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Dios de generaciones

Después el Señor le dijo a Noé: «Entra en el arca, tú y toda tu casa, porque


en esta generación he visto que tú eres justo delante de mí. (Génesis 7:1)
Dios también le dijo a Abrahán: Tú, por tu parte, guardarás mi pacto; tú y
tu descendencia, por sus generaciones. (Génesis 17:9)
Este día deberán recordarlo y celebrarlo generación tras generación, como
fiesta solemne en honor del Señor. Es un estatuto perpetuo que deben
celebrar. (Éxodo 12:14)
[…] Yo visito en los hijos la maldad de los padres que me aborrecen, hasta
la tercera y cuarta generación, pero trato con misericordia infinita a los que
me aman y cumplen mis mandamientos. (Éxodo 20:5-6)
Aceite de la lámparas ardiendo cada día por todas las generaciones (Éxodo
27:21)
Esto es lo que debes ofrecer sobre el altar diariamente y sin falta: dos
corderos de un año. Uno de los corderos lo ofrecerás por la mañana, y el
otro cordero lo ofrecerás a la caída de la tarde. Con cada cordero ofrecerás
dos litros de flor de harina, amasada con un litro de aceite de olivas
machacadas. Para la libación, ofrecerás un litro de vino. El otro cordero lo
ofrecerás a la caída de la tarde, en olor grato, como ofrenda encendida en
honor del Señor, conforme a lo hecho para la ofrenda de la mañana y para
su libación. Esto será el holocausto continuo para las generaciones futuras,
a la entrada del tabernáculo de reunión, delante del Señor, en donde yo me
reuniré con ustedes para hablarles. Allí me reuniré con los hijos de Israel, y
el lugar será santificado con mi gloria. Santificaré el tabernáculo de reunión
y el altar, y santificaré también a Aarón y a sus hijos, para que sean mis
sacerdotes. Yo habitaré entre los hijos de Israel, y seré su Dios. Así sabrán
que yo soy el Señor su Dios, que los sacó de la tierra de Egipto para habitar
en medio de ellos. Yo soy el Señor su Dios. (Éxodo 29:38:46)
Y cada mañana, cuando Aarón aliste las lámparas, quemará sobre él
incienso aromático. También quemará el incienso al anochecer, cuando
Aarón encienda las lámparas. Éste será un rito perpetuo delante del Señor
por todas las generaciones. (Éxodo 30:7-8)
Con la sangre del sacrificio por el pecado, una vez al año Aarón hará
expiación sobre los cuernos del altar. Por todas las generaciones, una vez al
año hará expiación sobre él. Este altar será muy santo en honor del Señor.
(Éxodo 30:10)
Deberán lavarse las manos y los pies, para que no mueran. Esto será un
estatuto perpetuo para Aarón y su descendencia, por todas las generaciones.
(Éxodo 30:21)
Tú hablarás con los hijos de Israel, y les dirás: “Ustedes deberán respetar
mis días de reposo, porque es una señal entre ustedes y yo por todas las
generaciones, para que sepan que yo soy el Señor, que los santifico. (Éxodo
31:13)
Diles que todo varón descendiente suyo que, estando impuro, se acerque a
las ofrendas sagradas que los hijos de Israel consagran al Señor, será
eliminado de mi presencia. Esto vale para todas sus generaciones. Yo soy
el Señor. (Levítico 22:3)
En Cristo se materializan todos los rituales generacionales. Esto no
significa un desprendimiento del ritual. Al contrario, es un compromiso
mayor, pues el ritual, la ceremonia, son una persona a quien le debemos
fidelidad, cuyos ojos están sobre nosotros. Él visita la maldad.
En relación a Levítico 22:3, ninguna generación escapa de la santidad de
Dios, así como tampoco de su misericordia.
Y murió también toda esa generación, y se reunió con sus antepasados.
Después de ellos vino otra generación que no conocía al Señor, ni sabía lo
que el Señor había hecho por Israel. (Jueces 2:10)
Falta de instrucción.
Estas palabras que hoy te mando cumplir estarán en tu corazón, y se las
repetirás a tus hijos, y hablarás de ellas cuando estés en tu casa, y cuando
vayas por el camino, y cuando te acuestes y cuando te levantes. Las atarás
en tu mano como una señal, y las pondrás entre tus ojos como frontales, y
las escribirás en los postes de tu casa, y en tus puertas. (Deuteronomio 6:6-
8)
No me desampares, Dios mío, aunque llegue a estar viejo y canoso, hasta
que haya anunciado tu gran poder a las generaciones que habrán de venir.
(Salmo 71:18)
Es evidente que hasta los sabios mueren; que los necios e insensatos
perecen por igual, y que a otros les dejan sus riquezas. Algunos piensan que
sus casas serán eternas, y que las habitarán por todas las generaciones, y
hasta dan su nombre a las tierras que poseen. Aunque ricos, los mortales no
permanecen; lo mismo que las bestias, un día perecen. (Salmo 49:10-12)
Señor, tú has sido nuestro refugio de una generación a otra generación.
(Salmo 90:1)
Y voy a derramar aguas sobre el desierto y ríos sobre la tierra seca, y
también voy a derramar mi espíritu sobre tu generación, y mi bendición
sobre tus renuevos. (Isaías 44:3)
De generación en generación tus descendientes edificarán las ruinas y los
cimientos de antaño, y tú serás conocido como reparador de ruinas y
restaurador de calzadas otrora intransitables. (Isaías 58:12)
¡Generación de víboras! ¿Cómo pueden decir cosas buenas, si son malos?
Porque de la abundancia del corazón habla la boca. (Mateo 12:34)
[…] La generación mala y adúltera demanda una señal, pero no tendrán
más señal que la del profeta Jonás. (Mateo 12:39)
En el juicio, los habitantes de Nínive se levantarán contra esta generación y
la condenarán, porque ellos se arrepintieron por la predicación de Jonás, y
aquí hay alguien que es más grande que Jonás. (Mateo 12:41)
En el juicio, la reina del Sur se levantará contra esta generación y la
condenará, porque ella vino desde los confines de la tierra para escuchar la
sabiduría de Salomón, y aquí hay alguien que es más grande que Salomón.
(Mateo 12:42)
Si en esta generación adúltera y pecadora alguien se avergüenza de mí y de
mis palabras, también el Hijo del Hombre se avergonzará de él, cuando
venga en la gloria de su Padre con los santos ángeles. (Marcos 8:38)
Y con muchas otras palabras les hablaba y los animaba. Les decía:
«Pónganse a salvo de esta generación perversa.» (Hechos 2:40)
Y a Aquel que es poderoso para hacer que todas las cosas excedan a lo que
pedimos o entendemos, según el poder que actúa en nosotros, a él sea dada
la gloria en la iglesia en Cristo Jesús por todas las generaciones, por los
siglos de los siglos. Amén. (Efesios 3:20-21)
Háganlo todo sin murmuraciones ni peleas, para que sean irreprensibles y
sencillos, e intachables hijos de Dios en medio de una generación maligna
y perversa, en medio de la cual ustedes resplandecen como luminares en el
mundo, aferrados a la palabra de vida, para que en el día de Cristo yo pueda
gloriarme de que no he corrido ni trabajado en vano. (Filipenses 2:14-16)

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