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El derecho nacional y la Propiedad:

El derecho nacional o derecho interno es el conjunto de leyes y normas


que regulan las relaciones entre el Estado y sus habitantes, así como
entre esos mismos ciudadanos. Las normas emanan normalmente de las
instituciones denominadas legislativas y el Estado puede utilizar la
coacción para que se cumplan. Las normas que forman el derecho
interno o nacional son de obligado cumplimiento por parte tanto de los
ciudadanos como del Estado y suelen estar adaptadas a la realidad social
en la que se van a utilizar.

El derecho nacional puede cubrir una amplia gama de áreas, como el


derecho penal, el derecho civil, el derecho laboral, el derecho fiscal y el
derecho ambiental. Cada una de estas áreas tiene sus propias leyes y
regulaciones específicas que rigen cómo se deben comportar las
personas y las empresas en ese ámbito.

La propiedad se refiere al derecho que tiene una persona o entidad


sobre un bien o recurso determinado. Esto puede incluir bienes
inmuebles, como casas y terrenos, o bienes muebles, como automóviles
y muebles. También puede incluir recursos naturales, como minerales y
agua.

La propiedad puede ser de propiedad privada o pública. La propiedad


privada es propiedad de una persona o entidad privada, mientras que la
propiedad pública es propiedad del gobierno o de la sociedad en su
conjunto. En general, la propiedad privada está protegida por la ley y se
considera un derecho fundamental de los ciudadanos. Los propietarios
tienen el derecho a usar, vender o alquilar su propiedad como deseen,
siempre y cuando no infrinjan las leyes y regulaciones aplicables.

La doctrina jurídica, particularmente aquella con influencia latina


(derecho romano) reconoce que la propiedad está integrada por tres
derechos:

1. Ius utendi: Derecho de uso. Se refiere a que la persona puede utilizar


el bien para lograr determinados objetivos. Por ejemplo, una
maquinaria que sirve como herramienta en un proceso de
producción. Este derecho tiene sus limitaciones, pues imaginemos el
caso de una fábrica. Su funcionamiento no podría permitirse en una
zona residencial por el nivel de contaminación sonora y/o ambiental
que puede generar.

2. Ius fruendi: Derecho de goce. Así, el propietario tiene derecho a


disfrutar de los productos que genere el bien. Aquí podemos
distinguir dos circunstancias:

 Cuando los frutos del bien son naturales, como el café que
proviene de los cafetos.
 Cuando los frutos del bien son civiles. Por ejemplo, las rentas que
se perciben por el arrendamiento de un inmueble.

3. Ius abutendi: Se refiere al derecho de consumir el objeto. Por


ejemplo, puede venderlo, donarlo o alquilarlo. Incluso, podría
destruirlo al menos que se trate de patrimonio protegido por el
Estado.

Para asegurar que los derechos anteriormente descritos sean protegidos


se debe realizar la notificación a los registros oficiales correspondientes.
De ese modo, quedarán consignados los datos del dueño y de su
respectiva propiedad.

El Parlamentarismo moderno

El Parlamentarismo moderno es un sistema de gobierno en el que el poder


legislativo tiene un papel preponderante en la toma de decisiones y en la supervisión
del poder ejecutivo. En este sistema, el parlamento es elegido por los ciudadanos y
está compuesto por representantes de los diferentes partidos políticos. Los
miembros del parlamento debaten y votan sobre las leyes y políticas públicas, y
tienen la capacidad de controlar y fiscalizar al poder ejecutivo.

El Parlamentarismo moderno se basa en la separación de poderes y en la idea de que


ningún poder debe tener un control absoluto sobre el gobierno. En este sentido, el
poder legislativo actúa como un contrapeso al poder ejecutivo y garantiza la
democracia y la transparencia en el gobierno.

En Venezuela, el parlamentarismo moderno ha sido objeto de debate y controversia


en los últimos años. En 1999, se aprobó una nueva Constitución que estableció un
sistema presidencialista, en el que el presidente tiene amplios poderes y el poder
legislativo tiene un papel limitado.
Sin embargo, en 2015, la oposición ganó la mayoría de los escaños en la Asamblea
Nacional, el órgano legislativo del país. Durante su mandato, la Asamblea Nacional
intentó ejercer su papel de control y supervisión sobre el poder ejecutivo, pero se
encontró con numerosos obstáculos y enfrentamientos con el gobierno.

En 2017, el gobierno convocó a una Asamblea Nacional Constituyente, que fue


elegida en medio de denuncias de fraude y falta de transparencia. Esta Asamblea
Nacional Constituyente asumió todos los poderes del Estado y despojó a la Asamblea
Nacional de sus funciones.

Desde entonces, el Parlamentarismo moderno ha estado ausente debido a la crisis


política y social que atraviesa el país. A pesar de que existe una Asamblea Nacional,
esta ha sido despojada de sus funciones y no tiene capacidad real de controlar al
poder ejecutivo. Esta situación ha generado tensiones y conflictos internos e
internacionales, y ha puesto en cuestionamiento la democracia y la
estabilidad del país.

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