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Aprender a vivir con las diferencias:

La determinación del amor, la fe y la paciencia

¿En que es diferente el hombre con la mujer?

¿Cuándo nos damos cuenta que somos diferentes?

¿Será posible vivir juntos en armonía, aunque seamos


diferentes?

“Toda pareja tiene la posibilidad de vivir en armonía, con


tranquilidad y compartiendo libremente, si aprenden a
manejar sus conflictos y diferencias sabiamente”

Sin embargo, debemos recordar que vivimos en un mundo


crítico: ¿porque?

1. por el trasfondo de cada uno que es muy complejo


2. por las costumbres del pasado
3. por la forma de vida del pasado
y se convierten en graves problemas y corren a gran
velocidad por nuestra mente “el pensamiento de la
separación y consecuentemente el divorcio”

Estas frases son muy cotidianas

1. no lo aguanto mas
2. me siento frustrado(a)
3. veo que no avanzo, y no crezco
4. con él(ella) no puedo, he intentado muchas veces
Entonces viene sentimientos de frustración, impotencia,
desesperanza y notamos que estamos “enfrentando a
fuerzas que son más grande que nosotros”

Es allí cuando nos enfrentamos a una crisis, una de esas que


son recurrentes y por momentos nos lleva a pensar que
todas las buenas determinaciones pasadas y todas las
promesas de cambio de nuestro cónyuge, no fueron sino vil
patraña para seguir manipulando una relación interpersonal
que moría lentamente.

La profunda decepción nos lleva a reaccionar de muchas


maneras, ejemplo: “ya no quiero volver a hablar más del
asunto” “ya hemos hablado de esto lo suficiente” “no
importa lo que prometas, siempre volveremos a los mismo”
“estamos en el mismo lugar en que estamos meses atrás”

Un auto examen para ambos


Como no existe la pareja perfecta, pero si es necesario
reflexionar…
Es un poco complejo, pero tenemos que tratar de descubrir
el ¿por qué nuestras diferencias en vez de ser vistas como
elementos necesarios para ayudarnos en nuestras
carencias, para complementarnos en lo que nos falta, son
vistas como algo amenazante y destructivo?
¿Por qué las diferencias con nuestro cónyuge en vez de ser
usadas para el beneficio del matrimonio resultan en el
perjuicio de la relación conyugal?
Es porque las parejas ven sus diferencias como algo
amenazante, cuando uno o ambos cónyuges tienen
demandas y expectativas exageradas.

Lo mismo ocurre cuando uno o ambos cónyuges están


viviendo una temporada de serio estrés que aumenta
considerablemente la sensibilidad o nos convierte en menos
tolerantes.
Finalmente, las diferencias se convierten en destructivas
para la relación matrimonial cuando los cónyuges no tienen
la actitud adecuada.

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