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E profesor artesano
Materiales para conversar
sobreel oficio
LAERTES
educacióon
De los amores difíciles
Por esto y lo
que haces,
otro
he reflexionado acerca
de lo que me
gustaría hacer;
no lo imité de
no
ningún modo,
he recibido nunca una insinuación
de que lo hiciera como tú,
docel pero por ti, y por otros como tú,
fui llevado mi
obog ononsopob anl a manera
propia.
Peter HANDKE
Manos amorosas
(Con Gilles Deleuze, Vilém Flusser, Martin Heidegger y Rüidiger
Safranski)
Deleuze habla del amor como la precondición (o el rodeo
necesario) para el descubrimiento de la vocación. Amar
algo es sensibilizarse frente a los signos que emite. Eso
que se ama señala hacia un mundo posible y desconocido
que solicita interpretación. Amar, dice Deleuze, «es tratar
de explicar, desarrollar, explicar, estos mundos descono-
CIdos que permanecen envueltos en lo amado» Amar
es sentirse atraído por mundos de los que no formamos
parte, pero que de alguna manera se nos ofrecen y nos
Vitan a que entremos en ellos. Los signos del amor son
sin embargo, el
amor viene al fn
final. Lo
Para Flusser,
del gesto de hacer
1acer es
es una
especie de
principio
que hay alde llamada: algo solicita la atención de nuestras
atracción,
el
El amor está al principio de nuestra relación con
mundo (o, quizá más radicalmente: del amor depende
mundo),
que haya mundo, que lo que hay aparezca
como
771 idrtin Heidegger, Qué significa pensar? Op. Cit. Pag. 14.
Algo así sugiere Riidiger Safranski cuando ice que el
durante mucho tiempo (en el nl
amor constituyó
mismo es amor.
Amor al mundo
(Con Hannah Arendt, Maarten Simons, Jan Masschelein, John
Williams, Daniel Pennac y Pablo de Tarso)
79/
annah Arendt y Karl Jaspers, Correspondencia, 1920-1963. Pa
1996. Carta número 169.
Hannah Arendt, Diario filosófico, 1950-1973. Barcelona. Herder 2006
Pág. 505. La sigulente cita en la pág. 524.
El mundo en el que nacen los hombres contiene una infini-
dad de cosas, tanto naturales como artihciales, pasajeras y eternas,
todas las cuales revisten la común particularidad
de poseer una
apariencia, lo que quiere decir que están destinadas a ser vistas,
Aparibnn
oidas, degustadas, tocadas y olidas por criaturas sensibles provistas
de los adecuados órganos de percepción"
margen de su utilidad».
mis-
Para poder amar la piel sensible del mundo en sí
por su propia belleza, por simple curiosidad, hace
alta una cierta liberación de la necesidad y de la utilidad
que Arendt relaciona ya con esa palabra griega que esta
ch el origen de la escuela pero también de otros inven
as
82 Hannah Arendt, La condición humana. Barcelona. Paidós 1993. Todas
citas entre laspágs. 59-67.
De los amores
difíciles /159
separa al
mismo tiempo.
El mundo en tanto que está «entre» (sobre la mesa)
une y separa a los hombres. Pero para que haya mundo
hacen falta aún dos condiciones. La primera es que las
cosas que lo componen deben gozar de una cierta per-
manencia:
de aspectosy
sin
ven lo mism que
variedad
a su
alrededor sepan que otal
se agrupan auténtica y rdaderamente la realid
verdaderamente
quienes
alli aparece
diversidad, sólo mundo común, la realidad
de un
condiciones
undana. Bajo las la anaturaleza comin
principalmente por de
no estágarantizada la constituyen,
sino más bien por el L
cho o
hombres que
todos los de posición y la ltante varie
de las d i f e r e n c i a s
de que, a pesar por el nismo
dad de perspectivas,
todos están
Interesados
objeto
está en el espacio
hombres, entre los ne
El mundo
entre las generaciones, Por eso amar
también en el tiempo
por la creación y el manteni.
elmundo es preocuparse
sea a la vez público e interge-
miento de un espacio que
neracional, y ese espacio es (o fue) la escuela en tanto que
con la transmisión, la comunización
está comprometida
yla renovación del mundo. El célebre párrafo del último
común
83/ Auturo
Hannah Arendt, «La crisis en la educación», en Entre el posado y
Barcelona. Peninsula 1996. Pág. 208.
De los amores dificiles /161
o dibujo5
o de iteralmyaentseae,
práctica,
matemáticas, lengua, carpintería
Nacimientos e iluminaciones
Con Peter
Sloterdijk, Hannah Arendt y Valeriano López)
verbo nacer no debería activo sino pasivo. NO Se
ser
nace,sino que se es nacido. Otras lenguas lo dicen mejor:
ES415 né, io sono
nato, I was born, jo vaix neixer. En espa
O,Sin embargo, tenemos esa expresión tan bella de dar
aluz. Parir es dar a luz, dar a la luz,
entregar a la luz. Un
parto también es un alumbramiento, una iluminación.
Podría decirse, entonces, que alguien fue dado a luz, o
umbrado, o iluminado, tal día y en tal lugar. Al nacer
entramos en la luz y, en tanto que vivientes, somos alum
brados, iluminados. Pero lo más importante es no
La
palabra mundo, dice Peter Sloterdojk,
vial ymás es «la más tri-
profunda existente en todas las lenguas huma-
es curiosa. Por
nas,0, Su doble etimologia parte, po-
una
La
primera
que el mundo no es la totalidad de lo
es
que hay, o de lo que es, o de las cosas que están fuera de
nosotros, sino todo aquello lo
O
en que estamos implicados
complicados, por lo que estamos
ocupados preocup
o
90/
en la reter Sloterdijk, Sin salvación. Op. Cit. Pág. 105. La siguiente Citd eestá
pág. 106.
De los amores
dificiles//167