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OBJETIVO
Permitir al líder apreciar que todos los individuos son diferentes tanto en
personalidad como en talento y que Dios tiene un lugar en Su obra para cada uno.
Explicación
Cada persona tiene talentos naturales y habilidades que se adquieren, pero Dios
también da dones espirituales a cada uno. Los líderes necesitan comprender no
sólo los principios bíblicos de la doctrina de los dones espirituales, sino también
tener acceso a herramientas que le permitan ayudar a los jóvenes a identificar sus
propios dones. Los líderes no deben animar a los jóvenes a usar sus dones de una
manera que no sólo brinde gozo, sino que también promueva el crecimiento
espiritual.
Recursos didácticos
La respuesta a los tres es ¡Sí! Y reconocer las diferencias entre talentos y dones
espirituales puede ser una de las claves para encontrar los dones espirituales que
Dios te ha dado.
Veamos talentos, o habilidades naturales. Una habilidad natural puede ser algo con
lo que naces, como la coordinación física. O puede ser un talento que has
desarrollado a través de los años, como tocar un instrumento musical. Estas
habilidades o talentos naturales pueden ser útiles o divertidos, pero tratan
principalmente con la superficialidad de la vida. La preocupación de raíz de nuestra
relación con Dios se deja superficial. Las habilidades y talentos afectan a las
personas de manera temporal, no de una manera eterna, y el crecimiento espiritual
no es necesario para su desarrollo.
Una mujer que con frecuencia abre su casa para invitar a cenar y a reuniones
sociales no puede tener el don de la hospitalidad. ¿Por qué no? Porque los dones
espirituales difieren de las habilidades naturales en dos aspectos importantes:
Tenga en cuenta esta motivación y objetivo a medida que buscan descubrir sus
dones. Pregúntese: “¿Cuál es mi motivación y mi objetivo en esta área?” Recuerde
que estos dones constituyen la base de nuestro servicio individual y colectivo para
Dios.
Recuerde también que casi nadie descubre todos sus dones al comienzo de la
experiencia cristiana. Un período de tiempo o un conjunto especial de circunstancias
puede ser necesario para traer sus dones a la luz. Esté dispuesto a probar su mano
en nuevas áreas. Sus dones espirituales pueden ser confirmados sólo en el entorno
real donde se ponen en uso.
Dios ha puesto dentro de la iglesia varios dones que se han dado a cada uno de
nosotros para llevar a cabo nuestra obra de ministerio.
Tres pasajes clave concernientes a los dones espirituales.
Pero a cada uno de nosotros la gracia fue dada según la medida del don de Cristo.
Por lo tanto, Él dice: “Cuando subió a lo alto, llevó cautividad al cautiverio, y dio
dones a los hombres.” (Ahora esto, “Él ascendió” - ¿qué significa eso, sino que Él
también descendió primero a las partes inferiores de la tierra? El que descendió
también es Aquel que ascendió por encima de todos los cielos, para llenar todas las
cosas.) Y Él mismo dio a algunos ser, apóstoles, algunos profetas, algunos
evangelistas, y algunos pastores y maestros, para el equipamiento de los santos
para la obra del ministerio, para la edificación del cuerpo de Cristo, hasta que todos
lleguemos a la unidad de la fe y del conocimiento del Hijo de Dios, a un hombre
perfecto, a la medida de la estatura de la plenitud de Cristo. — Efesios. 4:7-13.
Por tanto, hermanos, os ruego por las misericordias de Dios que presentéis vuestros
cuerpos en sacrificio vivo, santo y agradable a Dios, que es vuestro servicio racional.
Y no seáis conformados con este mundo, sino transformaos con la renovación de
vuestro entendimiento, para que podáis probar cuál es aquella buena, agradable y
perfecta voluntad de Dios. Porque digo, por la gracia que me ha sido dada, a todo
el que está entre vosotros, que no piensen en él más de lo que debería pensar, sino
que piensen con sobriedad, como Dios ha dado a cada uno una medida de fe.
Porque como tenemos muchos miembros en un cuerpo, pero todos los miembros
no tienen la misma función, así que nosotros, siendo muchos, somos un solo cuerpo
en Cristo, e individualmente miembros unos de otros. Teniendo, pues, dones que
difieren según la gracia que nos es dada, usémoslos: si profetizamos, profeticemos
en proporción a nuestra fe; o ministerio, usémoslo en nuestro ministerio; el que
enseña, en la enseñanza; el que exhorta, en exhortación; el que da, con liberalidad;
el que conduce, con diligencia; el que muestra misericordia, con alegría. — Rom.
12:1-8
Un don espiritual es una habilidad especial dada a un miembro del cuerpo de Cristo
por el Espíritu Santo que le permite trabajar efectivamente con alegría ayudando a
la iglesia a llevar a cabo su misión en el mundo. No confundir:
Dones espirituales con talentos naturales: Toda persona, cristiana o no, tiene
talentos naturales. Sólo los cristianos reciben dones espirituales. Estos dones
permiten al cristiano ministrar de tal manera que él tendrá un poder que dirá sobre
los corazones.
Dones Espirituales con fruto del Espíritu- (Gálatas 5:22, 23). El fruto del Espíritu se
reproduce en cada cristiano por el Espíritu Santo. Todos los cristianos deben tener
todos los frutos del Espíritu, pero no todo don espiritual se da a cada cristiano.
Dones espirituales con papeles cristianos - yo puedo ser un evangelista, mientras
que otro tiene el don de enseñar; sin embargo, todos somos testigos (Hechos 1: 8).
Testificar no es un regalo especial del Espíritu dado a personas selectas. Es un
papel que todos los cristianos comparten. Todo cristiano debe mostrar y decir lo que
Cristo por medio de su Palabra y Espíritu ha hecho en su propio corazón y vida.
Dones Originales con Falsificaciones-El diablo siempre tiene una falsificación para
lo que es genuino. Los dones falsificados se asocian más frecuentemente con los
milagrosos directos como los milagros, las sanidades, el hablar en lenguas y la
profecía. Siendo más espectaculares, tienen mayor poder para llamar la atención.
El milagro es uno de los signos del fin. Las manifestaciones de este orden deben
ser probadas cuidadosamente por la iglesia, porque habrá milagros tanto en el lado
de la verdad como en el lado del error en los últimos días. Sólo por las Escrituras
pueden ser probados.