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SENTENCIA Nº 250/2022
En la ciudad de Huelva, a veinticinco de julio de dos mil veintidós.
El Iltmo. Sr. Don Francisco José Ramírez Herves, Magistrado-Juez titular del Juzgado de lo
Penal número UNO de HUELVA, ha visto en juicio oral y público la presente causa seguida en este
Juzgado como PROCEDIMIENTO ABREVIADO NÚMERO 108/2021, procedente del Juzgado
de Instrucción Numero Dos de Moguer, antes Diligencias Previas nº 377/2018, por cuatro presuntos
DELITOS DE ACOSO SEXUAL y por un presunto DELITO DE ABUSO SEXUAL contra F.J.
R. C., con DNI XXXXX, nacido en Huelva el día 14 de febrero de 1971, sin antecedentes penales;
con la intervención de H. B., S. L., H. Q. y N. el H. como acusación particular; con la intervención
de la entidad mercantil XXXXXXXXXXXX S.L como responsable civil subsidiario; siendo parte
el Ministerio Fiscal, y atendiendo a los siguientes
ANTECEDENTES DE HECHO
PRIMERO.- Se celebró el juicio oral de la presente causa con el resultado que obra en el
acta digital que antecede, que se da por reproducida en aras a la brevedad.
HECHOS PROBADOS
Que en la fecha de los hechos enjuiciados, el acusado F.J. R. C., mayor de edad y sin
antecedentes penales, trabajaba como encargado en la finca sita en el Paraje de las Malvinas,
XXXXXXXXX, Parcela XXXX, en la localidad de Moguer, propiedad de la entidad mercantil
XXXXXXXXXXXX S.L. Que el acusado tenía competencias en materia de producción y
organización, careciendo de facultades o poderes de decisión para la contratación ni para la
terminación de los contratos.
Que tras llegar a España el día 27 de abril de 2018, S. L., H. Q., N. el H. y H. B., junto con
otras mujeres no identificadas, ocuparon las viviendas con las que cuenta la mencionada entidad
mercantil para acoger a las trabajadoras durante el tiempo que permanecen trabajando en la finca.
Que empezaron a trabajar el día 30 de abril de 2018 como peones agrícolas no cualificadas con un
periodo de prueba de treinta días y debiendo ajustarse a unos criterios de productividad fijados por
la empresa.
Que durante su estancia en la finca, las trabajadoras contaban con la asistencia de K. B.,
trabajadora de la empresa, quien hacía las labores de traducción y asistencia a las trabajadoras de
origen marroquí.
Que por medio de K. B., la empresa comunicó a S. L., H. Q., N. el H. y H. B. y a otras
trabajadoras de la finca, la rescisión de sus contratos por no superar el periodo de prueba por falta
de productividad.
Que S. L. finalizó su contrato con fecha 7 de mayo de 2018.
Que H. Q. finalizó su contrato con fecha 8 de mayo de 2018.
Que N. el H. finalizó su contrato con fecha 7 de mayo de 2018.
Que H. B. finalizó su contrato con fecha 11 de mayo de 2018.
Que en el periodo comprendido entre finales de abril de 2018 y los primeros días de mayo
de 2018, el acusado F.J. R. C., solo o en compañía de K. B., accedió al interior de la vivienda que
ocupaban las mencionadas anteriormente para entregarles documentación o informarles de las
condiciones laborales.
No ha resultado acreditado, sin embargo, que el acusado F.J. R. C., abusando de su posición,
hostigó a S. L., a H. Q., a N. el H. y a H. B. con ánimo de coartar su libertad sexual.
FUNDAMENTOS DE DERECHO
PRIMERO.- A la convicción sobre los hechos enjuiciados se llega por quien suscribe
valorando, en conjunto y del modo ordenado por el articulo 741 LECRIM, las pruebas practicadas
en el acto del juicio oral, con pleno respeto a la garantía derivada de la aplicación de los principios
de inmediación, oralidad, publicidad, contradicción efectiva, igualdad de las partes y asistencia
letrada, lo que las hace idóneas para el fin propuesto.
En el acto del juicio oral, el acusado manifestó que conocía a las denunciantes porque eran
trabajadoras de la finca, que nunca las ha tocado, que nunca les ha propuesto nada, que siempre ha
entrado en las viviendas con K. o con M. M. para darles documentación, que ellas estuvieron
trabajando una semana, que se les echó durante el periodo de prueba por no cumplir la
productividad, que se hacía una media diaria de su trabajo, que es él quien les comunica el despido,
que Daniel es quien decide, que se les llama para que pasen por la oficina y allí se le comunica, que
es K. quien les traduce, que les dicen que tres días antes de empezar a trabajar pueden ocupar la
vivienda y tres días después del finiquito o despido se tienen que marchar, que se quedaron mas
tiempo, que estuvieron trabajando en otra finca pero residiendo en la misma vivienda, que durante
ese periodo no entró en la vivienda, que insiste en que nunca ha tocado a las denunciantes, que le
han denunciado porque se vieron sin trabajo y sin vivienda, que es una práctica habitual que
despidan a los trabajadores que no cumplen con los objetivos del rendimiento, que los trabajadores
son informados por los manijeros, que antes de ser despedidos se les indica que tienen que subir el
rendimiento, que jamás ha hecho tocamientos ni proposiciones sexuales, que no habla con ellas de
temas personales, que siempre que ha accedido a la casa lo ha hecho para informar y con la
presencia de la intérprete, que es el encargado de la finca, que no pasa por los lomos, que eso le
corresponde a los formadores y manijeros, que cada manijero tiene su grupo de trabajo, que es la
persona que se encarga de distribuir el trabajo entre ellas, que se dedica a supervisar el trabajo, que
repite que no pasa por los lomos porque ese trabajo le corresponde a los manijeros, que cree que
han denunciado porque no se querían ir de España, que se les dijo que tenían que abandonar las
viviendas en tres días, que lleva 6 años en la empresa y nunca ha tenido problemas, que en esas
fechas hay entre 150 o 200 trabajadores, que tras los despidos la plantilla se regenera con otras
personas, que por ese motivo se les dice que tienen que abandonar la vivienda porque necesitaban la
vivienda para las trabajadoras que se vayan incorporando, que es la empresa la que despidió por
baja producción, que él no tiene nada que ver en la decisión del despido, que por encima de él hay
un encargado general y los dueños.
En el acto del juicio oral, el acusado manifestó que era el encargado de la finca, que conoce
a las denunciantes porque eran trabajadoras en la finca, que llegan a la finca, les asigna una
vivienda, que les informaba de todo a través de la intérprete, que se les informaba de las
condiciones de trabajo, que está presente cuando se les facilita la información, que siempre está
presente la traductora, que no son ciertos los hechos, que nunca ha entrado en sus viviendas sin su
consentimiento, que en los lomos nunca entra, que allí están los manijeros, que nunca se quejaron
por el trato que les daba, que en el contrato hay un periodo de prueba, que son dadas de baja por la
baja productividad, que les comunica la baja con la traductora, que después tienen tres días para
abandonar la vivienda, que la empresa les brindó llevarlas para volver a su destino, que nunca tuvo
problemas con ellas, que en las viviendas ha podido entrar por motivos de mantenimiento, que hay
dos copias de llaves, que nunca ha enseñado fotos privadas a las denunciantes, que no le informaron
del resultado del expediente, que existen unos criterios objetivos de productividad para superar el
periodo de prueba, que ha recibido cursos de formación de prevención de acoso, discriminación,
etc, que esos cursos los reciben también los manijeros, que en el protocolo de la empresa le tomaron
declaración, que negó los hechos, que la empresa lo aparta de sus funciones durante la
investigación, que la empresa tiene articulado un canal de denuncias, que las denunciantes no se
fueron al cabo de los tres días, que siguieron trabajando en la finca colindante pero siguieron
viviendo en la finca, que K. B. era la intérprete pero también hacía de asistente para las
trabajadoras, que también vivía en la finca, que las trabajadoras tenían plena libertad para entrar y
salir después de la jornada laboral, que no había controles, que no podría reconocer a las personas
que le han denunciado.
En el acto del juicio oral, H. B. manifestó que llegó a la finca a finales de abril de 2018, que
el acusado no le dio instrucciones sobre el trabajo ni alojamiento, que nadie habló con ella para las
instrucciones, que la intérprete K. tampoco, que desconoce las funciones del acusado, que
desconocía el nombre del acusado, que sabe que era el encargado, que el acusado entraba en la
vivienda, que un día en la línea de trabajo le cogió por la cintura, que en una ocasión le tocó los
pechos, que había otras señoras que dijeron que también les sucedía lo mismo, que le hablaba por
señas porque no entendía el español, que en una ocasión fue a buscar unas llaves y se encontraron
con el acusado, él cogió las llaves, abrió la puerta y entró, que el acusado se sentó y empezó a
enseñarles fotos de su mujer e hijos, que con señas le decía que quería casarse con ellas, que a N. le
hizo unas señas como de ir a dormir, que trabajó tres días, que luego dejaron de trabajar y volvieron
a trabajar tres días, que fue K. quien les comunicó que dejaba de trabajar, que no se acuerda con
quien compartía las viviendas y las habitaciones, que nadie pudo ver los tocamientos cuando estaba
en la línea, que K. no hacía de asistente, que cuando le dijeron que no siguiera trabajando ellas no
querían salir de la finca, que acudieron a una Asociación, que fue entonces cuando le dieron
trabajo en otra finca, que los gestos de ir a dormir fueron a N., que hablaban con señas, que el
acusado lo hacía con todas, que no siempre iba con K., que algunas veces iba con ella, que
desconoce los nombres, que K. algunas veces estaba, que la notificación de que no seguían
trabajando no tiene nada ver con lo que denunciaron, que iba con alguien cuando tenían que firmar
unos papeles.
H. Belassri manifestó que vivía en la casa con H. B., que comían juntas, cocinaban juntas,
que dormían juntas, que nunca le dijo que tuviera problemas con Francisco, que el acusado iba a las
viviendas para firmar papeles con K., que ya en Marruecos le informan que vienen con un periodo
de prueba, que fue la primera temporada que vino, que ha vuelto a venir con posterioridad.
J. L. M. V. manifestó que era el presidente del Comité de Empresa, que se enteró a través de
la empresa, que se activó un protocolo y estuvo presente cuando declararon, que se les dijo a las
trabajadores que podían denunciar, que no tiene constancia de quejas anteriores ni posteriores, que
en los tablones de anuncios se recoge que pueden denunciar, que la empresa tiene unos mecanismos
para informar a las trabajadoras de sus derechos, que se documenta y se traduce.
FALLO