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Boceto Oficial

Caso Nº 1: Motivación de no renovación de contrato


Introducción:

Preguntas y Respuestas:

(i) Analice el requisito de la motivación de los actos en el caso planteado.

Sobre la motivación de los actos, es preciso decir que corresponde a la exteriorización


o expresión de los motivos o razones que han llevado al autor del acto a adoptarlo (Boquera,
1986), hay que recalcar que no es una formalidad esencial de los actos administrativos, no
obstante, los motivos que fundan la actuación de la administración ampliaran la comprensión
de los destinatarios, por tanto, las causas deben ser razonables y proporcionales a la finalidad
de los hechos, es decir, que para adoptar una decisión de tal envergadura es necesario que la
autoridad ejerza un acto administrativo fundamentado, así que, para acoger una
determinación como el despido de un funcionario público resulta imprescindible que el acto
administrativo tenga motivos justificados que avalan la decisión.

La municipalidad, como motivación de sus actos, indica que se modificaron los planes
en la gestión del departamento de servicios generales, argumentando que las funciones del
trabajador ya no resultaban necesarias.

Si bien el funcionario estaba contratado bajo un régimen a contrata, es decir, aquel


empleo de carácter transitorio cuya duración máxima es hasta el 31 de diciembre de cada año,
se debe entender que ya comenzado el año respectivo la vinculación del trabajador a la
institución sigue vigente, y según el Dictamen N° 9.317 de la Contraloría, en caso de que se
materialice la no renovación del contrato del funcionario, se deberá exponer el razonamiento
y la expresión de los hechos y fundamentos de derechos en que se sustente, porque de lo
contrario, implicaría confundir la discrecionalidad que le concede el ordenamiento jurídico
con la arbitrariedad (Dictamen 23.518, de 2016), de tal manera que argumentar que los
servicios del funcionario ya no son necesarios, no es fundamento plausible para dar término a
sus funciones en el municipio.

(ii) Analice si es posible aplicar el principio de confianza legítima en este caso, en


cuanto a las expectativas del trabajador y su permanencia.

El principio de confianza legítima se manifiesta en el principio de buena fe, y con


éste, se presume que las partes contratantes se someten al contenido del negocio jurídico, y
más aún siendo el municipio una institución perteneciente a la administración del Estado,
situación en la cual un particular espera que la administración pública se comporte de manera
tal que se proyecte seguridad y confianza hacia todas las personas.

En este contexto, el deber de no renovar una contrata y comunicar previamente el acto


fundado, deriva de una actuación preliminar de parte de la administración en función a
requerir los servicios de un funcionario por un periodo continuo.
En este caso, se asume que el trabajador tenía expectativas de permanencia realizando
sus labores como funcionario en la Municipalidad de Estación Central luego de haber sido
contratado desde el año 2007, llevando por tanto, más de dos renovaciones en el cargo, hasta
el año 2016, que es lo requerido para que exista dicha expectativa y confianza por parte del
trabajador. Y es exactamente eso lo que en la práctica genera la confianza legítima, alcanzar
esta extensión de tiempo durante dos años o más, y a criterio del dictamen N° 70.966 del año
2016, deben haber transcurrido más de dos años para invocar la confianza legítima de una
nueva prolongación de la designación de cargo que, por contratas sucesivas e
ininterrumpidas, abarque la correspondiente anualidad.

Caso Nº 2: Discriminación en la función pública


Introducción:

Bueno este caso nos presenta la situación de un ex funcionario del Ministerio de Relaciones
Exteriores, quien interpuso una demanda por tutela laboral por supuesta discriminación al
negarle prestar sus servicios fuera de Chile.

La Corte de Apelaciones de Santiago rechazó esta demanda, sosteniendo una serie de


argumentos en su sentencia, los cuales agrupamos en 4 categorías.

Primeramente, la sentencia indica que la selección de los funcionarios que servirán fuera del
país, está sujeta a las necesidad del servicio, como cantidad de vacantes, al igual que un cierto
presupuesto y otros factores. De forma que constituye una atribución de la autoridad, el
decidir discrecionalmente de acuerdo al procedimiento de postulación preestablecido.

En segundo lugar, en la sentencia la Corte señala que por discriminación entiende a “aquella
diferencia arbitraria o desigualdad de trato que carezca de una justificación objetiva
razonable”, lo que no consta en los autos, pues la elección comprende una prerrogativa de
autoridad de la administración al elegir entre los postulantes de una terna que reúne distintas
variables y requisitos objetivos. En base a ello, se concluye que no existe razones
discriminatorias en cuanto a la edad del Señor Ex Funcionario, como también, surge el
antecedente de que no él tiene título universitario alguno.

En un tercer momento, la Corte se pronuncia respecto del alegato del recurrente sobre que el
proceso de selección adolece de errores e irregularidades en la ponderación de los candidatos,
y que en realidad los funcionarios clasificados no son idóneos o adecuados. Frente a ello la
Corte estima que dicha circunstancia no merece su revisión, puesto que comprende una
función propia de la Administración Pública. Seguidamente, la Corte establece que, lo que
pretende el actor en su invocación, en realidad no dice relación con una infracción a la ley;
sino que en verdad busca modificar el establecimiento de un hecho, que es el proceso de
selección, y en definitiva la destinación de un determinado cargo de forma discriminatoria,
teniendo en cuenta su edad.

En un cuarto lugar, la Corte dejó claro que no hubo acto alguno que vulneraran derechos
fundamentales, sino que muy por el contrario, el proceso habría sido llevado a cabo bajo el
total acato del Decreto con Fuerza de Ley Nº 33 de 1979, que Fija Estatuto del Personal del
Ministerio de Relaciones Exteriores; por ende, la autoridad respectiva habría hecho uso de
una facultad direccional propia.

Finalmente, la Corte de Apelaciones sentenció que no hubo un actuar arbitrario alguno,


determinado que la autoridad administrativa si que procedió conforme al debido proceso y, en
virtud de ello, decidió por estar fuera del ámbito de la causal en estudio y no prosperar.

Preguntas y Respuestas:

(i) Analice las potestades discrecionales de la Administración Pública


y la motivación del acto administrativo en el caso planteado?
Primero que todo, lo que debemos hacer es encuadrar y señalar qué se entiende por
potestades discrecionales, que son aquellas situaciones que puede realizar la Administración
Pública, siempre y cuando se encuentren bajo el marco legal administrativo correspondiente,
que en este caso particular corresponde al Decreto con Fuerza de Ley Nº 33 de 1979.
Entonces, tenemos que la administración pública posee la capacidad de actuar en diversas
opciones para tomar una decisión, pero siempre dentro del marco legal, de forma que no
choque con el Principio de Legalidad, conforme al estatuto administrativo que le dio origen.
Ahora, respecto de los actos administrativos que se dicten como ejercicio de una potestad
discrecional, bien sabemos que esto significa que la Administración bueno tiene entonces un
abanico de posibilidades, pero siempre ajustadas al marco de legalidad, lo que quiere decir
que no sea arbitrario, sino que por el contrario, debe tener justificación, ser proporcional y
estar sustentado en base legal, lo que nos dice justamente cuál es el motivo, e inmediatamente
de esta forma queda excusado de arbitrariedad o desviación de poder.

En esta misma línea, la Corte Suprema bien lo refleja en el acogido Recurso de Queja
de sentencia Rol Nº 8487-2018, “Municipalidad de Temuco con Ministros de la Corte de
Apelaciones de Santiago” de 2018. La Excelentísima Corte señala muy claramente en el
considerando Decimotercero que “lo cierto es que en la realidad no existen actos
puramentediscrecionales, como tampoco estrictamente reglados; sino que hay actos en que
el grado de discrecionalidad otorgado por la ley a la autoridad es mayor o menor”. En este
aspecto, hace énfasis la Corte en que “aún cuando en apariencia se otorgue un alto grado de
discrecionalidad a la Administración, siempre existen aspectos que son reglados, cuya
transgresión provoca la nulidad”. Siendo, por ende, interesante “destacar que en los actos en
que la Administración goza de mayor grado de discrecionalidad, no es ésta la que se
controla por parte de los tribunales, sino que es el aspecto nodiscrecional el que se somete a
escrutinio judicial”. Y finalmente aquí es donde nos pareció súper importante esta sentencia,
en cuanto señala que “Justamente esa es la razón por la que se exige que el acto
administrativo sea motivado, puesto que es la herramienta entregada para que el juez
verifique la existencia de los hechos y su calificación jurídica, aspectos no discrecionales de
todo acto administrativo. Así, por ejemplo, cuando la ley exige la presencia de determinados
motivos y la Administración invoca uno que no existe, o cuando la ley no exige un motivo
determinado, pero se invoca uno inexistente, el acto es ilegal, puesto que, como se ha
señalado doctrinariamente, la discrecionalidad no es sinónimo de arbitrariedad”.

(ii) Explique el carácter instrumental del procedimiento administrativo,


aplicado en particular al procedimiento de designación referido en el
caso.
Bueno para responder esta pregunta, debemos recordar que cuando hablamos del
carácter instrumental, nos estamos refiriendo a que cada una de las fases o actos dentro del
procedimiento, tiene una finalidad en específica, que se refieren a ciertas garantías ofrecidas a
los particulares para que el acto que se está dictando sea conforme a la seguridad jurídica
necesaria para su propia validez.
Por ende, lo importante es enlazar las ideas del procedimiento como esta
“consecución de actos” donde cada uno de ellos tiene una finalidad y un valor, porque todas
estas fases y elementos que componen el carácter instrumental tienen una finalidad que está
siempre asociada a que el procedimiento administrativo que se está llevando a cabo se
desarrolle garantizando efectividad en la defensa, en la seguridad jurídica, como en la
autonomía e independencia de la decisión.
Ahora, del análisis del caso y en conformidad con la Ley Nº 19.880 que Establece las
Bases de los Procedimientos Administrativos que Rigen los Actos de la Administración del
Estado, pudimos catalogar al acto que vimos en el caso como un “Acto Decisorio”, ya que,
como pudimos observar en el caso y complementando con la materia, este acto del caso pone
fin al procedimiento, afectando al proceso, por lo que también al mismo tiempo es
impugnable.

(iii) ¿Cuáles son las relaciones especiales de sujeción en el caso de los


funcionarios públicos?
Al respecto, bueno hemos visto que al hablar de las relaciones de sujeción especial se
nos vienen inmediatamente a la cabeza el personal de las Fuerzas Armadas, el cuerpo de
Seguridad Estatal y por supuesto que los funcionarios públicos. Entre estas tres figuras,
podemos visualizar características comunes, como lo son la sumisión a las ordenanzas de
superior, una clara manifestación de principios jerárquicos, y, en mayor y menor medida, la
limitación a derechos fundamentales.
Este último aspecto es evidentemente mucho mas agudo e impetrado en las Fuerzas
Armadas principalmente, pero también podríamos perfectamente revisar cómo es la libertad
de expresión de un funcionario público en el ejercicio de sus funciones, o qué ocurre con su
derecho a manifestación pública o de asociación política, en el ejercicio de sus funciones. En
síntesis, vemos una cierta limitación al ejercicio de sus derechos fundamentales, lo que nos
daría mucho para hablar, sin embargo no concierne mayormente al caso en cuestión.
Ahora, si que concierne relacionar la estandarización de los cargos y la estabilidad del
empleo como rasgos centrales de este sistema, entendiendo que el establecimiento de
jerarquías, carrera y especialización son cuestiones muy necesarias para el buen
funcionamiento del sector público.
Por ende, en lo particular con el caso, dice relación con la igualdad de oportunidad,
tanto en el ingreso a la Administración, como las instancias de capacitación y
perfeccionamiento en el interior de ella, pudiendo establecer un reclamo especial para las
personas que postulen a un concurso público para ingresar a un cargo en la administración del
Estado, lo que podría llegar a asociarse con lo que sucedió en este caso. Justamente, dice
relación con la igualdad de oportunidades, como característica de la función pública del
régimen funcionarial, pero que en este caso, como hemos visto la sanción de la Corte de
Apelaciones, no se incurre en un atentado a esta derecho a la igualdad. Sin embargo, debemos
reconocer el estrecho vínculo que existe entre las relaciones especiales de sujeción, cuando se
trata de garantizar igualdad de acceso en el ejercicio de la función pública.

Caso Nº 3: Término de contrato injustificado


Introducción:

En este caso, la Corte Suprema confirmó la sentencia que acogió la Corte de Apelaciones de
Antofagasta en relación a un Recurso de Protección, deducido por un funcionario en contra
de la SEREMI de Bienes Nacionales de dicha ciudad.

Este había sido interpuesto, por disponer el término de su cargo debido a reasignación de
funciones como reestructuración de la SEREMI, estimando vulnerados sus derechos que
comprenden: (i) la igualdad ante la ley; (ii) la libertad de trabajo; y (iii) el derecho de
propiedad, en cuanto, la resolución de término anticipado del contrato habría incurrido en
imprecisiones y vaguedades conceptuales, como por ejemplo “no idóneo”, “presupuestos”,
“reestructuración”, “reasignación”, etc., de una manera muy general.

De esta forma, no quedándole claro al recurrente la justificación de la decisión, conforme a


los estándares que exige el principio de igualdad, y por lo demás, conforme a los requisitos
que debe reunir el acto administrativo, en relación a quebrantar garantías fundamentales de
los trabajadores.

Preguntas y Respuestas:

i. Analice la motivación del acto administrativo de despido?


ii. Analice la estabilidad de los contratados dentro de la
Administración Pública?
Las causas deben ser razonables y proporcionales a la finalidad de los hechos, la motivación
de los actos administrativos, más que como un mero acto, constituye un elemento esencial
para la transparencia y control sobre los actos de la administración, de manera que la no
fundamentación de un despido podría incluso llegar a anularse si éste careciera de motivación
o fuese insuficiente.

Se debe conocer a través de la motivación las razones que dan como


finalidad la actuación sobre las acciones administrativas.

Los fundamentos de la Seremi de Bienes Nacionales de Antofagasta


para poner término al cargo a contrata del funcionario dicen relación
con una reasignación de funciones, reestructuración del servicio, temas
presupuestarios, especialización profesional, etc. Sin embargo, de
acuerdo a las causas plausibles para desvincular a un trabajador, la
recurrida carece de fundamentación al no haber expresado las razones
auténticas por las cuales el funcionario en cuestión no es idóneo para
realizar sus labores, ni tampoco se expresa un perfil adecuado que
responda a las capacidades y objetivos de la reestructuración y
reasignación de funciones.

◆ En la práctica se ha visto reiteradamente la existencia de funcionarios a


contrata. El estatuto administrativo establece esta forma de trabajo con
distintas características a las que poseen los funcionarios de planta. Son cargos
que no requieren concurso y están sujetos a una cuestión presupuestaria, en
principio son contratos previstos por un año de trabajo, es decir, hasta el 31 de
diciembre del respectivo año.

Estos empleos, en relación a la permanencia en la institución, generan


expectativas respecto a la renovación para el siguiente año, más aún
cuando se han prestado servicios por más de dos años.

En el supuesto en que una persona trabaje a contrata luego de


comenzado el año respectivo, se entiende que existe una primera
renovación anual para el año siguiente. Desde ese punto, se interpreta
que luego de transcurridos dos o más años, existirá la confianza de una
nueva renovación o extensión de la designación.

Por tanto, la estabilidad de los contratados respectivos dentro de la


administración pública está supeditada a diversos factores,
comenzando con el régimen de contratación que vincula al trabajador,
el cual, sin haber pasado los años para generar una expectativa en el
trabajador, puede o no ser renovado para un próximo período, sin
embargo, es importante considerar que el periodo de dos años, no
genera una obligación para la institución de mantener a los
funcionarios, aun cuando, sus servicios no fueren necesarios e incluso
no tengan el presupuesto para tenerlos.

iii. Analice si la regulación del régimen de función pública es una


materia de reserva legal?
Como vimos, el régimen estatutario de carrera que se produce a través de un concurso
público, está todo englobado en distintas reglas que expresamente prevé la ley, siendo una
materia no de reserva legal, sino que reservada a la ley, pues el legislador señala
expresamente con mucho detalle, cuáles deben ser las características del régimen. Esto,
porque se espera que la carrera administrativa se caracterice con aspectos como la estabilidad,
por un grupo de funcionarios altamente especializados y que por lo mismo esté bien regulado.
Por ende, se espera que sea mucho más garantista, dada la influencia del derecho laboral en el
régimen de la función pública, vendría siendo que la consecuencia esperada, justamente, sea
una verdadera protección.

Esto que acabamos de decir se vincula a la influencia de los derechos fundamentales


en una relación entre particulares, porque cuando se trabaja con derechos laborales, su
construcción inicial es justamente de la base de oponer derechos fundamentales frente al
Estado, que tiene esta figura de gran padre de los derechos fundamentales. Entonces, cuando
los derechos fundamentales se llevan a una relación entre particulares típicamente una
cuestión de carácter laboral, surgiendo una aplicación muy específica de la relación entre un
particular y un Estado, aterrizando a la relación entre 2 particulares, quedando clara, la
influencia de los derechos fundamentales en una relación entre particulares.

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