Está en la página 1de 66

Apuntes teóricos

para Historia
del Pensamiento
Económico I
Agradecimientos

Se ha contado con la colaboración de Martín Trombetta.


Se agradecen los comentarios de Pablo Singerman,
Pablo Rieznik y Graciela Peri.

3
P r ó lo g o

El texto del Mg. Joaquín Farina “Apuntes teóricos para historia


del pensamiento económico I” constituye un aporte valioso, diri-
gido a alumnos y docentes, ya que sintetiza y hace comprensible
el análisis de las primeras escuelas del pensamiento económico y
sus contribuciones a la conformación de un cuerpo teórico, que
aún hoy sigue vigente.

El trabajo abarca el desarrollo del pensamiento económico en


I
o la Europa de los siglos XVI al XVIII, época que estuvo signada por
c
i
m acontecimientos históricos que marcaron el paso de una sociedad
ó
n
o feudal sumamente permeable a las ideas religiosas y fuertemente
c
E
o
estructurada en un entorno regional, a la conformación de los
t
n Estados nacionales dominados por la gura de los soberanos, y en
ie
m
a
los que comienza hacerse notoria la presencia de una burguesía de
s
n
e tipo “capitalista” con cada vez mayor poder económico y social.
P
l
e Estos rasgos del contexto histórico, son analizados por el autor,
d
a
ir
que los considera determinantes en los cambios experimentados en
o
t
s
los modos de producción y en las relaciones de poder dominantes.
i
H
ra
p
a La primera de las escuelas del pensamiento económico, y qui-
s
o
c
zás la de ideas más pragmáticas, es la escuela Mercantilista que
ir
ó sienta las bases del capitalismo mercantil, basado en la acumula-
e
t
s ción de metales preciosos con el objetivo de obtener una balanza
e
t
n comercial favorable que enriqueciera a la nación. Los escritos de
u
p
A la época, que proponían favorecer las exportaciones y limitar las

4
importaciones, mediante la aplicación de instrumentos arancela-
rios, conforman parte de las “políticas proteccionistas”, que se
discuten aún hoy en la mayoría de los países del mundo, indus-
trializados y no industrializados. Otro aporte signi cativo del mer-
cantilismo ha sido el de sentar precedentes de la gran empresa
moderna, formando asociaciones provisionales de individuos que
aunaban esfuerzos y capital para una tarea en común o para una
expedición mercantil de búsqueda de nuevos mercados.

Otra de las escuela analizada es la “ siocracia”, a la que debe-


mos sin lugar a dudas uno de los más importantes legados ma-
croeconómicos: el “tableau économique” que muestra la interrela-
ción entre los diferentes agentes económicos y la distribución del
producto social global entre los mismos, y constituye el antece-
dente de la actual “matriz de insumo-producto”. Este instrumento
se utiliza hoy no sólo para la interpretación de la distribución de
la riqueza, sino también como elemento central de plani cación
económica, que ha permitido detectar los cuellos de estrangu-
lamiento del sistema económico por sectores de actividad y su
repercusión en el producto global.

Finalmente el autor se re ere a la Escuela de Salamanca, que


encuentra presencia en España y Portugal durante el siglo XVI.
Uno de sus principales exponentes, Martín de Azpilicueta, cobra
notoriedad porque bosqueja por primera vez la Teoría de la in-
ación, donde se relaciona la cantidad de dinero en circulación
con el nivel de precios, convirtiéndose en precursor de la Teoría
Cuantitativa de la moneda enunciada algunos siglos después por
Irving Fisher. Además la Escuela de Salamanca desmiti ca la no-
ción de la tasa de interés como usura, y establece la necesidad
de incentivar el ahorro mediante tasas de interés redituables que
compitan con el uso del dinero en el consumo presente.

5
La cátedra del Profesor Pablo Singerman del CBC ha incluido
en la currícula académica una primera parte, íntegramente dedi-
cada al estudio e interpretación de las escuelas del pensamiento
económico por considerar central introducir al alumno en los co-
nocimientos teóricos, que le permitirán comprender las variables,
modelos y doctrinas económicas, asi como lograr el desarrollo
de un espíritu s crítico frente a los principales problemas eco-
nómico-sociales que afectan particularmente a la Argentina y a
Latinoamérica, y que pueden de algún modo tener respuesta en
algunos de los trabajos de los pensadores mercantilistas, siocrá-
ticos o de Salamanca, por citar las escuelas hasta aquí tratadas
por el Magister Joaquín Farina.

La cátedra “Singerman” estimula a sus docentes a realizar estos


I trabajos que luego de publicados, son utilizados provechosamente
o
c
i
por los docentes y alumnos, considerando que es uno más de los
m
ó
n
objetivos que enriquecen la relación alumno-docente y que me-
o
c
E
joran el nivel académico a través de una oferta de textos claros,
o
t concisos y de fácil comprensión.
n
ie
m
a
s
n
e
P Mg.Sc. Graciela Isabel Peri
l
e
d Profesora Adjunta Regular
a
ir
o
CBC-Universidad de Buenos Aires
t
s
i
H
ra
a
p
s
o
c
ir
ó
e
t
s
e
t
n
u
p
A

6
In t r o d u c c i ó n

Es propósito de esta serie de textos hacer un abordaje inicial


de las principales escuelas del pensamiento económico. De esta
manera se indagarán las grandes tradiciones que constituyeron
la ortodoxia y las principales escuelas y pensadores heterodoxos.

Se hará centro en los supuestos teóricos de cada una de las tra-


diciones y sus aportes a la ciencia económica relacionándolas con
su contexto histórico. De ninguna manera se busca reemplazar la
lectura de los textos srcinales sino por el contrario se estimula y
recomienda fuertemente la misma.

La comprensión de la historia del pensamiento económico y el


contexto de su desarrollo resulta de una importancia fundamental
para el inicio del estudio de la economía. Su importancia se centra
no en su contenido “antropológico” sino más bien en el contenido
crítico que se puede extraer de ella con respecto a las teorías
económicas ortodoxas que intentan monopolizar al pensamiento y
análisis de la materia actual.

El pensamiento, y por lo tanto también el pensamiento econó-


mico, no permanece inmutable a través del tiempo. A su vez, la
evolución del pensamiento tiene que ver con el contexto histórico
en que este se desarrolla y con la defensa política e ideológica de
un determinado orden imperante. Las excepciones a esta evolu-
ción están dadas por las teorías críticas.
7
En esta serie de textos no se abordarán la totalidad de las es-
cuelas económicas por dos motivos fundamentales: el alcance de
la materia y lo extenso que debería de ser para abarcarlas al menos
en forma exploratoria y super cial.

Las escuelas del pensamiento comprendidas por este volumen


serán: la escuela mercantilista, la siocracia, y la llamada escuela
de Salamanca. También se abordarán al inicio de esta primera en-
trega el pensamiento económico en la Grecia Clásica y el período
de transición histórica del feudalismo al capitalismo.

De ninguna manera, como se dijo, es intención del realizador


reemplazar o ahorrar a los lectores el abordaje de los autores aquí
tratados, sino, por el contrario complementar la lectura de estos.
I Alentando y auxiliando la lectura de los mismos.
o
c
i
m
ó
n
o
c
E
o
t
n
ie
m
a
s
n
e
P
l
e
d
a
ir
o
t
s
i
H
ra
a
p
s
o
c
ir
ó
e
t
s
e
t
n
u
p
A

8
La transición del feudalismo al
capitalismo

El análisis del período transicional tiene una importancia funda-


mental para comprender el entorno en que se presenta la econo-
mía política como ciencia. Una multiplicidad de autores abordaron
el período al que estamos haciendo referencia y a su vez las es-
peci cidades de este período han sido eje de numerosos debates.

Sin ignorar la importancia y la riqueza de estos debates se hará


centro en la postura de Maurice Dobb (1963) con algún pequeño
aporte de Karl Polanyi (2006) en torno a la época en cuestión.

Antes de comenzar el análisis se debe dejar en claro que si se


está evaluando el surgimiento de la sociedad capitalista es porque
esta no existió siempre ni hay nada que indique que durará por
siempre. El modo de producción capitalista fue precedido por otras
formas de organización social e incluso por otras “sociedades de
clases”. Tal como en el capitalismo, en estas sociedades había
oprimidos y opresores. En todas estas sociedades, las clases domi-
nantes viven del producto de las clases que trabajan. Son ejemplo
de este tipo de sociedades la esclavista y la feudal (predecesora
inmediata de la sociedad capitalista).

9
En todas estas formas de organización social en clases ha ha-
bido trabajo retribuido y trabajo no retribuido, que era apropiado
por alguien que tenía el poder de hacerlo. En algunas de estas
sociedades como en la sociedad esclavista todo el trabajo parece
ser no retribuido a pesar de que una porción es retribuida. En otras
sociedades como en la feudal está perfectamente identi cado el

trabajo retribuido y el no retribuido. Y nalmente en la sociedad


capitalista la apariencia del trabajo es que es totalmente retri-
buido por más que una parte no lo es.

Sobre el surgimiento del capitalismo existen dos posturas prin-


cipales: la primera señala que el capitalismo surgió de “arriba ha-
cia abajo” y la otra señala lo contrario (de “abajo hacia arriba”).
I
o
c
Aquí se abordará la explicación del surgimiento de “abajo hacia
i
m arriba” que es la que adopta Dobb (Ver Dobb 1963). El proceso en
ó
n
o
c
cuestión se resume en que unos pocos productores se erigen en
E
o
pequeños capitalistas que se liberan de las obligaciones feudales.
t
n
ie
Estos capitalistas fueron apropiándose poco a poco de los medios
m
a de producción (acumulación srcinaria), en base al desarrollo de
s
n
e
P
la actividad comercial y bancaria en las ciudades europeas entre
l
e los siglos XII y XVII. (Ver Roll 1958: 21)
d
a
ir
o
t
s
i
Mientras unos pocos se constituían en capitalistas muchos per-
H dieron todo menos la fuerza de trabajo, es decir, su capacidad
ra
a
p
s de vender en el mercado su fuerza productiva. Este despojo y el
o
c
aumento de la población posibilitaron que esté disponible una
ir
ó
e
importante masa laboral que permitiría que la producción manu-
t
s
e
facturera pasara del trabajo a domicilio al taller (que con poste-
t
n
u
rioridad darán srcen a la fábrica). Esta transición al capitalismo
p
A demoró entre 300 y 500 años según los diferentes autores.

10
La génesis del capitalismo requirió que la transición cumpla
progresivamente los requisitos necesarios para su surgimiento:
hombres acostumbrados a usar su capital en el comercio y la in-
dustria, la existencia de capitales mercantiles prestables, merca-
dos, redes de trá co y vías de comunicación, y disponibilidad de
fuerza de trabajo barato. (Ver Dobb, 1963: 28-29)

Las relaciones sociales de producción capitalistas comenzaron a


asentarse en el Siglo XVI y el capitalismo no termina de a rmarse
mundialmente hasta entrado el Siglo XIX. Aún en la actualidad
sobreviven formas de producción precapitalistas aunque es indu-
dable el predominio actual del modo capitalista de producción.

Por otra parte, este avance de las relaciones sociales de pro-


ducción capitalista tuvo su correlato en un conjunto de profundos
cambios en la concepción teórica del mundo. En particular, nos re-
ferimos aquí a la Ilustración, un complejo movimiento intelectual,
cultural, losó co y político que surgió en Europa occidental en
el Siglo XVIII. El pensamiento de la ilustración (algunos de cuyos
principales exponentes son John Locke1, David Hume2, Thomas

1 Jonh Locke, inglés (1632-…. murió en los primeros años del S XVIII). Es considera-
do el padre del liberalimo y del empirismo moderno. Él inuyó en la declaración de
derechos británica de 1689, esta declaración fue una imposición que el parlamento
le hizo al príncipe Guillermo de Orange para poder suceder al rey Jacobo. Esta carta
le devolvía al parlamento facultades perdidas haciéndolo recuperar poder y aun
avanzar sobre nuevas potestades.
2 David Hume, escocés (1711-1776). Fue lósofo y economista entre otras disciplinas
que abrazó. El empirismo de Locke evolucionó en Hume hasta desembocar en el
escepticismo. Se ocupó de los problemas de la causalidad y la inducción.

11
Hobbes3, Jean-Jacques Rousseau4, el Barón de Montesquieu5 y
Voltaire6) se erige con el objetivo de derrocar el pensamiento me-
dieval, marcado por la losofía escolástica7. En contra del asce-
tismo religioso característico de la edad media, que limitaba el
conocimiento cientí co al terreno de la teología, la Ilustración
encuentra sus bases losó cas en el antropocentrismo, el raciona-
lismo y el cienti cismo. (Ver Roll 1958: 49-55)
Cabe destacar que la Ilustración no fue en ningún momento
un movimiento que se declarara ateo o agnóstico; tal cosa no era
concebible en la sociedad europea del Siglo XVIII, donde la igle-
sia católica aun concentraba un gigantesco poder político. Antes
bien, la Ilustración proclamaba el análisis cientí co del mundo
como una variante del culto a dios: se trataba de alabar al Creador
I
o
a través del análisis de su creación, es decir, la naturaleza. Es en
c
i
m
este contexto que surgió el interés por estudiar diversos aspec-
ó
n
o
tos de las sociedades humanas desde la perspectiva cientí ca, lo
c
E
o
t
n
ie 3 A Thomas Hobbes, inglés (1588-1679). Se lo incluye en este grupo a pesar de haber
m muerto antes del inicio del S XVIII. Publicó su obra Leviatán en el año 1651. Su
a
s oscura personalidad y por considerárselo ateo llevó a varias quemas de sus obras. En
n
e su mencionada obra aborda tanto la naturaleza humana y la organización del hombre
P
l
e
en sociedad como el surgimiento del Derecho y el srcen del Estado como pacto de
d subordinación entre todos los hombres al gobernante de turno.
a
ir
o 4 Jean-Jacques Rousseau, suizo (1712-1778). Sus ideas fueron una in uencia funda-
t
s
i mental en la Revolución Francesa al haber desarrollado ideas republicanas y naciona-
H listas.
ra
p
a 5 Charles Louis de Secondat (Barón de Montesquieu), francés (1689-1755). Fue res-
s ponsable de la articulación de la separación de poderes.
o
c
ir 6 François Marie Arouet (Voltaire) francés (1694-1778). Tiene enfrentamientos teó-
ó
e
t
ricos con Montesquieu y Rousseau. El es el responsable del concepto de tolerancia
s religiosa.
e
t
n 7 Es un movimiento teológico y losó co que extrapoló la losofía grecolatina para
u
p entender al cristianismo. Fue dominante durante el Medievo e implicaba la subordi-
A
nación de la razón a la fe.

12
que hoy llamamos ciencias sociales: la historia, la geografía, la
sociología, la antropología y por supuesto la economía, etcétera.
No pasaría mucho tiempo antes que al algunos pensadores de la
Ilustración (por ejemplo, Rousseau) comenzaran a indagar sobre
la naturaleza de problemas tales como la pobreza y la distribución
del ingreso. Estas preocupaciones fueron particularmente impor-
tantes para lósofos escoceses como David Hume y Adam Smith,
y fue a partir de ellas que surgió la ciencia que hoy conocemos
como economía.

13
El pensamiento económico distal:
Aristóteles

Su lugar en la história

Aristóteles no sólo se centra en el estudiolosó co sino que tam-


bién se ocupa de la política, la física y la biología. Los temas eco-
I nómicos no fueron de gran importancia para los griegos en general
o
c
i y para Aristóteles en particular, pero al eventualmente ocuparse de
m
ó
n
ellos y escribir lo hizo con profundidad e inteligencia. Es de esta
o
c
E
manera una de las fuentes más remotas del pensamiento económico.
o
t
n
ie Nació en el año 384 antes de Cristo en la frontera del territorio
m
a
s
n
griego con Macedonia. Su padre fue médico del rey de Macedonia.
e
P A la tardía edad, para la época, de 17 años asistió en Atenas a la
l
e
d Escuela de Platón. Luego de su etapa como estudiante permaneció
a
ir
o
en la ciudad como maestro. A raíz de la muerte de Platón se mudó
t
s
i a la ciudad de Assos en Asia Menor por una polémica que mante-
H
ra
a nía con los pitagóricos. Allí se casó con una pariente de su amigo
p
s
Hermias –gobernante de Assos- y fue consejero del monarca.
o
c
ir
ó
e
t
Cuando Hermias es capturado y ejecutado por los persas se
s
e
t
muda a Pela que antiguamente había sido la capital de Macedonia
n
u
p
donde se convirtió en tutor de quien sería Alejandro Magno, el
A
hijo menor de Filipo II (al servicio de quien estuvo su padre).

14
Cuando Alejandro llega al trono regresa a Atenas y funda “El
Liceo”, su propia escuela. Murió en la isla de Eubea, donde se ha-
bía retirado por miedo a represalias en Atenas, donde forjaba una
rebelión anti-macedónica dado el prematuro deceso de Alejandro
Magno.

Aportes de Aristóteles, el primero en


analizar la economía en forma analítica, al
pensamiento económico
Platón como antecedente de Aristóteles

A Platón8 se le atribuye el sentido del Estado en sentido eco-


nómico (encarnado aquí por la ciudad). Él se ocupa de la división
del trabajo pero sin tener en cuenta sus aspectos ni consecuencias
sociales, la toma como un fenómeno natural que favorece la ca-
lidad de los productos (gracias a la especialización), sin tener en
cuenta el abaratamiento consecuente de los productos. Tampoco
relaciono como sí lo hará Smith la extensión de la división del tra-
bajo al alcance de los mercados. En síntesis su explicación sobre
la división del trabajo reaccionaria ya que lo hace como reivindi-
cación del sistema de casta y el esclavismo. (Ver Roll 1958: 25)

8 Antes de Platón existieron abordajes menos profundos y/o documentados a la eco-


nomía: en el Siglo VII AC Hesiodo se ocupó de la estacionalidad del trabajo, trató
la acumulación de riquezas y la administración familiar; Aristófanes (453-388 AC)
su crítica social incluyó aspectos que se podrían considerar económicos; Janofonte
(427-355 AC), discípulo de Sócrates hizo aportes a las “ciencias administrativas”.

15
Aristóteles y la propiedad privada

En su libro La Política Aristóteles de ende la propiedad privada


en contraposición con Platón quien era una especie de defen-
sor de un extraño “comunismo” entre las clases dominantes. Él

sostiene la superioridad de la propiedad privada a la propiedad


común basado en su mayor productividad. Sostiene que los bienes
privados son más cuidados que los públicos, que al ser de todos
no son sentidos como propios por nadie. A su vez la existencia de
la propiedad privada nos permite ser virtuosos desde el punto de
vista de la generosidad. A su vez el sentido de propiedad regula el
uso de las cosas. (Ver Roll 1958: 22-28)

I
o
c
i
m
ó
n
o
c
E
o
t
n
ie
m
a
s
n
e
P
l
e
d
a
ir
o
t
s
i
H
ra
a
p
s
o
c
ir
ó
e
t
s
e
t
n
u
p
A
Platón y Aristóteles en La Escuela de Atenas, de Rafael

16
El dinero y el valor

Para él es el dinero (y la palabra) lo que hace al hombre un ani-


mal especial. Considera que el dinero se inventó para satisfacer las
necesidades del comercio, esto lo hace arti cial y prescindible en
lo que hace a la realización de los hombres. Él le da al dinero tres
funciones que aun hoy tienen vigencia: unidad de cuenta, medio
de cambio y reserva del valor. (Ver Roll 1958: 30)

Sostiene la legitimidad del uso del dinero pero consideró antina-


tural el préstamo a interés ya que el dinero es estéril. No se puede
crear dinero a partir del dinero. La obtención de un interés confor-
maría una ganancia no legítima. Santo Tomás de Aquino tomó estos
principios extendiendo su uso a la iglesia católica que condenó el
préstamo con intereses hasta el siglo XIX. (Ver Roll 1958: 28, 41-46)

El valor y el precio

Usando la paradoja del hierro y el oro (en Smith aparecerá como


del agua y el diamante) marca la contraposición entre la mayor uti-
lidad del hierro y el mayor precio del oro. El atribuye esto a que los
bienes más escasos suelen ser más caros sin importar su valor in-
trínseco. A su vez asume la riqueza como potencialmente ilimitada.
Usando al Rey Midas, que todo lo convertía en oro, como ejemplo
muestra la diferencia entre poseer riquezas y poder disfrutarlas. A
su vez sienta las bases del valor de uso y el valor de cambioal soste-
ner en La Política que toda cosa tiene un valor primario que es para
lo que se la puede usar y un valor secundario que obedece a por lo
que se puede intercambiar. (Ver Roll 1958: 29)

17
M e r c a n t ilis t a s

Eric Roll (1958: 49) sostiene que “el sistema clásico de la


economía política fue preparado en los tres siglos que tras-
currieron entre la Edad Media y la aparición de la Riqueza de
las naciones . […] La economía política preclásica puede divi-
dirse en dos partes: La primera es, en gran parte, el re ejo del
nacimiento del capitalismo comercial y generalmente se llama
‘mercantilismo’[…]. La segunda que acompañó la expansión del
I
capital industrial a nes del siglo XVII y principios del XVIII,
o
c
i
contiene a los verdaderos fundadores de la ciencia de la econo-
m
ó
mía política […]”.
n
o
c
E
o
t
Se torna dif ícil encuadrar al mercantilismo como una corriente
n
ie de pensamiento que funciona al unísono sino que más bien
m
a
s
marcó el nal de la ideología económica cristiana, como se men-
n
e
P
cionó, inspirada en los griegos, que rechazaba la acumulación
l
e
d
de riquezas y los prestamos con interés (por su vinculación con
a
ir la pecaminosa usura). De este modo la economía deja de estar
o
t
s
i
presa de los teólogos y adquiere autonomía de la moral y la re-
H
ra
a ligión. El punto en común que se podría encontrar entre ellos su
p
s
o
alta estima por el dinero. (Ver Roll 1958: 55 y 59)
c
ir
ó
e
t
s
Atendiendo a lo antedicho se podría de nir al mercantilismo
e
t
n
como la corriente que engloba al conjunto de ideas pragmáticas
u
p
A
en materia política y económica entre los siglos XVI y XVIII en
Europa durante la vigencia de las monarquías absolutistas. Los
18
pensadores mercantilistas en general buscan el crecimiento (o en-
riquecimiento) de las naciones en base al comercio exterior, donde
el accionar del Estado aplicando políticas proteccionistas resulta
primordial.

Sintéticamente se ocuparon de las siguientes prácticas en tres


ámbitos: fortalecer los vínculos entre el poder político y la ac-
tividad económica; la intervención Estatal en la economía y; el
control monetario.

La época del surgimiento del mercantilismo coincide con el mo-


mento en que las monarquías deseaban absorber la mayor canti-
dad de fondos posibles para así afrontar sus crecientes gastos.
Pasando por alto al sistema social el mercantilismo surge para
justi car y a la vez satisfacer ese afán de riqueza.

El mercantilismo fue el impulsor de las primeras intervencio-


nes estatales en la economía sobre todo en el control del co-
mercio exterior siempre con el n de llenar las arcas del mo-
narca y a su vez, sentó los principios del capitalismo moderno.
Consecuentemente este n mercantil de acumular riqueza vía el
comercio exterior fue causal de numerosas y sangrientas guerras
de srcen comercial.

Es indudable que el mercantilismo fue un agente de la uni ca-


ción de los estados nacionales. Este proceso de uni cación la en-
frentó con la iglesia. También esa uni cación tendió a robustecer
el poder del Estado hacia el exterior.

19
La era mercantil

Este apartado si bien es, en términos cronológicos, parcialmente


coincidente con la ya tratada transición del feudalismo al capita-
lismo intentará no reiterar hechos innecesariamente. La llamada
edad mercantil abarca los siglos XVI y XVII. Europa Occidental
atraviesa durante ese período grandes transformaciones principal-
mente impulsados tanto por el desarrollo y profundización del co-
mercio ultramarino como por el emergente predominio del capital
comercial.
Esta región pasó de una organización pueblerina, o a lo más re-
gional, de la economía en la campiña durante la llamadabaja edad
media (SXII a SXV) con un débil intercambio mediatizado por el
I
o
dinero a una sociedad transicional donde lo mercantil comienza a
c
i
m
tomar centralidad. En las ciudades la producción de manufacturas
ó
n
o
estaba organizada a través de los gremios de cioso controlados
c
E por unos pocos artesanos propietarios de los saberes y los medios
o
t
n de producción, que trabajaban en sus propios talleres asistidos
ie
m por sus aprendices9. En todos los casos lo que se destacaba era el
a
s
n
e
carácter limitado de los mercados lo que permitía bastante certeza
P
l
e
de parte de los productores a la hora de prever la demanda.
d
a
ir
o
t
En la edad media tardía comienza a declinar la economía me-
s
i
H
ra
a
ramente regional. Declinación que terminará en disolución en la
p
s
época del capital mercantil comenzando a surgir un escenario más
o
c
ir amplio hacia una economía nacional extensiva. Esta etapa de la
ó
e
t
transición se basa en el rápido desarrollo de la economía dinera-
s
e
t
n
u
p 9 El número de aprendices era controlado por cada gremio de cada rama de la produc-
A
ción manufacturera.

20
ria, la expansión de los mercados y la cada vez mayor fuerza del
capital mercantil. El nal de las cruzadas permitió la expansión
del comercio entre Europa Occidental y Oriente. Ya en el siglo XV
los avances turcos cortaron las rutas directas entre los principales
puertos de Europa Occidental, las italianas Venecia y Génova, con
Oriente. En consecuencia el capital comercial demanda la apertura
de nuevas rutas para reanudar el comercio. Vasco da Gama llega
en 1498 a la India circunnavegando África y en 1492 Colón se
encuentra accidentalmente con América buscando una ruta di-
recta al Levante yendo hacia el Poniente. Por lo que el comercio
marítimo de alcance mediterráneo dio srcen a un comercio trans-
oceánico que venía a reemplazar a las caravanas bloqueadas por
las invasiones otomanas. Adicionalmente el comerciocolonial con
América trajo los bene cios extraordinarios que brotaron del mo-
nopolio. [Ver Rubin 1928]

El historiador Argentino Micíades Peña (2012: 42-60) relati-


viza el alcance de estos bene cios por parte especí camente de
España. Él fundamenta esto en el atraso manufacturero español
que a lo sumo la convertía en intermediaria y en la porosidad de
las colonias españolas al contrabando.

Lo que si pasó con seguridad en el período fue la inundación


de Europa de metales preciosos americanos. Estos entraban por
España y pasaban al resto de los países vía comercial. Esto pro-
vocó un shock monetario que en algunos casos devino en in a-
ción. Durante el SXVI se experimentó unarevolución de precios que
incluía a los salarios pero estos últimos crecían más lentamente.
Por lo tanto el poder de compra para nes del SXVII había caído
a la mitad. Esto implicó que a la par del rápido enriquecimiento
de la burguesía comercial se profundice el empobrecimiento de las
capas bajas de la sociedad. A esto se le sumó el período de cer-
21
camientos que expulsó a los campesinos de las tierras comunales.
[Ver Rubin 1928 y Polanyi 1944]

Las implicancias de la política mercantilista

Las políticas mercantilistas desarrolladas en esta etapa de pro-


tocapitalismo se expandieron por Europa pero Inglaterra, que pos-
teriormente se transformaría en potencia industrial, las aplicó en
forma más profunda.

Existía una fuerte regulación del comercio al punto tal que pe-
saba una prohibición de exportación de metales preciosos. Por lo
tanto los comerciantes extranjeros eran obligados a gastar todo el
I dinero que obtenían por sus ventas en Inglaterra. Al tiempo que
o
c
i
para atraer metales preciosos los comerciantes Ingleses tenían
m
ó
n
que traer al reino una porción signi cativa de sus ventas en el
o
c
E
exterior. El objetivo de esta política de tipo scal buscaba incre-
o
t mentar el tesoro público vía carga aduaneras o por el incremento
n
ie de los metales en el interior del país. [ver Rubin 1928]
m
a
s
n
e
P Cuando tardíamente, comparado con Italia u Holanda, Inglaterra
l
e
d desarrolla el comercio y la industria este tipo de política se con-
a
ir
o
t
s
i vierte en un obstáculo para el desarrollo del comercio y en con-
H
ra
secuencia del capitalismo. Por lo que las restricciones fueron
a
p
s
perdiendo alcance y fuerza. A la previamente vigentebalanza mo-
o
c
ir netaria se impuso una nueva balanza comercial.
ó
e
t
s
e
t
Las exportaciones inglesas pasaron de productos primarios
n
u
p
(principalmente lana) a la exportación de productostextiles ter-
A

22
minados. En consecuencia Inglaterra encarna una lucha en pos
de dominar el mercado mundial. Pasó a ocupar un rol activo en
el mercado mundial embarcando sus mercancías hacia los desti-
nos más diversos y distantes en su propia ota. En consecuencia
Inglaterra se lanza también tardíamente al colonialismo y a rom-
per la in uencia colonial de las otras potencias europeas con la
guerra, principalmente naval, y el contrabando como principales
armas. Triunfante en la mayoría de sus con ictos bélicos Inglaterra
hacia el nal del SXVIII se erigió como la principal fuerza militar,
comercial y colonial. [ver Rubin 1928]

El mercantilismo no era otra cosa que un proteccionismo, en


este proteccionismo se fundó Inglaterra para pasar de una nación
rural a una potencia industrial. En consecuencia la política adua-
nera mutó y tuvo que quitar los derechos de importación sobre
las materias primas para asegurar su arribo barato a la industria.
Al tiempo que las prohibiciones y altas cargas aduaneras, a la
importación, se aplicaban a los productos terminados. De esta
forma el mercantilismo queda claramente dividido en dos etapas.
La primera a la que Rubín [1928: 29-34] llama mercantilismo tem-

prano se centra en un proteccionismo que apuntaba a controlar el


ujo de metales preciosos mientras que el segundo,mercantilismo
tardío, apunta a controlar el ujo de bienes.

Thomas Mun

Fue un lúcido comerciante londinense que vivió entre 1571 y


1641. Su papel en la época fue fundamental en lo analítico desde
el lugar en el que estaba inserto profesionalmente, director de la
Compañía de las Indias Orientales. Dado la empresa en la que se

23
desempeñaba justi caba el derecho que tenían de exportar meta-
les ya que lo hacían con la nalidad de lograr ingresar una mayor
cantidad en el futuro inmediato. (Ver Roll 1958: 70)

I
o
c
i
m
ó
n
o
c
E
o
Thomas Mun
t
n
ie
m
a Es por lo antedicho que nalmente encuentra como vía de enri-
s
n
e quecimiento nacional al comercio exterior. Si el capital comercial
P
l
e se uso en forma adecuada eso se re ejará en la balanza comercial
d
a
ir ya que dará un resultado positivo. A su vez hace un llamado a que
o
t
s
i
Inglaterra aproveche su monopolio en determinados productos in-
H
ra
a
ando sus precios (sin llegar a desalentar a los compradores) y
p
s
que compita vía precios en donde tengan competencia. Esta acti-
o
c
ir tud comercial combinado con otra actitud que recomienda que el
ó
e
t comercio se realice en barcos ingleses asegurará para Inglaterra la
s
e
t ganancia comercial, el ingreso por seguros y los etes. (Ver Roll
n
u
p 1958: 72)
A

24
Otros de los méritos analíticos atribuibles a Mun es lograr re-
lacionar la oferta de metales preciosos con el aumento de los
precios interiores y la baja de la competitividad exterior. Mun
resultó más avanzado que otros mercantilistas ya que relativiza la
importancia de la acumulación de oro aunque se ocupa de los mo-
tivos por los que España pierde el oro procedente de las colonias,
pillaje y estructura productiva que la hacía una gran importadora
de productos. Finalmente en sus escritos le pone límite a la carga
tributaria. Dicho límite no podrá exceder la diferencia entre ex-
portaciones e importaciones ya que de ser así comprometerá las
condiciones de vida en el interior del país.

25
Escuela de salamanca

El término Escuela de Salamanca se utiliza genéricamente para


designar el renacimiento del pensamiento en una vasta cantidad
de áreas que llevó a cabo un conjunto de universitarios españoles y
portugueses.

Se desarrolló en Europa durante el Siglo XVI y sus principales


exponentes fueron: Martín de Azpilicueta, Melchor Cano, Diego
I
de Covarrubias, Bartolomé de Medina, Tomás de Mercado, Luis
o
c
i
de Molina, Domingo de Soto, Francisco Suárez, Gabriel Vázquez y
m
ó
Francisco de Vitoria.
n
o
c
E
o
t
Tras el descubrimiento de América surgieron en España graves
n
ie problemas económicos. Es en ese marco que un grupo de teólogos
m
a
s
de la Universidad de Salamanca se ocupó de analizar los nuevos
n
e
P
acontecimientos económicos y sus consecuencias, sobre la econo-
l
e
d
mía española.
a
ir
o
t
s
i Anteriormente, en la Edad Media, todo desarrollo intelectual
H
ra
a había estado bajo el paraguas eclesiástico. Siendo rectoras las
p
s
o
ideas de Santo Tomás de Aquino. A la llegada del Renacimiento,
c
ir
ó
la Iglesia fue perdiendo su poder cultural e in uencia. En con-
e
t
s
secuencia ya no importaba determinar si la ganancia era moral-
e
t
n mente legítima o si un precio era justo. Esta escuela opinaba
u
p
A
sobre el fomento del comercio y la legitimidad de este. Llegando
a la conclusión que los comerciantes no sólo no eran moralmente
26
reprobables, sino que cumplían con un servicio fundamental para
el bienestar general.

O sea esta escuela surge en una Europa “Nueva” bajo las “vie-
jas” ideas de Santo Tomás. Continuando de esta forma las ideas
escolásticas en la Europa renacentista. El interés imperante era el
aumento de la riqueza. También se veían preocupados por la in a-
ción generada en España a raíz del descubrimiento de América, la
legitimidad de las operaciones bancarias y los con ictos morales
que se presentaban como consecuencia de los negocios.

Siguiendo a Aristóteles legitimaron la existencia de la propie-


dad privada considerándola necesaria para el desarrollo del comer-
cio. Además le atribuían la promoción de la paz social y la equidad
aunque de ninguna manera anula la capacidad pecadora del hom-
bre. Sostenían que si las tierras fueran de propiedad común serían
mal administradas. Además eso permitiría la explotación de los
débiles por parte de los poderosos.

Su labor se fue rescatando tardíamente del olvido y, por ejem-


plo, Schumpeter10 reivindicó la aportación de los salamantinos
al srcen de la economía como ciencia en su libro “Historia del
Análisis Económico” del año 1954.

10 Economista de srcen Austro-Húngaro (aunque el lugar de sunacimiento en la ac-


tualidad pertenece a la República Checa) (1883-1950). Estudió en la Universidad
de Viena y fue discípulo de Friedrich Von Wieser uno de los padres fundadores de
la Escuela Austríaca. A este economista formado en la mencionada escuela no se
lo puede considerar como perteneciente a ella en términos estrictos. Enseñó en la
Universidad de Harvard.

27
Su teoría de la in ación: La teoría
cuantitativa de la Escuela de Salamanca

Como se mencionó, al descubrir América, España se vio envuelta


en problemas económicos. La gran a uencia de metales preciosos
generó in ación y carestía. Generándose, así, en apariencia una
paradoja de abundancia de oro (y plata) y la proliferación de la
pobreza.
I
o
c
Fue Martín de Azpilcueta quien analizó los efectos monetarios
i
m
ó
para evaluar la problemática descripta. Siendo el primero que rela-
n
o
c
cionó la cantidad de dinero con el nivel de precios. Estableciendo
E
o que: la abundancia de dinero en una economía es lo que genera la
t
n
ie
in ación. A su vez sostiene que la in ación genera grandes males
m
a
s
para la sociedad. En consecuencia se entiende que Azpilcueta es el
n
e
P
precursor de la teoría cuantitativa del dinero de Fisher11.
l
e
d
a
ir
o
t
s
i
H
ra
a
p
s
o
c
ir
ó 11 Esta teoría relaciona el nivel delos precios con la cantidad de dinero en circulación.
e
t Su formulación más simple se expresa por medio de la ecuación de Fisher (Irving
s
e
t
Fisher economista estadounidense 1867-1947): que expresa que M x V = P x T
n (donde M es la cantidad de dinero en circulación, V es la velocidad de circulación,
u
p T el volumen de las transacciones y P el nivel de precios). Si V y T permanecen
A
constantes mayor dinero implica un aumento de precios.

28
Martín de Azpilcueta, grabado por Buenaventura Salesa

Otro aporte del español fue el de la preferencia intertemporal


del dinero, esta sostiene que siempre los bienes presentes se va-
loran más que los futuros (en iguales condiciones). De aquí surge
la justi cación del interés como premio al no consumo presente
en pos de un mayor consumo futuro. El interés incluía al riego del
prestatario, el lucro cesante y la srcinal aportación del bene cio
que le correspondía a su poseedor ya que lo consideraban una
mercancía. Contradiciendo de esta forma la antigua concepción
negativa sobre la usura (que se aplicaba a todo préstamo con in-
terés) de la iglesia católica.
29
A pesar de sus aportes la Escuela de Salamanca no formalizó
una doctrina económica completa, pero estableció las primeras
teorías económicas para enfrentar los nuevos problemas que ha-
bían surgido.

I
o
c
i
m
ó
n
o
c
E
o
t
n
ie
m
a
s
n
e
P
l
e
d
a
ir
o
t
s
i
H
ra
a
p
s
o
c
ir
ó
e
t
s
e
t
n
u
p
A

30
Fisócratas

Esta escuela se desarrolló durante el Siglo XVIII y sostenía que


la ley natural aseguraba el buen funcionamiento del sistema eco-
nómico. Por lo tanto no sería necesaria la intervención guberna-
mental. De esta forma sentó las bases del laissez faire12.

El vocablo siocracia es de srcen griego y signi ca “gobierno


de la naturaleza”. De esta forma primero jaban la necesidad de
una existencia de armonía entre las leyes del hombre y las de la
naturaleza, y luego justi caban la actividad agrícola como la única
donde la naturaleza posibilita que el producto obtenido supere los
insumos usados. De niendo a la agricultura como la única capaz
de producir un excedente económico –producto neto-. Declarando
al tiempo la esterilidad de la industria y el comercio.

12 Esta expresión de srcen francés signi ca “dejar hacer”. Hace referencia a dejar en
libertad la economía. Esto incluye la libertad de mercado, de industria, del mercado
laboral y bajos impuestos. O sea implica una mínima intervención estatal-guberna-
mental. La primera vez que fue usada en esta acepción fue en el SXVIII por el sió-
crata Jean-Claude Marie Vicent de Gournay quien la acompañó deet laissez passer.
Rubin [1928] sostiene que anteriormente fue utilizada por el Marqués de d’Argenson
(1694-1757).

31
Antecedentes y contexto histórico

Esta escuela surgió y se hizo fuerte en la Francia del SXVIII.


Esta nación europea se encontraba al promediar ese siglo en una
situación lastimosa, tanto desde el punto de vista económico
como desde el punto de vista nanciero. El srcen de esta situa-
ción crítica podía remontarse a nales del SXVII.

Desde el comienzo de los 72 años de reinado de Luis XIV (fue


monarca desde los 5 años de edad), en 1643, proliferaron las
costosas guerras y extravagancias varias que llevaron a Francia a
la ruina. Desde el inicio de ese reinado hasta su n, en 1714, la
población francesa cayó en 4 millones y su producción agrícola
I pasó a ser 2/3 de lo que era. Con el n del reinado de Luis XIV no
o
c
i
terminó el derroche ya que fue una norma también en sus suce-
m
ó
n
sores. Esto dio como consecuencia una sociedad francesa donde
o
c
E
contrastaban la opulencia y la pobreza.
o
t
n
ie Los jóvenes nacidos en la campiña huían a las ciudades esca-
m
a
s
n
pando de la pobreza y de la milicia, debilitando cada vez más al
e
P campo y trayendo como consecuencia áreas sin cultivar. El hambre
l
e
d ocasionaba por lo tanto motines por falta de pan. Todo lo seña-
a
ir
o
lado, sumado a una adhesión a las típicas políticas mercantilistas,
t
s
i llevó a Francia a la situación mencionada.
H
ra
a
p
s
o
c
ir
ó
e
t
s
e
t
n
u
p
A

32
Retrato del Rey Sol realizado en 1701 por Hyacinthe Rigaud

Estas políticas implicaban el uso del Estado para dar impulso a


la industria y al comercio (incluyendo el ultramarino a través de
la navegación). También se limitó o prohibió la importación de
manufacturas, y se estimuló la exportación de ese tipo de bienes
a cambio de un control y regulación estatal de su producción. A
n de asegurar mano de obra barata para la industria se prohibió

33
la exportación de alimentos y granos, lo que perjudicó a la agri-
cultura. De esta forma creían iban a hacer de Francia un país más
rico (ya que llenarían las arcas del Estado) y debilitarían a la vez
a la aristocracia feudal. [Ver Rubin 1928]

En principio esta política resultó exitosa y colocó a Francia en-


tre las mayores naciones industriales y comerciales. La industria
francesa se había especializado en bienes de lujo que hicieron
brillar a la corte de Versalles más que a cualquier cortejo real. Este
éxito resultó frágil y al morir Colbert 13 –el mentor de estas medi-
das económicas- la mayoritaria población de campesinos estaban
arruinados por las restricciones al comercio exterior y el derroche
de la realeza y la alta burguesía (vía impuestos) por lo tanto no
resultó una demandante efectiva de productos los industriales de
I lujo que Francia producía.
o
c
i
m
ó
n
Esta restricción desde el lado de la demanda limitó fuertemente
o
c
E
ese desarrollo industrial. Con lo cual la industria en lugar de pro-
o
t veer al estado de ingresos se transformó en una demandante de
n
ie subsidios. La industria se reveló estática en términos tecnológi-
m
a
s
n
cos, poco diversi cada y raquítica, en consecuencia se truncó el
e
P sueño de grandeza francés.
l
e
d
a
ir
o
En 1697, Pier le Pesant14 marcó que errores en la administración
t
s
i estaban llevando a la miseria al pueblo francés. Destacando el
H
ra
a sufrimiento de la actividad agrícola por responsabilidad de las tra-
p
s
bas comerciales y los impuestos (entre otras deducciones –como
o
c
ir el diezmo eclesiástico-) a los que eran sometidos los campesinos.
ó
e
t
s
e
t 13 Colbert estadista Francés (1619-1683), principal asesor en materia económica de
n
u Luis XIV, fue tal vez el representante más consecuente del Mercantilismo.
p
A
14 Pier le Pesant, francés (1646-1714). Economista y empleado público.

34
En 1707 Sebastien le Preste15, quien fuera conocido como Vauban,
ya que fue Señor y Marqués de esa porción de Borgoña, corroboró
los dichos de Le Pesant. En consecuencias propone sustituir todos
los impuestos existentes por un único diezmo aplicable por igual a
toda la población sea cual fuera el srcen de sus ingresos. A su vez
atacó los privilegios y destacó el trabajo agrícola. Los pensamientos
de Pier le Pesant y Sebastien le Preste fueron penados con la pér-
dida de los favores reales y el destierro. Vauban, dada su avanzada
edad, muere antes de concretarse la pena pocos meses después de
que su publicación viera la luz. (Ver Cusminsky, 1991: 5)

Se suele considerar, en consecuencia, que Le Pesant y Vauban


son los precursores de la siocracia. Por el contrario Schumpeter
consideraba que Le Pesant tenía menos puntos en común con los
siócratas que con Marx, y que las referencias de

Vauban a la agricultura no lo hacen merecedor de ser conside-


rado un precursor siócrata.

Este tipo de críticas al gobierno francés reaparecerán después de


la llamada paz de Aquisgrán16 en 1748, de la mano de Montesquieu
en El espíritu de las Leyes donde éstas se amplían a los campos
religiosos, políticos y losó cos. Muchas de las críticas por venir
tendrán como eje la comparación de Francia con Inglaterra en
términos de organización económica.

15 Sebastien le Preste (1633-1707) fue soldado, ingeniero militar y un escritor con una
numerosa y variada obra. Entre los temas tratados se cuentan la silvicultura, la ga-
nadería porcina, la colonización y la política monetaria. Esto le valió ser nombrado
miembro honorí co de la Academia Nacional de las Ciencias Francesas.
16 Se trata del segundo tratado de Aquisgrán (el primero había sido rmado entre Fran-
cia y España casi un siglo antes) al nalizar la Guerra de Sucesión Austríaca. Este
acuerdo fue rmado entre Inglaterra Francia y los Países Bajos.

35
Cómo se mencionó, a mediados del SXVIII el campesinado vi-
vía en la más profunda miseria, luego de que la gran cantidad de
impuestos le arrancara el pan de sus bocas sólo podían mante-
nerse con una alimentación de ciente la gran parte del año. El
campesinado solía permanecer acostado en reposo para aminorar
el gasto calórico. Frecuentemente la carga impositiva excedía las
4/5 partes de la producción bruta (antes de separar las semillas
para la próxima siembra). [Ver Rubin 1928]

Especí camente en Francia y en lo económico “[…] el mer-


cantilismo, que re eja los intereses del capital comercial, había
provocado la oposición de los siócratas, que defendían a la bur-
guesía rural. Sin embargo, la oposición no dio ningún resultado en
la práctica ya que el programa de los siócratas no fue llevado a
I cabo. La única fuerza que podía quebrar al mercantilismo era la de
o
c
i
la burguesía industrial.”. En consecuencia, en términos históricos,
m
ó
n
habrá que esperar hasta el avance de la revolución industrial para
o
c
E
que los cambios se profundicen. [Rubin 1928]
o
t
n
ie Sus principios sólo fueron aplicados en forma marginal a tra-
m
a
s
n
vés de legislaciones de impuestos y comerciales. Sí tuvieron una
e
P fuerte in uencia en las políticas económicas en época de escasez
l
e
d donde los productores de alimentos comienzan a recibir estímulos.
a
ir
o
Hasta ese momento al faltar los alimentos17 se ordenaba una baja
t
s
i en sus precios lo que desalentaba la producción y en consecuen-
H
ra
a cia se profundizaba la situación o se enlentecía la salida de ese
p
s
escenario.
o
c
ir
ó
e
t
s
e
t
n
u
p 17 Desde mediados del SXVIII hasta la Revolución Francesa el país atravesó una
A
treintena de hambrunas.

36
En términos generales la siocracia duró sólo entre una década
y dos entre 1760 y 1780, formando parte de una gran jornada pre-
rrevolucionaria de insatisfacción creciente que se inició en 1750.
A partir de 1780 año esta forma de pensamiento siocrático sólo
se mantuvo vigente para la economía.

En términos económicos sus pilares eran los siguientes: la agri-


cultura como única generadora de riqueza, establecer un impuesto
único, liberalización del comercio de granos. Es en el contexto
de su programa de regeneración de la agricultura donde princi-
palmente los siócratas logran captar la atención social. “En su
programa, los Fisiócratas estaban preocupados por crear condi-
ciones favorables para el desarrollo de la agricultura capitalista.
Hemos visto que hasta mediados del Siglo XVIII, la agricultura
francesa sufrió primero, de baja productividad de la tierra y po-
bres cosechas, segundo, de bajos precios de granos, y tercero, de
pesadas obligaciones señoriales e impuestos estatales. Las prime-
ras dos de estas actuaban para reducir el ingreso del cultivador,
mientras que la tercera imponía la más severa exigencia sobre la
presupuestación de sus gastos. Los Fisiócratas demandaron en su
programa que todas estas condiciones desfavorables fueran elimi-
nadas. Primero, abogaron por la racionalización de la agricultura
conforme a la agricultura inglesa. Segundo, lanzaron un furioso
ataque contra la política mercantilista de reducción del precio de
los granos, y demandaron tanto la libertad de comercio como la

libre exportación de granos. Tercero, su programa clamó por el


completo alivio de la clase agrícola de impuestos y de todos los
tributos para que sean reemplazados por la renta pagada a los
terratenientes.” [Rubín 1928]

37
Fue durante la Guerra de los Siete años18 que comenzaron a crecer
las ideas de la siocracia a la vez que lograban mayor notoriedad
y repercusión. Sus ideas eran publicadas en varios diarios. Desde
esas tribunas se promovía la agricultura racional, se condenó a los
gremios y su exclusivismo, la multiplicidad de impuestos –sobre
todo a la campiña-jación
y la arti cial de precios agrícolas. Pero
tal como dijera Rubín estas predicas llevarían a cambios que no
resultaron profundos y los grandes cambios en la Europa feudal
decadente debieron esperar a la pujanza del capitalismo industrial.

W(iPl1lei6tat2m
y3-1687)

I Fue un economista y estadístico inglés (además de médico,


o
c
i
cientí co, físico, inventor, empresario y lósofo) que integró el
m
ó
n
parlamento. Fue creador de términos fundamentales en el desa-
o
c
E
rrollo de la historia del pensamiento económico como el depleno
o
t empleo y la ley Petty19.
n
ie
m
a
s
n
Era hijo de un pequeño artesano y murió en la más absoluta
e
P riqueza. Fortuna que obtuvo con los métodos más desvergonzados
l
e
d durante la partición de las tierras irlandesas. [Ver Rubin 1928]
a
ir
o
t
s
i
H 18 Se llamó así a una serie de con ictos bélicos que se dieron entre 1756-1763. Este
ra
a con icto trataba de de nir el control sobre Silesia y sobre las colonias en América
p del Norte e India. Los bandos en pugna fueron: Sajonia, Austria, Francia, Rusia,
s
o Suecia y España contra Prusia, Portugal, Gran Bretaña y Hanóver. Terminó con la
c
ir victoria de la alianza donde estaban los británicos que tomaron el control de las
ó
e
t
colonias francesas en América y consolidaron su dominio en la India. A su vez en la
s rama más importante de la industria –la textil- Inglaterra retuvo la supremacía
e
t
n 19 Esta ley sostiene que a medida que avance la tecnología y en consecuencia se
u
p facilite el transporte para bienes no agrícolas tendrá por consecuencia el traspaso
A
progresivo de mano de obra del agro a la industria.

38
Agregaba a las funciones que debía tener el Estado, según el
mercantilismo vigente, los siguientes desempeños: la educación,
el cuidado de los necesitados y el mantenimiento de las vías de
comunicación terrestres y uviales. Se lo podría incluir entre los
mercantilistas aunque es un claro pre siocrata, sobre todo en su
postura tributaria –criticaba que los impuestos fueran muy altos-,
es por ello que se lo ha ubicado en esta sección.
Marx (1974: 9-15) sostiene que Petty, poseedor de un genio y
una srcinalidad incontrastables, es el fundador de la economía
política moderna20. Es en Petty donde se puede encontrar el ori-
gen de la plusvalía. Él distingue entre el precio natural y el precio
político. Lo que llama precio natural es lo que Marx llamará valor
ya que se relaciona con la cantidad de trabajo que contienen. En
palabras de Petty “El trabajo es el Padre y principal activo de la
Riqueza, como las tierras son la Madre”. Es en la determinación
del valor donde se oculta la existencia de la plusvalía. También
determina el valor del trabajo en lo estrictamente necesario para
subsistir. Simpli cando sus dichos de la diferencia entre elprecio
natural de la mercancía (el valor en términos marxistas) y el valor
del trabajo brota la plusvalía (en términos también marxistas).
Vale aclarar que confunde en cierta medida la plusvalía con la
renta del suelo (otra fuerte in uencia que recibirán los siócratas
de su parte). También hace el paso entre el valor y el precio (el

20 Veremos que tanto Petty como Quesnay y Smith se disputaran esa paternidad.

39
William Petty, detalle de un retrato atribuido a Isaac Fuller
I
o
c
i Sobre su confusión entre renta y ganancia Rubin [1928] dice:
m
ó
n
“Distingue dos partes en el valor de cualquier producto (el cual
o
c
E
a modo de ejemplo usualmente es el maíz):salarios y la renta de
o
t la tierra. […] Así, lo que Petty tiene en mente, y presenta en el
n
ie modo de la renta de la tierra, es plusvalor total, incluyendo bene -
m
a
s
n
cio.” Además el mismo autor considera tan justo a rmar que Petty
e
P
l
es el padre de la teoría del valor trabajo como de muchos errores
e
d de conceptualización al respecto que frecuentemente se perpetua-
a
ir
o
ron en autores posteriores (Locke, Cantillon y James Stuart).
t
s
i
H Otro aporte de Petty es el de asumir que el precio de la tierra
ra
a se relaciona en proporción a la renta que se obtiene de ella. A su
p
s
o
vez como la renta de la tierra depende del precio del maíz y este
c
ir
ó
nalmente del trabajo. El valor trabajo se extiende a la tierra, o
e
t
s
sea, está sometiendo osadamente a la tierra a las leyes del valor
e
t
n
trabajo. A su vez sostiene que el valor debería medirse en trabajo
u
p
A
o en tierra. [Ver Rubin 1928].

40
Principales exponentes de la escuela
económica siócrata

Ante la situación económica imperante y las críticas recibidas


por la corona, en 1754 se autoriza la libre circulación de granos
al interior de Francia, manteniendo la prohibición de la exporta-
ción. En este contexto aparecen en la escena política dos grupos
de pensadores abocados al devenir económico. El primer grupo se
centró en Gournay y el segundo se formó en torno a Quesnay.

Ambos grupos se opusieron a las prohibiciones típicas de la re-


gulación mercantilista. Esta oposición la encarnaba por Gournay en
nombre de la industria y el comercio y por el otro Quesnay defendía
los intereses de la agricultura y la burguesía rural. El primer grupo
se ocupó de temas prácticos y en consecuencia no se conocen tra-
bajos que aporten importancia desde lo teórico. Si existen aportes
documentados de Quesnay y su grupo a la teoría económica.

Jacques Claude Marie Vincent,


marqués de Gournay

41
Francois Quesnay (1694-1774)

Este autor fue indudablemente el líder teórico de los siócra-


tas. Sus principales teorías fueron la de la reproducción social y
la del producto neto (o valor excedente). Fue el primero en hacer
un análisis integral de la economía de su contemporánea socie-
dad mercantil. Varias de sus ideas, corregidas, fueron tomadas por
economistas clásicos y por Marx, inmortalizándolo así como uno
de los fundadores de la economía política moderna. [Ver Rubin
1928]

Nació en el seno de una familia de semicampesinos. Fue mé-


dico, físico y biólogo. A partir de 1749 es incorporado a la corte
I
o
francesa, abandona la medicina y se dedica a las problemáticas
c
i
m
sociales. En consecuencia responsabilizó a los grandes impuestos
ó
n
o
y los bajos precios –por la prohibición de exportar granos- de la
c
E decadencia agrícola y en consecuencia de la declinación francesa.
o
t
n También destacó las ventajas que se obtendría en el cultivo a gran
ie
m
a
escala. En 1758 escribió su más famosa obra Tableau Economique.
s
n
e
La popularidad ganada por las ideas de Quesnay solamente se pudo
P
l
e
dar por estar rodeado de un talentoso grupo de seguidores. Sus
d
a
ir
seguidores más activos fueron: el marqués de Mirabeau, Dupont
o
t de Nemours, Mercier de la Riviere, Le Trosne y Badeau entre otros.
s
i
H Por otro lado Turgot desarrolló sus ideas de forma independiente
ra
a
p
s
sin integrar la “secta” de Quesnay. [ver Rubin 1928]
o
c
ir
ó
Quesnay no había reclutado por si sólo ni a un seguidor pero
e
t
s
en 1757 fue entrevistado por el marqués de Mirabeau. Allí ob-
e
t
n
tuvo su primer propagandista. Mirabeau cumplía con todas las
u
p
A
condiciones de un apóstol prometedor en la atracción de nuevos
seguidores: título de nobleza, inteligencia, proactividad, audacia,
42
popularidad, y dedicación. Mirabeau publica varias obras bajo la
supervisión de su mentor. Estos trabajos le valen al marqués la
prisión y el exilio. Ante esta situación el respaldo de Quesnay a su
discípulo se revela endeble. (Ver Cusminsky 1991: 10-13)

El séquito de Quesnay se encargó de popularizar sus ideas desde


la prensa consiguieron algunas reformas pero en la Francia en
ebullición que se preparaba para la revolución estas ideas estaban
condenadas al fracaso en el mediano plazo.

Francois Quesnay

43
Tableau économique

Esta es la principal obra de Francois Quesnay, contiene los prin-


cipios que rigen las ideas de los siócratas. En ella, como se men-
cionó, Quesnay hace un análisis integral del funcionamiento inte-
gral de la economía. Constituyéndose de esta forma en la primera
obra de la Economía Política como disciplina.

En ella sostiene que “Los gastos productivos se emplean en la


agricultura, praderas, pasturas, bosques, minas, pesca, etc., para
perpetuar las riquezas en granos, bebidas, maderas, ganado, ma-
terias primas […]. Los gastos estériles se aplican a mercancías
de manos de obra, viviendas, vestidos, intereses del dinero, sir-
vientes, gastos de comercio, géneros extranjeros, etc.” [Quesnay
I
1759: 129]
o
c
i
m
ó También critica el derroche imperante en su Francia contempo-
n
o
c ránea: “[…] el excesivo lujo de ornato puede arruinar magní ca-
E
o
t
mente, y con prontitud, a una nación opulenta.” [Quesnay 1759:
n
ie 130]
m
a
s
n
e
P Concretamente la tabla desarrolla en forma integral y cuanti-
l
e
d
tativa los montos movidos por las diferentes actividades de la
a
ir economía separados inicialmente en estériles y productivos según
o
t
s
i
H
su convicción. [Quesnay 1759: 133-136]
ra
a
p
s A su vez enumera los causales de la decadencia “1º Un mal tipo
o
c
ir de tributación que se aplicase sobre los adelantos de los agricul-
ó
e
t tores […]; 2º Sobrecargas scales por gastos de recaudación; 3º
s
e
t Exceso de lujo de ornato; 4º Exceso de gastos en acciones litigio-
n
u
p sas; 5º Falta de comercio exterior de los productos de las propieda-
A

44
des raíces; 6º Falta de libertad en el comercio interior de los pro-
ductos de la tierra y en el cultivo; 7º Vejaciones personales de los
habitantes del campo; 8º Falta de retorno del producto neto anual
a la categoría de los gastos productivos.” [Quesnay 1759: 136]

Análisis de la formula aritmética del cuadro


económico de la distribución de los gastos anuales
de una nación agrícola (Analyse du Tableau
Economique)

Es considerado el título más sólido de Quesnay. Constituyó la


primera concepción del circuito económico atendiendo a la circula-
ción. En esta obra demuestra estar tan adelantado a su época que
recién con el siglo XX ya avanzado, con el progreso de la contabili-
dad nacional, el multiplicador de Keynes y los modelos de Leontief
se pudo seguir la misma vía que él había trazado.

Esta obra abre con una cita de Jenofonte en su obra dedicada


a Sócrates: “Cuando prospera la agricultura, todas las restantes
artes orecen con ella; pero cuando se abandona el cultivo, por
cualquier causa que sea, se aniquilan al mismo tiempo todas las
restantes obras, tanto en la tierra como en el mar.” [Quesnay
1766: 137]

Separa a la sociedad en tres clases de ciudadanos: producti-


vos, propietarios, estéril. La primera corresponde a quienes “hacen
renacer, mediante el cultivo del territorio, las riquezas anuales
de la nación, la que efectúa los adelantos de los gastos de las
labores de la agricultura, y paga anualmente los ingresos de los
propietarios de la tierra.” La segunda incluye a los soberanos y al

45
clero. Esta clase “[…] subsiste gracias al ingreso o producto neto
del cultivo, que le es pagado anualmente por la clase productiva
[…]”. La clase estéril “[…] constituida por todos los ciudadanos
que se ocupan de otros servicios y otras labores, distintos de la
agricultura, y cuyos gastos son pagados por la clase productiva y
por los propietarios quienes a su vez obtienen sus ingresos de la
clase productiva.” [Quesnay 1766: 137-138]
El análisis de las clases de Quesnay di ere del de Turgot, más
detallado y exacto:

según Quesnay según Turgot

1. La Clase de Propietarios 1. La Clase de Propietarios


I
o
c
i
m
ó
2. Clase Productiva (Cultivadores) 2. Capitalistas Agricultores
n
o
c
E
o 3. Clase Estéril (Comercial e 3. Obreros Agricultores
t
n Industrial)
ie
m
a 4. Capitalistas Industriales
s
n
e
P
l
e
d 5. Obreros Industriales
a
ir
o
t
s
H
i “Aunque el análisis de Quesnay designa sólo tres clases, su ar-
ra
a
gumento, como hemos notado, también presupone la presencia
p
s
o
de asalariados. En consecuencia, nos parece permisible tomar el
c
ir esquema de Turgot como más claro y como una formulación más
ó
e
t consistente de la visión de Quesnay mismo.” [Rubin 1928]
s
e
t
n
u
p
A

46
En a su de nición de clases Quesnay relata la circulación de
mercancías y dinero. En la cual siempre la clase productiva es la
que genera el producto neto y por consiguiente la que genera el
ingreso. El resto son pagos y adelantos, nada generan. A su vez se

47
muestra preocupado porque la agricultura rinda al menos lo mismo
que el interés que se llevan los “holgazanes”.

Marqués de Mirabeau (1715-1789)

Su verdadero nombre era Víctor Riquetti (en ocasiones aparece


como Riquet), padre del conde de Mirabeau uno de los líderes de la
Revolución Francesa. Como se mencionó él fue el principal apóstol
de Quesnay y dada sus excelentes cualidades, ya mencionadas, el
artí ce de que se pudieran reclutar más miembros para “la secta”.
Sus escritos le valieron la prisión y el exilio. Al acontecerle esto
no contó con el respaldo de su mentor. A él se le atribuye haber
acuñado el término “mercantilista” para referirse a quienes venían
I
o
rigiendo los destinos económicos de Europa hasta ese momento.
c
i
m
ó
n
o
c
E El amigo de los hombres (o Tratado de la población)
o
t
n
ie
m
a
En esta obra de 1756 establece la relación entre la población
s
n
e
y la riqueza de un reino. El título de este libro se transformó en
P
l
e
su sobrenombre. Este volumen fue el que motivó el interés de
d
a
ir
Quesnay por conocerle. Encuentro que se concretó en 1757 y fue
o
t la piedra basal de esta escuela.
s
i
H
ra
a Cita en el capítulo VII (llamado “La in uencia de las costum-
p
s
o
bres en la agricultura”) a una obra de Cantillón del año 1755 “El
c
ir
ó
número de los habitantes de un Estado depende de los medios de
e
t
s
subsistencia y como los medios de subsistencia dependen de la
e
t
n aplicación y uso que se hace de las tierras y tales usos dependen
u
p
A
principalmente de las voluntades, gustos y modos de vivir de los

48
propietarios de las tierras, resulta claro que la multiplicación o el
decrecimiento de los pueblos depende de ellos”. Elogia al autor
y dice que se suma a sus dichos ya que no quiere pasar por pla-
giario. Sostiene que habrá que concentrarse en cambiar las cos-
tumbres que se podrían convertir en males del Estado. Evitando
creer en la “falsa prosperidad” que está vinculada fuertemente a

la decadencia. [Mirabeau 1756: 169-170]

Teoría de los impuestos

Esta obra la escribió bajo la inuencia de Quesnay en 1760 en


ella proponía racionalizar los impuestos, unicándolos en un tributo
único sobre la renta de la tierra. Esta obra le valió la pris
ión y al con-
trario del relato bíblico aquí fue el maestro el qu
e negó a su discípulo.

Victor de Riquetti,
3er Marqués de Mirabeau

49
El sostiene que el impuesto es dado por los súbditos al soberano
y no arrancado por éste al pueblo. Es por ello que la imposición
requiere del consentimiento de los ciudadanos. En consecuencia
“El impuesto más natural, más justo y más poderoso –mejor di-
ría, el menos perjudicial- sería el que afectase exclusivamente al
producto neto del suelo, es decir, sobre la renta territorial, dedu-
cidos todos los gastos de cultivo. […] El comercio interno y ex-
terno debería ser declarado libre y exento de todoimpuesto; […]”
[Mirabeau 1760: 171]

Anne Robert Jacques Turgot (1727-1781)

I También conocido como barón de Laume fue un estadi sta, político


o
c
i y economista nacido en el seno de una familia perteneciente a la
m
ó
n
nobleza y de trayectoria política. Turgot perteneció a la rama menos
o
c
E
teórica de la escuela siocrática uniéndolo una amistad con ournay.
G
o
t
n
ie Turgot al igual que Quesnay y el resto de los siócratas reivin-
m
a
s
n
dica al agro como único generador del llamadoproducto neto (y
e
P
l
la riqueza) y sostiene que es el agricultor la única persona cuyo
e
d trabajo produce más que su salario.
a
ir
o
t
s
H
i Estudió derecho y administración y ejerció extraordinariamente
ra
p
a sus o cios en esta última materia al ser nombrado intendente de
s
la región de Limoges. Durante su intendencia se catastró la zona
o
c
ir y se hizo una reforma tributaria que simpli có el sistema. Antes
ó
e
t de ese cargo ejecutivo había ejercido como consejero en el par-
s
e
t lamento. Durante su intendencia de 13 años, esta región que era
n
u
p
una de las más pobres de Francia, y a la vez de las que sufrían
A
mayor carga scal, cambia radicalmente.
50
Para lograr el progreso regional como se mencionó terminó el
informe catastral que permitió el correcto cálculo de los impues-
tos. Modi có el sistema tributario y a diferencia de Quesnay y
Mirabeau que proponían una tasa proporcional Turgot impone un
impuesto de tasa distributiva. Favorece a la agricultura y la indus-
tria local. En la hambruna del 70-71 fuerza a los terratenientes a
ayudar a los desposeídos en especial a los campesinos que culti-
vaban sus tierras.

En los años ’50 de ese siglo acompañó a Gournay en misiones


comerciales y en la década siguiente tomará contacto con otros
siócratas como Quesnay. A diferencia de otros seguidores de
Gournay, Turgot si tiene obra escrita: en 1766 escribeRe exiones
sobre la distribución de la riqueza; en 1769 escribe Memoria sobre
los préstamos con interés dándole así por primera vez trato cien-
tí co y no religioso al tema de los prestamos y; en 1770 escribió
Sobre la libertad en el comercio del grano.

Turgot en grabado por


W. T. Fry.

51
Al ser nombrado auditor general por Luis XVI se dio la época de
oro de la siocracia. La posibilidad cierta de llevar adelante las
ideas que promulgaban se abría en forma contundente. [ver Rubin
1929]

Él introdujo importantes reformas que tendían a limitar los

privilegios de los terratenientes que fueron los que nalmente im-


pulsaron su salida del cargo. En sólo 2 años controla el gasto pú-
blico combate la corrupción y elimina los contratos prebendarios.
Pretende realizar una nalmente no lograda reforma agraria. Abole
múltiples imposiciones menores. Y se opone infructuosamente
(por motivos económico- nancieros) a la participación francesa
en la guerra de la independencia norteamericana. Liberar el co-
mercio doméstico del grano es lo que le vale numerosos enemigos.
I Al lograrlo debe enfrentar una hambruna en el 74-75 y encabeza
o
c
i la represión en la convulsionada Dijón a causa de la escasez de
m
ó
n
alimentos. Abole los gremios y establece la libertad de ocupación.
o
c
E
Libra a los campesinos de la obligación de mantener los caminos.
o
t
n
Esta obligación es reemplazada por un pago monetario de terra-
ie tenientes y la nobleza más periférica. La posibilidad de imponer
m
a
s
n
cambios en esa Francia se reveló estéril y esta sociedad se enca-
e
P
l
minaría hacia su revolución burguesa. [Ver Rubin 1929]
e
d
a
ir
o
La caída de Turgot fue el golpe de muerte para la escuela sicrá-
t
s
H
i tica. Sus ideas cayeron en el olvido o burladas hasta que Marx en
ra
a
p el Siglo XIX recuperó, señalando como valiosos, los servicios cien-
s
o
c
ir
tí cos prestados por esta escuela. Señalando éste el valor tanto
ó
e
t
de sus aciertos como de sus errores.
s
e
t
n
u
p
A

52
La siocracia en el Río de la Plata

Inicialmente mencionemos que la conquis ta de América se dio


en búsqueda de riquezas que tenían que ver con el mercantilismo
y la acumulación de metales preciosos. En consecuencia la zona
del Río de la Plata quedaba relegada frente a zonas del Alto
Perú como Potosí u otros oasis metalíferos. La valorización de la
actividad agrícola en términos teóricos dio lugar a la revaloriza-
ción rioplatense y posteriormente a la fundación del virreinato
(1776/77).

Cusminsky (1991: 26-32) trabaja la in uencia de estas ideas


en la España de Carlos III y la in uencia que en consecuencia
tuvieron sobre el Río de la Plata. Relata la situación de deca-
dencia de la agricultura española (al igual que en España). Los
pensadores españoles contemporáneos lo atribuían a la decre-
ciente población de España (entre otras cosas por enviar colonos
en viajes ultramarinos) y a los impuestos. Para solucionar la
falta de granos España ensayó la libre exportación de granos.
Pero ni este estímulo, v ía mayores precios de venta, logró sacar
a España del rezago. Entre otros motivos por la prohibición de
los cercamientos de las parcelas. Un gran mérito de los siócrtas
españoles es que supieron hacer una acertada selección de las
ideas que les eran más convenientes de todas las que provenían
del otro lado de los Pirineos.

53
Jovellanos sedente, por Goya. Campomanes, por Carnicero Mancio

Es notoria la in uencia siocrática en El informe sobre la ley


I
o agraria de Jovellanos 21 ya que establece a la agricultura como
c
i
m fuente de toda riqueza. El conde de Campomanes 22 pugnó por la
ó
n
o libertad de comercio y l a pérdida de in uencia gremial. También
c
E
o
se dictan leyes de educación bajo la in uencia de esta escuela.
t
n
ie
m
a La mencionada autora señala la llegada a América de estas ideas por
s
n
e dos vías una teórica por la llegada de los libros franceses y españoles
P
l
e que contenían estas ideas y otra práctica en las medidas económicas
d
a
ir que se fundaban en las bondades del libre comercio entre la colonia
o
t
s
y la metrópoli como proponía Le Trosne
23. (Cusminsky 1991: 29-30)
i
H
ra
a
p
s 21 Gaspar Melchor de Jovellanos (1744-1811) fue escritor y jurista y se desempeñó en
o
c
ir
la política española. Además de la obra mencionada cuenta con media docena de
ó escritos relacionados con la economía.
e
t
s 22 Pedro Rodríguez Campomanes (1723-1802) nació en el seno de una familia española
e
t acomodada de campesinos, fue jurista y economista español dedicado a la política.
n
u
p 23 Guillaume François Le Trosne (1728-1780). Economista francés perteneciente a la
A
escuela siócrata. Es autor de varios escritos económicos, entre otros: las notas

54
La agricultura en el Río de la Plata del Siglo XVIII era marginal.
Las tierras eran caras y había escases de labradores. La escasez se
deriva obviamente de la pobreza en la que vivían y la deshonra
que implicaba trabajar la tierra. Pensadores rioplatenses como
Moreno24, Belgrano25, Vieytes26 y Lavardén27 fueron in uenciados
por estas ideas de una manera muy especial, sin entregarse por
completo y sin desarrollar nuevos aspectos que podrían enriquecer

económicas incluidas en el Discurso sobre el estado actual de la magistratura de


1764, La libertad de comercio de cereales, siempre útil y jamás perjudicial de 1765 y
De la administración provincial, y de la reforma del impuesto de 1779.
24 Mariano Moreno (1778-1811) nació en Buenos Aires (Virreinato del Ríode la Plata)
en 1778 y fue asesinado en altamar. Abogado, político y periodista de las nacientes
Provincias Unidas del Río de la Plata. Protagonista de la Revolución de Mayo (1810)
y miembro de la Primera Junta. –abogó por los derechos de los pueblos srcinarios.
25 Manuel José Joaquín del Corazón de Jesús Belgrano (1770-1820) nació en Buenos
Aires (Virreinato del Río de la Plata), fue economista, periodista, político, abogado
y militar de las nacientes Provincias Unidas del Río de la Plata. Protagonista de la
Revolución de Mayo (1810) y miembro de la Primera Junta. Durante sus estudios en
España se interesó en la economía política y leyó a Quesnay, Smith, Jovellanos y
Campomanes entre otros. Su lectura de clásicos y siócratas le inculcaron las ideas
del libre mercado. Fue nombrado primer secretario del Consulado de Buenos Aires
desde donde fomentó la agricultura, la industria y el comercio en el Virreinato. Se
podría decir que impulsó lo que hoy sería el desarrollo agrícola sustentable (cuidando
el medio ambiente) proponiendo la rotación de cultivos y la forestación. También
impulsó el comercio y la industria (sobre todo la proliferación de curtiembres).
Además le dio impulso a la navegación con nes comerciales incluido un muelle y un
fondeadero en el Río de la Plata. EnMemoria (1776) presenta un plan de desarrollo
basado en el agro. Es un verdadero programa de desarrollo basado en el sector
agrícola. Impulsó la enseñanza de la Economía Política, entre otras disciplinas en la
creada Escuela de Comercio.
26 Hipólito Vieytes (1762-1815) nació en el Virreinato del Río de la Plata, fue
comerciante y militar, participó de la reconquista de Buenos Aires durante las
invasiones inglesas. Dio su apoyo a la Revolución de Mayo (su jabonería fue sede de
varias reuniones previas) y fue el reemplazante de Moreno en la Primera Junta.
27 Manuel José de Lavardén (frecuentemente aparece también como Labardén) (1754-
1809). Nacido en Buenos Aires (Virreinato del Río de la Plata) y murió antes de
la Revolución de Mayo en Colonia del Sacramento (Banda Oriental, hoy Uruguay).
Dramaturgo, Abogado y Periodista, fue uno de los pilares de la Sociedad Patriótica
y del periódico Telégrafo Mercantil donde abordaba temas rurales, políticos,
económicos e históricos.

55
a esa escuela. De hecho Belgrano también publica ideas profun-
damente contrarias a los siócratas del estilo Quesnay elogiando
a la industria y el comercio por agregar valor a las producciones
naturales, tal vez con una in uencia mayor de Turgot o Gournay.
Tampoco coincidían los rioplatenses con el despotismo que los
siócratas reivindicaban desde el gobierno.

I
o
c
i
Le Trosne
m
ó
n
o
c
E
o
t
n
ie
m
a
s
n
e
P
l
e
d
a
ir
o
t
s
i
H
ra
a
p
s
o
c
ir
ó
e
t
Moreno Belgrano; Vieytes
s
e
t
por Juan de Dios Rivera;
n
u
p
A

56
Otras in uencias en América

Franklin 28 atribuyó, in uenciado por los siócratas, especial


importancia a la agricultura. La acti vidad industrial era muy im-
portante en el Noreste de los actuales EEUU, y la actividad co-
mercial muy pujante en toda la unión. Pero la agricultura era
la principal actividad. En su época la industria norteamericana
estaba enfocada casi con exclusividad a satisfacer las necesida-
des de los agricultores. Él sostenía que una nación puede obte-
ner riqueza mediante la guerra (saqueando al estilo romano), el
comercio (que le resultaba engañoso) y por la agricultura “único
medio honesto”. Ya que el hombre recibe un “verdadero incre-
mento de la simiente arrojada a la tierra”. Veía esta situación
como una especie de milagro continuo, una recompensa divina
a la vida laboriosa.

28 Benjamín Franklin (1706-1790), nacido en Bostón y muerto en Filadel a. Político,


cientí co e inventor fue uno de los padres fundadores de los Estados Unidos de
Norteamérica.

57
Imagen de Benjamín Franklin en el billete de U$S 100

I
o
c
i
m
ó
n
o
Los siócratas, sus principales ideas,
c
E
o
t
la aplicación de estas y su legado
n
ie
m
a
s
n
e Rubin [1928] resume el pensamiento siocrático en los siguien-
P
l
e
tes rasgos fundamentales: La agricultura es la fuente de la renta,
d
a
ir
del producto e ingreso neto, de toda nueva sustancia natural, del
o
t
s
excedente en medios de subsistencia y de los salarios que se pagan
i
H
en la actividad industrial; y la agricultura es la proporciona estos
ra
a
p medios de subsistencia tanto a las poblaciones rurales como a las
s
o
c
ir
ó
industriales.
e
t
s
e
t
n
u
p
A

58
Producto neto

Ya hemos analizado la división de clases realizada por los sió-


cratas, tanto en la versión de Quesnay como en la más compleja
de Turgot. Por detrás de esa descripción social se asoma la creen-
cia de la productividad exclusiva de la agricultura. Fundan esa teo-
ría en la observación de que el trabajo sobre la tierra es el único
productivo ya que es el único que rinde más que sus costos en
términos materiales. O sea, el agricultor produce más grano que
el que utilizó en la siembra más el que consumió como alimento.

Ese excedente es el producto neto y se produce gracias a su


exclusiva capacidad de generación de nueva sustancia natural. La
teoría del producto neto es el basamento teórico de la escuela
siocrática. Turgot fundamenta la teoría delproducto neto en que
el trabajador agrícola no necesita de otro trabajador para su sub-
sistencia mientras que todos los demás trabajadores necesitan in-
defectiblemente del trabajador agrícola.

También está por detrás la idea de la esterilidad del empleo


industrial. Llegan a esta conclusión luego de una curiosa inter-
pretación de la observación de los resultados de esta actividad.
Sostienen que el producto nal de la industria es tan valioso como
sus componentes más el sustento de los trabajadores y la ganan-

cia. En de nitiva el trabajo industrial sólo transforma la materia y


no genera nueva sustancia. El mismo razonamiento es válido para
el comercio. (Ver Cusminsky 1991: 20-23)

Esta teoría acarrea la confusión entre el excedente en términos


físicos (grano) y el excedente en términos de valor. A la vez que
emparenta al producto neto con la que luego se llamará renta de

59
la tierra. En concreto el error teórico de los siócratas es que al
observar los costos de esas disciplinas, las remuneraciones en las
que incurren y las ganancias que obtienen ven un sobrante en el
caso del agro (la renta) y a este sobrante le atribuyen errónea-
mente ser el único incremento de valor. Adicionalmente sostienen
que la competencia entre industriales hará tender esa ganancia a
cero. O sea a que el precio de venta de esos bienes se acerque al
costo de producción de los mismos. Por lo cual la teoría del valor
en esta escuela se emparentará con la teoría de los costos de pro-
ducción que más adelante desplegaremos en el apartado dedicado
a Adam Smith. (Ver Cusminsky 1991: 20-23)

¿Cuál es el motivo por el que existe un ingreso excedente en el


agro y no en otra actividad? Rubin [1928] s ostiene que Quesnay
lo argumentó de la mano de una supuesta demanda constante-
I
o
c
mente creciente de los productos agrícolas (por el crecimiento
i
m poblacional). De esta forma Quesnay vulnera la ley del valor.
ó
n
o
c
“Para poder hacer esta c omparación entre una cosecha y los cos-
E
o
tos de producción en una base in natura , los Fisiócratas descan-
t
n
ie
san en dos simpli caciones: primero, ignor an los costos de pro-
m
a ducción compuestos de capital jo (arados, implementos, etc.)
s
n
e y asumen que en agricultura los únicos costos de producción son
P
l
e los mismos productos agrícolas o maíz (semilla, forraje, y los me-
d
a
ir dios de subsistencia de los cultivadores); segundo, en el cálculo
o
t
s
de los costos de producción los Fisiócratas dan el mayor peso
i
H
ra
a
a los medios de subsistencia que van a los cultivadores .”[Rubin
p
s
1928].
o
c
ir
ó
e
t
s
e
t
n
u
p
A

60
La política económica de los siócratas

Ellos defendían la libertad de industria y comercio, en conse-


cuencia Turgot, mientras pudo, desde su posición cercana al rey,
impulsó medidas consecuentes con estas ideas. Querían la remo-

ción de las estrictas normas que regían dichas actividades en el


mercantilismo, reducir lo máximo posible la interferencia estatal.

Rubin [1928] sostiene acertadamente que: “Los siócratas fue-


ron los ideólogos del libre comercio, y en este sentido anticiparon
a la escuela clásica. Sin embargo, hay una diferencia fundamental
entre el libre comercio que pregonaban los siócratas y el pro-
puesto por los economistas clásicos. Esta diferencia emerge de sus
diferentes posiciones de clases sociales. Tanto los siócratas como
los economistas clásicos protestaron contra las políticas mercanti-
listas, que habían traído bienestar a ciertos sectores privilegiados
de la burguesía comercial; los dos demandaban que los intereses
del capital mercantil queden subordinados a los del capital pro-
ductivo. Aunque, mientras los economistas clásicos entendían al
capital productivo principalmente como capital industrial y que-
rían preparan el terreno para el desarrollo de la industria, para los
siócratas el interés estaba puesto en el capital productivo agrí-
cola. Los economistas clásicos tomaron como propia la causa de
la burguesía industrial, lo que ellos esperaban del libre comercio
era la importación de grano extranjero más barato a Inglaterra.
Los siócratas, siendo defensores de la burguesía rural, vieron al
libre comercio y a la libre exportación de grano como un medio
para subir el precio de los productos primarios. Los economistas
clásicos fueron la voz del libre comercio industrial, el libre comer-
cio defendido por los siócratas era agrario”.
61
El enfrentamiento de los siócratas con los mercantilistas se
apoyaba en que los mercantilistas gracias a las regulaciones es-
tatales y gremiales habían logrado un aumento arti cial de los
precios de los productos de srcen industrial mientras a la vez
provocaban una caída arti cial de los precios de los granos (ya
que se prohibía su exportación). Generando así, en los términos
de los siócratas, una clase improductiva y privilegiada y otra
clase productiva y sumida en la miseria.

A este desigual trato había que agregarle las múltiples imposicio-


nes tributarias que sufrían, el diezmo eclesiástico y los reclamos de
los dueños de la tierra. Como resultado nal nos encontramos con
la clase productiva campesina que frecuentemente no contaba con
su ciente grano, luego de todas esas erogaciones, para su sustento.
I
o
c
i
En consecuencia el planteo tributario siócrata proponía reem-
m
ó
n
plazar todos los impuestos directos e indirectos por un único tri-
o
c
E
buto directo sobre el producto neto. Al ser el producto neto lo que
o
t recibían en pago los terratenientes este impuesto recaerá sobre
n
ie ellos. “Estos principios básicos sobre la política económica e im-
m
a
s
n
positiva de los siócratas están ambos muy ligados a su posición
e
P de clase social y a su perspectiva teórica. La introducción del libre
l
e
d comercio y del impuesto único a la tierra intentan librar el camino
a
ir
o
para el desarrollo del capitalismo agrícola.” [Rubin 1928]
t
s
i
H
ra
a
p
s
o
c
ir Su legado
ó
e
t
s
e
t
n
u
p
Si seguimos a Rubin [1928] el legado que nos han dejado los
A
siócratas se puede resumir en las siguientes cuestiones:

62
 Intentaron desnudar los mecanismos de la naciente eco-
nomía capitalista mostrándola de forma integral. Un gran
avance en términos analíticos ya que los mercantilistas ana-
lizaban la economía en términos prácticos en forma indivi-
dual. Los mercantilistas sólo pudieron aportar una mirada
más general en su estudio del tipo de cambio a partir de
las necesidades que les surgían de estar pendientes de la
balanza de pagos. Los siócratas en cambio logran análisis
generales y buscan conexiones entre diferentes fenómenos
económicos.

 La teoría de la reproducción social presente en la Tabla


económica de Quenay [1759] que presenta los aspectos
de la vida económica como un todo. Este constituye el
legado teórico más valioso. En él se presentan la pro-
ducción, la circulación, la distribución y el consumo de
mercancías como un intercambio material entre clases so-
ciales. Con posterioridad esto será desarrollado, aunque
no mejorado en forma sustancial en todos los aspectos
que tiene implícitos, por Smith y Ricardo. Marx a su vez
recoge el guante en el tomo II de su obra cumbre y com-
pleta desde el punto de vista de la circulación la teoría
de Quesnay.

 La mencionada teoría de la reproducción social nos “lleva di-


rectamente al problema del capital y la plusvalía”. Ellos en-
fatizan en la creación de nuevo valor y la transformación de
valores existentes. De hecho marcaron acertadamente que la
nalidad de la producción capitalista debe ser la producción
de este excedente. Diferenciándose así de los mercantilistas
que se centran en el dinero.

63
 Lograron diferenciar capital jo y capital circulante. Smith
tomó esta distinción y aun está vigente.

 Sacaron la generación del excedente de la esfera de la circu-


lación (al estilo mercantilista) para ubicarlo correctamente
en la esfera de la producción.

En términos de la teoría del valor trabajo y de lo que posterior-


mente Marx llamará plusvalía, si Petty puso el srcen del exce-
dente en el trabajo, los siócratas lo pusieron en la esfera de la
producción.

I
o
c
i
m
ó
n
o
c
E
o
t
n
ie
m
a
s
n
e
P
l
e
d
a
ir
o
t
s
i
H
ra
a
p
s
o
c
ir
ó
e
t
s
e
t
n
u
p
A

64
Bibliografía

Costa, Augusto; Langer, Ariel y Rodríguez, Javier (2005). “Funda-


mentos de Economía”. Ediciones Cooperativas, 2ª edición, 2ª
reimpresión. Ciudad de Buenos Aires (Argentina).

Cusminsky de Cendrero, Rosa (1991). “Prólogo” enLos Fisiócratas.


Centro Editor de América Latina, Buenos Aires (Argentina).

Dobb, Maurice (1977). “Wert-und Verteilungstheorien SEIT Adam


Smith: Eine nationalökonomische Dogmengeschichte”. Edition
Suhrkamp SV. Erste Au age, (Alemania).

Dobb, Maurice (1963). “Capitalismo, crecimiento económico y sub-


desarrollo”. Ediciones de occidente SA. Barcelona (España).

Farina, Joaquín (2006). “El concepto de Renta: un análisis de


su versión clásica y marxista. ¿Son aplicables a la Argentina
actual?”. VIII Encuentro de Economía Mundial, edición en CD.
Alicante, (España).

Guerrero, Diego (1997). “Historia del pensamiento económico he-


terodoxo”. Disponible en: http://www.eumed.net/cursecon/
libreria/2004/dg-hpeh/

Marx, Karl (1974). “Historia crítica de la teoría de la plusvalía”


Tomo 1. Ediciones Brumario, Buenos Aires (Argentina).

65
Mirabeau, marqués de [1756] (1991). “El amigo de los hombres”
en Cusminsky de Cendrero, Rosa (selectora) Los Fisiócratas.
Centro Editor de América Latina, Buenos Aires (Argentina).

Polanyi, Karl (2006) [1944]. “La gran transformación: los orígenes


políticos y económicos de nuestro tiempo”. Fondo de Cultura
Económica, México (Mexico).
Peña, Milcíades (2012). “Historia del pueblo argentino”. Editorial
EMECE, Buenos Aires (Argentina).

Quesnay, Francois (1977) [1759]. “Explicación de cuadro econó-


mico” en Ciafardini, Horacio (Selector y Traductor)La econo-
mía política clásica. Centro Editor de América Latina, Buenos
I Aires (Argentina).
o
c
i
m
ó
n
Quesnay, Francois (1977) [1766] “Análisis de la formula aritmética
o
c
E
del cuadro económico de la distribución de los gastos anuales
o
t de una nación agrícola” en Ciafardini, Horacio (Selector y Tra-
n
ie ductor) La economía política clásica. Centro Editor de América
m
a
s
n
Latina, Buenos Aires (Argentina).
e
P
l
e
d Roll, Eric (1958). “Historia de las Doctrinas Económicas”. Fondo de
a
ir
o
Cultura Económica. Mexico (Mexico).
t
s
i
H
ra
a Rubin, Isaac (2001) [1928]. “A history of economic thought.”
p
s
Traducción electrónica en base a la edición en inglés publi-
o
c
ir cada en Londres en el año 1979. Nueva Escuela de Economía
ó
e
t
Política (IIE-FCE-UBA). Buenos Aires (Argentina).
s
e
t
n
u
p
A

66

También podría gustarte