¿Cuál es la invitación propuesta

por la autora para los

trabajadores sociales
en el escenario familiar?

"Poderosa y frágil al mismo

tiempo, la familia es parte
esencial de la vida cotidiana de
hombres y mujeres en todo el
mundo y lo ha sido a través de
los tiempos"
Carlos Eroles su libro Fami?lia y
Trabajo Social (2001).
Principalmente la familia hace
dos cosas: asegura la existencia
física y construye lo
esencialmente humano del
hombre. La familia es el contexto
natural para crecer y para recibir
auxilio, es un grupo natural que
en el curso del tiempo ha
elaborado pautas de interacción.
Estas constituyen la estructura
familiar que, a su vez, rige el
funcionamiento de los miembros
de la familia, define su gama de
conductas y facilita su
interacción.
"si el ser humano es por
naturaleza un ser social"
(Aristóteles) entonces en primera
instancia el agente socializador
que se encuentra es la familia y
por tanto el enfoque del Trabajo
Social tenía que hacerse “en
familia”.

La Familia ha ido creciendo de

manera constante y ampliando
así el objeto de trabajo, desde el
apoyo más asistencial para
prevenir la pobreza y la
exclusión social, pasando por la
protección de los menores
<defendiendo desde el inicio la
consideración del niño como un
ser de especial protección>
hasta la consideración de la
familia como agente
trasformador.
El trabajo social primario colocó
a la familia en el centro de un
nuevo modelo de Protección
Social. Aportó de manera
decisiva en el salto a la era
moderna provocando un cambio
fundamental como fue la
trasformación asistencial social.
El trabajo social con familias ha
estado en constante cambio,
tanto en la metodología como en
el enfoque del trabajo, buscando
así acoplarse a los cambios
sociales y a la influencia de otras
disciplinas que vinieron a nutrir la
intervención y favorecieron al
manejo de las problemáticas
familiares.

La metodología de los primeros

años de intervención con familias
se caracterizaba por ser puntual,
individualizada y poco
sistematizada. Poseía una
asistencia dirigida a las
necesidades materiales de la
familias y no a promover las
capacidades personales.

La familia con el transcurso de

los años ha presentado en sí un
conjunto de variaciones de
formas ,dadas acordes a los
aspectos con socio-culturales y
económicos.
El cambio de funciones
familiares en el
tiempo moderno, ha llevado a
qué los investigadores,
principalmentelas Ciencias
Sociales y humanas a qué
asuman el reto de estudiar los
diversos cambios y crear
procesos para incorporarlos en
programas de acción que
permitan ajustarse a las
condiciones del medio donde
intervienen.
El interés por el desarrollo de
investigación y estudio sobre la
temática familiar ha hecho que el
trabajo social implementara un
cambios que le permitan
adaptarse de una manera más
equilibrada y amplia para así
poder abordar y brindar apoyo a
las diversas problemáticas que
presentan las familias.

El primer cambio sustancial en la

intervención familiar se
produciría en la década de los
70. la intervención se enriquece
incluyendo una metodología
grupal además de la
individualizada. Durante esta
década el trabajo social creció y
se nutrió de los movimientos
sociales que se produjeron en
todo el mundo en defensa de las
clases desfavorecidas.

Se acentuaba procesos
académicos de educación
formal, basado en el aprendizaje
de conocimientos teóricos, y la
señalización de los problemas
familiares. Con el paso de los
años ésta metodología mostró
carencias dado que, aunque la
información era necesaria, esta
no era suficiente para el cambio
de actitudes. Los padres no
priorisaban la necesidad de un
cambio, no realizaban ningún
proceso y Mucho menos
situaban solución de sus
problemas, al menos no que
estuvieran fuera de sus
capacidades parentales por lo
que los cambios que se
producían eran pocos.

Durante la década de los 90

surgirían
aportes de psicólogos y
trabajadores sociales los cuáles
tuvieron mayor relevancia. Los
pretendían dotar a los padres de
técnicas y procedimientos
basados en la modificación de
conducta con las cuáles
buscaban entrenar a los padres
en toda una batería de técnicas:
refuerzos, castigos, retirada de
privilegios, modelaje.
Pero seguíamos sin hacerce un
cambio trascendente en esos
padres dado que seguía sin
hacerse un estudio más
detallado de la las problematicas
internas qué estaban
presentando dichas familias.qué
estaba mal y que debían hacer
sin que la familia.

Después de eso, se notó la

necesidad de completar el
trabajo individualizado que se
hacía con las familias en la
atención primaria y los recursos
especializados se reforzaron con
una innovación en los servicios
sociales y un cambio en el
perspectiva del trabajador
social, convirtiendolo un
acompañante del proceso de la
intervención en el que no juzga
las opiniones y permite que el
grupo interaccione y busque las
respuestas a sus necesidades
dando por tanto protagonismo a
las familias. Ya no concibe a la
persona como un objeto de
enseñanza sino un sujeto de
aprendizaje.
Dandole a la familia un aporte
más social y entendiendo que
son bases de la sociedad y que
no solo era cuestión de decir que
estaba mal, sino de trabajar
conjuntamente con ellos y
buscar soluciones más estables
y duraderas.
Esta innovación en la
metodología ha permitido que las
familias pongan en usos los
procesos de ayuda mutua, el
intercambio intenso de
emociones y de nuevas formas
de hacer frente a los
acontecimientos reduciendo la
sensación de aislamiento social
mediante la estimulación de sus
fortalezas.
El trabajador social se convierte
en un guiador de los procesos de
intervención familiar, ayudando a
resaltar las fortalezas tanto
individuales y de familias y
creyendo firmemente en las
capacidades de todas las
personas.

Esta evolución metodológica ha

sido en respuesta a los cambios
que han venido produciendo las
familias. La transiciones han de
unos modelos más sistemáticos,
detallados y más precisos y
logrando sobrellevar los nuevos
retos que planteaba la era
moderna como los cambios en
las formas de familia, la
redefinición de los roles de
género y los cambios de
modelos de crianza.
Tener un proceso unificador de
la intervención familiar que lleve
un enfoque holístico que permita
unir medidas administrativas,
apoyo psicosocial y apoyos que
permitan la participación
comunitaria.
Evitando la exclusión de las
familias en situación de
vulnerabilidad.
El Trabajo Social Familiar
permitirá aumentar la confianza
de las familias en sus propias
posibilidades, fomentará la
resiliencia en sus miembros con
una intervención más completa y
que involucre todos los
miembros de la familia y
centrando los esfuerzos en
potenciar sus capacidades.