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ESPEJO AMOR

Miré a la dulce niña del pasado


Mujer, yo hubiera sido tu hijo, por beberte
con piel ansiosa y con el ojo puro,
la leche de los senos como de un manantial,
dibujando su forma contra el muro
por mirarte y sentirte a mi lado y tenerte
donde el amor la había equivocado.
en la risa de oro y la voz de cristal.
Por sentirte en mis venas como Dios en los ríos
Era yo misma... cuerpo ya olvidado,
y adorarte en los tristes huesos de polvo y cal,
gesto de ayer y corazón seguro;
porque tu ser pasara sin pena al lado mío
simple inocencia en el afán oscuro
y saliera en la estrofa -limpio de todo mal-.
y secreto del canto inaugurado.
Cómo sabría amarte, mujer, cómo sabría
Estaba allí, casual y sensitiva,
amarte, amarte como nadie supo jamás!
dueña del dardo y la manzana viva
Morir y todavía
en trémula quietud y extraño aliento.
amarte más.
Y todavía
Toqué su falda de vergel y danza,
amarte más
entré en el corazón de la esperanza,
y más.
y recogí el engaño del momento.
BLASON EL SALVADOR SERÁ

El Salvador será un lindo


Un andrajo de mi vida me queda: se perdió y (sin exagerar) serio país
en misérrimas luchas lo que era fuerza y flor. cuando la clase obrera y el campesinado
Rateros y falsarios hecen explotación lo fertilicen lo peinen lo talqueen
de mi luz, de mi anhelo, de mi fe y mi valor. le curen la goma historica
lo adecenten lo reconstituyan
¡Cuánta odiosa mentira serví, sin querer yo! y lo echen a andar.
¡Cuánto lucro y engaño con mi luz se amasó!
El problema es que hoy El Salvador
Porque fui humilde y simple; porque en toda ocasión
tiene como mil puyas y cien mil desniveles
creí que quien me hablaba tenía sed de Dios.
quinimil callos y algunas postemillas
cánceres cáscaras caspas shuquedades
Lo que no profanaron los demás, lo mejor
llagas fracturas tembladeras tufos.
que me diera el Destino, eso lo manché yo;
porque siempre fui débil, instable, y porque soy Habrá que darle un poco de machete
tal vez un pobre loco que enloqueció el fervor... lija torno aguarrás penicilina
baños de asiento besos pólvora.
Y entre el diablo y el mundo hicieron de mi sol,
en vez de luz, tinieblas; en vez de paz, dolor.
Mas yo no culpo a nadie de mis caídas, no;
ni me inquieta un instante mi justificación:

si por necio o por débil mi vida fracasó


y en mi jardín florecen el mal y el error,
inútil ya sería saber si he sido yo
el culpable o la víctima de una maquinación.

Si el fruto está podrido, es que el gusano halló


en él propicio ambiente para su corrupción.
¿Fue la obra de un demonio, del azar o de un Dios?
Es igual... No revive una flor que se agostó.

Ahora con los harapos de mi fe y mi valor


y lo que todavía me resta de ilusión,
he de alzar un castillo y en él, como blasón,
en un palo de escoba y hecho un sucio jirón,
haré flamear al viento mi enfermo corazón.
OJO DE AGUA
Entre cañas,
entre yerbas,
abrazando furtivo la paloma del cielo…
Escondido,
tembloroso,
ambicioso,
lúbrico…
Agua pech
uga;
agua pluma;
agua…
¡ladrón de luz, niño malo,
devuelve al aire
la mensajera luminosa,
la mensajera de amor,
la cristófora-colomba
que escondes contra el pecho!

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