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Trabajo de Psicología Geriátrica

Profesora: Msc. Brenda Rubio


Contenido: Cuadro sinóptico sobre el ciclo de la
vida y envejecimiento, principios de la psicología
del adulto mayor y psicología del envejecimiento e
intervención social

III año de Psicología Clínica

Hecho por:
Jorge Luis Lacayo Galeano

Fecha de entrega: sábado 18- 03- 2023

Ocotal, Nueva Segovia


C
John Glenn personifica una nueva visión acerca del
I envejecimiento, que desafía la persistente imagen anterior de
la vejez como una época de inevitable deterioro físico y
C mental. En total, las personas en la actualidad viven más
tiempo y con mayor calidad de vida que en cualquier otra
L
época de la historia. En Estados Unidos, los ancianos como
O grupo son más saludables, más numerosos y más jóvenes de
corazón que nunca antes.
Proceso Del
envejecimiento
D En la actualidad, los avances médicos permiten a muchas
personas vivir más tiempo y con mayor calidad de vida que en
E
cualquier época previa en la historia humana, y cada vez más
adultos comunes desafían la edad al correr maratones,
levantar pesas, escalar montañas, jugar deportes competitivos
L y vivir vidas activas y productivas a lo largo de sus 80 años y
más.
A

V
¿Cuánto viviré? ¿Por qué tengo que envejecer? ¿Quiero vivir
I por siempre? Los seres humanos se han hecho estas
preguntas durante miles de años.
D
La primera pregunta involucra dos conceptos diferentes pero
A
relacionados: la expectativa de vida, los años que de acuerdo
con las estadísticas es probable que viva una persona nacida
en un lugar y época determinados; y la longevidad, realmente
cuántos años vive una persona específica. La expectativa de
vida se basa en la longevidad promedio, o ciclo de vida, de los
Ciclo de vida y
miembros de una población.
envejecimiento

La segunda pregunta expresa un tema típico de la vejez: el


anhelo por encontrar la fuente o la poción de la juventud.
Detrás de este anhelo hay un miedo, no tanto con respecto a la
edad cronológica, sino con el envejecimiento biológico
asociado a la pérdida de salud y potencia física. De igual modo,
la tercera pregunta expresa una preocupación no sólo por
cuánto sino por cómo se vivirá.
En la actualidad, la mayoría de las personas esperan llegar a la vejez y con frecuencia
hacerlo con mayor edad. Una persona que nació en Estados Unidos en 2000 podría
esperar vivir 76.9 años, aproximadamente 30 años más que una persona nacida en
1900 (Vierck y Hodges, 2003). A nivel mundial, la expectativa de vida promedio se
elevó 37 por ciento desde 1955, de 48 años a 66, y se proyecta que llegue a 73 años
hacia 2025 (World Health Organization, WHO, 1998). El ciclo de vida más prolongado
en la actualidad se deriva principalmente de la reducción drástica de la mortalidad
en recién nacidos y los niños; menos muertes de adultos jóvenes, particularmente
de mujeres en el parto; nuevos tratamientos para muchas enfermedades alguna vez
fatales; y una población con mayor educación y más consciente de su salud que
recibe atención médica más efectiva en la adultez media y tardía (Rowe y Kahn,
1998).

En Estados Unidos, las tasas de mortalidad por cardiopatías (la principal causa de
muerte en la adultez tardía) se redujeron a la mitad desde 1970, entre las
personas de 65 a 84 años, y disminuyeron en un 21 por ciento entre los de 85
años en adelante (National Center for Health Statistics, NCHS, 1999a).
Tendencias
Las otras causas principales de muerte en la vida tardía, en orden descendente,
en la son cáncer, accidentes vasculares, enfermedades pulmonares, accidentes,
diabetes, influenza, neumonía y enfermedad de Alzheimer (CDC, 2006).
expectativa
Si las tasas de mortalidad permanecieran constantes, las personas de 65 años y
de vida más en 2000 vivirán un promedio de 18 años más, 6 más que las personas que
tenían 65 en 1900, que tenían una expectativa de vida restante de 12 años (Older
Americans, 2000). Las personas con menores niveles educativos tienden a tener
enfermedades y discapacidades más serias, y por tanto tasas de mortalidad más
altas (Amaducci et al., 1998).

La raza y el género son factores que también influyen en la expectativa de vida.


Los estadounidenses blancos constituían el 84 por ciento de la población con 65
años y más en 2000, una proporción que se espera decline a 64 por ciento para
2050.
Numerosos gerontólogos desde hace mucho tiempo sostienen que el límite
superior de longevidad humana era de 110 a 120 años, pero la investigación
hecha en varias instituciones desafía la idea de un límite genéticamente
inalterable para cada especie.

En los seres humanos, el control genético de un proceso biológico puede ser


mucho más complejo. Sin embargo, en la actualidad, los científicos
reconsideran la idea de un límite fijo de vida. Al menos parte de la clave para un
prolongado ciclo de vida para cada especie parece estar en los genes: piezas de
ácido desoxirribonucleico (ADN). El ADN tiene el “programa”, único de cada
individuo, que dice a cada célula qué funciones realizar y cómo.

Las células se dividen al duplicar su ADN y proteínas asociadas, incluidos los


cromosomas. Cuando los cromosomas se duplican, la célula se divide. Cada
cromosoma tiene un telómero (una secuencia de ADN que captura
cromosomas) en el extremo, y es el telómero lo que los investigadores
actualmente consideran como el elemento crucial en la determinación de
cuándo una célula dejará de dividirse.

Con cada división celular, el telómero se acorta y, cuando se vuelve muy corto,
Prolongación
la célula ya no se puede dividir más. Por tanto, parece haber un reloj biológico
del ciclo que limita el ciclo de vida de las células humanas y por ende, de la vida del
hombre.
de vida humano
De acuerdo con Hayflick, si todas las enfermedades y causas de muerte se
eliminaran, los humanos permanecerían saludables hasta aproximadamente los
110 años de edad. Entonces el reloj celular se detendría y morirían.

Los efectos potenciales de la investigación sobre la prolongación sistemática de


la vida humana son asombrosos. Dichos estudios hacen surgir esperanzas sobre
la realización del antiguo sueño de una “fuente de la juventud”; pero también
dan lugar a preguntas éticas acerca de lo correcto de “manipular” la vida
humana y la preocupación sobre los costos que implica el sostener una
población anciana mucho más numerosa que la actualmente proyectada. Una
pregunta clave sobre aumentar la longevidad es si tal ampliación estaría
acompañada por la desaparición o aplazamiento de las enfermedades
relacionadas con la edad (Banks y Fossel, 1997). El lema de la Gerontological
Society of America es “Agregar vida a los años, no sólo años a la vida”. La meta
de la investigación no sólo es prolongar la vida, sino también incrementar los
años vigorosos y productivos. Los economistas sugieren que los ciclos de vida
prolongados aumentarán estos riesgos, así como el costo de atender a los
ancianos.
Principios de la Psicología del adulto mayor

La psicología del desarrollo se ocupa de todos los cambios del pensamiento,


vivencias y conductas durante todo el ciclo vital de la persona. Por tanto, nadie
duda de que pueda hablarse de una psicología del desarrollo de la edad adulta.
Los procesos de cambio, sin embargo, ofrecen características distintas en unas
y otras edades, aún a pesar de que puedan existir causas comunes. El
desarrollo en la edad adulta se ve marcado por acontecimientos típicos, propios
de la edad: la jubilación, enfermedades crónicas, nuevos roles, como el de
abuelos, pérdidas familiares o la proximidad de la muerte. El desarrollo de la
edad adulta es, por tanto, cualitativamente distinto al de épocas anteriores.
Estudiando las pautas del desarrollo descriptivo que proponen Martin y Kliegel
(2004) podremos acercarnos mejor a la comprensión de un tema tan actual.

Si bien es recurrente el predomino de la concepción de la vejez basada en el


deterioro y lo patológico, en las últimas décadas se aprecia una postura
positiva desde la que se acepta la amplia variabilidad de manifestaciones con
que las personas asumen la vejez y a la vez se ha concluido que la única forma
posible para transitar por esta etapa, es avanzar en el conocimiento y
profundización de los recursos personales que cada uno tiene para afrontar los
retos de la vida.

Pero, sería muy oportuno considerar el envejecimiento es un proceso que


ocurre a lo largo de la vida en el que se asiste a una modificación de los
funciones cognitivas y afectivas más perceptibles e el adulto mayor. Pero el
envejecimiento psicológico no ocurre isomórficamente al envejecimiento
biofísico. Existen funciones psicológicas que declinan muy tempranamente, una
vez llegado a su máximo desarrollo y existen otras que se mantienen e, incluso
que desarrollan a todo lo largo de la vida.

Sin embargo, al referirse a la vejez como una etapa de la vida, por lo regular se
refiere a la etapa en que no solo el cambio biológico del organismo se hace
notable sino, sobre todo, se incluyen una enorme variabilidad de diferencias en
los patrones en los distintos procesos, funciones psicológicas; así como en los
comportamientos.

En principio, las personas mayores manifiestan cambios en las funciones


conjuntivas que se manifiestan, al tarda más en responder a la información que
recibe en comparación al resolver las tareas que se les demandan y es
evidente el declive en las fases del procesamiento de información la retención o
la memoria. Al mismo tiempo, existen cambios en la función emocional. La
vejez trae consigo una serie de situaciones conflictivas y eventos que
producirán en los individuos reacciones afectivas negativas como la depresión,
soledad, malestar, en definitiva, sufrimiento.
Sin embargo, uno de los aspectos que más afecta al adulto mayor es la
autopercepción psicológica que este tiene ante las exigencias de la sociedad
actual, y la manera que enfrentan la realidad de su envejecimiento.

Así durante la vez se asiste a una pérdida de autoestima al asumir la jubilación


y retiro como una situación de pérdida y minusvalía, o una posibilidad de
experimentar la marginación social, al sentir que ya no se cuenta mucho con
él.

Esta situación muchas veces le lleva a la pérdida del significado o sentido de la


vida, que tiende a manifestarse como depresión o la pérdida del sentido de la
vida, aun cuando están mentalmente activos, comienzan a considerar que sus
vidas carece de sentido según su propia percepción, lo que hace muy posible
la pérdida de la facilidad de adaptación, que le impiden adquirir y adaptarse a
hábitos nuevos, a las nuevas circunstancias.

Esta situación, sin embargo, adeuda también la necesidad de alcanzar una


bienestar y calidad de vida. Lograrlo depende de una amplia variedad de
condiciones y factores personales y factores socio-ambientales, incluyendo
términos como: salud, uso saludable del ocio, desarrollo de habilidades
funcionales, que, como el bienestar subjetivo, término que engloba a términos
como la felicidad, satisfacción con la vida y el efecto positivo.

En este marco, la responsabilidad de los profesionales (psicólogos, pedagogos,


médicos y sociólogo) es clara ante la urgencia de desarrollar herramientas que
favorezcan la calidad de vida del adulto mayor en todas sus dimensiones. En
particular el psicólogo asume la tarea de aportar desde los conocimientos
teóricos y prácticos que posee a la comprensión de las problemáticas del
adulto mayor desde una perspectiva interdisciplinar que aporta a la creación de
condiciones para potenciar el bienestar psicológico de las personas que
atraviesan esta etapa de la vida y a proporcionar un envejecimiento activo.

Un llamado permanente a la reflexión acerca de los recursos dinamizadores de


la salud, el desarrollo y el bienestar psicológico de los adultos mayores, ha
llevado a que, varios autores, durante la última década puedan reconocer el
papel que tienen las actividades físico-recreativas y la estimulación de la
interacción social y la maximización de las emociones positivas en la atención
psicológica del adulto mayor.

Específicamente, los psicólogos contribuyen a la evaluación diagnóstica y


seguimiento del impacto de los programas de intervención orientado a los
cambios conductuales, los procesos de adaptación y desadaptación en función
de la prevención de la enfermedad; así como a la estimulación de emociones
positivas como recursos para desplegar una vida sana y feliz.
Proliferan en todo el mundo programas de intervención psicológico dirigido a
adultos mayores basada en la estimulación cognitiva, emocional y -conductual,
que se basa en la optimización de la experiencia positiva para atender la
depresión, ansiedad, estrés la ansiedad, la ira y en función de aportar a la
solución de problemas cardiovasculares y de hipertensión fundamentalmente.

Ha resultado eficaz el resultó eficaz el empleo de técnicas cognitivo-


conductuales (relajación y respiración, reestructuración cognitiva, psico-
educación), el ejercicio físico, los programas educativos para la estimulación de
procesos cognitivos y de la comunicación, pero en los últimos décadas se
incluye con mayor fuerza la intervención para estimular la autoestima,
resignificación de la vejez, habilidades sociales, manejo del tiempo libre y
autocuidado, como recursos que pueden aportar al cambio en la percepción de
la área física, psicológica y social del adulto mayor (Uribe, Padilla & Ramírez,
2004).

Psicología del adulto mayor

Hablar de la psicología del adulto mayor no es sencillo, porque los adultos


mayores sin problemas no llegan a la consulta, las personas felices no tienen
historia y no necesitan ayuda para llegar a la madurez. No importa si ellas viven
en casa o en una residencia.

La etapa de la vejez no llega de improviso, la antecede la presenectud y , como


todo proceso, tiene altibajos, ansias y temores, que pueden ser continuaciones
de las etapas anteriores o ser matices nuevos por los reajustes de esta misma
etapa.

Hay procesos superficiales de comportamiento y otros que vuelven a incidir


como eco de lo que se denomina fondo de la personalidad:

Adaptación al medio

El niño y el adulto joven buscan una adaptación al medio, no la adaptación a


ser niño o ser adulto joven, porque están en fase de crecimiento.

En el caso del adulto mayor, la alternativa es de morir prematuramente o


envejecer, lo que supone doble esfuerzo: adaptarse al medio más hostil y con
menor número de posibilidades para sus capacidades personales y vitales; y,
un esfuerzo para adaptarse a la vejez como situación estable, con el cambio o
desaparición del sentido de la vida propia.

Cambios en la relación con los objetos anteriores

No se entiende por objeto lo inanimado, también a las personas. La persona


que llega a este nivel de madurez tiene que aceptar las realidades
deficitarias:
 Disminución de la memoria reciente y aumento de la memoria de
evocación o nostalgia

 Reducción de la curiosidad intelectual

 Fatiga en el trabajo

 Disminucion sensorial y motriz

Todo esto perturba la vida habitual, y lleva a crear una nueva comunicación y
valoración para adaptarse a la nueva realidad: ha de dar a los objetos otro
valor, otra dimensión; ha de buscar la gratificación o salida a sus tensiones o
encontrar otras formas o renunciar a ello.

Rasgos psicológicos

Se manifiestan rasgos que habían estado ocultos tras los mecanismos de una
actividad creadora o de defensa, en ambos sexos, y la personalidad se
vuelve frágil, vulnerable por los agentes físicos y por el medio social; las
resistencias son menos enérgicas y los sentimientos pueden centrarse en
el temor.

El esfuerzo del organismo es mayor para mantener el equilibrio. Además,


internamente se puede sentir angustia de no ser capaz de realizar los
esfuerzos impuestos por la vida, de no poder soportarlos y de no recuperar el
equilibrio; en consecuencia, los rasgos de conducta y carácter pueden
manifestarse negativamente.

Manifestaciones negativas

Aislamiento

Se adopta una actitud de ausencia con todo lo que sucede alrededor,


solamente se adentra en la situación cuando algo afecta a sus intereses
personales.

Apegamiento a sus bienes

Conserva todo, en la postura permanente de retener. Ese comportamiento en


el fondo es una regresión a etapas infantiles, entrando así los mecanismos
emotivos de la autoridad, poder, dominio, sentir que se es. Es tratar de
mantener la propia identidad; una explicación de por qué algunos padres no
son capaces de compartir con sus hijos aún cuando sea conveniente. La
fuerza del deseo de poseer es más fuerte que la lógica.

Refugio en el pasado

Al disminuir el proceso fisiológico y ser menor la memoria de fijación y


aumentar la de evocación, la vida se llena de recuerdos. Es una forma de
revalorizar el pasado en el presente. El protagonista se siente joven al revisar
hechos que le permiten acaparar la atención de los demás.

Reducción de sus intereses

La vida le enseñó a ser realista y esto, unido a la dificultad de asumir la


complejidad de las nuevas opciones posibles, hacen que se limite el mundo
al ámbito de lo que puede controlar. Al tiempo que disminuye la capacidad
de agresión, conserva los intereses que puede manejar y que suponen una
fuente de satisfacción.

Negarse al cambio

Al enfrentarse con los esfuerzos de adaptación, aparece un temor consciente


de rechazo al cambio y traslado a una nueva situación, lo que lleva a una
depresión profunda porque los mecanismos de defensa para sobreponerse son
limitados, a la vez que así limita aún más.

Agresividad y hostilidad

Cuando se presenta la necesidad de reacomodar a las personas y cosas,


aparece como recurso y puede ser la única posibilidad de refugio para
mantener intocable y estable el “yo”.

Tres emociones presiden la vida del ser humano: el miedo, la cólera y la


ternura. En cada etapa de la vida adquieren diferentes matices, que se
modifican en función del objetivo de la tendencia de cada una en el momento
concreto.

En la infancia es egocéntrica, en la adolescencia es social y en la madurez


es práctica. Lo importante para el equilibrio interno es armonizar la fuerza de
la emoción con la compensación de la tendencia para una canalización
adecuada.

Y esto se complica en la etapa de la adultez mayor por:

Miedo

Como emoción es algo que se impone al adulto mayor, sin necesidad de


planteamientos racionales que den explicación lógica a lo que siente, miedo a
todo lo que pueda dañar la integridad física, tras años de lucha profesional para
conseguir una estabilidad económica. Esto explica la previsión, ahorra cuanto
puede, para protegerse a sí mismo o a su descendencia; además desea
conservar el prestigio.

El adulto mayor teme que le quede poco tiempo: debe crear, debe proyectar
realidades, ha de trascender y dejar huella; suele aparecer el temor al daño
físico, como hipocondría que le hace estar atento a cualquier trastorno, teme
excederse y no resistir un ritmo fatigante y reaparecen los temores
adolescentes de hacer el ridículo, se afecta en su narcisismo.

El daño emotivo que se acerca le agobia y su reacción resulta dramática, no-


menos real. La previsión en este terreno, sólo puede lograrse si otros
contenidos más hondos le han dado plenitud y conciencia del propio valor.

Cólera

Emoción básica, poco estudiada y muy mal tratada, adentra sus raíces en el
conjunto de las emociones que la filosofía tradicional ha denominado
virtudes o pulsiones irascibles que se vinculan a la agresividad.

En el adulto mayor la cólera aparece cuando el mundo “lógico y


ordenado”, que se ha construido tras años de lucha, se ve alterado por
“algo” que no encaja; cólera difícil de controlar porque nace en capas hondas
del ser humano.

Lo que la desata es aquello que le resulta ilógico, inesperado y carente de


sentido, no es el dato objetivo lo que le molesta, sino el torbellino emotivo que
remueve tal dato.

La emotividad queda como desamparada, con peligro de desencadenar –otra


vez- la agresión física o la verbal, porque son los modos aprendidos.

Es la explicación a conductas de crisis agresivas, protestas colectivas verbales,


en una sociedad afectivamente mediocre y emotivamente envejecida; la cólera
del adulto mayor se acrecienta ante su propio sentimiento de impotencia, frente
a la gran máquina que impide sus sueños.

No encuentra la salida en la creatividad y la originalidad, entonces vivirá en


permanente cólera.

Ternura

Es la emoción más compleja y en la edad adulta se hace práctica, identificando


lo práctico con lo pragmático, lo rentable, que da beneficio o reporta una
ventaja sin ser “interesada”, es más sosegada, agridulce, como dar sin apenas
esperar, lo que no le quita emotividad.

La ternura está implicada con el miedo, el adulto mayor ama y es tierno,


aunque teme dominar y desea conquistar con la misma ternura. Puede
canalizar su afecto hacia quienes le aseguren corresponder a su ternura.

Es cierto que la madurez proporciona estabilidad, como también aparecen


tensiones al buscar una nueva forma de vida y que tienen raíces profundas con
tres manifestaciones psicológicas: tensión por frustración, agresividad
compensatoria y adaptación progresiva.
Clasificación de edades en diferentes puntos de vista referentes a la vejez

- Edad Cronológica, determinada en función del tiempo transcurrido desde el


nacimiento, medido por los años, meses, días.
- Edad Biológica, corresponde al estado funcional de los órganos de nuestra
economía comparados con patrones estándar establecido para cada edad o
grupo de edades.
- Edad funcional, expresa la capacidad de mantener los roles personales y la
integración social del individuo en la comunidad.

ASPECTOS PSICO-PSIQUIÁTRICOS:

La principal tarea de las personas mayores es la de comprender y aceptar su


propia vida y hacer uso de su experiencia para hacer frente a los cambios
personales o pérdidas. Las personas han de adaptarse a la disminución de la
fortaleza y salud física, a la jubilación o retiro del trabajo y a su propia muerte
(13). Ha medida que tratan estos temas, sus motivaciones pueden variar, de
esta forma se presentan diversas teorías:

- Ultimo Estadio de Erikson: ”Integridad versus desesperación” Constituye la


culminación de la resolución triunfante de las siete crisis previas en el
desarrollo a lo largo de la vida, por lo que pudo haber sido o por lo que debería
haberse hecho en forma distinta. Implica la aceptación de los propios
progenitores como personas que hicieron lo mejor que pudieron, haciéndose
merecedoras de nuestro amor, aún cuando no fueron perfectas. También
consiste en la cercanía de la propia muerte como fin inevitable de la existencia
de la vida.. Quien ha fallado en tratar de resolver la crisis “teme
desesperadamente a la muerte expresado en el sentimiento de que el tiempo
es ahora corto para volver a comenzar otra vida y buscar caminos alternativos
hacia la integridad” (14,12).
- Teoría de la Actividad: cuanto más activa permanezca una persona mayor,
más satisfactoriamente envejecerá y los papeles que constituyen
principalmente su satisfacción son: trabajo, cónyuge, padre, madre, y la
máxima pérdida es debido a la viudez y la enfermedad. Según Lemon,
Bengstom y Peterson (8) existen 3 tipos de actividad: interacción social con
familiares, amistades y vecinos; formal: participación en organizaciones
voluntarias; solitaria: leer, ver televisión y mantener algunos pasatiempos.
- Teoría de la Desvinculación: El envejecimiento se caracteriza por una mutua
separación, por parte de la persona mayor, la cual voluntariamente disminuye
sus actividades y compromisos, lo cual ayudaría a las personas mayores a
mantener su equilibrio, siendo benéfico tanto para la persona como para la
sociedad (12,13).

ASPECTOS PSICOSOCIALES:
Recordemos en forma esquemática, los principales aspectos de la sociedad
actual: Es altamente competitiva, efectista o utilitaria, masificada, de relativismo
en cuanto a valores, acelerada, en donde predomina la familia nuclear, que ha
prolongado la edad cronológica y en la que aún existen signos de sensibilidad y
solidaridad.

Vistos estos rasgos podemos referirnos a algunos aspectos psicológicos del


adulto mayor (15)

- Pérdida de la autoestima:

Muchos adultos llegan a la edad de la jubilación y aún se sienten en plenitud


para la realización de sus trabajos. Frecuentemente nos encontramos con
personas de edad avanzada que están plenamente en forma, totalmente
vigentes, lúcidas, llenas de iniciativas y planes de trabajo. Muchos hombres y
mujeres científicos , literatos, escritores, investigadores, políticos, hombres de
campo, mujeres de casa, etc. Aunque ven disminuidas sus potencialidades
físicas al llegar a los 65-70 años sienten, sin embargo, que su mente está
lúcida y sus ganas de hacer buenas cosas permanecen inalteradas. A pesar de
que ellos se ven bien, la sociedad les dice por medio de la jubilación y otras
señales, que ya deben dejar el puesto a gente más joven y nueva, y que deben
retirarse. En una palabra, es decir, que ya no le necesitan, que prescinden de
él o ella.

Una de las primeras necesidades de todo ser humano es la de sentirse


aceptado, querido, acogido, útil y capaz, reconocido, digno, perteneciente a
algo y a alguien, todos ellos sentimientos en los que se basa la autoestima.
(16). Por lo tanto no puede haber autoestima en el individuo si éste percibe que
los demás prescinden de él. Maslow (17) ya lo decía así en su famosa pirámide
de necesidades, donde describe la autorrealización y que consiste en el
desarrollo integral de las posibilidades personales. Autoestima consiste en las
actitudes del individuo que éste mantiene hacia sí mismo. Cuando éstas son
positivas hablamos de buen nivel o alto nivel de autoestima. Al nombrar la
palabra actitudes ya hemos incluido el mundo de los afectos y sentimientos y
no de los conocimientos, pues los componentes de la actitud encierran gran
variedad de elementos psíquicos. Un buen nivel de autoestima es garantía de
que la persona podrá hacer frente con dignidad a importantes contrariedades
de la vida y no decaerá su ánimo fácilmente (18).

La persona mayor que se siente bien, saludable y con fuerzas y se le dice que
ya se puede prescindir de ella, es muy probable que influyamos en el deterioro
de su autoestima y sienta que se piensa que ya no puede aportar nada a pesar
de ella sentirse bien y capaz.
Después de todo, la autoestima, insertada en el sistema actitudinal de la
personalidad es un todo muy complejo. Todo el valor afectivo-emotivo que ella
encierra no se limita a sólo afectos anímicos sino que proyecta sus múltiples
consecuencias también hacia lo físico como hacia lo somático.

Los nuevos estudios indican que las emociones positivas y negativas influyen
en la salud más de lo que se suponía hace algunos años y que si no tenemos
un desarrollo óptimo afectivo no se desarrolla la inteligencia (Existe una
relación directa entre el afecto y el desarrollo cerebral, intelectual) (19). El ser
humano actúa y toma decisiones no tan sólo por su intelecto sino por la calidad
e intensidad de los sentimientos que le embargan en ese momento (pérdida del
trabajo, de los compañeros de éste mas jóvenes pero que ya no lo frecuentan,
pérdida de amigos y seres queridos que van muriendo, pérdida de estatus, etc.)

Los Parámetros y valores culturales actuales favorecen poco la autoestima del


Adulto Mayor. La ideología físico-biologista siempre imagina la vida en términos
de comienzo, plenitud y decadencia. Esta ideología debe ser superada: la
afectividad y la razón no decaen al ritmo de la decadencia biológica sino que
crecen y se fortalecen en al adulto mayor saludable hasta el último día de su
vida. Por eso la organización Mundial de la Salud define al “adulto mayor sano”
como aquel individuo cuyo estado de salud se considera, no en términos de
déficit, sino de mantenimiento de capacidades funcionales.

Por otro lado es importante recordar que las células cerebrales se envejecen
más lentamente que las otras del organismo si se les mantiene activas por lo
que es bueno aprender “una gimnasia intelectual” (19).

- Pérdida del significado o sentido de la vida:

Eric Erikson (14) nos enseña que la personalidad y el desarrollo se halla


siempre en proyecto y que nunca termina de crecer, considera a la última etapa
de la vida como la de integración versus la desesperación. La integridad vista
como la disposición a defender la dignidad del propio estilo de vida contra la
amenaza física y económica. Alcanzar la integridad consiste en haber logrado
un especial estado del espíritu que Sherman ( 20 ) dice que es la aceptación de
la realidad de uno mismo y de la propia vida, resultante del abandono de
ilusiones. Sin embargo quienes siguen acariciándolos sin ser realistas
desarrollan los sentimientos de fracaso, frustración y decepción de uno mismo
que resultan inevitablemente en un sentimiento de desesperación.

Dice Frankl (21) que el vacío existencial es la neurosis masiva de nuestro


tiempo, ella se produce en el propio ser. La propia existencia carece de
significación. Esto puede desencadenar una serie de síntomas depresivos.
Esto le sucede con más facilidad al adulto mayor. Uno podría preguntarse..
¿qué es primero, la depresión o la pérdida del sentido de la vida? Esto no se
aprecia en adultos mayores mentalmente activos. Ellos son también capaces
de enfrentarse a la muerte con más serenidad que aquellos quienes perciben
que su vida carece de sentido.

- Pérdida de la facilidad de adaptación:

Al llegar a una mayor edad la persona va viendo cómo los ambientes van
cambiando para ella y cómo otros le son lejanos o por lo menos le ofrecen
menos interés. En realidad esto ha pasado siempre y en cada una de las
etapas evolutivas del individuo.

A esta edad el problema se agudiza pues viene sazonado de otros tintes de


marginación social. Por eso el anciano se encuentra sin las herramientas que le
permitan un trabajo de adaptación: son las motivaciones o refuerzos sociales.
Al carecer de dichas herramientas le es difícil adquirir hábitos nuevos, y por lo
tanto, adaptarse a las nuevas circunstancias.
Así puede parecer como persona algo rígida, chapada a la antigua, aferrada a
su sola experiencia tan importante para él o ella, pero que siente que la
sociedad no se la valora en la forma en la que la persona quisiera o considera
que sería lo justo. La agresividad, la fácil irritabilidad (verbal o gesticular) que
muestran algunas personas mayores, podría estar relacionada con este
sentimiento de la difícil adaptación, sentimiento que se ve agravado por la
pérdida de autonomía económica sufrida por muchos ancianos.

- La aflicción o tristeza por una pérdida:

Esta clase de dolor es una respuesta normal y saludable a diferentes tipos de


pérdidas. Una puede ser la de la pareja de tantos años, o de la salud, o del
trabajo. Para calmarla, la persona tiene que aceptar los términos finales de esta
pérdida. Para ello se pasa por diferentes estadios: Shock o confusión por
sorpresa desagradable o confusión, negación, enojo o molestia por el
abandono, amargura, fingimiento de haber vuelto a la normalidad,
enfrentamiento a la realidad depresión, sin esperanza, culpa, hasta que va
pasando. Es aconsejable hablar de esto con otras personas, seguir con sus
actividades acostumbradas dentro de lo posible, dormir bien, evitar el alcohol,
tabaco o drogas, no tomar decisiones importantes de inmediato y pedir ayuda
psicológica si se necesita.

- Insomnio: es muy común en las personas mayores de 65 años pues los


patrones de sueño cambian al envejecer. Las causas pueden ser físicas,
ambientales o de comportamiento (ruido, comer tarde en la noche, dormir
durante el día, etc.), ingerencia de cafeína, alcohol, nicotina, algunos
antidepresivos, medicinas estimulantes, horario de las medicinas, mentales
como ansiedad o depresión; estrés como problemas familiares, financieros, de
salud. El insomnio puede ser tratado eficazmente.

- Estrés: es causado por el instinto del cuerpo de defenderse a sí mismo. Es


bueno en emergencias pero puede causar síntomas físicos si perdura por
mucho tiempo. Se puede presentar en la edad avanzada ante la inminencia de
la jubilación, problemas familiares, problemas financieros. Se puede aprender
el manejo adecuado del estrés.

- Pérdida de la Memoria: La edad va asociada a la pérdida normal de la


memoria. (perder un objeto, no recordar nombres, fechas, o las cosas por las
que había ido a la tienda, una cita, etc). Otra muestra puede ser la charla
repetitiva sobre un solo tema, una y otra y otra vez. La pérdida de memoria
asociada a un deterioro leve de las funciones mentales es más delicada pues
corren un alto riesgo a la enfermedad de Alzheimer. También se puede dar una
pérdida anormal de la memoria. Se caracteriza por problemas como la
desorientación, incapacidad de recordar hechos muy recientes, y confusión.
Puede ser el desarrollo de una demencia. Es necesario un buen diagnóstico
diferencial pues también algunos medicamentos u otros trastornos pueden
ocasionar estos síntomas. Un diagnóstico oportuno permite un tratamiento
temprano.

- Transformaciones en la sexualidad:

La sexualidad nace y muere con el ser humano. De acuerdo a cada edad se


transforma como se transforma la mente y el organismo (22). La sexualidad
incluye todas las formas de expresión, desde la aproximación, el tacto, la
intimidad emocional, la masturbación o estimulación erótica manual u oral y no
solamente el coito. En ella influye la educación desde la infancia hasta la
muerte, las actitudes de la sociedad y el conocimiento y experiencia adquiridos.
La intimidad con la pareja adecuada permite que la exploración, la creatividad y
el desempeño vayan de la mano hacia una ejercicio de la sexualidad óptimo
(22).

Desde el punto de vista biológico, en la mayoría de los hombres (no en todos)


disminuye la producción de espermatozoides, el tamaño testicular, el fluido
seminal y la fuerza de las contracciones. La respuesta de excitación es más
lenta, a veces la erección menos firme, la duración del orgasmo es disminuida
y el aumento del tiempo de volver a la estimulación. (22). Cuando la pareja
enriquece, sustituye o complementa la actividad sexual con actividades más
allá del coito como las caricias eróticas, la masturbación, el sexo oral, etc, se
sobrellevan más fácilmente estas dificultades (22).

En la mayoría de las mujeres (no en todas) se produce una respuesta más


lenta a la estimulación, una reducción de la lubricación que puede ocasionar un
coito doloroso, menor intensidad en el orgasmo pero persiste la capacidad
multiorgásmica. En quienes ya la tenían(22). Cuando la pareja enriquece con la
experiencia, sustituye o complementa la actividad sexual con actividades más
allá del coito, se sobrellevan fácilmente estas dificultades (22).

Las disfunciones masculinas más comunes son el orgasmo prematuro o


retardado y la disfunción eréctil que actualmente se está beneficiando de
técnicas y medicamentos que facilitan la erección si existe la excitación. En las
mujeres la dispareunia y la anorgasmia así como la disminución de su libido si
no han tenido terapia de remplazo hormonal y si no utilizan jalea lubricante o
vaseline, o medicamentos recomendados por los especialistas (22).

Sin embargo la actitud hacia la propia sexualidad se ve influenciada por lo que


aprendieron de jóvenes acerca de la sexualidad del adulto mayor y cómo la
sociedad ve en ese momento la sexualidad en personas de la 3ª y 4ª edades
(22).

ENFERMEDADES PSIQUIÁTRICAS MÁS COMUNES DE LOS ADULTOS


MAYORES:

La demencia presenil o senil como el Alzheimer y la depresión que en esta


edad puede ser mortal, son las principales enfermedades de esta época.

La demencia senil es un desorden cerebral orgánico: Tiene algunos rasgos


distintivos que pueden no presentarse juntos o en el mismo grado como el
deterioro de la memoria, daño del funcionamiento o comprensión intelectual,
deterioro de la capacidad de juicio, de la capacidad de orientación y
decaimiento de dichas funciones. Una de las más comunes es el Alzheimer.

¿Declive de la capacidad intelectual?

Las investigaciones transversales (12) encuentran un declive en la capacidad


intelectual que se relacionaría con la edad debido a:
1.Deterioro neurológico
2.limitaciones físicas
3.factores psicológicos
4.velocidad
5.ansiedad ante las pruebas
6.inadecuación de las tareas
7.cautela
8.actitudes derrotistas
9.pérdida de continuidad en la actividad intelectual
10.descenso terminal.

DESARROLLO PSICOSOCIAL:

1.Cambio social: Los adultos mayores de los países desarrollados, se han dado
cuenta de que el ser mayor es diferente desde que sus padres llegaron a los 65
años. Tienen aspecto más juvenil, están más sanos y vigorosos que sus
homólogos de hace varias generaciones. Es más probable que sean dueños de
sus casas, vivan por encima del nivel de pobreza y tengan menos hijos adultos.
En los países en desarrollo estas características no se dan siempre o porque
no ha habido una educación hacia la planificación familiar oportuna o para el
ahorro para los años finales o porque la situación económica de los países no
lo ha permitido. No todos tienen derecho a la jubilación o ésta es muy raquítica.

2.Estrés: Un alto estrés puede lastimar la autoestima y deteriorar física y


mentalmente a la persona que lo padece.

3.Trabajo y jubilación: en la transición del trabajo a la jubilación puede


desarrollarse un alto estrés por lo que se recomienda que se vaya haciendo
poco a poco, para que se vaya viviendo por fases hasta aceptar su
finalización.. Quienes no tienen derecho a la jubilación están en alto estrés
pues trabajan temiendo perder su empleo en cualquier momento o tendrán que
seguir trabajando si se los permiten o tendrán que pasar a ser dependientes de
sus familiares o de programas gubernamentales.

4.Matrimonio: El evento más importante en muchos matrimonios es la jubilación


del hombre y de la mujer si es que ella trabajaba. Cuando es el hombre quien
trabajaba, afecta a la mujer en su independencia, al estar él todo el día en
casa. La mayoría de otros problemas ya han sido solventados en etapas
anteriores y si no lo hicieron ya se divorciaron antes.

5.El divorcio y volver a casarse: cuando las parejas que han estado casadas
durante 40 años se divorcian es probable que demuestren más estrés
psicológico que las parejas jóvenes que se divorcian. La pérdida de sus
papeles conyugales al igual que los profesionales puede quebrantar su
identidad. El número de personas mayores que se divorcian va en aumento. En
el hombre es porque ha estado enfrascado en su trabajo y su jubilación
coincide con el matrimonio con otra mujer. En la mujer es porque su marido es
alcohólico, tirano o mujeriego. Los hombres se casan con más facilidad que las
mujeres pues hay más mujeres divorciadas que hombres disponibles.

6.Viudez: La situación de viudez en las mujeres es más frecuente pues sus


maridos eran mayores y porque la esperanza de vida del hombre lo es también.
El proceso de recuperación implica, desarrollar una explicación satisfactoria por
la que ha muerto el otro, neutralizar los recuerdos y asociaciones y crear una
nueva imagen de uno mismo. Las mujeres parecen adaptarse a una vida
solitaria mejor que los hombres quienes padecen depresión, angustia y hasta
reacciones fóbicas. Aún después de la recuperación el dolor continúa.

7.Relaciones familiares en los Adultos Mayores: La tendencia es “envejecer en


el lugar”, donde educaron a sus hijos, en donde está lleno de recuerdos, y al
conocerlo bien les da competencia y el ser propietarios confiere estatus a la
persona mayor. Son menos propensos a traslados o emigraciones. Existe la
emigración de ayuda que es cuando se mudan con algún hijo o a una
residencia especial o a una institución que ofrecen cuidados personales pero
raras veces médicos, psicológicos, sociales, ni sanitarios a nivel profesional.

8.No jubilación: Existen gran cantidad de adultos mayores que no tienen


jubilación, ya sea porque en su trabajo nunca se la dieron, porque estaban en
trabajos informales o no trabajaban a base de sueldo (muchas mujeres están
en este caso). Estos adultos mayores pasan a depender de sus familiares, de
las instituciones gubernamentales que en México casi no existen o piden y
viven de la limosna que les da la gente. El Sector Salud, el Gobierno del D. F.
empiezan a desarrollar algunas acciones pero como sociedad falta mucho por
hacer.

¿Cómo ha evolucionado el estudio del desarrollo adulto y la vejez?

El primer trabajo relevante acerca del envejecimiento en Estados Unidos


apareció en la segunda década del siglo xx. En 1922, a los 78 años, G. Stanley
Hall, quien fue pionero en el estudio de la niñez y la adolescencia, publicó
Senescence: The Last Half of Life. Seis años después, la Stanford University
abrió la primera gran unidad de Bettmann/Corbis Images

El psicólogo G. Stanley Hall (1846-1924) fue un pionero en el estudio del


envejecimiento, así como de la infancia y la adolescencia.

Fue fundador y primer presi- dente de la American Psy- chological Association.


Creó la primera revista especializada de psicología en Estados Unidos y
también el primer laboratorio de psicología.

DESARROLLO ADULTO Y VEJEZ EN UN MUNDO CAMBIANTE

investigación científica dedicada al envejecimiento. Pero no fue sino hasta una


generación más tarde que esta área de estudio floreció. Hacia 1946, los
Institutos Nacionales de Salud establecieron una unidad de investigación a
gran escala, y organizaciones y revistas especializadas reportaban los últimos
hallazgos.
Desde finales de 1930, algunos estudios longitudinales importantes se
enfocaron en los adultos. El Gran Estudio del Desarrollo Adulto dio seguimiento
a estudiantes de la Universidad de Harvard hasta la edad adulta. A mediados
de los cincuenta, Bernice Neugarten y sus asociados en la Universidad de
Chicago comenzaron a realizar estudios en personas de edad media, y K.
Warner Schaie lanzó el estudio longitudinal Seattle, que todavía se encuentra
en marcha, de inteligencia adulta.

Paul Costa y Robert McCrae dirigieron una investigación sobre rasgos de


personalidad, con base en datos que comenzaron a recopilar a finales de los
años cincuenta y hasta mediados de los sesenta, con cientos de adultos de
todas las edades en Boston y Baltimore.

Los estudios de ciclo de vida longitudinales en Estados Unidos surgieron a


partir de programas diseñados para dar seguimiento al desarrollo de niños
hasta la edad adulta. Un ejemplo de lo anterior, son los Estudios Stanford con
Niños Sobredotados (que comenzaron en 1921 bajo la dirección de Lewis
Terman) que fueron llevados a cabo para rastrear el desarrollo de las personas
identificadas con una inteligencia sobresaliente en la niñez. Otras
investigaciones importantes que comenzaron alrededor de 1930 (el Estudio
Berkeley de Crecimiento, el Estudio de Crecimiento Oakland y el Estudio del
Instituto de Investigación Fels) generaron información acerca del desarrollo
durante el ciclo de vida.

Estos y otros estudios que se abordan en el presente libro proporcionaron


diversas herramientas de investigación y aportaron mucho a la comprensión de
la adultez. Sin embargo, todavía se conoce mucho más acerca de los niños y
los adultos mayores de lo que se sabe de quienes se hallan en medio. En la
investigación que realiza la MacArthur Foundation Research Network sobre el
desarrollo exitoso en la vida media es evidente un creciente énfasis en los
estudios acerca de jóvenes y adultos de edad media.

La Psicología evolutiva del ciclo vital se fundamenta en los siguientes


principios:

1. El desarrollo se concibe como un proceso que tiene lugar durante toda la


vida, desde el nacimiento hasta la muerte.

2. El desarrollo es tanto expresión de principios ontogenéticos individuales


como de los principios del cambio histórico o evolucionista.

3. La importancia de los efectos generacionales en la naturaleza del desarrollo


a lo largo del ciclo vital completo.

4. El desarrollo tiene lugar e interactúa con una macro ecología cambiante.


Antecedentes históricos de los principios del estudio de la psicología en
el adulto mayor

Los antecedentes del enfoque del ciclo vital surgen desde finales del siglo XVIII
y no tienen eco en el mundo científico precisamente hasta la década del 60,
etapa que enmarca el comienzo de una psicología evolutiva contemporánea.

Erick Ericsson (1902-1994) es considerado el autor más relevante, de tradición


psicoanalítica que supone una reconceptualización de la dinámica evolutiva del
ser humano. En su teoría del desarrollo psicosocial, identificó todas la etapas
en función de las crisis del yo que describe para cada una de ellas; denominó
la fase final con el término de vejez y señaló como crisis característica de esta
etapa la relación entre la integridad del yo versus la desesperanza.

Ericsson insiste sobre el reflejo de supervivencia indispensable durante esta


edad y sobre la flexibilidad del funcionamiento psíquico necesaria, permanente
o indispensable para resolver cualquier situación. 5

Describe la vejez como la fase que prepara al Hombre para la etapa final, la
muerte y la experiencia de soledad. Muchas han sido las investigaciones que
han asociado la vejez con la experiencia de soledad como una característica de
la edad; sin embargo, estudios recientes sobre el tema, realizados por T. Oroza
(2001), confirman que la soledad no es un patrimonio de la vejez, que puede
aparecer en otras etapas del ciclo vital de la familia o como resultado de
diferentes eventos vitales como crisis circunstanciales de la vida.

Estudio del desarrollo del ciclo de la vida (Principios según Paul B.


Baltes)

Paul B. Baltes (1987; Baltes y Smith, 2004; Baltes, Lindenberg y


Staudinger, 1998), líder en el estudio de la psicología del desarrollo del
ciclo de vida, identificó los principios clave de la investigación sobre
aquél y un marco conceptual para su análisis (que se resume en la tabla
1.1). Algunos de los principios que plantea son:

• El desarrollo dura toda la vida. Cada periodo del ciclo de vida está influido por
lo que ocurrió antes y afectará lo que viene. Cada periodo tiene sus propias
características y valor únicos; ninguno es más o menos relevante que otro.

• El desarrollo depende de la historia y el contexto. Cada persona se desarrolla


dentro de un conjunto específico de circunstancias o condiciones definidas por
tiempo y lugar. Los seres humanos influyen en, y son influenciados por, su
contexto histórico y social. No sólo reaccionan ante sus entornos físico y social,
sino que también interactúan con ellos y los cambian.

• El desarrollo es multidimensional y multidireccional. El desarrollo a lo largo de


la vida implica un equilibrio entre crecimiento y declive. Conforme la persona
gana en un área, puede perder en otra, y a tasas variables. El niño crece
principalmente en una dirección, hacia arriba, tanto en tamaño como en
habilidades. En la adultez el equilibrio cambia gradualmente. Algunas
capacidades, como el vocabulario, continúan aumentando; otras, como la
habilidad para resolver problemas no familiares, pueden disminuir; y también
pueden surgir algunos nuevos atributos como la experiencia en un área
determinada. Las personas buscan maximizar ganancias y minimizar pérdidas
para aprender a manejarlas o compensarlas.

• El desarrollo es flexible, o plástico. La plasticidad es la capacidad de modificar


el desempeño. Muchas habilidades, como la memoria, la fuerza y la
resistencia, pueden mejorar significativamente con entrenamiento y práctica,
aun en la etapa de adultez tardía. Sin embargo, incluso los niños no son
infinitamente flexibles; el potencial para el cambio tiene límites.

La idea de que el desarrollo dura todo el ciclo de vida tiene muchas


implicaciones sobresalientes. Sugiere que cada fase de la vida es influenciada
por lo que ya ocurrió y afectará lo que viene. Por ende, cada parte del ciclo de
vida tiene sus propias características y valor únicos, de lo que se desprende
que ninguna es más o menos importante que otra.

Psicología del envejecimiento

El envejecimiento es un proceso tan natural como cualquier otro en la vida; sin


embargo, a menudo las necesidades y los cuidados requeridos en la tercera
edad son pasados por alto o infravalorados en una sociedad en la que, en
muchos aspectos, las experiencias de los mayores quedan invisibilizadas.

Esta etapa del desarrollo presenta una serie de cambios no solo físicos, sino
también cognitivos y emocionales, los cuales hay que conocer y tener en
cuenta para facilitar que quienes están pasando por esta etapa pueden
aprovechar todo el potencial que les ofrece la vida y están bien integrados en la
sociedad. Si asumimos que no hay diferencia entre los aspectos psicológicos
habituales en la gente de la tercera edad y las experiencias de los jóvenes o los
adultos de la mediana edad, estamos ignorando muchos problemas ante los
que son especialmente vulnerables los mayores.

Es en este ámbito donde interviene la Psicología del envejecimiento, una


disciplina en pleno auge que cada vez se aplica a más contextos, y que
actualmente tiene su centro de actividad en los centros socioculturales y de
salud especialmente dirigidos a la gente mayor.

¿Qué es la Psicología del envejecimiento?

La Psicología del envejecimiento es la rama de la psicología encargada


de abordar y prevenir todo tipo de alteraciones psicológicas o trastornos
mentales en las personas mayores, siempre aplicando terapias y estrategias
de dinamización basadas en la evidencia científica.

La intervención de los psicólogos de la vejez incluye tanto el diagnóstico como


la intervención de todo tipo de problemas, así como la prevención de cualquier
problema futuro y la promoción de hábitos de vida saludables adaptados a
quienes están pasando por la vejez.

¿Cuáles son las principales funciones de la Psicología del


envejecimiento?

Son muchas las funciones de las que se encargan los profesionales de la


Psicología del envejecimiento, y algunas de las más importantes son las
siguientes.

1. Intervención en problemas de salud mental

Una de las principales funciones que desempeñan los profesionales de la


Psicología del envejecimiento es el diagnóstico y la intervención en todo
tipo de alteraciones psicológicas que puedan presentar las personas
mayores, tanto a nivel emocional como cognitivo e intelectual.

Como en cualquier otro ámbito de la disciplina psicológica, las intervenciones


propias de la Psicología del envejecimiento tienen en cuenta las
particularidades y las necesidades propias de las edades más avanzadas en
todo momento y cada una de las estrategias terapéuticas aplicadas se adaptan
perfectamente a cada persona.

Algunas de las alteraciones de la salud mental más habituales en la tercera


edad son las demencias, las enfermedades neurodegenerativas como el
Alzheimer, la ansiedad, la depresión, la baja autoestima y la soledad no
deseada.

2. Apoyo a familiares

El apoyo y asesoramiento a las familias de personas mayores que puedan


presentar cualquier tipo de necesidad o alteración es esencial si queremos
mejorar la calidad de vida de la persona afectada y lograr que adquiera un
mayor bienestar en su vida.

Como se ha demostrado tanto en los ámbitos de la investigación psicológica


como médica, dotar a familiares cercanos de herramientas y estrategias
útiles para ayudar a las personas mayores en caso de que lo necesiten es
esencial para aumentar su calidad de vida y esa es una de las funciones de los
psicólogos del envejecimiento.

Además de eso, otras de las funciones que puede ejercer un especialista en


Psicología del envejecimiento es la de dar indicaciones específicas sobre
rutinas que pueden ejercer una influencia positiva en la persona mayor y
también sobre hábitos psicológicamente saludables.

3. Intervención en funciones cognitivas

La tercera edad es una etapa en la que las funciones cognitivas empiezan


a verse deterioradas por el natural paso del tiempo, un hecho que afecta de
manera notable a la salud emocional de la persona y ejerce un efecto muy
negativo sobre su calidad de vida.

La psicología del envejecimiento también se encarga de intervenir en el


deterioro de funciones cognitivas, ya sea para su prevención o bien con el
objetivo de ralentizar dicho desgaste cognitivo, ya sea de carácter natural o
patológico.

Para lograrlo, se utilizan estrategias como por ejemplo enseñar ejercicios


vinculados al entrenamiento cognitivo, promover actividades diarias que
pueden ser útiles para prevenir el desgaste cognitivo y trabajar
conjuntamente con profesionales de otras disciplinas para facilitar el
seguimiento de tratamientos farmacológicos en caso de que sea necesario.

4. Promoción en la salud mental

Las tareas de promoción de la salud mental en la vejez son una tarea esencial
en los profesionales de la psicología del envejecimiento, ya que proporcionan
una gran ayuda tanto para las personas mayores que la reciben como para sus
familias.

Son muchas las modalidades en las que estos profesionales ofrecen un


servicio de promoción de la salud mental para personas mayores, entre las
más habituales podemos destacar la impartición de charlas en centros de
día y residencias, los cursos y talleres destinados a aprender estrategias de
todo tipo para el día a día y las tareas divulgativas impartidas por profesionales
de la psicología que enseñan a los mayores conocimientos prácticos de todo
tipo que pueden serles de gran utilidad.

5. Apoyo emocional

Además de brindar un servicio de intervención y tratamiento de alteraciones


psicológicas clásicas que puedan aparecer en la tercera edad, la psicología del
envejecimiento también tiene como objetivo brindar apoyo emocional a
cualquier persona que lo solicite.

Aunque sea una temática poco explorada y relativamente


desconocida, durante la vejez es frecuente que se produzcan cambios
emocionales de raíz psicosocial en las personas mayores que pueden
afectar de manera muy significativa a su salud mental y a su bienestar global,
como por ejemplo la soledad no deseada, el sentimiento de culpa por creerse
“una carga” para la familia, etc. Son precisamente estos cambios los que
aborda un psicólogo del envejecimiento.

Algunos ejemplos de alteraciones emocionales propias de la vejez pueden ser


la ansiedad, la depresión, la baja autoestima, la apatía o las ideaciones
suicidas.

Intervención psicosocial en adultos mayores

El modelo de intervención psicosocial se basa en el carácter interdisciplinar


y de complementariedad entre las diferentes disciplinas implicadas, con la
complementación de las aportaciones que la gerontología conductual ofrece
para el diseño ambiental, la atención, los tratamientos, etc. con una población
que presenta una alta prevalencia de situaciones de dependencia, patología
neurológica y psiquiátrica, déficits sensoriales, etc.
Uno de los principales objetivos que nos planteamos a partir de este modelo es
ofrecer a través de un equipo de profesionales competentes, organizados
interdisciplinarmente, una atención profesional, complementaria a la relación
familiar y social, de alta calidad , a la vez que muy profesional, muy cercana,
personalizada y humana, incorporando al voluntariado y considerando a la
familia como el eje central de la intervención con el usuario y residente.

La intervención Psicosocial (IPS) es una disciplina dentro de la Psicología


Social que trata de comprender, predecir y cambiar los procesos psicosociales
para mejorar la calidad de vida.

“los objetivos planteados en la Intervención Psicosocial se orientan a reducir o


prevenir situaciones de riesgo social y personal, y contribuir al desarrollo de
acciones cuya intención es la solución de problemas concretos que afectan a
individuos, grupos y comunidades” (Hernández y Valera, 2001, p. 55)

Florence Hollis y Mary Woods. Postulan que para entender y ayudar


eficazmente a las personas hay que visualizarlas en el contexto de sus
interrelaciones o transacciones con el medio.

La intervención psicosocial se encarga de una triple área:

 Promover el bienestar.
 Promover el desarrollo de las personas y las comunidades.
 Permite que los sujetos puedan ejercer control y poder sobre su
ambiente individual y social para lograr afrontar problemáticas y lidiar
con el entorno social.

En lo que es la atención psicosocial a adultos mayores se busca generar un


buen nivel de bienestar cuando es capaz de enfrentar los cambios que ocurren
en su organismo y su entorno social; dando respuesta a los problemas que se
le presentan, aceptando y asumiendo las perdidas y frustraciones en la vida.

Fases de la intervención Psicosocial

 Fase inicial.
 Diagnóstico.
 Plan de acción.
 Tratamiento.
 Evaluación.

Estrategias de intervención psicosocial en adultos mayores

 Diagnóstico participativo que consiste en una identificación del


problema.
 Entrevista la cual es una técnica cualitativa que permite evaluar
aspectos tanto del conocimiento, como de habilidades y actitudes, tiene
como característica esencial, permitir la comunicación directa con
fuentes de información.
 Técnicas de observación que consisten en permitir acceder a aspectos
nuevos y sorprendentes, que posibilitan abstraer información de la vida
cotidiana de las personas y que fomenta la comprensión del contexto
con sus diferentes dinámicas sociales.
 Árbol del problema que permite a los participantes hacer un análisis y
una reflexión sobre un tema o situación determinada, dándole una
mirada integral mediante un análisis de causas, que conlleva a visualizar
la situación analizada como un todo interrelacionado que se puede
entender y transformar.
 La cartografía siendo una técnica que posibilita expresar sentimientos,
pensamientos y emociones a través del dibujo, lo que se logra a través
de la observación de mapas que cada persona traza, los cuáles
consisten generalmente en dibujos de lo que significa para la persona el
espacio y el tiempo en los que habitan.

También se realiza una identificación y gestión de redes

 Actividad laboral: Facilitar el retiro laboral flexible que permita al adulto


mayor desvincularse de la empresa en forma progresiva, aprovechando
su experiencia para la capacitación de nuevos trabajadores. Facilitar la
capacitación para aquellas personas que lo deseen permitiéndole así
formar mini empresas, cooperativas, etc.
 Gestión de recursos: Capacitar a las personas mayores en la gestión de
proyectos concursales que den solución y respuesta a sus necesidades
e intereses.
Herramientas que se le pueden orientar al adulto mayor o a los familiares
que lo apoyan

Asignación de actividades ocupacionales, orientación de divertirse en su tiempo


de ocio, compensación de las necesidades, crecimiento personal y
autorrealización, métodos de formación y afirmación, amortiguación y
facilitación del afrontamiento.

CONCLUSIONES

La vejez es el destino de todos; una fase natural del ciclo vital humano que
tiene sus peculiaridades, sus posibilidades de desarrollo y crecimiento humano,
y, por tanto, no es una etapa de involución. Los mitos, sentimientos y
expectativas negativas que pesan sobre ella forman parte de una
representación social que define negativamente lo que es ser viejo y cómo
debe serlo, interfiriendo en el “buen envejecer de las personas”.

La personalidad es el nivel más complejo de integración y organización de los


procesos psicológicos que intervienen en la regulación del comportamiento.
Tiene particularidades irrepetibles en cada sujeto y está en constante cambio y
desarrollo a lo largo de la vida. Es necesario comprender esta individualidad en
esta última etapa de la vida.

Disfrutar de la vejez de manera satisfactoria y placentera es esencial para


elevar la calidad de vida de estas personas.

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