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Los Reyes Católicos unieron dinásticamente Castilla y Aragón para lograr el dominio peninsular, la unidad religiosa y la centralización del poder. Isabel de Castilla y Fernando de Aragón gobernaron conjuntamente sus territorios tras casarse en 1469 y vencer en la guerra civil de Castilla en 1476. Aunque cada reino conservó sus leyes e instituciones, la política exterior y la Inquisición fueron elementos comunes. Se pasó de una monarquía feudal a una monarquía autoritaria mediante la limitación de las instituc
Los Reyes Católicos unieron dinásticamente Castilla y Aragón para lograr el dominio peninsular, la unidad religiosa y la centralización del poder. Isabel de Castilla y Fernando de Aragón gobernaron conjuntamente sus territorios tras casarse en 1469 y vencer en la guerra civil de Castilla en 1476. Aunque cada reino conservó sus leyes e instituciones, la política exterior y la Inquisición fueron elementos comunes. Se pasó de una monarquía feudal a una monarquía autoritaria mediante la limitación de las instituc
Los Reyes Católicos unieron dinásticamente Castilla y Aragón para lograr el dominio peninsular, la unidad religiosa y la centralización del poder. Isabel de Castilla y Fernando de Aragón gobernaron conjuntamente sus territorios tras casarse en 1469 y vencer en la guerra civil de Castilla en 1476. Aunque cada reino conservó sus leyes e instituciones, la política exterior y la Inquisición fueron elementos comunes. Se pasó de una monarquía feudal a una monarquía autoritaria mediante la limitación de las instituc
LOS REYES CATÓLICOS: UNIÓN DINÁSTICA E INSTITUCIONES DE GOBIERNO
El reinado de los Reyes Católicos es el punto de partida de la Edad Moderna en la
Península. La unión dinástica de Castilla y Aragón persiguió tres objetivos: dominio peninsular, unidad religiosa y centralización del poder. En la 2ª mitad del siglo XV reinaba en Castilla Enrique IV (hijo de Juan II y hermano de Isabel y de Alfonso). En la llamada “Farsa de Ávila” (1465), parte de la nobleza proclamó rey a Alfonso, pero éste muere en 1468 e Isabel es reconocida Princesa de Asturias en Guisando. En el año 1469, la princesa contrae matrimonio con Fernando, heredero de Juan II de Aragón. En 1470, Enrique declara heredera a su hija Juana La Beltraneja con el apoyo de Alfonso V de Portugal. Las ciudades y algunos nobles empezaron a decantarse por Isabel. Enrique IV muere en 1474, y al día siguiente Isabel es proclamada reina en Segovia sin la presencia de su marido. En 1475, al comenzar la guerra en Castilla, los esposos firmaron la Concordia de Segovia por la que acordaron gobernar conjuntamente sus territorios: Fernando como rey consorte en Castilla, e Isabel en Aragón. Al año siguiente, vencieron a La Beltraneja en la batalla de Toro. La unión dinástica de Castilla y Aragón se produjo definitivamente en 1479, al subir al trono Fernando tras la muerte de su padre Juan II de Aragón. El gobierno unificado no supuso la creación de una administración común, pues cada reino conservó sus leyes, instituciones, lengua, economía (moneda y aduanas) y costumbres. La política exterior y la Inquisición fueron los únicos elementos comunes. Castilla desempeñó un papel hegemónico por su población y poder económico. Se pasó de una monarquía feudal a una monarquía autoritaria, caracterizada por: - Sometimiento de las instituciones que limitaban el poder real: nobleza (integración en la Corte), Iglesia (derecho de presentación) y municipios (nombramiento de corregidores). - Creación de un eficaz aparato burocrático: Consejos, Chancillerías y Audiencias, Hacienda, Santa Hermandad, ejército permanente y diplomacia. - Uniformidad religiosa: los Reyes Católicos cohesionaron socialmente a reinos muy dispares (Castilla, Aragón, Granada, Navarra) mediante la implantación del Tribunal de la Santa Inquisición y la expulsión de los judíos en 1492.