Está en la página 1de 4

Bioquímica

Alumno: Emmanuel Schupp

Carrera: IA

Tarea No 2

Investigar

 Determinaciones fisicoquímicas de la evaluación del agua


Análisis físico - químico
· Volumen de agua a extraer
No es posible fijar de una manera general el volumen de agua a extraer para el análisis
químico, pues variara según las determinaciones a efectuar entre 1 a 5 litros.
Examen físico
· Color
El color de las aguas naturales se debe a la presencia de sustancias orgánicas disueltas o
coloidales, de origen vegetal y, a veces, sustancias minerales (sales de hierro, manganeso,
etc.). Como el color se aprecia sobre agua filtrada, el dato analítico no corresponde a la
coloración comunicada por cierta materia en suspensión.
El color de las aguas se determina por comparación con una escala de patrones preparada con
una solución de cloruro de platino y cloruro de cobalto. El número que expresa el color de un
agua es igual al número de miligramos de platino que contiene un litro patrón cuyo color es
igual al del agua examinada.
Se acepta como mínimo 0,2 y como máximo 12 mg de platino por litro de agua.
· Olor
Está dado por diversas causas. Sin embargo los casos más frecuentes son:
· debido al desarrollo de microorganismos,
· a la descomposición de restos vegetales,
· olor debido a contaminación con líquidos cloacales industriales,
· olor debido a la formación de compuestos resultantes del tratamiento químico del
agua.
Las aguas destinadas a la bebida no deben tener olor perceptible.
Se entiende por valor umbral de olor a la dilución máxima que es necesario efectuar con agua
libre de olor para que el olor del agua original sea apenas perceptible.
Se aceptan como valores máximos para un agua optima 2 a 10 unidades.

· Sabor
Está dado por sales disueltas en ella. Los sulfatos de hierro y manganeso dan sabor amargo.
En las calificaciones de un agua desempeña un papel importante, pudiendo ser agradable u
objetable.
· Determinación de pH
El pH óptimo de las aguas debe estar entre 6,5 y 8,5, es decir, entre neutra y ligeramente
alcalina, el máximo aceptado es 9. Las aguas de pH menor de 6,5, son corrosivas, por el
anhídrido carbónico, ácidos o sales ácidas que tienen en disolución. Para determinarlo usamos
métodos colorimétricos o potenciométricos.
Para poder decidir sobre la potabilidad del agua se requiere el control de un número elevado de
parámetros químicos y determinados parámetros bacteriológicos. Dentro de los primeros cobra
especial importancia el amonio, los nitratos y nitritos, indicadores de contaminación por
excelencia.
· Amonio
Este ion tiene escasa acción tóxica por sí mismo, pero su existencia aún en bajas
concentraciones, puede significar contenido aumentado de bacterias fecales, patógenos etc.,
en el agua. La formación del amonio se debe a la descomposición bacteriana de urea y
proteínas, siendo la primera etapa inorgánica del proceso.
· Nitritos
Estos representan la forma intermedia, metaestable y tóxica del nitrógeno inorgánico en el
agua. Dada la secuencia de oxidación bacteriana: proteínas -à amonio -à nitritos--à nitratos, los
nitritos se convierten en importante indicador de contaminación, advirtiendo sobre
una nitrificación incompleta.
· Nitratos
La existencia de éstos en aguas superficiales no contaminadas y sin aporte de aguas
industriales y comunales , se debe a la descomposición de materia orgánica (tanto vegetal
como animal) y al aporte de agua de lluvia ( 0,4 y 8 ppm ).
· Cloruros
Todas las aguas contienen cloruros. Una gran cantidad puede ser índice de contaminación ya
que las materias residuales de origen animal siempre tienen considerables cantidades de estas
sales. Un agua con alto tenor de oxidabilidad, amoníaco, nitrato, nitrito, caracteriza una
contaminación y por lo tanto los cloruros tienen ese origen. Pero si estas sustancias faltan ese
alto tenor se debe a que el agua atraviesa terrenos ricos en cloruros. Los cloruros son inocuos
de por sí, pero en cantidades altas dan sabor desagradable.
Valor máximo aceptable: 350 mg/l.

 ¿Qué se mide con DBO y DBQ?

La DBO y la DQO son dos parámetros de un agua que nos permiten conocer la cantidad de
materia orgánica que hay en ésta.
La Demanda Biológica de Oxígeno (DBO) es la cantidad de oxígeno que necesitan los
microorganismos para degradar totalmente la materia orgánica biodegradable que se encuentre
en la muestra.
La Demanda Química de Oxígeno (DQO) es la cantidad de oxígeno necesaria para oxidar
químicamente (generalmente con permanganato potásico o con dicromato potásico en medio
ácido) toda la materia orgánica que se pueda encontrar presente en la muestra.
De esto deducimos que la DQO siempre es mayor, o al menos igual, que la DBO.

La DBO y la DQO son dos parámetros muy importantes a la hora de caracterizar un agua, no
sólo para el consumo humano, sino también a la hora de realizar un vertido, ya que podríamos
alterar de una manera muy importante el ecosistema donde se realiza el vertido (río, mar, etc.)

Para reducir el valor de la DBO y la DQO de una corriente de agua, pueden aplicarse diferentes
tratamientos, siendo los más importantes los tratamientos biológicos.
La degradación es realizada por los microorganismos contenidos en la misma agua residual.
Éstos utilizan la materia orgánica para reproducirse y para obtener energía. Tras esta etapa del
proceso, es necesario pasar la corriente de agua por un sedimentador para eliminar los
microorganismos presentes. Parte de ellos se recirculan hasta el comienzo de la etapa, ya que
si no podríamos producir un lavado del reactor y eliminar demasiados microorganismos
Aunque los procesos biológicos habían sido inicialmente concebidos para la eliminación de
materia orgánica, también pueden ser útiles para la eliminación de nutrientes (N, P), como en
los procesos de nitrificación y desnitrificación.

 Calidad de agua para las calderas

La composición del agua que se alimenta a la caldera debe ser tal que las impurezas presentes
en la misma se puedan concentrar un número razonable de veces dentro del sistema sin que
por ello se superen los límites permitidos por el fabricante. Si el agua no cumple este requisito
será necesario tratarla para eliminar todas las impurezas antes de utilizarla. Actualmente se
están utilizando tratamientos químicos dentro de la caldera para evitar estos problemas los
cuales están resultando una solución efectiva a la par que económica
La pureza del agua de alimentación depende tanto de la cantidad de impurezas como de la
naturaleza de las mismas: la presencia de dureza, hierro y silice son más importantes por
ejemplo que la presencia de sales de sodio. La pureza requerida depende tanto de la cantidad
de agua de alimentación se vaya a utilizar como del diseño particular de la caldera (presión de
trabajo, grado de transferencia de calor, etc. que puede soportar). Por lo que los requisitos del
agua de alimentación pueden variar mucho. Una caldera de baja presión con el agua por fuera
de los tubos puede soportar valores de dureza más elevados que una de alta presión, siempre
que se utilice un tratamiento adecuado.
Los niveles de álcali, sales, sílice y fosfatos pueden ser más amplios aunque siempre
dependiendo de la presión de trabajo. En la actualidad, los valores máximos los establece el
fabricante de acuerdo con las características de la caldera

 Tipos de agua

Agua Potable. Agua que puede ser consumida por personas y animales sin riesgo de contraer
enfermedades.
Agua salada. Agua en la que la concentración de sales es relativamente alta (más de 10 000
mg/l).
Agua salobre. Agua que contiene sal en una proporción significativamente menor que el agua
marina. La concentración del total de sales disueltas está generalmente comprendida entre
1000 - 10 000 mg/l. Este tipo de agua no está contenida entre las categorías de agua salada y
agua dulce.
Agua dulce. Agua natural con una baja concentración de sales, o generalmente considerada
adecuada, previo tratamiento, para producir agua potable.
Agua dura. Agua que contiene un gran número de iones positivos. La dureza está determinada
por el número de átomos de calcio y magnesio presentes. El jabón generalmente se disuelve
malamente en las aguas duras.
Agua blanda. Agua sin dureza significativa.
Aguas negras. Agua de abastecimiento de una comunidad después de haber sido
contaminada por diversos usos. Puede ser una combinación de residuos, líquidos o en
suspensión, de tipo doméstico, municipal e industrial, junto con las aguas subterráneas,
superficiales y de lluvia que puedan estar presentes.
Aguas grises. Aguas domésticas residuales compuestas por agua de lavar procedente de la
cocina, cuarto de baño, aguas de los fregaderos, y lavaderos.
Aguas residuales. Fluidos residuales en un sistema de alcantarillado. El gasto o agua usada
por una casa, una comunidad, una granja, o industria que contiene materia orgánica disuelta o
suspendida.
Aguas residuales municipales. Residuos líquidos, originados por una comunidad, formados
posiblemente aguas residuales domésticas o descargas industriales.
Agua bruta. Agua que no ha recibido tratamiento de ningún tipo, o agua que entra en una
planta para su ulterior tratamiento.
Aguas muertas. Aguas en estado de escasa o nula circulación, generalmente con déficit de
oxígeno.
Agua alcalina. Agua cuyo pH es superior a 7.

También podría gustarte