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Plan ortográfico del

CEIP El Draguillo.
Basado en la
Programación
Neuro Lingüística.
ORTOGRAFÍA
Según el Diccionario de la Real Academia Española de la Lengua:
1. Conjunto de normas que regulan la escritura de una lengua.
2. Forma correcta de escribir las palabras y de utilizar los signos auxiliares de
una lengua respetando sus reglas.
Este Plan de Ortografía está basado en la Programación Neuro-Lingüística y los libros “Nuevas estrategias
para la enseñanza de la ortografía” de Daniel Gabarró Berbegal y Conxita Puigarnau García, y “Dominar la
ortografía: el secreto para enseñar ortografía” de Daniel Gabarró Berbegal.

Se trata de un Plan Global para aprender la ortografía española de una manera lúdica y fácil que podemos
implementar fácilmente en las aulas.

Surge a raíz de las diferentes evaluaciones trimestrales y finales y las preocupaciones expresadas por el
profesorado en sus memorias.

IMPORTANCIA DE LA ORTOGRAFÍA.

La Lengua en toda su amplitud es fundamental en la educación de nuestro alumnado. No sólo es una


asignatura en sí, sino que es el medio para expresarnos y mostrar nuestros deseos y sentimientos, también es el
vehículo para las otras materias y la base de gran parte de la estructuración de nuestro pensamiento.

Cuando enseñamos Lengua, enseñamos algo más que una serie de contenidos de carácter lingüístico, dotamos
a las personas que formamos de las herramientas necesarias para estructurar su pensamiento y abordar con
éxito el conocimiento del mundo.

En la expresión escrita de la Lengua, la ortografía es un aspecto muy importante. Aunque la ortografía


pertenezca al área de Lengua Castellana, todas las áreas deben estar integradas en su enseñanza. Esta destreza
es esencial para comunicarnos por escrito y que así el interlocutor nos comprenda de manera adecuada, nos
permite escribir correctamente y trasmitir el mensaje de forma clara, precisa y coherente. No dominarla
implica costes sociales y escolares muy elevados en nuestro país, como por ejemplo la imposibilidad de acceder a
estudios superiores y a numerosos puestos de trabajo. De ahí se deriva su inmensa importancia.
OBJETIVOS.

- Ayudar al alumnado a escribir las palabras de acuerdo con las normas sociales establecidas.

- Proporcionarles unos métodos y técnicas para incorporar las palabras nuevas que van surgiendo a lo largo de la
escolaridad y de la vida.

- Desarrollar en ellos una conciencia ortográfica y una autoexigencia en sus escritos.

- Desarrollar su memoria, esencialmente la memoria visual.

- Incrementar la capacidad de generalización entendida como aptitud para aplicar a palabras nuevas los
conocimientos de la estructura de palabras aprendidas con anterioridad.

En definitiva, todos estos objetivos pueden resumirse en uno muy sencillo:

“conseguir que nuestro alumnado escriba correctamente todas las palabras que utilice”

APORTACIÓN DE LA PNL A LA ENSEÑANZA DE LA ORTOGRAFÍA

La PNL (programación neuro-lingüística) es un enfoque de la comunicación y del cambio que tiene como uno de
sus objetivos el describir los procesos mentales de forma suficientemente clara como para que puedan ser
enseñados.

La aportación de la PNL a la ortografía es, precisamente, el haber sabido desmenuzar el proceso mental que
realizan las personas con buena ortografía y haber pensado el modo de enseñar fácilmente dicho proceso a
cualquier persona. Quienes dominan la ortografía tienen en común un patrón, una estrategia. Aprendiéndola y
automatizándola cualquier alumno puede mejorar su ortografía.
Veamos ahora cuál es el proceso de las personas que tienen buena ortografía brevemente descrito:

1) Cuando escuchan o se dicen una palabra que quieren escribir, buscan la imagen mental de tal palabra. La
escritura se convierte en una "copia" de la palabra que previamente han almacenado en su mente.

2) Las personas con buena ortografía notan si la imagen que tienen de la palabra es lo bastante buena como para
escribirla con plena seguridad. En tal caso, automáticamente pasan al siguiente paso descrito en el apartado 3.

Es posible, sin embargo, que perciban la imagen de la palabra como oscura, borrosa, demasiado pequeña o incluso
carezcan de imagen y no estén seguros de poderla escribir correctamente. Esta sensación de inseguridad les
lleva a actuar en consecuencia:

- Puede que consulten el diccionario.

- Preguntan a alguien.

- Buscan una palabra conocida de la misma familia.

- Escriben la palabra de dos maneras diferentes. Generalmente, la incorrecta "daña" sus ojos y la correcta les
produce una buena sensación.

- Tratan de encajar la palabra en una norma, sobre todo si se trata de un acento o similar, etc.

En todos los casos, una persona con buena estrategia ortográfica guarda la imagen de la palabra para el futuro y,
posiblemente, ya no volverá a dudar de la escritura de esa palabra en concreto.

3) Finalmente, escriben la palabra cuya imagen tienen almacenada en su mente y han reconocido con plena
seguridad.
Quienes tienen mala ortografía, siguen otras estrategias:

- Cuando oyen una palabra, como por ejemplo violín, se imaginan el objeto por si la forma les ayuda a imaginar su
escritura.

- También puede suceder que repitan el vocablo para decidir si la escribirán con v o b, cuando en realidad suenan
igual y no pueden diferenciarse auditivamente.

- Otra posibilidad es que se sumerjan en las sensaciones que se derivan para ellos de tal palabra. Esto es una
bonita forma de inspirarse y hacer poesía, pero una pésima manera de aprender ortografía.

El proceso que hemos descrito en el apartado anterior y que, lógicamente, es una simplificación de las
múltiples variable que se dan en la realidad, puede transcribirse como si fuera una fórmula matemática:

AUDICIÓN RECUERDO SENSACIÓN DE = ESCRITURA


+ +
CORRECTA VISUAL CORRECCIÓN CORRECTA

Este proceso es el que debemos enseñar a los estudiantes antes de abordar sistemáticamente el estudio de
la ortografía.
Las personas con buena ortografía ven las letras de las palabras en su mente. Por ejemplo,
cuando quieren escribir “bien”, ven esa palabra en su mente y, simplemente, la copian. No es que
sean más inteligentes, sino que ven las palabras en su mente.
Es como si tuvieran una pizarra mágica mental donde ver las palabras. Cuando no ven la
palabra claramente escrita en su mente, buscan un recurso: preguntan a alguien, escriben otra
palabra distinta para no equivocarse o piensan en alguna norma de ortografía por si les ayuda.
Sin embargo, las personas con mala ortografía hacen un proceso mental distinto: en lugar de
ver las letras de las palabras, suelen fiarse del sonido. ¡Por eso hacen faltas: la hache, la be, la
uve... no pueden diferenciarse por el sonido!
Es mentira que las personas con mala ortografía no sean inteligentes. Lo que ocurre es que
todavía no han aprendido a ver las palabras en su mente. Cuando lo hagan, tendrán una
ortografía magnífica.
Pero, para tener buena ortografía, es indispensable leer con agilidad. Quienes leen despacio,
cortan las palabras en sílabas porque, al no leer con agilidad, no ven la palabra globalmente como
una imagen y, si no la ven como una unidad, tampoco pueden “proyectarla entera en su pantalla
mental”. Por eso, todavía no pueden tener buena ortografía. ¡Tienen que fiarse del sonido, en lugar
de ver las letras de las palabras en su mente!
Quienes leen todavía despacio, primero deben practicar hasta leer más rápido. Cuando lean a
más velocidad, podrán hacer este método y mejorarán. Mientras lean despacio, no podrán, todavía,
ver las palabras en su mente como una globalidad.
Daniel Gabarró Berbegal
Propuesta de programación para primaria
1. Enseñar una estrategia ortográfica visual.

Tal como se ha explicado anteriormente, resulta imprescindible trabajar la memoria visual de nuestros alumnos. El objetivo
central de ello es que tengan la capacidad de recuperar las palabras que deseen escribir como imágenes, es decir, como unidades
globales con significado propio y sujeto a la arbitrariedad de la lengua.

2- Partir del vocabulario básico.

Trabajar a partir de las palabras que mayor número de errores producen implica reducir el punto más conflictivo de la ortografía.
Nuestra propuesta pasa por trabajar el vocabulario personal de cada alumno y también el vocabulario que, en general y
estadísticamente, produce el mayor número de errores. Se tratará de “ver” las palabras como unidades globales y recordarlas.

3. Complementar con las normas imprescindibles.

También se propone abordar el estudio de las normas ortográficas más rentables. Las que abarcan un elevado número de palabras
y carecen, prácticamente, de excepciones.
Hemos distribuido dichas normas a lo largo de la primaria asegurándonos que el nivel evolutivo de los alumnos sea el adecuado para
comprender el tema que se aborda, pues en el currículo de Canarias no se hace referencia a las mismas, sólo el uso de la mayúscula y
de los signos de puntuación. Ello explica por qué los temas más complejos no se proponen hasta el ultimo curso.
Fases del Plan.

Primero: fortalecer la memoria visual para así lograr ver las palabras en la mente fácilmente.

Segundo: realizar ejercicios para unir la memoria visual a la escritura.

Tercero: conocer estrategias para añadir palabras nuevas a nuestra base de imágenes de palabras mentales
y recursos para mejorar en ortografía.

Cuarto: crear nuestra base de imágenes de palabras, memorizando las palabras más habituales o las que
presentan más errores ortográficos.

Quinto: aprender las normas ortográficas más útiles y con menos excepciones.
Primer paso: Mejorar la memoria visual
Dedicaremos unos 12 minutos diarios, entre una y tres semanas a mejorar la memoria visual.

Para realizar ejercicios diariamente, cada alumno dispondrá de una copia de las figuras geométricas que se
adjuntan en el anexo 1 u otras similares. Les solicitaremos que las pinten de los colores que deseen y
procuraremos que sean distintos. Así algunos pintarán el pentágono de rojo, otros de azul, otros de lila... y
procederemos del mismo modo con todas las figuras de que dispongamos.
Recortarán las figuras y cada alumno las guardará en una cajita, en una funda de plástico o sobre apropiado.

Los agruparemos por parejas para iniciar la actividad que puede desarrollarse de la siguiente manera:
Un alumno muestra dos figuras coloreadas de su sobre a otro, quien las observará y las guardará en su
memoria. Entonces el primero, tras taparlas y esconderlas, le hará cuatro preguntas (un turno). A continuación
será el turno del otro alumno que procederá del mismo modo.

Una vez acertadas todas las preguntas en tres o cuatro turnos consecutivos, se añada una figura geométrica
más. Así avanzamos a lo largo de las diferentes sesiones hasta que todos sean capaces de visualizar como mínimo
unas cuatro o cinco figuras recordando su forma como su posición y su color.

Generalmente, este entrenamiento acostumbra a durar entre una y tres semanas, dependiendo de la edad de los
alumnos y de su habilidad.
ANEXO 1: FORMAS GEOMÉTRICAS Y DIBUJOS PARA MEJORAR LA MEMORIA VISUAL
1. Recorta las figuras geométricas que encontrarás a continuación y coloréalas.
2. Pide a una persona que coloque dos figuras encima de la mesa y te las muestre.
3. Míralas hasta que, al cerrar los ojos, sigas viendo las figuras en tu mente.
4. Pide a la persona que las tape y te haga cuatro preguntas sobre ellas.
Ejemplos de preguntas que pueden hacerte:
Sobre la forma:
¿Qué forma tiene la figura roja?
¿Qué forma tiene la figura que está en primer lugar?
¿Qué forma tiene la figura que está entre el círculo y el triángulo? ...

Sobre los colores:


¿De qué color es la primera figura?
¿De qué color es el triángulo?
¿De qué color es la figura que está entre el círculo y el triángulo? ...

Sobre el lugar que ocupan:


¿En qué posición está la figura roja?
¿En qué posición está el círculo?
¿En qué posición está la figura que está entre el círculo y el triángulo?...
Segundo paso: cómo aplicar la memoria visual a la ortografía
Dedicaremos unos 12 minutos diarios durante una o dos semanas al ejercicio que se explica a continuación y
que ayudará a conectar la memoria visual con la ortografía.

Se entregan a cada alumno los recortables de palabras que se adjuntan en el anexo (u otros parecidos).
Les pediremos que pinten a su gusto cada una de las letras con diferentes colores, un color para cada
letra.
Igual que el ejercicio anterior, cada alumno recorta y guarda las suyas de forma adecuada.
Cuando sea el momento de trabajar la ortografía volverán a reunirse por parejas para hacerse preguntas
similares a las del ejercicio anterior, que previamente podrían practicarse conjuntamente para asegurarnos
de su correcta comprensión. Hay 2 preguntas obligatorias (deletrearla) y 3 libres.
La finalidad de deletrear a la inversa es obligar al alumno a estar mirando la palabra en cuestión, nadie
puede deletrear al revés sin "ver" mentalmente la palabra. Invitamos al lector a deletrear al revés " tres" o
cualquier otra palabra corta que se le ocurra. Si lo encuentras fácil, inténtalo con una palabra más larga
como “hispanoamericano". Como habrás notado tienes que "mirar" la palabra para poder deletrearla.

Se empezará con palabras de dos letras, y se pasará las de tres letras cuando se conteste
correctamente a cuatro turnos de cuatro preguntas cada uno y así sucesivamente. El ejercicio se dará por
terminado cuando todos los alumnos puedan realizar el ejercicio con palabras de cuatro/cinco letras como
mínimo.
ANEXO 2: CÓMO UNIR LA MEMORIA VISUAL A LAS PALABRAS
1. Recorta las palabras con letras de colores que encontrarás en la página y coloréalas, cada letra de un color.
2. Pide a un compañero que te muestre una palabra de dos letras.
3. Mírala hasta que, al cerrar los ojos, sigas viendo la palabra en tu mente.
4. Pide al compañero que tape la palabra y te haga cinco preguntas sobre ella.
5. Ahora enséñale tú la palabra y haz las preguntas.
6. Cuando aciertes todas las preguntas de 4 palabras diferentes, pasa a palabras de 3 letras, luego de 4, etc.
¡Ojo! Lee con atención cómo debes hacer las preguntas:

Las dos primeras preguntas deben ir obligatoriamente en este orden:

1. Deletrear la palabra empezando por el final.


Ejemplo: SÍ, deletreada desde el final: í con tilde, ese.

2. Deletrear la palabra empezando por el principio.


Ejemplo: SÍ, deletreada desde el principio: ese, í con tilde.

3. Las tres preguntas siguientes son libres. Ejemplos:


Sobre el color: ¿De qué color es la primera letra? ¿De qué color es la letra S?
Sobre la posición: ¿En qué lugar está la letra S? ¿En qué lugar está la letra roja?
Sobre la letra: ¿Se escribe con B o con V? ¿Lleva acento? ¿Dónde?
FA YO YA DO LA
MI PE TI DOS SAL
MAL UNO HAZ VEZ PAZ
JUEZ SUBE BALA BIEN FRIO
HAY HOJA RUEGO CUEVA DEBIL
SABIO HUEVO CERDO LAVAR PRIMO
BAHIA BEBER COZ CRUZ VALOR
MAYO HAY MUY VOY VER
HOJAS HOJAS HOJAS HOJAS VER
RE RE RE RE POR
HACER HACER HACER HACER POLO
Tercer paso: cómo vincular la sensación de seguridad a la ortografía
Durante cinco o seis sesiones dedicaremos unos 20 minutos a profundizar en la memoria visual vinculándola a la

sensación de conocer o desconocer una palabra determinada cuando la veamos escrita. Este ejercicio consta de

tres partes:

1 , Ofrecemos un texto a cada alumno (puede ser una fotocopia de un libro de lectura o dictados preparados

con el vocabulario del trimestre). Indicamos a los alumnos que lean y se preocupen de "estudiar" aquellas palabras

de cuya escritura dudan.

La forma más sencilla de aprender una palabra dudosa o difícil acostumbra a seguir el siguiente proceso:

a) Hacerle una foto mental. Imaginarse la palabra como en una pizarra mental, de un color

determinado, sobre un fondo de un color determinado. Escribirla en el aire con el dedo o con la punta

de la nariz.

b) Mirando la imagen mental de la palabra, deletrearla al revés.

c) Mirando la imagen mental, deletrearla de nuevo. Esta vez empezaremos por el principio.

La finalidad de deletrear a la inversa, tal como hemos dicho en el paso anterior, es obligar a estar "mirando" la

palabra en cuestión, nadie puede deletrear al revés sin ver mentalmente la palabra
2. Dictamos del texto unas cuantas palabras que hemos elegido previamente por dificultad ortográfica. Es

mejor dictar las palabras contextualizadas, es decir, leer toda la frase en donde se encuentran aunque los

alumnos sólo escriban la palabra que se indique, Así tanto el dictado como la corrección serán más rápidos

Por ejemplo, leeremos: "una princesa miraba por la ventana de su castillo cuando y a continuación diremos:

"escribid ventana"

3. Cada alumno se autocorrige mirando el texto original.

Esta actividad puede darse por finalizada, cuando todos los alumnos se encuentren en un rango aproximado de

errores entre 0-2 durante tres sesiones seguidas.


Cuarto paso: reforzando las sensaciones que producen las palabras bien y
mal escritas
Durante cinco o seis sesiones dedicaremos unos 20 minutos a cultivar la sensación de seguridad ante las

palabras escritas.

Ofreceremos un texto a cada alumno como en la actividad anterior y lo trabajaremos de la misma forma que

hemos descrito anteriormente. Solamente se introduce una variable: el dictado es corregido por un compañero sin

consultar el texto original.

Después de esto el autor del dictado comprueba, ahora sí con el texto, que la corrección realizada por su

compañero está bien.

Daremos por terminada esta actividad cuando veamos que la mayoría de nuestros alumnos realiza los dictados

con un rango de error de 0-2 y en la corrección cruzada dichos errores son localizados en un 90% de los casos y

no se añaden falsos errores, es decir, quien corrige no cuenta como "mal" ninguna palabra bien escrita.
Quinto paso: vocabulario básico trimestral.
Dedicar 20 minutos semanales a trabajar el vocabulario del trimestre repartiendo una copia de la ficha a cada

uno.

Por parejas, se pedirán que deletreen las palabras, al derecho y al revés. Si lo hace correctamente se le

pondrá una marca en la casilla de su ficha. Cuando tenga 2 marcas podrá pintarla de verde.

Cuando consigan una casilla verde, inventarán y escribirán en la libreta de ortografía una frase con esa

palabra, y la repasarán con un rotulador o un lápiz de color.

Complementar el vocabulario con las normas ortográficas básicas.

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