Operación 'Resucitar Doñana'

13/10/23, 13:34 Operación 'resucitar Doñana'
Operación 'resucitar Doñana'
Operación 'resucitar Doñana'

Una investigación sobre un modelo agrícola voraz que ha llevado
a Doñana al colapso y a la necesidad de un pacto eficaz para
rescatarlo
Greenpeace España
10 de octubre de 2023
Introducción
El Parque Nacional de Doñana es una joya medioambiental única
en Europa, de la que todo el mundo en Huelva y Andalucía
presume, pero se ha convertido en problema para los intereses de
algunas personas. Su entramado de ecosistemas, que alberga una
biodiversidad única en Europa es, además, un lugar de paso, cría e
invernada clave para miles de aves europeas y africanas. Sin
embargo, su conservación choca con los intereses económicos de
un grupo de empresarios que han puesto de su lado al actual
Gobierno de la Junta de Andalucía para anteponer el negocio a la
conservación del tesoro medioambiental andaluz. Y, por el
momento, la guerra por el agua tiene un claro perdedor: el Parque
Nacional, que está muriendo lentamente de sed en lo que casi
parece una operación para acabar con él.
Lamentablemente, el modelo agrícola que sustenta el cultivo de

frutos rojos, especialmente la fresa, en la corona norte del Parque
Nacional es ya un referente internacional de cómo no deben ser los
regadíos del futuro.
https://storymaps.arcgis.com/stories/a8163821aeef4c1c99136183c04f1ce1/print 1/31
El acuerdo entre el Ministerio de Transición Ecológica y la Junta de

Andalucía de trabajar en un plan de desarrollo para la comarca
incorpora, como primera medida, que el Partido Popular retire la
proposición de ley que pretendía regularizar numerosos regadíos
ilegales que compiten con Doñana por la escasa agua, para evitar la
ilegalidad inherente que caracteriza el cultivo de frutos rojos en
Huelva. El Partido Popular ha expresado su intención de seguir
adelante con la proposición de ley, en caso de que no se llegue a un
acuerdo para garantizar el futuro de las explotaciones agrícolas a las
que les prometieron amnistía.
Se calcula que entre un 10% y un 15% de la producción total de

la corona norte del Parque Nacional se riega de forma irregular,
pero los productos de fincas regadas legal o ilegalmente, se mezclan
y comercializan por los mismos canales, lo que hace imposible
diferenciarlos una vez que entran en el mercado. Esta situación no
es algo desconocido para los tribunales, ya que son habituales las
sentencias que avalan las sanciones impuestas por extracción
ilegal de aguas por parte de la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir en la zona. En septiembre de este año, una sentencia
histórica de un juzgado de Sevilla ha condenado a tres años y medio
de cárcel y a pagar casi dos millones de euros a cinco hermanos por
extraer ilegalmente casi 20 millones de metros cúbicos de agua
durante cinco años y esquilmar el acuífero de Doñana.
La investigación de Greenpeace, basada en el análisis del sector, de

datos de comercio internacional y en trabajo de campo, ha
permitido conocer una realidad en la que lo legal y lo ilegal se
entremezclan y donde las condiciones en las que viven algunas de
las personas que trabajan la tierra muestra la cara más dura de un
modelo que prima los beneficios de las grandes corporaciones. Es
un retrato de un modelo agrícola extractivista e industrial que
tiene que cambiar radicalmente para alcanzar un plan de desarrollo
decisivo, que asegure la supervivencia de Doñana y que priorice el
bienestar de la comunidad y la resiliencia para el futuro.
Cabe recordar que ni Huelva ni Andalucía, región castigada por la

sequía -en la actualidad y más aún en el futuro como consecuencia
del cambio climático- pueden permitirse despilfarrar el agua.
Andalucía tiene sus embalses a menos del 20 % de su capacidad y
los acuíferos subterráneos de la comarca también se encuentran

gravemente castigados, entre otros motivos por los pozos ilegales de
la zona. Andalucía, además, es la comunidad autónoma que
cuenta con mayor superficie regada de todo el país, lo que la hace
muy vulnerable a periodos sin lluvias pues más del 85 % del agua
disponible allí se dedica a estas labores.
En el nuevo contexto político de conversaciones para alcanzar un

pacto por Doñana hay que preguntarse ¿puede considerarse serio
un plan de desarrollo que no incida en un cambio radical de modelo
de producción de frutos rojos en Doñana?, ¿es serio un plan de
desarrollo que no pone en el centro el interés general frente al
crecimiento de los beneficios de un puñado de empresarios?,
¿puede avanzarse sin un compromiso claro y explícito por parte de
la Junta de Andalucía de erradicar los regadíos ilegales, ésos que
ahora funcionan con total impunidad en la corona norte de
Doñana? Desde Greenpeace creemos que no.
El plan de desarrollo tiene que:
De manera urgente, acabar con la impunidad del riego ilegal en

la corona norte de Doñana donde se está permitiendo el cultivo
de frutos rojos en parcelas que están fuera del plan de
ordenación de regadíos vigente.
Establecer un sistema de control rutinario para perseguir el
desarrollo de nuevos regadíos ilegales que estén funcionando
fuera de la zona de ordenación vigente desde 2014.
Acoplar el número de hectáreas regadas en la zona a la
disponibilidad real de agua, teniendo en cuenta los caudales
necesarios para garantizar la supervivencia del espacio protegido
y considerando que los escenarios de cambio climático estiman
reducciones en las precipitaciones e incremento de temperaturas
y, por tanto, menos agua disponible.
Garantizar la recuperación urgente de las masas de agua
subterránea La Rocina, Almonte y Marismas, a través de la
limitación de extracciones derivadas de la agricultura.
Asegurar los aportes naturales del agua a Doñana, tanto
subterráneas como superficiales. Estos últimos también se han
visto reducidos por modificaciones en los cauces que
desembocan en el Parque, por lo que es necesario recuperar la

conexión del caño del Guadiamar con las marismas de Doñana.
Priorizar un modelo de producción basado en la agricultura
social y profesional, frente al modelo extractivista actual y
realizar un reparto social del agua que garantice la supervivencia
de todas las explotaciones familiares y profesionales,
especialmente en situaciones de sequía.
Promover una transición hídrica justa que incorpore la
reducción de superficie regada de forma programada y
asegurando alternativas sociales y económicas a las familias
afectadas.
Un hub internacional de frutos rojos: desde

Huelva al mundo
Según Interfresa, la provincia de Huelva es la principal productora

de frutos rojos en España, con el 98% de la producción, y acumula
cerca del 30% de la producción europea.
Alrededor del 80% de la producción de fresa onubense

se destina a exportación. Así como la práctica totalidad
del resto de frutos rojos: frambuesa, arándano, grosella y
mora.
En 2022, España exportó 436.819 toneladas de frutos

rojos. Casi el 80% del total se exportó desde Huelva por
valor de 1.294 millones de euros.
Esto supone unas 950 toneladas de frutos rojos diarios,

equivalente a unos 80 camiones saliendo de Huelva
hacia el mercado internacional cada día.
Huelva suministra más de la sexta parte de los frutos

rojos que se venden en el mercado internacional y
sitúa a España como principal proveedor mundial.
© Mapbox | Global Mapping Hub
Destino y cantidad (Kg) de frutos rojos exportados desde la provincia de Huelva a lo largo de 2022
Aunque se exportan a 36 países diferentes, los

principales receptores de frutos rojos onubenses son
Alemania, Francia, Reino Unido y Países Bajos
Este modelo de producción industrial y comercialización de frutos
rojos conlleva muchos costes ambientales y sociales. Es imposible
mantener la producción actual de frutos rojos, que se dedica
principalmente a la exportación para enorme beneficio de las
grandes empresas. Un modelo sostenible tiene que adaptarse a las
nuevas condiciones de cambio climático y escasez de agua, a la
protección de los ecosistemas de Doñana, asegurar unas condiciones
laborales dignas, el respeto estricto a los derechos humanos y dar
cabida a las y los pequeños agricultores.
Los datos utilizados para la realización de esta gráfica han sido

extraídos de las Estadísticas de Comercio Exterior del Ministerio de
Hacienda y Función Pública y de la base de datos datos de
Comercio Internacional de Naciones Unidas (UN Comtrade)
El uso ilegal del agua de un vistazo

Bytegeo ha desarrollado para Greenpeace una metodología que

identifica, con un alto grado de fiabilidad, las fincas regadas
durante doce meses, entre julio de 2022 y junio de 2023 y ha
destacado aquellas que según los planes de ordenación vigentes no
son regables. El mapa resultante muestra las zonas regables que
establece el plan de ordenación de regadíos vigente y se compara
con las que se han regado irregularmente, al margen de estos planes
a lo largo de este año. De acuerdo con las capas de información
geográfica que ofrece la Junta de Andalucía, las zonas regables que
establece el plan de ordenación de regadíos de 2014 se extienden
por una superficie de 9.226 hectáreas. Para calcular la superficie
que ha sido regada en el periodo de estudio en zonas que no son
regables (zona agrícola no regable y zona forestal) se han utilizado
dos modelos, uno más conservador que el otro. De esta forma, se
han identificado entre 1.104 y 1.789 hectáreas regadas
ilegalmente. Es decir, en el último año se ha podido regar
ilegalmente cerca de un 20% adicional a la superficie que
permite el plan de ordenación vigente.
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En amarillo, aparece marcada la extensión que es considerada regable según el plan de ordenación de 2014. En morado, las
zonas consideradas no regables y que se ha podido constatar que han sido regadas irregularmente entre julio 2022 y junio
2023
En el último año se ha podido regar irregularmente

fuera de la ordenación de regadíos vigente un 20%
adicional a la superficie permitida, lo que equivale a
casi 1.800 hectáreas.
Por otro lado, hay que tener en cuenta que, para que una zona
regable se pueda regar legalmente, tiene, además, que ser autorizada
para el riego por los organismos de cuenca. En este caso la CHG
(Confederación Hidrográfica del Guadalquivir) y la Consejería de
Agricultura, Pesca, Agua y Desarrollo Rural de la Junta de Andalucía
por la cuenca del Tinto, Odiel y Piedras. Es decir, que la superficie
de las zonas de riego que cumplan ambos requisitos será aún menor
y, en consecuencia, la superficie que se está regando ilegalmente
será aún mayor. A modo de ejemplo, en el siguiente mapa se
comparan las zonas regables según plan de ordenación de regadíos
vigente y las zonas de riego autorizadas por la Confederación
Hidrográfica del Guadalquivir. Y, por esta razón, el mapa se
circunscribe a la zona del ámbito del plan que se solapa con la de la
demarcación hidrográfica del Guadalquivir.
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En rosa aparecen marcadas las zonas que son consideradas regables en el plan de ordenación de regadíos de 2014. En morado
las que, además, cuentan con la autorización pertinente de la CHG para regar y, por lo tanto, las únicas donde es legal el
regadío.
De las 9.226 hectáreas que permite regar el plan de ordenación de

2014 en la corona norte, 6.201 pertenecen a la demarcación del
Guadalquivir. De éstas, solamente 4.436 hectáreas tienen
autorización de la CHG para riego. Éstas serían las únicas
pertenecientes a la cuenca del Guadalquivir legalmente regables por
contar con ambos requisitos administrativos, un 72% de lo que
establece el plan de 2014, lo que indica que las hectáreas de regadíos
ilegales son aún mayores a las calculadas por nuestro modelo.
Al noroeste de la corona norte de Doñana existe una zona que

pertenece a la demarcación hidrográfica del Tinto, Odiel y
Piedras, cuyas competencias dependen de la Junta de Andalucía,

que es quien autoriza el riego en esa zona. Sin embargo, la ausencia
de datos cartográficos para esa demarcación hidrográfica nos ha
impedido hacer la misma comparativa que para la del Guadalquivir
y, así, calcular la extensión de la totalidad de la corona norte de
Doñana en la que se riega ilegalmente por no tener autorización del
organismo de cuenca.
Para la realización de estos mapas se han utilizado las capas de

información geográfica ofrecidas por la Junta de Andalucía y la
Confederación Hidrográfica del Guadalquivir sobre zonas de riego.
Para realizar la identificación de zonas no regables que han sido
regadas en algún momento entre julio 2022 y junio 2023 se ha
utilizado una metodología desarrollada por Bytegeo basada en
teledetección, clasificación de píxeles (computer vision) y el
entrenamiento y ejecución de un Modelo Deep Learning.
Entender las leyes que regulan el riego de

frutos rojos y que no se cumplen
El propósito de PP y Vox desde marzo de 2022 ha sido regularizar

numerosas fincas que se han cultivado y regado en los últimos
años, a pesar de ser de secano o estar en zonas forestales, por lo
que no tenían derecho a la escasa agua que hay en la zona, que se
debería repartir entre los cultivos legales y el Parque Nacional. Hasta
el momento son dos las normas que regulaban los cultivos en la
zona norte de Doñana: el Plan de Ordenación del Territorio en el
Ámbito de Doñana (POTAD) y el Plan Especial de Ordenación de
los Regadíos al Norte de la Corona Forestal de Doñana, el cual fue
aprobado tras un proceso largo y participado por multitud de actores
clave.
2003
Plan de Ordenación del Territorio en el Ámbito de

Doñana (POTAD)
2014
Plan Especial de Ordenación de los Regadíos al

Norte de la Corona Forestal de Doñana
2022
Proposición de Ley para la mejora de la ordenación

de las zonas agrícolas del Condado de Huelva, en
los términos municipales de Almonte, Bonares,
Lucena del Puerto, Moguer y Rociana del Condado
(Huelva)
2023
La Junta de Andalucía y el Ministerio de Transición

Ecológica negocian en este momento un plan de
desarrollo para la comarca que asegure la
supervivencia de Doñana y el PP retira la
proposición de Ley
El plan de 2014, tomando como base la calificación de los terrenos

del POTAD, fija la superficie autorizada de riego en 9.226 ha.
Fuera quedaron entonces fincas que se habían puesto en regadío
después de 2003 y que el nuevo plan no reconoció con derecho a
agua porque en el POTAD no figuraban como regadíos.
La propuesta de PP y Vox pretendía modificar dos cosas: el Plan

Especial de Ordenación de los Regadíos de 2014, para declarar
regables las fincas que se pusieron en regadío después de 2003 y
hasta 2014, y la Ley Forestal de Andalucía, junto a su Reglamento,
para ampliar el riego en zonas que tuvieron un uso agrícola pero que
se convirtieron en plantaciones de especies forestales como los
eucaliptos, legalizando así regadíos ilegales existentes y permitiendo

la creación de nuevas zonas de regadío. Un despropósito que
agudizará la crisis de Doñana.
Como hemos visto, estas leyes, aún sin modificarse, están lejos de
cumplirse. Ahora que la Junta ha paralizado su propósito de agravar
la situación de Doñana, tiene la asignatura pendiente de hacer
cumplir la legislación vigente y desmantelar los cultivos ilegales
en la corona norte en el corto plazo. Desde Greenpeace
consideramos que es una condición imprescindible para asegurar un
pacto creíble.
¿Quién está detrás? Cuando los

"agricultores"son fondos de inversión
Las políticas de la Junta de Andalucía en materia de regadíos han
encajado con el interés de los fondos de inversión. Este es el caso del
fondo español Alantra y Surexport. En diciembre de 2020, el
fondo de inversión de Alantra adquirió Surexport con la idea de
“incrementar la disponibilidad de producto [...] aumentado la
superficie productiva”.
Surexport es la mayor productora de frutos rojos en el entorno de

Doñana y fue fundada en Huelva, en 1994, por la familia Morales.
Tiene sucursales en muchos países para producción o distribución,
como Marruecos, Países Bajos, Portugal, Reino Unido, Perú, Rusia,
Austria o Italia. En 2021 sus ventas superaron los 170 millones de
euros, dedicando el 80,7 % a la exportación. Huelva sigue siendo su
centro neurálgico, donde adquirió nuevas fincas en 2004, en
Almonte, con el POTAD ya aprobado.
Alantra apuesta por una agricultura industrializada,

focalizada en el negocio de la exportación y con el
objetivo de sacar los máximos rendimientos al menor
coste económico
Las limitaciones al riego, tanto las impuestas desde la Junta de

Andalucía como por la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir, han sido freno para el ideal expansionista de
Surexport. La empresa ha sufrido la apertura de varios expedientes
sancionadores por parte de la Confederación Hidrográfica del
Guadalquivir por esta causa.
Por otro lado, Surexport había recurrido el propio Plan Especial

de Ordenación de las zonas de regadío ubicadas al norte de la
Corona Forestal de Doñana por haber excluido de la condición de
suelo agrícola a una de sus fincas.
Alantra es un fondo de inversión que ha puesto los ojos en el sector

hortofrutícola por su “gran resiliencia” y “tecnología puntera" con
"procesos productivos eficientes y automatizados”. En resumen,
Alantra apuesta por una agricultura industrializada, focalizada en
el negocio de la exportación y con el objetivo de sacar los máximos
rendimientos al menor coste económico, lo que compite con
empresas familiares y pequeños agricultores y agricultoras de la
zona más centradas en cultivos tradicionales y más sostenibles.
Este fondo de inversión tiene una gran afinidad con el Partido

Popular y por sus filas han desfilado figuras como Nemesio
Fernández-Cuesta o los exministros José Manuel Soria y Josep
Piqué.
Cómo llega al mercado legal la producción

ilegal
Una de las principales dificultades para identificar la producción
ilegal es cómo ésta se mezcla con la legal. La falta de trazabilidad
posibilita el fraude y que frutos rojos cultivados en fincas ilegales
lleguen a los estantes de los supermercados de toda Europa. Las
grandes fincas de regadío poseen varias parcelas, algunas de ellas
consideradas regables y con la autorizaciones pertinentes para regar,
y otras que no. En muchas ocasiones podemos comprobar que todas
ellas, sin distinción, están plantadas y están siendo regadas. La
recolección de la fruta se realiza de forma conjunta y es ahí donde la
producción ilegal y la legal se mezclan. No se trata de casos aislados,

es una práctica habitual. Para explicar cómo funciona utilizaremos
el ejemplo de Agrícola El Bosque.
Una de sus principales fincas es la Finca El Bosque, situada en

Lucena del Puerto. La mayoría de las zonas de cultivo de esta finca
son zonas regables según el Plan de Ordenación de Doñana. Pero
no todo.
A través de la imagen satélite del portal REDIAM puede observarse

que hay zonas ocupadas con invernaderos en la finca que el Plan de
Ordenación no considera regables. Las regables son las marcadas en
rosa.
Esto ha podido ser corroborado en terreno con fotografías realizadas

en los puntos marcados en el mapa fuera de la zona rosa y, por lo
tanto, no regables.
Las fotografías en terreno realizadas por un equipo de Greenpeace

en junio de 2023 confirman lo observado en las imágenes satélite.
En una de las zonas de invernadero ilegal se ven cajas de recogida de

la marca de comercialización de la empresa, "La Canastita"
Los invernaderos situados fuera de las zonas regables están

claramente rotulados con carteles pertenecientes a la empresa
Agrícola El Bosque, S.L.
A esta empresa se le atribuye una producción anual 1.000 toneladas

de zarzamora, lo que le ha consolidado como el principal productor
europeo. Distinguir la legal de la ilegal una vez llega al mercado se
hace imposible. Por todo el conjunto factura alrededor de 10
millones de euros anuales (2021).
Un modelo de producción solo para grandes

empresas agrícolas
El cultivo de frutos rojos es un negocio muy lucrativo. Se calcula
que cada hectárea deja al año al productor entre 20.000 y 30.000
euros limpios. Desde luego que esto es más lucrativo para las
grandes empresas que acumulan cientos de hectáreas de cultivos y
la única posibilidad de los pequeños agricultores para sobrevivir
es competir con ese modelo industrial y destructivo, lo que pasa

por asociarse en cooperativas, hacerse grandes y seguir sus reglas.
Este es el caso de la Sociedad Cooperativa Andaluza Costa de

Huelva (Coophuelva). Esta cooperativa participa en diferentes
asociaciones sectoriales y se asocia con diversas empresas
distribuidoras de frutos rojos, entre las que destaca Onubafruit. Se
trata de una empresa líder en Europa en exportación de frutos rojos,
facturó en 2021 un total de 257.697.405 de euros, de los cuales un 83
% se destinó a la exportación a países de la UE. Con estos datos, es
la principal empresa de comercio al por mayor de frutas y hortalizas
de Huelva.
Al igual que ocurre con las grandes empresas, se

entremezcla la producción legal e ilegal y se envía
mezclada a los diferentes mercados
Para la recolección de frutos, la cooperativa distribuye sus cajas de

plástico que, tras la recolección, son transportadas hasta las
instalaciones que la cooperativa tiene en Lucena del Puerto.
Greenpeace ha podido documentar la presencia de estas cajas de
recolección en varias fincas situadas en zonas no regables, es decir
en regadíos ilegales. En el siguiente mapa, señalamos los puntos
donde se encontraron cajas de la cooperativa y/o etiquetas
pertenecientes a Onubafruit y distribuídas por Onubafruit UK
Limited.
Instituto Geográfico Nacional, Esri, HERE, Garmin, Foursquare, METI/NASA, USGS | Source: Airbus,USGS,NGA,… Powered by Esri
1 Cajas y etiquetas de Onubafruit
Greenpeace pudo documentar el traslado de estas cajas tras la recolección en una

finca no regable de Lucena del Puerto hasta las instalaciones de la cooperativa en
junio 2023
2 Cajas a la espera
Cajas preparadas para la recolección de arándanos en una finca no regable en el

término municipal de Lucena del Puerto
3 Más cajas
Cajas para la recolección de frutos rojos localizadas en una finca no regable situada en
el término municipal de Lucena del Puerto
4 Cerca de invernaderos
Finca no regable con invernaderos para frutos rojos en las inmediaciones de Almonte
Es común encontrar etiquetas pegadas en la cajas de anteriores operaciones que

indican los destinos de la producción y las empresas distribuidoras tras la
cooperativa.
A través de esta cooperativa de pequeños agricultores, se están

ocultando los comportamientos ilegales de algunos de sus
miembros. Al igual que ocurre con las grandes empresas, se
entremezcla la producción legal con la ilegal y se envía, mezclada,
a los diferentes mercados. Al final ésta es la consecuencia del
abandono histórico al pequeño agricultor, y que ahora ejemplifica el
gobierno de la Junta de Andalucía al proponer una reforma al plan
de ordenación de regadíos para seguir beneficiando esta industria
destructiva.
La competencia por el agua es tan grande y la competitividad en el

mercado es tan feroz que se fuerza a los pequeños agricultores y
agricultoras a repetir los esquemas extractivistas de la industria que,

en el caso de Doñana, está acabando con sus altos valores naturales.
El plan de desarrollo para la zona que está negociando el
Ministerio de Transición Ecológica y la Junta de Andalucía tiene
que romper estas desigualdades históricas y favorecer a las
empresas agrícolas familiares frente a las grandes empresas que
exprimen la comarca.
Proteger Doñana o salvar a la agroindustria

Como "maniobra de distracción" calificó, en septiembre de 2023, la
Ministra de Transición Ecológica, Teresa Ribera, la iniciativa de la
Junta de Andalucía de comprar 7.500 hectáreas de la Finca Veta La
Palma para aportarlas al Parque Nacional de Doñana. La Junta se
hará con el humedal y pedirá al Ministerio de Transición Ecológica
que gestione la integración de este humedal en el Parque Nacional,
lo que supondría una ampliación de su perímetro del 14%.
Esta medida que, sin duda, será beneficiosa para la protección de

este entorno natural de alto valor, y es aplaudida por grupos
ecologistas y científicos, pone aún más de relieve la gran
incoherencia de las políticas de la Junta respecto a los regadíos
ilegales y su regularización. Por eso la duda que planea ante esta
compra es cuál es es su verdadero objetivo, proteger Doñana o salvar
a las grandes empresas.
La Finca Veta la Palma es propiedad de la familia Hernández

Barrera (Instituto Hispánico del Arroz, S.A.) desde 1982. Esta
finca, hasta ese momento de carácter exclusivamente ganadero, fue
adquirida con la intención de ampliar a 2.500 hectáreas el cultivo de
arroz a través de Hisparroz, pero las dificultades de acceso al agua
impidieron llevar a cabo este proyecto que se redujo a 500 hectáreas,
dedicando las otras 2.000 a un proyecto de cultivo de cereales. Éste
fue el primer fracaso empresarial de la familia vinculado a esta
finca.
Otro de los negocios desarrollados en la finca es una piscifactoría de

Pesquerías Isla Mayor que, por volumen de facturación, fue la
principal actividad económica y ocupa un área de 3.200 hectáreas

cubierta con agua salada. En la actualidad la piscifactoría lleva
parcialmente cerrada dos años y la empresa está sujeta a un ERE
desde 2021. Otro negocio fallido.
Esta medida que pone aún más de relieve la gran

incoherencia que supone la ampliación de zonas
regables en la corona norte de Doñana que pretende
la nueva proposición de ley de PP y Vox.
En estas circunstancias, un rescate de la Junta de Andalucía con la

compra de los terrenos de Veta La Palma pertenecientes al negocio
en quiebra de piscifactoría, 7.500 hectáreas, por 70 millones de
euros parece una opción de gran interés para el grupo empresarial
propietario. Ya que tras tres décadas de funcionamiento, la
competencia, el aumento del precio de los piensos y el consumo de
las aves que no encuentran alimento dentro del parque, les ha
llevado al cierre.
La compra, que se realiza mayoritariamente con fondos europeos, se

ha hecho por algo más de 9.333 euros de media por hectárea que
no son de carácter agrícola. Se trata de 3.200 hectáreas de zonas
inundadas donde están las 45 balsas de la piscifactoría en quiebra y
4.300 hectáreas con plantas halófilas y pastos naturales. Según la
propia Junta de Andalucía, en terrenos para pastos en Huelva el
valor más frecuente en 2022 fue de 5.217 euros por hectárea) por
lo que parece que la operación es muy beneficiosa también para la
familia Hernández Barrera y no solo para las aves de Doñana.
Esto lleva a cuestionar si la proposición de ley de PP y Vox

propiciaría que nuevos terrenos recalificados como regadío, aun sin
llegar a regarse nunca, podrían revalorizarse (podrían aumentar diez
veces su valor) de cara a una posible adquisición por parte de una
administración pública. Adquisiciones a las que parece estar abierto
Juanma Moreno Bonilla. De todas formas, es algo que parece muy
alejado de los intereses del Ministerio de Transición Ecológica para
el plan de desarrollo, que advierte no pueden pasar por la
legalización de las parcelas ni por la compra de terrenos de
cultivos irregulares por parte del Estado, lo que podría ser la

principal fricción en la negociación de un plan de desarrollo más
justo para la comarca y hacia un modelo menos desigual y
destructivo.
Un modelo agrícola que aumenta

desigualdades y roba derechos
La agricultura en la provincia de Huelva representa el 8,33 % de su
PIB, valor que toma protagonismo, pues en Andalucía la agricultura
supone el 7,20 % del PIB y en España el 3,05 %. Este es el mayor
argumento de la industria y del actual gobierno del PP de la Junta de
Andalucía para seguir explotando los recursos de una zona que ve
morir uno de los ecosistemas más emblemáticos de Europa.
Sin embargo, el PIB está lejos de medir el auténtico bienestar de

una comunidad como ésta. Una comunidad que ve a grandes
empresarios beneficiarse de la industria hortofrutícola y que se
sustenta en bajos salarios y unas condiciones laborales extremas para
una comunidad inmigrante que es víctima de abusos demasiado a
menudo. Y hablamos de un entorno que sufre las consecuencias de
la agricultura intensiva, con contaminación por plásticos y
agroquímicos y que está exprimiendo hasta la última gota de agua.
En resumen, una industria que está agotando, cada día, las
posibilidades de un futuro viable para Huelva a través de un
desarrollo agrícola sostenible.
Basura por doquier. Numerosas zonas de la corona norte de

Doñana están repletas de basura junto a los campos de cultivo
Algunas personas que trabajan en el campo habitan en

infraviviendas junto a los invernaderos (en zonas boscosas fuera de
las fincas), autoconstruidas con palés, cartones y plásticos. La
situación ha sido denunciada por varias organizaciones sociales y por
el propio Defensor del Pueblo Andaluz con informes y quejas en
2001, 2015 y 2019 .
Las condiciones de vida, así como el uso de materiales inflamables,

conlleva un alto riesgo de incendio. El pasado septiembre el fuego
arrasó 200 chabolas en un asentamiento cercano a Palos de la
Frontera.
Es habitual encontrar plásticos de invernaderos tirados junto a las

fincas. Pueden llevar allí bastantes meses o incluso años, sin que a
nadie parezca importarle.
Con frecuencia, los tubos de plástico usados para el riego se

abandonan junto a las fincas.
A mayor producción, mayor uso de agroquímicos en un entorno

como el de Doñana, donde los equilibrios en el ecosistema son muy
delicados, el impacto de productos químicos agrícolas puede tener
un fuerte impacto en la fauna y la flora.
Mucho se habla de PIB pero poco de las condiciones de muchas

personas que trabajan en el campo. Un análisis de la renta per cápita
de los municipios andaluces, realizado por Joan Corominas de la
Fundación Nueva Cultura del Agua, destaca que la renta de los
municipios especializados en agricultura intensiva es del 84,4% de la
media. Son, por tanto, municipios empobrecidos respecto a otros
con otro tipo de desarrollo en Andalucía.
Hablando de personas trabajadoras, hay que analizar las condiciones

específicas de las mujeres, en buena medida extranjeras. La Liga
Internacional de Mujeres por la paz y la Libertad (WILPF, por sus
siglas en inglés) ha elaborado el informe de referencia sobre la
situación de los derechos humanos en el campo andaluz, centrado
en las mujeres migrantes, en el que se denuncian numerosas
situaciones por las que tienen que atravesar estas mujeres que solo
quieren ganarse la vida y sacar adelante a su familias. Cabe destacar
que la mano de obra de personas inmigrantes suple la de personas
nacionales que no quieren realizar el trabajo (o no pueden hacerlo
por falta de interés de los empresarios), por sus malas condiciones y
su dureza.
Es imprescindible que dejemos de fijarnos en el PIB, que necesita

crecer a toda costa y que para ello está dejando a mucha gente atrás,
y que pongamos atención en las posibilidades de desarrollo del
entorno de Doñana, que no ignore que el cambio climático está
aquí y que priorice el bienestar de la comunidad y la resiliencia
para el futuro.
Ayúdanos a salvar Doñana
Equipo de Investigación de Greenpeace España

Para la realización de esta investigación se realizó un viaje a la zona en junio de
2023 a la comarca de Doñana dónde se realizaron todas las fotografías y vídeos
que ilustran este informe. Además, se ha contado con la ayuda de numerosos
expertos y equipos especializados. Entre ellos:
Mapa de exportaciones Global Mapping Hub de

Greenpeace
Mapas de zonas de riego Bytegeo

Operación 'Resucitar Doñana'

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Operación 'Resucitar Doñana'

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13/10/23, 13:34 Operación 'resucitar Doñana'

Operación 'resucitar Doñana'

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