En el país cuando se da un cambio de gobierno leve o radical se manifiestan diversos
sentimientos por parte de los ciudadanos ya sea molestia, desagrado o confusión ya que esperan cambios positivos para el país. En este caso hablaremos del gobierno peruano de Augusto Bernardino Leguía y Salcedo durante el año 1919 hasta 1930. Antes de ello, es importante mencionar que la República aristocrática como los oligarcas y aristócratas abordaban el país, ellos eran un grupo de reducidas familias que tenían beneficios a comparación del pueblo. Después de la primera guerra mundial ganada por Estados Unidos comienza el gobierno de Leguía en la que se generaron muchos cambios empezando por la capitalización. Por ello, nos planteamos la siguiente pregunta: ¿fue autoritario y populista el oncenio de Leguía? En nuestra opinión, si consideramos que fue autoritario y populista el gobierno de Leguía. A continuación, presentaremos argumentos que sustenten nuestra postura.
En primer lugar, si consideramos que fue autoritario el oncenio de Leguía.
Según Romero (2014), el presidente Leguía causó la división de las clases sociales: el alta (oligarquía), la clase media (profesionales) y la baja (obreros y campesinos). Sin embargo, Leguía mantuvo el control de estas clases utilizando estrategias, por ejemplo, a la clase alta los calmaba con la famosa ley de agua, en caso se levantaban en protesta les cortaría el suministro de agua, a la clase media les otorgó cargos públicos y a la clase baja le ratificó a los obreros las 8 horas de trabajo ya ganadas en la república Aristocrática y a los campesinos les dio la ley de comunidades indígenas para que tengan más derechos para que no puedan perder sus tierras. Por otro lado, Romero (2014) nos dice, que el presidente Leguía realizó mejoras debido a su idea de un país moderno, sin embargo, al no poder pagar los fuertes préstamos económicos dado por Estados Unidos trajo como consecuencia entregarles el control sobre las principales materias primas que tenía el Perú e incluso ya no pagaban impuestos. Así mismo, hizo perder gran parte de territorio peruano con Colombia al firmar el tratado de salomón Lozano donde se entregó los territorios entre los ríos Putumayo y Caquetá, además se cedió el trapecio amazónico con Chile y se firmó el tratado de Lima donde se recuperó Tacna, pero se perdió Arica. Después de la caída económica de Estados Unidos nuestro país pasó por crisis económica, ya que económicamente éramos dependendientes de ese país, fue así como hubo bastante despido en nuestro país y la oligarquía dio un golpe de estado dando fin al oncenio de Leguía. En segundo lugar, si estamos de acuerdo en que si fue populista el Oncenio de Leguía respecto de los sectores marginados y clases medias. Puesto que durante su gobierno en Perú (1919-1930) buscaron implementar una serie de cambios sociales y económicos que beneficiara a los sectores o pobladores con menos economía del país. Según López, Carlos y Aguilar, Julia (2013, 14 de diciembre), por un lado, Leguía promovía la educación pública (creación de escuelas), la construcción de infraestructuras (la construcción de carreteras, puentes y edificios públicos), la expansión de los servicios de salud (creación de hospitales), la implementación de programas de vivienda para los sectores más pobres y promovió la participación de los trabajadores en los sindicatos. Por otro lado, Leguía implementó políticas económicas que favorecieron a las clases medias, como la promoción de la industria nacional y la protección de los productos peruanos frente a la competencia extranjera. Estas medidas buscaban fortalecer la economía nacional y mejorar las condiciones de vida de la población en general. Es por ello, que mencionamos al gobierno de Augusto B. Leguía populista ya que se centró en ganar el apoyo popular a través de políticas y proyectos que beneficiaran a las masas.
En resumen, si creemos que fue populista el gobierno de Leguía ya que en su periodo de
gobernación se caracterizó por la promoción de políticas y discursos que apelan a las necesidades y demandas de las masas populares, con el objetivo de obtener y mantener el apoyo político. En este sentido, algunas de las acciones tomadas durante el Oncenio de Leguía podrían considerarse populistas, ya que buscaban ganar el respaldo de los sectores marginados y las clases medias. Además, también fue autoritario porque desde que empezó su gobierno lo hizo a través de un golpe de estado ante la oligarquía al asumir el poder.