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Resumen Clínicas Psicoanalíticas – Lic.

en Psicología – UCSE-DASS - 2023

CLINICAS PSICOANALITICAS 2023


UNIDAD I
EL PSICOANÁLISIS EN SUS ORÍGENES – ELVIRA ESCALANTE
El psicoanálisis no es una ciencia y aspira a crear las condiciones de su transmisión. La autora resalta “la verdad singular
develada en un análisis, si es transmitida se transforma en un para todos” es decir que es “la consecuencia de la trama
humana, tejida por la transferencia puesta en juego por la causa analítica y la política del deseo plasmada en las
sociedades psicoanalíticas en las que se debatía el porvenir del psicoanálisis”.
EL DESEO DE FREUD
Se lo considera el padre del psicoanálisis dado que decir psicoanálisis es nombrar a Freud, ya que el dio este nombre. El
nombre y la función de nombrar son relativas a la función paterna, PERO, lo que importa aquí no es la figura de Freud, si
no su deseo, lo que nos lleva a una paradoja.
“el psicoanálisis sin el deseo de Freud no hubiera existido”, pero Lacan plantea que el psicoanálisis es el discurso del
psicoanálisis sin el deseo de Freud, es el discurso operado la sustracción de su deseo.
Contexto de lo que plantea Lacan: Freud al no descubrir las propiedades anestésicas de la cocaína por visitar a su
prometida dejando su investigación a otro colega, la autora hace referencia a la negación.
Lo importante de resaltar este hecho es que hubo una ocasión perdida, descubrir en el campo de la ciencia una novedad
que plasma su nombre a la originalidad de su descubrimiento, lo que lo lleva a decidir sobre su deseo y orientarlo en
otra dirección .
Freud en cartas a Kardiner, se reconoce como “el padre”, su posición en el movimiento psicoanalítico es el deseo de Freud.
Lacan sostiene que la IPA es el deseo de salvar al padre, hace síntoma, es decir:
INSTITUCION = síntoma de lo no analizado = Culto al padre
Lo que el plantea es:
 Repensar la teoría del padre
 Rehacer la institución psicoanalítica
“pensar el origen y la historia del movimiento psicoanalítico desde la perspectiva aprescoup, desde la retroacción”
SIN ESTE ENCUENTRO EL PSICOANÁLISIS NO SERIA LO QUE ES
La transferencia se manifiesta en la vida cotidiana, no esperan el dispositivo analítico para producirse. Freud y Fliess
la consideran como (Fliess) sujeto supuesto saber y espera de el un saber que no posee, (Freud) es una posición
transferencial, una aceptación exenta de críticas o rechazo.
Freud estaba en un estado muy particular, donde el saber es alcanzado por la puesta en marcha del deseo inconsciente.
Los descubrimientos más importantes bajo los efectos de la transferencia con A.F. :
 Autoanálisis (descubrimiento del psicoanálisis) “el autoanálisis es imposible, solo es posible analizarse como otro”
 Trabajo con los pacientes
 Muerte del padre
 Descubrimiento del Edipo
 Interpretación de los sueños
AISLAMIENTO
Freud presenta un caso de “hemianestesia histérica masculina” (tipo clásico de histeria); los médicos se desinteresaron e
incluso dijeron “Hysteron quiere decir útero, ¿Cómo un hombre puede ser histérico?”. A partir de esa presentación lo
rechazan, le cierran las puertas del laboratorio de anatomía cerebral, dada la oposición de la Sociedad de Médicos de
Viena Freud cae en un profundo aislamiento, solo tiene 3 oyentes.
En 1902 cuando publica “interpretación de los sueños” es presentado ante la “sociedad psicoanalítica de los miércoles”, que
luego, mientras ganaba mas seguidores (Freud el influencer jaja) se cambia a “movimiento psicoanalítico” y posteriormente
“sociedad psicoanalítica de Viena” (1908).
LA POLÍTICA SE TEJE ENTRE LA ORGANIZACIÓN DEL MOVIMIENTO Y LA TRANSFERENCIA
Sociedad de los miércoles:
▪ Dr. Stekel ▪ Adler ▪ Dr. Paul Federn
1906:
▪ Neurólogo Sadger ▪ Oppenheim
▪ Otto Rank ▪ Furtmiller
1903:
▪ Weininger, Hitschmann y Reither (después de Freud, el 1ro en ejercer el psicoanálisis)

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1910:
▪ Silberer ▪ Sachs
▪ Jekels ▪ Winterstein
Los que destaca la autora son:
 Reik
 Tousk Los considera pioneros y pilares del movimiento
 Ferenczi psicoanalítico en los orígenes de este en relación con el
psicoanálisis alemán.
 Abraham
También resalta a Jones, por que preserva la causa analítica durante y posterior a la 2da guerra mundial.
Los orígenes del psicoanálisis están formados por una historia interna de la política organizativa y administrativa y las
relaciones personales de Freud y sus discípulos que están atravesados por la transferencia (y a veces transferencia salvaje).
Considera que Freud:
➢ estaba creando el psicoanálisis, por eso hay un doble movimiento de la práctica clínica al concepto, es decir, de lo
particular a lo universal y de lo universal a lo particular.
➢ La 1ra generación de analistas carecían de análisis, llegan al psicoanálisis por la doctrina, es decir por la
transferencia, considerándolo a Freud como un sujeto supuesto saber. Presentan la moción de que los analistas deben
someterse a análisis, fue rechazada en 1918, y aprobada en 1926.
La política en psicoanálisis es una política del deseo, donde se define lo publico y lo privado, al amigo y al enemigo; plantea
esa necesaria dicotomía y que siempre presente como condición primera de una política.
• 1er congreso de psicoanálisis  Estrasburgo (fundación de una revista)
• 2do congreso de psicoanálisis  Nuremberg (institucionalización)
Fundación de la asociación psicoanalítica internacional (IPA) (como la birra) organizada en grupos locales en
diferentes ciudades, obteniendo adeptos de Viena, Berlín y Zúrich.
o 1er presidente de la IPA  Jung = conflictos internos
LA PROPUESTA DE FERECZI
30/05/1910  II Congreso Internacional de Psicoanálisis (Nuremberg) Ferenczi propone la fundación de una asociación
internacional. “Informe sobre la necesidad de una más estrecha unión de los partidarios de la doctrina Freudiana, y
proyecto para la constitución de una organización internacional permanente”
Se funda el 31 de mayo de 1910 la IPA, para “dar testimonio de su trabajo expuestos a la crítica, la competición y sin
resguardarse del silencio”
EL 1ER PRESIDENTE DE LA IPA
Jung  1er presidente de la IPA, pero rompe lazos con Freud. 1909 renuncia y se va a Estados Unidos con Ferenczi.
Sabina Sptelrein  1911 participa de reuniones de la asociación psicoanalítica de Viena
Lou Andreas Salome  1912 miembro regular de la Asociación Psicoanalítica de Viena.
(fueron las 2 primeras mujeres analistas)
Freud vs Jung:
Al principio era por la negación del rol fundamental de la sexualidad en la etiología de la neurosis (pág. 86), ataca la
teoría Freudiana diciendo que es “pura expresión de psicología personal”, finalmente (se pudre todo) por la posición política
nazi adoptada por Jung.
EL COMITÉ SECRETO
En el 4to congreso internacional de la IPA (7 y 8 de septiembre 1913) *escenario de la pelea entre Freud y Jung. PEEERO,
meses antes, en mayo específicamente, se formó una comisión secreta formada por Abraham, Ferenczi, Jones, Rank y Sachs
con el fin de “cuidar las grandes ideas y reconocimientos de Freud de peligros y amenazas (…)”.
De esto si estaba enterado Freud y lo avaló.
ALGUNAS CONSECUENCIAS PARA LA HISTORIA DE L PSICOANALISIS
Miller plantea que después de la excomunión de Lacan de la IPA, la historia del psicoanálisis (con todo lo que implica) se
volvió una sociedad histórica, como si el psicoanálisis hubiera acabado.
“la historia del psicoanálisis esta en el futuro” (con Lacan)
Aportes de Lacan al psicoanálisis:
▪ Al complejo de Edipo de Freud, se lo dictaron las histéricas y era su sueño, su deseo de salvar al padre (o sea, salvarse el
mismo)
▪ Reduce en metáfora paterna el Edipo Freudiano.
▪ El significante Nombre del Padre metaforiza el deseo materno, el enigma, pregunta relativa al deseo de la madre.

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En el Edipo no se pone en juego el nombre del padre, sino que se lo mantiene como ideal, fuente de identificaciones. “solo si
alguien va más allá del nombre del padre es posible que se ocupe de su deseo, el del padre y fundamentalmente de la causa
de este”.
Ante la excomunión de la IPA, la autora resalta que esta estructura es una defensa contra el cuestionamiento del Edipo, el
padre ideal, el padre muerto.
1964 Lacan se entera e interrumpe el seminario “los nombres del padre” por “los 4 conceptos fundamentales” que son
inconsciente, repetición, transferencia y pulsión.
1967 funda su escuela “más allá del deseo de Freud”, donde imputa el deseo de Freud (que no ignoraba) que la IPA y sus
sociedades respondían al culto del padre muerto – estrategia de Freud (para inmolarse como padre del psicoanálisis).
LA INICIACION DEL TRATAMIENTO - FREUD (1913)
En este texto se propone reunir algunas de las reglas para uso del analítico practico en la iniciación del tratamiento, si
bien dice ya haber consignado una serie de indicaciones relativas a la selección de los enfermos para el tratamiento
analítico. (los títulos e ítems los puse yo para organizar algo, por que si no es todo un lio)
❖ Sondeo realizado para llegar a conocer el caso y decidir si le es o no aplicable el psicoanálisis: entiéndase este como un
ensayo previo que constituye la iniciación del análisis y ha de seguir sus mismas normas.
Se diferencia del análisis propiamente dicho dejando habla preferentemente al enfermo y no suministrándoles mas
explicaciones que las estrictamente indispensables para la continuación de su relato.
Esta iniciación del tratamiento cuenta con un periodo de prueba de algunas semanas tiene una motivación
diagnostica (neurosis histérica, neurosis obsesiva o parafrenia).
Si el psicoanalista yerra en su diagnóstico incurre en una falta de carácter práctico, impone en el enfermo un esfuerzo
inútil y desacreditara su terapia. Si el enfermo padece una parafrenia no podrá mantener el medico su promesa de
error de diagnóstico. En un tratamiento de ensayo, prolongado algunas semanas, puede ya tener ocasión de observar
manifestaciones sospechosas que la determinen a no llevar más adelante la tentativa.
❖ Trabajo con pacientes con la transferencia ya definida: el conocimiento previo del paciente con el analista impide
observar el crecimiento y la constitución de la transferencia desde su principio, de esta manera el paciente lleva una
ventaja que solo a disgusto le concede la cura.
❖ Plazo para determinar la cura: dice Freud que debemos desconfiar de aquellos enfermos que piden un plazo antes de
comenzar la cura. Resulta imposible fijar de antemano la duración del tratamiento. El psicoanálisis precisa de tiempos
prolongados, desde un semestre a un año por los menos. Al paciente se le advierte desde un principio estas dificultades
de la terapia analítica y los sacrificios que exige, evitando así los posibles reproches. Considera que la abreviación de la
cura analítica es una aspiración justamente justificada pero que hay un factor que se opone a ella, la lentitud con que
se cumplen las modificaciones anímicas algo profundas.
❖ Relaciones amistosas: las relaciones de amistad o conocimiento suscita especiales dificultades, el analista que se
encargue del tratamiento de la mujer o el hijo de un amigo puede prepararse a perder un amigo, cualquiera sea el
resultado del análisis.
❖ Actitud del paciente, confianza/desconfianza: cuando la actitud esta marcada por la confianza hace agradable el 1er
contacto con él, se agradece, aunque también se le advierte de las dificultades del tratamiento; desconfianza, se
entiende como síntoma y no se perturba la marcha del tratamiento, siempre que se preste el a observar
concienzudamente las normas del análisis.
❖ Tiempo y dinero: concretar con el paciente las condiciones de tiempo y de dinero; tiempo, adscribir a cada paciente
una hora determinada, esta hora le pertenece por completo, es de su exclusiva propiedad y responde económicamente
de ella, aunque no la utilice. Freud plantea verlos 6 veces por semana, y tres en casos leves. Dice que la disminución de
las sesiones de tratamiento resulta poco ventajosa para ambos. Dinero, es el montante de los honorarios del médico. El
analista no niega que el dinero debe ser considerado en primera línea como medio para la conservación individual y la
adquisición del poderío, pero afirma, además que en su valoración participan poderosos factores sexuales. El
tratamiento gratuito intensifica las algunas resistencias del neurótico. La ausencia de la compensación que supone el
pago de honorarios al médico se hace sentir penosamente al enfermo: la relación entre ambos pierde todo carácter
real y el paciente queda privado de uno de los motivos principales para atender a la terminación de la cura.
❖ Proceso y resultados: el medico analista puede alcanzar resultados positivos muy importantes. Inicia un proceso, la
resolución de las represiones existentes, y puede vigilarlo, propulsarlo, desembarazar de obstáculos su trayectoria, o
también, en el peor de los casos, perturbarlo. Pero en general el proceso sigue su propio camino, sin dejarse marcar una
dirección, ni mucho menos a sucesión de los puntos que ha de ir atacando.
❖ Forma de condiciones de la cura: (diván) es el ceremonial de las sesiones de entrenamiento donde el paciente se
recuesta sobre un diván, colocándose el medico detrás de él y fuera del alcance de su vista. Esta disposición tiene un
sentido histórico por un motivo personal, dice Freud que no resiste pasarse 8 horas al día teniendo constantemente
clavada la mirada en el de alguien. Sobre las ideas inconscientes, no quiere que el gesto del analista procure al paciente
materia de interpretaciones.
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❖ Forma y materiales para iniciar el tratamiento: dejar hablar al enfermo sobre si mismo, sin entrar a determinar su
elección del punto de partida “antes que yo pueda indicarle nada, tengo que saber mucho sobre usted, le ruego que me
cuente lo que usted sepa sobre si mismo”. Solo se hace una excepción cuando la regla psicoanalítica fundamental
(asociación libre) a la que el paciente debe ha de atenerse y que comunicamos desde un principio “decir todo lo que
acude a su pensamiento”. Aquellos pacientes que preparan todo lo que van a decir, ocultan una resistencia al análisis.
Cuando hay pacientes que no objetan no saber que decir, no hay que ceder a su demanda de que les marquemos el
tema sobre el que han de hablar, se considera una intensa resistencia, de la cual se acepta el acto del desafío y se la
ataca armoniosamente.
❖ Resistencias, síntomas y actos casuales de los pacientes presentan singular interés y delatan uno de los complejos que
dominan su neurosis.
o Muchos pacientes se rebelan contra la indicación de acomodarse en el diván de espalda a nosotros, y
solicitan nuestro permiso para adoptar otra posición durante el tratamiento, en su mayor parte por que
les desagrada no ver al medico
o No podemos evitar que antes de comenzar “oficialmente” la sesión o después de declararla terminada, y
cuando ya se han levantado del diván, nos dirijan algunas frases, arreglándoselas así para dividir el
tratamiento en dos partes: una oficial (donde están cohibidos) y otra amistosa (donde comunican cosas
que ellos consideran no corresponde al tratamiento).
❖ Transferencia y explicaciones: se inicia cuando se establece una transferencia aprovechable, un rapport. El primer fin
de tratamiento es ligar al paciente a la cura y a la persona del médico. Si adoptamos desde un principio una actitud
que no sea esta de cariñoso interés y simpatía, y nos mostramos rígidamente moralizantes o parecemos ante los ojos
del paciente como representantes o mandatarios de otras personas (de su conyugue o sus padres) destruiremos toda
posibilidad de semejante resultado positivo.
❖ Explicaciones al analizado: El enfermo sufre a consecuencia de un desconocimiento y una incomprensión de sus
procesos inconscientes y nuestro deber seria desvanecer cuanto antes su ignorancia comunicándole en el acto nuestros
descubrimientos. El 1er motor de la terapia esta en las dolencias del enfermo y en el deseo de curación por ella
engendrado. De la magnitud de esa fuerza motivacional hemos de sustraer algo que solo en el curso del análisis
descubrimos, la ventaja secundaria de la enfermedad, pero la energía instintiva misma ha de ser conservada hasta el
final del tratamiento. Ya que el desconoce los caminos que han de seguirse para llegar a dicho fin, ni genera tampoco
las magnitudes de energía necesarias para luchar contra las resistencias. Las nuevas fuentes de energía que el analista
procura al enfermo nacen de la transferencia y de la instrucción de sus procesos psíquicos, para iniciar esta última
deberá esperar la aparición de la transferencia. Y así procedamos con todas las subsiguientes comunicaciones. En cada
caso debemos esperar hasta remover los trastornos de la transferencia debidos a las sucesivas emergencias de
resistencias por transferencia.
RECUERDO, REPETICION Y ELABORACION – FREUD (1914)
Freud retoma la fase catártica (de la hipnosis) de Breuer donde prestaban particular atención a la génesis de los síntomas
y orientaban toda la labor hacia la reproducción de los procesos psíquicos de aquella situación inicial, para conseguir su
derivación por medio de la actividad consciente.
El recuerdo y la derivación por reacción eran los fines a los que entonces tendíamos con ayuda del estado hipnótico.
Cuando se renuncia a la hipnosis se deduce de las ocurrencias espontaneas del analizado todo aquello que no conseguía
recordar. La resistencia había de ser burlada por la interpretación y la comunicación de sus resultados al enfermo. La
orientación primitiva hacia las situaciones en las que surgieron los síntomas por primera vez y hacia aquellas otras que iba
descubriendo después de que emergía la enfermedad, la abandonaron por dominar la critica contra sus asociaciones, en
observancia de la regla psicoanalítica fundamental que le era impuesta.
Entonces queda estructurada la consecuencia técnica actual (de la asociación libre), en la cual prescinde de una
orientación fija hacia un factor o un problema determinado, no contentamos con estudiar la superficie psíquica del
paciente y utilizamos la interpretación para descubrir las resistencias que en ella emergen y comunicárselas al analizado;
estableciendo una nueva división del trabajo, el medico revela al enfermo resistencias que el mismo desconoce y una vez
vencidas estas, el sujeto relata sin esfuerzo las situaciones y relaciones olvidadas; el fin de estas es la supresión de las
lagunas de recuerdo, el vencimiento de las resistencias de la represión.
La evocación de recuerdos no suscitaba grandes dificultades en el tratamiento hipnótico primitivo. El paciente se
transfería a una situación anterior que no parecía confundir nunca con la actual, comunicaba los procesos psíquicos a ella
correspondientes en cuanto los mismos habían permanecido anormales y añadía todo lo que podía resultar de la
traducción a lo consciente de los procesos inconscientes entonces.
Observaciones que se puede comprobar prácticamente:
▪ El olvido de impresiones, escenas y sucesos se reduce casi siempre a una “retención” de los mismos. Cuando se habla del
material “olvidado”, rara vez se deja de añadir. El olvido queda restringido por la existencia de recuerdos encubridores.

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La amnesia infantil es compensada por los recuerdos encubridores; constituyen una representación tan suficiente de
los años infantiles olvidados, como el contenido manifiesto del sueño lo es de las ideas oníricas latentes.
▪ Los procesos psíquicos constituidos por fantasías, asociaciones, sentimientos han de ser estudiadas separadamente en
cuanto a su relación con el olvido y el recuerdo.
▪ Se recuerda algo que no pudo nunca ser olvidado, pues nunca fue retenido, ni llego a ser consciente, y, además, para el
curso psíquico, parece totalmente indiferente que tal elemento fuera consciente y quedase luego olvidado o que no
penetrase amas hasta la conciencia. La convicción que el analizado adquiere en el curso del análisis es independiente
de tal recuerdo. En las diversas formas de neurosis obsesiva, el olvido se limita a destruir conexiones, suprimir relaciones
causales y aislar recuerdos enlazados entre sí.
▪ El conocimiento del recuerdo nos es procurado por los sueños, y la estructura de la neurosis nos fuerza a admitirlos,
pudiendo, comprobar que una vez vencidas sus resistencias, el analizado no emplea contra su aceptación la ausencia de
sensación de recordar (de la sensación de que algo nos era ya conocido- extraña familiaridad).
La nueva técnica plantea dificultades que surgen desde el principio, el analizado no recuerda nada de lo olvidado o
reprimido, sino que lo vive de nuevo. No lo reproduce como recuerdo, sino como acto; lo repite sin saber, naturalmente, que
lo repite.
Mientras el sujeto permanece sometido al tratamiento no se libera de esta compulsión de repetir, y acabamos por
comprender que este fenómeno constituye su manera especial de recordar.
Nos interesará la relación de esta repetición obsesiva con la transferencia y la resistencia. La transferencia no es por sí
misma más que una repetición, y la repetición la transferencia del pretérito olvidado, pero no solo sobre el médico, sino
sobre todos los demás sectores de la situación presente. Tendremos que estar preparados a que el analizado se abandone a
la obsesión repetidora que sustituye en él el impulso a recordar no solo en lo que afecta a su relación con el médico, sino
también en todas las demás actividades y relaciones simultaneas de su vida.
La cura comienza bajo el patrocinio de una transferencia positiva no muy acentuada, nos permite penetrar al principio,
profundamente en los recuerdos. Pero en el curso ulterior del análisis se hace hostil o intensa esta transferencia, el
recuerdo queda sustituido en el acto por la repetición, y a partir de ese momento, las resistencias van marcando la sucesión
de las repeticiones. El enfermo extrae del arsenal del pasado las armas con las cuales se defiende contra la continuación de
la cura y de las cuales hemos de ir despojándole poco a poco.
El analizado repite en lugar de recordar, lo hace bajo las condiciones de la resistencia. Lo que se repite es todo lo que se ha
incorporado a su ser partiendo de las fuentes de lo reprimido: sus inhibiciones, tendencias inutilizadas y rasgos de carácter
patológico. Al hacer resaltar la obsesión repetidora no hemos descubierto nada nuevo, sino que hemos completado y
unificado nuestra teoría. La enfermedad del analizado no puede cesar con el comienzo del análisis y que no debemos
tratarla como un hecho histórico, sino como una potencia actual. Poco a poco vamos atrayendo a cada uno de nosotros
cada uno de los elementos de esta enfermedad y haciéndolos entrar en el campo de acción de la cura, y mientras el
enfermo los va viviendo como algo real, vamos nosotros practicando en ellos nuestra labor terapéutica, consistente, en la
referencia del pasado.
La evocación de recuerdos durante la hipnosis tenia que producir la impresión de un experimento de laboratorio. La
repetición en el tratamiento analítico, según la nueva técnica, supone evocar un trozo de la vida real y no puede ser
innocua en todos los casos. A este punto se enlaza todo el problema de la “agravación durante la cura”, inevitable a veces.
El sujeto ha de tener el valor de ocupar su atención con los fenómenos de su enfermedad, a la cual no debe ya despreciar,
sino considerar como un adversario digno, como una parte de su propio ser, fundada en motivos importantes y de la cual
podrá extraer valiosas enseñanzas para su vida ulterior.
La reconciliación del sujeto con lo reprimido que se manifiesta en sus síntomas concede también a la enfermedad un cierto
margen de tolerancia; la resistencia puede aprovechar esa situación. (durante la dirección de la cura) También pueden ser
reproducidos impulsos instintivos nuevos situados en estratos mas profundos, que no han emergido aun, aquellos actos que
el paciente ejecuta fuera del campo de acción de la transferencia pueden acarrearle daños pasajeros e incluso ser elegidos
de manera que anulen por completo el valor de salud que el tratamiento tiende a restablecer.
El fin de la cura es la evocación de un recuerdo, la reproducción en el terreno psíquico (por medio de palabras/asociación
libre), cuando la adhesión producto de la transferencia integra ya algún valor, el tratamiento consigue impedir al paciente
todos los actos de repetición algo importantes y utilizar “in statua nascendi” el propósito de ejecutarlos como material
para la labor terapéutica.
En ocasiones no nos da tiempo de imponer a los instintos impetuosos el freno de la transferencia o que el paciente rompe,
en un acto de repetición, los lazos que le ligaban al tratamiento.
La mejor manera de refrenar la compulsión repetidora del enfermo y convertirla en un motivo de recordar la tenemos en
el manejo de la trascendencia. Reconociendo en cierto modo sus derechos y dejándola actuar libremente en el sector
determinado, conseguimos hacerla inofensiva y hasta útil. Cuando el paciente nos presta la mínima cooperación,
consistente en respetar las condiciones de existencia del tratamiento, conseguimos siempre dar a todos los síntomas de la
enfermedad una nueva significación basada en la transferencia y sustituir su neurosis vulgar por una neurosis de

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transferencia, de la cual puede ser curado por la labor terapéutica. La transferencia crea así una zona intermedia entre la
enfermedad y la vida, y a través de esta zona va teniendo efecto la transición desde la 1ra a la 2da.
De las reacciones de la repetición que surgen en la transferencia parten luego los caminos ya conocidos para la evocación
de los recuerdos, los cuales surgen sin esfuerzo aparente una vez vencidas las resistencias.
El vencimiento de las resistencias se inicia revelando el medico al analizado la existencia y condición de estas, ignorada
siempre por el sujeto. En muchas ocasiones, las intensificaciones de la resistencia descubierta y una mayor complicación de
la situación general. La cura parecía haber quedado estancada, cuando en realidad la cura seguía su camino. La revelación
de la resistencia no puede tener por consecuencia inmediata su desaparición. Ha de dejarse tiempo al enfermo para
ahondar en la resistencia, hasta entonces desconocida para él, elaborarla y dominarla, continuando el tratamiento
conforme a la regla analítica fundamental. Solo al culminar esta labor llegamos a descubrir, en colaboración con el
analizado, los impulsos instintivos reprimidos que alimentaban la resistencia. El medico espera y deja desarrollarse un
proceso que no puede ser eludido, ni tampoco siempre apresurado.
OBSERVACIONES SOBRE EL AMOR DE TRANSFERENCIA – FREUD (1914)
Hay situaciones a que da lugar esta fase del análisis, por su frecuencia, su importancia real y por su interés teórico, se
refiere al caso en que una paciente demuestre con signos inequívocos o declare abiertamente haberse enamorado del
médico que está analizándola.
Para el profano (personas que no saben de psicoanálisis, supongo) los sucesos amorosos constituyen una categoría
especialísima, un capítulo de nuestra vida que no admite comparación con ninguno de los demás.
Solo hay dos soluciones y una alternativa:
 Contraer una unión legitima y definitiva, cosa poco frecuente. (solución)
 Separarse y abandonar la labor terapéutica comenzada. (solución)
 Iniciación de unas relaciones amorosas ilegitimas y pasajeras. (alternativa)
El punto de vista del analítico ha de ser completamente distinto, si deciden separarse y abandonar la labor terapéutica
comenzada, es decir que el medico y la paciente s separan al hacerse manifiesto el enamoramiento de la paciente y la cura
queda interrumpida. Pero el estado de la paciente hace necesaria, poco después, una nueva tentativa con otro medico y
resulta que el sujeto acaba también por enamorarse de este segundo médico, e igualmente el tercero.
Para el medico supone una indicación y una excelente prevención contra una posible transferencia reciproca, pronta a
surgir en él. Le demuestra que el enamoramiento del sujeto depende exclusivamente de la situación psicoanalítica y no
puede ser atribuido en modo alguno a sus propios atractivos personales, por lo cual no tiene el menor derecho a envanecerse
de aquella “conquista”, según se denominaría fuera del análisis.
Para la paciente surge una alternativa, renuncia definitivamente al tratamiento analítico o ha de aceptar un amor
pasajero por el medico que la trate.
La primera vez que el medico se encuentra ante este fenómeno le es muy difícil no perder de vista la verdadera situación
analítica y no incurrir en el error de creer realmente terminado el tratamiento
▪ Sospechar de todo aquello que viene a perturbar la cura, es una manifestación de la resistencia y esa tiene que haber
participado ampliamente en la aparición de las exigencias amorosas de la paciente.
 Transferencia positiva: se da al inicio del tratamiento, por la docilidad, aceptación de las explicaciones
que le dan el curso del análisis, excelente comprensión y calidad de inteligencia que demuestra.
 Transferencia al servicio de la resistencia: paciente absorbida por su enamoramiento, y esta
transformación se produce en un momento en el que suponíamos que la sujeto iba a comunicar o a
recordar un fragmento penoso e intensamente reprimido de la historia de su vida. Por lo tanto, el
enamoramiento venia existiendo desde mucho antes, pero ahora comienza a servirse de él la resistencia
para coartar la continuación de la cura, apartar de la labor analítica el interés de la paciente y colocar
al médico en una posición embarazosa.
Factores que la complican:
Concomitantes a todo enamoramiento  Manifestaciones especiales de resistencia
 Tendencia de la paciente a comprobar el poder de sus atractivos
 Deseo de quebrantar la autoridad del médico, haciéndole descender al puesto de amante, sumado a las ventajas de la
satisfacción amorosa.
 Uso de la declaración amorosa como puesta a prueba al analista: el analítico debe adoptar un comportamiento para
no fracasar cuando tiene la convicción de que la cura debe ser continuada a pesar de la transferencia amorosa, es
decir que, considerar llegado el momento de atribuirse ante la mujer enamorada la representación de la moral, y
moverla a renunciar a sus pretensiones amorosas y a proseguir la labor analítica, dominando la parte animal de su
personalidad.

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La cura debe desarrollarse en la abstinencia, esta entendida como el principio de dejar subsistir en los enfermos la
necesidad y el deseo como fuerzas que han de impulsarle hacia la labor analítica y hacia la modificación de su estado, y
guardarnos muy bien el querer amansar con subrogados las exigencias de tales fuerzas.
La satisfacción de las pretensiones amorosas de la paciente es tan fatal para el análisis como su represión. El camino que
ha de seguir el analista es otro y no tiene antecedentes en la vida real. Nos guardamos de desviar a la paciente de su
transferencia amorosa o disuadirla de ella, pero también, con igual firmeza, de toda correspondencia. Conservamos la
transferencia amorosa, pero la tratamos como algo irreal, como una situación por la que se ha de atravesar fatalmente en
la cura, que ha de ser referida a sus orígenes inconscientes y que ha de ayudarnos a llevar a la conciencia de la paciente los
elementos mas ocultos de su vida erótica, sometiéndolos así a su dominio consciente.
ENTOOONNNCES…
No tenemos derecho alguno a negar el enamoramiento que surge en el tratamiento analítico el carácter del auténtico, si
nos parece tan normal, ello se debe principalmente a que también el enamoramiento corriente, ajeno a la cura analítica,
recuerda más bien los fenómenos anímicos anormales que los normales.
Aparece caracterizado por unos rasgos que le aseguran una posición especial:
1. Es provocado por la situación analítica. (mucho muy importante, el + importante según Freud)
2. Queda intensificado por la resistencia dominante en tal situación.
3. Es menos prudente, mas indiferente a sus consecuencias y mas ciego en la estimación de la persona amada que
otro cualquier enamoramiento normal.
Los motivos éticos y técnicos coinciden en apartar al medico de corresponder al amor de la paciente, su fin es devolverle a
la enferma la libre disposición de su facultad de amar, coartada ahora por fijaciones infantiles, pero devolvérsela no para
que la emplee en la cura, sino para que haga uso de ella mas tarde, en la vida real, una vez terminado el tratamiento.
Para el analítico ha de quedar excluida toda posibilidad de abandono. Por mucho que estime el amor, ha de estimar más su
labor analítica. La enferma debe aprender de el a dominar el principio de placer y renunciar a una satisfacción próxima
socialmente ilícita por una lejana e incluso incierta, irreprochable desde el punto de vista psicológico y social. Para
alcanzar tal dominio, ha de ser conducida a través de épocas primitivas de desarrollo psíquico y conquistar en este camino
el incremento de la libertad anímica que distingue a la actividad psíquica consciente de la inconsciente.
El psicoterapeuta libera un triple combate:
En su interior: Contra los poderes que intentan hacerle descender del nivel analítico
Fuera del análisis: contra los adversarios que le discuten la importancia de las fuerzas instintivas sexuales y le prohíben
servirse de ellas en su técnica científica.
En análisis: contra sus pacientes, que al principio se comportan como los adversarios, pero manifiestan luego la hiper-
estimación de la vida sexual que los domina y quieren aprisionar al medico en las redes de su pasión, no refrenada
socialmente.
LOS CAMINOS DE LA TERAPIA PSICOANALITICA – FREUD (1918)
La labor analítica se ha formulado en revelar al enfermo neurótico sus tendencias reprimidas inconscientes, y descubrir
con ese fin las resistencias que en el se oponen a semejante ampliación de su conocimiento de si mismo. El descubrimiento
de estas resistencias no equivale siempre a su vencimiento; pero una vez descubiertas confiamos en alcanzar este ultimo
resultado utilizando la transferencia del enfermo sobre la persona del médico para infundirle nuestra convicción de la
falta de adecuación de las represiones desarrolladas en la infancia y de la imposibilidad de vivir conformo a las normas
del principio del placer.
El psicoanálisis es la labor por medio de la cual hacemos llegar lo reprimido a la conciencia del enfermo . Se habla
de análisis porque hay una analogía entre la descomposición (o composición) de los elementos de la naturaleza y la
composición de naturaleza compuesta de los síntomas y manifestaciones patológicas del enfermo, formados por motivos o
impulsos instintivos. El enfermo no sabe nada de esos motivos elementales; somos nosotros los que les descubrimos la
composición de estos de estos complicados productos psíquicos; referimos los síntomas a las tendencias instintivas que los
motivan, y les revelamos en sus síntomas la existencia de tales motivos instintivos.
La psico síntesis
▪ Es una palabra vacía,
▪ Constituye una inútil extensión de una comparación.
▪ Un nombre no es mas que una etiqueta que ponemos a una cosa para diferenciarla de otras analogías, no un programa,
ni una definición y una comparación
▪ No precisa tocar más que en un punto lo comparado, y puede alejarse mucho de ellos en todo lo demás.
▪ Se realiza de un modo automático e inevitable, sin necesidad de nuestra intervención.
Lo psíquico es algo tan singularmente único, que ninguna comparación puede definir su naturaleza. Cuando la labor
psicoanalítica consigue descomponer un síntoma, separar el impulso instintivo de la totalidad en que se hallaba incluido,
no permanece aislado, sino que se incluye en seguida en otra nueva totalidad.

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El neurótico nos aporta una vida anímica desgarrada, disociada por las resistencias; pero mientras la analizamos y
suprimimos las resistencias, esta vida anímica va soldándose, y la gran unidad en la que vemos el yo del sujeto va
incorporándose a todas las tendencias instintivas que hasta entonces permanecían disociadas de ella y ligadas a otros
elementos. Con la descomposición de los síntomas y la supresión de las resistencias hemos creado las condiciones de esta
síntesis.
La técnica analítica constituirá la norma fundamental de nuestra acción, “la cura analítica ha de desarrollarse, dentro de
lo posible, en la abstinencia”. El concepto de abstinencia esta enlazado a la dinámica de la adquisición de la enfermedad y
de su curación.
Lo que hizo enfermar al sujeto fue una privación, y que sus síntomas constituyen para él una satisfacción sustitutiva.
Durante la cura se observa que todo alivio de su estado patológico retarda la marcha de restablecimiento y disminuye la
fuerza instintiva que impulsa hacia la curación.
Este peligro no amenaza por dos lados.
1. El enfermo se esfuerza afanosamente en crearse nuevas satisfacciones sustitutivas, exentas de carácter patológico,
en lugar de sus síntomas. Aprovecha la extraordinaria facultad de desplazamiento de la libido parcialmente
libertada para cargar de libido las mas diversas actividades, preferencias y costumbres; y elevarlas a la categoría
de satisfacciones sustitutivas.
Nuestra labor: descubrir todas esas desviaciones y exigir al paciente que renuncie a ellas. Tener en cuenta que el
enfermo curado a medias puede emprender caminos más peligrosos. La actividad del medico ha de manifestarse en
todas esas situaciones como una enérgica oposición a las satisfacciones sustitutivas prematuras.
2. El enfermo buscará la satisfacción sustitutiva en la cura misma, en la relación de transferencia con el médico, e
incluso tendera a encontrar por este camino una compensación total de privaciones que en otros terrenos le han
sido impuestas.
Nuestra labor: los deseos del enfermo habrán de quedar incumplidos, debiendo serle negada la satisfacción de
aquellos que parezcan mas intensos y que el mismo manifieste con mayor apremio.
El principio de mantener la abstinencia durante la cura no agota el contenido de la actividad del médico, ya que también
hay pacientes completamente inermes ante la vida, en cuyo tratamiento habremos de agregar influjo analítico, una
influencia educadora PEEERO siempre con máxima prudencia tendiendo a desarrollar y robustecer la personalidad del
paciente en lugar de imponerle las directrices de la nuestra propia.
El descubrimiento de que las distintas formas patológicas que tratamos no pueden ser curadas todas con la misma técnica
nos ha impuesto otra especie totalmente distinta de actividad (tratamos histeria, obsesión, lo que es un desafío para Freud,
por así decirlo son las fobias).
Freud pensando en el futuro se imagina que:
 En 1918 eran pocos y su acción terapéutica era restringida, por lo que suponiendo que una organización en el futuro
(salud pública) les permite aumentar de tal modo su número que sean bastantes para tratar grandes masas de
enfermos y previendo que hay que despertar la conciencia de la sociedad y advertir a esta que los pobres tienen tanto
derecho al auxilio del psicoterapeuta como al de un cirujano, y que las neurosis amenazan la salud del pueblo como
cualquier enfermedad, va a ser necesario crear instituciones medicas donde el tratamiento sea gratis.
 El psicoanálisis deberá adaptar las técnicas a las nuevas condiciones. Cualquiera sea la estructura y composición de
esta psicoterapia para el pueblo, sus elementos mas importantes y eficaces continuaran siendo, los tomados del
psicoanálisis propiamente dicho, riguroso y libre de toda tendencia.
UNIDAD II
LA DIRECCION DE LA CURA Y LOS PRINCIPIOS DE SU PODER – LACAN
APARTADO I
II
Comienza con la afirmación de “El psicoanalista dirige la cura”, basado en un principio: “no debe dirigir al paciente”.
Dirección de conciencia (guía moral) ≠ dirección de la cura (hacer aplicar por el $ la regla analítica)
Se plantean unas directivas en la dirección de la cura, están presentes en la situación analítica bajo el pretexto de que el $
las aplicaría sin pensar en ellas; en forma de consignas.
¿problemas en la dirección de la cura?
• Se muestra desde las directivas del punto de partida no pudiendo formularse sobre una línea de comunicación univoca.
• Consiste en hacer olvidar al paciente que se trata únicamente de palabras (pero no justifica que el analista también
los olvide.
III - DEL LADO DEL ANALISTA
El analista debe pagar de tres maneras:
▪ Pagar con palabras (sin duda): por la transmutación que sufren por la operación analítica las eleva por su efecto.

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▪ Pagar con su persona: diga lo que diga, la presta como soporte a los fenómenos singulares, que el análisis ha
descubierto en la transferencia.
▪ Pagar con lo que hay de esencial en su juicio más íntimo, para mezclarse en una acción que al corazón del ser.
También sostiene que el analista cura menos por lo que dice y hace, que por lo que es; y que el ser es el ser, quien quiera que
sea el que lo invoca y tenemos derecho a preguntar que viene a hacer aquí.
IV – ANALISTA EN EL BANQUILLO
El analista esta menos seguro de su acción cuanto que en ella esta mas interesado en su ser. Es un intérprete de lo que les es
presentado en afirmaciones o en actos, el decide sobre su oráculo y lo articula a su capricho, “único amo en mi barco” y
lejos de poder medir todo el efecto de sus palabras, pero advertido y tratando de remediarlo. Es libre del momento, del
numero y de la elección de las intervenciones, hasta el punto de que parece que la regla ha sido ordenada para no estorbar
en el que hacer del ejecutante, correlativo el aspecto de “material”, bajo el cual la acción toma lo que ella misma ha
producido.
V – MANEJO DE LA TRANSFERENCIA
➢ Es la libertad del analista alienada por el desdoblamiento que sufre su persona y allí hay que buscar el secreto del
análisis. El psicoanálisis debe ser estudiado como una situación entre dos.
➢ Suponen condiciones que restringen sus movimientos, sirve para articular los principios de una domesticación de un yo
débil; y por medio de un yo al que le gusta creer que por fuerza cumple ese proyecto porque es “fuerte”.
o El asentimiento del $, por su recordatorio en este pasaje, no viene sino en el 2do tiempo de un efecto
primeramente impuesto.
o Todo analista experimenta la transferencia en el asombro del efecto menos esperado de una relación entre
dos que fuese como las otras.
▪ Tiene que componérselas allí ante un fenómeno de que no es responsable.
➢ No se puede razonar a partir de lo que el analizado hace soportar de sus fantasías a la persona del analista.
o Con esto el analista se adjudica la ayuda de lo que en este juego que llama el muerto, pero lo hace para hacer
surgir a la pareja del analizado y de cuyo juego el analista va a esforzarse en hacerle adivinar la mano, tal es
el vínculo, de “abnegación” que impone al analista la postura de la partida en el análisis.
Lo que es seguro es que LOS SENTIMIENTOS DEL ANALISTA SOLO TIENEN UN LUGAR POSIBLE EN ESTE JUEGO, EL DEL
MUERTO. El analista es menos libre en su estrategia que en su práctica.
VI
El analista es menos libre en aquello que domina, estrategia (transferencia) y táctica (interpretación): su política (deseo
del analista), en la cual haría mejor en situarse por su carencia de ser que por su ser.
Su acción sobre el paciente se le escapa junto con la idea que se hace de ella, si no vuelve a tomar su punto de partida en
aquello pro lo cual ella es posible, si no tiene la paradoja en lo que tiene de desmembrado, para revisar en el principio la
estructura por donde toda acción interviene en la realidad (≠ psicoeducación).
VII
Si el analista solo tuviera que vérselas con resistencias lo pensaría dos veces antes de hacer una interpretación.
▪ Si el analista da una interpretación va a ser recibida como persona de la transferencia (que se supone que es).
o ¿acepta?
▪ Moral del análisis no lo contradice, a condición de que interprete ese efecto (análisis salvaje)
▪ Palabra del analista escuchada como proveniente de Otro de la transferencia
▪ Salida del sujeto fuera de la transferencia es pospuesta así ad infinutum (es gracias a lo que el sujeto
atribuye de ser al analista, de ser que sea en otra parte).
o ¿Rechaza?
▪ Atenerse a su yo y a la realidad de la cual conoce esa parte.
▪ Interpretación que regresa al lugar desde donde puede tener alcance sobre la distribución de
respuestas.
▪ Transferencia como una forma particular de la resistencia: ¿qué es el analista? ¿el que interpreta aprovechando la
transferencia? ¿el que la analiza como resistencia? ¿o el que impone su idea de la realidad?

APARTADO II
I - ¿CUÁL ES EL LUGAR DE LA INTERPRETACIÓN?
En la actualidad psicoanalítica la interpretación es entendida como:
• Abordaje de este sentido que da testimonio de un azoramiento.
• Se procede por desprendimiento a modo de intervención verbales
o Explicaciones

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o Gratificaciones
o Respuesta la demanda
• Procedimiento que se hace revelador cuando se acerca al foco de interés
• Impone que incluso una expresión articulada para empujar al sujeto a tomar una visión (insigth) sobre una de sus
conductas, y especialmente su significación de resistencia.
II
Para saber dónde actúa la interpretación, si no se admite radicalmente un concepto de la función significante, que capte
donde el sujeto se subordina a él, hasta el punto de ser subordinado por él.
La interpretación, para descifrar la diacronía de las repeticiones inconscientes, debe introducir la sincronía de los
significantes que allí se componen algo que bruscamente haga posible su traducción.
La importancia de la localización del significante en la verdad analítica aparece en filigrana desde un momento en que un
autor se agarra firmemente de las conexiones de la experiencia en la definición de las aporías.
Interpretación entendida como una metáfora de Flogisto: la falta de este termino se paga al articular los puntos de vista
más pertinentes, encuentra la interpretación por todas partes, a falta de poder detenerla en una parte cualquiera, y hasta
en la trivialidad de la receta médica, y acaba por decir buenamente, sin que sepamos si se entiende el mismo, que la
formación del síntoma es una interpretación inexacta del sujeto.
III
La doctrina del significante (hablar el lenguaje del Autre)
 Disciplina en la que se avezan aquellos a quienes formamos en los modos de efecto del significante en el
advenimiento del significado, única vía para concebir que inscribiéndose en ella la interpretación pueda producir
algo nuevo.
 Se funda en el hecho que el inconsciente tiene la estructura radical del lenguaje ¿Qué tiene que ver el fort-da con
esto? (según Grelet: constitución subjetiva, tyché  clisé infantil, automotor)
IV
¿Reglas de interpretación? ¡no hay!
Hay una superstición psicologizante que siempre se solicitara el fenómeno en el sentido de un asentimiento del sujeto,
omitiendo el “verneinung” como forma de confesión.
La resistencia es engendrada en la práctica. Es también lo que queremos dar a entender cuando decimos que no hay otra
resistencia al análisis sino la del analista mismo. (contratransferencia)
V
Autores de hoy:
▪ La secuencia de los efectos analísticos parece tomada al revés = balbuceo
o Interpretación
▪ Exigencia de la debilidad
▪ Efecto de las pasiones del analista
VI
Transferencia:
▪ Seguridad del analista
▪ Interpretación ha sido pospuesta hasta la consolidación de la transferencia se vuelve desde el momento
subordinada a la reducción de esta.
VII
Critica al procedimiento de Freud (pág. 569), respuestas:
• La transferencia ya instaurada ≠ reacciones del yo con el mundo
• Principio de poder: ese poder no le da salida de su problema sino a condición de utilizarlo, pues era entonces
cuando tomaba todo su desarrollo de transferencia
o A partir de este momento ya no es el que esta en su proximidad a quien se dirige, y esta es la razón de que
de reniegue la entrevista cara a cara (cuando llega el momento del “pasaje al diván) (pág. 570).
VIII
Dirección de la cura (Freud)
Proceso de rectificación de las relaciones del sujeto con lo real, hasta el desarrollo de la transferencia, y luego la
interpretación (descubrimientos fundamentales de Freud) sobre los cuales vivimos todavía en lo referente a la dinámica y a
la estructura de la neurosis obsesiva.
¿por invertir ese orden hemos perdido del horizonte?
NOTAS DE CLASE (DICHAS POR GRELET)

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El deseo del analista es hacer trabajar el inconsciente
El analista va a operar de acuerdo con las características de su propio análisis
APARTADO III
I
¿Cuál es la situación actual de la transferencia?
Lacan retoma los aportes de Daniel Lagache:
❖ Aportes en la función del fenómeno transferencial, las distinciones de estructura y alternativa entre necesidad de
repetición y repetición de la necesidad.
❖ Transferencia o fenómeno transferencial
o Hacer de él la sucesión o la suma de los sentimientos positivos o negativos que el paciente abriga con respecto a
su analista.
También habla de “oscuridades persistentes”
• ¿es el mismo efecto de la relación con el analista el que se manifiesta en el enamoramiento primario observado al
principio del tratamiento y en la trama de satisfacciones que hace tan difícil romper esa relación, cuando la
neurosis de transferencia parece rebosar los medos propiamente analíticos? (respuesta Grelet: tratamiento muy
facilitado)
• ¿sigue siendo con seguridad la relación con el analista y su frustración fundamental la que, en el periodo segundo
del análisis, sostienen una escansión: frustración, agresión, regresión en la que se inscribirían los efectos más
fecundos del análisis?
• ¿Cómo debe concebirse la subordinación de los fenómenos, cuando su movilidad es atravesada por las fantasías
que implican abiertamente la figura del analista?
Estas oscuridades revisan los problemas de la transferencia, divergencias técnicas que motivan su urgencia no dejaron lugar
a la crítica de su noción.
II
TRANSFERENCIA  Noción central para la acción analítica que sirve de medida para la parcialidad de las teorías que
consagran algún tiempo a pensarla y la existencia simultanea de esas parcialidades no por ello las hace completarse.
Parcialidades:
Genetismo:
▪ Funda los fenómenos analíticos en los momentos del desarrollo interesados en ellos y a de alimentarse de “la
observación directa del niño” dirigida hacia el análisis de las defensas del niño.
▪ Punto de partida: noción de un Yo inconsciente, luego a la hipótesis de los mecanismos de defensa, sucesión de fases
por la cual Freud había intentado unir la emergencia pulsional a la fisiología.
▪ Anna Freud: sobre los mecanismos de defensa, no revela nada esclarecedor para la técnica
▪ Pattern: patrón modelo o guía para hacer algo (es lo contrario de lo que planteaba Freud)
▪ Pretende fundarse sobre un orden de las emergencias formales en el sujeto.
Relación de objeto:
▪ Abraham: Noción de objeto parcial (sobre el autismo)
o Es un aspecto que desprende de la transferencia para promover como la capacidad de amar
▪ como si fuese un dato constitucional en el enfermo donde puede leerse el grado de su curabilidad y
especialmente donde fracasaría el tratamiento de la psicosis.
Transferencia:
o “sexualübertragung”
▪ 2 ecuaciones:
• Calificada como sexual esta en el principio de amor objetal
• La capacidad de transferencia mide el acceso a lo real
▪ Se explica en una finalidad que se autoriza por ser instintual en que toma sus imágenes de la
maduración de un objeto inefable, de un objeto que gobierna la fase de a objetalidad
(significativamente distinguida de la objetividad por su sustancia de afecto).
• ¿Cuál es el peligro? Se degrada en una dicotomía grosera que opone el carácter pregenital
(afectos de la relación de objeto) al carácter genital
PREGENITAL ≠ GENITAL
• Hace que el objeto se presente como quebrado y descompuesto, como un factor patológico
o Freud explica el drama del edipismo para “barreras y rebajamientos”
Introyección intersubjetiva: (pág. 580)
▪ Se instala en una relación dual.
▪ Es la vía unitiva de la que las “salsas teóricas” solo conservan la metáfora.
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o Ferenczi: introyección
o Strachey: identificación con el superyó del analista
o Balint: transe narcisista terminal
▪ Desgastes de la técnica por su desconceptualización y hace referencia al análisis salvaje.
¿Por qué Lacan nos habla de esto?
 Advertir a los analistas sobre el deslizamiento que sufre su técnica, si se desconoce el verdadero lugar donde provienen
sus efectos (aun así, reconoce el valor de la teoría del objeto transicional de Winnicott para la génesis del fetichismo).
 Es la medida de los callejones sin salida encontrados al captar su acción en su autenticidad, como los investigadores,
grupos, llegan a forzarla en el sentido del ejercicio de un poder.
 Este poder, lo sustituyen a la relación con el ser donde esa acción tiene lugar, haciéndose decaer sus medios, los de la
palabra, de su eminencia verídica; por eso Lacan habla de un retorno de lo reprimido.
APARTADO IV
I - ¿CÓMO ACTUAR CON EL PROPIO SER?
La cuestión del ser del analista (transferencia) fue abordada por Ferenczi, que la define como:
“Introyección de la persona del médico en la economía subjetiva”.
Ya no se trata aquí de esa persona como soporte de una compulsión repetitiva, de una conducta inadaptada o como figura
de una fantasía. Para el se trata de una aquí de la absorción en la economía del sujeto de todo lo que el psicoanalista
presentifica en el dúo como hic et nunc de una problemática encarnada.
II
La carencia del ser el sujeto se ve como el corazón de la experiencia analítica, como el campo mismo donde se despliega la
pasión del neurótico.
Critica a los ingleses quienes han articulado la hiancia en la relación con el Otro en que el ser encuentra su estatuto,
distinguiendo la relación interhumana de su calor y de sus engaños, termina diciendo que “su fuerza radica en una especie
de ingenuidad que reflejan las brusquedades, celebres, de su estilo de terapeuta y de escritora.” (Básicamente ofrece libros
de autoayuda y él no esta de acuerdo con eso).
III
Los ingleses han definido el final del análisis por la identificación del sujeto con el analista. La dialéctica de los objetos
fantasmáticos promovida en la practica por Melanie Klein tiende a traducirse en la teoría en términos de identificación.
Esos objetos parciales o no, pero sin duda alguna significantes (el seno, excremento, el falo), el sujeto los gana o los pierde
sin duda, es destruido por ellos o los preserva, pero por sobre todo ES esos objetos, según el lugar donde funcionan en su
fantasma fundamental, y ese modo de identificación no hace sino mostrar la patología de la pendiente a la que se ve
empujando el sujeto en un mundo donde sus necesidades están reducidas a valores de intercambio, pendiente que a su vez
no encuentra su posibilidad radical sino por la mortificación que el significante impone a su vida, numerándola.
IV
Parecería que el psicoanalista, para ayudar al sujeto, debería estar a salvo de esa patología, la cual se inserta en la ley de
hierro (ley de hierro = no deseo).
La felicidad del psicoanalista es una cuestión de política (y si hablamos de política en lacan estamos hablando deeeee…
DESEO DEL ANALISTA).
En la relación con el ser donde el analista debe tomar su nivel operatorio, y las oportunidades que le ofrece para este fin el
análisis didáctico no deben calcularse únicamente en función del problema que se supone ya resuelto para el analista que
lo guía en él.
La ética del deseo pone en su cúspide la cuestión del deseo del analista.
V
La decadencia que marca la especulación analítica es sensible a la resonancia de los trabajos antiguos.
A fuerza de comprender, los analistas imaginan que comprender lleva su fin en si y que no puede ser sino un happy end.
Vale mas no comprender para pensar, y se pueden galopar leguas y leguas de comprensión sin que resulte de ellos el menor
pensamiento.
Punto de partida de los behavioristas: renunciar a comprender. Pero a falta de todo otro pensamiento e una materia, la
nuestra, que es la anti-physis.
La muestra de lo que somos capaces de producir en cuanto a moral esta dada por la noción de oblatividad (*oblatividad:
sentimiento que impulsa al individuo a ofrecerse, a amar verdaderamente). Es un fantasma de obsesivo, por si mismo
incomprendido: todo para el otro, mi semejante, se profiere (pronunciar o decir palabras o sonidos cuando son violentos,
como los gritos o quejas) en él, sin reconocer la angustia que el Otro inspira por no ser un semejante.
VI

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No pretendemos enseñar a los psicoanalistas lo que es pensar. Por que el pensamiento de los analistas es una acción que se
deshace. Esto deja alguna esperanza de que, si se les hace pensar en ella, pasen de retomarla a repensarla.
VII
El analista es el hombre a quien se habla y a quien se habla libremente. Esta ahí para eso.
El sujeto invitado a hablar en el análisis no muestra en lo que dice una gran libertad. Sus acciones desembocan en una
palabra libre, en una palabra, que le seria penosa.
Nada mas temible que decir algo que podría ser verdad. Porque podría llegar a serlo del todo, si lo fuese, por ser verdad, no
puede ya volver a entrar en la duda.
El procedimiento del análisis NO es un procedimiento de verdad. Se preserva en el sujeto lo indecible; más allá del discurso
donde se acomoda nuestra acción de escuchar, se toma el camino de oír, y no de auscultar la resistencia, la tensión, el
opistótonos, la palidez, la descarga adrenalínica en el que volvería a formarse un Yo mas fuerte: lo que escucho es de
entendimiento.
El entendimiento no me obliga a comprender. Si no comprendo nada de ello, o si comprendo algo, estoy seguro de
equivocarme. Esto no me impediría responder. Es lo que se hace fuera del análisis en semejante caso.
Frustrar al hablante. Si lo hago, me frustro yo también. La demanda del sujeto es intransitiva (intransitivo: que no admite
objeto, o complemento directo, o que se construye sin él), no supone ningún objeto.
Su petición se despliega en el campo de una demanda implícita, aquella por la cual esta ahí: la de curarlo, revelarlo a sí
mismo, hacerle conocer el psicoanálisis, hacerlo calificar como analista. Pero esta demanda puede esperar. El sujeto solo es
aquí transitivo. (transitivo: que se pasa o se transfiere uno a otro).
VIII
Es una demanda radical. Por intermediario de la demanda, todo el pasado se entreabre hasta el fondo de la 1ra infancia.
Demandar: el sujeto no ha hecho nunca otra cosa, no ha podido vivir sino por eso, y nosotros tomamos el relevo.
Es por esta vía como puede realizarse la regresión analítica y como efecto se presenta.
La regresión no muestra otra cosa que el retorno al presente de significantes usuales en demandas para las cuales hay
prescripción.
IVX
Transferencia primaria y el amor en que a veces se declara.
El amor es dar lo que no se tiene , es bien cierto que el sujeto puede esperar que se le dé, puesto que el psicoanálisis
no tiene otra cosa que darle. Pero incluso esa nada, no se la da, y mas vale así: y por eso esa nada se la pagan, y
preferiblemente de manera generosa, para mostrar bien que de otra manera no tendría mucho valor.
Si la transferencia primaria permanece casi siempre en estado de sombra, no es eso lo que impedirá a esa sombra soñar y
reproducir su demanda, cuando ya no hay nada que pedir. Esa demanda por ser vacía no será por ello sino más pura.
El analista da su presencia, entendida como la implicación de su acción de escuchar, es la condición de la palabra.
El sentimiento mas agudo de su presencia esta ligado a un momento en que el sujeto no puede sino callarse en que
retrocede incluso ante la sombra de la demanda.
El analista es aquel que resiste a la demanda, para que reaparezcan los significantes en que su frustración esta retenida.
X
La mas antigua demanda donde se produce la identificación primaria, la que se opera por la omnipotencia materna,
aquella que no solo suspende del aparato significante la satisfacción de las necesidades, sino que las fragmenta, las filtra,
las modela en los desfiladeros de la estructura significante.
Las necesidades se subordinan a las mismas condiciones convencionales que son las del significante en su doble registro:
➢ Sincrónico de oposición entre elementos irreductibles
➢ Diacrónico de sustitución y de combinación, por el cual el lenguaje, aunque sin duda no lo llena todo, lo estructura
todo de la relación interhumana.
XI
La identificación con el analista será siempre la identificación con significantes.
El analista tiene que vérselas sucesivamente con todas las articulaciones de la demanda del sujeto. No debe responder ante
ella sino de la posición de la transferencia.
Los analistas fascinados por las secuelas de la frustración solo mantienen una posición de sugestión que reduce al sujeto a
replantear su demanda. Sin duda esto es lo que suele entenderse por reeducación emocional.
(critica a TCC) engendra una practica donde se imprime lo que en otro lugar he llamado la figura obscena y feroz del
Superyó, en la que no hay mas salida para la neurosis de transferencia que la de hacer sentarse al enfermo para mostrarle
por la ventana los aspectos risueños de la naturaleza, diciéndole: “adelante. Ahora ya es usted un buen niño”.
APARTADO V
I

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El deseo (traundeutung) en Freud, los distingue dos vocablos “wunsch” y “wish”, son votos, que pueden ser piadosos,
nostálgicos, contrariantes, bromistas. Una dama puede soñar un sueño al que no anima mas deseo que el de proporcionar a
Freud, que le ha expuesto la teoría de que sueño es un deseo, la prueba de que no hay nada de eso. El deseo se articula en un
discurso bien astuto. Pero no es menos importante percibir las consecuencias del hecho de que Freud se satisfaga con
reconocer en él el deseo del sueño y la confirmación de su ley, para lo que quiere decir el deseo en su pensamiento.
En la 1ra vuelta de su obra desemboca, con referencia al sueño de una histérica, en el hecho de que, con respecto al sueño
de una histérica, en el hecho de que en el se satisface por desplazamiento, precisamente aquí por alusión al deseo de otra,
un deseo de la víspera, el cual es sostenido en su posición eminente por un deseo que es ciertamente de otro orden, puesto
que Freud lo ordena como el deseo de tener un deseo insatisfecho. (esta hablando del caso de la Bella carnicera)
Se distinguen dos remisiones: un deseo de deseo (un deseo significado por un deseo) (el deseo en la histérica de tener un
deseo insatisfecho está significado por su deseo de caviar: el deseo de caviar es su significante). Se inscribe en el registro
diferente de en deseo que sustituye a un deseo (en el sueño, el deseo de salmón ahumado propio de la amiga sustituye al
deseo de caviar de la paciente, lo cual constituye la sustitución de un significante por un significante.
II
Lo que encontramos aquí no tiene nada de microscópico, como tampoco se necesitaban instrumentos especiales para
reconocer que la hoja tiene los rasgos de estructura de la planta de la que ha sido cortada.
El deseo del sueño de la histérica resume los mecanismos inconscientes, condensación, deslizamiento, etc., atestiguando su
estructura común, es decir la relación del deseo con esa marca del lenguaje que especifica al inconsciente freudiano y
descentra nuestra concepción de sujeto.
Nos brinda el acceso a la oposición fundamental del significante al significado, en la cual les demuestro que empiezan los
poderes del lenguaje, no sin dejarles, en cuanto a concebir su ejercicio.
El automatismo de las leyes por las que se articulan en la cadena significante:
 Sustitución de un termino por otro para producir el efecto de metáfora
 Combinación de un termino con otro para producir el efecto de metonimia
Si el deseo está significado como insatisfecho lo esta por el significante, caviar, en la medida en que el significante lo
simboliza como inaccesible, pero que, desde el momento en que se desliza como deseo en el caviar; el deseo de caviar es u
metonimia: hecha necesaria por la carencia de ser donde se mantiene.
La metonimia es ese efecto hecho posible por la circunstancia de que no hay ninguna satisfacción que no remita a otra
significación y donde se produce su más común denominador: la poquedad de sentido que se manifiesta en el fundamento
del deseo y le confiere el acento de perversión que es tentador denunciar en la histeria presente.
“el deseo es la metonimia de la carencia del ser”
III
En “Interpretación de los sueños” Freud no pretende agotar en él los problemas psicológicos del sueño, sino advertirnos que
en el sueño lo único que le interesa es su ELABORACION, lo que traducimos por su estructura de lenguaje. En un flujo
significante cuyo misterio consiste n que el sujeto no sabe ni siquiera donde fingir que es su organizador.
Hacer que se vuelva a encontrar en el como deseante es lo inverso de hacerle reconocerse allí como sujeto, que es a la deriva
de la cadena significante como corre el arroyo del deseo y el sujeto debe aprovechar una vía de empalme para asir (*asir:
tomar o agarrar algo o alguien) en ella su propio feed-back.
El deseo no hace más que sujetar lo que el análisis subjetiva.
IV
¿A quien descubre el sueño su sentido antes de que venga el analista?
El sueño está hecho para el reconocimiento del deseo, por que el deseo, si Freud dice la verdad del inconsciente y si el
análisis es necesario, no se capta sino en la interpretación.
La elaboración del sueño esta alimentada por el deseo. Y el sueño sirve ante todo deseo de dormir. Es repliegue narcisista de
la libido y retiro de las cargas de la realidad.
Por lo demás, la experiencia muestra que si mi sueño llega a unirse a mi demanda (no a la realidad) o a lo que se muestra
como su equivalente, la demanda del otro, me despierto.
V
Un sueño no es mas que un sueño. (viste que antes Lacan había dicho “en el sueño lo único que le interesa es su
ELABORACION, lo que traducimos por su estructura de lenguaje”, bueno, da contexto a esto ) Uno no se cura por que
rememora, uno rememora por que se cura.
VI
Un sueño no es mas que un sueño; es necesario leer interpretación de los sueños para entender el deseo neurótico. Por
ejemplo, en el deseo de la bella carnicera, es un deseo despierto, su deseo de caviar es un deseo de mujer colmada y que
precisamente no quiere serlo. Pues el carnicero de su marido es ducho para poner del derecho satisfacciones que todo el
mundo necesita, los puntos sobre las íes, y no tiene pelos en la lengua para contestar un pintor.
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El carnicero la satisface a la Bella, pero ella no quiere estar satisfecha (pues #histerica) en sus únicas verdaderas
necesidades, quiere otras gratuitas, y para estar bien segura de que lo son, no satisfacerlas. Por eso a la pregunta ¿Qué es lo
que desea la carnicera? ¿caviar? Es una respuesta desesperada, por que el caviar es ella también la que no lo quiere.
VII
Encuentra en el sueño una escapatoria hacia el campo de los deseos de todas las histéricas. Esto es lo que capta Freud, la
identificación histérica. El sueño de la paciente responde a la demanda de su amiga que es la de venir a cenar a su casa. Y
no se sabe que la empuja a ello, aparte de que se cena bien allí, sino el hecho de que nuestra carnicera no pierde el hilo: y es
que su marido habla siempre de ella ventajosamente. Ahora bien, flaca como es, no esta muy hecha para gustarle, a él a
quien le gustan las redondeces.
En el sueño, va a hacer del deseo de su amiga el fracaso de su demanda.
VIII
Como este deseo no alcanza para nada, la bella carnicera no tiene mas remedio al final de los finales (y del sueño) que
renunciar a su deseo de invitar a cenar (o sea, a su búsqueda del deseo del Otro que es el secreto de ella). Todo ha fallado y
Lacan dice que el sueño es la realización de un deseo.
El deseo no se escamotea tan fácilmente, por ser demasiado visible, plantado en plena mitad del escenario sobre la mesa de
los ágapes, bajo el aspecto de un salmón, y que basta con presentar, bajo una tela fina, para que el levantamiento de ese
velo se ve igual con el que se realizaba al final de los antiguos misterios.
Ser el falo, aunque fuese un falo un poco flaco ¿no es esta la identificación ultima con el significante del deseo?
IVX
Articulación de la estructura del deseo
El deseo es lo que se manifiesta en el intervalo que cava la demanda acá de ella misma, en la medida que el sujeto, al
articular la cadena significante, trae a la luz la carencia de ser con el llamado a recibir el complemento del Otro, si el
Otro, lugar de la palabra, es también el lugar de esa carencia.
Lo que de este modo al Otro le es dado colmar, y que es propiamente lo que no tiene, puesto que a el también le falta el ser,
es lo que se llama el amor, pero es también el odio y la ignorancia.
Es también, pasiones del ser, lo que evoca toda demanda más allá de la necesidad que se articula en ella, y es sin duda
aquello de que el sujeto queda privado, tanto mas propiamente cuanto mas satisfecha queda la necesidad articulada en la
demanda.
La satisfacción de la necesidad es el engaño contra el que se estrella la demanda de amor, enviando al sujeto al limbo
donde habita el limbo del ser, dejándolo en el hablar. Pues el ser del lenguaje es el no ser de los objetos, y que el deseo haya
sido descubierto por Freud en su lugar en el sueño, desde siempre escandalo de todos los esfuerzos del pensamiento por
situarse en la realidad, basta para instruirnos.
Los sueños aparentemente mas simples del niño muestran simplemente objetos milagrosos o prohibidos.
X
El niño no se duerme así en el seno del ser, sobre todo si el Otro, que a su vez tiene sus ideas sobre sus necesidades, se
entromete, y en el lugar de lo que no tiene, lo atiborra con la papilla asfixiante de lo que tiene, es decir, confunde sus
cuidados con el don de su amor.
Es el niño al que alimentan con mas amor el que rechaza el alimento y juega con su rechazo como un deseo (anorexia
mental).
El odio es el vuelto del amor, pero donde es la ignorancia la que no se perdona.
El niño, al negarse a satisfacer la demanda de la madre ¿no exige acaso que la madre tenga un deseo fuera de el, por que
es este el camino que le falta al deseo?
XI
Principios:
▪ Si el deseo esta efectivamente en el sujeto por esta condición que le es impuesta por la existencia del discurso de hacer
pasar su necesidad por los desfiladeros del significante.
▪ Si por otra parte al abrir la dialéctica de la transferencia, hay que fundar la noción del Autre con “A”, como lugar de
despliegue de la palabra.
▪ Hecho de un animal presa del lenguaje, el deseo del hombre es el deseo del Otro.
La función de los principios se trata de la condición que tiene el sujeto de encontrar la estructura constituyente de su
deseo en la misma hiancia abierta por el efecto de los significantes en aquellos que para el vienen a representar al Otro, en
cuanto que su demanda está sujeta a ellos.
Esta existencia del deseo en el sueño la que explica que la significancia dl sueño enmascare en ella el deseo, mientras que su
móvil se desvanece por ser solamente problemática.
XII

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El deseo se produce en el más allá de la demanda por el hecho de que al articular la vida del sujeto a sus condiciones, poda
en ellas la necesidad, pero también se ahueca en el mas acá, por el hecho de que, demanda incondicional de la presencia y
de la ausencia, evoca la carencia de ser bajo las tres figuras del nada que constituye el fondo de la demanda de amor, del
odio que viene a negar el ser del otro, y de lo indecible de lo que se ignora en su petición.
El nada que pasa por la ronda de las significaciones que agitan los hombres. Este momento de corte esta asediado por la
forma de un jirón sangriento: la libra de carne que para la vida para hacer de él el significante de los significantes, como
tal imposible de ser restituido al cuerpo imaginario, es el falo perdido de Osiris embalsamado.
XIII
La función de este significante como tal en la búsqueda del deseo es ciertamente la clave de lo que hay que saber para
terminar su análisis; y ningún artificio lo sustituirá para obtener este fin.
Para dar una idea de ello, describiremos un incidente acaecido al final del análisis de un obsesivo, donde se le hizo
reconocer el lugar que tomo en el juego de la destrucción ejercida por uno de sus padres sobre el deseo del otro. Adivina la
importancia en que se encuentra de desear sin destruir al otro, y por ende su deseo mismo en cuanto que es deseo del Otro.
Para llegar ahí, se le revelo su maniobra de todos los instantes para proteger al Otro, agotando en el trabajo de
transferencia todos los artificios de una verbalización que distingue al otro del Autre, y que lo lleva desde el palco
reservado al aburrimiento del Otro, a disponer los juegos del circo entre los dos otros (el a minúscula y el Yo, su sombra).
Se necesita poseer la combinatoria general que preside su variedad sin duda, pero que, nos da cuenta de los espejismos, de
los cambios a ojos vista del laberinto. En medio de tantas actitudes seductoras, insurgentes, impasibles, hay que captar las
angustias anudadas a las realizaciones, los rencores que no impiden las generosidades, las inconstancias mentales que
sostienen infrangibles fidelidades.
Nuestro sujeto ya sin nada que decir, llegado hasta el punto de hacernos una jugarreta de prestidigitación bastante
particular por lo que revela de una estructura del deseo.
Las redistribuciones de la libido no se realizan sin constarles a algunos objetos su puesto, incluso si es inamovible.
XIV
La importancia de preservar el lugar del deseo en la dirección de la cura necesita que se oriente en ese lugar con relación a
los efectos de la demanda, únicos que se conciben actualmente en el principio de poder de la cura. El deseo es la
imposibilidad de esa palabra, que al responder a la primera no puede sino redoblar su marca consumando esa escisión que
el sujeto sufre por no ser sujeto sino en cuanto que habla. (básicamente, sujeto ≠ sujeto barrado $)
La regresión que se pone en primer plano en el análisis se refiere a los significantes (orales, anales, etc.) de la demanda e
interesa a la pulsión correspondiente sino a través de ellos.
(sigue el texto, pero como no dimos mas que esto lo dejo aquí)

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