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Fundamentos Socio-Culturales de la Conducta Humana.

Una sociedad es un conglomerado heterosexual de individuos de diferentes niveles de


edad, que comparten un territorio y se organizan para el logro de objetivos y metas
humanas: tales objetivos y metas son: regular el funcionamiento biológico de los individuos;
propagar la especie; darle significación a la vida de sus miembros y motivar suficientemente
a éstos para participar en actividades de supervivencia social e individual; elaborar,
distribuir y consumir bienes materiales y servicios; socializar las nuevas generaciones;
defender el orden del grupo ante sus propios miembros y ante individuos extraños; etc.

La cultura se define, en términos generales, como los avances materiales y espirituales de


una sociedad dada, en un momento de su historia. Son innumerables los elementos de la
cultura: ciencia, técnica y tecnología; las costumbres, la moral, la ética, el arte y el folclore;
lengua, literatura, religión y gastronomía; el sistema de valores, las instituciones sociales,
la organización familiar, la educación, el sistema de transporte, los medios de
comunicación, etc. etc.

Toda sociedad hace cultura y es falsa cualquier afirmación que niegue esta premisa,
puesto que la cultura es inherente a la sociedad. Lo que sí se puede afirmar sin temor a
equívoco es que no hay sociedad sin cultura y da igual si se trata de una sociedad muy
grande o una muy pequeña.

Ahora bien, una de las mayores preocupaciones de la sociedad es hacer que sus miembros
se comporten de acuerdo con sus patrones culturales, que cada cual elabore y genere
conductas y comportamientos siguiendo los parámetros conductuales que se practican en
ese conglomerado cultural; ésto es, van formando a las nuevas generaciones dentro de
“su cultura”. En ésto consiste el proceso de socialización de las nuevas generaciones.

El hombre, al nacer, se encuentra inmerso en la sociedad que lo acoge como miembro y,


desde el primer momento, comienza a sentir la influencia directa de la cultura. Es la familia,
la institución social encargada, en primera instancia, de internalizar en el niño(a) los
primeros patrones culturales y conductuales de la sociedad; ésto es, las normas
convencionalmente establecidas por la sociedad para el comportamiento de los individuos
que a ella pertenecen. Cada uno y cada una elabora su sistema conductual y
comportamental de manera personal e independiente, pero siguiendo los parámetros,
patrones y modelos de los mayores.

En el hogar construye sus patrones de conducta de acuerdo con los paradigmas de la


familia; en la escuela las conductas que le son inculcadas; en la calle, las propias de la
misma, y lo mismo con la iglesia, durante las ceremonias religiosas, en la tienda, en el
restaurante según sea su naturaleza, en las reuniones familiares y fiestas, en los deportes
y juegos, entre otros.
Más adelante, la escuela continúa la labor iniciada por la familia y después de la escuela,
las demás instituciones sociales, tales como la comunidad más próxima a su crecimiento
y desarrollo, los círculos de amigos, los grupos de estudio, el estado, entre muchos otros.
Es todo un sistema de entidades que están dedicadas a “construir un individuo”
conductualmente moldeado según su cultura.

El objetivo primordial del proceso de socialización es, fundamentalmente, “moldear” al


individuo para que su comportamiento sea tal y como la sociedad lo exige y espera.

Por otra parte, los comportamientos de los individuos pertenecientes a una misma sociedad
pueden variar de acuerdo con el grupo o estrato social al cual pertenezcan. Los estratos
sociales poseen subculturas particulares. Además de que los miembros de una sociedad
dada participan de los patrones culturales generales de esa misma sociedad dada, también
poseen ciertos rasgos culturales y conductuales de grupos y sectores particulares de esa
misma sociedad que los caracterizan y diferencian de otros grupos y miembros de dicha
sociedad, pero que pertenecen a otro u otros estratos o sociales y culturales. Las
caracterizaciones y diferencias pueden apreciarse en el tipo de música que gustan
escuchar, el tipo de baile que practican, la gastronomía, el tipo de fiesta que realizan, la
terminología que utilizan en la comunicación (o jerga de clase), el vestido, las prácticas
religiosas, y más.

Dentro de un acto de reflexión personal, responda los siguientes interrogantes:


¿Cuáles son las conductas que debo practicar en mi hogar con respectos al comer?
¿Cuáles son las conductas que practico en la iglesia?
¿Cuál ha sido la influencia socio-cultural con respecto a mis conductas gastronómicas?
¿Cómo ha influido mi sociedad y mi cultura en mis decisiones importantes? Un ejemplo.

¿Estamos estudiando simplemente porque “queremos aprender más” o porque “quiero


prepararme para obtener un buen empleo en el futuro” o, realmente, porque la sociedad,
por todos los medios posibles, “ha implantado en nosotros el imperativo de estudiar porque
el estudiar le da sentido a nuestra vida”?

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