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El documento resume los 12 acuerdos de paz alcanzados entre el gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca entre 1991 y 1996 para poner fin a la guerra civil. Los acuerdos se centraron en la democratización, derechos humanos, reasentamiento de personas desplazadas, esclarecimiento histórico, derechos indígenas, aspectos socioeconómicos, fortalecimiento del poder civil y función del ejército, cese al fuego definitivo, y reformas electorales y constitucionales.
Descripción original:
Los Acuerdos alcanzados y sus efectos.
y su fundamento del derecho a la paz y su protección.
El documento resume los 12 acuerdos de paz alcanzados entre el gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca entre 1991 y 1996 para poner fin a la guerra civil. Los acuerdos se centraron en la democratización, derechos humanos, reasentamiento de personas desplazadas, esclarecimiento histórico, derechos indígenas, aspectos socioeconómicos, fortalecimiento del poder civil y función del ejército, cese al fuego definitivo, y reformas electorales y constitucionales.
El documento resume los 12 acuerdos de paz alcanzados entre el gobierno de Guatemala y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca entre 1991 y 1996 para poner fin a la guerra civil. Los acuerdos se centraron en la democratización, derechos humanos, reasentamiento de personas desplazadas, esclarecimiento histórico, derechos indígenas, aspectos socioeconómicos, fortalecimiento del poder civil y función del ejército, cese al fuego definitivo, y reformas electorales y constitucionales.
efectos. 1. Acuerdo marco sobre democratización para la búsqueda de la paz por medios políticos (Acuerdo de Querétaro), Querétaro (México), 25 de julio de 1991.
2. Acuerdo global sobre derechos humanos, México, D.F.
(México), 29 de marzo de 1994.
3. Acuerdo para el reasentamiento de las poblaciones
desarraigadas por el enfrentamiento armado Oslo (Noruega), 17 de junio de 1994.
4. Acuerdo sobre el establecimiento de la Comisión para el
esclarecimiento histórico de las violaciones a los derechos humanos y los hechos de violencia que han causado sufrimientos a la población guatemalteca Oslo (Noruega), 23 de junio de 1994.
5. Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos
indígenas. México, D.F. (México), 31 de marzo de 1995.
6. Acuerdo sobre aspectos socioeconómicos y situación
agraria México, D.F. (México), 6 de mayo de 1996. 7. Acuerdo sobre fortalecimiento del poder civil y función del Ejército en una sociedad democrática México, D.F. (México), 19 de septiembre de 1996.
8. Acuerdo sobre el definitivo cese al fuego Oslo.
(Noruega), 4 de diciembre de 1996.
9. Acuerdo sobre reformas constitucionales y régimen
electoral Estocolmo (Suecia), 7 de diciembre de 1996.
10-Acuerdo sobre bases para la incorporación de la
Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca a la legalidad Madrid (España), 12 de diciembre de 1996.
11-Acuerdo sobre el cronograma para la
implementación, cumplimiento y verificación de los acuerdos de paz Guatemala (Guatemala), 29 de diciembre de 1996.
12-Acuerdo de paz firme y duradera Guatemala
(Guatemala), 29 de diciembre de 1996. A cinco años de la firma de paz: Un balance crítico.
Al cumplirse cinco años de la firma de paz se ideo realizar un
foro académico con la finalidad de mover la reflexión sobre el proceso de paz en el país. La intención de esto era aportar todos aquellos logros que después de que ya firmados los acuerdos de paz se hayan obtenido. Podemos decir entonces que se estaba implementado el proceso de paz que se había pactado. Hubo una serie de aportes, logros y criterios sobre el avance del mismo, que tratadistas, comentaristas, expertos y analistas concluyeron con que si se estaba dando una prosperidad racional del proceso de paz y que conforme el tiempo los resultados serían más favorables. Se dividió en dos foros: uno interno y el otro público en los que hicieron énfasis sobre las potencias que en ambos estaban generando y el aporte de desarrollo que se estaba obteniendo, aunque por otro lado también se veía lo contrario a este proceso.
El cumplimiento de los acuerdos:
Este se estructuro en torno a una síntesis basada en seis
procesos fundamentales: Primero la profundización de la democracia basada en la participación ciudadana para fortalecer el poder local, segundo con la constitución de la nación pluricultural, multiétnica y multilingüe, tercero aportar cambios en las funciones constitucionales del ejército y de la policía, cuarto un proceso de reformas y modernización del Estado, referente a los sistemas judiciales y al sector de justicia, quinto una inversión realmente nacional, principalmente con recursos propios en la Guatemala rural y por último la consiente transformación de las políticas y prácticas fiscales.
La mayor parte del cumplimiento de los acuerdos
corresponde a la voluntad propia para lograrlo porque solo así se consigue la paz misma del país ya que dichos acuerdos devengan compromisos de manera que se mantenga ese rubro esencial que garantice el desarrollo de los derechos de los seres humanos, es por ello que deberían cumplirse todos al pie de la letra sin omisión alguna.
Logros del proceso de Paz
Superación de la violencia: Se basó en instrumentos que
actuaron de manera represiva contra el sistema de violencia que era el principal factor que se desarrolló en el desenlace del conflicto armado interno, por lo que con mecanismos e instrumentos de carácter político y social se logró erradicar la mayor parte de violencia que en esas instancias se vivía en la población. El caso principal fue la implementación de mecanismos no violentos en la fuerza político militar respetando la vida democrática y la posibilidad de no volver a la vía armada, por lo que si bien es cierto con esto en el presente y en los próximos años era más probable no volver a fracasar con la misma magnitud de violencia que se vivió en el pasado. Los aparatos represivos que el Estado planteo fue fundamental para el respeto de los derechos humanos de los ciudadanos, dándole la única facultad a los órganos o tribunales para administrar la justicia de manera considerativa y equitativa. Desmilitarización de la vida política: Si bien sabemos que durante muchos años el predominio del poder estaba en manos de la institución armada sobre la política, por lo que según la vía democrática se logró retirar a los militares del ejercicio directo de la política, constituyendo este logro como algo sustancia del proceso de paz, creando un único cuerpo de seguridad de carácter civil que a lo largo de los años, a través de estos cuerpos de seguridad se daría la reducción sustancial del poder sobre la sociedad.
Reformas a la inconstitucionalidad del Estado: Hubieron
propuestas muy onerosas para crear conjuntos de leyes y reformas a la legislación secundaria, se logró la introducción de reformas al Organismo Judicial, reformas estatales al aparato electoral para que todos actuaran conforme a la continuidad de los acuerdos de paz introduciendo un mayor nivel de participación ciudadana en el proceso electoral, hasta la fecha son muy escasas las muestras de avance en este campo porque se ha perdido la práctica de principios políticos, culturales, sociales y religiosos por lo que la población se encuentra inmersa en una contienda social.
A diez años de distancia: evaluación critica del estado
actual de los acuerdos de Paz
Se evalúa de manera universal el tiempo transcurrido
desde la firma de los acuerdos de paz comprobando de que se han logrado grandes avances económicos, culturales y sociales a grandes rasgos porque a la verdad se necesita más capacidad y dominio democrática para dar un mejor avance; todo ello se sintetiza en que si hay un avance intelectual y que si ha generado transformación y estructuración del nuevo Estado de Derecho. En 2005, se creó un decreto que encuadraba la orientación, regularización y cumplimiento de los Acuerdos de Paz, como una de los deberes constitucionales del Estado con el fin de proteger, promover y garantizar el bien común y la justicia, seguridad, paz y desarrollo de la población.
Acuerdos de paz tienen logros parciales tras 15 años
Según encuestas y análisis acerca de los acuerdos de paz se crea la idea que dichos acuerdos fueron creados como un alcance para el futuro en el que este sería el desarrollo en lo económico, social y político del país. Aunque cabe recalcar que para obtener buenos resultados en todos los ámbitos que la sociedad interactúa, debemos hacer un análisis consiente sobre: si se cumplen o no dichos acuerdos, porque la mayoría de las personas se enfocan más en el interés particular dejando por un lado el interés colectivo. El cumplimiento debe ser una legítima aspiración de toda la población guatemalteca, encaminada hacia un mismo fin para que tales efectos sean universales y enfocados en el mejoramiento, superación y crecimiento del ser humano. El fundamento del derecho a la paz y su protección. Según el Diccionario de la Real Academia de la Lengua Española, paz del lat. Pax, pacis es, entre varias acepciones:
a) Situación en la que no existe lucha armada en un país o
entre países.
b) Relación de armonía entre las personas, sin
enfrentamientos ni conflictos.
En Guatemala la paz ha sido una palabra bastante
mencionada pero poco abordada, es imposible hablar de paz sin tomar en cuenta la Guerra Civil Guatemalteca que acabó en unos prominentes Acuerdos de Paz suscritos por el Gobierno de la República y la Unidad Revolucionaria Nacional Guatemalteca culminados el 29 de diciembre de 1996.
"La guerra tuvo causas que no debemos olvidar: intolerancia
política, fanatismo ideológico, pobreza, concentración de la riqueza en pocas manos, privilegios y oportunidades para unos cuantos, una cultura de violencia y falta de respeto a la voluntad popular. Hay muchas más, pero todas se sumaron para provocarla; algunas se han superado, unas están en camino de resolverse, pero otras ni siquiera se han discutido". Benito Juárez el 15 de julio de 1867 en una declaración política dijo: “el respeto al derecho ajeno es la paz”, aduciendo que esto ocurriese entre las personas y las naciones.
Muchos años después aún se profesa tal frase. Sin embargo,
la paz, para un país como el nuestro, es “el estado de negación de la voluntad humana a accionar su persona contra sus semejantes”. A Guatemala se le vendió la idea de paz durante la colonización, cuando los indígenas eran demasiado violentos y su forma de resolver conflictos no coincidía con las ideas europeas, ante tales manifestaciones, los colones acordaron someter al país en una idea de que sus actos eran “intrínsecamente malos, que necesitaban paz, y por lo tanto los administrarían para lograr estabilidad política e individual”, bajo esta premisa la paz fue vendida y los indígenas creyeron que la raza que los visitaba era superior y debían acatar sus órdenes, desconociendo que el comportamiento del español era una excusa para aprovecharse de ellos de la manera más inhumana y poco civilizada.
Se identifican tipos de paz para el país:
a) Paz colectiva emanada del Estado
El estado de Guatemala a través de su Constitución Política
trata, en reiteradas ocasiones de hacernos saber que existe para proteger y garantizar nuestra paz, tal es el caso del Preámbulo que establece: “… como responsable de la promoción del bien común, de la consolidación del régimen de ilegalidad, seguridad, justicia, igualdad, libertad y PAZ”. Ahí está la palabra, esto nos muestra una idea que, desde el inicio del Texto Supremo, esta no acción es una garantía. Avanzando nos encontramos con el artículo 2, el cual establece: “Es deber del Estado garantizarles a los habitantes de la República la vida, la libertad, la justicia, la seguridad, la paz y el desarrollo integral de la persona”. Y de este modo es posible identificar distintos artículos que velan por una anhelada paz para los habitantes; sin embargo, es fundamental recordar que de poco sirve que todos seamos iguales ante la ley si la ley no es igual ante todos. Incluso, los tratados internacionales y demás asuntos referentes a la Diplomacia, son apegados al hecho de buscar la paz para sus habitantes. El Congreso de la República a través del artículo constitucional 171 literal f) recibe la potestad de Declarar la guerra y aprobar o improbar los tratados de paz. El ejército es otra parte del ordenamiento político que lucha por conseguir paz a través de la violencia.
Está claro que la ley anhela paz, que en un sentido abstracto
los legisladores trataron de dejarla a las generaciones próximas en la nación una garantía esencial de tipo omisión, la cual es la Paz, es notorio el interés en procurar este fin. b) Cultura de Paz
La paz depende exclusivamente de cada ciudadano, parte de
su exclusividad radica en el hecho de que no puede el Estado obligar a la población a actuar con paz, ya que una ley posee carácter coercitivo, sería irónico y hasta incoherente obligar al ciudadano a actuar con paz a través de la represión.
Surge entonces, la cultura de paz, que no es más que “una
serie de valores, actitudes y comportamientos que rechazan la violencia y previenen los conflictos tratando de atacar sus causas para solucionar los problemas mediante el diálogo y la negociación entre las personas, los grupos y las naciones.”
La cultura de paz, es la paz de todos, es nuestra
manifestación de rechazo a la guerra y la aceptación al diálogo y a la tolerancia con nuestros semejantes.
Lo contrario a este concepto es una cultura de violencia y no
hace falta explicarlo, basta y sobra con ver un noticiero vespertino y percatarse que hubo heridos, muertos, a causa de un conflicto que se resolvió por medio de violencia. Ni más ni menos. c) Irenología
La Irenología o paz entre países, es la ciencia que “se ocupa
del estudio multifactorial de los conflictos internacionales y las amenazas a la paz”.
Este concepto es relativamente nuevo y más allá de buscar la
paz a nivel diplomático, busca la justicia, el desarrollo económico y social equilibrado y el conocimiento y respeto mutuo entre las naciones.
Guatemala a través de su artículo 46 le otorga preeminencia
a los Tratados Internacionales en materia de Derechos Humanos, y la paz es un derecho fundamental, por lo tanto, es un paso adelante entre naciones que nuestro país logre adherirse a sistemas irenológicos contemporáneos.
No pocos dicen que habría que olvidar los acuerdos de
paz y plantear agendas más actuales. Me resulta inmoral olvidar que los acuerdos costaron muchas vidas y dolor humano. Además, semejante frivolidad obvia que, al incumplirlos, las raíces del conflicto interno están presentes.