grave; identi-
ficar si tienen edema pulmonar (EP) o
efusión pleural (EDL) y estabilizar al pa-
ciente. La estabilización inicial implica
evitar el estrés, administrando oxíge-
no de manera no estresante, posible
sedación (p. ej., con butorfanol 0,2 mg
/ kg IV), toracocentesis si hay efusión
pleural y administración de diuréticos
de asa vía parenteral, si hay edema de
pulmón.
Los diversos tipos de derrame suelen
ser: trasudado alto en proteínas, pseu-
doquilo y quilo. El derrame también
puede ser hemorrágico si la centesis es
traumática.
Cuando hay muerte súbita, puede ser
por fibrilación ventricular o bien por
tromboembolismo en el tracto de sali-
da del ventrículo izquierdo o en el siste-
ma nervioso central. Es probable que
la muerte súbita se subestime en gatos
porque es posible que estos animales
no lleguen al veterinario. Un gato con
historia de síncope tiene mayor proba-
bilidad de muerte súbita.
Diagnóstico
El estudio radiográfico puede ser útil a
la hora de identificar si hay o no cardio-
megalia en gatos asintomáticos, pero
tiene una baja sensibilidad. Podemos
hacer las mediciones del tamaño del
corazón según el VHS (Vertebral Heart
Size) en la proyección LL. El VHS permi-
te reducir una sobre interpretación del
tamaño cardiaco en la radiografía, ya
que es bastante específico, aunque es
poco sensible. VHS normal 6.7 - 8.1.
Las radiografías torácicas no son fáci-
les de interpretar, tenemos que tener
en cuenta que la posición de la aurícula
Iolanda Navalón
izquierda queda lateralizada hacia la iz-
quierda, por lo que, en la proyección la-
teral, podríamos tener un aumento del
mismo y no identificarlo hasta que este
no está realmente muy aumentado. En
casos de CMH (donde la hipertrofia es
concéntrica) o la CMR, puede ser que
no se vea un aumento de los ventrícu-
los. En caso de una DCM, con sobrecar-
ga de volumen, suele ser más evidente.
En algunos casos en la proyección DV
se observa una forma de “corazón de
San Valentín”. En animales geriátrico
podemos ver una aorta redundante en
la proyección LL y como un “nudillo” en
la proyección DV, por ejemplo, en casos
de hipertensión.
Radiológicamente también podremos
ver tamaño de los vasos, un aumento
del diámetro de las venas pulmonares
puede ser indicativo de aumento de la
precarga. Podremos valorar el parénqui-
ma pulmonar, donde un patrón alveolar
o intersticial podría ser compatible con
edema de pulmón, con una distribución
que suele tener parcheada.
El diagnóstico de la CM lo haremos con
el estudio ecocardiográfico. Cuando ve-
mos un aumento del atrio izquierdo (de
moderado a grave), es muy probable
que la causa de la disnea sea de origen
cardiaco. Si el atrio izquierdo de <18-19
en el corte paraesternal derecho en eje
largo, o si el ratio AI/Ao >1.8 – 2, en eje
corto. La valoración del perfil diastólico
transmitrálico con el ratio E/A o el Do-
ppler tisular, también nos ayudarán a va-
lorar las presiones de llenado diastólico.
También será importante la detección
de trombos o imagen de ecocontraste
espontáneo “smoke”, sobre todo en AI o
alteraciones en la contractibilidad atrial.
En la CMH se observa un engrosamien-
to de la pared ventricular, que puede
englobar todo el ventrículo o de forma
focal. Se suele considerar anormal un
aumento del tamaño del grosor de la
pared si es > 6 mm en diástole. Puede
observarse SAM (movimiento sistólico
anterior) de la válvula mitral, con una
estenosis dinámica del tracto de salida
del ventrículo izquierdo y ver regurgita-
ción mitral.
La CMD se caracteriza por una dilata-
ción severa del ventrículo izquierdo/
derecho, con disfunción sistólica e hi-
pocinesia de las paredes ventriculares.
Podemos ver regurgitación de las vál-
vulas atrio-ventriculares por dilatación
de los anillos valvulares, adelgazamien-
to de las paredes ventriculares con un
aumento del volumen diastólico final y
del volumen sistólico final. Los múscu-
los papilares y las trabéculas ventricula-
res están aplanadas y atrofiadas.
La CMR es la peor descrita de todas. La
función diastólica es anormal debido a
una rigidez de la pared ventricular que
impide su llenado ventricular, mante-
niendo espesores miocárdicos norma-
les. Esto hace que haya un aumento
de las presiones diastólicas del atrio
izquierdo, que puede llegar a provocar
una dilatación severa del mismo.
En la CMAR suele detectarse una dila-
tación severa tanto del ventrículo como
del atrio derechos, una insuficiencia tri-
cúspide sin alteraciones morfológicas
de la válvula, con un anillo aumentado
de diámetro, sin una buena captación
de las valvas. Las paredes del ventrícu-
lo derecho suelen aparecer delgadas,
hipocinéticas o discinéticas tanto de
la pared libre del ventrículo derecho,
como del septo interventricular.
Biomarcadores plasmáticos como el
NT-proBNP o las troponinas cardiacas
Vetmadrid 2022 | 251
tipo I, pueden ser unas buenas pruebas
para detectar CM, aunque siempre de-
ben ir acompañados de otras pruebas
diagnósticas. El Nt-proBNP puede ser
un buen test para saber si un paciente
está disneico por causa cardiaca o por
causa no cardiaca.
En gatos con sintomatología respira-
toria concurrente el NT­proBNP < 100
pmol/L sugiere que la ICC es poco pro-
bable. Si el NT­ proBNP is > 270–300
pmol/L, entonces una ICC es la causa
más probable, aunque no puede des-
cartarse una enfermedad respiratoria
concomitante. Valores que van de 100
a 270, zona gris.
En pacientes geriátricos es importante
valorar los niveles de tiroxina en san-
gre, debido a la mayor probabilidad de
hipertiroidismo. Un chequeo general
hematológico y bioquímico es muy re-
comendable, sobre todo para poder va-
lorar la función renal y nivel de electro-
litos, antes de plantearnos una terapia.
Tratamiento
Nos basaremos en las directrices publi-
cadas en la guía del consensus ACVIM,
donde se facilitan las recomendaciones
para el tratamiento de gatos con enfer-
medad del miocardio.
Estadio B1
El tratamiento de gatos con miocardio-
patía subclínica es controvertido por-
que no existen pruebas. No hay eviden-
cia de que la obstrucción dinámica del
tracto de salida del ventrículo izquierdo
se asocie con una mayor morbilidad o
mortalidad en gatos.
Estadio B2
No se ha estudiado la prevención pri-
maria de TEA en fase subclínica, pero
se recomienda la trombo-profilaxis
252 | Enfermedad miocárdica felina en geriátricos, diferenciales
cuando existen factores de riesgo co-
nocidos. El clopidogrel se recomienda
en gatos considerados con riesgo de
TEA (agrandamiento de la AI de mo-
derado a grave, bajo % de fracción de
acortamiento en AI, velocidades bajas
del apéndice de AI, ecocontraste es-
pontáneo).
Estadio C
Fase aguda – insuficiencia cardiaca des-
compensada
El tratamiento empírico con diuréticos
debe considerarse inmediatamente
cuando el índice de sospecha de ICC es
alto. Administración intravenosa de fu-
rosemida, ya sea en bolos múltiples de
1 a 2 mg / kg o en infusión a velocidad
constante, para la ICC y el edema pul-
monar en particular. Se recomienda la
administración de oxígeno suplemen-
tario para cualquier gato con dificultad
respiratoria, y también se debe consi-
derar la sedación con un ansiolítico, si
fuese necesario (butorfanol). Siempre
debe minimizarse el estrés.
La toracocentesis debe realizarse cuan-
do la dificultad respiratoria se deba a
un derrame pleural. El tratamiento con
líquidos por vía intravenosa está contra-
indicado en gatos con congestión, ede-
ma o derrame, clínicamente evidentes,
ya que puede empeorar la ICC, inclu-
so administrando diuréticos al mismo
tiempo. En gatos con signos de bajo gas-
to cardíaco, como hipotensión, hipoter-
mia y bradicardia, podría considerarse
el tratamiento PO con pimobendan y
si no hay mejoría, incluso la infusión de
dobutamina a velocidad constante.
Fase Crónica
La furosemida es el fármaco más utili-
zado para el control del edema pulmo-
nar y los derrames en gatos con ICC.
Iolanda Navalón
También puede considerarse la tora-
semida. Por lo general, el tratamiento
consiste en 0,5 a 2 mg / kg de furose-
mida por vía oral cada 8-12 h, según los
signos clínicos de la ICC, (torasemida
una dosis inicial de 0,1 a 0,2 mg / kg VO
cada 24 horas). La dosis de manteni-
miento debe ajustarse para mantener
una frecuencia respiratoria en reposo
de <30 rpm, intentado dar la dosis mí-
nima efectiva.
Se recomienda el tratamiento antitrom-
bótico profiláctico con clopidogrel (18,75
mg / gato VO cada 24 h, con comida).
El pimobendan se puede considerar
en gatos sin obstrucción del tracto de
salida del ventrículo izquierdo, clínica-
mente relevante. Suele utilizarse una
dosis de 0,625 a 1,25 mg por gato cada
12 h VO, sobre todo indicado en casos
de CMD. En estos gatos se recomienda
también una titulación de taurina para
valorar su suplementación en casos ne-
cesarios (dosis de taurina 250 mg gato
VO/8-12h).
Estadio D- refractario
Podemos aumentar dosis de furosemi-
da hasta (> 6 mg / kg / día VO), o cam-
biar o aumentar la dosis de torasemida
hasta efecto. También se puede con-
siderar espironolactona 1 a 2 mg / kg
VO cada 12 h a cada 24h. En gatos con
disfunción sistólica global del VI se re-
comienda pimobendan.
Debemos tener en cuenta que podría
ser que a medida que aumenta el nú-
mero de medicamentos, el cumplimien-
to del propietario disminuya, por lo que
debemos evitar medicamentos innece-
sarios.La caquexia cardíaca, puede es-
tar presente en gatos en estadio D. Se
debe dar prioridad a la ingesta de calo-
rías sobre la restricción de la ingesta de
sodio y se debe vigilar la condición cor-
poral. Se recomienda que se controle la
concentración sérica de potasio y si se
identifica hipopotasemia, debe comple-
mentarse la dieta con potasio.
Hipertensión sistémica
En pacientes geriátricos puede ser
frecuente que además tengan hiper-
tensión sistémica, con riesgo a daño a
órganos diana, por lo que también po-
demos plantear un tratamiento espe-
cífico. La PA debe reducirse en aproxi-
madamente un 10% durante la primera
hora, luego un 15% en las próximas
horas, consiguiendo retorno gradual a
la PA normal.
• Amlodipino 0,625–1,25 mg / gato
VO cada 24 h. Bloqueante de los ca-
nales del Ca++. El objetivo es reducir
la presión arterial en un 10-20%, en
unas 4 horas.
• Telmisartan, bloqueante de la ac-
tividad de la angiotensina II, 2 mg/
Kg/24h. (También reducción de la
proteinuria)
Terapia adyuvante en casos especiales.
• IECA (benazepril, enalapril). No hay efi-
cacia demostrable como antihiperten-
sivos en gatos, pero en teoría reduce
la producción de angiotensina II.
• Atenolol. No tiene eficacia demostra-
ble como antihipertensivo en gatos,
efecto b-bloqueante. Puede ser útil
en gatos con taquicardia marcada con
una reducción inadecuada de la pre-
sión arterial con amlodipino a dosis
altas.
Bibliografia:
1. Payne JR, Brodbelt dC and Luis Fuentes V.
Cardiomyopathy prevalence in 780 appa-
rently healthy cats in rehoming centres (the
CatScan study). J Vet Cardiol 2015; 17 Suppl
1: S244–S257.
Vetmadrid 2022 | 253
2. Luis Fuentes V, Abbott J, Chetboul V, et al.
ACVIM consensus statement guidelines for
the classification, diagnosis, and manage-
ment of cardiomyopathies in cats. J Vet In-
tern Med. 2020;34(3):1062-1077.
3. Mark D Kittleson, Etienne Côté, THE FELI-
NE CARDIOMYOPATHIES. General concepts,
Journal of Feline Medicine and Surgery
(2021) 23, 1009–1027
4. Mark D Kittleson, Etienne Côté, THE FE-
LINE CARDIOMYOPATHIES. Hypertrophic
cardiomyopathy, Journal of Feline Medicine
and Surgery (2021) 23, 1028–1051
5. Mark D Kittleson, Etienne Côté, THE FELI-
NE CARDIOMYOPATHIES. Cardiomyopathies
other than HCM, Journal of Feline Medicine
and Surgery (2021) 23, 1053–1067

254 | Enfermedad miocárdica felina en geriátricos, diferenciales

Iolanda Navalón

HIPERTENSIÓN PULMONAR EN PERROS

Iolanda Navalón
Lda. Veterinaria, Diplomada ECVIM-Ca Cardiologia,
Acreditada Cardiologia AVEPA
AniCura ArsVeterinaria - c/.Cavallers 37, Barcelona

La hipertensión pulmonar (HP) no es tóricamente en la medición de la velo-

una enfermedad en sí misma, sino más
bien una condición patológica definida
por presiones vasculares pulmonares
anormalmente altas que pueden ocu-
rrir como consecuencia de una varie-
dad de enfermedades cardíacas, vascu-
lares y respiratorias subyacentes.
En medicina humana se define la HP
como una presión arterial pulmonar
media en reposo, ≥25 mm Hg, medida
por cateterización cardiaca derecha. En
medicina veterinaria, la hipertensión
pulmonar se evalúa principalmente
mediante ecocardiografía, ya que el ca-
teterismo cardíaco es invasivo y poco
práctico para una monitorización de ru-
tina. La ecocardiografía se utiliza como
medio no invasivo y se ha basado his-
cidad y el gradiente de la regurgitación
de la tricúspide (TR).
En el caso de TR de 2,8 a <3,5 se clasifi-
caba como leve, 3,5 a 4,3 como mode-
rada y > 4,3 como grave. Sin embargo,
dada la variabilidad y la imprecisión
de estos cálculos ecocardiográficos,
recientemente se han publicado unas
guías, según el ACVIM consensus 2020,
donde se utilizan diferentes paráme-
tros ecocardiográficos para evaluar la
probabilidad de HP, en lugar de como
una prueba de diagnóstico definitiva.
La probabilidad ecocardiográfica com-
bina la magnitud de la velocidad máxi-
ma de regurgitación de la tricúspide,
con el número de signos de diferentes
sitios anatómicos que apoyan la HP.

Tabla 1 - ACVIM consensus statement guidelines for the diagnosis, classification, treatment,
and monitoring of pulmonary hypertension in dogs
Vetmadrid 2022 | 255
Se considera que presiones pulmona-
res superiores a 30 mmHg (sistólica) y
19 mmHg (diastólica) son indicativas de
hipertensión pulmonar (HP).
Dado que los perros comparten mu-
chas similitudes en cuanto a enferme-
dades y patogénesis de enfermedades
en humana, es posible extrapolar el
esquema de clasificación de la hiper-
tensión pulmonar a los perros, aunque
con algunas modificaciones. El ACVIM
consensus 2020 pretende proporcio-
nar un enfoque multidisciplinar para el
diagnóstico, tratamiento y monitoriza-
ción de la HP en perros. La clasificación
de la HP la divide en seis grupos:
• Grupo 1: arteriopatía pulmonar
idiopática, enfermedad venooclu-
siva pulmonar y hemangiomatosis
capilar pulmonar; derivaciones car-
díacas congénitas; e hipertensión
arterial pulmonar secundaria a fár-
macos y toxinas.
• Grupo 2: causados por una enfer-
medad cardíaca del lado izquierdo
que incluye disfunción ventricular
izquierda, así como enfermedad
valvular.
• Grupo 3: enfermedades pulmonares
primarias y / o afecciones asociadas
con hipoxia. Estos se subdividen en
trastornos obstructivos de las vías
respiratorias, enfermedades pa-
renquimatosas primarias y apnea
obstructiva del sueño / trastornos
respiratorios del sueño, entre otros.
• Grupo 4: émbolos / trombos / trom-
boembolismos pulmonares que
pueden surgir como consecuencia
de ciertos trastornos inmunomedia-
dos y endocrinopatías, neoplasias,
enfermedades cardíacas, cateteris-
mo, coagulación intravascular dise-
minada y otras causas.
• Grupo 5: enfermedad parasitaria
256 | Hipertensión pulmonar en perros
(Dirofilaria y angiostrongylus)
• Grupo 6: multifactorial o mecanis-
mos poco claros
Fisiopatología:
La circulación pulmonar normal es un
sistema de baja presión y alta capaci-
dad con una resistencia de aproxima-
damente una décima parte de la de la
circulación sistémica. Cualquier pro-
ceso patológico que aumente la resis-
tencia vascular pulmonar provocará
aumentos en la presión arterial pulmo-
nar. La HP crónica provoca una remo-
delación vascular progresiva y perma-
nente, mientras que la aguda puede
ser reversible.
A nivel neuroendocrino, la hipertensión
pulmonar es secundaria a un desequi-
librio entre los vasoconstrictores y va-
sodilatadores arteriales pulmonares,
endógenos y exógenos, que da como
resultado una proliferación de la íntima
de la arterial pulmonar, hipertrofia de
la media, vasoconstricción y trombosis.
La endotelina es un potente vasocons-
trictor que estimula la proliferación en-
dotelial, mientras que el óxido nítrico y
las prostaglandinas son vasodilatado-
res que inhiben la proliferación. Cuan-
do las células endoteliales están enfer-
mas, los niveles de endotelina son altos
y los de óxido nítrico y prostaglandinas
son bajos. También hay otros medido-
res como la serotonina, el factor de cre-
cimiento endotelial vascular y factores
inducibles por hipoxia. Hay estudios
en curso sobre factores genéticos que
puedan estar asociados a la HP.
La presión arterial pulmonar (PAP) y
la presión de cuña capilar pulmonar
(PCWP), se pueden medir directamen-
te, de forma no invasiva, y la RPV se
puede calcular a partir de estas dos
mediciones. La RVP (resistencia vascu-
Iolanda Navalón
lar periférica) la podremos utilizar para
distinguir la HP precapilar de la postca-
pilar y se puede calcular a partir de:
RPV = (mPAP – PCWP) x 80/GC (gasto
cardiaco)
La HP puede clasificarse como HP Ar-
terial (HPA) (pre-capilar) o HP Venosa
HPV (post-capilar). La HAP o precapilar,
ocurre cuando hay una elevación de la
PAP, como resultado de un aumento
de la RVP, con una presión del atrio iz-
quierdo normal (que corresponde con
una PCWP - presión de cuña capilar pul-
monar normal). Por otro lado, la HVP
o post-capilar refleja un aumento de la
PAP secundario a un aumento pasivo
de la presión de AI, como resultado de
un aumento de la PCWP (≥ 15 mmHg)
y con una RVP normal. El concepto de
HAP precapilar reactiva suele ocurrir
en enfermedad cardiaca crónica de
lado izquierdo, en este caso hay un au-
mento de la PAP debido a un aumento
de la PCWP y de la RVP. La hiperten-
sión pulmonar se ha asociado con un
estado protrombótico. El aumento de
tromboxano y de factor tisular, con la
reducción de óxido nítrico, prostacicli-
na y trombomodulina predisponen a
un estado protrombótico.
Reseña y signos clínicos
La HP ocurre con mayor frecuencia en
perros de razas pequeñas y edad avan-
zada. El West Highland white terrier es
una raza predispuesta debido al riesgo
a enfermedades intersticiales pulmo-
nares. Se cree que es más frecuente en
hembras que en machos. Como la HP
de leve a moderada puede ser asinto-
mática, la enfermedad se presenta con
mayor frecuencia en etapas más avan-
zadas y predominan los signos de en-
fermedad respiratoria y / o insuficien-
cia cardíaca derecha.
Los signos clínicos más frecuentes son
intolerancia al ejercicio, tos, dificultad
respiratoria y síncopes. En medicina
humana, el síncope se considera un
indicador de mal pronóstico. Puede
haber signos de insuficiencia cardíaca
derecha como ascitis, soplo cardíaco
del lado derecho y venas yugulares dis-
tendidas. También puede auscultarse
soplo izquierdo basal si hay enferme-
dad cardiaca izquierda con HP posca-
pilar. Cianosis en casos de desviación
de sangre de derecha a izquierda o en-
fermedad pulmonar grave. Desafortu-
nadamente, la HP rara vez se reconoce
en las etapas agudas, así que muchas
veces en el momento del diagnóstico la
enfermedad ya es grave permanente.
Diagnóstico
Las pruebas diagnósticas en casos sos-
pechosos se harán con dos objetivos
principales, uno es evaluar la probabi-
lidad de HP mediante ecocardiografía
y otro, determinar la causa subyacente
siempre que sea posible.
Debe realizarse una analítica general
que incluya un hemograma comple-
to, un perfil bioquímico, un análisis de
orina y una prueba de dirofilariosis
(sobre todo en zonas endémicas). Las
radiografías de tórax pueden manifes-
tar enfermedad pulmonar primaria y /
o agrandamiento del corazón derecho.
Aumento del tamaño de la arteria pul-
monar entre la 1 y las 2h, en la vista
dorso-ventral. Pueden verse anomalías
vasculares pulmonares, como arterias
pulmonares tortuosas, especialmente
casos de dirofilaria. Un aumento mar-
cado de la arteria pulmonar debería
aumentar la sospecha de hipertensión
pulmonar.También se pueden ver alte-
raciones de parénquima pulmonar o
bronquiales que podrían ser la causa
primaria. Una dilatación notable de la
Vetmadrid 2022 | 257
aurícula izquierda y infiltrados pulmona-
res en las regiones perihiliar caudo-dor-
sal pueden ser compatibles con ICC iz-
quierda y una posible HP poscapilar.
La ecocardiografía puede evidenciar
cambios del corazón derecho compa-
tibles con HP, puede haber desviación
de sangre intracardiaca y, en muchos
casos, se puede hacer una estimación
de la presión de la arteria pulmonar
para permitir un diagnóstico clínico.
En ausencia de obstrucción del tracto
de salida del ventrículo derecho (VD)
la estimación de la PAP sistólica puede
cuantificarse con la velocidad máxima
de regurgitación de la tricúspide (VRT) y
el gradiente de presión (PG) entre el VD
y la aurícula derecha (AD), utilizando la
ecuación de Bernoulli simplificada (PG
= 4 × velocidad [m / s]).
Hay diferentes puntos anatómicos a
valorar que son signos ecocardiográ-
ficos de HP, como agrandamiento con
dilatación o hipertrofia del ventrículo
derecho, aplanamiento del tabique,
insuficiencia de la válvula tricúspide, in-
suficiencia pulmonar y agrandamiento
de la arteria pulmonar pueden apoyar
el diagnóstico de HP. Los intervalos de
los tiempos sistólicos del ventrículo de-
recho (AT:ET ratio ≤0.31 y AT ≤ 58 ms).
Índice de RPAD < 30%, Doppler tisular,
ratio AP/Ao, o el índice Tei del rendi-
miento miocárdico, también darán so-
porte al diagnóstico.
Según los resultados podemos plan-
tearnos otras pruebas diagnósticas
para indagar en otras enfermedades
(broncopulmonares o secundarias a
problemas de trombosis pulmonar,
embolias o tromboembolismo), como
broncoscopias, BAL, citologías, biopsia
pulmonar o test de enfermedades in-
fecciosas.
258 | Hipertensión pulmonar en perros
Tratamiento
Los objetivos principales son identifi-
car y tratar la enfermedad subyacente
(si es posible) y reducir la HP a un nivel
que mejore la calidad de vida del pa-
ciente. Se recomienda una restricción
de ejercicio. Prevención de patógenos
respiratorios contagiosos mediante va-
cunas, control de enfermedades para-
sitarias (Dirofilaria y Angiostrongylus)
mediante profilaxis en áreas endémi-
cas. Evitar el embarazo (debido a la po-
sibilidad de exacerbar la HP y debido a
la posibilidad de transmisión de genes
contribuyentes). Evitar grandes alturas
y viajes aéreos o procedimientos anes-
tésicos no esenciales, si es posible.
El tratamiento de elección en perros es
el sildenafil, que es un inhibidor de la
fosfodiesterasa 5 (PDE5). La PDE5 está
muy concentrada en los vasos pulmo-
nares y degrada el cGMP. La administra-
ción de un inhibidor de la PDE5 aumen-
ta los niveles de cGMP, lo que promueve
la vasodilatación. Varios estudios han
demostrado que el sildenafil disminuye
eficazmente la presión arterial pulmo-
nar sistólica desde el inicio, mejora la ca-
pacidad de ejercicio y la calidad de vida
del paciente. La dosis recomendada es
de 1-3 mg / kg VO cada 8-12 horas.
Más recientemente, el tadalafil se ha
convertido en una alternativa atractiva,
con una vida media más larga, lo que
permite una dosificación de 24 horas,
un mejor cumplimiento y, en algunos
casos, un menor costo. En un estudio
aleatorio doble ciego que comparó sil-
denafil y tadalafil en perros con HP, la
inhibición de PDE5 fue segura y me-
joró la calidad de vida sin demostrar
superioridad de uno sobre el otro. En
pacientes con HP post-capilar, con ede-
ma pulmonar, la administración de un
vasodilatador de la arteria pulmonar
Iolanda Navalón
puede aumentar el gasto cardíaco del
corazón derecho, aumentando de for-
ma aguda el retorno venoso pulmonar
a la AI, la presión venosa y capilar pul-
monar, lo que empeoraría el edema.
Por lo tanto, primero debe tratarse la
ICC antes de administrar sildenafil.
Otros tratamientos como:
Pimobendan: es un PDE3i oral con pro-
piedades vasodilatadoras inotrópicas
y sistémicas positivas. Si bien el pimo-
bendan puede considerarse una terapia
para perros con HP del Grupo II, no es
una terapia eficaz para otros tipos de HP.
Inhibidores de la tirosina quinasa (p. Ej.,
Toceranib, imatinib): provocan vasodi-
latación de la AP al inhibir la activación
del factor de crecimiento derivado de
plaquetas al impedir la fosforilación del
receptor tirosina quinasa. En perros,
sólo hay un único estudio.
Bosentan: es un antagonista de la en-
dotelina. Disminuye la remodelación
vascular de la HP, mejora la función del
miocardio y disminuye la remodelación
ventricular, pero son muy caros y esto
limita su uso en animales.
L-arginina: es un aminoácido esencial,
junto con el oxígeno, para la produc-
ción de NO. Ningún estudio clínico en
perros ha demostrado beneficios.
La monitorización debe hacerse según
la mejoría clínica y la progresión. Debe
identificarse cualquier causa subyacen-
te, para poder ser tratada y monitoriza-
da simultáneamente.
Pronóstico
El pronóstico es variable y va a depender
de cómo lo tratemos y la respuesta al
tratamiento de la enfermedad subyacen-
te. Muchas veces como el diagnóstico es
tardío y no hay opción a trasplante pul-
monar como en humana, la HP se asocia
a mal pronóstico. Por ello, es importante
que el diagnóstico sea precoz, siendo re-
comendables los controles ecocardiográ-
ficos en animales predisponentes.
Bibliografía
1. Reinero C, Visser LC, Kellihan HB, et al.
ACVIM consensus statement guidelines for
the diagnosis, classification, treatment, and
monitoring of pulmonary hypertension in
dogs. J Vet Intern Med. Published online Fe-
bruary 17, 2020.
2. Simonneau G, Gatzoulis MA, Adatia I, et
al. Updated clinical classification of pul-
monary hypertension. J Am Coll Cardiol.
2013;62:D34–41.
3. Abbott JA, Gentile-Solomon JM. Measure-
ment Variation and Repeatability of Echo-
cardiographic Variables Used to Estimate
Pulmonary Artery Pressure in Dogs. J Vet
Intern Med. 2017;31(6):1622-1628.
4. Soydan LC, Kellihan HB, Bates ML, et al.
Accuracy of Doppler echocardiographic es-
timates of pulmonary artery pressures in a
canine model of pulmonary hypertension. J
Vet Cardiol. 2015;17(1):13-24.
5. Kellihan HB, Stepien RL. Pulmonary
Hypertension in Dogs: Diagnosis and The-
rapy. Vet Clin North Am Small Anim Pract.
2010;40(4):623-641.
6. Kellum HB, Stepien RL. Sildenafil Citrate
Therapy in 22 Dogs with Pulmonary Hyper-
tension. J Vet Intern Med 2007;24:850–854
7. Jaffey JA, Leach SB, Kong LR, Wiggen KE,
Bender SB, Reinero CR. Clinical efficacy of
tadalafil compared to sildenafil in treat-
ment of moderate to severe canine pulmo-
nary hypertension: a pilot study. J Vet Car-
diol. 2019;24:7-19.
8. Murphy LA, et al: Retrospective evalua-
tion of pimobendan and sildenafil therapy
for severe pulmonary hypertension due to
lung disease and hypoxia in 28 dogs (2007-
2013. Vet Med Sci 2016 Vol 3 (2) pp 99-106.
Vetmadrid 2022 | 259
 MANEJO DE INSUFICIENCIA CARDIACA CONGESTIVA
EN PERROS GERIÁTRICOS

Iolanda Navalón
Lda. Veterinaria, Diplomada ECVIM-Ca Cardiologia,
Acreditada Cardiologia AVEPA
AniCura ArsVeterinaria - c/.Cavallers 37, Barcelona

Los pacientes con insuficiencia cardiaca cuenta y con el tratamiento intentar

congestiva presentan sintomatología mejorar también la perfusión.
clínica debido a la retención excesiva
de líquidos como consecuencia de una Tratamiento agudo (Estadio
enfermedad cardiaca. El corazón no
C1 del ACVIM)
tiene un llenado adecuado, y todo ello
Hay pocos estudios disponibles sobre
conduce a una cascada de respuestas
la eficacia de los tratamientos médicos
compensatorias neuroendocrinas. La
para la insuficiencia cardiaca aguda y
estimulación crónica de estas vías da
las modalidades de tratamiento se ba-
como resultado la retención de líqui-
san a menudo en la experiencia clínica.
dos, lo que llevará a una expansión del
La terapia aguda para la ICC suele re-
volumen de líquido circulante, el cual
querir hospitalización y suele ir dirigida
quedará retenido principalmente a ni-
a aliviar rápidamente la sintomatología
vel venoso. Todo ello irá evolucionando
clínica, regulando el estado hemodiná-
a un aumento de presiones capilares y
mico del paciente.
venosas, que cuando son muy eleva-
das, no será posible retener ese líquido
El tratamiento se basa en medidas far-
dentro de los vasos y se filtrará hacia
macológicas y otras no farmacéuticas
los tejidos en forma de edema, o hacia
como la suplementación de oxígeno
las cavidades corporales en forma de
durante las primeras 12-18 horas. La
derrame pleural o ascitis. Cuando un
sedación puede ayudar a minimizar el
paciente muestra signos clínicos como
estrés en estos animales. Por ejemplo,
consecuencia de esta retención excesi-
una dosis de butorfanol en dosis de 0,2
va de líquido, podemos hablar de sig-
a 0,3 mg / kg por vía intramuscular o
nos de insuficiencia cardíaca congesti-
subcutánea, podría estar indicada.
va (ICC).
El tratamiento más eficaz para contro-
Algunos pacientes con ICC también
lar los signos de congestión son los diu-
pueden tener a la vez signos de gasto
réticos, con o sin la administración si-
cardíaco inadecuado, con una mala
multánea de agentes vasodilatadores.
perfusión como palidez, extremidades
Es de esperar que reduzcan el volumen
frías, debilidad, letargo y signos de hi-
de líquido circulante y, a través de la
potensión. Esto es importante, porque
dilatación de las venas, aumentan la
los fármacos que probablemente se
capacidad venosa para retener líquido
utilizan para controlar la insuficiencia
a presiones más bajas. Todo esto de-
cardíaca congestiva, podrían empeorar
bería reducir la presión venosa y evitar
los signos de bajo gasto cardiaco, por
que el líquido se escape de los capila-
lo tanto es algo que debemos tener en
260 |
Iolanda Navalón
res. El edema será reabsorbido a nivel
intravascular y se reducirán los signos
clínicos.
El diurético más utilizado es la furose-
mida. Tiene un amplio rango de dosis
y se puede administrar por una amplia
variedad de vías. En el contexto de in-
suficiencia cardíaca aguda, es preferi-
ble la administración intravenosa, ya
que el inicio de la acción será más rápi-
do. Por lo general, se inicia como bolos
intravenosos de 1 a 2 mg / kg cada 6 a 8
h. En pacientes con signos graves o en
aquellos que han desarrollado signos
de congestión a pesar de estar toman-
do ya diuréticos, pueden ser necesarias
dosis más altas e intervalos más cortos
entre dosis. Se pueden administrar do-
sis de 4 mg / kg como inyecciones en
bolo repetidas con intervalos de tan
solo 1 hora entre dosis. La furosemida
también puede administrarse en infu-
sión continua a velocidad constante.
Recientemente se ha publicado el es-
tudio CARPODIEM, donde se evidencia
que la torasemida no tiene menor efecto
que la furosemida como tratamiento de
primera línea en ICC en EDVM. Además,
también describen que la torasemida
disminuye el riesgo de muerte cardiaca
en comparación con la furosemida.
También es importante el tratamiento
con pimobendan que combina su efec-
to vasodilatador con un efecto inotrópi-
co positivo, actuando a través de la in-
hibición de la fosfodiesterasa III. Es un
fármaco seguro y se administra vía oral
a una dosis de 0.25 - 0.3 mg/Kg/12h o
bien por vía intravenosa a 0.15 mg/Kg.
Los IECA’s se han estudiado en muchas
ocasiones pero su eficacia y seguridad
en ICC aguda no está clara del todo y
no se llegó a un consenso en el ACVIM,
de su uso.
Otros fármacos que podrían ser útiles
en este estadio serían la dobutamina,
como simpaticomimético que mejora
el rendimiento cardiaco y tiene relativa-
mente poco efecto sobre la frecuencia
cardíaca. La hidralazina como dilatador
arteriolar, ayuda a reducir la poscarga
y a mejorar el gasto cardiaco. Una in-
fusión continua de nitroprusiato sódico
(con efectos tanto arteriodilatadores,
como venodilatadores), en casos de
edema pulmonar muy severo, que no
responden a los diuréticos, ni a pimo-
bendan, o que lo hacen parcialmente.
Deben administrarse con una monito-
rización estricta.
Cuando hay derrame pleural, se obten-
drá una rápida mejoría mediante tora-
cocentesis, consiguiendo vaciar líquido
y mejorando la respiración. Hay que
tener en cuenta que los diuréticos se-
rán de poca efectividad movilizando lí-
quidos de cavidades, y un uso excesivo,
sólo nos llevaría a deshidratación y a
anormalidades electrolíticas. En el caso
que haya un gran volumen ascítico que
puede llegar a causar molestias respi-
ratorias, la abdominocentesis también
puede ser de ayuda.
Cuando la frecuencia respiratoria está
en unas 30 respiraciones por minuto, a
la mayoría de los animales se les pue-
de retirar el oxígeno y podemos pasar
a medicación oral. Debe hacerse una
monitorización de función renal y elec-
trolitos, medición de la presión arterial
sistólica, peso corporal y producción de
orina. También es útil repetir las radio-
grafías torácicas a las 24 horas del in-
greso y ver su mejoría y resolución.
Una vez conseguidos los objetivos con
el tratamiento agudo hospitalario los
pacientes deberán seguir una terapia
crónica en casa. La mayoría de los pe-
rros son dados de alta a las 24 horas,
Vetmadrid 2022 | 261
aunque los casos graves pueden re-
querir algo más de tiempo. Por lo ge-
neral se programa una visita de control
a los 5-7 días, para volver a controlar
función renal y electrolitos, después de
la terapia iniciada.
Tratamiento crónico (estadio
C2 del ACVIM)
La terapia en casa será con IECA’s, furo-
semida (torasemida) como diuréticos,
espironolactona como cardioprotector,
diurético y ahorrador de K+ y pimoben-
dan como inodilatador.
La dosis inicial de terapia domiciliaria
de furosemida suele ser de unos 2 mg /
kg VO cada 12 h, aunque en casos más
graves pueden utilizarse dosis más al-
tas. Se recomienda precaución en el
uso de diuréticos si la creatinina sérica
está por encima de 2.3 mg/dl.
Por lo general, el enalapril puede admi-
nistrarse a una dosis de 0.25-0.5 mg/
Kg/12h, si la función renal es normal,
si hay azotemia moderada o si la fun-
ción renal está en el límite, entonces se
utiliza una dosis más baja, de 0,1 mg /
kg y se aumenta gradualmente depen-
diendo de los parámetros renales. Esto
debe tenerse en cuenta en especial en
pacientes geriátrico donde es posible
que la función renal pueda estar más
afectada.
El pimobendan se administra a razón
de 0,25 – 0,3 mg / kg VO cada 12 h. La
espironolactona se administra en una
dosis de 0,5 a 1,5 mg / kg VO cada 12 h
(sabiendo que la eficacia de este fárma-
co en el perro es incierta), no obstante
la mayoría de autores que la añaden a
la terapia convencional, ya que es un
fármaco que no es caro, que tiene un
beneficio teórico y no tiene demasia-
dos efectos secundarios.
262 | Manejo de insuficiencia cardiaca congestiva en perros geriátricos
Pueden ser necesarias terapias adicio-
nales para arritmias, hipertensión sis-
témica, hipertensión pulmonar, etc. El
riesgo de enfermedad tromboembólica
en perros con enfermedad cardíaca
es extremadamente bajo; como tal, la
tromboprofilaxis no se realiza en pe-
rros como se hace en gatos.
Las recomendaciones en cuanto a la
dieta en animales que han sufrido un
primer episodio de ICC será no aña-
dir sodio a la alimentación, como por
ejemplo con golosinas o extras aña-
didos. No obstante, deben evitarse
cambios drásticos de dieta, el animal
debe adaptarse a un nuevo régimen
de medicación, y esto ya conlleva una
dificultad. También hay que tener en
cuenta que los perros con ICC pueden
tener fluctuaciones en cuanto al apeti-
to, que en algunas ocasiones los puede
llevar a desarrollar caquexia cardíaca.
Por lo tanto, el objetivo principal debe
ser mantener una ingesta adecuada de
calorías y nutrientes, en lugar de insistir
en una dieta baja en sodio.
Estadio D del ACVIM
Son los casos más avanzados, con in-
suficiencia cardiaca en etapa terminal,
que sufren signos clínicos que son re-
fractarios a la terapia estándar o que
tienen comorbilidades que complican
mucho su manejo (enfermedad renal,
hipertensión arterial sistémica, hiper-
tensión pulmonar, arritmias comple-
jas, etc.). Estos pacientes requieren
estrategias de tratamiento avanzadas
o especializadas para permanecer clí-
nicamente estables, es decir, tener
una calidad de vida adecuada. Las re-
comendaciones son específicas de los
síntomas y deben ser individualizadas
y respaldadas por un seguimiento pro-
gramado y consentimiento del cliente.
Esto puede dar como resultado la nece-
Iolanda Navalón
sidad de dosis más altas de los fárma-
cos ya utilizados en el estadio C.
• El pimobendan puede darse a la do-
sificación no autorizada de 0,3 mg /
kg cada 8 h VO
• En algunos perros, la enfermedad
se vuelve resistente a la furosemi-
da, entonces se puede incrementar
la frecuencia de dosificación, (TID o
QID, si los propietarios puedan ad-
ministrarlo), o incluso mediante la
sustitución de una dosis al día con
furosemida subcutánea. También
pueden añadirse diuréticos como
la hidroclorotiazida (1-2mg/kg SID
o BID) o espironolactona (2 mg/Kg
SID) o mediante la sustitución de
una o más dosis al día con torasemi-
da, a una dosis de 0.1 veces la dosis
de furosemida.
Los perros que reciben estas dosis altas
de diuréticos tienen un alto riesgo de
desarrollar disfunción renal por lo que,
la monitorización a ese nivel debe ser
más estricta y el cliente debe ser infor-
mado de los riesgos.
• El amlodipino, como vasodilatador
arterial, puede ser beneficioso para
perros con insuficiencia cardíaca re-
fractaria o presiones arteriales sis-
témicas elevadas.
• El sildenafilo en casos de hiperten-
sión pulmonar severa o moderada
sintomática, siempre después de
dar una terapia óptima para la insu-
ficiencia cardiaca.
Bibliografía
1. Bruce W Keene et.al, ACVIM consensus gui-
delines for the diagnosis and treatment of
myxomatous mitral valve disease in dogs. J
Vet Intern Med. 2019 May; 33(3):1127-1140
2. Boswood A, Haggstrom J, Gordon SG, et
al. Effect of pimobendan in dogs with pre-
clinical myxomatous mitral valve disea-
se and cardiomegaly: the EPIC study—a
randomized clinical trial. J Vet Intern Med.
2016;30(6):1765–1779.
3. Boswood A, Longitudinal Analysis of Qua-
lity of Life, Clinical, Radiographic, Echocar-
diographic, and Laboratory Variables in
Dogs with Preclinical Myxomatous Mitral
Valve Disease Receiving Pimobendan or
Placebo: The EPIC Study. J Vet Intern Med
2018;32:72–85.
4. Acute and short-term hemodynamic,
echocardiographic, and clinical effects of
enalapril maleate in dogs with naturally ac-
quired heart failure: results of the Invasive
Multicenter PROspective Veterinary Evalua-
tion of Enalapril study. The IMPROVE Study
Group. J Vet Intern Med. 1995;9(4):234–242.
5. The effect of benazepril on survival times
and clinical signs of dogs with congestive
heart failure: Results of a multicenter, pros-
pective, randomized, double-blinded, place-
bo-controlled, long-term clinical trial. J Vet
Cardiol. 1999;1(1):7–18.
6. Haggstrom J, Boswood A, O’Grady M, et
al. Effect of pimobendan or benazepril hy-
drochloride on survival times in dogs with
congestive heart failure caused by natu-
rally occurring myxomatous mitral valve
disease: the QUEST study. J Vet Intern Med.
2008;22(5):1124–1135.
7. Bernay F, Bland JM, Haggstrom J, et al. Effi-
cacy of spironolactone on survival in dogs
with naturally occurring mitral regurgitation
caused by myxomatous mitral valve disease.
J Vet Intern Med. 2010;24(2):331–341.
8. M. Borgarelli et.al. DELay of Appearance
of symptoms of Canine Degenerative Mitral
Valve Disease Treated with Spironolactone
and Benazepril: the DELAY Study. J. Vet Car-
diol. February 2020;27(0):34-53.
9. Besche, B, et.al., Efficacy of oral torase-
mide in dogs with degenerative mitral val-
ve disease and new onset congestive heart
failure: The CARPODIEM study, J Vet Intern
Med. 2020;34:1746–1758.
Vetmadrid 2022 | 263
NEOPLASIAS CARDÍACAS MÁS FRECUENTES, MANEJO
Iolanda Navalón
Lda. Veterinaria, Diplomada ECVIM-Ca Cardiologia,
Acreditada Cardiologia AVEPA
AniCura ArsVeterinaria - c/.Cavallers 37, Barcelona
Las neoplasias cardiacas no son muy
comunes en perros. Los tumores car-
díacos y a nivel pericárdico pueden lo-
calizarse tanto dentro como alrededor
del corazón. Los tumores primarios
más comunes son los hemangiosarco-
mas (69%), seguidos por los tumores
de base aórtica o quemodectomas, el
linfoma y el carcinoma ectópico tiroi-
deo. Hay otros descritos con menor
frecuencia como los rabdomioma,
rabdomiosarcoma, mixoma, mixosar-
coma, leiomiosarcoma mesotelioma,
entre otros.
Los tumores secundarios incluyen
aquellos que han hecho metástasis
desde otras localizaciones anatómicas
o son parte de una neoplasia multicén-
trica. Las neoplasias metastásicas del
corazón suelen presentarse en el sep-
to interventricular y en la pared libre
del ventrículo izquierdo. Los tumores
metastásicos en perros incluyen car-
cinomas, linfoma, hemangiosarcoma,
melanoma, sarcoma histiocítico y otros
sarcomas. En el caso de tumores multi-
céntricos, es difícil saber si son tumores
no cardíacos que han hecho metástasis
al corazón o si son primarios cardiacos
que han hecho metástasis a otros luga-
res. Los tumores cardíacos secundarios
pueden afectar a cualquier raza.
Las neoplasias cardíacas ocurren con
mayor frecuencia en perros geriátricos
o de edad media, con excepción del
264 |
linfoma que puede afectar a pacientes
más jóvenes.
El hemangiosarcoma (HSA) es un tu-
mor muy agresivo de células endotelia-
les malignas. La etiología en perros no
está clara, se han sugerido causas hor-
monales y también causas genéticas,
como hace pensar la predisposición
racial en Pastor alemán, Golden Retrie-
vers, Boxers, Bulldogs, Boston Terriers
y Scottish Terriers, como más frecuen-
tes. El diagnóstico, que es normalmen-
te presuntivo, se basa en los hallazgos
ecográficos y radiográficos y por su
ubicación anatómica. Suele presen-
tarse como una masa en aurícula y/o
orejuela derecha. A veces puede verse
también asociado a masas esplénicas.
Los quemodectomas tienen un com-
portamiento más benigno con una
baja incidencia de metástasis, algunos
pueden ser incluso asintomáticos. Los
braquiocefálicos, son razas predispo-
nentes a quemodectoma, en un inicio
se sugirió que una situación de hipoxia
crónica podría estimular a la prolife-
ración de las de células quimiorrecep-
toras y, posteriormente, dar lugar a
tumores neuroendocrinos de la base
del corazón. Esta hipótesis nunca se ha
probado y, en cambio, se piensa que es
más probable que haya una causa ge-
nética.
El sitio más común donde se describen
los quemodectomas es en la pared de
Iolanda Navalón
la aorta ascendente, a nivel de la base
cardiaca. Son tumores no funcionales
de células paragangliales. Por el con-
trario los paragangliomas, que surgen
de células paragangliales, son funcio-
nales y mucho menos frecuentes en la
literatura.
El mesotelioma surge de las células
mesoteliales que recubren las superfi-
cies pleural, peritoneal y pericárdica. Es
frecuente que se asocien a efusiones
malignas. Es un tumor muy poco co-
mún en perros y su epidemiología no
está bien estudiada. Se cree que la irri-
tación crónica del pericárdico o de las
pleuras, promueve la transformación
y proliferación de células mesoteliales
anormales.
Diagnóstico
Los tumores cardíacos pueden no pre-
sentar ningún tipo de sintomatología
clínica, a no ser que vayan asociados a
derrame pericárdico o taponamiento
cardiaco. En este caso sí que podemos
ver en la exploración física pacientes
con debilidad, membranas mucosas
pálidas, taquicardia, arritmias, hipoten-
sión, pulsos débiles o déficit del pul-
so, pulso paradójico, ruidos cardíacos
amortiguados, distensión venosa yugu-
lar, taquipnea / disnea, tos y abdomen
distendido por ascitis asociada con in-
suficiencia cardíaca derecha.
Las masas cardíacas pueden ser difíci-
les de detectar e, incluso después de
la detección, tener un diagnóstico de-
finitivo no siempre es posible, ya que
la toma de muestras no es un procedi-
miento de rutina y tiene un riesgo po-
tencial a arritmias y hemorragias.
Pueden realizarse biopsias endomio-
cárdicas transvenosas, biopsias por to-
racoscópia o a tórax abierto, que sería
lo que podría proporcionar un diagnós-
tico histopatológico.
En el electrocardiograma podemos
ver complejos QRS de amplitud dis-
minuida, alternancia eléctrica (solo se
observa con grandes derrames y ba-
lanceo rítmico del corazón), o elevación
del segmento ST (la menos común y
representa lesión epicárdica por peri-
carditis). Es típica la taquicardia sinusal,
pero también puede haber reflejo vagal
que dé como resultado arritmia sinusal
o bradiarritmias. Se pueden observar
arritmias auriculares y ventriculares
secundarias a afectación miocárdica,
isquemia o cardiopatía primaria concu-
rrente. Por lo tanto, son hallazgos muy
inespecíficos.
Cuando hay derrame pericárdico, se
puede analizar el líquido pericárdico a
nivel bioquímico y citológico, aunque
normalmente el examen es de poca
utilidad dependerá de la capacidad de
exfoliación del tumor. Las neoplasias
no exfolian a menudo y hay una ten-
dencia a sobreinterpretar las células
mesoteliales reactivas, como neoplási-
cas. En casos de derrame pericárdico
con un hematocrito < 10% hay una ma-
yor probabilidad diagnóstica.
Las troponinas cardíacas pueden au-
mentar debido a isquemia miocárdica,
inflamación o especialmente en casos
de neoplasia cardíaca. Se ha visto que
la troponina I es mayor en perros con
HSA cardiaco que los que tienen HSA en
otras localizaciones, perros con otras
neoplasias cardiacas o los que tienen
derrame pericárdico por otra causa. En
casos de derrame pericárdico, la tro-
ponina I aumenta no sólo en el plasma
sino también en la efusión pericárdica.
La ecocardiografía bidimensional es
una prueba diagnóstica muy sensible
Vetmadrid 2022 | 265
y no invasiva para detectar tumores
cardíacos, tiene una especificidad del
100% y una sensibilidad del 82%. La
menor sensibilidad se debe a la pre-
sencia de masas pequeñas, masas en
lugares que no se visualizan fácilmente
o masas compuestas por tejidos simi-
lares a las estructuras cardíacas nor-
males. Las neoplasias pueden alterar
las relaciones anatómicas habituales
de los órganos dentro de la caja toráci-
ca, por ello debemos hacer un examen
desde varias proyecciones y distintos
cortes, incluso no convencionales, para
intentar optimizar las imágenes y las
características de la masa.
Gracias a la ecocardiografía podemos
visualizar y localizar la masa neoplási-
ca, determinar su tamaño, movilidad y
relación con otras estructuras cardía-
cas. Es una prueba rápida y no requie-
re anestesia. También nos permite ver
la presencia de alteraciones inducidas
por masas o tumores, como derrame
pericárdico, compresión de cámaras o
vasos de entrada, distorsión de las pa-
redes ventriculares y alteraciones de la
motilidad valvular. El estudio Doppler
puede proporcionar una evaluación
cuantitativa de cualquier cambio he-
modinámico resultante.
El derrame pericárdico ofrece una ven-
taja diagnóstica, ya que permite una
mejor visualización de tumores sólidos
epicárdicos o pericárdicos, por lo tanto,
el derrame debe drenarse después de
haber hecho una valoración completa
en busca de tumores, siempre y cuando
el paciente esté hemodinámicamente
estable y no requiera una estabilización
inmediata. Las masas intracardiacas se
destacan por la hipoecogenicidad de la
sangre circundante. Los tumores en la
base del corazón, por otro lado, dada la
posición dorsal, pueden ser difíciles de
266 | Neoplasias cardíacas más frecuentes, manejo
detectar si son pequeños y no se aso-
cian con derrame pericárdico. En estos
casos, la vista paraesternal craneal iz-
quierda puede permitir una visualiza-
ción óptima de la región de la aorta as-
cendente y las áreas circundantes. Los
tumores de la pared auricular derecha
y la unión auriculoventricular derecha
se examinan principalmente desde las
vistas apical izquierda y paraesternal
derecha. La región de la aurícula de-
recha en el perro puede ser difícil de
visualizar sin derrame pericárdico y
puede requerir vistas modificadas para
optimizar la investigación.
Otras pruebas de imagen como el TC o
la RM también pueden ser útiles, aun-
que ninguna de las dos mejora la pre-
cisión del diagnóstico ecocardiográfico,
salvo por el hecho que permiten una
valoración de posibles metástasis pul-
monares, sobre todo en el caso del TC
.
Tratamiento
Existen varias opciones de tratamiento
como la cirugía, la quimioterapia, la ra-
dioterapia, además del tratamiento sin-
tomático en pacientes que se presen-
tan con taponamiento cardiaco, como
es la pericardiocentesis.
La falta de un diagnóstico definitivo
en la mayoría de los casos hace que
en muchas ocasiones los pacientes no
puedan recibir el tratamiento más ade-
cuado. Sin tratamiento, el pronóstico
puede ser variable, aunque general-
mente es reservado. La pericardiocen-
tesis como monoterapia también se
asocia a resultados desfavorables.
La pericardiectomía podría ser más
ventajosa que la pericardiocentesis, de-
bido a la disminución en la recurrencia
de los signos clínicos. El hecho de que
un paciente presente derrame pericár-
Iolanda Navalón
dico es una de las principales causas de
muerte o eutanasia. En el caso de HSA
la recurrencia del derrame pericárdico
no parece verse afectada por el hecho
que se haga o no pericardiectomía, no
obstante, hay que tener en cuenta que
hablamos de diagnósticos presuntivos,
en la mayoría de los casos.
El hecho de hacer una cirugía, tanto por
toracoscopia, como por toracotomía,
nos puede permitir tomar una muestra
de biopsia de la masa o del pericardio,
que nos puede dar el diagnóstico en
algunos casos. También pueden pro-
porcionar una visualización adicional y
una mejor exploración del corazón. En
perros geriátricos puede ser tanto un
procedimiento diagnóstico como tera-
péutico.
La escisión quirúrgica del tumor sería
el tratamiento de elección para HSA,
siempre que la ubicación del tumor lo
permita. Además, hay la posibilidad de
asociar un tratamiento quimioterápico,
aunque los estudios publicados no han
dado buenos resultados.
En el caso de tumores de base aórtica
la cirugía no es posible ya que son in-
vasivos localmente. En estos casos se
recomienda la pericardiectomía con el
fin de controlar mejor los signos clíni-
cos provocados por el derrame pericár-
dico y como son tumores de crecimien-
to más lento, aumenta la esperanza de
vida.
Hay un estudio publicado, donde se ad-
ministra tratamiento con fosfato de to-
ceranib (paladia) y los resultados dicen
que es un tratamiento eficaz y bien to-
lerado para los tumores de la base car-
diaca inoperables, incluidos los perros
con enfermedad avanzada o metastá-
sica. También está descrita la radiote-
rapia y puede utilizarse en este tipo de
tumor para reducir su tamaño, aunque
existen problemas relacionados con el
pronóstico y la lesión tisular colateral.
Pronóstico
El control adecuado del tumor primario
es a menudo difícil de lograr y esto li-
mita la supervivencia, particularmente
en casos con signos clínicos severos.
Sin tratamiento, el pronóstico de los tu-
mores cardíacos es variable, pero por
lo general es malo. Casi todos los estu-
dios de derrame pericárdico relaciona-
do con neoplasias muestran una media
de supervivencia de <5 meses.
Mientras que el quemodectoma tiene
un crecimiento lento y por tanto, ge-
neralmente la supervivencia es mayor,
en el HSA suele haber metástasis en el
momento del diagnóstico además de
causar hemorragias, empeorando mu-
cho el pronóstico.
Las masas malignas de la base del co-
razón tienden a invadir vasos locales o
linfáticos lo que dificulta la resección,
pero la bibliografía nos dice que, en
estos pacientes, el tiempo de supervi-
vencia aumenta mucho si se realiza la
pericardiectomía.
El mesotelioma puede extenderse al
espacio pleural y los estudios sobre su-
pervivencia han dado resultados muy
dispares.
Bibliografía
1. Boston SE, Higginson G and Monteith G.
Concurrent splenic and right atrial mass at
presentation in dogs with HSA: a retrospec-
tive study. Journal of the American Animal
Hospital Association 2011; 47: 336–341.
2. Ehrhart N, Ehrhart EJ, Willis J, Sisson D, Cons-
table P, Greenfield C, et al. Analysis of factors
Vetmadrid 2022 | 267
affecting survival in dogs with aortic body tu- with toceranib phosphate (Palladia): 2011-
mors. Veterinary Surgery 2002; 31: 44–48. 2018, Vet Comp Oncol. 2019 Dec;17(4):465-
3. Vicari ED, Brown DC, Holt DE and Broc- 471.
kman DJ. Survival times of and prognostic 11.E. Treggiari, et al, A descriptive review
indicators for dogs with heart base masses: of cardiac tumours indogs and cats, 2015
25 cases (1986–1999). Journal of the Ame- John Wiley & Sons Ltd, Veterinary and Com-
rican Veterinary Medical Association 2001; parative Oncology, doi: 10.1111/vco.12167
219: 485–487.
4. Keene BW, Rush JE, Cooley AJ and Subra-
manian R. Primary left ventricular heman-
giosarcoma diagnosed by endomyocardial
biopsy in a dog. Journal of the American
Veterinary Medical Association 1990; 197:
1501–1503.
5. Cagle LA, Epstein SE, Owens SD, Mellema
MS, Hopper K and Burton AG. Diagnostic
yield of cytologic analysis of pericardial
effusion in dogs. Journal of Veterinary Inter-
nal Medicine 2014; 28: 66–71.
6. Chun R, Kellihan HB, Henik RA and Stepien
RL. Comparison of plasma cardiac troponin
I concentrations among dogs with cardiac
hemangiosarcoma, noncardiac hemangio-
sarcoma, other neoplasms, and pericardial
effusion of nonhemangiosarcoma origin.
Journal of the American Veterinary Medical
Association 2010 237: 806–811.
7. Rajagopalan V, Jesty SA, Craig LE and
Gompf R. Comparison of presumptive
echocardiographic and definitive diag-
noses of cardiac tumors in dogs. Journal
of Veterinary Internal Medicine 2013; 27:
1092–1096.
8. Crumbaker DM, Rooney MB and Case JB.
Thoracoscopic subtotal pericardiectomy
and right atrial mass resection in a dog.
Journal of the American Veterinary Medical
Association 2010; 237: 551–554.
9. Ghaffari S, Pelio DC, Lange AJ, Arndt JW,
Chretin JD, Fiocchi SC, et al. A retrospective
evaluation of doxorubicin-based chemothe-
rapy for dogs with right atrial masses and
pericardial effusion. Journal of Small Ani-
mal Practice 2014; 55: 254–257
10. Felicia H Lew, et al, Retrospective evalua-
tion of canine heart base tumours treated

268 | Neoplasias cardíacas más frecuentes, manejo

Vetmadrid 2022 | 269
270 |
ETOLOGÍA

Vetmadrid 2022 | 271

 Tomàs Camps
Se licenció en Veterinaria y obtuvo sus
Masters en Etología Clínica en Pequeños
Animales y en Investigación Animal, así
como su Doctorado, en la Universidad
Autónoma de Barcelona (UAB). Es
diplomado por el Colegio Europeo
de Bienestar Animal y Medicina del
Comportamiento (ECAWBM).

Ha trabajado como veterinario etólogo en

la Fundación Hospital Clínic Veterinari
de la UAB, fue investigador y docente en
la misma Universidad (departamento de etología y bienestar
animal) desde 2009 hasta 2017. Actualmente es el director del
servicio de medicina de comportamiento y bienestar animal en
ETOVETS (Centro de referencia en Medicina del comportamiento
en Mallorca España).

Es co-autor de los libros “Cambios de comportamiento asociados

al dolor” – Servet (ed.), “Manual práctico de etología clínica en
el perro”, “Manual práctico de etología clínica en el gato” y del
“Manual práctico de etología clínica del perro para ATVs” –
Multimédica ediciones veterinarias (ed.).

Además, es ponente habitual en congresos tanto nacionales como

internacionales y es el presidente del Grupo de Especialidad en
Medicina del Comportamiento Animal deAVEPA (GEMCA).

Vetmadrid 2022 | 273

274 |
Tomàs Camps

CAMBIOS DE CONDUCTA CAUSADOS POR EL DOLOR

EN LA ETAPA GERIÁTRICA

Tomàs Camps.
DVM, MSc, Acred. AVEPA-GEMCA, Dip. ECAWBM. PhD.
Etovets: Medicina del comportamiento y bienestar animal. Palma (Illes Balears).
- tomas.camps@etovets.com

Introducción ción que implica cambios fisiológicos y

La International Association for the
Study of Pain (IASP) define el dolor como
una experiencia sensorial y emocional
desagradable asociada con un daño ti-
sular real o potencial, o descrita en tér-
minos de dicho daño. Esta nueva defini-
ción del dolor (2020) asume que tanto
las personas no hablantes, como los ani-
males, sufren dolor a pesar de no poder
expresarlo verbalmente. Es importante
destacar esta nueva definición porque
en esta charla abordaremos, precisa-
mente, los principales indicadores de
conducta para identificar los problemas
de dolor en los animales en general, y
en los geriátricos en particular.
El dolor es un mecanismo de protec-
de comportamiento que tienen como
finalidad reducir o evitar el daño tisular
y facilitar la recuperación del animal
Los cambios de comportamiento son
el signo de dolor más común. Estos
cambios de comportamiento inducidos
por el dolor pueden clasificarse en dos
grandes grupos, “pérdida de ciertos
comportamientos” y “aparición de de-
terminadas conductas” (ver Tabla 1).
Tanto la pérdida de estas conductas,
como la aparición de otras son indica-
dores de falta de bienestar del animal.
Por lo tanto, el dolor es siempre indi-
cador de falta de calidad de vida del
animal y, además, es una necesidad de
tratamiento.

Pérdida de conductas normales Aparición de “nuevas” conductas

Juego. Agresividad.
Ejercicio físico. Miedo/fobia.
Acicalamiento afiliativo. Conductas repetitivas patológicas.
Conducta de alimentación (35% disminución). Conducta de alimentación (35% aumento).
Descanso.
Tabla 1. Conductas asociadas a las patologías que cursan con dolor. Todas son indicadores
de falta de bienestar animal.
En las últimas décadas se ha observado aumentado enormemente en los últi-
un incrementado de la esperanza de mos años. Los problemas que cursan
vida de en los perros y gatos. Esto con- con dolor, especialmente el dolor cróni-
lleva a que cada vez haya más pacientes co, son más comunes en la edad geriá-
geriátricos en los centros veterinarios y trica. Desde un punto de vista clínicos,
que, por lo tanto, la prevalencia de los los problemas de comportamiento se
problemas asociados a la vejez haya definen como conductas que resultan

Vetmadrid 2022 | 275

molestas para los tutores. Además, es-
tas conductas pueden ser peligrosas
para el animal (u otros animales –como
la agresividad-) o las personas y suelen
afectar al bienestar del animal o las
personas que lo rodean. Sin embargo,
desde un punto de vista práctico, el
punto clave es que la conducta sea mo-
lesta para los tutores. Dicho en otras
palabras, si una conducta no es moles-
ta para la familia (aunque resulte ser
una conducta peligrosa o que afecta
al bienestar del animal), puede que no
se traduzca en una visita con el veteri-
nario. Esta definición arroja diferentes
escenarios en cuánto a los problemas
de conducta que se presentan (o llegan
a consulta) durante la vejez del animal.
1. El problema realmente aparece en
la vejez, pero se debe a un problema
médico. Cualquier problema médico
que curse con dolor, las neoplasias
o los problemas endocrinos, entre
muchos otros, pueden cambiar el
comportamiento del animal.
2. El problema de comportamiento
no ha aparecido en la vejez, pero
ha empeorado en la vejez y, por lo
tanto, la conducta que muestra el
animal ahora molesta a la familia e
intentan buscar ayuda. De nuevo,
las patologías médicas suelen cau-
sa común de empeoramiento de los
problemas de conducta y el dolor es
una de las más comunes según la
experiencia del autor.
3. El problema de comportamiento
no ha aparecido en la vejez, el ani-
mal muestra esa conducta desde
hace mucho tiempo y siempre con
la misma intensidad y/o frecuencia,
pero la familia ha disminuido su
umbral de tolerancia. Una situación
típica se da cuando la familia tiene
un niño pequeño y, por lo tanto, su
tolerancia de ciertas conductas del
276 | Cambios de conducta causados por el dolor en la etapa geriátrica
animal disminuye (por el riesgo que
hay para el niño).
4. El problema aparece realmente
en la vejez como consecuencia del
envejecimiento del animal. Este en-
vejecimiento puede ser fisiológico o
patológico (SDC) –ver otra charla del
autor-.
En otras palabras, es importante incluir
el dolor (o las patologías que cursan
con dolor) en el diagnóstico diferencial
de cualquier problema de conducta
(aunque el animal no muestre posturas
anómalas, cojeras, etc.) y, especialmen-
te, en los animales geriátricos.
El objetivo de esta charla es identificar
los principales cambios de comporta-
miento inducidos por dolor, sus impli-
caciones prácticas y algunos aspectos
importantes de su tratamiento desde el
punto de vista de la medicina del com-
portamiento.
Dolor y agresividad
El dolor puede inducir agresividad me-
diante varios mecanismos. Está amplia-
mente aceptado que puede producir
una reacción defensiva con la finalidad
de evitar el contacto físico para evitar
así un mayor daño. En otras palabras,
si un animal tiene una extremidad frac-
turada y alguien va a manipularla, con
toda probabilidad el animal puede re-
accionar de forma agresiva para evitar
dicha manipulación y más dolor. Desde
este punto de vista, la agresividad indu-
cida por dolor tiene una función adap-
tativa, previniendo la aparición de un
mayor daño tisular.
Sin embargo, el dolor también pue-
de facilitar la aparición de conductas
agresivas por otras vías. Concretamen-
te, puede reducir las concentraciones
de serotonina en el SNC, lo que se ha
Tomàs Camps
relacionado con una mayor tendencia
del animal a mostrar conductas agre-
sivas. Esta reducción en la actividad
serotoninérgica se puede explicar por
dos factores. El primero porque el do-
lor induce una respuesta de estrés, y
esta respuesta de estrés puede redu-
cir dicha actividad serotoninérgica. En
segundo lugar, porque si un animal
muestra dolor puede disminuir su acti-
vidad física lo que, de nuevo, se ha co-
rrelacionado con una menor actividad
serotoninérgica.
En un estudio retrospectivo realizado
en 12 perros con agresividad por dolor
se demuestra que existen dos patrones
diferentes de expresión de la agresivi-
dad por dolor. Las diferencias entre los
dos patrones de expresión dependen
de si ya era agresivo antes del inicio del
problema de dolor. En el primer gru-
po, los perros que nunca habían sido
agresivos antes del inicio del dolor, la
agresividad se relacionaba con más fre-
cuencia en contextos en los que el pro-
pietario intentaba manipular al animal
y, además, era una agresividad más
impulsiva (no se mostraban señales de
alarma previas al ataque o estas eran
muy poco evidentes). Sin embargo,
en el segundo patrón de expresión de
agresividad por dolor, los animales que
ya eran agresivos por otras causas an-
tes del inicio del problema de dolor, lo
que se observaba es que los animales
aumentaban la frecuencia y la intensi-
dad de los ataques en los mismos con-
textos en los que previamente se mos-
traban agresivos. Además, eran menos
impulsivos que los perros del primer
grupo. Este aumento en la intensidad
y la frecuencia podría deberse a la dis-
minución del umbral de la agresividad
causada por la respuesta de estrés cró-
nica inducida por el dolor. Y, por lo tan-
to, los animales que ya eran agresivos
antes del inicio del dolor, mostrarían
más agresividad en los mismos contex-
tos en los que ya lo hacían previamen-
te. Sin embargo, esto no justificaría que
éstos no mostrasen agresividad en con-
textos de manipulación. Una posible
explicación para entender los resulta-
dos sería la experiencia del propietario.
En otras palabras, el propietario de un
perro que es agresivo actuará con más
precaución a la hora de realizar cual-
quier manipulación del animal (tenga
o no dolor) o, incluso, las evitará. Por
ello, es probable que los perros que ya
eran agresivos antes del inicio del dolor
no se muestren agresivos en contextos
de manipulación por el simple hecho
de que no se den estas situaciones. Fi-
nalmente, podría ser que los animales
que ya eran agresivos antes del inicio
del dolor hubieran aprendido a usar la
agresividad para disuadir a las posibles
amenazas. De manera que, dada su
experiencia previa, aprendan a usar la
intensidad mínima necesaria de agresi-
vidad (gruñido, levantar los belfos, etc.)
para evitar las situaciones desagrada-
bles y que, por ese motivo, sean menos
impulsivos.
Este estudio pone de manifiesto la im-
portancia que tiene hacer una explo-
ración clínica completa en las visitas
de etología ya que, como se observa
en el grupo de animales que ya eran
agresivos antes del inicio del dolor, el
único signo que vieron los tutores fue
un empeoramiento de la agresividad,
no hubo ningún otro síntoma más fácil-
mente detectable.
Dolor y miedo, fobias y
ansiedad
En medicina veterinaria, existen múl-
tiples definiciones de miedo. Sin em-
bargo, todas ellas coinciden en que el
miedo es una emoción primaria y que
Vetmadrid 2022 | 277
es desagradable para el animal. Ade-
más, la mayoría de las definiciones ha-
cen especial hincapié en las ventajas
adaptativas del miedo. En definitiva, el
miedo es una emoción primaria desa-
gradable, de autoprotección y, por lo
tanto, adaptativa, que se experimenta
ante un estímulo peligroso o potencial-
mente peligroso o percibido como tal
por el animal.
Las reacciones fóbicas, a diferencia del
miedo, no son adaptativas ya que son
reacciones de miedo desproporciona-
das en tiempo y/o en intensidad y que,
además, pueden perdurar incluso en
ausencia del estímulo desencadenante.
Estas características hacen que las fo-
bias limiten el comportamiento normal
del animal y afecten gravemente a su
bienestar.
Finalmente, la ansiedad se define como
la respuesta de miedo que se produce
frente a la anticipación de alguna ame-
naza o ante un peligro objetivamente
inexistente. De nuevo, es una emoción
no adaptativa.
El papel que ejerce el dolor en la aparición
de miedos, fobias y/o ansiedad no está to-
davía del todo claro y podrían estar impli-
cados, al menos, dos mecanismos.
El primer mecanismo está ampliamen-
te aceptado. Las vías neurológicas del
miedo, el dolor y la ansiedad están ínti-
mamente relacionadas (química y fun-
cionalmente). El dolor actúa como un
estímulo incondicional que induce una
respuesta de miedo. En otras palabras,
cuando un animal se encuentra en una
situación que le causa dolor, intentará
crear asociaciones entre el estímulo
causante del dolor y otros posibles es-
tímulos inicialmente neutros que estén
presentes en el momento y que puedan
278 | Cambios de conducta causados por el dolor en la etapa geriátrica
ayudarle a predecir una situación simi-
lar en el futuro. Por ejemplo, si un pe-
rro acude al veterinario por primera vez
porque tiene dolor en un oído, cuando
el veterinario haga uso del otoscopio es
probable que le haga daño. El animal
rápidamente podrá asociar el otosco-
pio a la mesa de exploración, al veteri-
nario, a la sala de exploración en gene-
ral, etc. De esta manera, en próximas
exploraciones en el mismo entorno, el
animal puede mostrar miedo, aunque
el animal ya no tenga dolor.
El segundo mecanismo no es tan intui-
tivo y no está siendo estudiado en la
actualidad. Se sabe que el dolor pue-
de generar estados de ansiedad en las
personas. Estos estados de ansiedad
hacen que las personas tengan una
visión más pesimista del entorno. Este
sesgo cognitivo pesimista hace que es-
tímulos que inicialmente eran neutros
para el paciente ahora los empiece a
percibir como posibles fuentes de do-
lor. Cuando esto sucede, la persona
generaliza el miedo a otros estímulos a
los que inicialmente no tenía miedo y
se genera un estado de ansiedad, pro-
duciendo un círculo vicioso entre el do-
lor, el miedo y la ansiedad.
Por otro lado, se sabe por numerosos
estudios en diferentes especies, que los
animales pueden tener un sesgo cog-
nitivo pesimista. Además, se sabe que
animales que tienen ansiedad por sepa-
ración tienden a ser más “pesimistas” y
que, además, una vez que se soluciona
el problema de ansiedad este sesgo va-
ría y se vuelven más “optimistas”.
Algunos casos clínicos publicados mues-
tran perros con problemas de miedo
y que eran refractarios al tratamiento
convencional del miedo (desensibiliza-
ción y contracondicionamiento clásico).
Tomàs Camps
Tras el tratamiento inefectivo, los perros
eran revisados y se observó que tenían
dolor. En ese momento, se prescribe el
mismo tratamiento anteriormente utili-
zado, pero se le añadía un tratamiento
analgésico. Lo que es más destacado es
que se observaba una mejoría evidente
de los signos clínicos.
Un estudio reciente, además, muestra
que los perros con dolor crónico tienen
una mayor prevalencia de problemas
de miedo hacia ruidos fuertes.
Toda esta información plantea la posi-
bilidad de que algo similar, a lo descrito
anteriormente en medicina humana,
podría estar ocurriendo en los anima-
les. En otras palabras, si un perro que
muestra ansiedad por separación es
más “pesimista”, no parece que haya
razón para pensar que otras fuentes de
ansiedad (como el dolor) no pueda te-
ner el mismo efecto sobre el animal. Si
se asume esta suposición, que el dolor
puede inducir un sesgo negativo en el
animal, entonces este podría iniciar un
círculo vicioso como el descrito ante-
riormente, por lo tanto, que se agrave
la situación de miedo y ansiedad.
De nuevo, ambos argumentos eviden-
cian la importancia de descartar proble-
mas que puedan causar dolor ante cual-
quier animal que acuda a la consulta por
un problema de comportamiento.
Dolor y conductas
repetitivas
El dolor puede tener diferentes pape-
les en el desarrollo de las conductas
repetitivas. En primer lugar, de una
forma directa ya que algunas conduc-
tas repetitivas, como por ejemplo el
exceso de acicalamiento en el gato o la
dermatitis acral por lamido (DAL) en el
perro, pueden deberse a un problema
de dolor localizado. Por ejemplo, en los
gatos se han correlacionado conductas
de exceso de acicalamiento de la zona
abdominal caudal con problemas de
dolor causados por alguna alteración
de las vías urinarias bajas (por ejemplo,
por una cistitis intersticial felina). Oca-
sionalmente, el único síntoma observa-
do por el tutor puede ser el exceso de
acicalamiento (porque, por ejemplo, los
tutores no tengan acceso a la orina en
un areno porque el gato viva mayorita-
riamente en el exterior).
El lamido suave de una zona dolorosa es-
timula los mecanoreceptores (receptores
Aβ) de la zona ya que tienen un bajo um-
bral de estimulación, pero no estimula a
los receptores del dolor que, al contrario
de los anteriores, tienen un alto umbral
de estimulación (nociceptores Aδ y C). Es-
tos mecanoreceptores tienen un efecto
inhibitorio sobre el dolor. Este proceso,
conocido desde hace décadas continúa
vigente hoy en día, y se conoce con el
nombre de la teoría de la puerta. Por lo
tanto, el lamido suave de una zona do-
lorosa, produce una sensación de alivio
en el animal que podría perpetuar dicha
conducta de acicalamiento, entrando en
un círculo vicioso que hace que la con-
ducta se repita una y otra vez.
Dolor y disfunción cognitiva
Aunque en medicina humana existen
algunos estudios sobre el efecto que
tienen los antiinflamatorios sobre la
aparición de la enfermedad de Alzhei-
mer, éstos se centran más en su fun-
ción antiinflamatoria sobre el SNC que
en su función analgésica. Otros estu-
dios analizan cómo puede la enferme-
dad de Alzheimer modificar la percep-
ción del dolor o la expresión del mismo.
Sin embargo, no existen estudios sobre
el papel que podría tener el dolor en la
aparición de la enfermedad.
Vetmadrid 2022 | 279
El objetivo de este apartado no es es-
tablecer una relación entre el dolor y
la aparición de los problemas de dis-
función cognitiva en el perro o el gato,
sino evidenciar la necesidad de incluir
las patologías que producen dolor en el
diagnóstico diferencial estos problemas.
Los síntomas más frecuentes de la
disfunción cognitiva son la desorien-
tación, el cambio en las interacciones
con el propietario, la alteración del ci-
clo sueño-vigilia y la pérdida de hábitos
adquiridos (por ejemplo, los hábitos de
eliminación). Todos estos síntomas se
asocian con cambios del SNC debidos a
la propia enfermedad, como por ejem-
plo el acúmulo de proteína b-amiloide,
ovillos de fibrina, alteración de ciertos
neurotransmisores, etc. Sin embargo,
con facilidad podrían confundirse con
síntomas provocados por dolor. Está
ampliamente demostrado que el do-
lor puede afectar al ciclo sueño-vigilia,
mediante la estimulación del sistema
reticular activador en el SNC. Además,
como ya se ha comentado anterior-
mente, el dolor también puede dismi-
nuir la actividad del animal (igual que
ocurre en la disfunción cognitiva). De la
misma manera, los animales con difi-
cultades para la movilidad pueden em-
pezar a eliminar de forma incorrecta en
el interior de casa simplemente porque
al disminuir su actividad los paseos
sean más cortos, o porque prefieran no
salir al exterior de la casa para orinar o
defecar para evitar la situación de dolor
(andar o bajar escalones, por ejemplo).
Por lo tanto, tres síntomas comunes en
la disfunción cognitiva pueden justifi-
carse también por la presencia de do-
lor (especialmente si es crónico) en el
animal. Además, la disfunción cognitiva
es propia de animales geriátricos, en
los que también hay una mayor preva-
lencia de problemas articulares dege-
280 | Cambios de conducta causados por el dolor en la etapa geriátrica
nerativos, problemas dentales, etc. que
pueden producir dolor crónico.
Una vez más se evidencia la necesidad
de hacer un correcto diagnóstico que
descarte los problemas de dolor antes
del diagnóstico de cualquier problema
de conducta.
Dolor y otras alteraciones de conducta
El dolor juega un papel directo en otros
problemas de conducta como, por
ejemplo, las vocalizaciones, las alte-
raciones en el apetito y la eliminación
inadecuada, pero su frecuencia en la
clínica etológica, no en la generalista,
es menor.
Conclusiones
El dolor es una necesidad de tratamien-
to ya que afectan directamente al bien-
estar del animal, entre otros motivos. El
dolor es difícil de identificar en los ani-
males. Los cambios de comportamien-
to son uno de los principales signos del
dolor. Desde un punto de vista clínico,
la aparición de ciertas conductas como
la agresividad, el miedo, las vocalizacio-
nes o los trastornos compulsivos pue-
den ser signos de dolor en el animal (y
pueden ser el único signo clínico que
muestra el animal).
Además, el dolor puede disminuir otras
conductas importantes para el animal,
como el juego, el ejercicio o el descanso
en otras.
Por lo tanto, ante la aparición o el em-
peoramiento de cualquier problema de
comportamiento siempre debe tenerse
en cuenta a los problemas que cursan
con dolor como posible causa, especial-
mente en los animales geriátricos, en
los que los problemas de dolor están
sobrerepresentados.
Tomàs Camps

Referencias Kaiser S, Sachser N. 2005. The effects of pre-

Beaver BV. Canine Behavior Insights and natal social stress on behaviour: mechanis-
Answers (2nd ed). 2009. St. Louis Saunders ms and function. Neuroscience and Biobe-
Elsevier. havioral Reviews. 29: 283-294
Camps T, Amat M, Mariotti VM, Le Brech S, Lindley L. 2012. The Effects of pain on be-
Manteca X. 2012. Pain-related aggression in haviour and behavioural problems part 2:
dogs: 12 clinical cases. Journal of Veterinary Fear and anxiety. Companion Animals. 17:
Behavior. 7: 99 – 102. 55 - 58.
Camps T, Amat M, Manteca X (2019). A re- Mellor DJ, Cook CJ, Stafford KJ. 2000. Quan-
view of medical conditions and behavioral tifying some responses to Pain as a Stres-
problems in dogs and cats. Animals. 9(12): sor. In: Moberg, G.P., Mench, J.A. (ed). The
1133. Biology of animal Stress. Basic Principles
and Implications for Animal Welfare. CABI
Carlson, NR. 2004. Physiology of the beha- Publishing, USA, pp.171 - 198.
vior. (8th ed). Ed. Pearson Education.
Mendl M, Brooks J, Basse C, Burman O, Paul
Chaouloff F. 1997. Effects of acute physical E, Blackwell E, Casey R. 2010. Dogs showing
exercise on central serotonergic systems. separation-related behaviour exhibit a ‘pe-
Medical and Science in Sport and Exercice. simistic’ cognitive bias. Current Biology. 20
29: 58-62. (19): 839 – 840
Deghani M, Sharpe L, Nicholas MK. 2008. Overall KL. 2003. Medical differentials with
Modification of attentional biases in chro- potential behavioral manifestations. The
nic pain patients: a preliminary stydy. Euro- Veterinary Clinics Small Animal Practice. 33:
pean Journal of Pain. 8: 585 – 594. 213 -229.
Dodman NH, Reisner I, Shuster L, Rand W, Tsatsoulis A, Fountoulakis S. 2006. The
Luescher UA, Robinson I, Houpt Ka. 1996. protective role of exercise on stress system
Effect of dietary protein contento n beha- dysregulation and comorbidities. Annals of
vior in dogs. Journal American Veterirany the New York Academic Sciences. 1083: 196
Medical Association. 208(3): 376 – 379. – 213.
Foo H, Crabtree K, Thrasher A, Mason P.
2009. Eating is a protected behavior even in
the face of persistent pain in male rats. Phy-
siology and Behavior. 97: 426 – 429
Harding EJ, Paul SP, Mendl M. 2004. Cogniti-
ve bias and affective state. Nature. 427: 22.
Hellyer P, Rodan I, Brunt J, Downing R, Ha-
gedorn JE, Robertson SA. 2007. AAHA/AAFP
Pain Management guidelines for dogs &
cats. Journal American Hospital Association.
43: 235 - 248.
International Association for The Study Of
Pain (IASP), 1979. Pain terms: a list with de-
finitions and notes on usage. Pain. 6, 249-
252.
Jones RB. 1997. Fear and distress. In: Animal
welfare (Eds Appleby MC and Barry OH).
CAB International. 6: 75 – 87.

Vetmadrid 2022 | 281

DISFUNCIÓN COGNITIVA EN PERROS Y GATOS SENIOR

Tomàs Camps.
DVM, MSc, Acred. AVEPA-GEMCA, Dip. ECAWBM. PhD.
Etovets: Medicina del comportamiento y bienestar animal. Palma (Illes Balears).
- tomas.camps@etovets.com

Introducción gatos son mayores de 8 años y, en Es-

En las últimas décadas ha aumentado la
esperanza de vida de los perros y de los
gatos. La longevidad del perro y el gato
varían en función de diferentes factores,
entre los que se encuentra la raza o, me-
jor dicho, el tamaño del perro (en el gato
no existe tanta variación en función de
la raza) o del estado nutricional del ani-
mal, entre muchos otros.
Longevidad
Tamaño
promedio
Perro pequeño 11,48 ± 1,85
Perro mediano 10,90 ± 1,56
Perro grande 8,85 ± 1,94
Perro gigante 7,46 ± 1,94
Gatos 11,88 ± 1,94
Tabla 1: Esperanza de vida por especie y
tamaño
El aumento de la longevidad se asocia
a un aumento del número de perros y
gatos considerados geriátricos. Existen
diferentes opiniones sobre cuándo se
debería considerar a un perro o a un
gato geriátrico. Sin embargo, la mayo-
ría de los expertos coinciden en que
a partir de los 7 años en perros y los
9-10 años en los gatos sería la edad a
partir de la cual deberían ser conside-
rados senior. Diferentes estudios apun-
tan a que el 35-40 % de los perros de
la población de perros de EEUU y de la
Unión Europea tienen más de 7 años.
En Canadá, por ejemplo, el 35% de los
282 |
tados Unidos, el 30% de los gatos son
senior. Como consecuencia de este en-
vejecimiento poblacional, también ha
aumentado la prevalencia de patolo-
gías asociadas al envejecimiento de las
mascotas como, por ejemplo, el síndro-
me de disfunción cognitiva (SDC).
Existen diferentes definiciones del sín-
drome de disfunción cognitiva en fun-
ción del autor. Sin embargo, la mayo-
ría de ellas coinciden en los siguientes
puntos:
• Es una patología asociada al enveje-
cimiento y, especialmente, al enve-
jecimiento cerebral.
• Es un proceso degenerativo y, por lo
tanto, es progresivo.
• Las capacidades cognitivas del ani-
mal están comprometidas como
consecuencia del proceso de enve-
jecimiento y no de otra patología o
causa médica.
El estudio del SDC es importante por
varios motivos. En primer lugar, por-
que afecta tanto al bienestar del animal
como al de sus tutores. Los compor-
tamientos que aparecen como con-
secuencia del SDC (ver más adelante)
pueden debilitar gravemente la rela-
ción entre las personas de la familia y
la mascota, lo que desencadene en el
abandono o eutanasia del animal.
Cabe destacar que los problemas de
comportamiento son uno de los princi-
Tomàs Camps

pales motivos históricos de abandono ma en qué un perro expresará el hecho

de los animales de compañía. En se-
gundo lugar, el estudio del SDC es im-
portante porque es un síndrome cuya
prevalencia aumenta con la edad y,
como hemos visto, cabe esperar que,
en la actualidad, sea una patología muy
prevalente. Finalmente, pero no menos
importante, el SDC en el perro y el gato
se usa como modelo de estudio para la
enfermedad de Alzheimer en medicina
humana ya que son patologías análo-
gas en las tres especies.
Signos clínicos
Los signos clínicos pueden clasificarse
según los diferentes grupos (DISHAA):
Desorientación
Interacción alterada
Sueño alterado
Hábitos alterados
Actividad (cambios en el nivel de ac-
tividad)
Ansiedad
Los comportamientos concretos alte-
rados en cada grupo dependen de la
especie. Dicho en otras palabras, la for-
de estar desorientado o alterar su ciclo
sueño-vigilia, puede ser radicalmente
diferente a cómo lo expresa un gato.
Además, es importante señalar que un
animal con SDC puede mostrar altera-
ciones de un único grupo de signos clí-
nicos o de varios.
El tratamiento tendrá varios objetivos
(ver más adelante), sin embargo, con-
trolar los signos clínicos será uno de
los más importantes para evitar, es-
pecialmente, el abandono o eutanasia
del animal. Los factores de riesgo del
SDC se describen en la Tabla 2. Algunos
de estos factores de riesgo serán im-
portantes para entender la patología,
otros para poder prevenirla o, incluso,
para sospecharla en caso de que el
animal presente signos clínicos. Entre
los factores de riesgo más importantes
encontramos la edad, la raza, el sexo y
factores ambientales como, por ejem-
plo, la dieta, la contaminación y el es-
trés. Especialmente estos tres últimos,
la dieta, la contaminación y el estrés,
son factores que pueden ser utilizados
tanto en la prevención como en el tra-
tamiento del problema.

Factor de riesgo Descripción

La prevalencia aumenta con la edad. Prevalencia en perros de
entre 8 y 10 años es del 3-4%, entre 10 y 12 años es del 5%,
Edad
entre 12 y 14 años es del 23.3 % y del 41% en perros de más de
14 años.
Entre los 8-10 años no se aprecian diferencias en la prevalencia
Raza entre las diferentes razas, pero sí entre los 11-13 años, donde
hay más prevalencia en las razas grandes.
Algunos estudios correlacionan la castración con una
Sexo y estado prevalencia mayor. Las hembras parecen tener una prevalencia
reproductivo superior. En otros estudios no se observan diferencias ni por el
hecho de estar castrado ni entre sexos.

Vetmadrid 2022 | 283

 Factor de riesgo Descripción
Dieta tiene un impacto importante sobre la aparición del SDC.
Por ejemplo, se sabe que existe una deficiencia en el uso de la
glucosa como fuente de energía por parte de la neurona. Por
lo tanto, el manejo de la dieta (uso de antioxidantes, ácidos
Factores ambientales
grasos de cadena media como fuente alternativa de energía,
etc.) es una parte fundamental del tratamiento. Los entornos
contaminantes favorecen la aparición del problema. El estrés
favorece la aparición del problema (y los factores asociados).

Tabla 2: Factores de riesgo asociados al síndrome de disfunción cognitiva.

Fisiopatología del SDC rogénsis está disminuida en un 90-

El SDC induce cambios neurofisioló-
gicos que se correlacionan con los
cambios de conducta descritos ante-
riormente. Las alteraciones más impor-
tantes asociadas al SDC son:
1. Disminución tanto en la cantidad
como en la actividad de neurotrans-
misores. Están afectados tanto lo
neurotransmisores excitatorios
(Acetilcolina, dopamina o norepin-
efrina) como inhibitorios (como la
serotonina). La acetilcolina tiene un
papel importante en la memoria, la
dopamina en diferentes aspectos
motores y la norepinefrina en la vi-
gilia y la atención. Finalmente, la se-
rotonina juega un papel crucial en el
aprendizaje, el sueño y en muchos
otros aspectos del comportamien-
to. Obviamente, estos neurotrans-
misores no solo tienen esta función,
pero sí se tienen que destacar estos
en concreto ya que en el caso del
SDC su actividad reducida se tradu-
ce en algunos de los signos clínicos
típicos del SDC.
2. Disminución de la neurogénesis. La
plasticidad neuronal disminuye por
el efecto de varios factores como la
edad, el estrés, los glucocorticoides
o debido al uso de opiáceos. El SDC
también disminuye la capacidad de
nuerogénesis del cerebro. La neu-
284 | Disfunción cognitiva en perros y gatos senior
95% en beagles de avanzada edad
si se compara con la edad juvenil.
Existe una correlación directa entre
esta disminución y el compromiso
de la cognición del animal (capa-
cidad de aprendizaje y memoria).
Además, también se observa una
pérdida neuronal acelerada (como
consecuencia de varios factores) y
una disminución del aporte de oxí-
geno al SNC.
3. Finalmente, la capacidad de utili-
zación de glucosa como fuente de
energía de las neuronas está dismi-
nuida. Las mitocondrias, que están
en menor número y son más gran-
des, dejan de ser tan eficientes para
generar energía a partir de la glu-
cosa. La disfunción mitocondrial se
traduce en un estrés oxidativo. Se
produce un depósito de placas de
beta-amiloide (extracelulares) y de
ovillos de proteína TAU (intracelula-
res). Esto determina una de las prin-
cipales diferencias entre el SDC en
perros y personas, ya que en perros
los ovillos de proteína TAU se obser-
van raramente (1/28 perros), mien-
tras que en el caso de las personas
son muy comunes e intensas. Tanto
la proteína TAU como los depósitos
de amiloide dificultan la comunica-
ción neuronal, facilitan la muerte
neuronal y dificultan su regenera-
ción. El lugar en el que se observan
Tomàs Camps

más depósitos de estas proteínas rá unos signos clínicos determinados.

correlacionan directamente con los
principales signos de SDC como la
pérdida de memoria, la dificultad
en el aprendizaje, las alteraciones
emocionales (ansiedad), etc.
En resumen, todo este proceso fisio-
patológico se traduce en un menor nú-
mero de neuronas y que, además, son
menos funcionales. En función de las
áreas más afectadas el animal mostra-
Aunque el SDC es muy parecido entre
personas, perros y gatos, los expertos
sugieren que en los perros y en los ga-
tos la patología se asemejaría a las fa-
ses iniciales del problema en medicina
humana (quizás porque comparativa-
mente la longevidad sea mayor en las
personas). Además, a la luz de los cono-
cimientos actuales, existen diferencias
entre el SDC entre perros y gatos que
se resumen en la Tabla 3.

Cambios Especie canina Especie felina

Atrofia cerebral Si NO disponible
Β-amiloide Si Si
Tau Si Si
Angiopatía amiloide cerebral Si Si
Infartos Si NO disponible
Enfermedad vascular Si NO disponible
Acumulación lipofucsina (pigmento de desgaste) Si Si
Fragmentación DNA Si NO disponible
Activación caspasas Si NO disponible
Pérdida neuronal en hipocampo Si NO disponible
Pérdida neuronal en núcleo caudado NO disponible Si
Pérdida neuronal en locus coereleus Si Si
Pérdida neuronal en las células de Purkinje del
Si NO disponible
cerebelo
Degeneración sustancia blanca Si NO disponible
Oxidación Si NO disponible
Gliosis Si NO disponible
Inflamación Si NO disponible
Tabla 3. Cambios neurodegenerativos en la especie canina y felina.

Protocolo diagnóstico el animal (u otros animales) o las per-

Desde el punto de vista clínico lo que
se observa es un (o varios) cambio de
comportamiento durante la vejez. Los
problemas de comportamiento se defi-
nen como conductas que resultan mo-
lestas para los tutores. Además, estas
conductas pueden ser peligrosas para
sonas y suelen afectar al bienestar del
animal o las personas que lo rodean.
Sin embargo, desde un punto de vista
práctico, el punto clave es que la con-
ducta sea molesta para los tutores. Di-
cho en otras palabras, si una conducta
no es molesta para la familia (aunque

Vetmadrid 2022 | 285

resulte ser una conducta peligrosa o
que afecta al bienestar del animal),
puede que no se traduzca en una visita
con el veterinario. Esta definición arro-
ja diferentes escenarios en cuánto a los
problemas de conducta que se presen-
tan (o llegan a consulta) durante la ve-
jez del animal.
1. El problema realmente aparece en
la vejez, pero se debe a un proble-
ma médico. Cualquier problema
médico que curse con dolor, las neo-
plasias o los problemas endocrinos,
entre muchos otros, pueden cam-
biar el comportamiento del animal.
2. El problema de comportamiento
no ha aparecido en la vejez, pero
ha empeorado en la vejez y, por lo
tanto, la conducta que muestra el
animal ahora molesta a la familia e
intentan buscar ayuda. De nuevo,
las patologías médicas suelen cau-
sa común de empeoramiento de los
problemas de conducta.
3. El problema de comportamiento
no ha aparecido en la vejez, el ani-
mal muestra esa conducta desde
hace mucho tiempo y siempre con
la misma intensidad y/o frecuencia,
pero la familia ha disminuido su
umbral de tolerancia. Una situación
típica se da cuando la familia tiene
un niño pequeño y, por lo tanto, su
tolerancia de ciertas conductas del
animal disminuye (por el riesgo que
hay para el niño).
4. El problema aparece realmente
en la vejez como consecuencia del
envejecimiento del animal. Este en-
vejecimiento puede ser fisiológico o
patológico (SDC).
El diagnóstico del SDC se realiza por
exclusión y el diagnóstico definitivo es,
siempre, post mortem. El protocolo
de diagnóstico siempre deberá incluir,
286 | Disfunción cognitiva en perros y gatos senior
además de un completo historial eto-
lógico, un examen físico general, un
examen neurológico, un hemograma
completo y una bioquímica completa
(que incluya un panel tiroideo). Con
toda esta información se establecerá el
diagnóstico diferencial que determina-
rá el mejor protocolo diagnóstico. Al fin
y al cabo, es una patología que afecta al
SNC y, por lo tanto, incluir un protocolo
como cualquier otro problema neuro-
lógico será de utilidad.
Existen algunos indicadores bioquí-
micos (todavía sin un recorrido clínico
claro) y de imagen que puede hacer
sospechar el problema. Un estudio re-
ciente sugiere que la combinación de
varios indicadores sería muy sugestiva
de SDC. Según Vikartovska et al (2021)
presentar un déficit cognitivo modera-
do (puntuación entre 8 y 23 en la Escala
de Demencia Canina –ver más adelan-
te-), un aumento en la ALT y AST, una
disminución del Na y el Cl y, finalmente,
un aumento del NFL (neurofilament li-
ght chain) sería indicativo de SDC (co-
rroborado histológicamente).
Gonzalez et al (2011) describen que los
aumentos plasmáticos de la proteína
amiloide beta42 y el coeficiente Abe-
ta42/40 podría ser de utilidad para su-
gerir un SDC. Sin embargo, a día de hoy
todavía son indicadores en estudio.
Los cambios más significativos desde el
punto de vista clínico son:
1. Aparición de signos clínicos en la
vejez (DISHAA).
2. Ausencia objetiva de otra enferme-
dad que justifique los signos clínicos.
3. Deterioro cognitivo (puede medir-
se objetivamente mediante test del
animal o con test para los tutores).
Existen varios test validados para
Tomàs Camps
medir el grado de deterioro cogni-
tivo del animal que puede usarse
tanto para el diagnóstico como para
el seguimiento. La Canine Dementia
Scale (CDS) es una de las más utili-
zadas, pero también existen otras
escalas como la CAWEC que están
disponibles en español y son de
mucha utilidad clínica.
4. Nueroimagen: Se observan signos
de pérdida de masa neuronal y au-
sencia de otras alteraciones que
justifiquen los signos clínicos (neo-
plasias, infartos, etc.).
Tratamiento
El tratamiento tendrá como objetivo en
primer lugar mejorar los signos clínicos,
en segundo lugar, enlentecer la progre-
sión de la enfermedad y, finalmente, re-
trasar la aparición o la progresión de la
demencia. El objetivo del tratamiento no
es, en ningún caso, eliminar el problema.
2. Cambios en el entorno.
Es común que los pacientes con SDC
muestren, además, otros muchos sig-
nos clínicos debido a otros procesos
típicos de la edad. Será de vital impor-
tancia que la estrategia terapéutica
tenga en cuenta todas las patologías
que pueda mostrar el animal, entender
cómo se pueden retroalimentar estas
patologías y como pueden combinarse
los tratamientos. En definitiva, no de-
bemos tratar el SDC, sino el paciente
con SDC y toda su idiosincrasia.
3. Dietas, nutracéuticos y uso de
Las estrategias de tratamiento disponi-
bles son:
1. Mejoras en el manejo del animal:
a. Establecer una rutina diaria en
el animal para fomentar la pre-
dictibilidad del entorno. Rutina
no debe ser sinónimo de mono-
tonía. El animal tiene que poder
anticipar las actividades diarias,
pero no el contenido de las mis-
mas. Por ejemplo, debe saber
que a las 10.00 am siempre tiene
una sesión de juego, pero el tipo
de juego puede (y debe) variar
cada día.
b. Incrementar el número de pa-
seos o la actividad física del ani-
mal, pero adaptada a su realidad
(más cortos, actividades acuáti-
cas, etc.).
c. Establecer momentos para
fomentar el aprendizaje del
animal. Establecer un plan de
obediencia básica puede ser de
utilidad con la finalidad de op-
timizar el aprendizaje en el ani-
mal. El uso de juguetes cogniti-
vos puede ser útil también.
d. Eliminar todo tipo de castigo en
el manejo del animal.
a. Facilitar la ubicación espacial
del animal en casa.
b. Facilitar el movimiento en casa
(rampas, alfombras antidesli-
zantes, etc.).
c. Facilitar el descanso del animal
(luz, zona de descanso cómoda,
etc.).
d. Facilitar que pueda ir a ori-
nar y defecar con frecuencia y
facilidad.
feromonas.
a. Las dietas de elección en estos
casos es una dieta rica en ácidos
grasos de cadena media. Este
tipo de dietas proporcionan una
fuente de energía diferente de la
glucosa para las mitocondrias,
optimizando la función neuro-
nal. Además, suelen incorporar
otros nutracéuticos en su com-
Vetmadrid 2022 | 287
 posición como antioxidantes,
entre otros.
b. Si no pueden utilizarse las die-
tas (porque no pueda cambiarse
su alimentación como conse-
cuencia de alguna otra patología
médica o porque no le gusta la
dieta rica en ácidos grasos de
cadena media), pueden utili-
zarse nutracéuticos añadidos
a su dieta habitual. Existen va-
rios productos comerciales con
diferentes combinaciones de
estos nutracéuticos que apor-
tan antioxidantes, precursores
de algunos neurotransmisores,
productos que favorecen la re-
generación neuronal, etc.
c. Las feromonas pueden utilizarse
tanto por su acción ansiolítica
como por su olor propiamente
dicho. La feromona apaciguado-
ra del perro (DAP) sería la fero-
mona indicada para poner en la
zona de descanso.
Es importante destacar que los nutra-
céuticos no son incompatibles con nin-
guno de los fármacos utilizados para
tratar el SDC. Sin embargo, algunos nu-
tracéuticos, como el ácido lipoico, son
tóxicos para los gatos.
4. Uso de fármacos. Los fármacos se
utilizarán para enlentecer la progre-
sión del problema y para mejorar o
eliminar los signos clínicos. Por este
motivo, los fármacos concretos que
se utilizarán dependerá de cada caso
en concreto en función del grado de
ansiedad que muestre el animal, de
los signos clínicos que muestre o de
las patologías concomitantes que
pueda tener, entre otros. Los fárma-
cos más utilizados son:
a. Seleginina. De elección en mu-
chos casos.
288 | Disfunción cognitiva en perros y gatos senior
b. Fluoxetina u otros serotoninér-
gicos (incompatibles con la sele-
ginina). Especialmente si mues-
tra muchos signos de ansiedad.
c. Fármacos facilitadores del sue-
ño como las benzodiacepinas
o la trazodona. También se ha
descrito el uso de melatonina o
ciertos antihistamínicos.
d. Vasodilatadores como la nicer-
golina o la propentofilina.
Finalmente, es importante destacar
que el síndrome de disfunción cogniti-
va está infradiagnosticado. Es una obli-
gación por parte del veterinario clínico
hacer una búsqueda activa del proble-
ma. Solo así se podrá detectar precoz-
mente y establecer lo antes posible un
tratamiento, ya que se trata de un pro-
blema degenerativo y progresivo.
Referencias
Affinity. Estudio de abandono y adopción
2021. https://www.fundacion-affinity.org/
observatorio/infografia-el-nunca-lo-ha-
ria-abandono-adopcion-perros-gatos-es-
pana-2021
Amat, M., Camps, T., Le Brech, S. (2017). Ma-
nual práctico de etología clínica del gato.
Multimédica Ediciones Veterinarias. St. Cu-
gat (Barcelona).
Beata, C. (2010). Normal aging of the bran
in the dog. Advances in managing canine
brain aging. Nestlé Purina nutrition sympo-
sium. Vevey (Switzerland).
Cotman, C. W., & Head, E. (2008). The ca-
nine (dog) model of human aging and di-
sease: dietary, environmental and immuno-
therapy approaches. Journal of Alzheimer’s
Disease, 15(4), 685-707.
González-Martínez, Á., Rosado, B., Pesini, P.,
Suárez, M. L., Santamarina, G., García–Be-
lenguer, S., ... & Sarasa, M. (2011). Plasma
β-amyloid peptides in canine aging and
cognitive dysfunction as a model of Alzhei-
Tomàs Camps

mer’s disease. Experimental gerontology, tional survey of older companion dogs. The
46(7), 590-596. veterinary journal, 184(3), 277-281.
Gunn-Moore, D. A., McVee, J., Bradshaw, J. Vikartovska, Z., Farbakova, J., Smolek, T.,
M., Pearson, G. R., Head, E., & Gunn-Moo- Hanes, J., Zilka, N., Hornakova, L., ... & Ci-
re, F. J. (2006). b-Amyloid and hyper-phos- zkova, D. (2021). Novel diagnostic tools for
phorylated tau deposition in cat brains. J identifying cognitive impairment in dogs:
Feline Med Surg, 8(4), 234-42. behavior, biomarkers, and pathology. Fron-
Gunn-Moore, D., Moffat, K., Christie, L. A., & tiers in veterinary science, 1144.
Head, E. (2007). Cognitive dysfunction and Vite, C. H., & Head, E. (2014). Aging in the
the neurobiology of ageing in cats. Journal canine and feline brain. Veterinary Clinics:
of Small Animal Practice, 48(10), 546-553. Small Animal Practice, 44(6), 1113-1129.
Gunn-Moore, D. A. (2011). Cognitive dys- Woodruff-Pak, D. S. (2008). Animal models
function in cats: clinical assessment and of Alzheimer’s disease: therapeutic implica-
management. Topics in companion animal tions. Journal of Alzheimer’s disease, 15(4),
medicine, 26(1), 17-24. 507-521.
Head, E., Moffat, K., Das, P., Sarsoza, F.,
Poon, W. W., Landsberg, G., ... & Murphy,
M. P. (2005). β-Amyloid deposition and tau
phosphorylation in clinically characterized
aged cats. Neurobiology of aging, 26(5),
749-763.
Karagiannis, C., & Mills, D. (2014). Feline
cognitive dysfunction syndrome. Veterinary
Focus, 24(2), 42-7.
Landsberg, G. M., Nichol, J., & Araujo, J. A.
(2012). Cognitive dysfunction syndrome: a
disease of canine and feline brain aging.
Veterinary Clinics: Small Animal Practice,
42(4), 749-768.
Landsberg, G. M., Denenberg, S., & Araujo,
J. A. (2010). Cognitive dysfunction in cats: a
syndrome we used to dismiss as ‘old age’.
Journal of feline medicine and surgery,
12(11), 837-848.
Mad’ari, A., Novak, P., & Žilka, N. (2017).
Phenotypic variability and clinical staging of
canine dementia. In Canine and Feline De-
mentia (pp. 59-68). Springer, Cham.
Salt, C., Morris, P. J., Wilson, D., Lund, E. M.,
& German, A. J. (2019). Association between
life span and body condition in neutered
client-owned dogs. Journal of Veterinary In-
ternal Medicine, 33(1), 89-99.
Salvin, H. E., McGreevy, P. D., Sachdev, P. S.,
& Valenzuela, M. J. (2010). Under diagnosis
of canine cognitive dysfunction: a cross-sec-
Vetmadrid 2022 | 289
290 |
 PATOLOGÍA
NEUTOLÓGICA Y
ORTOPEDIA

Vetmadrid 2022 | 291

292 |
Autor

Nicolas Granger
Nicolas se graduó en veterinaria en la
Escuela Nacional de Veterinaria de Alfort,
Francia, en 2002, donde completó una
residencia y su formación en neurología
y neurocirugía para convertirse en
Diplomado del Colegio Europeo de
Neurología Veterinaria en 2006. Dirigió el
servicio de neurología y neurocirugía en el
Queen’s Veterinary School Hospital de la
Universidad de Cambridge hasta 2008 y
allí se doctoró en neurociencia en 2012.

Continuó su investigación y docencia como profesor principal

en la Universidad de Bristol de 2012 a 2016. Ahora trabaja como
neurólogo clínico en Bristol Veterinary Specialists (referencias
de Highcroft), donde proporciona diagnósticos de vanguardia
y tratamientos para animales de compañía con afecciones
neurológicas. Nicolas es investigador senior en el Royal
Veterinary College.

Su principal interés e investigación se centra en los tratamientos

para la lesión de la médula espinal en perros, incluido el
trasplante de células para la regeneración y reparación de
la médula espinal, los ensayos clínicos para nuevas terapias
y la neuromodulación para el control de la incontinencia.
Nicolas ofrece procedimientos únicos, como la implantación
de neuroprótesis sacras para el control de la incontinencia,
urodinámica y también hipofisectomía en perros y gatos.

Vetmadrid 2022 | 293

294 |
Nicolas Granger

DEBILIDAD DE MIEMBROS PÉLVICOS EN PACIENTES

GERIÁTRICOS. DIAGNÓSTICO Y TRATAMIENTO DE LAS
ENFERMEDADES MÁS COMUNES
Nicolas Granger
DVM PhD Dip.ECVN FHEA FRCVS
RCVS & European Specialist in Veterinary Neurology
CVS Referrals, Bristol Veterinary Specialists
Senior Research Fellow at the Royal Veterinary College

Esta conferencia se centrará en las en- Mielopatía degenerativa en

fermedades de la médula espinal, la
columna vertebral y las articulaciones
apendiculares en los perros y gatos ma-
yores que se encuentran comúnmente
en la práctica clínica.
Revisaremos la fisiopatología de estas
enfermedades, su presentación clínica
y los últimos avances para su trata-
miento.
Las condiciones comunes de interés
en esa conferencia serán la mielopatía
degenerativa en perros, la degenera-
ción de las estructuras de la columna
vertebral (por ejemplo, la degeneración
del disco fibroide pero también otras
estructuras como la hipertrofia de liga-
mentos) y la neoplasia espinal.
Un punto importante a considerar es
la concurrencia de condiciones orto-
pédicas en perros de edad avanzada
(p. ej., displasia de cadera, osteoartritis
de múltiples articulaciones) y el impac-
to negativo adicional que agregan a la
movilidad de perros y gatos de edad
avanzada recientemente afectados por
condiciones de la médula espinal o la
columna vertebral.
También es importante considerar los
aspectos ortopédicos y neurológicos en
conjunto cuando se trata de establecer
un pronóstico y predecir la respuesta al
tratamiento, en particular a la cirugía.
perros.
La mielopatía degenerativa es una en-
fermedad neurodegenerativa progresi-
va de los perros, que afecta los axones
de la médula espinal y las neuronas
motoras del sistema nervioso central
en su etapa final. Descrita por primera
vez en 1973 en perros pastores alema-
nes, esta condición se reconoce cada
vez más en varias razas y se ha asocia-
do una mutación genética con la enfer-
medad desde 2009; esto constituye un
gran paso adelante en nuestra com-
prensión de la mielopatía degenerati-
va. Los signos clínicos, típicamente de
inicio insidioso y lentamente progresi-
vos, inicialmente son inespecíficos y se
refieren a una mielopatía no dolorosa
que afecta los segmentos toraco-lum-
bares de la médula espinal (es decir, los
segmentos T3-L3).
Los signos suelen ser asimétricos al
inicio, caracterizándose exclusivamen-
te por paresia de miembros pélvicos y
ataxia. El inicio ocurre a los 9 años de
edad en perros de razas grandes y a
los 11 años en Pembroke Welsh Corgis
o razas más pequeñas. A medida que
avanza la enfermedad, los signos neu-
rológicos descienden y luego ascienden
para afectar las neuronas motoras in-
feriores y las extremidades torácicas.
En los perros de razas grandes, la pa-
raparesia no ambulatoria ocurre de 6
Vetmadrid 2022 | 295
a 9 meses después de la aparición de
los signos. En los perros de razas pe-
queñas, existe la impresión clínica de
que los animales tienden a sobrevivir
durante un período más prolongado.
El diagnóstico se realiza descartando
enfermedades compresivas de la co-
lumna con resonancia magnética y la
punción lumbar puede ayudar a des-
cartar procesos inflamatorios o neo-
plásicos. Los agentes infecciosos se
descartan con serologías. Estas prue-
bas son finalmente negativas y no hay
una prueba etiológica disponible. Se
ha sugerido que al menos 56 razas se
ven afectadas por la mielopatía dege-
nerativa, según el diagnóstico histopa-
tológico definitivo o el hallazgo de la
mutación SOD-1 (superóxido dismuta-
sa-1), que se ha demostrado que está
asociada con la enfermedad. El hallaz-
go de la mutación SOD-1 no es suficien-
te para vincular los signos clínicos a la
enfermedad, ya que algunos perros
pueden portar la mutación pero tener
otras enfermedades y algunos perros
son negativos para la mutación pero,
sin embargo, continúan desarrollando
mielopatía degenerativa. Por lo tanto,
la realización de la prueba debe verse
como una evaluación del riesgo, pero
no presentada al cliente como una he-
rramienta de blanco o negro.
Actualmente no existe un tratamien-
to para la mielopatía degenerativa y,
por lo tanto, se debe realizar una gran
cantidad de investigación para abordar
esta enfermedad. Se recomienda la fi-
sioterapia para mantener un estado
adecuado de las extremidades pélvicas.
Neoplasias espinales
La enfermedad neoplásica puede afec-
tar a la médula espinal (esto es raro)
o más comúnmente los nervios peri-
296 | Debilidad de miembros pélvicos en pacientes geriátricos
féricos salientes (p. ej., tumores de la
vaina del nervio periférico), meninges
(p. ej., meningioma, linfoma), tejidos
blandos (p. ej., sarcoma, metástasis) o
estructuras óseas (p. ej., osteosarcoma
, mieloma múltiple) de la columna ver-
tebral. Los tumores de la vaina de los
nervios periféricos y los meningiomas
se encuentran con mayor frecuencia en
perros. En los gatos, domina el linfoma.
Hay numerosas neoplasias de la colum-
na vertebral y, por lo tanto, numerosas
presentaciones, pero afectan a perros
adultos y ancianos (existen algunas neo-
plasias espinales específicas del adulto
joven, pero no se revisarán aquí).
Las neoplasias espinales suelen ser lo-
calmente agresivas y es importante su
reconocimiento temprano. El diagnósti-
co se realiza mejor utilizando imágenes
avanzadas como resonancia magnéti-
ca o tomografía computarizada. Estas
pruebas pueden ser complementarias
en presencia de cáncer de hueso. Por lo
general, las radiografías de exploración
no son completamente informativas por
sí solas, aunque cuando se identifica
una lesión ósea, esto podría llevar al clí-
nico a elegir la tomografía computariza-
da en lugar de la resonancia magnética.
El tratamiento de la neoplasia espinal
requiere la resección quirúrgica de la
masa, pero no es posible obtener már-
genes limpios y, por lo tanto, se anti-
cipa la recurrencia. Se están logrando
avances en el campo de la radioterapia
estereotáctica que permite la adminis-
tración precisa de radiación de dosis
intensa altamente conformada a un
tumor bien delimitado. Los tumores
sólidos como los de la columna verte-
bral pueden responder bien a este tra-
tamiento, como los tumores de la vaina
de los nervios periféricos, aunque los
datos siguen siendo escasos. La radio-
Nicolas Granger
terapia trata el dolor de manera efecti-
va, pero también conlleva el riesgo de
una mielopatía prolongada.
La supervivencia es muy variable debi-
do a la variada ubicación de las lesiones
y la naturaleza de los tejidos involucra-
dos. En algunos casos, con propietarios
motivados, se pueden lograr supervi-
vencias prolongadas de uno a dos años,
mientras que en otros se observan su-
pervivencias más cortas que van desde
unos pocos días hasta 6-12 meses. Los
casos de linfoma suelen tener un mal
pronóstico, aunque hay supervivencias
anecdóticamente largas.
Degeneración discal y
degeneración de estructuras
de tejidos blandos de la
columna vertebral
La degeneración del disco interverte-
bral tipo II corresponde a una meta-
plasia fibroide del núcleo pulposo mu-
coide, que se reemplaza gradualmente
por tejido colágeno y se vuelve fibroso.
Esto se debe al aumento de la actividad
mitótica celular en la región perinuclear
y la subsiguiente producción de coláge-
no. Ocurre predominantemente en pe-
rros no condrodistróficos (típicamente
pastor alemán, Golden Retriever, Ro-
ttweiler, etc.), comúnmente perros de
razas grandes. Las fibras del anillo se
dividen y hay un engrosamiento pro-
gresivo del anillo que conduce a una
“protrusión” ventral/ventro-lateral cró-
nica y compresión de la médula espinal
y, por lo tanto, la enfermedad podría
tener una progresión más crónica que
la degeneración del disco tipo I (es de-
cir, calcificación).
Los perros con degeneración del disco in-
tervertebral tipo II suelen tener un inicio
insidioso de ataxia en las extremidades
traseras y paresia lentamente progresiva
que puede aumentar y disminuir. El pro-
pietario puede informar o sospechar de
molestias en la columna. Es posible en-
contrar perros de razas grandes (dálma-
ta, border collie) con un deterioro repen-
tino causado por la extrusión del disco
calcificado, su disco sufre en algunos ca-
sos la misma metaplasia condroide que
las razas condrodistróficas.
Del mismo modo, es posible encontrar
perros de razas pequeñas con protru-
sión discal crónica (tipo II) y deterioro
neurológico progresivo. Los perros con
degeneración del disco intervertebral
tipo II también pueden deteriorarse re-
pentinamente debido a la compresión
dinámica de la médula espinal (que con-
duce a una contusión) por la protrusión
crónica del disco o de los ligamentos.
De hecho, la compresión de la médu-
la espinal en una posición de reposo/
neutral de la columna suele ser mode-
rada pero se ve exacerbada por ciertos
movimientos como la dorsiflexión del
cuello (típicamente, esto se aplica a la
protrusión del disco cervical, también
conocido como síndrome de Wobbler,
donde la hiperextensión del cuello es
perjudicial y la manipulación del cuello
debe hacerse con precaución). Duran-
te la dorsiflexión del cuello, la protru-
sión del disco se exacerba y conduce
a una mayor compresión en compa-
ración con las posiciones neutrales de
la columna. Si la columna vertebral
se mueve repentinamente de una po-
sición neutral a una posición con una
mayor compresión del disco, la médula
espinal podría comprimirse y contusio-
narse repentinamente (¡como lo que
sucedería en su automóvil durante un
frenazo de emergencia si no tuviera un
reposacabezas para restringir la dorsi-
flexión del cuello!) .
Vetmadrid 2022 | 297
La estenosis lumbosacra degenerativa para estos casos y se introducen desde
y la espondilomielopatía cervical caudal el principio, junto con el control del do-
(conocida como síndrome de Wobbler) lor cuando sea necesario.
son dos patologías que pueden ocurrir
en los perros mayores y se presentan Base de localización de
con debilidad de las extremidades pél-
signos.
vicas o alteraciones de la marcha en las
El sistema nervioso está organizado
extremidades pélvicas. En ambas con-
predominantemente de forma jerár-
diciones, hay una serie de cambios pa-
quica, de modo que las estructuras
tológicos de los tejidos blandos u óseos
más rostrales ejercen control (general-
de la columna vertebral (por ejemplo,
mente inhibición) sobre las más cauda-
protrusión del disco tipo II, hipertrofia
les, por lo que es posible deducir dón-
facetaria, formación de hueso nuevo,
de hay una disfunción combinando los
hipertrofia de la cápsula articular, li-
resultados de las pruebas que se basan
gamentum flavum, es decir, ligamento
en circuitos locales (normalmente, re-
amarillo, hipertrofia, quiste sinovial,
flejos espinales) con los que dependen
quiste discal, etc.) que conducen a la
de vías largas a través del sistema ner-
estenosis del canal espinal o del agu-
vioso central (típicamente reacciones
jero ciático y posiblemente a la inesta-
posturales).
bilidad (subluxación) de la región afec-
tada. Esto generalmente afecta a los
Como hemos visto antes, los déficits en
perros de razas grandes. Se requiere
las reacciones posturales pueden ocu-
principalmente resonancia magnética,
rrir si hay una disfunción en cualquier
y la tomografía computarizada también
parte de la vía aferente entre el pie (que
puede resultar útil, por ejemplo, para
lleva los receptores sensoriales para la
la planificación quirúrgica. Estas condi-
respuesta) y el cerebro, o en la vía efe-
ciones pueden ser tratadas quirúrgica-
rente entre el cerebro y el pie. pie. Por
mente, como también la degeneración/
lo tanto, los déficits en estas respuestas
protrusión discal tipo II (que es efectiva
no proporcionan mucha información
en casos con dolor severo o crónico o
de localización por sí mismos, pero de-
deterioro neurológico progresivo) o
muestran que debe haber una anoma-
conservadoramente; ambas rutas con-
lía en alguna parte de estas vías.
ducen a un manejo adecuado de la en-
fermedad en el 70% de los casos.
Dado que los reflejos que se examinan
de forma rutinaria se basan en circuitos
La cirugía implica una combinación de
a través de áreas específicas del cere-
descompresión y estabilización y existe
bro (nervios craneales) o de la médula
una gran cantidad de técnicas especia-
espinal (C6-T2 para las extremidades
lizadas disponibles para el clínico. Sin
torácicas y L4-S3 para las extremidades
embargo, no es una solución mágica y
pélvicas, es decir, segmentos de ‘neu-
debe realizarse en el momento adecua-
rona motora inferior’) es posible dividir
do para ayudar a controlar a los pacien-
el sistema nervioso en varios segmen-
tes. No todos los casos lo necesitan.
tos: (i) cerebro; (ii) segmentos de mé-
Algunos casos se pueden manejar de
dula espinal C1-C5; (iii) segmentos de
manera conservadora con mucha efi-
médula espinal C6-T2; (iii) segmentos
cacia. La fisioterapia y la rehabilitación
de médula espinal T3-L3; (iv) segmen-
son muy importantes, si no esenciales,
tos de médula espinal L4-S3. Los seg-
298 | Debilidad de miembros pélvicos en pacientes geriátricos
Nicolas Granger
mentos C1-C5 y T3-L3 se denominan
segmentos de “neurona motora supe-
rior”, mientras que los segmentos C6-
T2 y L4-S3 se denominan segmentos de
“neurona motora inferior” porque con-
tienen los cuerpos celulares implicados
directamente en el control del reflejo.
arcos.
Es esencial recalcar que los reflejos
permanecerán intactos incluso si se
destruyen por completo partes del sis-
tema nervioso central por encima de la
lesión. Esto forma el concepto de “neu-
rona motora superior” frente a “neuro-
na motora inferior”.
Con una lesión de las “neuronas moto-
ras superiores”, los reflejos permane-
cen intactos porque el arco reflejo que
contiene la neurona motora inferior
no se ve afectado (p. ej., si hay una le-
sión completa de la médula espinal en
T13, por ejemplo, los reflejos espinales
en las extremidades pélvicas estarán
intactos porque dependen de los seg-
mentos L4 a S1 de la médula espinal,
pero las extremidades pélvicas estarán
paralizadas: esta es una lesión de ‘neu-
rona motora superior’; en ese ejemplo,
las reacciones posturales y los reflejos
de las extremidades torácicas serán
normales). Se pierde el control de la
función motora (y sensorial) (no hay
control desde los centros superiores).
Con una lesión de las ‘neuronas moto-
ras inferiores’, los reflejos se reducen
porque el arco reflejo que contiene la
neurona motora inferior se ve afectado
(p. ej., si hay una lesión completa de la
médula espinal que afecta a los seg-
mentos L4-S1, entonces las extremida-
des pélvicas se verán afectadas). que-
dará paralizado y los reflejos espinales
estarán entonces ausentes: se trata de
una lesión de la ‘neurona motora in-
ferior’; las reacciones posturales y los
reflejos del miembro torácico perma-
necerán normales).
Un razonamiento similar se aplica a la
lesión de los segmentos cervicales: con
una lesión de ‘neurona motora supe-
rior’ de los segmentos C1-C5, el animal
tendrá reacciones posturales anorma-
les en las 4 extremidades y reflejos
conservados en las 4 extremidades (los
arcos reflejos de C6 -T2 y L4-S3 intac-
tos); con una lesión de ‘neurona moto-
ra inferior’ de los segmentos C6-T2, el
animal tendrá reacciones posturales
anormales en las 4 extremidades, refle-
jos reducidos en las extremidades to-
rácicas (la lesión afectará a la neurona
motora inferior), pero conservará los
reflejos en los miembros pélvicos (los
arcos reflejos de L4-S3 están intactos).
En otras palabras: los reflejos espinales
pueden clasificarse según la fuerza de
la respuesta motora: (i) la reducción o
pérdida de un reflejo espinal implica un
trastorno dentro del arco reflejo ; (ii) hi-
peractividad o normalidad en un reflejo
espinal indican que el arco reflejo está
intacto; se considera que la hiperactivi-
dad proporciona la misma información
que una respuesta normal (es decir, el
arco reflejo está intacto).
Bibliografía
Spinal neoplasms in small animals.
Bagley RS.Vet Clin North Am Small Anim
Pract. 2010 Sep;40(5):915-27. doi: 10.1016/j.
cvsm.2010.05.010.
Canine degenerative myelopathy.
Coates JR, Wininger FA.Vet Clin North Am
Small Anim Pract. 2010 Sep;40(5):929-50.
doi: 10.1016/j.cvsm.2010.05.001.
Cervical spondylomyelopathy (wobbler syn-
drome) in dogs.
Vetmadrid 2022 | 299
 Lesion C1-C5 o
Lesion C6-T2 Lesión T3-L3 Lesión L4-S3
cerebro
• Reflejos • Reflejos normales • Reflejos
disminuidos en o aumentados disminuidos en
• Reflejos normales
extremidades en extremidades extremidades
o aumentados
torácicas pelvianas pelvianas
en extremidades
• Reflejos normales • Reflejos normales • Reflejos normales
torácicas y pelvianas
en extremidades en extremidades en extremidades
pelvianas torácicas torácicas

da Costa RC.Vet Clin North Am Small consequences, diagnosis, treatment, and

Anim Pract. 2010 Sep;40(5):881-913. doi: future directions.
10.1016/j.cvsm.2010.06.003. Jeffery ND, Levine JM, Olby NJ, Stein VM.J Vet
Canine Degenerative Lumbosacral Stenosis: Intern Med. 2013 Nov-Dec;27(6):1318-33.
Prevalence, Impact And Management Stra- doi: 10.1111/jvim.12183.
tegies.
Worth A, Meij B, Jeffery N.Vet Med (Auckl).
2019 Nov 19;10:169-183. doi: 10.2147/
VMRR.S180448.
Intervertebral disc degeneration in the dog.
Part 2: chondrodystrophic and non-chon-
drodystrophic breeds.
Smolders LA, Bergknut N, Grinwis GC,
Hagman R, Lagerstedt AS, Hazewinkel
HA, Tryfonidou MA, Meij BP.Vet J. 2013
Mar;195(3):292-9. doi: 10.1016/j.
tvjl.2012.10.011. Epub 2012 Nov 12.
Intervertebral disk degeneration in dogs:
300 | Debilidad de miembros pélvicos en pacientes geriátricos
Vetmadrid 2022 | 301
 ENFERMEDADES CEREBRALES EN PACIENTES
GERIÁTRICOS

Nicolas Granger
DVM PhD Dip.ECVN FHEA FRCVS
RCVS & European Specialist in Veterinary Neurology
CVS Referrals, Bristol Veterinary Specialists
Senior Research Fellow at the Royal Veterinary College

Esta conferencia se centrará en las en-
fermedades del cerebro en los perros
y gatos mayores y que se encuentran
comúnmente en la práctica. Revisare-
mos la fisiopatología de estas enferme-
dades, su presentación clínica y los últi-
mos avances para su tratamiento. Las
condiciones comunes de interés en esa
conferencia serán las enfermedades
cerebrovasculares y los tumores cere-
brales. Durante algún tiempo, la disfun-
ción vestibular aguda en perros geriá-
tricos se ha visto en la práctica como
un tipo de accidente cerebrovascular
agudo, mientras que en realidad se re-
fiere a un síndrome vestibular idiopá-
tico periférico agudo; esto también se
discutirá y se revisará la comprensión
actual de la disfunción vestibular peri-
férica “geriátrica”.
Antes de profundizar en estas dos ca-
tegorías principales de enfermedades
(enfermedades cerebrovasculares y
tumores cerebrales), es importante co-
mentar una característica importante
de su presentación: las enfermedades
cerebrovasculares aparecen muy re-
pentinamente y tienden a estabilizarse
y mejorar rápidamente (en unos pocos
días). Esto es como el síndrome vesti-
bular idiopático agudo que se observa
en los perros mayores, mientras que
los tumores cerebrales tienen un inicio
más insidioso (durante unos pocos días
o semanas) y tienden a progresar. Pero
en ambos casos, los signos neurológi-
302 |
cos suelen ser focales y asimétricos,
lo que separa estas enfermedades de
otras enfermedades cerebrales comu-
nes, como las enfermedades cerebra-
les metabólicas o degenerativas, que
generalmente provocan signos más
difusos, multifocales o simétricos. Una
diferencia clave entre estas dos condi-
ciones también está relacionada con el
pronóstico: las enfermedades cerebro-
vasculares pueden tener muy buenos
resultados (aunque es crucial buscar el
origen/etiología de los accidentes cere-
brovasculares), mientras que los tumo-
res cerebrales rara vez son curables y
eventualmente conducirán a muerte.
Enfermedades
cerebrovasculares
Definiciones y patogenia
Las enfermedades cerebrovasculares
se derivan de anomalías de los vasos
sanguíneos del cerebro (ya sean arte-
rias o venas) y, por lo tanto, alteran el
suministro de sangre al cerebro o el
drenaje de sangre. En términos genera-
les, existen dos mecanismos que pue-
den conducir a signos clínicos: oclusión
de un vaso sanguíneo (p. ej., por un
trombo o émbolo) o ruptura.
En animales de edad avanzada, nos
centraremos en los accidentes cerebro-
vasculares causados por un trombo o
hemorragia en lugar de otras causas
Nicolas Granger
notificadas en animales jóvenes, como
la embolia séptica o causadas por
agentes infecciosos (p. ej., Angiostron-
gylus vasorum). Los accidentes cere-
brovasculares se conocen como ‘ictus’.
Estos tienen un inicio agudo, no causan
convulsiones y generalmente no son
progresivos después de 24 a 48 horas.
Los signos deben estar presentes du-
rante más de 24 horas para que se de-
nominen “accidente cerebrovascular” y
eso se opone a los ataques isquémicos
“transitorios”. Con ataques isquémicos
“transitorios”, los signos neurológicos
que se refieren a la región afectada del
cerebro son leves y episódicos. Los ata-
ques isquémicos transitorios pueden
estar relacionados con la hipertensión
primaria en perros.
Los accidentes cerebrovasculares se
han reconocido cada vez más en ani-
males durante los últimos 15 años,
posiblemente debido al uso cada vez
mayor de diagnóstico por imagen avan-
zado como la resonancia magnética.
Son mucho más frecuentes en perros
que en gatos y son frecuentes en los
hospitales de referencia. En los perros,
los accidentes cerebrovasculares son
en gran parte secundarios a una con-
dición médica: el Dr. Garosi cita que
alrededor del 50% de los perros con
accidentes cerebrovasculares tienen
hiperadrenocorticismo, enfermedad
renal crónica, hipotiroidismo o hiper-
tensión, entre otras causas menos co-
munes. En los gatos, la hipertensión es
probablemente la causa principal.
Signos clínicos
Los accidentes cerebrovasculares pro-
ducen signos neurológicos relaciona-
dos con el territorio del cerebro afecta-
do. Cuando el vaso sanguíneo obstruido
es pequeño (por ejemplo, arterias per-
forantes superficiales o profundas), la
lesión cerebral puede permanecer pe-
queña y se denomina “infarto lacunar”.
Cuando el vaso sanguíneo obstruido es
grande (p. ej., las principales arterias
del cerebro o sus ramas), la lesión cere-
bral puede ser extensa y denominarse
“infarto territorial”.
Las lesiones isquémicas suelen tener
dos compartimentos: un centro en el
que hay muerte neuronal y una peri-
feria denominada “penumbra” donde
se desarrolla el edema vasogénico (de
4 a 6 horas a 24 a 48 horas). El tejido
en la región de penumbra tiene cierto
potencial de recuperación. Con las le-
siones isquémicas, no hay un efecto de
ocupación de espacio y, por lo tanto, un
mejor potencial de recuperación que
las enfermedades que causan un efec-
to de masa. Las lesiones hemorrágicas
causadas por la ruptura espontánea de
un vaso sanguíneo son raras en anima-
les. En los perros mayores, esto es más
comúnmente secundario a la ruptura
de un vaso sanguíneo dentro de una
lesión neoplásica (p. ej., la apoplejía
pituitaria es una hemorragia aguda de
la glándula pituitaria neoplásica) o por
embolia intravascular como en el caso
de un linfoma. La consecuencia de una
hemorragia intracerebral es un efec-
to de masa, con aumento agudo de la
presión intracraneal, por lo que el pro-
nóstico es mucho más reservado que el
de las lesiones isquémicas. Las micro-
hemorragias se observan comúnmente
en perros mayores y pueden ser parte
de un proceso normal de envejecimien-
to, aunque parecen estar presentes
con mayor frecuencia en perros con
proteinuria y se asocian con un tiempo
de supervivencia más corto.
Diagnóstico
El diagnóstico de accidente cerebro-
vascular se basa en gran medida en la
Vetmadrid 2022 | 303
resonancia magnética. La tomografía
computarizada suele ser normal en los
casos con lesiones isquémicas y puede
mostrar hemorragia (debido a la ate-
nuación de los rayos X) fácilmente en
la fase aguda (12-24 horas) de los ac-
cidentes cerebrovasculares hemorrági-
cos, pero no más tarde. La resonancia
magnética muestra lesiones geomé-
tricas correspondientes al territorio
afectado, con señal hiperintensa en
las imágenes ponderadas en T2, señal
hipointensa en las imágenes ponde-
radas en T1, sin efecto de masa y sin
captación de contraste. Existen algunas
secuencias de resonancia magnética
específicas que pueden ayudar a con-
firmar el diagnóstico, como la imagen
ponderada por difusión (es decir, reve-
la regiones de hipoperfusión), especial-
mente en la fase muy temprana de las
lesiones isquémicas.
Manejo / tratamiento
Un objetivo importante cuando se tra-
ta de un accidente cerebrovascular es
intentar identificar la causa del even-
to. Por lo tanto, es una buena práctica
examinar a los animales afectados para
detectar hipertensión (especialmente
gatos pero también perros), miocardio-
patía hipertrófica en gatos, trastornos
endocrinos (hiperadrenocorticismo en
perros, hipertiroidismo en gatos, hipo-
tiroidismo en perros, hiperaldostero-
nismo primario en gatos, presencia de
una masa suprarrenal que podría co-
rresponder a un feocromocitoma, dia-
betes mellitus) y enfermedades renales
(en particular, nefropatía perdedora
de proteínas en perros o enfermedad
renal crónica en gatos). El hiperadre-
nocorticismo, la nefropatía perdedora
de proteínas y la neoplasia sistémica se
asocian especialmente con un estado
de hipercoagulabilidad que puede cau-
sar enfermedad tromboembólica.
304 | Enfermedades cerebrales en pacientes geriátricos
El tratamiento es de soporte en la fase
aguda y consiste principalmente en
mantener los parámetros vitales y bio-
químicos del cuerpo. Si se identifica
una causa, esto brinda la posibilidad de
abordarla y reduce el riesgo de recu-
rrencia. El pronóstico de los accidentes
cerebrovasculares isquémicos suele
ser muy bueno y este es un mensaje
para transmitir al cliente. Los animales
compensarán de manera muy eficien-
te sus déficits neurológicos, aunque el
propietario debe ser consciente de que
esto puede llevar algún tiempo.
Disfunción vestibular
periférica ‘geriátrica’
(idiopática)
El síndrome vestibular periférico
idiopático es una causa extremada-
mente común de disfunción vestibular
periférica unilateral aguda en el perro
que envejece. Se presenta con inicio hi-
peragudo de signos vestibulares seve-
ros, que a menudo conducen a rodar,
caer e incapacidad para mantener la
postura y un nistagmo rápido (con la
fase lenta hacia el lado de la inclinación
de la cabeza). Sin embargo, este síndro-
me es benigno y suele mejorar rápida-
mente. No es causado por un accidente
cerebrovascular y la etiología de este
síndrome sigue siendo desconocida.
Se ha especulado con un origen viral y
recientemente se demostró que los pe-
rros viejos afectados por este síndrome
tenían una asimetría significativa del
diámetro del utrículo en comparación
con perros no afectados de una edad
similar, lo que confirma el origen peri-
férico (oído interno) del síndrome.
Tumores cerebrales
Clasificación
Los tumores cerebrales se clasifican como
extraaxiales (que se extienden hacia el
Nicolas Granger
cerebro desde estructuras adyacentes) o
intraaxiales (que surgen de tejidos en el
espacio intracraneal o metástasis).
Tumor extraaxial
- meninges = meningioma
- hipófisis = adenoma hipofisario /
adenocarcinoma
- del cráneo o cavidad nasal = carcinoma,
osteosarcoma…
- de las raíces nerviosas = tumores de las
vainas de los nervios periféricos
Patogénesis
Los tumores cerebrales provocan des-
trucción local del tejido nervioso (necro-
sis), pero es la consecuencia de la presen-
cia de la lesión la que provoca la mayoría
de los signos clínicos en los animales ha-
bitualmente (inflamación, edema), más
que la propia lesión primaria. Hay des-
plazamiento de las estructuras cerebrales
y compresión de estructuras distantes,
posible hemorragia en o alrededor de la
lesión y aumento repentino de la presión
intracraneal, bloqueo del flujo de líquido
cefalorraquídeo e hidrocefalia secundaria
o isquemia secundaria a embolia neoplá-
sica. Por lo tanto, los signos podrían no
reflejar directamente la localización de la
lesión primaria, sino reflejar la consecuen-
cia de la masa. Por ejemplo, es común ver
perros o gatos con disfunción del tronco
encefálico, donde la neoplasia se localiza
en el prosencéfalo y es silenciosa, pero el
aumento de la presión intracraneal con-
duce a la hernia cerebral y signos del tron-
co encefálico. Igualmente, podría haber
una neoplasia del tronco encefálico bas-
tante silenciosa que conduce a la obstruc-
ción del flujo de líquido cefalorraquídeo
e hidrocefalia secundaria, lo que provoca
signos en el prosencéfalo.
Signos clínicos
Estos son variados dependiendo de la lo-
calización de la lesión: convulsiones, pér-
dida visual, cambios de comportamiento
La siguiente tabla resume los principa-
les tipos de neoplasias cerebrales:
Tumor intraaxial
-células gliales = glioma
-células ependimales = ependimoma
-plexo coroideo = papiloma/carcinoma del
plexo coroideo
metástasis: de hemangiosarcoma, linfoma,
carcinoma de glándula mamaria, carcinoma
de glándula anal, melanoma.
(especialmente en gatos con meningio-
ma), alteración mental, agresividad, pérdi-
da de hábitos (patrón de sueño anormal,
incontinencia urinaria), caminar en círcu-
los, signos de hernia cerebral (presionar
la cabeza) – ver la sección a continuación.
Señalización y tipo de tumor
En perros:
• Edad mediana: 9 años (rango 4-13)
pero posible en animales muy jóvenes;
• Boxer, Golden Retriever, Labrador,
Doberman, Terriers, Collies, Bull-
dog… pero potencialmente cual-
quier raza;
• 2º tumor en animales jóvenes des-
pués del cáncer hematológico;
• Tipo histológico: glioma > meningio-
ma > metástasis…
En gatos:
• Animales viejos (75% > 9 años);
• Sin predisposición de raza;
• 10% de los cánceres felinos distin-
tos de los cánceres hematológicos;
• Tipo histológico: meningioma > lin-
foma > glioma…
Los gliomas suelen tener las siguientes
características:
• Afecta a perros braquicéfalos
• Puede afectar a animales jóvenes
Vetmadrid 2022 | 305
 (es decir, Bulldogs)
• Una masa solitaria
• Localización: prosencéfalo, tempo-
ral, tálamo.
Los meningiomas suelen tener las si-
guientes características:
• Tumor de células meníngeas:
• Piamadre (perro)
• Duramadre (gato)
• 80% intracraneal, 20% periorbitario
o médula espinal
• Perros viejos, gatos viejos (15% de
los gatos presentarán lesiones múl-
tiples)
• Afecta a razas dolicocefálicas: Co-
llies, Golden Retriever, etc.
Los tumores hipofisarios son proba-
blemente más comunes de lo que se
pensaba:
• El 80 % de los perros con síndrome
de Cushing son dependientes de la
hipófisis;
• El 15 % de los perros con Cushing
dependiente de la hipófisis tienen
un macroadenoma;
• Razas: Caniche, Yorkshire, Boxer,
Labrador, Staffordshire bull terrier;
Tratamientos
Médico: corticosteroides
• Reduce edema
• Efecto citotóxico
• Reduce la producción de CSF
Medicación antiepiléptica/anticonvulsivante
Tratamiento específico
• Cirugía
• Quimioterapia sistémica o local
• Radioterapia
306 | Enfermedades cerebrales en pacientes geriátricos
• El tratamiento con cirugía o radiote-
rapia puede ser muy efectivo.
Diagnóstico
El diagnóstico depende en gran medida
de diagnóstico por imagen avanzado y
la resonancia magnética es superior a
cualquier otro medio. El uso de la es-
pectroscopia de resonancia magnéti-
ca de protones permite determinar la
composición química del tejido tumo-
ral. Las imágenes ponderadas por di-
fusión, como las del accidente cerebro-
vascular, pueden mostrar regiones de
hipoperfusión.
La tomografía computarizada se pue-
de utilizar y es más adecuada para
las lesiones que afectan el cráneo, las
fosas nasales y los meningiomas tam-
bién se pueden diagnosticar fácilmen-
te porque son extraaxiales y toman
el contraste de manera homogénea,
lo que ayuda a delimitarlos. La tomo-
grafía computarizada o la resonancia
magnética pueden combinarse con la
biopsia estereotáctica de las lesiones,
que es ideal y segura, pero rara vez se
realiza debido al costo y la disponibili-
dad limitada de equipos.
Tratamiento
Supervivencia
De semanas a 2 meses
De 6 a 18 meses
Nicolas Granger
Una revisión sistemática reciente de los
tratamientos de tumores cerebrales
caninos analizó 794 casos publicados
en 22 estudios. Identificó una marcada
heterogeneidad entre los estudios, es-
pecialmente con respecto a los criterios
de inclusión y los períodos de segui-
miento. Solo dos estudios fueron pros-
pectivos. Usando una clasificación de
9 niveles utilizada para humanos para
evaluar la calidad de los informes de
intervención para tumores cerebrales,
4 estudios se calificaron como de nivel
IIb y 18 como de nivel IV. En los perros
tratados con radioterapia o cirugía,
aproximadamente el 9 % de los casos
de cada modalidad se eliminaron del
análisis antes de completar el estudio
debido a problemas relacionados con
la morbilidad y la mortalidad.
Las supervivencias son las siguientes:
• los perros tratados con cirugía (108
casos) tuvieron una mediana de su-
pervivencia de 312 días (27-2104);
la supervivencia fue de 226 días
(mediana, 60-437) para lesiones in-
traaxiales y 2348 días (mediana, 46-
2104) para lesiones extraaxiales;
• los perros tratados con radioterapia
(428 casos) tuvieron una mediana
de supervivencia de 351 días (139-
906);
• los perros tratados sintomática-
mente (138 casos) tuvieron una me-
diana de supervivencia de 65 días
(6-359).
Por lo tanto, no hubo diferencia en la
supervivencia entre los casos tratados
con cirugía o radiación y no hubo un
beneficio claro de agregar radioterapia
a la cirugía.
Tratamientos avanzados
Los tratamientos avanzados incluyen el
uso de equipos neuroquirúrgicos como
estereotaxia intraoperatoria, endosco-
pia y aspiración ultrasónica. Esto per-
mite una mejor reducción de tumores
tanto extraaxiales como intraaxiales. La
neuronavegación estereotáctica permi-
te comprobar en directo los márgenes
de la lesión mientras el cirujano extrae
la masa. La radioterapia ha progresa-
do a la radioterapia estereotáctica que
permite una focalización más refinada
de la lesión y menos efectos secunda-
rios, con dosis fraccionadas. La quimio-
terapia puede administrarse dentro de
la lesión mediante administración me-
jorada por convección. Los tumores ce-
rebrales en perros es un campo activo
de investigación y se han comenzado a
explorar nuevas vías, como la inmuno-
terapia.
Un recordatorio sobre la localización
de lesiones en la cabeza.
Una diferenciación muy importante
que se debe hacer cuando se trata de
una disfunción que afecta a la cabeza
es si la lesión se localiza en el sistema
nervioso periférico o central. Es esen-
cial recordar que los déficits de los
nervios craneales no necesariamente
implican una disfunción dentro del ce-
rebro mismo; los déficits de los nervios
craneales a menudo son el resultado
de lesiones que afectan el nervio peri-
férico y se encuentran fuera del cráneo.
Las lesiones dentro del cerebro gene-
ralmente, pero no siempre, causarán
deficiencias en el control de las extre-
midades, a menudo más pronunciadas
en las extremidades pélvicas. Dichos
déficits incluyen paresia y ataxia al ca-
minar (especialmente si la lesión se lo-
caliza caudal al mesencéfalo) y depre-
sión de las reacciones posturales. Una
Vetmadrid 2022 | 307
lesión que afecte la porción periférica
de un nervio craneal no puede causar
este tipo de déficits. Por lo tanto, la in-
terpretación de un déficit en el nervio
craneal depende de la evaluación de
las respuestas posturales en las cuatro
extremidades. El sitio de entrada de los
nervios craneales en el sistema ner-
vioso central es relativamente caudal,
por lo que si hay deficiencias en las re-
acciones posturales, se observarán en
las extremidades ipsilaterales (véanse
los comentarios sobre el síndrome ves-
tibular paradójico a continuación). La
excepción es el nervio óptico: si las vías
centrales relacionadas con este nervio
se ven afectadas, pueden aparecer dé-
ficits de reacción postural en las extre-
midades ipsilaterales o contralaterales
al ojo afectado.
Disfunción vestibular central versus pe-
riférica versus cerebelosa
Las lesiones del sistema vestibular cen-
tral provocarán un síndrome vestibular
(ladeo de la cabeza, nistagmo con una
fase lenta hacia la lesión y pérdida del
equilibrio) pero también provocarán
signos relacionados con el daño de las
estructuras centrales presentes alre-
dedor de los núcleos vestibulares en el
tronco encefálico: (i) disfunción motora
(es decir, paresia) ipsilateral; (ii) otros
déficits de los nervios craneales; (iii)
mención reducida; (iv) disfunción de las
vías sensoriales, es decir, déficits pro-
pioceptivos conscientes.
Las lesiones del sistema vestibular pe-
riférico provocarán un síndrome ves-
tibular (ladeo de la cabeza, nistagmo
con fase lenta hacia la lesión y pérdida
del equilibrio) pero no dará signos cen-
trales. Por lo tanto, a pesar de caídas
y ataxia a veces severas, los animales
con síndrome vestibular periférico po-
drán caminar con apoyo y mostrarán
308 | Enfermedades cerebrales en pacientes geriátricos
una función motora normal y podrán
reemplazar su pata durante la prueba
de nudillos (es decir, propiocepción
consciente). Esto es particularmente
cierto en perros con disfunción vesti-
bular idiopática “geriátrica” en los que
no se observan signos centrales.
Tenga en cuenta que el síndrome de
Horner y la paresia facial se pueden ob-
servar con un síndrome vestibular tanto
central como periférico porque el siste-
ma simpático y el recorrido del nervio
facial incluyen porciones tanto en el ce-
rebro como cerca del oído medio.
Las lesiones que afectan al cerebelo
suelen producir signos muy caracterís-
ticos, como temblores, movimientos de
pasos exagerados, balanceo del tronco
y balanceo de la cabeza. Las pruebas
de respuesta postural, como saltar y
caminar a medias, harán que estos ti-
pos de déficit sean más prominentes.
Característicamente habrá ataxia pero
no paresia. Algunas lesiones cerebelo-
sas también causarán nistagmo similar
a un temblor.
El síndrome vestibular paradójico es un
tipo relativamente raro de disfunción
vestibular que puede resultar confuso
para el clínico, pero lo mencionamos
aquí porque es común en los acciden-
tes cerebrovasculares. En este síndro-
me, el animal tiene la cabeza inclinada
hacia un lado, pero los déficits de reac-
ción postural están en las extremida-
des contralaterales. Esto es lo opuesto
al hallazgo normal en los síndromes
vestibulares centrales, en los que la in-
clinación de la cabeza (lado en el que la
cabeza está hacia abajo) y la fase lenta
del nistagmo están en el mismo lado
que los déficits de reacción postural.
En el síndrome vestibular paradójico, el
lado afectado por la paresia indica el si-
Nicolas Granger
tio de la lesión. Este síndrome se asocia
casi exclusivamente con lesiones en el
ángulo pontocerebeloso.
Identificación de lesiones en el cerebro
anterior
Las lesiones que afectan el prosencéfa-
lo (es decir, los hemisferios cerebrales
y el tálamo) pueden pasarse por alto
más fácilmente debido a la relativa es-
casez de signos de localización defini-
tiva y es posible que haya muy pocos
déficits neurológicos. Aunque la forma
de andar puede ser normal, los anima-
les afectados a menudo, aunque no
siempre, muestran signos de deficien-
cias posturales contralaterales, como
hemi-parada o hemi-caminar anorma-
les. Desafortunadamente, las pruebas
clínicas de las habilidades cognitivas de
los animales son difíciles y, dado que
dependen de la interpretación subjeti-
va de su conciencia y capacidad de res-
puesta a sus entornos, pueden no ser
confiables.
Sin embargo, el dueño notará muchos
de los signos asociados con las lesiones
en esta parte del cerebro, como convul-
siones o cambios de personalidad, y si
un dueño reporta un historial de tales
signos clínicos, es importante examinar
al animal cuidadosamente para eviden-
cia de enfermedad del cerebro anterior.
Los hallazgos característicos durante el
examen neurológico de animales con
lesiones en el cerebro anterior incluyen
alteración de la actividad mental, ritmo
sin rumbo, dar vueltas (hacia el lado de
la lesión), ceguera aparente (contrala-
teral al lado de la lesión) o sordera (o
incapacidad para localizar correcta-
mente la fuente del ruido) y respuestas
posturales deprimidas contralaterales
a la lesión. La enfermedad difusa del
prosencéfalo a menudo hace que los
animales se presenten sin signos loca-
lizados, pero con alteración grave del
estado mental u obnubilación. Los pro-
pietarios pueden reportar episodios
de incontinencia, patrones de sueño
alterados, cambio de comportamiento
hacia otros animales, síndrome de he-
mi-negligencia (por ejemplo, comer la
mitad de la comida en su plato).
Un hallazgo más confuso es que las
lesiones del cerebro anterior a veces
causan una pérdida leve de la función
de los nervios craneales. Mientras que
este déficit es insuficiente para causar
pérdida de reflejos, comúnmente se
detectan depresión de la sensación fa-
cial, más a menudo evidente en la mu-
cosa nasal, o alteración de la expresión
facial. Este tipo de déficit ocurre contra-
lateral al sitio de la lesión del prosen-
céfalo, en contraste con los déficits in-
ducidos por la enfermedad del tronco
encefálico. La sospecha de una lesión
del prosencéfalo por lo general debe
reforzarse en tales casos por la historia
(p. ej., convulsiones) o la identificación
de anomalías en el comportamiento o
la actividad mental.
Bibliografía
An Update on Cerebrovascular Disease in
Dogs and Cats.
Boudreau CE.
Vet Clin North Am Small Anim Pract.
2018 Jan;48(1):45-62. doi: 10.1016/j.
cvsm.2017.08.009.
Cerebrovascular disease in dogs and cats.
Garosi LS.
Vet Clin North Am Small Anim Pract.
2010 Jan;40(1):65-79. doi: 10.1016/j.
cvsm.2009.09.001.
Systematic Review of Brain Tumor Treat-
ment in Dogs.
Hu H, Barker A, Harcourt-Brown T, Jeffery N.
Vetmadrid 2022 | 309
J Vet Intern Med. 2015 Nov-
Dec;29(6):1456-63. doi: 10.1111/
jvim.13617.
New treatment modalities for brain tumors
in dogs and cats.
Rossmeisl JH.
Vet Clin North Am Small Anim Pract.
2014 Nov;44(6):1013-38. doi: 10.1016/j.
cvsm.2014.07.003.
Advances in diagnostic and treatment mo-
dalities for intracranial tumors.
Dickinson PJ.
J Vet Intern Med. 2014 Jul-Aug;28(4):1165-85.
doi: 10.1111/jvim.12370.

310 | Enfermedades cerebrales en pacientes geriátricos

Nicolas Granger
ENFERMEDADES DEGENERATIVAS DEL SISTEMA
NERVIOSO ASOCIADAS A LA EDAD AVANZADA
Nicolas Granger
DVM PhD Dip.ECVN FHEA FRCVS
RCVS & European Specialist in Veterinary Neurology
CVS Referrals, Bristol Veterinary Specialists
Senior Research Fellow at the Royal Veterinary College
Existe una creciente demanda por par-
te de los propietarios para tratar a su
perro o gato envejecido y los avances
en el tratamiento y cuidado de los ani-
males ha hecho que aumente la super-
vivencia y por tanto se nos presenta
una mayor proporción de casos con
enfermedades degenerativas del siste-
ma nervioso.
Entre estos, prevalece la degeneración
del sistema nervioso periférico que
causa neuropatías periféricas (a me-
nudo asociadas con parálisis laríngea),
mientras que la degeneración cerebral
(p. ej., que causa disfunción cognitiva)
o los trastornos del movimiento (p. ej.,
enfermedad de Lafora o temblores or-
tostáticos) cada vez están más descri-
tos e investigados. Discutiremos sobre
estas categorías principales de enfer-
medades. Vale la pena tener en cuen-
ta que, además de la degeneración del
sistema nervioso, la osteoartritis afecta
a la mascotas mayores y, por lo tanto,
puede amplificar las dificultades para
caminar causadas por la degeneración
del sistema nervioso. Del mismo modo,
otras enfermedades neurológicas co-
munes en el perro de edad avanzada
(que discutimos en conferencias an-
teriores), como los problemas de co-
lumna y, en particular, la hernia discal
crónica y la estenosis lumbo-sacra,
también se sumarán a la complejidad
del manejo de la movilidad del perro de
edad avanzada.
Neuropatías periféricas en
pacientes de edad avanzada
Las enfermedades de los nervios pe-
riféricos que afectan al perro mayor
(más comúnmente de naturaleza de-
generativa) han sido reconocidas cada
vez más por los veterinarios y proba-
blemente sean más comunes de lo
que se pensaba. Esto se debe en parte
a que estas enfermedades progresan
lentamente y causan signos inicialmen-
te sutiles e inespecíficos: debilidad, difi-
cultad para levantarse y reducción del
ejercicio diario. No son dolorosos, por
lo que es posible que el dueño no se de
cuenta y culpe a la “vejez” por la debili-
dad del perro.
El cuestionario clínico al propietario es
una parte muy importante del examen
neurológico en estos casos. Es crucial
conocer el momento de aparición de la
enfermedad y su progresión temporal.
El reconocimiento de patrones de sig-
nos clínicos ayudará a determinar una
causa subyacente y formular un plan de
diagnóstico y las posibilidades de trata-
miento (p. ej., los labradores ancianos
con estridor y debilidad generalizada
suelen tener una polineuropatía dege-
nerativa). Los perros son los más afecta-
dos, en comparación con los gatos.
Para investigar las enfermedades de
los nervios periféricos, se pueden hacer
las siguientes preguntas:
Vetmadrid 2022 | 311
 • ¿Ha cambiado la respiración de tu
animal? (buscando estridor);
• ¿Has notado que tu animal está en-
fermo y esto está asociado con mo-
vimientos abdominales? (buscando
regurgitaciones);
• ¿Ha cambiado el ladrido de tu animal?
• ¿Cuánto ejercicio hace tu animal?
¿Ha cambiado esto?
• ¿Tu animal tiene dolor?
Presentación clínica
La presentación no es específica de un
tipo de neuropatía (aunque las desmie-
linizantes no son tan debilitantes como
las axonales), pero reflejan la afecta-
ción de las neuronas motoras inferio-
res. Las neuropatías hereditarias/de-
generativas que comúnmente afectan
al perro mayor se desarrollan durante
semanas o meses.
Los signos motores típicos serán:
• Pérdida de la fuerza muscular (hipo-
tonía con una postura palmigrada y
plantígrada);
• Atrofia muscular (generalmente en
pocos días = profunda y rápida; ten-
ga en cuenta que los nervios peri-
féricos tienen un papel trófico para
el músculo), generalmente distal
y progresando hacia los músculos
proximales y los músculos paraespi-
nales; debido a la pérdida de masa
muscular, pueden ocurrir enferme-
dades/lesiones ortopédicas secun-
darias, posiblemente debido a la
laxitud articular excesiva, como la
enfermedad del ligamento cruzado;
• Falta de movimiento = paresia/pa-
rálisis; las razas gigantes presentan
con frecuencia una marcha caracte-
rística de las extremidades pélvicas,
también llamada pseudo-hiperme-
tría del tarso.
312 | Enfermedades degenerativas del sistema nervioso asociadas a la edad avanzada
Los déficits sensoriales son déficits
propioceptivos y ataxia. La mayoría
de las neuropatías no causan dolor (a
menos que el animal desarrolle dolor
neuropático) y, por lo tanto, pueden
pasar desapercibidas durante mucho
tiempo. Sin embargo, los componen-
tes sensoriales de los nervios pueden
verse afectados y provocar una pérdida
de sensibilidad en la piel. Recuerde que
algunos casos pueden perder la sensi-
bilidad térmica y pueden presentar dis-
función autonómica (mala perfusión de
las extremidades) que puede dar lugar
a lesiones cutáneas, ulceraciones y au-
tomutilaciones.
Muy importante, los signos vocales pue-
den ser los únicos signos visibles para
el propietario o el veterinario y gene-
ralmente incluyen parálisis laríngea, un
cambio en el tono del ladrido, tos, jadeo
excesivo, dificultad para tragar o regur-
gitación de alimentos, rara vez déficits
de nervios craneales como facial pará-
lisis. Por tanto, estos signos deben im-
pulsar la búsqueda de una neuropatía
generalizada y no un simple diagnóstico
de parálisis laríngea (que podría incluir
chequeo metabólico/endocrino, bús-
queda de una neoplasia primaria en
caso de una neuropatía paraneoplásica,
etc.). Del mismo modo, la presencia de
una neumonía sin causa clara debe ha-
cer sospechar una disfunción laríngea o
un megaesófago insidioso.
Los reflejos espinales suelen reducirse
o perderse, como los reflejos tendino-
sos y los reflejos de retirada (hiporre-
flexia). La evaluación de los reflejos de
retirada es crucial en la evaluación del
animal afectado por una enfermedad
de los nervios periféricos, ya que éstos
involucran nervios más largos (típica-
mente el ciático) y tienden a desapare-
cer en primer lugar durante el curso de
Nicolas Granger
la enfermedad, mientras que los más
cortos (como el nervio femoral) perma-
necen menos afectados (por lo que el
reflejo rotuliano persiste).
Enfoque diagnóstico
Aunque esto no está ampliamente dis-
ponible, una forma práctica de distin-
guir las enfermedades ortopédicas de
las enfermedades de los nervios peri-
féricos es realizar un electromiograma.
La gran ventaja del electromiograma es
la rapidez de la prueba (~15 minutos
para probar un par de extremidades)
y una respuesta positiva (es decir, la
presencia de actividad eléctrica espon-
tánea anormal en los músculos bajo
anestesia) es diagnóstica de la presen-
cia de una enfermedad de los nervios
periféricos. Los estudios de conducción
nerviosa también ayudan a confirmar el
diagnóstico y pueden complementarse
con biopsias musculares y nerviosas.
Estos revelarán cambios degenerativos
y ayudarán a descartar condiciones in-
fecciosas o condiciones hereditarias.
Las condiciones médicas comunes que
pueden conducir a neuropatías perifé-
ricas en perros mayores son el cáncer
(a través de un efecto paraneoplásico
como insulinoma e hipoglucemia), en-
fermedades endocrinas (hipotiroidis-
mo, hiperadrenocorticismo, neuropa-
tía diabética) y deben evaluarse este
tipo de enfermedades. Sin embargo,
se debe tener en cuenta que los perros
mayores pueden presentar más de una
enfermedad (¡porque son viejos!) y, por
lo tanto, debemos tener cuidado al em-
parejar los signos neurológicos con los
resultados de las pruebas.
Es posible la identificación de defectos
moleculares subyacentes a las neuro-
patías hereditarias en perros, pero las
mutaciones genéticas conocidas hasta
el momento se relacionan con enfer-
medades en animales jóvenes y las po-
lineuropatías degenerativas genéticas
subyacentes en perros mayores aún
deben dilucidarse.
Degeneración cerebral
Cada vez hay más datos sobre la neu-
robiología del envejecimiento en pe-
rros y gatos. Para los perros, primero,
hay atrofia cerebral caracterizada por
agrandamiento del sistema ventricular
y adelgazamiento de la corteza cerebral
que se puede visualizar en la resonancia
magnética. Estos cambios, entre otros,
se han cuantificado en relación con la
aparición y progresión de la disfunción
cognitiva. También hay evidencia de
pérdida neuronal, presencia de placas
seniles similares a las de Alzheimer (es-
tán típicamente compuestas de proteí-
nas β-amiloides, un hallazgo clave en
personas con enfermedad de Alzhei-
mer), angiopatía amiloide cerebrovas-
cular, acumulación de varias proteínas
tau fosforiladas (similar a lo descrito en
humanos con enfermedad de Alzhei-
mer) y marcadores de daño oxidativo.
En los gatos también se produce pérdi-
da neuronal y atrofia cerebral. También
hay depósito de proteínas β-amiloides
pero de diferentes tamaños en compa-
ración con perros o humanos y menor
correlación entre el número de placas
y la gravedad de los cambios de com-
portamiento. La detección de proteínas
tau fosforiladas es similar en gatos a
humanos y se ha encontrado que está
asociada con convulsiones en gatos.
En la clínica, los propietarios informa-
rán cambios de comportamiento, como
caminar de un lado a otro, dar vueltas
mirando fijamente a la pared, quedarse
atrapado en una esquina, no reconocer
a los miembros de la familia, evitar el
contacto, etc. La patología cerebral y
Vetmadrid 2022 | 313
los hallazgos de la resonancia magné-
tica pueden correlacionarse con estos
signos clínicos. Hay formas de evaluar
y puntuar útiles disponibles, como la
escala de calificación de disfunción
cognitiva canina. También es importan-
te considerar que el envejecimiento de
otros sistemas, como la audición, ten-
drá un impacto en el deterioro cogniti-
vo y existen vínculos claros e interesan-
tes entre la enfermedad periodontal y
la disfunción cognitiva, por ejemplo. La
epilepsia a largo plazo también tendrá
un impacto en la cognición.
Los tratamientos para la degeneración
cerebral son escasos y su efecto aún
por determinar. Se han propuesto al-
gunas dietas de prescripción con el
objetivo de reducir el daño oxidativo
utilizando antioxidantes, vitaminas del
grupo B, aceite de pescado, triglicéri-
dos de cadena media, etc.
Trastornos del movimiento
Estos están relacionados generalmen-
te con la raza y, a menudo, se ven a
una edad temprana. Sin embargo, es
común encontrarse con dueños de pe-
rros y gatos mayores y reportan movi-
mientos extraños, temblores o discine-
sia paroxística, incluso convulsiones,
para lo cual tenemos una explicación
limitada. En estos casos, es necesario
buscar causas obvias (por ejemplo,
infección, alteraciones electrolíticas,
hipertensión, trastornos endocrinos,
etc.). Los temblores son comunes y no
muy específicos en los perros mayores
y los temblores ortostáticos proba-
blemente sean el tipo más frecuente:
hay temblor de las extremidades pél-
vicas durante el soporte de peso para
mantener la postura que desapare-
ce con la actividad o al acostarse. Un
trastorno del movimiento típicamente
asociado con el envejecimiento es la
314 | Enfermedades degenerativas del sistema nervioso asociadas a la edad avanzada
enfermedad de Lafora, un tipo de epi-
lepsia mioclónica en perros salchicha
miniatura de pelo duro y beagles, que
es autosómica recesiva. Hay una muta-
ción del gen Epm2b que conduce a la
acumulación intracelular de glucógeno
anormal (cuerpos de Lafora): estos ca-
sos presentan mioclonos espontáneos
y reflejos (sacudidas breves similares
a un shock resultantes de la contrac-
ción o relajación involuntaria repentina
de 1 o más músculos), convulsiones y,
con menos frecuencia, “chasquidos de
mandíbula”, “captura de moscas”, “ata-
ques de pánico”, problemas de visión,
agresión e incontinencia urinaria. Esta
es una enfermedad progresiva que no
tiene tratamiento, aunque la progre-
sión es lenta durante meses o años.
Bibliografía
Inherited peripheral neuropathies in dogs
and cats. Coates JR, O’Brien DP. Vet Clin North
Am Small Anim Pract 2004;34:1361-1401.
Canine inherited motor and sensory neuropa-
thies: an updated classification in 22 breeds
and comparison to Charcot-Marie-Tooth di-
sease. Granger N. Vet J 2011;188:274-285.
Aging in the canine and feline brain. Charles H
Vite, Elizabeth Head, Vet Clin North Am Sma-
ll Anim Pract. 2014 Nov;44(6):1113-29; doi:
10.1016/j.cvsm.2014.07.008.
International veterinary canine dyskinesia
task force ECVN consensus statement: Ter-
minology and classification. Cerda-Gonzalez
S, Packer RA, Garosi L, Lowrie M, Mandigers
PJJ, O’Brien DP, Volk HA. J Vet Intern Med.
2021 May;35(3):1218-1230. doi: 10.1111/
jvim.16108.
Lafora disease in miniature Wirehaired Da-
chshunds. Swain L, Key G, Tauro A, Ahonen S,
Wang P, Ackerley C, Minassian BA, Rusbridge
C. PLoS One. 2017 Aug 2;12(8):e0182024. doi:
10.1371/journal.pone.0182024.
 Toni Navarro
Veterinario socio fundador del hospital
veterinario Menescal en Novelda (Alicante)
y responsable en dicho centro de la cirugía
de traumatología y ortopedia.

Profesor asociado en la Universidad de

Murcia. Corresponsable del servicio de
Traumatología y Ortopedia de la Fundación
Hospital de Murcia
Tutor de trabajos TFG (trabajo fin de
grado), profesor del master de clínica de
pequeños animales y tutor trabajos TFM
(trabajo fin de master).

Acreditado Avepa en la especialidad de Traumatología y

Ortopedia. Miembro de comité técnico del grupo GEVO desde
2002.

Gran aficionado al Tenis (si no hubiera sido veterinario sería

entrenador de tenis), al senderismo y la naturaleza, a viajar en
furgoneta, y a comer arroz con azafrán “Carmencita” (marca
creada por su abuelo hace ahora 100 años) junto a su familia y
amigos.

Vetmadrid 2022 | 315

316 |
Toni Navarro

PEQUEÑOS GRANDES DETALLES EN EL DIAGNÓSTICO

DE COJERAS EN ANIMALES GERIÁTRICOS

Toni Navarro
Acreditado Avepa Especialidad Traumatología y Ortopedia
Miembro del comité técnico del grupo GEVO
Hospital Veterinario Menescal Novelda (Alicante)
Profesor asociado Facultad Veterinaria de Murcia Dpto.Cirugía y Medicina
Animal - Veterinario Fundación Veterinaria Universidad Murcia Hospital Clínico
https://www.menescalveterinarios.es/

Introducción pueden influir en la evolución de la en-

Las enfermedades que ocasionan una
alteración de la marcha en mascotas
geriátricas tienen un origen diverso.
La enfermedad articular degenerativa
primaria o secundaria y los traumatis-
mos son las causas más frecuentes y
las que con las que nos focalizaremos
durante la presentación pero también
pueden ocasionar cojeras y debilidad
otras como neoplasias, enfermedades
articulares infecciosas, autoinmunes,
enfermedades neurológicas y neuro-
musculares.
Puede ser una articulación afectada o
en ocasiones en el perro y gato geriá-
trico es frecuente encontrar varias en
uno o más miembros del esqueleto
apendicular (1). No es raro encontrar
situaciones de múltiples articulaciones
afectadas como ambos codos, rodillas y
caderas y además déficits neurológicos
por compresiones medulares. Durante
el proceso de diagnóstico es necesario
determinar las causas primarias de do-
lor y debilidad predominantes y ,si es
posible, aplicar un tratamiento efectivo
ya sea quirúrgico o conservador.
La presencia de co-morbilidades como
problemas dermatológicos (atópia, pio-
dermas recurrentes), metabólicos, en-
docrinos, obesidad y otras patologías
fermedad. Es importante descubrirlas
y tenerlas en cuenta para el enfoque
terapéutico.
Objetivo de la comunicación
El objetivo de la presentación es ex-
poner detalles clave a tener en cuenta
específicos de la edad geriátrica en las
diferentes fases del diagnóstico de co-
jeras, especialmente las de localización
articular por enfermedad degenerativa
o por traumatismos.
Reseña, anamnesis e historia
clínica
La castración en la pubertad puede
aumentar de 2 a 4 veces, en algunas
razas de perros, la posibilidad de pade-
cer en la edad adulta enfermedad del
ligamento cruzado, displasia de cadera
o displasia de codo además de algunos
tipos de cánceres. Se trata de razas
como Pastor Aleman, Golden Retriever,
Labrador R., Caniche, y hasta 35 razas
y perros mestizos según un estudio de
más de 1000 individuos realizado a lo
largo de su vida en la Universidad de
Davis (Calfornia,USA)(2). Y la hipótesis
que plantean los autores de dicho estu-
dio no es por un motivo de obesidad en
edad adulta sino por retraso en el cie-
rre de la fisis de crecimiento ósea por
la alteración hormonal. Tener presente
Vetmadrid 2022 | 317
estas razas, el sexo, la esterilización y
su momento pueden ser interesantes
para el primer enfoque del estudio de
la cojera. Esto no ocurre en el gato en
donde la castración antes de los seis
meses parece que, contrariamente al
anterior estudio en perros, disminuye
la incidencia de enfermedades articula-
res y la obesidad(3).
La obesidad esta directamente relacio-
nada con diversas patologías siendo
la osteoartritis una de ellas. Animales
obesos pueden tener más articulacio-
nes afectadas y co-morbilidades (4).
La raza determina una estirpe genética
concreta que esta ligada a enfermedad
articular en numerosas ocasiones. En
los machos se describe una mayor in-
cidencia de patologías ortopédicas y
mayor gravedad de las mismas a ex-
cepción de la luxación de rótula me-
dial (mayor incidencia en hembras). En
la edad senior o geriátrica muchas de
ellas (displasias, osteocondrosis, defor-
midades óseas) generarán enfermeda-
des degenerativas articulares.
La descripción que realizan los propie-
tarios sobre el inicio de la cojera, su
fluctuación a lo largo de la jornada, la
forma de la cojera y miembro o miem-
bros afectados e incluso las posibles
causas ofrece datos muy relevantes
para la aproximación diagnóstica (5).
En el caso de una fractura, si el propie-
tario no la relaciona con un traumatis-
mo directo o este es menor podría su-
gerirnos una fractura patológica como
en el caso de las neoplasias óseas o
defectos de la mineralización ósea por
alteraciones hormonales. Las fracturas
por mordeduras en peleas o por atro-
pellos en el garaje o jardín particular (al
tener la movilidad reducida) son causas
318 | Pequeños grandes detalles en el diagnóstico de cojeras en animales geriátricos
frecuentes y, en numerosas ocasiones,
relacionadas con múltiples huesos
afectados.
Muchos perros con luxación de rótula
desde la pubertad llegan a la edad ge-
riátrica con buena funcionalidad y sú-
bitamente se inicia una cojera aguda
por una rotura del ligamento cruzado
craneal muy probable. En la mayoría de
las enfermedades degenerativas articu-
lares como en la enfermedad del com-
partimento medial del codo o en la del
cruzado se describen cojeras crónicas
con apoyo de miembro pero acentua-
das después de largos paseos y que van
mejorando a lo largo del día. Cuando
son varias articulaciones afectadas por
patología degenerativa crónica el perro
puede mostrar alteraciones de la mar-
cha sin una cojera claramente marcada
y el dueño relata situaciones que afec-
tan a su vida cotidiana como lentitud
para levantarse, rechazo a realizar el
paseo largo, velocidad más lenta, sen-
tarse al poco tiempo de caminar, poca
predisposición para salir, dificultad para
subir al coche en casos de enfermedad
degenerativa lumbo-sacra y otros sig-
nos que a veces pasan desapercibidos
porque no están asociados a dolor seve-
ro, alargándose en el tiempo la consulta
al veterinario para su diagnóstico. En el
caso de los gatos hay evidencia de os-
teoartritis degenerativa por imagen ra-
diográfica pero sin claros signos clínicos
debido a la dificultad de examinarlos en
consulta caminando.Tiene mucho valor
los comentarios sobre los cambios de
los hábitos de vida que sufre el gato:
incapacidad para saltar, cambios de ca-
rácter, menor actividad. Sus hábitos son
semi nocturnos y con una vida más ver-
tical que horizontal y ello explicaría la di-
ficultad para detectar las cojeras (11). En
los gatos geriátricos podemos encontrar
cojeras agudas por celulitis y abscesos
Toni Navarro
por heridas punzantes después de un
suceso traumático como mordeduras
de otros gatos en una pelea. El propieta-
rio nos puede informar de la posibilidad
de contacto con otros gatos. No siempre
es sencillo su diagnóstico y su respon-
den a terapia antibiótica no solo antiin-
flamatoria.
Los animales que han tenido una vida
deportiva (agility, carreras velocidad:
canódromos / caza, mushing o carreras
de trineos/pruebas de resistencia) pue-
den llegar a la edad geriátrica con le-
siones articulares crónicas y múltiples,
especialmente en codos, hombros, ro-
dillas y caderas.
Los perros y gatos geriátricos opera-
dos recientemente (intervalo de 6 me-
ses) y con algún problema de infección
menor de la herida quirúrgica pueden
sufrir una infección a distancia en otras
localizaciones originando discoespon-
dilitis o artritis sépticas.. Asimismo en
el caso de que se haya extirpado una
neoplasia maligna (por ejemplo un car-
cinoma mamario) hay que considerar
la posibilidad de metástasis y estas de-
buten en forma de cojera por afección
de los huesos.
Examen físico
General
En un estudio con 101 perros geriátri-
cos aparentemente sanos, 30 de ellos
presentaban alguna patología (6). So-
brepeso, hipertensión, masas subcu-
táneas y otras patologías cardiacas,
renales, hepáticas o endocrinas. En
nuestro país, la presencia de enferme-
dades endémicas como leishmaniosis y
otras aconseja realizar test específicos
ya que pueden ser causa ellas mismas
de cojeras por generar una respuesta
inflamatoria inmunitaria generalizada y
por tanto artritis inmunomediadas.
Examen Ortopédico
¿Es una enfermedad ortopédica ?
En un animal geriátrico con cojera e his-
torial de traumatismo previo podemos
sospechar de una fractura o luxación
siendo en estos casos más evidente la
cojera y localización de la lesión. Sin
embargo las causa más frecuente de
una cojera es una osteoartritis secun-
daria degenerativa única o múltiple.
En algunas ocasiones las cojeras de
origen neurológico simulan una lesión
ortopédica o viceversa. Con la obser-
vación de la marcha podemos ver si el
animal muestra signos de pérdida de
la propiocepción. También por inspec-
ción visual de las uñas y dedos: des-
igualmente desgastadas, daños en la
piel del dorso de los dedos. A veces no
es sencillo descubrir un déficit neuro-
lógico y requiere paciencia y experien-
cia para realizar las pruebas. Hay que
tener en cuenta que algunos animales
geriátricos suman lesiones ortopédicas
y neurológicas a la vez.
Las neoplasias que afectan primaria-
mente a los huesos como el tumor
Osteosarcoma o tumores en los dedos
producen cojera aunque tienen más
incidencia en el animal adulto de edad
media que en la edad avanzada. Qui-
zás en estos últimos veamos mayorita-
riamente metátasis de otros tumores.
Cuando muestran la cojera suele ser
intensa por motivo de microfracturas o
infección secundaria de la neoplasia. La
localización más frecuente huesos lar-
gos es el Radio distal, Húmero proximal
y Fémur distal pero puede aparecer en
cualquier hueso (7,8).
Mediante una grabación a cámara len-
ta podemos observar la marcha con de-
talle. Aunque complicado y costoso es
una plataforma de apoyo para el estu-
Vetmadrid 2022 | 319
dio de la marcha pero nos va a ofrecer estos casos la Rótula se desplaza me-
una aproximación muy exacta. dialmente (más raro lateral). En ocasio-
nes se presenta de forma aguda una
Enfermedad articular rotura de ligamento cruzado craneal
que, por aumento de la rotación in-
degenerativa
terna de la rodilla al desgarrarse este
Cuando se examina una articulación se
ligamento, agrava una luxación de ró-
tienen que tener en cuenta estos sig-
tula preexistente subclínica y se inicia
nos: Crepitación, Rango de movimiento
una cojera que en pruebas de imagen
articular, Efusión articular, Dolor, Ines-
radiográfica muestran signos de enfer-
tabilidad (“CREDI”). El consejo es reali-
medad crónica avanzada degenerativa.
zar el examen de todos los miembros
y todas las articulaciones dejando para
En la cadera del perro o gato con edad
el final el miembro más afectado. Hay
avanzada encontramos una disminu-
que tener en cuenta que en un animal
ción del rango de movimiento articular
geriátrico podemos detectar múltiples
en extensión acompañado de dolor
articulaciones afectadas con más pro-
en la manipulación y atrofia muscular
babilidad.
más manifiesta en musculatura glútea
y muslo. Es posible apreciar crepitación
En el miembro pélvico, la rodilla es la
en muchos casos. Estos signos suelen
articulación con mayor incidencia se-
ser bilaterales. En la marcha estos pe-
guida de la cadera. Una rodilla inflama-
rros o gatos no tienen una cojera muy
da no puede flexionarse por completo
evidente por falta de apoyo sino que
al sentarse (prueba de sentado), pierde
hay un cambio en su hábitos diarios
la definición el ligamento rotuliano por
permaneciendo más tiempo tumba-
la efusión articular y suele presentar
dos, caminan lento y menos tiempo, se
una atrofia muscular más manifiesta
sientan a los pocos minutos del paseo,
en la musculatura del muslo, espe-
evitan saltos y otras acciones similares.
cialmente el vientre del vasto medial
Cuando toman por plazos de tres se-
del músculo Cuádriceps. Con una leve
manas o más un analgésico cambian su
sedación, que nos ayudará también a
actitud comentando los dueños que “se
posicionar los animales en las radio-
han hecho jóvenes de nuevo”. Si la coje-
grafías, es más sencillo distinguir estos
ra de un perro geriátrico, con enferme-
detalles además de más confortable.
dad degenerativa en ambas caderas, es
Comprobaremos la inestabilidad bajo
muy intensa y de un solo miembro es
sedación. En la rodilla al hacer la prue-
indicativo de que algo “nuevo” ha pa-
ba de compresión tibial o prueba de ca-
sado y es frecuente en estos casos la
jón craneal estudiamos el movimiento
presencia concomitante de una rotura
craneo -caudal de la Tibia respecto al
de ligamento cruzado craneal en este
Fémur. La rodilla afectada de enferme-
miembro. Mas raro es la presentación
dad del cruzado craneal tendrá estos
en estos animales de una complicación
signos positivos. Rara vez la rotura del
de la enfermedad degenerativa en esta
ligamento cruzado no se acompaña de
cadera por infección articular o neopla-
un estado degenerativo previo. La luxa-
sia (por ejemplo Sarcoma Histiocítico).
ción de Rotula medial puede dar cojera
En la articulación del Tarso especial-
en el animal geriátrico debido a la ero-
mente de razas como Labrador o Rot-
sión crónica y progresiva del cartílago
tweiller y como evolución final de una
de la tróclea femoral y de la Rótula. En
320 | Pequeños grandes detalles en el diagnóstico de cojeras en animales geriátricos
Toni Navarro
osteocondrosis previa vemos tarsos
con disminución del rango de movi-
miento y efusión articular. Estas razas,
junto a la raza Dobermman, Dálmata y
otras, pueden tener en raras ocasiones
una tendinopatía crónica del tendón
calcáneo común con un apoyo plantí-
grado con hiperflexión de los dedos (el
músculo flexor superficial de los dedos
no se afecta). Esta presentación a veces
es bilateral. El tendón en su unión en
el hueso Calcáneo esta muy engrosado.
En el miembro torácico, el codo es la ar-
ticulación más frecuentemente afecta-
da seguida del hombro y la articulación
metacarpo-falangiana. En el perro o
gato geriátrico como resultado final de
una displasia de codo vemos diferentes
grados de intensidad en la enfermedad
degenerativa pero normalmente en
un estado avanzado. El animal apoya
en valgo carpal. Aparece dolor en la
manipulación del codo, en extensión o
en flexión con rotación interna, y cre-
pitación con una disminución del ran-
go de movimiento articular. Muchas
veces bilateral y además asociado a
enfermedad degenerativa en la cadera
y columna vertebral. Estos perros o ga-
tos hacen una vida muy sedentaria con
apenas movimiento o juegos. Cuando
en estos codos hay mucha efusión ar-
ticular y dolor tenemos que sospechar
de una complicación de la enfermedad
degenerativa articular por infección ya
que es la articulación más predispuesta
a ello. Si la cojera es aguda y más in-
tensa en un miembro con dolor en la
maniobra de rotación interna y flexión
del codo puede haber una fragmenta-
ción aguda de la apófisis coronoidea
medial del Cúbito. A veces se trata de
perros senior atletas todavía muy ac-
tivos sin enfermedad degenerativa o
muy leve y, debido al tamaño, localiza-
ción y ausencia de signos secundarios
degenerativos incluso en la tomografía
el diagnóstico definitivo se hace arduo.
Depende este en gran medida de la
correlación coherente de signos que
haga el clínico, siendo la artroscopia el
método más sensible debido al estudio
meticuloso del estado del cartílago que
proporciona. Además podemos estu-
diar en movimiento viendo la relación
de esta apófisis coronoidea con la co-
misura del Radio.
En el hombro exploramos la estabilidad
medial del mismo con la abducción. La
inestabilidad medial del hombro espe-
cialmente en perros de raza pequeña
es una patología relativamente fre-
cuente que produce cojera. También
la patología del tendón de origen del
músculo Bíceps Braquial por rotura de
fibras o tendinosis . En estos casos se
induce dolor cuando flexionamos el
hombro y extendemos el codo. Un 20%
de perros según varios autores sufre
simultáneamente patología de codo y
de hombro.
En algunas razas de perros medianos
y grandes como el Golden Retriever y
otras apreciamos a veces aumento de
tamaño, dolor y efusión articular en
articulaciones metacarpo-falangianas
como resultado de enfermedad dege-
nerativa crónica. Especialmente en el
dedo IV y III.
Fracturas / Luxaciones
Los traumatismos en animales geriá-
tricos pueden producir fracturas múl-
tiples y multi-fragmentadas por tener
algunos de ellos una densidad ósea
menor. Cuando ocurren después de un
severo trauma hay que observar con
atención antes de abordar el sistema
músculo-esquelético otros más vita-
les como el cardiorrespiratorio. En la
experiencia del autor, las fracturas en
Vetmadrid 2022 | 321
Pelvis, Fémur y Húmero distal son las
más atendidas en el animal geriátrico
en nuestro hospital. Fracturas patoló-
gicas como las de Mandíbula debido a
la osteomielitis por el sarro dental son
muy complejas de manejar. Probable-
mente lo más difícil sea descubrir si,
además de este accidente, el perro o
gato presentaba otras patologías aso-
ciadas por su edad y establecer el plan
terapéutico.
Pruebas laboratoriales
en animales geriátricos
afectados de cojera
Analítica sanguínea
Las mascotas geriátricas pueden tener
anormalidades en diferentes sistemas
orgánicos porque reciben medicación
por largos periodos de tiempo para en-
fermedades crónicas o por condiciones
relacionadas con la edad. El mínimo
control analítico a realizar en un perro
geriátrico seria: hemograma, perfil bio-
químico (incluidos electrolitos) y urianá-
lisis, y test de enfermedades endémicas
y en el caso del gato lo mismo más T4.,
test leucemia e inmunodeficiencia fe-
lina. En caso de detectar alteraciones
debería de realizarse una investigación
más profunda. Las patologías mas fre-
cuentemente encontradas son fallo re-
nal crónico, hepatitis crónica / hepato-
patias, endocrinopatías y neoplasias (9).
Estudio del líquido sinovial
Cuando la cojera tiene su origen en
una articulación afectada de enferme-
dad degenerativa pero presenta signos
agudos de inflamación y efusión articu-
lar es recomendable extraer de manera
estrictamente aséptica liquido sinovial
para su estudio citológico y posible cul-
tivo microbiológico.
El codo es el lugar más frecuente (10).
Se tiñe con una tinción modificada de
322 | Pequeños grandes detalles en el diagnóstico de cojeras en animales geriátricos
Wright para estudiar la muestra con
objetivo ×50 y x 100. La presencia de
neutrófilos acompañados de cocos o
bacilos indica una posible complicación
por infección y aconseja el cultivo mi-
crobiológico. Aunque menos frecuente,
es posible encontrar células neoplási-
cas o macrófagos con leishmanias en
el estudio citológico. Los tratamientos
antiinflamatorios o quirúrgicos fracasa-
ran si no se detectan estas complicacio-
nes de la enfermedad degenerativa.
Pruebas de Imagen
(radiología, tomografía,
resonancia, ecografía,
artroscopia)
La radiología es la técnica más usada
para el diagnóstico por imagen. En la
actualidad con la radiología digital es
sencillo, rápido y económico obtener
proyecciones de todos los miembros y
articulaciones y en el animal geriátrico es
importante porque se suelen ver afeccio-
nes múltiples.
La ecografía músculo esquelética ayuda a
distinguir con mejor precisión la efusión
articular y los tejidos blandos periarticu-
lares. Su uso en las zonas elegidas por el
examen ortopédico permite confirmar
sinovitis con efusión articular indicativo
de lesión activa. En el animal geriátrico
suele ser varias zonas las afectadas. Nos
ayudará a implantar un plan terapéutico
completo a todas las zonas afectadas.
La artroscopia tiene la ventaja de poder
evaluar con precisión el cartílago articu-
lar y otras estructuras. En los codos es
muy útil en casos donde no se aprecian
claramente signos radiográficos de en-
fermedad. Además pueden tratarse al-
gunas patologías. La desventaja es que
es invasiva, su coste y requiere de una
anestesia general en quirófano.
Toni Navarro
La tomografía se usa para ver detalles
precisos sin estructuras superpuestas y
la resonancia para ver tejidos blandos
como tendones o músculos. Su uso en
el diagnóstico de cojeras es menor a
excepción del codo para el diagnóstico
de la enfermedad del compartimento
medial mediante escáner.
Casos clínicos concretos:
¿qué aprendemos de ellos?
Se muestran casos clínicos de animales
geriátricos con cojera especialmente
elegidos y con etiología diversa:
- Fragmentación de la apófisis coro-
noidea medial del Cúbito en animal
de 11 años con muy poco signos ra-
diológicos de enfermedad.
- Enfermedad múltiple articular junto
a neoplasia y rotura de ligamento
cruzado craneal
- Artritis séptica en codo
- Cojera por Osteosarcoma
- Rotura bilateral de ligamento cruza-
do craneal
- Enfermedad degenerativa avanza-
da de caderas con miastenia gravis
asociada.
- Fractura /luxación sacroiliaca de
perro geriátrico con lesiones en te-
jidos blandos
- Displasia de codo en un gato
Conclusión
Los animales geriátricos con cojera
suelen tener enfermedad degenerati-
va articular múltiple y anormalidades
y complicaciones en varios sistemas
orgánicos que debemos descubrir por
detalles del diagnóstico e investigar
para establecer un plan de tratamiento
que englobe tanto a la causa de la coje-
ra como a las demás afecciones.
Referencias bibliográficas
1. Meeson, R.L., Todhunter, R., Blunn, G.
et al. Spontaneous dog osteoarthritis — a
One Medicine vision. Nat Rev Rheumatol 15,
273–287 (2019). https://doi.org/10.1038/
s41584-019-0202-1
2. Hart BL, Hart LA, Thigpen AP, Willits NH.
Assisting Decision-Making on Age of Neute-
ring for Mixed Breed Dogs of Five Weight
Categories: Associated Joint Disorders and
Cancers. Front Vet Sci. 2020 Jul 31;7:472.
doi: 10.3389/fvets.2020.00472. PMID:
32851043; PMCID: PMC7412743.
3. Maniaki E, Murrell J, Langley-Hobbs SJ,
Blackwell EJ. Associations between early
neutering, obesity, outdoor access, trau-
ma and feline degenerative joint disease. J
Feline Med Surg. 2021 Oct;23(10):965-975.
doi: 10.1177/1098612X21991456. Epub
2021 Feb 11. PMID: 33569999; . MCID:
PMC8474300.
4. German AJ. The growing problem of
obesity in dogs and cats. J Nutr. 2006
Jul;136(7 Suppl):1940S-1946S. doi: 10.1093/
jn/136.7.1940S. PMID: 16772464.
5. Belshaw Z, Dean R, Asher L. Could it be
osteoarthritis? How dog owners and vete-
rinary surgeons describe identifying canine
osteoarthritis in a general practice setting.
Prev Vet Med. 2020 Dec;185:105198. doi:
10.1016/j.prevetmed.2020.105198. Epub
2020 Nov 2. PMID: 33227581; PMCID:
PMC7755036
6. Willems A, Paepe D, Marynissen S, Smets
P, Van de Maele I, Picavet P, Duchateau L,
Daminet S. Results of Screening of Appa-
rently Healthy Senior and Geriatric Dogs. J
Vet Intern Med. 2017 Jan;31(1):81-92. doi:
10.1111/jvim.14587. Epub 2016 Oct 17.
PMID: 27747924; PMCID: PMC5259637.
7. Rubin JA, Suran JN, Brown DC, Agnello KA.
Factors associated with pathological frac-
tures in dogs with appendicular primary
bone neoplasia: 84 cases (2007-2013). J
Am Vet Med Assoc. 2015 Oct 15;247(8):917-
23. doi: 10.2460/javma.247.8.917. PMID:
26421404.
Vetmadrid 2022 | 323
8. Jones SA, Gilmour LJ, Ruoff CM, Pool RR.
Radiographic features of histologically be-
nign bone infarcts and bone infarcts as-
sociated with neoplasia in dogs. J Am Vet
Med Assoc. 2020 Jun 15;256(12):1352-1358.
doi: 10.2460/javma.256.12.1352. PMID:
32459590.
9.Metzger FL, Rebar AH. Clinical pathology
interpretation in geriatric veterinary pa-
tients. Vet Clin North Am Small Anim Pract.
2012 Jul;42(4):615-29, v. doi: 10.1016/j.
cvsm.2012.04.004. Epub 2012 May 18.
PMID: 22720804.
10. Mielke B, Comerford E, English K, Mee-
son R. Spontaneous Septic Arthritis of Cani-
ne Elbows: Twenty-One Cases. Vet Comp Or-
thop Traumatol. 2018 Nov;31(6):488-493.
doi: 10.1055/s-0038-1668108. Epub 2018
Oct 9. PMID: 30300912.
11.Monteiro BP. Feline Chronic Pain and
Osteoarthritis. Vet Clin North Am Small
Anim Pract. 2020 Jul;50(4):769-788. doi:
10.1016/j.cvsm.2020.02.003. Epub 2020
Apr 27. PMID: 32354489.

324 | Pequeños grandes detalles en el diagnóstico de cojeras en animales geriátricos

Toni Navarro

¿ES DEMASIADO MAYOR PARA OPERAR?

Toni Navarro
Acreditado Avepa Especialidad Traumatología y Ortopedia
Miembro del comité técnico del grupo GEVO
Hospital Veterinario Menescal Novelda (Alicante)
Profesor asociado Facultad Veterinaria de Murcia Dpto.Cirugía y Medicina
Animal - Veterinario Fundación Veterinaria Universidad Murcia Hospital Clínico
https://www.menescalveterinarios.es/

Introducción En primer lugar habría que concretar

Cada vez hay más perros y gatos geriátri-
cos expuestos a anestesia y cirugía. Se-
gún un estudio, un 30 % de la población
de perros tiene una edad geriátrica (1)
y en muchas ocasiones la enfermedad
que causa dolor y debilidad con altera-
ción de la marcha sólo mejora después
de un acto quirúrgico. La edad en sí no
sería una enfermedad pero el normal
deterioro fisiológico que produce puede
ser causa de significantes complicacio-
nes relacionadas con la cirugía.
que se considera edad geriátrica pues-
to que hay autores que en vez de con-
siderarla a partir de los 8 años, calculan
un porcentaje de vida como el 75% (3).
Así un Yorkshire de 6 años no sería ge-
riátrico pero sí un Dogo Alemán (4).
En la práctica quirúrgica, el plantea-
miento de “ si merece la pena” lo lleva-
mos a mayor edad como los 12 años
para razas pequeñas, 10 años en las
medianas y 8 en las gigantes.

Brodbelt y colaboradores señalan que Objetivo

el riesgo de muerte en anestesia es
siete veces mayor en perros de más
de 12 años por complicaciones como
hipotensión, bradicardia, hipoxemia
y recuperación prolongada anestesi-
ca. Además de estas consideraciones
exclusivamente anestésicas hay otras
quirúrgicas a tener en cuenta como
son la respuesta inmunitaria algo me-
nor, unión ósea más lenta y trastornos
músculo esqueléticos por desgaste que
requieren fisioterapia intensa para una
recuperación funcional completa.
La adecuada selección del paciente y
la planificación meticulosa de la cirugia
y postoperatorio teniendo en cuenta
siempre la edad evitarían estas compli-
caciones en gran medida.
El objetivo de la presentación es expo-
ner casos clínicos de indicación quirúr-
gica y las precauciones antes, durante
la cirugía y en el postoperatorio para
llevar a cabo con éxito intervenciones
de cirugía ortopédica en perros y gatos
de edad avanzada.
Contraindicaciones de una
cirugía ortopédica en animal
geriátrico
Una alteración o debilidad en la mar-
cha puede, además de la incapacidad
funcional, acompañarse de dolor. Este
puede ser paliado con analgésicos y
manejo adecuado. Excepto en graves
fracturas no nos encontramos ante una
situación final en la mayoría de los ca-
Vetmadrid 2022 | 325
sos. Un perro o gato con :
1.Insuficiencia renal descompensada.
2.Enfermedad neoplásica terminal.
3.Enfermedad neurológica irreversible.
4.Descompensación cardiorrespirato-
ria grave.
no sería un candidato a intentar mejo-
rar la situación del dolor y la funcionali-
dad con cirugía.
¿La cirugía puede ser
la solución al dolor?
Indicaciones quirúrgicas
ortopédicas en geriátrico (5)
Enfermedad del ligamento cruzado
craneal.
Luxación de rótula medial con co-
jera y enfermedad degenerativa en
rodilla.
Enfermedad degenerativa articular
de carpo o tarso.
Tendinopatía del bíceps braquial
Enfermedad del codo medial
Enfermedad degenerativa articular
en cadera
Fracturas/luxaciones
Pruebas pre-quirúrgicas en
animal geriátrico
Asociados a la edad hay unos cambios
fisiológicos que tenemos que tener en
cuenta:
Cardiovascular
Un 58% de perros con más de 9 años
presenta enfermedad valvular crónica
y arritmias (6).
Pulmonar
La capacidad ventilatoria está más mer-
mada y la respuesta a apnea menor (7).
326 | ¿Es demasiado mayor para operar?
Renal
Muchos signos de deterioro renal pue-
den no ser evidentes clínicamente. Con
la edad la funcionalidad de las nefronas
disminuye un 50% (8). La retención de
sodio y agua se hace menos adaptable
por la baja respuesta del mecanismo re-
nina-angiotensina ; se altera la filtración
glomerular por disminución del flujo
sanguíneo glomerular. Como conse-
cuencia de todo ello se produce un peor
ajuste funcional a la hermorragia, la
hipovolemia, las alteraciones del equili-
brio ácido - básico y de electrolitos pero
también al exceso de suero que podría
producir un edema pulmonar. También
disminuye la tolerancia a los fármacos
analgésicos, anestésicos, anti-inflamato-
rios y antibióticos, todos ellos asociados
a una acción quirúrgica (7).
Hepático
Debido a la menor perfusión vascular
y a la disminución de la masa hepática
con la edad, la actividad enzimática y
metabólica disminuye. Ello se traduce
en una eliminación de las drogas anes-
tésicas más lenta y una recuperación
anestésica más prolongada. Además
el tiempo de coagulación puede estar
aumentado y en caso de que las proteí-
nas en sangre sean bajas se enlentece
la cicatrización. Además puede estar al-
terado el metabolismo de la glucosa (7).
Sistema nervioso
Existe una mayor sensibilidad a las
drogas anestésicas aunque es desco-
nocido el motivo apuntándose como
teorías el menor número de neuronas,
la disminución de neurotransmisores y
la desmielinización.
Metabolismo corporal
Las mascotas geriátricas tienen menos
masa muscular y agua y mayor porcen-
taje de grasa. El metabolismo es más
Toni Navarro
lento. La termorregulación esta altera-
da y hay una tendencia a la hipotermia
lo que favorece la recuperación anesté-
sica más lenta y aumenta el riesgo de
infección (7).
Por todos estas circunstancias es nece-
sario realizar un examen físico minu-
cioso general del animal con al menos
una radiografía de tórax y abdomen y
analítica sanguínea. El mínimo control
analítico a realizar en un perro geriátri-
co seria: hemograma, perfil bioquímico
(incluidos electrolitos) y urianálisis, y
test de enfermedades endémicas y en
el caso del gato lo mismo más T4., test
leucemia e inmunodeficiencia felina.
En caso de detectar alteraciones debe-
ría de realizarse una investigación más
profunda. Las patologías mas frecuen-
temente encontradas son fallo renal
crónico, hepatitis crónica / hepatopa-
tías, endocrinopatías y neoplasias (9).
Un 30% de perros sanos geriátricos tie-
nen alguna patología no detectada que
se descubre en el examen antes de la
cirugía (9).
Si el animal no tiene ninguna patología
añadida, la complicaciones posibles de la
cirugía serán las mismas que si fuera un
animal adulto en la experiencia personal.
Precauciones durante el acto
quirúrgico
Preparación del animal y anestesia
Los aspectos relacionados con la anes-
tesia de estos pacientes serán aborda-
dos por otro ponente. Al respecto sólo
añadir la experiencia personal y los co-
mentarios de un compañero especialis-
ta en anestesia (10) de que se trata de
adaptar las dosis, más que cambiarlas y
realizar un manejo meticuloso: pre-oxi-
genación, control de la temperatu-
ra corporal, fluidoterapia adecuada,
control de la presión arterial, tiempos
quirúrgicos rápidos, monitorización
post-quirúrgica intensiva.
Todos los animales reciben una dosis
de antibiótico (Cefuroxima, 10 mg/ kg)
intravenosa una hora antes del inicio
de la intervención y cada 30 minutos si
la duración es mayor de una hora. Más
controvertida es la opinión de si debe
prolongar su uso varios días después
de la cirugía (11) aunque en la mayo-
ría de los casos se usa un protocolo de
cobertura antibiótica prolongada por el
teórico mayor riesgo de infección del
animal geriátrico.
La preparación de la piel en estos perros
y gatos debe combinar al mismo tiempo
acción antiséptica con manejo suave so-
bre todo en casos de animales con his-
torial de problemas dermatológicos. Por
ello se usa un lavado sin frotado agresi-
vo, con champú suave y guantes, sin ga-
sas o cepillo y aplicando gel antiséptico
(Sterilium *) para dar una última pasada
ya en la mesa de cirugía.
Abordaje
Por motivos expuestos anteriormente
de debe de realizar un abordaje rápido,
con sangrado mínimo, poco invasivo si
es posible y evitando el daño quirúrgico
adicional. Esto es lo que aplicamos a to-
dos los casos sean geriátricos o no pero
en ellos todavía es más importante.
Toma de decisiones sobre la técnica
En general cuando se realiza una ci-
rugía de ortopedia en perros o gatos
geriátricos se pretende tener una fun-
cionalidad rápida para evitar la atrofia
muscular y el deterioro del miembro
operado asi como de otras articulacio-
nes y músculos envejecidos. Por ello los
métodos deben ser estables, rígidos, y
que permitan a la vez una cicatrización
rápida. Se usan a menudo injertos de
Vetmadrid 2022 | 327
hueso esponjoso o sintéticos para fa-
vorecer la cicatrización (12). Técnicas
de recuperación rápida como prótesis
de cadera, de tróclea femoral o TPLO ,
mínima invasión con placas etc…
Fisioterapia y Rehabilitación post-qui-
rúrgica
La fisioterapia y rehabilitación son
esenciales en estos casos. No sólo de
la zona intervenida sino de otras articu-
laciones deterioradas. La combinación
de masaje, terapia con frio/calor, láser
y otros medios junto a pautas para los
propietarios a realizar en casa permite
una recuperación más rápida, controla-
da y segura (13).
Casos clínicos concretos
Enfermedad del ligamento cruzado
craneal
La rotura del ligamento cruzado cra-
neal produce una cojera crónica con
enfermedad degenerativa progresiva
y daño del menisco asociado. En algún
caso anecdótico (en mi experiencia)
de perros de raza miniatura y mucha
inestabilidad el Fémur se desplaza cau-
dalmente a la Tibia y, por la falta de
contacto estrecho, no se produce una
enfermedad degenerativa grave y la re-
cuperación funcional es buena. Pero en
condiciones normales estos animales
mejoran a la normalidad en la mayoría
de los casos con una cirugía de estabili-
zación de la inestabilidad.
La técnica preferida es la Osteotomía
de la tibia de nivelación en forma ra-
dial (TPLO) o en cuña (TWO). Es rela-
tivamente frecuente la presentación
de un perro geriátrico de más de 12
años de raza miniatura (Yorkshire T.,
Chihuahua ..) con rotura de ligamento
cruzado aguda y luxación de rótula. La
combinación de una técnica TPLO con
desplazamiento lateral de la cresta o
328 | ¿Es demasiado mayor para operar?
modificando algún aspecto de la reduc-
ción permite simultáneamente corregir
las dos patologías. En estos casos suele
producirse una recuperación muy rápi-
da en dos o tres semanas.
Luxación de Rótula
Cuando un perro de edad avanzada
cojea por una luxación de rótula es de
esperar que se haya instaurado una en-
fermedad degenerativa con erosión de
los cartílagos de la tróclea y de la rótula.
A veces, a pesar de conseguirse redu-
cir la rótula la cojera persiste. En estos
casos con erosiones está indicado usar
una prótesis de tróclea femoral (PGR).
En nuestro caso nos llegan casos de
perros geriátricos intervenidos de lu-
xación de rótula con técnicas conven-
cionales y que recidivan con los años,
presentando una cojera intensa y dolor
en rodilla. En estos casos es importante
corregir las deformidades asociadas a
la luxación de rótula como el varo fe-
moral distal, torsión externa o valgo y
torsión interna de tibia proximal.
Enfermedad degenerativa en cadera
Los perros con signos clínicos de en-
fermedad degenerativa en cadera en
edad geriátrica que no responden a tra-
tamiento conservador son candidatos
a un reemplazo total de la cadera. En
esta edad se presentan cambios dege-
nerativos que obligan a alterar el proce-
dimiento técnico y aumenta la posibili-
dad de complicaciones. En el Acetábulo
encontramos mayor relleno fibroso
y esclerótico que dificulta su identifi-
cación y la colocación del implante. El
borde dorsal puede estar muy merma-
do y por lo tanto la integración de la
copa acetabular comprometida nece-
sitándose en algunos casos colocar un
injerto cortico esponjoso de Ïlion previo
al fresado. En el Fémur osteopénico es
aconsejable colocar una placa lateral
Toni Navarro
con tres tornillos en trocánter y tres
por distal al vástago para prevenir las
fracturas iatrogénicas periprostésicas.
Enfermedad del compartimento me-
dial del codo
Algunos perros se presentan con una
enfermedad degenerativa moderada
de ambos codos pero con cojera de
sólo un miembro torácico. En estos
casos al realizar la maniobra de Cam-
pbell se produce más dolor en el codo
del miembro afectado. En la artrosco-
pia encontramos un fragmento libre
además de cierto deterioro del com-
partimento medial. En estos casos sólo
eliminando este fragmento se produce
una clara mejoría. En otras situaciones
de enfermedad mas avanzada el trata-
miento es el reemplazo total de la arti-
culación.
Artrodesis de carpo / tarso
El bloqueo de la articulación cuando
esta esta muy dañada puede ser la
única opción para la recuperación fun-
cional sin dolor. En el caso del carpo,
usando dos placas, se ha empleado en
artritis inmunomediadas crónicas y en
casos de hiperextensión por caídas en
animales geriátricos.
Fracturas
Las fracturas en animal geriátrico sue-
len ser múltiples y multifragmentadas.
La pelvis, en nuestra experiencia, es el
hueso más afectado y requieren méto-
dos estables como placas con sistemas
de tornillería de bloqueo y rehabilita-
ción intensa.
Neplasias óseas
Algunas neoplasias ósas fracturan el
hueso incluso antes de presentar el
animal un deterioro muy significativo.
Consensuado con los propietarios se
puede realizar una osteosínteis con
placa para obtener una mejora funcio-
nal temporal hasta que el tumor este
más avanzado.
Fracturas patológica de Mandíbula
En perros con enfermedad periodontal
avanzada se puede producir una frac-
tura del cuerpo de la Mandíbula sobre
todo en zona más rostral. El manejo
de estas situaciones es complicado. Se
tratan con la eliminación de los dientes
con sarro, uso de injertos corticoespon-
josos, mandibulectomías y colocación
de placas de titanio en forma de puen-
te. Muchos perros son de razas minia-
tura lo cual complica la cirugía.
Conclusión
Existen enfermedades que sólo mejo-
ran cuando hay una intervención qui-
rúrgica y, si el paciente geriátrico no
presenta otras patologías, el éxito y las
complicaciones son las mismas que si
se tratase de un animal adulto siempre
y cuando se tomen unas precauciones
quirúrgicas y se realice una fisioterapia
y rehabilitación integral.
Referencias bibliográficas
1. Carpenter R, Pettifer G, Tranquilli W.
Anesthesia for geriatric patients. Vet Clin N
Am
Small Anim Pract 2005;35:571–80.
2. Brodbelt DC, Blissitt, KJ, Hammond RA, et
al. The risk of death: the confidential
enquiry into perioperative small animal fa-
talities. Vet Anaesth Analg 2008;35:365–73.
3. Dodman NH. Aging changes in the ge-
riatric dog and their impact on anesthesia.
Comp Contin Educ Pract Vet 1984;6:1106–
13.
4. Baetge CL, Matthews NS. Anesthesia
and analgesia for geriatric veterinary pa-
tients. Vet Clin North Am Small Anim Pract.
2012 Jul;42(4):643-53, v. doi: 10.1016/j.
cvsm.2012.05.001. Epub 2012 May 24.
Vetmadrid 2022 | 329
PMID: 22720806.
5. Brinker W.O., Piermattei D.L. and Flo G.L.
Manual de Ortopedia y Reparación de Frac-
turas de Pequeños Animales . 3 ª Ed. Phila-
delphia , WB Saunders,1999.
6. Maher ER, Rush JE. Cardiovascular chan-
ges in the geriatric dog. Comp Contin Educ
1990;12:921–31.
7.Ko JKH, Galloway DS. Anesthesia of the ge-
riatric patient. In: Greene SA, editor. Veteri-
nary anesthesia and pain management se-
crets. Philadelphia: Hanley & Belfus; 2002.
p. 215–23.
8. PolzinDJ.The effects of aging on the cani-
ne urinary tract.VetMed 1990;85:472–82.
9.Joubert KE. Pre-anaesthetic scree-
ning of geriatric dogs. J S Afr Vet Assoc.
2007 Mar;78(1):31-5. doi: 10.4102/jsava.
v78i1.283. PMID: 17665763.
10. Laredo F. Comunicación personal.
11. Budsberg SC, Torres BT, Sandberg GS.
Efficacy of postoperative antibiotic use
after tibial plateau leveling osteotomy in
dogs: A systematic review. Vet Surg. 2021
May;50(4):729-739. doi: 10.1111/vsu.13603.
Epub 2021 Mar 11. PMID: 33709459.
12.Beale BS. Orthopedic problems in ge-
riatric dogs and cats. Vet Clin North Am
Small Anim Pract. 2005 May;35(3):655-74.
doi: 10.1016/j.cvsm.2005.01.001. PMID:
15833564.
13.Millis DL, Ciuperca IA. Evidence for ca-
nine rehabilitation and physical thera-
py. Vet Clin North Am Small Anim Pract.
2015 Jan;45(1):1-27. doi: 10.1016/j.
cvsm.2014.09.001. PMID: 25432679.

330 | ¿Es demasiado mayor para operar?

Toni Navarro

CUANDO EL PARACAIDISTA ES UN GATO VIEJO...

Toni Navarro
Acreditado Avepa Especialidad Traumatología y Ortopedia
Miembro del comité técnico del grupo GEVO
Hospital Veterinario Menescal Novelda (Alicante)
Profesor asociado Facultad Veterinaria de Murcia Dpto.Cirugía y Medicina
Animal - Veterinario Fundación Veterinaria Universidad Murcia Hospital Clínico
https://www.menescalveterinarios.es/

Introducción como por ejemplo temporomandibu-

El síndrome paracaidista es un grupo
de patologías que acontecen en aque-
llos gatos que caen desde grandes al-
turas (1). Cuando la altura es de dos pi-
sos hasta siete la velocidad del impacto
es de 97 km/h y las lesiones, según un
trabajo, pueden ser mayores (2). Si este
traumatismo sucede en un animal ge-
riátrico (en un gato más de 10 años, por
ejemplo) podemos encontrarnos con
retos complejos para resolver.
En algunos gatos geriátricos en estas
circunstancias sucede que es la prime-
ra vez en la que se les realiza radiogra-
fías y no es extraño descubrir antiguas
patologías degenerativas articulares
(EDA) o traumatismos pasados que no
habían sido observados por el propie-
tario o clínico. Según un estudio basado
en radiografías se estima una prevalen-
cia de EDA en gatos entre un 61% y un
93% (3) y un 40% de ellos experimentan
algún signo de dolor de forma sutil (4).
Por lo tanto es frecuente que además
de lesiones agudas se nos presenten
situaciones de EDA crónicas.
Estos gatos que tienen acceso al exte-
rior pueden tener un historial de trau-
matismos previos y no es infrecuente
encontrar fracturas ya consolidadas de
huesos largos, anquilosis articulares
lar, de codo o tarso. A esta situación
hay que sumar un 30% de gatos geriá-
tricos que aunque aparentemente sa-
nos tienen algún tipo de anomalía en
el estudio pre-rquirúrgico como obe-
sidad, hipertiroidismo o enfermedad
crónica renal, leucemia felina, masas
subcutáneas etc..
Objetivo
El objetivo de la comunicación es expo-
ner casos clínicos de fracturas y luxa-
ciones en gatos geriátricos y su resolu-
ción quirúrgica.
Estabilización del gato
politraumatizado
Cuando se trabaja con un gato trauma-
tizado es extremadamente importante
controlar situaciones de emergencia
en primer lugar, antes de anestesiarlos
para una cirugía ortopédica, como por
ejemplo el shock, sangrados, traumas
en la cabeza y otros. Se ha reportado
por estudio retrospectivo radiográfico
que un 53% de gatos con traumatismos
tienen algún trauma pulmonar (neu-
motorax, contusión pulmonar, efusión
pleural, hernia diafragmática, fracturas
de costillas), un 39% abdominal y un 34
% son fracturas de pelvis y luxaciones
sacroiliacas (5).
Vetmadrid 2022 | 331
 A veces los daños en las vías urinarias
son difíciles de confirmar porque, aun-
que la vejiga es el tramo más a menudo
afectado (80%), la uretra o las vías altas
también lo pueden estar y su diagnós-
tico por imagen es azaroso. En caso de
hematuria, anuria, letargia, vómitos,
aumento de los valores de UREA/CREA
en sangre, se recomienda una urogra-
fía excretora o retrógrada con con-
traste positivo instilado sin sondar por
completo (riesgo de daño iatrogénico)
sino desde unos milímetros del tramo
final de la uretra con taponamiento
manual alrededor. Además podemos
completar con ecografía abdominal o
tomografía. Un gato con rotura de vías
urinarias puede tener un desenlace
fatal en 47-90h (6) y la traumatología
siempre puede esperar.
Pruebas pre-quirúrgicas
Una vez controladas las anomalías que
ponen en peligro la vida del animal, es
muy importante realizar una examen
ortopédico completo que incluya la
historia clínica y un examen físico. Los
felinos colaboran poco en el examen
y tienen diferencias anatómicas res-
pecto a los cánidos que tenemos que
reconocer. Al menos antes de sedar-
los es necesario conocer el miembro o
miembros afectados por observación
de la marcha (directa o indirecta con
una cámara) y realizar un examen neu-
rológico en caso de sospecha de daño
en el sistema nervioso para estudiar
su gravedad y neuro-localización (7).
Por ejemplo en casos de fracturas de la
columna vertebral es muy importante
saber si la nocicepción se ha perdido
completamente ya que tendrá un valor
pronóstico muy decisivo. Como hemos
mencionado anteriormente algunos de
estos gatos traumatizados geriátricos
tienen además otras patologías como
enfermedad degenerativa articular, an-
332 | Cuando el paracaidista es un gato viejo…
tiguas fracturas o incluso insuficiencia
renal renal crónico o leucemia.
Un minucioso examen ortopédico
con o sin sedación debe incluir todos
los miembros dejando para el final el
afectado.En cualquier caso, cuando
sea posible, es importante la sedación
suave para disminuir el estrés y poder
notar adecuadamente todos las refe-
rencias anatómicas ya que en ocasio-
nes las pruebas de imagen iniciales no
muestran la lesión. Proponemos ir de
proximal a distal, palpándolos y viendo
asimetrías. A veces dos miembros a la
vez. Comprobando el rango de movi-
miento articular, la efusión articular y
crepitación. No sólo nos fijamos en ar-
ticulaciones sino en músculos también.
Los gatos que tienen acceso al exterior
tienen muchas veces abcesos y fascitis
por mordeduras punzantes de otros
gatos en peleas. La mayor diferencia
anatómica en el gato es el rango de
movimiento articular especialmente en
el hombro y en la cadera siendo estos
mayores en general. También la hipe-
rextensión de la rodilla es posible en
el gato. El carpo tiene una extensión
menor que en cánidos y el antebrazo
permite una amplio movimiento de su-
pinación / pronación.
De lejos el estudio radiográfico es lo
más usado en felinos como prueba de
imagen. Son necesarias dos radiografías
ortogonales y ocasionalmente proyec-
ciones oblicuas y en estres. En algunas
ocasiones, como en casos de traumatis-
mos en maxila, mandíbula, acetábulo,
tarso, la tomografía es muy útil.
La analítica sanguínea debería incluir
un hemograma, perfil bioquímico con
electrolitos, urianalisis, T 4, y test de
anticuerpos para leucemia e inmuno-
deficiencia felina. La arritmia cardiaca
Toni Navarro
post traumática más frecuente es la
ectopia ventricular (8) y puede aparecer
a los 4 días por lo que también debería
realzarse un electrocardiograma con
seguimiento en los casos de traumas
torácicos graves.
Toma de decisiones
quirúrgicas
¿Es la primera vez ?
En algunas ocasiones se descubren
fracturas antiguas como por ejemplo
gatos con fracturas de Fémur agudas
en un hueso ya anteriormente fractu-
rado con una mala unión. También en
Húmero distal. En estas situaciones se
busca más una solución funcional que
anatómica.
¿Tiene múltiples fracturas ? ¿Por dón-
de empezamos ?
Hay fracturas que por su localización
anatómica estable pueden tratarse con
terapia conservadora como las fractu-
ras del cuerpo de la Escápula, fracturas
de Pubis, Isquión, luxaciones sacroi-
liacas con muy poco desplazamiento,
fracturas de metacarpianos únicos.
Lo contrario ocurre con las fracturas
articulares, fracturas de columna, de
pelvis con estrechamiento del canal,
fracturas de mandíbula que crean mala
oclusión y fracturas abiertas. En estos
casos es necesaria una intervención
quirúrgica para su estabilización lo an-
tes posible y normalmente abordadas
todas en el mismo acto quirúrgico.
¿Tienes otras enfermedades ?
Muchos gatos geriátricos tienen sig-
nos de EDA en radiografías sin haberse
diagnosticado antes clínicamente (9, 10,
11 y 12). La obesidad y el acceso al ex-
terior son factores predisponentes (13).
Hay razas como los gatos Main Coon
donde la prevalencia de displasia de ca-
dera es próxima al 50% (14). Aunque en
la actualidad se hacen esfuerzos para
observar esta enfermedad mejor (15),
el examen ortopédico de los gatos con
EDA es complejo. Existen medidas ob-
jetivas como sensores de movimiento
para conocer su actividad, plataformas
de apoyo en la marcha, grabación a cá-
mara lenta. La vida en vertical más que
horizontal, su actividad semi nocturna
y hábitos diurnos hacen que el dolor ar-
ticular pase desapercibido. Cuando por
ejemplo una gato geriátrico con EDA en
cadera avanzada sufre una fractura de
Acetábulo o cuello femoral se opta por
una técnica de Artroplastia de escisión
más que un intento de reconstrucción
de una articulación con daño previo
irreversible.
Los gatos con insuficiencia renal cró-
nica compensada que tienen fracturas
de obligada cirugía deben manejarse
con una fluidoterapia precisa y con el
uso limitado de drogas potencialmente
nefrotóxicas como son los antiinfama-
torios y algunos antibióticos.
Fracturas/Luxaciones:
casos clínicos
Fracturas de Mandíbula/Maxilar
Estas fracturas son muy frecuentes
después de caídas. La separación de
la sínfisis mandibular y la fractura del
paladar tienen una resolución relativa-
mente sencilla. Las fracturas del cuerpo
mandibular generalmente se emplean
placas en posición ventral y cerclajes
en la zona alveolar. (16). Estas placas
preferentemente de material de titanio
y con sistema poliaxial de bloqueo para
evitar las raíces dentales y mayor tole-
rancia a la infección. Hay que evitar la
mala oclusión dental que predispone
al fallo del implante. En estos casos es
aconsejable colocar un tubo de alimen-
tación esofágico temporal.
Vetmadrid 2022 | 333
Aquilosis de la articulación temporo-
mandibular
La anquilosis temporomandibular su-
cede an algunos gatos transcurridas va-
rias semanas después de fracturas de la
articulación. Muchas de estas fracturas
no son diagnosticadas en un principio y
no todas terminan con anquilosis (17).
En estudios basados en Tomografía se
sabe que esta situación es más frecuen-
te de lo que se pensaba (18). Cuando
sucede una anquilosis, el gato no puede
abrir la boca progresivamente y muchas
veces el propietario lo que resalta en
sus observaciones es únicamente que
ha perdido peso. El tratamiento de esta
situaciones es quirúrgico realizando una
artroplastia de escisión que debe incluir
tanto el cóndilo mandibular como parte
del arco cigomático de una articulación
o ambas según se encuentren afecta-
das. Estos animales tienen que aneste-
siarse con el tubo colocado mediante
traqueostomía temporal(19)
Fracturas de húmero distal
Suponen el 5% del total de las fracturas
y la mayoría de las veces se localizan en
el Húmero distal (7). La fractura de la
parte lateral del cóndilo es menos fre-
cuente que en el perro. Requieren de fi-
jación estable y por ello se prefieren los
tornillos y placas bloqueadas. Para las
fracturas en Y se prefiere un abordaje
simultáneo de ambos lados teniendo
en cuenta las diferencias anatómicas
de los gatos debido al foramen supra-
condilar del epicóndilo medial por don-
de pasa el nervio mediano y la arteria
braquial. Deben ser liberados para po-
der colocar en esta zona las placas. La
reducción es primero de una parte (ge-
neralmente medial), donde colocamos
la placa medial, y posteriormente se
reducen intercondilar y supracondilar
en el otro lado colocando una segun-
da placa con orientación ligeramene
334 | Cuando el paracaidista es un gato viejo…
caudo lateral. Pero en ocasiones, en
fracturas multifragmentadas supracon-
dilares se prefiere reducir primero la
zona intercondilar con un tornillo para
incorporar luego en bloque al resto del
Húmero proximal. También pueden ser
usadas combinaciones de fijadores ex-
ternos y tornillo intercondilar.
Fracturas de Radio y Cúbito
En los gatos hay que tener en cuenta el
movimiento de supinación/pronación
mayor y por ello es necesaria la estabi-
lización de los dos huesos sobre todo si
es una fractura conmnuta. Es aconseja-
ble colocar una aguja en el Cúbito y una
placa en Radio. No obstante las fracturas
de estos huesos no son tan frecuentes
en el gato como en el perro (sólo el 3%).
Las fracturas de olecranón se tratan con
una banda de tensión o con placa.
Un 75% de las fracturas están localiza-
das en los gatos en la pelvis y miembro
pelviano.
Luxación Sacro-iliaca
Suponen el 25% de todas las fracturas
junto a las fracturas de Pelvis. Algunas
veces se encuentran asociadas a daños
neurológicos que podrían dejar secue-
las como incontinencia urinaria y fecal.
Si existe un gran desplazamiento es ne-
cesario la osteosíntesis y el método de
elección es un tornillo tirafondos. Para
su colocación es necesario conocer con
detalle las diferencias anatómicas con
respecto al perro.
Fracturas de Pelvis
Son frecuentes y suelen ser múltiples
siendo el hueso Ilion el que se trata
para estabilizarlo normalmente con
una placa. También es relativamente
frecuente las fracturas de Acetábulo
asociadas a más fracuturas en la zona.
Fracturas de cuello/cabeza femoral
Toni Navarro
Los gatos tienen una irrigación a través
del ligamento coxofemoral que ofrece
un aporte extra y parece ser que dismi-
nuye la complicaciones de estas fractu-
ras descritas como la no unión, unión
atrofica, displasia por acortamiento del
cuello. Hay que descartar que el gato
geriátrico no padezca con anteriori-
dad una EDA de la cadera puesto que
en este caso sería mejor optar por una
exéresis de la cabeza/ cuello femoral.
En caso de tratarlo se emplean agujas
de Kirschner paralelas desde el tercer
trocanter en dirección a la cabeza a lo
largo del cuello femoral. De forma nor-
mograda y dejándolas enrasadas a la
superficie que es más fácilmente visible
que en el perro.
Fracturas múltifragmentadas de Fémur
Muchas veces son fracturas multifrag-
mentadas y diafisarias. La cirugía por
menor invasión colocando una combi-
nación de placa y clavo o dos placas es
la más usada en nuestro caso.
Fracturas/luxación en Tarso
Las fracturas o luxaciones del Astrága-
lo no son frecuentes pero en caídas de
gatos geriátricos se observan algunas
veces. En ocasiones se produce una an-
quilosis funcional con una disminución
del rango de movimiento pero buen
uso del miembro. Las opciones quirúr-
gicas pasan por la artrodesis pantarsal
o parcial.
Fracturas de metacarpos/metatarsos
Los metacarpianos/ metatarsianos III y
IV que son los que apoyan deberíann
de tratarse con cirugía siendo las agu-
jas intramedulares lo más usado com-
binado o no con fijador externo.
Referencias bibliográficas
1. Whitney WO, Mehlhaff CJ: High-rise syn-
drome in cats. J Am Vet Med Assoc 191:1399-
1403, 1987.
2. Vnuk D, et al. Feline high-rise syndrome:
119 cases (1998– 2001). J Feline Med Surg
2004;6:305–312
3. Lascelles BD, Henry JB 3rd, Brown J, et al.
Cross-sectional study of the prevalence of
radiographic degenerative joint disease in
domesti- cated cats. Vet Surg. 2010;39:535-
544
4 Slingerland LI, Hazewinkel HA, Meij BP, et
al. Cross-sectional study of the prevalence
and clinical features of osteoarthritis in 100
cats. Vet J. 2011;187:304-309
5. Zulauf D, et al. Radiographic examination
and outcome in consecutive feline trauma
patients. Vet Comp Orthop Trauma- tol
2008;21:36–40
6. Burrows CF et al. Metabolic changes due
to experimantally disrupt to the tract uri-
nary gland blader in dog J Am Vet Res, 1974,
(35), 1083-1088
7.Chandler JC, Beale BS. Feline or-
thopedics. Clin Tech Small Anim Pract.
2002 Nov;17(4):190-203. doi: 10.1053/
svms.2002.36607. PMID: 12587286.
8. Snyder PS, Cooke KL, Murphy ST, et al:
Electrocardiographicfind- ings in dogs with
motor vehicle-related trauma. J Am Anim
Hosp Assoc 37:55-63, 2001
9.Hardie EM, Roe SC, Martin FR. Radiogra-
phic evi- dence of degenerative joint disease
in geriatric cats: 100 cases (1994-1997). J
Am Vet Med Assoc. 2002;220(5):628-632.
10.Lascelles BD. Feline degenerative joint
dis- ease. Vet Surg. 2010;39(1):2-13.
11.Godfrey DR. Osteoarthritis in cats: a re-
tro- spective radiological study. J Small Anim
Pract. 2005;46(9):425-429.
12.Lascelles BD, Dong YH, Marcellin-Little
DJ, Thomson A, Wheeler S, Correa M. Rela-
tionship of orthopedic examination, gonio-
metric mea- surements, and radiographic
signs of degenera- tive joint disease in cats.
BMC Vet Res. 2012;8:10.
13.Maniaki E, Murrell J, Langley-Hobbs SJ,
Vetmadrid 2022 | 335
Blackwell EJ. Associations between early
neutering, obesity, outdoor access, trau-
ma and feline degenerative joint disease. J
Feline Med Surg. 2021 Oct;23(10):965-975.
doi: 10.1177/1098612X21991456. Epub
2021 Feb 11. PMID: 33569999; PMCID:
PMC8474300.
14 Murphy TP, Biery DN, Fordyce HH, et al:
Radiographic prevalence of hip dysplasia in
121 Maine Coon cats. 2002 Scientific Proce-
edings, 29th Annual Conference of the Vete-
rinary Orthopedic Society. The Canyons, UT,
2002, p 53
15.Tamara Grubb, DVM, PhD, DACVAA Feli-
ne Osteoarthritis Pain: Tools for Clinicians &
Pet Owners Zoetis pet care
16.Brinker WO, Piermattei D, FIo GL (eds):
Handbook of Small Animal Orthopedics
and Fracture Repair (ed 3). Philadelphia, PA,
W.B. Saunders, 1997
17. Meomartino L, Fatone G, Brunetti A, et
al: Temporomandibular ankilosis in the cat:
a review of seven cases. J Small Anim Pract
40:7-10, 1999
18.Çetinkaya MA. Temporomandibular
joint injuries and ankylosis in the cat. Vet
Comp Orthop Traumatol. 2012;25(5):366-
74. doi: 10.3415/VCOT-11-10-0146. Epub
2012 Jul 25. PMID: 22829003.
19 Larguier L, Jamet N. False ankylosis of the
temporomandibular joint in a cat. Correc-
tion by partial zygomatic arch resection. Vet
Comp Orthop Traumatol. 2015;28(6):455-8.
doi: 10.3415/VCOT-15-01-0010. Epub 2015
Sep 18. PMID: 26383183.
sos. Un perro o gato con :

336 | Cuando el paracaidista es un gato viejo…

Vetmadrid 2022 | 337
338 |
ANALGESIA Y
ANESTESIA

Vetmadrid 2022 | 339

340 | nombre ponencia
Autor

Eliseo Belda
Licenciado y Doctor en Veterinaria por la
Universidad de Murcia. Es miembro de la
Association of Veterinary Anaesthetists
(AVA), de la Sociedad Española de Anestesia
y Analgesia Veterinaria (SEAAV) y del Grupo
de Especialidad de Anestesia de AVEPA
(GAVA) del que actualmente es presidente.
Está acreditado en Anestesiología por
AVEPA y ha realizado numerosas estancias
en las Facultades de Veterinaria de
Dublín, Edimburgo, Gante y el hospital
Chestergates Referral en Liverpool. Ha
publicado numerosos estudios clínicos y de investigación en
revistas nacionales e internacionales. Actualmente es Profesor
Titular de la Facultad de Veterinaria de la Universidad de Murcia,
impartiendo la asignatura “Anestesia Veterinaria” y la asignatura
“Anestesiología” en el Master Universitario en Medicina de
Pequeños Animales Es miembro del Servicio de Anestesiología
del Hospital Veterinario de la Universidad de Murcia.

Vetmadrid 2022 | 341

342 |
Eliseo Belda

INFLUENCIA DE LAS ALTERACIONES ANALÍTICAS Y

ECOGRÁFICAS DE LOS PACIENTES GERIÁTRICOS EN LA
ELECCIÓN DEL PROTOCOLO ANESTÉSICO
Eliseo Belda
Profesor Titular de Universidad.
Departamento de Medicina y Cirugía Animal. Fc. Veterinaria.
Universidad de Murcia. Hospital Veterinario de la Universidad de Murcia.

Se puede considerar a un individuo frecuencia patologías crónicas o subclí-

como geriátrico cuando ha superado nicas, aumenta.
el 75-80% de su expectativa de vida
media. Si esta premisa la valoramos En lo referente a los diferentes siste-
en el ámbito veterinario, determinar mas orgánicos debemos considerar:
cuando consideramos geriátrico a uno
de nuestros pacientes resulta comple- Sistema cardiovascular
jo, dada la gran variedad de especies ✓ Disminución de la contractibilidad
y razas con las que trabajamos. En la cardiaca.
actualidad, gracias a una mejor calidad
✓ Mayor incidencia de arritmias y val-
de vida y unos mejores cuidados vete-
vulopatías.
rinarios, la esperanza de vida media de
nuestros pacientes ha aumentado con- ✓ Mayor rigidez vascular.
siderablemente. Así pues, cada vez es
mas frecuente que nos enfrentemos a Sistema respiratorio
pacientes de edad más avanzada. ✓ Perdida de capacidad muscular con-
tráctil (Diafragma e intercostales)
De forma más o menos aproximada, en
✓ Calcificación costocondral, bron-
lo referente a perros y gatos, podemos
quial y pleural.
considerar como geriátricos:
✓ Disminución de la elasticidad pul-
Paciente Edad geriátrica monar (atelectasias)
Perro < 10 kg 9-13 años ✓ Menor capacidad de respuesta a la
Perro 10-25 kg 9-11 años hipoxemia y la hipercapnia.
Perro 25-40 kg 7,5-9 años ✓ Fibrosis vascular.
Perro > 40 kg 6-9 años
Gatos 8-10 años
Sistema hepático
✓ Disminución del flujo sanguíneo he-
En ningún caso se debe considerar la pático.
edad avanzada como una enfermedad, ✓ Disminución moderada de la activi-
pero es cierto que con el paso de los dad enzimática.
años se produce una reducción de la ✓ Hipoproteinemia (hipoalbumine-
funcionalidad orgánica y por tanto de mia: sobredosificación e hipoten-
la capacidad de adaptación, que debe sión)
ser considerada. Además, la probabili-
dad de que un paciente geriátrico pre- ✓ Hipoglucemia.
sente enfermedades, siendo estas con ✓ Hipotermia

Vetmadrid 2022 | 343

Sistema renal
✓ Disminución flujo sanguíneo renal
(FSR) y glomérulos funcionales.
✓ Disminución de la tasa de filtración
glomerular (TFG)(Disminución de la
eliminación de fármacos).
✓ Menor tolerancia al deficit o exceso
de fluidos.
Sistema Musculoesquelético
✓ Sustitución de músculo por grasa
(Cambios en el volumen de distribu-
ción Ej. propofol)
Sistema Nervioso
✓ Disminución de la perfusión del
SNC.
✓ Reducción del consumo metabólico
de O2.
✓ Alteración de la capacidad termo-
rreguladora.
✓ Deficits cognitivos.
La anestesia general (AG) supone un
reto para el paciente, ya que va a mo-
dificar su homeostasis. Algunas de las
alteraciones más frecuentes que gene-
ra la AG son:
Edad Mortalidad Perros %
Pediátricos
Jóvenes
Adultos
Maduros
Geriátricos
A este incremento relacionado con la
edad debemos sumar el asociado al
estado físico del paciente como conse-
cuencia de las posibles enfermedades
que padezca.
344 | Influencia de las alteraciones analíticas y ecográficas de los pacientes geriátricos
✓ Hipotensión (Inotropismo (-), crono-
tropismo (-), disminución de la RVP)
✓ Hipoventilación (disminución del
volumen tidal y/o FR)
✓ Hipotermia (depresión del SNC, re-
ducción del metabolismo y cese de
act. muscular)
✓ Incrementa el esfuerzo hepático
(metabolización de los fármacos ad-
ministrados)
✓ Reduce la perfusión renal (hipoten-
sión, AINE’s)
Mortalidad perianestésica en
el paciente geriátrico
Como consecuencia de las alteraciones
descritas con anterioridad, la morta-
lidad perianestésica en este colectivo
es superior a la que encontramos en el
paciente adulto. En el proyecto COMPL-
RED, todavía en curso, y desarrollado
por el Dr. J.I. Redondo, se observa un
incremento de la mortalidad tanto en
perros como en gatos (en esta especie
el incremento no es estadísticamente
significativo dado el menor número
de individuos incluidos en el estudio),
cuando se les compara con animales
jóvenes y adultos.
Mortalidad Gatos %
3,3 1,92
0,46 0,31
0,52 0,64
0,82 1,12
1,64 1,39
Manejo anestésico
Si entendemos este término, como to-
das las acciones que llevamos a cabo
con nuestros pacientes, desde se deci-
de la necesidad de una anestesia hasta
que esta se lleva a cabo y posterior-
mente recibe el “alta anestésica”, la se-
Eliseo Belda
lección de los fármacos a utilizar, y que
llamaremos “Protocolo Anestésico” es
sólo una pequeña parte de la globalidad.
Protocolo Anestésico
En la actualidad, contamos con una gran
variedad de fármacos que empleamos
en el transcurso de una AG, que presen-
tan un perfil farmacocinético y farmaco-
dinámico adecuado para su empleo en
el paciente geriátrico. Por ello una de las
premisas más importantes a mantener
presentes, no es tanto la selección de
fármacos concretos sino el desarrollo
de una anestesia balanceada que nos
permita la reducción de las dosis de es-
tos fármacos.
Como se ha comentado previamente, la
menor capacidad de adaptación de es-
tos pacientes va a hacer muy recomen-
dable mantenernos en los rangos infe-
riores de dosificación de los fármacos
habituales.
Ejemplo de protocolo anestésico para
el paciente geriátrico:
✓ Premedicación: Dexmedetomidina
(0,5-2 µg/kg) y Metadona (0,1-0,2
mg/kg)
✓ Inducción: Propofol (2-4 mg/kg)
✓ Mantenimiento: Isoflurano (0,8-
1,2%) + Locorregional
✓ Recuperación: Dexmedetomidina
(0,5 µg/kg)
✓ Postoperatorio: Glasgow, opioides
(metadona/buprenorfina (0,01-0,02
mg/kg)) y AINE’s???
¿Donde debemos dirigir
nuestra atención?
1.- Evaluación preanestésica
La clave de una anestesia exitosa se
basa en una correcta evaluación prea-
nestésica del paciente. Dentro de ella,
debemos cubrir los siguientes puntos:
✓ Historia clínica
✓ Anamnesis
✓ Examen físico
✓ Hematología y bioquímica
✓ Pruebas complementarias
En el paciente geriátrico resulta funda-
mental prestar especial atención a las
posibles enfermedades concurrentes
que ya puedan venir reflejadas en la his-
toria clínica o que se nos comuniquen a
través del anamnesis. De igual forma, la
medicación que reciba el paciente tam-
bién debe ser tenida en consideración
dadas las interacciones que puedan
presentar con la AG (Ejem. IECA’s).
La necesidad de análisis sanguíneos
preanestésicos es un punto contro-
vertido. Hay estudios que indican que,
incluso en pacientes geriátricos, la rea-
lización de estos test previos no mo-
dificó el protocolo anestésico de los
pacientes salvo en un pequeño porcen-
taje. En cualquier caso, parece pruden-
te realizar una analítica previa de cara
a la valoración del estado general de
los pacientes de edad avanzada. Den-
tro de las pruebas complementarias en
gerontes la realización de radiografías
torácicas, ECG y presión arterial (PA),
resultan de gran ayuda para valorar
de manera aproximada su capacidad
hemodinámica y ventilatoria. En esta
línea, reservaremos pruebas más es-
pecíficas como ecocardiografía, gaso-
metría o urianálisis para aquellos pa-
cientes con alteraciones físicas que nos
lleven a estimar necesario la realización
de estos estudios.
2.- Estabilización preanestésica
Con relativa frecuencia los pacientes
geriátricos presentan una condición
Vetmadrid 2022 | 345
física inadecuada, que incrementa su
riesgo anestésico. Resulta fundamen-
tal, en la medida de las posibilidades
estabilizar a estos individuos antes de
someterlos a una AG.
El control de su estado de hidratación,
glucemia, hiperkalemia o arritmias, son
algunos de los puntos clave antes de si
quiera considerar la anestesia de los
pacientes. Por otro lado, existen situa-
ciones en las que la estabilización pasa
por la cirugía (Ejem. Hemoabdomen
por rotura de bazo), en estas circuns-
tancias se asume el riesgo de aneste-
siar a un paciente inestable. Pero el
cociente beneficio/riesgo debe siempre
estar presente antes de una AG.
3.- Movilización del paciente
sedado/anestesiado
Los pacientes de edad avanzada con
frecuencia presentan alteraciones
musculoesqueléticas. Una de las más
comunes es la osteoartitis.
Algunos de ellos se encuentran esta-
díos muy avanzados de esta enferme-
dad. La tracción brusca de sus extremi-
dades durante el periodo de sedación/
anestesia puede presentar consecuen-
cias muy perniciosas, llegando incluso
a provocar la imposibilidad de marcha
o estación una vez recuperados de la
anestesia.
De igual forma, muchos de estos pa-
cientes estarán en tratamiento, reci-
biendo AINE’s en un elevado porcentaje
de casos.
Esto debe ser tenido en cuenta de cara
a continuar el tratamiento con el mis-
mo fármaco, durante su estancia hos-
pitalaria, o evitar su administración en
caso de que el paciente haya recibido
AINE’s de larga duración.
346 | Influencia de las alteraciones analíticas y ecográficas de los pacientes geriátricos
4.- Valorar cuidadosamente
la administración de AINE’s
preanestésicos
Estos fármacos basan su efecto antiin-
flamatorio en la inhibición de la enzima
ciclooxigenasa (COX). Tradicionalmente
se ha descrito que la COX presenta dos
isoenzimas, la COX-1 y la COX-2 (proba-
blemente existe una tercera isoenzima
denominada COX-3, que se expresa en
el SNC). La COX-1 se asocia a funciones
constitutivas como son la producción
de moco gástrico y la agregación pla-
quetaria, mientras que la COX-2 juega
un papel fundamental en la síntesis de
prostaglandinas mediadoras de la infla-
mación (PG-E2).
Sin embargo, en la actualidad sabemos
que tanto las PG-E2 como las prostaci-
clinas sintetizadas por la COX-2 se en-
cuentran directamente relacionadas
con el FSR. Así, ante situaciones de hi-
potensión o hipovolemia severa, en las
que el control intrínseco renal falla, son
las PG-E2 y las prostaciclinas las encar-
gadas de mantener el FSR. Por tanto, la
inhibición de la COX-2 en pacientes ge-
riátricos, que van a ser sometidos a una
AG, donde con una alta probabilidad se
verán expuestos a una situación de hi-
potensión, no resulta recomendable.
En el periodo postoperatorio, el empleo
de AINE’s con una acción preferencial
sobre la COX-2, como son el carprofeno
(2-4 mg/kg), meloxicam (0,1-0,2 mg/kg),
robenacoxib (1-2 mg/kg), etc. puede ser
valorada en pacientes bien hidratados
y normotensos, pero resultará conve-
niente monitorizar de manera frecuen-
te su PA y su producción de orina.
5.- Preoxigenación
La inducción anestésica es una de las
fases dentro de una AG más exigente.
Se produce una depresión del SNC que
Eliseo Belda
conlleva la hipnosis del paciente, pero
junto con ella, aparece una depresión
hemodinámica y ventilatoria. Aunque
de corta duración, esta situación de
depresión generalizada puede resultar
peligrosa para la integridad física del
paciente, más todavía si trabajamos
con individuos geriátricos con una re-
ducida capacidad orgánica.
La preoxigenación (3-5) antes de la in-
ducción anestésica tiene como objetivo
el incremento del porcentaje de O2 al-
macenado en el pulmón, la saturación
de Hb y la PaO2. Estos factores van a
permitir al paciente evitar la hipoxemia,
dándonos el tiempo suficiente para
controlar la vía aérea e iniciar una ven-
tilación mecánica, si esta se considera
necesaria. Una correcta preoxigena-
ción (FiO2=1 durante 5 min), nos va a
otorgar un periodo de unos 5 minutos
antes de que la SaO2 caiga al 90% ante
una situación de apnea, mientras que
sin preoxigenación esto sucedería en
escasos 30-40 segundos.
6.- Control de la vía aérea
Este es uno de los objetivos prioritarios
de la inducción anestésica. El control de
la vía aérea debe realizarse de manera
inmediata tras la hipnosis del paciente.
Aunque existen otras alternativas, lo
más habitual y eficiente es la intuba-
ción orotraqueal. Una vez intubada la
tráquea, el sistema de neumotapona-
miento debe ser hinchado de acuerdo
con las características del paciente. Los
pacientes geriátricos presentan una
mayor incidencia de regurgitación dada
una disminución en la eficiencia del es-
fínter esofágico inferior. Así pues, esta
práctica va a evitar que en caso de re-
gurgitación se produzca una broncoas-
piración que pueda desarrollar una
neumonía por aspiración. Además, la
intubación orotraqueal va a permitir el
control de la ventilación y el aporte de
O2 y anestésicos inhalatorios.
7.- Monitorización
El empleo de dispositivos electrónicos
en nuestros pacientes va a facilitar el
diagnóstico y tratamiento de las altera-
ciones que se producen durante la AG
u hospitalización. En función de la cla-
sificación ASA, la monitorización anes-
tésica puede ser modificada, tendiendo
en aquellos pacienes mas graves a la
monitorización mas exhaustiva e in-
tensiva. De forma genérica el empleo
de un ECG, frecuencia cardiaca, SpO2,
presión arterial no invasiva, frecuencia
respiratoria, end-tidal CO2 y tempera-
tura es suficiente. Ante situaciones de
mayor gravedad en empleo de presio-
nes invasivas que además nos permi-
tan realizar gasometrías para valorar
los niveles de gases respiratorios y es-
tado acido/base resulta recomendable.
Con frecuencia los pacientes gerontes
se encuentran en peor condición físi-
ca, por lo que el uso de monitorización
avanzada es más habitual.
8.- Control de la Hipotermia
Este es el efecto adverso más habitual
durante una AG. La perdida de tem-
peratura se va a producir debido al
empleo de fármacos hipotermizantes
(Ejem. acepromacina, isoflurano…),
como consecuencia de la inactividad
muscular durante la AG, las aéreas
corporales rasuradas, la limpieza de la
zona quirúrgica y la apertura de gran-
des cavidades corporales. Además, en
nuestros pacientes de edad avanzada
debemos sumar una menor funcionali-
dad del SNC y una disminución del flujo
sanguíneo hepático, que contribuyen a
que la hipotermia se produzca de for-
ma más habitual y marcada. Resulta
por tanto fundamental el empleo de
métodos activos para el control de la
Vetmadrid 2022 | 347
temperatura, tales como mantas tér-
micas (aire, agua o resistencia), fluidos
atemperados IV e intracavitarios, me-
sas térmicas…
9.- Control de la ventilación
Como consecuencia de las alteraciones
funcionales que se producen en su sis-
tema respiratorio y musculoesqueléti-
co, los pacientes geriátricos presentan
una especial predisposición a la hipo-
ventilación. El empleo de la ventilación
mecánica resulta de gran ayuda en el
manejo anestésico de estos pacientes.
Tanto las alteraciones descritas, como
la obesidad que con frecuencia pre-
sentan los gerontes, los hace pacientes
restrictivos, y por ello deben ser venti-
lados con modos guiados por volumen.
Tanto el modo controlado por volumen
(VCV) como el modo sincronizado inter-
mitente (SIMV) son opciones adecua-
das. En ocasiones un modo controlado
por presión puede resultar adecuado,
sobre todo en aquellos casos donde
el volumen secuestrado por el circuito
anestésico pueda suponer un proble-
ma en pacientes de reducido tamaño.
Otra alternativa puede resultar el modo
asistido denominado “presión soporte”
donde el ventilador aporta una peque-
ña ayuda al paciente hasta llevarlo a un
volumen tidal adecuado a su condición.
Las técnicas de reclutamiento alveolar
y calculo de la PEEP óptima probable-
mente van a facilitar una mejor capa-
cidad ventilatoria, sobre todo de cara
a la recuperación y postoperatorio en
pacientes obesos o en aquellos en los
que el pulmón haya sido sometido a
presiones externas elevadas (neumo-
torax, masas torácicas, toracoscopia,
laparoscopia…).
10.- Control de la Analgesia
El desarrollar una correcta cobertu-
ra analgésica durante todo el periodo
348 | Influencia de las alteraciones analíticas y ecográficas de los pacientes geriátricos
perianestésico es una de las premisas
fundamentales que debemos siempre
tener presente. Una correcta cobertura
analgésica va a evitar la instauración de
fenómenos de sensibilización periféri-
ca y central, incrementando el bienes-
tar de nuestros pacientes, reduciendo
el periodo de hospitalización y disminu-
yendo los costes. Además, un paciente
bien analgesiado presenta menores
requerimientos de sedantes y anestési-
cos generales, lo cual conlleva una ven-
taja adicional, que es el mantenimiento
más adecuado de la función hemodiná-
mica. Los anestésicos inhalatorios son
potentes vasodilatadores, si reducimos
la concentración administrada de los
mismos, mejoraremos la resistencia
vascular periférica y de manera asocia-
da la presión arterial. Esta considera-
ción resulta fundamental en pacientes
geriátricos, ya de por sí más tendentes
a la hipotensión, y al consecuente daño
renal que podría sobrevenir.
Mas allá del empleo de opioides en la
premedicación, el uso de infusiones
continuas (dexmedetomidina 0,5-1 µg/
kg/h), fentanilo (8-10 µg/kg/h), midazo-
lam (0,1-0,2 mg/kg/h), lidocaina (1,5-3
mg/kg/h), ketamina (1,5-3 mg/kg/h)), va
a permitir una reducción sustancial de
los requerimientos de anestésicos ge-
nerales. De igual forma, el empleo de
técnicas de anestesia locorregional, va
a proporcionar una analgesia de gran
calidad, facilitando el mantenimiento
de la AG en un plano superficial, y me-
jorando así la función hemodinámica.
11.- Manejo de la hipotensión
Los pacientes geriátricos presentan
una especial predisposición al desarro-
llo de cuadros hipotensivos durante la
AG. Ante una situación de hipotensión
durante la anestesia, en primer lugar,
nos plantearemos la reducción de la
Eliseo Belda
concentración administrada de agen-
tes inhalatorios (isoflurano o sevoflu-
rano), siempre que esto sea posible.
Cuando esta medida no es suficiente,
siempre teniendo en cuenta el estado
del paciente (hidratación, oliguria/anu-
ria y patologías asociadas) se puede ad-
ministrar un bolo de cristaloides (10-20
ml/kg/10 minutos en perros y la mitad
en gatos).
El empleo de coloides puede ser una
alternativa en aquellos pacientes don-
de no sean recomendables altos volú-
menes o presenten déficit de albúmina
(5-20 ml/kg/20 minutos). Cuando la hi-
potensión viene acompañada de bra-
dicardia, la administración de atropina
(0,01-0,02 mg/kg IV) puede resolver el
problema, dada su actividad anticoli-
nérgica. La dopamina (5-10 µg/kg/min
IV), dobutamina (5-10 µg/kg/min IV) y
efedrina (0,05-0,1 mg/kg en bolo IV),
son también opciones válidas para co-
rregir la PA, dado su inotropismo +. El
empleo de vasopresores como la feni-
lefrina (1-2 µg/kg/min IV) o la noradre-
nalina (0,2-0,5 µg/kg/min IV) resulta una
opción acertada en aquellos pacientes
donde se estime que la hipotensión vie-
ne ocasionada por una disminución de
la resistencia vascular periférica, situa-
ción muy habitual durante una AG.
12.- Recuperación anestésica
y postoperatorio
La recuperación de la AG puede verse
prolongada en gerontes dada la menor
capacidad adaptativa de su SNC. A esto
debemos sumar la mayor tendencia a
la hipotermia de estos individuos, que
también supondrá un aumento del pe-
riodo de recuperación dada la mayor
solubilidad en sangre de los anestési-
cos inhalatorios. Sin embargo, la apa-
rición de disforias en la recuperación
de la AG resulta frecuente en perros
anestesiados con anestesia inhalato-
ria, donde los sedantes utilizados en
la premedicación han dejado de hacer
efecto. Por ello se debe valorar con de-
tenimiento la posible necesidad de ad-
ministrar pequeñas dosis de sedantes
(dexmedetomidina 0,5 µg/kg, medeto-
midina 1 µg/kg IV, administrados muy
lentamente) en la recuperación de cara
a propiciar una educción anestésica
más suave y progresiva. Si se opta por
no administrar sedantes en la recupe-
ración, y aparece un cuadro de disforia,
una dosis moderada de propofol (0,5-1
mg/kg) puede contrarrestara. Los dé-
ficits cognitivos que algunos de estos
pacientes presentan pueden conllevar
la aparición de cuadros de desorien-
tación que se mantengan durante las
primeras 24-48 horas tras la AG. Si no
hay contraindicaciones la administra-
ción fármacos con actividad sedante
(dexmedetomidina 0,5 µg/kg/h, mede-
tomidina 1 µg/kg/h IV, gabapentina 20-
30 mg/kg en gatos o trazodona 5-10 mg/
kg en perros), puede ayudar a controlar
estas alteraciones del comportamiento.
El empleo de escalas de valoración del
dolor (Glasgow, Botucatu, Grimace…)
resulta fundamental para conferir a
estos pacientes una correcta cobertura
analgésica, reduciendo además la sin-
tomatología adversa asociada frecuen-
temente a la administración de opioi-
des (nauseas, vómitos, estreñimiento,
anorexia, disforia…). Se debe mantener
en mente que los pacientes de edad
avanzada con frecuencia precisan dosis
inferiores a los de los pacientes jóvenes
y adultos. De igual forma, se debe en
este punto valorar la posibilidad de
administrar AINE’s, así como el uso de
otros fármacos analgésicos tales como
el paracetamol (10 mg/kg/8h) o infusio-
nes continuas con los fármacos men-
cionados anteriormente. En el caso de
Vetmadrid 2022 | 349
haber realizado técnicas de anestesia
locorregional, se debe considerar la du-
ración de sus efectos en función de los
fármacos utilizados y la ruta de admi-
nistración.
Bibliografía
1. Akashi N, Murahata Y, Kishida H, Hikasa
Y, Azuma K, Imagawa T. Effects of constant
rate infusions of dexmedetomidine, remi-
fentanil and their combination on mini-
mum alveolar concentration of sevoflurane
in dogs. Veterinary Anaesthesia and Analge-
sia. 2021. 48 (3): 314–323.
2. Alef M, von Praun F, Oechtering G. Is rou-
tine pre-anaesthetic haematological and
biochemical screening justified in dogs? Ve-
terinary Anaesthesia and Analgesia. 2008.
35(2): 132-40.
3. Baetge CL & Matthews NS. Anesthesia and
analgesia for geriatric veterinary patients.
Veterinary Clinics of North America: Small
Animals Practice. 2012. 42(4): 643-653.
4. Belda E, Laredo FG, Escobar M, Agut A,
Soler M. Empleo de opioides en medicina
veterinaria. 2016. 236: 27-34.
5. Bigby SE, Beths T, Bauquier S, Carter JE.
Effect of rate of administration of propofol
or alfaxalone on induction dose require-
ments and occurrence of apnea in dogs. Ve-
terinary Anaesthesia and Analgesia. 2017.
44(6): 1267-1275.
6. Diaz MM, Kaartinen J, Allison A. Preanaes-
thetic blood tests in cats and dogs older
than 8 years: anaesthetists’ prediction and
peri-anaesthetic changes. Veterinary Anaes-
thesia and Analgesia. 2021. 48: 854-860.
7. Grubb T, Sager J, Gaynor JS, Montgomery
E, Parker JA, Shafford H, Tearney C. 2020
AAHA Anesthesia and Monitoring Guidelines
for Dogs and Cats. Journal of the American
Animal Hospital Association. 2020. 56(2):
59-82.
8. Grubb TL, Pérez-Jiménez TE, Pettifer GR.
Senior and geriatric patients. En: Veterinary
Anesthesia and Analgesia. The Fifth Edition
350 | Influencia de las alteraciones analíticas y ecográficas de los pacientes geriátricos
of Lumb and Jones. Eds: Grimm KA, Lamont
LA, Tranquilli WJ, Greene SA and Robertson
SA. Wiley Blackwell. 2015. Oxford. Reino
Unido. Pp: 988-992.
9. Hughes JML. Anaesthesia for the geriatric
dog and cat. Irish Veterinary Journal. 2008.
61(6): 380-387.
10. Joubert KE. Pre-anesthetic screening of
geriatric dogs. Journal of the South African
Veterinary Medical Association. 2007. 78(1):
31-5.
11. Laredo FG, Belda E, Escobar M. Aneste-
sia en geriátricos. Consulta de Difusión Ve-
terinaria. 2007. 143: 55-63.
12. Martínez-Taboada F. Anestesia en el pa-
ciente geriátrico. En: Manual de anestesia y
analgesia de pequeños animales con pato-
logías o condiciones específica. Eds: Rioja
García E, Salazar Nussio V, Martínez Fer-
nández M y Martínez Taboada F. SERVET.
2016. Zaragoza. España. 153-158.
13. Mateos EG. Anestesia en el paciente ge-
riátrico. Clinanesvet Revista Clínica de Anes-
tesia Veterinaria. 2017. 10: 2-11.
14. McNally EM, Robertson SA, Pablo LS.
Comparison of time to desaturation be-
tween preoxygenated and nonpreoxygena-
ted dogs following sedation with aceproma-
zine maleate and morphine and induction
of anesthesia with propofol. American Jour-
nal of Veterinary Research. 2009. 70(11):
1333-1338.
15. Redondo JI, Suesta P, Gil L, Soler G, Serra
I, Soler C. Retrospective study of the preva-
lence of postanaesthetic hypothermia in
cats. The Veterinary Record. 2012. 170(8):
206.
16. Redondo JI, Suesta P, Serra I, Soler C,
Soler G, Gil L, Gómez-Villamandos RJ. Re-
trospective study of the prevalence of pos-
tanaesthetic hypothermia in dogs. The Vete-
rinary Record. 2012. 171(15): 374.
17. Rigotti CF & Brearly JC. Anaesthesia for
paediatric and geriatric patients. En: BSAVA
Manual of Canine and Feline Anesthesia
and Analgesia. Third Edition. Eds: Duke-No-
Eliseo Belda

vakovski T, de Vries M and Seymour C.

BSAVA. 2017. Gloucester. Reino Unido. Pp:
418-427
18. Silverstein DC, Beer KA. Controversies
regarding choice of vasopressor therapy
for management of septic shock in animals.
Journal of Veterinary Emergency and Criti-
cal Care. 2015. 25(1): 48-54.

Vetmadrid 2022 | 351

352 |
 Ignacio Sández Cordero
Lic. Vet. Acreditado por AVEPA en anestesia
y analgesia. Licenciado en Veterinaria por
la Universidad Complutense de Madrid
en el año 2000 y acreditado AVEPA en
Anestesia y Analgesia. Coordinador del
Servicio de Anestesiología de Sinergia
Veterinaria (Madrid), desde su creación
hasta la actualidad, dando servicio a más
de 80 clínicas y hospitales veterinarios.
Miembro fundador de la Sociedad
Española de Anestesia y Analgesia
Veterinaria (SEAAV) y fue miembro de la
Junta Directiva, desde su creación hasta junio de 2012. Profesor
en diversos cursos nacionales e internacionales de anestesia,
talleres prácticos y cursos online desde 2005.

Conferencias y comunicaciones científicas en diferentes

ediciones del Congreso Nacional de la SEAAV, así como del
Congreso Europeo de Anestesia (Association of Veterinary
Anaesthetists, AVA). Autor de más de 20 artículos sobre anestesia,
analgesia y reanimación en las pequeñas especies, publicados en
diferentes revistas de difusión española e internacional. Autor
del libro “Manual clínico de farmacología y complicaciones en
anestesia de pequeños animales” y del libro “Manual clínico de
Monitorización en anestesia de pequeños animales”, así como
de varios capítulos en otros libros sobre anestesia, analgesia
y ventilación mecánica o derivaciones portosistémicas y
colocación de stent en colapso traqueal.

Vetmadrid 2022 | 353

354 |
Ignacio Sández Cordero

DETERMINACIÓN DEL TIEMPO DE GESTACIÓN Y

PREDICCIÓN DEL PARTO EN PERRAS Y GATAS

Ignacio Sández Cordero

Acred AVEPA Anestesia&Analgesia
Responsable del Servicio de Anestesia del Hospital Veterinario Vetsia (Madrid)

Introducción el dolor sea cada vez de mayor intensi-

La Asociación Internacional para el
Estudio del Dolor (IASP) definió el do-
lor como una ‘experiencia sensorial y
emocional desagradable que se asocia
a una lesión real o potencial de los te-
jidos’. Por tanto, el DOLOR es un fenó-
meno consciente e individual, que cada
animal interpreta de una manera dife-
rente, en diferentes situaciones.
dad en los pacientes con dolor crónico
y muchas veces puede volverse incon-
trolable, pudiendo llegar a ser motivo
de eutanasia en algunos casos.
Neurofisiología Del Dolor
La ruta fisiológica del dolor comienza
en los nociceptores y termina en la cor-
teza somatosensorial.

Existen diferentes criterios para clasi-
ficar el dolor. Según el criterio etiopa-
togénico el dolor puede ser: nocicepti-
vo (somático y visceral), neuropático y
psicogénico. Según el criterio temporal
puede ser: dolor agudo (aquel con una
duración máxima de un mes), cróni-
co (aquel que tiene una duración de 3
o más meses) e incidental (cuando se
produce una reagudización de un pro-
ceso de dolor crónico).
El dolor crónico está presente en mu-
chas patologías en pequeños animales.
Este, es especialmente frecuente en
los pacientes oncológicos y en los ani-
males con degeneración osteoarticular
(osteoartrosis/osteoartritis, OA) y ver-
tebro-discal (Fox, 2012).
Durante el desarrollo del dolor crónico
suceden algunas alteraciones relacio-
nadas con la plasticidad del sistema
nervioso central (SNC) como la sensibi-
lización central o periférica, la hiperal-
gesia (primaria o secundaria) y la alodi-
nia. Estos fenómenos determinan que
Durante este camino suceden diferen-
tes fenómenos que determinan la in-
tensidad del dolor. El diagnóstico y el
tratamiento del dolor se basan en el
conocimiento de las diferentes fases.
Estos fenómenos son:
- Transducción. Los nociceptores
convierten una señal externa en
una señal eléctrica.
- Transmisión. Las fibras nerviosas
unidas a los nociceptores transmi-
ten la señal eléctrica de forma as-
cendente.
- Modulación (ascendente y descen-
dente). Este fenómeno se produce,
fundamentalmente, en el asta dor-
sal de la médula, y se encarga de
atenuar o intensificar las señales
eléctricas.
- Percepción. Cuando la señal eléc-
trica (nocicepción) llega mediante
el tracto espinotalámico hasta la
corteza somatosensorial. Es aquí
donde esta señal se interpreta y la
señal eléctrica pasa a denominarse
“dolor”.
Vetmadrid 2022 | 355
Diagnóstico Del Dolor
Una de las partes complicada del ma-
nejo del dolor crónico es el diagnóstico.
Las principales dificultades son:
- No hay comunicación verbal con los
pacientes
- Gran variabilidad entre especies,
razas e individuos para expresar el
dolor
- Los cuestionarios de dolor se reali-
zan con 3ª personas (propietarios)
- Existe un gran desconocimiento del
propietario sobre los síntomas del
dolor
- Muchas veces es difícil explorar
correctamente a los animales con
dolor
El diagnóstico en la consulta de dolor se
debe basar en: Observación, Anamne-
sis y Exploración (generalmente en ese
orden), haciendo uso, siempre que se
pueda, de escalas de dolor validadas o
escalas adaptadas a cada paciente-pro-
pietario. Existen muchas escalas para la
evaluación de dolor agudo para perros,
pero no deben ser usadas para los ani-
males con dolor crónico. Las escalas de
dolor crónico como la escala de Liverpool
o la de Helsinki suelen ser útiles en estos
pacientes.
En los gatos el diagnóstico es más com-
plicado y se deben prestar atención en
la anamnesis a algunos signos especí-
ficos de su comportamiento para diag-
nosticar el dolor crónico:
1. Posturales
a. Columna arqueada
b. Cambios frecuentes de postura
2. Temperamento
a. Fotofobia
b. Menos interacción
c. Vocalización (raro)
356 | Determinación del tiempo de gestación y predicción del parto en perras y gatas
3. Locomoción
a. Dificultad para saltar o bajarse
4. Otros
a. Hábitos higiénicos inadecuados
b. Perdida de actividad de juego
normal
En todas las evaluaciones de dolor cró-
nico se deberían incluir una escala de
calidad de vida, ya que muchas veces,
es esta la que determina la mejoría o el
empeoramiento de los pacientes.
Tratamiento del dolor crónico
Debido a que el dolor crónico es cuadro
progresivo, es muy probable que los tra-
tamientos se deban ir modificando con
el paso del tiempo, y en cada consulta
de valoración de dolor se debe ajustar
las medicaciones y tratamientos anal-
gésicos. Incluso, algunas veces podría
ser necesario una terapia de desenbili-
zación (serviría como un ‘reset’ del SNC),
con tratamientos más agresivos o inter-
vencionistas para tratar de reducir la
cantidad de dolor en los pacientes.
Terapias de primer paso:
1. AINEs. Todos los procesos dege-
nerativos tienen un componente
inflamatorio importante y, por tan-
to, si no existe contraindicación, los
AINEs deben administrarse desde el
primer momento.
2. Medidas dietéticas y pérdida de
peso.
3. Rehabilitación para mejorar el tono
muscular
4. Acupuntura. Especialmente útil en do-
lor por OA y problemas de columna.
Terapias de segundo paso:
1. Gabapentina (10-15 mg/kg/8-12 h).
Muy útil cuando hay dolor neuropá-
tico (en la mayoría de las situacio-
nes de dolor OA).
Ignacio Sández Cordero
2. Pregabalina (4 mg/kg/24). Una al-
ternativa a la gabapentina con ma-
yor duración.
3. Amantadina (2-4 mg/kg/12-24 h). Si
se combina con AINEs ha demostra-
do ser útil en el traamiento del dol-
ro por OA.
4. Paracetamol (10-15 mg/kg/12 h). Al
no ser un AINE puede combinarse
con estos sin problemas. SOLO EN
PERROS.
Terapias de tercer paso:
1. Bloqueos analgésicos. Administra-
ción perineural de una combinación
de un anestésico local (bupivacaina
normalmente) junto con un corticoi-
de de larga duración (triamcinolona
es el preferido por el autor). Tienen
una duración variable entre 2-3 se-
manas hasta 2-3 meses.
2. Rizólisis de nervios. Mediante la
administración de un producto quí-
mico perineural se puede producir
una lesión temporal o permanente
del nervio sensitivo para evitar la
transmisión de la señal nociceptiva.
Se emplea solo en casos extremos.
Otros tratamientos:
1. Anticuerpos monoclonales (frune-
vetmab y benivetmab). De comer-
cialización reciente. Aunque aún
hay poca evidencia de su eficacia
clínica, los resultados preliminares
son muy prometedores, con un alto
nivel de satisfacción por parte de los
propietarios.
2. Manejo del sistema nervioso autó-
nomo (SNA). El sistema simpático se
ha relacionado con estados pro-infla-
matorios y el sistema parasimpático
con estados anti-inflamatorios, por
lo que el control de estos sistemas
podría ser una herramienta útil para
el control del dolor/inflamación.
3. Opioides. Son un grupo de fárma-
cos con una buena eficacia en el con-
trol del dolor agudo, sin embargo, su
eficacia en el dolor crónico está muy
discutida. Probablemente tengan
una indicación en el caso de una rea-
gudización del dolor crónico.
a. Buprenorfina. Puede adminis-
trarse por vía mucosa oral en
gatos (10-20 mcg/kg) y en perros
(20-30 mcg/kg) pero no por vía
oral, ya que la absorción diges-
tiva es muy baja (menor al 7%).
Puede administrarse durante
2-3 días cada 8 horas, pero si se
mantiene durante más días pue-
den aparecer efectos adversos
como anorexia, sedación, etc.
b. Tramadol (2-4 mg/kg/8 h). Aun-
que su uso está muy extendido
en al ámbito clínico, debido a
su seguridad, este fármaco no
ha demostrado ninguna eficacia
en el control del dolor crónico
en los perros con OA, incluso a
las dosis más altas. Por tanto, su
uso estaría recomendado, sobre
todo en gatos, y para el trata-
miento del dolor incidental o la
reagudización del dolor crónico.
Bibliografía
1. Fox SM. Painful decisions for senior
pets. Vet Clin North Am Small Anim Pract.
2012 Jul;42(4):727-48, vii. doi: 10.1016/j.
cvsm.2012.04.010. PMID: 22720811.
2. Epstein M, Rodan I, Griffenhagen G, Kadr-
lik J, Petty M, Robertson S, Simpson W. 2015
AAHA/AAFP Pain Management Guidelines
for Dogs and Cats. J Am Anim Hosp Assoc.
2015 Mar-Apr;51(2):67-84. doi: 10.5326/
JAAHA-MS-7331. PMID: 25764070.
3. Silva NEOF, Luna SPL, Joaquim JGF, Cou-
tinho HD, Possebon FS. Effect of acupunc-
ture on pain and quality of life in canine
Vetmadrid 2022 | 357
neurological and musculoskeletal diseases.
Can Vet J. 2017 Sep;58(9):941-951. PMID:
28878418; PMCID: PMC5556488.
4. Moore SA. Managing Neuropathic Pain
in Dogs. Front Vet Sci. 2016 Feb 22;3:12.
doi: 10.3389/fvets.2016.00012. PMID:
26942185; PMCID: PMC4762016.
5. Budsberg SC, Torres BT, Kleine SA, Sand-
berg GS, Berjeski AK. Lack of effectiveness of
tramadol hydrochloride for the treatment
of pain and joint dysfunction in dogs with
chronic osteoarthritis. J Am Vet Med Assoc.
2018 Feb 15;252(4):427-432. doi: 10.2460/
javma.252.4.427. PMID: 29393744.
6. Janssens L, Beosier Y, Daems R. Lumbo-
sacral degenerative stenosis in the dog.
The results of epidural infiltration with
methylprednisolone acetate: a retrospec-
tive study. Vet Comp Orthop Traumatol.
2009;22(6):486-91. doi: 10.3415/VCOT-
08-07-0055. Epub 2009 Oct 29. PMID:
19876516.

358 | Determinación del tiempo de gestación y predicción del parto en perras y gatas
Vetmadrid 2022 | 359
360 | nombre ponencia
Autor

FISIOTERAPIA
Y TERAPIAS
ALTERNATIVAS

Vetmadrid 2022 | 361

362 |
Autor

Jorge Luque
Jorge Luque es Licenciado en Veterinaria
(1991) y Diplomado en Acupuntura y
Medicina Tradicional China (IVAS 206).
Tiene el Certificado en Rehabilitación y
Fisioterapia (FORVET 2007), especializado
en Rehabilitación y Fisioterapia (ESAV
2009). También tiene el Certificado en
Quiropráctica Veterinaria (AIQA 2010),
Certificado en Medicina Deportiva
Veterinaria (CRI 2015) y es Técnico
Veterinario Acreditado RFEDI 2021.

Es propietario y socio de las Clínicas Veterinarias “El Dogo

Azul”(1992), Jefe del servicio de Rehabilitación y fisioterapia
del “Hospital Veterinario Animal Blue Care” (2016/2018) y
Director del centro de referencia en Rehabilitación, Fisioterapia
y Medicina del Deporte “Rehavet Sport”. Veterinario titular y
certificado en carreras de mushing profesionales y amateurs
nacionales e internacionales en sprint, media y larga distancia.

Jorge Luque ha sido ponente en congresos del GTA (Córdoba,

Bilbao, Granada), ponente en diversos cursos y conferencias
organizadas para veterinarios en Colegios Oficiales de
Veterinarios (Madrid, Córdoba, Granada, Málaga) y asociaciones
veterinarias. También ha organizado cursos de formación en
Medicina Deportiva Veterinaria para veterinarios desde 2015
hasta 2018.

Vetmadrid 2022 | 363

364 |
Jorge Luque

MANEJO DE PACIENTE GERIÁTRICO

CON PATOLOGÍA ARTICULAR

Jorge Luque

El Paciente geriátrico en al actualidad

Diferentes patologías del paciente

geriátrico
1.-Diagnsotico de Patologías del pa-
ciente geriátrico
Anamnesis
Historia y valores importantes de
diagnostico
Especialidades auxiliares de la Re-
habilitación
2.-Valoracion de estado Funcional del
Paciente geriátrico
* Dolor .
Problemática para la rehabilitación (
Load)
*Discapacidad funcional (IDF)

Definición
Medida ,calculadora y ejemplos
*Atrofia Muscular :
Biometría
Origen y consecuencias
Curva de compensación Vs Estimulo
adrenérgico
Manejo de la recuperación
Terapias
*Inestabilidad Articular
Causas
Mediadas goniometrícas
Ejemplo de displasia de cadera :
Diagnóstico , Control de dolor ,Valora-
ción de IDF , Manejo
Terapias y Objetivos .
Vetmadrid 2022 | 365
 CALCULADORA DE INDICE DE DISCAPACIDAD
FUNCIONAL

Jorge Luque

NOMBRE DEL PACIENTE

EDAD
PESO
DAIGNOSTICO
FECHA VALORACION

VALORES DE REGISTRO VALORACIÓN

0 1 2 3
Ausente Normal

1 CAPACIDAD SENSORIAL
VISIÓN

AUDICIÓN
CAPACIDAD DE MANTER
2
LA CUADRUPRE ESTACIÓN
CAPACIDAD DE MOVILIDAD
3
AUTÓNOMA
4 CAPACIDAD DE SENTARSE
CAPACIDAD DE
5
LEVANTARSE EN FRÍO
6 CAPACIDAD DE MARCHA
CAPACIDAD DE MOVER
7
LATERAL EL CUELLO
REFELJO PROPIOCEPTIVO
8
PLANTAR
Ausente <5 SEG <2SEG Normal

EAD

EAI

EPD

EPI

366 |
Jorge Luque

0 1 2 3
Ausente Normal

CAPACIDAD DE POSTURA
9
DE DEFECACIÓN
10 INCOTINENCIA

URINARIA

DEFECACIÓN
CAPACIDAD DE SALVAR
11
OBSTACULOS
ALTURA DEL
CARPO
ALTURA DEL
CODO
CAPACIDAD DE BAJAR
12
ALTURAS
CAPACIDAD DE SUBIR
13
ALTURAS
CAPACIDAD DE MOVER
14
LA COLA
15 CAPACIDAD DE SACUDIRSE

RESULTADO TOTAL 0

ÍNDICE PORCENTUAL DE
100%
DISCAPACIDAD FUNCIONAL
ÍNDIDE PORCENTUAL
0%
DE CAPACIDAD FUNCIONAL

Vetmadrid 2022 | 367

368 |
EXÓTICOS

Vetmadrid 2022 | 369

370 |
David Guillier
Estudió en la Escuela Nacional de
Veterinaria de Alfort (Francia), y estuvo 2
años más en la escuela para un internado
rotativo y un internado especializado
(mascotas exóticas). Luego trabajó un año
en una práctica privada en Bélgica con el
Dr. Florent Modesto (DipABVP).

Comenzó 3 años de residencia en 2017 para

la junta del Colegio Europeo de Medicina
Zoológica, supervisada por el Dr. Charly
Pignon - (DipECZM), en la Escuela Nacional
de Veterinaria de Alfort. Aprobó el examen final en abril de 2021,
en la especialidad “Pequeños Mamíferos”.

Desde septiembre de 2020, trabaja en Cannes (sur de Francia)

en Clinique Ric et Rac, como jefe del Departamento de Medicina
y Cirugía de Mascotas Exóticas.

Vetmadrid 2022 | 371

372 |
David Guillier
CUIDADOS GERIATRICOS DE CONEJOS
DE CASA A LA CLÍNICA VETERINARIA
David Guillier
DVM, Dipl.ECZM
Introduccion:
¿es mi conejo viejo?
La esperanza de vida de los conejos se
sitúa en torno a 6-13 años1 con una alta
variabilidad entre las diferentes razas y
modo de vida.
Los récords de vida en cautividad han
sido sucesivamente 9, 10 y 18 años2. Un
estudio sobre la salud de los conejos
domésticos en Estados Unidos revelo
frecuencias aproximadamente igua-
les en los grupos de edad categoriza-
dos como <5 años (30.7%), 5 a 9 años
(32.5%), y 10 a 14 años (31.2%)3. 5.4%
de los encuestados tenía conejos de 16
a 20 años de edad y un 0.2% tenía cone-
jos de más de 20 años de edad.
En una publicación reciente sobre mor-
bilidad y mortalidad de conejos domés-
ticos en Inglaterra, la media de edad de
fallecimiento se situaba en tan solo 4.5
años, con una mayor esperanza de vida
en machos (media de 5.2 años) que en
hembras (media 3.7 años) 4.
El conejo más viejo en este estudio
era un macho de 14 años. La mayoría
de los conejos murieron por causas
desconocidas (27.8%), otras causas
de defunción eran en orden de im-
portancia: miasis, anorexia, sincope/
colapso e íleo.
La mayoría de las fuentes clasifican a
un conejo como geriátrico por encima
de los 5-6 años.
Parte 1: cuidando a un
conejo geriatrico
1.Necesidades nutricionales y de
hidratación
El objetivo de una nutrición adecuada
es reducir la obesidad y promover la
salud renal y gatrointestinal5:
- Reducir los gránulos, las verduras
calóricas y las golosinas para limitar
la ingesta de calorías
- Incrementando el heno y las verdu-
ras de hojas verde oscuro
Actualmente, se desconocen las nece-
sidades nutricionales específicas para
conejos geriátricos pero las necesida-
des nutricionales recomendadas para
adultos pueden encontrarse fácilmente
en libros de texto de referencia1,6. Los
conejos tienen además un metabolis-
mo del calcio inusual que debe tenerse
en consideracion6.
Existe una absorción intestinal pasiva
del calcio, que conduce a un nivel san-
guíneo directamente proporcional, y a
una elevada fracción de excreción de
calcio (2.25 mmol/L) en comparación
con otros mamíferos (1.5 mmol/L) lo
que acarrea un gran exceso de calcio
excretado en la orina. La orina alcalina
precipita el calcio urinario como depó-
sitos de carbonato insolubles. Niveles
nutricionales bajos en calcio pueden
resultar en raquitismo, tétanos y po-
drían incrementar el riesgo de patolo-
gías dentales. Un exceso de calcio en la
Vetmadrid 2022 | 373
dieta puede predisponer la aparición
de cálculos urinarios, urolitiasis, enfer-
medad renal y calcificación de tejidos
blandos (aorta, riñón).
Mantener la hidratación y prevenir la
deshidratación del contenido gastroin-
testinal es otro de los objetivos.
- monitorización: los conejos normal-
mente beben 50–100 mL/kg/24h1
aunque esta cantidad está condi-
cionada por el contenido de agua y
composición de la dieta.
- Prefieren cuencos en lugar de bebe-
deros de botella
- Situar cuencos con agua en múlti-
ples áreas de forma que el agua sea
fácilmente accesible en recorridos
cortos es una forma de alentar la
ingesta
- Alimentarles con verduras frescas
de hojas oscuras ricas en agua pro-
porciona hidratación adicional de
una forma más pasiva.
2. Necesidades de alojamiento
El objetivo es facilitar la movilidad, favo-
recer el acceso a los cajones y reducir el
riesgo de traumatismos5
- Proporcionando más cajas sanita-
rias de paredes bajas para facilitar
la entrada y salida y emplear una
capa más fina de hierba o heno en
la cama para hacer que se sientan
más estables.
- Colocar cajas sanitarias en el mismo
nivel del recinto en el que pasa la
mayor parte del tiempo.
- Proporcionar colchones de paja, al-
fombras, alfombrillas de baño o de
yoga para mejorar la tracción.
- Incorporar pequeños escalones an-
tideslizantes o una rampa para fa-
vorecer el acceso a las superficies
elevadas
374 | Cuidados geriatricos de conejos. De casa a la clínica veterinaria
3. Necesidades de aseo
Mantener una buena higiene es un ob-
jetivo crucial para prevenir ulceras de
decúbito, escaldado por orina e infec-
ciones5
- Rutina diaria de revisión de patas y
parte trasera.
- Limpieza más frecuente: muchos
conejos viejos tienen dificultades
para asearse ellos mismos debido a
obesidad, artritis, disco espondilosis,
pododermatitis, etc haciendo difícil
adoptar la postura para limpiarse.
- Afeitando el pelo de zonas húme-
das para mantener la piel seca y fa-
cilitar la limpieza (no las plantas de
las patas)
- Recortando las uñas para compen-
sar el crecimiento excesivo
4. Necesidades fisicas y mentales
El objetivo es mejorar la calidad de vida
y agudeza mental creando oportunida-
des para un ejercicio moderado, y ani-
marlos a jugar.
El enriquecimiento ambiental estimu-
la la exploración y el comportamiento
natural.
5. Evaluación de la calidad de vida
No hay una guía específica para la eva-
luación de la calidad de vida en conejos
domésticos, lo que lleva al veterinario
de exóticos a emplear los recursos dis-
ponibles para caninos y felinos como la
Escala de calidad de vida de macotas
del Dr. Gardner (Disponible en: www.
lapoflove.com) y la aplicación Gray
Muzzle.
La mayoría de las veces, la pérdida de
apetito, limitaciones severas de movili-
dad, dolor incontrolado y ausencia de
interacción son criterios para decidir la
eutanasia.
David Guillier

Parte 2: exploracion del 4-6 meses para conejos de más de 5

bienestar de un conejo años. Los datos fisiológicos normales
geriatrico y los posibles hallazgos anormales en
1. Examen fÍsico conejos geriátricos se resumen en la
Deben llevarse a cabo chequeos cada Tabla 1.
Tabla 1: Datos fisiológicos básicos para conejos

Valores usuales1,6 Posibles anomalias

Escala de condición corporal de
Valoración corporal Obesidad, perdida de peso
5 puntos (Size-O-Meter)
Hipotermia (conejos
Temperatura Rectal 38.5-40°C delgados++), hipertermia
(inusual)
Ritmo y sonidos 130-325 ppm (altamente
Arritmia, soplo cardiaco…
cardiacos variable)
Ritmo y sonidos 30-60 bpm (taquipnea Estornudos, incremento de
respiratorios frecuente) sonidos respiratorios, disnea…
1-2 sonidos intestinales por
Masas abdominales, asimetría
Palpación y sonidos seg, estomago ligeramente
renal, dilatación gástrica o
abdominales firme, riñón fácilmente
cecal, dolor
palpable
Cataratas, conjuntivitis, uveitis,
Examen Ocular
exoftalmia…
Enfermedad dental con
crecimiento anormal, espolón
Examen Dental dental, ulceración de la
mucosa, deformidades óseas,
abscesos dentales…
Estenosis fisiológica en orejas Otitis externa, abscesos
Examen Auricular
caídas auriculares
Escaldado por orina,
Examen Perineal
incontinencia fecal…
Pododermatitis > II/VI;
Habitualmente una moderada
Examen Ortopédico cojera, hinchazón articular,
pododermatitis (grado I/VI)
deformidades óseas…

2. Análisis de sangre cos7. Se recomienda análisis de sangre

En conejos, las muestras de sangre
pueden tomarse fácilmente de la vena
safena externa. También pueden utili-
zarse la yugular, cefálica y auricular (co-
nejos grandes). No existen diferencias
estadísticas y relevancia clínica en los
índices de eritrocitos y valores bioquí-
micos entre conejos adultos y geriatri-
completo anual para conejos geriátri-
cos. SDMA es un nuevo biomarcador
predictivo de patologías renales prin-
cipalmente usado en medicina felina y
canina. No se han publicado los valores
de referencia para conejos y la sensi-
bilidad para detectar de forma precoz
daños renales no está completamente
Vetmadrid 2022 | 375
estudiada en esta especie. De acuerdo urolitiasis, patologías dentales…
a dos estudios piloto basados en 10
conejos sanos, los valores normales de La ecografía y tomografía compute-
SDMA son respectivamente 5-15mg/ rizada pueden recomendarse cuan-
dL8 y 11.8±3.08 mg/dL9. do se sospeche de enfermedades
específicas.
3. Diagnóstico por imagen
La Radiografía es una poderosa herra- Parte 3: enfermedades
mienta de diagnóstico que puede rea-
comunes en conejos
lizarse rutinariamente como test de cri-
bado para conejos geriátricos en busca geriatricos
de osteoartritis, patologías cardiacas, 1. Patologías Dentales

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Disorexia, pérdida
Maloclusion de peso, ptialismo,
dental bruxismo, halitosis,
adquirida epifora, descarga Estomatoscopia,
Recorte de dientes,
nasal… radiografía de
extracción dental,
cráneo o TC, cultivo
Masa firme y fría en la apicectomía,
bacteriano para
cara ventrolateral de marsupialización
aerobios y anaerobias
Abscesos la mandíbula o en la de abscesos,
y antibiograma si hay
odontogénicos cara lateral del maxilar, hemimandibulectomia
infección
/osteomielitis exoftalmos unilateral
(si hay absceso
retrobulbar)

2. Patologías Dermatológicas

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Tratamiento de la
causa subyacente,
Alopecia e inflamación radiografía + búsqueda vendado protector,
Pododermatitis plantar/palmar +/- de enfermedad antiséptico tópico,
cojera e hinchazón subyacente antibióticos y AINES
si es preciso, terapia
laser
Alopecia, piel Buscar la causa Tratamiento de la
eritematosa, ulcerada, subyacente: causa subyacente,
Dermatitis necrótica. Puede radiografías rasurado del pelo y
húmeda presentar prurito e abdominales, análisis limpieza, antibiótico
infección secundaria de orina, hemograma, tópico y/o sistémico,
por moscas. bioquímica… AIN

376 | Cuidados geriatricos de conejos. De casa a la clínica veterinaria

David Guillier

3. Patología Musculoesqueletica
Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Reducción de Analgésicos
actividad, postura (meloxicam, tramadol,
encorvada, diferentes gabapentina…),
grados de paresis, condoprotectores
parálisis, paso forzado (glucosaminoglicanos,
Osteoartritis y o cojera, falta o glucosamina,
Radiografía
espondilosis dificultad para el aseo, condroitin sulfato de
perineo sucio o con sodio…), medicina
dermatitis, mal uso del alternativa (laser,
arenero, incapacidad terapia quiropráctica,
para ingesta de acupuntura,
cecotrofos… aquapuntura…)

4. Patologías del tracto urinario

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Bioquímica (incluyendo
Pérdida de peso, PU/ SDMA), hemograma,
Tratamiento de
PD, deshidratación, Radiografía
causa subyacente,
Enfermedad anemia, postura (incluyendo urografía),
fluidoterapia, iECAS,
renal crónica encorvada, ecografía, urianálisis
soporte nutricional,
incontinencia urinaria, con UPC, serología
eritropoyetina…
disorexia… para E.cuniculi, biopsia
renal…

Hernias ingui- Inflamación unilateral

Radiografía, ecografía Herniorrafia
noescrotales escrotal

5. Patologías Cardiacas
Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Patología
valvular Soplo cardiaco, Diuréticos, iECAS,
Radiografía,
adquirida, arritmia, signos de inotropo positivo,
ecocardiografía, ECG,
miocardiopatia insuficiencia cardiaca medicación
Presión sanguínea…
dilatada e congestiva… antiarrítmica…
hipertrofica

6. Patologías Oculares
Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Opacidad lenticular, Facoemulsificación
la mayoría son Serología para +/- lentes intraoculares
Cataratas
congénitas o causadas E.cuniculi cuando sean graves y
por E.cuniculi bilaterales

Vetmadrid 2022 | 377

7. Neoplasias plasias fue del 47.2% en conejos de
De acuerdo a un análisis retrospectivo más de 6 años y 66.7% si nos centra-
de necropsias, la prevalencia de neo- mos en hembras no esterilizadas10.
Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Hematuria o
secreciones vaginales
Radiografía (con
Adenocarcino- serosanguinolentas, Ovariohisterectomia,
tórax), ecografía, TC,
ma uterino palpación del útero Quimioterapia?
histología
dilatado o con nódulos,
quistes en las mamas
Nódulos subcutáneos
en las mamas de Mastectomía y
Radiografía (con tórax)
Tumores tamaño y extensión ovario histerectomía,
o TC, citología y/o
mamarios variables, puede haber Radioterapia,
histología
secreción de leche o de Quimioterapia
un líquido ambarino
Signos respiratorios,
exoftalmos Radiografía, TC, Radioterapia,
Timoma bilateral, dermatitis ecografía, citología o toracotomia,
exfoliativa, puede ser biopsia corticoides…
asintomático
Bioquímica,
Dependiendo de
hemograma,
Altamente variables y la localización/es:
Linfoma diagnóstico por
no específicos cirugía, quimioterapia,
imagen, citología,
radioterapia…
histología

Conclusiones 3. Mayer J et al. Survey to Investigate Ow-

La edad no es una patología y la mayoría
de los problemas geriátricos en conejos
pueden manejarse igual que en perros y
gatos. La mayoría de las enfermedades
que encontramos en conejos geriátricos
pueden detectarse a una edad mucho
más temprana: Lo ideal es que a los co-
nejos de más de 5 años se les realice un
examen físico dos veces al año y análisis
de sangre una vez al año.
Referencias
1. Varga M. Textbook of Rabbit Medicine.
2nd edition. New York: Elsevier; 2014
2. Carey JR, Judge DS. Longevity Records:
Life Spans of Mammals, Birds, Amphibians,
Reptiles and Fish. Odense: Odense Universi-
ty Press; 2000.
378 | Cuidados geriatricos de conejos. De casa a la clínica veterinaria
ners’ Perceptions and Experiences of Pet Ra-
bbit Husbandry and Health. J Exo Pet Med.
2017 26(2):123-131.
4. O’Neill DG et al. Morbidity and mortality
of domestic rabbits (Oryctolagus cuniculus)
under primary veterinary care in England.
Vet Rec. 2020 Apr 18;186(14):451.
5. Bradley Bays T. Geriatric Care of Rabbits,
Guinea Pigs, and Chinchillas. Vet Clin North
Am Exot Anim Pract. 2020 Sep;23(3):567-
593.
6. Quesenberry KE et al. Ferrets, rabbits,
and rodents: clinical medicine and surgery.
4th edition. St Louis, MO: Elsevier;2020
7. Yeh S et al. The effects of crossbreeding,
age, and sex on erythrocyte indices and bio-
chemical variables in crossbred pet rabbits.
Vet Clin Pathol. 2019 Sep;48(3):469-480
David Guillier

8. Gallego Agúndez M. Concentration of

serum symmetrical dimethyrarginine
through an ELISA validated for dogs and
cats in healthy, azotemic and chronic pro-
teinuric pet rabbits. AMVAC VetMadrid 2017
9. Rocca D. SDMA e parametri biochimici di
funzionalità renale nel coniglio: studio preli-
minare. Thesis; Universita di Pisa. 2020
10. Bertram CA et al. Neoplasia and Tu-
mor-Like Lesions in Pet Rabbits (Oryctola-
gus cuniculus): A Retrospective Analysis of
Cases Between 1995 and 2019. Vet Pathol.
2021 Sep;58(5):901-911

Vetmadrid 2022 | 379

 CUIDADO GERIATRICO DE HURONES
QUE RÁPIDO HAN PASADO LOS AÑOS
David Guillier
DVM, Dipl.ECZM
Introducción: ¿es viejo mi
hurón?
Comparados con otros carnívoros, los
hurones tienen una esperanza de vida
relativamente corta: entre 5 y 7 años1,2,
pero, con mejoras en la cría y cuidados
médicos, la esperanza de vida puede al-
canzar hasta los 11 o 12 años2. Algunos
autores consideran geriátricos a los hu-
rones tan pronto como a los 3 años de
edad1,2, una idea difícil de asumir para
los propietarios que consideran que su
hurón es todavía muy joven.
Parte 1: cuidando de un
huron geriatrico
1. Necesidades nutricionales y de
hidratación
Básicamente, no hay información sobre
los beneficios de dietas bajas en proteí-
nas, bajas en grasas o de otro tipo de
dietas para hurones. Los propietarios
se encuentran con una selección muy
pobre de productos de alta calidad es-
pecialmente diseñados para hurones
senior (por ejemplo, con niveles bajos
de proteínas), debido a esto muchos
hurones geriátricos son alimentados
con la misma dieta que el resto de su
vida. Algunos autores sugieren el uso
de vitaminas, minerales y otros suple-
mentos nutricionales en base a datos
sobre caninos y felinos, aunque estos
beneficios pueden ser anecdóticos
en hurones: ácidos grasos omega 3-6-9,
L-carnitina y taurina, coenzima Q10, si-
libina, vitamina E y condroitina sulfato/
380 |
glucosamina para mejorar las articula-
ciones1. Hay disponible un preparado
suplementario para uso en hurones ge-
riatricos1. Si el hurón presenta proble-
mas de masticación debido a falta de
dientes hay publicadas recetas de dieta
húmeda, de caldo1.
La comida y el agua deben ser de fácil
acceso, situando cuencos en múltiples
zonas de la casa. Es primordial mante-
ner una buena hidratación si se sospe-
cha de enfermedad renal. La ingesta de
agua diaria de un hurón adulto se esti-
ma en 75–100 mL2.
2. Necesidades del entorno
Debido a la debilidad o dolor asociados
a enfermedades crónicas, los hurones
viejos pueden ser reacios a moverse
o saltar. Puede resultarles complicado
escalar los múltiples niveles de una jau-
la clásica para hurones, por tanto, se
recomienda una jaula de un solo nivel.
Deben estar también accesibles comi-
da, agua, cama y caja sanitaria y se de-
ben limpiar con frecuencia.
3. Necesidades físicas y mentales
El objetivo es mejorar la calidad de vida
y agudeza mental creando oportunida-
des para que hagan ejercicio moderado
y animarlos a jugar. Los hurones con-
tinúan jugando durante toda su vida,
pero un hurón viejo lo hace durante
menos tiempo1. El enriquecimiento
ambiental estimula la exploración y el
comportamiento natural.
David Guillier

4. Evaluación de la calidad de vida Parte 2: evaluacion del bien-

No existe una guía específica para eva-
luar la calidad de vida en hurones do-
mésticos, lo que lleva al veterinario de
exóticos a emplear los recursos dispo-
nibles para caninos y felinos como la
escala de calidad de vida de macotas
del Dr. Gardner (Disponible en: www.
lapoflove.com) y la aplicación Gray
Muzzle. La mayoría de las veces, pérdi-
da de apetito, limitaciones severas de
movilidad, dolor incontrolado y ausen-
cia de interacción son criterios para de-
cidir la eutanasia.
Tabla 1: Datos fisiológicos básicos para hurones
estar de un huron geriatrico
1. Examen físico
La mayoría de los hurones mantie-
nen una buena calidad de vida inclu-
so sufriendo enfermedades crónicas
y muestran tarde los signos clínicos.
Los chequeos clínicos deben realizarse
cada 6 meses para hurones mayores
de 3 años. Los datos fisiológicos nor-
males y los posibles hallazgos anorma-
les en hurones geriátricos se muestran
la Tabla 1.

Valores usuales1,6 Posibles anomalias

No hay validado un método de
Valoración corporal Obesidad, perdida de peso
valoración
Temperatura Rectal 37.8-40°C Hipotermia, hipertermia
200-400 lpm (muy variable).
Ritmo y sonidos
Arritmia sinusal frecuente y Arritmia, soplo cardiaco…
cardiacos
bloqueo AV de segundo grado
Ritmo y sonidos Estornudos, incremento de
33-36 rpm
respiratorios sonidos respiratorios, disnea…
Masas abdominales,
Palpación y sonidos Leve a moderada
esplenomegalia severa,
abdominales esplenomegalia
asimetría renal, dolor
Examen Ocular Cataratas, esclerosis lenticular
Afecciones dentales con
Examen Dental pérdida de piezas, sarro,
gingivoestomatitis
Examen Auricular Otitis externa
Irritación por orina,
Examen Perineal
incontinencia fecal…
Cojera, inflamación articular,
Examen Ortopédico
deformaciones óseas…

2. Análisis de sangre la vena yugular; los dos puntos más ha-

La toma de muestras de sangre en
hurones despiertos puede resultar
complicado y requiere de una fuerte
sujeción manual. A menudo se precisa
sedación o anestesia general para te-
ner acceso a la vena cava anterior o a
bituales para venopunción en hurones.
También pueden utilizarse las venas
cefálica y safena lateral para muestras
pequeñas con sujeción manual. Se re-
comienda un análisis de sangre com-
pleto anual para hurones de entre 3 y
Vetmadrid 2022 | 381
6 años de edad, y dos veces al año para
hurones de más de 6 años. Se han pu-
blicado nuevos rangos de referencia de
51 parámetros de laboratorio en 111
hurones (de edades entre 11 semanas
y 9 años), pero no se han realizado aná-
lisis estadísticos para determinar el po-
sible efecto de la edad entre hurones
adultos y geriátricos4.
El SDMA es un nuevo biomarcador pre-
dictivo para enfermedad renal especial-
mente empleado en medicina canina
y felina. Un estudio clínico reciente ha
establecido un valor de corte similar al
de perros y gatos (14 μg/dL), con valores
SDMA en hurones de control que varían
de 1.2 a 18.8 μg/dL, y en hurones con en-
fermedad renal confirmada entre 15.2 y
80.8 μg/ dL5. Pruebas hormonales in-
cluyendo 17 OH-progesterona, andros-
tenediona and estradiol también están
disponibles para ayudar en el diagnósti-
co precoz de patología adrenal.
3. Diagnóstico por Imagen
La radiología ofrece una baja sensi-
bilidad para la detección de las enfer-
medades geriátricas más comunes en
hurones, exceptuando patologías car-
Signos clínicos
Letargo, ataxia,
debilidad,
hipersalivación,
Insulinoma llevarse la pata a la
boca, pérdida de peso,
convulsiones, colapso,
coma
382 | Cuidado geriatrico de hurones. Que rápido han pasado los años
diacas. Por el contrario, la ultrasono-
grafía abdominal es obligatoria para la
detección temprana de insulinomas, in-
suficiencia adrenal y linfomas, y debe-
ría recomendarse de forma anual para
hurones de más de 4-5 años. Hay datos
disponibles sobre el aspecto normal de
ecografía de glándulas adrenales, bazo
y nódulos linfáticos abdominales de
hurones sanos.
Parte 3: enfermedades
comunes en hurones
geriatricos
Prácticamente todos los hurones de
más de 5 años presentan una enfer-
medad crónica. Las patologías que se
diagnostican con más frecuencia son
las neoplasias: insulinoma, linfoma, tu-
mores adrenales y tumores cutáneos.
También son habituales las cardiopa-
tías, enfermedad renal y osteoartritis.
1. Neoplasias
La incidencia de tumores es mayor en
hurones entre los 4 y 6 años de edad
(media de 5 años), siendo los sistemas
endocrino, tegumentario y hemolinfa-
tico los afectados más comúnmente8-9.
Pruebas diagnósticas Tratamiento
Medico
Glucosa en la
(corticoesteroides,
sangre, bioquímica
diazoxida, octreotida)
completa (para
frente al quirúrgico
eliminar otras causas
(nodulectomia
de hipoglucemia),
pancreatectomía
ecografía, insulinemia.
parcial) frente a
La fructosamina es
quimioterapia
inútil.
(doxorubicina)
David Guillier

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Principalmente
Cirugía (esplenectomia,
Gastrointestinal (de
linfanedectomia,
diarrea a melena,
nodulectomia,
tenesmo regurgitación/ hemograma con frotis
resección intestinal…),
vómitos, emaciación, de sangre, bioquímica,
Quimioterapia
masas abdominales) radiografía, citología,
(Protocolo modificado
o multicéntrico histología con
Linfoma COP, CHOP, Protocolo
(nódulos linfáticos inmunología, biopsia
Tufts No-IV…),
grandes y palpables, de medula cuando se
Quimioterapia
esplenomegalia, sospecha de nivel 5 o
paliativa (Prednisolona,
hepatomegalia, leucemia
L-asparraginasa,
nódulos linfáticos
Clorambucilo …),
intra-abdominales
Radioterapia
dilatados)
Alopecia
simétrica, prurito,
comportamiento
sexual recurrente, Adrenalectomia
Enfermedad Ecografía abdominal,
inflamación de la vulva, unilateral + GnRH
Adrenal perfil adrenal
dilatación ocasional de agonista
glándulas mamarias,
obstrucción urinaria,
estranguria
Mastocitomas, Citología, histología, Extirpación quirúrgica,
epitelioma sebáceo, radiografía torácica y radioterapia y/o
Tumores
adenoma sebáceos, ecografía abdominal quimioterapia
Cutáneos
tumores de glándula si se sospecha de dependiendo de la
prepucial metástasis histopatología.

2. Enfermedades cardiacas padecía regurgitación aortica.

En un estudio retrospectivo con 95 huro-
nes domésticos a los que se realizó una
evaluación cardiaca, la alteración más
común que apareció en las ecocardiogra-
fías fue regurgitación valvular (promedio
de edad 5.6 años) y se diagnosticó en un
52% de los hurones, de los cuales el 90%
Otras alteraciones encontradas fueron
dilatación ventricular (promedio de
edad 4.9 años), hipertrofia del ventrícu-
lo izquierdo (edad promedio 5.6 años)
y miocardiopatía dilatada (promedio de
edad 5.7 años).10

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Patología val-
Soplo cardiaco,
vular adquiri- Radiografía, Diuréticos, iECAS,
arritmia, signos de
da, miocardio- ecocardiografía, ECG, inotropo positivo,
insuficiencia cardiaca
patia dilatada e Presión sanguínea… antiarrítmicos …
congestiva…
hipertrofica

Vetmadrid 2022 | 383

3. Patología del tracto urinario
Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Anorexia, pérdida
de peso, letargia,
deshidratacion, PU/
PD, irregularidades o
asimetría en el tamaño
Bioquímica (incluyendo
Enfermedad y forma de los riñones,
SDMA), hemograma, Tratamiento de la
renal crónica palidez, hipertensión,
radiografía (incluyendo causa subyacente,
(nefritis inters- ulceras, halitosis,
urografía), ecografía, fluidoterapia, iECAS,
ticial crónica, melena, vómitos
urianálisis con UPC, apoyo nutricional,
nefrocalcino- (inusual), ataxia,
biopsia renal, presión eritropoyetina…
sis…) ulceras en la piel
sanguínea
(se supone que
consecuencia de
uremia), edemas en
las extremidades
(síndrome nefrótico)…

4. Patología ocular
Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Examen ocular
Problemas de visión, Medico frente a
completo con IOP y
Cataratas pupila nublada, facoemulsificación. No
ecografía (cámara
anorexia/hiporexia hay lentes disponibles
posterior)

5. Enfermedades dentales
Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Anorexia,
bruxismo, halitosis, Limpieza dental,
hipersalivación extracciones,
Enfermedad causada por cálculos, endodoncias en los
Radiografía de craneo
Periodontal gingivitis, periodontitis, colmillos si están
fracturas dentales, fracturados o con la
dientes desgastados, pulpa expuesta
abscesos dentales

384 | Cuidado geriatrico de hurones. Que rápido han pasado los años
David Guillier

6. Patologías Muscoesqueleticas
Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Analgesia (meloxicam,
tramadol, gabapentina
reducción en la
…), condoprotectores
actividad, postura
(glicosaminoglicanos,
encorvada, grados
glucosamina,
Osteoartritis y variables de paresia,
Radiografía condroitin sulfato…),
espondilosis parálisis, paso forzado
medicina alternativa
o cojera, suciedad
(laser, terapia
perineal, uso anormal
quiropractica,
del arenero
acupuntura,
aguapuntura…)
De pequeños Medico (analgésicos,
Patologías problemas posturales descanso, fisioterapia,
discos interver- a parálisis completa. Mielografia, TC, RM hidroterapia…)
tebrales Dolor. Puede ser frente a quirúrgico
agudo o crónico. (hemilaminectomia…)

Conclusiones Plasma levels of symmetric dimethylargi-

Los hurones pueden presentar en-
fermedades típicamente geriátricas a
partir de los 3 años, y muchas de estas
enfermedades pueden permanecer
asintomáticas durante meses. El hurón
geriátrico es también propenso a pre-
sentar numerosas enfermedades con-
comitantes. Se recomiendan chequeos
clínicos cada 6 meses para hurones de
más de 3 años, con pruebas diagnósti-
cas cada uno o dos años..
Referencias
1. Johnson-Delaney CA. Geriatric Ferrets.
Vet Clin North Am Exot Anim Pract. 2020
Sep;23(3):549-565
2. Fox JG, Marini RP, eds. Biology and Disea-
ses of the Ferret. 3rd ed. Ames, IA: John Wi-
ley & Sons; 2014
3. Quesenberry KE et al. Ferrets, rabbits,
and rodents: clinical medicine and surgery.
4th edition. St Louis, MO: Elsevier;2020
4. Hein J, Spreyer F, Sauter-Louis C, Hart-
mann K. Reference ranges for laboratory
parameters in ferrets. Vet Rec. 2012 Sep
1;171(9):218
5. Montesinos A., Ardiaca M., Bonvehí C.
nine in domestic ferrets (Mustela putorius
furo) with and without renal disease. Proc
Intern Conf Avian Herp Exot Mammal Med.
2017;444
6. Kuijten AM, Schoemaker NJ, Voorhout
G. Ultrasonographic visualization of the
adrenal glands of healthy ferrets and fe-
rrets with hyperadrenocorticism. J Am Anim
Hosp Assoc. 2007 Mar-Apr;43(2):78-84
7. Suran JN, Latney LV, Wyre NR. Radio-
graphic and ultrasonographic findings of
the spleen and abdominal lymph nodes in
healthy domestic ferrets. J Small Anim Pract.
2017 Aug;58(8):444-453
8. Miwa Y et al. Neoplasitic diseases in ferrets
in Japan: a questionnaire study for 2000 to
2005. J Vet Med Sci. 2009 Apr;71(4):397-402
9. Avallone et al. Neoplastic diseases in the
domestic ferret (Mustela putorius furo) in
Italy: classification and tissue distribution of
856 cases (2000-2010). BMC Vet Res. 2016
Dec 5;12(1):275
10. Malakoff RL, Laste NJ, Orcutt CJ. Echo-
cardiographic and electrocardiographic
findings in client-owned ferrets: 95 cases
(1994-2009). J Am Vet Med Assoc . 2012 Dec
1;241(11):1484-9
Vetmadrid 2022 | 385
 CUIDADO DE ROEDORES GERIATRICOS
EL TAMAÑO NO IMPORTA

David Guillier
DVM, Dipl.ECZM

Introduccion: especies, como la chinchilla, supera

¿es viejo mi roedor? a la de los perros o gatos. La espe-
Contrariamente a la creencia po- ranza de vida de los roedores do-
pular, la esperanza de vida de los mésticos más comunes figura en la
roedores es muy larga y en algunas Tabla 1.

Tabla 1: Esperanza de vida prevista y edad geriátrica de los roedores domésticos

comunes1,2.

Especies Esperanza de vida habitual Edad geriatrica

HISTRICOMORFOS
5-8 años (hasta 11
> 3-6 años Hipotermia, hipertermia
años)
10-18 años (hasta 20
> 5-6 años Arritmia, soplo cardiaco…
años)
Estornudos, incremento de
5-8 años > 3-6 años
sonidos respiratorios, disnea…
MIOMORFOS
Rata noruega (Rattus
26-40 meses (hasta 56 meses) > 18 meses
norvegicus)
Ratón (Mus musculus) 12-36 meses (hasta 48 meses) > 8 meses
Hamster sirio
18-36 meses (hasta 36 meses) > 12 meses
(Mesocricetus auratus)
Hamster ruso
18-36 meses (hasta 36 meses) > 12 meses
(Phodopus sungorus)
Gerbil de Mongolia
(Meriones 36-48 meses (hasta 60 meses) > 30 meses
unguiculatus)
ESCIUROMORFOS
Perrito de las praderas 8–10 años (salvajes), 12 años
de cola negra (hembras, cautividad), 14 años > 6-8 años
(Cynomys ludovicianus) (machos, cautividad)

386 |
David Guillier
Parte 1: cuidados del
histricomorfo geriatrico
Cobayas, Chinchillas y Degús son roe-
dores originarios de Sudamérica y per-
tenecen al suborden Histricomorfos.
Están entre los roedores con una mayor
esperanza de vida. Aunque tienen al-
gunas características en común con los
lagomorfos, no son pequeños conejos y
presentan necesidades específicas, es-
pecialmente cuando son geriátricos.
1. Necesidades nutricionales y de cría
Al igual que en otros herbívoros de
edad avanzada, el objetivo de una bue-
na nutrición es reducir la obesidad y
promover la salud renal y gastrointes-
tinal. Este objetivo puede lograrse li-
mitando el pienso, vegetales calóricos
y premios, y manteniendo una buena
hidratación. Las cobayas geriátricas po-
siblemente comparten con los conejos
los posibles problemas con el calcio de
la dieta, aunque su metabolismo del
calcio y etiopatogenia de urolitiasis son
menos conocidas. Las cobayas carecen
de L-gulonolactona oxidasa, una en-
zima involucrada en la síntesis de áci-
do ascórbico a partir de glucosa2, por
consiguiente, las cobayas requieren un
aporte de vitamina C en su dieta. Los
adultos que no crían necesitan 10–25
mg/kg diarios de ácido ascorbico2; y se
debe proporcionar al menos 30 mg/
kg al día a individuos geriátricos o en-
fermos. Alimentos frescos tales como
verduras o frutas no deben proporcio-
narse a chinchillas y degús, ya que no
forman parte de su dieta natural en en-
tornos semiáridos.
Tabla 2: Datos fisiológicos básicos de los histricomorfos domesticos2
Cobaya
Escala de condición
Valores
corporal de 5 puntos
corporales
(Size-O-Meter)
La ingesta diaria de agua de chinchillas
alimentadas con heno o pienso es de
unos 45 a 90 ml/kg de peso corporal3:
las chinchillas requieren una cantidad
significativamente menor de agua que
las otras 2 especies, lo que indica una
adaptación particular de esta especie al
entorno árido.
Al igual que los conejos, las chichillas
prefieren cuencos con agua, mientras
que cobayas y degús tienen preferen-
cias individuales variables entre cuen-
cos y bebederos de tetilla4. Un estudio
reciente muestra que la ingesta de
agua es generalmente mayor con los
bebederos de tetilla, facilitando a las
cobayas domesticas una forma de en-
riquecimiento ambiental5.
El recinto debe adaptarse a la movi-
lidad del roedor geriátrico. Las chin-
chillas normalmente se mantienen en
una jaula grande de varios niveles que
incluya múltiples escalones pequeños,
antideslizantes o una rampa para facili-
tar el acceso a las superficies elevadas
preferidas. Se recomienda una jaula
de un solo nivel si la chinchilla geriá-
trica es reacia a moverse o saltar. Para
cobayas, se puede facilitar el acceso a
las cajas sanitarias utilizando cajas de
paredes bajas y utilizando una capa de
heno o paja más fina para que se sien-
tan más estables.
2. Examen de bienestar
Los valores fisiológicos normales de re-
ferencia de histricomorfos domésticos
figuran en la Tabla 2.
Chinchilla Degú
No hay método de No hay método de
evaluación validado evaluación validado
Vetmadrid 2022 | 387
 Cobaya Chinchilla Degú
Temperatura
37.2-39.5°C 34.9-37.9°C 37-39°C
rectal
Ritmo cardiaco 240-310 ppm 200-300 ppm 240-390 ppm
Ritmo
40-120 bpm 30-80 bpm 80-150 bpm
respiratorio
Formula dental 2 I1/I1, C0/C0. P1/P1, M3/M3

3. Enfermedades comunes
C se refiere a Cobaya, Ch se refiere a Chinchillas, D se refiere a Degus.

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Disorexia, pérdida
maloclusion de peso, ptialismo,
dental adquiri- bruxismo, halitosis,
da (C, Ch, D) epifora, descarga
nasal…
Masa firme en el
aspecto ventrolateral
Abscesos
de la mandíbula o el
Odontogenicos
aspecto lateral del
/ osteomielitis
maxilar, exoftalmos
(C, Ch) cráneo o TC, cultivo
unilateral (si el absceso
es retrobulbar)
aerobios y anaerobios
Dientes sueltos, y antibiograma si hay
aumento de espacios
interproximales,
comida o suciedad
Enfermedad
compactada, lesiones
Periodontal /
marrones o negras
caries (Ch, D)
afectando las
superficies oclusal e
interproximal de las
coronas de las muelas
Recorte de dientes,
extracción dental, api-
cectomía, vendaje en
forma de barbuquejo
(GP) marsupializacion
de abscesos, hemi-
Estomatoscopia, mandibulectomia…
radiografía de
bacteriano para
Extracción de la
infección. suciedad y sustancia
dental afectada
(taladro dental),
tratamiento local
(lavado de bolsill
periodontales y
gingivales, antibiótico
de uso local), +/-
antibiótico sistémico.

388 | Cuidado de roedores geriatricos. El tamaño no importa

David Guillier

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

inflamación plantar/
Pododermati-
palmar de las patas +/-
tis (C, Ch)
cojera e hinchazón
Ano dilatado y flácido
impactado con
Quiste heces normales y
Perineal blandas. Machos++.
Exploracion de causas
sebáceo e Dificultad para defecar,
impactación estreñimiento o
fecal (C) defecación de grandes
cantidades de heces
blandas malolientes
Tratamiento de la cau-
radiografía + sa subyacente, vendaje
exploración de protector, antiséptico
enfermedad tópico, antibióticos y
subyacente NSAID si es necesario,
terapia laser
Tratamiento de la cau-
sa subyacente, cambio
de dieta incrementan-
subyacentes
do la fibra, retirada
manual de heces

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Efusion peri- Soplo cardiaco,
cardiaca, Pato- arritmia, signos de
Diureticos, inhibidores
logia valvular insuficiencia cardiaca
Radiografia, ACE, inotropo positivo,
adquirida, congestiva… Alta
ecocardiografia, ECG… medicación antiarrít-
miocardiopatia prevalecencia de soplo
mica…
dilatada e hi- cardiaco fisiologico en
pertrofica (C) chinchillas (23%)6

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Examen ocular
completo con PIO y Medico. No se ha
Cataratas (C, ecografía (cámara notificado la facoe-
Cristalino opaco
Ch, D) posterior) mulsificacion en estas
Glucemia (Cataratas especies.
diabéticas)

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Bioquímica (sin datos
Pérdida de peso,
sobre SDMA), CBC, Tratamiento de causa
PUPD, deshidratación,
Enfermedad Radiografía (sin datos subyacente, fluidote-
anemia, postura
renal crónica sobre urografía, rapia, iECAS, soporte
encorvada,
(C, Ch, D) ultrasonografía, nutricional, eritropo-
incontinencia urinaria,
análisis de orina (sin yetina…
disorexia…
datos sobre UPC)

Vetmadrid 2022 | 389

 Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento
Analgésicos (me-
reducción de actividad,
loxicam, tramadol,
postura encorvada,
gabapentina…),
diferentes grados
condoprotectores
de paresis, parálisis,
Osteoartritis (glicosaminoglicanos,
paso forzado o cojera,
y espondilosis Radiografía glucosamina, condroi-
falta o dificultad para
(C, Ch, D) tin sulfato …), medicina
el aseo, manchado
alternativa (laser,
perineal o dermatitis,
terapia quiropractica,
uso anormal del cajón
acupuntura, acuapun-
sanitario
tura…)

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Dilatación ovárica
palpable, distensión
abdominal, anorexia,
dolor y debilidad.
Pérdida de pelo
bilateral simétrica
Quirúrgico (OVH),
sin prurito en
Medico (solo quiste
flancos o tronco, Radiografía, ecografía,
Quistes folicular, agonista de
clítoris agrandado, hemograma, perfil
ováricos (C) acción corta de GnRH o
hiperqueratosis y/o hormonal
hCG humano), Paliativo
hiperpigmentación de
(AAF ecoguiada)
pezones, incremento
de la agresividad,
sangrado vaginal si
es quiste folicular
productor de
hormonas (22%)

Signos clínicos Pruebas diagnósticas Tratamiento

Pérdida de peso, masa
Perfil tiroideo Medico (Methimazole,
cervical palpable,
completo, ecografía/ Carbimazole), quirúr-
Poliuria, hiperactividad,
Hipertiroidis- TC/ RM gico (Tiroidectomia),
pelaje pobre, disorexia,
mo (C) Citología Radioterapia con yodo,
heces blandas/
Escintigrafía Radioterapia (no repor-
diarrea, soplo cardiaco,
Estimulación con TSH tada en Cobayas)
taquicardia

Parte 2: cuidados del nicas permiten una medicina, diagno-

miomorfo geriatrico sis y terapias de calidad, basadas en la
A pesar de su corta esperanza de vida, evidencia, incluso para especies muy
más y más propietarios expresan su pequeñas.
preocupación sobre la calidad de vida
de ratas, ratones, hámsteres y gerbos. 1. Necesidades nutricionales y de cría
Un mayor conocimiento y mejoras téc- Básicamente no hay información dis-
390 | Cuidado de roedores geriatricos. El tamaño no importa
David Guillier

ponible sobre los beneficios de una importante en el desarrollo de la ne-

dieta baja en proteínas, baja en grasas
o de cualquier otro tipo para roedores
geriátricos. Sin embargo, numerosos
estudios indican que limitar las calorías
produce un aumento en la esperanza
de vida de ratas y ratones7, sugiriendo
que puede estar recomendado admi-
nistrar un alimento bajo en calorías a
pequeños roedores geriátricos.
Además, parece ser que las dietas ricas
en calorías y proteínas juegan un papel
Tabla 3: Datos fisiológicos básicos de los miomorfos domesticos2
frosis progresiva crónica en ratas.2 En
cualquier caso, los propietarios no tie-
nen acceso a piensos de calidad espe-
cíficamente diseñados para roedores
senior, por lo que muchos miomorfos
reciben el mismo alimento a lo largo de
toda su vida.
2. Examen de bienestar
Los valores fisiológicos normales de
referencia de miomorfos domésticos
figuran en la Tabla 3.

Rata Ratón Hámster Sirio Gerbo

Escala de Escala de
No existe método No existe método
Valores condición condición
de valoración de valoración
corporales corporal de 5 corporal de 5
validado validado
puntos8 puntos9
Tempera-
37.7°C 37.1°C 36-39°C 36-39°C
tura rectal
Ritmo
300-500 ppm 450-800 ppm 310-471 ppm 260-600 ppm
cardiaco
Ritmo res-
71-146 bpm 106-7230 bpm 38-110 bpm 85-160 bpm
piratorio
Formula
2 I1/I1, C0/C0. P0/P0, M3/M3
Dental

El proceso de diagnóstico en especies informes de patología establece una

muy pequeñas puede ser un atentico
reto. Sin embargo, la mayoría de los
analizadores automáticos bioquímicos
y hematológicos ofrecen perfiles inte-
resantes con una cantidad muy peque-
ña de sangre (0.2-0.3mL). La cantidad
segura para extracciones de sangre en
hámsteres y ratas es 5.5ml/kg, y pue-
de llegar hasta 7.7ml/kg en ratones10.
Existen valores de referencia para
ecografía abdominal en ratas11, y para
ecocardiografía en ratas12, ratones13 y
hámster sirio14.
3. Enfermedades más comunes
Un estudio reciente y retrospectivo de
relativa prevalencia de una serie de pa-
tologías en ratones, ratas y hámsteres
geriatricos15.
- Neoplasia: es la enfermedad geriá-
trica más común de los pequeños
roedores de compañía con una
prevalencia del 77% en ratas, 64%
en ratones y 69% en hámsteres.
En ratas, el tumor que con más fre-
cuencia se diagnostica es el adeno-
ma de pituitaria (19.2%) seguido del
fibroadenoma mamario (16.8%). En
ratones, los tumores de mamas son
también muy comunes, pero sobre
todo adenocarcinoma y fibrosar-
coma malignos16. En el estudio, los
Vetmadrid 2022 | 391
 tumores más comunes en ratones
(principalmente C57BL/6) eran el
sarcoma histiocítico (33.3%) y el lin-
foma (17.6%) pero debe tenerse en
consideración el sesgo de género. El
linfoma es, también, el tumor más
prevalente en hámsteres geriátri-
cos (21.7%). En gerbos geriátricos,
los más comunes son la hiperplasia
glandular y los carcinomas17.
- Patologías respiratorias: son mucho
más comunes en ratas de edad avan-
zada que en ratones o hámsteres,
principalmente representadas por la
enfermedad crónica respiratoria.
- Enfermedad renal crónica fue diag-
nosticada en ratas en 31 a 43%
de los miomorfos geriátricos del
estudio. La nefropatía progresiva
crónica (CPN en inglés) represento
prácticamente la totalidad de las
enfermedades renales diagnosti-
cadas en ratas geriátricas con una
bien conocida glomerulonefropa-
tia asociada a edad avanzada, sexo
masculino y dieta alta en proteínas.
La mayoría de los ratones y hámste-
res geriátricos sufrían de una ne-
fropatía crónica muy similar a CPN
en ratas. La amiloidosis renal no se
identificó en este estudio, pero es
una patología clásica relacionada
con la edad en hámsteres.
- Tromboembolismo atrial: es una
patología cardiaca bien descrita en
hámsteres de edad avanzada, con
una prevalencia de hasta el 73% en
ciertos cribados18.
Conclusión
Una esperanza de vida relativamente
corta y un bajo coste de adquisición
son fuertes barreras psicológicas para
algunos propietarios. Sin embargo,
con el desarrollo de la medicina vete-
rinaria y propietarios con una mente
392 | Cuidado de roedores geriatricos. El tamaño no importa
más abierta, los veterinarios deben ser
conscientes del potencial de crecimien-
to del cuidado geriátrico de roedores,
incluso de las especies más pequeñas.
Referencias
1. Bradley Bays T. Geriatric Care of Rabbits,
Guinea Pigs, and Chinchillas. Vet Clin North
Am Exot Anim Pract. 2020 Sep;23(3):567-
593.
2. Quesenberry KE et al. Ferrets, rabbits,
and rodents: clinical medicine and surgery.
4th edition. St Louis, MO: Elsevier;2020
3. Wolf P, Schröder A, Wenger A, et al. The
nutrition of the chin¬chilla as a compa-
nion animal - basic data, influences and
depen¬dences. J Anim Physiol Anim Nutr.
2003;87:129–133.
4. Hagen K, Clauss M, Hatt JM. Drinking
preferences in chinchillas (Chinchilla lanige-
ra), degus (Octodon degu) and guinea pigs
(Cavia porcellus). J Anim Physiol Anim Nutr.
2014;98:942–947.
5. Balsiger A, Clauss M, Liesegang A, et al.
Guinea pig (Cavia porcellus) drinking prefe-
rences: do nipple drinkers compensate for
behaviourally deficient diets? J Anim Physiol
Anim Nutr. 2017;101:1046–1056.
6. Pignon C, Guzman DSM, Sinclair K, et al.
Evaluation of heart murmurs in chinchillas
(Chinchilla lanigera): 59 cases (1996- 2009).
J Am Vet Med Assoc. 2012;241:1344–1347
7. Hickman DL, Swan M. Use of a Body Con-
dition Score Technique to Assess Health
Status in a Rat Model of Polycystic Kidney
Disease. J Am Assoc Lab Anim Sci. 2010 Mar;
49(2): 155–159
8. Ullman-Cullere MH, Foltz CJ. Body condi-
tion scoring: a rapid and accurate method
for assessing health status in mice. Lab
Anim Sci. 1999. 49:319–323
9. Masoro EJ. Caloric restriction-induced life
extension of rats and mice: a critique of pro-
posed mechanisms. Biochim Biophys Acta.
2009;1790(10):1040–1048.
David Guillier

10. Carpenter JW, ed. Exotic Animal Formu-

lary. 4th ed. St. Louis: Saunders/Elsevier;
2018
11. Banzato T et al. Abdominal anatomic
features and reference values determined
by use of ultrasonography in healthy com-
mon rats (Rattus norvegicus). Am J Vet Res.
2014 Jan;75(1):67-76.
12. Akula A, Kota MK, Gopisetty SG, et al.
Biochemical, histological and echocardio-
graphic changes during experimental car-
diomyopathy in STZ-induced diabetic rats.
Pharmacol. Res 2003;48:429-435
13. Yang XP, Liu YH, Rhaleb NE, et al. Echo-
cardiographic assessment of cardiac func-
tion in conscious and anesthetized mice.
Am J Physiol 1999;277:H1967-1974.
14. Salemi V, Bilate A, Ramires F, Picard M,
Gregio D et al. Reference values from M-mo-
de and Doppler echocardiography for nor-
mal Syrian hamsters. Eur J Echocardiogr
2005 ;6 :41-6
15. Reavill DR, Imai DM. Pathology of Di-
seases of Geriatric Exotic Mammals. Vet
Clin North Am Exot Anim Pract. 2020
Sep;23(3):651-684.
16. Martorell J. Reproductive Disorders in
Pet Rodents. Vet Clin North Am Exot Anim
Pract. 2017 May;20(2):589-608.
17. Dutton M. Selected Veterinary Concer-
ns of Geriatric Rats, Mice, Hamsters, and
Gerbils. Vet Clin North Am Exot Anim Pract.
2020 Sep; 23(3): 525–548
18. Schmidt RE, Reavill DR. Cardiovascular
disease in hamsters: Review and retrospec-
tive study. Journal of Exotic Pet Medicine.
2007;16:49–51

Vetmadrid 2022 | 393

Empresas Patrocinadoras y Colaboradoras