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es la etapa que comienza alrededor de los 20 años y concluye

cerca de los 40, cuya característica principal, es que el individuo


debe comenzar a asumir roles sociales y familiares, es decir,
hacerse responsable de su vida y de la de quienes le
acompañan en la conformación de una familia.
Se comenzará con una conceptualización sobre las ideas más
relevantes de este trabajo.
Se desarrollará la teoría en relación a esta etapa, basándose en
el desarrollo de diversas áreas como son el plano físico,
intelectual, moral y psicosocial; enfatizando las características
más importantes y el modo en que éstas afectan a los
individuos.
A continuación se presentarán investigaciones recientes para
complementar el siguiente informe, y además se realizará un
análisis de ellas en relación a la teoría.
Se confeccionará una integración de toda la información
expuesta, y finalmente, se planteará una conclusión basada en
el análisis, síntesis, integración y reflexión de toda esta
información.
El camino de la adolescencia a la edad adulta es un periodo de
transición en ciclo vital del ser humano. Históricamente el adulto joven
ha sido objeto de estudio de interés por parte de la psiquiatría. También,
en todas las culturas, existen ritos de paso entre ambas etapas. Están
mediados por diversos aspectos de los mandatos internos de cada
sociedad y de las normas hegemónicas de cada época, que responden
a las expectativas sobre las responsabilidades que tiene el individuo en
su paso a la adultez.

Factores sociales
En general, los adultos jóvenes aún no han alcanzado algunas facetas propias
de la adultez. Algunos ejemplos es que a menudo en esta etapa de sus vidas
siguen viviendo con los padres, no tienen un trabajo estable ni una vida en
pareja.

Por tanto, en el adulto joven se ralentiza la transición a la edad adulta y la


autorrealización de la independencia laboral y emocional. Sin duda, hay causas
sociales y políticas que contribuyen a este fenómeno, como por ejemplo:

 Una etapa larga en la formación académica.


 Incertidumbre laboral.
 Obstáculos económicos para lograr la independencia.
Factores psicológicos
También hay aspectos psicológicos que alargan la transición de la
adolescencia a la edad adulta. Una de ellas es la transición teorizada por el
psiquiatra y psicoterapeuta Gustavo Pietropolli Charmet. Este psicólogo nos
habla de la familia tradicional normalizada y la "familia afectiva".

La familia tradicional se centraba principalmente en la transmisión de valores y


se orientaba hacia la enseñanza de normas, en las que la finalidad educativa
era primordial. Esto solía hacerse de un modo más o menos autoritario y podía
crear un clima conflictivo en el seno de la familia, de ahí que el joven adulto
tratara de emanciparse. A través de esa rebelión y conflicto, los jóvenes adultos
también generaban su identidad e independencia.

Hoy, por el contrario, lo que prevalece es un tipo de familia definida como


"afectiva", en la que la tarea primordial ya no es tratar de transmitir e imponer
un sistema de valores a los hijos, sino promover el afecto y criar hijos felices.

Oposición y conflicto

En este marco, la aspiración de los padres es ser obedecidos por los hijos por
amor, no por miedo a las sanciones que, además, podrían, de alguna manera,
romper el vínculo afectivo. Esto conduce a un menor nivel de conflictos
familiares (aunque una parte de la conflictividad es fisiológica) y a una menor
oposición hacia los adultos de referencia.

La oposición y el conflicto entre hijos y padres, sin embargo, son funcionales


para apoyar aquellos procesos separativos que permiten al adolescente
constituir su propia identidad de forma separada y autónoma.

Hoy en día, los niños suelen criarse siendo el centro de atención de los padres
(y algunos acaban siendo de tal forma centro del núcleo familiar que acaban
con el síndrome del emperador), en un clima de baja conflictividad y, por lo
tanto, pueden tener más dificultades para realizar las tareas de separación-
individuación (en algunos casos se desarrolla un vínculo que puede generar
cierto miedo a dejar la casa de los padres). Como consecuencia, la identidad
personal se desarrolla con dificultad y surge la inseguridad sobre uno mismo
(no necesariamente es una inseguridad patológica), lo que conduce a prolongar
la adolescencia y a la incapacidad de asumir responsabilidades de adulto.
Además, el modelo educativo actual se centra a menudo en la promoción de
ideales excesivamente elevados, lo que lleva a los adolescentes a crearse
identidades inauténticas a costa de intentar complacer las expectativas de los
demás. Esta delicada fase de transición del ciclo de la vida corre el riesgo de
convertirse en un reto implacable para los jóvenes, en una eterna competición
por aspiraciones inalcanzables.

Tareas De Los Jóvenes


Adultos
Durante nuestras reuniones, los jóvenes adultos manifestaron muchas
de sus preocupaciones, las cuales pueden ser agrupadas en cuatro
áreas principales: identidad personal, relaciones, trabajo y vida espiritual.
Mientras que estas preocupaciones no son nada nuevas para estos
jóvenes adultos, la vida actual es diferente por dos razones: estas
tareas son emprendidas dentro de un tiempo más largo—para
algunos, hasta que llegan a los treinta y tantos años; además sienten
la falta de una familia y de instituciones cívicas y pastorales que los
apoyen.

1. Desarrollar una identidad personal


Mientras que los individuos adquieren madurez a lo largo de la vida,
van viviendo una serie de nuevas experiencias que influyen en el
desarrollo de su identidad personal. Estas experiencias nuevas
incluyen el trabajo, las relaciones cambiantes con su familia original, la
madurez continua de su fe o de "sentirla muy suya", la partida del
hogar familiar y hasta posiblemente, la mudanza a otra área, la
afirmación de su identidad cultural y étnica y el inicio de nuevas
relaciones en el trabajo, el hogar o la universidad. Muchos jóvenes
adultos, por primera vez, conocen personas de diferente fe, diferentes
valores, culturas y orientación sexual. Cuando los adultos jóvenes se
ven frente a esta gran variedad de personas, muchas veces sienten
que sus valores y creencias son puestas a prueba.

Durante este tiempo, los adultos jóvenes también aprenden a cumplir


con sus tareas y a trabajar independientemente, a vivir dentro de
cierta interdependencia y sentirse cómodos cuando piden ayuda a
otros y de escoger y poner en práctica los valores que dan sentido a la
vida
Cultivar Relaciones
La mayoría de los jóvenes adultos, experimentan cambios en sus
relaciones. Se profundizan las amistades que ya se tienen y se
pueden forman unas nuevas dentro de un grupo más diverso de
personas. Al mismo tiempo, se va creando un nuevo orden dentro de
las relaciones familiares, integrando la sexualidad en sus vidas, y
escogiendo un estilo de vida permanente, como el matrimonio o una
vocación al sacerdocio, al diaconado o a la vida religiosa.

Dar Significado Al Trabajo

Cuando el joven llega a la edad adulta, esto usualmente significa su


entrada al mundo laboral. "¿En qué trabajas?" es una pregunta
habitual en sus conversaciones ya que el trabajo es parte importante
de sus vidas. Para los jóvenes adultos, esta es una experiencia
inestable ya que cambian constantemente de trabajo y, a veces, hasta
de carrera. El trabajo determina el uso de su tiempo y lo que pueden
hacer o adquirir. También determina la calidad y cantidad de su tiempo
libre. El trabajo define e influencia la identidad y el concepto personal
del joven adulto y es el lugar principal donde las amistades y otras
relaciones se desarrollan, ya que estas no se dan por sí solas.

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