La memoria humana
La memoria no es sélo el producto almacenado de to que
experimentamos, sentimos e imaginamos: la memoria es,
sobre todo, un poderoso sistema de adquisicion y transmi-
sion de conocimiento que nos permite revivir el pasado,
interpretar el presente y planificar el futuro. Sin fa memoria
no existiria vinculo posible entre el pasado y el futuro.
La memoria es un regalo de la naturaleza, «un truco que
ha inventado La evolucion para que sus criaturas puedan
comprimir el tiempo fisicon, dice €. Tulving. Una cancién,
un olor, una vieja fotografta, un polvoriento libro escolar
pueden hacer el milagro de revivir, de descomprimir, en
mmilésimas de segundo, fragmentos del pasado y producir
una estampida de vividas imagenes, de sensaciones y
emociones que nos conmueven y nos sacuden con la furia
de un rio desbordado que irrumpe ante nosotros con el
nifio audaz y temeroso, el adolescente apasionado 0
el joven emprendedor que fuimos.
[--] La memoria se nos revela como un proceso cognitive
extraordinariamente flexible, versdtil, maleable y fragil,y,
poor ende, muy vulnerable al cambio, al error y también a la
falsificacion. La memoria no es un quardién neutral del
pasado. La memoria es un sistema dinamico que recoge,
guard, moldea, cambia, transforma y nos devuelve la expe-
riencia vivida, individual y compartida, después de recorrer
los interminables vericuetos de nuestra identidad personal.
No obstante, detrés de cada recuerdo no solo hay una men-
te individual, sino todo un mundo colectivo de mentes,
porque la memoria no es sélo la esencia de nuestra identi-
dad personal, sino también el alma y motor de la cultura.
[..] Las ideas basicas contenidas en mi exposicion
podrian resumirse en las seis conclusiones siguien
41.No existe posibitidad alguna de comportamiento 0
actividad adaptativa sin la participacion de la memo-
ria, La memoria es esencial para nuestra vida, no solo
porque da sentido a nuestra existencia construyendo
nuestra identidad personal, sino porque sin ella las
personas quedarfamos reducidas a meros proyectos en
un mundo infinitamente fragmentado.
2.La memoria humana es extremadamente falible e
‘imperfecta porque, en esencia, todo acto de memoria
es un acto reconstructivo que se lleva siempre a cabo
bajo la influencia de méltiples Factores individuales y
sociales 0 culturales (nuestro conocimiento acerca del
mundo, nuestras creencias, valores, estereatipos, pre-
juicios, etc.). La memoria humana es (siempre) imper-
fecta, Nuestros recuerdos no son copias isomorficas
de las experiencias que los crearon, porque siempre
evan nuestro sello personal.
3. Los recuerdos no se originan sélo @ partir de experiencias
vividas en el mundo que nos rodea; ls recuerdos tambien
son el producto de cualquier actividad mental que impli
‘que pensar en algo, imaginario, sofarlo o desearlo,
4, El conocimiento almacenado en nuestra memoria se
expresa o se manifiesta tanto de una manera explicita,
consciente o directa como de una manera implicita,
inconsciente o indirecta. El uso de informacion de
nuestra memoria no siempre va acompafiado de expe-
riencia consciente.
5. Determinadas lesiones cerebrales conducen a una pér-
dida selectiva de la memoria —el llamado sindrome
amnésico—, 0 la manipulacién experimental de deter-
minadas variables pueden producir un funcionamiento
disociado de la memoria. Las disociaciones parecen
teflejar la accion de sistemas diferentes de memoria
que, en esencia, se caracterizan por estar interconec-
tados, representar distintos tipos de informacién y
presentar grados diferentes de vulnerabilidad a las
lesiones o dafios cerebrales. La memoria, por tanto,
‘no debe ser considerada como una entidad unitaria.
6. El olvido hay que entenderlo desde, al menos, estas
tres perspectivas: a) como el resultado de una serie de
procesos encargados de liberar nuestros sistemas
de memoria de una sobrecarga de informacién, b) como
resultado de intentos fallidos para recuperar un cono-
cimiento concreto, y ) como el resultado de procesos
inhibitorios que impiden el acceso a la informacion mas
relevante en cada momento. Aunque resulte parad6jico,
la buena salud de la memoria depende en buena medi-
da del olvido.
Rurz-Vasoas, J. M.* (Cone): Claves de la memoria,
Madrid, Trotta, 1997, pp. 10-11 y 151-152
Preguntas
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