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......

Colegio de Registradores de la Propiedad


V Mercantiles d. Españe
Centro de Estudios Registrale.

HIPOTECAS Y
SEGURIDAD JURIDICA

Edita:
COLEGIO DE REGlSTRAOORES PROPIEDAD DE ESPAÑA
Oepbsil.lesa~ M. 44.361-1991
tS!'N:.1I4-lI1262.J l.'
l¡Q'primc: ..
.J. SAN' JOsÉ
~~i~'~~~,i..~I) Madrid

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La publicidad registral de los
préstamos hipotecarios.
.h' '._ ..
La transmisión de la
finca hipotecada

Por
MANUEL AMOROS GUARDIOLA
Catedrático de Derecho Civil
Registrador de la Propiedad

. .'
".' .,.. ' ..

SUMARIO: 1. INTRODUCC10N. 1. LA IMPORTANCIA PRACTICA DE LA GARANTIA HIPOTECARIA. 2.


LA REAI.lDAD JURIDICA DE lOS PR~STAMOS HIPOTECARIOS.-II.LA puBLICIDAD REGISTRAL DE
lOS PRtSTAMOS HIPOTECARIOS. 1. IDEAS PREVIAS. 2. LA. SOLUCION LEGAL 3. LA INTEAPRE-
TACION oOCTRINAl. 4. LA DOCTRINA JURISPRUOENCIAl. 5. FUNDAMENTO DE LA SOlUCION
lEGAL. 6. CONSECUENCIAS PRAcncAS.-lll. LA TRANSMISION DE FINCA HIPOTECADA. 1. LA
TRANSMISION EN GENERAL 2. LA COMPRAVENTA DE FINCA HIPOTECADA EN PARtiCULAR. Al
LA REALIDAD SOCIAL. B~LAs CONSECUENCIAS DE ESTA FIGURA CO~ACTUAl.. C) LA SOlU-
CION LEGAL: C.1. LA LEV HiPOTECARlA DE 1861. C.2. LA LEY HIPOTECARI" DE 1946. B)
LA INTERPRETACION DOCTRINAl. E) JURISPRUDENCIA. F) ReVISION CRITICA.

l. INTRODUCCION
La presonte conferencie, con la que se inicia el Seminario so-
bre "Hipotecas y Seguridad Jurfdics", tiene por objeto el exa-
men de dos cuestiones relativas a los préstamos hipotecarios: La
publicidad registral de los mismos y la transmisión de finca hipo-
tecada. Ello puede hacer pensar que se recogen aqul dos temás
{~;'::. distintos y que sólo por vla de yuxtaposición pueden exponerse
.:\;1 juntos. Sin embargo conviene recordar que ambas materias se
refieren a problemas de la garantfa hipotecaria Y afectan al estu-
dio de esta institución jurldica; que la publicidad registral de esta
flgura'afecta directamente a la transmisión de finca hipotecada,
por cuanto condiciona la eficacia real u oponible del crédito hi.
potecario frente a los terceros adquirentes de la finca; y que,
además, ia necesidad de reducir a unas cuantas conferencias los
problemas más importantes que se refieren a esta forma de ga-
rantla, aconseja refundir dichos problemas dentro de ese limita-
do número de disertaciones. En cualquier caso, el hecho de tra-
tar aqul ambas materias impide un desarrollo más detallado de
cada una de ellas.

,. 1. La Importancia práctica da la garantla hipotecaria


.1
La regulación moderna de la hipoteca en Derecho español

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.. .
'

"
arra~ca dala Lay Hipotacaria da 1861' y so complota luago an al más tarde, en 1982, los préstamos concertados fueron 182.913 y
CÓd,.goCIVIl. A partir da asa disciplina normativa, la hipotaca so su importe en pesetas sumaba 585.442.176.148; en 1987, los
configura como una 9.arantla real tfpica. en cuanto es objeto de préstamos eran 242.197, y los capitales ascendlan a
uns ~,:tallada. ragulaclón lagal; fracuante en la práctica, porque 1.353.849.043.926 ptas; y en 1988. último allo de que tenamos
se utiliza h8~ltualmente para garantizar los préstamos a largo noticias oficiala., se formalizaron 284.471, siendo su importa to-
plazo; y jurld,camente muy eficaz, tanto en la etapa antarior ara tal da 1.824.440.043.689 ptas'. Es decir, qua en doce a~os, el im-
racla'."ación de la deuda impagads (fase da .aguridad), porque porte da las cantidades prestadas con hipoteca pasa de doscien-
permIte que el acreador asté garantizado sin privar al daudor da tos noventa y dos mil setecientos veinte millones de pesetas a
la po.as,ón de l~ finca, de manera qua pueda utilizarla, explotar' un billón ochocientas veinticuatro mil cuatrocientos cuarenta mi-
la e Inclu.o ~na!enarla, como en la etapa da a¡acución procesal. llones da pesetas, dicho sea en cifras redondss por defacto. De
(faso de realizaCIónda valor), por las aspaciala. vanta¡as qua tia- manera qua. an esa perrada de doca ellos, el aumento de los
na par~ el.acrssdor qua reclsma la axlstencia,. entra otros, de un préstamos hipotecarios an pesetas representa el 623,27%, o sea,
procedlmltmto ejecutivo tan sumario y automático como 8S el re- que la cifra de capital se ha multiplicado por más da seis vecas.
gulado en el famoso art. 131 L.H. La magnitud de estas cifras es prueba palpable da ese sorpren-
denta craclmiento de los préstamos hipotacarios en los últimos
Ya dasde el siglo pasado puede observarse la importancia ollas, y de la importancia de esta figura en la reslidad económica
préctica da la hipoteca como garanUa de préstamos para llevar a y jurldlca aspallola.
ca~o me¡~ra. an la agric.ulture, o en la obtención de dlnaro para
su inverSIón en explotaCIones Industriales o en la edificación ur- Las causas de este fenómeno pueden ssr varias. Recordemos
bans, e incluso en garantra del precio aplazado en la compra de entre otras, de una parte, el aumento de la construcción de edi-
Inmuebles. En términos generales so trata de préstamos alargo ficios y el elevado coste de las obras de edificación. Para finan-
plazo con smortizaclones prOlongadas. So ha destacado asr la in- ciar esas obras. el promotor obtiene muchas vecos.un préstamo
fI.uencia beneficiosa de lo~ préstamos hipotecerlos en la amplia- con garanlfa hipotecaria del mismo edificio en construcción.
cIón y desarrollo da la~ c,udades (Madrid, por ejemplo) y tam- . Terminadas las obras, Y constituido el edificio an rágimen de
blén en su raconstrucclón (Santander). En eate aantido pueda propiadad horizontal, se distribuye la responsabilidad hipoteca-
racordarse 1.0 especial significación que han tenido los présta- ria entre los diversos pisos V locales, de manera que en la venta
moa concad,dos por el Banco Hipotecario para la renovación y el posterior de cada uno de ellos entran en juego las reglas aplica-
crecimiento urbano. bias a la compra de finca hipotecada. De otra parta, también as
.frecuente que, aunque el edificio y los pisos no estén previamen-
En l~s últimos tiampoa la figura de los préstamos hipotacarios te hipotecados, el comprador constituya la hipoteca en el acto
ha tenido un gran desarrollo. Asr se apracia fácilmente mediante mismo de la compra o inmediatamente después, para garantizar
al examan comparativo de las cifras estadlsticas. Si considera- asr el préstamo que neceaita para pagar el pracio da su adquisi-
mos el perlado de tiempo comprendido entre 1977 y 1988 pode- ción, dado el gran valor en dinero de loa plaos que se venden, y
mos ver que en 1977 al riúmero de préstamos hipotecari';s cale- el espectacular crecimiento de su precio en las grandas ciuda-
bra~os en toda Espolia ara da 150.008 y al importa da los des. Por todo ello resulta prácticamenta imposible tener disponi-
capItales prestados ascendla a 292.720.597.261 ptas.; cinco alias ble todo el dinero necesario para la compra proyectada, y en vez
, Como 8S evidente. me refiero ala hipo1eca Inmobiliaria, no a otras formas de comprar con pracio aplazado y garantizar su devolución (me-
de garantla hipotecarle sobre bienes muebles (Hipoteca Naval: Ley de 21 de diante hipoteca o condición resolutoria), resulta más eficaz pagar
8gosto de ,1893; Hipoteca Mobll1erle: Ley de 18 de dIciembre de 196~). No hace al contado, de acuardo con al propósi1o contractusl del vende-
falta ~eeord,ar aqulloa precedentes de la Ley Hipotecerla de 1881 en lo relativo 8 dor, y obtener de una entidad de financiación el préstamo corres-
la rftglstroc1ón de hipotecas, y espacialmente la Real Pragmática de 31 de enero
de 1788. en la CU,SI.ss cre8~loa Oficios o Contadurías de hipotec88. Puede verse pondiente, que se garantiza con hipoteca y se devuelve en plazos
.el toxto de este ultIma en Leye& Hipotecarias y Registreles de ESP8I'ts-, Ilustre sucesivos. Son préstamos de amortización que se calebran mu-
Colegio NtlCionel de Regletradores de la Propieded V Mercantiles do E8pal\a
1 Estos datos eS1án tomados de 10& correspondl&ntea Anuarios de la
Centro de Estudios Hipotecarios, 1, Leyes de 1881 V 1869, Edlt. Castalia Madrid
'S?4,.p~. 4, V:8IS8. ' Dirección General de 109 Registro& y del Notariado.

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, ."~...
pactarse, tema al que luego nos referiremos; y más eficaz an la
chas vaces en las operacionea de compra de pisos y locales. El práctica para el cobro de la deuda garantizada, por los rápidos
llamado "boom inmobiliario. que se ha producido an loa últi- procedimientos previstos para su ejecución.
mos afioa -aunqu,e actualmente esté en vlas de extinción-, ha
traído como consecuencia el mayor número de ventas de pisos,
locales y oficinas y, al mismo tiempo, el mayor desarrollo da las 2. La realidad Jurldlca de los préstamos hipotecarios
hipotecaa que garantizan loa préstamos concedidos para la ad- .,
qulsición de estaa fincas. ' Normalmente los prástamos hipotecarlos se concedan no por
personas flsicas sino por Bancos, Calas da Ahorro y Entidades de
Al margen de todos estos datos, debemos también racordar la Financiación. Son operaciones reltersdas Y habituales dentro de
preferencia técnica de la hipoteca frenta a otras posibles garan- la actividad de asas Entidades. Por madio de ellas se financia la
tI.asdel precio aplazado. AsI por ajamplo, en la compra con pre-, construcción o la adquisición de un bien inmueble, aparte otras
CIOaplazado en que se pacta e Inscribe la condición resolutoria finalidades que también puaden cumplir (fraccionamiento de pa-
expresa, si el comprador no paga los plazos el vendedor no po- go de deudas frente a Hacienda o la Saguridad Social a hipotaca
drá cobrar el precio debido. al menos como conaecuencla directa que se constituye como garantia necesaria; deudas surgidas de
de la condición reaolutoria, sino que podrá resolver 'el contrato y relaciones con 109 Bancos que se pueden prorrogar a su venci-
recuperar la coaa vendida. De esta manera, la función de garan- mianto si sa estableca hipoteca en garanUade las mismas, etcl.
tia del crédito por precio aplazado que parece cumplir la condi- Los prástamos se suelen conceder por entidades mercantilas da-
ción resolutoria ae reelize de forma indirecta e Imperfacta, lo 'dicadas habitualmente a esa actividad. Son por aso contratos en
cual no deja da plantaar problemas dasde al punto da vista cau- masa qua atienden a la frecuante y reiterada necasidad da obte-
sal. En c~mbio, la facultad que tiana el ecreador hipotecario, en ner dinero por parta de los prestatarios.
caso de Impago de le deuda, de provocar la vante de la finca an
públlcs subasta y cobrarse con su pracio, encaja perfectamente Además de su extensa ragulación legal, uno de los datos que
dentro da la finalidad de garantla que cumple esta figura. Por llama la atención en los contratos de prástsmo hipotecario es la
otra parta, si se estima que en allaaslng inmobiliario subyaca multiplicidad da cláusulas que suelan pactarsa an ellos y su com-
una venta a plszos con raserva de dominio en garantla', y con In- plejo contenido. Sin tamor a exagerar puade decirse que, dantro
dependencia de la condición resolutoria que también aqul auele da los contratos creadorea da derachos reales sobra bienes In-
pactarse, el impago de los plazos debidos por,parta dal adqui- muebles, aste es uno de los que presenta mayor número de cláu-
rente -al llamado .usuario" en la terminologfa del "arrenda- aulas y tiena mayor extensión'. Las cláusules establecidas no son
miento flnanclero"- desata la consecuencia de que el vendador siempre claras, sino que a veces aparecen CO~ una redacción
-la sociedad de laasing- consolida su situación de dueño pleno, compleja y anravesada, no son fáciles da entandi" por el hombre
aln que sea ya posible la adquisición del ilomlnio suspensiva- medio no experto an el lenguaje jurldico. lo cual implics que fre-
menta condicionado por parta dal uauario. Da donde resulta que cuentemente se firman sin conocer adecuadamente su conteni-
tampoco aqul la reaerva de dominio garantiza directamente el do. En este sentido se puade apreciar Ulia sensible di,farencia an-
pago del precio aplazado, porqua no sirve para que al acreador tre los contratos sntiguos de prástamo hipotacarlo, con
cobre los plazos impagados, a dlferancla de lo que ocurre con la cláusulas sancil\ss y clarss (refarentes a la responsabilidad hipo-
hipoteca. tecaria por capital, intereses y costas; causas de vencimiento an.
ticipado; obligaciones del daudor; condición re80lutoria en su ca-
En reaumen, la hipoteca sa nos aparece como una garantla sol, y las hipotecas actuales en qua las cláusulas pactadas son
más completa y perfecta en su regulación que otras formas de muchas veces extansas, farragosas, complajas y da dificil com-
garantla; más justa an au disciplina normativa, por al aqulllbrlo prensión. Desde el punto de vistajurldico, esta es una de las clr-
de Intereses qua con esa regulación se conalgue, y sin tenar en :,',r, ',.
cuenta la poaible existencia da,cláusulas abusivas que pueden
I Tal es mi opinión. Vid. "'Elle8slng Inmobiliario y BU ioacripclón roglstra''''.
L • Junto (:on el contrato de IBuslng inmobiliario. Aunque en este llltlmo C8S0,
dicha extensión es més explicable por falta de regulación legol tlplca. No se 01.
vide que en amboe contratos Buel8n pElctars8 condiclone8 generales.
ReDl, numo 669, Julio.agosto 1985. pilg. 886 V slg8.

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cunstancias más lIamativss y sorprendentes an al contrato de la posible ruptura dal equilibrio de I.s prestacionas y la existen-
prástamo hipotecarlo. cia de cláusulas abusivas; ambas situaciones se dan a veces en
A le vez hay que senalar el dato de l. repetición de iguales los prástsmos hipotecarios.
cláusulas en todos los préstamos concedidos por la misma anti.' Como consecuencia de todos estos eleme'ntos, resulta necesa-
dad. En términos ganerales se puede decir que salvo el deudor ..... ria la interpretación jur(dica rigurosa de las cláusulas BSr impues-
hlpotecente, la finca y el importe de la deuda, todos los demás .•. . tas. En primar lugar, porque dentro del contrato de préstamo hi.
extremos -o casi todos- son siempre iguares, al menos dentro potecario muchas veces no existe una verdadera igualdad
del mismo tipo de préstamos concedidos por cada anlidad finan- contractual que justifique la voluntariedad de las obligaciones
ciera. Y todavla mlls: existen numeros.s clllusulas de estilo que" asumidas. Recuérdase que la eficacia obligatoria del contrato sa
se repiten invariablemente en todos los préstamoa, aún los con-. justifica por el juego da la autonomla de la voluntad, qua actúa
cedidos por entidades distintas. como un principio,general dentro de nuestro Derecho Privado
Esta circunatencia va unida a otra, también fácilmente apre- Patrimonial. Pero este principio presupone la voluntad de la6
ciable: la situación de necesidad en que se encuentra el presta. partas para obligarse y su libertad de actuación. Cuando esa vo.
tarlo pera obtener el dinero que solicita. Como mucho, podrá luntad contractual no es libre, o viene condicionada por la impo.
elegir entre una u otra entidad financiera (cuyo contenido de sición de una delas partes, resulta más diffcil raconocer eficacia
clllusulas o condiciones pactadas suele ser bien semejante), pero jurldica a I.s cláusulas así impuestas. En sentido técnico, la liber-
no puede optar entre pedir el préstamo o no pedirlo (le es nece- tad de las partes contratantes constituye un presupuesto del
sario en todo caso la cantidad prestsda), ni entra aceptar o re. principio de autonomla de l. voluntad. Aunque esa libertad con-
chazar las condiciones que le propone la entidad prestamista. tractual no se. simpre fácil de conseguir en la práctica, Por eso
Habrá da firmar lo que le Indican, aún sin e"nterarsebien del con- en los contratos de adhesión la técnica jurldice ha erbitrado me.
tenido de las cláusulas, o aunque no las entianda con claridad, canismos correctores de asa desigualdad de las partes. para evi-
porque de otra manera no obtendrla el dinero que necesita. tar que resultan obligatorios pactos impuastos, abusivos y con-
trarios Bias princípios generales de la contratación.
La concurrencia de esas dos circunstancl.as Úaiteración de
cláusulas y aceptación de cláusulas unilateralmente Impuestas' En segundo término resulta que el contrato de préstamo hipo'
pone de manifiesto un caráctar que se da en esta tipo de contra. tecario es claramente oneroso. ya que se retribuye la entrega de
toa: el tratarse de contratos de adhesión. Su contenido viene pre- la cantidad presteda mediante el pago da intereses y el estable-
determinado por una de las partes contratantes (le entidad de fl. cimiento de otra serie de obligaciones. Por lo damás, la figura
nanclsción). Es daclr, son contratos en que Intervienen del prástamo gratuito encaja mal dentro dal parfll de las antida-
condiciones generales, con toda la importsncla jurrdlca que tiene des de financiación. Pues bien, a pasar de ese caráctar cauaal,
este fenómeno en el Derecho de la contratación'. Lo cual explica falta a veces en estos contratos una verdadera causa onerosa de
garantla (el sacrificio del daudor ha de resultar razonablementa
• Segün 18 doctrIna, 188 condiciones generales de los contratos 80n 108 con- justificado por la garantra que asl obtiene el acreedor dentro del
JuntoD de regles que un particular (empresario, grupo o r8ma de industriales o marco institucional de la hipoteca) que justifique la aficacia de
comerclantesl ha establecido para fijar el contenido (derecho. V obligaciones) de
los contratoa que sobre un determinado tipo de prestaclOn8& se propone cele~ algunas cláusulas desproporcionadas o abusivas, como ha pues'
brar {FEDERICO DE CASTRO: "LBS condiciones generales de 108 contratos V la to de manifiesto la jurisprudencia en repetidas ocasionaa'.
eficacia de l.aleyas". Dlecurao de recepción le(do el dIe 27 de abril de 1981 en la contratación. so considere a los ofectos de dicha ley que 6e utilizan condiciones
Real Academia de Jurl8prudencla y Legll!llaclón, Madrid 1981, pág. 111. generales de la contratación cuando una de In partes contratentes impone ala
En le Ley General perela defensa de 10Bconsumidores y usuarios 98 entiende otra que e' contanido del contrato, en todo o en parte, 80a sustancialmente Igual
par cláusulas, condiciones o 89tipulaclon811 de caréeter general. al conJunto de que las cléusula8 redactadas prevlaMénte y con carácter general por aqudlla o
18a redactadas pravla y unilateralmente por una empresa o grupo de empresas por un tercero ...
pare apllcarlaa 8 todos los contratos que aquélla o éste celebren, y cuya" aplica-
• Vid, entre otras, las Resoluciones de la Dirección Genaral de los Registros
cl6n no puede evitar el consumidor o ust.!srlo, siempre que quiere obtener él
bien o servicio da que 8e trate (art. 10.2). de 28 de Julio de 1928, 26 de noviembre de 1935. 18 de Junio de 1938, 10 de no-
viembre de 1960, 10 de octubre de 1979, 27 de enero de 1988.20 de mayo de
y según el en, 1 del Anteproyecto de Ley sobre condiciones generales de la 1987,5 de junio de 1987 y 23 de octubre de 1987,

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En tercer lugar porque la imposición del contenido contractual quiera que sea su pos8sdor. al cumplimiento de la obligación pa-
se traduce a veces en la existencia de cláusulas abusivas, que re~ ra cuya saguridad fue constituida". En esta caracterización legal
sultan contrarias al principio de buena fe contractual (arts. 7.1, S8 expresa claramente la concurrencia de los elementos propios
1255 V 1258 CC). En fin, porque el prestatario puede ser conside- de los derechos realas según la teorla clásica: la Inmedlatlvldad
rada como con8u~idor. o usuario del servicio de préstam.o$. Y,.".. ~ o poder inmedisto y directo sobre le cosa, y le ebsolutlvldad o
como tel, debe ser Jurldlcamente protegido en los términos que .. eficacia erga omnes (terceros adquirentes de la finca hipotecada
resulten de la Lev de 19 de julio de 1984'. o -terceros poseedores" según la antigua y no muy correcta ex-
Desp~és de estas modeatas reflexiones podemos lIegar.a la presión legal). El hecho da que el acreedor hipotecarlo no tenga
conclusIón da la Importancia qua tienen los problemas jurfdicos la posesión de la finca hipotecada, V que ésta sea poselda o dis-
que se plantean en ~09contratos de préstamo hipotecario, 'tan" frutada por su dueño constituyente de la hipoteca e incluso por
fracuenta. en la realidad préctica V tan complejos en su conteni. un tercero, no significa que no exista 989 poder inmediato sobre
do de cláusulaa pactadas. Dichas cláusulas han da ser rectamen- el inmueble hipotecado; la aprehensión inmediete posasoria se
ta interpretadas para apreciar .u verdsdera eficacia jurldlca. sustituya squl por la necassrla inscripción reglstral. Vinculación
08~de 88ta perspectiva adquiere especial relevancia la interpre- formal que se exteriorizs mediante la inscripción constitutiva. La
t~clón r.allzeda por los Ragistradores en el ejercicio de su fun- publicidad registral suatituve a la publicidad posesoria: la vincu-
cIón cshficadora como trámite previo a la inscripción de squéllo. lsción de la cosa hipotecade al podsr dirscto del acreedor sobre
contratos. No sólo porque de alla depende la detarminación de ella subsi.te con plenos efectos jurldicos a pesar de asa falta de
cuáles son loa pactos ausceptlblea de eficacia oponible frente a contacto posesorio. No se puede negar el carácter real del dere.
t,!rceros (plano de la publicidad regiatral an general), sino tam- cho del acreedor hipotecario por esa ausencia de posesión. Hace
bIén por la necesidad de Inacrlpclón para que el préatamo hipo- tiempo algunos Importantes autores Italianos defendieron la opio
tecarl.o produzca sus efectoa propios (plano de la inscripción nión de qus la hipotscs es una figurs esancialmente procesal,
constItutiva). Rasults asl conveniente elexsmen V estudio dets. porque su principal eficacia de realización del valor de la finca hi-
potecada se logra a través del correspondienta proceso ajecutl-
liado de todoa esos problemas jurldicos para ancontrar Is solu-
ción más justa V técnicsmanta más scertada de los mismos. La vo, V porque la garantls hipotacaria squivaldrra asl e un embsrgo
repetición de esto. problemas en la realidad práctica V su com- anticipado de la finca antscedenta de la subasta posterior. Esa te.
sis he pasado luego a algunos autores españoles, principalmente
plejidad V dificultad aconsajan una reflexión continuada sobre
tales problemas. Tal es la finalidad de este Saminario .. aspeclalistas en el campo del Deracho Procasal. Sin' dajar da .s-
conocer el importante aspecto procesal que tiene la ejecución' de
ls garanlle hipotecsria, semejanta reflexión no puede ocultar la
11.LA PUBLICIDAD REGISTRAL DE LOS PR~STAMOS HIPOTECA- naturaleza substantive o material de esta garantía, anterior a esa
RlOS etapa procesal, ni 1"" importantes efectos que deapliege en asa
etaps de vinculación previa a la atepa de realización de vslor'.
Por todo ello, V de acuerdo con la teorla dominants sntre noso-
,. Ideas p.evlas tros, puede afirmarse claramente la naturalsza de derecho real
que tiene la garantla hipotecaria.
En nueatro Derecho positivo la garantía hipotecaria funciona
como un verdadero darecho real. As! resulta claremente de lo. Debe recordarsa también que en nuestro Derecho V con carác-
articulas 104 LH V 1876 CC, según loa cuelea "la hipoteca aujeta ter generel, los derechos reales de carácter convencional o vo-
directa e inmediatamente los blanes sobre que se Impone, cual- luntario sa adquieren mediante contrato V tradición lart. 609 CC).
Cualquiera que sea la forma en que pueda estimarse cumplido
• Segun erart. 1.2 de esta lev, son consumidores o usuarios 188p~r80n8S fl- • Une Información sobre 8etas euestiones puede verae en ROCA SASTRE,
efees O Jurrdlc8S que adquieren. utUlzan o disfrutan como destinatarios finales ... Derecho Mlpotocerio. tomo IV. 51 edición, p6ge. 16-42, y GUILARTE ZAPATERO.
productol!l. nrvlclos, actividades, o funciones. cualquiera que 98a la naturaleza Comenterlo 818rt. 1818. en Comentarios el Código Civil y Compilaciones For81es
pó~laItD prtvada. Individual o colectiv8 de qulen8alos producen, facutton &umí- dirigidos por MANUEL ALBALADEJO; Tomo XXIII, 2- 8dlelón. Eder&8 1990, pllgs.
nlmaR O eJil:plden. ' 59S..ao, y 14 blbllografla tecoglda en 8st08 libros.

21
. ,.'
ase requisito traslativo de.po88siónl, los derechos reales nacen. clón en el registro de la escritura en que se habr. convenido la
civilmente mediante la concurrencia de eS09 dos elementos, a hipoteca voluntaria era necesaria para que la hipoteca pudiera
diferencia de loe derechos de crédito u obligación que -en prin- perjudicar a tercero: requisito de eficacia frente a terceros y no
cipio, al menos- nacen del solo contrato. Una vez nacidos válida- de validez entre las partes contratantes", Y ello a peaar de lo que
mente, los derechos reslea inmobiliarios lIeg~n al Registro para It El examen dlJ 108trabejoll preparatorloll de 18primitiva LH pone de mani-
ser objeto de publicidad y obtener plena eficacie oponible. En el fi8Sto la e)(latencla de dos crltarlos distintos para la rlJgulaclón dal derecho de hi-
Regi.tro dela Propiedad.e in.cribe el derecho en unión con su poteca que fueron alternando en 108 diferentes proyectos de ley. Según una de
e1l08, era neceaaria la inscrIpcIón en el Registro para la adquls[clón del derecho
tCtulooriginedor, no el mero contrsto que produce efectos sim- de hipoteca o para al ejercicio de la 8cclón hlpotBC8rla. Seglln el otro, la hipoteca
plemente obligatorloa. Una vez formalizada la Inscripción, se pi.- . sólo produce efectos frente a terceros desda su Inscrlpclón. Al final trIunfó el crl.
bllca el derecho In.crlto Coneses circunstencias que resultan de terlo defendido por O. FRANCISCO DE CARDENAS y en virtud del cual '"no se da
su tCtulocontrectusl en cuanto sean susceptibles de eficacia fren- efecto a la hipoteca respocto el tercero sino desde al momanto dala Inscripción,
te a terceros. Le inscripción reglstrsl es instrumento de publici- aln parjuicio del efecto que tenge esa misma hipoteca entre los Interesados des-
de el momento en que firmeron la escriture" (BIENVENIDO OLlVER, Derecho
dad y oponlbilidad, pero normalmente no tiene,l'I'rácter consli- Inmoblllarlo Espanol, Tomo 1,Madrid 1892. pág. 321 •. En su conocido y clásico li-
tutivo por no ser neceseria para el nacimiento del derecho. Dicho bro. este autor ha dedicado no POCll8páginas a recoger los antecedentes. trabs.
sea en térmlnoa muy generales. y dejando a salvo Iss excepcio- jos preparatorios, discusión y aprobación de nuestra primitiva LH. Con BUauto-
nes que en la realidad práctica pueden aurglr frente a ese princi- rizada y blsn documentada opinión, racuerda OLIVEA que tanto en el Proyecto de
pio. . ce de 1836 como en el Proyecto de Ley da Beses de 1843 (Beses 50, 51 Y 52 ra-
dactades por D. CLAUDIO ANTON DE LUZURIAGA. y espBcielmente 'a Base 50
por lo que se refiere a la hipoteca), no se reconoci.a el caréct8r de acr!,sdor hipo-
tecario privilegiado nI el eJarclclo de la acción hipotecaria sino en virtud de la to-
2. Le eoluclón legal ma de razón en el Registro público; de mene re que la Ide.a de limitar los efactos
de la publicidad a 108 terceros no surgió hasta mucho tiempo después IIbld •
. P.uei bien, en el contrato de ¡)réatamo hipotecario y en el na- ptgs. 24a 27 y 29 8 37). En al Anteproyecto de los Tltulos dalas Hlpotacaa y del
CimIento de l. garantC. real Inmobiliaria, estos criterios genera- Registro de 1848, donde se enfrentaron les tasls de LUZURIAGA y GARClA GO.
les no estan vigentes. Siendo la hipoteca, o mejor, el crédito hi- YENA. prevaleció la opinión de BRAVO MURILLO, V S8 llagó a la fórmula de qua
la hipoteca debla Inscriblrsa en el Registro público, pero que solamente desde su
potecario un derecho reel inmobiliario, e. claro que debe ser Inscripción surte efecto contra tarcero; con lo cual se abandoneba el sIstema de
inscrito en el Registro de .IaPropieda!J. ¿Qué efectos produce la la Inacrlpclón constitutiva o de aflcacla Inter partes de la inscripcIón de hlpotaca,
Inscripción registrsl en relación con este derecho? Como es sa- dejando red4Cido este registro 8 loa efectORfrente a tercero de la 9arantfe prevli¡-.
bido, según los arts. 146 LH Y 1876.1 CC, la inscripción es requi- mente Creada (págs. 39 a 46). En el Proyecto da ce de 18S1, después de recoger-
se expresamente los principios de publicidad y eapeclslldad para las hlpotacal
sito de validez del ecto constitutivo, necesario para el nsclmlento (art. 17841. se reitera que la hipoteca legal o voluntaria surte efecto contra terce-
de la garantfe hipotecarla o del crédito hipotecario" .. ro desde su InscripcIón (art. 1788) (págs. 80 11641. Al discutirse en lea Cortss al
proyecto.de Ley de Ba8es de 1858 pera la redacción de la Ley Hipotecaria, D.
Resulta curioso señalar que esta solución legel. hoy cleramen- FRANCISCO PERMANYER 9a mostró partidario de que la hipoteca no ae consti-
te establecida tanto en el ce como en la LH, que postula la neCe- tuyera ni llegara a existir sIno mediante la inscripcIón, de manera que al Reglatro
sidad de la Inscripción del contrato de hipoteca o de préstamo fuera esencial para 18af[cacla de las acciones reales o hipotecarlas, para la cons-
hipotecario para que nazca la garantla real. no estaba aún formu- titución y existencia misma dela hipoteca. Frente a esta Idea D. FRANCISCO DE
CARDENAS le contestó que existen en a8ta materia dos slatemaa absolutos V
lad. en la LH de 1861. Según el arto 146de esta última. l. inscrip- opuestos, uno que exige la transcripción del contrato para que éste ses válido y
eflcez, y otro que etrlbuye al mismo contrato toda 8U ef1cacla desde queso cele-
• Cfr. arts. 1482 8 1484 Y 1488 e 1471 CC. bra y no dasde que ss Inscribe, y que habla un allltemB intermedio que conalste
lt. ~P8ra que las hipotecas voluntarias quedan validamente esteblecld8s se en no dar afecto a la hlpotaca respecto al tercera sino desde el momento dela
requIere: inscripción. aln perjuicio del efecto que tenga esa misma hipoteca entre los inte-
1., Que se hayan constituido en escritura pública, resados desde el momento en que firmaron la escritura; IUlle slatamalntermedio
211• Que lo e8crltura se haya Inscrito en al Registro de la Propiedad" (Art. 145 era al propugnado por CARDENAS (págs. 315 a 3221.
LHI. En su autorizada exposición de los trabajos de la Comisión de Codificación.
"Además de tos requisitos exlgidoe en elart. 1851. e8 Indhlpen8able. para que yen relación con al proyecto de Ley HIpotecaria. recordabe el mismo O. FRAN-
la hipoteca quede valldamente constituida. que el documento en que se constl- CISCO DE CAROENAS cómo el 8 de agosto de 1856 el Ministro do Gracia y
tuva S88 Inscrito en 81 Registro de la Propiedad" (Art. 1875 Ce). Justicia D. MANUEL DE LA FUENTE ANDRES encomendó ala Comisión 18redac.

22
. ,
.. :-.
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se decfa en la exposición de Motivos de aquélla LH de 1881,en la ce frente al texto anterior de la LH no hen sido suficientemente
que podemos leer lo siguiente: "No hay puesmés que un s¡ste- aelaradas12• Al margen de otras eircunstancia9 históricas y ca.
ma aceptable, el que liene por base le publicidad y la especlalj- yunlUrales, perece razonable pensar que en la LH no se habla lle-
dad de las hipotecas. (Según la comisión redactora del proyecto gado a establecer ese criterio de la inscripción constitutiva .(cri-
de ley) la publicidad consiste en que deseparezcen les hipotecas. . terio perfectamente comprensible hoy para una mentalidad
oculles", es decir, que no tengan le condición de tall"s hipotecas moderna) porque los legislsdores que introdujeron el ~uevo sis-
que no heyen sido Inscritas. "Consecuencia lógica del slsteme tema de Registro tuvieron principelmente la preocupación de e.-
de publicidad de las hipotecas (sigue diciendo) es que desapa- teblecer los principios de publicidad de les hipotecas -pare ex-
rezcan de nuealro derecho las generales. La hipoteca general, cluir les antigues hipotecas técltas- y de especielidad de la,.
aunque S8 limite a los bienes presentes. y no se extienda. como mismas -para impedir las hipotecas general~s':J:-.Para ~on~e~u!r
es muy común, a los que en adelante puedan adquirirse, da por la seguridad del tréfico inmobilierio Y del crédito temto"allnl-
resultado la falta de publicidad en Is hipoteca, porque en tanto clalmente .e pudo pensar que bastaba con le publicidad de le ge-
puede decirse que ésta es pública, en cuanto esté inacrita en el
lf F. CANALS BRAGE ha dedicado un Interesante trabajo al estudio de estas
registro con individual expresión de la flnce a que afecta y de la cuestiones. Al preguntarso este autor por las ra4lonea que motlvero~ el cemblo
cantidad a que se extiende la garanUa. la especialidad, pues, de de lo establecido en la lH a lo dispuesto en el CC en este: punto. confl8~a que no
la hipoteca es el complemento de su publicidad". ha encontrado nlngllna raz:ón justlflcetlva ni en la doctrma ni en la lun6pruden-
cia. El problema surge al tratar de conectar la U~y el CC. Recuerda que por R.O.
No obstante lo expresado en tan Innovedoras y correctas pa- de , 1 de noviembre de 1888 se encargó s OLIVER redsctar los t~tulOScorreSpon-
labras desde el punto de vista técnico, no Iiegó a formularse en dientes al Registro de la Propiedad Y al derecho y contralO de hIpoteca, con des-
la primitiva LH le necesidad de la inscripción para el nscimiento tino al texto articulado del ce y con el criterio de que continuara vigente le LH de
entonces, Pero el proyecto de OllVER no prosperó y. según ANTEQUERA. acordó
de la garanUa hipotecaria (sistema de la publicidad de las hipo- el Ministerio de Justlcla que se redaclesO de otra forma, trayendO al CÓdigo pu-
tecas frente al enliguo de lae hipolecas ocultas y generales), y ramenle lo sU8tancial de la materia de hipotec88 Y dejando Intacla la LBY
fue en el ce de 1889cuando se introdujO le solución hoy vigente. HlpoleceriB. Parece que el criterio legal de e.lglr la inscripción de le escrllura o
documento en que se formallz:a el controlO de hIpoteca apareda ya en elart. ~ de
las razones de este scertads innovación Ileveda a cabo por el la tloja correspondiente del titulo de hlpolecaa, dentro da 109cuadernos del libro
IV cuya redacción se concluvÓ en 1888. ISe refiera a los cuadernos. carpeta8 y le-
ció" de una Ley de hipotecas. Y 8t'1ade88te autor: .EI provecto presentado al g~los del Archivo de la Comisión General de Codificación, cuyo contenido ha 81-
Gobierno en 1852 por el que escribe 8sta Memoria -es decir el mismo CARDE; do desvelado por LASSO GAITE en .Crónica de la Codificación Espunola, 4.
NAS- 88 fundaba sobre las bases de la publicidad abeolutp y la especialidad rigu. Codificación Civil. Volumen 1", citada en la precedente nota 11). A Juicio de CA-
rOB8 de todos 108 derechos r8a-les, mediante su Inscripción detallada en el NAlS. la redacción del art 1876 ce procede de ese periodo oscuro que compren-
Registro da la propiedad. siendo 9sta condición tan esencial de su existencia, co- de de8de el14 de Junio de 1888 tlaste el6 de octubre del mismo Mo. fecha osta
mo que sin olla no hablan ds $urfir efecto fin perjüJc/o de tercero" (8'1 subrayado última en que se autoriza la publicación del ce. El nuevo arl1875 88 publicó en
e8 mio). Estas mismas bales deseaba 01Gobierno en el proyecto de ley CUYBIre- la Gacota d817 de diciembre de aquel afio ('"El valor de la Inscripción en la hipo-
dacción encomendó 8 la ComisIón de 1855 (M8morla Histórica de 101trabalos de teca" en Centenario de la ley de Base8 del Código Civil, Ciclo de ConferenCIas,
la ComisIón de Codificación. Madrid 1871. págs. 145 a 149. especialmente 146). Colegio de Registradores dela Propiedad y Mercanliles de Espene, Centro de
Para el estudio de los antacedentes históricos de la ley Hipotecaria de 1861. Estudios Hipotecarios. Madrid 1989, págs. 325 a 328).
vid. leyes Hipotecarlas y Reglatrales do Espana. Fuentes y Evolución, I leyes de
1881 y 1869, Ilustre Colegio Nacional de Registradores de la Propiedad y 11 RecuérdensB Iss siguientes palabras de la Expoelclón de Motivos de lalH,
Mercantiles de España. Centro de Estudios Hipotecarios, Madrid 1974, p.Ags. 29 no por conoclda8 Menoa ImportantBs para Is cuostlón qua ahora estamos consi-
a 236 y JUAN FRANCISCO LASSO GAITE. Crónica de la Codificación Española. 4 derando: "No hay pues más que un sistema aceptable: el que tiene por bas~ la
CodifIcación Civil IGénesls e historia del Código), volumen l. Ministerio de publicidad y la especialidad de les hipotecas. Mas como es necesario filar bien
Justicia, ComIsión General de Codificación. Madrid 1970, págs. 322 a 337. Un las palabra8 que pueden ser de distinta manera interpretadas. debe decir la
buen resumen de 9ste9 cuestiones históricas puede verse en JOSE MANUEL Comisión como enllende la publicidad. Consiste ésta en que deal!lparez:ca~ la8 hi-
GARCIA GARCIA, Derecho Inmobiliario Reglstral o Hipotecario, Tomo " Edit. potocas ocultas; en que no pueda perjudicar al cont.rayen,e de buen~ fe mnguna
Clvltas, Madrid 1988. págs. 182 11 200. En relación con la concreta figura de la ga. carga que gravite sobre la propiedad si no se tlalla lR8crita en el regIstro ..• El fin
rantla hipotecaria y los antecedentes históricos de su regulaclón •.vld. RAFAEL de la legislación hipotecaria 8S asentar el crédito t8rr¡tor811!t~ la base de I~ segu-
BALLARIN HERNANOEZ, La Hipoteca (Génesis de Su estructura y funciDn), Edil. ridad de la hipolsce y del p8g0 de 10 ofrecido .. , Consecuencia 16glca del slslema
MontacoNo. Madrid 1980, págs. 13' a 134, 142. 145 a 146, 159 a 165,198 a 202, de publicidad de las hipotecas es que desaparezcan de nuestro derecho las g~.
211 .222 Y29'. ner8IeA.~. la especialidad de la hipoleca es el complemento de su publicldlld .

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24
;, ,:
rantla hipotecaria, que e.tuviera aparente en el Registro ya que racho; en este caso la inscripción es declarativa y tiene simple-
no tenía exteriorización posesoria, aún sin llegar a la inscripción menta el caráctar de una forma de publicidad nacesaria e indls.
constitutiva, .ino meramente de oponibilidad o eficacia frente a pensable para el ejercicio y efectividad del derecho". A su vez
tercero. como en lo. demás derechos r89les. Al publicarse el RAMOS FOLQUESentiande, en relación con esta cuestión, que si
Código Civil se consume e.a plausible evolución: la in.cripción la Ley repetidamente alude e una constitución consansual de hi.
ea requIsito nece.arlO para que nezca el derecho de hipoteca, y poteca, ello quiere decir que utiliza a veces la8 palabras constltu w

adquiere en oste caBO valor constitutivo. Desde entonces esa re- ción e inscripción como expresivas de diferentes momentos o
gulación, que pasa a la LH de 1909y luego ala de 1946, es la que valores. El articulo 1875 del Código seguramente lo que quiso
está vigente en nuestro ordenamiento jurrdico. decirnos es que la hipotece conflgurads o establecida por el con-
trato no queda eficazmente establecida hasts que se opere la ins-
cripción. En definitiva la inscripción es requisito no pars le cons-
3. La Interpretaolón doctrinal titución sino para la eficacia del derecho".
La Inmensa mayorle de lo. autores que se han ocupado del te- Aparte de su carácter extremadamente minoritario. esas opi-
ma, tanto los antiguos como los más modernos, han defendido niones no resisten en la actualidad una revisión crítica porque se
la tesl. de la inacripción constitutiva de la hipoteca. En esta linea apoyan en errorea fácilmente superables. Entender que,le ins-
de opinión hey que sel\slar los nombre. de MORELL,JERONIMO cripción constitutiva .ólo actúe en Derecho elemén e. una afir-
GONZALEZ, CASTAN, PEREZy ALGUER, ROCA SASTRE, LA RI- mación que debe ser demostrada a la luz del concepto que la
CA, DIAZ MORENO, BALLARIN, HERMIDA,DE CASSO, FRANCIS- doctrina mds autorizada fórmula de esta clase de inscripción re w

CO HERNANDEZGIL, DIEZ-PICAZOy GULLON, PEÑA, LACRUZ, gistrsl; aignifica por eso una afirmeción dogmática o una peti-
CAMY, PAU y J. M. GARCIA. ción da principio. Estlmer que en la hipoteca sólo tiene valor
constitutivo el contrato o negocio or.iginador supone de9conocer
Como excepción a esa doctrina generalizada podemos recor- el significado que a la inscripción atribuyen lO. erts. 1675 CC y
dar las opiniones de tres ~utores, formuladas hace ya bastantes 145 LH. Por lo damá., afirmar que la Inscripción de hipotece es
a/los. Según RAFAELNUNEZ LAGOS, la Inscripción con.titutlva forma del acto constitutivo, o forma de publicidad del mi.mo Im-
sólo ea po.ible en Derecho alemán; en nuestro Derecho, la ins- plica confundir los requisitos de forma y publicidad. Aunque du-
cripción funciona como forms del acto, e. el último evento y rante algún tiempo esa confusión estuvo presente en no pocos
condltlo .ine qua non de una datermlnada efectividad del de nuestros autores, la doctrina más reciente ha formulado con
mismo". Para SANZ FERNANDEZ, la Inscripción en el Registro nitidez la distinción entre eso. do. conceptos radicalmente difa-
del derecho real de hipoteca adquiere el máximo val9r posible rentes". En fin, ni siquiera csbe pensar que la Inscripción juega
en nuestro sistema, y S8 hace necesaria para que tal derecho real áqul como requi.ito de eflcscla (¿qué lipo de eficacia? También
de.envuelva.u eficacia. Pero, en su opinión, esto no quiere de- le in.crlpción meramente declarativa es requisito de oponibili-
cir que ee deeplace a le in.cripclón la fuerze constitutiva del de- ded o eficacia frente a tercero.) cuando elart. 145 LH le atribuye
el carácter de requisito de validez o constitutivo".
•• No es posible que el 8slento del Registro tenga naturaleza constitutiva sin
consentimiento en el instante flnel de la formación del derecho. Una cosa 8S que " Instituciones de Derecho Hipotecario. Tomo l. Instituto Editorial Reue.
se exlla un sigo m~aque el mero contrato para producir efactos y otra muy dis-
Madrid 1947. págs. 242 y 243.
tinta ea que 8ste algo Be8 un acto o negocio constftutlvo. La escriture notarial. In-
elulo en materia de derechos r881e9, 89 en Eapefll;l un negocio Jurldico autónomo ~ la hlpotec81 y lB Inscripción después dsl Código Civil. RCOI. 1949, pégs. 32.
e1) y conltltutlvo. Cierra y completa un ciclo de efectividad. el acto constitutivo 38 Y 39.
viene referido por la técnica 'urfdice elln8tant8 de la prestación dal consentlw En apoyo de su tosis afirma este eutor que 111 p8llabr. validez del artfculo 1876
miento y, por tanto, en Espana al instante de la firma de la escritura publica. La del Código no puedo toner como conUapartlda la de invalidez o nulidad. sino la
Publicidad 88 una forma solemne del negocio jurldicoo trasmltivo ¡-El Registro de de IneflcBz, que quiere decir fal1e de actividad o de potencia (pág. 39).
le Propleded Espel'tol-, Separata de RCOI, nll260 y 261, Madrid 19-49. pAgs. 16, • Ir JOSE MANUEl. GARCIA, Derecho Inmobiliario Reglsual o Hipotecario,
18.17. Y 28). A peaar de tan dogmdtlcss e injustificados afirmaciones, el propio
&"'10r,nO.lllloe m6s remedio qUII reconocer qua an el caso del derecho de hlpote- p6g •. 41 Y 42.
C8UIIlnScnlpclón 8e necoeearla (pdg. 40 •. •• JOSE MANUEL GARCIA ha crlllcado con acieno y con ebundancla de razo-

28 27

'. \; {..


Hace años tuve ocasión de aeñalar" que puede hablarse de tes como respecto a terceros, sino desde el momento de la ins-
inscripción constitutiva siempre que la inscripción en el Registro, cripción (1875 CC). Sólo queda cerrado el ciclo de existencia o
por sr sola o en unión de otr08 requisitos complementarios e constitución cuando la Inscripción se ha producido. Antes no
iguelmente neceserios, tenga por finalidad al nacimiento o cons- existe derecho real de hipotaca. Antes de la inscripción lo único
titución del derecho. Inscripción constitutiva es aquella eSPeCill que existen son unas declaraciones de voluntad de acreedor y
de inscripción que Iie da cuando el asiento reglstrsl actúa como deudor tendentes a la constitución de uns garanlfs, es decir un
requisito para el nacimiento del derecho. Sin inscripción no hay Mactojuridico". pero en ei que los derechos que puede generer
derecho. Su función entonces ea psralela a la de la tradición en ese -acto jurfdícod no se producen hBSt81s inscripción. Existen
loa casos en que ésta sea necessria. La tradición completa' el las udeclaraciones de voluntad" pero no existen fos derechos re-
contrato y es requisito exigido para la adquisición del derecho sultantes de las mismas. La existencia del derecho queda en sus-
real. Igual pasa con la inscripción constitutiva, ql!Jacompleta 81 pens02ll•
contrato o negocio originador y 9S necesaria para el nacimiento
del derecho real. Llegados a este punto, debemos señalsr Igualmente que lo
que se inscribe en estos casos es no sOlo la hipoteca sino tam-
Como ejemplO de la doctrina más reciente y autorizada sobre bién el crédito con ella garantizado; o mejor, el contrato origina-
esta cuestión, recordemos les siguientes palabras de JOSE MA- dor, con ese doble contenido que forma una unidad inseparable:
NUEL GARCIA: En Is Ley Hipotecarla de 1881 la inscripción no el crédito hipotecarlo. Para comprender esto basto obaervar
era constitutive en la hipoteca sino sólo para que pudiers perju- cualquier Inscripción de crádito hipotecario y el contenido de
dicar a tercero. Eael Código Civil en 1889 el que Implanta la Ins- cláusulas (unes relativas a la relación de crédito, otras a la garan-
cripción constitutiva en la hlpotece. La razón es que,tratándose tia real y su eflcscia) que son objeto de publicidad. Váaseen este
de un derecho real que carece de contacto posesorio con la cosa, sentido el arto12 LH. Porque no hay hipoteca con Independencie
la inmedlstividad tlplce de la tradición posesorle habra de susti- del crádito garantizado. Una cosa es el crédito simple u ordinario
tuirla por la Inherencia y por Is publicidad derivada de la Inscrip- sin garanlfa (relación jurldica obligacional afectada por squéllas
ción. A partir de entonces, la hipoteca no existe, tanto entre par- cláusulas que tienen una eficacia personal, no real, y que no pue-
de obtener la proteccIón procesal derivada de la acción real hipo-
nes 9888 opiniones disidentes. Estima que lalnlerp,et8cl6n de NUÑEZ LAGOS y tecaria) y otre el crédito hipotecarlo o garantizado (inscrito en el
SANZ FERNANOEZ carece de fundamento por no adaptarse 8 los preceptos leg8-
le8 vigentes l1875 ce v 145 LHJ.Afirma -8 milulclo con plena razón- que la 88- Registro con la multiplicidad de cláusulas que tienen ~fica.cia
crltura pClbllca98 el .presupuesto'" o "'rsquisito prtJvlo. para que tenga lugllr el' real, muchas de las cuales afectan al préstamo concedIdo: Im-
rllqu/afto defln/t/tla y final detefmlnBnts de lB tlx/stsnciB del derecho. Lalnscrlp. porte de la obligación, plazos de devolución, forma de entrega,
ción no es, como creSR est09 autores, una mera forma de publicidad posterior 8 cálculo de la deuda por intereses o por demora o retraso en el
la "constitución del d8rec~0", 91noque, por el contr.rlo, la o8critura pública 8S
una merll forma negocial anterior 8 la constitucIón V 8xistancie del dorecho de hi-
pago, etcl. El primero subyace al segundo pero no se identifica
poteca. Lo que ocurre e8 que la Inscrlpcl6n no es el único elemento cOr1Stltut/vd co'n él y naturalmente, carece de la eficacia de la garantla. Todo
del derecho de hipoteca. Da entre los varios elementos que confluven, 98 e/e/e- lo cual ~s una prueba más de la unidad del crédito hipotecario".
mento cSfsctfJrlstico yo fin8/ del derecho, pues hasta entonc98 no existe el dere-
cho. LtI escritura públice y la Inscr/pc/dn son dos etemsntos o requisitos consti-
tutivos d8 la hlpotecll. La escritura 08 el requisito de la Inscripción. Es un 4. La doctrina jurlsprudencial
requisito del requisito
constItutivo. Hay. pues, dos e/emtmloS, escriturlJ pública
(o documento público) 8 inscripcion. Pero mifJntl'esle Inscripción es 01elemento Desde hace mucho tiempo la jurisprudencia ha defendido, con
caraeterfstlco do la hipoteca que ge oxplica V tiene BUfundamento en la falta de permanente uniformidad, ls tesis del cará~ter constitutivo de I~
contacto posesorio con la cosa, la escritura' pública es el elemento formel del ne- inscripción de hipoteca. Veemos algunos ejemplos de esa doctn-
gocio que posibilite la ulterior Inscripción V, con ello, la ulterior existencle dei de- na jurisprudencia!. -
recho (Loe. cit., págs. 672 V 673).
•• Loe. cit., pág. 567.
1I Al estudier en mi tesl8 doctoral la subsistencia del arrendamiento urbano -
protegido posterIor 8 la hipoteca cuando esta 8S objeto de ejecución procesal, lo l' Vid. mi trabajo '"la unidad del crédito hipotecario" ~n Estudios jurldicoll en
cual me obligó 8 examinar la naturalaza de la hipoteca y la eficacia constitutiva homenaje a llrao Carretero, Centro de Estudios Hipotocarlos, Madrid 1985. págs.
de su inscripción registreL 6478578.

28 29

."
Ya an una antigua Sentencia de 28 de junio de 1930 se decla, declaración de nulidad de asientos practicados en los libros del
en relación con una escritura de hipoteca, que, por no haberse Registro que están bajo la salvaguardia de los Tribunales de
inacrito, es innegable que la hipoteca no ha quedado establecida Justicia" .
conforme el articulo 148de la Ley Hipotecaria", y no origina ac-
ción reel ni autoriza el procedimiento especial que marca el art. También debe ser recordada en este sentido la importante
131.También en otra Sentencia de 17 de octubre.de 1932.sede: .. ..Sentencia de 12 de enero de 1943.En este caso, don Jacinto de-
clarabe que, ai bien loa bienes hipotecados cuando se constituyó mandaba a le Sociedad "N.P.W." pidiendo le nulidad de la con-
la hipoteca no estaban Inacritoa a nombra dal deudor, cuando la slgnaci6n lIavada a csbo por dicha Sociedad, an pago del crédito
acción hipotecaria fue ejercitada la hipoteca estaba vélldam.enie hipotecario constituido a favor del demandante. El Tribunal de
constituida y amparada en al esencial requisito de estar inscrits. instancia absolvió a la entidad demandada y el Tribunel
en el Registro de le Propiedad la escritura en que sa constituyó; Supremo desestimó el recurso de casación interpuesto por el ac-
y por tanto la hipoteca inscrita y con plana validaz en sus efec- tor. entre otras razones, por la consideración de ser la hipoteca.
tos. por Derecho Civil un derecho cuya inscripción tiene valor cons-
titutivo (arts. 1875CCy 146 V 159 LHI, de tal modo que no queda
En la Resolución de la Dirección Ganeral de los Registros de constituida como tal yerga omnes sino con la extensión con que
23 de junio de 1936,don Jerónimo habla adquirido le mitad indi- resulta registrada. .
visa de une finca por tftulo de lagado con prohibici6n de vender,
por heber diapuesto el testador que a le muerte del legatario ha- Dentro de la jurisprudencia más reciente podemos sa~elar las
bla de paaar el legado a loa hijoa de éate. Dicho legatario hipote- sentencias. dictadas el 13 de julio de 1984, el 29 de junio de 1989
cÓeaa mitad indiviae méala otra mitad (que habla adquirido en y el 4 de julio del mismo a~o. Según la primera de ellas, la hipo-
uaufructo V nuda propieded con su hijo por distinto titulo V sin li- tece es un deracho real de realizaci6n de valor y actúa en función
mitaciones) en favor de don Luis en garantla de un préstamo. La de garantla del cumplimiento de una obligación de pago de dine-
hipoteca ae inscribió haciendo constar que el hijo de don ro; derecho que, consiguientemente. ofrece carácter esencial-
Jerónimo, don Eledio, dispensaba a su padre de las IImiteclones mente accasorio; y que. a tenor de los artlculos 1875 dal Código
expresadas y le autorizaba para hipotecar. A instancia del acree- Civil V 145 de la Ley Hipotecaria, para que dicho darecho real de
dor hipotecario se siguió Juicio ejecutivo ordinario para el cobro hipoteca exista es indispensable (además de los requisitos exigi.
del crédito. En nombre de los ejecutados, el juez adjudicó la re- dos en el 1857) "que el documento en que se constituya sea ins-
ferida finca al rematante don Martln mediante la escritura corres- crito en el Registro de la Propiedad" (t875); la hipoteca, a partir
pondiente. Esta última no fua inscrita, pero sólo en cuanto a la da la vigencia del articulo 1875del Código Civil, no existe como
mitad indivlaa adquirida por legado, por falta de capi\cidad legal derecho reel hasta tanto no es inscrita.
para disponer por parte de don Jerónimo. El Preaidente de la
Audicencia revocó la nota del Regiatrador. Y la Dirección General En la Sentencia de 29 de junio de 1989 se afirmaba que la hi-
acordó declarar inscribible la escritura de hipoteca, en cuanto a poteca constituida a favor del Banco de Crédito Agrlcola no grao
la mitad indivisa de la fincs denegada, debiendo hacerse constar vaba la finca donde la bodegs radicaba por la fundamental ra-
en la inscripción que quedan a salvo los derechos de los posibles zón de que. a tenor de lo dispuesto en los artlculos 1875 del
favorecidos con la limitación impuesta en el testamento, entre Código Civil y 145 Y 159 de la Ley Hipotecaria, la hipoteca es un
otras razones por la siguiente: "Tratándose del derecho de hipo- daracho de constitución ragistral que exige que el tftulo corres-
tecs~la inscripción que es de evidente valor constitutivo, debe pondiente se haya inscrito en el Registro de la Propiedad, lo que
mentenerse en todas sus consacuencias, porque fundada en la .-. aqur no acontece, y por ello hace que el supuesto contamplado
cualidad enajeneble de le cosa o derecho sobre el que sa Impone.- en el caso de la litis quede al margen de lo que el precepto que
el"gravamen, de admitír circunstancias no tenidas enSJJ&nfá" al se supone Infringido (art. 350 CC) prascribe; tampoco es adml-
_.-
extender la inscripción hipotecaria, se podrla lIegar'sta Impllcita
" Ley Hipotecarla de 1909. El texto de lJU arto 14a"'éá Idéntico al delart. 145 de
. sible que las consecuencias derivadas de un procedimiento de
ejecución hipotacaria trasciendan a una finca no afectada por el
la Lev actual. gravamen.

30 31
-------

En fin, le Sentencie de 4 de julio de 1989declara que los requi- inscripción como requisito legal de existencia del derecho de hi-
sitos esenciales constitutivos que figuran relacionados en el ar- poteca23•
ticulo 1857 del Código Civil, se complementan con otro recogido En el crédito garentizado con hipoteca Is inscripción suple e la
en el posterior articulo 1875 y que no es menos esencial, ye que tradición. No baste el mero contrato pars el necimiento del dere-
condiciona le vélide constitución de le hipotece e que el.docu,. " .. cho real. Por eso la pubiicidad registral es elamento constitutivo
mento see inscrito en el Registro de la Propieded, requisito que del necimiento de Is gsrsntis hipotecaria. Sólo asl es posible la
se reitera en las correlativo9 disposiciones de la Ley Hipotecaria, seguridad en el trlitico juridico V la eficacia reel de la hipoteca
ertlculos 146-2 y 159, siendo este caso el único que en nuestro contractualmente convenida. De otra manera volverfamos al siSa
sistema Is Inscripción tiene csrácter constitutivo, lo cual obedece tema arcaico de clandestinidad de las hipotecas, lo que se tradu-
s la netureleza de derecho formel de la hipoteca, que indudable~ cirra en un riesgo excesivo en la compraventa de fincas, al no sa-
mente es un derecho de constitución registral. y el vslor consti. ber el comprsdor si la fincs estaba o no hipotecads. El dessrrollo
tutlvo de Is InscripcIón de hlpotecs ha sido constsntemente re- de este criterio básico conduce a considerar a la inscripción
conocido en nuestra jurisprudencia. registrar como requisito constitutivo para la hipoteca, de manera
que no se pueda ser acreedo¡ hipotecario ni ejercitar la acción hi.
potecaria si lio hsy publicidad registral.
5. Fundamento de la solución legal '.
La solución legal asl formulada tiene una clara justificaci6n, es
Como ya se he epuntedo. la razón de esa eficscia constitutivs técnicamente corrects V hs resultado muy eficaz en le vida préc-
reconocida legalmente ala inscripción de hipoteca parece clara: tica. Merece por ello un juicio positivo. A diferencia de lo que
la fslte de apariencia posesoria en Is relación jurldice de crédito ocurra en otros casos, squ' se inscribe no el derecho ya nacido,
hipotecario supone que no es posible el juego de Is tradición co- sino el scto o contrsto generador del mismo. El derecho nsce por
mo complemento del contrato originador para que nazce el dere- Is inscripción y se publica por medio de ells. Siguiendo el prece'
cho real (art. 809 CC).Por eso en este csso le publicided poseso- dente de esta criterio legal y las razones que lo justifican, creo
ris se sustituye por la publlcided registrsl, lo cual esté que serfa conveniente generalizar la misma solución a los otros
perfectsmente justificedo si se recuerde que todo derecho reel casos de derechos o cargas reales sin posesión: censos, dere-
necesits de slgún tipo de publlcidsd pars producir efecto real o chos reales de adquisición, prohibiciones de disponer, etc. La pu-
eficacia frente 8 terceros. Salvo el 8upuesto de conocimiento blicidad registrsr debe tener velar constitutivo cuando no cabe
efectivo por parte del sujeto individuel destinstario de esa afec- posesión ni tradición. Idee ésta que, en mi opinión, reflejs un
ción real (conocimiento real que deberé ser probsdo en cade ce- principio general de nuestro Derecho Registrel. Aunqua la evolu-
sol. le publicided en cualquiera de sus manifestaciones es requi- ción de nuestra legislación no haya llegado tOdavra a recoger esa
sito necesarió pare que se produzca la oponibilidsd o eficacia evidente. realided.
frente a terceros. Por ausencia de tradición. la inscripción regis-
trsl es asi requisito constitutivo para el nacim'iento del crédito hi-
potecsrio como derecho resl. En el csso de la gsrsntís hipoteca- 6. Consecuencias práctlcss
ria V por fazones institucionales, sin inscripción no hay derecho
reel, ni garantra resl, ni eficacie jurldica de la hipoteca como tsl. Las consecuencies que derivan de esta regulación legal son
tsmbién bastante clarss, sunque s veces se hayen expuesto al-
Como ha señalado JOSE MANUEL GARCIA,el derecho real de gunas opiniones que venfan a confundir los términos de la Cues~
hipoteca no nace aquí por contrsto y tradición. sino por contrato tión. Hoy esas opiniones han sido normalmente superadaa por le
e inscripción. y ello es asl porque la propia ley lo determine. El doctrina ectual.
ertlculo 609 CC.al hablar de los diferentes modos de adquirir los
derechos reeles, se refiere expressmente a la lev (ademés de a En términos generales podemos sfirmer que lo no Inscrito no
ciertos contratos mediante la tradición). Es decir, que Is ley como tiene la consideración jurldica de hipoteca. o de crédito hlpotecs.
modo de adquirir justifica el carécter constitutivo de la inscrip- n loco Cit., p6g. 573.
ción en este csso. cuando es Is propia ley le que configura a la

32 33
rio con eficacia real. la falta de Inscripción impide el ej9rcicio de to normalmente para que pueda nacer el crédito hipotecario re.
la acción hipoteceria, o la cesión del crédito hipotecario o la sub- gularmente convenido. En cambio, cuando el dato jurldicamente
rogación en el mismo. No se pueden aplicar entonces las normas relevante es el de la fecha de nacimiento de la garantla hipoteca-
relativas a los efectos propios de la garantls hipotecaria (eficacia ria lcasos de prioridad de la hipoteca frente a otros derechos o
frente a terceros, acción de devastación, realización de vator. cargas posteriores, o frente a embargos anotados después, o
preferencia en el cobro). No cabré acudir al procedimienio (jel"" frente 8 la ineficacia sobrevenida como consecuencia de la retro.
artIculo 131 LH ni al ejecutivo ordinario de la LECex acción hipo- 'ección de la quiebra), hay que recordar que aquélla fecha es la
tecaria" ni al extrajudicial (129-2 LH Y 234 a 236 RHI. Eatas priva- de la inscripción, no la del contrato, porque antes de ester inscri-
ciones procaseles y procedlmenteles tiene un gran significedo to no nace el crédito hipotecario. En relación con al siempre
en le vide préctice, porque aquéllos procedimientos ejecutivos, complejo tema de la preferencia derivada de las anotaciones de
resultan muy eficaces para obtener una rápida reclamación del embargo, y aún admitiendo la Interpretación más estricta del arto
crédito impegedo. 44 lH en relación con el ert. 1923.4 CC(que declara la preferencia
En resumen, le felta de inscripción del contrato significe que de la anotación sobre los créditos posteriores, y no sobre los an-
teriores inscritos o anotados con posterioridad), debemos seña-
no existe el derecho de hipotece pectado, o mejor, el crédito hi-
potecario, ye que éste sólo lIege a nacer como crédito con geran- lar que la fecha del crédito hipotecerio es la de su inscripción, y
tia real cuando esté Inscrito. que la fecha de le escritura sólo puede tenerse en cuente para el
crédito simple, ordinario o escriturario, sín 9a(ant(a hipotecarla2fi•
Conviene diferenciar en este punto dos realidades conexas En definitiva, si le fecha del contrato de préstemo hipotecario es
aunque distintas: el contrato de préstemo hipotecario, que es un la de su formalización (plano contractual), la del nacimiento de la
negocio jurldlco, y el derecho de crédito hipotecarlo a fevor del hipoteca o del crédito garantizedo con ella es le de la Inscripción
prestamiata o acreedor garantizado que, como tal derecho sub- (plano de la relación contractuel o del derecho real).
jetivo, es une eituaclón jurrdica o relación jurldica nacida de
aquel negocio (relación negocia 1). El primero será válido eiempre Dado el carácter esencial o constitutivo de le inscripción para
el nacimiento de la garantea hipotecaria, no debe olvidarse la im-
que reúna los requisitos legales correspondientes, aún sin estar
Inscrito, pero como contreto productor de eficacie meramente portancia que tiene en este punto la calificación registral como
obligetorle. El segundo, en cambio, seré inválido e Inexistente trámite previo e la formelización del asiento. Importancia que se
sin inscripción: el crédito hipotecerio con eficacia real sólo nace manifiesta en orden a decidir en cada caso lo que es válido y efi-
desde la inscripción. caz en el contrato de préstemo'hlpotecarlo como contrato de ad-
hesión y en su complejo contenido de cláusules o condiciones
Esa diferencia, por lo demés bien clara, debe ser tenida en generales. Como es sabido, la calificación registral tiene un do.
cuenta para enjuiciar algunos problemes prácticos que se plan- ble émbito de actuación, que alecta respectivamente a la validez
tean en relación con la garantle hipotecaria. Aal para resolver los de los contretos (sólo se inscribe lo que es legal o conforme con
cesas de incapacidad aobrevenlda o muerte'de alguno de los el"ordenamiento,lo que es jurldicamente vélido y eficaz) y a eu
contratantes, o revocación del poder de representación con que eficacia roal (S8 inscriben las cláusulas con eficacia real u oponi-
actúa uno de los intervinientes en el contrato, cuando estoa he- ble, no aquéllas que producen efectos obligacioneles). Teniendo
choa tienen lugar entre el momento de celebración del contrato en cuenta esa duplicidad de extremos, la calificación regietral de
de préatamo hipotecario y el momento de su inscripción. Como las extensas escrituras de préstamo hipotecario pone de mania
el acto o contrato fue legal en el momento en que se celebró, las fiesta con frecuencia la existencia de cláusulas abusivas, que
incidencias posteriores no efectan e su velidez (tempus regit ac- pueden llegar a ser inválidas o ineficaces, o carentes de eficacia
tus). El contrato ~o adolece de vicios y por tanto podré ser inscri- real. ElenJuiciemiento de esos niveles de ineficacia es tarea que
l~ Al margon de, la acción r881 hipotecaria. al podr' acudirse al procedimiento
normalmente realiza el Registrador, porque no es habitual en le
ejecutiva ardlnarlo actuando como simple acreedor tlscrltut'srlo, sin gatentfa re.
al, de acuerdo con elart. 1924.3-A) ce, sÓlo con preferencIa respecto a 10&damás n Vid. la8 interesantes observacIones de JOSE MANUEL GARCIA sobro este
bienes muebles e inmueblas del deudo, que no estén esPtl<:lalmente afectos al problema. y sobre el distinto dmbito de aplicación de los arts. 1923 V 1924 ce. en
pago en virtud de créditos singularmente privilegiados (IIM&. 1922 V 1923 Ce). .Derecho Inm.oblllarlo Raglstral o Hipotecario., ptigs. 669 y 570. .

34, 35
práctica acudir a un juicio planario para obtaner la daclaración 'Inalstír en la idea de que la eficacia primaria de la publicidad re-
judicial de su irregularidad /urldics o de su carencia de eficacia 'glstral es la oponibilidad del derecho o situación publicada.
real, por el coste que ello supone de tiempo y dinero. En el plano
extraproCasal, y con eficacia para al tráfico ¡urldico, al juicio da . El deudor hlpotecante o el constituyente de la hipoteca pue-
valor qua raaliza el Registrador tiene por finalidad el dotar o no den de una parte. usar y disfrutar de la finca hipotecada; pero
de publicidad al contrato de prástamo hipotecario. Paro en lisie' 'p'ueden también, de otra parte, disponer de esa finca o volver a
caso concreto, como la inscripción os constitutiva y lo no inscrito gravaria". Pues bien, al ejercicio de esas facultades queds subor-
no forma parta de la garantra hiporacaria ni tiana su eficacia e/a- dinado a la eficacia de la hipoteca. Ello se consigue a través de la
cutiva. la decisión del Registrador condiciona la existencia inis'. ,:'..'Publlcldad que, como hemos visto,tlene ~demás valor constitu-
ma dal derecho. El principio de conservación del negocio ha pero. ~'.:.tivoo En este sentido de la necesaria eficaCia frente 8 terceros, las
mitido qua, en caso da calificación parcialmente negativa, se .~.:.~v8ntajasprácticas de la garantía hipotecaria son evidentes.
inscriban las cláusulas susceptibles da registración, aún exclu- '::'.:i-Oesde el punto de vista institucional, la hipoteca no implica
yendo el restante contenido de pactos que Be consideran no ins. j .u¡'~.prohibicíón de disponer par~ el hIpotecante, sino tO?O lo
crlblbles. En los últimos tiempos Is /urlsprudencia registral hs .:contrario. Por eso, y por falta de JUstificación causal suf,c,ente
venido perfilando a través de un extanso número de rasolucio- .,.'~fio es nacesaria esa limitación del deudor para la eficacia de la
nes cuáles son las chiusulas inscribibles y cuáles las que no de" r.',"'garantla hipotecaria). ni siquiera es admisible el pacto en que se
bsn tener acceso al Registro, dentro de las actuales fórmulas de J.,'lmpone al hipotacante la prohibición de enajenar.
rsdacción de las escrituras de préstamo hipotecario.
.,''P"érfenómeno de la transmisión de finca hipotecada es cierta-
,.'.Ynente frecuente en la realidad práctica. Esa transmisión puede
111.LA TRANSMISION DE FINCA HIPOTECADA llli, I\¡ícerse en virtud de muy distintos tltulos traslativos. Algunos de
"'~j~ros 'Séú,ínter vIvos, otros mortis causa. Dentro de los primeros
'¡<liadrlamos distinguir todavls entre los onerosos y los gratuitos.
1. La transmisión an general ~;ieclrno'iíjemplos de transmisión onerosa recordemos la compra-
".'Ií'éñió', la' permuta, la aportación a sociedad, la extinción de co.
Uno da los afectos que produce la constitución del crédito hi. i;.:'múnldad, la transacción y la adjudicación en pago o para pago".
potacario esla posibilidad de que la finca hipotecada sea objeto }nSI:'¡jempIO arquelfplco de transmisión gratuita inter vivos eS el
da anajensción o trsnsmisión. El deudor (o un tercero propieta- -'\b(¡e,la'jdonaclón3t;-En cuanto a la transmisión mortis causa, la fín-
rio de la finca), después de establecer al crédito garantizado con ''ii"'''~8,'hlp'otElcada puede adquirirse por titulo de herencia" o
hipoteca, puede enajenar.la finca que da en garanlfa; aunque
,r,',;..'tlJg'
,¡ ."' ado" .01 '
aparezca un nuevo dueño de la misma (tercer adquirente), el
acraedor hipotecarlo no se ve afectado o perjudicado en su de re. ~'.~,I,::~\,:;,,~:.~
~i.~~p~e' qué el gravamen posterior no sea Incompatlhle con la hipoteca
cho. Su situación de acreedor garantizado sigue siendo la mis- ; ¿:antertor.
ma, no sufre perjuicio por ello; la finca hipotecada sigue siendo ,~~'. ';.' -< '~.':'Sln entrar en fas diferencias entre la cesión de finca hipotecada en pago de
:deudEis o para su pego, porque la nElturaleza de ambas figuru ha sido clsraman-
objeto de la gsrantra en los mismos términos". La hipoteca es un : '.'~te'perfllada por la doctrina y la jurisprudencia y porque el examen de esta9 cues-
derecho real, tiene eficacia real, afecta a los tercerosn• Esa eflca" .'_,"lIonea desborda la limitada extensión da esto trabajo, conviene subdistinguir los
cla frente a tarceros aqur se da siempre. a diferencia de otros de- I~:.'.;. dlstlntos'caaós
d88djudlcaclón en pago, según se trate de adjudicación en pago
rechos reales, por ser la inscripción constitutiva. No hace falta 1+••.• /"d9'ganancIBlea, o de 108derechos que tienen los Bocios en le Bocledad al disol.
~~,;:.::.v8!'8&'élta,~ de adjudicación en pago de deudas en sentido estricto (pertlclón de
ZI S.lvo alguna pequena matización que ahora no vamos a considerar: exten-
L: '-;hOfencla. extinción de comunidad, etc).
~I~":objetiva de la hipoteca, responsebilldad hipotecaria por intereses. ejecución ~ '. ,'. vlci~"ns~ 642 y 643 ce sobre el pago de la6 deudas del donante por el do-
JudicIal V GxtraprocesBI. ¿. ; n8Íarlo .. '.
:: • Vid. srta. 1084 y 1085.21 p'rrafo CC.
11
""p' .Recuérdese que, según el art. 104lH,Ia hipoteca sujeta directa e Inmedia.
~ ~"'a VId. 8rt. 887 ce y mi estudIo -Legado de cosa gr!lvada" en libro homenaje
t~~ent8.lo8 bienes sobro que 88 Impone, cua/Qul.ra qU8 S8S sU pos8t1dor .•.
'.I'Profesor JOSE.BElTRAN DE HEREOIA y CASiANO. Edlc. Universidad de
PO~.8~or oqulV810 aqu' a terC8r poseedor o s.ubadqulrente de le finca.
. Salamanés, 1984, p4lgs. 38 y 43 a 53.

38 37
Para no alargar demasiado esta exposición con esa multiplici. dos los derechos reales de esta clase, sujeto activo es su titular
y sujeto pasivo el dueño de la cosa sobre la cual recaen. La ti.tu-
dad de casos, vamos a estudiar solamente el supuesto de com-
pravanta da finca hipotacada, quizá al más importanta juridica- laridad pasiva viene determinada "ob rem". Se es sujeto pasIvo
mente o, al menos, el de mayor frecuencia práctica. Sin que ello en cuanto se es dueño de la cosa, porque el derecho real se pro-
.ignifiqua de.conocer la .Ignificación de lo. problema •. que ••.. yecta sobre la coss, sigue a la cosa, y vincula a quien en cada
plantean en los otros casos. momento es su propieterio. Esta situación, tan fácilmente per-
cepllble, presenta un doble aspecto: Da una parle, la titularidad
pasiva "ob rem" mediatamente
r determinada a través de la co-
2. La compraventa de finca hipotecada an particular nexión con la cosa. De otra parte, la eficacia oponible frente a
terceros de 9sa situación jurldico real, tanto respecto al tercer
A) La realidad social adquirente de la cosa o nuevo propietaria, como a los adquiren-
En la práctica ea muy fracuenta el .upua.to da compra de fin- tes posteriores de otros derechos reales.
ca hipotecada. Lo que ocurre en estos casos no es que se hipote. Igual que ocurre en otros casos de derechos reales sobre cosa
que la linca al comprarla, an garanHa dal préstamo que se con- ajena (servidumbre, censos, superficie, opción), el du~ño. de la
cada para el pago total del pracio al contado, sino que se compra cosa se convierte en sujeto pasIvo del derecho real I,mltado.
lalinca que ya ha sido hipotacada con antarloridad, bian sea por ¿Ouésignifica est07 Oue es la persona frente a la cual se ejercita
al promotor dal adiflcio al con.truirlo, bien por el propiatario an- el derecho dellilular de esa situación de poder; en nuestro caso,
terior del piso o local al comprarlo. Las ventajas que S8 derivan el derecho del acreedor hipotecario. ¿En qué consiste eae dora-
de la compra en esas condiciones son evidentes: lógicamenteX! el cho dal acreedor garantizado con hipoteca, o derecho de v!ncu-
comprador pagará sólo el precio liquido de la vanta, y retandré lación y raalización de valor en función de garanlfa? Con Inde-
del precio total la parte garantizada con hlpotaca, que debará pa- pendencia del amplio repertorio de facultadas que integran ~I
ger an forma apiozeda. Es como .i le concedieran a él mi.mo el contenido del derecho de crédito hipotecario y en cuyo estudiO
préstamo hipotecario (la compra con pracio aplazado implica un no podemos entrar ahora, debemos recordar dos de esas facul-
préstamo al comprador por la cantidad aplazada). Normalmante, tades, que son básicas dentro de este d~recho, y que son las que
ademá., puede pagar todo lo pendiente, anticipar el pago apla- más nos interesan en esta breve rellex,ón: 1} el acreedor puede
zado y'.olicitar la e.critura de carta de pago y cancelación. reclamar el pago de le deuda garantizada; 2) puede también ~o-
Actualmente hay mucha. fincas hipotecadas, .obre todo lin- licitar la venta en pública .ubasta de la finca hipotecada, s, el
ca. urbanas, por la. razona. ya expue.tas (pré.tamo con garan- obligedo no paga voltJntariamente. En ambos casos, para conse-
Haque se concede al constructor originario o al comprador ante- guir la satisfacción del crédito garantizado.
rior). La nueva vente de estas finca. sirve de epoyo e la figura Inicialmente ambas facultades deben ejercitarse frente al su-
qua ahora astamos estudiando. Puas bian, ¿qué afectos produce jeto pasivo dal crédito hipotecario, es decir,. frente a quien .sea
la compra de finca hipotecada? dueño de la finca hipotecada en cada caso. En el plano lóg'co,
éste no sólo debe soportar la ejecución de la hipoteca (derecho
o facultad de realizsción da valor) sino también al pago del cré-
B) Laa consecuencies de esta figure contractual dito garantizado (derecho de garanlla de un crédito que hay que
En principio, y según los criterios generales de nuestro siste- sallsfacer). Lo que ocurre es que asta solución, que raaulta clara
ma registral, al compredor de la finca se haca duaño y, como tal, desde el punto de vista de titularidad pasiva .de u~ derech? real
sujato pasivo del crédito hipotecario que grava dicha finca: La hi- limitado sobre linea ajena como es el crédito hlpotecano, sa
poteca, o mejor, el crédito hipotecario es un derecho real (limita- complica y puede reaultar oscurecida a veces por la interferencia
do, no pleno como la propiadad) sobre cosa ajena. Como en to- del elemento puramente crediticio o personal sobre el elemento
real (hipoteca), y por la posibilidad (Infrecuante paro cierta) de
" Utilizo esta expresión en el sentido de actuación racional, componamlento que sean dos personas diatints. el deudor personal y el ~U!~to
razonable desde el punto de vista lurldlco, o -lógIca de lo razonablo" a que S9 re-
ferIa RECASENS SICHES.
paaivo del crédito hipotacario o deudor hipotecano. En dellOlllva

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38
depende de cómo se configure la necesaria conexión entre cré. 8 SUS v;scis;tudss: lo que importa al acreedor es que la hipoteca
dito e hipoteca: como dos elementos separados y de distinta na- no desaparezca; adherido, por el contrario, su crédito a la fincs,
turaleza conectados por via de accesoriedad o dependencia; o no se altera por la pérdida del crédito personal de su duello. El
como una realidad compleja y uniterie Integrada por la fusión de crédito territorial queda asf suficientemente garantizado ... está
ambos elementos (crédito hipotecarlo), doteda de eficacia reel,. en el mismo caso Que si se hubiese señalado une parte delpre-
con independencia de la releción aubyacente de mero <:'rédito ,- .. cio de la finca para el dla en que se hiciera el pago". (Los subra.
personal sin garantJa~u. yados son míosl.
Tan expresivas palabras, y el razonamiento que a través de
el La solución legal eilas se desarroila, sirven para enfocar adecuadamente el proble.
ma que nos.ocups. Resulta claro que, para los redactores de la
C.1. la ley Hipotecaria de 1861 ley de 1861. el crédito hipotecarlo (y no sólo la hipoteca) es un
En la primitiva ley Hipotecaria en que se cree el Registro de la crédito real, no personal, recae sobre la finca no sobre la perso.
Propiedad español, e pesar de que en ella se establece una deta- na del deudor; ésta es indiferente, lo que importa es aquélla. Se
llada disciplina de la hipoteca, no hay una regulación especial de paga con cargo a la finca, con independencia del reatante patrio
este problema. La solución del mismo deberfa buscarse acudien- monio del deudor. La consecuencia que se deriva de esta con-
do a los principios generales, es decir, que los derechos son opo- cepción también parece clara: el obligado al pago es el propieta.
nibles o eficaces frente a terceros en virtud de su inscripción; rlo de la finca en cada caso:J5.
con doble motivo si se recuerda que, desde 1889, la inscripciÓn
de la garantia hipotecarie tiene ye valor constitutivo. Tampoco se
reguló este caso en la ley Hipotecaria de 1909, a pesar de laa nu- C.2. la ley Hipotecaria de 1946
meroaas ocaaionea en que ya entonces se habrla plsnteado en la Según SANZ FERNANDEZ, al redactarse el texto de la Ley
práctica la compra de fincas previamente hipotecadas. Hipotecaria hoy vigente, se acomete por primera vez en nuestra
Para comprender los efectos jurldlcos que se producen en es- legislación el problema de la transmisión de finca hipotecada,
con aplicación al supuesto concreto de la compraventa. El articu-
tos casos. tiene interás el recordar lo dicho en la Exposición de
Motivos de la ley Hipotecaria de 1861: "El antiguo sistema de las lo 118 de la nueva Ley en que se regula este supuesto tiene por
hipotecas ocultas deba ser desechado por la Comiaión. Con él es ello gran importancia en nuestro Derecho; porque permite la ad-
incompatible el crédito territorial porque ... en último resultado misión de la asunción de deuda por el comprador, y porque re-
desnaturaliza la hipoteca, haciendo que en luga, de buscarse ca. gula loa problemas de ese acto de transmisión".
mo garantia el crédito real del deudor se prefiera más bien su En relación con esta cuestión, y partiendo de la distinción per-
crédito personal. El fin de la legislación hipotecaria es aaentar el sonal entre deudor transmltente (vendedorl y comprador no
crédito territorial en la basa da la seguridad de la hipoteca y del deudor por no asumir la deuda, la preocupación de los legislado-
pago de lo ofrecido. El que presta con hipoteca más bien que a la res de 1946 pareca que fue la de resolver el problema de qué
persona puade decirse que presta a la cosa; el valor de ia finca ocurre en estos casos cuando paga quien no debe. ¿Oué efectos
hipotecada es la causa por que entra en la obligaciÓn; el deudor produce el pago, en la relación interna vendedor-comprador, al
es s610el representante dala propiedad; al prestamista nada la margen de su eficacia libratoria frente al acreedor garantizado?
Interesan el crédito, el estado de fortuna, laa cualidades morales
Decía el mismo SANZ FERNANDEZque en nuestro Derecho se
de la persona a quien da su dinero, porque para nada las tiene en
cuenta; lo que le Importa ea que la finca baste a reintegrarle lo q -El deudor 88 8ólo 81representante de la propiedad. El crédito hlpotecerio
que en su dla le dio. Su crédito no es un crédito personal, es un queda suficientemente garantizado cuando se 8e1l81a una parte del precio" (al
pagarlo en electo do compral "para el dfe en que deba hacerse el pago de la
crédito real; no depende de la peraone del deudor, no está sujeto d~U~8garantizada- (medlante!a retención del mismo).
•• E;staúltima es la tesi8 que me parece más exacta v satIsfactoria. Vid. mi MI Comentarlos a la nueva Ley Hipotecarla, Academia Matritense del
trabejo ya citado sobre -la unidad del crédito hipotecario". NDtarlado, Madrid, pég. 352.

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carece de precedentes sobre esta materia. Sin embargo -aña- normas del articulado disciplinarán aquellos eventos por la trs-
dia-, en la práctica es bastante frecuente el caso de envolver, ex. 'yectoria de una armónica y recta solución.
prosa o tácitamente, la cesión o asunción de la deuda por el "Pues bien con todos los respetos que merecen las palsbras
comprador juntamente con la tranamisión der dominio de la fin- '". ~itl.Seiior Ministro de Justicia antes transcrita., este último pá-
ca. Otro supuesto también frecuente -único expresamente regu,., .~ {~;'rrafo resulta inexpreSivo V no fácilmente c.omprensible, .PorquE!
ledo entonces- era el de transmisión de fincas hipotecadas a fe- . ;:':::n'6.expresa cuáles son las fórmulas extranjeras que no 9lgue. ni
vor del Banco Hipotecario de España: el adquirente queda de J;;\.,/iplica cuál es la solución legal adoptada ni ¡ustilica ésta.
derecho subrogado an todas las obligaciones que, por razón de
la hipoteca. hubiera contraido su causante con el Banco
Hipotecario (art. 36 de la lev de 2 de diciembre de 1872 V art. 13
~<:'
..;:En fin, el arto 118 dela lev Hipotecaria vigente dice asr: "En
~Véáso de vanta de linca hipotecada, si el vendedor V el comprador
del Real Decreto lev de 4 de egosto de 1928 que aprueba los l}"ttubieran pactado que el segundo se subrogará no aó~o en las
Estatutos del Banco)". ';.' reeponsabilidadss derivadas de la hipoteca, sino tamblé~ en la
:'o~ligación personal con alla garantizada, quedará el promero
la solución legal asl lormulada para este caso del Banco '~:i':i1ealigado de dicha obligación si el acreedor prestase su consen-
Hipotecerio parece justa, razonable V elicaz en la práctica. Al co-
~'Y-friiento expreso o tácito.
mentarla se ha argüido que en estos supuestos si Banco
Hipotecario presta su consentimiento por snticipado, allormall- ",'".'Si no se hubiese pactado la transmisión de la obligación ga-
zar la escritura de préstamo hipotecario, para que la asunción de .,.rantizada. pero el comprador hubiera descontado s.u i!,"porte del
Is deuda por parte del comprador llegue atener plena elicacia. :.preclo de la venta, o lo hubiera retenido V al venclmle~to de. la
Personalmente creo que la asunción automática no depende de "."obllgación fuera ésta satisfecha por el deudor que vendIÓ la 1m-
la declaración de voluntad, que puede no existir ni siquiera por .:'.:c., quedará subrogada éste en el lugar del acreedor hasta ~anto
perte del comprador, sino de la disposición legal que la impone. ":.'.que por el comprador ee le reintegre al total Importe retanldo o
¿Por qué no se generalizó el criterio que inspira esa solución a /. deacontsdo".
los demés casos posibles al radactar slart. 118 lH? A pesar dela ~(''c''Desde una perspactiva inicial V superlicial, V sin perjuicio de
importancia práctica de asta cuestión, no he encontrado en los
antecedentes de la lH da 1948 razón alguna que justifique ese di-
T ~¡jfir¡ores precisiones, fácil'T'e.nte se observa qu.a esta disposi-
.:....~hln contempla dos casos d,stIntos: a) la asuncIón express de
lerents régimen legal del acto de compra de finca hipotecada V ,. ;..lIeuda por el comprador con consentimiento del acreedor garan.
SU8 repercusiones crediticias 80bre 01comprador. j;. ~j~8do; b) Aquellos otros supuastos distintos en que parece que
En Iss palsbras pronunciadas por el Excmo. Sr. Ministro de .t' 'dp.hay asunción de deuda, aunque aqui lo que se r.egula no es
Justicia, D. EDUARDO AUN6s, en el Pleno de las Cortes T tanto la liberación del deudor cuanto las consecuencias del pago
Españolas da 29 de diciembre de 1944, en defensa del Provecto ~~ hecho por el vendedor cuando el comprador ha descc:'"tado O r~-
de lev de reforms de la leV Hipotecaria, se indicsba al comentar tenido dal precio satislecho el Importe de la obligaCión garanti-
la nueva regulación de la hipoteca qua elartfculo 118, relerente zada con hipoteca.
a los efectos producidos por la subrogación del comprador en
las responsabilidades derivada. de la hipoteca que grava la finca
vendida, se endereza a definir sltuacionas juridicas de trascen- DI la interpretación doctrinal
dencia cad e vez mayor V que no habra sido objeto de debido de- Inmediatamente después de la publicación de la ley Hipote-
serrallo en nuestra legislación. Y ae añadra que han sido objeto ciaria, SANZ FERNANDEZ sañalaba qua el pacto de asunción de
de reglementación los conflictos que a menudo se plante'an en- la deuda hipotacaria es un pacto agregsdo a la compraven~a, un
tre el deudor-vendedor V el tercer adquirente de la finca gravada elemento occidental del mismo, que tiene carácter accesorio del
con cráditos hipotecerios. Sin llegar e elguna de las conocides V contreto; V añsdla que en tales casoe es inexcusable el cansen.
radicales lórmulas triunfantes en la legislación comparada, las timlento del acreedor, V que dicho consentimiento puede .~r pre-
vio o prestado antes de la operación de venta con asunción de
n Loe. ell., p'g. 354,'

42 43
Sentencia de 22 de noviembre de 1943, en la que se afi~ma que
deuda, simultáneo o prestado en el mismo contrato de compra-
venta, y posterior al contrato. En este tercer supuesto, el consen.
"'a circunstancia de haber retenido el comprador la cantidad ne-
cesaria para hacer frente a la hipoteca, demuestra que :ác.ita-
timiento del acreedor equivale 8 una ratificación del acto dispo-
mente asumió la obligación de satisfacer la deuda y, conslgulen.
sitivo que sobre su derecho he hecho el deudor; dicho
temente al pagarla actuó por cuenta propia y pagó con su propio
consentimiento, según el arto 118, puede ser expreso o tácito.
Independientemente del pacto de asunción da deuda, y de 'Ia"v,,:" ,". dinero, puesto que en momento alguno salió ~e su patrimonio
para entrar en el de su vendedorM• A igual solUCióndebe llegarse
luntad de vendedor y comprador que en él se manifiesta, el de-
cuando el comprador descuenta del precio total el importe de la
recho real de hipoteca afecta necesariamente a éste -es decir, al
carga, y paga solamente el resto del precio. Para SANZ, el des-
comprador- desde que pesa s ser dueño de la finca; pero la exis-
cuento de la carga del precio debe interpretarse como una suerte
tencia de la asunción de la obligación con ella garantizada tiene
de retención hecha tácitamente, Y produce los mismos efectos". '
una importante repercusión en la posición jurídica que en la re-
lación hipotecaria ocupa el adquirente". No hace falta recordar ahora la autoridad da las opiniones de
ANGEL SANZ, no sólo por el elevado nivel de su refiexión inte'
El caso més frecuente en la vida práctica -sigue diciendo- es
lectuel en este punto, sino también por haber formad? parte c.o-
aquél en que las partes, aún tomando en consideración las hipo- mo Vocel dela Comisión Redactora de la nueva Ley Hlpotecana.
tecas que pesan sobre la finca vendida, no pactan expresamente
la asunción de la deuda hipotecaria, pero el comprador retiene LA RICAy ARENAL deda al comentar el nuevo arto 118, entre
en su poder una cantidad iguel al importe de la deuda hipoteca- otros extremos que la nueva norma es sumamente práctica y se
ria y entrega el liquido resultante al vendedor. Entonces la reten- le puede augu(ar un gran éxito de aplicación. Reconociendo la
ción del precio tiene el velar de une estipulación tácita de las realidad de hecho subyacente a esta figura, explicaba que los
partes sobre la obligación garantizada. La interpretación del con- vendedores de fincas hipotecadas querrán siempre q!-,edarli~e-
trato permite descubrir que la intención de las partes es la de radas de toda obligación dimanante del préstamo hlpoteca.,o;
una asunción tácita de la deuda garantizada con hipoteca. Esto 10&compradores, si les interesa la co.mp~a,harén sus cálcu!os y'
ocurriré cuando la cantidad retenida se dsstine al pago de la no les importará subrogarse en la obligaCIón personal del mIsmo
.deuda, y dicha finalidad de pago habrá de presumirse enla re- modo que se subrogan en la real, si el inmueble cubre co.nam-
"tenclón. De no ser muy evidente la intención .opuesta de las par- plio margen el débito hipotecario; y el acre~dor no tendrá Inc~n'
tes, habrá que presumir que la cantidad retenida se destina al veniente en la subrogación si concurra la clrcu~st8nclaantenor
pago dela deuda, y que el comprador trató de asumir la obliga- o si el comprador es de solvencia igualo pareclde al del vende-
ción garantizada. Le realidad existente es la de una asunción tá- dor-2. Sin entrar en mayores precisiones sobre el cauc~ téCniCO
cita de deudas". Este punto de vista ha sido aceptado por la para conseguir esa subrogación en la obligación, teniendo en
cuenta. los diversos supuestos que en el articulo se contemplan
• Comentarlos 8 la nueva Ley Hipotecarla, págs. 366 a 367.
ció" expresa de la deuda. no pierde su primitivo deúdor mientras ~o preste sú
•• Lac. cit., págs. 360-361.
eonsentimlento expresO o tácito (pág. 3661. los subrayados son mios). Esta ar-
y aflade estas significativas palabras: El vendedor ha hechO salir de su patrio gumentación me parece perfectamente comprensible, V que debe ser tenida en
monio una cantidad. el precio retenido, igual al importo de la deuda; si además
siguiera siendo deudor personal quodarfa en situación muy perjudicial. pues la cuenta al interpretar elarUculo 110 LH.
disminución que en su patrimonio representaba aquélla se habrfa duplicado el tol PégB.381.362. La Interpretación defendida por SANZ V expue~ta arriba, se-
no percibir parte del precio. Es Idgico pensar que la ¡ntoneldn d~J deudot no htJ gún la cual.en caso de retención del precio existe una asunción tácita de deuda,
sido la do duplicar su pasivo, sino flJ de liberarso pesando la obllgacJ6n al com- no lIege 8 lugar cuando la retención del precio tiene por li~and9d la liquldac¡Ó~
prador. El comprador, el retener en su pode' el importe de le deuda, contree una de las cargas que pesan sobro la finca (asunción de IIber8~lón)o cuando la obli-
obligación de pago de cuyo cumplimiento responde con todos sus bienes pre- gación del vendador 8ea personalfsima e intransferible [hIpotecas lagales) (pég.
sentes V futuros. Esta obligación es la de ptJgar alscr99dor. que COnrraefrente al 3821.
vendedor, exactam6ntslgusl que la ssuncldn e'ltpr6SB dt1la dt1uds. Por otra parte,
si no se admite que exista una cesiÓn de la deuda quedar(a roto el equilibrio da .1 Págs. 362.363.
las prestaciones. pues la que ne'gotivamente réaUza el vendedor no recibiendo q Comentarios a la Lev de Reforma I-lipotacada, M. Aguilar Editor, Madrid
parta del precio no tendria correlación alguna an el compredor. la sltuBciÓn del
1946. pég. Z03.
acreedor hipOtecario se mantiéne Incólume, pues igual que en el caso de eS,un.

45
44

'.' .
(subrogación expresa, retención, descuento', se destaca aqur el 1) Compraventa con subrogación del comprador en el débito
propósito habitual de les partas, según el cual el vendedor quie- personal garantizado. Dicha subrogación puede ~er de origen
re dejar de Serdeudor al vender la finca hipotecada, y el compra- convencional, legal o judicial, lo que obliga a considerar por. se-
dor no tendrá inconveniente en asumir la deuda mediante el cál- parado estos tres supuestos:
culo correspondiente de su importe, que lógicamente motivará
A) Subrogación convencional. Tiene lugar mediante el pacto
su retanción o dascuento an el precio pagado.. .
de asunción de deuda. El comprador pasa a ser deudor personal
Al examinar el párrafo 2" del arto 118 LH, DE CASSOROMERO y el vendedor queda liberado de ella. A este Ca90ge refiere el arto
indicaba que la subrogación del vendador que paga cuando e.l 118.t LH. Se facilita el consentimiento del acre~dor mediante su
comprador ha descontado o retenido del precio el importe de la adhesión al pacto de subrogación, incluso mediante su manifes-
hipoteca, es una subrogación que se produce ope legls, tiane sus tación tácita. ..
precedentes en Derecho alemén y se justifica porque es confor- Aflade a continuación este autor: En e~pens~miento de las
me a la equidad qua al comprador, que asumió 'a deuda a' des- partes que otorgan una compraventa de finca hipotecada, !,"u-
contsr del precio o fetener el valor de la hipoteca, no se enri. chas veces domina la falsa idea de que con el traspaso d.ela f,nca
quazca a costa del vendador, que en buenoa principiOS deberá se trespasa al comprador no sólo h. hipotaca ~Ino tamb.én el dé-
conslderarsa desligado desde sntonces del pago de dicha obli- bito personal garantizado •. En mi OpIniÓn, 910 embargo, dlc~a
gación". De astas palabras parace daducirae la idea sagún la cual idea no tiene neda de falso, sino que refleja la raalldad Mlloc,al
al comprador dabe pagar, y as deudor. an caso da dascuanto o y el propósito práctico querido por las partes. En le práct,ca lo
retanción dal pracio. Y por eso al vandador que paga sin dabar habitual es que, al celebrar la ven!a d~ la finca h.lpotecada, el
(astá desligado da la obligación) sa subroga en al lugar dal pri- vendedor se desentienda de la obllgacló~ gara~hzada y s.eael
mitivo acraador.
comprador el que adquiera la responsabilld,!d h,potecarle Inhe.
ROCA SASTRE ha dadicado un largo estudio a examinar la rente s la finca al mismo tiempo que la cualidad de deudor. No
compraventa de finca hlpotacada. Ademéa, su opinión ha influi- deja de ser significativo en un autor tan seña~adamentecontra roo
do auatancialmente aobra la doctrina y la Juriaprudancia posta- 8 esa consecuencia, fuera del pacto de as~nclónexpresa, el re:c:o-
rlor. Tratemos de resumir brevemente sus ideas B continuación. ger el propósito de las partes en tal aentldo.
Emplaza sañalando asta sutor la pacullaridad que sa prasanta an En consecuencia, y según ROCA, el comprador no es ter.cer
la enajanación da finca hipotecada frente a la da fincas gravadas poseedor en aste caso, y el pacto de asuncIón de d,!uda debe re-
con otras cargas rsales distintes de la hipotaca. En nuestro caso fleJarse en la Inscripción de la compravanta respect,va como for.
hay que contemplar aiampre une relación compleja de dos ele_
ma de pago del precio".
mentos: el crédito hipotecario. Cuando se enajena una finca su-
jeta 8 un cen80, el adquirente se convierte sin más en censatario. SI Subrogación legal. Sa produce en tres casos distintos:
Cuando ss ehajena una finca hipotecada, al adquirente en prin- e) Cuando la finca objeto de le comprave~ta está hipotecada a
cipio sólo responde de la hipoteca, continuando adscrito si débi- favor del Banco Hipotecario de España, seg.unel arto36 de la Ley
to u obligación personal garantido a la persona del deudor". de 2 de diciembre de 1872.Y esta subrogac,ón que opera por m!-
Partiendo de esa peculiaridad que presents la venta de finca nisterio de la ley ge produce no sólo en cas? de compravente 9'-
hipotecada, ROCAdiatingue los aiguientea casos: no también por cualquier otro titulo traslatIVO.
q Derecho Hipotecario o del Registro de le Propiedad, 3' edición, Madrid bl Cuando la finca enajenada esté gravada con hip~teca de
1945,pég •.5~4-525. responsabilidad limitada (art. 140 LH). Entoncas el adquorentede
•.• Se produce entonces una bifurcación rospecto de la responsabilidad la finca, por el sólo hecho de ser dueño de ella, pase a .er deudor
personal y la rosponsabilidad roal. En le enajenación de COsashipotecadas, la o titular del débito personal garantizado con la hipoteca.
tUdstencla del crl~d¡topenJon(Jlgarantizado constituye un elemento de compllca-
cl6n al tratarslt de d~termlnar las repercusiones qua tal enajenación provoca •• Loc. eH•• pégs. 183 a 188.
(Dorecho Hipotecarlo, Tomo IV, 6' edIción, Edil. B08Ch. Barcelona 1954, págs. 182
• 183). •• Pég!;. 192 Y 193 .

46 47

o o',;
,;'
e) Cuando la finca esté hipotecada en garantla de rentas o del precio global bruto el importe de la hipoteca que la grava, asl
prestaciones periódicas. de acuerdo con al arto 157 LH. como de Iss demás cargas.
CI Subrogeción judicial. Se produce cuando Is finca hipoteca- Las repercusiones hipotecarias de esta figura serían: El com-
da see enajenada en méritos del ejercicio de cualquier acción prador tiene el carácter de tercer poseedor de finca hipotecada.
real o personel que produzca la venta de la misme (arts. 133,-2",y ..,' es extra no ele obligación y sólo le afecte la hipoteca; es también
131.8'.10'-13" LH), En tales casos. eladjudicatario'queda subro- necesaria la constancia registral de la cláusula de descuento y
gado plenamente en el débito personal correspondienta sin ne-
cesidad de que lo conaienta el acreedor hipotecario. pues ello es produce la subrogación
.1
del precio liquido pagado; si vendedor paga la obligación se
de hipoteca an igualas términos que en
cosa impuesta por la ley del procedimiento ejecutivou. .' el caso de retenciónU•
2) Compraventa con retención del precio por el comprador'en 4) Comprevente sin pacto de esunción de deuds hipotecaria,
la parte correspondiente el importe de la deuda. ni retención de su importe ni deducción de la carga.
Frente 8 la tesis que estima que en este caso hay una asunción Aqul ge paga el precio Integro o lotal de la fince (sin deduc-
táclts del comprador en Is obllgsción personal garantizads ción), debiendo pagarse por entero (sin retención) X sin que el
(SANZ FERNANDEZy Sentencia de 22 de noviembre de 19431. compredor "suma la obligación garantizada con la hipoteca.
ROCAcrea que le retención del precio no implica asunción, que
son dos figuras dlstlntes y por eso la Ley Hipotecaria las regula Partiendo de la conveniencia de que conste BS( expresamente
en dos párrafos distintos del mismo articulo, de mSnera qua la en la escritura para evitar dudas interpretativas, la subrogación
retención debe configurarse no como esunclón de deuda aino del vendedor que paga en la hipoteca aqul no se produce. a dife-
como asunción de cumplimiento o mandato pera pago con pro. rencia de los casos de retención y descuento; entre otras razOneS
visión de fondos para su ejecución, porque lo naturel en este caso es que la deuda hipotecari~ sea
pegeda por al vendedor. ya que el comprador pagó el preCIoto-
Las consecuencias que derivan de esta construcción son las tel. Cuando sea el comprador el que satisfaga la deude hipoteca- ,
siguientes; El comprador no es un puro tercer poseedor de finca rla. quedará subrogado en el crédito del acreedor pagado",
hipotecada, puesto que no ea completemente extraño al débito
personal garantido; le cláusula de retención es de constatación 51Compraventa con precio aplazado por el importe de Is caro
registral obligada e efectos del arto10 LH; si el daudor vendedor ga.
paga, quede subrogado por miniateiro da la ley en el lugar del " En este supuesto el comprador no asume la obligación hipo-
acreedor hasta que por el comprador se le reintegre del total pre- tecaria, ni retiene ni descuenta su importe, sino que queda auto-
cio retenido-e.
'rIzado para diferir o aplazer el pago de la parta del precio corres-
3) Compraventa con descuento del precio en la parte corres- p,éindiente al importe de la obligación hipotecaria mi~ntres le
pondlenta al Importe de la deuda hipotecaria. hipoteca no se cancele. Se trata de un simple aplazamiento del
'pag'odel precio en la compravente. En tal caso. a juicio de ROCA,
Aunque el párrafo 2" del art, 118 LH trata conjuntamente los él compredor tiene el carácter de tercer poseedor de fince hipo-
supuestos de retención y deducción o descuento. ROCA astima teceda pues es extrano a la obligación personal garantizada; el
qua es distinto el caso de deducción o descuento del débito en el aplazamiento del pago del precio debe hacerse constar en la ins-
precio pagado al comprar sin subrogación expresa del caso de cripción de la compraventa (art. 10 LHI; pero no juege aquí la su-
retención. A su juicio, cuando hay retención el precio global se b'rogación que concede al deudor que paga el párrafo segundo
dasdoble an dos partes diferenciadas. mientras que, cuando hay 'del' articulo 11B LH".
dascuento en el precio. el comprador adquiere la finca en su in-
tegridad pero page por ella au precio neto o liquido. deduciendo • Págs. 221 B 22 •.
IG E Incluso en la hlpOloca respeclo de las airas fincas pertenecienles a Olro$
n Págs. 194 a 201.
.terceros poseedo,es (págs, 224 a 2281,
•• Págs. 212 a 220.
11 Págs. 228 8 230 .

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49
. ","
:.,
Por lo que se refiere a la fase de ejecuciOnde la hipoteca, Y en En la primera da dichas etapaa, y en una antigua Resolución
aquellos supuestos en que el comprador de la finca no se subro- de la Dirección General de los Registros de 29 de diciembre de
ga en la deuda garantizada, entiende ROCASASTREque hay que 1914, se decía que por sujetar las hipotecas directa e inmediata-
reclamar el pago al vendedor, que sigue siendo deudor. El c.am- mente los bienes al cumplimiento de las obligaciones para cuya
prador puede pagar, aunque no deba, para no perder la !,nc~.. seguridad se constituyen, el tercer poseedor puede verse pertur.
comprada, y eaa es la razOnpor la cual también se le raqulere de '.'. bado en el eprovechamlento de la co.a por las reclamacione. dal
pago. aunque nO sea deudoru. acre.ador,.er requerido da pago con.las formalidades I.galas, o
s~frtrQuebr~nto~n su pa~rimo~io como consecuencia del ejerci.
loa tesis de ROCASASTREhan Influido en gran medida .sobre. c'o de la aCCiónhIpoteca"., y tiene por lo tanto un interés tan di-
la doctrina de los autores posteriores. Valga como e)emplo d~ recto en la extinción de la deuda principal como el mismo obligs-
esta interpretación doctrinal mayoritaria y casi unánime la OPI-
do, ostentando asimismo, en cierto sentido, 9( carácter de
nlOn de DIEZ-PICAZOy GUllON, según la cual el tercero .que ad- deudor subsidiario respecto de la obligación garentizada por la
quiere la finca hipotacada tendrá que aoporta.' la ~fecclón real finca sobre que r.caia el gravam.n (los subrayados son m'osl.
que la hipoteca representa, aunque el deudor siga SIendo el ena-
¡enante. El tercer poseedor de flncs hipotecada es I~.peraonaque En otra Sentencia, también antigua y anterior a la ley
responde aunque no deba, pues elle sólo ha adqulfldo el objeto Hipotecaria vigente, se recoge la t.sis clá.ica según le cual el ter-
hipotecado ain asumir le obligación garantizada. El tercer posee- cer poseedor de finca hipotecada, aun sin convertirse en deudor
dor responde eólo con la fince hipoteceda, pero puede evitar la tiene,que soportar la ejecución hipotecaria o desamparar 18 fin:
ejecuciOn hipotecaria pagando el importe de lo edeudado, con ca. Dice osi: Por ser la hipoteca, según el concepto y el esplritu
derecho de repetición a cargo del obligado. Po.'ello el te~ce.'po- de la ley Hipotecaria, un derecho real que aujeta dlr.cla e inme-
seedor ha de ser requerido de pago en cualquIer procedImiento diatament. los bien.s aobre que se impone al cumplimiento d.
ejecutivo que aiga el acreedor hipotecario. Puede no haberse la obligación para cuya seguridad fue constituida. puede hecerae
pactado la transmlaión de la deuda, pero el comprad~r haya des- ef.ctlva por vio .jecutiva contra cualquier poaeedor Opropieta-
contedo del precio totel de la fince el importe de la hIpoteca que rio, colocándole en la alternetiv. de pagar o dejar que la acción
la gravaba, o bien que sin hacerse tal deducción, retenga.la perte del acreedor hipotecario ae desenvu.lva libre de obstáculos so- .
del precio equivalente al valor dala carga. De.udor~egu"á sien- bre Iss fincas hipot.cadas, y sin transformar la relación ¡ur'dlca
do el enajanante frente al acreedor hlpotecerlo, Y SIpaga a éste entre el acreedor y el tercer poseedor en un crédito personal
la obligación garantizada, queda .~brogado en s~ lugar hesta contra éste, le somete el d.ber de sufrir la ej.cución forzoaa en
tanto que por el comprador se le reintegre el totallm~orte rete- ceso d. impago; el d.aamparo de la finca hipotecada, verdadero
nido o descontado (art. 118.2 lH)' El pacto de retencló!l o des- abandono condicionado a los fines de liquidación y pego, res-
cuento posee le significación de que el adquirentese obliga a pa- ponde al.deber en qua se halla el tercero de soportar los actos
gar la deuda garantizada con la hipoteca, pero Sin que p~r ello ej.cutivo •... (Sentencia de 29 de s.pti.mbre de 1924).
deje libre al deudor enajenante frente al acreedor. No eXiste en En la Resolución de 21 de abril de 1930, relativa a un caso de
estos caaos una asunción liberatoria de deuda, salvo que el acree- compra de finca hipotecada.n que la compradora se obllgab. e
dor preste su consentimiento (slcl". pag.arI~s créditos hipotecarios pendientes y se subrogaba en las
obligaCiones del vendedor", se indicaba que los resultados de
eata subrogación, ya.e perfeccione y complete mediante el con-
E) Jurisprudencia
Las diversas resoluciones judsprudenclale.s que vamos.8 re- l. En aquel ~upueslo da hecho una sal'lora casade, asistida de su esposo,
cordar podemos situarlas en dos grupos, segun S8an anteriores compraba una finca gravada con dos hipotecas por precio de 26.000 ptas, da las
o posteriore~ a la reforma de 1944-46. cuales la comp,radora S8 reBaNaba 20.000 ptas para pagar el Importe da las hipo-
tecas, V las 8.000 rastantea las entregaba en electo de la compra. conaintlendo
u Loc. cit. págs. 173 a 776. 779 B 782. 800 tJ 802 Y 837 a 838. 81 merido que la finca comprada se interlbiera como bien paTafernal de BU espo-
n $ist;me de Derecho ,1 edlc.,
Civil, Vol. 111. Edil. Tecnos, Madrid 1989, págs, sa por tenar este carácter el dinero con que S8 pagaban 09as 8.000 ptas. En otr8
8ecritun da aclaración InmBdiatamente posterior. la compredore hec(a constsr
5Za-527.

61
50
sentimiento del acreedor y la extensión de los asientos exigidos rio O vendedor y el deudor por subrogaci6n o comprador. en vir-
por el régimen hipotecario, ya permanezca en la esfera de los de- tud del cual éste último queda ligado para con aquél al pago de
rechos de obligación y. sin llegar 8 sustituir un nuevo deudor en I.s deudas y a la posible resolución de la venta por incumpli-
lugar del primitivo, coloque al adquirenta en la posición de miento de la obligación contraída.
quien se obliga e pegar por otro, en nada incluye sobre el carác-
ter de la adquisición ni sobre la calificación det'inmuebie:que' ',. En la segunda etapa de esta evolución jurisprudencial poste-
deberé inclulrsa entre los bienes perafernales de la mujer, si las rior a la Ley Hipotecarla de 1946, hay que recordar, entre ~tras, l.
6.000 ptas.• atisfechas son de su exclusiva pertenencia, Y si ella Sentencla.~e 29 de octubre de 1953. Según ésta última, el princi-
pIO de legltlm.ació!1. re~istral ampara al in9cribiente con una vigo-
sola 88ume la obligación de pagar al acreedor hipotecario los r-e-
rOS8 presunción luns tantum" de exactitud e integridad de lo
seftados créditos, que el Registro pregona, y una de las manifestaciones de este
Según otra famoaa Sentencia de 22 de noviembre de 1943, principio es la de impedir que se embarguen bienes o derechos
reiteradamente citada por los autores, fa circunstancia de haber inscritos a favor de persona distinta del deudor ejecutado; pero
retenido el comprador la cantidad necesaria para hacer frente a esta protección está naturalmente condicionada por los términos
la hipoteca demuestra que tácitamente asumió la obligación de o formas del respectivo asiento; de suerte que si éste proclama
satisfacer le deude y, consiguientemente, al pagarla actuó por que el bien.o derecho está gravado cón hipoteca, y el embargo
cuanta propia y pagó con su propio dinero, puesto que en mo- decretado tIende a asegurar el cumplimiento dela obligación así
mento alguno salió de su patrimonio para entrar en el del vende- gara~tizad~. ellnscribiente, aun siendo persona distinta del deu-
dor. dor ejecutado, no es tercero hipotecariamente amparado por el
En cambio, en la Sentencia de 12 de abril de 1945 se decia lo principio de legitimación ni por el de fe pública reglstral, sino
que es un tercer poseedor de la finca o derecho gravado y viene
siguiente: Los problemas planteados en este litigio tienen su
punto de arranque an el hacho de que el precio de la compraven- constreñido al cumplimiento de l. obligación asagurada con l.
te quedó en poder del comprador para aplicarlo al pago de deu- hipo~ecB constituldapor su causante. el originario deudor, en los
das contraídas por el vendedor, sin qua se haya contado para términOS que prescrobeel articulo 38 LH en relación con el 134 y
concordantes de la misma Ley. De la misma manera la Sentencia
ello con la conformidad de los acreedores, ni conste en forma al-
guna que el comprador se obligase a obtener tal conformidad, lo de 28 de noviembre de 1953, establece que no puede ofrecer du-
que lleva a configurar jurfdicamante este pacto como sustitución da en sanas principios hipotecarios que quien adquiere una finca
gravada can hipoteca de obligación futura no es propiamente un
de la entrega del precio por una promesa de liberación o asun-
ción interna de deuda, que a diferencia de la novación subjetiva t~rcero prolegido por l. inmunidad frente a la deuda asegurada,
SinO que es un tercer poseedor constreñido al pago si tal deduB
determinante de la liberación del deudor primitivo, mantiene la
relación existente entre éste y sus acreedores. a la vez que pro.
se produce, pues el propio registro de la propiedsd pública le ad-
Vierte que no adquiere la finca libre de cargas o gravámenes,
voca el nacimiento de un nuevo v'nculo entre el deudor origina-
que no se reservaba la8 20.000 ptus que formaban perte del precio de la compra Més recientemente el Tribunal Supremo ha declarado que el
p8r8 saldar las dos hipotecas. sino que se subrogaba totalmente en las obligacio- articulo 1158 del Código Civil", en su referencia al deudor, lo ha-
nes del vendedor, obligándose a 8aldar con dinero de su exelu!';Iivapropiedad los ca al real y verdadero deudor, es decir,.1 obligado a qulan el pa-
dos créditos hipotecarlos. El problema principal que aqul se ptanteaba ara al de go por el tercero favorece o le es útil, y tal no puede ser otro que
si podra Inscribirse como parafernella finca adquirida en esas condiciones. El
Registrador s610 Inscribió con ese carácter la parte correspondiente a las 6.000
el que asume, por obra de lo dispuesto en el arllculo 704 de la
plas pagadas y donegó la inscripción del resto de la finca. por no acreditarse en
cuanto a su precio el carácter privetivo del dinérO con que ha de satisfacerse en 15 Segun este articulo. "Puede hacer el pago cualquiera persona. tenga O no

al futuro. La Dirección General declaró Inscribibles esas dOGescrituras a favor de Interés en el cumplimiento de la obligación. ya lo conozca V apruebe. va la igno.
la compradora con carácter par.farnal sin la condición relativa ti las consecuen. re el deudor.
cia8 quo haya de provocar en su die el pago de los créditos hipotecarlos. Al mar- El que pagare por cuonta de otro podré reclamer del deudor lo que hubiere
gen de eS8 cusstlón básica. en esta Resolución 68 alude también alas conse. pagado. a no heberlo hecho contra su expresa voluntad.
cuenclas que produce la subrogsclón en las daudas hipotecarias del vendedor, En este caso sólo podrtt rapetir del deudor aquello en que l. hubiera sIdo útil
an los términos qua se recogen en el texto de arriba. el pago".

52 53 ; ,
Ley Hipoteceria, la carga de re.ponder con la finca gravade de la trámite de ejecución porque, de otra manere, ha de sufrir el pro-
concreta deuda u obligación datarminada en el préstamo hipote- cedimiento ejecutivo sobre la finca comprada (Sentencia de
cario verdadero subrogado (la Socieded Anónima demandada) 1924). En orras sentencias más modernss se afirma también que
en el 'cumplimiento de esa única y concreta responsabilidad, úni~ el comprador de finca hipotecada o tercer posaedor viene obliga.
ca ademáa explicita mente exigida por el actor que"pag6 con esa ,.' " do (o "constreñido"l al cumplimiento de la obligación garantiza-
finalidad, o sea, la de liberar a la sociedad de esa deuda hipote- da; y que, cuando adquiere la finca hipotecade después de ini.
carlamente asumida (Sentencia de 16 de diciembre de 1985). Y ciarse el procedimiento ejecutivo contra la misma, tiene derecho
en otra ocasi6n muy reciente ha señalado que cuando se persl-" a intervenir en ese procedimiento y a que se entiendan con él las
gan bienes hipotecados, sometidos a embargo, que hayan pasa- diligencias por estar "subrogado en luger del deudor" y, por tan-
do a ser propiedad de un tercer poseedor, éste tiene derecho a ' to y a estos efectos, convertirse en deudor (Sentencias de 1953 y
intervenir en el procedimiento con arreglo al art. 134 LH, antes 19901.
de que el acreedor haga efectivo su derecho sobre Is finca hiP?- Aunque no es fácil reconducir a un esquema unitario esa mul-
tecada, acreditando la inscripci6n de su tftulo, y en consecuenCIa tiplicidad de razonamientos jurldicos, formulados en muy distin-
a que se la exhiban los autos en la Secretar fa, sin paralizarsa el tas épocas yen relación con casos no.coincldentes, subyace en
procedimiento, entendiéndose con él las diligencias ulteriores, todas estas resoluciones una idea: el comprador de finca hipote-
como subrogado en el lugar del deudor, sin precisar de ser cita- cada, o adquiere la situación de deudor personal por subroga-
do a los efectos del arto 126 LH, lo que tanto quiere decir que el ción expresa o tácita en la deuda garantizada o, aunque esto no
tercero subrogado en el crédito garantizado con la hipoteca tiene ocurra, tiene en último término que pagar dicha deuda pera evi-
el marco procedimental adecuado en relación con el bfen hipote- tar el ser desposeído de la finca comprada. Conclusión evidente
cado, no por medio de la tercerfa de dominio, sino en el juicio que es consecuencia directa de que el comprador de finca hipo'
ejecutivo en el que se le he dado intervenci6n (Sentencia de 1 de tecada es sujeto pasivo del crédito hipotecerio que grave la finca
febrero de 1990). comprada. dada su esencial eficacia real.
De lo dicho ae desprende que la Interpretaci6n jurisprudencial
de los problemss que derivan de la compra de finca hipotecada
no 8S uniforme ni invariable, aunque quizá para enjuiciar las te~ F) Revisión critica
sis que sirven de base a los razonamientos alll expresados ha. La tesia de ROCA SASTRE no parece totalmente convincente
brla que tener en cuenta lss diferencias de cada uno de los su- ni reauelve satisfactoriamente la complejidad de problemas que
puestos de hecho concretamente contemplados. En cualquier surgen de la compraventa de finca hipotecada, dicho sea con to-
caao podemos retener algunas de las ideas que alli se d~sarr~- do respeto a la innegable autoridad de ROCA. Quizá no sea inútil
lIan: Unas veces se afirma que cuando el comprador de fonca h,- revisar esas opiniones y ponerlas en conexión con la realidad so-
potecada rellene parte del Pfecio, se convierte en deudor de la cial subyacente a esa figura jurídica, para enjuiciar su eficacia.
obligaci6n garantizada porque la retenci6n equivale a asunc,6n
tácita de la deuda (Sentencia de 1943). Otras, en cambio, se es- Recordemos en primer lugar que inmediatamente después de
tima que la retención del precio no Implica subrogaci6n frente al la nueva Ley Hipotecaria, SANZ FERNANDEZ ya habla apuntado
acreedor, sino mera asunción interna de deuda frente al vende- que, el caso más frecuente en la vida práctica es aquél en que, no
dor, de' manera que éste sigue siendo deudor frente a loa acree- hebiendo pacto expreso de ssunción de. deuda, el comprador re-
dores, sin perjuicio de la relación obligatoria interna con el com- tiene en su poder una cantidad igual el importe de la deuda hipo-
prador: éste se obliga a pagar por otro -el vendedor- inter tecaria. Pues bien, en tal supuesto, entendía este autor que dicha
paites, sin efectos frente al acreedor. (Sentencia de 1945). Otras retenci6n equivaie a una asunción tácita de la deuda; e igualee
veces S9 considera que el comprador 88, si no deudor principal, efectos produce el descuento de dicha cantidad del precio que se
eféUdor eubeidiario respecto de le obligación garantizeda, que entrega. Esta opinión, nO obstante estar apoyada en la Sentencia
d,l!~~I~~m~lén pero en defecto del vendedor y deudor principal de 22 de noviembre de 1943, no ha prevalecido en la doctrina ni
($il~tencla de 1914); que, aún no siendo deudor, debe pager en en le jurisprudencia posterior.

64' 55
En mi opinión, lo primero que conviene tener presente es la de pager la deuda garantizada y solicite la cancelación de la ins-
reelided del problema que nos ocupa. El examen de esa realidad cripción de crédito hipotecario para que aquél disfrute de la finca
pone de manifiesto que, cuando no se pacta expresamente la compreda como libre de cargas, de acuerdo con su propósito
asunción de la deuda por el comprador, ni esa subrogación S9 práctiCO al celebrar el contrato. Pero aún entonces, lo más pru-
produce automáticamente por imperativo legalu• lo r:nás frecuen ... dente y rezonable es que el comprador retenga en su poder la
parte del precio que corresponda 8 la deuda hipotecaria vigente,
te y razonable es precisamente el descontar o retener del precio
total la centidad correspondiente a la deuda hipotecaria. Y esto mientras su inscripción no resulte cancelada.
es ase al menos, por tres razones: b) Porque normelmente el vendedor se desentiende de le deu-
al Porque el comprador tendrá que pagar la deuda con cargo da garantizada une vez que la finca hipotecada he salido de su
patrimonio, muchas veces ya no sigue pagando dicha deuda en
al valor de le finca si el vendedor -primitivo deudor- no llega a
pagar. Como es sebido,lo habitual es que el vendedor se desen- cuanto es inseperable o inherente ala finca vendida. Si esa e. le
tiende de le deuda, el heber traslededo e otra persona le finca realidad práctica, no perece justo que el vendedor cobre todo el
que en última instancia ha de soportar el pago. Si les cosas fun- precio de le venta y luego tenga que pager le deuda el compra-
cionan as' en la práctica, el comprador no puede correr el riesgo
dor. Ello equivaldrle e un aumento injustificado del precio, y pos-
de peger dos veces (cuando he de satisfacer ledeuda hipoteceria tularra la necesidad de que el comprador en tales cesas hubiera
al acreedor que reclama después de haber pagado la totalidad de reclemer el vendedor lo ya pagedo.
del precio al vendedor), en cuyo caeo tendrla que reclamar des- cl Además, y sobre todo, porque el acreedor hipotecario lo
pués al vendedor deudor lo pagado para satisfacer el crédito hi- que realmente le importa no es la persona del deudor (con
potecario, para evitar un enriquecimiento injustificado del ven- transcendencia limitada a efectos de legitimación pasiva cuando
dedor y un empobrecimiento igualmente sin justificación para el se ejercita le acción personal de reclamación de deuda) sino 'a
comprador. Por todo ello, lo razonable es que el comprador re- persona que es dueña de la fince (el lIemado tercer poseedor de
tenge en eu poder el Importe de la deuda hipotecaria al pagar el finca hipotecade), porque frenta e ésta tendrá que reclemar el
precio, para pagar con cargo a esa cantidad dicha deuda en caso pago en el juicio ejecutivo (acción raal hipotecaria), a elle tendrá
dé que le sea reclamada en el juicio ejecutivo correspondiente. Y que notificar la existencia del procedimiento y entenderse con
eoto debe ser as( siempre que, como es previsible suponer, el ella en el ejercicio de la acción hipotecerie (persona legitimada
comprador conozca la existencia del crédito hipotecario, bien pasivamente).
see por le obllgade declaración del vendedor sobre dicho extre-
Pues bien, de lo dicho se desprende una primera consecuen-
mo al celebrar le venta, bien por la consulta del folio reglstral de
cia práctica. Y es la de que, salvo en supuestos puramente ex-
la finca qU8 S8 compra, lo cual resulta necesario para cerciorar-
se, entre otros extremos, de las cargas Que afectan 8 dicha finca.
cepcionales, no es imagineble que se compre una finca hipoteca.
Ambes actuaciones, y especialmente la segunda, resultan im- da si.n que el compredor retenga en su poder o descuente, del
precIo que entrega al vendedor, la parte correspondiente al cré.
prescindibles para la prudente adquisición de los bienes inmue.
dito hipotecario. Creo que podemos afirmar sin temor a equivo.
bles_ Porque aunque esa consulta no se realizara, en cualquier
carnos que esa es la situación habitual en la inmensa mayorfa de
caso el crédito hipotecario inscrito afectará necesariamente al
los casos, por ser la única razonable para el comprador desde el
comprador o tercer adquirente. De manera que, en el terreno de
punto de vista económico.
lo razonable, el comprador deberá conocer la existencia del gra-
vamen hipotecario y actuar en consecuencia. es decir, retener en Aquellos supuestos excepcionales pueden reducirse principal-
su poder la perte del precio de la compra correspondiente al cré. mente a los dos siguientes: .
dlto hipotecario pendiente de pago. Salvo el supuesto puremen-
ta excepcionel de que se compre como libre le finca hipotecada, a'J Cuando el vendedor silencia la cerga hipotecaria y el com-
prador tiene la intención de comprar la finca libre de cargao, Al
y.queel comprador esté pendiente de que el vendedor termine
desconocer la existencie del préstamo hipotecarlo, no adopta lae
' •• VI~.en laa págs. 19.20 la enumeración de estos supuestos que hace ROCA precaucionea necesarias el pagar el precio. Pero la publicidad de
SASTRE.

57
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la hipoteca impone su necesaria repercusión frente al compra~ 1) Cuando el comprador retiene en su poder el importe de la
doroLa cognoscibilidad legal, que es el objeto primario de la pu- deuda hipotecsria, o lo descuenta del precio pagado, psra hacer
blicidad ,agistral, desata la oponibilidad de la situación inscrits. frente a la responsabilidsd derivada de la hipoteca en cuys obli-
El comprador actúa negligentemente por no consultar el conte- gación personal se subroga, es evidente que la perfección de esa
nido del Regist,o, y queda pe,judicado en cuanto ,esulta afecta- asunción de deuda per~onBIexige el consentimiento del acree-
do por la carga de que no tuvo noticia. Es el caSO de venta como d. '. ~~ ,
dor. Pero como el arllculo 118 LH permite que dicho consenti.
libre de finca gravsda que puede encubrir una estafa penal y, en miento sea expreso o tácito, bastará con que la entidad presta.
todo caso, un Ilrcito civil por engaño contractual. mista, a instancia del comprador, gire los recibos a su cargo o
b'l Cu.ando,aunque la finca esté aun gravada con hipoteca, la acepte los pagos hechos por él, para que la asunción de deuda
voluntad dal comprador es edquirirla libre de esa carga, y por se haya consumado. No hace falts recordar que ésta es la forma
ello se pacta expresamente que el vendedor tiene la obligación normal de proceder en la práctica en tales casos. Entonces el
de terminar de pagar el crédito hipotecsrio en el plazo que se comprador es a la vez deudor hipotecario o reallsujeto pasivo en
convenga. y de obtener la correspondiente escritura en que se la relación de crédito hipotecario como tercer edquirente de Is
solicite la cancelación de su inscripción. Mientras esa obligación finca gravads) y deudor personal (sujeto pasivo en la relación de
pendiente no se cumpla, la finca seguirá gravada con la hipoteca crédito simple u ordinario)". El comprador se subroga en el lugar
y el comprador afectado por ella. La expectativa de tener la finca del vendedor. Este prácticamente desaparece. Semejante solu-
libre en un futuro prÓximo, pa,e obtener la aatisfacción del irite- ción jurldica es la más justa, porque Implica pagar sólo el precio
rés del comprador, normalmente impedirá que se establezca la liquido, con deducción de la carga que hay que pagar más ade-
retención o el descuento del precio. Pero ese inconveniente para lante; y además, en la práctica, es la más habitual, ya que no re-
el comprado, se compensa aqul con el reconocimiento expreso sulta razonable la solución contraria, que implicarla un perjuicio
de la obligación de pego en un plazo breve. económico para el comprador que ha de pagar dos veces la mis-
ma cantidad (al vendedor y al acreedor hipotecari" qua ejecuta
Fuera de esos dos supuestos excepcionales", lo no'rmal es la garanlla). Probablemente por eso la ley faclllts el consenti-
que la necesaria publicidad registral del crédito hipotecario sirva miento de la entidad acreedora en la asunción de deuda.
para advertir al comprador diligente de su existencie, y pera
adoptar las medidas correspondientes en cuanto a la forma de 21Cuando el comprador no asume expresamente la deuda ga-
pago del precio. Partimos, pues, de que la regla general en caso rantizada, puade encontrarse todavfa en alguno de estos casos
de compra de finca hipotecade, es que el comprador retengs en posibles:
su poder el Importe del crédito hipotecario o lo descuente al pa- al Que ratenga en su poder la parte del precio correspondien-
gar el precio, para poder hacer frente en su dla s la deuda garan- te al crédito hipotecario que falta por satisfscer. Se paga el pre-
tizada cuya ejecución procesal se ejercitará directamente sobre cio convenido menos la hipoteca.
la finca de su propiedad.
bl Que descuente del precio esa cantidad. Se paga el precio 11.
Veamos ahora en forma resumida cuáles son la$ consecuen- quido.
cias jurrdicas de esos dos supuestos de retención o descuento de
parle del precio po, el comp,ador. Debemos distinguir para ello cl Que, aun sin declarar expresamente la retención o el das-
dos subcasos posibles, según que ae haya pactado expresamen- cuento, el precio declarado como debido sea el precio liquido, de
te la asunción de la deuda por el comprador o que ese pacto no manera que el precio real sea igusl al precio declarado más el
haya tenido lugar. imp0rle de la hipoteca (solución fiscal) .
•, Aunque. por desgracia, la venta como libre de finca gravada es un fenóme. ." En mi opinión, el crédito hipotecario &s una unidad ins8cindlble, como tal
no que 88 reitera en la pr4ictica, especialmente en las véntas en documento pri- objeto de publicidad registral y de eficacia real. Pero, por debajo de 8sa comple-
vado. Pero la Intanclón ongal'l08a del vendedor S8 completa aquf con la falta de ja relación Jurldlca, subyace slampre (salvo en el supuesto dolart. 140 lHI un cré-
diligencia del comprador. V por eso 8e puede producir un re su liado Injusto y no dito ordinario no garantizado (an. 106 LH). El acreedor garantizado 8S también
querido. SerIe deseable que el odocuado asesoramiento profesional 8 108 com- un acreedor ordinario, aunqua le organización V eficacia de ambaa relaclonos ju-
pradores, V la neceSaria consulta del Registro, impidiera esas situaciones iIIcltas. rldlcas concurrentes discurra por cauces t4icnicos distintos.

58 69
d) Que no haya retención, ni descuento, ni equivalencia del por otra, lo cual pudiera hacer pensar que ambas situaciones son
precio declarado al precio liquido. sino que el precio declarado distintas e incompatibles. Sin embargo, frente a ello debe seña-
sea el precio que se paga por la finca, sin tener en cuenta para larse lo siguiente:
nada la hipoteca, aunque ésta subsista como gravamen real fren- 1) Desde el punlo de vista del aupuesto de hecho contempla-
te al comprador. ...,',.,., . . do. dicha disposición legal regula el pacto de subrogación en la
Pues bien, en los tres primeros casos (retención, descuenta, deuda y la retención o descuento cuando ese pacto no existe, En
precio declarado~ precio liquido) debe entenderse que existe este segundo caso no contempla le$ consecuencias de la reten-
una asunción técita de la deuda gerantizada. Sólo osi tiene expli- ción o descuento respecto a las relaciones entre comprador y
ceción el hecho de que el comprador no pegue de momento la acreedor hipotecario, sino entra vendedor y comprador, relación
totalidad del precio convenido. A esta conclusión nos conduce la intorna que puede desatar una acción de repetición o de regreso
adecuada interpretación de la voluntad contractual asr expresa- pero que no trasciende a ,aquella otra relación externa. Parece
da, y de lo querido par el comprador al realizar la venta en esas que al legislador de 1944-46 no le Interesa el problema de si el
condiciones. El hecho de pagar parte del precio Implica la nece- comprador que retiene o descuenta se hace o no deudor {proble-
sidad da pagar el resto en un momento posterior, cuando sea re- ma más importante en la práctica porque afecta 8 quien es en do.
clamada la deuda hipotecaria; lo cual se traduce en que el com- finitiva deudor y como tal debe pagarlo sino simplemente el de
prador asume ese deber jurldico. Sólo si es deudor y tiene que qué ocurre cuando el vendedor y deudor originario paga la deu-
pagarla después a'acreedor hipotecario reclamante. tiene justi- da hipotecaria, a pesar de que el comprador haya retenido o des-
ficación que no la pague ahora al vendedor que tiene derecho a contado del precio pagado el importe del crádito hipotecario
percibír la totalidad del precio, Semejante construcción parece (problema menos frecuente e importante en la práctica, porque
más razonable que entender que el comprador paga al acreedor lo normal en los casos de retención o descuento es que el vende~
hipotecario por encargo del vendedor. y que la cantidad retenida dar no pague la deuda. que se desentienda de ella. al no haber
o descontada actúa cOmo provisión de fondoa para aquella co-' recibido todo el precio pactado en la compraventa. y aea el com-
misión o encargo de pago. Tal razonamiento parece oblicuo. ar- prador que dejó de pagar al vendedor eSeimporte debido quien
tificial y no se corresponde con la realidad de los hechos ni con lo satisfaga al acreedor hipotecario). Por eso me permito pensar
el propósito práctico querido por las partes al celebrar le com- que la regulación legal de la compra de finca hipotecada es insu-
praventa. Esto Que parece claro en los casos de retención o des- ficiente, incompleta. omite disciplinar una de las cuestiones de
cuento, lo es también cuando se fija como precio Ifquido a pagar interés que surgen alrededor de esta figura, e incluso puede in.
la diferencia entre el precio real y la hipoteca, porque también ducir a confusión en relación con el problema que estamos con-
.entonces el comprador deja de pagar actualmente algo que siderando, dada la deficiente redacción del párrafo segundo del
debe. y deberá satisfacerlo en un momento posterior. La tesis arto 118. !¡egún la estricta literalidad del precepto, parece como
que aqul se defiende de estimar que en los casos de retención o si el comprador sólo pudiera convertirse en deudor peraonal an
descuento existe una asunción tácita de la deuda por parte del virtud de pacto expreso de asunción de deuda. Pero ese enfoque
comprador, fue ya defendida por ANGEL SANZ inmediatamente no parece cierto.
después de publicada la Ley Hipotecaria. como hemos tenido En primer lugar porque existen numerosos casos en que el
ocasión de comprober. Desgraciadamente no ha sido seguida comprador se convierte en deudor sin necesidad de pacto. Asl
por la doctrina mayoritaria. que se he hecho eco de la opinión de ocurre cuando la Ley impone tal subrogación en determinadas cir-
ROCASASTRE.A mi Juicio esta opinión es menos convincente. cunstancias. Recuérdesela anumeración que hace ROCASASTRE
no refleja exactamente la realidad de los hechos ni la voluntad de los por él llamados casos de subrogación legal o judicial:
contractual de las partes. ni sirve para explicar adecuadamente Hipoteca a favor del Banco Hipotacario de España. hipoteca de
los problemas que aquf se plantean. responsabilidad limitada (art. 140LH), hipoteca en garantia de ren-
. Cierto que el arto 118 LH regula en párrafos separados la asun- tas o prestaciones periódicas (art. 153 LHI y enajenación de finca
ción expresa de deuda por una parte, y la retención o descuento hipotecada por ejercicio de cualquier acción real o peraonal que
en el precio sin haberse pactado la transmisión de la obligación produzca la venta de la misma (arts. 131-8.'10. y -13"y 133 LH).

60 61
Como ya antes indicafls, aun cabrIa cuestionar si la solución cio el importe del crédito hipotecsrio y el vendedor paga la deu-
legal eSlablecida en estos casos de compre de finca hipotecada da, éste último se subroga en al lugar del acreedor para que el
cuando al acraedor es el Banco Hipotecario, no es la solución comprador le pague lo retenido o descontado. Ello quiere decir
técnicamente más correcta y la que mejor favorece el desarrollo que. en tales casos, el vendedor no paga una deuda propia sino
dal crédito hipotecario, a peser de que deje de sar daudor .el '14e. ajena, V por eso se subroga en lugar del acreedor garantizado,
lo era orlglnarlamenta V luego ha vendido la fincshipotecada. De' .. incluso con el reforzamiento que le proporciona esa gorant'a hi-
no ser 8S', no S9 hubiera aceptado esa solución por una entIdad potecaria les decir. se subroga en el crédito hlpotecarlol, V puede
prestamista de tanto prestigio V lan importanta actividad cradi- reclamar del verdadero deudor ~comprador) lo pagado en favor
ticia a lo largo del tiempo, Lo cual permita pensar que semejanfe' del mismo. El comprador no es un deudor subsidiario, obligado
criterio normativo deberfa generalizarse en cualquier caso en en defecto del deudor principal, ni es un mandatario para pagar
que se regule la compraventa de finca hipotecada, ya que no es por cuenta dal deudor principal con provisión de fondos para
excepcional sino general y deseable, Quizá ese fue otro error de ello. En ninguno de ambos casos1endrla sentido la aubragación
los redactores del repetido arto 118 LH. (Cfr. arts. 1158, 1210 Y 1212 CC). El vendedor paga una deuda
En segundo lugar, porque la razonable interpretación de la vo- ajena porque en tales casos el deudor es el comprador, no por
luntad da las partes en el contrato de compraventa celebrado en adquirir una finca hipotecada ~serraentonces sujeto pasivo del
esaa condicionea aconseja llegar a Is conclusión de que el com- crédito hlpotecarlol alno por el mecanismo de la retención o des-
prador que retiene o deacuenta lo hace para pagar después si cuento. que le constituyen en deudor y le obligan a .pagar. De
crédito hipotecario, debe ser obligado a pagarlo y debe aer con- otra manera S9 producir'a un enriquecimiento injustificado y una
aiderado deudor. Se retiene o descuenta parte del precio V no ss ruptura del equilibrio de las prestaciones concurrentes en el con-
paga actual menta al vendedor -como seria debldo- para pagarle trato de compraventa. Al retener o descontar parte del precio se
después al acreedor hipotecario, Tal es Is justificación causal del obliga a pagar esa cantidad después, cuando se recleme Is deu-
referido pacto. Otra solución serIa injusla, abusiva en perjuicio da hipotecaria. que ya no debe pagarla el vendedor (primitivo
dal vendedor y no susceptible delutela jurldica. Al menos mien- deudor que no ha cobrado todo el precio de la venta), sino el
tras no se pacte expresamente lo contrario. Y aun entonces, el comprador que para eso conservÓ en su poder la cantidad co-
rrespondiente sin entregarl8 al vendedor (nuevo deudor por su.
pacto en contra deberra ser integrado con el restanta contanido
contractual, para ver hasta qué punto encaja en el marco de la brogación tácita en la posición del vendedor, la cual subrogación
relación negoclel creada, es decir, en el conjunto de derechos y es consecuencia Ineludible de la retención o descuento).
deberes recrprocamente convenidos. Porque aqur la consecuen- En fin. aparte de todos estos cosos expuestos, cabria aun con-
cia normal de esos supuestos de retención o descuento, lo que siderar el supuesto de venta de finca hipotecada en que no con-
9S conforme con la natureleza del contrato asl establecido, es curra nineuna de las circunstancias de subrogación legal o judi-
precisamente que el comprallor se haga deudor. De manera que cial en la deuda, ni haya pacto expreso de asunción, ni retención,
no repugna a la naturaleza del contrato sino que, por el contra- ni descuento, ni fijación del precio liquido a pagar equivalente a
rio, es conforme con ella, esa consecuencia jurldlca. Y de ahl ca- la diferencia entre precio convenido e importe de la hipoteca. Se
be deducir, en vla de interpretación finalists, que la retención o trata de un supuesto realmente excepcional en la práctica, en
el descuento implican como efecto la asunción de la deuda, aun- que no se tiene en cuenta el crédito hipotecario preexistente 8
que ésta no se pacte expresamente, porque puede ser tácitamen- efectos de su repercusión en el precio de la venta o en la situa-
te querida. Lo cual significa que no sólo la sceptación del ecree- ción del comprador. Se reconozca o no la existencia de la hipote-
dor hipotecarlo respecto de la asunción de deuda previamente ca como carga de la finca transmitida, es como si la hipoteca no
establecida, sino también Is voluntad de realizsr ass asunción o exlstlara. Ya hemos visto las dos posibles causas que normal-
subrogsción, pueden hacerse en forma expresa o tácita. mente determinarán este anómalo supuesto: el enga~o del ven-
2) Por otra parte, la soluciÓn legal establecida en el párrafo 2" dedor.al comprador negligente que desconoce la existencia da la
del arto 118 sirve de apoyo a la tesis que squr se defiende: Según carga hipotecaria y no ha tenido la precaución de consulter el
dicha norma, cuando el comprador retiene o descuenta del pre- Registro, o la voluntad del comprador de adquirir la finca libre de

62 63

" ...
car!las, obligando al comprador a que pague y obtenga la cance-
-r
lación. En 8Stos casos nos encontraremos con una divergencia o no deudor personal, s¡m~lemente por Ser sujeto pasivo del cré-
entre el deudo~ per~onal (el vendedor) y el deudor real o sujeto dito hipotecario. Lo cual demuestra que en el estricto ámbito de
paalvo del crédito hipotecario (el comprador). Pues bien, aun en. la garentle real hipotecerie, y del ejercicio procesal de le ección
tonces, si lo que se ajercita al reclamar el crédito garantizado e real, queetl 8S lo que en definitiva importa al margen de la acción
Impagado es la acción real hipotecaria V no la personal o mer8~.'. personal , la cuestión de quién sea deudor personal tiene una
mente crediticia (lo cual en la práctica ocurrirá siempre por evi- .importanCia práctica muy secundaria; lo importante es la situa-
dentes razones procesalea), el comprador se veré obligado a pa- ción de dueño de le fince, a quién hay que reclamar el pago de la
gar la dauda para no perder la finca, que normalmente tendré Un
valor superior al de la carga hipotecaria, puesto que es un deu- mente (deudor en sentido amplio) es el propietario 1•• poseedor) de dichos bie-
ne8. sea O no la persona obligada al pago dal crédito que le hlpoteea garantiza.
dor ob rem o propter ramo En el procadimiento de ejecución hi' En la mayor parte de los casos, déudor y propietario o poseedor de 'os bienes 3e~
potecaria hay que requerir de pago al comprador o tercer pose- rán la misma persona. Pero no son raras las hipólesls de lo contrario, porque
edor de la.finca. Se le requiere de pago porque debe pagar y no pUlldan presentarse casOflde dualidad -o pluralidad- de ambas posiciones Jurf-
sólo porque pueda hacerlo (para lo cual bastar(a con la mera no- dices, supl!esto que se verifica principalmente en lss hipótesis alguien.tos: 11
tificación de haberse iniciado el procedimiento)". La prueba de Cuando elmmueble hipotecado pasa a parsona distinta dal primitivo daudor
(tercer poseedor); 2) Cuando el hlpotacante es peraona distinta del deudor; 3)
ello es que si no paga tiene como sanción la pérdida de la finca Cuando en le escritura de constitución de hlpoteca.flgur!ln como deudores otras
al ser vendida en pública subasta (vinculación o afección real de personas además del hlpotecante. En la Ley Hipotecaria, el deudor (sujeto pasivo
la cosa dada en garantla). Y esto con independancia de que see de la obligación) está legitimado pasivamente para intérvenlr en el procedlmien-
. to; En cuento a ta figura procesal del tercer poseedor, el examen do la LHpone de
•• Aunque ona lectura superficial y literal delart. 131 LH puede hacar penasr manifiesto la Identidad de poslcl6n procesal del deudor v del tercOr poseedor
que el tercer poseedor de nnca hipotecada (es decir, el comprador de la finca que (arts. 131-31, .71• -12., -151 Y13041(págs. 86 a 89 y 90 a 93. El subrayado es mlol.
no 88 al mismo tiempo BuJeto pasivo de la obligación personal. unas veces debe
ser requerido da pago (regl. 31) y otras notificado de la axlstencla del procedl. En fin. también Ilonen especial interés pero el lema que n08 Ocupa, en rela.
mIento SJ8tUtlVO (regla 5.). !Jlnembargo 18acosas no deben £8r asf en el ámbito clón con los requerimientos y notificaciones, las siguientes palebrss: Por rogla
procosal. Como ya ,eftal6 hace o"os el profesor GUASP en Su magifltralllbro so. ganeral, la perta conlra Quien se dirige la ejecución COnocerá ya su existencia por
bre -La ajacuclón proceaalen la Ley Hipotecaria •• sogún la regla a-del referido el requerimiento qua el acreedor o el Juei han de hacerla. Pero esto. que es cler.
art. 131 deben ser requeridos de p8g0 el deudor y también el tercer poaeedor de to en todo Ceso respecto al deudor, puede no gerlo respecto del tercer poseedor
la flnca cuando haya acreditado al acraedor la adquisición del Inmueble. Pero ea. de la finca si no ha acreditado al acrea dar la adquisición dellnmuftble, puesto
ta nOrma ea demasiado estracha porque deja fuera de ella a otres posibles partes que en samajante supuesta la práctica de dicho requerimlanto no es preceptiva,
en el procedimiento que deben S8r requerIdas: el tercer poseedor en todo caso a tenor del numero 3 de la regla tercera del arto 131. Por ello, es posible Que exis-
y no meramente en 18hipótesis laFielada pOr la Isy (como ya decia MORELL)VsI ta un lorcer poseedor -parte en el procedimiento- que desconozco su existencia
V que deba S6r notificado. Ahora bien, $lla palabra notificación se toma aquf an
hlpotecente de 10&bIenes distinto dal deudor (pág. 12.). Es decir, que en opiniÓn lI8ntldo estricto (distinta. por tanto, de la citación, empl8Zamiento V requerimien.
de tan Ilustre proce6allsta. hay que requerir de pego en todo caso al tercer pOSe-
edor (que no 8S deudor personal) V al hlpotecante por deuda ajena (que tampoco tal. cabria preguntarsé si no seria mAs convaniente el ttlrmino f'squerlmillnto,
lo es). PUIIsto qUII Sil Indica la necesidad tltl qUé el notificado, pagUé, sobra todo Bn 91
caso del terC'8r poseedor, fin el qUé no se ve qu6 diferencIa puede haber entre
y sigue diciendo este autor: Los efectos del requar;miento varlan segun que aqutll cuya 9x;stenc;B $e conoce antos de recibir la notificación del Registro (al
la peraona requerida realice o no el pago a que sa la intima. En al caso negativo cual-tercer poseedor- $&Ie raqulere notarial o JudicIalmente) y al que aparece
seguirá I~ejecución ade!anta; on la hipótesia contraria -si el pago se efectúa- ha. en tlicha c8rtificacl6n la Quien S8 la notifica). En la prActica, el problams pU9dl1
brá termmado el procedimiento (pág. 131). De manera que el adquirente de finca r9solvorse. no obstante. sin dificultad. porque tambión los reQuerimientos se no-
h.lpotecada, como destinatario del requerimiento de pago, es objeto de Intima- tifican -en sentido ampllo-. V consiguientemente no hay obstáculo en admitir la
cIón para q~8 pague. V su conducta 'rante al requerimiento tiene especial rale. termlnQlogla de la ley, a sabiendas de <¡ue en este caso notificación y requeri-
vancla Juridlca: porque o paga. V se termina la reclamación 01extinguirse la deu- miento prOducen anAlogo afecto y la forma legal de los segundos 8e remite en
da; o no paga, V sigue adelanta la ejecución.
sustancia a la prescrita para los primeros. salvo el punto concreto de la Contas-
Mayor Interés tienen para nueslro estudio las refloxlones que hace el profesor tación del requerIdo, que en la elecuclón hipotécaria no cabe entender admisible
GUASP sobre las parson89 legitimad ss para Intervenir tln este procedimiento por aplicación dal término expreso qua contiene la regla quinta (págs. 1348 136.
ajecutivo. Veámoslas en apretado resumen: Debe considerare e como partes al Los subrayados Son mfolil).Partiendo de tan razonable Interprotaclón puede su.
acreedor. ejecutante y al deudor. En sentido astricta, el deudor es el Bujeta pasivo peratse la imprecisa lerminolog(a legal en este punto, V antender qua al tercer
de la obligación cuyo cumplimiento $0 reclama, V asl, lo seré el que debe afecti. poseedor de finca hipotecada hay que requerlr!e de pago en todo CAeo.cualquie-
'lamente le prestación que el acreedor tiene derecho a exigIr. Pero dirigiéndose ra que sea el momento en que aparelca. si ésta 9S anterior a la fecha do expedl.
la ejecución contra los bienes objeto de le hipoteca. el que la soporta directa- clón de la certlficacl6n de cargas. Lo cual rovele su cardcler de deudor.

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deude garantizada como trámite pravlo a la realización de valor
de la finca hipotecade. Aunque en el mismo procedimiento se re-
quiera también de pago y con carácter previo al vendedor o deu-
dor personel; ello se hace tanto para acreditar el Impago del cré-
dito simple u ordinario que pone en marcha la aflcacladl! la..
garantla real. como para facilitar el cobro por el acreedor si el
vendedor quiere llegar a pagarlo lart. 127-5 lH).
En resumen podemos concluir que, cuando se compra una fin-
ca hipotacsda. el comprador se convierte no sólo en sujeto pasi.
va del crédllo hipotecario, sino temblén de la obligación perao:
nal en la inmensa mayorla da los casos; unas veces porque asr lo
establece le ley, otras porqua se pacta axpreaamente la asunción
Obligaciones y cláusulas
de deuda, y otras porque el comprador retiene o descuenta del accesorias en la hipoteca:
precio el importe de le deuda hipotecarle, con lo cual ae produce
la aaunción tácita de la deuda peraonal. Eaas fórmulas de reten- problemas y posible garantía
ción o descuento son Iss más habituales y razonables en la for-
mulación del contrato de compra. De esta maners el comprador
de una finca en esas clrcunatenclas es al mismo tiempo sujeto Por
pasivo de la hipoteca o del crédito hlpotecerlo y deudor perso-
PEDROAVILA NAVARRO
nal. Sólo excepcionalmente y en muy re ras ocasiones cabe que.
frente e le situación del comprador sujato a Is carga hipotecaria Registrador de la Propiedad
que grava au flnce, siga siendo el vendedor deudor personal.
Notarlo
Pero aún en eaos supueatos excepcionales, la cualidad de sujeto
pasivo de la deuda y la determlneción de a quién corresponde
son cuastiones de muy poca Importancia práctica. Porque en el
ámbito del procedimiento ejecutivo y del ejercicio de la ecclón
real hipotecaria. lo Importante ea el eujeto pasivo del crédito hi-
potecario o deudor ob remo que se Identifica con el comprador
de la finca hipotecada .

• En la pntetica. la acción personal sólo 88 ejercitaré cuando s88 Insuflcltlnte


al valor de la finca hipotecada para pagar el Importe do la deuda garantizada.
mediante el ejercicio de la responsabilidad patrlmonlfll del deudor y su extensión
a otros bienes, o mediante la petición de ampliación de la garanthl.

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