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DONES Y MINISTERIOS ESPIRITUALES

Introducción

El presente estudio tiene como objetivo explicar una de las 28 creencias de

la Iglesia Adventista del Séptimo día. La cual será: “Dones y ministerios

espirituales”.

Dones y talentos

Definición de términos

El hablante de la lengua española muchas veces confunde la definición

exacta de las palabras debido a sus propias perspectivas. Es el caso de los siguientes

términos: “dones” y “talentos”. Por lo tanto, antes de abordar el estudio, es

necesario llegar a una definición clara acerca de estos dos términos.

El “talento”, desde diferentes perspectivas humanas, es la capacidad que

una persona tiene para desarrollar o desempeñarse en algún área de la vida (trabajo,

deporte, ejercicios etc.). Sin embargo, la RAE utiliza dos palabras claves para

definir el término “talento”, y son los siguientes: “inteligencia”, capacidad de

entender y “aptitud”, capacidad de desempeñarse en algo (propio natural de un ser

humano).

Ahora bien, el término “Don” comúnmente es conocido en la cristiandad

como un bien o talento especial enteramente dedicado a la causa divina. Mientras

que la máxima autoridad de la lengua española (RAE) define “don” como una

gracia o habilidad especial que tiene el cristiano, respecto a Dios, de quien lo


recibe. En cierta parte la Teología sistemática concuerda con la RAE al decir: “el

Don(es) es y/o son habilidades dadas a los creyentes individuales por el Espíritu

Santo con el fin de equipar al pueblo de Dios para el ministerio, tanto para la

edificación de la iglesia como para la misión salvífica de Dios al mundo”.

Los dones espirituales

Los dones espirituales ocupan un lugar prominente en los escritos del

apóstol Pablo. No solo enumera algunos, sino que también muestra detalles de sus

funciones como: La de ejdificación, desarrollo de la iglesia y su crecimiento. Los

dones a diferencia de los talentos (propios del ser humano) no son para disfrutarlos

para el bien de sí mismo o para la exaltación, sino para el bien del cuerpo

eclesiástico. Esta es la razón por la que los dones se complementan entre sí, así

como ocurre con los diversos miembros del cuerpo humano (Rm 1:11-12).

James D. Crane dijo: “Esto es importante porque significa que los

cristianos nos necesitamos los unos a los otros. Puesto que ninguno de nosotros

tiene todos los dones del Espíritu, el crecimiento espiritual de cada uno depende en

gran parte de la contribución que otros creyentes puedan dar a nuestra vida”.1

Dones dados por Dios

El don y el plan de redención

1
James D. Crane, El Espíritu Santo en la experiencia del cristiano (Buenos Aires: Casa Bautista de
Publicaciones, 1979), 52.
El plan de Dios es uniforme, no cambia y no cambiara hasta el

cumplimiento de este mismo. Sin embargo, el plan divino se ira cumpliendo a

medida que la predicación del evangelio alcancé una extensión mundial. El

Salvador dijo lo: “Pero recibiréis poder cuando haya venido sobre vosotros el poder

del Espíritu Santo, y me seréis testigos en Jerusalén, en toda judea, en Samaria y

hasta lo último de la tierra” (Hech 1:8). El Espíritu Santo es la promesa del Señor

para con sus hijos, el Espíritu Santo en esencia misma viene a ser la tercera persona

de la trinidad, quien obra en favor del cristiano día a día. Sin embargo, el mismo

viene a ser un don cuando se le recibe.

Ministerios espirituales

Pablo enseño que los dones, incluyendo profecía, enseñanza, apostolado,

evangelización, hablar en lenguas y realizar milagros, iban a ser ejercidos por los

cristianos de todas las edades y clases sociales. Para que un don cumpla su misión

tiene que llegar a “operar”, y ello se cumple al hacer de un don un ministerio.

La Palabra “ministerio” viene del griego “diákonos” que significa

“Servicio”, entonces al hacer de un don un ministerio, se esta empleando el don en

el servicio de Cristo. Hay muchos cristianos a quienes se les fue otorgado un don

especial para que puedan hacer de ello un ministerio. No es posible que haya un

ministerio sin un don, y el don en si mismo no sirve si no “opera” en la obra de

Dios.

Conclusión
En conclusión, un don es un talento especial que proviene únicamente de

Dios y que llega a cumplir su misión siempre y cuando este llega a operar en la

obra de Dios.

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