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El gobierno de Augusto Bernardino Leguianen Perú, se extendió desde 1919 y 1930, lo

cual fue un periodo politicamnete controvertido y mercado por su liderazgo autoritario y

extenso. Se caracterizó por el desplazamiento del civilismo como fuerza política

predominante para instaurarse, en cambio, un estilo de gobierno dictatorial y populista.

Su mandato se caracterizo por un programa de modernización y desarrollo económico,

con inversiones en infratructura, carreteras y proyectos públicos. Sin embargo, su

gobierno también fue criticado por su propio autoritarismo y la supresión de la

oposición política. El Oncenio de Augusto Bernandino Leguía entre los años 1919 a

1930, fue un gobierno de corte autoritario donde se estableció la primera dictadura

cívica. Este gobierno intentó favorecer a las clases medias que habían surgido luego del

crecimiento industrial que se había experimentado producto de las actividades de

exportación de la época, buscando la creación de una clase capitalista. Asimismo,

favoreció la penetración del capital de los Estados Unidos en nuestra economía. En

primer lugar, Leguía en 1919 participó de las elecciones en las cuales ganó con el apoyo

de los universitarios y sectores populares pues ya había partido caminos con el Partido

Civil tiempo antes, “El presidente logró preparar su propia base de apoyo empleando

para ello, en forma por demás astuta, ascensos y nombramientos selectivos, muchos de

los cuales se hacían incluso fuera de las fechas programadas” (Masterson, 2001,p.47).

Adelantándose a los resultados de la votación, realiza un golpe de Estado junto a

militares pues temía que se suscitara un fraude electoral durante el conteo oficial. En

segundo lugar, el Presidente Leguía se encargó constantemente de realizar obras dentro

del país, uno de ellos fue que la construcción de las Atarjeas de Lima, Arequipa, Cuzco,

Trujillo, Huacho; se inició la construcción del terminal marítimo del Callao; se

pavimentaron muchas calles de la ciudad de Lima y otros más para poder “quedar bien”

sin importarle los prestamos millonarios que le otorgaban de EEUU, forjando así
torpemente una economía dependiente del capital extranjero. En tercer lugar, el

presidente Leguía después de dejar endeudado al país, es aprisionado en la carceleta de

San Lorenzo y luego llevado a la clínica Naval de Bellavista, donde escribe sus

memorias “Yo tirano, Yo ladrón”, donde relata cómo había desarrollado su riqueza y

aumentado el optimismo de su raza, define las fronteras del Perú, sus obras publicas, sus

tratados y sobre todo el reconocimiento legal a la comunidad indígena. Respecto a las

políticas de Leguía respecto a los sectores populares y clases medias, una vez que dio en

el golpe de estado en 1919, al año siguiente se convocaron a elecciones trayendo una

nueva propuesta de gobierno cuya característica buscaba una reforma sustancial del

país, capaz de transformar la economía, la sociedad y el Estado. El proyecto “Patria

Nueva”, tenía como objetivo instaurar a la base social integrada por la nueva clase

media, obreros e indígenas. Una de las primeras propuestas políticas que realizó Leguía

fue la Constitución de 1920, cuyo punto resaltante fue que los mandatos presidenciales

fueran extendidos de cuatro a cinco años, la elección de congresistas y la reelección

indefinidamente de los presidentes. Frente a esta situación, Leguía quería ganarse la

confianza de los indígenas, obreros y clase media. Por un lado, las primeras acciones

más fueron de protección a la raza indígena y dictará leyes especiales para el desarrollo

y su cultura. Por tanto, el Estado buscó ser intermediario entre indígenas y gamonales

para permitir el proteger y tomar control sobre del indígena. Por ello, que Leguía

estableció cada 24 de Junio día del indio, sin embargo, pocas de estas leyes tuvieron un

verdadero impacto en la práctica. Otro punto importante fueron los estudiantes de la

Universidad Mayor de San Marcos quienes desde un inicio había apoyado su gobierno.

Por ende, para devolverle el favor y muestra de apoyo, se aprobó una ley de reforma

universitaria que permitía el despido de profesores incompetentes, así como también se

les otorgaba a los estudiantes permitirles elegir un cargo del consejo universitario. Tales
como, la fundación de las Universidades Populares Gonzales Prada, que les permitirían

a los obreros acceder a la educación que era negada en aquella época. Por otro lado,

para recibir el apoyo de la clase media, Leguía les brindó créditos hipotecarios

accesibles y favoreció a muchas familias de este sector acceder a la administración

pública lo que lograron alcanzar su estabilidad económica. Entre ellos, los profesionales

liberales como médicos, ingenieros, abogados y jóvenes universitarios, especialmente

en las de la costa, que son las que ofrecieron mayores perspectivas de desarrollo, tanto

económico como social y cultural. Por ejemplo, Víctor Raúl Haya de la Torre, José

Carlos Mariátegui, Fernando Belaunde surgieron de familias de clase media; asimismo,

nuestros intelectuales y artistas más representativos como César Vallejo, José María

Arguedas, Jorge Basadre, Raúl Porras Barrenechea, Luis Alberto Sánchez, Ciro Alegría,

Mario Vargas Llosa, José Sabogal y Fernando de Szyszlo, entre muchos más. Por ello,

se puede decir que tomó plenamente conciencia de sus posibilidades para contribuir a la

modernización de la sociedad. Como hemos mencionado antes, uno de los pilares de

esta dictadura fue el papel protagónico que el capital norteamericano tuvo durante el

gobierno de Leguía. Durante este periodo, fue el emisor de cuantiosos créditos al sector

público peruano. En principio, con ayuda del capital norteamericano se desarrollaron

diversos proyectos de inversión en infraestructura pública. Por ejemplo, la construcción

de carreteras que conectaron las provincias de lima, Cusco, Trujillo. De la misma

manera, se modernizó Lima al pavimentar las avenidas Renovación (Venezuela),

Arequipa, Argentina, que conectaban los distritos principales. Como segundo punto, el

capital extranjero permitió la construcción de unidades del sector salud. Una de ellos, el

Hospital Cayetano Heredia. Es oportuno mencionar que el capital extranjero, durante el

Oncenio, se caracterizó porsu capacidad de intervención en materia política. Ya que,

ostentaban, primero, poder de decisión en política económica dado a que contaban con
múltiples acuerdos para el financiamiento de la deuda que el país había contraído

entonces con ellos. Acuerdos tales como, la creación del Banco Central de Reserva y la

asignación de su gerente general. La retención de los ingresos por exportaciones, con lo

que tenían control sobre aduanas. También, contaban con la exoneración de los pagos de

impuestos para las filiales peruanas de sus compañías. Segundo, tenían una fuerte

influencia en la economía peruana pues casi habían logrado monopolizar las principales

actividades económicas en el país como el sector minero y la producción de azúcar. Esta

dependencia trajo grandes perjuicios a la estabilidad laboral y económica del país tras la

crisis económica que se desató en EE.UU. por la caída de la bolsa de valores, tras el

conocido jueves negro. Es entonces, que el malestar nacional, antes reprimido, llegó a

su punto cumbre. Podemos concluir, que la Patria Nueva fue el programa político que

utilizó el Gobierno de Augusto B. Leguía donde proponía incorporar a la emergente

clase media y a los universitarios, como los nuevos grupos de poder llamados a

modernizar al país. Si bien es cierto que se buscó el progreso y modernización del Perú

mediante un intenso plan de obras públicas, sus acciones fueron contradictorias ya que

no se logró consolidar un Estado más justo, equitativo e integrador. Sus buenas

relaciones comerciales le valieron hacerse de empréstitos norteamericanos para

financiar sus obras públicas y causó que la deuda externa se incrementara de manera

exponencial y fuera de control. A pesar de contar con un discurso de reivindicación del

indígena, se promulgó la ley de conscripción vial en donde todos los ciudadanos de 18 a

60 años debían trabajar por 10 días en la construcción de caminos. Ley que en la

práctica se aplicó a la población de menores ingresos, a los indígenas. Fue sin duda un

gobierno muy controversial, que a un costo muy alto logró la modernización en

infraestructura de nuestro país. Asimismo, se dejó corromper por el poder pues en más

de una ocasión modificó la constitución a su favor. Definitivamente, cuando se une la


sed de poder y autoritarismo, trae consecuencias nefastas para la nación y tarde o

temprano se termina pagando por ello, y lo podemos comprobar por la forma en que el

Presidente Leguía pasó sus últimos días

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