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ARISTÓTELES

FÍSICA TRADUCCIÓN Y NOTAS:


GUILLERMO R. DE ECHANDÍA

PLANETA De AGOSTINI
© Editorial Gredos, S.A. (1995)
Biblioteca Clásica Gredos

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LIBRO I

1 Objeto y método de la Física

Puesto que en toda investigación sobre cosas que tienen principios 1, causas o elementos, el
saber y la ciencia resultan del conocimiento de éstos —ya que sólo creemos conocer una
cosa cuando conocemos sus primeras causas y sus primeros 2 principios, e incluso sus
elementos—, es evidente que también en la ciencia de la naturaleza tenemos que intentar
determinar en primer lugar cuanto se refiere a los principios3.

La vía natural consiste en ir desde lo que es más cognoscible y más claro para nosotros
hacia lo que es más claro y más cognoscible por naturaleza 4; porque lo cognoscible con
respecto a nosotros no es lo mismo que lo cognoscible en sentido absoluto. Por eso tenemos
que proceder de esta manera: desde lo que es menos claro por naturaleza, pero más claro

1 1
La discusión sobre los principios (archaí) del libro I es una búsqueda de los prima contraria y su fundamento. En Met. 1013a 18 se
dice que arche es aquello primero (protón) de donde (hothen) algo procede, y se distinguen tres clases de principios: de donde algo
«es», de donde algo «llega a ser» y de donde algo «es conocido». El vocablo latino principium (de primun y capio) sólo traduce un
aspecto de arché, a saber: su prima-riedad. Pero lo que es arché es «primero» por ser comienzo, fuente de donde algo surge, y también
por ser un poder dominante (sentido primario de arché, presente en «arconte»). Para sus distintos uso véase Met. V 1. Véase también:
G. MORAK, «De la notion de principe chez Aristote», Arch. de Philos. 23 (1960), 487-511, y 24 (1961), 497-619. Sobre los sentidos de
«causa» (aition, aitia), véase infra II 3 y Met. V 2. Principio es una noción más general que causa. Las principales contraposiciones
son la de aition enyparchon (causa interna, p. ej., la materia) y aition Ιού ektós (causa externa, p. ej., la causa eficiente), y la de prótai
archaí (o ta ex arches aitia, las cuatro causas) y aitia kata symbebékos (causas accidentales). La palabra stoicheíon (elemento), que
significaba letra o fonema, al parecer fue generalizada e introducida en la filosofía por Platón para de signar ta próta aitia
enyparchonta.
2 2
Aristóteles usa protón, «primero», a veces con el sentido de «próximo» (como en el libro II), otras con el de «último» (como
en el libro VIII). Aquí, como indica Pacius, parece referirse a las «causas y principios próximos», a diferencia de t a stoicheía, que
serian los principios o componentes últimos de las cosas.
3 3
Sobre este punto, y en general sobre el libro I como una investigación sobre los principios, véase W. WIELAND, Die arist. Physik,
pág. 52 ss.
4 4
Locus clásico sobre la cuestión del proteron/hysteron en el conocimiento, en el que Aristóteles nos presenta un método opuesto al
de Platón: la episteme de la physis ha de ir de los fenómenos a los principios y no a la inversa. Sobre este pasaje véase W. WIELAND,
«Arist. Physik and the Problem of Inquiry into Principies», en BARNES, SCHOFIELLJ, SORABJI, Anides on Aristote I, Londres, 1975,
págs. 128 ss.

1
para nosotros, a lo que es más claro y cognoscible por naturaleza.

Las cosas que inicialmente nos son claras y evidentes son más bien confusas; sólo después,
cuando las analizamos, llegan a sernos conocidos sus elementos y sus principios. Por ello
tenemos que proceder desde las cosas en su conjunto 5 a sus constituyentes particulares;
porque un todo es más cognoscible para la sensación, y la cosa en su conjunto es de alguna
manera un todo, ya que la cosa en su conjunto comprende una multiplicidad de partes.
Esto mismo ocurre en cierto modo con los nombres respecto de su definición, pues un
nombre significa un todo sin distinción de partes, como por ejemplo «círculo», mientras
que su definición lo analiza en sus partes constitutivas. También los niños comienzan
llamando «padre» a todos los hombres, y «madre» a todas las mujeres; sólo después
distinguen quién es cada cual.

LIBRO III

A) el movimiento

1 Definición del movimiento

Puesto que la naturaleza es un principio del movimiento y del cambio, y nuestro estudio
versa sobre la naturaleza, no podemos dejar de investigar qué es el movimiento; porque si
ignorásemos lo que es, necesariamente ignoraríamos también lo que es la naturaleza. Y
después de que hayamos determinado qué es el movimiento, hemos de intentar investigar
de la misma manera los problemas posteriores.

El movimiento parece ser uno de los continuos, y lo primero que se manifiesta en lo


continuo es el infinito. Por esto sucede a menudo que quienes definen lo continuo utilizan
la noción de «infinito», ya que entienden por «continuo» lo que es divisible hasta el
infinito6. Además, se piensa que el movimiento es imposible sin el lugar, el vacío y el
tiempo.

Es claro, entonces, por todo esto y por el hecho de que estas nociones son comunes y
universales7 a todas las cosas de que se ocupa nuestro estudio, que tenemos que examinar
cuanto se refiere a cada una de ellas, pues el estudio de lo particular es posterior al de lo
común.

5 5
kathólou, que normalmente se lo traduce por «universal», «general», aquí parece significar algo tomado como un todo (sentido
etimológico de katholou).
6
1 Ésta no es la definición aristotélica del continuo (cf. 227a 10-17, 23la22), aunque se sigue de ella (cf. 231a21-232a22).

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«Comunes» y «universales» en el sentido de que todo cuerpo físico está sujeto a movilidad, está en un lugar, en un tiempo y es
continuo (y, como tal, es de alguna manera infinito); aunque para Aristóteles no todo lo real es móvil, localizado y tempóreo (por ej.,
las entidades matemáticas. 221b3, el protón kinoûn. Acerca del cielo 279al 1-22). Para la contraposición entre «lo común» y «lo
particular» véase Anal. seg. 76a37-l1).

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