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Desde los intentos de vida republicana, en la Independencia efímera, del Dr. José Núñez de
Cáceres, aparecen los elementos sobre los cuales el Estado dominicano trataría el tema de la
nacionalidad. Allí se insistía en el jus soli como sistema principal. En el Acta Constitutiva del
gobierno del Estado Independiente se refirió, en sus artículos 9 y 10, a quiénes eran
dominicanos, cuando se señalaba que, “Son Ciudadanos del Estado Independiente de la parte
Española de Haití, todos los hombres libres de cualquier color y religión que son nacidos en
nuestro territorio o, aunque lo sean en país extranjero, si llevaren tres años de residencia o
fueren casados con mujer natural”.
En la Constitución del 6 Noviembre de 1844, se aprueba en su título II, capítulo I, quiénes son
“Dominicanos”, y dice en su Art.7: “Son Dominicanos”:
TERCERO: Todos los hispanos-dominicanos y sus descendientes que, habiendo emigrado por
virtud de los cambios políticos, no hayan tomado alguno las armas contra la República ni la
hayan utilizado de modo alguno y vuelvan a fijar su residencia en ella.
CUARTO: Todos los descendientes de oriundos de la parte Española en países extranjeros que
vengan a fijar su residencia en la República”.
•En febrero de 1854 la Constitución Dominicana fue objeto de revisión y entre las materias
que mayor discusión generó estuvo la Nacionalidad. Con respecto de los hijos de extranjeros
nacidos en territorio nacional, primó el criterio del Jus Solis.
•En el 1858 tuvo lugar otra reforma constitucional, conocida como la Constitución de Moca.
•En 1865, cuando fue Restaurada la República, se estableció el Jus Solis como sistema
principal, pero se consagra el denominado principio de sujeción perpetua, para impedir que el
dominicano adquiriera otra nacionalidad.
•En 1868 tenemos otra, pero ella no presenta grandes cambios, solo se verifica uno al señalar,
“A ningún dominicano se le reconocerá otra nacionalidad que la dominicana, mientras
permanezca en el territorio de la Republica“.
•Otras reformas ocurrieron en los años 1872, 1874, 1878, 1879, 1880, 1881 y 1887. Todas ellas
con modificaciones no trascendentales.
•En 1908 entró en vigor la Constitución que vino a reformar la de 1907, cuyo texto se mantuvo
vigente hasta la intervención militar de los Estados Unidos contra la República, en 1916.
•En 1927 se produce una reforma y se modifica en 1929, periodo en el cual hubo la necesidad
de derogar la de 1924, en tanto el jus sanguinis consagrado en ella, creaba serios problemas en
materia de nacionalidad y que fue reflejado recientemente en la sentencia 168-13, del Tribunal
Constitucional, que resultaba una copia de reformas francesas de inicios del siglo XX.
“Lo relacionado con Nación viene a dar sostén a la figura jurídica de la Nacionalidad y, en cierta
medida, al Derecho de Extranjería.”
• La cuestión de la nacionalidad fue abordado de manera muy distinta en las reformas de los
años 1966 y 1994. En la primera, en su artículo 11, se sigue con muy pocas modificaciones el
contenido de las anteriores y, en la segunda, se produce un gran cambio al introducir la
posibilidad de que un dominicano adquiera otra nacionalidad y retener la nuestra. Es el
establecimiento del sistema de la Doble Nacionalidad, el cual solo lo poseíamos con el Estado
de España, en virtud de un Tratado del 15 de marzo del año 1968 y que, además, dejaba atrás
las reservas que hicimos en La Habana, en 1928, no aceptando las clausulas sobre este tema, al
momento de firmar la Convención que aprobaba el Código de Derecho Internacional Privado o
de Bustamante, en la cuestión relativa a la obtención y pérdida de la nacionalidad dominicana;
esto así, porque estábamos regidos principalmente por las disposiciones trazadas por el
derecho inter La nacional privado, en cuanto a la facultad de cada Estado para determinar las
formas de manejo de esta materia. Este artículo establecía, que son dominicanos todos los
nacidos en territorio dominicano, salvo los hijos de extranjeros transeúntes o de los legítimos
de padres que estén en el país en funciones diplomáticas o consulares. También agregaba
otras posibilidades. La comparación de los artículos 11 de la Constitución de 1994 y el 18 de la
vigente del 2010, nos lleva a ver grandes diferenciaciones entre ambos textos.
Una vez alcanzada la edad de dieciocho años, podrán manifestar su voluntad ante la autoridad
competente, de asumir la doble nacionalidad o renunciar a una de ellas, 4- Quienes contraigan
matrimonio con un dominicano o dominicana, siempre que opten por la nacionalidad de su
cónyuge y cumplan con los requisitos establecidos por la ley, 5- Los descendientes directos de
dominicanos residentes en el exterior y las personas naturalizadas, de conformidad con las
condiciones y formalidades requeridas por la ley.
Al artículo 18 también se le agrega un párrafo, el cual dispone que, “Los poderes públicos
aplicarán políticas especiales para conservar y fortalecer los vínculos de la nación dominicana
con sus nacionales en el exterior, con la meta esencial de lograr mayor integración”.
La reforma del 2010 introdujo cambios sustanciales, siendo los más sobresalientes: la
ampliación de las posibilidades de ser dominicano, en virtud del jus sanguinis o de poseer la
condición de descendiente directo de dominicanos, esto así, porque en la Constitución anterior
esto se limitaba a hijos de padres o madres dominicanos y ahora se refiere a descendientes
directos, lo cual es mucho más amplio. Ella vino a clarificar la condición implicada en el
término “Transeúnte”, a partir de lo cual desapareció la confusión que el mismo creaba.
También hace referencia al término de extranjeros en condición de ilegales, para indicar que
los hijos de éstos no son dominicanos, en virtud del nacimiento.
“La reforma del 2010 introdujo cambios sustanciales, siendo los más sobresalientes.”