Está en la página 1de 18

CAPÍTU

Estrategias de manejo fitosanitario LO


para 9 el uso de plaguicidas
reducir

CONCLUSIONES,
RECOMENDACIONES Y PROPUESTAS
DE ACCIONES FUTURAS
Carlos Quiroz E.
Ing. Agrónomo M.Sc., Ph.D.
Arturo Correa B.
Ing. Agrónomo M.Sc.

1. INTRODUCCIÓN

U
no de los temas relevantes a considerar para fortalecer el de-
sarrollo sustentable y competitivo de la producción frutícola
nacional, es el uso y manejo adecuado de plaguicidas para el
control de plagas. Las crecientes exigencias por alimentos inocuos,
libres de residuos, sumado a los compromisos de Chile en orden a redu-
cir la carga de plaguicidas, obligan a revisar las estrategias de manejo
fitosanitario en frutales de exportación.

Desde el año 2010, INIA ejecutó el estudio presentado en los capítulos


anteriores de este Boletín, tendiente a desarrollar estrategias para re-
ducir el uso de plaguicidas en uva de mesa y manzanos, las dos princi-
pales especies frutales de exportación. El levantamiento de informa-
ción primaria y secundaria, al inicio del proyecto, permitió establecer
la línea base sobre la cual hacer el seguimiento de una política consis-
tente en Chile, en torno al uso de plaguicidas en agricultura.

Las actividades del proyecto a nivel de campo estuvieron centradas en


la eficiencia de las aplicaciones (cómo se debe aplicar) y en criterios
del momento de realizar el control, determinados por la presión de
plagas y enfermedades (cuándo se debe aplicar), evaluados en unida-
des experimentales instaladas en diecisiete predios exportadores se-
leccionados para el estudio a lo largo de las zonas productoras de estos
frutales (Regiones de Coquimbo a La Araucanía), en los cuales se com-

Boletín INIA, Nº 268 169


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

paró el manejo fitosanitario de los productores versus una propuesta


INIA basada en una adecuada dosificación y calibración de los equi-
pos de aplicación, y en un monitoreo, diagnóstico y umbrales de daño
económico establecidos como momentos óptimos de aplicación. Di-
versos ensayos permitieron demostrar que para algunas de las plagas y
enfermedades claves, tanto de uva de mesa como de manzanos, es
posible reducir el uso de plaguicidas.

Durante el desarrollo del estudio se detectó una serie de falencias y


puntos críticos en el uso y manejo de los plaguicidas, razón por la cual
surge la necesidad de proponer iniciativas en el contexto del estable-
cimiento de políticas públicas, como una manera de implementarlas
en forma rápida y masiva con los consiguientes beneficios que esto
ocasionaría. Las propuestas a considerar son tratadas a continuación.

2. DESARROLLO DE PROPUESTAS

2.1 Establecer un programa nacional de inspección y certifi-


cación de equipos destinados a la aplicación de plaguicidas

Una correcta aplicación de plaguicidas permite realizar una distribu-


ción homogénea del producto y dosificar según lo recomendado y au-
torizado, con el objeto de evitar efectos negativos o perjudiciales en
la salud humana y el medio ambiente. Una deficiente mantención,
calibración y/o regulación de los equipos genera una errática distribu-
ción, no sólo dentro del cultivo sino también a lugares fuera de éste;
mientras que la presencia de desperfectos, averías o desajustes en sus
elementos y parámetros operativos pueden originar pérdidas por fugas,
como riesgos laborales al operador en la tarea de pulverización.

En la mayoría de los tratamientos con pulverizadores hidroneumáticos,


se encontró una baja eficiencia de aplicación, perdiéndose más del
50% del volumen aplicado por condiciones del cultivo, de las condi-
ciones ambientales y del equipo aplicador, correspondiendo un 33%
de ineficiencia producto del mal uso de la maquinaria utilizada.

170 Boletín INIA, Nº 268


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

En Chile, la ausencia de certificación de equipos nuevos de aplicación


de plaguicidas y de actividades de inspección y calibración obligato-
ria de equipos ya en uso, generan efectos no deseados en el manejo
sanitario de la producción hortofrutícola del país.

La situación de este tema es cada vez más relevante a nivel mundial,


estableciéndose como en el caso de la Unión Europea, la progresiva
obligatoriedad de las inspecciones de equipos de aplicación. En la
actualidad al menos en 20 países de Europa, es obligatoria la inspec-
ción, incluyendo calibración, en la totalidad de los pulverizadores hi-
dráulicos de barra e hidroneumáticos.

Al respecto, la Directiva 2009/128/CE del Parlamento Europeo y del


Consejo Europeo del 21 de octubre de 2009, que fija el marco de la
actuación comunitaria para conseguir un uso sostenible de los
plaguicidas, establece en el apartado referente a inspección de equi-
pos en uso que:

• Se velará porque los equipos de aplicación de plaguicidas para uso


profesional sean objeto de inspecciones periódicas. El intervalo entre
las inspecciones no será superior a cinco años hasta el año 2020, ni
a tres posterior a esa fecha.

• A más tardar el 14 de diciembre de 2016, los países miembros vela-


rán porque los equipos de aplicación de plaguicidas se inspeccio-
nen como mínimo una vez. Transcurrido dicho período, solamente
podrán utilizarse para fines profesionales los equipos que hayan apro-
bado con éxito la inspección.

• Los equipos nuevos, deberán inspeccionarse como mínimo una vez


dentro de un plazo de 5 años después de su compra.

Considerando la experiencia de países europeos, dada su relevancia


como uno de los destino de la fruta chilena, es que los autores sugieren
para establecer un programa nacional de inspección y certificación de
equipos pulverizadores, cinco medidas que se detallan a continuación:

Boletín INIA, Nº 268 171


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

a. Establecimiento de estándares técnicos para la certificación de equi-


pos de aplicación de plaguicidas.

Se deberán establecer protocolos técnicos para la certificación de


equipos de aplicación de plaguicidas tanto nuevos como en uso, basa-
dos en estándares internacionalmente reconocidos.

b. Establecimiento de protocolos de inspección y calibración de equi-


pos de aplicación de plaguicidas.

Se deberá establecer protocolos sobre la metodología y procedimien-


tos para evaluación (inspección) y calibración de equipos de aplica-
ción de plaguicidas. Se deberá elaborar un manual en el que se expli-
quen detalladamente los procedimientos que deberán llevar a cabo,
tanto los usuarios de equipos aplicadores, como los inspectores que
deban realizar la inspección. Además deberá detallarse el método para
comprobar el buen funcionamiento de los pulverizadores, así como los
implementos necesarios para una calibración adecuada.

c. Formación de inspectores.

Se deberá establecer un mecanismo que permita acreditar inspectores


para uniformar y estandarizar las metodologías de inspección y cali-
bración de equipos.

d. Inscripción de maquinaria y equipos de aplicación de plaguicidas.

Se requerirá que cada usuario registre las maquinarias y equipos que


utiliza para las aplicaciones de plaguicidas, especificando sus carac-
terísticas.

e. Certificación de equipos aplicadores de plaguicidas (sello).

Los equipos de aplicación de plaguicidas que cumplan exitosamente


con la inspección, y cuya calibración se haya realizado en forma co-
rrecta, estarán aptos para realizar dichos trabajos, haciéndoseles en-
trega de un certificado firmado por quien inspecciona y un distintivo
adhesivo al equipo, que certifique su aprobación.

172 Boletín INIA, Nº 268


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

2.2 Fortalecimiento de Recursos Humanos en materias de uso


y manejo de plaguicidas

El Servicio Agrícola y Ganadero (SAG), junto a diferentes actores pú-


blicos y privados vinculados a estas materias, estableció el año 2001,
un programa nacional de reconocimiento de aplicadores de plaguicidas,
de carácter voluntario. El objetivo de esa iniciativa era lograr que per-
sonas entrenadas aplicasen los plaguicidas, lo que derivaría en la
minimización de las externalidades negativas propias del uso de éstas
sustancias. Así, en el año 2001 se firmó un Convenio de Cooperación
Interinstitucional entre el Servicio Nacional de Capacitación y Em-
pleo (SENCE) y el SAG, aprobado por Resolución Exenta Nº 1044 de 4
de mayo de 2001 de la Dirección Nacional del SAG.

A mayo del año 2013, el programa ha permitido entregar más de 35.000


credenciales de capacitación a aplicadores de plaguicidas. Entre los
beneficiarios se encuentran tractoristas, responsables de campo, tem-
poreros, profesionales, técnicos y agricultores, entre otros. La cifra in-
dicada permite establecer que la cobertura del programa ha sido insu-
ficiente, teniendo en consideración que existen más de 270.000 explo-
taciones agrícolas en Chile, en la mayoría de las cuales se aplica
plaguicidas para el control de plagas y enfermedades. Otro aspecto a
considerar, es la ausencia de un análisis del impacto real de las capa-
citaciones realizadas a nivel nacional, lo cual no permite valorizar en
forma objetiva los resultados de la mejora en las prácticas. Conside-
rando que los cursos mencionados deben ser actualizados cada 5 años,
y ya que han pasado más de 10 años desde la implementación de la
iniciativa, hoy se detecta la necesidad de actualizarlos y, para quie-
nes recibieron su credencial, formular nuevos cursos que impliquen
una formación superior al nivel básico ya implementado.

Un recurso humano con más conocimiento puede buscar alternativas


de menos impacto, utilizar herramientas como monitoreo y criterios de
aplicación, calibrar la maquinaria agrícola y dosificar adecuadamen-
te, entre otras materias.

Boletín INIA, Nº 268 173


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

Fundándose en la experiencia nacional e internacional en estas mate-


rias, es que los autores sugieren establecer:

a. Obligatoriedad para quien aplique plaguicidas de tener


una credencial.

Los usuarios de plaguicidas deben estar plenamente conscientes y ser


responsables de los impactos que conlleva el uso de estas sustancias.
Por consiguiente, el Estado debe garantizar a la comunidad que éstos
tienen el nivel mínimo de formación requerido para poder usar estos
productos. Esta figura permitirá transferir una mayor responsabilidad
legal a las personas que aplican los plaguicidas, permitiendo al Estado
y sus órganos de control, poder sancionar a quienes no respetan la
normativa vigente y, por tanto, afectan la salud de las personas y el
medio ambiente.

b. Cursos de aplicadores de plaguicidas diferenciados.

Se requiere generar una norma de carácter oficial que fije los requisi-
tos de formación para los aplicadores de plaguicidas en Chile, lo cual
derive en cursos específicos que, de aprobarse, previo cumplimiento
de determinados requisitos de titulación o superación de cursos, se tra-
duzca en la entrega del carné o credencial de usuario de plaguicidas.

Los niveles de capacitación propuestos serían cuatro:

Básico. Está dirigido al personal auxiliar de tratamientos terrestres y


aéreos y a los agricultores que los realicen en su propia explotación sin
emplear personal auxiliar y utilizando plaguicidas clasificados con fran-
ja toxicológica verde.

Calificado. Este curso va dirigido a los responsables de equipos de tra-


tamientos terrestres y a los agricultores que los realicen en su propia
explotación empleando personal auxiliar y utilizando plaguicidas que
no sean o generen gases. Requieren entrenamiento en dosificación y
calibración, entre otras materias.

174 Boletín INIA, Nº 268


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

Fumigador. Este curso de nivel cualificado va dirigido a los responsa-


bles de equipos de plaguicidas que sean o generen gases clasificados
como moderadamente o extremadamente tóxicos (franja toxicológica
roja).

Piloto aplicador. Este curso de nivel cualificado va dirigido a los res-


ponsables de equipos de tratamientos aéreos que presten servicio de
aplicación o a los agricultores que los realicen en su propia explota-
ción empleando su equipo propio.

2.3 Control a laboratorios de análisis de residuos de plaguici-


das en Chile

La inocuidad de los alimentos puede verse afectada por la presencia


de residuos de origen químico, lo que puede constituir un peligro para
la salud pública. Los plaguicidas se encuentran relacionados directa-
mente con los procesos productivos realizados en las explotaciones
agrícolas y por tanto, es necesario establecer controles de su presen-
cia, de manera que no produzcan efectos negativos. Según FAO, "el
control de los alimentos se aplica a través de todo el sistema
alimentario. Los tres componentes básicos de una infraestructura de
control de alimentos son la ley de alimentos y los reglamentos que la
acompañan, la unidad de inspección, servicios de análisis y de ejecu-
ción, y los servicios de apoyo (educación, información, capacitación y
asesoría)".

Dentro del esquema indicado por FAO, aparece la función de los servi-
cios de análisis, fundamental para el control de la inocuidad de los
alimentos. Su rol se asocia a determinar que los productos alimentarios
muestreados cumplan con las normas o exigencias establecidas.

Los laboratorios deben contar con el más moderno instrumental y mé-


todos de análisis, así como el personal entrenado para estos fines.

Los resultados de los análisis pueden servir de base para una acción
legal o reglamentaria (pública o privada), los métodos y las técnicas
utilizadas, para la toma de decisión, deben ser precisos y validados.
En los países desarrollados estas materias son cuidadosamente vigila-

Boletín INIA, Nº 268 175


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

das y, con frecuencia, el laboratorio de análisis se ve forzado a defen-


der la habilidad de su recurso humano, el método y las técnicas de
análisis utilizadas, la exactitud de los instrumentos empleados y los
resultados del análisis, frente a paneles de expertos provenientes del
mundo público o privado.

Los requisitos relativos a las instalaciones, gestión, personal, garantía y


control de la calidad, documentación que entrega los resultados y datos
no elaborados y otros temas pertinentes, que se consideran requisitos
previos para obtener resultados fiables e identificables, se describen de
forma general en la norma ISO/IEC 17025 (2005) y en una serie de docu-
mentos de orientación de la OCDE sobre buenas prácticas de laborato-
rio, así como en las leyes y reglamentos nacionales correspondientes.

De lo anterior, se puede señalar que la finalidad de un laboratorio es


producir resultados confiables para la toma de decisiones. Estos datos
deben ser obtenidos con técnicas analíticas confiables, precisas y ade-
cuadas para su fin. Esto, que parece obvio, no es tan fácil de lograr en
la realidad. Durante el desarrollo del proyecto, se contrataron servi-
cios de análisis de residuos de plaguicidas a diferentes laboratorios
nacionales detectándose resultados muy diferentes.

Este tema resulta extremadamente delicado, y por tanto, se requiere


un abordaje consistente. Por ello, fundándose en la experiencia nacio-
nal e internacional, se sugiere establecer algunas medidas que se men-
cionan y detallan a continuación:

a. Fortalecimiento de la acreditación de laboratorios.

La acreditación de un laboratorio es el reconocimiento formal por par-


te de una organización independiente, de que el laboratorio es compe-
tente para realizar determinados análisis. La acreditación es el resulta-
do final de una evaluación (auditoría analítica) realizada por un equi-
po de evaluadores (auditores), que tienen la experiencia, los conoci-
mientos científicos y técnicos suficientes para verificar que los reque-
rimientos establecidos en una normativa, pauta o protocolo definido,
se cumplan. La evaluación cubre dos áreas generales distintas: aspec-
tos organizacionales y aspectos técnicos.

176 Boletín INIA, Nº 268


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

En este contexto, se propone fortalecer y estandarizar la formación de


los auditores que realizan las auditorías a nivel nacional, personal cla-
ve en el proceso. Se debe indicar que ellos deben tener la formación y
el criterio suficiente para evaluar no sólo el cumplimiento de la nor-
mativa, sino sí los métodos y procedimientos establecidos por el labo-
ratorio se ajustan al propósito de los mismos, es decir, sí las figuras de
mérito (características de desempeño de los métodos) son adecuadas
al nivel de precisión y exactitud (veracidad) requeridos para que la
toma de decisión se haga con un cierto nivel de confianza.

A juicio de los especialistas de INIA, se requiere que este tema sea


analizado en una Comisión Nacional de Expertos, que permita buscar
una mejora en este aspecto de manera pública y transparente.

b. Aseguramiento de la Calidad Analítica de los laboratorios.

El aseguramiento de la calidad analítica forma parte imprescindible


de la administración de laboratorios, que busca demostrar y evaluar de
manera transparente, objetiva y documentada, la validez de los proce-
dimientos utilizados para generar datos confiables. El aseguramiento
de calidad presupone; (i) un sistema de control de calidad de las medi-
ciones, (ii) un sistema de evaluación de dicha calidad y (iii) un siste-
ma de documentación que proporcione evidencia objetiva de su exis-
tencia. La ausencia de cualquiera de estos componentes compromete
la validez de los resultados analíticos.

Las propuestas que se levantan en este aspecto son:

• Realización sistemática, oficial y pública de auditorías para de-


mostrar la permanencia de la validez del sistema de calidad del
laboratorio.

• Comparación de los datos obtenidos entre laboratorios, basada en


la trazabilidad a las unidades fundamentales del Sistema Interna-
cional (SI), el uso de materiales de referencia certificados y la rea-
lización de estudios interlaboratorios.

Boletín INIA, Nº 268 177


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

• Implementación de técnicas estadísticas para demostrar la validez


de los procedimientos y datos generados por el laboratorio, y la
necesidad de documentar el proceso.

2.4 Fortalecimiento de las negociaciones internacionales aso-


ciadas a la apertura de mercados

En el contexto del estudio que realizó INIA se analizó, en términos


generales, si los protocolos o acuerdos fitosanitarios firmados por el
gobierno de Chile, tienen alguna incidencia en el uso de plaguicidas
en el país. Para ello se analizaron los protocolos más exigentes o
diferenciadores que están vigentes, y que se aplican a los dos frutales
de exportación analizados, uva de mesa y manzanos.

Es importante indicar que Chile ha logrado tener acceso a los más


diversos e importantes países/mercados, cada uno con sus propias y
múltiples exigencias (calidad, logísticas fitosanidad, inocuidad, entre
otras). La forma de abordar esta diversidad de exigencias por parte del
productor y/o exportador nacional es implementando el escenario más
crítico, el que corresponde a las mayores exigencias de cada uno de
los mercados, para con ello, tener la posibilidad de acceder a cual-
quiera de éstos, sin limitaciones. A las exigencias fitosanitarias tradi-
cionales se deben agregar hoy, las vinculadas a la inocuidad, donde
uno de los componentes más relevantes y controlados son los asocia-
dos a los riesgos químicos, en particular al uso de plaguicidas.

La apertura de nuevos mercados ha producido un aumento del número


de plagas sujeto de control que deben estar ausentes al momento de la
inspección. Los programas fitosanitarios destinados al control de las
plagas cuarentenarias para los mercados de destino, en general, son
definidos por los productores con el apoyo de asesores, usualmente de
las empresas exportadoras. La efectividad de este trabajo técnico se
verifica al momento de la inspección fitosanitaria que realiza el SAG
o las Organizaciones Nacionales de Protección Fitosanitaria (ONPF)
del país de destino, cuando corresponda, previo a la emisión del certi-
ficado fitosanitario o arribo al país de destino. Es decir, si se aprueba la
inspección las tareas fueron exitosas; de lo contrario, las pérdidas o
costos adicionales pueden ser determinantes para el productor e inclu-
sive para el resto de los productores nacionales.

178 Boletín INIA, Nº 268


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

Los mercados donde se exporta uva de mesa son variados y con dife-
rentes exigencias. Al analizar sólo los mercados de China, Brasil, Corea
y México se detectan 22 plagas cuarentenarias que deben ser controla-
das a nivel predial en Chile, siendo el más requirente el mercado asiá-
tico con 20 plagas. La mayoría de los mercados solicita tener registros
del control fitosanitario ejecutado a nivel predial en la uva de mesa
exportada, sin embargo, no existe la imposición de un Programa
Fitosanitario obligatorio para una plaga cuarentenaria específica. Esta
situación permitiría integrar diferentes prácticas de manejo para con-
trolar las plagas cuarentenarias, no siendo la única, la aplicación de
plaguicidas. En el caso del Protocolo con China se señala en el anexo
1, que "inspectores chinos verifiquen prácticas y metodología de con-
trol de plagas cuarentenarias para su mercado", por tanto, se establece
un requerimiento específico de control a la plaga cuarentenaria.

En el caso de las manzanas exportadas, los Acuerdos y/o Protocolos


Fitosanitarios establecen un mayor grado de intervención predial que
los vistos en uva de mesa. El protocolo fitosanitario firmado con Méxi-
co establece la "obligatoriedad" de la instalación de trampas de captu-
ra para determinar las curvas de vuelo de Cydia molesta, así como la
declaración de aplicación de insecticidas del productor, para lo cual
se solicitan registros y declaraciones de tratamientos calendarizados
realizados para el control de plagas.

Para el mercado de México, otro aspecto es la obligatoriedad de presen-


tar un programa fitosanitario "eficiente", que esté sujeto a revisión, tanto
por las autoridades mexicanas como chilenas (SAG). Si es considerado un
programa "deficiente" - falta de cobertura entre un plaguicida y otro, para
el caso de aplicaciones calendario 5 días máximos - el muestreo del lote
es incrementado al momento de la inspección, lo que significa una mayor
probabilidad de un rechazo e incremento en los costos de inspección.
Adicionalmente se establece un muestreo de campo previo a la cosecha,
donde al detectarse alguna plaga cuarentenaria para México, el predio se
clasificará de acuerdo a niveles de riesgo y se establecerán procedimien-
tos para el control fitosanitario predial.

En el caso del mercado de Taiwán, se establece a nivel predial opcio-


nalmente la instalación de trampas de captura de Cydia pomonella o

Boletín INIA, Nº 268 179


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

"medidas de control eficaces y continuas para prevenir infestaciones,


es decir pulverizaciones periódicas de plaguicidas recomendados
específicamente para Cydia pomonella, con intervalos según el perío-
do de protección de los insecticidas aplicados". Estos Programas son
supervisados por el SAG.

De lo analizado respecto de este tema se puede plantear:

a. En la mayoría de los Protocolos/Acuerdos Fitosanitarios suscritos


por Chile, se indica como uno de los requerimientos específicos la
ausencia de plagas, siendo responsabilidad del productor abordar
esa exigencia a nivel de prácticas prediales. De este modo, los
requerimientos, actividades y logística, entre otras materias esta-
blecidas en los Protocolos/Acuerdos Fitosanitarios, deben ser cum-
plidos estrictamente por los productores si pretenden tener acceso
sin limitaciones a los diferentes mercados.

b. Se observa que las medidas impuestas en estos Protocolos/Acuerdos


Fitosanitarios ya no se basan simplemente en la detección de pla-
gas cuarentenarias en inspecciones oficiales bajo procedimientos
muestreales habituales. Hoy por hoy, las medidas van más allá,
interviniendo no sólo las prácticas agronómicas prediales realiza-
das en origen, sino que apuntando directamente a su control y cali-
ficación de éstas. Ejemplos de ello son los Protocolos/Acuerdos
Fitosanitarios firmados con México (uvas y manzanas), China (uva)
y Taiwán (manzanas), donde se aprecia, que los programas
fitosanitarios utilizados por el productor se definen como "eficien-
tes" o "insuficientes" o bien son "verificadas las prácticas y
metodologías de control" por autoridades de las ONPF de países de
destino.

c. Se detecta a través de los años un incremento de la presencia de


residuos de plaguicidas en uva de mesa chilena, información pro-
veniente del Program Data Pesticide (PDP) de los Estados Unidos de
América. El año 2000 se detectaron 5 residuos, mientras que al año
2010 aumentaron a 12, siendo los residuos de fungicidas los de mayor
aumento de 3 a 10. La realidad expuesta en estos Protocolos/Acuer-
dos Fitosanitarios refuerza que si el productor quiere acceder a es-

180 Boletín INIA, Nº 268


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

tos mercados, el control de las plagas cuarentenarias debe ser reali-


zado en base a aplicaciones de plaguicidas por calendario, elimi-
nando la posibilidad de utilizar prácticas basadas en monitoreo para
luego definir si corresponde o no aplicar. Ello evidentemente relega
el uso de prácticas más amigables con el medio ambiente y eleva
los riesgos asociados a la inocuidad alimentaria (residuos de
plaguicidas y otros contaminantes).

d. Se aprecia en est os Protocol os/Acuerdos Fitosanitarios un


desincentivo al uso de programas fitosanitarios basados en el
monitoreo de plagas. Por un lado, las contrapartes oficiales tanto
nacionales como del país de destino aceptan sin requerimientos
especiales de ningún tipo el uso de plaguicidas (salvo el cumpli-
miento de los LMR), sin considerar su toxicidad o impactos ambien-
tales, entre otros. Es claro que lo relevante es dar respuesta a la
exigencia bastándoles que su efecto residual sea suficiente para
cubrir el desarrollo del cultivo y que exista trazabilidad de las ac-
ciones.

e. Si bien algunos Protocolos/Acuerdos Fitosanitarios consideran los


tratamientos en base a monitoreo, en forma explícita, no definen
umbrales de captura (excepciones como Taiwán) que permitan con-
firmar para todos los involucrados, en especial SAG y las ONPF de
los mercados de destino, que la aplicación de plaguicidas se reali-
zó en mérito a lo detectado. Si estos parámetros fueran definidos
claramente, habría un reconocimiento explícito al monitoreo y
umbral de captura para la definición del plan de control, con sus
ventajas y desventajas y, por tanto, el riesgo sería asumido por to-
das las partes, tanto nacional como del mercado de destino y no
sólo por el productor.

f. De acuerdo a lo anteriormente indicado, el Manejo Integrado de


Plagas (MIP), a pesar de ser un programa eficiente, y por tanto,
reconocido y aplicado internacionalmente, no resulta, producto de
las exigencias fitosanitarias de los mercados, seguro para el sector
exportador nacional y, por tanto, su implementación es limitada.
Este hecho real, deriva en que la forma aplicada para controlar las
plagas es a través de tratamiento calendario de plaguicidas.

Boletín INIA, Nº 268 181


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

g. Los programas fitosanitarios centran parte importante de su


estructuración en el efecto residual de los plaguicidas. Se debe te-
ner en consideración que los plaguicidas nuevos, de última genera-
ción, pueden no ser adecuados para los calendarios y exigencias
planteadas por los Protocolos, sea porque no abarcan todas las pla-
gas o bien porque no llegan a nivel de control cero, lo cual podría
obligar al país a mantener en vigencia plaguicidas antiguos (más
tóxicos, por ejemplo) sólo para cumplir exigencias de acuerdos,
poniendo en riesgo la salud de las personas y/o el medio ambiente.

h. La Producción Sustentable y la Inocuidad Alimentaria son desafíos


relevantes para la agricultura nacional en las últimas décadas y se
ha puesto gran énfasis y fomento en estas áreas. En este escenario
se han generado una serie de estrategias y técnicas para disminuir
el uso de plaguicidas y tender a la producción limpia. Sin embargo,
protocolos como los presentados van en una línea completamente
diferente, prácticamente opuesta o incluso regresiva. Estos concep-
tos y estrategias nacionales deberían ser consideradas al momento
de negociar y firmar estos Protocolos comerciales.

i. Otro aspecto relevante al ver la evolución de las exigencias de


plagas cuarentenarias para distintos mercados es que estas se acre-
cientan, muchas de ellas, sin bases técnicas sólidas, siendo acepta-
das a nivel institucional. Es relevante indicar que la capacidad de
negociación nacional debiese ir acompañada de un análisis de ries-
go, que señale la real capacidad de introducción y establecimiento
de una plaga, en el mercado de destino, y que por tanto, no corres-
ponde a un requerimiento discrecional.

Fundándose en la experiencia nacional e internacional, se propone:

Si bien se considera que es relevante la apertura de nuevos mercados


para la fruticultura nacional, en la negociación de estos, deberían par-
ticipar personas que estén directamente involucradas en los procesos
productivos, investigadores especializados, analistas de riesgo, entre
otros expertos, en apoyo al SAG, de manera de sopesar los alcances de
las negociaciones, tanto en su aspecto central como en las externalidades
positivas y negativas que de este resultaren.

182 Boletín INIA, Nº 268


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

2.5 Plan de fomento al recambio de maquinaria utilizada en la


aplicación de plaguicidas

Se identificó en el contexto del Proyecto, a través de la encuesta rea-


lizada a los productores de uva de mesa y manzanas, la maquinaria
disponible en los predios para aplicación de plaguicidas. Se detectó
que existe un total de 34 marcas de tractores de las más variadas pro-
cedencias, siendo un 56% de ellos utilizados en uva de mesa y el resto
en manzanos.

Otra materia abordada correspondió a lo relacionado con la antigüe-


dad de los tractores asociados a la aplicación de plaguicidas disponi-
bles en los predios. A nivel de Regiones, las que cuentan con tractores
más antiguos son Valparaíso y la Metropolitana, y con tractores más
nuevos Atacama y O'Higgins. En el caso de uva de mesa y manzanos,
cerca del 30% de los equipos tiene más de 15 años, los que compara-
dos con esquemas internacionales, debiesen estar fuera de uso.

Otra materia evaluada fue la determinación de la potencia de los trac-


tores declarados por los encuestados. La mayoría de ellos indicaron
potencias entre 60 y 70 HP (31,8%), suficiente para aplicar adecuada-
mente los plaguicidas. Sin embargo, cerca del 25% de las máquinas
no cumplen con los requerimientos mínimos para aplicar un plaguicida.

De lo anterior y, teniendo en consideración las experiencias del Proyecto,


se puede indicar que existe bastante consenso en que una de las falencias
principales en el manejo de plaguicidas en Chile proviene de la calidad
de la maquinaria. La antigüedad tanto de tractores como de equipos com-
plementarios de aplicación, tiene una directa relación con la calidad de
las aplicaciones y en consecuencia con un uso mayor de plaguicidas, a la
vez que genera mayores gastos de petróleo y mantención.

Fundándose en la experiencia nacional e internacional, se propone:

La implementación, por parte del Estado, de un instrumento de fomen-


to al recambio de maquinaria asociada a la aplicación de plaguicidas.
Existen ejemplos interesantes en Brasil y Francia, que podrían ser la
base para el diseño de un plan de trabajo en esta materia.

Boletín INIA, Nº 268 183


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

2.6 Plan de fomento a la implementación de gestión integrada


de plagas y a técnicas alternativas, tales como los méto-
dos no químicos

Como se ha visto, las exigencias son cada vez mayores en el sentido


de minimizar el uso de plaguicidas. Por ello, la propuesta es entregar
herramientas modernas a los productores hortofrutícolas nacionales,
destinadas a la implementación de gestión integrada, lo que permitiría
la revisión cuidadosa de todos los métodos de protección vegetal dis-
ponibles y posterior integración de medidas adecuadas para evitar el
desarrollo de poblaciones de organismos nocivos (plagas), de manera
de aplicar plaguicidas u otras formas de intervención en niveles que
estén justificados (comercial, técnica y económicamente), lo que
impactaría en la reducción y minimización de los riesgos para la salud
humana y el medio ambiente, así como en el óptimo control de las
plagas.

Es indiscutible que la gestión integrada de plagas es parte del modelo


de desarrollo sostenible que hoy se busca en el mundo, en particular
porque pone énfasis en conseguir el desarrollo de cultivos sanos con la
mínima alteración posible de los agro-ecosistemas y en la promoción
de los mecanismos naturales de control de plagas.

Fundándose en la experiencia nacional e internacional, es que se pro-


pone:

a. La implementación de un Plan Nacional de Gestión Integrada que


defina los objetivos específicos, metas, indicadores y tiempos ne-
cesarios para alcanzar el resultado esperado. Los objetivos podrán
incluir diferentes ámbitos de interés, por ejemplo la protección de
los trabajadores, la protección del público en general o de grupos
vulnerables, la protección del medio ambiente, el desarrollo, uso y
promoción de técnicas específicas o la utilización en cultivos es-
pecíficos u otros ámbitos de interés.

El Plan debe tener un carácter integral a fin de obtener efectos y


resultados representativos de la actividad fitosanitaria global, ase-
gurando la aplicación simultánea de todas las medidas y criterios

184 Boletín INIA, Nº 268


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

de sostenibilidad. En su elaboración, revisión y modificación se de-


berá tener en cuenta los efectos sociales y económicos de las medi-
das que se incluyan.

La entidad líder debiese ser el Ministerio de Agricultura y sus orga-


nismos de apoyo técnico, debiendo el INIA asumir un papel prota-
gónico.

b. Desarrollar una investigación más activa e independiente que per-


mita abordar esta materia en función de un objetivo país. Para ello,
se debe generar una línea de financiamiento público destinada a
abordar estas temáticas.

2.7 Otras propuestas

Si la política nacional va encaminada a hacer un uso más racional de


los plaguicidas, debe considerarse algunas medidas como las siguien-
tes:

a. Consolidar y ampliar una red nacional agrometeorológica de alerta


temprana de enfermedades y/o plagas.

b. Apoyar a los productores brindándoles una asesoría técnica más re-


lacionada con sus condiciones agroecológicas y las particulares ca-
racterísticas de su sistema productivo, lo cual requiere de mayores
capacidades e información local por parte de los asesores técnicos.

c. Mejorar las capacidades de productores y de sus trabajadores para


el uso de técnicas de monitoreo, lo que puede hacerse a través de
programas de capacitación que contemplen el reconocimiento, se-
guimiento y manejo de las potenciales plagas y enfermedades que
pueden afectar su huerto o parronal.

d. Implementar una política público-privada de investigación, mediante


el financiamiento adecuado de recursos humanos y físicos, que per-
mita estudiar más profundamente el comportamiento de plagas y en-
fermedades, a fin de desarrollar métodos de monitoreo simples y
confiables y criterios de control para bajar el número de aplicaciones.

Boletín INIA, Nº 268 185


Estrategias de manejo fitosanitario para reducir el uso de plaguicidas

e. Desarrollar una investigación más activa, permanente e indepen-


diente sobre carencias, residuos, uso de enemigos naturales,
plaguicidas naturales o nuevos grupos químicos, entre otros, a fin
de mantener el prestigio del país como productor de alimentos inocuos
y producidos considerando el respeto por el medio ambiente y por
la salud de quienes participan en su proceso.

3. CERTIFICACIÓN DE EQUIPOS DE
APLICACIÓN DE FITOSANITARIOS NUEVOS

En demasiadas ocasiones los problemas detectados en los equipos de


aplicación, son defectos debidos a un deficiente proceso de fabrica-
ción. Para evitar este hecho, la UE dispone actualmente de la Norma
EN 12761-Maquinaria agrícola y forestal. Pulverizadores y distribuido-
res de fertilizantes líquidos. Protección medioambiental, que incluye
los aspectos técnicos que deben cumplir los equipos de nueva fabrica-
ción, para cumplir con los requisitos de calidad medioambiental. Re-
cientemente, y ante la modificación de la normativa europea, estos
requisitos se han modificado, y esta modificación ha derivado en la
transformación de esta norma europea en una nueva norma ISO/DIS
16119 – Agricultural and forestry machinery – Sprayers and liquid
fertilizer distributors – Environmental protection, con importantes mo-
dificaciones respecto a la anterior.

Este aspecto, y la experiencia de diversos países de la UE, permiten


recomendar la puesta en marcha de un programa de certificación ofi-
cial de equipos de nueva fabricación. Esta certificación debería garan-
tizar que todos los equipos cumplan, antes de ser puestos en el merca-
do, al menos con las mismas exigencias o requerimientos que se con-
templan en la norma EN 13790, sobre inspección de equipos en uso. El
objetivo de esta propuesta, es garantizar que cualquier equipo puesto
en el mercado cumpla con los mínimos requisitos que con posteriori-
dad van a ser exigidos al usuario.

186 Boletín INIA, Nº 268

También podría gustarte