Documentos de Académico
Documentos de Profesional
Documentos de Cultura
TABLA DE CONTENIDO
Resumen ...........................................................................................................................4
Introducción .....................................................................................................................5
CAPÍTULO I.
1.2. El régimen general del riesgo propuesto por la doctrina y sus falencias...........11
CAPÍTULO II.
CAPÍTULO III
3. Propuesta ....................................................................................................................28
3.1. Uso de la interpretación de los contratos y los principios generales del derecho
........................................................................................................................................28
4. CONCLUSIONES .....................................................................................................42
REFERENCIAS.............................................................................................................45
4
RESUMEN
ABSTRACT
Introducción:
El interés que guía la presente investigación está relacionado con la pregunta por la
relevancia de los riesgos contractuales en la teoría del derecho de los contratos. Con ese
interés en mente, se parte en este trabajo de la idea de que el contrato desempeña el papel
de distribuidor de riesgos en las relaciones negociales, donde el fin último será garantizar
la ocurrencia de los efectos que contractualmente se acordaron como prestación (objeto
jurídico). Lo anterior, amparado por la seguridad jurídica que brinda el contrato como
“Ley para las Partes” (Artículo 1602 del Código Civil) a través de la creación de
obligaciones, que pueden ser más de una y, de así serlo, pueden ser de cumplimiento
recíproco entre los contratantes.
Así pues, a diferencia de los actos jurídicos unilaterales (que solo requieren la existencia
de una voluntad), los contratos siempre implican el concurso de voluntades, es decir, se
conciben como instrumentos bilaterales en su formación, pero los efectos que generan
pueden derivarse en unilaterales o bilaterales. El artículo 1496 del Código Civil
colombiano define el contrato “unilateral” como aquel en que “una de las partes se obliga
para con otra que no contrae obligación alguna” y “bilateral cuando las partes contratantes
se obligan recíprocamente”1.
En este sentido, se hará uso de la noción de contrato propuesta por María Eugenia
Gutiérrez desde una visión contemporánea, que busca dar cuenta de la realidad
económica, social y política en la que se enmarcan los vínculos contractuales. Esta
definición servirá de guía orientadora hacia la construcción y el desarrollo de los objetivos
de la presente investigación.
del deudor terminan siendo una garantía para el acreedor de, entre otros
supuestos, la ocurrencia de un hecho, la realización de una conducta bajo
determinados estándares de calidad, o la obtención de un resultado, etc.
Así mismo, de no llevarse a cabo lo prometido obligacionalmente, el acreedor
tiene como contrapeso un derecho subjetivo para exigir forzosamente el
cumplimiento al deudor. Entonces, por medio de un sistema de asignación de
derechos ante el incumplimiento, una vez se concrete el riesgo garantizado la
parte que asumió ese riesgo -el deudor- deberá responder ante la otra -el
acreedor- de la no concreción de las expectativas contractuales. Bastará con la
concreción del riesgo, entendido como la frustración de la obligación a cargo
del deudor, para que se hable de incumplimiento; siendo irrelevante si dicha
concreción estuvo determinada o no por un ánimo culposo o doloso de este2.
Sin embargo, como se verá a lo largo de este trabajo, existen situaciones que han escapado
de la previsión del legislador y, en la práctica, suponen como consecuencia un limbo
jurídico para la parte que, a pesar de no ver satisfecho su interés en el contrato, sigue
teniendo la calidad de deudor respecto de la obligación recíproca que subsiste. Resulta
entonces insuficiente que solo haya regulación respecto de esta materia para un tipo
específico de obligaciones: obligaciones de dar, mientras los otros tipos obligacionales se
ven ausentes en la ley, aunque no son menos frecuentes en los objetos contractuales.
2
Gutiérrez, María Eugenia. Reconstrucción de la regulación del incumplimiento contractual a través del régimen de
conformidad. Tesis de Maestría, (Barcelona, Universitat de Barcelona, 2020), p.27.
7
Por tanto, las preguntas de investigación que orientarán este trabajo son las siguientes:
¿cómo debería realizarse la asignación de los riesgos en contratos bilaterales que
contengan obligaciones de hacer y no hacer dadas las dificultades para insertar estas
obligaciones en la teoría clásica de los riesgos? Y, ligada a la anterior, ¿la exigibilidad de
cumplimiento de la obligación recíproca que subsiste en cabeza de uno de los contratantes
se ve menguada por cuenta de la frustración de cumplimiento (temporal o permanente)
de la obligación recíproca asignada a la otra parte contractual?
Bajo el lente de las anteriores preguntas guías, esta investigación se propone los siguientes
objetivos: 1) Planteamiento del problema: presentar las particularidades de las
obligaciones de no hacer y hacer que impiden que se les apliquen los fundamentos
clásicos de la teoría de los riesgos y las incongruencias de hacer uso de una aplicación
analógica con las normas creadas para las obligaciones de dar en el ordenamiento civil y
comercial colombiano. 2) Propuesta de solución: demostrar que, a través de los principios
del derecho, sus reglas de interpretación y las instituciones que regulan el ámbito de los
contratos bilaterales es posible dar una solución práctica, justa y jurídicamente viable al
riesgo contractual que resulte en las obligaciones de hacer y no hacer una vez estas se
imposibilitan por una causa no imputable a su deudor.
Así pues, se excluyen, por una parte, los contratos con prestaciones unilaterales por no
suponer una problemática a falta de obligación correlativa que pueda quedar pendiente
en el contrato. Y se excluyen también las obligaciones de dar considerando que, por
encontrarse explícitamente regulados los riesgos sobre estas en la ley, dejan de ser
relevantes para la presente investigación.
8
Para demostrar la tesis antes enunciada, este trabajo estará dividido en las siguientes
partes: en un primer momento, se expone el contexto de los riesgos en cualquier tipo de
contrato, para luego analizar las concepciones clásicas sobre la teoría de los riesgos.
Posteriormente, la investigación se concreta en el estudio de diferentes supuestos como
ejemplos para ilustrar las dificultades prácticas en la aplicación de las teorías clásicas a las
obligaciones de hacer y no hacer. A partir de esto, la investigación transita hacia la
insuficiencia de las teorías clásicas, con el propósito de finalmente, generar una respuesta
que supere las dificultades expuestas y pueda ser aplicada en la práctica contractual de una
manera justa y eficaz.
Para abordar esta sección es necesario considerar que la repartición de riesgos dentro de
un contrato se ve materializada en los remedios que se dan tras la frustración de
cumplimiento de las obligaciones de las que dicho contrato es fuente, y estos remedios
deben tener notas específicas cuando se trata de contratos bilaterales y sinalagmáticos,
donde las partes del contrato tienen dos caras, esto es, son acreedores y deudores
recíprocos.
9
En este sentido, Ospina Fernández establece que “el riesgo es el detrimento patrimonial
que acarrea la extinción de las obligaciones causadas por el caso fortuito o fuerza mayor
de que el deudor no sea responsable”4. Siendo así, es claro que “el riesgo supone que la
responsabilidad haya sido previamente resuelta en sentido negativo”5.
Con base en este panorama, se hace evidente que las vicisitudes que afectan una
obligación repercuten en la obligación que le resulta interdependiente 7. Es así como la
3 Ortiz Gómez, Gerardo. El nexo causal en la responsabilidad civil. En Derecho de las obligaciones, tomo II, vol. I,
324, Marcela Castro de Cifuentes, coord., Ediciones Uniandes, (Bogotá: Editorial Temis. 2013), p.315.
4 Ospina Fernández, Guillermo, y Eduardo Ospina Acosta. Teoría general del contrato y del negocio jurídico.
En el escenario de las obligaciones de dar, para que se configure una imposibilidad, debe
existir la pérdida de un cuerpo cierto. Para este tipo de riesgos el legislador ha generado
diferentes respuestas según el régimen contractual (civil o comercial) en que se
desarrollen. En este contexto, dos normas encabezan la regulación de la teoría de los
riesgos en el ordenamiento jurídico colombiano.
Por una parte, el artículo 1607 del Código Civil dispone que el riesgo del cuerpo cierto
cuya entrega se deba es a cargo del acreedor de la obligación que se hace imposible. Esta
solución obedece al denominado principio del res perit creditori, donde, el acreedor de
la obligación imposible, a pesar de que no reciba el objeto que se le adeudaba, sí debe
cumplir con la prestación correlativa, y de haberlo hecho previamente, nada podría
reclamar a título de reembolso.9
Por otra parte, el artículo 929 del Código de Comercio regula el supuesto en el cual, dentro
de un contrato de compraventa, ocurre la pérdida de un cuerpo cierto por causa extraña
antes de la entrega. La solución dada en este régimen implica que el deudor de la
obligación imposibilitada corra con los riesgos (res perit debitori), desencadenando en
que la parte aludida no pueda exigir a su contraparte el cumplimiento de la
contraprestación pactada.
pacífica en reconocer que no existe una regla expresa sobre la teoría de los riesgos para
ser aplicada en las obligaciones de hacer y no hacer10.
1.2. El régimen general del riesgo propuesto por la doctrina y sus falencias.
Autores como Suescún hacen uso del artículo 822 del Código de Comercio12 para
establecer que en todos los contratos bilaterales que generen obligaciones de dar cuerpo
cierto debería recurrirse a la normativa civil, exceptuando únicamente de esta solución la
situación específica de la compraventa mercantil13. Sin embargo, cabe precisar que esta
posición, de igual forma, dejaría sin resolver la cuestión de las obligaciones de hacer y no
hacer, pues finalmente termina consagrando un principio general solo para los casos de
obligaciones de dar o entregar una especie o cuerpo cierto.
10 En este sentido, Castro de Cifuentes, Marcela, Derecho de las Obligaciones Tomo II Vol 2, (Bogotá, Ed Temis,
2010), p.508. Gómez Vásquez, Carlos y Andrés Felipe Aguilar Aguirre, Riesgo contractual, La teoría de los riesgos
en el derecho privado colombiano, (Medellín, Universidad de Medellín, 2009), p.58. Suescún, Jorge. Derecho
privado. Estudios de derecho civil y comercial Contemporáneo. Tomo I. 2a ed. (Bogotá: Legis, 2003), p.34.
11
Solarte, Arturo. Imposibilidad sobrevenida de cumplimiento y asignación del riesgo en los contratos bilaterales. El
caso de las obligaciones diferentes a las de dar cosas de cuerpo cierto. Apuntes para un debate. Instituto colombiano
de responsabilidad civil y del Estado, 6 de mayo de 2020.
12 Artículo 822 del Código de Comercio: aplicación del derecho civil. Los principios que gobiernan la formación de
los actos y contratos y las obligaciones de derecho civil, sus efectos, interpretación, modo de extinguirse, anularse o
rescindirse, serán aplicables a las obligaciones y negocios jurídicos mercantiles, a menos que la ley establezca otra
cosa.
13
Para Suescún la regla del res perit creditori es abiertamente inequitativa, pero sostiene que es la regla aplicable
como regla general en nuestro ordenamiento. Suescún, Jorge. Derecho privado. Estudios de derecho civil y comercial
Contemporáneo. Tomo I. 2a ed. (Bogotá: Legis, 2003), p.33- 34.
12
En contraste, la doctrina mayoritaria ha considerado que debe preferirse la regla res perit
debitori como respuesta global.
Para Fernando Canosa, por regla general debe aplicarse el res perit debitori, excepto
cuando el contrato tenga por objeto la transmisión de la propiedad de un cuerpo cierto15.
Esta postura se sostiene con base en la especialidad de la norma en el artículo 1607 del
Código Civil, es decir, se entiende que esta se limita a establecer la asignación de riesgos
al acreedor en obligaciones de dar cuerpos ciertos. Por esta razón, en aquellas
obligaciones no incluidas en el precepto normativo -v.gr. de hacer y no hacer- imperaría
la regla res perit debitori.
14 Hinestrosa, Fernando. Tratado de las obligaciones. Tomo I. Concepto, estructura, vicisitudes. 2a ed. (Bogotá:
Universidad Externado de Colombia, 2003).
15 Canosa, Fernando. La resolución de los contratos: incumplimiento y mutuo disenso. 5ta ed (Bogota: Ediciones
Juan Buto, editor, traducido por Mario Díaz Cruz, 1927), p. 597 y 598. citado en Fernando Canosa, La resolución de
los contratos : incumplimiento y mutuo disenso, introducción a la teoría general del negocio jurídico, manual de
práctica forense. 4a ed. (Bogotá: Ediciones Doctrina y Ley, 1995), p. 262.
13
Por otra parte, otro grupo doctrinal18 ha establecido que la teoría de los riesgos en materia
de obligaciones de hacer o no hacer no puede solucionarse a partir de la aplicación
analógica de las pocas normas existentes, puesto que estas solo brindarían respuestas
insatisfactorias para las partes del contrato.
18
Bonivento, Juan Felipe y Antonio Perry. La teoría de los riesgos en obligaciones de hacer y no hacer: ideas
generales para épocas de pandemia. Semillero de Derecho Contractual Francesco Galgano, Universidad de los
Andes., s. f.
19 Solarte, Arturo. Imposibilidad sobrevenida de cumplimiento y asignación del riesgo en los contratos bilaterales. El
caso de las obligaciones diferentes a las de dar cosas de cuerpo cierto. Apuntes para un debate. Instituto colombiano
de responsabilidad civil y del Estado, 6 de mayo de 2020.
20 ARTICULO 1524. C.C. Causa de las obligaciones. No puede haber obligación sin una causa real y lícita; pero no
correlativa de su contra parte. Bajo este espectro, una vez la obligación de una de las
partes se extingue por una imposibilidad sobrevenida, el sinalagma funcional del contrato
desaparece y se rompe la estructura interna del contrato. Al ser el contrato la fuente de la
obligación de la contraparte, ésta debe entenderse también liberada de la
contraprestación21.
Por su parte, Ospina Fernández llega a una conclusión paralela a la de la teoría de la causa,
pero se vale del requisito del consentimiento en los contratos bilaterales23 sugiriendo que
es innecesario recurrir a la causa para explicar la ineficacia del contrato tras la
21 En el mismo sentido explica Tamayo que, si las obligaciones del contrato sinalagmático son recíprocas e
interdependientes, se sirven mutuamente de causa, por tanto, en caso de que una de ellas falte, se cae toda la
operación. Tamayo Lombana, La responsabilidad civil extracontractual y la contractual. (Bogotá: Ediciones
Doctrina y Ley Ltda, 2005), p. 430 – 431.
22 Corte Suprema de Justicia, G.J. XLII, num. 1897, (el 5 de julio de 1935), págs. 52 y ss.
23
Ospina Fernández, Guillermo, y Eduardo Ospina Acosta. Teoría general del contrato y del negocio jurídico.
Séptima edición. (Bogotá: Editorial Temis, 2021), p.570.
15
imposibilidad no imputable al deudor de una obligación. Explica este autor que desde la
celebración del contrato el consentimiento prestado por las partes condiciona las
prestaciones a cargo a la efectiva ejecución de las prestaciones de la contraparte.
De esta manera, a través de una “teoría mixta” el autor citado determina que no tiene
justificación alguna atribuir la carga de los riesgos al acreedor de la obligación
imposibilitada considerando que este es igual de extraño que el otro contratante liberado
al caso fortuito acaecido, por tanto, la imposibilidad de ejecución extingue no solamente
la obligación afectada, sino la correlativa a cargo de la otra parte.
La teoría mixta determina entonces que en todas aquellas obligaciones diferentes a las de
dar o entregar especie o cuerpo cierto, se producirían los siguientes efectos:
En síntesis, tanto la teoría de la causa como la teoría mixta resuelven el problema de los
riesgos en las obligaciones de hacer y no hacer a través de la extinción24 del contrato en
su integridad.
La crítica que se hace a estas teorías es la incapacidad de la causa extraña para atacar la
existencia de elementos propios del nacimiento del contrato, pues según algunos autores,
un incumplimiento de una parte en la etapa de ejecución no tendría por qué repercutir en
su génesis25.
24 Aunque podría tornarse una cuestión de matiz, Fueyo Laneri objeta la solución de la “extinción” del contrato bajo
el entendido de que la resolución del contrato presupone un contrato perfecto y válido, anotando que lo que realmente
se extingue son los efectos del contrato en razón de un evento sobrevenido, posterior a la formación del contrato y
que en nada puede afectar la validez del mismo como para merecer su extinción. Fueyo Laneri, Fernando.
Cumplimiento e incumplimiento de las obligaciones. 2a. edición corregida y aumentada. Santiago de Chile: Editorial
Jurídica de Chile, 1992.Cumplimiento e incumplimiento de las obligaciones. 2a. edición corregida y aumentada.
(Santiago de Chile: Editorial Jurídica de Chile, 1992), p.291.
25
Fueyo Laneri, Fernando, p.294.
16
Ahora bien, una crítica importante frente a estas posturas, que más adelante se verá
reflejada en los supuestos que se pretenden exponer, conduce a evidenciar que las
fórmulas expuestas, que implican la extinción de la causa o el consentimiento,
necesariamente derivarán en la terminación del contrato y dicha solución no es la más
adecuada para supuestos donde se presente la imposibilidad temporal de ejecución o para
los contratos de duración o con múltiples obligaciones, no todas ellas interdependientes
con las que se hayan visto frustradas por la fuerza mayor.
Una vez trazado el panorama sobre el manejo que se le da a los riesgos en los contratos
celebrados bajo el régimen jurídico colombiano, el objetivo general de esta investigación
es identificar los problemas en la aplicación de la teoría clásica de los riesgos a las
obligaciones de hacer y no hacer con el fin de visibilizar la problemática y, a partir de
esto, como tercera parte de este trabajo, construir una propuesta que dé respuesta y
solución práctica a dicha problemática.
En este caso lo que ocurre es que no es posible para el contratista cumplir con un hito de
la obra por la ocurrencia de una causa extraña. Sin embargo, no es posible evidenciar, o
por lo menos no tan claramente, que dicha imposibilidad frustre la finalidad del contrato
para las partes.
Bonivento y Perry construyen una crítica hacia el manejo de esta situación a través de las
teorías clásicas28. Para estos autores cuando se trata de contratos bilaterales con
26 Por desarrollar actividades específicamente relacionadas con el servicio público de electricidad en Colombia, se
trata de una empresa regida por la ley 143 de 1994, del 12 de julio. Esta ley establece en su artículo 8 (parágrafo) que
el régimen de contratación aplicable a estas empresas será el del derecho privado.
27 Este ejemplo se inspira en los hechos ficticios del caso del Examen de Facultad 2022-02. Documento elaborado por
Pablo Rey, Juan Amaya, Juan Pablo Gómez y Luis Felipe García, (Bogotá: Universidad de los Andes, 2022).
28 Bonivento, Juan Felipe y Antonio Perry. La teoría de los riesgos en obligaciones de hacer y no hacer: ideas
generales para épocas de pandemia. Semillero de Derecho Contractual Francesco Galgano, Universidad de los
Andes., s. f.
18
obligaciones de hacer o no hacer, parecen ser más justas las reglas que propenden por no
asignar la pérdida al acreedor de la obligación imposibilitada, quien no ha recibido la
prestación debida a su favor. En realidad, se hace evidente que sería injusto someter a
esta parte al cumplimiento de una obligación que ha perdido su contraprestación en el
marco de un contrato bilateral. Sin embargo, las teorías clásicas, ya anteriormente
explicadas, parecen no ser adecuados o, por lo menos, insuficientes para explicar esta
elección.
El punto está en que, aunque el resultado de las reglas res perit debitori y sus teorías
auxiliares parece justo, su motivación es insatisfactoria.
Bajo este panorama, es necesario poner de presente qué ocurre en las situaciones en que
la imposibilidad de cumplir una obligación no necesariamente frustra el propósito del
contrato. Para analizar estos casos es indispensable considerar la frustración del fin del
contrato como una teoría fundamental a la hora de asignar los riesgos contractuales en las
obligaciones de hacer y no hacer.
Tanto la teoría de la causa, como la teoría mixta, extinguen la relación contractual, ya sea
basándose en la falta de causa o de consentimiento, atacan la existencia del contrato por
ausencia de elementos esenciales del contrato. Esta consideración es problemática ya que
no necesariamente estos son elementos que dependan por completo de la obligación
imposibilitada. Es así como puede que un contrato sobreviva cuando las partes consienten
en ello porque puede seguirse aspirando a la realización del fin del contrato.
En estos casos, la ruptura integral del contrato – como lo resolvería la teoría de la causa
o la teoría mixta - tendría sentido porque el mantenimiento de la relación contractual iría
en contra de elementos estructurales del contrato como lo serían la causa o el
29Chamie, Jose Felix. Frustration of Contract e Impossibility of performance en el Common Law estadounidense,
Revista de derecho privado, Universidad Externado de Colombia. Departamento de Derecho Civil, no. 18 (2010).
p.118
19
En el mismo sentido, el artículo 1256 del Código Civil italiano prevé la imposibilidad
temporal de la obligación y establece que la obligación solo se extinguiría en caso de que,
en razón del título de la obligación o la naturaleza del objeto, el deudor ya no pueda
considerarse obligado a realizar el cumplimiento o el acreedor ya no tenga interés en
obtenerlo.
En el ejemplo presentado sobre el contrato de obra, lo más común sería que el fin del
contrato permaneciera intacto, ya que seguramente la empresa contratante mantiene las
expectativas de la realización de la obra, razón por la cual es posible buscar la solución
en una suspensión y no en la extinción del contrato, descartando así las fórmulas dadas
por el res perit creditori, el res perit debitori y las teorías derivadas que extinguen el
vínculo contractual completamente.
Ahora bien, es preciso dejar claro que la imposibilidad transitoria de la obligación es una
posibilidad que se prevé de una manera muy limitada en la doctrina colombiana. Es así
como Ospina Fernández, por ejemplo, da cuenta de esta posibilidad estableciendo que es
necesario que la imposibilidad sea absoluta para que extinga la obligación. Bajo esta
perspectiva, la solución general que se le da a las imposibilidades transitorias no
imputables al deudor es la siguiente:
30
Ospina Fernández, Guillermo. Régimen general de las obligaciones. Octava edición. (Bogotá: Editorial Temis,
2020), p. 113.
20
contrato cuando se frustre el fin del negocio o exista interés de las partes que justifique
tal liberación31.
Por su parte, Canosa expone en esta misma dirección que no se puede producir la
extinción de la obligación en una imposibilidad transitoria debido a la necesidad de
constituir en mora al deudor como requisito para el ejercicio de la pretensión de
resolución. Así, considera el autor citado que la mora refleja un incumplimiento
definitivo, y por ende, el apenas temporal originado por una causa extraña, no sería
suficiente para justificar la resolución del contrato32.
Este criterio es el mismo que usa el laudo arbitral de Guillermo Zuluaga y otros contra
Hatogrande Yatch y Contry Club Cartagena Limitada, donde se establece que, “si los
hechos generadores del impedimento para cumplir tienen carácter temporal, el deudor
debe proceder a ejecutar su prestación cuando aquellos desaparezcan” 33. Teniendo en
cuenta estos parámetros se ha establecido que el deudor debe cumplir con sus
obligaciones dentro del menor tiempo posible una vez hayan cesado los hechos
constitutivos de fuerza mayor, y en este sentido, no le serían imputables perjuicios
moratorios al deudor de la obligación en cuestión, porque el retraso no le sería imputable.
Bajo este panorama es posible sostener que en el ejemplo planteado del contrato de obra
cabría la posibilidad de hacer exigible la obligación de la constructora una vez
desaparecieran las condiciones imposibilitadoras, y, en este sentido, la constructora
recibiría la remuneración pactada una vez lograse ejecutar la obra. Sin embargo, este
ejemplo tiene de particular que permite una suspensión sin mayores dificultades, puesto
que la exigibilidad de la obligación correlativa está evidentemente condicionada al
cumplimiento de los hitos.
31 Castro, Marcela. Derecho de las Obligaciones Tomo II Vol 2, (Bogotá: Editorial Temis, 2010), p.714.
32
Canosa, Fernando. La resolución de los contratos: incumplimiento y mutuo disenso. . 4a ed. (Bogotá: Ediciones
Doctrina y Ley, 1995), p.263 y 264.
33
Cámara de Comercio de Bogotá, Laudo arbitral de Guillermo Zuluaga y otros contra Hatogrande Yatch y Contry
Club Cartagena Limitada (del 20 de octubre de 2008)
21
En agosto del año 2018 la inmobiliaria Rumbo S.A.S, arrendadora, y Mar S.A,
arrendataria, suscriben un contrato de arrendamiento, cuyo objeto es un local comercial
que Mar S.A destina al bar Marea. En este contrato se pacta un canon mensual de dos
millones de pesos y se celebra por una duración de tres años.
A partir de abril de 2020, con ocasión de la pandemia, la parte arrendataria deja de pagar
el arrendamiento, alegando que no se encuentra recibiendo ninguna contraprestación a
cambio, puesto que por las medidas tomadas por el Gobierno Nacional tras la pandemia
del Covid-19, la inmobiliaria (arrendadora) no está cumpliendo con su obligación
principal del contrato de “conceder el goce del inmueble”…34
34 Es necesario recordar que la naturaleza jurídica, definición elementos, obligaciones, efectos y demás
particularidades del contrato de arrendamiento se encuentran reguladas en los preceptos contenidos en el Título
XXVI del Código Civil. Se aplican por remisión a los convenios nacidos en el ámbito mercantil, según reza el
artículo 822 del código de Comercio, salvo en lo especial que prevea ese texto normativo. Corte Suprema de Justicia,
SC 2500 – 2021, Rad. 00168-01, M.P. Luis Armando Tolosa (del 23 de junio de 2021).
35 Corte Suprema de Justicia, SC 2500 – 2021, Rad. 00168-01, M.P. Luis Armando Tolosa.
22
precio. Si se aplica la regla res perit debitori, el arrendatario se liberaría de pagar el precio
-y, según los lineamientos doctrinales generalizados, se extinguiría el contrato de
arrendamiento-. Finalmente, si se aplica la teoría de la causa o la teoría mixta sugerida
por ciertos autores, el arrendatario tampoco estaría obligado a pagar el precio,
produciendo un resultado aparentemente similar a la res perit debitori. Con
independencia de la teoría que se prefiera, basta notar en este punto que la elección de
una u otra no es en absoluto irrelevante, pues tiene consecuencias completamente
opuestas en las prestaciones que deberá asumir cada una de las partes.
Durante la pandemia, en la mayor parte de los casos se hizo imposible (por causa extraña)
la obligación a cargo del arrendador de conceder el uso y goce de la cosa al arrendatario
(es decir, una obligación de hacer) en el marco de los contratos de arrendamiento de local
comercial. Considerando que esta es la obligación principal del arrendador de acuerdo
con el artículo 1973 del Código Civil, surgen preguntas que fundamentalmente buscan
responder ¿Qué sucede con la obligación correlativa de pagar el precio a cargo del
arrendatario? Esta es, en concreto, una pregunta por la teoría de los riesgos aplicable al
caso concreto.
Evidencia del vacío jurídico es precisamente que las soluciones propuestas por el
Gobierno en su momento fueron insuficientes y contradictorias. En esta línea, el Gobierno
nacional expidió el Decreto Legislativo 797 del 2020 que permitía la terminación
unilateral de los contratos de arrendamiento de local comercial donde se desarrollaran
actividades económicas que por razones de orden público estaban suspendidas. En todo
caso, la terminación estaba supeditada al cumplimiento de tres requisitos: (1) encontrarse
al día en el pago de los cánones y servicios públicos causados; (2) su ejercicio dentro el
plazo establecido (hasta el 31 de agosto del 2020), y (3) el pago de una penalidad
correspondiente a una tercera parte de la cláusula penal fijada en el contrato y, a falta de
esta, el valor correspondiente a un canon de arrendamiento.
jurisdicción ordinaria o a la justicia arbitral. Por otro lado, la Corte estableció que la
medida imponía una carga excesiva al arrendador, quien no disponía de la misma
potestad36.
Si aterrizamos lo anteriormente dicho al supuesto planteado, vemos que Mar S.A, siendo
acreedora de la obligación que se imposibilitó, terminaría cargando las consecuencias de
la fuerza mayor. Esta consecuencia corresponde a la regla del res perit creditori, que
plantea el ordenamiento civil para las obligaciones de dar cuando se produce la pérdida
de la cosa.
Sin embargo, tal y como se dijo anteriormente, la regla del res perit creditori se encuentra
altamente criticada por la doctrina bajo los preceptos de la bilateralidad de los contratos.
Es innegable que se produce una solución inequitativa, donde el acreedor de la obligación
imposibilitada se ve obligado seguir cumpliendo con su obligación recíproca aun cuando
ya se ha presentado una ruptura en la relación interdependiente de las obligaciones, sin
que esta solución pueda responder a ninguna lógica contractual o ningún principio general
de los contratos.
Así pues, si evaluamos los parámetros de las teorías clásicas aceptadas mayoritariamente
y generamos una respuesta que atienda al res perit debitori, esto implicaría extinguir la
relación contractual. De esta manera, a falta de un remedio contractual más adecuado, la
mayor parte de los contratos de arrendamiento de local comercial se hubieran extinguido
36
Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-409-20. MP. Luis Javier Moreno Ortiz (el 17 de septiembre de
2020). https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2020/C-409-20.htm
24
durante la emergencia del COVID-19, aun cuando las partes del contrato no hubieran
visto sus intereses frustrados de manera permanente.
Esto hubiera vulnerado los derechos de las partes que hubiesen querido continuar con la
ejecución del contrato una vez cesara la imposibilidad. Pensando en el caso propuesto, es
probable que Mar S.A. no hubiera percibido la frustración definitiva del fin del contrato,
esto es, puede que haya mantenido la expectativa de reabrir el bar con el fin de continuar
ejerciendo sus actividades comerciales una vez las medidas del Gobierno colombiano así
lo permitieran.
Es difícil llegar a sostener que los efectos del COVID-19 implicaron la desaparición de
la causa o el consentimiento de los arrendatarios de locales comerciales, y por eso la
solución que la doctrina mayoritaria sostiene frente a la aplicación de la teoría de la causa
se hace inidónea, pues las mismas razones anteriormente expuestas en el primer ejemplo
pueden aplicarse esta vez para determinar que la extinción de la relación no es el camino
a seguir cuando la imposibilidad es meramente transitoria.
37Tal y como se seguiría del planteamiento expuesto anteriormente, compartido por autores como Ospina Fernández
y Marcela Castro. Ver Ospina Fernández, Guillermo. Régimen general de las obligaciones. Octava edición. (Bogotá:
Editorial Temis, 2020), p. 113 y Castro, Marcela. Derecho de las Obligaciones Tomo II Vol 2, (Bogotá: Editorial
Temis, 2010), p.714.
25
Por un lado, los principios UNIDROIT 38, en su artículo 7.1.7. (donde se regulan las
consecuencias de la fuerza mayor) establecen que: si el incumplimiento es solamente
temporal, la “exención” produce efecto solamente durante ese período de tiempo que se
considera razonable, teniendo en cuenta el efecto del impedimento sobre el cumplimiento
del contrato.
Los Principios del Derecho Contractual Europeo (PECL)40, establecen también que
cuando el impedimento sea tan sólo temporal, la exoneración produce sus efectos durante
el tiempo en el que persista el impedimento. Sin embargo, resalta que “si el retraso se
tradujera en un incumplimiento esencial, el acreedor puede tratarlo en tal sentido.” 41
Se resalta aquí que este último artículo referenciado refleja una especial atención a la
posibilidad de que se frustre el fin del contrato, lo cual como ya hemos visto, resulta
fundamental para generar consecuencias idóneas dentro de la relación contractual.
38 Los principios UNIDROIT enuncian las reglas generales referidas a contratos comerciales internacionales y son
usados constantemente para la interpretación o la integración de los instrumentos de derecho internacional uniforme.
Principios UNIDROIT sobre los contratos comerciales internacionales (2016), https://www.unidroit.org/wp-
content/uploads/2021/06/Unidroit-Principles-2016-Spanish-bl.pdf.
39 Este artículo se refiere a la posibilidad de exonerarse cuando una de las partes logre probar que se configura un
impedimento ajeno a su voluntad que no cabía razonablemente esperar o tener en cuenta en el momento de la
celebración del contrato, que lo evitase o superase, o que evitase o superase sus consecuencias. Comisión de las
Naciones Unidas para el derecho mercantil internacional, Convención de las Naciones Unidas sobre los contratos de
compraventa internacional de mercaderías (Nueva York, 2011),
https://uncitral.un.org/sites/uncitral.un.org/files/media-documents/uncitral/es/v1057000-cisg-s.pdf
40 Artículo 8: 108: (2). Ver en Comisión de Derecho Europeo de los Contratos, Principios de Derecho Europeo de los
Contratos. Traducción del texto de los artículos publicados en LANDO, BEALE, eds.,
Principles of European Contract Law, Kluwer Law International, (La Haya,
2000) p. 1-93. https://internationalcontracts.net/documentos-derecho-internacional/Principios-del-Derecho-
Contractual-Europeo.pdf
41 Reiterado en el Marco Común de referencia para el Derecho privado europeo.
26
En enero de 2010 el biólogo David Castaño se vio obligado a poner en venta su casa para
irse a vivir a otro país donde le surgieron grandes oportunidades laborales. Esta fue una
decisión muy difícil porque en el jardín de su casa David había conservado por más de
20 años una palmera que había sembrado su madre antes de morir.
En el mes de febrero, David conoció a Clara, una joven muy interesada en comprar el
inmueble, aunque sabía lo difícil que sería para ella pagarlo. Una vez comenzaron a
negociar la compraventa, David propuso a Clara la realización de un descuento sobre el
bien a cambio de que ella se obligara a no talar la palmera que era tan preciada para su
familia, por lo menos durante el tiempo que ella ocupara la casa. Clara estaba encantada,
pues la palmera hacía del jardín un hermoso lugar.
Aunque estos supuestos suelen ser negados u omitidos por la doctrina nacional, sí ha sido
reconocida en algunas legislaciones extranjeras, es así como, por ejemplo, el artículo 250
código civil de Brasil de 2002 reza de la siguiente manera: “la obligación de no hacer se
extingue siempre que, sin culpa del deudor, le resulte imposible abstenerse del acto que
estaba obligado a no hacer”.
La dificultad que presenta este supuesto en específico, como se verá más adelante, es
precisamente la cuestión que surge de la irreversibilidad del incumplimiento.
Una mirada desde el res perit creditori implicaría que David deba soportar las cargas tras
la imposibilidad de la obligación que contrató al vender el inmueble. Bajo este espectro,
nada podría alegar frente al incumplimiento contractual de Clara aun cuando este ya
hubiera cumplido con la obligación correlativa que sustentaba el contrato.
El uso del res perit debitori implicaría lo contrario, puesto que David estaría legitimado
para proponer la acción de reembolso contra Clara por el dinero que le descontó del
inmueble con el fin de que ella cumpliera la obligación de no hacer a cambio. El
fundamento que explicaría esta solución sería la extinción de ambas obligaciones con su
resultante efecto retroactivo.
Ahora bien, como se ha visto hasta este punto, retrotraer los efectos de las obligaciones
implica dificultades especialmente cuando la obligación no es una de ejecución
instantánea, sino que, como hemos visto, perdura a lo largo del tiempo. No solo comporta
los problemas que se han mencionado, sino que en este supuesto la teoría de la causa o la
teoría mixta adquieren total inviabilidad.
Por otro lado, haciéndose un análisis desde la teoría mixta, resulta aún más evidente que,
considerando que David no hubiera contratado con un comprador que pusiera en riesgo
la palmera de su casa, entonces dicho consentimiento desaparecería y el efecto extintivo
del contrato también sería devastador.
3.1. Uso de la interpretación de los contratos y los principios generales del derecho.
La integración contractual puede ser definida como la operación jurídica que busca
incorporar un término o elemento implícito al contrato para suplir sus lagunas, definiendo
de esa manera una reglamentación y efecto jurídico especifico que complemente los
términos consentidos por los contratantes y que permita resolver adecuada y
satisfactoriamente la controversia surgida entre las partes43.
42 Betti, Emilio, y José Luis Monereo Pérez. Teoría general del negocio jurídico. (Granada, España: Editorial
Comares, 2000), p.280.
43
Schopf Olea, Adrián. El lugar de la buena fe en la integraci6n de los contratos en el C6digo Civil chileno", Revista
Chilena de Derecho, vol. 48 No 3, (2021): 55 – 78, p.63.
29
En específico, así como la autonomía privada es el principio que permite articular los
términos expresamente estipulados entre las partes basadas en una voluntad común, la
buena fe contractual es el principio estructurador de todo el proceso de integración en el
contrato, pues introduce todas aquellas directivas que, a pesar de no haber sido pactadas
expresamente, las partes contratantes pueden razonablemente esperar de su
comportamiento recíproco.
44 Uribe-Holguín, Ricardo. Cincuenta breves ensayos sobre obligaciones y contratos. 2a. edición Aumentada y
corregida. (Bogota: Temis, 1979), p.237.
45
Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-1194/08, MP. Rodrigo Escobar Gil, (el 3 de diciembre de 2008),
https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2008/c-1194-08.htm
30
Como ya se ha evidenciado hasta este punto, las relaciones sinalagmáticas tienen una
estructura especial. La doctrina reconoce abiertamente que la contraposición e
interdependencia de las obligaciones dentro de un contrato sinalagmático, no solo
componen su esencia, sino que además generan consecuencias trascendentales en la
relación negocial cuando se produce una inejecución (parcial, total, definitiva o temporal)
de la obligación asignada a uno de los contratantes en su rol de deudor. Estos efectos
jurídicos incluyen, entre otros, la resolución del contrato por incumplimiento, la teoría
de los riesgos y la excepción por incumplimiento contractual49.
46 Corte Constitucional de Colombia, Sentencia T-475 de 1992, MP. Eduardo Cifuentes Muñoz, (el 29 de julio de
1992), https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/1992/T-475-92.htm
47 A partir del artículo 1618 del Código Civil colombiano, la jurisprudencia ha decantado que “la operación
interpretativa del contrato parte necesariamente de un principio básico: la fidelidad a la voluntad, a la intención, a los
móviles de los contratantes”. Corte Suprema de Justicia, Sala de casación civil, CCLV,568, (del 28 de febrero de 2005,
Exp. 7504)
48 Si bien el artículo 1621 del Código Civil colombiano determina la interpretación por la naturaleza del contrato,
estableciendo que en aquellos casos en que no apareciere voluntad contraria, debería estarse a la interpretación que
mejor cuadre con la naturaleza del contrato, procede observar que la Corte ha establecido que “no pueden aplicarse en
absoluto y sin excepción las reglas establecidas para un tipo determinado de contrato, cuando el que se celebró, no
obstante corresponde en lo general a ese tipo, exija un trato divergente a su fin especial, articulado en la convención
misma". Corte Suprema de Justicia, Sala Civil, G.J., t. XLVI, págs. 670 y 671, (el 31 de mayo de 1938).
49
En este sentido, ver Chinchilla, Carlos, La excepción de incumplimiento contractual: estructura, función y límites,
p.215.
31
Ahora bien, la frustración de cumplimiento, como se vio a lo largo del capítulo 2, puede
presentarse de diferentes maneras en una relación negocial específica, esto es, sobre el
contrato pueden acaecer incumplimientos propiamente dichos, esto es, una frustración
de cumplimiento atribuible al deudor: incumplimientos definitivos, temporales, totales,
parciales, remediables, irremediables… etc; así como frustraciones no atribuibles al
deudor, caso en el cual estamos ante un evento de extinción de esa obligación por el
acaecimiento de un hecho ajeno a este, que le es imprevisto e irresistible y que impide el
cumplimiento de la obligación a su cargo.
contractual y, por otra parte, es una interpretación que tiende a confundir esa figura con
instituciones del derecho civil diferentes.
Si bien en el Código Civil colombiano no hay una norma expresa que regule la excepción
de incumplimiento contractual50, tanto la jurisprudencia como la doctrina se han
encargado de reconocer su uso en los contractos sinalagmáticos. No obstante, el
fundamento de esta figura en Colombia ha sido deficiente.
La jurisprudencia colombiana51 se ha valido del artículo 160952 del Código Civil para
justificar la existencia de la excepción de incumplimiento en el ordenamiento jurídico
colombiano. Sin embargo, la literalidad de este artículo únicamente lleva a predicar la
compensación de moras, esto es, el artículo 1609 contiene una norma que pretende
consagrar la forma en que se constituye en mora a las partes de un contrato bilateral, mas
no induce a decir que la excepción de incumplimiento sea la facultad de rehusarse a
cumplir su prestación hasta tanto la otra parte no cumpla con su contraprestación.
De hecho, en Colombia esta norma ha sido tomada como un mecanismo de defensa que
se articula con la pretensión del actor de resolver el contrato por incumplimiento o
requerir el cumplimiento contractual. Esto quiere decir que el campo de acción que se le
ha dado a la excepción de incumplimiento ha estado supeditado al uso de otros tipos de
remedios: ejecución forzosa y/o resolución o terminación del contrato.
50 En contraste, por ejemplo, en el Código Civil Alemán (BGB) se consagra expresamente la excepción de
incumplimiento en el parágrafo 320, donde se expresa que quien esté obligado en virtud de un contrato bilateral
puede negarse a realizar la prestación que le corresponda hasta tanto la contraprestación no haya sido realizada, a
menos que esté obligado a realizarla primero. De manera análoga, el legislador italiano consagró la excepción de
incumplimiento en el artículo 1460 del Codice Civile.
51 Se tiene que aproximadamente desde la Sentencia de Casación Civil del 7 de diciembre de 1879 de la CSJ, la
los contratantes está en mora dejando de cumplir lo pactado, mientras el otro no lo cumpla por su parte, o no se allana
a cumplirlo en la forma y tiempo debidos.
33
El problema que tiene la aplicación directa del 1609 del Código civil en la teoría de los
riesgos es que es incapaz de generar consecuencias que solucionen la problemática
planteada, pues en realidad los supuestos de la imposibilidad de obligaciones de hacer y
no hacer se salen de la órbita de lo que puede solucionarse a través de la compensación
de moras.
El artículo 1603 del Código Civil colombiano consagra el principio de buena fe, al
establecer que “los contratos deben ejecutarse de buena fe, y por consiguiente obligan no
solo a lo que en ellos se expresa, sino a todas las cosas que emanan precisamente de la
naturaleza de la obligación, o que por ley pertenecen a ella”.
En este punto se hará énfasis en la función integradora de la buena fe, que implica la
inserción de valores y reglas aplicables al contrato con el fin de responder a las carencias
que pueda presentar el contrato de tal forma que se proteja la relación negocial.
Para realizar una propuesta idónea debemos partir de exponer qué se entenderá aquí por
la excepción de incumplimiento, analizando su estructura a partir de las enseñanzas de la
tradición del derecho civil, que permiten retomar su función sinalagmática.
La excepción de incumplimiento consiste en la facultad que tiene una de las partes del
contrato bilateral de rehusarse a ejecutar la propia prestación frente al incumplimiento de
la contraparte y tiene como finalidad suspender la ejecución del contrato de modo que se
garantice su supervivencia y con ello la sinalagmaticidad de la relación55. En este sentido,
la excepción de incumplimiento permite conservar el contrato preservando el equilibrio
entre las partes e incentivando el cumplimiento futuro de las obligaciones.
Mediante el empleo de esta excepción el deudor hace uso de la potestad que provoca la
inexigibilidad temporal de la prestación por él debida.
Por esta razón, la excepción de incumplimiento es una figura que puede ser aplicada, entre
otros, en los casos en que se produce la imposibilidad de cumplimiento por causa extraña.
Esto se debe a que el remedio no comporta una función sancionatoria, sino una que busca
mantener la posición de igualdad entre los contratantes58.
Como primera medida deberá verificarse que se trate de un contrato sinalagmático, puesto
que la funcionalidad de la excepción de incumplimiento se deriva de la doble posición
que tienen las partes al ser acreedoras y deudoras al tiempo. Si no se verifica este requisito
se hace imposible la operación de la excepción en comento por falta de prestaciones
recíprocas e interdependientes en el contrato.
58 Es el caso en que el arrendador entrega el bien para el arrendamiento luego del término previsto porque
previamente ocurre un terremoto que ocasiona ciertos daños al bien de modo que es necesario realizar ciertas
reparaciones antes de ser entregado, en este caso, el arrendatario no debe pagar los cánones correspondientes al
periodo en el cual no disfrutó del bien a causa del incumplimiento del arrendador, aunque este no sea imputable al
último. Ejemplo propuesto por V. Roppo, Il contratto, (Milan: 2011) citado en Chinchilla, Carlos, en p.d.p 862,
p.343.
59
Corte Suprema de Justicia, Rad. 00238-01. M.P. Jaime Alberto Arrubla Paucar, p.28.
37
Si bien naturalmente esta excepción opera sobre obligaciones que deben ser cumplidas
de manera simultánea, en realidad las partes pueden acordar otro modo de ejecución
contractual, ya sea en ejercicio de su voluntad privada o porque la naturaleza del contrato
así lo implique, considerando que en principio esto restringiría del remedio a quien esté
obligado a cumplir de primero.
Esto implica que, durante la pandemia del COVID-19, aunque el acreedor de la obligación
imposibilitada (goce del inmueble) fuese quien debía cumplir primero con la obligación
de pago del canon (a principio de cada mes) de la que es deudor, este hubiese podido
suspender su propia obligación del canon de arrendamiento en ejercicio de la excepción
de incumplimiento, siendo esto legítimo si no hubiese tenido la posibilidad (en el mes
38
anterior) de abrir el local comercial para el cual había destinado el inmueble arrendado,
lo que equivale a la no recepción de la contraprestación.
c. El tipo de incumplimiento
Frente a este último punto, cabe destacar las diferencias fundamentales entre la excepción
de incumplimiento y la resolución por incumplimiento, pues son dos instituciones que
operan sobre distintos tipos de incumplimientos y generan efectos sustancialmente
divergentes.
En particular, el tipo de incumplimiento que da lugar a la resolución debe ser uno de tipo
cualificado60, pues este es un remedio que el ordenamiento jurídico ha diseñado como
respuesta a un incumplimiento definitivo del contrato, ya que permite a las partes que se
han visto frustradas en sus intereses liberarse del vínculo, solicitar la terminación del
contrato en cuanto su conservación no genera ninguna utilidad para las partes ni para el
tráfico jurídico61.
62En este sentido, M. Treccani, Brevi note in tema di exceptio non rite adimpleti contractus e buona fede,
Rivista di diritto privato, n.° 1, 2006, p. 183, citado en Chinchilla, Carlos, La excepción de incumplimiento
contractual: estructura, función y límites en p.de.p. 897, p.353.
40
Una vez se verifican los criterios expuestos, cobra vida la razón de ser de la excepción de
incumplimiento. Por este motivo, la propuesta no resuelve la cuestión a través de la
resolución del contrato ni a través de la institución de la compensación de moras, sino a
través de la excepción de contrato no cumplido: que debe diferenciarse en sus efectos de
la resolución por su capacidad propia de suspender los efectos contractuales, en aquellos
casos en que sobrevive el interés, pero la suspensión conlleva no solo a la compensación
de moras sino al no pago de la obligación correlativa hasta que pueda volver a ser exigible
por el efectivo cumplimiento del excepcionado.
Ahora bien, frente a la teoría de los riesgos, es claro que la excepción de incumplimiento
es un instrumento que logra solucionar las dificultades previstas para todos aquellos casos
en que no es idónea la resolución del contrato, es por ello que podría establecerse como
subregla jurídica que, cuando se imposibilite una obligación de hacer o no hacer por causa
extraña de manera transitoria, y subsista en el contrato el interés de las partes por
continuar ejecutándolo una vez cese la imposibilidad de la obligación, el remedio idóneo
que permitirá al acreedor de la obligación imposibilitada suspender la ejecución de su
propia obligación será entonces la excepción de incumplimiento considerada desde la
órbita del mecanismo como tutela contractual.
63C. M. Bianca establece que el ejercicio de la excepción de incumplimiento interpuesta contra un incumplimiento
que ya se sabe que es definitivo, tal como sería el planteado en el tercer supuesto del capítulo2, es contrario a la
buena fe y resulta abusivo porque no colabora a tutelar el propio interés con la suspensión del contrato sino que
vincula indefinidamente a las partes generando un perjuicio al deudor sin justificación alguna. Bianca, Massimo
Dell'inadempimento delle obbligazioni (1979) citado en Chinchilla, Carlos, La excepción de incumplimiento
contractual: estructura, función y límites, p.de.p. 962, p. 376.
41
Para el caso concreto puesto bajo estudio, debe considerarse que la obligación de no talar
la palmera realmente solo tiene como obligación correlativa la aplicación del descuento
dentro del contrato global de compraventa. Es por ello que resultaría ilógico destruir todas
las obligaciones del contrato aun cuando la incumplida solo debería generar
consecuencias sobre su prestación recíproca.
Teniendo esto en cuenta, la respuesta que más se acoge a los principios derivaría en una
“resolución parcial del contrato”, donde las obligaciones extinguidas serían
específicamente: la obligación de no hacer por imposibilidad de cumplimiento y su
64 Mengoni, L., “Obbligazioni di risultato e obbligazioni di mezzi”, Rivista del diritto commer-
ciale, i, 1954, p. 185.
65 Se excluye la idea de una relación simple y lineal donde se ubican el crédito y el débito en cada extremo.
42
correlativa que sería la obligación de realizar un descuento sobre el precio total del
inmueble. Sin embargo, al ser esta última una obligación ya cumplida, para retrotraer los
efectos de ella deberá realizarse un reembolso, pudiendo el acreedor de la obligación
incumplida solicitar que se le devuelva el dinero descontado.
4. Conclusiones
Para sintetizar la propuesta realizada, se retomarán las dos preguntas de investigación que
orientaron este trabajo: ¿cómo debería realizarse la asignación de los riesgos en contratos
bilaterales que contengan obligaciones de hacer y no hacer dadas las dificultades para
insertar estas obligaciones en la teoría clásica de los riesgos? Y, paralelamente, ¿la
exigibilidad de cumplimiento de la obligación recíproca que subsiste en cabeza de uno de
los contratantes se ve menguada por cuenta de la frustración de cumplimiento (temporal
o permanente) de la obligación recíproca asignada a la otra parte contractual?
Para dar respuesta a estas preguntas se partió de una visión del contrato como un
instrumento distribuidor de riesgos dentro del vínculo jurídico, en el que la asignación de
estos juega un papel fundamental dentro de las diferentes realidades jurídicas procedentes
de incumplimientos contractuales no imputables a las partes.
analógica con las normas creadas para las obligaciones de dar en el ordenamiento civil y
comercial colombiano.
Así las cosas, a través del ejercicio descriptivo y casuístico desarrollado en los capítulos
primero y segundo, se concluye que, como se mostró en el capítulo tercero, dadas las
dificultades para insertar estas obligaciones en la teoría clásica de los riesgos, la
asignación de los riesgos en los contratos que contengan obligaciones de hacer y no hacer
debe leerse y abordarse de manera diferenciada dependiente de si el incumplimiento de
la obligación de una de las partes es definitivo o es transitorio.
Por el contrario, para los supuestos en que dicho incumplimiento no es definitivo, con
independencia de si es o no atribuible al deudor, que fue el supuesto en el que se evidenció
la mayor dificultad para dar una solución desde las teorías de los riesgos clásicas y las
que actualmente se han desarrollado en la jurisprudencia y la doctrina, la solución que se
propone como la más viable, justa y coherente está comandada por el remedio contractual
de la excepción de incumplimiento.
Para hacer uso de esta institución en el marco de la problemática anotada, será necesario
replantear la concepción que se le ha venido dando desde la jurisprudencia y la doctrina,
para llegar a considerarla no como un instrumento meramente procesal sino como una
herramienta que sirve para conservar el contrato en aquellos casos en que subsiste el
interés de las partes, a través de la suspensión legítima de los efectos del contrato
observando la naturaleza del mismo y el lleno de requisitos para que la excepción opere.
caso concreto para verificar que se cumplan todos los requisitos que habilitaría su uso
dentro del vínculo sinalagmático, configurando de esta manera la solución más ajustada
a los principios del derecho, sus reglas de interpretación y las instituciones que regulan el
ámbito de los contratos bilaterales.
Por eso, resulta imprescindible dar una respuesta satisfactoria a todos los posibles
escenarios de frustración del interés del acreedor, ya sea para determinar que la justicia
se materializa a través de la resolución o terminación parcial o total de un contrato, o, por
el contrario, a través de la suspensión de cumplimiento de la obligación que subsiste, en
este último caso, siempre que el interés y finalidad del contrato permanezca.
45
REFERENCIAS
Doctrina
Abeliuk Manasevich, René. Las obligaciones. Bogotá: Temis, 1993.
Betti, Emilio, y José Luis Monereo Pérez. Teoría general del negocio jurídico. Granada,
España: Editorial Comares, 2000.
Bonivento, Juan Felipe y Antonio Perry. La teoría de los riesgos en obligaciones de hacer
y no hacer: ideas generales para épocas de pandemia. Semillero de Derecho
Contractual Francesco Galgano, Universidad de los Andes., s. f.
https://semillerodecontratos.uniandes.edu.co/index.php/branding/blogcontractual
/38-la-teoria-de-los-riesgos-en-obligaciones-de-hacer-y-no-hacer-
ideasgenerales-para-epocas-de-pandemia.
Canosa Torrado, Fernando. La resolución de los contratos: incumplimiento y mutuo
disenso, introducción a la teoría general del negocio jurídico, manual de práctica
forense. 4a ed. Bogotá: Ediciones Doctrina y Ley, 1995.
Canosa Torrado, Fernando. La resolución de los contratos: incumplimiento y mutuo
disenso. 5ta ed. Bogotá: Ediciones doctrina y ley, 2005.
Castro, Marcela. Derecho de las Obligaciones Tomo II Vol 2. Bogotá: Editorial Temis,
2010.
Chamie, José Félix. Frustration of Contract e Impossibility of performance en el Common
Law estadounidense. Revista de derecho privado (Universidad Externado de
Colombia. Departamento de Derecho Civil), no. 18 (2010): 95-124
Chinchilla Imbett, Carlos Alberto. La excepción de incumplimiento contractural:
estructura, función y límites. Primera edición. Bogotá: Universidad Externado de
Colombia, 2017.
Faust, Florian, Gerhard Wagner, Nils Jansen, Bruno Rodríguez Rosado, Hans Christoph
Grigoleit, Horst Eidenmüller, y Reinhard Zimmermann. “El marco común de
referencia para el Derecho privado europeo: cuestiones valorativas y problemas
legislativos.” Madrid: Anuario de derecho civil, 62, no. 4 (2009): 1461–1522.
Fueyo Laneri, Fernando. Cumplimiento e incumplimiento de las obligaciones. 2a. edición
corregida y aumentada. Santiago de Chile: Editorial Jurídica de Chile, 1992.
Corte Suprema de Justicia, Sala Civil, G.J., t. XLVI, págs. 670 y 671, (el 31 de mayo de
1938).
Corte Suprema de Justicia, Sala de casación civil, Exp. 1504, MP. Carlos Ignacio
Jaramillo, (el 28 de febrero de 2005), https://xperta-legis-
co.ezproxy.uniandes.edu.co:8443/visor/jurcol/jurcol_75992042030ff034e0430a0
10151f034/coleccion-de-jurisprudencia-colombiana/sentencia-7504-de-febrero-
28-de-2005
Corte Suprema de Justicia, Sala de Casación Civil, Rad. C-080031030021999-00238-0.
M.P. Jaime Alberto Arrubla Paucar (el 12 de diciembre de 2006)
Corte Suprema de Justicia, SC 2500 – 2021, Rad. 00168-01, M.P. Luis Armando Tolosa
(el 23 de junio de 2021).
Corte Constitucional de Colombia, Sentencia C-1194/08, MP. Rodrigo Escobar Gil, (el 3
de diciembre de 2008), https://www.corteconstitucional.gov.co/relatoria/2008/c-
1194-08.htm
Cámara de Comercio de Bogotá, Laudo arbitral de Guillermo Zuluaga y otros contra
Hatogrande Yatch y Contry Club Cartagena Limitada (del 20 de octubre de 2008)
Leyes
Bürgerliches Gesetzbuch [BGB] (Código Civil alemán). Recuperado de https://
www.gesetze-im-internet.de/bgb/index.html
Congreso de la República de Colombia, Ley 143 de 1994, Por la cual se establece el
régimen para la generación, interconexión, trasmisión, distribución y
comercialización de electricidad en el territorio nacional, se conceden unas
autorizaciones y se dictan otras disposiciones en materia energética (el 11 de julio
de 1994).
Congreso de la República, Decreto 410 de 1971, Código de Comercio (marzo 27).
48
Rey, Pablo, Juan Amaya, Juan Pablo Gómez y Luis Felipe García. Examen de Facultad
2022-02. Bogotá: Universidad de los Andes, 2022.