ARISTÓTELES Y GALILEO
La rapidez de un objeto será infinita en el
vacío.
Todo objeto en movimiento tiende
siempre al reposo.
Las leyes del movimiento de los objetos
en la Tierra no son las mismas que las
leyes del movimiento de los objetos en el
cielo.
El aire ejerce una fuerza de resistencia
sobre los objetos, la cual se opone a su
movimiento.
La fuerza de resistencia que el aire ejerce
sobre los objetos depende del área y la
forma de éstos.
En ausencia del aire, es decir en el vacío,
todos los objetos soltados a la misma
altura caerían exactamente al mismo
tiempo.
Todo objeto en reposo permanecerá así
hasta que un agente externo actúe sobre
él.
La caída libre es un movimiento natural,
pues ocurre por sí mismo.
Si la fuerza sobre un objeto es constante,
éste no sufre cambio de rapidez, es
decir, su movimiento es uniforme.
Para un objeto en caída libre, el espacio
recorrido es proporcional al cuadrado
del tiempo recorrido.
El aire y el fuego se mueven de forma
natural verticalmente hacia arriba,
intentando huir del centro de la Tierra,
pues poseen la propiedad de la
“ligereza”.
La tierra y el agua se mueven de forma
natural verticalmente hacia abajo,
intentando llegar al centro de la Tierra,
pues poseen la propiedad de la
“pesadez”.
Los cuerpos pesados caen con mayor
rapidez que los livianos.
El movimiento horizontal a la superficie
de la Tierra no es natural; es un
movimiento forzado, y requiere un
agente externo que lo impulse.
Al caer lo objetos, se mueven cada vez
con mayor rapidez porque mientras más
cerca están del centro de la Tierra,
mayor es su impaciencia por llegar a
éste.
La rapidez de un objeto cambia sólo si la
fuerza que lo produce varía.
Tanto los objetos en la Tierra como los
objetos en el cielo están sometidos a las
mismas leyes del movimiento.
El movimiento de caída libre es de la
misma naturaleza que el rectilíneo sobre
un plano inclinado o el parabólico de un
proyectil.
Todos los objetos, sin distinción, son
graves, es decir, son atraídos hacia el
centro de la Tierra.
Cualquier cuerpo que se mueve debe ser
movido por otro objeto.
Todo objeto en movimiento tiende a
permanecer en ese estado hasta que un
agente externo actúa sobre él.
Para un cuerpo en caída libre, el cambio
en su rapidez no depende de la magnitud
de ésta.
El movimiento de un proyectil puede
verse como la composición de dos
movimientos: uno horizontal a rapidez
constante y otro vertical de caída libre.
Toda hipótesis acerca del movimiento de
los objetos debe ser sometida a
comprobación experimental.
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