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Filosofía. Semana 05. Mg. Ana Gamarra.

LA FILOSOFÍA EN EL PERÚ.
Para Bonilla, L. (2016) la conquista (la invasión diría mejor), vino a significar en el Perú una
ruptura de la idiosincrasia del “maravilloso pueblo inca”, pues trajo como consecuencia una
forma de pensamiento en donde predominó fundamentalmente la influencia directa del
pensador europeo, contrario a la tradición del pueblo indígena, considerada por el gran
historiador Arnold Toynbee como una de las 21 culturas más importantes del mundo.

Existe un impedimento para determinar cuál fue el pensamiento antiguo, en cuanto a reflexión
filosófica; pues no existen fuentes escritas referidas a lo que aconteció antes de la conquista.
(p. 143)

1. DIVISIÓN HISTÓRICA: Siguiendo a Salazar Bondy, hacemos una breve reseña de


la Historia de carácter filosófico en el Perú.

1.1. Periodo de la escolástica: Este periodo se extiende desde 1550 hasta mediados
del siglo XVIII, se refiere a la introducción y posterior desarrollo en el país de las
ideas de los grandes pensadores de la Edad Media y sus doctrinas difundidas por
las órdenes religiosas como dominicos, jesuitas, mercedarios y franciscanos.
Sobresalen las ideas de San Agustin, Santo Tomás, Duns Scoto, Francisco Suárez.
Dentro de los representantes de la “Escolástica peruana” destaca nítidamente
Diego de Avedaño.

1.2. Pensamiento de la Ilustración: Abarca aproximadamente desde la segunda mitad


del siglo XVIII y el primer tercio del siglo XIX. Esta etapa se caracteriza por la
lucha de las corrientes del pensamiento moderno, en particular el “empirismo”
contra el “racionalismo escolástico”. La llegada de ilustres viajeros, permitió el
contacto intelectual con los pensadores peruanos y a su vez, la difusión de las
diferentes ramas del saber. Esto permitió señalar una etapa semejante a la “época
de las luces” en Europa. Destacan Pedro Peralta y el obispo Chávez de la Rosa.

1.3. El pensamiento romántico: Este periodo puede situarse entre 1830 y 1880. Se
caracteriza esta etapa por el predominio de los temas políticos, sobre los
especulativos. Discrepancias políticas entre monárquicos, republicanos, federales,
liberales, conservadores, especialmente estos últimos. Es notorio el
desplazamiento del sensualismo por el eclecticismo y el idealismo. Sobresalen
Bartolomé Herrera, Benito Lasso, Francisco de Paula González Vigil, José María
Quimper, etc.

1.4. El positivismo: Esta etapa comprende desde las últimas décadas del siglo XIX,
hasta los principios del siglo XX. Se nota claramente en esta etapa la influencia
del positivismo francés e inglés. Se difunden las ideas de Augusto Comte y
Herbert Spencer.

Entre los representantes peruanos destacan Gonzales Prada, Mariano Cornejo,


Joaquin Capelo, Carlos Wiesse, Manuel Vicente Villarán y Javier Prado.

1.5. La reacción espiritualista: Lo característico de este periodo es la lucha contra el


positivismoy el intelectualismo, por parte del espiritualismo. El espiritualismo es
una conciliación del pensamiento con la libertad afirmaba Alejandro Deustua,
quien lidera este movimiento. Destacan entre otros César Miró Quesada, José de la
Riva Agüero. Asimismo, dentro de este periodo, se puede mencionar aquellos
intelectuales que han descollado desde distintos ángulos: científicos, doctrinarios,
históricos, políticos. Así tenemos a Luis E. Valcarcel, Raúl Porras Barrenechea,
José Carlos Mariátegui, Víctor Raúl Hay de la Torre.

1.6. La filosofía actual: Filosofía contemporánea o del siglo XX en que sobresalen


contados representantes del saber y la cultura, de manera especial Mariano Iberico
quien representa, según Salazar Bondy, la prolongación del vitalismo bergsoniano;
Honorio Delgado y su preocupación por la función axiológica y ontológica de la
trascendencia a la que llama idealismo objetivo, todo esto recogido de su libro
“Formación espiritual del individuo”; Julio Chiriboga, quien tuvo gran influencia
en la renovación de la enseñanza filosófica en San Marcos, en donde implantó el
sistema de los seminarios; Carlos Cueto Fernandini, especialista en educación y
psicología. También destacan José Antonio Russo Delgado; Francisco Miró
Quesada; Walter Peñaloza, Víctor Andrés Belaunde, etc.

Esta denominada filosofía actual corresponde a la llamada filosofía


contemporánea, que así se denomina a la filosofía que culmina en el siglo XX. El
siglo XXI nos presenta un panorama diferente en cuanto a la filosofía se refiere
por cuanto han cobrado gran auge disciplinas filosóficas como la lógica, la
epistemología, la ontología, etc., además de predominar en el mundo el avance de
la ciencia y su aplicación la tecnología. (pp. 143-145)
2. PRINCIPALES REPRESENTANTES:

2.1. FRANCISCO MIRÓ QUESADA CANTUARIAS: Filósofo y periodista


peruano, nacido en Lima en 1918. Estudió en San Marcos y La Católica y se
graduó en San Marcos como doctor en filosofía en 1939. Fue catedrático de las
Universidades de San Marcos, Cayetano Heredia, Ricardo Palma y por especial
invitación dictó cursos en Bonn y en otras ciudades europeas.

Ha sido ministro de Educación y embajador del Perú en Francia. Sostuvo que las
tareas filosóficas más importantes e inmediatas eran la elaboración de una nueva
definición de razón.

En su obra Humanismo y Revolución hizo una crítica a la filosofía dialéctica. Para


él la filosofía humanista es superior a la filosofía dialéctica.

Entre sus obras principales tenemos “Sentido del movimiento fenomenológico “,


“El problema de la libertad y la ciencia moderna”, “Apuntes para la teoría de la
razón”, “Introducción a la filosofía”, “El hombre sin teoría”, “Para iniciarse en la
filosofía”, etc.

2.2. AUGUSTO SALAZAR BONDY: Nació en Lima en 1925. Se graduó en San


Marcos. Viajó a México, donde hizo estudios de perfeccionamiento en filosofía.
Hasta su muerte trabajó al servicio de la educación en el ministerio de ramo. En
1951 ganó un premio nacional por su obra: “Las ideas de saber y Dios en el
pensamiento de Hipólito Unánue”.

Destacan entre sus obras: “La filosofía en el Perú”, “Iniciación filosófica”,


“Introducción a la filosofía”, “Breve antología filosófica”, “En torno a la
educación”, “Didáctica de la filosofía”, etc.

2.3. ALEJANDRO DEUSTUA: Nació en Huancayo en 1849, estudió en la


universidad de San Marcos, graduándose en Letras y Derecho.

En 1875 sucedió a Sebastián Lorente en la cátedra de literatura General y Estética


en San Marcos; enseñó después Historia del Arte y Filosofía Subjetiva. Ejerció el
decanato de Letras en San Marcos, pasó a ser director de la misma universidad y
después director de la Biblioteca Nacional.

Filósofo por vocación, a esta difícil disciplina dedicó sus esfuerzos haciéndose
aplaudir en el extranjero por la exhibición de su doctrina. Murió en Lima en 1945.

Sus obras: Las ideas de orden y la libertad; Historia del pensamiento Humano (2
volúmenes), Estética general; Lo bello en la naturaleza; Lo bello en el arte (2
volúmenes), Los sistemas de moral (2 volúmenes).

2.4. ANTENOR ORREGO ESPINOZA: Orrego nació en Cajamarca en 1892, pero


creció y se educó en La Libertad; entregándose desde muy joven a la embriaguez
literaria. Formaba parte del grupo de Trujillo en el que fue compañero de César
Vallejo, José Eulogio Garrido, Alcides Spelucín, Víctor Raúl Haya de la Torre,
Carlos Valderrama.

Ese hombrecillo menudo, de prematura calva, rostro alargado y frente fugitiva,


ojos rasgados y azules, tez pecosa y ademanes suaves, tenía ideas claras y
definidas y voz tan rotunda como sus ideas. Autodidacta incansable, se forjó una
sólida cultura poético- filosófica, en lo que coincidió con la tendencia
Neoidealista.

A los 30 años Orrego escribió su primer libro Notas Marginales (ideología


poemática. Trujillo, 1922). Orrego fue un frecuente lector de Nietzsche y Rodó.

Siete años después del primero publica su segundo libro El Monólogo Eterno. Por
esa época, Orrego tentado por la filosofía oriental y la teosofía (sabiduría divina),
acusaba de anecdótico el arte occidental y preconizaba “un arte integral en que el
carácter estuviera presidido por el destino”.

Fue rector de la Universidad Nacional de Trujillo en 1946.

2.5. VÍCTOR RAÚL HAYA DE LA TORRE: Filósofo, político visionario y escritor


peruano. Fundador y jefe de la Alianza Popular Revolucionaria Americana
(APRA), O Partido del pueblo, de orientación social democrática y de clara
posición antiimperialista. Nació en la ciudad de Trujillo, en 1895 y dedicó su vida
a luchar por las clases oprimidas, bajo el lema de justicia social y pan con libertad.

Orador vigoroso y elocuente, de gran poder de persuasión y convencimiento, en


base a la profundidad de sus ideas. Destacó desde las jornadas y lides en la
Universidad Mayor de San Marcos. Desterrado por el presidente Leguía en 1923
(cuando Leguía le pidió que se adhiera a su causa, Haya le dijo: “Soy un agitador
de conciencias y las agitaré mientras viva), emigró a México donde en 1924 fundó
el APRA; luego estuvo en Centroamérica y Europa, para luego retornar al Perú en
1931.

Sufrió prisiones, destierro y asilo; fue derrotado en las elecciones de 1931, se asiló
en la embajada de Colombia durante cinco años (1949-1954). Escribió “Treinta
años de Aprismo”; nuevamente es derrotado en forma fraudulenta en 1962, pero
fue abrumadoramente elegido para las elecciones de la Asamblea Constituyente en
1978, de la cual fue su presidente.

Obras: “El antiimperialismo y el APRA”, “La defensa continental” “Por la


emancipación de América Latina”.

FRASES: “Unidos todo lo podemos, desunidos no somos nada”. “De pie, nunca
de rodillas, porque el que está de rodillas e intenta caminar, se arrastra”. (pp. 146-
153)

REFERENCIA BIBLIOGRÁFICA:

 BONILLA, L. (2016). “Apuntes de Filosofía”. Primera edición. Trujillo-


Perú: Fondo editorial de la Universidad Privada Antenor Orrego.

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