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POBLAMIENTO DE AMÉRICA:

PRINCIPALES TEORÍAS (CLÁSICAS Y MODERNAS)


Por
Gabriela González

El poblamiento de América consiste en el proceso de origen y extensión de los seres


humanos por el continente americano; la especie humana no es originaria de América,
por lo que se asegura que el continente tuvo que ser poblado a partir de una serie de
migraciones.

Existen muchas tesis que intentan explicar el origen del hombre americano.


PRINCIPALES TEORÍAS DEL POBLAMIENTO DE AMÉRICA

– TEORÍAS CLÁSICAS

Tesis autoctonista de F. Ameghino

Defendida por el paleontólogo argentino Florentino Ameghino quien afirmaba que la


evolución biológica de los hombres era propia de América. Posteriormente se corroboró
que su planteamiento estaba errado.

Teoría clásica de Alex Hrdlicka (asiática)


El antropólogo checo Alex Hrdlicka estableció que las primeras presencias humanas del
continente americano fueron un grupo de cazadores de raza asiática que entró por el
Estrecho de Behring durante la Era del Hielo, es decir, en el período Plesitoceno.

Esta teoría se apoya principalmente en las similitudes antroposomáticas que existen


entre los amerindios y el hombre asiático, y en las eistencia de características comunes
entre los grupos indīgenas americanos,

La teoría oceánica de Paul Rivet

Paul Rivet fue un etnólogo francés que contradijo los planteamientos monoraciales de
Alex Hrdlicka. De acuerdo con este investigador, también emigraron agrupaciones de
polinésicos y melanésicos, los cuales se habrían asentado en América Central para luego
dispersarse por el resto de los territorios.

La teoría australiana de Antonio Méndez Correa

El investigador portugués Antonio Méndez afirmaba que los australianos fabricaron


unas embarcaciones de estructura simple para arribar en las islas Auckland, Tasmania y
la Antártida.

Para poder defender su teoría, el investigador portugués se dedicó a estudiar a los


nativos que residían en Tierra del Fuego y en la Patagonia, hallando similitudes
lingüísticas y físicas con las poblaciones indígenas australianas.

Teoría de Charles Abbott

En 1876, el médico estadounidense Charles Abbott halló una serie de utensilios


fabricados con piedra; las mediciones dataron el artefacto con unos diez mil años de
antigüedad.

Esto quería decir que las herramientas pertenecían a un asentamiento humano del
período Pleistoceno. Sin embargo, la comunidad científica de Washington D.C.
estableció que la teoría de Abbott no cumplía con los estándares científicos, por lo que
sus planteamientos fueron desestimados.

El hallazgo de George McJunkin

En 1908, George McJunkin descubrió localizados en un barranco de la aldea Folsom


unos huesos que pertenecían a un bisonte prehistórico, y en las costillas del animal se
halló una herramienta de piedra que actualmente se conoce como punta de Folsom.

El tipo de bisonte gigante descubierto por McJunkin se había extinguido durante la


última glaciación, lo que permitió establecer por primera vez la antigüedad de los
poblados americanos.

Ridgely Whiteman y el yacimiento de Clovis

En 1929 Ridgely Whiteman encontró un conjunto de huesos en la aldea de Clovis


(Nuevo México). Luego de esto, Edgar Billings Howard, un científico de la Universidad
de Pensilvania, aseguró que se trataba de una agrupación indígena perteneciente al
período Pleistoceno; esto lo logró confirmar a través del tipo de flecha hallada en el
yacimiento, actualmente conocida como Punta Clovis.

La Punta Clovis contaba con una antigüedad de 11.500 años a. C., por lo que se aceptó
que la cultura Clovis probablemente era la más antigua del continente y estaría
relacionada con los primeros especímenes humanos.

TEORÍAS MODERNAS

El origen europeo de Bruce Bradley

Bruce Bradley, un científico de la Universidad de Exeter, afirmó que una agrupación de


marineros caucásicos (pertenecientes a la industria lítica) pudieron haber cruzado el
océano Atlántico para posteriormente desembarcar en la costa oriental de América del
Nortel.

El hombre de Meadowcroft

El cuerpo humano de Meadowcroft fue hallado por el antropólogo y arqueólogo James


Adovasio. Se hallaron conjuntos orgánicos producidos por la fauna y la flora de la época,
los cuales habrían servido como alimentación para el asentamiento de Meadowcroft. De
estos restos, los arqueólogos desenterraron hasta setenta muestras para luego contratar
diferentes a instituciones y laboratorios para su análisis.

El resultado de los exámenes fue fascinante: la datación más antigua alcanzó hasta los
16.000 años a. C., por lo que sobrepasaba en antigüedad a las puntas del yacimiento
Clovis.
El hombre de Kennewick

En 1998, se descubrió en el noroeste de los Estados Unidos el cráneo de un individuo,


sus facciones no se asemejan a las de los indios americanos; los especialistas afirman
que este ser humano tiene aproximadamente ocho mil años de antigüedad y parece
haber sido producto de un vínculo entre los polinésicos y los ainos (población ubicada
en Japón). No obstante, otros sugieren que sus facciones son más bien caucásicas.

El hombre de Monteverde

Las exploraciones arqueológicas de Monte Verde fueron lideradas por el antropólogo


estadounidense Tom Dillehay, quien excavó un pozo con ayuda de sus alumnos.
Instantáneamente, Dillehay se percató de que estaba frente a un asentamiento muy
distinto a los yacimientos de la cultura Clovis.

En líneas generales, se hallaron certezas que aseguraban la existencia de un


asentamiento compuesto por doce tiendas, todas ellas elaboradas con piezas de madera
y cuero animal. Las cenizas que fueron sometidas a la prueba del Carbono 14
demostraron que este asentamiento tenía unos trece mil años de antigüedad.

Así mismo, los arqueólogos descubrieron restos de puntas de doble cara e instrumentos
elaborados con hueso asociados con la fauna pleistocénica (paleollamas y mastodontes).
Además, las puntas de Monteverde son muy similares a las que se hallaron en territorios
venezolanos. Estas últimas datan de unos once mil años antes de Cristo.

El hallazgo del asentamiento de 13000 años a.C. causó una gran agitación internacional.
No obstante, luego de realizar excavaciones más profundas, Dillehay descubrió otros
restos que probaron tener hasta unos 33000 años de antigüedad. De confirmarse estas
dataciones, las explicaciones sobre el poblamiento americano padecerían un vuelco
total.

Las investigaciones en Monteverde todavía continúan.

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