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Universidad de Nariño
Departamento de Geografía
26 de septiembre de 2022
Introducción
Normatividad
Contexto internacional
Las políticas de los mercados verdes buscan promover la implementación de productos
verdes en los mercados locales, garantizando el respeto por la biodiversidad, y el eficiente
control de la explotación de los recursos naturales. El surgimiento de mercados verdes es entre
las décadas de los 60 y 70, aquí lo que se busca es resolver problemas ambientales, también se
crean normas y regulaciones que están dentro de los planes de desarrollo y programas
sectoriales. En 1972 se llevó a cabo la conferencia de las Naciones Unidas sobre el medio
humano, en Estocolmo el cual se tiene en cuenta los problemas ambientales que ha traído la
utilización de los combustibles fósiles a nivel mundial y el adecuado manejo de los residuos que
se han generado por la industria (ONU, 1972)de esta conferencia se obtuvo La declaración de
Estocolmo que son 26 principios, el Plan de Acción de Estocolmo que contiene 10
recomendaciones sobre la preservación del medio ambiente.
En la década de los 80 se enfoca en las tecnologías limpias, creando productos
innovadores, así como también se crean más grupos activistas que van en contra de los daños
ambientales producidos por las grandes empresas, la toma de decisiones de los gobiernos y
algunos productos. Aquí se presenta el Informe de Brundtland, 1987 y su objetivo fue
“encontrar metodologías adecuadas para generar un cambio herramientas de desarrollo y
recuperación de problemas ambientales” (Hernández, 2009)
Durante la década de los 90 la perspectiva de los recursos naturales cambia pues se tiene
en cuenta que estos son limitados y se contempla un consumo sostenible y una producción que
utilice eficientemente los recursos. (Echeverri, 2010). Se realiza la conferencia Cumbre de la
Tierra en Río de Janeiro, 1992 se retoma el concepto de Desarrollo Sostenible con el fin de
relacionar los problemas ambientales con el desarrollo económico y generar así un programa de
acción internacional donde se tenga en cuenta estos dos, pero con un equilibrio entre ellos para
poder satisfacer las necesidades básicas de manera integral, tanto en el presente como en una
visión a futuro.
En 1998 se dio a cabo el Protocolo de Kyoto sobre el cambio climático donde se hace un
compromiso por parte de los países industrializados de carácter no vinculante, en el que deben
reducir las emisiones de gases de efecto invernadero a la atmósfera. Es un acuerdo de carácter
internacional y está enmarcado en la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio
Climático. (ONU, 1998).
Otro referente es la Cumbre Mundial sobre el Desarrollo Sostenible realizado en
Johannesburgo en el año 2002 Los objetivos centrales de esta declaración se fundamentan en la
erradicación de la pobreza extrema mundial, la insostenibilidad de la producción y en la
conservación y aprovechamiento sostenible de la base de recursos naturales del mundo.
(Hernández, 2009) y por último a nivel internacional tenemos la conferencia de las Naciones
Unidas sobre el Desarrollo Sostenible, Río + 20, 2012 con el fin de “buscar herramientas que
permitan reducir los niveles de pobreza en el mundo, fomentar la equidad social y garantizar la
protección del medio ambiente” (Hernández, 2009)
Contexto nacional
Para Colombia, aunque no hay una fecha como tal, se cree que el tema de los mercados
verdes viene desde la Cumbre de la Tierra que se realizó en Johannesburgo (Sudáfrica) en el
2002, posteriormente se plantean términos de sostenibilidad gracias a la conferencia de
Desarrollo Sostenible de Naciones Unidas realizada en 2012 en Río de Janeiro. Sin embargo, hay
que tener en cuenta que los temas ambientales se toman desde la Constitución Política de
Colombia de 1991 donde en un principio se habla del manejo de los recursos naturales, el
patrimonio ecológico, la restauración, desarrollo sostenible, conservación y el manejo y
aprovechamiento de los recursos naturales. Posterior a esto se crea la Ley 99 de 1993 donde se
crea el Ministerio de Medio Ambiente encargado de la conservación y manejo del medio
ambiente y los recursos naturales. También con esta ley se da la autonomía financiera y
administrativa de las corporaciones autónomas regionales. seguidamente el Estado elabora la
Política Nacional de Producción más Limpia con el fin de garantizar el desarrollo sostenible
enfocado en la gestión ambiental, disminución de residuos y emisiones contaminantes, ahorro y
aprovechamiento de las materias primas. (Ministerio de Ambiente Vivienda y Desarrollo
Territorial, 2010).
Por otra parte se adoptó el Plan Estratégico Nacional de Mercados Verdes (PENMV), el
cual su objetivo era la producción de bienes sostenibles ambientalmente y aumentar los servicios
ecológicos en el mercado verde nacional e internacional (Departamento de Planeación Nacional,
2010) en este instrumento de planificación política se realizó una clasificación de los mercados
verdes en cuatro categorías: 1. mecanismos de desarrollo limpio, 2. Aprovechamiento sostenible
de los recursos naturales, 3. Ecoproductos industriales y 4. Servicios ambientales. En el 2010 se
le hace una revisión y actualización del Plan Nacional de Biodiversidad del año 1996 a través de
la Política Nacional para la Gestión Integral de la Biodiversidad y sus Servicios Ecosistémicos-
PNGIBSE (2010) con el fin de dar a conocer las bases conceptuales de planificación, ejecución y
monitoreo de los servicios ecosistémicos con el fin de su conservación y buen manejo de la
biodiversidad. Un objetivo principal de esta política es fortalecer las estrategias planteadas en el
marco del plan estratégico nacional de mercados verdes, por tal razón, la PNNV se enmarca en el
eje temático N° 3 denominado “Política - Biodiversidad – Desarrollo Económico,
Competitividad y Calidad de vida” donde se menciona la obligación de involucrar la
biodiversidad y los servicios ecosistémicos en la toma de decisiones que permitan ejecutar
acciones de conservación y valoración económica. (Hernández, 2009)En el mismo año se crea la
Política Nacional de Producción y Consumo Sostenible donde en ella se integra tanto la Política
de Producción más Limpia y el Plan Nacional de Mercados Verdes con el fin de buscar una
manera más eficiente de implementar un modelo económico más eficiente (Hernández, 2009)
En el 2013 Colombia fue incluida en la Declaración de Crecimiento Verde de la OCDE
donde se define la importancia de los mercados verdes para el desarrollo sostenible ya que tiene
en cuenta el factor ambiental en la forma de producción y desarrollo económico, no solo por las
grandes empresas que se encuentran involucradas, sino que le brinda una oportunidad a los
nuevos mercados que están innovando con estrategias en pro del ambiente. Por último, tenemos
al Plan Nacional de Biocomercio Sostenible del 2014 con el cual se busca aprovechar las
ventajas del país en términos de biodiversidad, para generar una competitividad sostenible
basados en principios de equidad y justicia social. El principal reto del programa es generar una
contribución en la generación de riqueza, oportunidades y reducción de pobreza en el sector rural
especialmente, generando un aporte a la conservación de la biodiversidad a través del uso
comercial sostenible. (Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible, 2014).
Problemáticas
Los obstáculos más comunes para reverdecer el crecimiento suelen ser la apatía tanto
política y la falta de instrumentos financieros, así como también el elevado costo de las
tecnologías verdes (Banco Mundial, 2012). La apatía política impide crear e implementar
políticas públicas pertinentes que posibiliten formalizar la economía, reducir los altos niveles de
pobreza e incentivar la protección del medio ambiente. Si bien la estrategia elegida por cada país
variará con respecto a la de los demás, ya que cada país vive su propia realidad y se enfrenta a
diferentes conflictos tanto internos como externos, existen unos pilares que todos deberían
acoger para promover la equidad social: la inversión intensiva en capital humano, la promoción
del empleo y la adopción de políticas redistributivas de impuestos y transferencias sociales.
(Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos., 2012)
Otro aspecto que representa un desafío para el crecimiento se relaciona con el acceso a la
tecnología y a la innovación. En teoría, en el marco de la globalización, los conocimientos, las
habilidades y las tecnologías deberían fluir entre los países a través del comercio internacional de
equipos, inversiones extranjeras directas, empresas conjuntas y la circulación asociada de
trabajadores calificados, sin embargo al ser costos tan elevados los países de endeudan de tal
manera que deben modificar sus políticas internas con tal de generar beneficios a los países
extranjeros que se benefician de sus recursos causado problemáticas internas en el país.
(Glachant, M., Dussaux, D., Ménière, Y. & Dechezlepretre, A, 2013)
El papel de la innovación en países en desarrollo continúa siendo limitado; hace falta
adquirir o reforzar ciertas herramientas estándar de la política de innovación como la
investigación y el desarrollo público, el apoyo público a la investigación y al desarrollo privado y
un mejor acceso a la financiación, sin dejar de lado la protección del medio ambiente, pues
dentro de algunos países y en especial el nuestro se destinan presupuestos para la guerra.
(Departemento Nacional de Planeación, 2016)
Caso 1 Mercados de Carbono
Es un instrumento con el que se busca integrar dentro de las actividades productivas, el
costo social y ambiental que se genera al emitir Gases de Efecto Invernadero-GEI-. Estos
mercados se pueden clasificar principalmente en dos categorías: los mercados voluntarios y los
mercados regulados.
Problemática dentro de los Mercados de Carbono
El acuerdo de bonos de carbono da la facilidad de reducción de gases de efecto
invernadero y en el Acuerdo de Kyoto de 1997 establece que los países industrializados pueden
comprar derechos de emisión a otros países que no hayan llegado a tope de la cuota de emisión
establecida. Dentro del sistema de compensación de carbono hay una gran problemática pues lo
que se creía que era una buena idea, hoy se ha convertido en una excusa para las grandes
industrias en la continuación de la emisión de gases de efecto invernadero; ya que solo se
enfocan en pagar miles de millones de dólares a quienes son los encargados de llevar a cabo los
proyectos de compensaciones. (McCully, 2008). Y trae consigo problemas a los países en vía de
desarrollo, pues están pagando los daños que causan los países desarrollados y estos no están
obligados a reducir sus emisiones porque cumplen con el acuerdo de compensación. Y por eso
se dice que este mercado está diseñado y protege a las grandes empresas pues no solo les permite
la emisión de gases, sino que por medio de estos pagos también les da la autoría de acceder a
recursos frescos con el pretexto de que están contribuyendo y apoyando de manera económica a
los proyectos de compensación. (Ochoa, 2015) sumado a esto Davies, (2007) citado en (Ochoa,
2015) nos dice que esta idea de las compensaciones por emisiones no surge de los ecologistas ni
le los científicos especializados en el clima, sino de un grupo de políticos y empresas que buscan
intentan adecuarse a las nuevas demandas de mercados verdes.
En Colombia desde el mandato de Álvaro Uribe se impuso los mercados de carbono a
través de la Ley 788 de 2002 en donde establece unos incentivos tributarios en proyectos de
reducción de emisiones de carbono, incentivado a la participación de empresas en el mercado de
reforestación y las hidroeléctricas y en el año 2003 se publicó el documento CONPES 3242 con
la intención introducir al país en el mercado internacional de reducciones verificadas de
emisiones de gases de efecto invernadero. Estos proyectos generaron alrededor de 140 millones
de dólares y participaron empresas como ISAGEN, ARGOS S.A., CEMEX, empresas públicas
de Medellín, Cerrejón S.A. y Transmilenio.
El conflicto que se generó a causa de los proyectos de reforestación en los Montes de
Maria fue el desplazamiento de aproximadamente 120.000 campesinos por parte de paramilitares
y la Fuerza Pública.
Otro caso sobre los mercados de carbono es en el territorio de la comunidad indígena
Nukak que se ubica en el caserío de Aguabonita en Guaviare al sudeste de Colombia, esta
población al estar en precarias condiciones, salen a las calles a pedir alimento y dinero a las
calles acompañados de niños y sus madres que en su mayoría son adolescentes. Esta comunidad
se encuentra en medio de la ocupación por actores armados y el abandono del estado. Al ser un
pueblo ancestral está a cargo de cuidar su cultura, pues hace menos de 40 años tuvo su primer
contacto con la civilización. (Centro Latinamericano de Investigación Periodistica, 2022)
A mediados del 2019 esta comunidad aceptó la invitación de Waldrettung con el fin de
proponer el negocio de vender bonos de carbono, como una solución a su crisis financiera y
como rentabilidad ante el cambio climático ya que la comunidad recibiría pagos por cuidar el
bosque húmedo tropical que está dentro del resguardo, sin embargo, esta empresa al no hacer
parte del registro comercial.
Debido a la falta de conocimiento de las comunidades acerca de este negocio se firmó
una propuesta de contrato y se hicieron las negociaciones con una empresa intermediaria llamada
Vida Verde Ambiental S.A.S. En el contrato se encontraba una cláusula la cual especificaba la
exclusividad e irrevocabilidad en favor del mandatario y también donde comprometía a la
comunidad a desarrollar proyectos de bonos de carbono por 100 años. Según el documento la
empresa se encargaba de poner los recursos y los equipos para poder realizar el proyecto, realizar
el registro y validar los créditos de carbono y por parte de la comunidad se encargaba de poder
realizar el proyecto y conseguir los permisos necesarios y como punto importante hacer
vigilancia para que no se realicen actividades dentro del área que afecte la cobertura vegetal
como es la tala de árboles y los cultivos de coca. (Centro Latinamericano de Investigación
Periodistica, 2022)
La asamblea se realizó 10 meses después de haber firmado el contrato donde se cuenta
que los representantes de la empresa llegaron hacer la reunión y se firmó el acuerdo y se
recogieron firmas sin haber hecho con anterioridad un conocimiento a toda la comunidad acerca
de este proyecto y sin acompañamiento de alguna entidad del Estado como parte del
asesoramiento. Este proyecto abarca aproximadamente 3.9 millones de hectáreas donde se
encuentran alrededor de 19 pueblos indígenas, visto en el mapa, el proyecto ocupa un área
significativa del departamento, desde el río Papunaua en el norte hasta los límites con Amazonas
en el sur. (Centro Latinamericano de Investigación Periodistica, 2022)
Dentro de su extensión figuran la capital, Mitú, y Yavaraté, la suerte de nariz que se
adentra en territorio brasileño. Este proyecto al no tener una supervisión y una respuesta positiva
del Estado, se ven afectados en sus actividades tanto culturales como productivas, ya que el área
que abarca al ser muy extensa y los años que deben mantener su cuidado, les impide cultivar o
realizar pesca para su sustento. Ya que la única respuesta que obtuvieron por parte del ex
presidente Iván Duque fue que “no era de su competencia supervisar las relaciones entre
empresas y comunidades” debido a que era de carácter privado. Dejando a esta comunidad sin
seguridad alimentaria ya si con muchos contratos que ha realizado esta empresa con diferentes
comunidades. (Centro Latinamericano de Investigación Periodistica, 2022)
Caso 2. Pagos por Servicios Ambientales
El PSA es un instrumento económico que busca asegurar la provisión de los servicios
ambientales mediante pagos directos y condicionados, en dinero o en especie a los propietarios
y/o usuarios locales de los ecosistemas que generan estos servicios, con el fin de que adopten
prácticas que garanticen la conservación de estas áreas (Wunder, 2005). Lo fundamental de estos
esquemas consiste en que el pago sea el motivo por el cual se genera o mantiene un beneficio
ambiental, en un escenario donde esto no hubiera ocurrido en ausencia del incentivo (Forest
Trends, 2008).
Los servicios ambientales son la base sobre la que se derivan los esquemas de PSA
(Pagiola et al., 2005). Estos se refieren a la provisión de externalidades positivas generadas por
los ecosistemas naturales o gestionados por el hombre (Kosoy et al., 2007) y que normalmente
no tienen en cuenta las decisiones económicas individuales. Hace más de una década, Wunder
(2005) propuso una sencilla definición del PSA, que ha sido ampliamente aceptada a nivel
global.
La definición ajustada considera por Wunder (2005), que los acuerdos se construyen en
torno al uso de los recursos, en lugar de hacer referencia al servicio ecosistémico per se (no
siempre se pueden delimitar con facilidad los servicios ambientales), razón por la cual el uso del
suelo es el principal indicador de resultado y cumplimiento. En ese sentido, el reconocimiento
del incentivo se realizará en la medida en que los proveedores del servicio acrediten su
compromiso de llevar a cabo las acciones de preservación y restauración ecosistémica que
permitan restablecer el servicio ambiental bien definido a través de la recuperación del uso del
suelo, de acuerdo con su vocación y aptitud.
Los PSA se clasifican de acuerdo con los siguientes alcances, complementarios entre sí:
- Áreas o productos: Se realizan pagos para promover acciones de preservación en zonas
con ecosistemas en riesgo de transformación. Los PSA basados en productos buscan
generar un sobreprecio que se entrega a formas de producción certificadas como
amigables ambientalmente.
- Públicos o privados: En los PSA públicos son las instituciones estatales las que realizan
los pagos y reducen los costos de transacción. Desde lo público se generan las bases para
la articulación con el sector privado.
- Producción conservación: PSA donde se hacen pagos para realizar actividades de
restauración de los ecosistemas, en especial, aquella de índole productivo.
De acuerdo con Salzman et al. (2018), en la actualidad se identifican 550 programas a nivel
mundial, en los cuales se realizan transacciones anuales que están alrededor de 36 a 42 billones
de dólares. La modalidad de PSA de regulación y calidad hídrica es la más madura a escala
global, en términos de valor transaccional y distribución geográfica, esto es, 24,7 billones de
dólares en 62 países para 2015. En la actualidad, aproximadamente el 70% de los programas de
PSA implementados a escala global desarrollan acciones para la conservación y restauración de
áreas y ecosistemas estratégicos asociados a cuencas hidrográficas, regulación y calidad hídrica.
El PSA en Brasil
A través de los años, se han desarrollado y aplicado una amplia variedad de programas
para promover la conservación en Brasil. Los esfuerzos iniciales se centraron en leyes que
exigen la conservación de áreas ambientalmente sensibles, como los corredores ribereños, y en
esfuerzos para establecer áreas protegidas a nivel federal, estatal y municipal. En las últimas
décadas, estos esfuerzos han sido complementados por una amplia gama de instrumentos de
mercado como lo son Impuestos Ecológicos, Derechos transferibles de desarrollo, Reservas
privadas, Subsidios a la producción sostenible, Asociaciones forestales de reemplazo.
El enfoque de PSA, aunque ya había sido largamente adoptado en América Latina, no se
había utilizado anteriormente en Brasil, excepto en unos pocos proyectos de secuestro de
carbono financiados por actores externos, tales como el proyecto Plantar del Fondo Prototipo de
Carbono (PCF) en Minas Gerais (Kossoy, 2005).
El proyecto cubre cerca de 750 ha. Sin embargo, hasta la fecha no ha logrado convencer a
la empresa de agua de São Paulo (SABESP) de participar. Pero si lo ha logrado en
Apucarana, una pequeña ciudad de Paraná, donde un programa similar que cubre unas
800 hectáreas está financiado por la empresa local de agua (SANEPAR).
- Servicios de carbono, abarcan la gama de modalidades, incluyendo las del Programa de
Desarrollo Limpio (MDL) bajo reglas para bosques (por ejemplo, AES-Tietê, en São
Paulo, que secuestra carbono mediante la reforestación) y bajo reglas para otros sectores
(por ejemplo, Plantar, en Minas Gerais, que reduce emisiones mediante la reducción del
uso de combustibles fósiles) y una serie de proyectos destinados a los mercados de
carbono voluntarios nacionales e internacionales, algunos basados en la reforestación y
otros en la deforestación evitada.
- Programas estatales, Varios estados han establecido programas de PSA, y otros están
considerando hacerlo. Amazonas fue el primero con su programa Bolsa Floresta, que
comenzó a funcionar en 2008. Espíritu Santo siguió en el mismo año, con su programa
Productores de Agua. Más recientemente, Minas Gerais estableció el programa Bolsa
Verde y São Paulo el programa Mina d'Água. Santa Catarina y Paraná también han
aprobado leyes de PSA y están en el proceso de establecer programas de PSA. Bahía
también está analizando un programa de PSA estatal y ha formado un grupo de trabajo
para elaborar una propuesta (de Souza, 2011. Citado por Pagiola, S; Carrascosa, H;
Taffarello, D. 2013).
Para Pagiola, S; Carrascosa, H; Taffarello, D. 2013, los programas de PSA brasileños utilizan
planes de manejo detallados elaborados por equipos técnicos. En cambio, los programas de PSA
en el resto de América Latina generalmente se basan en guías que describen las acciones que los
participantes deben realizar, o en planes de manejo desarrollados por los propios participantes,
que luego son presentados al programa de PSA para su aprobación. Es probable que el enfoque
brasileño logre una mejor calidad técnica de planes de manejo, en comparación con la de otros
programas de PSA, pero también impone altos costos, Mientras que casi todos los programas de
PSA en América Latina efectúan pagos anuales, en Brasil los programas de PSA casi siempre
dividen los pagos en varias partes, con algunos que incluso pagan en forma mensual.
Brasil ha desarrollado una amplia gama de herramientas de conservación innovadoras a
través de los años, incluyendo los impuestos ecológicos, los derechos de desarrollo transferibles,
las reservas privadas, los subsidios a la producción sostenible y las asociaciones forestales de
reemplazo. Aunque los enfoques de PSA sólo se han añadido a este conjunto de herramientas
relativamente poco tiempo, Brasil está avanzando rápidamente en este campo, sobre todo a nivel
estatal y municipal, y las posibilidades de ampliación de los pilotos actuales y replicación de esta
experiencia en otras partes del país y en otros lugares, incorporando las lecciones que se
aprendieron en el proceso, son significativas. (Pagiola, S; Carrascosa, H; Taffarello, D. 2013)
Conclusiones
Los mercados verdes tienen como objetivo un desarrollo sostenible, con prácticas que no
deterioren el medio ambiente tanto en el presente como a futuro, respetando la biodiversidad y
los bienes y servicios ecosistémicos, así como también la conservación, preservación y
restauración del ambiente como capital natural que soporta el desarrollo del territorio; además de
esto debe tener en cuenta la inclusión y ofrecer empleo a la comunidad en general.