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CURSO: METODOLOGIA DE INTERVENCION EN PATRIMONIO CULTURAL

TEMA: ACONDICIONAMIENTO TURISTICO Y SU PROBLEMÁTICA

1. INTRODUCCION

El patrimonio ha pasado de ser un marco científico o estético de referencia a convertirse en un


ámbito económico capaz de generar riqueza y empleo. Actualmente, las posibilidades de
generar nuevas dinámicas socioeconómicas y, a la vez, llevar a cabo acciones de salvaguarda
de bienes culturales e identidades, pasa por el aprovechamiento de las potencialidades de
crecimiento que conlleva la promoción del turismo cultural y ecológico.

En este contexto, cada día hay más personas y grupos sociales, sensibilizados por el medio
ambiente y la diversidad cultural, que pretenden orientar su tiempo libre hacia el
conocimiento de nuevos entornos, culturas y civilizaciones y que huyen de los modelos
turísticos convencionales, caracterizados por la masificación y la poca calidad de la oferta.

Estos hechos constituyen el punto de partida de una serie de cambios que se están
produciendo en el ámbito del patrimonio cultural y natural, que conllevan nuevas y grandes
oportunidades de desarrollo. Este crecimiento puede ser extensible a las zonas más
deprimidas, dotadas con importantes recursos culturales y naturales que constituyen un
elemento clave a la hora de impulsar cualquier estrategia de desarrollo de sus economías.
Estos territorios desfavorecidos son, a menudo, susceptibles de convertirse en centros de
interés turístico y cultural.

2. PROBLEMÁTICA DEL USO TURÍSTICO DEL PATRIMONIO CULTURAL

Los instrumentos de la gestión contribuyen a ejecutar toda una serie de decisiones razonables
con las actividades y programas previstos. La interpretación como disciplina permite actuar en
una determinada dirección para conseguir los objetivos fijados que se centrarán en explorar
los valores del recurso.

Su correcta ejecución supondrá que no expondremos los bienes a un deterioro por parte de los
usuarios. Se trata, en definitiva, de que el visitante comprenda, experimente y sienta la
naturaleza del sitio que visita, para poder llegar a disfrutarlo de forma respetuosa y, sobre
todo, no destructiva. Proteger/mostrar pueden entrar en contradicción, ya que el disfrutar y la
conservación pueden estar reñidos. El uso del espacio por parte del público visitante puede
conllevar una degradación de los recursos patrimoniales.

Es necesario establecer una gestión equilibrada entre conservación-protección y las


actividades interpretativas destinadas al entretenimiento de los visitantes que se lleven a cabo.

Por lo que se refiere a la gestión de públicos, hay que tener en cuenta una serie de factores
importantes orientados a minimizar el impacto del visitante sobre el sitio. Todos los espacios
culturales y naturales tienen una determinada capacidad de carga. Esta idea de capacidad de
carga fue desarrollada en la década de 1970 por los responsables de la gestión del uso público
en espacios naturales protegidos.

Entendemos por capacidad de carga «la identificación del número de visitantes que un espacio
natural puede acoger sin que esto represente un impacto negativo sobre los recursos que se
pretenden conservar (paisaje, flora, fauna, determinados hábitats, etc.) como consecuencia de
las visitas». Este número de visitas, estimado por medio de una serie de cálculos, es siempre
aproximado, pero sin duda indicativo del límite, y se utiliza posteriormente relacionándolo con
otras informaciones destinadas a ordenar y gestionar de forma correcta las visitas del espacio
protegido. Este concepto de capacidad de carga, aunque nace vinculado a los espacios
naturales, actualmente se ha incorporado de lleno en la gestión de los equipamientos
culturales. La aplicación de la capacidad de carga es distinta en cada caso, y no existe una
fórmula básica, aunque sí una metodología que permite fijar la capacidad de carga de un
elemento patrimonial y, por tanto, ayuda a gestionar correctamente su uso público. Esta
metodología, de forma muy somera, podría establecerse en cinco grandes pasos:

2.1. Recogida de información para identificar las características de los espacios patrimoniales,
sean culturales, naturales o mixtos, dentro de los que encontraríamos los paisajes culturales.

2.2. Diagnóstico de la situación inicial. Estudio del público actual visitante, conocer bien sus
características para poder prever actuaciones, o bien estimar el potencial de público que
quisiéramos atraer a nuestro bien patrimonial.

2.3. Establecer los objetivos. La identificación de los riesgos y los efectos negativos derivados
del uso público de un bien cultural o natural.

2.4. Elaboración de un plan de acción. Determinar cuáles deben ser las acciones que nos
permitan conseguir nuestros objetivos, para lo que tendremos que tener en cuenta los recursos
humanos y económicos con los que contamos, y tener claro cómo los destinaremos dentro de
nuestro plan de gestión.

2.5. Seguimiento y evaluación del plan de actuación para poder tener una mejora continua,
definir los indicadores de evaluación fáciles de medir para poder llevar a cabo las pertinentes
medidas correctoras, y finalmente, hacer revisiones cada 3 o 5 años.

El acceso de los turistas a los recursos patrimoniales se tiene que basar en la adecuada gestión
del flujo de visitantes, los horarios y las condiciones de accesibilidad. La sobrecarga turística
tiene una incidencia importante en centros históricos, museos estrella, monumentos
destacados o en lugares de celebración de eventos destacados (festivales, exposiciones, etc.),
por lo que se vuelve necesario recurrir a la investigación sobre las capacidades de carga y, en
especial, sobre la gestión de la sobrecarga de los productos patrimoniales.

El uso con fines recreativos del patrimonio, sea cultural o natural, comporta una enorme
responsabilidad, por el impacto negativo (de tipo social vinculado a las expectativas del público
sobre la visita y al grado de satisfacción conseguido) en aquellos sitios donde los recursos sean
más frágiles o más sensibles al impacto del público. Para minimizar el impacto hay que diEl uso
con fines recreativos del patrimonio, sea cultural o natural, comporta una enorme
responsabilidad, por el impacto negativo (de tipo social vinculado a las expectativas del público
sobre la visita y al grado de satisfacción conseguido) en aquellos sitios donde los recursos sean
más frágiles o más sensibles al impacto del público. Para minimizar el impacto hay que diseñar
programas de interpretación adecuados.

Estos programas nos ayudarán, por un lado, en la difícil tarea de la conservación, gracias a la
información que ofreceremos al visitante mediante textos (trípticos, folletos, etc.), la
señalización o la propia explicación del guía-intérprete. Por otro lado, estas mismas
explicaciones nos servirán para gestionar y canalizar los flujos de visitantes. Se trata, por tanto,
de informar correctamente al visitante, con los medios adecuados y necesarios, para contribuir
progresivamente a modificar y mejorar su comportamiento y actitud, diseñar programas de
interpretación adecuados. Estos programas nos ayudarán, por un lado, en la difícil tarea de la
conservación, gracias a la información que ofreceremos al visitante mediante textos (trípticos,
folletos, etc.), la señalización o la propia explicación del guía-intérprete. Por otro lado, estas
mismas explicaciones nos servirán para gestionar y canalizar los flujos de visitantes. Se trata,
por tanto, de informar correctamente al visitante, con los medios adecuados y necesarios, para
contribuir progresivamente a modificar y mejorar su comportamiento y actitud.

3. PLANIFICACION DEL PATRIMONIO Y EL TURISMO CULTURAL

La necesaria integración de los recursos culturales y naturales en la planificación territorial


debe llevarse a cabo mediante la realización de proyectos que promuevan un desarrollo
equilibrado y no agresivo de la oferta cultural y turística, procurando una buena calidad de los
servicios.

Hoy en día la dinamización y la cooperación para el desarrollo en el ámbito del patrimonio


deben plantearse a partir de proyectos territoriales que analicen los recursos culturales y
naturales y su posible promoción socioeconómica. Y han de basarse en una utilización racional
de estos recursos, siempre dentro del modelo de desarrollo sostenible y endógeno respetuoso
con el entorno, y procurar incrementar el producto interior por la vía de la mejora de las
actividades tradicionales y mediante la creación de nuevos servicios vinculados al patrimonio y
al turismo cultural.

3.1.Principios de la planificación integrada:


- La protección del patrimonio y la identidad local
- Reafirmar el papel de la planificación ante el peligro del mercado como factor
exclusivo de regulación del desarrollo
- Las personas como protagonistas de su proceso de desarrollo
- Conseguir la mejora de las condiciones de vida de la población local
- Incidir en los aspectos de formación y en el desarrollo de programas ocupacionales

Cualquier estrategia de desarrollo local y regional que se sustente en proyectos integrales de


crecimiento sostenible del patrimonio cultural y natural garantizará una doble efectividad:

- Por un lado, la preservación de culturas, monumentos y entornos.


- Por el otro, el desencadenamiento de efectos inducidos en el territorio: desarrollo
del sector terciario, creación de empleo, etc.

4. EL DISEÑO DE PROYECTOS DE ACONDICIONAMIENTO TURISTICO

Un proyecto de estas características debe partir del conocimiento e identificación de los


recursos patrimoniales. Pero la creación de una oferta patrimonial no sólo precisa el
conocimiento de los recursos que la sustentan, también hay que conocer los intereses y
motivaciones del público, recoger las demandas de la población local, valorar los servicios
turísticos disponibles...
La atención a los intereses y las propuestas de los diversos sectores, culturales y turísticos,
tanto públicos como privados, es indispensable para poner en marcha un producto que
necesitará la participación de todos ellos para su posterior comercialización.

Teniendo en cuenta estos aspectos, el proceso de elaboración del proyecto debería


estructurase, básicamente, en tres partes:

4.1.Análisis – Diagnóstico:
Mediante el análisis-diagnóstico, podemos aproximarnos a la realidad enfocada en tres
grandes ámbitos:
- Los recursos.
- El contexto social, económico y cultural.
- La demanda (interna y externa).

Este análisis sirve para saber con qué se cuenta y qué déficits hay. Deben identificarse
los principales aspectos positivos y negativos del territorio sobre el que ha de
fundamentarse la definición y diseño del proyecto, así como las influencias externas
que pueden afectar a su desarrollo.

4.2.Conceptualización:
A partir del análisis de los recursos y en función de las necesidades, posibilidades e
intereses detectados, hay que fijar unos objetivos (sociales, culturales, económicos) y
definir los criterios básicos de actuación.

Esta fase del estudio está centrada en el proceso de plasmación de las ideas y
directrices que constituirán la base del proyecto de desarrollo del patrimonio y el
turismo cultural. Se trata de:
- Concretar, a partir del resultado del trabajo de campo, los objetivos y criterios de
actuación.
- Determinar los conceptos y criterios de interpretación y comunicación de la oferta
turística.
- Definir las características y límites de la postura que se va a adoptar.
- Elegir los segmentos de mercado que serán prioritarios a la hora de comunicar la
oferta

4.3.Programas de actuación y Desarrollo del proyecto:


Basándose en las conclusiones de la conceptualización, deben definirse las posibles
acciones a partir de las directrices establecidas, encaminadas al desarrollo sostenible y
a la promoción integrada de la oferta turística, y estructuradas en diversos frentes:
- Interpretación: planificación de la presentación, comunicación y explotación de los
recursos culturales (rutas, itinerarios, servicios y equipamientos).
- Protección y conservación del patrimonio: acciones normativas y de
sensibilización, medidas de conservación y mantenimiento.
- Acondicionamiento turístico centrado en la señalización, adecuación del espacio
turístico, servicios básicos y complementarios...
- Marketing y comunicación: imagen, promoción, acogida e información,
planificación de públicos y medios.
- Mecanismos de gestión: estructura de gestión, formas de financiación, beneficios
inducidos, fomento de la ocupación, recursos humanos, indicadores de gestión y
evaluación.
El proyecto debe finalizar con una recapitulación en la que se recojan, en forma
sucinta, las distintas acciones que se van a llevar a cabo, convenientemente descritas,
periodizadas y valoradas.

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