SEFIROT

Emanaciones, muestras visibles de la creación de Di-s por

las cuales administra su creación. Se considera que para
esto utiliza ángeles ministros (los mismos a quienes se
menciona en la canción Shalom Aleikhem).

Deriva del término Lispor (contar) que es la forma de contar

lo incontable; o midot (medidas) con las que se puede
medir lo inmedible. Una idea abstracta que se ha vuelto
tangible.

Es la forma en la cual se transmuta de una dimensión a otra.

KETER: Corona, Usualmente no es incluida dentro de las 10

sefirot, se le considera la propia Voluntad o el Deseo de Di-
s, por lo que está fuera de la cuenta.

Hokhmah, Binah y Da’at: JaBaD. Sabiduría, entendimiento y

conocimiento.

Hokhmah se entiende también como “potencial” siendo la

semilla de la creación posterior a la intención de creador, se
le considera por sí sola como un estado de oscuridad
(mokhah setimah = cerebro oculto), ya que precisa de la
acción y la realización para ser trascendente y percibida. Se le atribuye a la primero Yod del
tetragramatón y se la denomina el jardín del Edén del que se ha dicho que “ningún ojo vio” así que
se le denomina también ayn (nada). Este potencial es sacado de la oscuridad y exteriorizado por la
Binah, la cual hace que la hokhmah pueda ser percibida. Binah es relacionada con la letra hei. Se
relaciona con la palabra Bein (en medio), por lo que es la capacidad de reconocer relaciones
subyacentes, permitiendo percibir algo en relaciones a otras cosas. Binah y Hokhmah sin embargo
son sólo términos abstractos por sí mismos, un concepto concreto y claro, pero sólo en la mente,
mientras que externamente es inaudible e invisible. Logran la realización mediante Da’at, la cual
se manifiesta en dos niveles: Da’at Elyon (Da’at superior) y Da’at Takhton (da’at inferior). Da’at
significa conocimiento en español, pero su verdadero significado profundo es Unir, fusionar,
siendo un unificador entre las facultades de hokhmah y binah. Este principio unificador es el Da’at
Elyon, siendo una derivación directa del keter, la voluntad, pero hasta este punto aún no significa
que vaya a realizarse, existe un punto en el que se “interioriza” la voluntad, una concentración
interior, no basta con entenderse, sino con sentirse, ésta es la facultad Da’at Takhton, la intensa
unión entre el intelecto y las emociones (sekhel y midot).

En términos cabalísticos, Hokhmah es Aba (padre) y Binah es Ima (madre). La semilla del Aba se
implanta en la matriz de Ima en donde se desarrolla y externaliza como Da’at llamada Ben (hijo).

También se atribuye la Hokhmah al hemisferio derecho y la Binah al ser deductiva, se le atribuye al

hemisferio izquierdo.
Mishlei 3:19-20 dice “YHWH por hokhmah fundó la Tierra, por Binah estableció los Cielos, por su
Da’at fueron rotas las fuentes de la profundidad y las nubes soltaron agua”

Hesed y Gevurah: Misericordia y severidad. A diferencia de Hokhmah, Binah y Da’at que no

pueden funcionar simultáneamente, Hesed y Gevurah sí. Usualmente se puede entender como
algo continuo. La piedra angular de la creación fue Hesed, y su continuación fue Gevurah.
Metafóricamente mientras que Hokhmah, Binah y Da’at se relacionan con el Cerebro (inluyendo
bulbo raquídeo y cerebelo) Hesed y Gevurah se relacionan con las manos, ya que son los vehículos
directos de las acciones de Di-s. Su comprensión es compleja teniendo funciones compensadas,
por ejemplo, al empujar un carrito del súper,
ambas manos tienen las mismas funciones y no
hay diferencia entre ambas. Sin embrago en el
caso de atornillar un tornillo con una mano
(mayoritariamente la derecha) mientras que la
otra sostiene la tuerca en dirección opuesta. Así es
Hesed y Gevurah, actuando simultáneamente en
dirección opuesta, pero con un mismo fin. Más
específicamente el ejemplo de un escultor
tallando piedra, la mano derecha saca los pedazos
de piedra junto con el movimiento de su cincel, la
mano izquierda mantiene la piedra en su lugar, a a
través de la resistencia al movimiento, le da a la
piedra su sentido se individualidad. La piedra no
se mueve junto al cincel, sino que mantiene su
propio lugar. El propósito fundamental de las
acciones de Di-s es bondad. Por lo que hesed es
más fuerte y dominante. Sin embargo, si una
persona vive como beneficiario de otra, pierde su
individualidad y su propia identidad, termina siendo el recipiente del benefactor. Para lo cual
existe la sefirah Gevurah, la cual “empuja” en la dirección contraria proclamando “párate en tus
dos pies, gana tu propio sustento”.

Shemot 20:2-3 “Yo soy YHWH tu Elohim, quien los sacó de la tierra de Mitzrayim, fuera de la casa
de esclavitud. No tendrás otros dioses delante de mí”.

El en texto se puede ver la acción de Hesed seguida por Gevurah.

Ambas emanaciones no luchan una contra otra, trabajan exitosamente juntas gracias a una
facultad mediadora, Tiferet.

Tiferet: Belleza. Armoniza el flujo libre de Hesed con el severo tzimtzum de Gevurah, su intención
es el desarrollo al máximo potencial. Se le compara con un padre, su objetivo es que su hijo se
desarrolle lo mejor posible, que llegue a utilizar sus propias capacidades, pero cuando aquellos
medios fallan, el padre inyecta amor inmerecido o dinero inmerecido para mantener el proceso en
marcha.
Romanos 2:10 “Más tiferet, y kavod, y shalom a cualquiera que obra lo que es tov; al Yehudi
primeramente, y también al goy”