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TRATADO
SOBRE
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Nadie mas acreedor gue P. E.
á que yo le dedique este tratado
sobre la guerra de montaña : estoy
con vencido de los defectos que en~
cierra, pero P. E. sabrá disimular•
los y acogerlos con su natural be·
nevolencia, si no por lo sublime de
sus ideas á lo menos por el objeto
que me he propuesto.
~xmo. ~r.
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egecudon el plan, sin volver atra~
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muy substanciales, como son inutili-
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enemigo se le cargará á la bayoneta
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sin disparar un fusil, pues solo de-
replegarán hasta tanto que el grueso
berán hacer fuego las guerrillas. Es-
de la tropa, equipages y demas haya
ta formacion y modo de atacar es
pasado el desfiladero. Si este fuese
mas importante aun y necesario en
de mucha longitud se establecerán
los terrenos montañosos que en ningun
puestos intermedios que se repleg~rán
otro; sin embargo que en todas si-
unos sobre otros, tanto si fuesen ata"
tuaciones, es el único en mi opinion
cados par retaguard ia como por van-
que deberia abrazarse; segun expon-
guardia, cuidando que la marcha se dré en un tratado que estoy compo-
egecute con la mayor precision y or- niendo y daré á luz sobre las venta·
den tan necesario en estos pasos es- jas de los movimientos y ataques en
trechos, en los que el menor desór- columna; pero de no hacerlo asi en
den, la interposicion de los bagages los terrenos montañosos trae indefec-
ú otras circunstancia~ pueden acar- tiblemente la ruina del que ataca,
rear las mayores desgracias.
pues el enemigo desde su posicion
En general debe marcharse en
afusila cuanto se le presenta, sin
estos terrenos siempre en columna,
que pueda hacérsele el menor daíio
aumentando ó disminuyendo el fren-
por el fuego~ mediante á que él se
te segun lo permita, con fuertes
halla á cubierto por las desigualtlades
guerrillas en todas direcciones, co-
mo se deja dicho. Si se presentare el
del terreno, piedras y arboles de f{ciles , valles profundos y llenos de
que se aprovecha , en cuyo caso es precipicios de las ventajas que tiene
preciso una decision eetraordinaria y sobre su adversario, no sería facil que
marchar con velocidad sobre él, te- este se empeñase sin mucho detenimien•
niendo presente lo que dijo Pelópidas to en una empresa tan ardua y llena
á los tebanos, cuando habiéndose em- de peligros, pero estas mismas cir-
peñado en el paso de un desfiladero cunstancias que favorecen al que lo
y atacados por los Lacedemonios que defiende, proporcionan al que lo ata-
lo esperaban en él, ie hicieron pre- ca iguales ventajas, cuando se halla
sente que era irremediable el caer en dotado de bastante habilidad y genio
a
sus manos. r porqué no pueden caer para aprovecharse de ellas. El con-
en las nuestras'? Les contestó, En trario astuto que espía sus movimien-
efecto habiéndose formado en el ór- tos y conoce las posiciones que ocupa
den de columna ó falange, como asi su enemigo, debe escusar cuanto le
se llamaba en aquel tiempo, atacó sea posible atacarle de frente. Cuer-
con tal decision á sus enemigos que pos destacados en diferentes direccio-
los batió completamente. nescon el mayor sigilo,deben procurar
Si se penetrase el que defiende un flanquear los puestos de los enemigos 1
pais montañoso, que no presenta mas entretenidos al frente y simulando que-
que ~argantas, desfiladeros, pasos di· rerlos atacar en esta direccion, no se
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efectuará el verdadero rompimiento
trincheramientos tan faciles prontos
hasta tanto que el fuego de los cuerpos
é insuperables de un corte de arboles
destacados dé á conocer que se hallan
con los que pueden cubrir su frente,
situados en los pnntos determinados.
retardando con su valor el exito de
Son á la verdad espuestas semejantes
la empresa.
operaciones y mas si el enemigo llega
Aun cuando á primera vista pa-
á conocerlas, pues entonces procu• rece que los movimientos de flanque-
rará batir las fuerzas en detall; pero
ar á los enemigos en posicion monta-
como en este caso se verá obligado á
liosa, son tarc;los y dificiles, no es tan-
abandonar la posicion ventajosa que
to como se crée, si consideramos la
ocupa no se hallará entonces tan fner- naturaleza de semejantes terrenos.
te, por lo que rara vez egecutará esta Todas las situaciones de estos estan
maniobra ; temiendo ademas, que los enlazadas de un modo particular; los
cnerpos destacados del grueso , pue- valles se comunican unos con otros,
den caer sobre él en el momento que las cadenas de montafias se entrelazan-
esté ocupado en destruir los del fren• y unen recíprocamente; si se presen.
te; dando tiempo estos para que He- ta un precipicio por un lado, siguiena
gen aquellos , colocandose en una do su direccion se encuentra un pa-
buena posicion, adaptando el medio so por el que rebajandose y hacien-
de hacerla mas fuerte , con los re- dose accesible, se puede ganar la otra
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que sea mas circunspecto en el ataque. Frances de infantería que en todas
Si á todo militar de cualquiera clase direcciones me acosaba, menos por la
se le pudiera inculcar el principio, espalda que era un precipicio al cual
me apoye. La tenacidad con que de-
que el peligro y el riesgo solo existe
fendí dicho punto y el calor de diez
cuando se huye y muestra cobardía,
y ocho años, dio tiempo á que se sal-
y que su salvacion e5tá solo en la se-
vasen mas de 6oo hombres que inde-
renidad y valor, sea cual sea su suer.-
fectiblemente iban á ser prisioneros,
te, de vencido ó vencedor, no habría
abandonando y retirandom de di-
ho mbre que volviese la espalda. El
caso siguiente que á mi me sucedió cha posicion al anochecer que vi que
todos estaban fuet·a del peligro. El
prueba lo dicho.
En la gloriosa guerra de la inde- Excelentísimo señor Conde del Mon-
pendencia y accion ocurrida en Pinos tijo de cuya division eran estas tropas
del Valle cerca de Granada, el z r de elogió, como sabia h:;¡cerlo, mi arro-
Agosto de 181 1, me mantuve con muy jo, me recomendó al gobierno, nada
corto número de soldados, pues no lle- se contestó ; es verdad que nunca he
garían á ochenta, sosteniendo toda la creído que he hecho mas que cumplir
tarde la posicion del Cristo del Zapa· con mi deber.
to , creo llamarse así, á pesar de las Como los movimientos de las tro-
repetidas cargas de un Regimiento pas empledas en las guerras de monta•
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ña deben ser rapidos y veloces, es seo con ansia ver desterrada del eger-
indispensable que el soldado vaya ar· cito' sino en el total á lo menos en
mado muy ligeramente, con un tra- su peso mediante á que el soldado no
je que le embaraze muy poco en su ' .
debe llevar mas que lo puesto, s1 ex-
marcha por terrenos tan quebrados lle- ceptuamos una camisa y el calzado '
nos de arboles y matorrales, siendo debiendo hallarse en los almacenes
el mas propio la chaqueta y no lle- prendas con que reponer las destrui-
vando mas que su capote, con un das, y 110 sobre los hombros de la
morral á donde conducirá una camisa tropa, pues mientras no' las masas
un par de zapatos y otro de alpar- de infanteria despues de una marcha
gatas, mui necesarias para poder larga y precipitada, sera~ c.uer.pos
trepar por algunos sitios; yo sustitui- inermes y sin energia; dJsrnmuidas
ría, particularmente á las tropas lige- ademas considerablemente en su nú-
ras y compañías de cazadores, la ca- mero por los muchos individuos que
nana en lugar de la cartuchera, á lo qued:n rezagados. Si se me hiciese
menos mientr·as estuvieran empleados la objecion ctue los soldados ro-
en este gen~ro de guerra. manos llevaban grandes pesos, y
Nada por supuesto de esa dis- hasta las estacas con que formaban
forme mochila · con que se acostum- las empalizadas de sus campamentos,
bra á abl'umar al soldado, y que de- les respondere solo que comparen la
rl?
marchas tan cortas que se egecutaban Se tendra un particular cuidado
en aquellos tiempos, con la longitud en escoger los ,soldados mas agiles y
de las nuestras, la velocidad de nues- robustos, y sobre todos los que fue-
tros movimientos en on di a de accion, ren naturales del país, 6 de otros de
con respecto á la lentitud de los su- esta misma clase de terrenos ; estos
yos, la diferente educacion militar son los mejores para esta guerra,
que recibían sus soldados á la de los pues acostumbrados desde su niñez
del día, y quedáran convencidos de á trepar por las breñas y sitios fra-
cuanto puedan oponer. Es tanto lo gosos, lo hacen con una facilidad ex-
que aborrezco la mochila por las fata- traordinaria y casi sin fatigarse.
lidades que ocasiona, que se me per- Extendidas ya las ideas en gene-
donará esta digresion en su obsequio, ral de la guerra de montana, voy á
y se halla tan bien fundada mi su aplicacion, proponiendo algunos
opinion, que casi todos los generales casos en que pueden hallarse los
empleados en este g'!nero de guerra, oficiales que manden tropas. Supon-
y actualmente asi sucede en Navarra, g'lmos nn desfiladero que debe atra-
han dispuesto siempre que tanto los vesar un cuerpo de 6oo hombres,
equipajes de los oficiales como los de ó sea un batallon: el gefe de él explo-
la tropa, queden almacenados en las rará desde luego su entrada apode-
plazas ó sitios seguros. randose da ella, sin desampararla
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FIN·