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Caminando en sororidad

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Caminando en sororidad

Devocional 2023

Editoras: Claudia Florentin

Gabriela Merayo

1ª edición.

Ilustración: Cynthia Imaña

Diseño: Abril Tischler

Casa Unida de Publicaciones, S. A. de C.V.


Sadi Carnot 73, Col. San Rafael,
Alcaldía Cuauhtémoc,
C. P. 06470, Ciudad de México.
Tels. (52) 55 5535-7231 y 55 5705-0883
www.editorialcupsa.com

Impreso y hecho en México, 2022.


Contenido
Bienvenidas........................................................................................ 7
Agenda Feminista Internacional......................................................... 9
Calendario Ecuménico Cristiano........................................................ 13
Las Arpilleras..................................................................................... 21

ENERO
CREDO para no obviar la felicidad.................................................... 26
No duerme la vida.............................................................................. 28
Nunca perdamos la esperanza............................................................ 30
Hijas de la herencia............................................................................ 31

FEBRERO
Saray Ou Shadday: Quando A Submissão Da Figura Da Deusa......... 34
La verdadera familia de Jesús............................................................. 37
Vozes de mulheres e o ouvir de Deus!............................................... 40
Yo como Vasti..................................................................................... 43

MARZO
El mesianismo de los cuerpos............................................................ 46
Mujer.................................................................................................. 49
Los pecados a la luz de Cristo............................................................ 52
Desierto.............................................................................................. 54
Desierto II.......................................................................................... 57

ABRIL
¿Por qué nos conmueve una cruz y no las otras cruces?.................... 62
Las mujeres de la Pascua.................................................................... 64
Insistir en la fe basada en la justicia................................................... 67
Podemos compartir el aceite y habrá fiesta para todas....................... 69

MAYO
Mujeres tejidas con tabaco................................................................. 73
Prácticas ancestrales y liderazgos de las mujeres............................... 76
Pentecostés......................................................................................... 78
Sean Una............................................................................................ 80

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Caminando en sororidad

JUNIO
El Encuentro de María e Isabel.......................................................... 82
La reina Vasti, una mujer determinada.............................................. 84
Dios en nosotras................................................................................. 86
Tiempos de exilio............................................................................... 88

JULIO
La mujer de Lot. Una historia desobediente y solidaria (1° parte).... 93
La mujer de Lot. Una historia desobediente y solidaria (2° parte).... 96
Mujeres que caminan por la vida....................................................... 99
Marta y María, dos hermanas, un Maestro, y una historia para aprender
101

AGOSTO
¡El Cantar de los Cantares!................................................................ 106
Desear el bien – Altísima Sororidad................................................... 108
Um testemunho de amor................................................................... 111
La adivina de Filipos. El trabajo de las mujeres................................. 114
La defensa de la vida.......................................................................... 117

SEPTIEMBRE
La curación de la Mujer encorvada..................................................... 120
El encuentro de Jesús con la mujer cananea...................................... 123
“Aquí no tenemos más que cinco panes y tres pescados”.................. 125
¿¡Ustedes mujeres…callen!?.............................................................. 127

OCTUBRE
Transformadas.................................................................................... 130
¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?........................................ 132
¡Bien dicen las hijas de Zelofehad...!.................................................. 134
En el camino…................................................................................... 136

NOVIEMBRE
No dejes de florecer............................................................................ 139
Hablemos de maternidad................................................................... 141
¿Violada por ti?.................................................................................. 143
Talitha Kum........................................................................................ 145
Oración para cualquier día de la vida................................................. 147

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DICIEMBRE
El Apocalipsis de las mujeres............................................................. 150
Sororidad en la espera........................................................................ 152
La visita de María a Isabel.................................................................. 153
Agradecer........................................................................................... 155

POR SI FALTA UNO


Resistir, luchar y triunfar.................................................................... 158

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Bienvenidas

C
uando comenzamos con esta aventura, un año atrás, no
imaginamos que encontraríamos tanta sed de esta agua,
que es simplemente eso, sólo un poco de agua para el
camino. Hay una necesidad muy grande de leer los textos bíblicos
con nuestros propios ojos, interpretarlos desde nuestras propias
experiencias, saborearlos con nuestros propios sentires, abrazarlos
con nuestros propios cuerpos.

Por eso surge este Devocional, para responder a una necesidad


colectiva…

Escribimos para mirar con ojos propios, lo que otros miraban por
nosotras y asomarnos por fin a mundos desconocidos que nos
asombran, nos inquietan, nos deslumbran.

Escribimos para escuchar cómo suenan las palabras dichas por


tantos varones cuando salen de nuestros labios amantes y sedientos,
carnosos y resquebrajados de tanta soledad.

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Caminando en sororidad

Escribimos para poner en concreto lo que sentimos, para


apropiarnos por fin de lo que nos arrebataron por tanto tiempo: la
palabra soñada, empeñada, gritada, contada…

Escribimos para narrar nuestras historias, o las de otras que aún


no se animan a hablar, seguras que la única forma de sanar es
compartiendo el dolor y dejando que otras nos ayuden con el peso
de las angustias que nos impiden avanzar.

Escribimos para liberarnos de los yugos impuestos por las familias,


la cultura y la religión que nos limitan, nos culpan, nos encierran.

Escribimos para danzar libres y junto a otras, en redes, en comunidad.

Escribimos para darnos de beber del agua viva que puede saciar
nuestra sed…

Y esos son estos pequeños trazos que cada una bosquejó, el intento
de saciar la sed de alguien, la propia. Sin embargo, al compartir con
otras el pozo encontrado se nos hace manantial. Manantial que
brota para sanarnos, renovarnos y regalarnos esa vida nueva que
anhelamos.

Vida nueva donde seamos tratadas como iguales aun siendo


diferentes, donde no tengamos necesidad de días especiales para
reivindicar nuestra existencia o pedir el fin de la violencia. Vida
nueva donde todas seamos una en Dios y junto a otros.

Es nuestro deseo que estos relatos escritos por tantas y diversas


mujeres latinoamericanas te ayuden a sanar, a orar, a alzar la
voz, a cuestionar, a liberarte, a empoderarte, a comprometerte, a
enredarte con otras y a danzar… ¡Vamos juntas en este caminar!

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Agenda Feminista
Internacional
Enero

07/01 Nacimiento de Simone de Beauvoir.


24/01 Nacimiento de Virginia Woolf.
30/01 Día De No Violencia y Paz

Febrero

06/02 Día Mundial Contra la Mutilación Genital Femenina.


11/02 Día Internacional de la Mujer y la Niña en la Ciencia.
18/02 Día de la Mujer de las Américas.
20/02 Día Mundial de la Justicia Social.

Marzo

08/03 Día Internacional de la Mujer.


11/03 Día Nacional de la Lucha Contra la Violencia de Género en
los Medios de Comunicación.
21/03 Día Internacional de la Eliminación de la Discriminación
Racial.
30/03 Día Internacional de las Empleadas del Hogar.

Abril

04/04 Día Internacional Contra la Explotación Sexual Infantil.


22/04 Día Mundial de la Madre Tierra.

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23/04 Día Internacional de las Niñas en las Tic.


27/04 Nacimiento de Mary Wollstonecraft

Mayo

01/05 Día Internacional de las Trabajadoras y Trabajadores.


10/05 Día De La Maternidad Voluntaria.
12/05 Día Internacional de la Enfermera en homenaje a la
fundadora de la enfermería moderna Florence Nightingale.
24/05 Día Internacional de la Mujer por la Paz y el Desarme.
28/05 Día Internacional de Acción por la Salud 2021 de las
Mujeres

Junio

07/06 Día Mundial por los Derechos del Nacimiento y el Parto Respetado.
20/06 Día Mundial de los Refugiados.
21/06 Día Internacional por la Educación No Sexista.
26/06 Día Internacional de las Naciones Unidas en Apoyo de las
Víctimas de la Tortura.
28/06 Día Internacional del Orgullo 2021 Lésbico y Gay

Julio

23/07 Día Internacional del Trabajo Doméstico.


25/07 Día Internacional de la Mujer Negra, Latinoamericana y
Caribeña.
30/07 Día Mundial Contra la Trata de Personas

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Agosto

01/08 Al 07/08 Semana Mundial de la Lactancia Materna.


03/08 Día Internacional de la Planificación Familiar.
08/08 Día Internacional del Orgasmo Femenino.
28/08 Día Internacional del Anciano Y La Anciana.

Setiembre

1 De Setiembre Al 4 De Octubre- Tiempo de Oración y Acción


por la Creación
14/09 Día Latinoamericano de la Imagen de la Mujer en los
Medios.
23/09 Día Nacional de los Derechos Políticos de la Mujer.
23/09 Día Internacional Contra la Explotación Sexual, y la Trata
de Mujeres, Niños y Niñas.
28/09 Día por la Despenalización del Aborto en América Latina
2021 y El Caribe.

Octubre

11/10 Día Mundial de Fútbol para las Niñas.


15/10 Día Internacional de la Mujer Rural.
19/10 Día Mundial de Cáncer de Mama.

Noviembre

16/11 Día Internacional de la Tolerancia.


19/11 Día Internacional para la Prevención del Abuso Infantil.
20/11 Día Universal del Niño y de la Niña. *
25/11 Día Internacional de Lucha Contra la Violencia hacia la Mujer

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Diciembre

01/12 Día Internacional de la Lucha Contra el Sida.


02/12 Día Internacional de la Abolición de la Esclavitud.
03/12 Día Internacional de las Personas con Discapacidad.
10/12 Día Universal de los Derechos Humanos.
20/12 Día Internacional de la Solidaridad 2021 Humana.

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Calendario Ecuménico
Cristiano

E
l año eclesial cristiano posee se fundamenta en la semana
de siete días, con su primer día el Domingo (día del Señor)
o el primer día de la semana (a partir de Mc 16:2). Se
fundamenta también por el calendario solar que rige en occidente
y además por las dos fiestas cristianas principales: La Navidad y
la Pascua de Resurrección, con sus correspondientes domingos
previos de reflexión. Nochebuena y el día de Navidad tienen una
fecha fija, el 24 y 25 de diciembre respectivamente. El domingo
de Pascua de Resurrección se celebra desde el Concilio de Nicea
(año 325 d.C.) en todas las iglesias cristianas a excepción de las
ortodoxas, el primer domingo después de la primera luna llena
de la primavera boreal o del otoño austral, entre marzo y abril. El
calendario litúrgico cristiano se rige, por ende, por tres criterios
distintos:

•• El calendario solar para los Domingos

•• El calendario lunar para la fijación del domingo de Pascua de


Resurrección

•• El día fijo para la Navidad y Epifanía

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Caminando en sororidad

El calendario litúrgico cristiano comienza con el Primer Domingo


de Adviento y finaliza con la fiesta de la Epifanía (= manifestación
o revelación) el día 6 de enero; el Tiempo Pascual comienza después
del Último Domingo después de Epifanía (70 días antes de la
Pascua) y finaliza con la Fiesta de Pentecostés. Domingo siguiente
comienza el tiempo durante el año en los que se medita sobre los
misterios de la vida de Jesús de Nazareth que abarca la cantidad
de domingos correspondientes del año en curso hasta el Primer
Domingo de Adviento (aprox. la mitad del año).

Por lo tanto, el año eclesial comienza con el Primer Domingo de


Adviento que, se establece a partir del día 25 de diciembre que se
celebra la Navidad, contando hacia atrás 4 domingos.

La Cuaresma comienza con el Miércoles de ceniza. Desde la


celebración del Domingo de Pascua de Resurrección se cuentan 40
días hacia adelante, fecha en la que se celebra el día de la Ascensión
de Nuestro Señor Jesucristo (Hch 1:11) se celebra siempre en jueves.
Los siete domingos que componen este tiempo se denominan
Tiempo de Pascua (se cuenta el Domingo de Pascua). El tiempo
pascual termina con el Domingo de Pentecostés, cincuenta días
después del día de la resurrección.

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Calendario Litúrgico 2023 – Fechas para destacar

Enero

6/01 Epifanía
9/01 Bautismo de Jesús –Católica- ICAR - y Anglicana
25/01 Conversión de San Pablo (ICAR y Anglicana)

Febrero
2/02 Presentación de Jesús en el Templo
22/2 Miércoles de ceniza: comienzo de la Cuaresma en algunas
iglesias cristianas

Marzo
3/03 Día Mundial de Oración (todos los años se reza por un país
diferente especialmente por la realidad de las mujeres de ese país.
La oración la prepara también un grupo de mujeres y se celebra
ecuménicamente)- https://worlddayofprayer.net/
19/03 San José (ICAR y Anglicana)
25/03 La anunciación (ICAR y Anglicana)

Abril
02/04 Domingo de la Pasión- Domingo de Ramos
6/04 Jueves Santo
7/04 Viernes Santo
9/04 Pascua de Resurrección -Domingo

Mayo
21/05 Ascensión del Señor -ICAR
28/05 Pentecostés
31/05 La Visitación de María- ICAR y Anglicana

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Junio
4/06 Santísima Trinidad -Domingo
23/06 Natividad de San Juan Bautista ICAR y 24 en la Anglicana
29/06 Santos Pedro y Pablo Apóstoles (ICAR y Anglicana)

Julio
22/07 Santa María Magdalena- ICAR, Anglicana y Ortodoxa
29/07 Santos Marta, María y Lázaro- ICAR

Agosto
15/08 Asunción de María (ICAR), Santa María Virgen (Anglicana)

Septiembre
29/09 Santos Miguel, Gabriel y Rafael Arcángeles: ICAR -San
Miguel y todos los ángeles: Anglicana
Mes de la Biblia

Octubre
31/10 Día de la Reforma

Noviembre
1/11 Todos los Santos- ICAR y Anglicana
2/11 Conmemoración de todos los fieles difuntos ICAR
26/11 Cristo Rey
22/11 Santa Cecilia mártir (patrona de la música) ICAR

Diciembre
3/12 Comienzo del Adviento
24/12 Nochebuena
25/12 Navidad
28/12 Santos Inocentes
30/12 Sagrada Familia ICAR

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Sitios Digitales Amigables Y Recomendados

De comunicación:

El nuestro, por supuesto: www.conefe.net


Coletivo Bereia, Brasil: https://coletivobereia.com.br/
ALC Noticias: Agencia Ecuménica de Comunicación:
www.alc-noticias.net
Cotidiano Mujer, Uruguay https://cotidianomujer.org.uy/sitio/
Colectivo Audiovisual Feminista Mujer Dispara, Perú:
https://www.facebook.com/MujerDispara/
Wambra, Medio digital de Ecuador: https://wambra.ec/
Con/Texto Magazine, medio de comunicación Cuba:
https://contextomagazine.com/
Senttido, género y diversidad: www.sentiido.com
Centro Ecuménico Popular para América Latina de
Comunicación: https://www.facebook.com/cepalccolombia

Feministas:

Red de Teólogas, Pastoras, Lideresas y Activistas Cristianas:


www.tepali.org
Red Regional de Salud de las Mujeres: https://reddesalud.org/
Sororidad y Fe - Argentina:
https://www.facebook.com/pages/category/Community/Sororidad-
Fe-295957657993854/
Católicas por el Derecho a Decidir Argentina: https://catolicas.org.ar/
Católicas por el Derecho a Decidir Colombia:
https://cddcolombia.org/

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Católicas por el Derecho a Decidir México:


https://www.catolicasmexico.org/
Católicas por el Derecho a Decidir Perú:
https://www.cddperu.org/es/acerca-de-cdd/quienes-somos
Tras las Huellas de Sophia, México:
https://www.traslashuellasdesophia.com/
Teologanda, Argentina: https://teologanda.home.blog/
Rede de Mulheres Negras Evangelicas
https://www.facebook.com/negrasevangelicas/
Evangelicas pela Igualdad, Brasil:
https://www.facebook.com/mulhereseig/
Colectivo Conspirando de Chile:
http://conspirando.cl/formacion/
Pastoral de Mujeres y Justicia de Género- Puerto Rico:
https://www.facebook.com/pastoralmujeresCLAIPR/
Fundación Voz de la Mujer, Uruguay:
https://www.facebook.com/pages/category/Community/
Fundaci%C3%B3n-Voz-De-La-Mujer-623136651159985/
Grupo Mujeres Iglesias, Chile:
https://www.facebook.com/MujeresIglesiaChile/
Ecuménicas por el Derecho a Decidir, Honduras:
https://www.facebook.com/EcumenicasHN

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Ecuménicos

Coordinadora Ecuménica de Servicios, Brasil:


https://www.cese.org.br/
Fundación protestante Hora de Obrar, Argentina:
https://www.horadeobrar.org.ar/
Voces Ecuménicas Cubanas:
https://www.facebook.com/VocesEcumenicasCubanas/
Federación de Movimientos Estudiantiles Cristianos:
https://www.facebook.com/fumecalc
Alianza Cristiana Dominicana:
https://www.facebook.com/alcristianard

De Teología y estudios:

Revista de Interpretación Bíblica Latinoamericana- RIBLA


https://www.centrobiblicoquito.org/ribla/

Facultad EST Brasil:


http://www.est.edu.br/espanol/conheca-a-est/historia

Seminario Luterana de México: http://semla.mx/

Comunidad Teológica de México:


https://www.comunidadteologica.org.mx/

Centro Evangélico de Estudios Pastorales de Centroamérica


https://cedepca.org/

Comunidad Diálogos y Fe, Colombia:


https://es-la.facebook.com/dialogosyfe/

19
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Coalición Ecuménica por el Cuidado de la Creación, Chile:


https://www.facebook.com/ceccchile/

Red Latinoamericana y del Caribe para la Democracia REDLAD:


http://redlad.org/

Estudios de religión y política: www.otroscruces.org

Red Ecuménica de Educación Teológica:


https://www.facebook.com/RedEcumenicaREET

Podcast las de magdala:


https://open.spotify.com/show/1CzAEK38Gc4WMrNrhJYqBz

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Las Arpilleras
Una arpillera ilustra nuestra portada

¡Gracias compañeras!

Texto de Cynthia Imaña

Profesora de Historia, bordadora e ilustradora textil. Facilitadora


de oficios textiles como la arpillera y el reciclaje y reutilización
textil. Directora del colectivo.

Introducción Histórica

Lo textil está íntima y ancestralmente ligado al alma femenina.


Desde nuestros pueblos originarios los telares contaban las
historias de la comunidad, y los textiles eran el centro neurálgico
de las familias; ellos eran el abrigo, la indumentaria, los utensilios,
el cobijo. La mujer era quien narraba oralmente la historia de su
pueblo y su familia a las nuevas generaciones, y a falta de escritura,
estaba el tejido y luego el bordado.

La historia de las mujeres no han sido nunca historias de batallas,


conquistas, caudillos ni monumentos. La historia nuestra destaca
el amor filial, la solidaridad, el bien común, el respeto por nuestro
entorno. Es cosa de ver los bordados de nuestro mundo campesino,
de mar a cordillera, de norte a sur. Bordados que destacan la
naturaleza, las costumbres del campo, los cuentos, la familia. Es
este un oficio íntimo, hecho al calor del hogar, al cobijo del textil.

A medida que la mujer comienza a internarse en la vida pública


es que estos oficios quedan un tanto relegados, e incluso
menospreciados.

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Caminando en sororidad

Pero ¿qué pasa cuando los movimientos sociales comienzan a


exigir más justicia social e igualdad?

¿Qué hace que Violeta Parra comience a bordar sus arpilleras con
desenfado, bordando contra la guerra, y mostrando sus puntadas
al mundo? Las mujeres cuando necesitan expresarse recurren a la
herramienta que ancestralmente las ha acompañado; el textil. Cuando
surgen las demandas y protestas recurrimos al hilo y la aguja.

Las Arpilleristas que se alzaron en contra de la dictadura en


nuestro país fueron el movimiento subversivo más efectivo contra
la represión, denunciando al mundo los atropellos a los derechos
humanos y las atrocidades que se estaban cometiendo. Son hasta
el día de hoy el testimonio vivo de lo que aconteció. La historia de
resistencia contra la tiranía no se escribió con balas, se bordó con
hilo y aguja.

“El coser, el hacer arpilleras, forma parte del legado de un pasado,


que se hace presente con las mujeres que bordan sus historias que
se centran en la resistencia política y social. Las arpilleras chilenas
nacen en un momento histórico donde las palabras eran censuradas
y el derecho a la denuncia podía causar la desaparición y la muerte”
(Marjorie Agosin)

Las Arpilleras

La arpillera como textil toma su nombre de los tapices bordados


por Violeta Parra, denominados “arpilleras” por la tela rústica sobre
la que ella bordaba. Este nombre se mantiene en los textiles que
comenzaron a bordar las mujeres que buscaban a sus familiares
detenidos por motivos políticos durante la dictadura en los 70’,
pero la técnica cambia. Frente a la precariedad económica que

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Caminando en sororidad

les impedía acceder a telas e hilos, comienzan a usar retazos de


tela que provienen de ropa vieja, los cuales ensamblan, recortan
figuras, crean personitas que actúan en los paisajes, les hacen
casitas, árboles y pájaros. Todas las arpilleras cuentan historias.

Las arpilleras nacen en Chile y representan su geografía en ellas.


Siempre podemos identificar nuestra magnífica cordillera en los
paisajes bordados, tanto rurales como urbanos. Las montañas
están presentes como un marco imponente de nuestra historia.
También encontramos en ellas una o varias casas, representación
del hogar; la familia. El pequeño universo de cada persona, donde
están las raíces y encuentra el cobijo, la confianza y la seguridad.

Las figuras recortadas y bordadas de una arpillera son de diseño


simple e ingenuo, como un dibujo infantil. La sencillez de estas
representaciones no le quitan fuerza al mensaje o al testimonio,
todo lo contrario; lo fortalece, pues constituye una expresión franca
y directa, sin alegorías ni eufemismos.

“Las bordadoras eran pueblo puro y por eso bordaron con el


color del corazón. Nada más bello que estos bordados, insignes
en su pureza, radiantes en su alegría, que sobrepasó muchos
padecimientos…” (Pablo Neruda, Para nacer he nacido)

Las arpilleras de montañas bordadas y casitas pobres hechas de


retazos comienzan a contar la historia no oficial de lo que sucedía
en Chile. En los tiempos oscuros de la dictadura, estos textiles
fueron el testimonio de la represión, de la violencia y la agresión
continua que el poder ejercía sobre la población.

“Todo lo trasladábamos a la arpillera: la calle, la lucha, huelgas de


hambre, los encadenamientos...” (Victoria Díaz, arpillerista de la
AFDD)

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Caminando en sororidad

“La arpillera era como un diario que mandábamos al extranjero.


Eran las noticias que no se podían escribir, pero transformadas en
arpilleras. Desde entonces, y hasta el día de hoy, nunca he dejado
de bordarlas” (Sara Lillo, arpillerista)

En los últimos años han surgido muchas convocatorias para


bordar, coser o realizar algún oficio textil con temáticas alusivas
a consignas de resistencia, de denuncias y demandas, lo cual ha
motivado a grupos de mujeres a retomar los hilos y las agujas para
manifestarse ante este llamado comunitario. No es extraordinario
que agrupaciones de mujeres retomaran estos oficios como medio
de expresión. Lo textil está íntima y ancestralmente ligado al alma
femenina.

Frente a los movimientos sociales y el acontecer público que nos


afecta como comunidad, brotan en nosotras el ánimo de juntarnos,
de organizarnos, y unirnos al cobijo de puntadas solidarias y
resistentes. Cada bordado, arpillera o telón cuenta nuestras
historias personales y colectivas.

Los oficios textiles nos permiten romper el silencio, denunciar lo


injusto y abusivo, y es una poderosa herramienta de resistencia; la
resistencia atávica de un hilo que no se corta.

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ENERO

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CREDO para no obviar la

felicidad
Yuliet Teresa, Cuba

Creo en Dios, el de las banderas, de las diversidades.

Creo en la divinidad que está en cada persona, según su imagen y


semejanza.

Creo en Dios y su ternura, las manos en la tierra y los pies en el


cielo.

Creo en Dios, de los humildes, el de la gente que suda bajo


el sol (porque la vanidad no es el camino, sino la letanía de la
hipocresía).

Creo en Dios y su sonrisa en las infancias, las seguras y de las que


luchamos por su felicidad.

Creo en Dios de promesas cumplidas y utopías para mis abuelos.

Creo en el Dios de los sueños, de las insistencias.

Creo en el Dios terco por y para la felicidad de quienes sufren


injusticias.

Creo en la mística del Dios del mar y sus cantos orishas.

Creo en el Dios que da el pan a justos e injustos, el que besa a


todas las personas sin contar las vilezas.

Creo en Dios cuir, trans, afrodiverso.

Caminando en sororidad 26
Caminando en sororidad

Creo en el Dios de las mujeres, el Dios mujer.

Creo en la fragilidad del Dios de los/as ancianos/as.

Creo en el Dios que inspira esperanzas para el Sur, siempre el sur.

Creo en el Dios encarnado en la calidez de mi madre.

Creo en el Dios que sirve y se entrega.

Creo en el Dios de la paz, siempre la paz y no otra cosa.

Creo en el Dios que está en las manos temblorosas de quienes


padecen enfermedades.

Creo en el Dios de la alegría, los bailes y las jergas.

Creo en el amor de Dios encarnado en la vida de los animales de


la calle o del resguardo.

Creo en el Dios del árbol y los peces.

Creo que Dios es terriblemente amoroso. Amén.

27
No duerme la vida
Daylins Rufin Prado, Biblista, Cuba

Ezequiel 37: 1-14

Cuando los ojos pesan de tal forma


que no pueden alzarse sobre los montes,
y las pupilas no logran sostener siquiera
un llamado de auxilio a las palomas,
nuestro socorro sigue viniendo de la Ruâh de YHWH,
susurro de vida que danza renombrando lo que existe en nuestro
cielo y en toda nuestra tierra.

Cuando nuestros pies tiemblan de tanto desandar la vida por


desfiladeros,
todo equilibrio llega, paso a paso
a través de la fuerza que imprime Su cadencia.

Pareciera que nada se despierta de veras


como en aquellos tiempos del valle de Ezequiel
- ese del soplo sin fronteras-;
pareciera que andara sonámbulo de sueños este cuerpo que
somos,
¡Mas no duerme la Vida! ¡Nos abraza el alma!

No dormirá quien vela desde el tiempo.

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Caminando en sororidad

Lo Infinito es Eterno,
nada de lo nacido allí entre sus lazos muere: la fe, la paz, la mar,
las hierbas.
Quien crea la Luz es nuestra sombra
y como nos asombra verla erguida, fiel, derecha
promesa de los hombros tan caídos,
de esta cabeza nuestra que ladea por el peso de Dios sabe qué
cosas,
de estos pies retorcidos por los rumbos
ante tanto camino de incertezas.

¡Pareciera que no hay nada ya nuevo bajo el sol!


¡Más existe ese fuego vital y no nos quema!
Pudiérase decir que la luna es tan solo un espejismo, de tan
oscura que nos fue la noche,
más es real
plata de luz callada que se nos duerme sobre el vientre
y nos alienta.

Guardada está esta vida y toda vida que somos y tejemos de todo
mal que enhebra y nos enreda,
a salvo está de calles y balcones sin suspiros posibles, así nos ama
Dios.

Pareciera que no se llega a nada


o que no hay ya salida
ni vía posible para atraer cerquita la utopía
desde el ayer siempre
hasta el ahora.
Pareciera que no
más SÍ nos guarda.

29
Nunca perdamos la esperanza

Silvia Alvarez, Argentina

Mantengamos firme la esperanza que profesamos, porque fiel es el que hizo


la promesa. Preocupémonos los unos por los otros, a fin de estimularnos al
amor y a las buenas obras. Hebreos 10: 23 y 24

Por más difícil que sea la situación por la que estemos pasando,
recordemos que Dios es fiel y que en su tiempo cumplirá cada
promesa dada a nuestras vidas.

No importa cuánto tiempo pase, nunca perdamos la esperanza.

Mantengamos firme sin titubear la esperanza que afirmamos,


porque se puede confiar en que Dios cumplirá su promesa.

Caminando en sororidad 30
Hijas de la herencia
Construcción colectiva del Programa de

Capacitación del Centro Cristiano Lavastida, Cuba

Poesía Inspirada en el pasaje de números 27:1:11

“y Yavé dijo a Moisés: «La petición de las hijas de Selofjad es justa; dales,
pues, la herencia de su padre, y que tengan una herencia entre los hermanos
de su padre.”

Somos las hijas de la herencia.


Nuestros nombres están tatuados en el libro de la vida;
¡No serán borrados!
Dios está a nuestro favor.
Nos ha dado el jardín
ha bendecido nuestras cosechas.

Somos las hijas


Somos Palabra
verbo que se conjuga
delante de los tribunales.
¡No renunciaremos!

Nuestra heredad
es como un pan que se reparte
Y crece.
Nuestra voz

Caminando en sororidad 31
Caminando en sororidad

es el grito de otras hermanas


el balbuceo de la recién nacida
la complicidad de las parteras.

Nuestro vino no es compatible con viejos odres


¡No morderemos manzanas envenenadas!

Somos las hijas de la herencia.


Nuestra tierra no es negociable.
¡No será entregada!

Dios ha dictado su sentencia


Justa y liberadora.
Ha firmado el testamento.
Cambiaremos el curso de la historia.
¡Dios está a nuestro favor!

Autoras:
Idaliana Aleaga: Coordinadora del Programa de Capacitación
Maite Álvarez: Responsable del área de juventudes
Mercedes Morris: Responsable del área de Ecología
Karelia Medina: Responsable del área de Salud familiar
Libia Taureaux: Responsable del área de Género
Marieta Machado: Responsable del área de Renovación Litúrgica
Alicia Beatón: Proyecto agricultura familiar

32
FEBRERO

Caminando en sororidad 33
Saray Ou Shadday: Quando
A Submissão Da Figura Da
Deusa

Coloca Todas As Mulheres


Debaixo De Violência
Angela Natel

Doutoranda em Teologia1

Gênesis 49,252

“Shadday que a abençoa: as bênçãos [...] das mamas e do útero”.

A expressão El Shadday aparece na Bíblia 48 vezes; geralmente


conectada a bênção da fertilidade3. Essas tradições podem trazer à
tona um entendimento de Shadday como uma Deusa ou como seu
epíteto4. Lederman-Daniely5 trabalha a tese da relação do nome
de Shadday com Saray e as tradições da Deusa que teriam sido
domesticadas com a elaboração de uma figura feminina submissa

1
Pontifícia Universidade Católica do Paraná (PUCPR), Curitiba, PR, Brasil.
Contato, cursos e publicações: https://linktr.ee/angelanatel
2 NOVA BÍBLIA PASTORAL. São Paulo: Paulus, 2013.
3 Cf. Gn 49,25.
4 Cf. Lutzky, Harriet. “Shadday as a Goddess Epithet.” Vetus Testamentum 48,
no. 1 (1998): 15–36. http://www.jstor.org/stable/1585459.
5 Sarai: Is She the Goddess of Ancient Israel? Dvora Lederman-Daniely. Wipf
and Stock Publishers 2021 ISBN 9781725298903

Caminando en sororidad 34
Caminando en sororidad

ao sistema patriarcal e, consequentemente, sob mediação de


uma Divindade masculina. O nome da Deusa aparece no livro de
Gênesis, mas está escondido dentro do nome da primeira matriarca
do povo de Israel: Saray. O grande argumento seria de não ser
possível apagar as memórias de ritos e tradições relacionadas à
Deusa sob o epíteto de Shadday, mas era possível reduzi-la a uma
figura submissa e à serviço da ideologia sacerdotal pós exílica.

No caso da diferença entre Shadday (‫ )ידש‬e Saray (‫)ירש‬,


tecnicamente, o intercâmbio das letras hebraicas D ‫( ד‬dalet) e R
‫( ר‬reish) é um fenômeno bem conhecido e difundido na pesquisa
da crítica textual da Bíblia. Do ponto de vista paleográfico não há
diferença nas inscrições antigas entre ‫ ר‬e ‫ד‬, dependendo da decisão
do copista. Esta flexibilidade é considerada uma correção inserida
por razões teológicas. Porém não se trata de ‘correção’, mas da
prevalência de um viés ideológico com o objetivo de preservar
teologicamente os leitores sob controle de quem efetua essas
modificações. A omissão da crítica textual com relação a esse
viés é um sintoma colonial, uma vez que silencia o diverso e trata
as perspectivas teológicas monoteístas como autoridade sobre a
interpretação de textos cujo pano de fundo é politeísta ou, em
pouquíssimos casos, efetivamente monolátrico.

Ainda é importante mencionar a intrigante narrativa de


Gênesis 22 seria um indício das tradições da Deusa, em que o
cordeiro preso num arbusto não é uma menção aleatória, mas de
um símbolo no antigo Sudoeste Asiático – cordeiros entrelaçados
com galhos de árvores simbolizam a Deusa Asherah e sua proteção.
Assim, Saray, a Deusa Asherah, é provavelmente percebida nesta
história como estando envolvida em salvar seu filho de ser morto.6

6
Cf. Lederman-Daniely, 2021, p.48.

35
Caminando en sororidad

Em Êxodo 6, 2-3 a elite sacerdotal pós-exílico apaga o nome


da Deusa e sua relação com Yahweh. O redator explica que Deus
era chamado “El Shadday” porque seu verdadeiro nome, Yahweh,
não tinha sido revelado aos patriarcas. A antiga tradição na qual
havia um resquício de Saray, a Deusa, foi rejeitado e o nome de
Yahweh, sozinho, assumiu o controle de tradições posteriores.
Assim, um poderoso instrumento nas mãos da elite religiosa pós
exílica de controle da mentalidade e dos corpos das mulheres se
torna eficaz: transforma a imagem da Deusa Asherah/Shadday,
geradora de vida, numa figura idosa, sem forças, estéril, submissa
a seu marido e dependente da vontade de um Deus masculino.

36
La verdadera familia de Jesús
Luisa Jalil, Argentina

Mc. 3,31-35:

“Entonces llegaron su madre y sus hermanos y, quedándose afuera, lo


mandaron llamar. La multitud estaba sentada alrededor de Jesús, y le dijeron:
«Tu madre y tus hermanos te buscan ahí afuera». Él les respondió: «¿Quién es
mi madre y quiénes son mis hermanos?». Y dirigiendo su mirada sobre los que
estaban sentados alrededor de él, dijo: «Estos son mi madre y mis hermanos.
Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi hermana y mi
madre».” (Mt. 12. 46-50; Lc. 8. 19-21)

El contexto en que Marcos y también Mateo colocan este episodio,


es muy conflictivo para Jesús. Se duda del origen del poder que
tiene para curar. Es rechazado especialmente entre los suyos y los
rumores más benignos hacen sospechar sobre la cordura de sus
actos. Evidentemente estos murmullos llegaron a sus parientes.
Aquí aparece la “madre” y “hermanos”. ¿Qué pensarían de él?
¿Cómo los afectaría? ¿Por qué y para qué lo buscarán? ¿Es probable
que sientan que peligra ante tantas sospechas y hostilidad? Quizás,
¿quieren llamarle la atención para que vuelva a la sensatez?

Mc y Mt. especifican que los familiares que lo buscan están afuera


del lugar donde estaba Jesús con sus discípulos y la gente que lo
seguía. No entran. Otros le avisan que lo buscan. Es una escena
fuerte. Buscan al que tildan de loco y endemoniado, al que actúa
con poderes oscuros y desafía a las autoridades religiosas… Jesús

Caminando en sororidad 37
Caminando en sororidad

está desordenando cosas… está loco, hay que sujetarlo… ¿Su


familia quiere protegerlo? ¿O quieren protegerse de él, de la fama
que está adquiriendo?

Aquí hay un orden alterado. Algo está fuera de lo normal y


el señalado es Jesús. Los parientes y su madre posiblemente lo
reclaman en nombre del orden establecido, para protegerlo y
protegerse. Qué más normal y lógico que el orden familiar. Un
orden patriarcal… salvo que aquí no aparece el padre, sino la
madre… lo más probable es que ya no viviera… Pero sin duda aquí
hay una demanda desde ese orden familiar instituido y van con
toda la parentela a ponerlo en órbita.

Jesús responde al reclamo con una pregunta «¿Quién es mi madre


y quiénes son mis hermanos?». En el orden establecido, indica otro
orden, un des-orden. Otra lógica vincular. No la de la sangre, la
del parentesco… otro sentido al que ya se vivía y desde donde se
le reclama. Es una conducta desapropiada y aparentemente poco
amable para su madre y parientes.

A las preguntas acompaña el acostumbrado gesto de Jesús: su


mirada y una afirmación, «Estos son mi madre y mis hermanos.
Porque el que hace la voluntad de Dios, ese es mi hermano, mi
hermana y mi madre». He aquí el nuevo orden, público, social,
político en el que interviene otro personaje al que Jesús hace
visible: Dios.

No detalla el texto cómo reaccionaron su Madre y hermanos,


posiblemente los haya dejado desconcertados, no entiendan, cómo
le ha sucedido algunas veces a la Madre, en relación a las cosas que
pasan en torno a su Hijo.

38
Caminando en sororidad

Cuando pensé este texto vinculado al feminismo, se me vino


enseguida el concepto de sororidad. A la luz de esta nueva forma
de vincularnos que experimentamos las feministas esta escena
de Jesús, adquiere un plusvalor desde la fe. Podemos decir que
la sororidad no sólo es política, también es divina. Bien sabemos
que el vínculo sororal no queda en la intimidad de lo privado
y solamente social. Sabemos que son vínculos que nos salvan de
pesadas cargas, y abren caminos que nos ligan entre nosotres para
alcanzar libertades, dignidad, autonomía, el ejercicio de decidir por
nosotras mismas y por el colectivo, etc. Hemos salido del ámbito
privado, de nuestros mundillos… para marchar por las calles, para
sentarnos en las plazas y aprender unas de otras, descubriéndonos
y vinculándonos entre nosotras, como madres, hijas, sores… Del
vínculo fraterno, recuperamos el sororal habiendo tenido experiencia
de ser compañeras de luchas en muchas causas. Resignificamos estos
vínculos y redescubrimos la sororidad. Se nos revela allí una nueva
manera de abordar nuestros vínculos feministas de complicidad
amorosa, ideológica y estratégica para alcanzar y experimentar
libertades. Esto se me representa como el patio desde donde
Jesús responde al orden establecido que le reclama desde afuera…
también nosotras podríamos decir: en el vínculo sororal encuentro
a mi madre, mis hermanos y hermanas, también a mis abuelas, tías,
sobrinas, amigas… encuentro a la Divinidad, porque hacemos juntes
las libertades que nos dan más vida.

La Madre y hermanos, hermanas de Jesús son invitados


a ubicarse en este nuevo plano de familia, no el de la sangre,
los vínculos ahora están relacionados con hacer el proyecto que
presenta Jesús que va más allá del parentesco y es de vida plena
para todo mundo.

39
Vozes de mulheres e o ouvir de
Deus!
Sueli Catarina de Carvalho

Mulher cristã anglicana, feminista e mãe

Números 27:1-8

“Passe para elas a herança do pai”

A história de luta e reivindicação de mulheres ao longo dos


tempos na bíblia é longa. Com perseverança, coragem e ousadia,
mulheres em todos os tempos, situações, culturas e contextos
levantaram sua voz em favor da justiça e do direito. Neste texto
bíblico, cinco mulheres têm seus nomes registrados na história do
povo de Israel: Maala, Tersa, Hegla, Melca e Noa. Estas mulheres
questionaram a Lei vigente, reivindicaram o direito à herança e
mudaram a Lei. O pai Salfaad, morre sem deixar filhos homens,
mas, tendo irmãos, sua herança por lei iria para estes irmãos, e
seu nome desapareceria do seu clã. E a história desta comunidade
composta de mulheres tão valorosas, seria esquecida. Com
coragem e sabedoria, elas se apresentam ao grande Profeta Moisés,
ao sacerdote Eleazar, aos príncipes e a toda comunidade e fazem
sua reivindicação a um direito que não existia para as mulheres
até aquele momento. É extraordinário o que estas cinco mulheres
fizeram, enfrentaram as leis excludentes existentes, utilizaram
os mecanismos e canais estabelecidos e levaram sua demanda às
lideranças instituídas. E fizeram ainda mais, fizeram com que toda
a comunidade soubesse do pleito delas. Certamente elas tiveram
medo, dúvidas e incertezas. Mas, o medo deu lugar à esperança e a
Caminando en sororidad 40
Caminando en sororidad

coragem deu lugar à mudança. Então, Moisés ouve e leva para Deus
a demanda destas irmãs, e o texto bíblico diz que Javé ouviu a voz
destas mulheres e respondeu. “Passe para elas a herança do pai”.
“E isto há de ser um estatuto de norma para os filhos de Israel.” A
luta destas cinco mulheres, transformou em direito para todas as
mulheres, as viúvas e sem filhos, órfãs sem irmãos, mesmo dentro
de uma sociedade patriarcal, elas passam a ser reconhecidas como
um ser de direito e dignidade.

Tem sido assim ao longo da história de luta das mulheres, suas vozes
se levantam, seus corpos reivindicam, suas vidas transformam a
realidade. Outro aspecto importante desta narrativa é que estas
irmãs se juntam para levantar a sua voz, esta é outra característica
da luta das mulheres, pois é no coletivo que suas vozes podem
ser ouvidas. E em comunidade que uma sustenta a outra para
enfrentar as dores, os medos e as dúvidas. A sororidade entre as
mulheres têm ganhado espaço cada vez maior, numa sociedade que
nos impele a competir entre nós e a nos isolarmos.

As mulheres quando se juntam é como a água, que cresce, se avoluma


e corre na busca pela justiça. Sempre foi assim, na luta pelo direito à
propriedade, ao estudo, ao voto, ao salário digno e justo, ao exercício
pastoral, o direito de ocupar os espaços legislativos, judiciários e
executivos, ao direito da autonomia, contra as violências sofridas,
pela vida plena para si e suas famílias, comunidades e país. Muitas,
de forma individual ou coletiva pagaram com a própria vida pelas
conquistas, que muitas vezes não puderam contemplar ou usufruir
e as gerações futuras que se beneficiaram.

No Brasil e no mundo estamos vivendo tempos de retrocessos, de


aumento das violências, em que as vozes das mulheres são caladas,

41
Caminando en sororidad

inclusive nas Igrejas, mesmo em espaços já antes conquistados.


Em uma parte significativa das Igrejas cristãs, as mulheres ainda
não podem exercer o ministério pastoral e quando lhes é permitido
responder ao Chamado de Deus, são muitas vezes invisibilizadas. No
nosso país, mulheres –mães vítimas da violência do Estado juntam
suas vozes de denúncia contra o assassinato de seus filhos. Jovens
negros, pobres e periféricos, que muitas vezes, elas não conseguem
sequer enterrar seus filhos, pois seus corpos desaparecem. Nas
eleições de 1º turno em 2022 no Brasil, foi a maioria das mulheres
que disseram Não a um governo autoritário. Além de querer comida
no prato para seus filhos e sem mais armas, pois estas tiram a vida
de seus filhos e maridos, além das suas próprias vidas que sofrerem
o aumento avassalador do feminicídio no Brasil.

Recentemente, uma jovem iraquiana, Mahsa Amini foi morta de


maneira brutal, por não estar usando o véu da forma estabelecida
pelo Talibã, o que desencadeou no país e em muitas partes do
mundo, milhares de mulheres e homens protestando contra
governos ditatoriais e violentos contra as mulheres através de um
grito coletivo de “Mulher, Vida e Liberdade”. Estas são as vozes e
a luta que vem de longo tempo. Assim como as cinco irmãs do Clã
de Manassés, levantaram a sua voz e clamaram para que houvesse
justiça, nós mulheres de hoje, clamamos por vida plena e paz.

Vamos refletir?

Como as mulheres podem ter seus direitos garantidos em espaços


que tentam impedir a sua voz e participação?

Como nossas comunidades de fé podem ser espaços de acolhida,


respeito e solidariedade às mulheres e pessoas em vulnerabilidade?

42
Yo como Vasti
Mailé Vazquez Avila, Cuba

Ester 1: 1-22

El séptimo día, estando el corazón del rey alegre del vino, mandó a
Mehumán, Bizta, Harbona, Bigta, Abagta, Zetar y Carcas, siete eunucos
que servían delante del rey Asuero, que trajesen a la reina Vasti a la
presencia del rey con la corona regia, para mostrar a los pueblos y a los
príncipes su belleza; porque era hermosa. Mas la reina Vasti no quiso
comparecer a la orden del rey enviada por medio de los eunucos; y el rey se
enojó mucho, y se encendió en ira.

Dios de las Alegrías, Milagrero de todas mis mañanas.

Sabiduría infinita que me mira hasta lo más profundo y no aparta


su cabeza;

son tus ojos el infinito caudal de la belleza, lo bueno y lo que trae paz.

Danos el coraje de renunciar a toda corona que nos coloque en


objetos del deseo y del poder del otro.

Así como Vasti se negó a presentarse ante los invitados de la corte;


danos la fuerza para decir No y aceptar que el enojo de siglos será
el costo.

Que las marcas de nuestros cuerpos sean noticia a todas las mujeres…
estamos completas, nos sentimos plenas, podemos ser felices.

Caminando en sororidad 43
Caminando en sororidad

Proclama decretos de esperanza en esta aurora:

Que ninguna de mis hermanas tenga que lanzarse a la carrera de


intentar sustituir a nadie por su belleza. Y que aprendamos también
a sentirnos feas sin culpa.

Que escribamos millones de cartas a nuestras amigas para pedirles


sostener las manos de quienes han dicho no a la violencia sobre
nuestros cuerpos, y los cuerpos de nuestras niñas.

Que no haya mayor deber que ser dueñas de nuestras propias vidas
y dar cauce a tu amor.

44
Caminando en sororidad

MARZO

45
El mesianismo de los cuerpos
Dra. Marilú Rojas Salazar

Teóloga Feminista Mexicana Católica

Lc. 7, 36-38:


Uno de los fariseos rogó a Jesús que comiese con él. Y habiendo entrado en
casa del fariseo, se sentó a la mesa. Entonces una mujer de la ciudad, que era
pecadora, al saber que Jesús estaba a la mesa en casa del fariseo, trajo un
frasco de alabastro con perfume; y estando detrás de él a sus pies, llorando,
comenzó a regar con lágrimas sus pies, y los enjugaba con sus cabellos; y
besaba sus pies, y los ungía con el perfume”. (RV.1960)

¿Quién era esa mujer que se atrevió a perfumar y besar a Jesús en


su corporalidad? ¿Por qué estaba esa mujer ahí con hombres tan
refinados y cultos, y en la casa de un Fariseo? ¿Acaso lo permitía la
ley? ¿Cómo es que le permitieron entrar a esa casa de un hombre
de Dios? ¿Cómo se llamaba esa mujer? ¿Por qué ha sido tan
emblemática en los textos y por qué fue tan importante el hecho
que la comunidad Lucana lo redacta para que nos enteremos de lo
sucedido?

Mi hipótesis es que era una Hetaira, era el nombre que recibían


algunas mujeres de una clase distinguida de personas libres,
las cuales, generalmente, desempeñaban funciones de artistas,
contertulias y acompañantes en las discusiones filosóficas, políticas,
o religiosas. En contraste con la mayoría de mujeres de la antigua
Grecia, las heteras recibían educación, poseían independencia
económica y podían alcanzar un gran poder social, y eran las únicas

Caminando en sororidad 46
Caminando en sororidad

mujeres que podían participar en los simposios (reuniones festivas


de políticos, filósofos, artistas y eruditos), siendo sus opiniones y
creencias muy respetadas por los hombres. Hay quien llega a afirmar
que eran mujeres intelectuales cuya labor era la estimulación
intelectual, pues sabían de arte, música, danza, filosofía y
literatura, eran expertas en el arte de conversar. Los filósofos las
describen como agudas, refinadas y extremadamente bellas. Se
les permitía vestir de rojo transparente para velar su desnudez.
Y no necesariamente eran sexo-servidoras. Las heteras, al menos
las libres, administraban sus ganancias por sí mismas, con lo que
podían llegar a ser muy ricas, aunque también estaban obligadas
a pagar impuestos como todos los demás oficios, de otra manera,
una mujer campesina no podría pagar un frasco de perfume tan
caro. A este tipo de mujeres desde la mirada heteropatriarcal se les
consideraba ‘prostitutas’, sin embargo, hetera significa compañera
y eran las mujeres más libres de la Grecia Antigua. Esto nos permite
entonces deducir que para el mundo bíblico ‘prostituta o pecadora’
no necesariamente hace referencia a una sexo-servidora, sino a
toda mujer libre, que tuviera una independencia económica, que
diera culto a otras divinidades, que no estuviera bajo la autoridad
de un hombre, que fuera extranjera o no judía y que tuviera que
trabajar en el espacio público. Lo que nos interesa en el presente
texto no es responder a la pregunta del fariseo ¿qué tipo de mujer
es la que lo está tocando? Sino quién es la mujer que se atrevió a
ungir a Jesús en su corporalidad.

Nos encontramos en el encuentro de dos corporalidades: el cuerpo


de Jesús y el cuerpo de la mujer. Dos cuerpos que se encuentran.
Jesús comparte su cristificación al cuerpo de la mujer, y el cuerpo
de la mujer brinda y comparte la plenitud de su humanidad en

47
Caminando en sororidad

una fuerza erótica como amor que supera el narcisismo ególatra


para encontrase con la projimidad de Jesús, de tal manera que,
ambos cuerpos se cristifican y comparten la tarea mesiánica de
salvación, es decir, la salvación es corporal, encarnada e histórica,
si por tarea mesiánica entendemos un acto libertario a través del
cual se instaure la justicia y la felicidad. La mujer no solo unge con
perfume la corporalidad de Jesús para reconocerle como profeta,
sino que le unge con su humanidad y de esa manera le ‘salva’
del sistema patriarcal misógino que consideraba los cuerpos de
las mujeres como impuros; por su parte, la corporalidad de Jesús
comparte la misión mesiánica al cuerpo de ella en proceso de mutua
cristificación. Todo esto se realiza en público y ante la mirada de
todos, en medio de un banquete o simposio para desenmascarar
de los prejuicios patriarcales a los hombres que habían sido los
anfitriones del mismo.

48
Mujer
Paula Ciancio, Argentina

Paulaciancio@gmail.com

Juan 8:1-11

Podía sentir su piel empapada en sudor en la intimidad del


cuarto.

El pelo suelto, el calor en sus mejillas.

Se sentía libre.

Allí podía amar y sentirse amada.

Afuera venían gritando sus leyes los hombres malvados.

Con pasos acelerados irrumpieron en el cuarto.

Entonces llegó el ultraje, el dolor y la violencia.

Cayó tendida sin lograr apoyar las manos en la tierra.

Más su cuerpo sintió el impacto.

La túnica no alcanzó para cubrir la desnudez.

Se estremeció frente a los apretones en sus brazos.

Podía oír los insultos de los que no dudaban en señalarla.

Temblaba de miedo mientras era arrastrada.

Tanto le dolía el cuerpo, que no distinguía sus miembros.

Los gritos, los empujones no cesaban. Otra vez al suelo.

Caminando en sororidad 49
Caminando en sororidad

El polvo se le pegaba en la piel y se metía en sus ojos.

Todos ellos, cargando piedras en las manos, creyéndose aptos


para juzgarla.

La acusaban, como si supieran, como si tuvieran derechos sobre


ella.

En su interior, más miedo, vergüenza, culpa.

Los gritos la aturdían, no distinguía voces, ni rostros.

Oía la dureza de sus palabras.

Percibía piedras y hombres como una misma sustancia.

Pero entre la multitud había uno.

Sus manos vacías escribían en tierra, como ignorando lo que


pasaba.

La pusieron frente a él.

Y allí pudo sentir el peso del silencio.

Cubrió su pecho, casi como un acto instintivo.

Escondió su rostro detrás de los cabellos largos.

La humedad en sus ojos apenas la dejaban ver, cuando oyó sus


palabras.

¿Quién puede señalarte?

¿Quién está libre para juzgarte?

¿Acaso son ellos más justos, menos pecadores, más humanos?

El que esté libre que lo haga.

Sus palabras empujaban otra vez un silencio abrumador.

50
Caminando en sororidad

No los veía, pero podía sentirlo a sus espaldas.

Escuchó cómo las piedras iban cayendo.

Pudo notar cómo se alejaban.

Se sintió aliviada cuando quedaron

solo ella y aquel de mirada calma.

Su cuerpo aún temblaba.

¿Dónde están los que te acusaban?

Desde el más viejo al menor se habían ido.

Mujer, andá en paz. Tampoco yo te condeno.

51
Los pecados a la luz de Cristo
Barbara Müller, Chile

barbaramullerserena@gmail.com

Juan 5:42

“Yo los conozco que no tienen el amor de Dios en ustedes”. (RVA-2015)

El otro día estaba frustrada. Me topé con Romanos 1:18-30 y me vi


enfrentada con una larga lista de “pecados” que incluía alusiones
a comportamientos sexuales “contra la naturaleza”. Pero al seguir
leyendo encontré muy interesante como sigue la reflexión del
apóstol Pablo en el capítulo 2, porque allí emplaza a los judíos
instruidos quienes, por no practicar lo que predican, están causando
que los no creyentes hablen mal de Dios. (Ro 2:24).

Pablo cita un texto que hace referencia a Isaías 52 y a Ezequiel


36, los cuales están en el contexto de la deportación al exilio del
pueblo de Dios como castigo por su largo historial de infidelidades
con Él, y mencionan la mofa de la cual es objeto este pueblo junto
a su Dios, quien supuestamente no ha tenido suficiente poder
para protegerlo. Me puse a pensar, ¿cuáles podrían ser las razones
hoy en día para que las personas hablen mal de las iglesias, del
cristianismo, de Dios? La lista es larga, desde la Inquisición,
la conquista de continentes y sometimiento de los pueblos, la
manipulación emocional y los abusos sexuales y económicos, las
discriminaciones, y cuántas razones más pueden existir. Son actos

Caminando en sororidad 52
Caminando en sororidad

y actitudes que no están en la lista del apóstol Pablo, pero la


profecía contra los pastores de Israel en Ezequiel 34 está llena de
acusaciones de abuso, aprovechamiento y descuido, para anunciar
“Yo mismo me encargaré de buscar y de cuidar a mi rebaño” (Ez.
34:11), profecía que se cumple en Jesús, el Buen Pastor. “Buscaré a
las ovejas perdidas, recogeré a las extraviadas, vendaré a las heridas
y fortaleceré a las débiles, pero exterminaré a las ovejas gordas y
robustas. Yo las pastorearé con justicia.” (Ez. 34:16 NVI)

En el actuar de Jesús vemos una y otra vez cómo se junta con


personas marginadas y despreciadas de la sociedad, cómo dignifica
a personas quienes la ley de su época considera indignas e impuras,
entre ellas muchas mujeres, y cómo se enfrenta con quienes se
creen justos a ellos mismos, y se creen con derecho a juzgar a
los demás. Uno de estos enfrentamientos fuertes se ve en Juan
5 donde Jesús está siendo perseguido por haber quebrantado la
ley, realizando una sanación en un día de reposo. En su réplica,
Jesús apunta al problema central cuando les dice a los judíos que
lo critican, que ellos examinan las Escrituras para encontrar vida
eterna, pero que no tienen el amor de Dios en ellos. (Juan 5:39-42)

Es bueno ver que Jesús no solo establece la ley del amor por
encima de las demás (Mateo 22:34-40), sino también la aplica en
el momento de juzgar comportamientos. No sirve buscar guía en
la Escritura, si no se mira a las personas con un amor verdadero.
Eso debiese ser un faro para toda persona que se dice ser seguidora
de Cristo.

53
Desierto
Primera Parte

Inés Casalá, Argentina

Nací en una época en que no era sencillo ser mujer; había que
resignarse a ser madre, viuda o prostituta. En algunas ocasiones,
la que nacía con el privilegio de ser princesa, podía gozar de una
vida más acomodada, nunca fácil. No se nos exigía, -porque se nos
creía incapaces-, ni se nos perdonaba, -como no se perdonaba a una
mula-, lo mismo que a un varón. Me rebelaba vivir así y me desterré
al desierto, del otro lado del río, allí donde los frutos silvestres,
las langostas y la miel que manaba de los árboles alimentaban
generosamente al que carecía de grandes necesidades. No me
molestaba que me creyeran loca o endemoniada; era mi escudo y,
al mismo tiempo, el precio de mi libertad.

Desde lo alto del monte veía a la multitud acercarse, para pedir a


Juan, el bautismo de conversión de los pecados. Otro loco, vestido
con una piel de camello y un cinturón de cuero, pero por ser varón,
lo llamaban profeta, aunque les dijera raza de víboras a los fariseos
y saduceos y acusara de incesto al rey, cosa nada aconsejable en
ninguna época y menos, si Herodes Antipas -heredero del rey
Herodes el grande, asesino entre otros, de niños inocentes-, era
el tetrarca de Galilea y de Perea. Yo no me atrevía a acercarme
demasiado al Bautista y además, no tenía interés en bautizarme.
Algunas mujeres sí lo hacían, pero siempre acompañadas de un
familiar que se hiciera responsable, y previa aceptación de sus culpas,
y de las del pueblo de Israel. Era placentero para los varones verlas

Caminando en sororidad 54
Caminando en sororidad

sumergir en las aguas del Jordán, los cuerpos convenientemente


separados; sentían que eran más dignos que las mujeres, impuras
por la sangre que despedían cada mes y que vertían en el parto;
malditas desde el pecado original, por haber tentado al pobre Adán
que actuó sin dolo por ser imposible resistirse a los movimientos
ondulantes de la serpiente, desde entonces desterrada al desierto
y condenada a ser pisada por vírgenes. Al ser sumergidos por Juan,
intentaban lavar la falta que llevaban impregnada como una mancha
de aceite y que siempre volvía a salir. Si yo hubiera tenido alguna
culpa, ya estaba saldada de sobra con la vida que llevaron mi madre,
hermanas, abuelas y al resto de mujeres sumisas gracias a las cuales
yo estaba viva. Ellas eran mi locura, corrían conmigo desnudas en las
noches del desierto. Nos sumergíamos cuando ya nadie quedaba en
el lugar y nadábamos por horas sintiendo el fluir del agua que corría
hacia el gran lago salado, donde la vida no existía.

Pasé mucho tiempo escondida detrás de las piedras o de los olivos,


y aprendí a descifrar, desde lejos, cada expresión de los peregrinos.
No tuve ninguna dificultad en reconocerlo, antes que él mismo
se diera cuenta de quién era, o para qué había nacido, yo lo supe.
Por eso, cuando se introdujo en el agua, me deslicé como una
culebra detrás de él, y desde ese momento, lo seguí de cerca. No
se escuchó ninguna voz, ni aconteció un fenómeno en el cielo, ni
una paloma apareció cuando emergió purificado. Una gran batalla
estaba por comenzar en el interior de ese hombre. Se dirigió al
desierto. Experta en no ser vista, lo acompañé durante cuarenta
días dejándole, todas las mañanas, un trozo de pan y un jarro
con agua. Levantaba los ojos al cielo y agradecía a su Dios que lo
alimentara; yo me sentía destinataria de su agradecimiento. Nunca
aceptó más que eso, aunque gustosa le hubiera entregado todo lo
que deseara sobre una bandeja de plata.

55
Caminando en sororidad

Luego fuimos al mar de Galilea donde convocó a doce amigos para


que dejaran todo y lo siguieran. Muchos le creyeron al ver los signos
que realizaba; yo no necesitaba creerle, sentía en mi piel que sus
palabras eran de vida. Era una más de las mujeres que, aunque no
teníamos donde apoyar la cabeza por la noche, lo acompañábamos
adonde fuera. En mi interior deseaba algo diferente; era la primera
que lo reconoció, la que lo alimentó en el desierto y lo protegió de
las fieras. Estaba segura de que él lo sabía, por cómo me miraba,
cómo buscaba la oportunidad de caminar a mi lado, conversar acerca
de los pájaros del cielo o de los lirios del campo o cuando podar
una higuera. Sin embargo, algunos de sus amigos buscaban ser los
primeros, los preferidos, se cortaban solos, siempre rodeándolo e
impidiendo que las mujeres y los niños nos acercáramos a él. Una
tarde los enfrenté y les dije lo que pensaba, que no era posible que
se creyeran más importantes y que buscaran acomodarse.

–Es él el que nos llama, nos ubica y nos da el lugar que tenemos…

Pensé que me había equivocado, que nada iba a cambiar, que me


había dejado engañar por un espejismo, que ese hombre era igual
a todos los otros varones, pero no...

56
Desierto II
Segunda Parte

Inés Casalá, Argentina

Llegamos a Cesarea de Filipo, al pie del monte Tabor donde predicó


todo el día a una gran multitud y les explicó las condiciones para
seguirlo. Yo las cumplía todas, como muchas otras que estábamos
por allí.

A la mañana siguiente, muy temprano, cuando todavía no había


amanecido, él se levantó despacio y despertó a Pedro, Juan y
Santiago. Vamos al monte a orar, dijo en voz muy baja para que
nadie más lo oyera.

Las mujeres judías escuchábamos los sonidos imperceptibles,


diferencia entre la vida y la muerte en el desierto, y caminábamos
en la penumbra. Los seguí sin ser vista.

Subieron al monte y, “allí se transfiguró en su presencia: su rostro


resplandecía como el sol y sus vestiduras se volvieron blancas como
la luz”. No se lo podía mirar en forma directa sin enceguecer, como
al sol después de haber permanecido encerrados en una caverna; “de
pronto se les aparecieron Moisés y Elías”. ¿Por qué ellos hablaban
con Jesús acerca de la muerte? Uno, el que había dado la ley, esa
ley que ponía grandes cargas a los judíos y ritos que impedían que
la vida fluyera, como lo hacía en Egipto, cuando para sobrevivir,
había que inventar día a día estrategias diferentes. Cuando las

Caminando en sororidad 57
Caminando en sororidad

mujeres eran más deseadas que los varones, y la vida dependía


de una cuna de juncos flotando en el lugar adecuado, cuando el
pueblo clamaba para ser felices, no necesariamente buenos. El
otro era el que degolló a cuatrocientos cincuenta profetas de la
reina Jezabel adoradora de dioses paganos y fálicos. “Pedro dijo
a Jesús: Señor, ¡qué bien estamos aquí! Si quieres, levantaré aquí
mismo tres carpas, una para ti, otra para Moisés y otra para Elías”.
¡Era cierto, lo que yo pensaba, era cierto, querían disfrutar ellos
solos de su presencia! “Todavía estaba hablando, cuando una nube
luminosa los cubrió… Cuando alzaron los ojos, no vieron a nadie
más que a Jesús”.

Dejé de mirar y caí al suelo con mi espalda recostada contra el


tronco de una higuera. No me llamó a mí, a su amiga, a su hermana
de camino, para que lo viera en toda su gloria, para que lo disfrutara
resplandeciente. Despertó a esos tres, a los mismos de siempre, a
los que lo traicionarían. Sentí el calor de la ira, ese odio congénito
que intenté aplacar a través de diferentes ritos y purificaciones a
lo largo de mi vida. Lo dejé correr, fluir, inundarme las venas y
alimentar cada célula de mi cuerpo, me sentí viva, fuerte, poderosa…
En esa época del año, el viento bajaba por la ladera de la montaña y
asolaba las costas del lago Tiberíades produciendo olas de casi tres
metros de alto. Sin embargo, una brisa suave comenzó a deslizarse
entre las hojas de los árboles, sin moverlas. Ese aire me refrescaba,
apaciguaba mi sangre sin acallar los gritos de miles de años de
sometimiento que sentía en mis entrañas. Me susurraba al oído,
despejaba de mi alma la tormenta que la amenazaba y que carecía
de sentido porque ya estaba transformada. No sé si él supo que
estuve ahí, que lo vi, que fui testigo privilegiada, que si me hubiera
llevado a mí, nunca le hubiera propuesto armar tres carpas para

58
Caminando en sororidad

quedarnos cómodos, con el pasado, con la ley y el poder de asesinar,


que eso no era lo que buscaba. ¿Qué quería yo? ¿Por qué lo seguía?
¿Qué podía darme quién se encontraba con esos hombres?

Cuando regresé, el fuego estaba encendido. Jesús me vio bajar de


la montaña. Comimos en silencio el pan, los pescados y tomamos
el vino.

Nos despedimos con un abrazo. “No busques entre los muertos


al que está vivo”, me dijo mientras sostenía mi rostro entre sus
manos.

Volví adonde nos habíamos conocido, regresé al desierto; la cabeza


de Juan había rodado hacía más de tres años, nada era lo mismo, ni
yo. No me escondería más, no lucharía contra el poder, ni buscaría
el mío, atendería a mis necesidades, iba a buscar donde hacer mi
propia carpa sin Moisés ni Elías bajo los olivos que eran un regalo
de Dios y protección de los rayos del sol, alimento para el camino,
aceite para la lucha. Las langostas saltaban de alegría al verme, hoy
serían mi alimento y mañana yo alimentaría a sus hijos.

Un viernes por la mañana me enteré de que lo habían tomado


prisionero. Corrí los kilómetros que me separaban de Jerusalén.
Llegué para oír al pueblo gritar que lo crucifiquen y, por más que
busqué por todos lados, no encontré ni a Pedro, ni a Juan ni a
Santiago. ¿Dónde estaban cuándo Jesús los necesitaba? ¿No querían
estar siempre a su lado? Ahora lo habían abandonado, solo algunas
mujeres lo acompañábamos apoyadas unas en otras, solo nosotras
cuidábamos esa vida que sería destruida por el poder, la ambición,
por la fuerza de las leyes, la espada, el látigo y la cruz. Jesús estaba
transfigurado ahora por la corona de espinas que se le clavaba en el

59
Caminando en sororidad

cráneo y el blanco de sus ropas teñido por la sangre que como el río
Jordán corría por su espalda desde su frente.

Yo no había parido, elegí aceptar la condena de no conocer varón


para no engendrar mujer, pero acompañé a las madres que se
abrían, se rompían para hacer surgir una nueva vida. Me imagino el
dolor de verlo en la cruz similar al de la madre dando a luz, aunque
los gritos que se escuchaban no eran los de la madre pariendo,
sino el desgarrador llanto de la que daría lo que fuera por ocupar
el lugar de su hijo.

Tuvo sed y le dieron una esponja empapada en vinagre. Luego,


inclinó la cabeza, me miró y dijo, “…en tus manos encomiendo mi
espíritu”.

No dejaron que su cuerpo se pudriera en la cruz como el de tantos


otros judíos crucificados a lo largo de esos años; lo colocaron en un
sepulcro nuevo.

Regresé a mi casa, a mi desierto, a las langostas, a la miel, a los


atardeceres y al agua fresca del Jordán acariciando mi piel desnuda.

60
Caminando en sororidad

ABRIL

61
¿Por qué nos conmueve una cruz
y no las otras cruces?
Blanca Geymonat, Uruguay

Lucas 23:33-43

Y dijo a Jesús: Acuérdate de mí cuando vengas en tu reino. Entonces Jesús le


dijo: De cierto te digo que hoy estarás conmigo en el paraíso. Lucas 23: 43

Jesús crucificado, torturado, asesinado. En total abandono. El poder


regodeándose con la victoria de la muerte. La muerte dolorosa y
vergonzante. La muerte que niega la vida, que la destruye, no solo
físicamente, también destruye la dignidad de hijas e hijos de Dios.

Y como cada noche, o cada celebración, la oración me trae a la mente


y a la panza mujeres, niños y niñas, jóvenes, cuerpos feminizados
que en este momento están siendo destruidos. Muertas de dolor,
desangradas. Solas y abandonadas porque preferimos mirar para
otro lado, o simplemente porque son parte de los “sacrificios
necesarios” a los dioses del mercado, finanzas, consumo.

Y conozco las palabras que usa el poder ahora para denigrar, insultar,
abusar: “te gusta!, todas son putas” “tu papito te ama, no cuentes” y todas
las que se usan con las presas políticas o en las guerras; en los
casamientos o mutilaciones, disfrazadas de tradiciones culturales;
y resuenan todas aquellas que no conozco pero estremecen mi
cabeza y mi útero. La muerte por quitar la vida, por quitar la

Caminando en sororidad 62
Caminando en sororidad

dignidad, por sacrificios aberrantes. La muerte impune –¿impune?-


La muerte para disciplinar, para defender el proyecto del poder de
los dueños, del señorío, a favor de muy pocos.

Y la pregunta es ¿por qué si el Maestro nos dijo que en cada uno,


en cada una de las más pequeñas, de las sufrientes Él estaba, no les
traemos cada vez a nuestra oración? ¿Por qué nos conmueve una
cruz y no las otras cruces, y no los cuerpos torturados, violados,
mutilados en bolsas de basura? ¿Por qué le tenemos tanto miedo
a los carteles sobre nuestra cabeza: “feminazis!, comunista”! Y: “¡ni
siquiera pueden cuidar a sus hijas!”?

Y cuando el dolor se hace insoportable y la falta de compromiso


no me deja mirarme al espejo, y cuando me siento y siento a las
comunidades como grandes hipócritas, llega una vez más Jesús
para decirme que no están solas, que a pesar de que yo las dejé
solas, que nosotras y nosotros las dejamos solas, ¡Él no! Que ya
están abrazaditas, rodeadas de su amor, que es la única forma en
que, para una niña abusada, yo puedo entender el paraíso.

63
Las mujeres de la Pascua
Claudia Florentin Mayer,
teóloga valdense, Argentina

En el camino a la cruz, al pie del dolor, viendo la sepultura,


esperando el amanecer, las mujeres discípulas de Jesús aparecen
en distintos relatos del Evangelio.
Las imaginaba y pensaba que seguramente algunos en su tiempo
habrán dicho que estaban locas.

“Las locas”, calificativo que resuena a lo largo de la historia de la


humanidad. Desde la Antigua Grecia hemos estado consideradas
histéricas, locas o como dice un eufemismo por aquí “intensas”.
¿Cuándo llega ese mote? Cuando nos salimos de lo establecido por
la sociedad, por la religión, por nuestras propias familias. Y eso
pasa para las mujeres en lo individual y en lo colectivo.

Boaventura de Sousa Santos dice que la reacción a las luchas contra


los poderes hegemónicos se da con la descalificación de quienes
luchan.

Así las llamaban los militares genocidas de Argentina a las


Madres de Plaza de Mayo que, a lluvia y viento, sol y represiones,
reclamaban por la aparición con vida de sus hijos e hijas (como lo
hacen aún hoy). La acusación de “locura” quita derechos y pone
ante exclusiones y violencias y ellas se apropiaron de ese mote y lo
hicieron multiplicar visibilizando lo que “los locos y locas” sufren
en el país.

Caminando en sororidad 64
Caminando en sororidad

Aquí están:
Las reclamantes
las tramadoras
las defensoras
las tejedoras
las madres del dolor
las madres contra la trata
las campesinas
las migrantes
las desplazadas
las sin tierra
las sin techo
las afectadas por minerías, por represas,
las recicladoras
las que acallaron…
El viernes de la injusticia y la muerte violenta del inocente pone
piedra sobre la vida, clausura la verdad impide el paso.

Pero no se amedrentan. Temen, sí, se inundan de terrores, pero no


se detienen.

El sábado esperan, pero no pasivas.

Y el domingo las encuentra listas, esperando la aurora.

Desafían a autoridades, escapan a controles, preguntan, tiemblan


de miedo, saben que las piedras son grandes y pesadas.

Se enfrentan inevitablemente al desprestigio y las críticas:

Te apartas de lo enseñado por la iglesia

¿Qué dice tu marido de esto?

Una mujer a esas horas, qué dirá la gente

65
Caminando en sororidad

Una mujer que hace algo así no nos representa

Te pueden detener, ¿vale la pena tanto riesgo?

No vas a conseguir mover esa piedra...

Los apóstoles no creen lo que les dicen las mujeres porque ellos no
estaban en el lugar de los hechos. Encerrados en cuatro paredes la
verdad y la novedad de vida suelen escaparse.
Ellas están donde hay que estar. Se enfrentan a quien temen, pero
el Amor y la búsqueda de verdad dan coraje para enfrentarse a la
muerte, a los poderosos, a los violentos y a los propios de la fe, que
tienen miedo, que no quieren conocer las respuestas, son cómodos
o cómplices de los silencios.

Anuncian que la muerte no vence. Que juntas son capaces de


enfrentar el terror. Que no hay silencio posible ante la marcha
implacable de quienes sufren.

Marcan paso a paso, lentamente, un apocalipsis de los poderosos y


las patriarcales instituciones.

Y esperamos el Génesis de tiempos frescos, de relacionamiento y


de creencias forjados desde la fuerza, la emoción y la valentía de
las mujeres.

ESCUCHA LA REFLEXIÓN EN: https://soundcloud.com/.../las-


mujeres-de-la-pascua...

66
Insistir en la fe basada en la
justicia
Mag. Ángela Trejo Haager, México

Red de Mujeres y Justicia de Género de la Federación Luterana, LAC.

EMAIL: athaager@gmail.com

“Os digo que pronto les hará justicia. Pero cuando venga el Hijo del Hombre,
¿hallará fe en la tierra? (Evangelio de Lucas 18:8 RV 1960).

El espacio del evangelio de Lucas 18:1-8 está colocado de manera


intencional para hablar de la oración como recurso importante en la
vida espiritual, pero también en la vida cotidiana y de lucha, como
en la historia de una mujer que vive en una ciudad cualquiera, que
pelea y lucha para que se le haga justicia.

Jesús coloca esta parábola de manera muy interesante, pues rescata


situaciones que se vivían diariamente en cualquier grupo social, y sus
personajes son peculiares, un juez injusto y una mujer que sabe colocar
su necesidad frente a las autoridades. Es una mujer que ha sufrido una
situación adversa y desea que se cumpla la ley para ser restaurada, y
seguramente ella tuvo que aprender a gestionar desde lo más simple,
hasta las altas autoridades como las que representa un juez.

El personaje femenino se ha trabajado de manera tradicional


como una mujer de bajo perfil, sumisa, que no tiene fuerza y es
posible que no fuera así. Por la forma en que es presentada por
Jesús, estamos ante un personaje con mucha inteligencia, que

Caminando en sororidad 67
Caminando en sororidad

ha caminado un largo trecho y durante el cual ha pasado de una


petición suave hacia una petición mucho más fuerte.

El versículo 5 nos indica en la palabra “molesta” (RV 1960), que


había sido muy insistente, pero en griego “hypopiazo”, la palabra
está relacionada con el mundo del boxeo y significa “noquear”.

Es decir que la viuda trabajó de manera tal que sus argumentos,


palabras y acciones dieron en el lugar exacto para que el juez se
sintiera sin otra salida que la de contestar de manera favorable.

La oración transformada en acción puede generar otras


posibilidades, unidas en oración solidaria da ánimo para afrontar
con valentía las adversidades, pero también crea otros posibles
caminos para encontrar la justicia que se necesita para restaurar
las vidas de mujeres y hombres que han sido lastimados.

Las palabras del juez son solo una respuesta ante la claridad de la
mujer cuando presenta todas las pruebas legales, sociales, que el
caso requería y podemos imaginar que a su lado caminaban otras
mujeres que luchaban por lo mismo.

Ante la pregunta del versículo 8 del capítulo 18, que dice: ¿Hallará
fe en la tierra, el Hijo del Hombre, cuando venga? Respondemos
con voz fuerte y clara que sí, por supuesto que sí, porque la fe de las
mujeres que seguimos luchando por causas justas, por los derechos
de grupos vulnerables está presente en cada una de nosotras.

La fe está en las calles, en las marchas, en las escaleras de las


universidades, en las comunidades de fe que creen en la justicia
posible para nuestra sociedad.

¡Ánimo y fuerza para insistir en esta fe basada en la justicia!

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Podemos compartir el aceite y

habrá fiesta para todas


Blanca Zulema Cortés Robles, Nicaragua

MATEO 25:1-12 (Nueva versión internacional)

Parábola de las diez jóvenes

“El reino de los cielos será entonces como diez jóvenes solteras que tomaron
sus lámparas y salieron a recibir al novio. Cinco de ellas eran insensatas y
cinco prudentes. Las insensatas llevaron sus lámparas, pero no se abastecieron
de aceite. En cambio, las prudentes llevaron vasijas de aceite junto con sus
lámparas. Y, como el novio tardaba en llegar, a todas les dio sueño y se
durmieron. A medianoche se oyó un grito: “¡Ahí viene el novio! ¡Salgan a
recibirlo!” Entonces todas las jóvenes se despertaron y se pusieron a preparar
sus lámparas. Las insensatas dijeron a las prudentes: “Dennos un
poco de su aceite porque nuestras lámparas se están apagando”.
“No —respondieron éstas—, porque así no va a alcanzar ni para nosotras
ni para ustedes. Es mejor que vayan a los que venden aceite, y compren para
ustedes mismas”. Pero mientras iban a comprar el aceite llegó el novio, y
las jóvenes que estaban preparadas entraron con él al banquete de bodas. Y
se cerró la puerta. Después llegaron también las otras. “¡Señor! ¡Señor! —
suplicaban—. ¡Ábrenos la puerta!” “¡No, no las conozco!”, respondió él.”

Versículo Fuerza: ¡Dadnos de vuestro aceite; porque nuestras


lámparas se apagan!

Caminando en sororidad 69
Caminando en sororidad

Las parábolas son metáforas, son recursos pedagógicos utilizados


por Jesús. Siempre transmiten una enseñanza más profunda o más
compleja de lo que podemos ver a simple vista. Esta vez Jesús de
Nazareth explicaba a la multitud de personas que se reunía para
escucharle sobre el valor de estar siempre atentos, vigilantes,
permanecer firmes en la fe.

Desde las interpretaciones tradicionales se ha leído e interpretado


esta parábola de una manera que divide, separa las mujeres en dos
grupos, un grupo de mujeres sensatas, precavidas que siempre
piensan en todo, y un grupo de mujeres insensatas, distraídas, las
cuales ni siquiera fueran capaces de llevar suficiente aceite, de estar
preparadas para la ocasión. Desde este análisis incluso se puede
acentuar o incentivar la rivalidad entre las mujeres, las divisiones y
fortalecer estereotipos que no ayudan en la convivencia, tampoco en
el fortalecimiento de valores claves para una comunidad de iguales.

Les invito a reflexionar en esta parábola desde la clave de la


solidaridad, deconstruyendo algunos modelos que tenemos en
nuestras prácticas cotidianas que dificultan el caminar sororal, es
decir nuestro caminar entre hermanas, entre mujeres. Leamos el
texto, despacito, dejando que cada frase nos interpele en un intento
de identificar las emociones que provoca.

Aunque el texto las presenta como grupos opuestos, antagónicos,


vamos a concentramos en las semejanzas:
-Ambos grupos son jóvenes mujeres
- Toman sus lámparas,
- Comparten una misma fiesta.
- Ambos grupos tuvieron sueño, cabecearon y durmieron.

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Caminando en sororidad

Podríamos reconocer que hay más semejanzas que diferencias, pues


yo logro ver solo una diferencia: un grupo llevó aceite extra para
el viaje. ¿Ustedes miran otras diferencias? Reconocemos además
que nunca seremos totalmente sabias o totalmente necias, sino
que caminamos con nuestras fortalezas y también con falencias.

Aquello que parece irreconciliable en realidad no lo es. Muchas


veces estamos muy proclives a ver aspectos que nos separan y
nos perdemos de vivir aquello que puede nutrirnos unas a otras.
Porque al leer el versículo 8 notamos el clamor de necesidad de
aquellas que, confiadas en que el esposo sería puntual, no llevaron
aceite extra. Reconocieron su falta de aceite, reconociéndose en
dificultad para disfrutar la fiesta plantearon a otras del grupo:
Dadnos de vuestro aceite. Pedir también es un acto de humildad.
Reconocernos amigas en la caminata, reconocer que me falta algo,
admitir que mis hermanas tienen aquello que estoy necesitando
requiere humildad. Ellas apelan a la Gracia, ese don que nos es
dado a los seres humanos, cuando los méritos no son lo importante
sino el deseo de ayudar a suplir tu necesidad.

El otro grupo responde desde otra lógica, probablemente desde la


lógica de los méritos, desde la lógica del mercado, del individualismo,
diciendo: “id más bien a los que venden, y comprad para vosotras
mismas”. Cuando tomamos esta opción, nos perdemos del
compartir, y de encontrar otras posibilidades. Las crisis muchas
veces son oportunidades para descubrir salidas donde no las
veíamos y en creatividad, en una acción sororal. El egoísmo puede
bloquear este fluir de la vida. Todas hubiesen podido participar y
compartir la alegría de la fiesta como fue la meta colectiva, si nos
inventamos modos de compartir del aceite que cada una tiene y
puede suplir a quienes les falta.

¡Cuántas salidas se abren al compartir!

71
Caminando en sororidad

MAYO

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Mujeres tejidas con tabaco
Astrid del Carmen López Pérez, filósofa, Universidad del Atlántico,

Iglesia V Reformada Modelo de Barranquilla, Colombia.

Génesis 20: 1-17

Del lugar donde estaba partió Abraham a la tierra del Neguev, acampó entre
Cades y Shur y habitó como forastero en Gerar. Allí Abraham decía de Sara,
su mujer: “Es mi hermana”. Entonces Abimelec, rey de Gerar, envió por Sara y
la tomó. Pero Dios vino a Abimelec en sueños, de noche y le dijo: “Vas a morir
a causa de la mujer que has tomado, la cual es casada y tiene marido”.

Desde la perspectiva de este texto bíblico, nuestra reflexión se


dirige a la visibilización de las mujeres de los Montes de María de
Ovejas, Sucre, Colombia. Las que hemos denominado “MUJERES
TEJIDAS CON TABACO”. En Ovejas, Sucre, al igual que en el texto
bíblico las mujeres han sido utilizadas, vulneradas, atropelladas y
sometidas a un sinnúmero de vejaciones a través de la historia.

Lo que se hace evidente en el texto bíblico también han sido las


vivencias de nosotras, las mujeres de los montes de María. A través
de nuestra historia lo único que ha cambiado es el actor y autor,
depredador o depredadores. Desde niñas hemos sido objetos
de barro en las manos del patriarcado, objetos de oro, piedras
preciosas que se han intercambiado como botín, siniestramente, a
cambio de bienes, tierras, vacas, u otros animales; somos la moneda
devaluada de un machismo instalado desde la época de la conquista
de nuestros pueblos.

Caminando en sororidad 73
Caminando en sororidad

Las mujeres de estas tierras son trabajadoras, han sembrado,


cultivado y trabajado el tabaco por mucho tiempo. Su explotación
laboral fue algo de lo que no se ha escrito hasta hoy. Pero unido a
esto están las vejaciones a las que han sido sometidas a partir de
su desempeño laboral en las fábricas del tabaco. La prosperidad y
la bonanza tabacalera de mi pueblo se dio por el trabajo de estas
mujeres, el cual realizaban en turnos de día y noche, en condiciones
infrahumanas (como los guetos nazis), con salarios miserables y
sin prestaciones sociales. Fuimos vendidas o intercambiadas por
tierras, muchas de nosotras desde los trece años. De igual forma,
los gamonales o dueños del pueblo se robaban las mujeres de los
campesinos que trabajaban sus tierras, quienes en muchas ocasiones
perdían sus vidas defendiendo la dignidad de sus mujeres. También
eran robadas de sus viviendas las niñas que sus padres no querían
vender o cambiar por bienes o tierras.

Estas prácticas se multiplicaron con más fuerza y degeneración en


la época de la violencia cuando las niñas, mujeres y ancianas se
convirtieron en botín de guerra; se les robaba para entrenarlas en
los grupos subversivos que se situaban en los montes de María.
Sus derechos fundamentales siempre han sido vulnerados de mil
formas: embarazos no deseados a temprana edad, mutilaciones de
toda índole, tratadas como objetos, botín de guerra e instrumento
político y público de uso para el mejor postor. La cosificación
más nefasta de un ser humano. Testigo mudo de las vejaciones,
humillaciones y vulneraciones a las que sometieron a su pueblo a
través de la historia de las mujeres que se han tejido con tabaco
negro y amargo.

Son las mujeres de mi tierra, soy una de ellas, y estoy orgullosa de


pertenecer a la mujer que no se deja desaparecer porque he sido
tejida con tabaco negro.

74
Caminando en sororidad

Desplazadas a la ciudad para forjarnos y dignificarnos a partir de


la cultura y el progreso, sin olvidar la sangre que se derramó para
lograr nuestro éxodo a una nueva vida, pero en nuestro corazón aún
sangran las heridas de nuestro pasado lejano y próximo. Somos las
nuevas Saras de Abraham, las invisibles ya visibles, aquí estamos
hablando por las que no pueden hablar.

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Prácticas ancestrales y
liderazgos de las mujeres

como formas de resistencia para


vivir sabroso
Norma Melara, El Salvador

Norma.melara@gmail.com

“Si queremos Vivir Sabroso, el cambio debe ser con las mujeres” Francia
Márquez

ECLESIASTÉS O QOHELET nos tranquiliza las diversas


preocupaciones que tenemos las mujeres abriendo las ventanas y
dejando que entre la gracia de Dios en nuestra vida, y dándonos
espacio de creer contra toda esperanza que todo tiene su momento,
y cada cosa su tiempo bajo el cielo.

Pablo manifiesta que Abraham creyó “esperando contra toda


esperanza” (Rm 4, 18a). ¿Creemos nosotras la posibilidad de
“esperar contra toda esperanza”?

Claro, la esperanza real en tiempo de cambio y crisis como mujeres


lideresas nos hace ver más allá de nuestro horizonte visual, algo
que no se deja ver ni sentir, aquello que está escondido, algo que
no es evidente o manifiesto, aquello que está por germinar.

Caminando en sororidad 76
Caminando en sororidad

La esperanza, sustentada en la fe, en tiempos de incertidumbre y pruebas,


y aun dilemas, nos lleva a ver los acontecimientos con otra mirada. Con
esos nuevos lentes podemos encontrar un nuevo propósito, una nueva
oportunidad en esa sociedad plagada de injusticias.

Eclesiastés, 3, 1-9

1. Todo tiene su momento, y cada cosa su tiempo bajo el cielo7:

Su tiempo de nacer en manos de una de las 30 parteras de Suchitoto,


y su tiempo de morir camino al Hospital Nacional de Suchitoto el
cual está alejado de las 84 comunidades;

Su tiempo en plantar el derecho a la salud y su tiempo en arrancar a 40


millones de mujeres que dan a luz sin atención calificada8, aumentando
el riesgo de muerte e incapacidad de la madre y del recién nacido.

Su tiempo de rasgar: según el Observatorio de Derechos Sexuales


y Reproductivos de ORMUSA “De enero a diciembre de 2021, el
Ministerio de Salud de El Salvador reportó 63 muertes maternas,
esto significa 17 muertes más (36.96%) en comparación al año
20209”, y su tiempo el sanar con 400 partos cuidados, respaldando
la experiencia de Ubalda Tadeo, originaria de Tenancingo

Su tiempo de lanzar piedras, ya que las parteras piden que su trabajo


sea reconocido como un derecho y se les garanticen condiciones
para seguir realizándolas.

Su tiempo para amar, y su tiempo para la paz. Estamos llamadas a Vivir


Sabroso, buscando la visibilización y la dignificación del rol de las parteras.

7
https://www.bibliacatolica.com.br/la-biblia-de-jerusalen/eclesiastes/3/
8
https://www.figo.org/es/news/40-millones-de-mujeres-dan-luz-sin-ayu-
da-capacitada
9
https://observadsdr.org/mortalidad-materna/

77
Pentecostés
Ofelia Ortega, Cuba

Mateo 7: 15.23

Siempre me ha llamado la atención este texto bíblico del evangelio


de Mateo 7:16: “Por sus frutos los conoceréis”.

Pero ¿cuáles son esos frutos? En la carta a los Gálatas 5: 22-25 se


nos habla de los frutos del Espíritu: Amor, alegría, paz, paciencia,
amabilidad, bondad , fe, mansedumbre y templanza. ¡Qué lista
increíble!

En la semana de Pentecostés, donde celebramos la presencia del


Espíritu Santo en nuestras vidas, tenemos que preguntarnos:

AMOR: ¿Amamos a los demás como a nosotros mismos?

ALEGRÍA: ¿Somos personas alegres o quejosas?

PAZ: ¿Qué hacemos frente a los pleitos y divisiones? ¿Buscamos


soluciones?

PACIENCIA: ¿Dejamos que la ansiedad nos domine? Un ejemplo


reciente que nos interpeló fue la pandemia de Covid -19.

AMABILIDAD: ¿Logramos que las personas nos aprecien aún en


medio de los difíciles momentos que vivimos para lograr alcanzar
la compra de los alimentos necesarios de cada día, o somos
reconocidos públicamente por nuestro continuo mal genio?

Caminando en sororidad 78
Caminando en sororidad

BUEN TRATO: ¿Cómo tratamos a nuestras hijas e hijos, nuestros


ancianos y ancianas, nuestras compañeras y amigas?

CONFIANZA EN DIOS: ¿Creemos en sus promesas? ¿Nos sostiene


nuestra fe?

HUMILDAD: ¿Podemos reconocer los logros de las demás personas


sin celos ni envidias, valorando siempre la labor de las personas
que nos rodean?

CONTROL PROPIO: ¿Podemos evitar las tentaciones de la avaricia,


la acumulación de bienes y los deseos de PODER y CONTROL
DOMINADOR en las tareas que realizamos diariamente en la
sociedad, en las iglesias y en las instituciones ecuménicas?

Aquí tenemos que mencionar las palabras del Apóstol Pablo que
resume admirablemente su ética teológica : “Si VIVIMOS por el
Espíritu , ANDEMOS también en el Espíritu”.

79
Sean Una
María Gabriela Merayo, Anglicana, Argentina
Lic. en Teología, Maestranda en Teología Latinoamericana

Jn 17, 21

“Que todas sean una; como tú, oh Padre, en mí, y yo en ti, que también
ellas sean una en nosotros; para que el mundo crea que tú me enviaste.”

Decálogo del ecumenismo y diálogo interreligioso:

1. Amarás a tu prójimo -sea del credo que fuera- e intentarás


descubrir en él algo de Dios.
2. Aceptarás a las personas de otros credos como te gustaría ser
aceptada a ti.
3. Verás la diversidad como un don de Dios y desde ahí
intentarás vivir la comunión.
4. Respetarás a toda persona como hijo e hija del único Dios.
5. Buscarás lo que hay en común para compartir las búsquedas
y los deseos más profundos.
6. Verás las diferencias entre las creencias como las distintas
manifestaciones de un mismo Dios que sale al encuentro de
todas las personas.
7. En unión con otras creencias lucharás por la justicia y la vida
digna de todas las personas.
8. Orarás por la unidad de los creyentes sin descanso.
9. Escucharás a tu hermana profundamente sin prejuicios, ni
preconceptos.
10. Hospedarás a tu hermana en ti.

Caminando en sororidad 80
Caminando en sororidad

JUNIO

81
EMPIEZA EN SEGUNDA SEMANA

El Encuentro de María e
Isabel
Bibiana Lucero - Argentina

Catequista/ Estudiante del último año del Profesorado de Ciencias


Sagradas

La prontitud, la inmediatez invadió el ser de María, un camino


montañoso la esperaba. Con subidas y bajadas como los momentos
que le esperaban vivir, como lo son para nosotras, en nuestro
recorrido de vida. Pero ese camino rocoso, hostil que la rodeaba no
hacía otra cosa más que fortalecerla, y en ese desborde de miedos,
incertidumbre estaba incluida Isabel, su prima. En ese encuentro,
en ese instante solo hablaron los sentidos, la alegría, la emoción del
oír el saludo de María. El diálogo entre estas mujeres, deja en claro
que cuando entre ellas abunda la Gracia de Dios, las palabras nacen
desde las entrañas, se habla desde lo profundo del alma o como
decimos también con el corazón entre las manos. Las acompañaba
el calor del hogar, o la sombra de algún árbol que refugiaba tanto
amor y fuera testigo de aquel acontecimiento, que traería un cambio
a la humanidad.

Isabel, mujer adulta, llevando en su seno al que iba a preparar el


camino, “Porque nada es imposible para Dios” (Lc 1,37) queda llena
del Espíritu Santo, que la invita a gritar: “Bendita tú entre las mujeres
y bendito el fruto de tu seno”, reconocería en María las palabras del
profeta Isaías, (7,14) “Por lo tanto el señor mismo nos dará una señal:

Caminando en sororidad 82
Caminando en sororidad

He aquí, una virgen concebirá y dará a luz un hijo, y le pondrá por


nombre Emanuel” Que caricia con esas palabras, cuanto amparo
habrá sentido al recibirlas, pero ella dentro suyo llevaba La Buena
Noticia, el amor encarnado… Su ¡Alégrate! Estalló en un canto a la
historia de Salvación.

Porque así somos las mujeres cuando nos encontramos y nos


necesitamos, prontamente nos une un café o un mate, que serán
testigos presenciales de ese diálogo que nace, sin egoísmo a veces
lleno de duras realidades que nos cuesta ver a solas, pero en
compañía son mejores de comprender. Y esto es un encuentro, no
una simple visita, es un compartir de sentimientos, de miedos y
alegrías.

Porque es tan importante dar una palabra como escuchar. Y muchas


veces también ser silencio, ese silencio de respeto que también
dice, pero no lastima.

Y lo mejor sucede después de un tiempo, cuando nos volvemos a


reunir, y podemos ver que todo pasó, que las risas no nos dejan
contar los finales de aquellas historias que nos hacían sufrir, esas
subidas y bajadas que tuvimos que atravesar, como María en el
camino montañoso. Comprendemos conjuntamente que fue parte
necesaria para disfrutar de lo que hoy somos y vivimos.

83
La reina Vasti, una mujer
determinada
Pastora Susy Ramirez, Argentina

Iglesia Restaurando RVT

Ester 1:12

“Pero cuando los eunucos le comunicaron la orden del rey, la reina se negó a
ir. Esto contrarió mucho al rey, y se enfureció.” (NVI)

La reina Vasti, una mujer determinada que perdió su corona por


sus principios

El rey Asuero reinó sobre 120 provincias. Su grandeza le permitía


gloriarse en todos los ámbitos de su vida. En una ocasión, luego
de siete días de celebración en el palacio, manda a llamar a la reina
Vasti. Esta también había estado celebrando con sus mujeres. Pero
cuando el rey la manda a llamar para que luzca su belleza y la
corona frente a él, la reina se niega a acudir al llamado.

Esta decisión hizo que el rey se enojara mucho. El hecho de que


ella se negara lo obliga a tomar una decisión, ya que ella debía ser
ejemplo para todas las mujeres y al no cumplir el pedido de su
esposo, el rey, pone en peligro su corona.

Los vínculos en los que alguien ejerce poder sobre nosotras,


nos obligan a cumplir mandatos establecidos por el patriarcado,
exhibirnos como un trofeo, cosificándonos, por el mero hecho de

Caminando en sororidad 84
Caminando en sororidad

aparentar, ponen en riesgo nuestra capacidad de elegir. Responder


a esos mandatos nos aleja de nuestros principios, de lo que somos,
de la posibilidad de vivir en libertad.

El poder que otros ejercen sobre nosotras, ya sea en el matrimonio,


trabajo, amigos y en todos los ámbitos, no nos determina. Siempre
que sea posible trabajar en el acuerdo con nuestros vínculos,
estaremos en un ámbito de libertad que nos permita crecer y vivir
plenamente.

85
Dios en nosotras
Valenti Maria Belen. Buenos Aires, Argentina.

El Espíritu del Señor está sobre Mí,


Porque me ha ungido para anunciar el evangelio a los pobres.
Me ha enviado[a] para proclamar libertad a los cautivos,
Y la recuperación de la vista a los ciegos;
Para poner en libertad a los oprimidos;
Para proclamar el año favorable del Señor.
Lucas 4: 18-19
Pensaba en esta pedagogía de la ternura y de la liberación que posee
Jesus que nos invita a seguirle.

Como docente no deja de maravillarme cuando se me invita a ser


comunidad con Dios y oír su palabra.

En medio de esta reflexión de pensar a Jesús como maestro a quien


seguir, vino a mi mente la imagen de la Trinidad: La Ruah divina
que nos ofrece cuidado y nos consuela; Jesús como hijo y ese Dios
que es madre-padre siendo en nosotros/nosotras, a nuestro lado y
dentro nuestro.

Pensando en este “Dios en nosotros/as” deseo centrarme en la


humanidad de Jesús que estuvo (y está) con nosotros/as y no para
nosotros/as en la recuperación de nuestra humanidad.

Que caminó con nosotros/as y no para nosotros/as en la construcción


de una comunidad de paz.

Caminando en sororidad 86
Caminando en sororidad

Deseo que la paz sea en nosotros/as como una posición no neutral


ante las injusticias y todo aquello que nos lastima como personas
y comunidades.

87
Tiempos de exilio
Dra. Marilú Rojas Salazar

Teóloga Feminista Católica Mexicana

Ezequiel 12, 4-7

“Saca tu equipaje a plena luz del día, a la vista de todos, y al caer la tarde ponte
en marcha, a la vista de todos, como quien va al exilio. También en presencia
de todos, abre un boquete en el muro y sal por ahí con tu equipaje. Al llegar
la noche, mientras todos te estén viendo, ponte en marcha con el equipaje al
hombro. Cúbrete la cara para que no puedas ver la tierra, porque de ti he
hecho un presagio para el pueblo de Israel.

Hice lo que se me había mandado, y a plena luz del día saqué mi bagaje, como
quien va al exilio. Al caer la tarde abrí el boquete con mis propias manos, y
al llegar la noche, en presencia de todos, salí con mi equipaje al hombro”.
(Nueva Versión Internacional)10

Las mujeres estamos viviendo tiempos de exilio, es decir, tiempos


de subversión. Desde mi punto de vista, el exilio es un ejercicio
de subversión y el derecho de autoexilio es una manera de salir
de las formas de violencia de las instituciones que se supone que
debieran amarnos, aceptarnos, y respetarnos manteniendo con
nosotras relaciones de equidad de género, pero como no es así,
pues las mujeres, las personas sexualmente diversas, y algunas

10
https://www.biblica.com/bible/nvi/ezequiel/12/; consultada el 5 de octu-
bre de 2022.

Caminando en sororidad 88
Caminando en sororidad

otras personas que nos hemos convertido en indeseables por las


instituciones de corte fundamentalista hemos optado por vivir en
el exilio.

Una opción de vida y no una imposición, pues hay quien define


el exilio como la separación de una persona de la tierra en que
vive por motivos políticos como una forma de castigo y soledad,
sin embargo, vivir en el exilio desde el punto de vista bíblico es
creer en una divinidad nómada, sin templo, sin religión, y sin
tierra, es decir, sin las estructuras encorsetadas de las instituciones
patriarcales.

“Si el exilio es un recorrido iniciático, es también un ejercicio que pone a


prueba nuestra autenticidad: es el abandono de las ilusiones, las utopías,
las apariencias, para alcanzar cierta lucidez y aprender a distinguir
lo bueno de lo malo, rechazando la falsa tolerancia, que permite una
aparente paz interior, por la auténtica tolerancia, que exige la inmersión
en lo universal (…) El exilio impuesto ha llegado a ser para mí un exilio
voluntario en busca del tiempo perdido y de una resurrección espiritual.
Aceptarlo supone en parte volver al menos a uno mismo”. (Bujor
Nedelcovici, escritor, ensayista y guionista rumano, El Correo
de la UNESCO, 1996-10)

Los motivos políticos de las mujeres y las personas LGBTTTIQ+


por los cuales somos exiliadas o hemos decidido salir de los
fundamentalismos de nuestras instituciones son nada menos que
los derechos humanos, los derechos sexuales y reproductivos,
la superación de la culpa, las demandas de equidad, la
insubordinación, la desobediencia epistémica, el derecho al placer,
asumir el poder de nuestros cuerpos-territorio, la descolonización
del amor cristiano en categorías de amarnos a nosotres mismes

89
Caminando en sororidad

como lo ha mandado el subversivo maestro y disidente político al


que seguimos llamando Jesús. Las causas de nuestros exilios
son indecentar la teología, haciendo teologías sensuales y
eróticas, subvirtiendo la teología, haciendo teologías heréticas
y disidentes, no resilientes. Haciendo teologías torcidas, haciendo
teologías alquímicas para tiempos híbridos en nuestros calderos
de brujas y hechiceras. Los ingredientes de estas teologías que
ponemos en el caldero al que llamo epistemología disidente tiene
los siguientes ingredientes: harto cuerpo, suficiente sensualidad,
todos los grados de erotismo, una profunda pasión, la sexualidad
de nuestras cuevas vaginales, y los fluidos corporales, teoría crítica,
pensamiento descolonizado, danzas y movimientos, rituales
cósmicos, la conspiración de los espíritus de los cuerpos aire, fuego,
tierra, agua que danzan y conspiran para un mundo sin racismos,
sexismos, elitismos. Olvidaba, una pizca de risa orgásmica. Porque
estamos hartas del dolor y el sufrimiento que nos ha impuesto una
colonizada teología del dolor y la cruz que nos prepara para ser
víctimas perfectas sacrificiales.

La soledad del exilio nos permite a las mujeres volver a nosotras


mismas, pensar y decidir por nosotras, y no que otros sean quienes
tomen las decisiones. Estamos en tiempos de exilio para recuperar
nuestras identidades, para adquirir lucidez y discernir como un acto
subversivo de reflexión crítica de los sistemas imperantes; recuperar
el tiempo perdido: porque harto tiempo hemos perdido en querer
convencer, hacer pensar o querer conciliar con las instituciones
patriarcales o de pensamientos fundamentalistas, y hemos llegado
a la conclusión que no hay retorno, y no hay negociación, no
estamos dispuestas a pactar con la violencia del discurso patriarcal,
ni con la misoginia, ni con la homo-lesbo-transfobia, pues salimos

90
Caminando en sororidad

para caminar hacia adelante y no volver la mirada atrás, pues no


hay un futuro para nosotras en las instituciones patriarcales.

Los cambios están ahora en las luchas callejeras, en los movimientos


en frontera, porque creemos en la divinidad nómada, en la divinidad
que camina con nosotres. Por ello llevamos nuestras tiendas y las
colocamos en el aquelarre de nuestras vidas.

91
Caminando en sororidad

JULIO

92
La mujer de Lot. Una

historia desobediente y

solidaria (1° parte)


Elizabeth Gareca

Teóloga biblista y feminista boliviana, trabajando por el discipulado de


iguales. Correo: garecaelizabeth@gmail.com

Génesis 19: 1-29

“La mujer de Lot miró atrás, y se convirtió en un bloque de sal”-Génesis 19: 26

A lo largo de la historia, la mujer del patriarca Lot ha sido conocida


como el paradigma a la desobediencia a Dios ante la destrucción de
Sodoma y Gomorra.

Este relato se encuentra dentro de la gesta de Abraham. En Gen


13 aparece Lot, sobrino de Abraham con quien antes de tener
disputas en el interior de la familia, hacen un pacto para repartirse
los territorios disponibles. En Gen 19 es el relato de la destrucción
de Sodoma. Para Tomás Römer (2004) en esta sección hay varias
“viñetas narrativas” que se remontan a leyendas, relatos autónomos
y/o anécdotas.

Hasta 19,1-3 se relata la acogida y hospitalidad demostrada por


Lot a los mensajeros de Dios. El relato se complica a partir de
19,4-11 cuando llegan los hombres de la ciudad a reclaman por
los visitantes en la casa de Lot y que él se niega a entregarles.
Por lo tanto, es una “huida apresurada”. Es ahí donde Lot recibe

Caminando en sororidad 93
Caminando en sororidad

la recomendación de uno de ellos: “ponte a salvo, no mires hacia


atrás ni te detengas en ninguna parte; huye a la montaña para que
no perezcas” (19,17).

La atención de los mensajeros es para Lot, es él quien interesa que


se salve. No sabemos si Lot logró pasar la voz a Irit y sus hijas de
no mirar atrás, el texto no lo dice y podríamos sospechar que no lo
hizo. Cuando Lot llegaba a Soar, ocurre la destrucción de Sodoma
y Gomorra (19,23-25). Al parecer Lot iba por delante. De pronto
se corta el relato y narra que la mujer de Lot miró hacia atrás y se
convirtió en una estatua de sal.

No hay detalle de las reacciones. El relato va nuevamente al


protagonismo de Abrahán y la salvación de los justos por parte
de Yahvé. En este pequeño relato hay personajes “obedientes”
como Lot y sus dos hijas, y personas “desobedientes” los yernos
de Lot y su mujer. Los yernos al parecer se unieron al pueblo que
reclamaban por los huéspedes, el aviso que hace Lot a sus futuros
yernos es claro en el texto.

Desde una clave feminista se puede sospechar, ella seguro participó


activamente de la acogida a estos mensajeros, fue ella quien amasó
y coció los panes. Fue ella la primera indignada ante la decisión de
Lot de ofrecer a sus hijas para que los hombres hagan lo que quieran
con ellas. Y seguro, fue la más angustiada por tener que huir en esas
condiciones.

Este relato estaba muy presente en la memoria del pueblo, pues el


mismo Jesús la va a citar en Lc 17,32 para enfatizar de no volver la
vista atrás y mantenerse atentas al Reino: ¡Acuérdense de la esposa
de Lot! Sin embargo, leer el versículo posterior a éste (17,33),
cambia la perspectiva: “El que busque guardar su vida, la perderá,
y el que la perdiere, la conservará”.

94
Caminando en sororidad

La mujer de Lot la conserva porque no busca salvarse (como


Lot y sus dos hijas), no quiere seguir la lógica del “sálvese quien
pueda”, prefiere mirar atrás y quedarse con los suyos. Ella no quiso
conservar su vida lejos de su historia (¡ese pueblo que se estaba
destruyendo, la había acogido!), su vida sólo cobra sentido, en su
propia historia que –en gran parte- se quedaba atrás.

95
La mujer de Lot. Una

historia desobediente y

solidaria (2° parte)


Elizabeth Gareca

Génesis 19: 1-29

Usando el arte en la hermenéutica feminista de la liberación , este


poema imagina los motivos de la mujer de Lot para mirar atrás y
este poema la redime de toda culpa. También las mujeres de hoy
tejemos vínculos fuertes con nuestros contextos y quisiéramos no
tener que migrar de esa manera.

La mujer de sal (Gabriel Miranda)

La sal no corroe la memoria.


Seca la lengua, las pupilas,
atrofia las articulaciones
pero deja intacta la memoria.

“Salimos apresuradamente,
con el lloro y los gritos a nuestras espaldas,
el camino lodoso pegado a nuestras plantas.

Caminando en sororidad 96
Caminando en sororidad

Grita Lot:
‘¡No vuelvan la mirada!’
‘¡No vuelvan la cabeza o serán malditos!’

“Pero mi corazón se dolía con los gritos,


con el llanto de los niños y el chillido de los animales
con el crujido de las paredes derrumbadas
¡No podía soportarlo!

“Me volví,
no por estúpida o desobediente,
no por curiosidad malsana,
me volví por piedad, por misericordia.

“Yo vi lo que nadie se atrevió,


mis pupilas blanqueadas guardan la historia,
nunca diré lo que había
(esa es mi recompensa).

“¿Es qué Dios condena la misericordia?


Mi dios alabó la mía,
sentí sus manos conmovidas labrando y tallando mi cuerpo,
lo que Él labró en piedra de sal fue mi compasión
no el castigo que se divulga.”

Rescatamos la memoria de esta ancestra bíblica, afirmando que


Dios no castiga la mirada solidaria, la redime de un éxodo que no
quería, dejándola allá de cuerpo entero, tallada de sal, junto a las
huellas de aquella destrucción de su pueblo, el espacio donde ella
vivía y quería continuar. Ella es premiada por Dios también de

97
Caminando en sororidad

mirada misericordiosa, pero una vez más, la cultura patriarcal, que


subyace en este texto cambia el sentido de lo que hizo esta mujer.

Desobedece sí, porque no sigue la lógica injusta en la cual sólo


sobreviven los “más fuertes”, de ahí que cuando pienso en una
mirada de Dios hacia las víctimas, la imagino mirando a su
vecindario yaciendo en la muerte sin remedio, su mirada le provoca
el dolor en las entrañas y la angustia le gana al afán de sólo salvarse.

Bibliografía:

Biblia de América (2011). PPC, Editorial y Distribuidora SA.


Madrid

Römer, T. Macchi, J. y Nihan C. 2002. Introducción al antiguo


testamento. Desclée de Brouwer. Bilbao.

98
Mujeres que caminan por la vida

Libia Janei Thaureaux Vives, Responsable del área de Género

Centro Cristiano B. G Lavastida, Cuba

Lucas 8:1-3. Biblia de Estudio Esquematizada Versión Reina Valera


de 1960.

Aconteció después, que Jesús iba por todas las ciudades y aldeas, predicando y
anunciando el evangelio del reino de Dios, y los doce con él, y algunas mujeres
que habían sido sanadas de espíritus malos y de enfermedades: María, que se
llamaba Magdalena, de la que habían salido siete demonios, Juana, mujer
de Chuza intendente de Herodes, y Susana, y otras muchas que le servían de
sus bienes.

En el texto de Lucas, el autor menciona a algunas mujeres galileas


que seguían a Jesús de Nazaret. Lucas es el único de los evangelistas
que nos ilustra cómo Jesús se relacionó con las mujeres. Cabe
destacar que él Maestro mostró una actitud diferente hacia ellas,
a diferencia de los rabinos de la época que le asignaron un lugar
inferior en aquella sociedad.

Jesús encontró en ellas la experiencia escondida y olvidada de


muchas, así menciona a María que se llamaba Magdalena, Juana
y Susana, estas dos primeras fueron testigos fehacientes de su
resurrección (Lucas 24:10). Se puede expresar y queda claro para
muchos que Jesús cambió con los patrones patriarcales de aquel
entonces, realzó el papel de las mujeres, reconoció el trabajo de ellas
en su ministerio, el acompañamiento que le dieron, que también

Caminando en sororidad 99
Caminando en sororidad

sirvieron de sostén económico y qué decir de la caridad para hacer


buenas obras de amor para con él y con todo el que aparecía en el
camino, las mismas simbolizan la realidad de la iglesia naciente.

Sigamos el ejemplo de estas fervientes mujeres y de muchas otras,


que en el camino de la salvación, van en busca de un propósito con
entrega y amor, para servir, ayudar, y que todo ello se cristaliza en
el trabajo de los diferentes ministerios de la iglesia que se llevan
a cabo por parte de ellas. Salgamos de los marcos de la iglesia y
en nuestro diario caminar busquemos a todo aquel que necesite
de una palabra de amor, de un mensaje de aliento en medio de
tantas adversidades. Que seamos luz en el camino, palabra a quien
está sedienta/o, levantemos a quien está caído/a, y que cuando
nos caigamos, por la razón que fuese, porque también podemos
flaquear, nos podamos levantar con nuevas fuerzas y juntas
podamos darnos aliento, amor y comprensión.

Que sirva este testimonio, y el de muchas otras, como un nuevo


horizonte en la comprensión del tema del liderazgo femenino
y del acceso al poder eclesial, en medio de un mundo que está
en constante cambio pero que busca la unidad en medio de la
diversidad de seguidoras/es de las enseñanzas de Jesús de Nazaret.

100
Marta y María, dos
hermanas, un Maestro, y una
historia para aprender
Susana Ramos

Buenos Aires – Argentina

Mientras iban caminando, Jesús entró en un pueblo, y una mujer que se


llamaba Marta lo recibió en su casa. Tenía una hermana llamada María, que
sentada a los pies del Señor, escuchaba su Palabra. Marta, que muy estaba
muy ocupada con los quehaceres de la casa, dijo a Jesús: «Señor, ¿no te importa
que mi hermana me deje sola con todo el trabajo? Dile que me ayude». Pero el
Señor le respondió: «Marta, Marta, te inquietas y te agitas por muchas cosas,
y sin embargo, pocas cosas, o más bien, una sola es necesaria, María eligió la
mejor parte, que no le será quitada». Lucas 10,38-42

Tantas veces estas mujeres nos han sido presentadas como dos
formas de vivir el seguimiento de Jesús, lo que ha generado una
fragmentación que hasta nuestros días continúa vigente, y resta
espacio para un enfoque unificador de la experiencia donde
podamos sentir que diaconía y contemplación van de la mano.

Es por eso que se vuelve tan necesario interpretar el relato de Lucas


sin contraponer contemplación a servicio, para no quedar atrapadas
en esa división que nos resulta tan incómoda a la gran mayoría de
mujeres que en el devenir cotidiano necesitamos integrar la doble
dimensión de una misma realidad, la cual requiere atención y

Caminando en sororidad 101


Caminando en sororidad

cuidado para que podamos sentir en las misma experiencia personal


y comunitaria: ser contemplativas en la acción y activas en la
contemplación.

Marta y María son icono de ese seguimiento de Jesús que es


necesario recuperar integrando la disposición para la escucha y la
actitud solícita de servicio.

Marta, que significa «señora», «ama», recibe a Jesús en su casa, le da


acogida y se dispone a brindarle todas las atenciones.11 A Jesús
no le pasa desapercibida la actitud de Marta, por eso la advierte,
con delicadeza y cariño por cierto- la repetición de su nombre –
Marta, Marta- da prueba de eso. No pone en discusión su servicio-
acogida, sino la intensidad de sus actividades, las “muchas cosas”
que la ocupan, sin dejarle espacio para “estar-escuchar y gustar de
la visita y de la novedad del mensaje de Jesús”… en ese momento
era lo único necesario, elegir la mejor parte.

Sentarse a los pies del maestro era habitual para un discípulo varón,
pero era impensable para las mujeres, éstas no podían acceder al
estudio de la ley, ni aprender directamente de ningún maestro.
María y Jesús se desmarcan de esa norma, -Él despierta su oído y
ella escucha como lo hacen las discípulas12.

Una diaconía que no presta atención a la palabra, no tiene ninguna garantía


de continuidad efectiva; por su parte, estar a la escucha de la palabra de Jesús
es un «bien» duradero que nunca le será arrebatado a la verdadera discípula
de Cristo.13

11
Joseph A. Fitzmyer, El Evangelio Según San Lucas. Ediciones Cristiandad El
Evangelio según Lucas: Traducción y comentario, Capítulos 8,22-18,14
12
Cf. Isaías 40,4
13
Joseph A. Fitzmyer, El Evangelio Según San Lucas. Ediciones Cristiandad El

102
Al finalizar el relato, estamos frente a dos invitaciones:

- Superar la angustia por la acumulación de tareas para poder


sentarnos a los pies del Maestro y escuchar su Palabra;

- Y después de escucharlo, salir al encuentro haciéndonos


prójimas, sobre todo de los y las que están al borde del
camino, como narra Lucas en el mismo capítulo, ya que a
la visita a Marta y María, la antecede la parábola del Buen
Samaritano. Quizás “La Posada”, o casa de Acogida a la que
se refiere el texto de Lc 10,34, es la casa de estas Hermanas,
dado que tres versículos después el mismo Jesús entra en
una casa de acogida.

Ambas invitaciones parecen convertirse en una única y gran


invitación: no separar acción y contemplación – Escucha de la
Palabra y Diaconía

Para ahondar desde la interioridad esta historia, propongo releer


el texto de Lc 10,38-42 y que en el momento en el que Jesús dice:
Marta, Marta, pronunciemos nuestro propio nombre...

Y también decir nuestro nombre en lugar de: María eligió la mejor


parte, la que no le será quitada».

Que este relato bíblico sea buena noticia para nuestra experiencia
de fe y compromiso afirmándonos como mujeres contemplativas
en la acción.

Evangelio según Lucas: Traducción y comentario, Capítulos 8,22-18,14

Caminando en sororidad 103


Caminando en sororidad

Señor,
Ando inquieta y dispersa
Conjugando mil quehaceres.
Voy a detenerme, a sentarme a tus pies,
Estar callada junto a tí
Para encontrar mi ser más hondo a la sombra de tu presencia.
Voy a esperar quietamente, sosegadamente,
a que en medio de este silencio nazca tu Palabra.14

14
Dolores Aleixandre

104
Caminando en sororidad

AGOSTO

105
¡El Cantar de los Cantares!
Sarah González López, Puerto Rico

Cant. 7:1a

“¡Gira, gira Sulamita! ¡Gira y gira, que te veamos!” (BNP)

De joven tuve un primer encuentro con este texto desde mi


ingenuidad. Lo concebí como un drama cuyos parlamentos
componen también un hermoso poema que me hablaba de la
perfección del amor entre parejas humanas. Hoy vuelvo a él.
Comprendo que como texto acogido por el canon la mirada teológica
es imprescindible. El Cantar de los Cantares es el más excelso cántico
al amor en más de un sentido, de ahí su título. Con las herramientas
de la teología feminista reflexiono intentando resolver el desafío y
exclamo, ¡qué más teológico que el amor humano! ¿Acaso no fue
precisamente en una criatura humana en quien Dios se encarnó?

Ante nuestros sentidos se despliega un verdadero festín


sensorial para afirmarnos en el amor como fuerza generadora
de vida abundante desde y por nuestro propio ser, mediante el
empoderamiento de nuestros cuerpos como seres sexuados. Una
mujer articula la urgencia de un encuentro amoroso con su pareja
sin miramientos culturales ni de corte moralista. ¡Bésame con
besos de tu boca! Llévame contigo…¡introdúceme oh rey en tu
alcoba y gocemos juntos…!

A nosotras se nos ha negado la fuerza vital que brota de estas


palabras: “lo femenino es pasivo, vaso receptor”. Secuestrada queda

Caminando en sororidad 106


Caminando en sororidad

la capacidad de anhelar, buscar y sentir urgencia de amor y de placer.


Ante la imposibilidad de alcanzar las cotas de pasión necesarias,
se anula toda satisfacción integral, para actualizar el verdadero
amor. Pero la Sulamita no corresponde con este estereotipo. Ella
apasionada, bailando y girando da rienda suelta no solo a sus deseos
de satisfacer cada uno de sus sentidos mediante el encuentro cuerpo
a cuerpo con su amado, sino que busca también activamente la
entrega de todo su ser allí donde los amantes serán arrebatados,
bien en la alcoba, bien en el campo entre los cipreses, “donde las aguas
torrenciales no podrán apagar al amor”. Donde como en la poesía mística
de San Juan de la Cruz, la “Amada en el amado es transformada” y por
qué no, el “amado es transformado en la amada”. Es ese amor perfecto
que traduce la experiencia en una de igualdad entre los géneros y
que no se reduce al goce efímero, sino que se consuma más allá de
la conciencia atisbando lo eterno. Más allá de los cinco sentidos,
del tiempo cronológico y del espacio tridimensional. Es la unión
perfecta entre dos almas mediatizada por el regalo de la corporeidad.

Dios no quiere menos para nosotras: “Yo he venido para que tengan
vida en abundancia”. Desde los feminismos latinoamericanos y
caribeños, proclamamos también que la vida abundante tiene que
ser sabrosa. Por eso la Sulamita desde el texto canónico del Cantar
de los Cantares mientras gira y danza también nos dice: ¡Mujer da
rienda suelta a tu anhelo de amar y ser amada, ama y vive la vida
sabrosa!

¡Gira, gira Sulamita! ¡Gira y gira, hasta que te veamos y aprendamos


de ti!

107
Desear el bien – Altísima
Sororidad
María Luisa Jalil - Susana Ramos, Argentina

En la vida cotidiana expresamos con frecuencia bendiciones:


“buenos días”, “buen descanso” “que le vaya bien”, y más
explícitamente “que Dios te bendiga”, está tan incorporado desear
el bien que más de una vez lo hacemos inconscientemente.

Existe una antigua Bendición en el Libro de los Número que dice:

“Que el Señor te bendiga y te proteja.


Que el Señor haga brillar su rostro sobre ti y te muestre su gracia.
Que el Señor te descubra su rostro y te conceda la paz.
Que ellos invoquen mi Nombre, y yo los bendeciré.” Nm 6,24-27

Esta bendición dada a través de Aarón se conoce como el Padre


Nuestro del AT, en la que Dios bendice a su pueblo, y el pueblo
bendice a su Dios por el regalo de contar con su protección,
misericordia y paz.

Francisco de Asís la utilizaba frecuentemente como una plegaria


cargada de sentido para toda la fraternidad y sororidad que con
Clara de Asís convocaban a seguir el CAMINO de una vida que
fuera resplandor de eso que deseaban, como bien lo canta el Salmo:

Caminando en sororidad 108


Caminando en sororidad

“Bendeciré al Señor en todo tiempo, y mi boca no cesará de alabarlo… que lo


oigan los humildes y se alegren”.15

También Clara deja a sus Hermanas y Compañeras esta bella


bendición nacida de la hondura del corazón de una mujer amante.

“Las bendigo en vida mía y después de mi muerte, como puedo y


más de lo que puedo, con todas las bendiciones con las que el Padre
de las misericordias ha bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas en
el cielo y en la tierra, y con las que el padre y la madre espiritual ha
bendecido y bendecirá a sus hijos e hijas espirituales. Amén.

Sean siempre amantes de Dios y de sus almas y de todas sus


hermanas, y sean siempre solícitas en observar lo que han
prometido al Señor.

El Señor esté siempre con ustedes, y ojalá que ustedes estén siempre
con Él. Amén”.16

La bendición de Clara tiene la intención de potenciar el deseo de


“BIEN, TODO BIEN, SUMO BIEN”17 a sus hermanas y compañeras
del camino por el que habían optado. Su deseo es tan intenso que
quiere ofrecerles el BIEN aún después de su muerte, y se identifica
con el mismo amor de la Divinidad, supera el espacio y el tiempo,
va más allá, es una bendición infinita, eterna.

Clara es original, afectuosa y directa en sus escritos, sin ningún


temor expresa su amor generoso y tierno. Ellas se han entrelazado

15
Salmo 34, 2-3
16
Bendición de Santa Clara de Asís.
17
Alabanza al Dios Altísimo de San Francisco de Asís

109
Caminando en sororidad

en un proyecto que le costó entender y aceptar a la Iglesia y la


sociedad de la época. Clara las invita a construir esa complicidad
sororal amando profundamente a cada compañera. Ella sabe
de la resistencia que esto cimenta para sostener y concretar el
proyecto que se propusieron desde el principio. Hoy para nosotras
la sororidad como construcción política y mística es una de las
premisas más importantes en las luchas feministas.

Termina ofreciendo una clave inteligente y sabia: “El Señor esté


siempre con ustedes, y ojalá que ustedes estén siempre con Él.”18 Tan simple
y a la vez una tarea que siempre estamos aprendiendo a vivir en
conciencia, sin distraernos de lo importante, y de las metas que
nos vamos proponiendo

Clara de Asís como muchas mujeres invisibilizadas por las


historias patriarcales, vivieron proféticamente actitudes que hoy
son indispensables, ellas van delante iluminando caminos.

18
Bendición de Santa Clara de Asís.

110
Um testemunho de amor

Un testimonio de amor
Eleni R. M. Rangel, Brasil
elenirangel@yahoo.com.br
Igreja Presbiteriana Independente do Brasil

João 12.1-8 (NAA)

“Então Maria pegou um frasco de um perfume muito caro, feito de


nardo puro. Ela derramou o perfume nos pés de Jesus e os enxugou
com seus cabelos; e toda a casa ficou perfumada.” João 12.3

A cena descrita no texto, fala de Maria, que conhecemos de outros


dois momentos no ministério de Jesus:

1. A visita que Jesus faz à sua casa, e Maria se senta a seus pés
para ouvi-lo. (Lucas 10.39)

2. Quando da morte e ressurreição de Lázaro, quando Maria


fica sentada em casa e só vai ao encontro de Jesus, depois que
Marta vem chamá-la. (João 11.20)

Sabemos quem é essa mulher. Ela pode ser até chamada de discípula.
Afinal, segue de perto o ministério de Jesus e era uma amiga
querida. E, como registra o texto de Lucas 8.1-3, muitas mulheres
seguiam a Jesus e, inclusive, sustentavam financeiramente seu
ministério.

Certamente esse era um momento celebrativo. Afinal, há pouco


Lázaro havia sido ressuscitado e mais uma vez podiam desfrutar

Caminando en sororidad 111


Caminando en sororidad

de uma refeição e da companhia uns dos outros. Eles ainda não


sabiam, mas em seis dias seu mestre seria crucificado.

Diz o texto que a atitude de Maria provocou escândalo entre


os convivas porque se considerou um grande desperdício o que
ela fazia. Entretanto, Jesus os repreende e recoloca as coisas em
seu devido lugar. Vocês sempre terão oportunidade de praticar a
caridade, mas eu não estarei sempre com vocês.

Mas, talvez o maior escândalo cometido por Maria tenha sido


enxugar os pés de Jesus com os próprios cabelos. Por quê?

As mulheres orientais costumavam usar o véu velando seus cabelos


em sinal de pudor e submissão a seus maridos. Elas iam ao templo
e andavam nas ruas sempre cobertas. Até hoje, em alguns países,
as mulheres andam cobertas em sinal de respeito e submissão.
Soltar os cabelos era um ato de profunda intimidade.

Se considerarmos isso, o ato de Maria ganha uma nova dimensão. É


um verdadeiro ato de coragem. Pois, além de sua generosidade em
gastar tanto recurso financeiro naquele ato, ela coloca em risco sua
própria reputação pois, como vimos, na cultura do Oriente Médio
do séc. I, as mulheres respeitáveis nunca soltavam seus cabelos
em público. Em seu ato de adoração, Maria estava disposta a ser
considerada uma mulher sem recato. Não estava preocupada com
o que poderiam pensar dela.

Maria, apesar de parecer um tanto passiva nos outros episódios


em que é mencionada, demonstra a atitude de uma verdadeira
adoradora. Despe-se completamente diante do Senhor, tal qual é,
com suas limitações, seus pecados, e com todo o amor que tem
pelo mestre o adora sem reservas.

112
Caminando en sororidad

Será que somos capazes de adorar ao Senhor da mesma forma que


Maria? Estamos dispostas a parecer menos perfeitas ou preferimos
que as pessoas tenham uma boa imagem de nós? Estamos dispostas
a adorá-lo e servi-lo sem reservas?

A verdadeira adoração não envolve comportar-se como se nada


estivesse errado, mas em certificar-se de que tudo está certo com
Deus e com os outros. Quando nosso maior medo é “soltar os
cabelos”, talvez nosso maior pecado seja “mantê-los arrumados”.

Que, como Maria, adoremos a Deus verdadeiramente. E que


da mesma forma como toda a casa ficou perfumada pelo seu
testemunho de amor, nosso testemunho possa perfumar todo o
ambiente à nossa volta.

113
La adivina de Filipos. El
trabajo de las mujeres
Martha Arriola

Movimiento Popular Cuidadores de la Casa Común/ Argentina

“Un día, mientras nos dirigíamos al lugar de oración, nos salió al encuentro
una muchacha poseída de un espíritu de adivinación, que daba mucha
ganancia a sus patrones adivinando la suerte. Ella comenzó a seguirnos,
a Pablo y a nosotros, gritando: “Esos hombres son los Servidores del Dios
Altísimo, que les anuncian a ustedes el camino de la salvación”. Así lo hizo
durante varios días, hasta que al fin Pablo se cansó y, dándose vuelta, dijo al
espíritu. “Yo te ordeno en nombre de Jesucristo que salgas de esta mujer”, y en
ese mismo momento el espíritu salió de ella”. Hch 16, 16-18

La interpretación de este texto, que continúa con el arresto y torturas


de Pablo y Silas a causa de la denuncia que hacen contra ellos los
patrones de la muchacha, nos dice que el espíritu que poseía a la
adivina – a la que ni siquiera se nombra- era un mal espíritu y que,
al confrontar con el buen espíritu de Pablo, se “mimetiza” con él
porque es más fuerte y que esa es la causa del contenido de sus
gritos. Sin esta interpretación no podría entenderse el cansancio de
Pablo ante una muchacha que solo está diciendo lo que en verdad
es: Pablo y sus compañeros anuncian la salvación.

Esta lucha de los espíritus, donde el mal espíritu está en la joven


adivina y el buen espíritu en Pablo resulta sospechosa. Por los

Caminando en sororidad 114


Caminando en sororidad

motivos que haya sido, lo cierto es que Pablo anula los dones
espirituales de esta mujer. La ubica en una situación de inferioridad,
le “gana”. Esto le trae consecuencias muy negativas: sus dueños la
dejan sin trabajo. Pierde la fuente de ingresos que tenía.

En este caso, lo central del texto para nuestro movimiento


“Cuidadores de la Casa Común”, es que esa muchacha joven
vivía esclavizada por sus patrones. Muchas veces en la historia
de las mujeres, se nos ha tildado de brujas, hechiceras, adivinas,
portadoras del mal. Esta sería una más.

¿Y si en lugar de jugar el duelo de los espíritus pensamos que


esta joven, posiblemente informada de la presencia de Pablo y sus
compañeros en Filipos y de las reuniones con las mujeres en el lugar
de oración cercano al río se quiere sumar también a la comunidad?
Tal vez tiene un carácter extrovertido, tal vez tiene miedo y les
grita. Sus gritos dicen la verdad. Llaman a la conversión.

¿Cuál es el sentido de atribuir a sus dotes adivinatorios ser portadora


de un mal espíritu? Solamente señalar que el cristianismo la libera
de ese mal espíritu. Ni a Lucas ni a Pablo parecen importarle
demasiado la muchacha, ni sus condiciones de trabajo, ni su
sufrimiento. El texto señala que sobre todo los tenía cansados.
Que los siguió durante varios días y los hartó.

Poner la mirada y el corazón en la esclava y en la comunidad de


mujeres en la que Pablo funda la Iglesia de Filipos, es fuente
de esperanza para la lucha de las mujeres. No quedarnos en la
interpretación del texto desde la hermenéutica patriarcal. Ponerle
nombre y rostro a la esclava, dejar de llamarla “adivina”. Identificar
que sus gritos de anuncio, de “vidente” le costaron el trabajo y una

115
Caminando en sororidad

nueva exclusión. Pero que seguramente la comunidad la acogió


entre los y las suyas. Que ya no estuvo sola y que probablemente,
al calor de esa comunidad, también pudo recuperar sus dones.

Uno de las proclamas más fuertes de la hermenéutica de este texto


es que nos “tenemos que salvar en racimo, en mazorca, en matata,
o sea, en comunidad”, como decía Rutilio Grande. Así lo vive la
red de trabajadoras en reciclado textil de Cuidadores de la Casa
Común integrada por mujeres casi exclusivamente.

116
La defensa de la vida
Beatriz Pons, Uruguay

1 Reyes 17: 8-16

“ ¡Vive Jehová, tu Dios, que no tengo pan cocido!;solamente tengo un puñado


de harina en la tinaja y un poco de aceite en una vasija. Ahora recogía dos
leños para entrar y prepararlo para mí y para mi hijo. Lo comeremos y luego
moriremos.” 1 Reyes 17: 12

La época en que se encuadra este relato es una época de sequía,


Sequía anunciada por Elías, Profeta de Jehová, al Rey Acab.

Elías era perseguido por esto y se fue cambiando de lugar según la


guía de Dios.

Este relato tiene por protagonista a una mujer viuda que además tiene
un hijo que cuidar. Elías es enviado por Dios a Sarepta, a encontrarse
con la mujer y pedirle que se haga cargo de él, que lo alimente.

En tiempos de sequía nos queda bien claro que para la mujer viuda
esta situación es una carga muy difícil de asumir. Ella es mujer,
viuda y ya tiene a cargo un hijo. Ella misma vive de lo que puede
conseguir por caridad, lo que sobra de las cosechas. Podemos
inferir que hace mucho que no logra conseguir nada por la sequía.
Es un tiempo de escasez para todos, mucho más para una viuda,
que se ubica en el último escalón de la sociedad.

Para nosotras, las mujeres es muy fácil imaginarnos y contactar con


la realidad cotidiana de la viuda. El cuidado del hijo en soledad, la

Caminando en sororidad 117


Caminando en sororidad

preocupación por su salud, por su alimentación, por su bienestar,


es algo de lo cual nos encargamos todas en algún momento de la
vida. Lo vemos como parte de nuestras responsabilidades y no se
nos ocurriría desligarnos de esto.

Pero me pregunto ¿por qué a Jehová se le ocurrió decirle a Elías


que la viuda se podía encargar de él?

En el diálogo entre ambos la viuda le explica muy claramente que


no tiene nada para ofrecer más que agua. Es más, le dice que luego
de la comida de ese día les espera la muerte, una frase impactante,
desgarradora, dicha con total firmeza. Elías le dice no tenga temor,
“cocina para mí, para ustedes y verás que no te faltará ni harina ni aceite
mientras dure la sequía”. Y ella lo hace. ¿Qué habrá sentido la viuda? Sus
dudas y miedos pueden haber sido varios, Ella habla con el profeta
que trajo la sequía, enemigo del rey del momento, si se enteran
puede sufrir graves consecuencias, puede sentir que la promesa es
difícil de cumplir y que la harina y el aceite se pueden terminar.

Ante la duda lo hace, ya que puede ser la única oportunidad de


sobrevivir.

El mensaje de Dios puede estar centrado en que hasta las personas


más desprotegidas de la sociedad tienen mensajes importantes que
dar. Pueden demostrar la solidaridad en todo momento. En tiempos
de escasez las mujeres siempre encuentran recursos para ayudar,
alimentar, proteger, se encargan de nutrir la vida cuando parece que
no se puede. Lo hacen, se organizan y lo logran y esa es una postura
clara ante la vida, es una postura política que no se puede desconocer.

Que Dios nos dé siempre la claridad, sencillez y solidaridad que


tuvo la mujer viuda para defender la vida.

118
SEPTIEMBRE

Caminando en sororidad 119


La curación de la Mujer
encorvada
Sandra Nancy Mansilla

Teóloga laica, Especializada en estudios bíblicos

Especializada en estudios de género/ Políticas sociales y feminismos


UNAM-UBA

snmansilla@gmail.com

“Había allí una mujer… enferma desde hacía dieciocho años.

Estaba completamente encorvada y no podía enderezarse de ninguna manera.

Jesús, al verla, la llamó y le dijo: «Mujer, estás curada de tu enfermedad»”


Lucas 13, 10-17

¿Qué dice el texto?

La escena transcurre un sábado en la Sinagoga, en un lugar y en un


día sagrados. La mujer que aparece era conocida por todos, pero
su situación de debilidad era ignorada. Su presencia silenciosa, sin
embargo, no pasa desapercibida para Jesús. Hay cuatro acciones: Él
la ve, la llama, le habla, y le impone las manos: «Mujer, estás curada
de tu enfermedad». Ella se enderezó en seguida y glorificaba a Dios.
Jesús no hace nada particular, tan solo la trata y la considera en su
dignidad propia, porque él la ve, aunque para otros era invisible;
él la llama y le habla, es decir le dirige la palabra porque ve en ella
la singularidad de un ser capaz de responder. Y Él finalmente le
impone las manos, gesto de protección y señal de sanación de todo
el dolor que ha significado para esta mujer su postergación.

Caminando en sororidad 120


Caminando en sororidad

El jefe de la sinagoga, indignado porque Jesús había curado en


sábado, sigue sin ver a la mujer, sin reconocer su transformación.
Sólo se indigna porque la Ley, la base de su poder, está siendo
transgredida. El Señor le respondió: “¡Hipócritas! Cualquiera de
ustedes, aunque sea sábado, incluso ¿no desata del pesebre a su
buey o a su asno para llevarlo a beber?”

Jesús la llama Hija de Abraham, nombre de la máxima dignidad


para los miembros del Pueblo de Dios, el pueblo de la bendición
prometida a Abraham y su descendencia, sin distinguir hombres ni
mujeres. En Jesús Dios hace memoria de su promesa restituyendo
la dignidad a los caídos, como dice el canto de María (Lc 1,55) y
la oración de Zacarías (Lc 1,73) “Para concedernos que, libres de
temor, arrancados de la mano de los enemigos, le sirvamos con
santidad y justicia, en su presencia, todos nuestros días.”

¿Qué nos dice Dios en el texto?

Si miramos a nuestro alrededor, en nuestras comunidades, en la


sociedad, en el mundo ¿cuáles son las situaciones que hoy tienen
encorvadas a tantas mujeres? ¿Cómo podemos salir con ellas de la
invisibilidad, del silencio y de la ignorancia, restituyendo el lugar y
la dignidad que tenemos como Hijas de Dios?

¿Qué proponemos a nuestra Iglesia para restituir la dignidad de


las mujeres como Hijas de Dios en un plano de igualdad y equidad
respecto de su lugar y don particular dentro de su Pueblo Santo
y especialmente del ámbito ritual y administración de los bienes
sagrados, que son de todos y todas?

121
Caminando en sororidad

¿Qué le decimos a Dios?

Escúchanos, Señor
Unidas en el Seno materno de Dios queremos nacer a su Pueblo
siendo recibidas con la alegría y la bendición del discipulado de
iguales,
de la palabra profética en nuestros labios que ayude a levantarnos
después de tantos siglos de postración y postergación injusta,
con el gesto amoroso del abrazo para llamar, nombrar, y convocar
a todos y todas
como familia de Dios, su pueblo santo, reunido en torno a la
mesa de tu Reino.
Para aliviar con el agua de tu Bautismo,
para fortalecer con el Fuego de Pentecostés,
para partir el alimento de tu Pan,
para bendecir la alianza del amor de quienes se consagran a una
misión particular,
para acompañar en la fragilidad del corazón arrepentido,
para ser tu presencia amorosa en el momento de la enfermedad.
Divina Ruaj danos fuerza para no cansarnos de reclamar lo que tu
justicia nos ha dado
en herencia, lo que tu entrega amorosa nos ha regalado de una
vez y para siempre:
ser las benditas portadoras del mensaje de la vida que vence la
muerte.
Amén

122
El encuentro de Jesús con la
mujer cananea
Luisa Jalil, Argentina

Marcos 7, 24-30

«Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la mesa, comen las
migajas que dejan caer los hijos».

En varios relatos de encuentros de Jesús con la gente que lo buscaba


para pedir curación o resolver interrogantes, no es usual, como en
este caso, que le cambien la voluntad repentinamente y le tuerzan
el plan en un abrir y cerrar de ojos. Justamente, el plan de Jesús era
comenzar el anuncio por su propio pueblo (donde no le va nada
bien), los pueblos vecinos no estaban dentro de su proyecto pastoral.
Por otro lado, bien es sabido que los judíos se creían superiores
a los pueblos de su entorno. Entre ellos Jesús prefería andar de
incógnito y prohibía que se supiera de su presencia. Sin embargo,
esta mujer, desesperada por la salud de su hija, va a su encuentro.
El, desde un lugar de superioridad se muestra esquivo, provocador
y la discrimina explícitamente: «Deja que antes se sacien los hijos;
no está bien tomar el pan de los hijos para tirárselo a los cachorros».
Una cananea, mujer en el contexto, tenía socialmente todos los
atributos para considerarla “una perrita”. Ese es el guante que le
tira Jesús a esta mujer profundamente sensibilizada por el estado de

Caminando en sororidad 123


Caminando en sororidad

su hija, sin embargo, muestra una fuerza que le permite atravesar la


barrera social y religiosa que la adjetiva “perrita”. Se mantiene lúcida,
resistente y con toda audacia le da vueltas la actitud y el discurso al
profeta judío: «Es verdad, Señor, pero los cachorros, debajo de la
mesa, comen las migajas que dejan caer los hijos». Magistral…

Impecable la actitud de la cananea… que finalmente encuentra eco


en Jesús. El se abre a un vínculo que de antemano ya tenía sus
marcos. Ella no reniega del lugar en el que la pone. Desde allí se
levanta y reclama. Es una manera muy inteligente de persuadir
y lograr el cielo que le niegan. En este caso, creo que Jesús es el
que aprende de esta mujer. Deja de lado su proyecto y escucha la
situación. Responde a esta historia particular y no a un proyecto
planteado antes de llegar al territorio. Se le quemaron los papeles
con la actitud de esta mujer que le acepta todo, pero no sede en
nada: sos judío, yo inferior a vos por mujer y cananea, pero eso no
me impide nada… y se atreve. Ambos se atreven a construir un
espacio nuevo, de diálogo, de bien para quien está sufriendo.

Siento paz y alegría ante este episodio. Me da gracia y ternura Jesús


que queda desarmado ante esta mujer, me da ganas de abrazarla
y darle las gracias porque se atrevió. Creo que en su lugar, ante
la superioridad que me hubiera impresionado de Jesús, como una
perrita con la cola entre las piernas me hubiera salido del lugar.

Cuando una se encuentra con alguien que escucha de verdad puede y


nos atrevemos por más años de otros modos que llevemos encima…
pero tenemos que tener la convicción de que sí, somos dignas del
cielo, de todo lo bueno que nos hace libres… nada ni nadie nos
puede, ni debe apartar de esta meta. En este caso, el sentimiento de
compasión por su hija y su aguda inteligencia le hacen arrebatarle a
Jesús el cielo que desde siempre se le tenía negado.

124
“Aquí no tenemos más que

cinco panes y tres pescados”


Inés Casalá -Argentina

Mateo 14, 15-21

“Al atardecer, los discípulos se acercaron y le dijeron: «Este es un lugar desierto


y ya se hace tarde; despide a la multitud para que vaya a las ciudades a
comprar alimentos». Pero Jesús les dijo: «No es necesario que se vayan, denles
de comer ustedes mismos». Ellos respondieron: «Aquí no tenemos más que
cinco panes y dos pescados». «Tráiganmelos aquí», les dijo. Y después de
ordenar a la multitud que se sentara sobre el pasto, tomó los cinco
panes y los dos pescados, y levantando los ojos al cielo, pronunció
la bendición, partió los panes, los dio a sus discípulos, y ellos los
distribuyeron entre la multitud. Todos comieron hasta saciarse y
con los pedazos que sobraron se llenaron doce canastas. Los que
comieron fueron unos cinco mil hombres, sin contar las mujeres y los niños.”
(El libro del Pueblo de Dios, Biblia on line).

Una multitud seguía a Jesús, entre esa multitud, niños, niñas


y mujeres que no eran contadas. Invisibilizadas, caminaban
detrás de los varones cuidando de las niñeces y de sus hombres.
Seguramente, como toda mujer judía llevarían lo necesario para
pasar el día fuera de su casa. Sabían que adónde iban no iban a
poder comprar nada. Sabían que iban a tener que pasar todo el día
en el campo y disfrutaban de ese momento, disfrutaban de poder
escuchar al maestro mientras los niños y las niñas corrían por
ahí y ellas no tenían ninguna obligación. Quizás en ese momento

Caminando en sororidad 125


Caminando en sororidad

también disfrutaban de no ser vistas y de no ser tenidas en cuenta.


Ya habían hecho todo lo necesario en la casa y cargaban con la
comida para el día preparada antes del amanecer cuando eran las
únicas despiertas en la casa.

Pero llegó la hora de comer, hubo hambre y los discípulos no las


vieron, no vieron que cargaban canastas, ni siquiera las tuvieron en
cuenta para la tarea que siempre desempeñaban, que era alimentar
a la familia. Pero ellas sí vieron y escucharon. Escucharon que los
discípulos decían que no tenían nada para darles de comer a tanta
gente, que le decían al maestro que despidiera a la multitud porque
ellos sólo tenían cinco panes y dos pescados. Vieron el gesto de Jesús
y comprendieron lo que significaba. Era el momento de sentarse
en ronda, poner en el suelo los manteles o las telas y sobre ellos
la comida partida, cortada para que el que quisiera tomara lo que
necesitaba. Y se fueron armando las rondas y fueron apareciendo
las bandejas de pescado frito, panes, verduras amargas, aceitunas y
vino y agua. Y todos y todas, incluso los niños y las niñas, comieron
hasta saciarse. Porque las mujeres judías cocinan para muchos,
para atravesar el desierto cada día. Y se llenaron los canastos que
ellas habían llevado con lo que sobró y se fueron todos saciados y
todas las mujeres disfrutando de que alguien sí las había visto, que
el maestro sabía que se iba a producir el milagro de que las mujeres
alimentaran a una multitud hasta que quedara saciada.

126
¿¡Ustedes mujeres…callen!?
Graciela Mabel Lairihon, Argentina

1 Corintios 14:34-35 Versión Reina-Varela 1960

“…vuestras mujeres callen en las congregaciones; porque no les es permitido


hablar, sino que estén sujetas, como también la ley lo dice. Y si quieren
aprender algo, pregunten en casa a sus maridos; porque es indecoroso que
una mujer hable en la congregación.”

La mujer es o debe:
1. ser posesión del varón
2. callarse en público
3. se le prohíbe hablar
4. sujetas a dominación masculina
5. sus esposos deben ser la única fuente de aprendizaje
6. pierde decoro o respeto si habla en público

La mujer según el texto padece:

cosificación
esclavitud
falta de libertad
ignorancia
su comportamiento respetuoso depende si habla o no.

Caminando en sororidad 127


Caminando en sororidad

Sobrevaloración y empoderamiento del hombre en desmedro de


la mujer.
Hoy este mensaje es misógino, violento, cercenador de libertad
individual, destructivo de la autoestima femenina. retrógrado.
alienante.

Dios y Jesús no pueden ser los autores de esta barbarie.

Los hombres-muchos de ellos-han usado su “Firma” para tener


poder sobre las mujeres y usarlas física e intelectualmente para su
provecho.

El hombre y la mujer son creación divina. Se deben respeto mutuo


y valoración.

Escudriñar las escrituras es analizar con mucha atención los


aspectos profundos de un texto. Esto debemos hacer.

La mujer no tiene reducido su entendimiento. Dios no la creó con


menos inteligencia que el hombre. Tanto el hombre como la mujer
son capaces, libres y responsables por sí mismos.

La interpretación distorsionada, solo busca sometimiento hacia


la mujer destruyendo su vida, desarrollo, vínculos, talentos, salud
psíquica y física.

No es así el mensaje de Dios, Él valora su creación – hombre y


mujer - y la Verdad es el camino hacia la libertad.

Mantengamos nuestra mirada despojada de prejuicios y mitos que


nos infundieron y dañaron y aún lo siguen haciendo con tantas
mujeres.

Despertar para crecer en libertad y honrar con nuestras vidas al


Dios Verdadero.

128
Caminando en sororidad

OCTUBRE

129
Transformadas
Febe Barolin,
Iglesia Evangélica Valdense de San Gustavo y La Paz,
Entre Ríos, Argentina.

Lucas 10:38-43

Marta, Marta, estás preocupada y aturdida con muchas cosas. Pero una sola
cosa es necesaria. María ha escogido la mejor parte y nadie se la quitará.
Lucas 10:41-42, RVC.

Marta y María de Betania ¿qué sabemos de ellas? Poco, pero


podemos imaginar mucho: su casa, sus relaciones, sus costumbres,
sus emociones y sentimientos. Los relatos bíblicos nos dicen
que eran amigas de Jesús, hermanas de Lázaro y en más de una
oportunidad acogieron a Jesús y sus acompañantes en la casa.
Seguramente no eran demasiado jóvenes, quizás fueran huérfanas,
ya que la casa parece pertenecerles porque no se menciona padre ni
madre, y sabemos que no era tan frecuente la independencia de las
mujeres, tanto económica como social, en aquella época.

En la mencionada visita de Jesús, Marta se afana por preparar lo


necesario para atender a estos particulares forasteros. Viendo que
María permanece a los pies de Jesús escuchando su enseñanza,
Marta reprocha su falta de ayuda, pero no se dirige directamente
a ella sino al invitado, causa de su “mala” acción. Percibimos a
María ajena a los estereotipos del momento y el lugar, escucha
y atiende, arrobada, a su maestro, sin embargo, Marta se siente

Caminando en sororidad 130


Caminando en sororidad

obligada a cumplir el rol de las mujeres, influenciada por la cultura


y las prácticas de la sociedad patriarcal. Aunque Jesús comprende
la urgencia de Marta, en este momento se hace cómplice de María,
entiende su necesidad de escucharlo, de recibir sin perder tiempo
sus palabras que confirma lo realmente urgente e importante, y
que Marta, en su consagración a la tarea, no alcanza a discernir.

En este punto podemos hacer volar la imaginación observando


a las hermanas en la casa, su ámbito común, que con un abrazo
o una mirada cómplice acuerdan la acción para participar ambas
de las dos importantes tareas: servir y recibir. Animándose una a
aceptarse en un nuevo rol y la otra a compartir su atrevimiento, su
pasión por el Cristo. Construyéndose como hermanas y aliadas al
entender lo que Dios quiere de cada una. Transformándose.

Cuántas veces replicamos el proceder de Marta y María, no somos


solidarias ni nos comunicamos. Si nos molesta el proceder de otras
mujeres perdemos la calma y estallamos, o somos indiferentes y
callamos, antes que ponernos de acuerdo, de ser empáticas unas
con las otras, de entendernos y atendernos como mujeres, como
hermanas. Cuando nos fortalecemos juntas es posible hacerles
frente a los modelos establecidos que generan desigualdad y
competencia, que buscan que nos enfrentemos y destruyamos
entre nosotras; es posible forjar otra manera de reconocernos
plenas e incluidas en nuestro propio lugar.

131
¿Quiénes son mi madre y mis

hermanos?
Carolina Artana. Argentina

carolinaartana@hotmail.com

Marcos 3:31-35

“Entonces llegaron su madre y sus hermanos, y quedándose fuera, le


mandaron llamar.

Y había una multitud sentada alrededor de Él, y le dijeron: He aquí, tu madre


y tus hermanos y hermanas están afuera y te buscan.

Respondiéndoles, Él dijo: ¿Quiénes son mi madre y mis hermanos?

Y mirando en torno a los que estaban sentados en círculo, a su alrededor, dijo:


He aquí, mi madre y mis hermanos. Porque cualquiera que hace la voluntad
de Dios, ése es mi hermano, mi hermana y mi madre.” (La Biblia de las
Américas 1986)

El evangelio de Marcos nos presenta a Jesús que, después de


su bautismo y de convocar a sus discípulos y discípulas realiza
muchas curaciones. Esto hace pensar a su familia (Mc 3:20-21)
que está fuera de sí y a los escribas de Jerusalén (Mc 3:22-30) que
está poseído por Belcebú. Entonces su madre, hermanos y hermanas
van a buscarlo cuando se encuentra predicando a la gente dentro
de una casa; mientras sus familiares esperan afuera, le avisan que
lo vienen a buscar. Jesús, sin moverse, solo mirando a su alrededor,
asegura que su madre y sus hermanos son los que hacen la voluntad

Caminando en sororidad 132


Caminando en sororidad
de Dios. ¡Qué expresión tan fuerte!

Ciertamente, Jesús ha tenido un cambio radical después de su


bautismo. Allí recibe el Espíritu y siente a Dios su Padre, un Padre
amoroso que lo lleva a cambiar de vida. Es por eso, que siente la
necesidad de hacer cosas por los que sufren, tiene la necesidad
de empezar a hacer visible el reino de su Padre bueno. Los que
lo ven desde afuera no lo comprenden y lo toman por loco. ¿Aún
su madre piensa así? Ella es acompañada por sus hermanos y
hermanas para llevarlo nuevamente a su casa, al orden habitual.
Sus familiares no entienden, siguen la tradición del pueblo, de la
Ley, y las costumbres de la época. Pero, Jesús tiene muy clara su
vocación: hacer la voluntad de Dios, aunque eso implique romper
con los suyos, con su identidad, con sus raíces.

Esta escena es de mucha tensión, de enfrentamiento. Jesús debe


defender aquello que piensa, siente y cree. Es un momento de
encrucijada y de definiciones. Ya no es momento de seguir las
tradiciones, las normas, lo establecido a la manera antigua. Es
momento de escuchar a Dios, es momento de optar por las personas
que más sufren, que lo necesitan y que esperan liberación.
Este texto nos invita a descubrir nuestra vocación, a ser fieles a
Dios, a ser firmes como Jesús, a buscar caminos de liberación,
esperanza y vida plena para nosotras y para muchas que sufren
opresión, pobreza, violencias; aun cuando implique romper con
viejos esquemas y tradiciones.

¿Estás afuera como los parientes o estás adentro escuchando la


Palabra de Jesús?

¿Te animás a romper con lo establecido para seguir a Jesús y hacer


las opciones que Él hizo?

133
¡Bien dicen las hijas de

Zelofehad...!
Pastora Monica Milioni, Argentina

Templo Ríos de Vida, C. del Uruguay, Entre Ríos

Números 27:1-8

“Bien dicen las hijas de Zelofehad; les darás la posesión de una heredad entre
los hermanos de su padre, y traspasarás la heredad de su padre a ellas.” (RV
1960, 2019)

El relato bíblico nos muestra la historia de cinco hermanas que


frente al hecho de la muerte de su padre se encuentran impedidas
de heredarlo. ¿Cuál es el motivo? Ser mujeres.

Esto surgía de una ley creada por hombres para beneficiar a otros
hombres en la que se explicita que en el caso de no haber hijos
varones, la herencia pertenecía a los hermanos del muerto. Esta
ley dejaba en desigualdad de condiciones a las hijas frente a sus
derechos de heredar a su padre, solo por el hecho de ser mujeres.

¿Por qué digo leyes de hombres para hombres? Porque cuando


estas cinco mujeres van a exponer su defensa, es Dios mismo y no
Moisés quien convalida sus fundamentos de defensa de heredar su
tierra. Dicho esto, quiero resaltar cinco puntos que surgen de los
hechos:

Caminando en sororidad 134


Caminando en sororidad

•• Veo mujeres de coraje y convicción que van hasta donde es


necesario para que sus voces sean escuchadas y no callan.
El texto sagrado enumera las distintas instancias en las que
tuvieron que presentarse para ser evaluadas frente a Moisés,
el sacerdote Eleazar, príncipes y toda la congregación (V. 2)

•• Veo mujeres que exponen una forma de pensar coherente,


que argumentan con fundamentos lo que creen que es justo
y les corresponde. Esto no les era permitido. (V. 3 y 4)

•• Me da alegría y esperanzas frente a cuestiones que aún


hoy estamos exponiendo en reclamos de derechos que nos
corresponden, que pueda haber líderes que como Moisés
vayan a consultar a Dios sobre estos asuntos.

•• ¡Me encanta la respuesta del Señor! “¡Bien dicen las hijas de


Zelofead...! Dales la posesión de sus tierras (v. 7) y cambien
la ley para que cuando alguno muera y no tuviere hijo varón
la herencia pase a su hija. (v. 8)”

Amadas mujeres que aún hoy estamos argumentando para recibir lo


que nos corresponde por derecho propio, por ser hijas, coherederas
de la Gracia de nuestro Señor Jesucristo, estemos juntas. ¡Somos
hermanas!

Como aquellas cinco mujeres sigamos andando, abriendo paso en


medio de multitud de impedimentos, no importa frente a quienes
tengamos que presentarnos. Que nada ni nadie nos amedrente.
¡No callemos! Que nuestra voz se escuche exponiendo nuestras
ideas, lo que creemos, y será Dios mismo quien esgrima nuestra
defensa. Porque Dios está en contra de toda injusticia de los hombres y
muchas cosas tendrán que ser modificadas por causa de las hijas.
¡Abrazos y bendiciones!

135
En el camino…
Tatiana Patricia Arredondo, Chile

tatiana.ortega.74@gmail.com

Comunidad Amanecer

Lucas 10:25-37

“Jesús respondió con una historia: Un hombre judío bajaba de Jerusalén a


Jericó y fue atacado por ladrones. Le quitaron la ropa, le pegaron y lo dejaron
medio muerto en el camino.” Lc 10, 30 (Nueva Traducción Viviente)

Estamos frente a un texto que nos puede llevar a este lugar que
no esperamos estar, cuando nosotres somos quien está herida en
el suelo, cuando estamos al lado del camino indefenses, cuando
la dignidad nos ha sido arrebatada sin ninguna posibilidad de
levantarnos por nuestra cuenta. Nuestros cuerpos golpeados
emocional, psicológica y físicamente, abusados y violados. En
ese momento necesitamos a una persona samaritana en nuestro
camino. ¿nos reconocernos cómo quién está tirade en el camino?
Cuesta mucho poder reconocernos débiles, sin fuerzas para seguir,
en soledad, tirades en el camino sin esperanza de poder sobrevivir.

Mujeres y personas LGTBIQ+ somos quienes estamos en el


camino, por llevar un pañuelo en la mano, por amar, por nuestros
colores. La violencia que se vive va desde un grito o post ofensivo,
hasta la muerte.

Caminando en sororidad 136


Caminando en sororidad

Cuando estamos al borde del camino desesperanzades, entregades


a la muerte; cuando en algunos casos la familia, las amistades pasan
por nuestro lado y no nos recogen; al estar en esta situación de total
vulnerabilidad donde no se puede pedir ayuda, cegadxs totalmente
por el dolor, el alma sufre, nuestra fe también se ve afectada, no se
comprende. ¿Cómo se permite tal sufrimiento? Inclusive se piensa
en ya no vivir más, muches se quitan la vida.

Creo en personas misericordiosas; aún tengo fe y esperanza que


existen personas que están dispuestas a dar la mano, levantar y
pagar posada a aquellas que están a la orilla del camino. Se trata de
que nos salven la vida, eso es lo importante.

Algunes sobrevivimos gracias a aquel que nos dio la mano, que


nos curó heridas, que dejó instrucciones a otres para que también
nos cuidaran. Y nosotres nos sentimos nuevamente amades,
cuidades, salvades, dignes por alguien que nos encontró totalmente
vulnerables y fue nuestro Jesús en el camino.

137
NOVIEMBRE

Caminando en sororidad 138


No dejes de florecer
Carina Florentin, Argentina

Salmo 32:8

Te haré entender y te enseñaré el camino en que debes andar, sobre ti fijaré


mis ojos.

Así como un día llegamos a este mundo sin tener la opción de


elegir la década, ni el color de piel, ni nuestra cultura, idioma, país,
familia o condición social, tampoco podemos predecir aquellas
circunstancias que nos afectarán en el futuro.

Muchos y muchas cuentan con mejores oportunidades y el camino


más llano y llevadero. Muchas personas no tienen que luchar
demasiado para abrirse paso en la vida pues alguien más lo hizo o
hace por él/ella.

Esta reflexión nace en mí corazón pensando en ti que quizás estás


afrontando situaciones difíciles que te ahogan o hacen perder la
esperanza. Quizás te sientes desafortunada comparada con otras
a las que parece que la vida les sonríe, pero nadie tiene nada
asegurado y puedo afirmar, porque lo viví, que todo esfuerzo tiene
su recompensa y más cuando costó lágrimas, caminatas, noches
sin dormir, incertidumbre…y hasta agotar cada recurso disponible.

Todo llega, así que no dejes de creer.

Dijo Jesús : “Al que cree todo le es posible”. Marcos 9:23


Caminando en sororidad 139
Caminando en sororidad

Aún cuando veas oscuridad y que pareciera que nada te favorece,


ten presente que el viento no sopla siempre en la misma dirección,
con seguridad mañana vendrá lo que estás esperando, eso que
sueñas, eso que anhelas.

Así que respira, limpia tus lágrimas, sigue regalando tu sonrisa


a quienes te aman, agradece al Señor por cada nuevo día, por
la hermosa oportunidad de vivir y nunca, pero nunca, dejes de
florecer… pues aún con piedras, sí se puede, y más con Dios al
control.

140
Hablemos de maternidad
Marcela Bosch. Feminista,

Dra. en Teologia Sistemática. Valdense

Lc. 1,38

“Entonces María dijo: -aquí está la sierva del Señor, hágase conmigo
conforme a tu palabra.

Y el ángel se fue de su presencia.”

El sí de María desde una lectura patriarcal y androcéntrica ha


servido a lo largo de los siglos de tradición cristiana para hacer del
altruismo y el sacrificio el modelo femenino en antonomasia para
las mujeres creyentes. Por otra parte, las relecturas tradicionales
del texto hacen un salto por demás llamativo cuando destacan
eufóricamente que el ángel “se digna” preguntar a María dándole la
oportunidad de la “libre elección”. Esta lectura sesgada a todas luces
ignora considerar que en un contexto de extrema vulnerabilidad y
desigualdad de poder una joven no está en condiciones de dar una
respuesta negativa haciendo uso de su autonomía.

Una lectura del texto realizada desde una hermenéutica crítica


feminista, en primer lugar, tendrá en consideración el contexto
social, político, económico, religioso donde el mismo se inscribe,
utilizando en cada uno de ellos la lupa de la sospecha de género.
Partiendo de la experiencia de las mujeres y considerando la
prepotencia patriarcal que permea tanto el Antiguo Testamento
como el Nuevo Testamento hacia ellas. Y preguntará: ¿Es lícito

Caminando en sororidad 141


Caminando en sororidad

pedir a una niña, a una joven, a una mujer, que se comporte como
un útero reproductor a fin de cumplir con los deseos de otro,
aunque este fuera el Dios de Israel? ¿Es lícito pretender que el
deseo patriarcal prime sobre el derecho al propio cuerpo? ¿Es
lícito enaltecer la descendencia y la genealogía paterna como único
camino para la salvación?

Considero que el texto de Lucas nos da la oportunidad para


replantearnos como, utilizando el eufemismo de “maternidad
subrogada”, se nos quiere presentar como lícitas, prácticas
aberrantes de explotación reproductiva donde a las mujeres se las
considera meros cuerpos pasibles de ser trozados, para luego ser
utilizadas como vasijas.

Lo cierto es que las nuevas esclavitudes del siglo XXI deberían


hacernos ampliar la mirada y con la lupa de la sospecha develando
las nuevas riquezas de sentido que contienen los textos bíblicos.

El cuerpo nuestro de mujeres con el cuerpo del texto nos enfrenta


a la experiencia de dolor, abuso y, finalmente olvido de miles de
mujeres que son usadas y luego descartadas a fin de satisfacer los
deseos de quienes quieren convertir la maternidad en un derecho
directamente proporcional al dinero que están dispuestos a erogar.

Cualquier mujer que haya atravesado por la experiencia de


un embarazo y culminado en un parto sabe que la gestación
compromete no solo su útero, sino todo su cuerpo, sus emociones,
todo su ser, que se sufre transformaciones desde el inicio del
embarazo hasta tiempo después del parto. Pretender que dichas
transformaciones no existen, ignorar a la madre biológica en pos
de un contrato o apelar hipócritamente al altruismo denota una
falta de empatía hacia la madre y hacia el hijo o hija incurriendo en
una violación de los derechos humanos de ambos.

142
¿Violada por ti?
Marieta Machado Batista
Responsable del área de Biblia y teología
del Centro Cristiano Bartolomé Labastida, Cuba

2da de Samuel 13:1-21

Mi nombre es Tamar, significa Palmera. Mi historia puede ser la


tuya. Hoy puedo hablar de lo que viví gracias a la Ruah que sopló
en mí su aliento de vida y al apoyo de mi grupo de amigas.

Crecí dentro de las paredes y corredores del templo. Cuando fui


mayor de edad decidí irme al Seminario a estudiar Teología, uno
de mis grandes sueños. Al terminar mis estudios fui enviada a una
iglesia para pasar un tiempo de práctica. Allí conocí hermanos y
hermanas maravillosos. Siempre se acercaban con un detalle. El
pastor tenía tres hijos. Convivía y compartía con ellos como si
fueran mi propia familia.
Un día Ammón, el hijo mayor del Pastor, me confesó que desde que
yo había llegado a su casa se sentía atraído por mí y me propuso
matrimonio. Yo no quería casarme, al menos en ese entonces.
Siempre supe que no le había gustado mi respuesta, pero no
percibí que detrás de sus miradas inoportunas se escondía el deseo
insólito de poseerme a toda costa.

Una mañana el pastor recibió la noticia de que su hermana se


encontraba muy enferma, casi muriendo. Prepararon el viaje a la
carrera. Me pidieron que me ocupara de la casa y la iglesia. Al día
siguiente vino corriendo hacia mi Daniel, consejero de los juveniles,
una persona de mucha confianza.

Caminando en sororidad 143


Caminando en sororidad

Me dijo:- Ammón, está en cama con fiebre. Necesita que le prepares una
sopa. -¿Cómo es posible?-le dije- se encontraba bien hace unos instantes.
Daniel no respondió mi pregunta solo me dijo: - acuérdate que el
Pastor se sentirá triste si no ayudas a su primogénito.

Preparé una sopa. Busqué algunos medicamentos. Entré al cuarto


de Ammón. La habitación estaba oscura. Sentí sobre mí unos
brazos que me apretaban fuerte. La sopa caliente se derramó sobre
mi vestido traspasando todo mi cuerpo. Escuché su voz que repetía
de manera enfermiza -¡vas a ser mía! ¡Solo pude balbucear estas
palabras! -¿Yo, violada por ti? Con brutalidad manoseó todo mi
cuerpo. Introdujo su pene en mi vagina como un monstruo, una y
otra vez. Terminó y me echó de la habitación con una amenaza:-¡no
te atrevas a decir nada! Nadie va a creerte, solo eres una muchacha
más y yo el hijo del pastor. Abrí la puerta de la habitación. Daniel
estaba ahí. Todo había sido una trampa.

Estuve varias horas encerrada en mi cuarto. Después de tomar un


baño interminable subí a la azotea del templo. Quemé el vestido,
aún tibio por la sopa, corté mi cabello y grité. No sé por cuánto
tiempo. Me quedé dormida, quebrada como un frasco de perfume.

En la azotea me encontró el pastor. Había regresado en la


madrugada. Lo sabía todo. Puso sus manos sobre mis hombros y
me dijo -Lo siento mucho Tamar pero debes mantenerte en silencio. Es lo que
te pide el Señor.

Ammón se fue al Seminario. Hoy es Pastor en una Iglesia de


cualquier país. Desde el púlpito observa a las muchachas y suspira,
en nombre de Dios.

144
Talitha Kum
Claudia Acosta, Colectiva Las Magdalenas, Argentina

Marcos 5: 41

“Jesús le tomó de la mano, y le dijo. “Talitha Kum, es decir , a ti niña, te


digo, ¡Levántate!”

¡Tantos siglos de silencio! ¡Tanto tiempo!

Nuestros cuerpos sin vida, nuestros ojos sin luz

Nuestra juventud en pausa, sin estallar, sin revolucionar

La muerte nos abraza, nos tienen enmudecidas…

Y ¿entonces?

Los gritos resuenan como ecos lejanos, el llanto

de otras mujeres, la voz de la mujer que sangraba

la que desafió todo y se animó a tocarlo en el camino

un pueblo nos llamaba…

Es allí, exactamente allí, o quizás en cada tiempo, en

Infinidades de tiempos, de eternidades, o de caminos

en que el maestro, aquel que se animaba a romper

estructuras y leyes, normas muertas y despóticas,

aquel que destapaba sepulcros blanqueados, y denunciaba

injusticias, ese que era capaz de con ternura estar al lado de

Caminando en sororidad 145


Caminando en sororidad

quiénes más sufrían, de quiénes estaban afuera,

ese maestro abrazó nuestra mano en la suya, nuestra mano

que es la mano de todas, que es la mano que se extiende en

todos los cuerpos, y en el sentir de la piel, sentimos más

claro el llanto y los gritos de la historia y el pueblo que nos

llaman, los sonidos más nítidos,

y el Talitha Kum resuena,

Levántate, a ti te digo, muchacha…

A nosotras, a siglos y siglos de nosotras enmudecidas

A nosotras, muriéndonos en los silencios que

nos ocultaban, a nuestros cuerpos casi muertos… casi…

Y nos levantamos, para seguir estando, para liderar,

para gritar nuestra verdad, la verdad que nos reveló el maestro.

La dignidad, la igualdad, la libertad, el enorme proyecto

de la comunidad que es una fiesta en la que nadie queda afuera.

Para eso nos levantamos, para eso resucitamos.

146
Oración para cualquier día de

la vida
Claudia Florentin, comunicadora y teóloga valdense, Argentina

Un poco de tu ira santa, Jesús, dame en este día

Digo “santa” porque tenías motivos, porque defendiste la


coherencia ante la hipocresía de unos religiosos que en nombre de
Dios, explotaban al débil, a la viuda, hacían negocios y se burlaban
así de la justicia social anunciada por profetas del pueblo.

Y dámela hoy, porque tengo razones, cuando veo a varones que


abandonaron sus responsabilidades paternas, que dejan solas con
hijos e hijas a quienes dieron vida junto a ellos, que aconsejan a
las fieles a seguir junto al violento, que se auto erigen decisores
para tantas niñas y jóvenes, que hacen vista aparte cuando en las
comunidades se deciden por hombres y dejan nulos espacios a
las mujeres, que ejercen violencia en diferentes modos y siguen
en púlpitos y espacios sagrados.

Ellos, hoy, cual los mercaderes del templo, salen con saludos y
carteles, con versículos bíblicos y oraciones y siguen avalados por
iglesias, por liderazgos y también, claro, por mujeres colonizadas
aún por el machismo.

No tengo mesas que tirar, ni látigo que mostrar, pero tengo espacios
de denuncia y decido, decidimos, no callarnos más.

Caminando en sororidad 147


Caminando en sororidad

Que tu ira nos aliente para profetizar, denunciar y derribar mesas


que excluyen y limitan.

Que tu valentía nos inspire hoy y cada mañana hasta que estemos
libres de hipocresías y violencias en el seno de la fe.

Amén

148
DICIEMBRE

Caminando en sororidad 149


El Apocalipsis de las mujeres
María de los Ángeles Roberto, Biblista Argentina

Lucas 21; 28


Cuando comiencen a suceder estas cosas, anímense y levanten la cabeza,
porque muy pronto serán liberados”.

En el primer domingo de Adviento se lee el texto del evangelio de


Lucas, capítulo 21, versículos 25-28 y 34 a 36 en todas las iglesias
cristianas del mundo. A ese pasaje bíblico, junto con los de Marcos
13 y Mateo 24, se los conoce como el “pequeño Apocalipsis” porque
pintan escenas relacionadas con la llegada de los últimos tiempos,
se describen señales de desajuste en el sol, la luna y las estrellas,
se anuncian terremotos y maremotos. Se anticipa que los hombres
“desfallecerán de miedo ante la expectativa de lo que sobrevendrá
al mundo.” Son citas características de este tiempo de Adviento, de
preparación para la Navidad.

El Adviento es un tiempo litúrgico de esperanza y alegría en el que,


desde los templos, se anuncia que Jesús volverá pronto, a pesar
del anuncio de las desgracias. En esa descripción de los días malos
previos a su segunda venida Jesús le quita importancia a los signos
adversos con una expresión de coraje: “Cuando comience a suceder esto,
tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está por llegarles la liberación”.

Las mujeres vivimos un apocalipsis todos los días. En América


Latina hay femicidios a diario que sacuden a las familias de las
víctimas. Para esas familias, el fin del mundo conocido llega cuando

Caminando en sororidad 150


Caminando en sororidad

matan a sus hijas o cuando las desaparecen. Nuestro Apocalipsis


cotidiano es vivir en constante amenaza por el solo hecho de ser
mujer. A pesar del escenario de desastre que se describe en el
Pequeño Apocalipsis del evangelio de Lucas, Jesús dio un mensaje
que parece especialmente dirigido a las mujeres de hoy en América
Latina y el Caribe: “tengan ánimo y levanten la cabeza, porque está
por llegarles la liberación”.

Mujeres, en este Adviento, tengamos ánimo, levantemos la cabeza,


porque ya está por llegar la liberación del patriarcado.

151
Sororidad en la espera
Idaliana Aleaga Antúnez. Cuba.

idaliana2020@gmail.com/ idaliana@lavastida.co.cu

Maria se quedó como tres meses, y después volvió a su casa.

Lucas 1, 39-56 (Biblia de Estudio)

Parte de prisa. Emprende una insegura y peligrosa travesía. Agarra


dos mantas tejidas. Un frasco de aceite, agua, tres panes, cinco
peces, vegetales y frutas de su huerto, se mezclan en su desgastada
mochila.

Parte de prisa. La humildad arropa en su vientre la promesa de una


semilla. Su corazón palpita flores y sonrisas.

Parte de prisa: ¡su prima, la que llamaban estéril, está encinta!

Entrañas condimentadas de fe y esperanzas vivas se ven, se abrazan,


lloran.

Sororidad durante la gestación.

Entona una canción. ¡Aún se escucha!

Magnificat.

Caminando en sororidad 152


La visita de María a Isabel
Pilar Cancelo, Argentina

directora@sedi.org.ar

Católica ecuménica

Lucas 1, 39-42

“Apenas esta oyó el saludo de María”

En aquellos días, María partió y fue sin demora a un pueblo de la montaña


de Judá. Entró en la casa de Zacarías y saludó a Isabel. Apenas esta oyó
el saludo de María, el niño saltó de alegría en su seno, e Isabel, llena del
Espíritu Santo, exclamó “¡Tú eres bendita entre todas las mujeres y bendito
es el fruto de tu vientre! (El Libro del Pueblo de Dios)

Me gustan e inspiran estas mujeres, parientes, amigas, que se buscan,


se visitan. Saben lo que están viviendo las hermanas, se acompañan,
se cuidan. Apenas se escuchan, algo se mueve en su interior. Lo que
sienten, les pasa por el cuerpo.

Me gusta sentir esa alegría en mi cuerpo cuando me encuentro con


otras. Las voces de otras hermanas, las miradas cómplices, el apoyo.
Compartir una comida, una tarde al sol, una caminata al aire libre,
sintiendo el viento en la cara. Esa red que vamos construyendo con
nuestros caminares, y que es nuestra fuerza. La certeza de que no
estamos solas es nuestra esperanza cotidiana.

Y también soy consciente de la incomodidad, la tensión, el miedo


que me provoca sentir en mi cuerpo las violencias. Intuirlas, saber
que me rozan, que ahí están. El cuerpo, mi cuerpo, sabe. Se retrae,

Caminando en sororidad 153


Caminando en sororidad

se defiende, se pone alerta cuando percibe una amenaza. Algo se


revuelve dentro mío. Mi cuerpo y yo somos una misma cosa, una
única vitalidad. Ignorar lo que me pasa en el cuerpo, es ignorarme,
desentenderme de mi misma. Lo escucho, agudizo los sentidos
para percibir qué quiere decirme. Amo con mi cuerpo, sufro, me
alegro. Rezo con mi cuerpo. Nada sucede fuera de mi cuerpo.

Percibo la tensión en cuerpos que son mucha violencia, pura


violencia, porque han sido violentados o porque violentan a otros
u otras. Cuerpos reactivos al tacto, al abrazo. Quisiera sanarlos,
amarlos, a veces puedo hacer algo, otras veces no puedo. Y si no
puedo, los pongo en oración pidiendo su liberación para una vida
libre de violencias.

154
Agradecer
Sara Lucía Ramírez Cortés- Bogotá, Colombia

Lucas 1:46-56

Y María dijo:—Engrandece mi alma al Señor; y mi espíritu se alegra en Dios, mi


Salvador, porque ha mirado la bajeza de su sierva. He aquí, pues, desde ahora
me tendrán por bienaventurada todas las generaciones, porque el Poderoso
ha hecho grandes cosas conmigo. Su nombre es santo, y su misericordia es de
generación en generación, para con los que le temen. Luc 1: 46-50

Actividad de introducción:

Reflexiona sobre el mayor logro de tu vida; en el proyecto más


importante que haz dado término y responde las siguientes preguntas:

1. ¿Tuviste la fortuna de contar con todas las capacidades y


habilidades para cumplir el objetivo?

2. ¿Viste la gracia de Dios reflejada en el reto a cumplir a tal


punto que tuviste la ayuda que necesitaste?

3. ¿Sentiste que este objetivo era parte de un plan de vida


ideado por el Señor?

4. ¿Agradeciste cada dificultad y cada obstáculo que se te


presentó?

5. ¿Este objetivo ayudó a otros a sobrellevar las cargas unos


de otros?

Caminando en sororidad 155


Caminando en sororidad

Reflexión:

El contexto del texto bíblico acontece después de dos hechos


importantes en época de adviento: la anunciación a María y el
nacimiento de Juan el Bautista. Lucas nos pone delante la situación
de dos mujeres que tenían un llamado en el plan de la salvación:
Elizabeth y María.

Ellas se encuentran con gran alegría y comparten juntas las buenas


noticias: iban a ser madres. Sin embargo, cada una tenía algunas
condiciones que dificultaban estos proyectos: María era virgen y
todavía no se había casado con José (aunque en las profecías bíblicas
se presagiaba que el salvador saldría del vientre de una virgen, el
contexto cultural penalizaba estas situaciones) y Elizabeth y su
esposo eran de edad avanzada.

Siguiendo con esta lógica, dividiremos el canto de glorificación y


agradecimiento de María en dos momentos:

1. Agradecimiento a Dios por separar a su sierva para un plan


mayor: (v. 46-53)

¿Cuántas veces ante el reto de atender el llamado divino agradecemos


y reconocemos que este actúa a través de nosotras y aún a pesar de
nuestros miedos? María exalta al Señor reconociéndose una sierva
humilde quien con su ayuda acepta los retos que el objetivo tiene.

A pesar de la situación social tan difícil que estaba afrontando al


aceptar ser madre en las condiciones mencionadas anteriormente,
puede sentirse acompañada por un Dios que se ha acercado a
hombres y mujeres subordinados por normas sociales.

156
Caminando en sororidad

2. Reconocimiento del plan de Dios que incluye a los más humildes:


(v. 54-55)

En estos versos del canto del Magnificat, María puede reconocer


que la palabra de salvación que anunciaron los profetas en el
Antiguo Testamento se cumple en ella. ¿Cuántas veces nos hemos
sentido excluidas y solitarias en nuestra vida cristiana? Hoy Dios
nos acompaña en nuestro caminar de fe, venciendo obstáculos e
incluyéndose en nuestro plan de salvación personal y en la vida
comunitaria, así como María lo reconoce en este texto.

Reto para hoy: Agradezcamos las situaciones difíciles que surgen,


Dios se manifiesta en la adversidad.

Oración:

Amado Señor: Agradezco las múltiples maneras en que te revelas


en nuestras vidas, sé un compañero de camino y que al andar
veamos tu increíble amor para con nosotras. Amén.

157
POR SI FALTA UNO

Resistir, luchar y triunfar


María Gabriela Merayo

Lic. en Teología, Maestranda en Teología Latinoamericana, Anglicana,


Argentina.

Mt. 15, 21-28

- “¡Señor, socórreme!

- No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos.

- Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa
de sus amos.”

Una mujer extranjera, cananea, camina y grita detrás de Jesús y sus


discípulos, demostrando su desesperación por el padecimiento de
su hija. No le importa lo que la gente piense, busca ayuda y sabe
dónde hallarla. Su grito también es anuncio: ella proclama que Jesús
es Señor e Hijo de David. Esta mujer extranjera reconoce en Jesús
al Mesías prometido. Sin embargo, a pesar de la desesperación, a
pesar del anuncio mesiánico y de clamar por misericordia, Jesús
se mantiene en silencio. ¿Qué le sucede a Jesús? ¿Es demasiado
varón o judío de su tiempo? ¿Está probando la fe de la mujer?
¿Disfruta sentirse importante? ¿Se asombra con que una extranjera
lo proclame Mesías? ¿Por qué no reacciona? Tal es la indiferencia
de Jesús, que sus discípulos se acercan para pedirle que la atienda
y la despida. A ellos, varones, Jesús sí les responde, aunque sea una
negativa, “no fui enviado sino a las ovejas perdidas de Israel”.

Caminando en sororidad 158


Caminando en sororidad

La mujer viendo que Jesús sigue su camino, acelera el paso, se


arrodilla ante él, se humilla y con su humillación consigue una
palabra de este varón, aunque sea ofensiva, “No está bien tomar
el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos”. Los judíos llamaban
despectivamente cachorros o perros a los paganos, que lejos de ser
las mascotas amadas de hoy, eran vagabundos y comían las sobras
de comidas que nadie les daba. La mujer, lejos de ofenderse o
retirarse, confirma las palabras de Jesús y agrega, “aun los perrillos
comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos”.

Esta mujer decidida e incansable consigue un milagro para su hija


gracias a su fe, Jesús no hace nada más que reconocer la gran fe que
posee, “grande es tu fe; hágase contigo como quieres”. El milagro
brota aquí de la insistencia de una madre dispuesta a todo por la
salvación de su hija.

Es bastante extraño leer este texto siendo mujer sin que nos quede
una sensación amarga hacia este Maestro demasiado hijo de su
tiempo. Mientras tanto, de la mujer protagonista y anónima nos
quedan muchas enseñanzas. No se importa por las diferencias
que la separan de Jesús y los suyos. Traspasa esas barreras y lo
intenta. Rompe con los decoros de la época y grita en público su
angustia de madre. Anuncia su fe a viva voz aun sabiendo que no
es bienvenida por ser mujer y extranjera. Reconoce a Jesús como
Mesías, a pesar de que éste le responde con silencio y agresión. En
vez de responder al insulto con otro insulto, lo resignifica para su
conveniencia. Termina obteniendo un milagro, porque es capaz de
superar todos los obstáculos por ella conocidos: étnicos, sociales,
religiosos y de género.

159
Caminando en sororidad

La mujer cananea lucha por su hija, más vulnerable que ella, por ser
mujer y niña. Que esta mujer, anónima como su hija, nos enseñe
a luchar por nuestros propios derechos y los de nuestras madres,
abuelas, hermanas, hijas, nietas, sobrinas, compañeras y amigas.

160

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