Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
A 55 Años de Un Mismo Día de Mayo
A 55 Años de Un Mismo Día de Mayo
Aquella noche, Muhammad Ali derrotaba por segunda vez a Sonny Liston con el
llamado “golpe fantasma”. Las especulaciones alrededor de un golpe que nadie
vio, no se hicieron esperar. Sin embargo, la cámara lenta desveló un certero y
preciso golpe que se incrustó en la sien del retador, lo que le hizo precipitase
contra la lona en un fulminante knockout. Esa pelea fue la demostración de lo que
podía hacer un hombre que flotaba como mariposa y picaba como avispa.
Muhammad Ali, había nacido bajo el nombre de Cassius Marcellus Clay. Sin
embargo, su amistad con el activista y defensor de los derechos
afroestadounidenses, Malcolm X; lo llevaría a conocer al líder de la Nación
Islámica, Elijah Muhammad; y serían ellos, los que le servirían como influencia
ideológica para que después de proclamarse campeón en su primera victoria
contra Liston, declarara lo siguiente: "Cassius Clay es el nombre de un esclavo.
No lo escogí, no lo quería. Yo soy Muhammad Ali, un hombre libre". De esta
manera, Ali le mostraba al mundo su segundo bautismo, uno que él había elegido
y con el que comulgaba plenamente su pensamiento antirracista.
La ideología que Ali iría gestando desde su infancia y que después se vería
reforzada en el activismo de grandes personalidades como Malcolm X y Martín
Luther King, lo llevaría a que, con palabras contundentes en contra de la Guerra
de Vietnam y una aguda crítica a la distinción racial, se posicionara como uno de
los grandes estandartes de la defensa de los derechos civiles de los
afroestadounidenses.
Han pasado justo 55 años de aquel “golpe fantasma” que encumbrara el segundo
bautismo de Muhammad Ali. Es el 25 de mayo de 2020 y en una calle de
Minneapolis se escuchan las últimas palabras de un hombre afroestadounidense
en asfixia: “I can´t breathe”. George Floyd es asesinado por el agente de policía
Derek Chauvin y son los videos captados por los celulares los que no dejan
espacio para la especulación y delatan el abuso de la autoridad policial.
Rápidamente el acontecimiento se hace viral y aquello que había sido silenciado
dentro de una agenda saturada de información sobre la pandemia, sale de su
confinamiento y toma las calles. Un movimiento ha renacido y lanza gritos de
protesta bajo un lema de lucha que, al ser tan paradójico, resulta reflejarlo como el
mejor de los espejos: “I can´t breathe”.