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Copyright © 2012 - Apóstol Gustavo Lara

gustavodlara@gmail.com

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Prohibida la reproducción de esta obra,
salvo en segmentos pequeños,
sin la debida autorización del autor o la editorial.

ISBN 978-987-1874-07-1

Diseño & Diagramación


Estudio Qaio. DG. Pablo Gallo
info@estudioqaio.com.ar

Impreso en Argentina.
Printed in Argentina.
Esta edición se terminó de imprimir en Grancharoff Impresores.
INDICE

Prefacio ........................................................................................................ 05

Prólogos ....................................................................................................... 09
Capítulo 1:
El Reino de Dios y su Justicia .................................................................... 15
Capítulo 2:
La Justicia de Dios ....................................................................................... 27
Capítulo 3:
Sedeq, Sedaqah, Mishpat: definiendo los conceptos de justicia .............. 37
Capítulo 4:
Generación de Gobierno por la práctica de la Justicia del Reino ......... 51
Capítulo 5:
La Justicia se consuma en una acción externa, pero se gesta
en una actitud interna ................................................................................ 61
Capítulo 6:
Clamor de Justicia ....................................................................................... 65

En búsqueda de la Justicia · Página 3


Indice

Capítulo 7:
Salvación y Justicia ...................................................................................... 77
Capítulo 8:
Transformados para Gobernar ................................................................. 87
Capítulo 9:
El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo ................................... 95
Capítulo 10:
Generación de Gobierno ......................................................................... 107
Capítulo 11:
La Nueva Generación ............................................................................... 119
Capítulo 12:
Justicia agradable a Dios .......................................................................... 131

Página 4 · En búsqueda de la Justicia


PREFACIO

Tratando con algunas preguntas

I. ¿QUÉ ES LA JUSTICIA DE DIOS?


• La esencia de la Justicia Divina es el amor de Dios (la Biblia no re-
conoce justicia alguna sin amor ni misericordia).
• El fundamento de nuestra Justicia en Cristo delante de Dios, es el
Amor; pero el cimiento de la justicia propia, es el orgullo.
• La justicia en Cristo descansa en su Gracia y Amor, produciendo
fe en Dios; la Justicia propia descansa en la raíz del ego y en los frutos
de las propias obras, desencadenando como resultado final frustración
(por ejemplo, el hermano mayor del hijo prodigo).
• Tres palabras hebreas que definen justicia:
1. SEDEQ: Concepto de justicia central que gobierna todas las
relaciones. El principio de la justicia es darle a Dios lo que es
suyo, todo nuestro amor. Como no podíamos dárselo por no-
sotros mismos, el comenzó haciéndolo por nosotros. La esen-
cia de la práctica de la justicia está en el amor constante. No
existe verdadera justicia sin amor.
2. SEDAQAH: Es liberar al oprimido, reivindicar al huérfano,
a la viuda, al inmigrante, al pobre contra sus opresores.
3. MISHPAT: se traduce con frecuencia por derecho o justicia.

En búsqueda de la Justicia · Página 5


Prefacio

Tiene matices jurídicos y principios que definen legalidad y/o ile-


galidad. Justicia es sin lugar a dudas el compromiso con el otro.
• El Señor se apropia de los actos de justicia o injusticia que hacemos
sobre los otros.
• La justicia se consuma en un acto externo: “Lo que mas importa en
la esfera de la justicia, es la actitud interior del hombre”.

II. ¿QUIEN ES LA JUSTICIA DE DIOS?


• Cristo es la manifestación de la Justicia de Dios – Ro 3:26

III. ¿PORQUE ES IMPORTANTE MANIFESTAR JUNTAMEN-


TE SALVACION Y JUSTICIA? - Is 45:8
• El Establecimiento del reino de Dios se produce cuando se mani-
fiestan juntamente Salvación y Justicia: ese es el evangelio completo.
La salvación (Jesucristo) es la expresión de la Justicia de Dios (Sal 146:
7-9), pero en nuestra práctica de Su Justicia revelamos el carácter de
Cristo en nosotros y nos volvemos el medio permanente para Su go-
bierno y establecimiento de Su reino de generación en generación (Sal
146: 10).
• Toda obra celestial comienza como una expresión de su justicia
- Is 45:8

IV. ¿POR QUE BUSCAR PRIMERAMENTE SU REINO Y SU


JUSTICIA?
• Porque lo primero en el reino de Dios es la Justicia. Ro 14:17, Mt
6:33.
• ¿Por qué para entrar al reino tengo que pasar por una puerta llama-
da justicia? - Sal 118:19, Mt 6:33.
• ¿Por qué lo primero que Dios pide del hombre es que haga justi-
cia? - Mi 6:6.

Página 6 · En búsqueda de la Justicia


Prefacio

• ¿Por qué al nuevo hombre Dios lo crea primero en la justicia? - Ef


4:22-24.
• ¿Qué relación existe entre la oración y la práctica de la justicia? - Is
58:1-2.
• Porque la intimidad está profundamente ligada a la práctica de
la justicia. Pr 3:32.
• ¿Entiendo que la justicia de Dios endereza, edifica y suelta a los
cautivos? - Is 45:13.
• ¿Porque el amor a la justicia atrae la unción?

V. ¿CUALES SON LOS TRES TIPOS DE JUSTICIA MENCIONA-


DOS EN LA BIBLIA?
• La que hemos recibido por la fe en el Señor Jesucristo: Ro 1:17.
Aquí se habla de la justicia de Dios, revelada por fe y para fe. No es por
obras, para que nadie se gloríe. Esto es para recibir justificación.
• La justicia del creyente, obras de amor que son acciones de jus-
ticia, con las que se presentará ante el tribunal de Cristo: 2 Cor 5:10.
• La justicia propia. Esta es como trapo de inmundicia delante del
Señor: Is 64:6.

VI. JUSTIFICACION (OBRA DE CRISTO) Y PRACTICA DE LA


JUSTICIA (NUESTRA RESPONSABILIDAD)
• La Justificación por la Gracia de Cristo no descarta mi responsabi-
lidad de practicar la justicia.

ENTIENDO POR DISCERNIMIENTO DE LOS TIEMPOS QUE


EL ESPIRITU SANTO ESTA ENTRENANDO, ACTIVANDO Y
MANIFESTANDO UNA GENERACION DE GOBIERNO POR
MEDIO DE PRACTICAR LA JUSTICIA.

En búsqueda de la Justicia · Página 7


Prefacio

2 Sa 23:3 – “El Dios de Israel ha dicho, Me habló la Roca de Israel: Ha-


brá un justo que gobierne entre (y no a) los hombres, que gobierne en el
temor de Dios.” Un gobierno de justicia.

¿Qué nos faltó en las ciudades, pueblos y naciones evangelizados?


Que en lugar del avance del cielo en la tierra, con el pasar del tiempo
solo fue un pequeño periodo de visitación celestial; Glorioso, pero bre-
ve. Pero como nuestro Señor es un Dios generacional, que continúa
sus obras sobre las próximas generaciones, deberíamos preguntarnos si
podemos llegar a ser responsables de prolongar o impedir, de atrasar o
adelantar el gobierno celestial sobre la tierra.

Pr 16:12 – “Abominación es a los reyes hacer impiedad, porque con


justicia será afirmado el trono.”

Página 8 · En búsqueda de la Justicia


PRÓLOGOS

Este libro, a mi entender, debe ser un manual para la vida personal,


familiar y de cada congregación. Todos hemos vivido alguna injusticia
en determinado momento. Y este libro, precisamente, destaca lo valio-
so que es vivir en justicia, no la nuestra, sino la del Padre.

Quiero dejar plasmado en estas líneas que con este hombre, que el
Señor ha usado para desarrollar este tema, llevo ya veinte años de ca-
sada. Es mi amado esposo, mi mejor amigo, mi pastor, mi ayuda, padre
de mis hijos y compañero de ministerio. Doy fe que su mayor obsesión
es agradar al Señor, prepararse, superarse y nunca darse por vencido.
No me caben dudas que su corazón agrada al Padre. Gustavo es, en
síntesis, un ejemplo en todas las áreas. Un hombre que ha caminado en
todos estos años en justicia. Por eso, su forma de vivir lo habilita a ser
el autor de este escrito.

No dejen de sumergirse en cada uno de sus capítulos, y sacar de ellos


las riquezas expuestas y escondidas. Sólo me queda decirles a los lecto-
res: ¡disfrútenlo!

Karina de Lara
Pastora Principal Ministerio U.N.G.E
José C. Paz - Argentina

En búsqueda de la Justicia · Página 9


Prólogos

Agradezco a Dios por la vida del Ap. Gustavo Lara y su devoción


por la Palabra de Dios. Devoción que ahora se transforma en un libro
clave en la biblioteca de todo hombre de Dios que anhele conocer lo
que Dios esta hablando HOY. Quienes amamos el Reino de Dios nece-
sitábamos un libro como este. Y lo digo usando las palabras del propio
libro: “En la libertad con la que Jesús nos hizo libres, vamos en camino
de ser hombres y mujeres de gobierno en la práctica de la justicia”.

Javier Uboldi
Director ISCaMi
San Miguel - Argentina

Deuteronomio 33:19 dice: Llamarán a los pueblos a su monte; Allí


sacrificarán sacrificios de justicia, por lo cual absorberán la abundancia
de los mares, Y los tesoros escondidos de la arena.

Durante tiempo me pregunté cómo podía ser que, en ciudades o na-


ciones con un alto porcentaje de creyentes evangélicos, no se vieran
reflejados resultados espirituales en medio de dichas sociedades (por
ser muchas veces ciudades con altos índices de violencia, pobreza o
corrupción)

El libro “En búsqueda de la Justicia” viene para traernos total clari-


dad sobre un aspecto del evangelio que nunca habíamos alcanzado a
entender en profundidad: que la esencia de la práctica de la justicia es
una actitud interior que se desprende del amor de Dios. Esta debe ser
entendida en toda su magnitud, asumiendo nuestras obligaciones bajo
ese gobierno, debiendo ser plasmado a través de nuestras relaciones
diarias sobre nuestros semejantes. Vivir justicia, entre otras muchas co-

Página 10 · En búsqueda de la Justicia


Prólogos

sas, traerá una protección total a nuestra vida, con el verdadero estable-
cimiento del Reino de Dios en la tierra.
Es innegable que vivimos el hermoso tiempo de la revelación, y el
Apóstol Gustavo Lara es uno de los hombres de Dios elegido para este
tiempo y para esta profunda tarea, el cual nos trae estas revelaciones
con tal claridad que es casi imposible no entenderlas.
Un hecho muy importante en su ministerio magisterial, es el don de
poder bajarnos del árbol el fruto a un nivel de tal comprensión, sin que
este pierda su esencia y riqueza, acompañado de su exquisito sabor y
aroma. Siéntese y disfrútelo.
Una vez más gracias apóstol por cumplir tan fielmente tu ministerio,
trayéndonos tanta revelación para la comprensión y el desarrollo de
nuestros ministerios apostólicos.

Ap. Aníbal Ghione


Presidente Ministerio Jesucristo Pan de Vida

Estamos viviendo un tiempo de transición en la mentalidad de la


Iglesia y una etapa de muchos cambios de postura en el cuerpo de
Cristo: Como dejar de ser consumidores y pasar a ser productores, de
espectadores a protagonistas de la historia de Dios en esta generación.
“En la búsqueda de la Justicia” más que un libro es un manual para
el remanente que anhela madurez espiritual y, como Iglesia, desea to-
mar su lugar de gobierno en las naciones.
Sin lugar a duda, Gustavo Lara es un Padre para esta generación y

En búsqueda de la Justicia · Página 11


Prólogos

tiene autoridad terrenal y respaldo celestial para desafiarnos a un nivel


mas profundo de entendimiento del Reino de Dios.

Les animo a disfrutar de este excelente material de “construcción”


para los edificadores de los sueños del padre, que saben muy bien lo
que buscan… El Placer del Rey, Su reino y Su Justicia.

Con amor.

Marcos Brunet
Toma Tu Lugar - REAL
Córdoba - Argentina

He leído completamente este libro “En búsqueda de la Justicia” y


he sido gratamente sorprendido por todo su contenido. No me cabe la
menor duda que este material formará parte del “cimiento” de un nue-
vo estilo de vida para las naciones; el estilo de vida del Reino de Dios.
Será leído, estudiado y aplicado en las iglesias de los cinco continentes,
en las escuelas, universidades, en los medios de comunicación y en los
entes gubernamentales. ¡Gloria a Dios!

El tema de la justicia, es hoy, el asunto de mayor relevancia para esta


sociedad. Hay un clamor de justicia que se levanta de las entrañas mis-
mas de la tierra y que sale de la boca de millones de personas diaria-
mente. La justicia en amor, como propone el autor; la justicia como
forma de vida personal, congregacional y social, es mucho más que un
hermoso pensamiento. Es el mensaje del cielo para nuestro tiempo, es
el modelo celestial traído a la tierra.

Estoy seguro que además, este libro será un disparador de nuevos pen-

Página 12 · En búsqueda de la Justicia


Prólogos

samientos que despertarán en la vida de los lectores nuevas revelaciones.


Nuevas y maravillosas verdades en textos que son conocidos pero que

¿Sabe lo más asombroso que he hallado en esta páginas? Que uno


puede pensar que las normas de vida propuestas aquí son demasiado
elevadas para los estándares de la actualidad; sin embargo, quién cono-
ce al apóstol Lara, sabe que él vive cada cosa aquí escrita de una manera
admirable.

Estoy seguro que en lo profundo de su corazón, usted esperaba y an-


helaba un libro así. ¡Ahora está en sus manos!

José Oviedo
Pastor Iglesia Santuario de Fe
La Rioja - Argentina

Hace un tiempo tuve el honor de conocer a mi amigo Gustavo Lara


y me llamo mucho la atención la profundidad, la pasión y la humildad
con la que comparte lo que recibe de Dios como revelación.

Este libro marcará tu vida para un nuevo tiempo; cuando la búsque-


da del reino de Dios y su justicia se convierte en nuestra prioridad
entonces viene la provisión de todo lo que nuestro Padre Celestial sabe
que necesitamos.

Prepárate para que Dios te sorprenda!!!

Julio Melgar
Pastor Intimidad con Dios - Guatemala

En búsqueda de la Justicia · Página 13


Capítulo 1

EL REINO DE DIOS
Y SU JUSTICIA
No os afanéis, pues, diciendo ¿qué comeremos, o qué beberemos, o
qué vestiremos?

Porque los gentiles buscan todas estas cosas; pero vuestro


Padre celestial sabe que tenéis necesidad de todas estas co-
sas. Más buscad primeramente el reino de Dios y su justi-
cia, y todas estas cosas os serán añadidas.
Mateo 6:31-33.

Nadie puede negar que en estas últimas décadas hemos entrado en


un ambiente de revelación y entendimiento, en una temporada espiri-
tual, en una estación de comprensión del Reino de Dios y su Justicia.
Pero ya que este entendimiento es progresivo y no instantáneo, existen
algunos asuntos que necesitamos compartir y estudiar juntos hacién-
donos algunas preguntas concretas.

¿Qué es lo que todo hombre o mujer busca? ¿Qué es lo que


realmente debemos buscar?
En Mateo 6:32-33

En búsqueda de la Justicia · Página 15


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

Jesús nos enseña que hay dos tipos de personas: a unos, los define
como ciudadanos del reino de Dios e hijos del Padre y a otros como
gentiles que son quienes buscan todo lo relacionado con la satisfacción
de sus necesidades en la vida (sin tener en cuenta a Dios).

No es que esté mal buscar suplir las propias necesidades, pero es una
búsqueda insuficiente cuando ésta se vuelve la razón principal y prio-
ridad en nuestras vidas. Este último tipo de personas, dice Jesús, viven
detrás de las necesidades básicas y se preguntan: ¿Qué comeremos, qué
beberemos, qué vestiremos?

Sin embargo, el Señor también nos enseña que hay otro tipo de per-
sonas que van a buscar otro tipo de cosas. El versículo 33 del capítulo 6
de San Mateo dice:

“Buscad primeramente el reino de Dios y su justicia”.

Vemos aquí una distinción muy importante. Mientras que hay mu-
chas personas viviendo detrás de sus necesidades sin saber su verdade-
ro origen, propósito existencial, ni destino, hay otras como usted, como
yo y miles en el mundo entero, que están apasionadas en buscar el reino
de Dios y su justicia.

EN SINTESIS, ¿QUÉ VAMOS A BUSCAR?

- Entender lo que significa el reino de Dios y su justicia.


- Toda persona a lo largo de su vida busca algo, ya que es innata la
necesidad de recuperar algo que se perdió.
- Lo importante es saber en qué tipo de búsqueda va a invertir toda
su vida.
- Todos necesitamos definir, en el transcurso de nuestra vida, lo que
vamos a buscar.

Página 16 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

Jesús lo mostró de esta manera: hay gente que vive para suplir sus
necesidades y otras para buscar el Reino de Dios Padre y su justicia.

Una vez que sabemos que el Padre se encarga de suplir nuestras nece-
sidades, no desaprovechamos la vida detrás de búsquedas vanas; vamos
en búsqueda de su reino y su justicia.

En el mes de Octubre del año 2009, el Señor me preguntó: ¿ENTIEN-


DES MI JUSTICIA? Instantáneamente, con ese interrogante, Él derribó
todos los argumentos bíblicos superficiales de lo que yo pensaba sobre
su justicia.

Aun así, quise responder rápidamente porque pensé que sabía la res-
puesta, pero recordé que cada vez que Él hace una pregunta, me per-
mite descubrir mi ignorancia sobre algún tema y su disposición o dis-
ponibilidad a enseñarme, a llevarme más profundo en los propósitos
de la Palabra.

Comprendí que si me aventuraba a responder afirmativamente y a


querer fundamentar con experiencias (tengo varios años de estudios
en seminarios, yo sé lo que es la justicia), perdería lo que estaba a la
puerta de parte de Dios: introducirme a un nivel mayor de revelación
sobre la justicia.

Y la misma pregunta que Dios me hizo años atrás, es la que comparto


contigo hoy:

¿Realmente entendemos lo que es justicia? ¿Entendemos lo que es


justicia divina?

Podemos darnos cuenta de que en el transcurrir del tiempo se ha


corrompido el concepto y pensamiento de lo que verdaderamente sig-
nifica justicia.

En búsqueda de la Justicia · Página 17


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

La gente clama en todos los continentes, en todos los países, ciu-


dades y casas, por justicia. Lo que muchas veces ignoramos es cuál
es el significado real del clamor de justicia, o pedido por justicia, o un
llamado de atención a las autoridades gubernamentales por una inter-
vención de justicia.

MUCHAS PREGUNTAS EN ESE TIEMPO

En las siguientes páginas vamos a compartir todo lo que a nuestra


concepción, después de un tiempo intenso de búsqueda y estudio dili-
gente, llegamos a entender de lo que representa la justicia de Dios.

Luego de mi encuentro con el Señor en el año 2009, surgieron mu-


chas más preguntas acerca de este tema; una de ellas por ejemplo fue:
¿Por qué lo primero en el reino de Dios es la Justicia?

Romanos 14:17 - “Porque el reino de Dios no es comida ni


bebida, sino justicia, paz y gozo en el Espíritu Santo.”

La Biblia no dice que el reino de Dios tiene justicia, sino que dice: El
reino de Dios ES justicia. Entonces, ¿por qué primeramente en el reino
de Dios entra lo que es la justicia?

Miqueas 6:8 - “Oh hombre, el te ha declarado lo que es


bueno, y qué pide Jehová de ti: solamente hacer justicia, y
amar misericordia, y humillarte ante tu Dios.”

¿Por qué Dios solicita en primer lugar hacer Justicia?

Efesios 4:24 - “Y vestíos del nuevo hombre, creado según


Dios en la justicia y santidad de la verdad.”

Página 18 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

¿Por qué lo primero que Él crea en el nuevo hombre es su justicia?

Lo primero que Dios creó, dentro de usted y de mí, cuando recibimos


a Cristo, fue su justicia. Lo que Él pide de nosotros es lo primero que
coloca en nosotros cuando recibimos a Cristo. Él nos creó en un con-
texto de justicia, pero también creó una naturaleza de justicia dentro
de nosotros.

¿Por qué el Señor hace énfasis en buscar su Justicia (Mateo 6:33) y no


otro atributo de su carácter cuando habla de su reino? Él podría decir:
“buscad su reino y su amor”, “su reino y su verdad”, “su reino y su santi-
dad”, “su reino y su bondad”, “su reino y su fidelidad”, pero no lo hace,
sino que asocia en ese momento su reino y su justicia. Esto también era
para mí motivo de inquietud, de pregunta, esperando recibir algún tipo
de respuesta de parte del Señor.

Otra de las preguntas que me inquietaban era saber por qué si te-
níamos tantas conferencias, tantos seminarios, congresos y ministra-
ciones, participamos de conferencias sobre el reino de Dios en toda
Latinoamérica, movimientos maravillosos del obrar del Espíritu (evi-
dentemente teníamos manifestaciones genuinas del reino y veíamos se-
ñales de que el reino pasaba por esos lugares), pero luego de un tiempo
parecía que todo era solo parte de un evento, porque no lográbamos
perpetuar y establecer lo que había acontecido y sentíamos como una
especie de frustración. Concluía el encuentro, la conferencia o el semi-
nario y con ello la continuidad de la manifestación de ese momento de
intensa búsqueda…

¿Por qué? ¿Qué pasaba?

La respuesta no tardó en venir. El Señor quiere responder y honrará


las preguntas que tienes. Él no tiene problemas en que tengamos pre-
guntas; Él desea ayudarnos en todas nuestras inquietudes.

En búsqueda de la Justicia · Página 19


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

A través de todo esto vimos que no tenemos problemas de invitar:


“Venga tu Reino”. Queremos invitarlo y lo convidamos permanente-
mente y Él viene porque responde a la invitación, pero en realidad: ¿Por
qué viene Él? ¿Viene porque oramos? ¿Viene Él porque adoramos o
porque respondemos a la palabra que se predicó?

Él viene cuando nos humillamos delante de su presencia. Pero hay


algo más que nos falta. Analicemos lo que nos enseña el libro de Pro-
verbios en el capítulo 16:

Proverbios 16:12 - “Abominación es a los reyes hacer im-


piedad, porque con justicia será afirmado (establecido) el
trono”.
Afirmar es sinónimo de establecer. Vemos aquí que el trono, el rei-
no, el gobierno, el señorío de nuestro amado Jesucristo viene por la
práctica de la justicia y nos dimos cuenta de que no tenemos problema
de “invitar” el reino, pero lo que pasa posteriormente es la clave. Por
ejemplo:
¿Qué pasó en Samaria? – (San Juan 4 y Hechos 8)

• San Juan 4: Jesús se encuentra con la mujer samaritana


y por medio de ella hay sanidad, salvación, liberación te-
rritorial. Pero luego, algunos años después, vemos lo que
sucede en Samaria.
• Hechos 8: Felipe, el evangelista haciendo una manifes-
tación del poder y la gloria del Espíritu Santo. El Señor
está obrando de manera sobrenatural.

¿Qué es lo que aconteció en Samaria, dónde Jesús hizo una gran re-
forma, una gran transformación? Varios años después quien goberna-
ba, operaba y dirigía Samaria era un mago que se hacía pasar por un
gran hombre de “poder”.

Página 20 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

La pregunta es: ¿Qué pasó después de que Jesús ministró en Samaria


para que luego esté un mago dirigiendo ese territorio? Evidentemente
no fue un problema de conquista ni de evangelización, fue un problema
de establecimiento del Reino. Tal vez alguien (los discípulos, los após-
toles, etc.) no supo continuar la tarea que Jesús comenzó en Samaria.

Qué valioso es entender esta enseñanza, esta revelación. Todo lo que


nosotros podamos conquistar, traer, manifestar y no logremos estable-
cer, lo vamos a perder. Y tal vez, sólo tal vez, siete espíritus peores to-
men autoridad sobre ese territorio.

¿Por qué es importante este tema? Porque no nos está costando traer
el Reino, ni manifestar el Reino; nos está costando establecer el Reino
de Jesucristo.

El trono se afirma, se establece, se arraiga, se perpetúa, tiene conti-


nuidad a través de la práctica de la justicia. (Proverbios 16:12)

De alguna forma, estos conceptos introductorios nos están llamando


a preparar nuestro corazón para que usted y yo podamos ver la nece-
sidad de estudiar este tema, de escudriñar esta palabra y descubrir por
qué es tan valioso hablar acerca de la justicia de Dios. Fuimos llamados
a practicar la justicia.

REFLEXIÓN

La ausencia de la práctica de la justicia nos atrasó en el proceso de


establecimiento y manifestación permanente del modelo celestial de su
Gobierno. Esto fue impedido, detenido, para no reflejar el modelo de
Gobierno Celestial.

En búsqueda de la Justicia · Página 21


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

Esta comunidad celestial, de la cual el Señor Jesucristo es Rey (pode-


mos notar esto a lo largo de toda la Biblia), es una comunidad en paz.

El reino de Dios, el reino celestial es armonía, y vive en perfecto or-


den porque Él es gobernante de ese reino. Asimismo, la razón por la
que Él quiere establecer su reino en la tierra y la razón por la que Él va
a establecer su reino en la tierra es porque solo Él es un Dios de paz.

La Biblia declara desde Génesis 1:2 que desde el momento en que las
tinieblas tomaron la tierra, entró vaciedad, confusión, dolor, desorden.
Todo esto resultado de las obras de las tinieblas, pero el resultado de las
obras de Dios es Justicia, Paz y Gozo en el Espíritu Santo.

No queremos detener más el establecimiento del trono de Dios, el


establecimiento del gobierno de Dios, y por esto y para esto queremos
compartir palabras que arrojarán luz a nuestra mente y así saber cómo
podemos desarrollar nuestras vidas en la práctica de la justicia.

Isaías 45:8 - “Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen


la justicia; ábrase la tierra, y prodúzcanse la salvación y la
justicia; háganse brotar juntamente. Yo Jehová lo he creado”
De esto se trata hablar de justicia: Cuando el cielo invade la tierra con
su modelo de Gobierno en las relaciones.
• Del cielo vendrá la justicia.
• De la tierra brotarán dos cosas:
1. Salvación.
2. Manifestación de la justicia.
¿Cómo es que se funda el Reino de Dios tanto en el cielo como en la
tierra?

Lo hace a través de la justicia.

Página 22 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

• Justicia como fundamento del Reino de Dios.


En el libro de los Salmos, toda la revelación que David
va teniendo es acerca de un Rey de justicia, un trono de
justicia, asentado sobre un cimiento de justicia, que tiene
un cetro de justicia y vestido con vestiduras de justicia.
Revelación de un Dios cuya esencia, sobre todas las cosas,
es justicia.

Jesucristo es la manifestación de la justicia de Dios; y


cuando Él toca la tierra, es la semilla gloriosa que así como
el grano de trigo que muere y lleva fruto, mucho fruto,
así cuando Cristo muere, van a brotar: Salvación y justicia.

Tal vez fuimos más fuertes en el mensaje y la manifestación de la sal-


vación, pero hemos carecido en parte de entendimiento o ministerios y
dones que puedan hablar acerca de la palabra de justicia.

Hebreos 5:13-14 nos habla de “Niños inexpertos en la pa-


labra de justicia…”. El apóstol Pablo tenía un ministerio
para impartir, enseñar, instruir, corregir en la palabra de
justicia. Hoy necesitamos este nivel de ministerio, necesi-
tamos estos oficios apostólicos, proféticos, magisteriales
que nos ayuden a entender la manifestación de la justicia
de Dios en la tierra.

No nos ha faltado el mensaje de salvación. Desde los días de los Após-


toles en el libro de los Hechos hasta el presente, nunca faltó el mensaje
de salvación. Cuando de alguna forma parecía declinar, y la apostasía y
las tinieblas parecían ganar territorio, el Señor levantaba apóstoles re-
formadores como Martín Lutero y otros que traerían una reforma que
recuperaría valores sobre la salvación.

En búsqueda de la Justicia · Página 23


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

Pero nuestra obra misionera en todas las naciones de la tierra ha te-


nido que ver más con un “brotar” de salvación que con un “brotar”
de justicia. Para respaldar esta afirmación podemos compartir la ex-
periencia de Landa Cope, una mujer Fundadora de la Facultad de Co-
municación de la Universidad de las Naciones de JUCUM (Juventud
con una misión) a nivel mundial. Esta mujer, en su libro “El Modelo
De Transformación Social Del Antiguo Testamento” hizo un trabajo
excepcional de relevamiento responsable y serio de algunas naciones
y continentes donde el evangelio tiene mayoría de personas, como por
ejemplo: Dallas, África y otros lugares más donde hay un alto número
de “evangélicos” que asciende al 80%.

La pregunta que surge es: ¿Por qué en ambos lugares (Dallas y África)
hay un alto índice de divorcios, de pestes, de hambre, de miseria, de
pobreza, de ignorancia, de analfabetismo, y toda clase de virus, como
el avance y crecimiento del SIDA, etc.? ¿Por qué sucede esto si el evan-
gelio llegó hasta ellos? ¿Por qué si nos consta y tenemos la certeza de
que durante décadas y siglos se hizo un gran trabajo con el evangelio
en aquellos territorios?

Es simplemente porque brotó el evangelio de la salvación y no el


evangelio de la justicia. La orden era que cuando descendiera del cie-
lo brotaran tanto: salvación como justicia. Pero mayormente, tanto en
estos como en otros territorios (países, naciones y ciudades que cono-
cemos) está lleno de evangélicos y nos damos cuenta de que no cambia-
ron, que la miseria y la corrupción continúan; que aunque los creyentes
son mayoría no existe verdadera transformación.

Existen algunos cambios de mejoría en algunos aspectos, pero en


realidad no se ha cambiado absolutamente nada que sea altamente
relevante para las próximas generaciones. Está lleno de evangélicos, y
aún así no se cambió la educación, la política, el arte, la economía, la
cultura, el deporte; no se cambiaron los principios y valores familiares.

Página 24 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 1 · El Reino de Dios y su Justicia

¿Por qué? ¿Acaso no llegó Cristo a ellos? Claro que sí, Cristo llegó a
ellos, pero ¿qué fue lo que faltó? Lo que faltó, lo que no hubo fue la Re-
velación de la manifestación de la palabra de justicia (Hebreos 5:13-14)
y su práctica.

Por eso es que entendemos que hay una gran responsabilidad de ha-
blar acerca de la justicia y de su práctica.

Esto no es algo que debe descender del cielo ahora; ya descendió en


Cristo Jesús. Nosotros como hijos del Padre y Dios todopoderoso fui-
mos llamados a manifestar, fuimos llamados a dejar de ser esclavos de
la iniquidad y pasar a ser siervos de la justicia (Romanos 6:18-22).

Debemos levantarnos como siervos de justicia.


Identificarnos con lo que Cristo fue, vino e hizo en justicia.

En búsqueda de la Justicia · Página 25


Capítulo 2

LA JUSTICIA DE DIOS

¿Qué significa? ¿Qué representa? ¿Cuál es la idea del término “justicia


de Dios”?

Observemos la definición de justicia en tres palabras del idioma he-


breo: Sedeq, Mishpat y Sedaqah. Notemos cómo la palabra justicia
recorre el Antiguo y Nuevo Testamentos en la Biblia, y los valores en
relación a ésta.

No vamos a hablar de la palabra justicia en su sentido occidental,


porque en este sentido justicia solo representa “darle a cada uno lo
suyo”, “darle a cada uno conforme a su derecho”, pero en la Biblia, la
palabra justicia está cimentada no solo en los derechos de una perso-
na sino también en las obligaciones.

Cuando estudiamos o buscamos el término justicia en diccionarios o


Internet, inmediatamente se la define como “darle a cada uno conforme
a su derecho” y no está mal pero es un significado incompleto. ¿Por
qué? Porque en verdad justicia es equidad entre lo que representaría los
derechos de una persona, pero también sus obligaciones.

En búsqueda de la Justicia · Página 27


Capítulo 2 · La Justicia de Dios

Cuando miramos todas las relaciones bíblicas, todos los tipos de re-
laciones que existen entre los seres humanos (filiales, conyugales, so-
ciales, laborales, congregacionales, empresariales, profesionales, depor-
tivas) descubrimos que, según la Biblia, todas están basadas sobre un
principio de justicia en derechos y obligaciones.

Por ejemplo, cuando la Biblia habla acerca de que el hombre ame a


su mujer, ¿cuál es el derecho de la mujer? Ser amada. ¿Cuál es la obliga-
ción del marido? Amarla.

Cuando hablamos acerca de que la mujer respete, ame o se someta


a su marido (que no habla de una sumisión que provoque esclavitud,
no habla de supresión, sino que está hablando de una identificación de
propósito), entendiendo como sumisión la unión con la misma misión,
nos damos cuenta de que el hombre tiene derecho a ser respetado y la
mujer tiene la obligación de respetarlo.

Toda relación fue basada en derechos y obligaciones. Si a esta verdad le


quitamos la esencia del amor, entonces el derecho se vuelve un reclamo
y una búsqueda egoísta y la obligación se torna en una pesada carga.
Pero cuando la esencia de la práctica de la justicia es el amor, cumplir
con el derecho de otro es un placer, desarrollar nuestra obligación es
un placer.

Cuando miramos las relaciones filiales entre padres e hijos también


podemos apreciar que la Biblia dice exactamente lo mismo; a los hijos:
“obedeced a vuestros padres” y a los padres les dice: “no hagáis enojar a
vuestros hijos” o “no provoquéis a ira a vuestros hijos”.

Entonces por un lado observamos que el derecho de un padre es ser


obedecido por su hijo. ¿Cuál es la obligación del hijo? Obedecerlo. Por
lo tanto en aquel mandamiento encontramos derechos y obligaciones.

Página 28 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 2 · La Justicia de Dios

Esto podemos notarlo también en un plano a la inversa. Donde la


palabra de Dios dice: “Padres no provoquéis a ira a vuestros hijos.” ¿Cuál
es el derecho de un hijo? No ser enojado por cualquier cosa. No ser
provocado el estado de ánimo de los hijos por medio de burlas, maltra-
tos y cualquier otro tipo de expresión incorrecta. Ese es el derecho de
un hijo. ¿Cuál es la obligación de un padre? Cuidar que su hijo no se
pierda en un estado de ira, en un estado de enojo innecesario.

Toda relación está basada en DERECHOS Y OBLIGACIONES

Las relaciones interpersonales, están todas basadas en DERECHOS y


OBLIGACIONES. Cuando hablamos de los ciudadanos de una socie-
dad, estamos hablando exactamente de lo mismo; tanto las autoridades
como los ciudadanos tienen derechos y obligaciones.

¿Cuándo se quiebra esta equidad establecida en la justicia? Cuando


alguien no cumple su derecho, o no recibe su derecho; cuando alguien
no cumple su obligación o no disfruta de esa obligación y comienzan
a pervertirse las relaciones. En otras palabras, aún con Dios, nuestra
relación está basada en equidad, en principios de justicia.

La importancia de descubrir nuestros derechos y obligaciones

Algunas preguntas que podemos plantearnos:

• ¿Cuáles son nuestros derechos en Dios? ¿Cuáles son


nuestras obligaciones?
• ¿Cuáles son los derechos de Dios? ¿Cuáles son las obli-
gaciones que Dios se impuso por causa de nosotros?

En búsqueda de la Justicia · Página 29


Capítulo 2 · La Justicia de Dios

Dios no dejó al azar nuestras relaciones, sino que Él estableció nues-


tras relaciones sobre principios de justicia. El grave problema que en-
contramos hoy es malinterpretar la Libertad, donde en ocasiones se
entiende que libertad no tiene que ver con equidad, que libertad no
tiene que ver con derechos y obligaciones, por cuanto eso es algo lega-
lista o es algo de la religión. Pero debemos comprobar por medio de las
Escrituras que una cosa es el legalismo y otra cosa es la legalidad.

Importancia y valor de la legalidad en todas las relaciones de la vida.


Nada funciona si no cumplimos con la práctica de la justicia, es decir
que todo fue establecido en relaciones de justicia.

Definiendo los conceptos de justicia

• SEDEQ: Significa amor constante, ésta es la esencia de la palabra


justicia. Podemos definirla como “la expresión suprema de lo que es
justo y correcto en la comunidad”. Tiene que ver con las relaciones co-
munitarias. (Mateo 22:15-21)

Es el concepto de justicia central que gobierna todas las relaciones


sociales.

Mateo 22:15-21 “Entonces se fueron los fariseos y consultaron cómo


sorprenderle en alguna palabra. Y le enviaron los discípulos de ellos con
los herodianos, diciendo: Maestro, sabemos que eres amante de la verdad,
y que enseñas con verdad el camino de Dios, y que no te cuidas de nadie,
porque no miras la apariencia de los hombres. Dinos, pues, qué te parece:
¿Es lícito dar tributo a César, o no? Pero Jesús, conociendo la malicia de
ellos, les dijo: ¿Por qué me tentáis, hipócritas? Mostradme la moneda del
tributo. Y ellos le presentaron un denario. Entonces les dijo: ¿De quién es
esta imagen, y la inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues,
a César lo que es de César, y a Dios lo que es de Dios.”

Página 30 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 2 · La Justicia de Dios

• Jesús era más que un amante de la verdad, ERA LA VERDAD.


• Los religiosos tratan, por medio de la adulación, de tentar a Jesús
y que Él quede expuesto en vergüenza con una declaración incorrecta
delante de los herodianos para que esto llegue delante de Herodes y
tener así evidencias para condenar a Jesús.
• El Señor conocía la verdadera motivación de los fariseos.
• Jesús tenía todo el derecho de decirles: “No le paguen impuesto al
César; solo den tributo a Dios”, pero justicia no solo tiene que ver con
un aspecto de fe, del cristianismo, o de la palabra de Dios en determi-
nada religión.

Fe tiene que ver con justicia y justicia tiene aplicación en el sentido


social y Jesús va a responderles desde este ámbito: las responsabilidades
sociales.

Es interesante conocer que la práctica de la justicia -sedeq- no solo


tiene relación con un ámbito de congregación o que abarque solo a la
familia. También tiene que ver con cómo nos relacionamos con la gente
que no es de la iglesia o mismo credo.

Recordemos lo que la gente en Mateo 22:15-21 está diciendo acerca


del César, quien era un hombre impío, pagano, que vivía una vida des-
ordenada; sin embargo Jesús les enseña que ellos debían practicar la
justicia en todas las áreas o aspectos de la sociedad.
¡Cuán importante es pagar los impuestos que rigen en nuestra ciu-
dad, en nuestra nación! ¿Por qué? Porque esto representa la palabra
sedeq: JUSTICIA EN LAS RELACIONES SOCIALES (no tener deudas
con nadie).
Sedeq representa justicia con los maestros de nuestros hijos, con
nuestros empleadores y empleados, justicia con los compañeros de tra-
bajo o de clase, justicia cuando respetamos las señales de tránsito y no
ponemos en riesgo a otras personas porque estamos apurados, etc.

En búsqueda de la Justicia · Página 31


Capítulo 2 · La Justicia de Dios

Muchos son los aspectos que tienen relación con la justicia social.
No solo se trata de “dar de comer a los pobres” (aunque está de más
decir que esta es una tarea altamente noble). Debemos enfatizar que ha-
blamos de una justicia que abarca TODOS los sistemas de relaciones
sociales.

Si miramos con atención el pasaje bíblico citado descubriremos lo


importante que es hacer o practicar este tipo de justicia. ¿Por qué? Por-
que si interpretamos correctamente esta Escritura, estaban tentando
a Jesús específicamente para que Él tuviera evidencias condenatorias
para ir preso. Sin embargo, la práctica de la justicia en las relaciones
sociales lo libró de ser llevado como una persona que no responde a los
impuestos cívicos o los impuestos sociales.

Practicar la justicia nos cubre a 360º, no solamente nos cubre del


mundo espiritual y diabólico, de brujos y hechiceros, de demonios que
quieran visitar nuestra casa, del “ángel de la muerte” como en los días
de Moisés en la casa de los israelitas, sino que también la justicia nos
cubre de aquellas personas que nos quieren hacer tropezar y hacernos
caer.

Aunque vengan propuestas de hacer lo deshonesto (por ejemplo, re-


cibir más salario a cambio de hacer algo indecente e injusto), más vale
perder el trabajo que perder la integridad. Mantén tu integridad. Es
preferible “ir a la cárcel con Dios que ir a la cama con la mujer de Potifar
sin Dios” (Génesis 39).

La justicia nos cubre de todo aquello que nos quiere hacer caer,
de lo indecente, de lo injusto, etc.
Debemos mantener NUESTRA INTEGRIDAD.

SEDEQ: En este principio de justicia, se revela el valor de darle a Dios


lo que es suyo.

Página 32 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 2 · La Justicia de Dios

Mateo 22:35-40 “Y uno de ellos, intérprete de la ley, preguntó por ten-


tarle, diciendo: Maestro, ¿cuál es el gran mandamiento en la ley? Jesús le
dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu corazón, y con toda tu alma,
y con toda tu mente. Este es el primero y grande mandamiento. Y el se-
gundo es semejante: Amarás a tu prójimo como a ti mismo. De estos dos
mandamientos depende toda la ley y los profetas.”

Observemos cómo Dios conecta estos mandamientos. Jesús dice:

• Amarás a Dios: valor de darle a Dios lo que es suyo… ¿Qué es de


Dios? TODO NUESTRO AMOR.
• Amarás a las personas

Dios tiene el DERECHO de recibir todo nuestro amor, tiene el dere-


cho a ser amado con toda nuestra mente, con todo nuestro corazón, toda
nuestra fuerza y alma, con toda nuestra vida. Él tiene ese derecho y el
derecho de Dios se transformó en nuestra OBLIGACIÓN.

Recordemos que toda relación establecida en justicia


tiene derechos y obligaciones.

¿Cuál es el derecho de Dios? Ser amado con todo nuestro ser.


¿Cuál es el derecho de las personas que nos rodean? Ser amadas de la
manera o la forma en que amamos a Dios.

Pero nuestra prioridad de amor siempre debe ser Dios; él debe ser
nuestro primer, mayor y más grande amor.

Él es la primicia de nuestro amor y luego….

Por amarlo a él, como resultado podemos amar a todas las personas
que nos rodean.

En búsqueda de la Justicia · Página 33


Capítulo 2 · La Justicia de Dios

¿Es posible amar a Dios con todo nuestro ser?

1ª Juan 4:19 - “Nosotros le amamos a él, porque él nos amó primero.”

La razón por la cual podemos darle este placer a Dios y cumplir con
este derecho, es PORQUE DIOS LO CUMPLIÓ CON NOSOTROS. El
apóstol Juan nos dice que amamos a Dios porque él nos amó primero.

Fuimos llamados más que a sentir el amor de Dios, a entender el


Amor de Dios, porque puedo dejar de sentir lo que siento, pero jamás
dejaré lo que alcancé a entender. ¡Qué difícil para alguien querer amar
a Dios sin entender cuánto Dios le amó, sin experimentar que ha sido
amado por Dios! Ahora bien, cada vez que usted y yo experimentamos
el amor de Dios, cada vez que sabemos cuánto somos amados por Dios
y en la medida en que comenzamos a amar a Dios, nos lleva a una re-
flexión intensa y poderosa.

REFLEXIÓN
Si Dios tiene derecho a ser amado, usted y yo, ¿tenemos derecho a
ser amados por Dios? La respuesta es ¡Sí! Porque Dios es justo. Él no
reclamará algo para sí mismo que no sea capaz de darnos. Él nos amó
con todo su ser, y lo demostró dándonos a su Hijo Jesucristo.
Tenemos el derecho a ser amados, y Dios siempre cumplirá con ese
derecho. Que Él nos ame no se trata de méritos; él no nos ama por
nuestras virtudes o defectos. Dios nos ama porque es nuestro derecho.
El amor está envuelto en un ambiente de justicia; amor es la esencia de
la justicia.
Nos ama porque es nuestro derecho; y aprendemos a amarle, no por
cómo nos sentimos, no por cómo vivimos o si estamos haciendo bien

Página 34 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 2 · La Justicia de Dios

las cosas. Él es digno de ser amado todo el tiempo, en cada momento de


nuestras vidas porque ese es su DERECHO.

Recordemos: Su derecho es nuestra obligación; y nuestro derecho es


Su obligación.

Es precioso saber que Dios se auto-obligó EN AMOR A AMARNOS


porque es Justo y practica la justicia. Se obligó a sí mismo a cumplir su
derecho con nosotros.

¿Cuál es nuestro estándar de vida?


Amarle con todo nuestro corazón.

• SEDEQ - Significa rectificar o restaurar situaciones entre personas y


grupos. Vivir conforme a lo que la situación social exige, como lo expre-
sa el Apóstol Pablo en la carta a los Romanos 12:13-20:

“…Compartiendo para las necesidades de los santos…”


“…Estad en paz con todos los hombres…”
“…si tu enemigo tuviere hambre…”

Esto es SEDEQ. La forma en que nosotros restablecemos, rectifica-


mos y restauramos relaciones a través de todos estos valores. En estos
pasajes y tantos otros encontramos lo que es la esencia de la palabra
sedeq; esto es justicia.

RESUMIENDO

• Sedeq (amor constante) y Yeshua (liberación, salvación) per-


tenecen al campo semántico de sedeq, justicia.
• La esencia de la práctica de la justicia está en el amor cons-
tante; no existe verdadera justicia sin amor. Esta es la plataforma
de toda justicia.

En búsqueda de la Justicia · Página 35


Capítulo 2 · La Justicia de Dios

¿Cómo se pueden cumplir estos estándares de práctica de justicia sin


amor? Sin amor, simplemente es LEGALISMO; todo lo que hagamos
no tiene validez (1º Corintios 13).

JUSTICIA NO ES SOLO UN ACTO, JUSTICIA NO ES SOLO


UNA ACCIÓN, JUSTICIA ES UNA ACTITUD INTERIOR.

Existen personas que dan de comer a otras, pero en su corazón no


hay amor; son capaces de quitarse la ropa para dársela a otros pero en
su interior, no es por amor. La esencia de todo acto de justicia debe ser
el amor, y si el amor gobierna nuestro corazón todo acto que hagamos
hacia afuera será verdaderamente práctica de la justicia delante del Se-
ñor.

Página 36 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 3

SEDEQ, SEDAQAH, MISHPAT:


Definiendo los conceptos de justicia.

• Sedeq: significa justicia para el oprimido, para el que sufre, obra de


Justicia que se practica por amor a Dios (Mateo 25: 34-40).

• Sedaqah: Significa “un acto de bondad o compasión”. Sin perder lo


que es justicia como expresión, analizaremos cuál es la motivación de
esta práctica de justicia.

En ese sentido, Sedaqah es liberar al oprimido, reivindicar al huér-


fano, a la viuda, al inmigrante, al pobre contra sus opresores o lo que
tiene que ver con hospitalidad. Asimismo esta práctica de justicia tiene
relación con actos de compasión, con acciones de MISERICORDIA.

Para poder definir SEDAQAH usaremos el ejemplo bíblico del buen


samaritano.

La Justicia que practicó el buen Samaritano:

Esta historia representa un buen sedaqah; implica una expresión

En búsqueda de la Justicia · Página 37


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

de compasión y bondad que es exteriorizada por un acto de justicia.


Cuando él levanta al herido, cuando lo alimenta, lo cura y lo lleva al
mesón, no es solamente porque tiene compasión, sino que está hacien-
do un acto de justicia y esto es lo que el Señor espera de nosotros. Que
hagamos este tipo o práctica de actos de justicia fundamentalmente por
compasión con aquellos que están en condiciones similares o peores de
las que sufrió este hombre.

SEDAQAH es la expresión clara de un corazón


que está permanentemente conmovido.

El 22 de febrero del 2012 fuimos testigos a través de los medios de


comunicación del accidente de un tren en la estación del ferrocarril de
Once, en Capital Federal, Buenos Aires, Argentina, donde tristemente
fallecieron más de 50 personas y 676 resultaron heridas. Se podía ver la
cantidad de gente que corría de aquí para allá tratando de ayudar y so-
correr a las personas que estaban atrapadas, asfixiadas, que no podían
movilizarse. Vimos en acción gente que, movida a compasión, intervi-
no para poder ayudar a los accidentados. Eso es sedaqah.

No podemos ser indiferentes, ser indolentes, no podemos perder esta


compasión que también representa a la práctica de la justicia. Siempre
vi el acto del buen samaritano sólo en un contexto de la misericordia,
pero luego de estudiar estas palabras -sedeq, sedaqah, mishpat- me di
cuenta de que no es únicamente un acto de misericordia sino también
la práctica de la justicia.

Debemos desarrollar “sedaqah”, esta práctica de la justicia


y misericordia con las personas.

En Isaías 58 leemos: “el ayuno que agrada al Señor”.


Este es otro pasaje bíblico clave en la práctica de sedaqah, haciendo
actos de justicia en bondad y compasión.

Página 38 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

• Mishpat: Se traduce con frecuencia por derecho o justicia. Tiene


matices jurídicos (regla, juicio, ley, proceso jurídico), pero éstos son solo
ampliaciones de su sentido primario: la justicia en esencia es liberadora
y salvífica.
Aunque le demos un perfil de legalidad y derecho, en realidad esta-
mos hablando de liberación, porque en su esencia, siempre la justicia se
manifiesta en amor para liberación.

Siempre vamos a ver que la palabra justicia está acompañada de la


palabra Yeshua (Jesús) que significa: liberación y salvación. De hecho,
el corazón de la Torah, consiste en hacer justicia allá donde reina lo
contrario.

Mishpat también está relacionado con Legalidad pero… en amor y


compasión.

Hay personas que pueden ejercer legalidad (abogados, jueces) sin


amor. Sin embargo la justicia mishpat de Dios en esencia está gober-
nada por el amor. Aunque tenga la expresión de legalidad y se mueva
dentro del contexto del derecho, su base y fundamento son el amor y
la compasión.

De donde podemos decir que:


- Vivir una vida de amor sin andar en principios de legalidad, es estar
permanentemente propensos a caer en libertinaje; solo será una cues-
tión de tiempo.
Recuerde:
• Amor es justicia y tiene derechos y obligaciones. Se debe producir
un cambio de mentalidad.
• Todo amor debe ser contextualizado dentro de valores de legalidad
(por ejemplo: cuáles son los derechos y las obligaciones de los cónyu-
ges).

En búsqueda de la Justicia · Página 39


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

Debemos construir un amor responsable, maduro, no un amor sin


legalidad y sin principios de la justicia. Debe ser un amor que camine
en valores fundamentados en las Escrituras, en los consejos de Dios
para que permanezca. Sin esto, no tendrá continuidad una relación ma-
trimonial, una relación familiar o una amistad.

La práctica de la justicia en amor es edificar relaciones en equidad y


derecho; en contraste toda iniquidad deteriora las relaciones. Etimoló-
gicamente la palabra iniquidad quiere decir “lo torcido”; de hecho es lo
que se tuerce del camino recto y perfecto de Dios.

El amor en Justicia garantiza relaciones duraderas; el amor que no


respeta los principios de justicia lamentablemente está pronto a des-
aparecer.

Toda relación está fundamentada en amor


y debe cumplir derechos y obligaciones.

El segundo pensamiento que deriva de mishpat tiene que ver con lo


opuesto:

• Caminar en legalidad sin amor, es caer en criterios y conceptos le-


galistas.
• Caer en el extremo del legalismo. Esto está en relación con lo que
dice Eclesiastés 7:16: No seas demasiado justo, ni seas sabio con exceso;
¿por qué habrás de destruirte? No lleguemos a ser tan legales que nos
olvidemos que la esencia es el amor.

MISHPAT en su sentido correcto:


• Está totalmente relacionada con la obra de legalidad que se llevó
a cabo en la cruz del Calvario.

Página 40 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

Ésta fue la expresión del amor de Dios en un camino de legalidad.


Jesús no hizo nada ilegal. Su amor no trasgredió ninguna ley, cumplió
TODAS las Leyes. Por eso la Escritura dice que él “no vino a abrogar la
ley, sino a cumplirla”.

Él anduvo en amor por todos los caminos de la legalidad, hizo todo


legalmente como estaba escrito acerca de él; cumplió y satisfizo todas
las demandas de la Ley que el hombre quebrantó, cumpliendo todos los
procesos de la legalidad

“Llevó sobre sí toda maldición, toda iniquidad, toda la culpa,


toda enfermedad, todo pecado, toda dolencia”
y ahora en el Nombre de Jesucristo, nosotros recibimos
toda bendición porque él cumplió en amor
TODOS LOS PRINCIPIOS DE LEGALIDAD.

• Todo el sacrificio de Cristo fue realizado dentro de los principios


legales de Justicia.

Había un juez, un acusador y Él como abogado se presentó delante


del Padre. Él fue el abogado y fue la víctima, fue el precio a pagar.

¿Cómo es que el enemigo va a poder detener un sacrificio como el


de Jesús?

Satanás no puede acusar ni al Padre ni al Hijo de ningún acto de


ilegalidad. Todo su amor fue desarrollado en un contexto de Legalidad.

Por eso es que necesitamos tanto entender este concepto acerca de


LEGALIDAD en AMOR y AMOR en LEGALIDAD.

En búsqueda de la Justicia · Página 41


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

LA ESENCIA DE LA JUSTICIA DIVINA


ES EL AMOR DE DIOS

• El fundamento de nuestra Justicia en Cristo delante de Dios, es


el Amor.

¿Qué es lo que nos permite estar delante de la presencia de Dios sino


la justicia de Dios en Cristo Jesús? Su esencia es el amor. La esencia de
nuestra justicia propia es el ego, el orgullo, es el “yo”.

Mientras que nuestra justicia en Cristo descansa en su Gracia y Amor


produciendo fe dentro de nuestros corazones, la justicia propia descan-
sa en la raíz del ego y en los frutos de las propias obras, desencadenan-
do como resultado final frustración. Si tomamos el ejemplo del herma-
no mayor de la parábola del hijo pródigo, quien vivía una vida basada
en la justicia propia y fundamentada en sus propias obras, vemos que
dice: “Padre, tanto he trabajado para ti… nunca me mataste un corde-
ro…, nunca celebraste una fiesta para mí”. Todo eso le pertenecía, pero
él nunca descansó en su padre, en una relación de amor, sino en una
relación de obras. Eso provocó dentro de él una vida de justicia propia
y pensaba que por todo lo que hacía sería premiado. Sin embargo él no
sería recompensado por lo que hacía sino por quién era.
No pudo concebir que el padre le hiciera fiesta a su hermano menor.
Decía: “Mira de dónde viene,… mira lo que hizo, lo que gastó, lo que per-
dió. No puedes hacer fiesta por alguien que hizo todo lo que mi hermano
menor hizo”.
Cuando usted y yo tenemos una mentalidad de justicia propia, todo
se recibirá en base a nuestro mérito personal. Pero cuando descansa-
mos en la justicia de Dios en Cristo, somos merecedores de ser amados
independientemente de nuestros errores o de nuestros aciertos.
No queremos hacer apología del pecado, no queremos defender lo

Página 42 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

indefendible, ni defender aquello por lo cual Jesucristo murió en la


cruz, pero debemos saber que: Tenemos derecho a ser amados, indepen-
dientemente de nuestros errores o virtudes. Dios nos ama y lo que Él nos
dará, lo recibiremos en Cristo.

La doctrina apostólica declara fuertemente en Efesios 1:3:

“Nos fue dada toda bendición espiritual en Cristo Jesús


…todo nos fue dado en él, por él y por medio de él y para él
TODO en Cristo.”

No tiene que ver con méritos personales, mas la justicia propia hace
resaltar nuestras obras como si por medio de ellas recibiéramos algún
beneficio de parte de Dios. El final de toda justicia propia es frustración.

Todo hombre o mujer que vive fundamentado en este tipo de justicia,


en lo que él o ella es, en lo que hace o deja de hacer, pasarán los años y
sufrirá lo mismo que el hermano mayor de la historia bíblica. Un esta-
do de depresión, frustración, un estado de no comprender por qué el
padre puede bendecir al hermano menor que hizo tantas barbaridades
y para él no hay ningún tipo de remuneración. Sin embargo, que no lo
haya recibido, no quiere decir que nunca estuviera a disposición de él.
El padre le contesta de esta manera: “Hijo, siempre estuvo a tu alcance, lo
podrías haber tomado cuando hubieras querido… hijo, tu justicia propia
nunca te permitió disfrutar lo que era tuyo” (agregado final del autor).

• En la Biblia, la orden de expresar Su Justicia se refiere más bien y


en primer lugar, a un contexto de relaciones sociales y no solo con-
gregacionales.

Específicamente, justicia significa rescatar a la víctima, liberar al opri-


mido. Expresa por lo tanto algún tipo de reivindicación.

En búsqueda de la Justicia · Página 43


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

Bajo la unción pastoral hemos contextualizado las Escrituras sólo


para una vida de relaciones congregacionales; pero la Biblia no está
condicionada a este tipo de relación. Por lo tanto, la justicia de Dios
revelada en ella no es sólo para los creyentes (obviamente, primero es
para los creyentes: la ayuda, el consuelo, el compartir, el favorecer, de-
bemos hacerlo con nuestros hermanos en la fe). Sin embargo, la Escri-
tura no define justicia como un acto realizado sólo para la gente de la
iglesia.

Necesitamos practicar justicia con aquellos que no son hijos de Dios.


Así pues, ¿cómo sabrán que somos hijos de Dios? A través de las obras
de amor que hacemos por ellos (1º Corintios 13).

Por tanto, cuando hablamos de justicia, no estamos hablando sólo de


prácticas de amor y misericordia para los creyentes, sino también para
aquellos que no comparten nuestra fe (judíos, mormones, religiosos,
adictos a cualquier tipo de vicios, los escépticos y ateos). También para
con ellos podemos cumplir un acto de justicia.

Las Escrituras nos muestran esto en el acto del buen samaritano,


que practicó la justicia en compasión y amor.

Cuando hablamos de justicia, no solamente se trata de servir a nues-


tros hermanos de la iglesia, debemos servir aún a los parientes incon-
versos, aquellos que no quieren saber nada con el evangelio, porque eso
también es práctica de la justicia.

• La Biblia no reconoce justicia alguna sin amor y sin misericordia.


Hay quienes piensan que por hacer lo correcto, eso queda escrito de-
lante de Dios. Sin embargo, Dios no reconoce nada que se haga sin amor
y sin misericordia (1º Corintios 13). Podemos hacer lo correcto de la
manera equivocada, haciendo obras correctas con la actitud errada.

Página 44 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

RECUERDE

Justicia es una expresión exterior que debe ser conducida


por una motivación de amor.

Justicia agradable ante los ojos de Dios: una acción externa movidos
por una acción interna.

En el Nuevo Testamento, Jesús proclama el reino de Dios que repre-


senta la realización de la justicia (sedeq y mishpat) de Dios. De hecho, el
apóstol Pablo en bastantes oportunidades en vez de hablar del reino de
Dios, habla de la Justicia de Dios. Más importante es todavía la consta-
tación de que según el Nuevo Testamento, especialmente en el evange-
lio de Mateo, Jesús realiza la justicia de Dios en su propia persona al ayu-
dar a los pobres y marginados, por estar, comer, y beber con personas
que nadie lo hacía. Eso es la manifestación de la JUSTICIA DE DIOS.

Justicia es acercarse a aquella gente que nadie se acerca, es tocar a los


que nadie toca. Eso no es sólo un acto de compasión, es reconocido de-
lante de Dios como la manifestación de la práctica de la justicia. Cada
vez que hacemos esto, estamos “cosiendo o tejiendo nuestra vestidura de
Novia del Cordero”.

Apocalipsis 19:8 - “Y la novia se ha preparado para el Cordero, la


boda está lista; la novia se ha vestido de vestiduras de lino fino, blancas y
resplandecientes que son las acciones justas de los santos…”

El lino fino son las acciones justas de los santos. Cada vez que nos
acercamos al necesitado, restauramos relaciones; cada vez que cumpli-
mos con nuestras obligaciones sociales, cuando liberamos al cautivo,
cada vez que “nos acercamos al que descendió de Jerusalén y fue roba-
do”, estamos vistiendo nuestras vestiduras; estamos cosiendo y tejiendo
aquello que será para nuestra intimidad con el Novio.

En búsqueda de la Justicia · Página 45


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

Me impresiona observar las dos multitudes de Apocalipsis: Una can-


ta que la boda ha llegado, la otra no canta; es la que se ha preparado.
Podemos decidir si cantar o vestirnos. Este es el tiempo de vestirnos de
acciones de justicia, con obras de la práctica de la justicia a través de
servir a los que más sufren, ayudar a los más necesitados.

Las Normas y Criterios de Justicia, tienen que expresar


las Exigencias del Amor; no solamente actos, sino ACTITUDES.

Movidos interiormente por las exigencias del amor como habla 1º


Corintios 13, todos los que seguimos a Jesús en esta práctica nos con-
vertimos en la justicia de Dios presente en este mundo. Jesús se con-
vierte en el criterio único de lo que es la justicia: practicar la justicia
es seguir a Jesús.

Como ejemplo podemos tomar a la madre Teresa de Calcuta, que


continuó la obra de Jesús en la tierra; una mujer que no hizo ni más ni
menos que manifestar en amor la justicia de Dios en Cristo para tanta
gente que sufrió, que sufre y que podría sufrir a no ser por la interven-
ción de un corazón de misericordia que practicó la justicia hacia los
necesitados.

¿Qué es lo que el mundo está esperando?


El mundo está esperando la manifestación de la justicia de Dios en
los hijos de Dios. Necesita que nos manifestemos como siervos de la
justicia.

Fuimos llamados a identificarnos


y prolongar lo que Cristo comenzó.

1ª Juan 2:6 - “El que dice que permanece en él, debe andar como él
anduvo.”

Página 46 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

La señal es ser siervo de justicia, es estar “bautizados en justicia”. So-


mos la prolongación de Jesucristo, la manifestación de la justicia de
Dios en Cristo para este sistema, para esta generación y las próximas.

Otras verdades acerca del amor y la justicia

1ª Juan 3:7 - “Hijitos, nadie os engañe; el que hace justicia es justo,


como él es justo.”

Debemos hacer justicia; fuimos llamados a continuar lo que Jesús


comenzó.

1ª Juan 3:8 - “El que practica el pecado es del diablo; porque el diablo
peca desde el principio. Para esto apareció el Hijo de Dios, para deshacer
las obras del diablo.”

¿Qué es hacer justicia? ES DESHACER LAS OBRAS DEL DIABLO.


Alimentando a la viuda, cuidando del huérfano, liberando al oprimido,
sanando al enfermo, restaurando al caído, salvando al perdido, estable-
ciendo su Reino, resucitando a los muertos, TODO esto pertenece a
la práctica de la justicia. Pero no solo es la obra, sino que la obra debe
estar basada en la esencia que es el amor.

El capítulo 2 del libro de Apocalipsis, en el Mensaje a la iglesia de


Éfeso señala: “Yo sé de tu arduo trabajo, yo sé de tu gran paciencia,….
Conozco todo lo que has hecho…. Pero todo lo que haces no es suficiente
porque has dejado tu primer amor…” (parafraseado por el autor). Rea-
lizar todos estos actos: servir, trabajar, tener paciencia, avanzar, crecer,
multiplicarnos, es importante; pero todo carece de sentido delante de
Dios si no lo hacemos con amor.

Práctica de justicia es conectar nuestro ser interior en compasión


y bondad con actos de amor para con otras personas.

En búsqueda de la Justicia · Página 47


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

1ª Juan 3:9 - “Todo aquel que es nacido de Dios, no practica el pecado,


porque la simiente de Dios permanece en él; y no puede pecar, porque es
nacido de Dios.”

1ª Juan 3:10 - “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos del
diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su hermano, no
es de Dios.”

¿Qué significan estas dos palabras?


• JUSTICIA: ACCIÓN
• AMAR AL HERMANO: MOTIVACIÓN

Hacer justicia sin amor NO ES DE DIOS. ¿Puede ser que alguien


haga justicia sin amor?

El Señor está separando las dos cosas aquí:


• Hacer justicia sin amar al hermano, no sirve.
• Amar y no hacer justicia, tampoco sirve.
• Ambas –Justicia y amor - deben ir juntas para ser agradables de-
lante de Dios.

1ª Juan 3:11 - “Porque este es el mensaje que habéis oído desde el prin-
cipio: Que nos amemos unos a otros.”

JUSTICIA es COMPROMISO CON EL OTRO, asumir responsabi-


lidad por otros. Vivimos días de irresponsabilidad, donde nadie quiere
comprometerse con los demás. En Argentina, gobernó una ideología,
un pensamiento: “No te metas”. Sin embargo, el mensaje del Evangelio
del Reino es compromiso con los demás.

El distintivo particular, la virtud de la justicia,


es que tiene por misión ordenar al hombre
en lo que se refiere a la relación con el otro.

Página 48 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

La Justicia va a matar el virus del egocentrismo, mata el individualis-


mo, alinea nuestra vida con la de otros, me compromete con otros. Nos
vuelve RESPONSABLES con los demás.
Por ejemplo, en el relato de Caín y Abel, cuando Dios pregunta:
¿Dónde está tu hermano? Caín responde: ¿Acaso soy yo guarda de mi
hermano? ¡¡Claro que sí!! Eres guarda y responsable de tu hermano; y
no sólo no has cuidado de él, sino que lo has matado.
Somos guardas, responsables por la vida de nuestros hermanos. Hoy
podemos definir que una expresión de asesinato también es la INDI-
FERENCIA.
Uno mata a alguien cuando es INDIFERENTE. Ya dice el dicho:
“Mátalo con la indiferencia”.

Ser INDIFERENTES a las necesidades de otros,


también es cometer un tipo de homicidio.

¿Qué es lo que va a hacer la justicia de Dios con nosotros?


La justicia de Dios nos alinea con nuestra responsabilidad para con
la familia, la nación, nuestros amigos, la ciudad. ¿Por qué? Porque la
justicia de Dios nos ha ido comprometiendo con nuestra generación
y las próximas (como ejemplos tenemos a Gedeón y a David, que no
fueron indiferentes a las necesidades de su momento).

Cuando nos encontramos con Cristo, la Justicia de Dios


nos lleva a asumir una responsabilidad que antes no teníamos.

CUANDO LA JUSTICIA DEL CIELO VIENE A TU CORAZÓN PA-


SAN DOS COSAS:

Entra SALVACIÓN y también la manifestación de SU JUSTICIA EN


NUESTRO INTERIOR.

En búsqueda de la Justicia · Página 49


Capítulo 3 · Sedeq, Sedaqah, Mishpat

Un ejemplo bíblico de esto lo tenemos en la vida de ZAQUEO. Cuan-


do llegó la justicia de Dios que es Cristo Jesús, Zaqueo recibió SALVA-
CIÓN, pero con la salvación, él se alineó con la RESPONSABILIDAD
de su generación, y dijo: “Señor le devuelvo cuadruplicado a todo aquel
que le robé…”.

Lejos de Dios, sólo pensamos en nosotros mismos, pero cuando el


Reino y su Justicia vienen, nos sentimos responsables de nuestros fa-
miliares, padres, amigos, hermanos en la fe y aún de aquellas personas
que no conocen a Dios.

Cuanto más crece la justicia de Dios en nuestro corazón,


más sentiremos carga por otras personas
y más nos comprometeremos con otros.

Esto no es solo el resultado de un credo religioso, es el resultado de


que la justicia de Dios entró en nuestro interior y ahora esa justicia pro-
voca dentro de nosotros, un alto nivel de compromiso, responsabilidad y
seriedad por quienes nos rodean.

Página 50 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 4

GENERACIÓN DE GOBIERNO
POR LA PRÁCTICA
DE LA JUSTICIA DEL REINO

Dios está levantando una generación, que sin lugar a dudas gober-
nará; comenzará por su mente y sus emociones y luego gobernará am-
bientes y territorios.

Dios nunca nos llamó a gobernar personas. Cuando Él levanta a


Adán, la promesa de gobierno estaba relacionada no a personas, sino a
territorios, ambientes y circunstancias.

La generación de gobierno y justicia que el Señor está levantando


es una generación que amará a la gente, que la dirigirá, la conducirá,
que proveerá y generará recursos para la gente, pero que nunca va a
gobernarlos sino a conducirlos. Esta será una generación de justicia
que gobernará toda clase de situaciones.

En las secciones anteriores, dijimos que la esencia de la justicia divina


es el amor de Dios y mencionamos cuatro puntos principales:

En búsqueda de la Justicia · Página 51


Capítulo 4 · Generación de Gobierno...

• El fundamento de nuestra justicia en Cristo es el amor. El fun-


damento de la justicia propia es el ego, el orgullo y el egoísmo.

• En la Biblia, la orden de expresar Su justicia, se refiere en pri-


mer lugar a un contexto de relaciones sociales y no solamente
congregacionales. Debe entenderse que la Biblia no define la
diferencia entre persona, credo y fe, sino que nosotros necesi-
tamos aprender a practicar justicia de modo social (incluyendo
la congregación), sin excluir a las personas que no son parte de
nuestra fe o credo.

• La Biblia no reconoce ningún tipo de justicia sin amor y sin


misericordia. (Tenemos ejemplos en el Nuevo Testamento de
gente haciendo “actos de justicia”, mas en su interior no estaba
la esencia del amor, la compasión, la consolación o la bondad).

• Justicia, es sin lugar a dudas, el compromiso con el otro. El


Señor es quien se apropia de los actos de justicia o injusticia que
hacemos a otros.

Mateo 25:34-46 “Entonces el Rey dirá a los de su derecha: Venid, ben-


ditos de mi Padre, heredad el reino preparado para vosotros desde la fun-
dación del mundo. Porque tuve hambre, y me disteis de comer; tuve sed,
y me disteis de beber; fui forastero, y me recogisteis; estuve desnudo, y me
cubristeis; enfermo, y me visitasteis; en la cárcel, y vinisteis a mí. Entonces
los justos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento,
y te sustentamos, o sediento, y te dimos de beber? ¿Y cuándo te vimos
forastero, y te recogimos, o desnudo, y te cubrimos? ¿O cuándo te vimos
enfermo, o en la cárcel, y vinimos a ti? Y respondiendo el Rey, les dirá: De
cierto os digo que en cuanto lo hicisteis a uno de estos mis hermanos más
pequeños, a mí lo hicisteis. Entonces dirá también a los de la izquierda:
Apartaos de mí, malditos, al fuego eterno preparado para el diablo y sus
ángeles. Porque tuve hambre, y no me disteis de comer; tuve sed, y no me

Página 52 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 4 · Generación de Gobierno...

disteis de beber; fui forastero, y no me recogisteis; estuve desnudo, y no


me cubristeis; enfermo, y en la cárcel, y no me visitasteis. Entonces tam-
bién ellos le responderán diciendo: Señor, ¿cuándo te vimos hambriento,
sediento, forastero, desnudo, enfermo, o en la cárcel, y no te servimos?
Entonces les responderá diciendo: De cierto os digo que en cuanto no lo
hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis. E irán
éstos al castigo eterno, y los justos a la vida eterna.”

En este pasaje observamos específicamente cómo el Señor atribuye


sobre sí mismo todo acto que hacemos con nuestro prójimo. Se apro-
pia de estos actos como si fueran directamente hacia él.

Las Escrituras nos muestran historias muy edificantes, que hablan e


ilustran acerca de la forma en que respondemos a las personas necesi-
tadas. Por ejemplo, en 1° Samuel 30:8-20, David, estaba viviendo una
de las crisis más grandes que uno se pueda imaginar. El salió a pelear
una batalla y cuando volvió, un grupo de enemigos había asediado, ro-
bado a su familia, recursos, bienes, dinero, animales, y no solamente a
él sino también a la gente que con él estaba. La Biblia cuenta que David,
en medio del lloro y el clamor del pueblo, hace una oración a Dios y
dice: “Dios, ¿los voy a seguir?” El Señor le contesta: “Síguelos, porque los
alcanzarás”.

Cuando David está persiguiendo al enemigo, se encuentra con una


persona, un egipcio, que estaba muriendo, abandonado. Allí David se
detiene, se toma un tiempo y hace misericordia con éste; le da de beber,
trata de reconstituir su ánimo, trata de recuperar su aliento de vida.

La Biblia nos muestra esto como un acto loable de parte de David.


No olvidemos que él había sido saqueado, despojado de todos sus bie-
nes, sin embargo tiene un tiempo para ayudar a alguien en la mitad del
camino. Nos imaginamos que muchos de los que estaban con él, pre-
guntarían: David, ¿qué estás haciendo? Recuperemos nuestras esposas

En búsqueda de la Justicia · Página 53


Capítulo 4 · Generación de Gobierno...

e hijos, nuestros bienes. ¿Te detienes para ayudar a un hombre, que


además es egipcio?
Lo que nadie se imaginaría es que ese egipcio era parte de aquel gru-
po de vándalos que había robado a David.

En este contexto de situación en que fue saqueado por el enemigo,


podría estar respirando venganza y muerte, pero realiza un acto de mi-
sericordia que lo coloca en una posición de autoridad, conocimiento y
revelación para conocer dónde se encontraban aquellos enemigos que
le habían robado.

Haber realizado aquel acto de justicia no fue una pérdida de tiempo.


Este acto de justicia con el hombre egipcio, enfermo y a punto de morir,
lo colocó cara a cara con la restitución y la recuperación de todo lo que
le había sido robado.

¿Cuántas veces estamos tan ocupados con nuestras necesidades que no


tenemos tiempo de hacer un acto de justicia, un servicio de amor como
hizo aquel buen samaritano o como hizo David con aquel egipcio?

Cuando hablamos de una generación de justicia, tenemos que pen-


sar seria y responsablemente que todos nuestros actos serán absorbidos
por el Señor; deben ser hechos conscientemente porque son para Él. Lo
que haga por el más pequeño o el más grande, por la persona más anó-
nima, por el anciano o por el niño, debo hacerlo como para el Señor.

¿Por qué? No sólo porque es un mandamiento o un consejo bíblico,


sino mucho más que eso. Él está abrazando y absorbiendo esos actos
como para con él.

Vale la pena HACERLO para el Señor, con todo nuestro corazón,


con toda nuestra vida y con todo nuestro amor.

Página 54 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 4 · Generación de Gobierno...

¿Hasta dónde pueden llevarnos nuestros actos de justicia? ¿Qué pue-


den traer a favor de nosotros?

• Primero, “Un profundo agrado al Señor”. Él se agrada de los


actos de justicia en amor.

• Segundo, “Hay recompensa para aquellos que actuamos en


amor”. Hay recompensa para aquellos que servimos a las per-
sonas con humildad de corazón y por encima de nuestras crisis
personales.

¿Cuántas veces pasamos por diferentes situaciones y pensamos que las


dificultades personales nos libran de hacerle justicia a nuestro prójimo?

¿Cuántas veces justificamos nuestra irresponsabilidad ministerial al


servir a Dios, y justificamos el no estar en los lugares que hemos asu-
mido como responsabilidades, por causa de los problemas personales?
Y decimos: ¿Cómo quiere que lleve adelante el ministerio con todos los
problemas que tengo?

Sin embargo, fuimos llamados a practicar la justicia independiente-


mente de nuestra condición personal. Fuimos llamados a servir a Dios
y servir a nuestra generación por encima de lo que nos esté pasando.
Nadie puede negar que en el mundo tenemos aflicción, pero Jesús pro-
metió que nosotros venceríamos al mundo, prometió que se puede ser-
vir a Dios y se puede practicar la justicia con las personas más necesita-
das por sobre nuestras situaciones.
El primer y gran ejemplo de esto, lo da Él mismo en la cruz. Allí, lleno
de llagas, padeciendo un momento terrible, físico, emocional y hasta
espiritual (porque por primera vez, él estaba sintiéndose solo, abando-
nado por su Padre Celestial), aun bajo toda esa condición tan dolorosa
que estaba sufriendo, nota que a su lado estaba un hombre que necesi-
taba que la justicia de Dios en Cristo lo alcance.

En búsqueda de la Justicia · Página 55


Capítulo 4 · Generación de Gobierno...

Se trata de aquel ladrón, que reconoció que estaba allí a causa de su


irresponsabilidad, por su propia culpa y toma una actitud de humildad
delante de Jesús: “Señor acuérdate de mí….”. El Señor podría haber res-
pondido de cualquier manera, tal vez con otras palabras, frente a tanta
soledad, frente a tanto dolor, justificar su condición y no tener nada
para dar a aquel ladrón; sin embargo, el Señor le libera la promesa más
gloriosa que podemos escuchar de Su boca: “De cierto te digo, hoy es-
tarás conmigo en el Paraíso”.

Por sobre toda condición, Jesús estaba haciendo un acto de justicia para
con el ladrón. Por medio de esto, Él nos está enseñando a ir más allá de
nuestras crisis personales y no dejar jamás de practicar justicia con aque-
llos que están a nuestro alrededor.

El siguiente pasaje nos muestra la recompensa que produce practicar


la justicia, por encima de nuestras crisis personales.

1° Samuel 30:8-20

David había salido a la guerra, y ciertos amalecitas merodeadores que


estaban allí saquearon el lugar (Siclag), tomaron todo lo suyo y lo de
sus amigos: familia, dinero, animales, etc. Cuando David y su ejército
regresaron, al ver lo sucedido, hizo lo que todo hombre o mujer de
Dios hace en tiempos inexplicables de dolor, comenzó a orar y el Señor
le respondió y le dijo: “Síguelos…. Los alcanzarás y traerás liberación.”,
porque la palabra justicia es liberación.

1° Samuel 30:8-11 - “David consultó al SEÑOR: ¿Debo perseguir a esa


banda? ¿Los voy a alcanzar? Persíguelos —le respondió el SEÑOR— vas
a alcanzarlos, y rescatarás a los cautivos. David partió con sus seiscientos
hombres hasta llegar al arroyo de Besor. Allí se quedaron rezagados, dos-
cientos hombres que estaban demasiado cansados para cruzar el arroyo.
Así que David continuó la persecución con los cuatrocientos hombres res-

Página 56 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 4 · Generación de Gobierno...

tantes. Los hombres de David se encontraron en el campo con un egipcio,


y se lo llevaron a David. Le dieron de comer y de beber.”
Tratemos de imaginar la escena. Les habían robado todo, David po-
dría haber estado respirando amenazas de muerte, ánimos de vengan-
za, pero cuando va en búsqueda de recuperar lo que les habían robado
encuentran a un hombre egipcio. ¿Qué es lo que hace? ¿Lo abandona
tal vez como el sacerdote o el levita de la parábola del buen samaritano,
diciendo: No puedo atenderte porque tengo que recuperar a mi familia,
a mis amigos, a la familia de mis amigos? No, David tiene una actitud
de misericordia con el egipcio, quien –según el relato bíblico- hacía tres
días que no comía ni bebía, que estaba enfermo y fue abandonado para
morir. Ellos podrían haber seguido de largo, sin embargo la práctica de
la justicia en el corazón de David fue clave.
Recuerde usted: Práctica de la justicia no es sólo un acto externo;
es también una actitud interior de amor, compasión y misericordia.
1° Samuel 30:12-13 - “y le ofrecieron una torta de higo y dos tortas de
uvas pasas, pues hacía tres días y tres noches que no había comido nada.
En cuanto el egipcio comió, recobró las fuerzas. ¿A quién perteneces? —le
preguntó David— ¿De dónde vienes? Soy egipcio —le respondió—, escla-
vo de un amalecita. Hace tres días caí enfermo, y mi amo me abandonó.”

David no actuó con el fin de sacar provecho en este acto de miseri-


cordia, si miramos con atención a las preguntas que David le hace, ve-
remos la motivación de su corazón. No ayudaba al egipcio para extraer
beneficios personales, no lo ayudaba porque sabía que este hombre po-
día denunciar e identificar a los que les habían robado, sino que lo ha-
cía por amor desinteresado. Pero resulta que este acto desinteresado de
justicia, lo pondrá cara a cara con la recuperación de todo lo perdido.

Mientras el amo y dueño del egipcio lo abandona porque estaba en-


fermo, David es capaz de tomar a alguien que otro menosprecia. Po-

En búsqueda de la Justicia · Página 57


Capítulo 4 · Generación de Gobierno...

dríamos hablar del amalecita como el corazón de la religión, como esa


entidad que te usa, pero en tiempos de necesidad te abandona o te deja
solo. Sin embargo David representa el corazón de Cristo, porque mien-
tras la religión te abandona, Él nunca nos dejará, nunca nos soltará.

Dios está formando líderes -como David- con un corazón


que ama la práctica de la justicia para atrapar
a los que otros abandonan, para cuidar a los que otros rechazan,
para sanar a los que otros están dejando a mitad del camino.

1° Samuel 30:14-15 - “Habíamos invadido la región sur de los quere-


teos, de Judá y de Caleb; también incendiamos Siclag. Guíanos adonde
están esos bandidos —le dijo David—. Júreme usted por Dios —suplicó
el egipcio— que no me matará ni me entregará a mi amo. Con esa condi-
ción, lo llevo adonde está la banda.”
¿Quién es este egipcio? Fue uno de los que saqueó, secuestró, pren-
dió fuego a la ciudad y todo lo que era de David y su pueblo, pero la
respuesta de David es: misericordia hacia su enemigo, a alguien que le
quitó todo lo que tenía.
Este es el tipo de liderazgo que Dios está levantando. Un liderazgo
que tendrá misericordia de aquellos que en el pasado le hicieron daño,
pero que por causa de hacer misericordia encontrará bendiciones, be-
neficios y herencia. Milagros sobrenaturales permitirán recuperar lo
que un día se perdió.
Al servir al egipcio, David se encontró con lo que él estaba buscando,
con lo que había perdido. Vale la pena hacer misericordia a los que un
día se levantaron en contra nuestro, con aquellos que hoy están caídos;
vale la pena hacer misericordia aún en tiempos de crisis personales.
David estaba vacío de sus bienes,
pero no vacío de la práctica de la justicia.

Página 58 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 4 · Generación de Gobierno...

1° Samuel 30:16-20 – “El egipcio los guió hasta los amalecitas, los cuales
estaban dispersos por todo el campo, comiendo, bebiendo y festejando el
gran botín que habían conseguido en el territorio filisteo y en el de Judá.
David los atacó al amanecer y los combatió hasta la tarde del día siguiente.
Los únicos que lograron escapar fueron cuatrocientos muchachos que hu-
yeron en sus camellos. David pudo recobrar todo lo que los amalecitas se
habían robado, y también rescató a sus dos esposas. Nada les faltó del botín,
ni grande ni pequeño, ni hijos ni hijas, ni ninguna otra cosa de lo que les
habían quitado. David también se apoderó de todas las ovejas y del ganado.
La gente llevaba todo al frente y pregonaba: ¡Éste es el botín de David!”
Al mirar el final de esta historia, nos cuenta que DAVID LO RECU-
PERÓ TODO.
¿Dónde comienza David a recuperar todo? Fue en el momento en
que busca a Dios, cuando dispuso su corazón para hacer misericordia
y practicar actos de justicia con un egipcio que no sabía de dónde era,
ni qué tenía, ni lo que había pasado con él en los últimos días. Pero ese
egipcio lo puso en el camino para recuperarlo TODO.

¡¡¡Vale la pena hacer actos de misericordia!!!


Es importante practicar la justicia.
Es valioso servir a los demás por encima
de nuestras crisis personales.

Esta es la recompensa que podemos alcanzar ya que, en el servicio a


los demás encontramos salida para nuestras crisis. ¿Cuántas veces ayu-
damos a gente y sin darnos cuenta terminan ayudándonos a vencer en
nuestras crisis personales? La gente es la provisión de Dios para LIBE-
RAR nuestro destino. Es el recurso de Dios para recuperar aquello que
habíamos perdido.

La práctica de la justicia jamás nos dejará con las manos vacías.

En búsqueda de la Justicia · Página 59


Capítulo 4 · Generación de Gobierno...

Amar a los demás, servirles y tener misericordia siempre traerá sobre


nosotros lo mejor de la tierra, porque lo mejor que Dios tiene prepara-
do es para gente que practica la justicia.

PRINCIPIO

HACER JUSTICIA EN AMOR ES EL CAMINO


A LA RECUPERACIÓN DE LO PERDIDO
por encima de cualquier crisis personal.
La enseñanza es no dejar nunca la PRÁCTICA
DE LA JUSTICIA Y SERVIR A LOS DEMÁS.

¡Que nunca nuestras situaciones personales nos impidan servir a


otros y agradecer a Dios, honrándole!

Como lo hizo el Apóstol Pablo, quien cuenta sus mejores momentos,


sus mejores cartas, las mejores revelaciones, desde una cárcel. A punto
de morir, decide no llorar su situación, y recibe de Dios dirección para
escribir epístolas revelacionales a las iglesias.

REFLEXIÓN

¿Qué pueden traer los momentos de crisis de parte de Dios para


nuestra vida? No dejemos de pensar en otros. No dejemos de pensar en
aquellos que lideramos, servimos, apoyamos, acompañamos, cuando
pasamos momentos personales difíciles.

Porque Dios nos honrará; si perdimos algo, lo recuperaremos. Si ne-


cesitamos alguna cosa nos será liberado, porque la gente que practica
la justicia nunca terminará con las manos vacías, ni será abandonada
por Dios.

Página 60 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 5

LA JUSTICIA SE CONSUMA
EN UNA ACCIÓN EXTERNA,
PERO SE GESTA
EN UNA ACTITUD INTERIOR

Todo lo que nace en nuestro interior (corazón) se debe consumar con


nuestras manos (Mateo 25). Hay mucha gente diciendo: “Yo quisiera…
ayudar… trabajar…”. Ese “yo quisiera” es insuficiente, no podemos vivir
de deseos; es necesario concretar.

La práctica de la justicia no solo es un deseo de HACER algo; es la


consumación de lo que está en nuestro interior, pero será consumado
en acciones de amor y de fe. La actitud y la motivación interior serán las
que nos impulsen a hacer todo lo que debemos hacer.

El Señor ha preparado una generación con una profunda revelación


para entender por qué hace lo que hace y por qué debe seguir haciendo
lo que necesitamos hacer. Si hay una generación en todas las naciones
que clama por justicia, es ésta.

En búsqueda de la Justicia · Página 61


Capítulo 5 · La Justica se consuma...

De los cinco continentes, de todas las naciones del mundo


se escucha un clamor:
“¡¿Quién nos hará justicia?!”.

Hay víctimas, enfermos, esclavos, personas que están sufriendo por


decisiones corruptas, clamando por justicia. Dios está levantando una
generación que gobernará en justicia.

“Cuando el justo gobierna, el pueblo se alegra.”

¿QUIÉN ES LA JUSTICIA DE DIOS?

En esta sección vamos a profundizar aun más sobre la justicia de Dios.

Isaías 45:8 - Rociad, cielos, de arriba, y las nubes destilen la justicia;


ábrase la tierra, y prodúzcanse LA SALVACIÓN Y LA JUSTICIA; hágan-
se brotar juntamente. Yo Jehová lo he creado.

¿Quién es la justicia de Dios? Cristo es la manifestación de la justicia


de Dios.

Veamos algunas citas bíblicas que nos fundamentan este principio:


Romanos 3:10-11,21-26.

Humanamente hablando, y según el sistema en el que vivimos hoy, la


justicia parece ser algo abstracto, inalcanzable e inexistente para mucha
gente, o por lo menos esa es la sensación que se transmite al escuchar
los medios de comunicación. Pareciera que la justicia es “ciega, sorda
y muda”. Sin embargo, en la Biblia justicia es más que una cosa, es una
persona: CRISTO es la justicia de Dios.

Página 62 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 5 · La Justica se consuma...

Él es la manifestación de la justicia, que ve, que oye, que habla, que


ejecuta juicios y que otorga Justificación.

Romanos 3:10 - “Como está escrito: No hay justo, ni aun uno; No hay
quien entienda. No hay quien busque a Dios.”

¿Qué es lo que está diciendo el Apóstol Pablo con esta declaración?


Si no hay justo, tampoco hay justicia, no hay quien entienda ni busque
a Dios; porque si lo hicieran entenderían el camino de la justicia, pero
ésta estaba totalmente ausente de la humanidad. Es entonces cuando
aparece la manifestación de la justicia en Cristo Jesús.

Romanos 3:21-26 - “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado


la justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de
Dios por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Por-
que no hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la
gloria de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante
la redención que es en Cristo Jesús, a quien Dios puso como propiciación
por medio de la fe en su sangre, para manifestar su justicia, a causa de
haber pasado por alto, en su paciencia, los pecados pasados, con la mira
de manifestar en este tiempo su justicia, a fin de que él sea el justo, y el
que justifica al que es de la fe de Jesús.”

Aquí nos está hablando de la persona de Jesucristo que fue testificada


por la Ley y los profetas. Cuando leemos las cartas del Apóstol Pedro y
la carta a los Hebreos, entendemos que la Ley y los profetas están ha-
blando de Cristo. Sobre todo cuando leemos el Evangelio de Mateo, que
fue dado a los judíos, entendemos que la Ley y los profetas señalaron,
mostraron al Cristo.

Por lo tanto, en Romanos 3:21-26 nos preguntamos y respondemos:


¿Para qué vino Cristo, sino para manifestar su justicia en este tiempo?
¿Dónde está la mirada de Dios? La mirada de Dios está pasando por

En búsqueda de la Justicia · Página 63


Capítulo 5 · La Justica se consuma...

alto los pecados de los hombres y Él ahora está dispuesto a manifestar


la justicia de Dios en Cristo el justo, que justifica al que en él cree.

Cuando miramos la justicia de Dios en la persona de Cristo, nos da-


mos cuenta de cómo Él manifestó la justicia de Dios. ¿Por qué? Porque
no era justo que la gente estuviese enferma, Jesús las sanó. Cuando él
sanaba a los enfermos, no era simplemente un acto de sanidad. Cuando
él liberaba a los endemoniados, resucitaba a los muertos, predicaba sal-
vación a los perdidos, mostraba el poder del Reino, rescataba a la gente
de sus cautividades, él estaba manifestando la justicia de Dios.

RECUERDE

Nuestro derecho es ser amado, ser libres, pero también por causa del
pecado, nuestro derecho es la muerte. Porque es un derecho legalmente
adquirido que el que elige el camino del pecado reciba como conse-
cuencia la muerte. “La paga del pecado es la muerte” y esto es justo bajo
una sentencia de condenación.

Dios nunca nos creó para la muerte; nos creó para la vida. Dios no
nos creó para el pecado; nos creó para la santidad. Dios no nos creó
para separarnos de Él; nos creó para estar con Él. Pero todo lo que el
pecado provocó fue separación y muerte. Para eso viene la justicia de
Dios en Cristo y comienza a restaurar relaciones, comienza a quitar la
muerte y a traer vida sobre cada uno de nosotros.

Página 64 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 6

CLAMOR DE JUSTICIA

Se escuchan tres clamores en toda la creación; estos son los clamores


de justicia de parte de Dios, de parte de la humanidad y de parte de la
tierra. Tres clamores que se unen en un mismo pedido: JUSTICIA. ¡Es
tan glorioso ver cómo Cristo satisfizo estas tres demandas!

• Jesús le hizo justicia a Dios.


• Jesús le hizo justicia al hombre.
• Jesús le hizo justicia a la tierra, a la creación.

POR ESO Jesucristo ES LA JUSTICIA PERFECTA.

Jesús le hizo justicia a Dios

El clamor de justicia en nuestra sociedad, en nuestra generación, está


muy bien reflejado en el pedido de justicia de aquella viuda del relato
bíblico en Lucas 18.

Lucas 18:1-8 - También les refirió Jesús una parábola sobre la nece-
sidad de orar siempre, y no desmayar, diciendo: Había en una ciudad

En búsqueda de la Justicia · Página 65


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

un juez, que ni temía a Dios, ni respetaba a hombre. Había también en


aquella ciudad una viuda, la cual venía a él, diciendo: Hazme justicia de
mi adversario.
Y él no quiso por algún tiempo; pero después de esto dijo dentro de sí:
Aunque ni temo a Dios, ni tengo respeto a hombre, sin embargo, porque
esta viuda me es molesta, le haré justicia, no sea que viniendo de conti-
nuo, me agote la paciencia. Y dijo el Señor: Oíd lo que dijo el juez injusto.
¿Y acaso Dios no hará justicia a sus escogidos, que claman a él día y
noche? ¿Se tardará en responderles? Os digo que pronto les hará justicia.
Pero cuando venga el Hijo del Hombre, ¿hallará fe en la tierra?

¡Qué palabra tan poderosa! Analicemos lo que nos enseña.

Esta viuda representa a una sociedad sin cobertura ni protección.


Esta es la sensación que nuestra generación experimenta: “nadie me
hace justicia, estoy clamando por justicia, pero nadie responde”. Fuimos
llamados como iglesia del Señor a responder a ese clamor, a correspon-
der, a ver el dolor y sufrimiento de la gente, lo que están experimentan-
do: nada más ni nada menos que la necesidad del Reino de Dios.

Al mirar las imágenes del mundo, vemos en pasacalles, afiches en


todas las naciones, en todos los idiomas, con personas de distintas cul-
turas, diciendo: “Justicia, Justicia”.

En Rusia, China, África, Europa, Norteamérica, Centroamérica, Sud-


américa, ¿qué es lo que la gente está gritando cuando pide justicia? Está
pidiendo el Reino de Dios.

Sin lugar a dudas estamos en una generación que busca la justicia.


Inconscientemente es una búsqueda del Reino de Dios y Él ha oído
ese clamor y está preparando una generación de gobierno en justicia.
Dios está levantando tu vida y mi vida, un pueblo en todas las naciones
que va a proclamar, vivir y practicar la justicia de Dios en Cristo Jesús.

Página 66 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

Al mirar con atención las Escrituras, descubrimos que ellas tienen


mucho que decir de quién es la respuesta al clamor de justicia.

Debemos recordar que dijimos que Dios reclama justicia, reclama


sus derechos porque Él ha cumplido sus obligaciones. En Mateo 22,
dice: “Amarás a tu Dios con todo tu corazón, con toda tu mente, con to-
das tus fuerzas y con toda tu alma”, y esto refleja lo que es un adorador:
un ser que ama en espíritu y en verdad.

La Biblia dice en Juan 4:23-24 que el Padre busca tales adoradores. Él


está reclamando ese derecho que le corresponde porque ha cumplido
con su obligación con la creación, con los hombres. Sin embargo, Dios
dice: “¿Quién me va a hacer valer a Mí ese derecho? ¿Quién me amará
como Yo soy digno? ¿Quién va a adorarme como Yo soy digno? Lo estoy
buscando, busco alguien que me ame, que se entregue totalmente a Mí.
Estoy buscando alguien que no sólo me cante o toque un instrumento,
sino que me glorifique como mi Hijo me glorificó en la tierra.”
¿Cuál es nuestra mejor adoración? San Juan 17:4 dice: “Padre te he
glorificado en la tierra, he acabado la obra que me diste que hiciese”.
¿Cuál fue la mejor adoración de Jesús? Consumar el propósito de Dios.
¿Cuál fue la mejor ministración de adoración de Jesús? Fue Su vida.
NO fue un evento, no fue una canción o tocar un instrumento; fue Su
vida entera rendida por amor al Padre.
Dios reclama su derecho. ¿Quién pudo cumplir ese derecho? ¿Qué
hombre del Antiguo o Nuevo Testamento pudo darle a Dios lo que Él
es digno de recibir?
El derecho de Dios de ser amado como Él lo merece
fue totalmente completado en Cristo Jesús.

En búsqueda de la Justicia · Página 67


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

Cuando miramos las altas exigencias del derecho de Dios de ser ama-
do como Él es digno, sólo podemos decir que nadie amó al Padre como
Jesucristo. El Hijo le dio al Padre lo que ninguno de nosotros podía-
mos darle.
Aquel reclamo: “No hay ni un justo, no hay uno, no hay quien me bus-
que, no hay quien entienda, no hay alguien que se ponga en la brecha y
que interceda entre la creación y Yo”, todo lo que Dios buscó, exigió y cla-
mó a lo largo de la Biblia, TODO fue satisfecho en la vida de Jesucristo.

Jesús cumplió las exigencias de la justicia de Dios.

Así como la viuda del relato mencionado, la Biblia nos cuenta de


hombres que generación tras generación alzaron sus ojos para clamar
a Dios por su justicia.
¿Quién podía darle a Dios lo que Él merecía, sino Jesucristo?
Al pensar en el clamor de la viuda cuando dice: “Hazme justicia de mi
adversario”, podemos decir que la sensación de la gente es que hay un
devorador, alguien que le roba sus hijos, le roba el trabajo, los sueños,
el dinero, la salud, etc.

Y es así porque la Biblia registra que “El ladrón no viene sino para ma-
tar, robar y destruir” (Juan 10:10). El ladrón tiene legalidad en aquellos
que viven bajo el espíritu que ahora opera en los hijos de desobediencia
(Efesios:2:2). El ladrón tiene legalidad sobre ellos para destruir, matar,
deteriorar, quitar; esa es su función: ser devorador (Efesios 4:26-27).

Sin embargo, Dios promete en su palabra, reprenderlo y liberarnos


de aquél devorador (Malaquias 3:10-11).

¿Quién fue la intervención para restituirle al hombre todo lo que el


diablo le robó? CRISTO, el Señor de señores y el Rey de reyes. Él es

Página 68 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

nuestra justicia delante de Dios. Se colocó como mediador delante del


Padre, pero no solamente delante del Padre sino que ahora su propia
vida es mediadora delante de Satanás, el devorador, para que nosotros
en Cristo reclamemos lo que el diablo nos robó.

JESÚS LE HIZO JUSTICIA AL HOMBRE


¿Quién nos puede hacer justicia?
Recuerdo en el programa cómico-infantil “El Chapulín Colorado”,
que había una pregunta que la gente siempre hacía: ¿Quién podrá ayu-
darme? ¿Quién podrá defenderme? Inmediatamente aparecía éste su-
perhéroe, contestando: “Yo, el Chapulín Colorado”. Esto pasaba en la
ficción, pero la pregunta que hoy la gente se hace frente a su realidad es:
¿Cómo podré recuperar lo que he perdido? ¿Cómo recuperar el tiempo,
el matrimonio, la familia, la salud, el trabajo, la economía perdida?....

Cristo en la cruz del calvario,


por su acto de misericordia y compasión por nosotros,
RECUPERÓ TODO aquello que EL ADVERSARIO
nos había quitado.

En el Evangelio de Mateo capítulo 28, Jesús dice: “Toda potestad me


es dada en los cielos y en la tierra” y TODO lo que él recuperó, nos lo dio.

El Apóstol Pablo dice que “todo es nuestro en Cristo Jesús”; esa es


nuestra herencia. Cristo vino para darnos todo lo que nosotros perdi-
mos alejados de Él; es quien responde al clamor de Dios y del hombre.
Él es LA RESPUESTA.
En él recuperamos su reino, la familia, la salud, la economía, nuestro
propósito, recuperamos el diseño de Dios, el sentido de la vida.

En búsqueda de la Justicia · Página 69


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

Cristo es la manifestación de la justicia de Dios para el ser humano.

JESÚS LE HIZO JUSTICIA A LA TIERRA, A LA CREACIÓN

La tierra reclama justicia, como en los días de Abel, quien fuera ase-
sinado por su hermano Caín que lo entierra y la tierra grita: “La sangre
de Abel clama y pide por justicia”.

Hay tantas víctimas en nuestras naciones, países y ciudades, tantas


víctimas en nuestras familias, a quienes nadie jamás les hizo justicia.
La tierra reclama la justicia de esas víctimas inocentes de abortos, ase-
sinatos, homicidios, accidentes y muchos crímenes más, premeditados
por mentes malignas, malvadas y perversas, que lo único que hacen es
llenar la tierra de contaminación, de dolor, de sufrimiento, esterilidad
e improductividad.

Por eso, “La tierra gime con dolores de parto… la tierra clama y pide
por justicia”.

¿QUIÉN VINO PARA HACERLE JUSTICIA A LA TIERRA?


Aquella semilla, aquel grano de trigo que vino a la tierra para redi-
mirla, para limpiarla, engendrarla, para sanarla y rescatarla.
Hace más de dos mil años, aquella semilla perfecta, esa simiente glo-
riosa llamada Jesucristo, aquel “grano de trigo” quien murió sembrado
en esta tierra, comenzó un proceso de redención y liberación. Él es la
SANIDAD y respuesta para la tierra.
Cuando Cristo vino, la tierra estaba en tinieblas y oscuridad, en
confusión, desordenada y vacía como en los primeros días, porque no
había un justo, no había uno que buscara a Dios, no había uno que

Página 70 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

entendiera. Ahí nació “la luz del mundo”; nació y se manifestó la justi-
cia de Dios para la tierra. Vino a traer liberación para ella, a sanarla y
responder a su clamor.

La tierra tenía un orden desde el principio; cuando Dios crea los


cielos y la tierra se produce en ella una identidad como de madre, de
mujer, de esposa; por eso la Biblia permanentemente compara a la tie-
rra con una mujer que se deja inseminar y da su fruto, se le permite
concebir; la compara como una mujer de fiesta o una mujer de duelo.

La Biblia dice que cuando Caín mató a Abel, Caín volvió a ser labra-
dor de la tierra pero había una maldición que cayó sobre él: “Y la tierra
nunca más te dará su fruto, nunca más te dará su fuerza, la tierra nunca
más te respaldará” ¿Por qué? Porque la tierra recibió de las manos de
Caín una víctima inocente.

La tierra tiene sentimientos, tiene alma. Por eso cuando Jesús caminó
sobre la tierra, él le hablaba al alma de la ciudad, le hablaba al espíri-
tu que fue depositado dentro de ella. El alma de la tierra sabe quién
la ama, la cuida, quién habla bien de ella, la labra, quién produce con
amor, la siembra y la cosecha con amor. La tierra le dará sus frutos a
aquel hombre y aquella mujer que sepa amarla como Cristo la amó y
respondió en redención y liberación hacia ella.
Cuando la Biblia dice en Romanos 8 que “la tierra gime a una con do-
lores de parto”, está comparando a la tierra con una mujer embarazada a
punto de dar a luz. Pero la pregunta no es: ¿Quién inseminará a la tierra
para que engendre? Porque ya ha engendrado, habiendo sido inseminada
hace más de dos mil años, y hasta hoy gime con dolores de parto.
La pregunta es: ¿A quién le daré el fruto de lo que se ha producido
hace dos mil años atrás? Después de la venida de Jesús, la tierra está
buscando a alguien, está clamando: ¿A quién le daré el fruto de aquella
relación íntima que tuve con Jesús? ¿A quién le daré mis fuerzas?

En búsqueda de la Justicia · Página 71


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

Cuando Jesús vino, inseminó la tierra de una nueva casta, de una


nueva generación. Él engendró a la generación de Cristo, inseminó a
aquellos que son como él.

La tierra está buscando a la generación de Jesús; hay una conexión y


a ellos les dará su fruto.

El Apóstol Pablo dice que nosotros somos siervos de la justicia. En


1º Corintios 15:44-49 la Biblia dice que “hemos portado la imagen del
terrenal, hemos traído la imagen del primer Adán, la imagen de la injus-
ticia, pero ahora en Cristo traemos la imagen del celestial, la imagen de
la justicia”. Cuando la tierra vea en nosotros lo mismo que ve en Cristo,
verá a los “pequeños” Cristos correr por todas partes, verá a hombres y
mujeres de justicia y les dará su fruto.

Donde hay desierto, habrá bosques; donde hay esterilidad, habrá


productividad; donde no hay multiplicación, vendrá multiplicación.
La tierra se está preparando para la generación de justicia que dará
frutos; producirá a treinta, a sesenta y a ciento por uno.

La tierra está esperando a los portadores de la imagen de Jesús


¿Dónde está esta generación?

Debemos levantarnos como ministros, como hombres y mujeres de


justicia, para continuar lo que Jesús comenzó. Somos una generación
de justicia que hará que la tierra sea liberada por amor y para gloria de
Cristo Jesús.

PRINCIPIOS CLAVES

• La respuesta a los clamores del Padre, de los hombres y de la


tierra es Cristo Jesús.

Página 72 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

• Jesús le dio al Padre lo que nosotros nunca podríamos haber-


le dado. Él es nuestra justicia delante de Dios. Cuando Dios ve
nuestra vida, ve nuestra justicia que es Cristo Jesús y por ello
somos llamados justos. “Justificados pues por la fe, tenemos paz
para con Dios…”.
• Justicia es una vestidura que Cristo colocó sobre nosotros. Ro-
manos 13 dice: “Vestíos de Cristo” ¿Qué significa? Vestirnos de
Su justicia. Vestirnos como la novia de Apocalipsis 19.
• Yo soy justo y puedo reclamar lo que el enemigo me robó por-
que estoy vestido, y revestido de Cristo.
• Hoy es tiempo de restitución; tenemos legalidad para recupe-
rar lo que el adversario nos quitó.

RECORDEMOS

Estas tres manifestaciones de Cristo…

• Le dio a Dios lo que nosotros no podíamos darle.


• Nos dio a nosotros lo que por nosotros mismos no podíamos
alcanzar.
• Hizo en la tierra lo que nosotros jamás podríamos haber hecho
por ella.

¿Quién sería la antítesis perfecta de Cristo en la Biblia?

La figura más clara es la persona de Caín. A diferencia de Cristo,


cuando Caín y Abel ofrendaron a Dios, Caín hizo un acto de justicia
externa, ofreció con sus manos pero su corazón no acompañó. Este di-
vorcio interior de una aparente práctica de justicia, es el nacimiento de
la religión que ofrece a Dios pero que no va acompañado con su ser
interior.

En búsqueda de la Justicia · Página 73


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

La justicia coordina tanto mi interior como mi exterior. Caín no le dio


a Dios lo que Él es digno de recibir, por lo tanto, tampoco pudo darle a su
hermano Abel, lo que él era digno de recibir.

La Biblia nos muestra que Caín fue el primero en nacer de la mujer.


Relata que él desarrolló una funcionalidad: ser LABRADOR de la tierra.
Si miramos en el Nuevo Testamento, según el apóstol Pablo, el labrador
de la tierra, es comparado con el ministerio apostólico.

Caín debía labrar la tierra en donde se plantarían los frutos, los vege-
tales y luego vendría su hermano Abel, cuya función era pastor de ovejas.

Nuestra pregunta es: ¿De dónde se alimentarían las ovejas de Abel,


sino de la labranza de su hermano Caín?

Si miramos esto apostólicamente, podemos ver en Caín el ministerio


apostólico.

1º Corintios 12:28 dice “Primero los apóstoles” y Caín era primero y


su función era una función apostólica: Labrar la tierra para que cuando
vinieran las ovejas de su hermano Abel, tuvieran qué comer.

Esto nos lleva a pensar en aquellos apóstoles que tienen más la natu-
raleza de Caín que la naturaleza del apóstol Pablo.

En la naturaleza de Caín, hay apóstoles que matan a los pastores,


como Caín mató a Abel. Esto provoca una comparación tan fuerte,
donde los que dicen ser “apóstoles” en vez de ayudar a los pastores, “se
alimentan” de los pastores.

La responsabilidad de Caín era proveerle un ambiente para que todo


lo que produjera Abel se pudiera manifestar en multiplicación de ove-
jas, que en definitiva serían con el tiempo los sacrificios para Dios.

Página 74 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 6 · Clamor de Justicia

El corazón de Caín nunca hizo justicia a Dios y quien no le hace jus-


ticia a Dios, tampoco le hará justicia a su hermano. Levantó la piedra y
lo mató. Como dice 1º Juan “Caín se manifestó como un homicida por
causa de no amar ni a Dios, ni amar a su hermano”.
Caín, tuvo que enterrar a su hermano Abel (era la primera muer-
te humana de forma injusta, de manera inocente) y ese homicidio se
introduce en la tierra y así ésta experimenta la injusticia de tener una
víctima inocente en sus entrañas.
La Biblia nos muestra que con su acto de injusticia, Caín:
• No le dio a Dios lo que era digno de recibir.
• No le dio a su hermano lo que era digno de recibir.
• No le dio a la tierra lo que era digna de recibir.
¡Qué diferente de Jesús!
Caín fue el primer hombre nacido de mujer, al igual que Jesús que fue
nacido de mujer. El primer Adán y el primer Caín fallaron. Lo que el
primer Adán no pudo hacer en la tierra, Jesús lo hizo. Lo que el primer
hijo nacido de un vientre de mujer no pudo hacer, Jesús lo hizo.
Caín no le dio justicia a Dios, ni a su hermano, ni a la tierra. Vino
Jesús y le dio a Dios, al hombre y a la tierra lo que nadie podía darle: lo
mejor de lo mejor.
Nosotros, como prolongación de Jesús, fuimos llamados a darle a
Dios, a nuestro prójimo y a la tierra lo mejor de lo mejor y el cielo nos
respaldará.

Cuando hacemos JUSTICIA, habrá RETRIBUCIÓN,


su PRÁCTICA liberará de Dios, del prójimo
y de la tierra lo MEJOR para nosotros.

En búsqueda de la Justicia · Página 75


Capítulo 7

SALVACIÓN
Y JUSTICIA

Venimos compartiendo en nuestras exposiciones anteriores acerca


de una “Generación que practica y da entrada a la justicia y al gobierno
de Dios” en todas las áreas de la sociedad, que manifiesta y manifestará
el poder del Reino de manera sobrenatural y abundante.

Esta generación que practica la justicia es una generación que ex-


tenderá el Reino de Dios al norte, al sur, al este y al oeste y no dejará
territorio sin que el Reino de Dios redima, libere, restaure y restituya
a la gente su derecho.

Dios ha colocado sobre cada hombre y cada mujer una identidad,


una dignidad, y ese derecho tiene que ver con esa dignidad. Cada hom-
bre que respira en esta generación tiene derecho a saber los planes que
Dios tiene con su vida. Y a través de hombres y mujeres que practican
la justicia, este plan, este propósito llegará a sus vidas. Recuperarán su
identidad, su dignidad y su propósito en el plan eterno que Dios tiene
para cada uno de los seres humanos.

En búsqueda de la Justicia · Página 77


Capítulo 7 · Salvación y Justicia

El Evangelio del Reino de Dios es Salvación y Justicia

El poder del evangelio no sólo es salvación, su poder está relacionado


a los dos aspectos que compartiremos en esta sección: Tiene que ver
con el Evangelio de Dios y el Evangelio de su Hijo. Debemos aclarar que
no son dos evangelios distintos, aunque son mencionados de manera
diferente.

Recordemos que la palabra Evangelio significa “buenas nuevas” o


“buenas nuevas de salvación”. Veamos Romanos 1:1,9.

Romanos 1:1 - “Pablo, siervo de Jesucristo, llamado a ser apóstol,


apartado para el evangelio de Dios.”

Sin embargo, más adelante en el mismo capítulo dice lo siguiente:

Romanos 1:9 - “Porque testigo me es Dios, a quien sirvo en mi espíritu


en el evangelio de su Hijo, de que sin cesar hago mención de vosotros
siempre en mis oraciones.”

Es interesante notar que la separación que aquí hace el Apóstol Pablo,


no es simplemente un juego de palabras, sino que esconde realmente
una profunda revelación.

Romanos 1:16 - Porque no me avergüenzo del evangelio, porque es po-


der de Dios para salvación a todo aquel que cree; al judío primeramente,
y también al griego.

Romanos 1:17 - Porque en el evangelio la justicia de Dios se revela por


fe y para fe, como está escrito: Mas el justo por la fe vivirá.

• Tenemos un evangelio que es de salvación (v. 16).


• Tenemos un evangelio de justicia (v. 17).

Página 78 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 7 · Salvación y Justicia

Éstos dos constituyen etapas (o fases) sucesivas en el proceso de un


mismo evangelio

EL EVANGELIO DE SALVACIÓN
(Hebreos 5:1-11;6:1)
Hebreos 5:11-14; 6:1 - “Porque todo sumo sacerdote tomado de entre
los hombres es constituido a favor de los hombres en lo que a Dios se re-
fiere, para que presente ofrendas y sacrificios por los pecados; para que se
muestre paciente con los ignorantes y extraviados, puesto que él también
está rodeado de debilidad; y por causa de ella debe ofrecer por los pecados,
tanto por sí mismo como también por el pueblo. Y nadie toma para sí esta
honra, sino el que es llamado por Dios, como lo fue Aarón. Así tampoco
Cristo se glorificó a sí mismo haciéndose sumo sacerdote, sino el que le
dijo: Tú eres mi Hijo, Yo te he engendrado hoy. Como también dice en
otro lugar: Tú eres sacerdote para siempre, según el orden de Melquisedec.
Y Cristo, en los días de su carne, ofreciendo ruegos y súplicas con gran
clamor y lágrimas al que le podía librar de la muerte, fue oído a causa
de su temor reverente. Y aunque era Hijo, por lo que padeció aprendió
la obediencia; y habiendo sido perfeccionado, vino a ser autor de eterna
salvación para todos los que le obedecen; y fue declarado por Dios sumo
sacerdote según el orden de Melquisedec. Acerca de esto tenemos mucho
que decir, y difícil de explicar, por cuanto os habéis hecho tardos para oír.”
El escritor del libro de los Hebreos nos permite ver que hay un men-
saje que se entiende cuando alcanzamos la madurez, LA PALABRA DE
JUSTICIA.
Existe en las Escrituras un lenguaje para la niñez espiritual y otro
lenguaje reservado para los maduros.

Hebreos 6:1 - “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina de

En búsqueda de la Justicia · Página 79


Capítulo 7 · Salvación y Justicia

Cristo, vamos adelante a la perfección; no echando otra vez el fundamen-


to del arrepentimiento de obras muertas, de la fe en Dios…”

Los que participan del “evangelio de la leche” hace referencia al evan-


gelio de salvación. Este es un evangelio de los primeros pasos, para el
perdido; es para la redención y la liberación.

El evangelio de salvación tiene que ver específicamente con los pri-


meros niveles de la vida espiritual del creyente, sin embargo el apóstol
Pablo dice que tales personas tienen necesidad de leche y no de alimen-
to sólido.

¿Qué es el alimento sólido, sino el alimento que es el evangelio de


justicia? Vemos como el texto bíblico, lo explica por sí mismo (v. 13): “y
todo aquel que participa de la leche es inexperto en la palabra de justicia
porque es niño”.

Hay personas que viven envueltas en el evangelio de la salvación mas


nunca llegan a entender el evangelio de justicia, de gobierno.
Vimos en las secciones anteriores, cómo es posible que haya ciudades
evangelizadas, provincias, naciones y hasta continentes evangelizados
que nunca han experimentado la reforma social o la transformación
plena de lo que es el estado, el gobierno, la nación. ¿Por qué? Porque a
esos lugares llegó el evangelio de salvación, pero nunca se desarrolló el
evangelio de justicia o de Dios que es el evangelio de gobierno.
Hay ciudades con grandes avivamientos, pero con graves problemas
de inmoralidad en el territorio. Según las estadísticas, existe un alto ni-
vel de abortos, un alto porcentaje de divorcios, pestes y enfermedades,
un elevado índice de corrupción; sin embargo, existen muchas congre-
gaciones en esas ciudades.
¡Qué contraste! ¿Por qué si hay tal cantidad de iglesias, nos encon-

Página 80 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 7 · Salvación y Justicia

tramos con ciudades totalmente en tinieblas y oscuridad? La verdad es


que el evangelio de salvación llegó para liberar y salvar a las personas
pero no está el evangelio de gobierno, de la justicia. Faltan los creyentes
que han madurado para entender lo que es la palabra de justicia, que es
lo que transformará el destino de la sociedad.

Recuerde: La justicia tiene que ver con relaciones sociales y no solo


congregacionales.

Hay congregaciones muy fuertes en sí mismas, pero nunca afectan


a la sociedad. El evangelio de salvación afecta a individuos pero el
evangelio de justicia afecta sistemas. Mientras hablamos de salvación
al perdido, también hay un sistema que debe ser discipulado, transfor-
mado, y para eso está el evangelio de Dios, de justicia y de gobierno.

El alimento está realmente condicionado a la estatura del creyente.


Si éste decide estancarse en el evangelio de salvación, puede hacerlo,
pero nunca consumará un propósito de gobierno sobre la creación por-
que decidió quedarse con una vida cómoda y conformista. Alcanzó la
salvación y por causa de ella, es bendecido en Cristo Jesús, y nunca
asume la responsabilidad de practicar la justicia en la sociedad y con
las relaciones que rodean su vida (v. 14). Por lo tanto, es una persona
bendecida de manera particular y personal, pero sin el compromiso
de transformar el entorno que la rodea. Cuando un creyente dice: “No
puedo quedarme aquí, no puedo quedarme sólo con lo que Cristo hizo
por mí, necesito llevar esta salvación a los hombres: Necesito manifestar
esta gracia y misericordia de Dios”, comienza a practicar justicia. Lo que
recibió de parte de Dios (a Cristo, la salvación, la justicia), decide com-
partirlo.

Cristo, salvación y Justicia de Dios, sana al enfermo,


liberta al cautivo, resucita a los muertos, salva al perdido.

En búsqueda de la Justicia · Página 81


Capítulo 7 · Salvación y Justicia

Cuando Cristo llega a la vida de alguien, no solo llega la salvación,


sino también llega la justicia de Dios.
De Hebreos 5:14 surge una pregunta: ¿Qué es primero, el alimento
sólido o alcanzar madurez? El Señor dice, procura alcanzar madurez,
determínate a ello.
El Apóstol Pablo dice: “existe una alimentación, una nutrición balan-
ceada”.
1º Corintios 2:6 - “Sin embargo, hablamos sabiduría entre los que han
alcanzado madurez; y sabiduría no de este siglo, ni de los príncipes de este
siglo, que perecen.”
Hay un lenguaje de sabiduría en el evangelio de Dios esperando por
nosotros, en el proceso y desarrollo de la madurez.
La pregunta es: ¿Será que el conocimiento bíblico desarrolla madurez
en una persona? Podemos decir: Sí y No. No se alcanza madurez solo
por leer o estudiar la Biblia.
Muchos alcanzan conocimiento, sin revelación y sin sabiduría. Lo
único que alcanzaron es llenarse de vanidad. El conocimiento bíblico
sin amor, envanece. Por eso decimos que la esencia de la justicia es el
amor y el amor hace que las personas alcancen realmente madurez.
Hay quienes conocen la Biblia, pero no aman. No aman a Dios, a su
familia, su prójimo, su generación, ni a las venideras. El conocimiento
bíblico no es sinónimo de madurez.

Madurez, más que el conocimiento bíblico,


es el desarrollo del amor en nuestros corazones.

1º Corintios 13:9-11 - “Porque en parte conocemos y en parte pro-

Página 82 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 7 · Salvación y Justicia

fetizamos; mas cuando venga lo perfecto, entonces lo que es en parte se


acabará. Cuando yo era niño, hablaba como niño, pensaba como niño,
juzgaba como niño; mas cuando ya fui hombre, dejé lo que era de niño.”
¿Qué hace que una persona deje de ser niño y pase a ser hombre? El
Apóstol Pablo está hablando aquí del desarrollo del amor. Una persona es
madura en tanto y en cuanto su amor por Dios y por las personas crece.
También en 1º Corintios 2:6, Pablo nos dice: “Sin embargo, hablamos
sabiduría entre los que han alcanzado madurez” (con los que aman).
¿Cómo entregar los misterios de gobierno a hombres que no aman a
Dios, que no aman a su generación, que no aman a su prójimo? ¿Para
qué entregarles revelaciones de los misterios de justicia y de gobierno
a hombres y mujeres que no tienen compromiso ni con Dios ni con su
generación?

Hebreos 5:14: “No puedo darle a hombres que no alcanzaron madu-


rez, la medida de revelación que yo he adquirido delante de Dios” (Para-
fraseado por el autor).

No es el alimento sólido el que produce madurez,


sino que es la madurez lo que atrae el alimento sólido.
Cuando una persona desarrolla y acrecienta su amor por Dios y por
su prójimo, estará expuesto a revelaciones de alto nivel de la palabra de
justicia en relación con gobierno.

Comparación del Evangelio de Jesús (o del Hijo)


y el Evangelio de Dios
Hebreos 6:1 - “…Dejando ya los rudimentos de la doctrina de Cristo
vamos adelante…”

En búsqueda de la Justicia · Página 83


Capítulo 7 · Salvación y Justicia

Lo que el Apóstol Pablo está diciendo es: “Necesito ir más allá del
Evangelio de su Hijo, para entrar ahora en el camino de la perfección”.
Esto nos lleva a la responsabilidad de hacer el paralelo entre el evange-
lio de su Hijo, la doctrina de Cristo y lo que es el evangelio de Dios y la
doctrina de Dios.

Hebreos 6:9 - “Pero en cuanto a vosotros, oh amados, estamos persua-


didos de cosas mejores y que pertenecen a la salvación…”

¿Qué puede haber más precioso que la salvación? El Reino de Dios, el


gobierno de Dios y el establecimiento de su autoridad y de su señorío.

Cuando Jesús llegó a Samaria (Juan 4), a través de la mujer samari-


tana llegó la salvación. Jesús introdujo el evangelio del reino (su men-
saje, el poder del reino), pero manifestó salvación. Diez o quince años
después, en ese lugar el que gobernaba no era el Señor Jesucristo, lo
que gobernaba no era el reino de Dios, no era la autoridad, la suprema
voluntad de Dios, sino que gobernaba un mago.

Que la salvación se introduzca, no quiere decir que el gobierno lo


haga. La salvación entra por medio de la fe y por medio de la gracia.
Es por eso que somos salvos por gracia, salvos por fe, alcanzados por la
gracia de Dios. Ahora, que el reino, gobierno y señorío vengan, es otro
tema.

Tomemos el ejemplo de África, un continente que ha convocado


multitudes masivas de perdidos que encontraron la salvación. Muchos
oradores hicieron una obra poderosa allí en los últimos 200 años. Sin
embargo, estadísticamente se ha comprobado que 75% a 80% de los
países más pobres del mundo, son los más evangelizados. A ellos llegó
el evangelio de salvación pero no el evangelio de gobierno y de justicia.
No recibieron el evangelio que está preparado para aquellos que han
alcanzado madurez.

Página 84 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 7 · Salvación y Justicia

En síntesis, podemos decir que muchos reciben los beneficios de la


salvación, pero nunca se comprometen con aquellos beneficios. Por
ejemplo, podemos relacionar este pensamiento con el pasaje bíblico de
los diez leprosos curados; nueve experimentaron el poder de la salva-
ción en su cuerpo, la justicia de Dios vino a ellos, recibieron sanidad
porque no era justo que sufrieran de esa enfermedad, pero nunca die-
ron una respuesta a ese mensaje de salvación.

En contraste, podemos mencionar a Zaqueo. Cuando la salvación


entra en su casa, la Biblia nos dice que él toma la determinación de
practicar la justicia en amor. Expresa en amor y misericordia su res-
puesta a la gracia que recibió por medio de Jesús.

Nuestra mejor manera de demostrar el amor a Dios,


es amando a los que sufren.

Cuando Zaqueo estaba devolviendo de manera cuadruplicada lo que


había robado a la gente, no lo hacía sólo por ellos sino que el mismo
Señor Jesús se estaba apropiando de ese acto de justicia, porque TODA
PRÁCTICA DE JUSTICIA la hacemos por Él.

Génesis 1:26-28 - “Entonces dijo Dios, hagamos al hombre a nuestra


imagen conforme a nuestra semejanza y señoree en los peces del mar, en
las aves de los cielos, en las bestias y en toda la tierra… … y los bendijo
Dios…”

En búsqueda de la Justicia · Página 85


Capítulo 8

TRANSFORMADOS
PARA GOBERNAR

Dios nunca le dio autoridad de gobierno al hombre sobre otro hom-


bre, sino sobre toda la creación. El Señor nos llamó a gobernar nuestra
mente, territorio, situaciones, a gobernar finanzas y todo lo que aconte-
ce a nuestro alrededor, pero nunca gobernar a otro hombre. El que go-
bierna a otro hombre en la Biblia se llama Nimrod, es un esclavizador,
alguien que fue el primer líder en la trata de personas.

Génesis 1: 27-28 - “Y creó Dios al hombre a su imagen, a imagen de


Dios lo creó; varón y hembra los creó. Y los bendijo Dios, y les dijo: Fructi-
ficad y multiplicaos; llenad la tierra, y sojuzgadla, y señoread en los peces
del mar, en las aves de los cielos, y en todas las bestias que se mueven
sobre la tierra.”

¿Por qué Dios no les da primero señorío y luego su imagen? ¿Por qué
primero les da su carácter y luego la autoridad para gobernar? Porque
la autoridad para gobernar no está en la capacidad del ser humano.
Realmente la autoridad para gobernar no depende de su intelecto; de-
pende primero de su naturaleza, de su carácter.

En búsqueda de la Justicia · Página 87


Capítulo 8 · Transformados para Gobernar

Inicialmente Dios no le da al hombre gobierno, sino un carácter mo-


ral, la naturaleza misma del Señor y debajo de esa naturaleza, él gober-
naría, señorearía toda la creación.

A lo largo de la historia de la humanidad hemos visto mucha gente


muy capaz para gobernar. Sin hacer apología de la ignorancia, ser inte-
ligente no manifiesta legalidad en Dios. La realidad es que necesitamos
mucho más que inteligencia; se necesita una naturaleza moral, un ca-
rácter divino, que va a darle al ser humano el poder de gobernar todo
lo que Dios ha creado.

Una de las preguntas más significativas que me hago es: ¿Cómo edu-
car a alguien que poseerá las mismas necesidades que los demás, pero
que tendrá un propósito mayor? La razón de esta pregunta es: ¿Qué
habrán pensado Manoa y su esposa cuando se enteraron de que ten-
drían un hijo (Sansón) y que su nombre escondería la revelación de su
propósito en lo que tiene que ver con justicia?

Es interesante pensar por un momento, que estamos formando una


generación que enfrentará las mismas dificultades que otras, pero que
tiene la marca de un propósito mayor. Esto debemos definirlo como “la
necesidad de tener un entrenamiento de altas exigencias”. Es decir,
usted y yo formamos parte de un entrenamiento donde somos llevados
y exigidos a un nivel de pensamiento y entendimiento superior.

El compromiso es a aceptar las exigencias, a entrar en un desafío de


mayor preparación porque éste es el calibre de la gente de propósito y
de gobierno. Cuando somos llamados a gobernar y esto se nos revela,
tenemos que saber que el trato con nosotros será diferente (en exigen-
cias), a aquellos que solamente han abrazado el evangelio de salvación.

Dios primero le da al hombre NATURALEZA


y luego GOBIERNO.

Página 88 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 8 · Transformados para Gobernar

Cuanto más crezco en la transformación de Cristo en mí, más crece


mi medida de gobierno. La magnitud de gobierno no crecerá por algu-
nos versículos bíblicos que conozca, sino cuando soy TRANSFORMA-
DO de gloria en gloria en Su misma Imagen. Debemos observar cómo
se va regulando la transformación de nuestra vida con la capacidad de
gobierno.

Cuanto más crezco en Su imagen,


más crece mi medida de gobierno.

Recuerde: Lo primero que Dios le dio al hombre no fue la capaci-


dad de gobernar; lo primero que le dio fue su naturaleza divina. Todo
hombre y mujer que crece en la naturaleza de Dios (según 2º Corintios
3:18, cuando “somos TRANSFORMADOS…” a su naturaleza), simul-
táneamente comienza a crecer su medida de autoridad, su radio de in-
fluencia y de gobierno. Es aquí donde el carácter de Cristo, Sus valores,
Sus principios y Su verdad, se restauran y crecen en la medida en que
somos transformados a Su propia naturaleza. Como consecuencia de
esto, comienza a manifestarse UNA GENERACIÓN DE GOBIERNO.

Ser salvo no quiere decir ser transformado a su imagen. Salvación


es liberación de todo mal, pero es importante entender que no solo
debemos ser liberados de todo mal, sino también ser transformados a
la imagen de Cristo.

Debemos entrar en un proceso de ser TRANSFORMADOS


en el carácter para poder gobernar.

Salmos 8:3-6 - “Cuando veo tus cielos, obra de tus dedos, la luna y las
estrellas que tú formaste, digo: ¿qué es el hombre, para que tengas de él
memoria, y el hijo del hombre, para que lo visites?… Le hiciste señorear
sobre las obras de tus manos; TODO lo pusiste debajo de sus pies…”

En búsqueda de la Justicia · Página 89


Capítulo 8 · Transformados para Gobernar

El salmista aquí no habla de la naturaleza del hombre caído, sino que


David está hablando de la naturaleza del hombre creado a la imagen
de Dios. El hombre caído, arrastra el ADN o la genética de maldición
de aquella naturaleza pecaminosa de la cual Romanos 5 habla tan cla-
ramente. No tiene el poder de gobernar ni su propia vida, ¿cómo go-
bernará entonces lo que le rodea? Pero gracias a Dios, nos enseña en
Romanos 6:14 que “EL PECADO NO SE ENSEÑOREARÁ más de no-
sotros, sino que ahora por estar debajo de la gracia, somos señores del pe-
cado….” (Por ejemplo, vemos en Génesis 4:7-8 que Dios le dice a Caín
que tenía el poder de señorear sobre el pecado).

La Biblia, nos enseña acerca del poder que posee el hombre cuando
tiene la naturaleza de Dios, Su carácter y cuando es transformado a su
imagen y semejanza.

Efesios 4:24 - “Vestíos del nuevo hombre, creado según Dios en la justi-
cia y santidad de la verdad”. Este es el nuevo hombre, creado en la justicia.

Existen muchísimas personas salvas que nunca entraron al reino


porque nunca experimentaron un nuevo nacimiento.

Es necesario experimentar el nuevo nacimiento para alcanzar un ni-


vel de gobierno de acuerdo al diseño de Dios.

En el Salmo 8, David está volviendo al Génesis; está teniendo una


revelación del primer Adán antes de la caída y descubre la idea original
de Dios con el hombre: Creó al hombre para que sea gobernador de toda
la creación, no para que sea esclavo de la tierra, esclavo de sus miedos, etc.
Lo creó para gobernar sobre todo lo creado. David tiene la revelación
de que este gobierno no es para gobernar sobre otro hombre (vs. 5-8).

El Salmo 8:6 dice: “Todo lo pusiste debajo de sus pies”. Esto podemos
relacionarlo con lo que el Apóstol Pablo dice en Efesios 1:22-23: “todo

Página 90 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 8 · Transformados para Gobernar

fue sometido debajo de sus pies” hablando de Cristo. La imagen del pri-
mer hombre que Dios le mostró a David y que se perdió con la caída,
Pablo nos muestra que es recuperada por Cristo y transferida al nuevo
hombre, creado en Dios en la justicia y santidad de la verdad.

Esta revelación de gobierno no tiene que ver solo con posicionarnos


en un lugar de la política; es mucho más que eso. No podemos tener
una mentalidad de gobierno solo asociada a la política; obviamente
cuando hablamos de gobierno incluirá política, pero no se limita úni-
camente al área de la política.

Cuando hablamos de gobierno, nos referimos a procesos de gobier-


no, medidas de gobierno; todo aquello que nos llevará en un progreso
de gobierno.

En 1ª Timoteo capítulo 3, el Apóstol Pablo habla muy claramente so-


bre las medidas de gobierno. Con el lente pastoral, vemos lo que allí se
expone como una lista de requisitos para los ancianos. Pero cuando mi-
ramos este mismo pasaje con el lente apostólico y profético nos damos
cuenta de que no sólo habla de requisitos para los ancianos, sino que
nos está hablando de “una generación -hombres y mujeres- de gobier-
no” en el cuerpo de Cristo y no sobre el cuerpo de Cristo.

Por ejemplo, en Mateo 20:22-26, Jesús dice: “Los gobernantes de las


naciones se enseñorean de ellas, se colocan por encima de aquellos que
están bajo su cuidado, pero entre vosotros no será así”.

En 1ª Pedro 5:1, el apóstol reafirma la palabra ENTRE, porque el


liderazgo que Jesús vino a restaurar no es un liderazgo de gobierno
“sobre” sino “entre.” Esto nos lleva a pensar seriamente: ¿Cuántos hom-
bres se colocan por encima de otros para querer gobernar sus vidas?
Sin embargo, hay quienes crecen en la naturaleza de Cristo y vienen a
servir a los hombres y colocarse “entre”.

En búsqueda de la Justicia · Página 91


Capítulo 8 · Transformados para Gobernar

Jesús dijo: “Yo estoy entre vosotros como el que SIRVE”.

Esto es la paz que Dios tiene en hombres y mujeres que con Su na-
turaleza se les comienza a revelar el reino. Los principios del reino se
revelan a hombres que quieren SERVIR a otros, no gobernar a otros.

Esto es gobierno: Servir.

El Rey de reyes y Señor de señores con una medida mundial, univer-


sal de gobierno vino a mostrar que GOBIERNO ES SERVICIO. Jesús
dice: “Entre vosotros el que quiera ser mayor sea como el menor. El que
quiera ser primero sea el servidor de todos los demás”. ¿Por qué? Porque
eso es gobierno en el Reino de Dios.
Cuanto más crece tu medida de gobierno,
más crece tu entendimiento de servidor público.

En realidad, cuando hablamos de gobierno, estamos hablando de al-


guien que no solamente sirve sino que es siervo. Muchas personas sir-
ven, pero su naturaleza no es de servicio; hay una diferencia entre servir
y ser siervo y esa es la clave de un hombre de gobierno: No sólo tiene
ACCIONES de servicio; tiene una identidad y una naturaleza de siervo.

Una mentalidad de siervo requiere de la capacidad de estar atrapado


incondicionalmente por una vida de servicio.

Tomemos el ejemplo de Marta y María. Marta era una mujer que ser-
vía, pero no tenía naturaleza de siervo porque cuando uno tiene esa na-
turaleza, nunca critica a los que están a su lado. Le dice al Señor: “Mira
lo que yo hago y mi hermana no hace nada”. A los que sirven, jamás les
importa si otros trabajan o no; ellos seguirán haciéndolo porque están
atrapados por amor a Dios y por amor a aquellos que les rodean. SE
HACE SERVICIO POR AMOR A DIOS.

Página 92 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 8 · Transformados para Gobernar

CUATRO NIVELES
DE GOBIERNO

En 1ª Timoteo capítulo 3, el Apóstol Pablo nos habla acerca del poder


de un hombre de gobierno.

• Primero se gobierna a sí mismo (1ª Timoteo 3:1: “si alguno


anhela obispado…”)

El Gobierno congregacional está en manos de pastores, ancianos. El


gobierno en el cuerpo de Cristo, está en las medidas apostólicas, profé-
ticas y magisteriales. Se debe ser primero un hombre de gobierno en la
vida personal. Si no tenemos gobierno en nuestra propia vida, ¿cómo
gobernar hacia fuera, en la casa de Dios?
Si no tenemos dominio y gobierno sobre nuestra propia vida,
¿cómo gobernar lo que nos rodea?

La Biblia nos muestra que muchos desastres se produjeron a causa de


aquellos que no tuvieron dominio propio. Esto no es poca cosa, gober-
nar hacia fuera debe comenzar con un gobierno hacia dentro.

Todo hombre dueño de sí mismo (lengua, carácter, conducta) que


aprendió a gobernar su propia vida en Cristo Jesús no dejará jamás de
crecer en esferas de gobierno y autoridad.

Principio: No se puede gobernar nada hacia fuera que primero no se


gobierne hacia dentro.

¿Por qué en mitad de la tempestad, Jesús dormía? ¿Por qué cuando


despertó reprendió al viento y a la tempestad, y cesaron? Porque todo
lo que gobiernes en tu interior podrás gobernarlo afuera. Pero lo que
se pierda adentro, también pierdes la posibilidad de manifestarlo hacia
fuera.

En búsqueda de la Justicia · Página 93


Capítulo 8 · Transformados para Gobernar

• Gobernar bien su casa. (1ª Timoteo 3 - “Que gobierne bien


su casa…”)

No habla aquí de gobernar a la esposa, hijos, sino una influencia de


autoridad con honestidad. Nuestra autoridad no está en nuestras pala-
bras y gritos sino en nuestro carácter. Por eso es que un hombre no es
honesto cuando exige cosas de la familia que él no cumple. No puede
gobernar su casa con honestidad, si primero no es coherente con Dios
y consigo mismo. ¿Cuánto vale la propia honestidad?

La autoridad que tenemos no está basada en la manipulación ni en


la intimidación. No en la prohibición, ni en la condenación, sino en
nuestra INTEGRIDAD, en el carácter que llevamos dentro.

• Gobierno en la sociedad.

Pablo nos habla también en otras cartas acerca del gobierno social.

Por lo tanto, el gobierno comienza en lo personal, continúa en lo fa-


miliar, congregacional y llegará hasta la sociedad donde se harán las
reformas que precisan ser hechas (Salmos 8:3-8 - Un hombre nacido
para gobernar). Por eso es que el Espíritu Santo nos ha dado dominio
propio: “No nos dio cobardía, sino poder, amor y dominio propio” (2° Ti
1:7). Esto es clave para manifestar gobierno.

Página 94 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 9

EL EVANGELIO DE DIOS Y
EL EVANGELIO DE JESUCRISTO

Evangelio de Dios: Es ese evangelio que vemos en Génesis 1: 26-28;


hombres que nacieron para gobernar con la naturaleza de Dios (Salmos
8). ¿Qué es el evangelio de Dios sino un evangelio de gobierno?

Evangelio de Jesús: Es el evangelio de salvación, redención. 1ª Corin-


tios 15:45 “naturaleza caída”

Evangelio de Dios Evangelio de Jesús


Es evangelio del Reino. Es evangelio de Salvación.
Es el evangelio de la práctica de la justicia. Es el evangelio de la justificación.
Evangelio de gobierno y posicionamiento Evangelio completo para una generación
por encima de cualquier situación. que ha portado la naturaleza del primer
Adán (1ª Corintios 15:46).
Evangelio de Redención Suplida por Cris-
to y en Cristo.

JESÚS: su vida, sus obras. Evangelio de salvación (Melquisedec


como paz).

En búsqueda de la Justicia · Página 95


Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

JESÚS: su mensaje. Evangelio del Reino de Dios, redención, gobier-


no (Melquisedec como justicia - alimento sólido).

Ambos, son un sólo EVANGELIO COMPLETO que está reflejado


a lo largo de toda la Biblia. Aunque podemos distinguir las diferencias
entre cada uno de ellos, vemos también cómo se complementan para
hacer un trabajo en la mentalidad y el corazón de la iglesia.

Evangelio de Dios: Es la buena nueva de que estamos volviendo


por Cristo y en Cristo, al diseño original de Dios para el hombre; es
“El Evangelio de Gobierno” (Génesis 1:28). Originalmente, Dios creó
al hombre, no para que sea esclavo del sistema, ni de sus pasiones, ni
esclavo del mundo, ni de Satanás; fue creado con la naturaleza de Dios
para que gobernara. Luego de la caída, el hombre pierde esto y cono-
cerá por primera vez lo que es la NECESIDAD. Antes de la caída, el
hombre tenía todo lo necesario, estaba completo en Dios y gozaba de
un ambiente que le proveía absolutamente todo; no necesitaba nada.

¿Dónde comienza la mentalidad de necesidad del hombre?


Este estado de necesidad se inicia luego de la caída. A partir de aquí,
el hombre comienza a relacionarse con Dios como alguien que suple
su necesidad (por ejemplo: Génesis 2 y Salmos 104). Antes de la caída,
la mentalidad del hombre era: señorío, cuidar aquello que se le había
dado para administrar, gerenciar y gestionar. Luego de la caída, expe-
rimenta la necesidad de:
• Esconderse (antes no era así).
• Buscar un responsable de lo que le estaba pasando.
• Cubrirse (crea su vestido con hojas), hasta que Dios vino y
proveyó para ellos.
Aquí comienza su conciencia y mentalidad de necesidad. A partir

Página 96 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

de la caída, se relacionan con Dios como Su proveedor. Antes, Dios ya


había provisto todo lo que el hombre necesitaba; había una relación, no
de necesidad, sino una relación para gobierno.

Mateo 6:9-15 - “Vosotros, pues, oraréis así: Padre nuestro que estás en
los cielos, santificado sea tu nombre. Venga tu reino. Hágase tu voluntad,
como en el cielo, así también en la tierra. El pan nuestro de cada día,
dánoslo hoy. Y perdónanos nuestras deudas, como también nosotros per-
donamos a nuestros deudores. Y no nos metas en tentación, mas líbranos
del mal; porque tuyo es el reino, y el poder, y la gloria, por todos los siglos.
Amén. Porque si perdonáis a los hombres sus ofensas, os perdonará tam-
bién a vosotros vuestro Padre celestial; mas si no perdonáis a los hombres
sus ofensas, tampoco vuestro Padre os perdonará vuestras ofensas.”

Al mirar atentamente el Padrenuestro, podemos notar que el Señor


reconoce dos tipos de personas en la tierra:

• Los gentiles: que buscan vestidos, alimentos, cuidado, etc. ¿Por


qué? Porque los gentiles tienen mentalidad de necesitados.
• Los discípulos de Jesús: que son ciudadanos del reino. “Ustedes
deben saber que vuestro Padre celestial sabe de qué tenéis necesi-
dad… mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia y
todas las demás cosas os serán añadidas”.

Por lo tanto, tenemos dos tipos de generaciones: La generación de la


necesidad y la generación del reino.

Por un lado existe una generación que busca satisfacer sus necesida-
des, como lo describe la lista de Maslow de las siete necesidades básicas
de todo ser humano. Por otro lado, Jesús viene a manifestar en contras-
te, una generación que busca el reino de Dios y su justicia. Es intere-
sante ver cómo ambas cosas son claramente expuestas en las Sagradas
Escrituras:

En búsqueda de la Justicia · Página 97


Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

• Generación de necesidad: Conducida por sus propias necesi-


dades.
• Generación de Reino: Conducida por la voluntad de Dios, Su
gobierno, Su reino y Su justicia.

El Señor Jesús, vino a hacer con su mensaje del Reino una separación:
“No sean como los gentiles que viven conducidos por su necesidad, que se le-
vantan cada mañana pensando en ellas. No, primeramente busquen el Rei-
no de Dios y su Justicia y todas las demás cosas le seguirán por añadidura”.

El Evangelio de Jesucristo: Es un evangelio de redención, de salva-


ción y rescate.

Mateo 20:28 - “Como el Hijo del Hombre no vino para ser servido, sino
para servir, y para dar su vida en rescate por muchos.”
Marcos 10:45 - “porque el Hijo del Hombre no vino para ser servido,
sino para servir, y dar su vida en rescate por muchos.”
1º Timoteo 2:5-6 - “Porque hay un solo Dios, y un solo mediador entre
Dios y los hombres, Jesucristo hombre, el cual se dio a sí mismo en rescate
por todos, de lo cual se dio testimonio a su debido tiempo”
Es importante y muy clave notar la diferencia entre las obras de Jesús
y el mensaje de Jesús. Estos pasajes, entre otros escritos de Pablo, nos
hablan acerca de que Jesús y su vida estaban profundamente relaciona-
dos a la redención, para llevarnos luego a Su gobierno.
Colosenses 1:13-14 - “El cual nos ha librado de la potestad de las tinie-
blas, y trasladado al reino de su amado Hijo, en quien tenemos redención
por su sangre (vida), el perdón de pecados.”

Si hablamos de obra y de vida, hablamos del Evangelio de Jesús. Pero

Página 98 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

también debemos hablar del mensaje de Jesús; esta diferencia la vere-


mos en el siguiente pasaje bíblico:

JESUS NOS LIBERÓ DEL REINO


DE LAS TINIEBLAS Y NOS INTRODUJO EN SU REINO:
hay una Salida y una Entrada.

Hechos 1:1 - “En el primer tratado, oh Teófilo, hablé acerca de todas


las cosas que Jesús comenzó a hacer y a enseñar.”

Definiendo OBRAS y MENSAJE:

• Con su vida y obra, Jesús vino a salvar.


• Con su mensaje, vino a anunciar, a restaurar y a manifestar el
gobierno de Dios.

Por eso es que Él permanentemente anuncia el reino, predica el reino.


Todo su mensaje fue hablar del reino de Dios.

Lo que Jesús DIJO y lo que Jesús HIZO: Mensaje y Obras

Mateo 10:1 - “Entonces llamando a sus doce discípulos, les dio auto-
ridad sobre los espíritus inmundos, para que los echasen fuera, y para
sanar toda enfermedad y toda dolencia.”

Mateo 10:5-6 - “A estos doce envió Jesús, y les dio instrucciones (man-
damientos, principios), diciendo: Por camino de gentiles no vayáis, y en
ciudad de samaritanos no entréis, sino id antes a las ovejas perdidas de
la casa de Israel. Y yendo, predicad, diciendo: El reino de los cielos se ha
acercado.”

Jesús describe específicamente cuál debería ser el mensaje de los dis-


cípulos; no era un mensaje de sanidad sino: “El gobierno de Dios ha

En búsqueda de la Justicia · Página 99


Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

vuelto”, “El gobierno de Dios ha entrado en escena”, “La justicia de Dios


se ha manifestado” y luego les siguió diciendo:

Mateo 10:8 - “Sanad enfermos, limpiad leprosos, resucitad muertos,


echad fuera demonios; de gracia recibisteis, dad de gracia.”

Jesús le está dando a sus discípulos un lineamiento perfecto de lo que


él esperaba de ellos:

• Delineando el mensaje.
• Delineando las obras.

Él no les dice: “prediquen sobre sanidad”, “prediquen liberación”, etc.


Más bien les dice: “Prediquen el Reino y sanen, hagan las obras que yo
hago y prediquen el mensaje que YO predico”.

Si nosotros predicamos sus obras pero no su mensaje, NO estamos


continuando la obra que Cristo comenzó. Él comenzó sanando a los
enfermos pero también predicando acerca del gobierno.

Nuestro mensaje es un Mensaje de Gobierno

Éste fue el primer mensaje que Dios le entregó a Adán: Un mensaje


de gobierno. No le entregó un mensaje de salvación, porque no había
nada que salvar, nada que libertar, nada que resucitar. Con la caída del
hombre entra la enfermedad, la muerte, entran los demonios en escena
para atormentar la vida de las personas.

¿Cómo vamos a hablar un mensaje de gobierno, si primero no sana-


mos a los enfermos y resolvemos el problema de esclavitud?

¿Qué son las obras de Jesús? ¿Qué es el evangelio de Jesús, sino lo que
resuelve todo asunto de esclavitud?

Página 100 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

En estos dos mil años, la iglesia no ha tenido problemas de relacio-


narse con el evangelio de salvación, redención y liberación; pero sí ha
carecido del conocimiento o revelación del evangelio de gobierno, de
justicia, de posicionamiento en las cuatro esferas o niveles, que habla-
mos en la sección anterior descritas en 1a Timoteo 3:

• Esfera de gobierno personal.


• Esfera de gobierno familiar.
• Esfera de gobierno congregacional.
• Esfera de gobierno social.

Hebreos 6:1 dice: “Dejemos ya la doctrina de Cristo”, ¿Qué quiere de-


cir con esto? ¿Quiere decir que es ineficaz la doctrina de Cristo? De nin-
guna manera, lo que está diciendo es: “Vayamos más allá de la salvación;
no la dejemos, pero avancemos hacia el alimento sólido que es la palabra
de justicia, que es el evangelio de Dios, que es la palabra de gobierno”.

¿Quién experimentó el evangelio de la liberación?

El evangelio de Moisés tiene mucho que ver con estos dos evangelios. Es
como un evangelio que centraliza a estos dos. ¿Por qué? Porque el evan-
gelio de Moisés era una “buena nueva” para Israel de liberación de Egipto
e introducción del pueblo en la tierra de Canaán como gobernante.

Por lo tanto, podemos ver que por un lado hay una LIBERACIÓN, y por
el otro lado había que ENTRAR a la Tierra Prometida, a Canaán. El pro-
ceso de la liberación y de entrar era la renovación de la manera de pensar.

Israel fue liberado de Egipto (el ambiente, lugar, territorio), pero no


fue liberado de Egipto en su manera de pensar. ¿Cuál es el punto aquí?

No toda persona que fue libre de “Egipto” fue una persona


que entró a “Canaán” para gobernar.

En búsqueda de la Justicia · Página 101


Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

Por eso cuando Jesús está diciendo: “Muchos son llamados, pero po-
cos los escogidos”, no está hablando precisamente de escogidos para
salvación. En otras palabras, según entendemos: “muchos son llamados
a la salvación, pero no todos son escogidos para gobernar”. Porque entre
el proceso de la salvación y entrar al reino, debe haber un proceso de
madurez en el nivel de entendimiento. Es en ese proceso que las per-
sonas que “salen de Egipto” van a “entrar para gobernar” en la Tierra
Prometida.

Nosotros fuimos llamados, nacimos de nuevo para gobernar. El pro-


ceso de gobierno comienza con la salvación, pero no termina con ella.
Termina con gobierno. Así que podríamos decir que fuimos creados
para gobernar en justicia, pero no podríamos hacerlo si no experimen-
táramos la salvación.

Primero vino a nuestras vidas el evangelio de Jesús y éste nos lleva al


evangelio de Dios. Esto quiere decir que cuando nosotros conocemos
a Cristo, necesitamos conocer no sólo las obras de Cristo, sino también
necesitamos conocer las palabras de Cristo; porque Sus palabras nos
posicionan en lugares de gobierno.

Mirando la historia de la Iglesia todos estos años, nos damos cuenta


de que hemos sido fuertes en el evangelio de Jesús, fuertes en el evange-
lio de redención, de salvación, de liberación. Pero ahora la iglesia está
madurando y creciendo y se nos está revelando el evangelio de Dios.
Un evangelio con naturaleza de gobierno, que se perdió con el pecado
de Adán.

Al venir Cristo, no había ni un justo, TODOS éramos esclavos de las


tinieblas y Él nos rescató.

Cristo nos rescató para devolvernos a la idea original


que es el evangelio del gobierno de Dios.

Página 102 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

Hemos nacido de nuevo, no solo para ser liberados del mal sino para
gobernar en Cristo en nuestra generación. La idea central es que: No
solo es importante SALIR, sino que también es importante ENTRAR.

Gálatas 5:1 - “Estad, pues, firmes en la libertad con que Cristo nos hizo
libres, y no estéis otra vez sujetos al yugo de esclavitud.”

Alguien que fue libre del “yugo de Egipto”, ¿puede volver? Sí. Si no
entra al modelo de gobierno en la práctica de la justicia, quedará en
un lugar donde la esclavitud volverá a poseer su mente otra vez y, des-
graciadamente, retrocederá espiritualmente. Por eso, el Apóstol Pablo
dice: “No volvamos otra vez al lugar de donde Cristo nos sacó”.

¿Cómo hago para NO volver a la esclavitud? Entendiendo la razón y


el propósito de la libertad.

En una ocasión, mientras compartíamos con algunas personas en-


tendidas en las Escrituras, preguntamos si el fin de Dios es hacernos
libres. El cuestionamiento fue acerca de ¿Cuántos creen que el fin o
final de todo obrar de Dios en nosotros, es darnos libertad? El 95% o
96% del auditorio levantó la mano y dijo: ¡Amén, Dios nos llamó en su
propósito final para que nosotros seamos libres!

Entonces les expliqué que la libertad no era el final del propósito de


Dios, sino que la libertad era un medio para un propósito más relevan-
te: SER GENTE DE GOBIERNO. Nacimos para gobernar y el medio
para ser gente de gobierno es la libertad. Debemos ser libres para go-
bernar sobre el dinero, las tentaciones y el pecado (“enseñorearnos del
pecado” - Romanos 6:14).

Solo Gente Libre puede Gobernar

Cuando Dios nos llama a la libertad, no es sólo para quedarnos con

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Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

ella, sino que por medio de la libertad, subamos al nivel que se llama
Gobierno.

El evangelio de Jesús es para dejarnos en una posición de libertad y


así entrar en el evangelio de Dios. No debemos quedarnos a mitad de
camino.

Recuerde:

• Jesús vino a anunciar el gobierno de Dios.


• Jesús vino a predicar el mensaje del reino de Dios.
• Jesús vino a anunciar su reino y su justicia.
• No debemos quedarnos solo con el beneficio de la salvación.
• Debemos ser hombres y mujeres que entienden que el evan-
gelio de Jesús, nos lleva de nuevo al evangelio de Dios, en Adán.
• Dios está dándonos revelación de Su idea original, devolvién-
donos la capacidad de volver al origen: ser hombres y mujeres de
gobierno.

¿Cómo podemos llegar a ser hombres y mujeres en la práctica de la


justicia si somos esclavos del pecado, de los problemas o esclavos del
sistema?
Para esto vino Jesús, para rescatarnos de todo mal y posicionarnos
otra vez en la misma línea que el primer Adán perdió al pecar. Una
generación de gobierno que tiene autoridad sobre los peces, animales,
sobre la tierra, el ambiente y el clima.
Cuando Jesús caminó sobre la tierra, manifestó por medio de sus
obras su señorío, su posición de autoridad y gobierno. Sin dudas, noso-
tros también deberíamos ser llamados señores, ¿Por qué señores? Por-
que tiene que ver con nuestra naturaleza.
Uno de los códigos que entendemos que el Espíritu Santo va a desci-

Página 104 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

frar en el lenguaje de la iglesia, será no solo de creyentes, de cristianos,


de discípulos, sino que será restaurado el saludo de señores. Cuando
saludemos a nuestros hermanos, los saludaremos como “señores” por-
que el Señor no vino a abrir una secta, o una religión llamada cristianis-
mo; Jesús vino a restaurar el señorío que el primer Adán había perdido.

Estamos en presencia de ver la restauración de “señores”. Señorearán


sobre su propia vida, en su familia, en las congregaciones; manifestarán
señorío en todos los aspectos de la sociedad y ese señorío será el resul-
tado de la restauración de Cristo en ellos.

Recuerden:

• Jesús es llamado Señor de señores. Esto es la restauración de Su


identidad en nosotros. Así como Él restaura y dice que es Rey de reyes,
también es llamado Señor de señores. Así como Él es, también nosotros
seremos.
Antes Ahora
Traíamos: Traemos:

• La imagen del primer Adán(1º Cor. 15). • La imagen del segundo Adán.
• La imagen del terrenal. • La imagen del celestial.
• La imagen del segundo Adán.
• La imagen del celestial.

Hebreos 6:1-3 - “Por tanto, dejando ya los rudimentos de la doctrina


de Cristo, –lo que tiene que ver con salvación- vamos adelante a la per-
fección; no echando otra vez el fundamento de arrepentimiento de obras
muertas, de la fe en Dios, de la doctrina de bautismos, de la imposición
de manos, de la resurrección de los muertos y del juicio eterno. Y esto
haremos, si Dios en verdad lo permite.”

Dios nos está permitiendo entrar a un nivel de revelación del evan-

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Capítulo 9 · El Evangelio de Dios y el Evangelio de Jesucristo

gelio de Dios que es un evangelio de gobierno y de justicia. Estamos


entrando a otro nivel de revelación, posicionados y establecidos para
ser como el primer Adán en estos días, pero portando la imagen del
segundo, porque lo que el primero perdió, el segundo Adán lo recuperó
para nosotros y Él ahora nos hizo libres en el evangelio de su Hijo, pero
también nos introdujo al Reino de su Amado Hijo. No sólo nos sacó de
las tinieblas, sino que nos introdujo al reino de la luz. No sólo nos sacó
de la esclavitud; también nos introdujo en un reino de libertad para ser
una generación de gobierno por la palabra de justicia y la práctica de
la justicia.

En la libertad con la que Jesús nos hizo libres,


vamos en camino de ser hombres y mujeres de gobierno
en la práctica de la justicia.

Página 106 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 10

GENERACIÓN DE GOBIERNO

Hay una generación de gobierno que Dios está levantando. La está


entrenando, enseñando y equipando para manifestar un poder sobre-
natural a través de la práctica de la justicia.

Isaías 45:13 - “Yo lo desperté en justicia, y enderezaré todos sus cami-


nos; él edificará mi ciudad, y soltará mis cautivos, no por precio ni por
dones, dice Jehová de los ejércitos.”

El Señor toma la iniciativa de despertar al rey Ciro, un hombre de


gobierno. Algo dentro de él fue activado, movilizado, específicamente:
hacer justicia (Isaías 45:1-13). Lo primero que Dios hace es enderezar
sus pasos porque, ¿de qué sirve querer ordenar la vida de los demás y
no ordenar la propia vida?

Efesios 4:24 - “Creado según Dios, en la justicia y santidad de la


verdad.”

Todo hombre que quiera hacer justicia para fuera, primero la justicia
trabajará dentro de él. ¿Cuál es la visión de una persona de justicia?

En búsqueda de la Justicia · Página 107


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

Va más allá del ámbito de sus intereses personales; se relaciona con


todo su entorno: “El edificará mi ciudad”. La injusticia destruye ciuda-
des, pero la justicia las edifica. “Soltará mis cautivos”. Dios está dicien-
do: son míos, pero están en cautividad.

¿Qué hará la generación de justicia? Liberará a la gente que es de


Dios; no lo hará por precio ni por dones.

La generación que Dios está levantando, no es una generación que se


prepara o se visualiza en el lucro sino que el lucro o la ganancia finan-
ciera será el resultado de su amor. Vendrá una restitución al hombre y
la mujer de justicia. Dios mismo será su herencia, su provisión. Él será
quien libertará financieramente su vida. ¿Por qué? Porque en el cora-
zón de todo libertador no está el lucro. No lo hará por favores ni ga-
nancias personales, sino por la carga y el amor que están en su interior.

En 2ª Corintios capítulo 12, Pablo habla acerca de lo que representa


ser un apóstol: “Aunque amando más, sea amado menos, yo mismo me
gastaré y lo que tengo se gastará por amor a ustedes”. Esto nos muestra
específicamente un corazón que lo que hace no lo hace por lucro, sino
por amor, y la recompensa (la honra) vendrá del Señor a través de hom-
bres y mujeres que entienden el principio de la honra.

Isaías 45:13 habla de la activación de una generación de gobierno y


éste es el clamor que la tierra tiene.

La tierra tiene un clamor por libertadores de justicia;


está clamando en todas partes que se levanten
hombres y mujeres como el rey Ciro,
que edificarán las ciudades arruinadas,
que soltarán a los cautivos
y que no lo harán por intereses personales.

Página 108 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

¿POR QUÉ ES TAN IMPORTANTE


PARA DIOS LA JUSTICIA?

• Porque Dios es un Dios que quiere darle a cada uno conforme a su


derecho. Y Él también nos enseña cuál es ese derecho divino. La Biblia
refleja que justicia es darle a cada uno conforme a su derecho.

Mateo 22:20-21 - “Entonces les dijo: ¿De quién es esta imagen, y la


inscripción? Le dijeron: De César. Y les dijo: Dad, pues, a César lo que es
de César, y a Dios lo que es de Dios.”

Esto es justicia: la verdad revelada. Necesitamos aprender a tener una


relación con Dios no tan emocional, almática, inconstante, sino que
necesitamos comprender que nuestra conexión con Él está basada en
un principio de justicia donde debo darle su derecho. ¿Cuál es el dere-
cho de Dios? Ser amado. Él es digno de ser amado.

Mateo 22:37-39 - “Jesús le dijo: Amarás al Señor tu Dios con todo tu


corazón, y con toda tu alma, y con toda tu mente. Este es el primero y
grande mandamiento. Y el segundo es semejante: Amarás a tu prójimo
como a ti mismo.”

En este pasaje de Mateo, podemos cambiar la palabra mandamiento


por la palabra derecho porque es exactamente lo mismo en el código
legal. El derecho de Dios es ser amado. El derecho de la persona es ser
amada. Cuando amamos a Dios, practicamos la justicia, cuando ama-
mos a nuestro prójimo, también estamos practicando la justicia.

Principio: Toda persona tiene derecho a ser amada. Amar es dar a


otro lo mejor de nosotros con la mejor actitud, eso es justicia.

Podemos darle cosas a la gente, pero si no va acompañada por una


buena actitud, no es justicia.

En búsqueda de la Justicia · Página 109


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

La Justicia es representada con una balanza


que implica derechos y obligaciones.
Todas las relaciones están basadas en esto:
DERECHO Y OBLIGACIÓN.

Mateo 7:12 lo define de la siguiente manera: “Así que, todas las cosas
que queráis que los hombres hagan con vosotros, así también haced voso-
tros con ellos; porque esto es la ley y los profetas.”
Si entendemos que justicia es igual a derechos y obligaciones, cada
uno puede reclamar su derecho. Pero cuando la esencia de la justicia es
el amor, más que reclamar mi derecho y priorizarlo en toda relación,
voy a establecer primeramente mi obligación. Nuestras relaciones no
pueden estar fundamentadas en nuestro derecho; deben estar funda-
mentadas en nuestra obligación.
Si quiero que la gente haga algo conmigo, el consejo de Mateo 7:12
es: ¿Por qué tú no lo haces con ellos?

Este es el principio de la justicia.


Si un político o el dueño de una empresa, reclama su derecho y no
cumple con su obligación, no practica la justicia. Si todas las entidades
reclaman su derecho y no cumplen sus obligaciones, NO están practi-
cando la justicia del reino sino que sólo están viviendo en “la justicia
propia”. Ésta tiene su raíz en el orgullo, el egocentrismo y los intereses
personales.

¿Cuál es el consejo bíblico sobre la práctica de la justicia del reino?


Todo lo que quieran que los hombres hagan con ustedes, primero tienen
que hacerlo ustedes con ellos. Jesús dijo: No estoy aquí para ser servido;
estoy aquí para ser servidor de todos ustedes. No estoy entre ustedes como
el que se sienta a la mesa, estoy entre ustedes como el que sirve.

Página 110 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

Aquel que nos llamó a servirle, primero nos dio su ejemplo, sirvién-
donos a nosotros, porque en este reino, todo lo que queremos que ha-
gan con nosotros, debemos hacerlo primero con los demás.

¿Quién es el primero en enseñarnos este modelo de vida? DIOS

• Dios quería un pueblo de sacerdotes y nos entregó un Sumo


Sacerdote llamado Jesús.
• Dios quería un pueblo de ovejas y nos entregó a su Hijo como
Cordero.
• Dios quería un pueblo de reyes y nos entregó a su Hijo como
Rey de los reyes.

Podríamos realizar una larga lista de todo lo que Dios quería, pero
Él lo entregó todo primero en la vida de su Hijo. Porque, “todo lo que
queréis que los hombres hagan con vosotros, primero hacedlo vosotros
con ellos”.

Cuán glorioso es entender este principio de darnos en la práctica de


la justicia. Cumplamos el derecho de los demás y así los demás corres-
ponderán a lo que hicimos por ellos.

• La justicia, según las Escrituras, es un acto secundario dentro de


lo primero.

Esto significa que para hacerle justicia a alguien, debo considerar que
lo merece. Primero opera el valor de la persona en mi conciencia. Nun-
ca daré algo a alguien que no lo haya considerado en mi interior. Ini-
cialmente necesito considerar a la persona para luego darle su derecho,
para luego practicar justicia con ella. Si estoy delante de alguien que
considero que no merece recibir lo que yo puedo darle, no se lo daré,
porque la justicia opera luego del valor que esa persona tiene para mí
en mi conciencia.

En búsqueda de la Justicia · Página 111


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

Cada vez que Jesús sanaba, manifestaba sobre la persona el derecho


que tenía de ser sana.

Mateo 12:11-13 - “El les dijo: ¿Qué hombre habrá de vosotros, que
tenga una oveja, y si ésta cayere en un hoyo en día de reposo, no le eche
mano, y la levante? Pues ¿cuánto más vale un hombre que una oveja? Por
consiguiente, es lícito hacer el bien en los días de reposo. Entonces dijo
a aquel hombre: Extiende tu mano. Y él la extendió, y le fue restaurada
sana como la otra.”

Jesús va a comparar, despertando la conciencia de los oyentes: ¿Me-


rece o no este hombre ser sano en el día de reposo? Aquellos hombres
entendían muy poco de la práctica de la justicia en amor. Más bien
entendían la justicia en “legalismo”, “la justicia propia”; no podían com-
prender el lenguaje que Jesús estaba usando acerca del valor que ese
hombre tenía para Dios. Jesús les dice en el verso 12: “¿¡Cuánto más vale
un hombre que una oveja!?”.

El problema es que para la religión y los legalistas, la gente vale me-


nos que un animal o una cosa.

Si miramos detenidamente, veremos qué valor le está poniendo Jesús


a este hombre. Les dice: “Él vale más que esa oveja. Él vale mucho más y
porque él tiene derecho, yo lo voy a sanar”.

Ahora entendemos que:


• Para hacerle justicia a alguien, debo considerar que realmente
lo merece.
• Debo entender qué valor tienen las personas para mí y así ma-
nifestarles justicia.
¿Por qué los gobernantes se enseñorean de las personas? Se enseño-
rean porque para ellos, la gente no tiene valor alguno. ¿Qué político, en

Página 112 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

sus discursos, no habla acerca de lo importante que es la gente para él?


De hecho lo manifiesta a través de saludos, va por los pueblos, calles,
casas, empresas, fábricas y luego, al dejar de ejercer esa autoridad, se
olvida de ellos.

Porque sinceramente, los gobernantes que no conocen a Dios, que


no entienden los principios de justicia, se van a enseñorear de la gente.
Pero Dios está levantando una generación de gobierno para quienes
la gente tiene un alto valor; no solo en sus discursos, sino en su manera
de vivir, en su manera de ser y de producir.
Observemos un ejemplo bíblico leyendo en 2º Crónicas, capítulo 20.

¡Cuán importante fue para el rey Josafat su pueblo! Cuando fue ame-
nazado de guerra por los hijos de Moab y de Amón, no los abandonó
sino que se humilló delante de Jehová, clamó por su pueblo y Dios le
dio una gran victoria. ¿Por qué? Porque para este gobernante llamado
Josafat, EL PUEBLO VALÍA MUCHO.

¿Por qué Dios está levantando gobernantes en la educación, gober-


nantes en la medicina, aún en la política y en la economía? Porque Dios
está levantando a hombres que aman a Dios, aman al pueblo y que van
a luchar por ellos. Que cuando vengan “el oso y el león” no saldrán
corriendo sino que pelearán. Si como David, tienen que meterse en la
boca del león o del oso para quitarle la oveja, lo harán porque para ellos
las personas tienen derecho.

Qué importante es ver la historia de la humanidad y la historia bíblica


donde hombres y mujeres pelean por lo que nadie pelearía; luchar por
lo que nadie lucharía, simplemente porque para ellos, la gente tiene
derechos.

Dios está levantando hombres en justicia que van a proclamar justi-


cia por los que no tienen voz, batallar por aquellos que nadie defiende.

En búsqueda de la Justicia · Página 113


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

Creemos que el Señor erigirá legisladores que lucharán con autoridad


por aquellos niños no nacidos pero que están en el vientre de su madre
concibiéndose y formándose.
Eso es lo que la Biblia dice:

Dios levantará hombres de justicia por los que no tienen voz.


Gritarán y pelearán por ellos, defenderán su causa
en todas las áreas de la sociedad,
donde la gente siente que no tiene derecho alguno.

¿Qué hará el ministro de justicia de Dios?


El ministro de justicia de Dios, les dará:
• Derechos.
• Dignidad.
• Identidad.
Y peleará por esta gente, porque para él son importantes.
Dios está levantando evangelistas no promotores de su propio minis-
terio. Evangelistas que no son orgullosos, altivos, ni soberbios de lo que
hacen, dicen y logran, sino cargados de compasión. Lo que harán en su
ministración y en su ministerio, no es otra cosa que la manifestación
del amor de Dios para aquellos que tienen derecho de ser sanos.
Aprendimos que un milagro no es nuestra promoción, ni la oportu-
nidad de levantar nuestro ministerio, sino que un milagro es la expre-
sión del amor de Dios por el derecho que la gente tiene.
Jesús reivindicó y restituyó el derecho a aquellos que por causa del
pecado sufrieron, sufren o van a sufrir diferentes enfermedades. Por su
sangre y por sus llagas, Él les restituyó el derecho de ser perdonados,
sanados, de experimentar una libertad plena y completa en la justicia
de Dios que es la manifestación de Cristo, el poder de la sanidad.

Página 114 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

¿Por qué la gente recibirá sanidad? Porque es su derecho (Mateo


12:11).

Principio
Toda persona tiene derechos. Toda persona tiene valor para Dios.
Ejercitemos la práctica de la justicia por causa del valor que ellos tienen
para Dios.

La justicia es una práctica muy importante para Dios y él hace que la


justicia sea un ambiente, donde el que la practica tendrá una provisión
sobrenatural para la manifestación del Reino de Dios. En otras pala-
bras, justicia es un depósito. El que la practique, entrará, tomará, poseerá
y manifestará los bienes que están dentro de ese depósito o ambiente de
justicia.

Justicia es un ambiente con sus bienes incluidos (Mateo 6:33).

Mateo 6: 33 - “Mas buscad primeramente el reino de Dios y su justicia,


y todas estas cosas os serán añadidas.”

Salmos 118: 18-20 - “Me castigó gravemente JAH, más no me entregó


a la muerte. Abridme las puertas de la justicia; entraré por ellas, alabaré
a JAH. Esta es puerta de Jehová; por ella entrarán los justos.”

Sin lugar a dudas hay una retribución del pecado (la paga del pecado
es muerte), mas la práctica de la justicia liberará todo lo que el pecado
nos robó. Esto quiere decir RESTITUCIÓN. Dios va a restituir en la
práctica y ambiente de la justicia todo lo que hemos perdido (Salmos
118:18).

¿Qué nos dice la Escritura? Necesito entrar a esta dimensión de jus-


ticia y él pide: Ábreme las puertas, quiero entrar en ese ambiente donde
todas las cosas están liberadas. (Salmos 118:19)

En búsqueda de la Justicia · Página 115


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

En ese ambiente de justicia, está absolutamente


todo lo que necesitamos para cumplir el propósito de Dios
en esta tierra y en esta generación.

¿Quién entrará por esas puertas de justicia? Los justos (Salmos


118:20).

Cristo vino a nosotros a declararnos justos. Sin lugar a dudas, cuan-


do comprendemos la declaración de la justificación delante de Dios,
podemos entrar para y por la práctica de la justicia y tomar todo lo que
este reino tiene.

En el reino hay un depósito increíble, sobrenatural y poderoso, y por


medio de la fe entro y lo poseo todo.

Romanos 1:17 - “La justicia de Dios se revela por fe y para fe.”

TODO ha sido entregado allí por medio de la fe (Por ejemplo: los


órganos que precisamos, las señales sobrenaturales, el poder sobrena-
tural, la intervención angelical). No solamente vamos a recibir cosas
por medio de la fe, sino que las que recibimos serán para fe y la gente
que vea también crecerá en fe.

Efesios 6:1-2 - “Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor, porque esto


es justo. Ya que el primer mandamiento que contiene una promesa es este:
honra a tu padre y a tu madre.”

Colosenses 3:20 - “Hijos, obedezcan siempre a sus padres porque esto


es agradable al Señor.”

¿Quiénes pueden entrar y tomar los bienes del ambiente de justicia?


Los que agradan al Señor tienen “cielos abiertos”. Esto es lo que marca
la diferencia entre ser aceptados por Dios y ser agradables a los ojos del

Página 116 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

Señor. Nosotros somos aceptados por Dios a través de Jesucristo: éste


es el evangelio de su Hijo.

El evangelio de su Hijo nos lleva a ser aceptados por Dios.

Luego, tenemos que pasar al próximo nivel, para que Dios nos resti-
tuya el evangelio de gobierno. Y esto es el ser hallado agradable delante
de Dios.

Hechos 2:22 - “Varones israelitas, oíd estas palabras: Jesús nazareno,


varón aprobado por Dios entre vosotros con las maravillas, prodigios y
señales que Dios hizo entre vosotros por medio de él, como vosotros mis-
mos sabéis.”

El punto aquí es que por causa de ser un varón agradable y aprobado,


él pudo entrar y tomar del ámbito de justicia de ese ambiente.

TODA la manifestación que se mueve en el ambiente de justicia, re-


quiere entrar para tomarla y establecerla en la tierra. Pero no era sólo
por ser Hijo, sino por ser APROBADO.

¿Cómo puedo activar todo lo que está en el campo sobrenatural?


Siendo un varón APROBADO.

¿Cómo logro ser un varón aprobado? Llevando y practicando una


vida agradable delante de Dios.

SEGÚN DIOS

TODO AQUEL QUE LE AGRADA, PRACTICA LA JUSTICIA.


Y TODO AQUEL QUE PRACTICA LA JUSTICIA,
AGRADA A DIOS.

En búsqueda de la Justicia · Página 117


Capítulo 10 · Generación de Gobierno

RECUERDE

Juan el Bautista, dijo: “Señor Tú vienes a mí… para ser bautizado por
mí. Yo preciso ser bautizado por ti”.

Jesús le dijo: “Deja que cumplamos toda justicia”.

Y el Padre dice: “Este es mi Hijo Amado en quien mi alma se agrada”.

Practicar la justicia es agradable ante los ojos de Dios


y esto trae todas las riquezas que se mueven en ese ámbito,
todos los bienes que hay allí.

Página 118 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 11

LA NUEVA GENERACIÓN

A lo largo de la historia de la humanidad, vemos en la Biblia que Dios


nunca fue un espectador pasivo de la naturaleza, la raza humana y la
historia.
Siempre ha estado interviniendo y cuando de generación en genera-
ción se cortaba Su propósito por causa de algún hombre que abortaba
sus planes, Él levantaba una nueva generación. Esa nueva generación
tenía el propósito de continuar los diseños y los proyectos divinos sobre
la humanidad.

A lo largo de las vidas de Adán, Caín, Noé, Abraham, vemos a hom-


bres que fallan, que caen, hombres que sueltan el proyecto de Dios;
pero el Señor nunca renuncia a sus proyectos, a sus planes y propósitos.
Cuando el hombre se abría de aquello que Dios había determinado, era
hora de comenzar con una nueva generación.

Podemos recordar en los días de Noé, cómo este varón justo, va a


comenzar una nueva generación después del diluvio. Noé, como padre
espiritual, daría continuidad con su paternidad al programa, al proyecto
de Dios que había sido liberado sobre la vida de Adán. El lenguaje de

En búsqueda de la Justicia · Página 119


Capítulo 11 · La Nueva Generación

Dios con Noé, luego del diluvio, luego que salió del arca, fue: “Te bendi-
go, te bendigo… te bendeciré, bendeciré tu descendencia…bendición tras
bendición”. La Biblia dice que Noé introduce una palabra de maldición
sobre su nieto Canaán. Dios tiene que levantar un padre para que redi-
ma aquella maldición que trajo Noé. Entonces levanta a Abraham para
la tierra de Canaán, para que REDIMA EN JUSTICIA, aquella palabra
de maldición que Noé había liberado.
En el sueño de Dios nunca estuvo la maldición. Creó la tierra y formó
al hombre para que la bendición estuviera de manera permanente y
constante sobre la vida del ser humano.
Ahora, Dios levanta una nueva generación en Abraham para iniciar
todo un proceso de paternidad. Luego, después de los cuatrocientos
treinta años de esclavitud en Egipto, el Señor erige a Moisés para co-
menzar una nueva generación que luego la continuará Josué.
Así vamos viendo a lo largo de la historia de la humanidad, que Dios
no desiste del hombre; siempre está trabajando con el hombre. Siempre
que Él está por comenzar algo, toma un padre que tiene con el propósi-
to de continuar aquello que alguien cortó en algún momento determi-
nado. Por eso es que la bendición dada a Abraham llega hasta nosotros,
pero también nos llega aquella bendición dada a Adán. Dios levantará
una nueva generación para volvernos al proyecto original que era Adán
y también Abraham.

Dios es un Dios generacional

Entendemos por el Espíritu Santo, que hay un despertar sobre la pa-


labra justicia. Esta nueva generación que Dios está levantando, es una
generación de gobierno por la práctica de la justicia del reino. De toda
la historia de la Iglesia (a veces triste sin lugar a dudas), estamos en el
mejor momento, donde ha ido creciendo, alcanzando niveles de madu-
rez para entrar a la revelación de la palabra justicia.

Página 120 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 11 · La Nueva Generación

Para que haya una generación de justicia, primero tiene que haber
una palabra de justicia.

Hebreos 5:14 - “Por el discernimiento en el uso de los sentidos, por


el discernimiento del bien y del mal y por el ejercicio permanente de la
palabra, somos habilitados para entrar al campo de la revelación de la
palabra de justicia.”

Hemos visto en las Escrituras que existe la palabra de fe, de sabiduría,


de ciencia, de revelación; pero ahora estamos entrando a la manifesta-
ción de Hebreos 5, donde por causa de la madurez de los santos Dios
nos está entregando la palabra de justicia. ¿Por qué el Señor coloca en
nuestras manos esta palabra poderosa? Porque Él está determinado a
que el fin de la historia de la Iglesia no va a ser el fracaso, la derrota o el
escape; la Iglesia será en los postreros tiempos: “Una iglesia de gobier-
no que practica la justicia”.

Esta es la herencia que hemos recibido, este es el legado que nos fue
entregado y por nuestra responsabilidad y por asumir el compromiso
de vivir en la práctica de justicia y en justicia, sin lugar a dudas estamos
en condición de ver una generación de gobierno.

Y cuando decimos gobierno, hablamos de todos los lugares o, como


se denomina en la Biblia, Los siete montes de gobierno o lugares de
autoridad que operan hoy en la sociedad y en una nación.

Estamos en presencia de una generación


con muchísima autoridad.

Apocalipsis 22:11 - “El que es injusto, sea injusto todavía; y el que es


inmundo, sea inmundo todavía; y el que es justo, practique la justicia
todavía; y el que es santo, santifíquese todavía.”

En búsqueda de la Justicia · Página 121


Capítulo 11 · La Nueva Generación

Esta es una palabra que a simple lectura, parece controversial con


la gracia. La Biblia dice: “El que sea injusto, sea injusto todavía”. ¿Es la
voluntad de Dios que el que es injusto crezca en injusticia? De ninguna
manera, pero donde abundó el pecado, sobreabundó la gracia. Aquí el
énfasis no es que el mundo está sentenciado a ir de mal en peor. Lo que
está diciendo esta palabra, y donde vamos a entrar en entendimiento,
es que todo tiene crecimiento: lo bueno y lo malo crecerá. Esto es impo-
sible de parar.

No quiere decir que no intervendrá la gracia. Si la gracia interviene


sobre la maldad, habrá un cambio. Creemos que los últimos días de la
tierra, de la historia, del hombre (nuestra escatología) deben estar fun-
damentados en el gobierno y no en el escape.

Lo que leemos en este pasaje, no refleja de ninguna manera, el que


Dios no intervenga con su amor. Declaramos en el Nombre de Jesús que
los inmundos se santificarán y que los injustos practicarán la justicia.

POSICIÓN LEGAL y
POSICIÓN REAL

Posición Legal: Lo que alcanzamos en Cristo. Somos llamados justos,


santos.
Posición Real: Mientras que somos llamados justos, vemos muchos
creyentes que NO practican la justicia. Muchos son llamados santos, pero
tampoco llevan una vida de santidad.
¿Cómo pueden ser llamados justos y santos si en verdad no están
viviendo de acuerdo a esa declaración?
Esto es lo que trataremos de resolver a continuación.

Página 122 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 11 · La Nueva Generación

La Posición Legal, es lo que Cristo conquistó para nosotros.

La Posición Real es lo que nosotros debemos desarrollar en esta vida


nueva en Cristo Jesús.

En Apocalipsis 22:11 se nos habla específicamente de que debemos


practicar la justicia.
Aquí se nos habla específicamente de que debemos practicar la justicia.
¿Por qué debemos practicar la justicia?
Porque fuimos llamados a un reino donde el carácter del Rey y el
carácter de este reino, principalmente es la justicia. Las Escrituras nos
dicen que no es que tiene sino que ES JUSTICIA. “Buscad primeramente
el reino de Dios y su justicia” Esta es su principal esencia.

La revelación que el rey David (como rey, profeta y sacerdote) tiene


de Dios, está relacionada específicamente con un Dios que gobierna en
justicia.

David, dice: Dios está sentado sobre un trono de justicia, y el cimien-


to de ese trono es un cimiento de justicia, la vestidura de ese rey, es
una vestidura de justicia, tiene un manto de justicia y también tiene un
cetro con una espada de justicia, y viene a gobernar la tierra en justicia
y levanta una generación de justicia.

Estamos en presencia de un hombre de gobierno como David que


tiene nada más ni nada menos que la revelación del Reino de Dios. El
carácter del Rey, el carácter del trono del Rey, el carácter de su operativi-
dad como Rey, como gobernante y también cómo funciona ese reino es a
través de la justicia.

Los últimos tres versos del Salmo 22 profetizan la muerte de Cristo.

En búsqueda de la Justicia · Página 123


Capítulo 11 · La Nueva Generación

En ellos, el salmista habla de los sentimientos de Cristo en la cruz del


Calvario, de lo que Él viviría en la cruz y también de lo que la gente di-
ría de Él en la cruz. La historia del Salmo 22 no termina en la cruz, sino
con el levantamiento de una generación en justicia.

Salmos 22:28-31 - “Porque de Jehová es el reino, y él regirá las nacio-


nes. Comerán y adorarán todos los poderosos de la tierra; se postrarán
delante de él todos los que descienden al polvo, aun el que no puede con-
servar la vida a su propia alma. La posteridad le servirá; esto será conta-
do de Jehová hasta la postrera generación.”

También se define cómo serán las generaciones postreras.


¿Cuál será el mensaje de la postrera generación? “Vendrán y anuncia-
ran su justicia” (Salmos 22:31). Anunciar lo que Dios hizo por medio de
la manifestación de su justicia a través de Cristo.

Las Escrituras en Hebreos dicen: “Ustedes tienen necesidad de leche


porque no han crecido”. Esto nos revela proféticamente cómo será la
condición de la iglesia en los últimos tiempos: será una Iglesia MADU-
RA, lista para recibir y manifestar la palabra de justicia.

Luego, viene el Salmo 23 y por consecuencia el Salmo 24 que termina


siendo el Salmo de gobierno y la manifestación de la entrada del Rey de
Gloria. Esto nos habla profética y escatológicamente de lo que pasará
en los últimos tiempos.

Estamos convencidos de que Dios está levantando una generación de


justicia que va a gobernar. No importa qué filosofía, ideología, o postu-
ra partidaria pueda tener; esta generación sí o sí va a desmenuzar todos
los reinos de la tierra como fue dicho en Daniel 2:44.

Este Reino va en aumento, va en crecimiento, nuestros hijos serán


poderosos en la tierra. Como dice el Salmo 112, estamos en los mejores

Página 124 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 11 · La Nueva Generación

días de la tierra, estamos en los mejores días por venir. Porque lo que
por un lado es crisis por causa de la injusticia, por el otro lado será: paz
y seguridad, por causa de la justicia. El mundo vendrá a Cristo por cau-
sa de ver en nosotros la seguridad que tenemos al practicar la justicia.
Fuimos llamados:
El justo practique la justicia. En este reino no existe
divorcio entre justicia y amor. Porque el fundamento
de la justicia es el amor: a Dios y al prójimo.
La gente hoy está disociando literalmente la justicia del amor, y está
estableciendo una justicia totalmente insensible. A veces se juzgan los
derechos del victimario, y no se juzgan los derechos de la víctima. A
veces se defiende más al victimario que a la víctima. En ocasiones tiene
más derechos humanos una persona que ha hecho lo malo, lo inde-
bido, que las personas que han sufrido o las familias que han vivido
momentos terribles. Sinceramente, la gente ha llegado a pensar que en
la justicia hay un alto grado de insensibilidad.
Las personas van perdiendo lentamente la convicción, la paz, la con-
fianza en todo lo que se denomina justicia. Hemos escuchado muchas
veces que la gente, familiares y víctimas, dicen: Yo ya no creo en la justi-
cia. Antes creía en la justicia. Tiempo atrás sostenían: Dejo esto en ma-
nos de la justicia. Hoy dicen: Lo dejo en la justicia de Dios, porque la
justicia del hombre no tiene ningún tipo de respuesta para mí.
Esto es verdad, porque la tierra ha separado la justicia del amor. Pero
que esto acontezca en la naturaleza humana, no es la realidad en el Rei-
no de Dios. En Su reino, justicia y amor son el resultado o manifesta-
ción de su carácter. Porque Dios ama en justicia y su justicia es en amor.
Este Reino es gobernado por un Rey de justicia, en un reino
de justicia; se manifiesta la justicia para establecer justicia.

En búsqueda de la Justicia · Página 125


Capítulo 11 · La Nueva Generación

Cuántos en su posición de juez o abogado dicen representar a la jus-


ticia, solamente para recibir beneficios e intereses propios. Por eso es
que nuestros abogados en Cristo, nuestros jueces o fiscales en Cristo,
no piensan en una justicia para un interés personal, para beneficiarse o
enriquecerse de la necesidad de la gente, sino que ven a la justicia como
una herramienta para establecer justicia.

Aconsejamos, oramos, profetizamos, enseñamos, predicamos que se


debe levantar una nueva estirpe de abogados que no usen la justicia o
su conocimiento legal para beneficio propio, que no lo usen para cohe-
cho o para defender a los que más tienen y quitarle lo poco que tienen
las personas más simples y humildes. ¿Cuántos bufetes de abogados se
han sumado para quitarle a la gente lo poco que le queda?

Dios está levantando una estirpe de hombres y mujeres que usarán la


justicia para establecer la justicia.

La justicia, alegra al pueblo. No hay nada que traiga más gozo al pue-
blo que cuando se levantan autoridades de justicia.

Cuando se levanta un líder que ama, el amor cubrirá. No hay nada que
sea de mayor cobertura que el amor. Todo lo que yo ame, tengo el poder
de cubrirlo. Me imagino un intendente que ame su ciudad, un goberna-
dor que ame su provincia, un presidente que ame a su nación, etc.

Me imagino hombres y mujeres que aman a la nación, que aman su


esfera de gobierno que le ha sido entregada, sea un barrio, ciudad, pro-
vincia o nación. Imagino cómo ellos entienden, cómo ser actuantes,
practicantes activos de la justicia. ¿Cómo el pueblo no se alegrará de
tener un gobernante que no se sirve de ellos sino que los sirve a ellos?

Dios está erigiendo a hombres y mujeres que no buscan una profe-


sión para ganar dinero, para lucrar con ella. Estoy diciendo que Dios

Página 126 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 11 · La Nueva Generación

está levantando una generación que amará lo que hará; y porque ama-
rá, manifestará la justicia.
Habrá doctores, que amarán a sus pacientes, abogados, profesiona-
les, que amarán su profesión y a la gente que servirán. Esto no quita
la perspectiva de finanzas, sino que la razón por la que se estudie una
profesión tiene que ser en conexión con lo que Dios ha puesto en el
corazón, por amor.
La pregunta es:
¿Qué es lo que verdaderamente amamos?
Porque lo que amamos es el ambiente donde debemos preparar-
nos para resolver situaciones en ese lugar. Debemos buscar siempre la
oportunidad de manifestar la gloria y justicia de Dios a través de lo que
hacemos.

Recordemos que justicia está conectada con gobierno y la esencia de


la justicia es el amor, por lo tanto, todo lo que amas tarde o temprano
SERÁ POSICIONADO en lugares de autoridad.
¿Cómo saber qué profesión elegir? Mirando dentro de nuestro corazón.
Esto es clave:
Todo hombre o mujer que está posicionado en una esfera de auto-
ridad y que practique la justicia, va a provocar gozo en los que están
debajo de él o ella.
El Reino de Dios es: justicia, paz y gozo. No es comida ni bebida.
Donde gobierna la justicia, hay paz; no hay desorden. La injusticia trae
desorden, trae dolor, sufrimiento, desequilibrio.
Cuando hay paz, hay equilibrio y es un estado de completitud per-
fecta, tanto interior como exteriormente, y todo a nuestro alrededor.

En búsqueda de la Justicia · Página 127


Capítulo 11 · La Nueva Generación

La manifestación de la justicia traerá paz; hay lugares que están ne-


cesitando de un hombre o una mujer que traiga paz.

La crisis que estamos viviendo en las naciones (y no sólo en las na-


ciones): economía, educación, etc., todo está sufriendo porque necesita
y pide a gritos UN HOMBRE QUE LE HAGA JUSTICIA. Eso traerá
paz y gozo.

Dios está por manifestar una alegría sobre toda la tierra. A través de
cánticos y palabras proféticas, la Biblia anuncia que los últimos tiempos
serán de gozo, un gozo sobrenatural sobre la creación: “alégrate tierra
porque Dios te visitará, alégrate tierra porque Dios hará grandes obras
contigo”.

¿Cuál es la forma en que Dios hará esto? No es simplemente una pro-


fecía; queremos entender la profecía para alinearnos con ella. En este
siglo XXI solo escuchamos lamentos, crisis, dolor, pero Dios levanta
una generación de justicia en amor que traerá paz y gozo a la creación.

Proverbios declara: “El pueblo se alegra cuando el justo gobierna…”.


La Biblia dice que la justicia engrandece la nación.

En este reino, justicia y gobierno van siempre de la mano; mientras


más crece la práctica de justicia, mayor medida de gobierno (Apoca-
lipsis 22:11).

Dios no está fuera de control con la tierra; Dios está llevando


a cabo un proyecto y diseño sobrenatural.

En un encuentro de oración donde Bill Clinton pidió a Teresa de Cal-


cuta oración por la nación, ella argumentó que no podía hacerlo por
todo lo que el país hacía: aborto legal, divorcio, destrucción de la fami-
lia, porque se legaliza lo que destruye la sociedad, etc. Clinton se sentó y

Página 128 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 11 · La Nueva Generación

agachando la cabeza lloró por casi media hora. Luego se levantó y dijo:
Señora, gracias por mostrarnos nuestra condición.

Para meditar:

¿Quién tenía mayor autoridad:


el que estaba en posición o el que practicó la justicia?

En búsqueda de la Justicia · Página 129


Capítulo 12

JUSTICIA AGRADABLE A DIOS

Hasta aquí vinimos compartiendo acerca de la importancia que tiene


que se levante una generación de gobierno que practique la justicia.

Génesis 4:1-5 - “Conoció Adán a su mujer Eva, la cual concibió y dio


a luz a Caín, y dijo: Por voluntad de Jehová he adquirido varón. Des-
pués dio a luz a su hermano Abel. Y Abel fue pastor de ovejas, y Caín
fue labrador de la tierra. Y aconteció andando el tiempo, que Caín trajo
del fruto de la tierra una ofrenda a Jehová. Y Abel trajo también de los
primogénitos de sus ovejas, de lo más gordo de ellas. Y miró Jehová con
agrado a Abel y a su ofrenda; pero no miró con agrado a Caín y su
ofrenda. Y se ensañó Caín en gran manera, y decayó su semblante.”

Efesios 6:1-2 - “Hijos, obedezcan a sus padres en el Señor porque esto


es lo justo, ya que el primer mandamiento que contiene una promesa es
este: Honra a tu padre y a tu madre.”

Colosenses 3: 20 - “Hijos, obedezcan siempre a sus padres, porque esto


es agradable al Señor.”

En búsqueda de la Justicia · Página 131


Capítulo 12 · Justicia agradable a Dios

En estos pasajes bíblicos, podemos observar que se nos habla de


agradar; aunque la palabra cambia (agrado, justo, agradable) en esen-
cia significa lo mismo. ¿Por qué? Porque toda práctica de la justicia
es agradable a Dios y todo lo que es agradable a Dios es práctica de
la justicia.

Mateo 3:15-17 - “Pero Jesús le respondió: Deja ahora, porque así con-
viene que cumplamos toda justicia. Entonces le dejó. Y Jesús, después
que fue bautizado, subió luego del agua; y he aquí los cielos le fueron
abiertos, y vio al Espíritu de Dios que descendía como paloma, y venía
sobre él. Y hubo una voz de los cielos, que decía: Este es mi Hijo amado,
en quien tengo complacencia.” (En quien mi alma se agrada, según el
evangelio de Lucas).

La práctica de la justicia, (según Efesios 6:1 y Colosenses 3:20) es


sinónimo de agradar a Dios. En Génesis 4:1-5, la Biblia dice que Dios
se AGRADÓ de Abel y de su ofrenda, pero que no miró con agrado
la ofrenda de Caín (v. 5). Fue más que un asunto de ofrenda, fue una
cuestión de justicia e injusticia. Esto tiene más que ver, no con la
ofrenda, sino con una práctica de justicia…

1 Juan 3:10-12 - “En esto se manifiestan los hijos de Dios, y los hijos
del diablo: todo aquel que no hace justicia, y que no ama a su herma-
no, no es de Dios. Porque este es el mensaje que habéis oído desde el
principio: Que nos amemos unos a otros. No como Caín, que era del
maligno y mató a su hermano. ¿Y por qué causa le mató? Porque sus
obras eran malas, y las de su hermano justas.”

¿Qué fue lo que provocó el homicidio de Abel? Ese homicidio fue


el resultado de la mala actitud que Caín tuvo para con Dios; así como
no le dio a Dios lo que era digno de recibir, tampoco lo hizo con su
hermano. No era solo un asunto de ofrenda, sino también de justicia.

Página 132 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 12 · Justicia agradable a Dios

PARA RECORDAR:

Pastores, líderes, debemos saber que si no le damos a Dios lo que es


digno de recibir no podremos darle a la gente lo que es digna de recibir.

¿Por qué mató Caín a su hermano? Porque la práctica de la injusticia


no comienza con Caín; su pecado no comienza con el asesinato de su
hermano, sino que comienza con no darle a Dios lo que merecía recibir.

Por lo tanto, la justicia se consuma con una acción externa. La jus-


ticia se consuma con las manos pero se inicia en una acción interna;
comienza en el corazón del ser humano. Hay quienes quieren hacerle
justicia a los demás, pero en su interior no hay justicia. Por eso es que
el hombre nuevo es creado en su interior en justicia para luego mani-
festarla externamente.

DEL HEDONISMO A LA PRÁCTICA


DE LA JUSTICIA

Isaías 58:1-8 - “Clama a voz en cuello, no te detengas; alza tu voz como


trompeta, y anuncia a mi pueblo su rebelión, y a la casa de Jacob su pe-
cado. Que me buscan cada día, y quieren saber mis caminos, como gente
que hubiese hecho justicia, y que no hubiese dejado la ley de su Dios;
me piden justos juicios, y quieren acercarse a Dios. ¿Por qué, dicen, ayu-
namos, y no hiciste caso; humillamos nuestras almas, y no te diste por
entendido? He aquí que en el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio
gusto, y oprimís a todos vuestros trabajadores. He aquí que para contien-
das y debates ayunáis y para herir con el puño inicuamente; no ayunéis
como hoy, para que vuestra voz sea oída en lo alto. ¿Es tal el ayuno que
yo escogí, que de día aflija el hombre su alma, que incline su cabeza como
junco, y haga cama de cilicio y de ceniza? ¿Llamaréis esto ayuno, y día

En búsqueda de la Justicia · Página 133


Capítulo 12 · Justicia agradable a Dios

agradable a Jehová? ¿No es más bien el ayuno que yo escogí, desatar las
ligaduras de impiedad, soltar las cargas de opresión, y dejar ir libres a los
quebrantados, y que rompáis todo yugo? ¿No es que partas tu pan con el
hambriento, y a los pobres errantes albergues en casa; que cuando veas
al desnudo, lo cubras, y no te escondas de tu hermano? Entonces nacerá
tu luz como el alba, y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia
delante de ti, y la gloria de Jehová será tu retaguardia.”
Dios le pide a Isaías que profetice con firmeza y dureza acerca de la
rebeldía y el pecado del pueblo.
¿Cuál era verdaderamente la condición de pecado y rebelión de Is-
rael? (v. 2)
Lo que tendrá que confrontar Isaías son “buenas costumbres”, “bue-
nos hábitos”; lo que debe enfrentar Isaías es lo que se ve. ¿Por qué? ¿Is-
rael buscaba a Dios? Sí, pero Dios dice “me buscan cada día”, “quieren
saber mis caminos”. Dios dice que ellos ayunaban, humillaban su alma;
ahora, ¿Cómo puede ser pecado buscar a Dios todos los días? ¿Cómo
puedo ser profeta de confrontación a un pueblo que todos los días bus-
ca a Dios, que todos los días ayunaba, se humillaba y querían conocer
Sus caminos? ¿Qué pecado hay en eso?

El interior.
¿Cuál era la razón de la búsqueda diaria? ¿Cuál era la razón de hu-
millarse y querer conocer Sus caminos? ¿Cuál era la razón de ayunar?
TODO lo hacían para alcanzar placeres. Esto lo definimos como HE-
DONISMO: placeres egocéntricos, placeres relacionados a los intereses
personales. Ellos no lo hacían para manifestar justicia al prójimo.
¿Cuántos creyentes, hoy, en toda la creación debajo del cielo, sólo
están en la búsqueda de clamar a Dios para ser saciados en sus intereses
personales? Esto en nada difiere de la práctica del hedonismo.

Página 134 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 12 · Justicia agradable a Dios

La relación con Dios, es una relación que produce placer, es verdad.


Pero es un placer que genera compromiso, responsabilidad; no es sola-
mente el buscar a Dios para sentirme y estar bien, o tener lo necesario.
Toda relación con Dios irá madurando para producir en nosotros una
conciencia por y para el prójimo.
¿Cuánta gente hoy está como en los días de Israel, donde Isaías los
tuvo que confrontar y sacar del hedonismo, de una práctica de placeres
personales?

“Ayunamos… humillamos nuestras almas.” Dios les dice: “He aquí en


el día de vuestro ayuno buscáis vuestro propio gusto, y oprimís a todos
vuestros trabajadores.” (v.3)

¿Para qué hacían lo que hacían? ¿Para qué tenían estos hábitos pia-
dosos, esta cultura de oración, de lectura bíblica, ayuno y humillación?
Dios dice que simplemente, para alcanzar sus propios intereses perso-
nales y no para liberar el destino de los demás.

“He aquí para contiendas y debates ayunáis…” (v.4). Ellos oraban,


pero su clamor no llegaba al cielo ni a ningún lugar. Isaías 57:15 - “he
aquí el alto y sublime, el que vive en la eternidad, el que mora entre los
quebrantados y contritos de corazón”. Dios vivificaría sus corazones,
pero en el caso de ellos, aunque oraban y ayunaban, no llegaba a ningu-
na parte lo que hacían porque todo estaba cargado de justicia e interés
propios y placeres egoístas.

Todo lo que hacían estaba cargado de justicia propia.

Ese placer personal se manifestaba en su relación con el prójimo: el


maltrato, el abuso de autoridad, los castigaban de todas las formas po-
sibles. Porque no le habían dado a Dios lo que él era digno de recibir.
Así como Caín, la historia aquí es semejante. Si Israel no daba a Dios lo
que debía darle, ¿cómo darían a sus hermanos lo que ellos merecían?

En búsqueda de la Justicia · Página 135


Capítulo 12 · Justicia agradable a Dios

Recuerde que la práctica de la justicia es agradar a Dios; justicia es


expresar con mis manos lo que está en mi interior. El pueblo de Israel
estaba haciendo “cultura religiosa”, vacía de vida y de una verdadera
espiritualidad (v. 5).

Dios les dice: “¿Piensan ustedes que toda su cultura religiosa me es


agradable?”.

El Señor se apropia de los hechos de amor que nosotros hacemos


por nuestro prójimo. Todo lo que hagamos por nuestro prójimo,
lo hacemos por Él.

“No es más bien desatar las ligaduras de impiedad (mispaht, sedeq y


sedaqah tienen que ver con justicia, librar al prójimo, soltar las cargas
de opresión, quitar el yugo). (v. 6)

“Que partas tu pan con el hambriento… y a los pobres errantes alber-


gues en tu casa? …Cuando veas al desnudo lo cubras.” TODO esto es
práctica de la justicia.

Entonces, dice Dios: “Cuando practiques la justicia, nacerá tu luz


como el alba y tu salvación se dejará ver pronto; e irá tu justicia delante
de ti y la GLORIA de Jehová será tu RETAGUARDIA”. (v. 8)

Cuando practicamos justicia y hacemos todo esto por la gente, Dios


nos entrega “un cheque en blanco” y nos dice: pide lo que quieras que
yo te lo daré. Dios nos entrega una justicia que irá delante de nosotros;
un ambiente que antes de que lleguemos ya habrá liberado para noso-
tros lo que precisamos. Dios estará esperándonos con todas las cosas,
porque Él prometió: esa justicia, tu justicia irá delante de ti; caminará
delante de mí abriéndome camino para que yo reciba lo que está prepa-
rado de antemano, según Efesios 2.

Página 136 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 12 · Justicia agradable a Dios

LA PRÁCTICA DE LA JUSTICIA
TE PROMOCIONA
La práctica de la justicia te promociona y te lleva a lugares de gobier-
no y autoridad. A lugares de decisión en las distintas áreas: educación,
arte, deporte, economía, familia, sociedad, etc. La práctica de la justi-
cia nos promueve… pero, ¿para qué llegamos allí? Llegamos allí para
ejercer y manifestar la justicia de este Reino, que es una justicia de amor.
Nunca debemos olvidarnos de servir a los que sufren, llegar a las per-
sonas y darles lo que ellos merecen recibir: Ese derecho que en Cristo
Jesús fue recuperado.
Si miramos a la gente como pecadores, no le daremos
absolutamente nada. Si miramos a la gente conforme
los ve Cristo Jesús, entonces veremos que ellos son, en Cristo,
merecedores de toda bendición para la gloria de Dios.

CONCLUSIONES
La Biblia dice: “El justo practique la justicia” (Apocalipsis 22:11). No
es redundante sino complementario. Vemos en las Escrituras algunas
verdades importantes en relación a “ser declarados justos y practicar la
justicia”.
Romanos 3:21-24 - “Pero ahora, aparte de la ley, se ha manifestado la
justicia de Dios, testificada por la ley y por los profetas; la justicia de Dios
por medio de la fe en Jesucristo, para todos los que creen en él. Porque no
hay diferencia, por cuanto todos pecaron, y están destituidos de la gloria
de Dios, siendo justificados gratuitamente por su gracia, mediante la re-
dención que es en Cristo Jesús.”
No dice: siendo hechos JUSTOS, sino siendo JUSTIFICADOS. Hay
aquí una gran diferencia que debemos explicar:

En búsqueda de la Justicia · Página 137


Capítulo 12 · Justicia agradable a Dios

Justificar es algo que hace Dios, no algo que nosotros hacemos. Ro-
manos 5:1 dice: “Justificados pues por la fe, tenemos paz para con Dios”.
Debemos interpretar esto correctamente: “fuimos justificados”. La Bi-
blia no dice que “fuimos hechos justos”, sino que dice: “fuimos declara-
dos justos”.

Debemos entender la diferencia entre ser hechos y declarados justos.


“Dios está justificando”; estas palabras muestran que es Él quien realiza
la acción. Nosotros somos aquellos en quienes dicha acción se concre-
ta. Por lo tanto, la salvación es un acto decisivo y supremo de Dios. Soy
justificado por decisión de Dios.

Pregunta: ¿Somos hechos justos en el acto de la justificación? O ¿So-


mos declarados justos en el acto de la justificación?

Justificar no es hacer a alguien justo, sino declararlo justo.

Lucas 7:29 - “Y todo el pueblo y los publicanos cuando lo oyeron, jus-


tificaron a Dios, bautizándose con el bautismo de Juan.”

¿Puede el hombre justificar a Dios? Si entendemos que justificar es un


acto de hacer justo, deberíamos redefinir este concepto. Expresémoslo
de la siguiente manera: ¿Dios puede ser justificado por los hombres?
¿Qué significa esto? Que “Dios sea declarado justo”, es simplemente
una declaración. NO lo hacemos más justo por nuestra exposición.
Una declaración no va a cambiarlo a Él, tampoco a nosotros. No es lo
mismo declararlo justo que reconocer que Él es justo.

Nuestra declaración no le atribuye ni más,


ni menos justicia porque Su Esencia es Justicia.

Su declaración de justificación no cambia nuestra naturaleza. Sim-


plemente cambia nuestra posición delante de Él. Cuando fuimos de-

Página 138 · En búsqueda de la Justicia


Capítulo 12 · Justicia agradable a Dios

clarados justos, NO FUIMOS hechos justos sino que fuimos posicio-


nalmente cambiados delante de Él. Antes éramos condenados, ahora
somos justificados en Cristo.

Ante Dios tenemos una posición legal de justo, aunque en la reali-


dad no somos justos. En la realidad, seguimos practicando cosas que
no deberíamos hacer. La declaración de justificación es solamente para
POSICIONARNOS delante de Él.
Por posicionarnos delante de Él, comienza otra operación que es el
desarrollo del crecimiento interior en la práctica de la justicia.
Para fundamentar esto podemos ver lo que Pablo les dice a los Corin-
tios: “Les estoy escribiendo a los santificados de Corinto, a los santos”,
porque él está mencionando aquella posición LEGAL que habían al-
canzado en Cristo. Pero en la realidad, cuando leemos la 1º carta a los
Corintios, vemos toda clase de pecados en la iglesia que lo que menos
parece es una iglesia de santos. Sin embargo, Pablo comienza diciendo
a los santos, porque él está mencionándolos en base a su posición LE-
GAL, no a su posición real.

Somos declarados justos acerca de nuestra Posición Legal,


no acerca de nuestra Posición Real.

Las Escrituras nos enseñan a caminar creciendo en la práctica de la


justicia. Hay muchos creyentes que viviendo en la justificación en Cris-
to, nunca han desarrollado una transformación en la renovación del
entendimiento para crecer en la práctica de la justicia. Por eso Las Es-
crituras dicen en Hebreos 5: “Ustedes solo tienen necesidad de leche por-
que solo son niños”. Nunca han desarrollado una naturaleza de justicia;
nunca han crecido en su práctica.
Estos hermanos Hebreos eran justos, pero no justos en la práctica,
sino justos en la declaración. No es un juego de palabras sino un asunto

En búsqueda de la Justicia · Página 139


Capítulo 12 · Justicia agradable a Dios

profundamente serio que nos compromete no solo a abrazar la gloriosa


y poderosa obra de redención, como lo es el evangelio de Jesús, sino
que nos compromete a crecer en el evangelio de Dios que es la práctica
de la justicia.

Un evangelio que nos compromete a crecer y darle a Dios lo que es


digno de recibir y darle a nuestro prójimo lo que el prójimo es digno
de recibir.

Es importante, clave y fundamental entender la diferencia entre Ser


JUSTIFICADOS y Ser hechos JUSTOS. La diferencia entre ser SANTI-
FICADOS y ser hechos SANTOS.

Dios ha colocado nuestras vidas en una posición LEGAL, delante


de Su presencia SOMOS JUSTIFICADOS, DECLARADOS JUSTOS.
Nos presentamos delante de Él como justos por la declaración de haber
creído en Cristo Jesús. Debemos crecer, cambiar, aprender y practicar
la justicia.

Este Reino es un asunto de amor; amor a Dios y amor a la gente. No es


un estado emocional, es una práctica de justicia; debemos crecer en esto
y en la revelación de la obra poderosa que nos declaró justos delante del
Padre.

También en nuestra naturaleza debemos crecer en la práctica de la jus-


ticia, porque Dios nos está llevando a un nivel de entendimiento donde no
descansaremos en aquel sacrificio para vivir una vida de libertinaje que
nos lleve a decir: “Yo ya estoy justo delante del Señor”, sino que debemos
ser hombres y mujeres que practiquen la justicia. A esto se refería el Após-
tol Juan cuando dice en Apocalipsis:

“El que es justo, declarado justo, no se quede en la declaración,


AVANCE en la práctica de la justicia”

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